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Demócratas piden a Biden que exija a México justicia por el asesinato de jesuitas

jueves, agosto 4th, 2022

Los legisladores estadounidenses solicitaron al Presidente Joe Biden que dialogue con el Gobierno mexicano para demandar que los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, no quede impune y se haga justicia.

Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).– Legisladores demócratas enviaron una carta al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para solicitarle que exija al Gobierno de México no dejar impune el caso de los dos sacerdotes jesuitas asesinados en Chihuahua y garantizar justicia para las víctimas.

Un grupo de 24 congresistas escribieron en el documento que existe una “violencia desenfrenada” en varias regiones de la República mexicana, la cual “tiene un costo humanitario devastador”.

“Esta tragedia es emblemática de la violencia desenfrenada que azota muchas regiones de México y tiene un costo humanitario devastador para el pueblo mexicano. Le escribimos para instar a su administración a trabajar en estrecha colaboración con el Gobierno mexicano para garantizar una justicia rápida y completa por estos asesinatos y alentar la implementación de políticas para poner fin al ciclo de violencia”, detallaron.

Una mujer asiste a una ceremonia en honor de todos los sacerdotes y religiosos que han sido asesinados en México, el domingo 10 de julio de 2022, en la Ciudad de México. Foto: Moisés Castillo, AP.

Recordaron que en México predomina la impunidad y violencia, por lo que pidieron al mandatario hablar con la administración de Andrés Manuel López Obrador para garantizar que los responsables del doble homicidio serán sancionados.

“Dada la inquietante realidad de que los autores de crímenes violentos en México rara vez son llevados ante la Justicia, es fundamental que su administración trabaje estrechamente con el Gobierno mexicano para garantizar que haya una plena rendición de cuentas por los asesinatos”, remarcaron.

Asimismo, requirieron a Biden rechazar el “enfoque militarizador” del Gobierno del tabasqueño para enfrentar al crimen organizado pues, argumentaron, “plantea graves problemas de derechos humanos y no logra enfrentar la causa fundamental de la violencia: la cultura generalizada de la impunidad”.

“Al aumentar nuestros esfuerzos para abordar la crisis de violencia que aflige a nuestros vecinos mexicanos, honraremos los legados de los padres Campos y Mora y todos los que perdieron en este derramamiento de sangre sin sentido. Gracias por su atención a este importante tema y por su continuo compromiso para restaurar la paz y fortalecer los derechos humanos en México”, concluyeron.

Los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora fueron asesinados a balazos al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua, el pasado 20 de junio.

Desde entonces, organizaciones religiosas se han manifestado en contra de la violencia que impera en el país desde hace varios años.

Jesuitas exigen dejar federales en la Tarahumara y revisar estrategia de seguridad

miércoles, julio 20th, 2022

Desde el homicidio a dos sacerdotes jesuitas el mes pasado, organizaciones religiosas han pedido por el combate a la violencia que impera en el país. 

Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).- Un mes después del homicidio de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, Chihuahua, la Compañía de Jesús en México exigió justicia a través de un comunicado compartido en redes sociales.

“A un mes del doloroso asesinato de nuestros #jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, y de dos laicos en #Cerocahui, la Compañía de Jesús sigue exigiendo justicia para alcanzar la #Paz”, escribió en Twitter.

“Para la Compañía de Jesús es prioritario que se garanticen los derechos de las comunidades rarámuri. La atención que sobre la región ha generado este lamentable hecho que sacudió al país no puede ser coyuntural: se deben revertir las causas estructurales de la violencia en la Sierra, que prevalece desde hace décadas”, reza el comunicado.

El pasado 20 de junio, los sacerdotes jesuitas fueron asesinados a balazos al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua. Foto; Fernando Llano, AP

El pasado 20 de junio, los sacerdotes jesuitas fueron asesinados a balazos al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas, cuando un hombre que era perseguido por sujetos armados entró al centro religioso. Ahí, los agresores ultimaron a la víctima.

Sin embargo, los sujetos también dispararon en contra de los sacerdotes, identificados como Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, quienes también perdieron la vida.

Desde entonces, organizaciones religiosas se han manifestado en contra de la violencia que impera en el país desde hace varios años.

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Hoy, la Compañía de Jesús pidió que las fuerzas federales continúen provisionalmente en la región con protocolos para interactuar con las culturas indígenas y bajo el respeto de los derechos humanos  hasta construir un espacio viable para la paz en las comunidades de la Sierra Tarahumara.

“El intempestivo asesinato de nuestros hermanos jesuitas nos remite a la vivencia de tantas víctimas que siguen esperando justicia y verdad en nuestro México adolorido. Recordamos a las familias de personas desaparecidas, a las víctimas de feminicidio, a los migrantes que no volvieron a casa, a los periodistas que perdieron la vida ejerciendo su labor, a las personas desplazadas por la violencia, a tantas y tantos que -como nosotros- esperan una justicia que no llega”, continúa el texto.

De igual forma, la Compañía de Jesús llamó a trabajar este tema a partir del diálogo con propuestas y esperanza para revisar la política de seguridad actual.

“La memoria de nuestros queridos Joaquín y Javier, de las demás víctimas de Cerocahui, y de tantos dolientes que en México no reciben la misma atención, nos llaman a no consentir la impunidad y a trabajar por la reconstrucción del tejido social”.

Una mujer asiste a una ceremonia en honor de todos los sacerdotes y religiosos que han sido asesinados en México, el domingo 10 de julio de 2022, en la Ciudad de México. Foto: Moisés Castillo, AP

VIDEO: Presuntos miembros del CJNG piden no atacar a sacerdotes, médicos y maestros

viernes, julio 8th, 2022

El Cártel Jalisco Nueva Generación publicó un video en las redes sociales, para mandar un mensaje a sus enemigos.

Los Ángeles, 8 de julio (LaOpinión).- Tras el lamentable asesinato de dos sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, se han dado a conocer diversas agresiones del crimen organizado en contra de miembros de la iglesia.

Ante esta situación, miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, publicaron un video en las redes sociales para transmitir un mensaje.

En el audiovisual se escucha a un sujeto que se presenta como el líder de ese grupo, solicitando a sus rivales que la lucha sea entre ellos y no contra sacerdotes, doctores o enfermeros, e invita a que “los dejen hacer su trabajo sin molestarlos” durante sus traslados a las comunidades a donde son enviados.

En la grabación, que se compartió en la cuenta de Twitter @conseguridadjal, se observa a alrededor de 15 hombres con ropa militar y portando armas de alto calibre.

En Michoacán operan dos grandes grupos nacionales: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. Foto: Mario Rivera Alvarado, AP.

“Por este medio me comunico con todos los cárteles para invitarlos a que la guerra sea entre nosotros y no meternos con quienes no nos debemos meter. No meternos con ninguna religión”, señaló el sujeto.

“No molestar a sacerdotes como se ha visto últimamente, creo, ellos se merecen un respeto especial, son personas que únicamente se dedican a dar la palabra de Dios y ayudar a quienes lo necesitan”, agregó.

Todo esto surge luego del trágico crimen de los pastores jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Cesar Mora Salazar, a manos José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, quien lidera en la región de Chihuahua al grupo criminal denominado Gente Nueva, adherido al Cártel de Sinaloa.

Tras este lamentable crimen, surgieron otros hechos relacionados a la delincuencia organizada y miembros de la iglesia católica, como las declaraciones del obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega, quien reveló que fue interceptado por un comando armado en el estado de Jalisco.

De acuerdo con el religioso, este retén de hombres armados controlaba el paso de los automovilistas por las carreteras de la región y, después de identificarse, lo dejaron seguir su camino.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE LA OPINIÓN. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

AMLO defiende su estrategia de seguridad ante las críticas de la iglesia católica

jueves, junio 30th, 2022

El mandatario federal señaló que los sacerdotes no fueron capaces de decir que las autoridades locales protegieron a José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, quien ya contaba con una orden de aprehensión.

Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó las críticas de la iglesia católica a su estrategia de seguridad tras el asesinato de los sacerdotes jesuitas al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, en Chihuahua.

“¿Qué quieren los sacerdotes? ¿Que resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra? ¿Por qué no actuaron cuando Calderón? ¿Por qué callaron cuando se ordenaron las masacres? Eso es hipocresía y no debe permitírsele a un religioso, sea pastor o sacerdote, la verdad”, dijo el mandatario.

En su conferencia de prensa matutina, López Obrador señaló que el responsable de los crímenes de los padres Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, y del guía de turistas, Pedro Eliodoro Palma, presuntamente cometidos José Noriel Portillo Gil, alías “El Chueco”, gozaba de la protección de las autoridades locales.

