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¿Qué leen los tiranos? Te presentamos los libros favoritos de Hitler, Stalin, Franco y Pinochet

sábado, enero 16th, 2021

Una máxima que nos suelen repetir es que “leer nos hace mejores personas”. Sí, los libros pueden trasformar para bien, pero también en la literatura algunos dictadores han extraído ideas para justificar sus acciones. A continuación, Langosta Literaria presenta las lecturas favoritas de los tiranos.

Por Iván Farías

Ciudad de México, 16 de enero (LangostaLiteraria).- Una máxima que nos repetimos mucho es que “leer nos vuelve mejores personas”; la hemos visto en campañas de lectura y, de vez en vez, sale de la boca de personas bien intencionadas…

Sí, los libros han cambiado a muchas personas para bien; la lectura ha creado líderes humanistas, gente más compasiva y a muchos otros les ha abierto los ojos para transformar sus comportamientos. Pero como en todo, la excepción hace la regla.

A continuación, Langosta Literaria presenta las lecturas favoritas de los tiranos… Hitler, Stalin, Franco y Pinochet conforman esta lista, pero existen muchos otros que han encontrado en la literatura ideas para justificar sus acciones.

ADOLF HITLER

Cuando pensamos en el Mal a nuestra mente llega la imagen del Diablo o la de Hitler. Cosa curiosa, el dictador nazi era un gran lector (además de amante de los animales y coqueteaba con el vegetarianismo). Prefería las doctrinas místicas, ya que “coleccionaba” objetos relacionados con ciertas religiones. Digo “coleccionaba” porque es sabido que en sus invasiones saqueaba museos y lugares de culto. Muy crítico del cristianismo, leía activamente libros sobre esta religión. Nos cuenta Timothy W. Ryback, el diplomático que dedicó poco más de seis años en analizar la biblioteca del líder alemán, marcaba párrafos y apuntaba cosas en los libros.

Aunque Hitler despreciaba la ficción, además de filosofía e historia, leía algunos libros de narrativa, nos revela Ryback. Entre ellos estaba Don Quijote, el clásico de Cervantes. También era lector de Shakespeare, de quien tomó algunas frases para crear su particular ideología, de la misma manera que descontextualizó a Frederick Nietzsche. Otros libros que estaban entre sus favoritos eran Los Viajes de GulliverRobinson Crusoe y La Cabaña del tío Tom.

Su biblioteca era enorme, un hecho que compartiría con otros personajes de su calaña, entre ellos Augusto Pinochet, Josef Stalin, Enver Hoxha y Sadam Hussein.

JOSEPH STALIN

Joseph Stalin, el líder soviético, afirmaba: “Si quieres conocer a la gente que te rodea averigua qué leen”. Stalin, un hombre venido de abajo, a diferencia de Trosky o Lenin, llegó a acumular más de veinte mil libros en su biblioteca. Se dice que era un gran lector, uno muy voraz. Algunos de sus biógrafos afirman que llegaba a leer entre 300 y 500 páginas al día. Jonathan Brent, director de la Yale University Press, tuvo acceso a los archivos de Stalin, experiencia que dejó por escrito en Inside the Stalin Archives: Discovering the New Russia.

Por esa y muchas otras razones se sabe que tenía predilección por los autores de su patria, entre ellos, claro, Anton Chéjov, Tolstói y Fiódor Dostoievsky, a quienes citaba constantemente en discursos, además de recomendarlos en su círculo cercano. Otro narrador que disfrutaba era Émile Zola, en especial la novela El Paraíso de las Damas.

Un libro que lo marcó claramente fue La psicología de las masas, de Gustave Le Bron, además, de claro, El Príncipe de Maquiavelo. Muchas de las ideas expresadas en ambos títulos las puso en práctica en la realidad. Tampoco es extraño saber que tenía una copia de Historia de la Revolución Rusa, de León Trotsky. Libro con el que dialogaba a la distancia, a través de anotaciones, con quien fue su mayor enemigo.

AUGUSTO PINOCHET

Para muchos fue una sorpresa enterarnos al ver una foto, que Augusto Pinochet, el dictador genocida de Chile, leía a Antonio Gramsci, o cuando menos eso quería hacernos pensar. Y es que Pinochet siempre quiso ser visto como un intelectual, como un hombre de conocimiento.

