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ENTREVISTA | Las bocas a las que el narco da de comer, mañana no hablarán, dice Roberto Saviano

lunes, abril 20th, 2020

En las últimas semanas han circulado imágenes de personas entregando despensas a nombre de diversos cárteles mexicanos, incluso el Presidente Andrés Manuel López Obrador mostró su rechazo a estas acciones. Para el periodista y escritor italiano Roberto Saviano, las mafias en México y el mundo aprovechan esta crisis para darle a la gente lo que al Gobierno no le alcanza: dinero y comida a cambio de su apoyo el día de mañana.

Ciudad de México, 20 de abril (SinEmbargo).– ¿La pandemia del coronavirus (COVID-19) beneficia al narcotráfico? En las últimas semanas han circulado imágenes de personas entregando despensas a nombre de diversos cárteles mexicanos, incluso el Presidente Andrés Manuel López Obrador mostró su rechazo a estas acciones. Para el periodista y escritor italiano Roberto Saviano, las mafias en México y el mundo están en campaña y cuando termine la emergencia y todo vuelva a la normalidad, encontrarán mucho apoyo entre las familias que están ayudando. “Una boca alimentada hoy es una boca que permanecerá en silencio mañana o una mano que los ayudará en sus intercambios”, dice.

“Las mafias, no solo italianas, sino también mexicanas, actualmente están invirtiendo en consenso, es como si estuvieran en una campaña electoral para el futuro: cuando termine la emergencia y todo vuelva a comenzar, incluidos todos sus negocios ilícitos que tal vez ahora están sufriendo, los cárteles encontrarán mucho apoyo entre estas familias que están atravesando dificultades”, asegura el autor de novelas como Zero, Zero, Zero [un análisis del negocio de la cocaína a nivel mundial y el rol que la droga juega en las finanzas internacionales] y Gomorra [que narra la violencia en una zona de Italia derivada del dominio de la organización criminal mafiosa Camorra].

Roberto Saviano es un experto en temas del narcotráfico y lleva años estudiado de cerca el movimiento de las organizaciones criminales en su país, Italia, y en el mundo. En estos meses de aislamiento por la crisis sanitaria del coronavirus, el escritor ha alertado sobre el apoyo de estos cárteles a las familias que se han quedado sin empleo.

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Savieno alerta sobre el apoyo de estos cárteles a las familias que se han quedado sin empleo por el aislamiento. Foto: EFE.

El diario The Guardian reportó la semana pasada que en Italia la mafia estaba distribuyendo alimentos a los residentes de las ciudades más pobres del sur de Campania, Calabria, Sicilia y Apulia. Una situación que se replica en México, como lo muestran los videos que circulan en la redes, en los que se observan a personas entregando cajas de despensa en nombre de los cárteles de Sinaloa y del Golfo.

El propio Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció este día que los cárteles de la droga repartían despensas y ayudas a las familias durante la pandemia del nuevo coronavirus en el país.

“Aprovecho para decirle a los que están en las organizaciones que se dedican a la delincuencia. He estado viendo que reparten despensas. Eso no ayuda”, dijo en su conferencia matutina del lunes. “Ayuda que dejen sus balandronadas, ayuda el que le tengan amor al prójimo, ayuda el que no le hagan daño a nadie, ayuda que no se sigan enfrentando y sacrificando. Que no vengan a pensar como el potentado que piensa que con una limosna ya está perdonado”.

Para Roberto Saviano, quien abandonó Italia en 2008 después de que el clan Casalesi –una organización criminal italiana– quería asesinarlo a él y a sus escoltas en un atentado antes de Navidad, los cárteles de la droga mexicanos están aprovechando la burocracia del Gobierno, la lentitud con la que están repartiendo la ayuda a las personas y se adelantan. Van de casa en casa repartiendo apoyos.

“La máquina estatal es lenta y pesada, la de las organizaciones criminales es ágil y racionalizada. Para recibir los subsidios estatales proporcionados a las personas necesitadas se lleva tiempo, en cambio la ayuda de los clanes (del narco) llega directamente a casa, bajo forma de pasta, leche, carne y drogas. Una boca alimentada hoy es una boca que permanecerá en silencio mañana o una mano que los ayudará en sus intercambios”, señala el escritor italiano en entrevista, vía correo electrónico, para SinEmbargo.