“No fueron capaces de decir: Esto se origina porque las autoridades locales protegieron a esta persona y aunque había orden de aprehensión actuaba con absoluta libertad y participaba en política, pero como ayudaba a los partidos conservadores, tenía protección o actuaba con tolerancia”, acusó el Presidente.

Luego de que los sacerdotes le han recriminado que “los abrazos” no son suficientes para atender la inseguridad en el país, el mandatario pidió a los sacerdotes no caer en politiquería: “Una cosa es que tengan simpatías con los partidos conservadores y otra cosa es la mentira, la calumnia y el levantar falsos testimonios”.

Mientras que al líder de la iglesia católica, el Papa Francisco, lo eligió por respetar el “proceso de transformación en México”, a quien hizo referencia como “el único prudente” por su pronunciamiento sobre el homicidio de los jesuitas, pues aseguró que “la violencia no resuelve los problemas, sino que crece el sufrimiento inútil”.

La comunidad jesuita pidió el sábado a López Obrador revisar su estrategia de seguridad en el templo del “Sagrado Corazón de Jesús”, en Chihuahua, durante la misa de cuerpo presente de los sacerdotes asesinados.

“Respetuosamente pido, pedimos, al señor Presidente de la República, revise su proyecto de seguridad pública. No vamos bien y esto es clamor popular”, expresó el religioso.

Un policía escolta el cortejo fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora que llegan a Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022.

Un policía escolta el cortejo fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora que llegan a Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022. Foto: Christian Chávez, AP

Al ser cuestionado sobre presuntos casos de extorsión a religiosos en el estado de Jalisco, el mandatario reconoció que no cuenta con información sobre denuncias, pero que solicitará investigar, ya que “no por el hecho de ser religiosos son infalibles”.

Chihuahua ocupa el séptimo lugar de los estados más violentos del país, debajo de Guanajuato, Michoacán, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora, según cifras oficiales.

La violencia en aquella entidad había registrado una tendencia al alza desde el año 2015. Tan sólo en el periodo del Gobernador panista Javier Corral, los homicidios dolosos se dispararon de mil 470 asesinatos, cuando asumió el cargo en octubre de 2016, a mil 431 en el año 2021, es decir un alza de al menos 60 por ciento.

En tanto, en los primeros cinco meses de este año, ya en el mandato de la también panista María Eugenia Campos, la entidad registra al menos 728 personas asesinadas.

SSPC: Van 11 detenidos en operativo para capturar a “El Chueco”; 3 son sus familiares

jueves, junio 30th, 2022

El Subsecretario de Seguridad detalló que las personas estarían relacionadas con José “N”, alias “El Chueco”, y tres de ellas son familiares directos.

Ciudad de México, 30 de junio (SinEmbargo).- El Subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, dio a conocer esta mañana que se han detenido a 11 personas vinculadas a la célula criminal de José Noriel Portillo Gil, alías “El Chueco”, presunto asesino de los dos sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, en el municipio de Urique, Chihuahua.

En la conferencia de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el funcionario detalló que tres de las personas detenidas son familiares directos de “El Chueco”. Asimismo, mencionó que estas acciones son parte del operativo para dar con el paradero del principal sospechoso del homicidio de los sacerdotes jesuitas.

“A partir de estas operaciones, del día 25 al 28 de junio, se ha logrado detener a 11 personas vinculadas con la célula criminal de José ‘N’, alias ‘El Chueco. Tres de ellos son familiares directos. Se continúa la búsqueda y la detención de José ‘N’ para esclarecer este caso y que no haya impunidad”, aseguró.

Además de los detenidos, el Subsecretario de Seguridad informó que se han asegurado armamento de alto calibre, vehículos, explosivos, chalecos tácticos, entre otros objetos en toda la región de Urique en Chihuahua y el área cercana a Sonora.

Ricardo Mejía dijo que continúa vigente la ficha de búsqueda y localización para lograr la detención de “El Chueco”, quien es señalado como el autor material. Y destacó que para ello existe una recompensa de cinco millones de dólares por parte de la Fiscalía de Chihuahua.

Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, así como el guía de turistas Pedro Palma, fueron asesinados a balazos presuntamente por “El Chueco”, líder de una célula del narcotráfico vinculada al poderoso grupo criminal de Los Salazar que está asociado a su vez al Cártel de Sinaloa en Chihuahua.

“Era conocido por la comunidad y por las autoridades, esto no es ningún secreto”, dijo el sacerdote jesuita Javier Ávila Aguirre, al asegurar que entre los pobladores de Cerocahui había mucho miedo de denunciar a Portillo Gil por temor a represalias.

En conferencia de prensa, el Fiscal General de Chihuahua, Roberto Fierro Duarte, informó que Portillo Gil era el patrocinante de un equipo de béisbol de Cerocahui, y que la derrota de su conjunto lo llevó a atacar a los jesuitas.

Los homicidios en México han dejado de crecer al ritmo vertiginoso de los años previos pero no se han logrado contener. Los casi 124 mil asesinatos que van en esta administración superan ya los registrados en todo el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).

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-Con información de AP

“Los abrazos ya no alcanzan”: fieles y jesuitas despiden a los sacerdotes asesinados

lunes, junio 27th, 2022

Apenas el jueves pasado, la Iglesia católica de México pidió al Gobierno federal y al resto de autoridades revisar las estrategias de seguridad que “están fracasando” en el país y convocar a un diálogo nacional para emprender acciones “inteligentes e integrales” para conseguir la paz.

Por Christian Chávez

CEROCAHUI, México (AP).— El último viaje de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora a su querida Sierra Tarahumara en el noroeste de México, donde serán enterrados el lunes, fueron casi 400 kilómetros llenos de dolor pero endulzados con incienso, música y danzas de los indígenas rarámuris, a quienes dedicaron su vida.

Los restos de los sacerdotes de 79 y 80 años reposarán en las montañas donde trabajaron durante décadas, en la localidad de Cerocahui, en cuya iglesia fueron asesinados hace una semana junto a un guía turístico local al que intentaron ayudar cuando huía de un líder criminal de la zona.

En el último adiós a los religiosos, que comenzó el sábado con una misa en la ciudad de Chihuahua y culminará el lunes en Cerocahui, resonó una frase que resume la crítica no sólo de los jesuitas, sino de toda la Iglesia católica y gran parte de la sociedad mexicana a la estrategia de seguridad del Gobierno, que no ha logrado en más de tres años reducir la violencia: “Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”.

Los vecinos reciben la procesión fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022.

Los vecinos reciben la procesión fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022. Foto: Christian Chávez, AP

La pronunció el jesuita Javier Ávila en alusión al lema presidencial que apuesta por luchar contra la inseguridad con “abrazos, no balazos”, durante una misa de cuerpo presente el sábado en la ciudad de Chihuahua, frase que desató los aplausos de los asistentes y dejó sin voz por la emoción al compañero de los asesinados.

Desde ahí los féretros iniciaron la subida a la sierra, con paradas en varias localidades, por unas montañas de carreteras sinuosas, de gran pobreza y marginación, y donde la violencia del crimen organizado, que tala estos bosques para plantar amapola y mariguana, y utiliza los profundos cañones para operar sin ser visto, no ha hecho más que crecer en los últimos años, según denunciaron las víctimas.

Mientras tanto, las autoridades siguen buscando al presunto asesino, identificado por un sacerdote superviviente como un conocido líder criminal local que andaba a sus anchas por la zona aunque tenía una orden de aprehensión desde 2018 por el asesinato de un turista estadounidense.

La primera parada del recorrido del cortejo fúnebre fue Creel, la entrada de la sierra. Luego las carrozas fueron subiendo poco a poco por las barrancas, parando en otras localidades en medio de un fuerte despliegue de las fuerzas de seguridad hasta llegar al interior de la iglesia donde habían sido asesinados a balazos.

Los vecinos reciben la procesión fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022.

Los vecinos reciben la procesión fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022. Foto: Christian Chávez, AP

En cada parada se repitieron rituales indígenas que, según sus creencias, sirven para restablecer el orden de la vida y elevar sus almas al cielo.

Al llegar a Cerocahui, hombres, mujeres y niños flanqueaban la carretera para recibirlos con globos y banderas blancas, símbolo de una paz que es esquiva en esta sierra.

En los últimos cinco años han asesinado en esta región del estado de Chihuahua -limítrofe con Sonora y Sinaloa- a defensores de derechos humanos, líderes indígenas, ecologistas, a un turista y a una reportera que había publicado numerosos artículos sobre los vínculos de narcotraficantes con políticos locales.

Por eso en los últimos días los jesuitas han denunciado con más fuerza algo que llevan años repitiendo: la “vergonzosa impunidad” que existe no sólo en la Tarahumara, sino en todo México, “un país invadido por la violencia”, en palabras del padre Ávila.

Un policía escolta el cortejo fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora que llegan a Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022.