Se sabe que su biblioteca personal era de más de 55,000 ejemplares y estaba valorada en 2,560,000 dólares. Tenía incunables, piezas únicas e históricas. De querer aparentar hasta escribió varios libros, el más famoso fue Geopolítica, donde plagió vilmente al que era su maestro, Gregorio Rodríguez Tascón.

No sabemos si era un ávido lector, pero como afirma Juan Cristóbal Peña autor del artículo “Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet”, era un gran comparador de libros usados. Entre ellos estaban varios libros sobre marxismo, sobre política de las décadas de los 60 y 70. Además de muchos libros prohibidos por él en Chile. Al parecer estaba obsesionado con Napoleón Bonaparte, de quien tenía varias biografías y once estatuas miniatura.

FRANCISCO FRANCO

Ricardo Bada se pregunta con sorna si Francisco Franco leía en un viejo artículo en Letras libres. Y pues, pese a que escribió un libro y pintó varias copias de pinturas famosas, que trataba de mostrarse como un hombre de mundo y docto, que sus alabadores insistían e insistían que leía mucho, en ninguna parte especifican ningún título; a los más que llegan a decir es que “leía libros de divulgación o de pensamiento cristiano”. En una entrevista dada en su casa al periodista Juan Ferragut de la revista Nuevo Mundo, afirmó leer a “Benavente y las novelas de Alarcón”. Es decir, a dos de los grandes pesos pesados de la literatura española. Aunque, como afirmaba su hijo, su esposa y muchos de sus biógrafos, su pasión era la pintura.

RAMIZ ALIA

Ramiz Alia, el dictador albanés, tenía en su biblioteca personal libros de autores que no podían leer sus gobernados: Nabokov, Baudelaire, Camus o Kafka. Lo cual es algo que se repite constantemente en varios de estos regímenes. Respecto a esto Gazmend Kapllani, escritor y compatriota del dictador, quien tuvo oportunidad de entrevistar, le preguntó porque él sí podía leerlos y la población no. Paternal, Alia le contestó: “La mente de la gente no estaba preparada para estos libros. Es lo mismo cuando un padre quiere proteger a su hijo del mal”.

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Boris Johnson inicia campaña electoral y anuncia a la reina Isabel II la disolución del Parlamento británico

miércoles, noviembre 6th, 2019

El dirigente conservador hará posiblemente una declaración posterior desde su residencia y despacho oficial de Downing Street y presentará en un evento en Birmingham (centro del país) el manifiesto de su partido.

Además, Johnson comparó a Jeremy Corbyn, con el ex dictador soviético Joseph Stalin por su presunto “odio” a los empresarios, al inicio este miércoles de la campaña electoral en el Reino Unido.

Londres, 6 nov (EFE).- El Primer Ministro británico, Boris Johnson, comunicó este miércoles en el Palacio de Buckingham a la reina Isabel II la disolución del Parlamento, lo que marca el inicio oficial de la campaña para las elecciones anticipadas del próximo 12 de diciembre.

El dirigente conservador hará posiblemente una declaración posterior desde su residencia y despacho oficial de Downing Street y presentará en un evento en Birmingham (centro del país) el manifiesto de su partido.

Se prevé que el programa electoral del Partido Tory se centre, además de en el “Brexit”, en las inversiones en los servicios públicos, como el NHS (la sanidad pública) y las fuerzas de seguridad.

La pasada semana los diputados dieron luz verde a la celebración de comicios anticipados, como manera de desbloquear el “Brexit”, una vez que la Unión Europea (UE) concedió al Reino Unido una nueva prórroga – la tercera – de la retirada del bloque comunitario hasta el 31 de enero de 2020.

El 12 de diciembre, los británicos tendrán que elegir la composición de la Cámara de los Comunes, de 650 escaños.

JOHNSON COMPARA A CORBYN CON STALIN
Boris Johnson, comparó al líder laborista, Jeremy Corbyn, con el ex dictador soviético Joseph Stalin por su presunto “odio” a los empresarios, al inicio este miércoles de la campaña electoral en el Reino Unido.

En un artículo en “The Daily Telegraph“, el jefe del Gobierno en funciones dice que el Partido Laborista “detesta tanto el objetivo de obtener un beneficio” y “subiría tanto los impuestos” que “destrozaría la base de la prosperidad de este país”.

Según Johnson, los laboristas señalan a los emprendedores con un “deleite” no visto desde que Stalin persiguió a los “kulak” o granjeros terratenientes en la década de 1930.