Si bien es cierto que la pandemia está afectando el ritmo de estas organizaciones criminales, pues con el cierre de fronteras se está eliminando las cadenas de suministros en China, de las que dependen para obtener químicos y fabricar drogas como la metanfetamina y el fentanilo, los narcotraficantes saben diversificar sus negocios, asegura Saviano.

“Es cierto que la producción de algunas drogas se detiene debido a la falta de precursores, pero no olvidemos que una de las peculiaridades de las organizaciones criminales es su capacidad de adaptación y diversificación del mercado, lo estamos observando con los clanes italianos: con las escuelas, los parques y los lugares de diversión cerrados debido al cierre, han perdido sus plazas comerciales favoritas y han caído en la entrega a domicilio y las colas frente a supermercados y farmacias”, afirma el escritor de 40 años.

Incluso advierte que después de la pandemia, las organizaciones criminales pueden fortalecerse, pero eso dependerá de cada Gobierno, de que la ayuda del Estado llegue antes que la del narco.

Sobre la desigualdad que ha creado el capitalismo y que las organizaciones criminales han aprovechado, Roberto Saviano detalla que el coronavirus ha demostrado la fragilidad de este modelo económico y la necesidad de un cambio: “La gran cantidad de dinero que mueve a Wall Street o la ciudad de Londres cada año no ayudó a salvarnos de esta pandemia porque el dinero y el poder de compra no está disponible para todos”.

“En muchos países se están dando cuenta de que necesitan personas que el mercado (y los recortes en el gasto público) ha llevado al hambre en un juego perenne de reducir sus salarios: enfermeras, transportistas, trabajadores de almacenes, limpiadores. Solo recuerdan lo olvidado ahora que lo necesitan”, puntualiza Saviano.

***

–Un artículo publicado por el diario The Guardian revela cómo la mafia italiana distribuye alimentos a los residentes pobres en Italia en plena crisis por la pandemia por COVID-19. Según sus estudios sobre estos grupos criminales, ¿por qué razón las mafias actúan de esta forma en épocas de crisis?

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Roberto Saviano, periodista y escritor italiano, y uno de los más reconocidos estudiosos del crimen organizado. Foto: Cortesía para SinEmbargo.

–Las mafias, no solo italianas, sino también mexicanas –como hemos visto en la distribución de paquetes de cárteles del narco en Tamaulipas en los últimos días–, actualmente están invirtiendo en consenso, es como si estuvieran en una campaña electoral para el futuro: cuando termine la emergencia y todo vuelva a comenzar, incluidos todos sus negocios ilícitos que tal vez ahora están sufriendo, los cárteles encontrarán mucho apoyo entre estas familias que están atravesando dificultades y que ahora se están beneficiando con las compras de sus casas o de sus préstamos (que por cierto están proporcionando tasas de interés muy bajas, a menudo más bajas que las de los bancos, porque la demanda de dinero es demasiado alto que ganan mucho incluso sin aplicar los intereses usurarios habituales).

También porque muchas de estas personas (que están recibiendo ayuda del narco) habrán perdido sus trabajos y convertirse en un trabajador de la mafia será la única alternativa para sobrevivir (después del COVID-19). La máquina estatal es lenta y pesada, la de las organizaciones criminales es ágil y racionalizada. Para recibir los subsidios estatales proporcionados a las personas necesitadas se lleva tiempo, a menudo no son simples pasajes burocráticos, en cambio la ayuda de los clanes (del narco) llega directamente a casa, bajo forma de pasta, leche, carne y drogas. Una boca alimentada hoy es una boca que permanecerá en silencio mañana o una mano que los ayudará en sus intercambios.

–Usted ha hablado de que cuanto más frágil es una economía, más festeja la mafia, en el caso de México, ¿qué beneficios les puede dejar la crisis del COVID-19 a los cárteles mexicanos?

–El crimen organizado siempre prospera en tiempos de crisis económica. La razón principal es que durante las crisis, la liquidez (o dinero en efectivo) se convierte en un problema y los únicos que tienen liquidez siempre disponible y en grandes cantidades son las organizaciones criminales. Como reveló el entonces director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), Antonio María Costa, durante la crisis financiera mundial de 2008 el dinero de las organizaciones criminales, resultado del tráfico de drogas y otras actividades ilegales, fue el único capital de inversión líquido disponible de algunos bancos para esquivar la bancarrota.

