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El Presupuesto de Hacienda da prioridad a Salud, SEP, Segob, Tren Maya, Pemex y CFE

miércoles, septiembre 8th, 2021

Hacienda presentó las prioridades para 2022 y no hay sorpresas: pandemia, salud, Tren Maya, Pemex, CFE y Gobernación. Ramírez de la O aseguró que para el año que viene se garantizará el gasto en rubros que buscan reducir las desigualdades, detonar el bienestar y mantener la estabilidad social de cara a la crisis económica por la pandemia.

–Con información de Daniela Barragán

Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).- La apuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para 2022 ya fue lanzada. ¿Qué cambios hubo? ¿A quién propone recortarle presupuesto y a quién sumarle?

SinEmbargo hizo una revisión general de los presupuestos actuales frente a los que Hacienda propone en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF); el 15 de noviembre es la fecha límite para que sea aprobado en la Cámara de Diputados.

Hay pocas sorpresas: habrá aumentos importantes en protección social (de 12.8 por ciento respecto a 2021); inversión física (de 17.7 por ciento real respecto a 2021), y en el gasto federalizado (de 4.7 por ciento real respecto a 2021).

PRIORIDADES CLARAS

El reciente movimiento en la Secretaría de Gobernación y la Consulta Popular programada para el siguiente año se hicieron presentes en el Presupuesto aunque no de la misma manera: para la Segob se planteó más presupuesto; para el Instituto Nacional Electoral (INE), menos.

Durante este año, la Segob, ahora a cargo de Adán Augusto López, funcionó con 5 mil 853 millones 226 mil 701 pesos y para 2022 se proponen 6 mil 228 millones de pesos.

El INE tuvo un presupuesto en 2021, año de elecciones intermedias, de 26 mil 819 millones 801 mil 594 pesos y para 2022, Hacienda propuso para el Instituto 24 mil 649 millones. En junio de este año, el Consejero Presidente, Lorenzo Córdova dijo que el proceso de revocación de mandato, previsto para 2022, podría costar hasta 9 mil millones de pesos, al asegurar que  la organización de dicho ejercicio tendrá una magnitud equiparable con una elección estatal, por lo que no se podría llevar a cabo con los 522 millones que gastarán en la consulta popular del 1 de agosto.

INE

El INE es uno de los órganos que el Presidente AMLO ha querido desaparecer porque dice que está al servicio del poder. Foto: Daniel Augusto, Cuartoscuro.

El Presidente en reiteradas ocasiones ha sostenido que el INE es un organismo costoso.

“Son muy truculentos, cuando tienen a miles de trabajadores. Nada más con que aporten los de arriba la mitad de su sueldo; los medianos, que aporten el 25 (por ciento); y los de abajo no, los que ganen menos de 10 mil que no, pero 10 mil a 100 mil, 25 por ciento. Y de 100 mil para arriba, la mitad. Y que no haya comidas ni bebidas, que le bajen a los honorarios, y con eso alcanza”, señaló desde Palacio Nacional hace apenas unas semanas, el 23 de agosto.

SECTUR Y TREN MAYA

En ramo de Turismo no hubo sorpresa, el PPEF contempló recursos por 62 mil 942.6 millones de pesos para el Tren Maya, comparado con el dinero que contó el proyecto en 2021, el aumento que propone Hacienda es de 36 mil 288 millones de pesos, un crecimiento de 73 por ciento. El costo total del proyecto se estima en 200 mil millones de pesos.

El presupuesto de la Secretaría de Turismo es uno de los incrementos más notorios en la propuesta de Paquete Económico: en 2021 funcionó con un presupuesto de 38 mil 613 millones 394 mil 661 pesos y la propuesta es que para 2022 se le asignen 65 mil 670 millones 998 mil 944 pesos; un aumento del 70 por ciento.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador explica el proyecto del Tren Maya. Foto: Cuartoscuro.

Salvo 2 mil 728 millones de pesos serían destinados para la operación de la Sectur; una investigación realizada por SinEmbargo reveló que desde 2019 no se cuenta con una estrategia nacional para la promoción turística y tampoco, en el mismo periodo, se ha gastado con esos fines, esto en un contexto en el que el aumento de la pobreza de 2018 a 2020 fue por el impacto que tuvo la pandemia de COVID-19 en los estados turísticos: Quintana Roo pasó de tener una pobreza de 30.2 por ciento a una de 47.5 por ciento; Yucatán, de 44 por ciento a 49.5 por ciento; Jalisco, de 27.8 por ciento a 31.4 por ciento y Baja California Sur, de 18.6 por ciento a 27.6 por ciento.

La propuesta de solución que se planteó desde el Coneval fue acelerar la reactivación de esas zonas para empezar a recuperar las cifras previas a la pandemia.

AUMENTOS SALARIALES

En este Proyecto de Presupuesto se plantean aumentos salariales que bien podrían ser provocados por la inflación pero hay de aumentos a aumentos. Por ejemplo, sobresale el que se planteó para los senadores, que en 2021 tuvieron un salario anual bruto de 1 millón 636 mil 239 pesos y para 2022 tendrían uno de 2 millones 215 mil 187 pesos.