El líder “tory” (conservador), que ha convocado estas elecciones para intentar ampliar su mayoría, suscitó una polémica en 2018 cuando, siendo Ministro de Exteriores, supuestamente dijo que “se jodan los empresarios” que se oponían al “Brexit” o salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

En el mismo artículo, Johnson insta a votar al Partido Conservador el próximo 12 de diciembre para conseguir que se materialice la retirada de su país del bloque comunitario, mediante el acuerdo que negoció en octubre con Bruselas, “recién sacado del horno”.

“Si logramos concretar el ‘Brexit’, hay cientos de miles de millones de libras en inversiones que esperan para inundar el país”, escribe en el rotativo de referencia de los “tories”, donde él fue periodista y columnista.

Documental ruso por YouTube genera polémica al mostrar la represión en la época de Stalin

miércoles, mayo 29th, 2019

El documental de Dud fue un éxito instantáneo, hasta para sus elevadas cifras: en la primera semana tras su estreno, recibió casi 12 millones de visitas. Pero tratando un tema tan complejo y controvertido, era de esperar que atrajera críticas.

Por Alexey Kovalev

Ciudad de México, 29 de mayo (Global Voices).- Yuri Dud no parece la persona más adecuada para sacudir la conciencia rusa sobre los capítulos más oscuros de su historia. El ex periodista deportivo tiene ahora su propio programa de entrevistas en YouTube, en el que recibe a famosos y figuras públicas. Cada entrevista genera millones de visitas, lo que ha convertido a Dud en un serio competidor incluso de las cadenas de televisión estatales. Aunque Dud ha entrevistado activistas y políticos como Alexey Navalny, el propagandista anticorrupción, se considera más un columnista de sociedad que un periodista “serio”.

Es por eso que el tema del último programa de Dud dejó pasmados a sus cinco millones de seguidores y al público en general: un documental de dos horas sobre la región de Kolimá, en el extremo noreste de Rusia, lo que casi siempre implica hablar de la represión en la época de Stalin.

Este páramo ártico congelado y prácticamente intransitable albergó los más conocidos gulag, la red soviética de campos de trabajos forzados en los que desaparecieron miles de delincuentes de poca monta y prisioneros políticos. Es difícil saber exactamente cuántas personas murieron a causa del frío extremo (las temperaturas en invierno suelen ser menores a los 50°C bajo cero), de hambre o de agotamiento en las minas, pero incluso las estimaciones oficiales más prudentes cifran el número en 150 mil víctimas en solo uno de los mayores campos de Kolimá entre 1932 y 1957.

Casi la mitad de los jóvenes entre 18 y 24 años no habían oído hablar nunca de la represión de Stalin. Foto: Especial

Dud es consciente del contraste entre sus temas habituales y el delicado contenido de su último episodio. Como explica en su presentación:

“Después de todos los raperos, comediantes, músicos, actores y directores, ¿por qué demonios nos hemos metido en este tema tan complejo e inquietante? Dos razones. Primera: en octubre de 2018, VTsIOM [Centro Ruso de Investigación de la Opinión Pública] publicó un sondeo que nos dejó estupefactos. Casi la mitad de los jóvenes entre 18 y 24 años no habían oído hablar nunca de la represión de Stalin. Consideramos este hecho como un desafío y esperamos el momento idóneo para tratarlo”.

Dud añade que sus padres siempre le han advertido: “No atraigas atención innecesaria. No destaques. Somos gente normal, nosotros no decidimos”, incluso en circunstancias de injusticia evidente. Cuenta que siempre se preguntó por el origen de este miedo de los rusos de más edad, y concluye que “se originó en la primera mitad del siglo XX y ha pasado de generación en generación”. “Kolimá ─dice Dud─ es donde nació nuestro miedo”.

Las palabras de Dud tocaron la fibra de exactamente la audiencia a la que pretendía llegar: rusos jóvenes que ignoran o conocen solo someramente la brutal historia reciente de su país.

“Viendo el episodio de Dud sobre la represión, mi padre y mi abuelo me dijeron que sabían que era terrible, pero que nunca fueron conscientes de cuánto”, opinó uno de los seguidores del youtube.

El episodio está estructurado como un diario de viaje: el equipo de Dud viaja 2 mil kilómetros por la autopista de Kolimá, una carretera en su mayor parte sin pavimentar entre dos capitales regionales, Magadán y Yakutsk. Durante su construcción en la década de 1930 murieron tantos prisioneros que se le llama coloquialmente “la carretera de los huesos”.