Entonces, en la crisis económica generada por la pandemia, ¿quién salvará a las empresas y negocios si los estados no lo hacen? Muchas compañías mexicanas, estadounidenses y europeas sanas necesitarán una inyección de liquidez para poder comenzar de nuevo, de lo contrario se arriesgarán a cerrar: los carteles y los clanes ya están listos para intervenir ofreciendo efectivo a cambio de acciones de las compañías u otorgando préstamos de usura que, si no se pagan, verán a toda la empresa terminar bajo el control de la organización. Si el estado no actúa ahora con las compañías en crisis, será demasiado tarde: donde el coronavirus no ha llegado, llegarán las mafias.

–Siendo México un país en vías de desarrollo y que en algunos lugares la pobreza es mucha, ¿cree que algunos gobiernos de ciertos poblados puedan aliarse con estos cárteles para salir de esta crisis?

–La alianza ya está allí, de hecho, cuando las organizaciones criminales pueden gestionar su bienestar. Cualquier paquete donado a familias pobres, cualquier préstamo otorgado a bajo interés o cero interés también se convertirá en votos que los carteles podrán dirigir a éste o aquel político.

En esto, preparémonos: su gestión del flujo de consentimiento ha aumentado considerablemente con el COVID-19 y, por lo tanto, muchos partidos políticos buscarán su alianza. Probablemente lo harán con apoyo indirecto, no debemos creer que la política que se alía con los narcos es solo la que va a cenar con ellos o recibe sus sobornos. Existe un apoyo indirecto para las organizaciones que es el más peligroso porque es el menos detectable: es suficiente para reducir las inversiones para el contraste y es suficiente cuidarlas poco para obtener votos. Tengo más miedo de eso.

LOS CÁRTELES DESPUÉS DEL COVID-19

–El COVID-19 ha paralizado prácticamente la economía mundial, las empresas han registrado pérdidas millonarias y muchos han perdido empleos. ¿Cree que los cárteles de la droga también verán sus ganancias mermadas?

–No creo que haya una caída en sus ganancias por varias razones. En primer lugar, si es cierto que los movimientos y el transporte se reducen considerablemente, la distribución no se ha bloqueado totalmente: las drogas están ocultas en un montón de necesidades básicas transportadas, por ejemplo, en camiones que pueden viajar precisamente porque transportan mercancías básicas.

En segundo lugar, los cultivos que ya estaban en marcha no se detuvieron por la pandemia: la marihuana, las plantas de coca o las amapolas de opio continuaron creciendo. Y esto significa que los carteles, tanto en América del Sur como en México, todavía están produciendo, solo que en lugar de distribuir de manera inmediata o completa, están almacenando, esperando que terminen los bloqueos y que los movimientos comiencen nuevamente.

Es cierto que la producción de algunas drogas se detiene debido a la falta de precursores que, procedentes de China, no llegan actualmente a América Latina, pero no olvidemos que una de las peculiaridades de las organizaciones criminales es su capacidad de adaptación y diversificación del mercado: siempre encuentran una manera de reinventarse, y lo harán ahora también. También lo estamos observando con los clanes italianos: con las escuelas, los parques y los lugares de diversión cerrados debido al cierre, han perdido sus plazas comerciales favoritas y han caído en la entrega a domicilio y las colas frente a supermercados y farmacias.

–Ya hemos visto cómo actúan los cárteles de la droga en México y el mundo en la pandemia, pero después de que pase la pandemia, ¿qué pasará con ellos?, ¿serán más fuertes?

–Es en la recuperación que realmente veremos su fuerza. Mientras más tiempo se detengan con la distribución de medicamentos debido al coronavirus, mayor será la demanda de medicamentos en la reapertura, y esto conducirá a un aumento en el precio mayorista y mayores ganancias para ellos que antes. Además, cosecharán los frutos del consenso que están obteniendo hoy al proporcionar a la población más débil el bienestar que las instituciones no pueden proporcionar.

Pero, como dije, será la liquidez disponible para ellos en el momento del reinicio: dinero sucio listo para comprar compañías saludables y contaminar el mercado. La “post-catástrofe” siempre ha visto a las organizaciones criminales fortalecerse y ganar poder, desde el post-terremoto hasta el post-diluvio y la post-epidemia. Sin embargo, ¿cuánto aumentará su fuerza?, eso depende de cuánto esté presente el Estado, si estará listo para anticiparlos y contrastarlos.