También el de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este año tienen un ingreso anual bruto de 5 millones 668 pesos; para 2022, de aprobarse, esa cantidad sería de 5 millones 529 mil 451 pesos y por lo tanto, sería lo mismo para los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Solo para el Poder Judicial, el presupuesto anual pasaría de 71 mil 299 millones de pesos a 76 mil 723 millones de pesos.

POLÍTICA ENERGÉTICA

En línea con la política energética de priorizar a las Empresas Productivas del Estado, las asignaciones proyectadas para Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) suman 1,086.3 mil millones de pesos.

Para la petrolera se planea un aumento de 12.7 por ciento (564 mil 800 mdp) en términos reales respecto a 2021, cuyos recursos serán destinados a la optimización financiera, la viabilidad de largo plazo como empresa petrolera y a recuperar y alcanzar condiciones operativas y comerciales fortalecidas. Aunque, en “proyectos prioritarios” no aparece la refinería Dos Bocas que se construye en Tabasco, en la parte de inversión de la Secretaría de Energía se piden 45 mil millones de pesos para esta obra, sólo 50 millones de pesos menos que en 2021.

Obras para la refinería Dos Bocas en Paraíso, Tabasco. Foto: Cuartoscuro.

Por su parte, el 41.4 por ciento restante de los recursos al rubro de energía se estiman para la CFE (432 mil 600 mdp), un 4 por ciento más respecto al año pasado, recursos que se destinarán a mantener su liderazgo en la generación de energía eléctrica en el país.

Asimismo, se considera que Petróleos Mexicanos y sus subsidiarias solicitan un techo de endeudamiento interno neto para 2022 hasta por 27.2 mil millones de pesos y un techo de endeudamiento externo neto de hasta 1.9 mil millones de dólares; por su parte, la CFE y sus empresas productivas requieren un techo de endeudamiento interno neto de hasta 4.1 mil millones de pesos y un techo de endeudamiento externo neto de 794 millones de dólares.

SALUD PRIORIZA COVID-19

Hacienda destacó que en el Paquete Económico 2020, para el gasto en salud funcional, se planea “un impulso” con una propuesta de 794 mil millones de pesos, un aumento de 15.2 por ciento real respecto a 2021 y el equivalente al 15.1 por ciento del gasto total programable, lo que permitirá continuar haciendo frente a la pandemia de COVID-19 y resolver el “déficit histórico” en infraestructura, equipamiento, personal y medicamentos.

En particular para la Secretaría de Salud, se prevén 192 mil 368 millones de pesos, un 27 por ciento real más respecto a los 145 mil 414 millones de pesos pedidos y aprobados en 2021.

“Da cuenta que, una de las prioridades de esta Administración es seguir garantizando los recursos para el combate al COVID-19, incluyendo la estrategia nacional de vacunación y la contratación de nuevo personal médico”, enfatizó.

Una enfermera aplica una vacuna contra la COVID-19. Foto: Cuartoscuro.

En su estrategia programática, la Secretaría de Salud plantea como prioridades la estrategia de vacunación y la adquisición de vacunas contra el virus SARS-CoV2 e insumos para su aplicación; el otorgamiento de apoyos a familiares de personas fallecidas por la COVID-19; la construcción y equipamiento de albergues del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF); y la creación de plazas de residencias de especialidades médicas.

Para el Programa de Vacunación plantean 28 mil 734 millones de pesos (mil 234 por ciento absoluto más respecto a lo pedido y aprobado en 2021) y para Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (BIRMEX) –cuya dirección ha acusado descuido en sexenios pasados– solicitan 7 mil 998 millones de pesos (15 por ciento absoluto más) para garantizar la producción de vacunas y otros dispositivos médicos.

Además, para reforzar la fuerza laboral del personal médico y mantener la atención médica y medicamentos gratuitos se pidieron recursos de 50 mil 600 y 103 mil 400 millones de pesos, respectivamente.

En tanto, para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se pidió un billón 10 mil millones de pesos, un 8.1 por ciento real más respecto a los 901 mil 687 millones de pesos solicitados para 2021 que finalmente se aprobó en ese monto. Aunque 636 mil 478 millones de pesos se planean destinar al pago de pensiones y jubilaciones.

DUPLICAN A PROGRAMAS SOCIALES

De acuerdo con Hacienda, para 2022 se garantizará el gasto en rubros que buscan reducir las desigualdades, detonar el bienestar y mantener la estabilidad social de cara a la crisis económica por la pandemia.

Para la Secretaría de Bienestar se ha pedido un presupuesto por 296 mil 858 millones de pesos, un 48 por ciento real más de los 189 mil 970 millones de pesos que se solicitaron en 2021 y que finalmente el Congreso aprobó en 200 mil 400 millones de pesos.

Entrega de programas de bienestar. Foto: Cuartoscuro.