A lo largo del camino, Dud llega, o intenta llegar, a algunos de los campos más letales, como el de Butugychag, donde los prisioneros eran obligados a extraer uranio de las minas sin equipo protector. También habla con activistas locales que luchan por preservar la memoria de las víctimas ante la indiferencia del público y la naturaleza que reclama su espacio.

Dud también entrevista a descendientes de prisioneros de gulag, como Natalia Korolyova, hija de Sergeuéi Korolyov, padre del programa espacial soviético. Korolyov fue detenido en 1938, pasó varios meses en un campo de trabajo en Kolimá y, casi agonizante de inanición y agotamiento, fue trasladado a una sharashka (instalaciones carcelarias para científicos) de Moscú hasta su liberación en 1944. Koloryov sobrevivió, pero no fue totalmente exonerado hasta 1957.

La hija de Koloryov contiene apenas las lágrimas mientras describe la tortura que su padre sufrió a manos de sus interrogadores. Aun así, Dud se sorprende de la opinión que tiene Koloryova de Joseph Stalin. Sus respuestas dan una idea de lo complicado que es el tema de la represión en la época de Stalin para la Rusia moderna, incluso en el caso de gente bien informada de los horrores que se infligieron a millones de personas. Aunque reconoce el tremendo daño que hizo el sistema de gulag, incluida su propia familia, Korolyova dice:

“Pero [Stalin] hizo muchas cosas buenas. Por ejemplo, con Stalin teníamos una disciplina más estricta. Stalin no abandonó Moscú cuando el enemigo, los fascistas, llegó literalmente a sus puertas. Incluso organizó un desfile en la plaza Roja. Es difícil juzgarlo, por supuesto”.

Previendo las críticas que siguieron al estreno del documental, Dud termina el episodio declarando que los horrores del pasado siguen teniendo consecuencias en la sociedad actual:

“Algunos de los que vean nuestro video hasta el final dirán: ‘Dud, ¿qué te pasa con Stalin? ¿Por qué sigues sacándolo a colación? ¿No te dijo alguien hace poco que uno de los principales problemas de Rusia es que vive en el pasado, que sigue perdiendo el tiempo discutiendo si Stalin fue bueno o malo?’. No hemos venido hasta la autopista de Kolimá para debatir si Stalin fue bueno o malo. Ustedes no necesitan que demos una respuesta correcta a esa simple pregunta. Viajamos por la autopista de Kolimá porque (…) se trata de nuestro presente (…). El miedo es el peor enemigo de la libertad. (…) No tengan miedo. Respétense. Quizás entonces, nuestro país no volverá a pasar por una época en la que se trate a la gente peor que a animales”.

El documental de Dud fue un éxito instantáneo, hasta para sus elevadas cifras: en la primera semana tras su estreno, recibió casi 12 millones de visitas. Pero tratando un tema tan complejo y controvertido, era de esperar que atrajera críticas. El premiado escritor Zakhar Prilepin escribió una columna de opinión en la que acusó a Dud de ser un agente a sueldo de Occidente con la misión de desacreditar la gloriosa historia de Rusia y socavar el patriotismo. Otros cuestionaron las cifras mencionadas en el episodio, argumentando que el número real de víctimas de los gulag fue menor.

“Los idiotas de los rojos pululan por internet diciendo que Dud la ha cagado con las cifras. Ves ­─dicen─, son unos dos millones aquí, o allá se ha pasado un 25 %. ¡Ah, pues muy bien! Como hay irregularidades y el montón de cadáveres rusos es en realidad un 25 % menor, ¡al diablo, perdonemos a los rojos! ¡Démosles las gracias por su humanidad!”, comentó en Twitter.

Hubo quien, repitiendo a Natalia Korolyova, reconoció que en los campos de trabajo perecieron muchos inocentes, pero argumentó a la vez que la situación era mejor que la (percibida) anarquía actual:

“Empecé a ver a Dud y lo apagué a la media hora, el episodio entero está basado en el odio hacia la Unión Soviética y a Stalin, no me sorprendería si Dud terminase con un ‘lástima que no ganase Hitler’”.

“En lo que respecta a los campos, sí, muchos cumplieron penas por delitos estúpidos, desde luego que fue brutal… Pero la gente se cagaba de miedo antes de robar cualquier cosa (eso es lo que nos falta hoy). Pero demonios, nuestra época no es tan diferente, simplemente las consecuencias son menores: puedes robar 30 millones y pasarás unos cinco años en la cárcel, nada de pelotones de fusilamiento”.