Un policía escolta el cortejo fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora que llegan a Cerocahui, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022. Foto: Christian Chávez, AP

Pero el Presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en que su estrategia es la correcta, aunque en lo que va de su administración, se han registrado casi 124 mil asesinatos, más que en todo el sexenio con el que comenzó la llamada guerra frontal contra los cárteles del Presidente Felipe Calderón (2006-2012).

“Nuestro tono es pacífico, pero alto y claro”, insistió el padre Ávila en la misa de Chihuahua. “Pedimos al Presidente que revise su estrategia de seguridad”.

No hubo respuesta. Sólo el rasgar de guitarras, los rezos y el sonido de los capullos de mariposa con pequeñas piedras que se anudan a los tobillos de los danzantes mientras los jesuitas repetían su compromiso de seguir trabajando por la justicia y los derechos humanos.

Comunidad jesuita pide a AMLO revisar plan de seguridad: “Abrazos ya no alcanzan”

sábado, junio 25th, 2022

La comunidad jesuita celebró una misa de cuerpo presente de los sacerdotes Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales en templo del “Sagrado Corazón de Jesús” en Chihuahua.

Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).- La comunidad jesuita pidió este sábado al Presidente Andrés Manuel López Obrador revisar su estrategia de seguridad durante la misa de cuerpo presente de los sacerdotes asesinados al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, en Chihuahua.

Luego del homicidio de sus compañeros Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales, el sacerdote jesuita Javier Ávila externó desde el templo del “Sagrado Corazón de Jesús” en Chihuahua, que México es un país “invadido por la violencia y por la impunidad”.

“Respetuosamente pido, pedimos, al señor Presidente de la República, revise su proyecto de seguridad pública. No vamos bien y esto es clamor popular”, expresó el religioso.

“Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos”, agregó entre aplausos de los presentes.

El sacerdote también dijo que el asesinato de los jesuitas Mora Salazar y Campos Morales, así como el del guía turístico Pedro Palma no es un hecho “aislado” en un país donde hay “miles de dolientes sin voz que claman justicia”.

Para concluir la ceremonia religiosa, el padre Ávila recordó las palabras del Papa Francisco dirigidas a la comunidad jesuita al final de su audiencia general semanal en referencia al asesinato de dos de sus “hermanos” en una remota iglesia del país:  “¡Cuántos asesinatos en México!, fueron sus palabras”.

A la misa asistieron familiares de desaparecidos, comunidades de la Sierra Tarahumara y los exgobernadores, Javier Corral, Patricio Martínez y Fernando Baeza. Los cuerpos serán trasladados para su inhumación.

JESUITA PIDEN ATENDER VIOLENCIA QUE ACECHA LA SIERRA TARAHUMARA

El miércoles, la comunidad jesuita en México también hizo un llamado al Presidente López Obrador para atender de fondo el problema de la violencia que acecha desde hace varios años a la sierra Tarahumara, luego del asesinato de los sacerdotes jesuitas.

“Nuestro llamado por la justicia tiene que ver con una atención de fondo a la situación que se vive desde hace mucho tiempo en la sierra Tarahumara que no ha sido atendida, que no hay estrategias para atenderlas y como el mismo Presidente ha dicho, es una región donde hay una presencia fuerte del crimen organizado y lo hemos tenido claro, eso no está bien y se tiene que hacer algo ahí”, dijo Hernán Quezada, integrante del equipo de gobierno de la comunidad jesuita en entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire.

Hernán Quezada indicó que el asesinato de sus compañeros jesuitas es producto de años de deterioro de la vida y seguridad en la sierra Tarahumara. Además, dijo, este hecho demuestra que la violencia ha llegado a un punto en el que ha sobrepasado ciertos límites que se creían irrompibles, como el atentar contra la vida de dos sacerdotes.

“No es problema únicamente el asesinato, sino es resultado de muchos años de deterioro de la vida de las personas, de la seguridad en la sierra Tarahumara, es una exacerbación de la violencia que hoy la vemos expresada en esta situación, no al punto de que fueron asesinados dos sacerdotes solamente, sino que eran Joaquín y Javier dos jesuitas que tenían décadas en la sierra Tarahumara, que tenían una autoridad moral entre la gente, que hablaban la lengua, sumamente amados, respetados por toda la gente de la región y el ser alcanzados por la violencia cruza una línea que nos muestra esta exacerbación de la violencia, este rompimiento de ciertos límites que a lo mejor imaginábamos, pero que hoy nos queda muy claro que se desdibujaron”.

Un sacerdote bendice las fotos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, izquierda, y Joaquín César Mora Salazar durante una misa de duelo, en una iglesia de la Ciudad de México, el martes 21 de junio de 2022. Foto: Fernando Llano, AP.

La Compañía de Jesús confirmó el jueves que los dos cuerpos hallados por las autoridades de la Fiscalía General de Chihuahua correspondían a los sacerdotes jesuitas asesinados el lunes.

Mediante un comunicado, los jesuitas de México detallaron que durante la madrugada del 23 de junio un integrante de la comunidad y un representante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez confirmaron ante las autoridades la identidad de los cuerpos que fueron encontrados. En cuanto al guía de turistas en la Sierra Tarahumara, identificado como Pedro Palma, también fue identificado por sus familiares.

JESUITAS CONOCÍAN A SU ASESINO, LÍDER CRIMINAL SERRANO “FUERA DE SÍ, ALCOHOLIZADO”

Hace 50 años, cuando en la sierra Tarahumara en el noroeste de México ni siquiera había carreteras, el sacerdote jesuita Javier Campos recorría las montañas y profundos cañones en motocicleta para apoyar a las comunidades indígenas pobres y marginadas.

Su compañero, el religioso Joaquín Mora, trabajó muchos años a su lado y a lo largo de más de dos décadas en la sierra vio cómo esas tierras, cercanas a la frontera con Estados Unidos, fueron llenándose de miembros del crimen organizado que plantaban amapola o marihuana.

Los religiosos, de 79 y 80 años, eran personas respetadas por todos en la sierra hasta el lunes, cuando fueron asesinados junto a un laico en la iglesia de la comunidad de Cerocahui.

La comunidad jesuita pidió a AMLO atender de fondo el problema de la violencia que acecha desde hace varios años a la sierra Tarahumara. Foto: Twitter @Jesuitas_Mexico

López Obrador reconoció el miércoles que el atacante fue identificado y que tenía una orden de captura desde 2018 por el homicidio de un turista estadounidense. Nadie lo había detenido.

Campos, nacido en la Ciudad de México y apodado “El Gallo” por lo bien que imitaba a ese animal y lo que le gustaba cantar, y Mora, conocido por el diminutivo de “Morita”, estaban totalmente integrados a los indígenas tarahumaras (o rarámuris), hacían labor social, defendían su cultura y promovían los servicios básicos y la educación.

Eran “figuras de autoridad moral, personas que generaban equilibrios en la comunidad”, dijo el martes por la noche el también jesuita Jorge Atilano durante una misa en la capital del país. “Su palabra era tomada en cuenta”. Sin embargo, esos equilibrios que durante mucho tiempo lograron que la violencia no los tocara en forma directa, se rompieron el lunes.

Foto: Raúl Fernando Pérez, Cortesía de La Verdad Juárez

Los sacerdotes conocían a su asesino porque era un líder criminal local, explicó otro jesuita veterano de la sierra, Javier Ávila. En una entrevista a una radio local que él ayudó a fundar comentó que el agresor estaba “fuera de sí, alcoholizado” y que aunque después de los primeros disparos uno de los religiosos intentó calmarlo, no lo logró.

Primero mató al laico, identificado por las autoridades como un guía turístico local, luego a uno de los sacerdotes que acudió en su ayuda y después al tercero. Lanzó los cuerpos a una camioneta y se los llevó pese a las súplicas de un tercer cura que sobrevivió y contó lo sucedido.

-Con información de AP

“El Chueco” mató indígenas, un turista, civiles. Y paseaba frente a las autoridades

jueves, junio 23rd, 2022

Portillo Gil es el líder de una célula del narcotráfico vinculada al poderoso grupo criminal de Los Salazar que está asociado al Cártel de Sinaloa en Chihuahua.

Por Fabiola Sánchez 

CIUDAD DE MÉXICO (AP). — Por años José Portillo Gil, alías “El Chueco”, vivió en medio de una rampante impunidad a pesar de tener órdenes de captura por varios crímenes y mantuvo sometidos a los miles de habitantes de la sierra de Tarahumara, muchos de ellos indígenas, mientras se paseaba tranquilamente por las calles y hasta se jactaba de patrocinar un equipo de béisbol local.