De los programas sociales insignia del Gobierno federal, destaca que para la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores se propone un aumento de 69.22 por ciento en 2022 (238 mil 014 mdp) frente a 2021.

“Se propone un gasto para la función de protección social de 1,477.2 mil millones de pesos, superior en 12.8 por ciento real comparado con el monto establecido en el PEF 2021 y un 28.2 por ciento del gasto programable. La mayor parte del crecimiento se dedica al robustecimiento del Programa para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que busca converger a un sistema de pensión universal para procurar una vejez digna y plena para sus beneficiarios”, expone Hacienda.

En cambio, para Sembrando Vida sólo se requirió un aumento de 1.8 por ciento absoluto al pedir 29 mil 446 millones de pesos respecto al año pasado (28 mil 929 mdp). Sin embargo, implica casi diez veces más que los 2 mil 840 millones de pesos planeados para la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

Finalmente, para destinar a Jóvenes Construyendo el Futuro, programa gestionado por la Secretaría del Trabajo, se pidió 21 mil 196 millones de pesos, un 2.8 por ciento absoluto más frente a los 20 mil 600 millones de pesos requeridos y aprobados en 2021.

La SCJN da revés a AMLO: rechaza recurso para aplicar nueva Ley salarial a toda la burocracia

miércoles, febrero 13th, 2019

La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró infundados los recursos interpuestos por el Gobierno federal en contra la suspensión de la Ley de Remuneraciones, que busca que ningún funcionario gane más que el Presidente. El pasado 7 de diciembre, el Ministro Alberto Pérez Dayán admitió a trámite la acción de inconstitucionalidad promovida por el PRI, PRD, PAN y MC en el Senado, y prohibió que se utilice para fijar los salarios que los funcionarios tendrán en 2019.

 Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo).– La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) consideró infundado el recurso promovido por el Presidente Andrés Manuel López Obrador para dejar sin efecto controversias constitucionales en contra de la Ley Federal de Remuneraciones de Servidores Públicos, la cual busca que ningún funcionario gane más que el Jefe del Ejecutivo federal.

El pasado 7 de diciembre, el Ministro Alberto Pérez Dayán admitió a trámite la acción de inconstitucionalidad en contra la Ley y prohibió que se utilice para fijar los salarios que los funcionarios tendrán en 2019.

La acción de inconstitucionalidad fue promovida por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), De la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) en el Senado, además del Senador independiente Emilio Álvarez Icaza.

El Ministro Alberto Pérez concedió la suspensión, la cual, sin embargo, no impide expresamente la reducción de los salarios, pero obliga a que los sueldos se fijen con base en reglas previstas en la Constitución, según los artículos 75, 94 y 127.

Este miércoles, con tres votos a favor y dos en contra, la Segunda Sala declaró infundados los recursos de reclamación promovidos por el Presidente y dos más de las cámaras de Diputados y Senadores.

La Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, publicada el 5 de noviembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece que “ningún servidor público debe recibir una remuneración o retribución por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión mayor a la establecida para el Presidente de la República en el Presupuesto de Egresos de la Federación”.

Lo que significa que nadie podrá ganar más de 108 mil pesos mensuales, que es el sueldo del Presidente Andrés Manuel López Obrador. La Ley generó que más de 2 mil empleados del Poder Judicial de la Federación se ampararan para evitar reducciones salariales.

Andrés Manuel López Obrador deseaba que ningún empleado público ganara más que él, como parte de su plan de austeridad. Pero en 2019, la realidad es otra: más de 4 mil 200 funcionarios tienen ingresos superiores al del Presidente de México, de acuerdo con una revisión de los Analíticos de Plazas y Remuneraciones del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), aprobado por la Cámara de Diputados para 2019.

¿Quién gana 444 mil de aguinaldo, 428 mil por asignaciones, 554 mil por riesgo? En el Poder Judicial…

lunes, diciembre 10th, 2018

Un Ministro de la Suprema Corte y un Consejero del Consejo de la Judicatura Federal, los puestos más altos dentro del Poder Judicial en México, reciben un salario de 269 mil 215 pesos mensuales, además de otras percepciones anuales como un pago por riesgo (554 mil 595 pesos), aguinaldo (444 mil 380 pesos), prima vacacional, seguro de gastos médicos mayores, ayuda de gastos funerales, ayuda de anteojos, estímulo por antigüedad, estímulo por jubilación, entre otros. Los salarios de algunos sí son mayores al que recibirá el Presidente López Obrador, que será de 108 mil pesos mensuales.

Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).– Los salarios mensuales netos que reciben los empleados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del Consejo de la Judicatura Federa (CJF) van desde los 13 mil 369 hasta los 269 mil 215 pesos, además de otras percepciones anuales como un pago por riesgo (554 mil 595 pesos), aguinaldo (444 mil 380 pesos), asignaciones adicionales (428 mil 553) y prima vacacional.