Este tipo de comentarios son bastante habituales entre los defensores contemporáneos de las políticas de Stalin. Un 51 por ciento de rusos contestó a la agencia independiente de sondeos Levada Center en marzo de 2019 que veía a Joseph Stalin de forma positiva. “Stalin se considera una figura que garantizó la justicia social, algo que los rusos buscan cada vez más entre el descontento por el descenso del nivel de vida y la reforma gubernamental de las pensiones”, dijo a Bloomberg Karina Pipia, analista de Levada.

Muchos de los rusos perciben a Stalin de forma positiva. Foto: Especial

A pesar de los esfuerzos de Yuri Dud, y de innumerables activistas cívicos, es muy probable que Rusia siga profundamente dividida respecto al legado de Stalin por mucho tiempo. La devoción de los rusos por Stalin y la nostalgia por su época no puede atribuirse solamente a un blanqueamiento del pasado por parte del Gobierno. Es más, la mayoría de iniciativas contemporáneas para conmemorar a Stalin son privadas, mientras que muchos altos funcionarios, como Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, condenan sin paliativos a Stalin y su represión. En 2017, el propio Vladimir Putin inauguró un monumento en memoria de las víctimas de los gulag, y declaró que “este pasado terrible no debe borrarse de nuestra memoria nacional y no puede justificarse”.

Una visión negativa del legado de Stalin podría ser una de las pocas cosas que comparten Putin y sus numerosos críticos, algunos de los cuales han aparecido en el programa de Yuri Dud.

El último episodio del programa de Yuri Dod puede verse en YouTube con subtítulos en inglés:

[youtube oo1WouI38rQ]

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Decenas de miles de rusos comunistas marchan para conmemorar el centenario de la Revolución Bolchevique

martes, noviembre 7th, 2017

La marcha organizada por ciudadanos es el único acontecimiento programado en Rusia para conmemorar este histórico evento. El contingente arribó a la Plaza de la Revolución, lugar de reunión de los nostálgicos del régimen soviético.

Al grito de “¡Viva la Gran Revolución Socialista de Octubre!”, el contingente avanzó hacia la Plaza de la Revolución en Moscú. Foto: VK/Maria Demyanova

Por Ignacio Ortega

Moscú, 7 de noviembre (EFE).- Decenas de miles de comunistas rusos y de otros países marcharon hoy por las calles de Moscú para conmemorar el centenario de la Revolución Bolchevique, aniversario abiertamente silenciado por el Kremlin.

“¡Viva la Gran Revolución Socialista de Octubre!”, señalaba la pancarta que encabezaba la marcha comunista, que concluyó con un multitudinario mitin frente a la céntrica estatua de Carlos Marx.

Como en los aniversarios que se celebraban durante la URSS, los manifestantes portaban banderas rojas con la hoz y el martillo y retratos de Lenin, el líder de la revolución y fundador de la Unión Soviética, y de su sucesor, Stalin.

“¡Lenin vivió, vive y vivirá!”, rezaba la pancarta de cartón que portaba una anciana.

Los manifestantes portaban banderas rojas con la hoz y el martillo. Foto: VK

La diferencia es que en la Rusia actual el día de la Revolución ya no es festivo, sino una jornada laboral cualquiera, y los manifestantes tuvieron que marchar por la acera, entre las más caras boutiques de la ciudad y vigilados por cientos de efectivos antidisturbios.

Los manifestaciones comunistas siempre han sido pacíficas, pero el Kremlin no quiso jugar con fuego, a la vista de lo ocurrido el sábado durante el Día de la Unidad Nacional, cuando fueron detenidos varios cientos de ultranacionalistas.

“¡Revolución! ¡Revolución! ¡Revolución! ¡El ‘Aurora’ pronto disparará!”, gritaban los más atrevidos miembros del Komsomol, las juventudes comunistas, en alusión al crucero que dio inicio con su histórico cañonazo a la revuelta de Petrogrado en 1917.

El líder del Partido Comunista de Rusia y eterno candidato a la presidencia rusa, Guennadi Ziugánov, encabezaba la manifestación, junto al legendario actor y director de cine soviético Vladímir Menshov, ganador del Óscar a mejor película extranjera en 1979 con “Moscú no cree en las lágrimas”.