Su más reciente crimen, el asesinato a balazos de los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar y un guía turístico en un templo de la comunidad de Cerocahui, en el estado norteño de Chihuahua, lo colocó esta semana en la palestra pública nacional convirtiéndolo en uno de los criminales más buscados de México por el que se ofrece un recompensa de unos 250 mil dólares por información que lleve a su captura.

Autoridades locales y federales activaron una cédula de búsqueda para José “N”, alias “El Chueco”, por el delito de homicidio calificado ocurrido en Cerocahui, Chihuahua. Foto: SSPC.

La abierta impunidad en la que vivía Portillo Gil fue cuestionada el jueves por el propio mandatario Andrés Manuel López Obrador, quien admitió que era “muy sospechosa” la “vida normal” que tuvo por años el presunto agresor de los sacerdotes, a pesar de tener órdenes de captura pendiente desde el 2017 por un ataque contra la sede de la Agencia Estatal de Investigaciones en Urique, y luego en el 2018 al ser señalado como el principal sospechoso del homicidio del profesor estadounidense Patrick Braxton-Andrew, quien según las autoridades fue asesinado a balazos tras ser confundido con un agente de la agencia antidrogas DEA.

López Obrador anunció que habrá una “investigación a fondo” en el caso de los jesuitas asesinados así como por la impunidad en la que vivió Portillo Gil.

De acuerdo a informaciones difundidas por los medios locales Portillo Gil es el líder de una célula del narcotráfico vinculada al poderoso grupo criminal de Los Salazar que está asociado al Cártel de Sinaloa en Chihuahua.

“Era conocido por la comunidad y por las autoridades, esto no es ningún secreto y tampoco es una afirmación gratuita que yo pueda hacer”, dijo la víspera el sacerdote jesuita Javier Ávila Aguirre, al asegurar que entre los pobladores de Cerocahui había mucho miedo de denunciar a Portillo Gil por temor a represalias.

Su más reciente crimen, el asesinato a balazos de los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar y un guía turístico en un templo de la comunidad de Cerocahui, en el estado norteño de Chihuahua. Foto: Raúl Fernando Pérez, Cortesía de La Verdad Juárez

“Hablar no iba a regresar la vida de nuestros hermanos, no iba a recuperar la paz ni la tranquilidad. Era más el daño que se hacía hablando que callando, por eso opté por callar hasta el momento en el que la nota fue teniendo notoriedad”, indicó Ávila al medio local Aristegui Noticias.

Tras el evento del 2018 las autoridades no volvieron a mencionar a Portillo Gil hasta la víspera cuando la Fiscalía de Chihuahua difundió carteles con la fotografía del presunto atacante ofreciendo una millonaria suma en pesos por información que lleve a su detención, mientras las fuerzas militares y policías mantienen un intenso operativo en el municipio norteño de Urique para capturarlo.

En conferencia de prensa el Fiscal General de Chihuahua, Roberto Fierro Duarte, informó que Portillo Gil era el patrocinante de un equipo de béisbol de Cerocahui, y que la derrota de su conjunto lo llevó a atacar el lunes a un habitante del poblado y su hermano, quienes aún permanecen desaparecidos. Horas después de ese hecho “El Chueco” tuvo una discusión con el guía turístico Pedro Palma a quien luego de perseguirlo hasta un templo lo asesinó junto a los dos sacerdotes y después se llevó los cuerpos los cuales fueron localizados el miércoles.

Pese a las críticas que se han intensificado en los últimos días contra las políticas de seguridad de su gobierno y la creciente impunidad que se evidenció en el caso de Portillo Gil, el mandatario mexicano defendió el jueves las acciones que ha ejecutado su administración desde el 2018, y sostuvo que “no se puede arrancar de raíz, de la noche a la mañana” el problema de la delincuencia que se viene enfrentando desde hace varios años en México.

“No se puede enfrentar la violencia con la violencia”, dijo López Obrador tras criticar las políticas de seguridad de los gobiernos anteriores y defender su consigna de “abrazos y no balazos” para enfrentar a los delincuentes.

Los homicidios en México han dejado de crecer al ritmo vertiginoso de los años previos pero no se han logrado contener. Los casi 124 mil asesinatos que van en esta administración superan ya los registrados en todo el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012).

Cuerpos hallados sí son de sacerdotes jesuitas asesinados, confirma Compañía de Jesús

jueves, junio 23rd, 2022

Los sacerdotes jesuitas fueron asesinados en su centro religioso mientras auxiliaban a un hombre que ingresó a la iglesia tras ser perseguido por sujetos armados.

Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).- La Compañía de Jesús confirmó este jueves que los dos cuerpos hallados por las autoridades de la Fiscalía General de Chihuahua corresponden a los sacerdotes jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, quienes fueron asesinados a balazos el pasado lunes.

Mediante un comunicado, los jesuitas de México detallaron que durante la madrugada de este 23 de junio un integrante de la comunidad y un representante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez confirmaron ante las autoridades la identidad de los cuerpos que fueron encontrados ayer por la tarde.

Asimismo, la Compañía de Jesús señaló que el guía de turistas en la Sierra Tarahumara, identificado como Pedro Palma, quien también perdió la vida, ya fue identificado por sus familiares.

“Los jesuitas de México extendemos el más sentido pésame a sus seres queridos y reiteramos que su caso no debe ser soslayado. Asimismo, dado que se ha hecho público de que en lo sucedido el lunes 22 de junio en Cerocahui podría haber otras víctimas de desaparición, llamamos a que la búsqueda continúe”, se lee en el comunicado.

Ante los hechos, la Compañía de Jesús pidió a las autoridades garantizar la seguridad para la comunidad de Cerocahui y diseñar un programa integral de rescate para regiones “lastimadas por la violencia” como la Sierra Tarahumara.

“Somos conscientes de que, en un país con más de 100 mil personas desaparecidas, el hallazgo de nuestros hermanos a 72 horas de desaparición tras una búsqueda coordinada por los tres niveles de Gobierno refleja una atención intensa; al mismo tiempo, no podemos dejar de señalar que esta acción es poco accesible a la inmensa mayoría de familias cuyos casos no concitan atención pública. La memoria de nuestros hermanos nos obliga a seguir trayendo a la luz esa realidad”, finalizó.

Los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales fueron asesinados a balazos al interior de la iglesia del pueblo de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 18:00 horas del 20 de junio, cuando un hombre que era perseguido por sujetos armados entró al centro religioso. Ahí, los agresores ultimaron a la víctima, sin embargo, los sujetos también dispararon en contra de los sacerdotes, quienes también perdieron la vida.

Los sacerdotes jesuitas Joaquín Mora Salazar y Javier Campos Morales. Foto: Twitter Society of Jesus

La noticia fue confirmada al día siguiente por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su rueda de prensa diaria aseguró que su Gobierno ya se encontraba atendiendo este asunto y mencionó que ya había información sobre los posibles responsables de estos crímenes.

La Compañía de Jesús condenó los hechos violentos en los que los sacerdotes perdieron la vida. Además, exigió justicia y la recuperación de los cuerpos de los religiosos que presuntamente “fueron sustraídos del templo por personas armadas”.

El Papa Francisco también se pronunció ante el asesinato de dos de sus “hermanos” jesuitas en una remota iglesia del país supuestamente a manos de miembros de una banda de narcotraficantes y denunció la violencia que azota a México.

Francisco, un jesuita argentino, ofreció sus oraciones a la comunidad jesuita al final de su audiencia general semanal y dijo que estaba “triste y consternado” tras enterarse de los asesinatos en el estado mexicano de Chihuahua.

AMLO ordena despliegue militar en la zona donde fueron asesinados sacerdotes jesuitas

jueves, junio 23rd, 2022

El Presidente López Obrador envió, nuevamente, sus condolencias a la Compañía de Jesús y ha ratificado que las autoridades ya han identificado completamente al autor del crimen.

Madrid, 23 de junio (Europa Press).- El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha ordenado este jueves al Ejército del país que destine a un grupo de militares a la zona de la sierra del estado de Chihuahua, con el objetivo de dar con el responsable de la muerte de los dos sacerdotes jesuitas.

El propio mandatario federal ha reconocido que esta zona, en el norte del país, “desde hace tiempo” está “muy infiltrada, penetrada y dominada por la delincuencia”, según recoge el diario mexicano La Jornada.

Poco antes, la Gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, había anunciado la localización y recuperación de los cuerpos de ambos sacerdotes, Javier Campos y Joaquín César Mora, quienes murieron el pasado lunes tras un ataque armado al interior de la iglesia de Cerocahui, en cuyas inmediaciones también se denunció la desaparición de un guía turístico.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua ha ofrecido una recompensa de hasta cinco millones de pesos (236 mil euros) a quien aporte información que conduzca directamente a la captura de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.

“Lo que queremos es encontrar los cuerpos, también a las personas que se considera que pueden estar con vida, que no fueron asesinadas y detener a los responsables. Eso es lo primero, lo fundamental”, ha destacado López Obrador.

