Según los datos de una encuesta realizada por NORC en la Universidad de Chicago, los estadounidenses son más infelices que en los último 50 años; antes, el 23 por ciento de personas se decía aislado y solo, ahora es el 50 por ciento.
Por Tamara Lush
Florida, Estados Unidos, 16 de junio (AP).- El 2020 ha sido duro para la psiquis de los estadounidenses. Las personas en Estados Unidos están más infelices de lo que han estado en casi 50 años.
Esa asombrosa —pero no sorprendente — conclusión proviene del Estudio del Monitoreo de COVID-19, conducido por NORC en la Universidad de Chicago. Concluye que 14 por ciento de los estadounidenses dicen que son muy felices, comparado con 31 por ciento que dijeron lo mismo en el 2018. Ese año, 23 por ciento dijeron que se habían sentido a menudo o a veces aislados en semanas recientes. Ahora, 50 por ciento dicen eso.
El sondeo, realizado a finales de mayo, utiliza casi medio siglo de estudios por el General Social Survey, que ha colectado datos sobre las actitudes y conductas de los estadounidenses al menos cada dos años desde 1972. No menos de 29 por ciento de los estadounidenses se han expresado felices en ese sondeo.
La crisis sanitaria en los Estados Unidos puede ser una de las razones para que las personas estén tristes. Foto: Jacquelyn Martin, AP
La mayor parte de las entrevistas del sondeo fueron completadas antes de la muerte de George Floyd a manos de la policía, que desató una ola de protestas en todo el país y una conversación global sobre raza y violencia policial, añadiendo a los sentimientos de aislamiento y soledad que los estadounidense ya enfrentaban por la pandemia de coronavirus — especialmente los negros estadounidenses.
Lexi Walker, una fiduciaria de 47 años de edad que vive cerca de Greenville, Carolina el Sur, se ha sentido ansiosa y deprimida durante largos períodos de tiempo. Ella se mudó de regreso a Carolina del Sur a finales del 2019, y entonces su gato murió. Su padre falleció en febrero. Justo cuando ella pensó que saldría y socializaría para aliviar su aflicción, llegó la pandemia.
“Ha sido una cosa tras otra”, dijo Walker. “Es muy duro. Lo peor para mí es que, después de tanto, no sé lo que va a pasar”.
Entre otras conclusiones del sondeo sobre la vida en la pandemia:
El público está menos optimista hoy sobre el la posibilidad de que mejore el estándar de vida para la próxima generación que lo que ha sentido en los últimos 25 años. Solamente 42 por ciento de los estadounidenses piensan que cuando sus hijos lleguen a su edad, su estándar de vida será mejor. Cincuenta y siete por ciento dijeron lo mismo en el 2018. Desde que comenzó a hacerse esa pregunta, el nivel más bajo fue 45 por ciento en 1994.