El Kremlin evitó conmemorar el centenario de la Revolución Bolchevique. Foto: VK

“La Revolución de Octubre es un gran hito de la humanidad y de sus logros se hablará durante siglos”, proclamó Ziugánov, quien estimó en un 88 por ciento el apoyo popular a dicho acontecimiento histórico, aunque las encuestas hablan de que los rusos están divididos al 50 por ciento.

La marcha, el único acontecimiento convocado hoy para recordar un acontecimiento que cambió la historia del mundo, arrancó en la Plaza Pushkin y terminó en la Plaza de la Revolución, tradicional lugar de reunión de los nostálgicos del régimen soviético.

“Somos afortunados. Estuvimos en el futuro, vivimos en la URSS”, declaró a EFE Alexéi Ponomariov, diputado comunista.

Entre los presentes había un gran resquemor por la actitud del Presidente ruso, Vladímir Putin, quien decidió ignorar completamente el centenario y que en los últimas semanas incluso se permitió criticar la Revolución.

El Kremlin se escuda en que los cataclismos históricos ocurridos hace un siglo aún dividen a la sociedad rusa, por lo que es mejor mantenerse al margen, más aún cuando Putin tiene previsto presentarse a la reelección en las presidenciales de marzo de 2018.

Putin ignoró los festejos e incluso criticó los ideales revolucionarios. Foto: VK

“Ha vuelto el zarismo. Putin es el nuevo zar”, comentó a EFE Alexandra, una pensionista de 75 años.

En el mismo sentido, Yevgueni, un pensionista de 86 años, considera que Putin le ha dado la espalda a la URSS, ya que reconocer sus logros sería igual que aceptar que “Stalin no fue tan malo como se dice”.

“Yo he venido con mi nieto de cinco años. Quiero que sea comunista como yo. Es el único sistema que defiende los intereses de todos. Putin sólo se apoya en los oligarcas, no en el pueblo llano”, agregó Slava, de 65 años.

La mayoría de los manifestantes superaban con creces los 60 años, pero también había jóvenes que aún creen a pies juntillas en el ideario revolucionario y que despotrican contra el “capitalismo salvaje” instaurado en su país.

El centenario atrajo a una nutrida representación comunista internacional, en la que, además de los chinos con sus retratos del “Gran Timonel” Mao Zedong, había muchos manifestantes que hablaban español.

“¡Viva Cuba, viva Fidel!”, coreaba un grupo de latinoamericanos con banderas de Argentina, Chile y Brasil, a los que secundaba una columna de comunistas llegados de Italia.

Latinoamericanos también participaron en la conmemoración. Foto: VK/Nikolay Pudkov

Se podían ver banderas argentinas y cubanas adornadas con el retrato del Che Guevara, pero también esteladas catalanas e ikurriñas vascas en manos de jóvenes españoles de ideología izquierdista.

Las banderas republicanas españolas también ondeaban en la marcha, en este caso portadas por miembros de la numerosa delegación enviada por el Partido Comunista de los Pueblos de España.

La marcha estuvo precedida por un desfile militar en la Plaza Roja que conmemoró el que tuvo lugar en 1941, en pleno asedio nazi, y que en esta ocasión contó con la presencia en la tribuna de honor de veteranos de esa histórica parada.

Y es que para el Kremlin sólo hay un acontecimiento histórico que une a todos los rusos y que se puede celebrar libre y abiertamente, y es la victoria sobre Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Cher llama racista y misógino a Donald Trump y lo compara con Stalin y Hitler

miércoles, agosto 24th, 2016

La cantante ha expresado en diversas ocasiones su rechazo hacia el candidato republicano, en esta ocasión lo calificó como “una persona horrible” y se atrevió a compararlo con Hitler y Stalin.

[youtube mm9ul94hz4M]

WASHINGTON 24 de agosto AP – En declaraciones en un evento privado de recaudación de fondos para la campaña de la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, la cantante y actriz descargó lo que piensa del candidato republicano. Lo comparó con Stalin y Hitler, y dijo que le recuerda al personaje infantil asesino de la película “The Bad Seed”.

“Mentiroso consumado, no le importa a quien daña, demente”, dijo Cher en el evento realizado el domingo en Provincetown, Massachusetts. Después de la reunión les dijo a los reporteros que Trump es “un racista, él es un misógino, es una persona horrible”.

Un video con las declaraciones de Cher fue colocado en Facebook y lo reportó primero el periódico New York Times.

En esa red social también fue publicado un extracto de las declaraciones de Clinton, quien dijo: “No puedo decirles lo emocionada que estoy de tener a Cher aquí”.