De acuerdo con las remuneraciones vigentes de los servidores públicos del Poder judicial de la Federación establecidas en el Diario Oficial de la Federación (DOF), los trabajadores también tienen derecho a recibir seguro de gastos médicos mayores, ayuda de gastos funerales, ayuda de anteojos, estímulo por antigüedad, estímulo por jubilación, ayuda de despensa, estímulo del Día de la Madre y el Padre, entre otros.

Para estas prestaciones, de acuerdo con el manual que regula las remuneraciones de los servidores públicos del Poder Judicial de la Federación, el organismo realiza las aportaciones ordinarias por cuenta y en nombre del servidor público por un monto neto igual al 2, 5 o 10 por ciento que aporte éste de su sueldo básico.

El puesto más alto dentro de la Suprema Corte es el de Ministro, cuyo salario mensual es de 269 mil 215 pesos más un pago por riesgo anual de 554 mil 595 pesos, un aguinaldo de 444 mil 380 pesos y otras prestaciones donde no se especifica el monto por cada cargo, pero en el presupuesto analítico se engloba para todo el organismo.

El pago por riesgo es la cantidad que se otorga a los servidores públicos de mando del Poder Judicial de la Federación, dada la naturaleza, complejidad y responsabilidad de las funciones que tienen encomendadas, que se confiere de conformidad con los lineamientos y montos que establezcan los Órganos de Gobierno.

Tomando en cuenta solamente el salario neto y el pago por riesgo, un Ministro de la Corte recibe al año 3 millones 785 mil 175 pesos.

El puesto más bajo dentro de la Suprema Corte corresponde a un Oficial de Servicios, cuyo sueldo mínimo es de 12 mil 490 pesos mensuales y el máximo de 14 mil 572 pesos. Además reciben un pago anual de 37 mil 409 pesos por concepto de Asignaciones Adicionales (prestación de carácter general con la finalidad de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida individual y familiar).

En el caso de las plazas del Consejo de la Judicatura Federal, el puesto más alto pertenece a un Consejero, cuyo sueldo mensual neto es de 269 mil 215 pesos, mientras que un Oficial de Servicios y Mantenimiento, el lugar más bajo en la jerarquía del organismo, gana 13 mil 369 pesos.

Al igual que los ministros de la SCJN, los consejeros del Consejo de la Judicatura también reciben un pago por riesgo anual de 554 mil 595 pesos.

Es decir, los salarios netos mensuales de la Suprema Corte de Justicia y el Consejo de la Judicatura no llegan a los 600 mil pesos como ha dicho el Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero sus remuneraciones sí aumentan cuando se suman los montos de sus prestaciones.

Además, el salario de algunos de los integrantes del Poder Judicial sí sería mayor al que recibirá el Ejecutivo federal, que será de 108 mil pesos mensuales.

Para el ejercicio fiscal 2018, el Gobierno federal destinó 4 mil 070 millones 236 mil 033 para el pago de plazas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por concepto de remuneraciones al personal de carácter permanente se otorgaron 2 mil 308 millones 741 mil 227; por remuneraciones al personal de carácter transitorio (39 millones 520 mil 420 pesos); en remuneraciones adicionales (690 millones 095 mil 505); erogaciones del Gobierno federal por concepto de seguridad social y seguros (568 millones 896 mil 133); previsiones para servicios personales (254 millones 140 mil 849); y en la categoría “otros”, que incluye apoyos a la capacitación, prestaciones médicas complemetarias y de retiro se destinaron 208 millones 841 mil 899 pesos.

En el caso del presupuesto analítico de plazas del Consejo de la Judicatura Federal en 2018, éste fue de 51 mil 344 millones 285 mil 725 pesos. Los conceptos fueron por remuneraciones al personal de carácter permanente (29 mil 189 millones 996 mil 114 pesos), remuneraciones al personal de carácter transitorio (1 mil 116 millones 466 mil 627 pesos), remuneraciones adicionales (9 mill 544 millones 439 mil 856 pesos), erogaciones del Gobierno federal por concepto de seguridad social y seguros (6 mil 207 millones 303 mil 669 pesos), previsiones para servicios personales (4 mil 634 millones 864 ml 111 pesos) y otros (651 millones 215 mil 348 pesos).

El Presidente aseguró en su conferencia matutina que en el Poder Judicial Federal hay funcionarios que ganan hasta 600 mil pesos al mes, declaración que fue refutada por la Suprema Corte.

La declaración de López Obrador tuvo lugar a unos días de que la SCJN ordenara suspender la aplicación de la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, que contemplaba la reducción salarial a funcionarios propuesta por AMLO.

La masa de burócratas explotó con FCH y Peña: hoy, por cada 21 ciudadanos hay un funcionario

jueves, agosto 16th, 2018

México tiene 5 millones 786 mil 819 “puestos de trabajo remunerados del Sector Público”, refieren datos del Inegi hasta 2016. Esta masa de servidores del Estado costó a los mexicanos 18 billones 087 mil 797 millones de pesos, entre 2003 y 2016. En ese periodo, su tamaño aumentó en 20.32 por ciento, sumando cada año, en promedio, más de 75 mil funcionarios a sus filas.