Finalmente, el Presidente mexicano ha trasladado sus condolencias a la Compañía de Jesús y ha ratificado que las autoridades han identificado completamente al autor del crimen.

Una feligrés se lamenta frente a las imágenes de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar durante una misa el martes 21 de junio de 2022, en la Ciudad de México.

Una feligrés se lamenta frente a las imágenes de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, durante una misa el martes 21 de junio de 2022, en la Ciudad de México. Foto: Fernando Llano, AP.

“El Chueco” hasta patrocinaba equipo de beisbol, ¿quién lo protegía?, pregunta AMLO

jueves, junio 23rd, 2022

En conferencia de prensa, Ricardo Mejía Berdeja, Subsecretario de Seguridad, informó que se solicitó el apoyo a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para coadyuvar en la localización y detención de este sujeto.

Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó la mañana de este jueves si había protección para José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, presunto homicida de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Urique, Chihuahua, ya que ha llevado una vida normal pese a que tiene antecedentes delictivos y órdenes de aprehensión en su contra.

“Hay que investigar porque es inaceptable y además muy sospechoso el que una persona así llevara una vida tan normal porque, de acuerdo al informe de la Fiscalía del Estado de Chihuahua, era patrocinador de un equipo de beisbol con los antecedentes que ya tenía y conocido en toda la región, con órdenes de aprehensión”, dijo durante su conferencia de prensa matutina.

Por ello, López Obrador pidió “ver si no había impunidad, protección, arreglos, acuerdos, con quiénes”. “Sí vamos a ir al fondo, que se conozca toda la verdad y es seguro que los propios sacerdotes, los propios jesuitas que vivían ahí, las madres, saben todo y con mucho cuidado pueden ayudar. Además son misioneros, gente que dedica su vida a ayudar a los más desposeídos, a los abandonados, a los débiles. Entonces va a ayudar mucho el que sepamos todo”, insistió.

Ayer, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua reveló que la disputa por un partido de beisbol detonó la violencia en Cerocahui y el asesinato de los sacerdotes jesuitas a manos de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.

Roberto Javier Fierro Duarte, Fiscal General de Chihuahua, explicó que el pasado lunes se atendió el reporte en el que se informó que José Noriel Portillo Gil arribó a un domicilio de Cerocahui a fin de localizar a Paul, habitante de la comunidad, ya que días antes se había llevado a cabo un partido de beisbol patrocinado por “El Chueco” y tras haber sido derrotado, se generó una disputa con el otro equipo, en el que contendrían los hermanos Paul “B” y Armando “B”.

En conferencia de prensa, agregó que, según testigos, “El Chueco” detonó un arma de fuego contra Paul “B” y privo de la libertad a Armando “B” para luego prender fuego a la vivienda.

Después de los hechos surgieron reportes de la desaparición de una mujer y un menor de edad, ambos familiares de los desaparecidos, sin embargo, se pudo comprobar que ellos se fueron del lugar por su propio pie, y que se encuentran sanos y salvos.

El Fiscal de Chihuahua también desmintió que las personas desaparecidas sean turistas, pues se trata de dos hombres habitantes de la comunidad.

De acuerdo con la indagatoria, en un segundo hecho, “El Chueco” llegó a un hotel de la comunidad, en el que “interactuó con un conocido guía de turistas”, quien fue privado de la libertad por José Noriel.

Según testigos, el guía de turistas escapó y llegó hasta el templo del pueblo, donde fue auxiliado por los religiosos. Sin embargo, en el lugar, “El Chueco” asesinó al guía de turistas y a los dos religiosos que intentaron intervenir.

Hoy, el mandatario hizo referencia a estos detalles que proporcionó la dependencia chihuahuense y aprovechó para destacar que aunque ya se hallaron los cuerpos de las tres víctimas, “se va a continuar la búsqueda de los responsables y se va a hacer una investigación a fondo porque es muy extraño y al mismo tiempo inaceptable”.

“Vamos a esperar a que se haga la investigación. Vamos despacio, o sea, no caigamos en ninguna provocación”, comentó desde el Salón Tesorería de Palacio Nacional.

Por otra parte, el Jefe del Ejecutivo federal reiteró su pésame a los jesuitas y dio respuesta al mensaje que hizo el Papa Francisco sobre los crímenes en la Sierra Tarahumara. “Aún en situación muy difícil, muy dolorosa, él escribe un mensaje lamentando la situación de violencia en México, pero al mismo tiempo subrayando que no es la violencia el camino para conseguir al paz, que la violencia genera más violencia”, recordó.

“Expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México, anteayer, de dos religiosos jesuitas y de un laico. ¡Cuántos asesinatos en México! La violencia no resuelve los problemas, sino que sólo aumenta los sufrimientos innecesarios”, leyó así AMLO las palabras del pontífice.

A continuación, externó que está “totalmente de acuerdo porque hay todavía quienes piensan que la violencia hay que enfrentarla con violencia, el mal con el mal”.

Posteriormente, un reportero le preguntó si estos acontecimientos no le hacen replantear su estrategia de seguridad. “No, al contrario: este es el camino. Todo esto es el fruto podrido de una política de corrupción, de impunidad que se implementó desde los tiempos de Felipe Calderón. No se puede arrancar de raíz, de la noche a la mañana, de un día para otro un problema que lleva años y que además se propició, se alentó”, contestó.

“Imagínense ustedes, si el Secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón [Genaro García Luna] era protector de un grupo de la delincuencia. Es que lo que sucedió fue gravísimo. Lo que pasa es que como era un Gobierno de la oligarquía, un Gobierno de la mafia del poder que tenía el control y sigue teniendo de medios de comunicación, de intelectuales, pues todo lo resolvían de manera mediática, hasta que la gente se dio cuenta y por eso se llevó a cabo el cambio en el país; pero el daño fue muy grave, muy grave y hemos hablado de que los errores en política son como crímenes”, agregó el Presidente.

“Dicen: ‘Es que ahora hay más asesinatos que en la época de Felipe Calderón’. Sí, nada más que nosotros recibimos los homicidios hasta la punta, hasta mero arriba y Calderón no recibió así el país. Él lo llevó arriba y todavía en el Gobierno pasado le subieron más. Eso es una cosa y lo otro es que falsificaban información”, concluyó.

¿CÓMO VA EL CASO DEL ASESINATO DE LOS JESUITAS?

Ricardo Mejía Berdeja, Subsecretario de Seguridad Pública, presentó esta mañana un informe sobre los avances que ha tenido la investigación del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Urique, Chihuahua.

“Queremos en este momento informar del caso de Cerocahui, en Chihuahua, en Urique, del muy reprobable caso y lamentable caso, como lo ha señalado el señor Presidente Andrés Manuel López Obrador, donde fueran victimados Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, ambos padres jesuitas con varios años trabajando en Urique, en Cerocahui. Y también del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez”, declaró.

Durante su intervención, el funcionario destacó que desde que ocurrió el crimen, el pasado 20 de junio, por instrucciones del Presidente de la República y de la Secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, se estableció comunicación tanto con la Gobernadora de la entidad, María Eugenia Campos, como con el Fiscal General de Justicia, Roberto Fierro.

“El Presidente instruyó un despliegue, un operativo de búsqueda coordinado por la Secretaría de la Defensa Nacional, que por razones estratégicas no informamos el número de efectivos; pero hay un despliegue suficiente con elementos, equipos y diferentes apoyos para poder dar con la ubicación del homicida de los sacerdotes y del guía de turista, quien es José ‘N’, alias ‘El Chueco’, y quien está señalado e imputado como autor del delito de homicidio calificado en agravio de las tres víctimas”, precisó.

Frente a los medios e comunicación, Mejía Berdeja señaló que ya fueron recuperados los cuerpos de las tres víctimas en una operación en la que participaron la Fiscalía General de Justicia del Estado de Chihuahua, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional, “quienes con este gran despliegue que han realizado están apoyando en estas tareas”.

“La recuperación de los cuerpos de las víctimas de ninguna manera implica que se cesarán con las investigaciones. La instrucción precisa del Presidente es seguir hasta las últimas consecuencias, seguir en la investigación, y detener al presunto autor material y a quienes pudieran haber sido cómplices en estos hechos delictivos”, sostuvo.

También dio a conocer que el Instituto Nacional de Migración (INM) emitió una alerta migratoria contra el presunto homicida y que se ha pedido “las autoridades federales de migración estar pendientes no sólo en la frontera de Chihuahua, sino en todas las fronteras del país por si pudiera pretender evadirse de la acción de la justicia en estos puntos”.

Del mismo modo “se solicitó el apoyo a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para coadyuvar en la localización y detención de este sujeto”, añadió.