El crecimiento tuvo mayor énfasis durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (que concluyó con 649 mil 503 burócratas más), seguido por el de Enrique Peña Nieto (206 mil 923) y el de Vicente Fox Quesada (120 mil 884). Para analistas consultados, la burocracia en México está “inflada” sin ser “funcional”. Ello se debe a una falta de estrategia en los procesos de contratación, a límites legales que deben ser revisados, así como a usos discrecionales auspiciados por la falta de transparencia.

En el marco del recorte de plazas y la reducción salarial anunciada por el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, los analistas advirtieron que sanar la cuenta pública no demanda sólo reducir el gasto, sino volver más eficiente a la Administración Pública Federal, porque no lo es. Este proceso implicará generar estímulos por mérito, fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas, además de generar contrapesos reales al Ejecutivo federal.

Ciudad de México, 16 de agosto (SinEmbargo).- Por cada 21 ciudadanos mexicanos, hay un burócrata. En total, México tiene 5.7 millones de funcionarios públicos en los tres órdenes de gobierno. Para especialistas consultados, el tamaño de esta masa de administrativos se justifica por la circunstancia histórica de la Nación. Sin embargo, su “ineficiencia” no excusa su magnitud, su costo monetario, ni la función que cumple.

“Desde hace tiempo, pero en especial en este sexenio, se ha inflado el número de funcionarios públicos. Y podemos ver realmente una duplicidad [o una] triplicidad de funciones con prestaciones que simplemente no van al caso; [con] un gasto cada vez más ineficiente; [con] funcionarios públicos llenos de prepotencia y con un influyentismo que está en su apogeo… Y ha llegado a un momento en que el pueblo simplemente se hartó y se notó, básicamente, en las urnas”, dijo en entrevista el doctor Jonathan Heath Constable, uno de los economistas más destacados de México.

Entre 2003 y 2016, la burocracia mexicana creció en un 20.32 por ciento, con la incorporación de 977 mil 310 funcionarios públicos, refieren cifras del Banco de Información Económica del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi). Durante los años correspondientes al sexenio de Vicente Fox Quesada (2003-2006), el incremento fue de 2.51 por ciento. Con Felipe Calderón Hinojosa (2007-2012) el cuerpo de burócratas aumentó en 13.17 por ciento. Y durante los primeros tres años de la administración de Enrique Peña Nieto (2013-2016) hubo un alza de 3.71 por ciento adicional.

Este aumento obedece –en parte– a los cambios de partido que se dieron entre 2000 y 2012, en un intento por “meter gente que impulsara ciertas agendas de visión de país”, acorde al grupo en el poder, explicó el maestro Fernando Vázquez Bravo, de la organización de economía estratégica empresarial, Consultores Internacionales.

Los 5 millones 786 mil 819 administrativos que tenemos en la actualidad incluyen al personal de base o de confianza, así como a los empleados transitorios de carácter administrativo (docentes, de seguridad pública, médicos, enfermeras, diputados, senadores, asambleístas, regidores, síndicos, del ejército, la fuerza aérea y la armada nacional).

Esta base de servidores públicos tiene un costo promedio anual de 1 billón 291 mil 985 millones 500 mil pesos, según las cifras oficiales. De acuerdo con una solicitud de información hecha por SinEmbargo al Inegi, “el monto acumulado [de remuneraciones del sector público] para el periodo de estudio (2003-2016) es de 18,087,797 millones de pesos”.

No obstante, el tamaño y el gasto de la burocracia mexicana “no se justifica en el sentido de su ineficiencia”, dijo en entrevista Heath Constable. “El Gobierno federal nunca había gastado tanto; pero nunca había contribuido tan poquito al crecimiento económico de México […]. Como economista, diría que la tragedia más grande de este sexenio es justamente la ineficiencia del gasto público”.

De 2013 a 2018, por ejemplo, el pago en servicios personales del Gobierno federal aumentó en 26.63 por ciento (al pasar de 963 mil 689 millones a 1.2 billones de pesos). En ese mismo periodo, refieren datos del Presupuesto de Egresos de la Federación, la inversión en servicios públicos decreció en 10.12 por ciento (al pasar de 643 mil 892 a 716 mil 440 millones de pesos). Este tipo de contrastes ejemplifican “un gasto exageradamente ineficiente”, según Heath.

Para el consultor independiente, en México hay un problema estratégico en la manera en que las dependencias de gobierno eligen a sus funcionarios. Y lo que hace falta, por tanto, es una reorganización del cuerpo de servidores públicos “con conocimiento de causa”. Es decir, estudiar caso por caso para reducir las plazas inútiles sin sacrificar a aquellas personas que, a pesar de haber ingresado a la Administración Pública Federal por estructura política, tienen un grado de especialización que resulta “muy valioso” para el país.

“Hay un abuso en salarios muy elevados con prestaciones exageradas en muchas áreas de la Administración Pública”, expresó. Y el gran problema de la burocracia en México es que “hace falta una estructuración muchísimo más robusta del Servicio Profesional de Carrera”, coincidió el maestro Vázquez Bravo de Consultores Internacionales.