Con base en la legislación y al haber una solicitud de colaboración, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) emitió ayer una boleta de búsqueda y localización en contra de José “N”, alias “El Chueco”, presunto homicida de los dos sacerdotes y el guía de turista.

“Y también informar que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Chihuahua emitió una boleta de búsqueda ofertando una recompensa de hasta cinco millones de pesos a quien aporte información veraz, eficiente y útil que conduzca a la captura de José Noriel Portillo Gil, alias ‘El Chueco’, presunto homicida de los sacerdotes y del guía de turistas”, finalizó.

Un partido de beisbol detonó ataque de “El Chueco” a jesuitas: FGE Chihuahua

miércoles, junio 22nd, 2022

Roberto Javier Fierro Duarte informó que los cuerpos sin vida de los sacerdotes y el guía de turistas fueron localizados la tarde de este miércoles en la zona de Pito Real.

Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– La Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua precisó que una disputa por un partido de beisbol detonó la violencia en Cerocahui y el asesinato de los sacerdotes jesuitas a manos de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”.

Roberto Javier Fierro Duarte, Fiscal General de Chihuahua también informó que los cuerpos sin vida de los sacerdotes y el guía de turistas fueron localizados la tarde de este miércoles en la zona de Pito Real.

Agregó que aún buscan a dos personas privadas de la libertad, mientras que una mujer y un menor, familiares de Paul y Pedro y que habían sido plagiadas, ya se encuentran con sus familiares.

De acuerdo con el Fiscal Fierro, el pasado lunes se atendió el reporte en el que se informó que José Noriel Portillo Gil arribó a un domicilio de Cerocahui a fin de localizar a Paul, habitante de la comunidad, ya que días antes se había llevado a cabo un partido de beisbol patrocinado por “El Chueco” y tras haber sido derrotado se generó otra disputa con el otro equipo, en el que contendrían los hermanos Paul “B” y Armando “B”.

Agregó que, según testigos, “El Chueco” detonó un arma de fuego contra Paul “B” y privo de la libertad a Armando “B” para luego prender fuego a la vivienda.

Luego de los hechos surgieron reportes de la desaparición de una mujer y un menor de edad, ambos familiares de los desaparecidos, sin embargo, se pudo comprobar que ellos se fueron del lugar por su propio pie y se encuentran sanos y salvos.

Foto: SSPC

El Fiscal también desmintió que las personas desaparecidas sean turistas, pues se trata de dos hombres habitantes de la comunidad.

Según la indagatoria, en un segundo hecho, “El Chueco” llegó a un hotel de la comunidad en el que “interactuó con un conocido guía de turistas”, quien fue privado de la libertad por José Noriel.

Según testigos, el guía de turistas escapó y llegó hasta el templo del pueblo, donde fue auxiliado por los religiosos. Sin embargo, en el lugar, “El Chueco” asesinó al guía de turistas y a los dos religiosos que intentaron intervenir.

El Fiscal precisó que la prioridad es detener al responsable y garantizar la seguridad en la zona.

Jesuitas conocían a su asesino, líder criminal serrano “fuera de sí, alcoholizado”

miércoles, junio 22nd, 2022

Los religiosos, de 79 y 80 años, eran personas respetadas por todos en la sierra hasta el lunes, cuando fueron asesinados junto a un laico en la iglesia de la comunidad de Cerocahui.

Por María Verza

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Hace 50 años, cuando en la sierra Tarahumara en el noroeste de México ni siquiera había carreteras, el sacerdote jesuita Javier Campos recorría las montañas y profundos cañones en motocicleta para apoyar a las comunidades indígenas pobres y marginadas.

Su compañero, el religioso Joaquín Mora, trabajó muchos años a su lado y a lo largo de más de dos décadas en la sierra vio cómo esas tierras, cercanas a la frontera con Estados Unidos, fueron llenándose de miembros del crimen organizado que plantaban amapola o marihuana.

Los religiosos, de 79 y 80 años, eran personas respetadas por todos en la sierra hasta el lunes, cuando fueron asesinados junto a un laico en la iglesia de la comunidad de Cerocahui.

Un sacerdote bendice las fotos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, izquierda, y Joaquín César Mora Salazar durante una misa de duelo, en una iglesia de la Ciudad de México, el martes 21 de junio de 2022. Foto: Fernando Llano, AP.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció el miércoles que el atacante ha sido identificado y que tenía una orden de captura desde 2018 por el homicidio de un turista estadounidense. Nadie lo había detenido.

Campos, nacido en la Ciudad de México y apodado “El Gallo” por lo bien que imitaba a ese animal y lo que le gustaba cantar, y Mora, conocido por el diminutivo de “Morita”, estaban totalmente integrados a los indígenas tarahumaras (o rarámuris), hacían labor social, defendían su cultura y promovían los servicios básicos y la educación.

Eran “figuras de autoridad moral, personas que generaban equilibrios en la comunidad”, dijo el martes por la noche el también jesuita Jorge Atilano durante una misa en la capital del país. “Su palabra era tomada en cuenta”.

Sin embargo, esos equilibrios que durante mucho tiempo lograron que la violencia no los tocara en forma directa, se rompieron el lunes.

Los sacerdotes conocían a su asesino porque era un líder criminal local, explicó otro jesuita veterano de la sierra, Javier Ávila. En una entrevista a una radio local que él ayudó a fundar comentó que el agresor estaba “fuera de sí, alcoholizado” y que aunque después de los primeros disparos uno de los religiosos intentó calmarlo, no lo logró.

Primero mató al laico, identificado por las autoridades como un guía turístico local, luego a uno de los sacerdotes que acudió en su ayuda y después al tercero. Lanzó los cuerpos a una camioneta y se los llevó pese a las súplicas de un tercer cura que sobrevivió y contó lo sucedido.

Los sacerdotes asesinados. Foto: Twitter @Jesuitas_Mexico

La Compañía de Jesus pidió proteger a religiosos, laicos y vecinos de Cerocahui, un pueblo de unos mil habitantes aparentemente tranquilo que recibe a algunos turistas amantes de la naturaleza pero donde todo se mueve bajo la atenta mirada de gente armada. Por eso, durante las horas siguientes al crimen, todos callaron. “Les dijeron ‘si ustedes hablan y hay algún movimiento, vengo por todos ustedes y los mato a todos’”, contó Ávila.

Las fuerzas armadas buscaban el miércoles a los tres cadáveres y también a otras tres personas que fueron raptadas y siguen desaparecidas. Los atacantes se llevaron también a una menor pero López Obrador dijo el miércoles que la niña ya fue liberada.

La violencia en la sierra no es nueva pero la situación se agravó recientemente, explicó a The Associated Press el padre Pedro Humberto Arriaga, superior de los jesuitas en una misión del sur del país y amigo de Campos desde que eran estudiantes.

En mayo, la última vez que se juntaron, Campos le transmitió “la gravedad de la situación, de cómo las bandas de narcos habían avanzado en la región, cómo se estaban apoderando ahí de las comunidades” y “se estaba descontrolando” todo, cada vez con más armados por todas partes.

Arriaga dijo no tener noticia de que Campos y Mora hubieran sido amenazados pero todos eran conscientes de los riesgos que corrían al tener que moverse entre esas “mafias”.

De hecho la congregación se había planteado sacar a los ancianos de esas montañas, pero ellos no quisieron.

“Murieron como vivieron, defendiendo sus ideales”, dijo un amigo de ambos, Enrique Hernández, en otra misa homenaje en la ciudad de Chihuahua.

El padre Arriaga recordó el espíritu aventurero de Campos, su gusto por el baloncesto y sobre todo su inmersión cultural que le había llevado no sólo a hablar dos dialectos rarámuris, sino a “ponerse en la piel” de este pueblo participando de todas sus danzas y rituales.

Muchos alumnos de Mora elogiaron en las redes su labor como educador.

Los jesuitas son conocidos desde hace mucho tiempo por su labor misionera en América Latina, que se remonta a la época de la colonia y que se centró en los pueblos indígenas, explicó en un correo electrónico Andrew Chesnut, profesor de estudios religiosos de la Virginia Commonwealth University.

“De hecho fueron expulsados tanto de Brasil y de la América española durante la segunda mitad del siglo XVIII acusados de privar a los colonos de la mano de obra indígena al concentrarlos en sus misiones”, dijo Chesnut.

Durante el último medio siglo los jesuitas han sido conocidos como defensores de los derechos humanos y promotores de la justicia social. Campos y Mora, agregó el académico, “son las últimas víctimas en un país que se ha convertido en uno de los más peligrosos del mundo para el clero católico, sobre todo debido a la violencia endémica del crimen organizado”.