La proporción de la gran burocracia mexicana, empero, responde al papel histórico del Estado, que durante mucho tiempo, fue paternalista o benefactor. “En ese sentido, sí se justifica un poco el tamaño de la burocracia del país, precisamente porque el Estado ha tenido un peso mucho mayor –que en otros países– en la directriz del desarrollo de la economía” nacional, recordó Vázquez.

Es a partir de la década de los ochenta –con el colapso económico de 1982 y el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones– que el Estado comenzó a perder este papel protagónico y a reestructurarse para transitar de un modelo económico proteccionista y nacionalista, a uno abierto al exterior.

“Nuestro problema no ha sido el de un Estado pequeño y débil, sino el de un Estado que, en su creciente tamaño se hizo débil. Los problemas se agravaron, con un Estado que creció de manera desproporcionada y desordenada, forzando sus afanes a la búsqueda de medios para sostener su mismo tamaño”, se lee en el artículo de la revista Nexos (1990) “Reformando al Estado”, en que el ex Presidente Carlos Salinas de Gortari advirtió sobre los efectos nocivos del burocratismo nacional, en el marco de la reforma política de 1989.

La profesionalización de la burocracia nacional ha tenido un largo camino. Fue planteada por primera vez en 1821, cuando surgieron los primeros ministerios, entre ellos el de Relaciones Exteriores, que desde entonces pujó por organizar la carrera diplomática. Los esfuerzos dirigidos a mejorar la provisión de servicios siguieron hasta el periodo de la Revolución Mexicana (1910), en que surgió el interés de fortalecerla para mantener la estabilidad política.

Durante el siglo pasado, las administraciones públicas federales batallaron para incluir mejores condiciones laborales para los funcionarios públicos; pero también, para incluir controles, normas, órganos, e instrumentos abocados a desarrollar y controlar su desempeño.

Sin embargo, no sería hasta la década de los ochenta que “se planteó de manera explícita la idea de su profesionalización”, sin todavía poner en marcha el Servicio Civil de Carrera, que entró en vigencia en octubre de 2003, con la promulgación de la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal (LSPCAPF), refiere la doctora María del Carmen Pardo, historiadora del Colegio de México, en su estudio “El Servicio Profesional de Carrera en México: De la tradición al cambio” (2005).

A lo largo de este proceso histórico –sobre todo durante los años de hegemonía priista– “lejos de un modelo ideal”, hubo una estructura “montada en prácticas caracterizadas por su discrecionalidad, arbitrariedad, clientelismo y corrupción”. Hoy, refieren los analistas consultados, aún existen límites a la profesionalización de la burocracia mexicana, causados por cuestiones legales, por la falta de un proyecto adecuado y los mismos usos discrecionales que son auspiciados por la falta de transparencia en los procesos de selección de personal de gobierno.

Un análisis de la Unidad de Datos de SinEmbargo arrojó que, en la actualidad, dos de cada 100 funcionarios públicos federales en nuestro país, obtienen un puesto a través del Sistema de Servicio Profesional de Carrera (lo que implica un concurso público, con exámenes de conocimiento y de habilidades). El resto llega por designación, como parte de un gabinete de apoyo, o bien, por mecanismos diferentes al que garantiza el acceso de los candidatos “más aptos” para desempeñar funciones específicas (según el artículo 29 de la LSPCAPF).

En diciembre de 2012, el Presidente Enrique Peña Nieto tomó protesta a su Gabinete de seguridad. Desde 2000, según los especialistas, la burocracia mexicana ha sido ensanchada cada seis años para impulsar las agendas de la administración federal entrante. Foto: Agencia Cuartoscuro.

EL DERROTERO DE LA BUROCRACIA

Hasta diciembre del año pasado, sólo 8 por ciento de los ciudadanos reconoció estar “muy satisfecho” (2 por ciento) o “satisfecho” (6 por ciento) con el desempeño de los funcionarios públicos. El resto expresó no tener confianza en los trabajadores del Estado, según datos de la encuesta nacional 2018 “Derechos Sociales y Cohesión Social”, del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados.

Más allá, el maestro Fernando Vázquez Bravo indicó que existen dos indicadores que nos permiten vislumbrar el derrotero de la burocracia en México.

Por un lado, los problemas de la ciudadanía con respecto a los trámites y servicios gubernamentales decrecieron entre 2015 y 2017 (al pasar de 52.5 a 46.5 por ciento), se lee en la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental 2017 del Inegi. Esto –de acuerdo con Vázquez– podría indicar que “sí se ha intentado eficientar el ejercicio gubernamental en favor de la sociedad”.

No obstante, los datos también refieren que los trámites en instalaciones de gobierno fueron en decremento (pasaron de 61.9 a 57.1 por ciento en dos años). A pesar de la razón –como el uso de tecnología digital– “esto podría justificar, en algún momento, el adelgazamiento de todo el aparato burocrático”.

La contracción del cuerpo administrativo del Estado mexicano, podría ser una realidad en los próximos años. El Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha prometido que durante su sexenio recortará el 70 por ciento de las plazas de confianza, además de reducir los salarios de los funcionarios públicos –de alto y medio nivel– hasta en un 50 por ciento.

“Con la disminución salarial se podría lograr un ahorro de 5 mil millones de pesos, aproximadamente”, comentó Fernando López Macari, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). A pesar de la considerable suma de dinero, el especialista reconoció que en el proyecto de AMLO “hay muy poca claridad” y por eso “está generando confusión entre los funcionarios públicos actuales”, porque ya no saben si a partir del 1 de diciembre van a recibir un recorte salarial, van a ser despedidos o no.

Lo que “necesitamos [es] entrar a las entrañas del presupuesto y [saber] cómo se va a implementar esta política. Hasta ahorita han dicho las iniciativas, las ideas… y lo que a nosotros nos queda en duda es cómo se van a implementar, en cuánto tiempo y cómo se pretenden administrar”, dijo López Macari.

Al respecto, Heath Constable advirtió que “recortar los salarios con una regla general también puede ser peligroso porque hay puestos clave dentro de la Administración Pública [para los] que se requiere una especialidad muy importante […]. Y si no le pagan bien [a los funcionarios especializados], fácilmente van a encontrar un trabajo en alguna institución financiera. Y no queremos que se nos vaya gente muy capacitada y quedarnos con una administración que sea menos funcional de la que tenemos”.

Los analistas concordaron en que “reducir el gasto de operación de un gobierno siempre sonará bien. El problema es que tenemos que ser muy cuidadosos en no tocar el gasto que es necesario para que el Gobierno opere” de manera adecuada, como expresó Alejandro García, investigador del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de de la organización civil México Evalúa.

Para salir adelante con el reto que encara, López Obrador deberá “revisar a fondo cuáles son los sueldos y salarios que se tienen que recortar. Y hay que revisar a fondo los mecanismos para volver más eficiente la nómina pública y flexibilizarla. El hecho no es nada más reducir el gasto; sino volverlo eficiente. Si hay plazas que ya no se necesitan, hay que reducirlas y hay que quitarlas. Pero hay que conservar aquellas que son necesarias y que son eficientes. Necesitamos gente que dé resultados dentro del sector público […]. Necesitamos incentivar y ser unos cirujanos del gasto haciendo los ajustes necesarios dentro de la nómina pública”, comentó López Macari.

En ese sentido, lo recomendable sería iniciar con un diagnóstico para partir de un presupuesto base cero, en lugar de partir del presupuesto de la administración anterior, abundó el integrante del IMEF. También –agregó Vázquez Bravo de Consultores Internacionales– habría que fortalecer al Sistema de Servicio Profesional de Carrera, de modo “que brinde certeza y que sea muy transparente en torno a los procesos de contratación del Gobierno” para ofrecer mejor capital humano.

Según Vázquez, durante el proceso de reajuste presupuestal sería menester “buscar un ajuste de los salarios de la alta burocracia y empujar los salarios más bajos”. Una vez reducida la brecha salarial –los sueldos en la Administración Pública Federal van de 9 mil hasta más de 200 mil pesos mensuales– lo restante sería el ahorro real generado por una política de austeridad, que no será posible sin tener procesos más rigurosos y transparentes de selección de personal.

Además, dado que nuestra burocracia “no está profesionalizada” y no cuenta con los mecanismos para “incentivar que sea eficiente”, debemos de buscar estímulos basados en los méritos profesionales y la productividad, en lugar de aquellos “especiales”, como lo son los de puntualidad y asistencia, indicó Alejandro García de México Evalúa.

Para tener una nómina y hablar de austeridad dentro del gasto operativo del Gobierno, se requiere una reforma a la gestión de recursos humanos dentro del sector público, que aparte de los incentivos meritocráticos, implica “una vigilancia constante de parte del Congreso [de la Unión] para revisar y establecer qué es lo necesario y cuáles son las políticas públicas que se pueden y no se pueden hacer por parte del Ejecutivo federal. Tenemos una falta de contrapeso en el Congreso, que no tiene esa capacidad técnica”, concluyó García.

A apretarse el cinturón… pero usted, porque Gobierno, SCJN y Congreso planean ganar más

viernes, septiembre 9th, 2016

Pese a los recortes a los presupuestos de la secretarías, que rondan el 20 por ciento, y al anuncio del Secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, señaló que el gobierno asumiría la baja en la disponibilidad de recursos, diputados federales, ministros, secretarios, senadores y el Presidente de la República gozarán de aumentos de entre los 3 mil pesos hasta los 175 anuales.

Ciudad de México, 9 de septiembre (SinEmbargo/Economíahoy/EFE).– La entrega del Paquete Económico 2017 al Congreso de la Unión por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) fue planteado como un presupuesto austero de cara a menores ingresos petroleros. No obstante, los principales funcionarios públicos observarán incrementos salariales de distinto calibre.