El máximo representante de los jesuitas en México, Luis Gerardo Moro, dijo en la ceremonia en la Ciudad de México del martes por la noche que el crimen supone “un punto de quiebre y de no retorno en el camino y misión de la Compañía en México”, que seguirá denunciando el olvido y la violencia que persisten en esa zona y no callará ante las injusticias.

El Presidente López Obrador, que llegó al poder en 2018, prometió reducir la violencia pero sin luchar frontalmente contra los cárteles, que fue la estrategia de los gobiernos anteriores. Sin embargo, aunque el ritmo de aumento de las muertes se ralentizó, no pudo contenerse. Los casi 124.000 homicidios de su administración superan los registrados durante el periodo de Felipe Calderón (2006-2012).

“¡Cuántos asesinatos en México!”, lamentó el Papa Francisco, al condenar el crimen de sus compañeros de orden. “La violencia no resuelve los problemas, sino que sólo aumenta los sufrimientos innecesarios”.

Para el padre Ávila una de los principales problemas es la impunidad, que no sólo existe en la Sierra Tarahumara, donde en el último lustro han sido asesinados defensores de derechos humanos, indígenas, ecologistas, una periodista y el turista estadounidense. A su juicio, afecta a todo el país, “es cada vez más descarada” y se une a la ineptitud para contener la violencia. “Ya estamos hartos”, sostuvo.

–El periodista de AP Christopher Sherman contribuyó en esta nota.

Los dos sacerdotes y el guía de turistas fueron ubicados en Urique, anuncia Campos

miércoles, junio 22nd, 2022

La Gobernadora de Chihuahua Maru Campos anunció que se recuperaron los cuerpos de los dos jesuitas y el guía de turistas asesinados en la Sierra Tarahumara.

Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– Los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, así como el del guía de turistas Pedro Palma, fueron recuperados, informó esta tarde la Gobernadora de Chihuahua María Eugenia Campos.

“Hemos logrado localizar y recuperar, y esto comprobado por medicina forense, los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos, Joaquín Mora, y el guía de turistas Pedro Palma, esperamos tener información más adelante, les estaremos informando”, anunció la Gobernadora en un video publicado en redes.

Minutos antes, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua anunció una recompensa de cinco millones de pesos a quien o quienes aporten información que conduzca a la captura de José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, asesino de los sacerdotes jesuitas.

También se activó, junto con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), una cédula de búsqueda por el delito de homicidio calificado ocurrido en Cerocahui, Chihuahua.

Se trata del presunto responsable de los asesinatos de dos sacerdotes y un guía de turistas, así como del secuestro de cuatro personas.

De acuerdo con las investigaciones, se le ha visto en las regiones de Cerocahui, Bahuichivo, Porochi, Poblado Rodeo y Urique, en esa entidad.

Por acuerdo del Gabinete de Seguridad Nacional fue desplegado un operativo especial para su búsqueda, en coordinación con autoridades estatales y municipales.

Las autoridades pidieron a la ciudadanía que para cualquier información relacionada con “El Chueco” se comuniquen al número 089 Denuncia Anónima.

Los dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en un templo del norte de México y sus cuerpos fueron sustraídos junto al de otra víctima por personas armadas, informaron ayer el Gobierno y la congregación religiosa.

La remota comunidad de Cerocahui, en el municipio Urique, en el estado de Chihuahua, se vio estremecida el lunes tras el asesinato de los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, así como de un guía turístico en el templo de la parroquia Francisco Javier. Las muertes coincidieron con la desaparición de cuatro personas, entre ellos una mujer y un menor, en esa misma localidad.

Aún afectado por las muertes, Toño Gallardo de Morales, primo de Campos Morales, dijo a The Associated Press que el sacerdote “nunca tuvo miedo” a pesar de vivir en una región dominada por grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas.

“Él estaba consciente de lo que implicaba vivir en condiciones difíciles… pero siempre lo enfrentó con mucho valor, con confianza y mucha fe”, agregó.

Campos Morales, quien era conocido como “El Gallo” por su afición a los gallos, era oriundo de la capital mexicana, pero luego se trasladó a la ciudad norteña de Monterrey, donde pasó su niñez y adolescencia.

Desde una iglesia capitalina donde se realizó la noche del martes una misa en memoria de los dos sacerdotes, Gallardo indicó que su primo nunca quiso abandonar la Sierra de Tarahumara a pesar de la inseguridad porque “estaba muy comprometido” con los habitantes. “Él pidió a su comunidad (jesuita) que lo designaran para trabajar allá con la gente”.

Hombres armados detuvieron poco después de la 1 de la tarde del lunes al guía turístico de Cerocahui, identificado como Pedro Eliodoro P.G., quien fue llevado hasta un templo de la comunidad, donde fue asesinado junto con los dos sacerdotes, dijo el Gobierno del estado.

De acuerdo con el relato que ofreció un jesuita sobreviviente, Campos Morales y Mora Salazar le exigieron al presunto delincuente detener el ataque en la iglesia y minutos después fueron todos ejecutados de varios disparos. Los atacantes se llevaron los cuerpos a pesar de las súplicas del sacerdote sobreviviente, quien pidió que los dejaran en el lugar, informó la oficina de prensa de la Compañía de Jesús en México.

Campos Morales, de 79 años, y Mora Salazar, de 80, tenían más de cinco décadas en la Compañía de Jesús. Los dos jesuitas eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra de Tarahumara, donde realizaban trabajo social y pastoral desde hace varias décadas, el cual incluía fortalecer la cultura de la comunidad indígena tarahumara y la preservación del medio ambiente.

Sacerdote identificó al asesino de jesuitas: AMLO; tiene orden de captura desde 2018

miércoles, junio 22nd, 2022

El mandatario mexicano dio a conocer que hay testigos de los hechos registrados en la comunidad de Cerocahui. “Todo mundo ya sabe que fue esta persona la que incluso llevó a cabo la ejecución de manera directa”, aseguró sobre el presunto homicida de los jesuitas.

Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador reveló la mañana de este miércoles que fue un sacerdote el que identificó al presunto asesino de dos jesuitas y un guía de turistas en Urique, Chihuahua. Además, informó que el sujeto señalado tiene una orden de aprehensión en su contra desde el 2018 por el homicidio de un turista estadounidense.

“Este delincuente señalado como el responsable de los asesinatos, porque incluso hasta identificado por uno de los sacerdotes, también está acusado, con orden de aprehensión desde el 2018, porque asesinó a un turista estadounidense“, dijo durante su conferencia de prensa matutina.

López Obrador reiteró que ya se tiene identificado al presunto homicida, por lo que van a continuar las investigaciones. “También está haciendo lo que le corresponde el Gobierno de Chihuahua, pero dimos la instrucción, aunque se trata de un asunto del fuero común, de enviar a elementos de la Secretaría de la Defensa”, anunció.

Desde Palacio Nacional, destacó que lo más importante es hallar los cuerpos de las víctimas, los cuales fueron sustraídos por personas armadas. “Ya se ha avanzado en la investigación y detener a los responsables. El caso lo lleva la Fiscalía del estado de Chihuahua, el proceso judicial, pero lo que nos importa ahora es encontrar los cuerpos y detener a los responsables”.

De acuerdo con el reporte más reciente del Jefe del Ejecutivo federal, dos religiosos y un civil fueron asesinados el lunes pasado al interior de un templo, y todavía permanecen “dos personas desaparecidas, entre ellas, una señora, la esposa de una de las víctimas”.

“Se está haciendo una investigación. Hay ya elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional que actuaron de inmediato. Hay una búsqueda”, insistió frente a los medios de comunicación.

Sin embargo, el político tabasqueño fue cuestionado por más detalles del caso. “Se habla de cuatro o seis, incluidos los tres que se consideran que fueron asesinados”, comentó respecto a la cifra de personas que son buscadas.

“Había una niña, parece, y la liberaron. Vamos a esperar la investigación porque si no, no se ayuda, no se da la información adecuada. Estamos trabajando allá. Está la Secretaría de la Defensa y hay elementos suficientes del Gobierno federal. Vamos a tener resultados”, confió.

Asimismo, el Presidente de México aprovechó para recordar que, según una versión, todo ocurrió cuando iban a ejecutar a una persona y ya grave, salieron los sacerdotes, “se supone que para evitar que lo remataran, que lo mataran, y los asesinaron a los dos. La misma persona, de acuerdo al testimonio de otro sacerdote”.

“Ahora lo que queremos es encontrar los cuerpos. También a las personas que se considera que pueden estar con vida, que no fueron asesinadas, y detener a los responsables. Eso es lo primero”, recalcó.

Más adelante, el mandatario señaló que aún no se tiene una explicación del porqué se llevaron los cuerpos de las tres personas asesinadas en la iglesia de Chihuahua, pero subrayó que ya se pidió “que si se tienen los elementos, la Fiscalía de Chihuahua o la Fiscalía General puedan sacar ya una ficha para la búsqueda de los responsables, que ayuden en este asunto”.

Por otra parte, envió sus “condolencias a la Compañía de Jesús, a los jesuitas de México y el mundo por estos lamentables hechos sucedidos en la Sierra Tarahumara, en Chihuahua, en el municipio de Urique”.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador en conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional. Foto: Gobierno de México

“Vamos a seguir informando sobre este lamentable hecho. Esa zona de la sierra ha estado desde hace bastante tiempo muy infiltrada, penetrada, dominada por la delincuencia. Para tener los antecedentes, en esa zona se han cometido crímenes como lo sucedido en la estación Creel en 2008, que un comando irrumpió en una reunión y asesinaron a 13 personas. Y lo mismo en toda la región. Entonces sí es una zona que está dominada por esta banda, por este grupo y se está haciendo pues el trabajo que nos corresponde”, sostuvo.

Finalmente, Andrés Manuel López Obrador consideró que este nuevo hecho de violencia en la sierra de Chihuahua, “que duele tanto,  no surgió ahora”, ya que “viene de tiempo atrás, cuando existía un contubernio completo entre las autoridades y la delincuencia”.

“¿O el señor este acaba de empezar su carrera delictiva? No y seguramente fue tolerado. Esto lo saben bien los jesuitas y lo saben muy bien los que viven en Urique y los que viven en Chínipas y en Creel”, concluyó.

EL ASESINATO DE LOS JESUITAS

Dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en un templo del norte de México y sus cuerpos fueron sustraídos junto al de otra víctima por personas armadas, informaron ayer el Gobierno y la congregación religiosa.

La remota comunidad de Cerocahui, en el municipio Urique, en el estado de Chihuahua, se vio estremecida el lunes tras el asesinato de los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, así como de un guía turístico en el templo de la parroquia Francisco Javier. Las muertes coincidieron con la desaparición de cuatro personas, entre ellos una mujer y un menor, en esa misma localidad.

Aún afectado por las muertes, Toño Gallardo de Morales, primo de Campos Morales, dijo a The Associated Press que el sacerdote “nunca tuvo miedo” a pesar de vivir en una región dominada por grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas.

“Él estaba consciente de lo que implicaba vivir en condiciones difíciles… pero siempre lo enfrentó con mucho valor, con confianza y mucha fe”, agregó.

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Campos Morales, quien era conocido como “El Gallo” por su afición a los gallos, era oriundo de la capital mexicana, pero luego se trasladó a la ciudad norteña de Monterrey, donde pasó su niñez y adolescencia.

Desde una iglesia capitalina donde se realizó la noche del martes una misa en memoria de los dos sacerdotes, Gallardo indicó que su primo nunca quiso abandonar la Sierra de Tarahumara a pesar de la inseguridad porque “estaba muy comprometido” con los habitantes. “Él pidió a su comunidad (jesuita) que lo designaran para trabajar allá con la gente”.

Hombres armados detuvieron poco después de la 1 de la tarde del lunes al guía turístico de Cerocahui, identificado como Pedro Eliodoro P.G., quien fue llevado hasta un templo de la comunidad, donde fue asesinado junto con los dos sacerdotes, dijo el Gobierno del estado.

De acuerdo con el relato que ofreció un jesuita sobreviviente, Campos Morales y Mora Salazar le exigieron al presunto delincuente detener el ataque en la iglesia y minutos después fueron todos ejecutados de varios disparos. Los atacantes se llevaron los cuerpos a pesar de las súplicas del sacerdote sobreviviente, quien pidió que los dejaran en el lugar, informó la oficina de prensa de la Compañía de Jesús en México.

Campos Morales, de 79 años, y Mora Salazar, de 80, tenían más de cinco décadas en la Compañía de Jesús. Los dos jesuitas eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra de Tarahumara, donde realizaban trabajo social y pastoral desde hace varias décadas, el cual incluía fortalecer la cultura de la comunidad indígena tarahumara y la preservación del medio ambiente.

La Compañía de Jesús demandó a las autoridades adopten medidas inmediatas para asegurar la vida de los religiosos de la comunidad de Cerocahui que, aseguraron, enfrenta “condiciones de violencia y olvido” de parte del Estado. Cinco jesuitas permanecen cinco en la región.

Las autoridades estatales indicaron que el lunes presuntos agresores también detuvieron a dos hombres identificados como Paul Osvaldo B. y Armado B., una mujer y menor, quienes según la prensa local fueron sacados de un hotel de Cerocahui y aún permanecen desaparecidos.

La Gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, dijo el martes que se desplegó un fuerte operativo conjunto en la zona para localizar a los responsables de los hechos. En las operaciones de búsqueda participa agentes estatales de investigación, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, la Guardia Nacional y el Ejército, quienes realizan patrullajes en los poblados y caminos vecinales de la zona.

Al condenar los hechos, el representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández-Maldonado, dijo en un comunicado que “el asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”.

Fernández-Maldonado instó a las autoridades a desarrollar una investigación “efectiva y exhaustiva” de los asesinatos “considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales”, y brindar a la comunidad de Cerocahui y de la sierra “medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades” tomando en cuenta que están en zonas aisladas y con fuerte presencia indígena.

La violencia ha plagado las montañas de la Sierra Tarahumara durante años. La región escarpada y cubierta de pinos es hogar del grupo indígena del mismo nombre. Cerocahui está cerca de un punto donde el estado de Chihuahua se encuentra con Sonora y Sinaloa, una importante región productora de drogas.

El Centro Católico Multimedial informó en su página web que con las muertes de Campos Morales y Mora Salazar ya suman siete los sacerdotes asesinados en lo que va del sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que se inició en 2018, lo que coloca a México como uno de los países más peligrosos para el ejercicio sacerdotal.

El padre José Guadalupe Rivas, que dirigía una casa de migrantes, fue reportado desaparecido a mediados del mes pasado y días después fue localizado muerto en el municipio norteño de Tecate, en el estado de Baja California, informó el centro.

El año pasado, un sacerdote franciscano murió cuando quedó atrapado en medio del fuego cruzado de cárteles rivales en una carretera entre los límites de los estados de Durango y Zacatecas. Otro fue asesinado en el estado central de Morelos y otro más en el estado de Guanajuato ese año.

En 2019 un cura fue asesinado a puñaladas en la ciudad fronteriza de Matamoros, en el estado de Tamaulipas.

-Con información de AP

ONU-DH y AI condenan el asesinato de 2 jesuitas y guía. Exigen seguridad y justicia

martes, junio 21st, 2022

La ONU-DH exhortó a las autoridades a desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva de estos asesinatos, considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales.

Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).- La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) y la organización Amnistía Internacional condenaron el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 79 años, y Joaquín César Mora Salazar, de 80 años, ocurrido el 20 de junio en la parroquia de Francisco Xavier en Cerocahui, Chihuahua.

“El asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”, señaló Guillermo Fernández-Maldonado, Representante en México de la ONU-DH.

Los dos sacerdotes eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra Tarahumara, donde realizaban desde hace más de treinta y veinte años, respectivamente, un importante trabajo social y pastoral que, entre otras líneas, incluye fortalecer la cultura de la comunidad Rarámuri en todas sus dimensiones y la preservación del medio ambiente.

“Ante estos crímenes aliento a los tres niveles de Gobierno a implementar de manera efectiva el plan de contingencia que fue acordado en 2016 para prevenir y responder a los ataques contra personas defensoras y periodistas en el estado”, agregó.

La ONU-DH exhortó a las autoridades a desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva de estos asesinatos, considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales.

Al mismo tiempo, puso de relieve la necesidad brindar a la comunidad de Cerocahui, y demás lugares de la Sierra Tarahumara en situación de riesgo, medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades, que permitan proteger la vida e integridad de quienes las habitan y acompañan, tomando en cuenta que están ubicadas en zonas aisladas y con una fuerte presencia indígena que las hacen más vulnerables.

“Es urgente lograr la recuperación de los cuerpos de los dos sacerdotes que fueron sustraídos de la iglesia por los autores materiales del asesinato y asegurar una restitución digna de los mismos”, añadió.

Además, la ONU-DH expresó su solidaridad con las familias de Javier y Joaquín, con la comunidad de Cerocahui y con la Compañía de Jesús e insta a las autoridades a romper el círculo de violencia extrema que afecta a las comunidades de la Sierra Tarahumara.

Por su parte, Amnistía Internacional expresó su “profunda indignación y preocupación por el clima de violencia y falta de medidas de seguridad por parte de las autoridades” en la comunidad mencionada.

También realizó un llamado a las autoridades para realizar una investigación diligente y efectiva como las acciones pertinente para la pronta recuperación de los cuerpos.