Y pese a que ayer la SHCP anunció que la mayoría las secretarías tendrían una reducción cercana al 20 por ciento de su presupuesto, el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, tiene de entrada el mayor sueldo del tabulador. Su percepción anual bruta en la propuesta presentada asciende a 6 millones 938 mil 234 pesos, una subida de 2.5 por ciento respecto a lo que gana en 2016.

Cada uno de los 500 diputados federales del país gozará de un salario bruto anual de 1 millón 942 mil 911 pesos, cantidad 1.39 por ciento superior al millón 916 mil 122 pesos de 2016.

El presidente Enrique Peña Nieto verá crecer su sueldo, aunque sólo ligeramente, un 0.32 por ciento más que en el año que corre, al pasar de ganar 4 millones 300 mil 854 pesos brutos anuales a 4 millones 314 mil 698 pesos.

Por su parte, los secretarios tendrán una subida del 0.09 por ciento pasando de 3 millones 364 mil 403 pesos brutos al año a 3 millones 367 mil 724.

Finalmente, los senadores serán los que tendrán un menor aumento en esta lista, de un 0.07 por ciento, pasando de 2 millones 732 mil 962 pesos anuales brutos a 2 millones 735 mil 095 pesos.

En diciembre del 2015, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) acordó un aumento del 4.2 por ciento al salario mínimo en 2016, lo que representó un incremento de 2.94 pesos, mismo que entró en vigor en enero de este año. El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) mencionó en uno de sus censos que entre 2008 y 2014 aumentó el número de personas que gana un salario mínimo: de 25.3 millones de personas pasó a 29.6 millones.

Este jueves se presentó el Paquete Económico 2017, cuyos principales puntos son: menor crecimiento, el PIB aumentará entre 2 por ciento y 3 por ciento, un recorte al gasto de 239 mil 700 millones de pesos, un precio del petróleo de 42 dólares por barril y una caída de los ingresos petroleros del 16 por ciento, compensada por unos ingresos tributarios del 10 por ciento.

El sector patronal criticó el anuncio de recorte presupuestal al considerarlo insuficiente para frenar el crecimiento de la deuda.

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), recordó que los recursos destinados al pago del costo financiero de la deuda aumentara en 90 mil 500 millones de pesos para 2017, pese a la reducción de la inversión en infraestructura, programas sociales y otras iniciativas anunciadas ayer por el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña.

Adelantó que los empresarios buscarán que en la discusión en el Congreso “hagan un esfuerzo adicional para la contención del gasto, sobre todo en gasto corriente” para que se pueda ahorrar para pagar los intereses y no contratar más deuda.

MEADE PRESENTAN PAQUETE

Ayer, el nuevo Secretario de Hacienda presentó al Congreso un proyecto de presupuesto para el año fiscal 2017 que prevé un recorte al gasto de 239 mil 700 millones de pesos, lo que se traduce en una reducción de 1.7 por ciento respecto al ejercicio anterior.

Meade, que asumió este miércoles el cargo en sustitución de Luis Videgaray, entregó al titular de la Cámara de Diputados, Javier Bolaños, el paquete económico 2017, que incluye las iniciativas sobre ingresos y gastos del Gobierno, así como los criterios generales de política económica.

El paquete, aseguró, “está diseñado para enfrentar circunstancias adversas, para asegurar la estabilidad macroeconómica en beneficio de las familias mexicanas”.

“Contempla un ajuste importante en el gasto, que requirió un esfuerzo analítico complejo para poder asignar de manera eficiente los recursos públicos disponibles”, expuso.

Señaló que se plantea “un esfuerzo sustancial en materia de reducción del gasto programable, sin inversión de alto impacto, por 1.2 por ciento del PIB (producto interno bruto)”.

“Esto respecto de 2016 implica una reducción del gasto de 239.700 millones de pesos. El gasto neto total con cargo a ello habría de ubicarse en 4.8 millones de millones de pesos, 1.7 por ciento real por debajo del que presentamos el año pasado”, precisó.

El ministro explicó que esta reducción “se finca en una contención de los servicios personales (de los funcionarios públicos), en un recorte y un ajuste muy relevante, como insistiera el presidente de la República, en nuestro gasto de operación”.

“Estoy convencido de que el ajuste propuesto es no sólo necesario para preservar la estabilidad, sino que se realizó atendiendo a las prioridades y las preocupaciones de la sociedad”, dijo el ministro.

Por otro lado, afirmó que el paquete presenta un “marco macroeconómico realista” en el que se prevé un crecimiento real del PIB de entre 2 por ciento y 3 por ciento para 2017, una inflación de 3 por ciento, un tipo de cambio nominal promedio de 18.2 pesos por dólar y un precio de la mezcla mexicana de crudo de 42 dólares por barril.

“Este es un paquete responsable que manda la señal que el mercado está esperando de responsabilidad en la conducción de la política económica” y “está a la altura del reto que el país requiere enfrentar para consolidar la salud de las finanzas públicas”, aseveró Meade.