LA DESIGUALDAD DEL CAPITALISMO

–¿Cree que el COVID-19 podrá cambiar el modelo económico y la desigualdad en el mundo?, ¿cree que sea el momento de cambiar el modelo que llevó a un puñado, el 1 por ciento de la población, a acumular toda la riqueza?

–El coronavirus ha demostrado la fragilidad del capitalismo. Esta pandemia no solo se ha propagado debido al mundo globalizado, al mundo rico, y ha afectado a los países que son las primeras potencias económicas mundiales (como los Estados Unidos y China), sino que ha demostrado cómo las multinacionales sólidas, consideradas “gigantes” del mercado, pueden colapsar después de solo un mes paradas.

Toda la riqueza de Nueva York o Londres, el flujo continuo de inversiones multimillonarias, la gran cantidad de dinero que mueve a Wall Street o la ciudad de Londres cada año no ayudó a salvar a los Estados Unidos y el Reino Unido de la pandemia. Y esto se debe a que el dinero y el poder de compra y toma de decisiones que se deriva de él, no está disponible para todos.

En estas horas, los Estados Unidos, como ha sucedido en Italia y en muchos otros países occidentales, se están dando cuenta de que necesitan personas que el mercado (y los recortes en el gasto público) ha llevado al hambre en un juego perenne de reducir sus salarios: enfermeras, camillas, transportistas, trabajadores de almacenes, limpiadores. Solo recuerdan lo olvidado ahora que lo necesitan.

El COVID-19 ha sacado a la luz todos los defectos del capitalismo contemporáneo y corre el riesgo de que el capitalismo vea su fin como la caída del Muro al comunismo: aquí terminará el tiempo que hemos vivido, de aquí nacerá algo nuevo.

Me gustaría un nuevo movimiento socialista (nada que ver con los sistemas criminales chavistas) capaz de redistribuir la riqueza y hacer transporte escolar, de salud y no comercial sobre el cual especular. Mientras digo esto, confieso que ya siento que no sucederá. Pero siempre lucharé, por supuesto, contra el sistema actual del cual las mafias representan la vanguardia.

Roberto Saviano: Trump sabe que puede demoler a los políticos en México con el juicio a “El Chapo”

martes, noviembre 20th, 2018

El escritor y periodista italiano Roberto Saviano habla para SinEmbargo acerca del tema de la corrupción y los cárteles de la droga en México. El autor de Zero, Zero, Zero y Gomorra considera que no hay necesidad de que los narcotraficantes colaboren directamente con el Presidente, porque hay personas en el Ejército, en la fuerza policial o en las instalaciones de una prisión que pueden ser corrompidas.

Para Saviano, las declaraciones surgidas en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, son revolucionarias y Estados Unidos podría usarlas para chantajear a México en el tema de inmigración: “El mensaje que Trump está transmitiendo a las autoridades mexicanas es: tenemos la mayor fuente de historias de corrupción sobre su gobierno, u obedece nuestras órdenes o su clase política será demolida por sus revelaciones”.

Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).– Los cárteles de la droga como el de Sinaloa, Los Zetas y Jalisco Nueva Generación están estrictamente relacionados con la corrupción, dice el periodista y escritor italiano Roberto Saviano. No hay necesidad de que los narcotraficantes colaboren directamente con el Presidente de México, agrega: de vez en cuando hay personas en el Ejército, en la fuerza policial o en las instalaciones de una prisión que pueden ser corrompidas.

“Joaquín Guzmán Loera ‘El Chapo’ y los presidentes (tal vez me demuestren que estoy equivocado) no necesitan estar cerca uno del otro, pero esto no significa que no hayan sido aliados. La respuesta más probable de los políticos podría ser: ‘Gracias a mí cientos de afiliados y delincuentes han sido arrestados y sentenciados’. Pero esta respuesta no es suficiente para demostrar la posición de un político contra el crimen organizado”, dice el autor de novelas como Zero, Zero, Zero [un análisis del negocio de la cocaína a nivel mundial y el rol que la droga juega en las finanzas internacionales] y Gomorra [que narra la violencia en una zona de Italia derivada del dominio de la organización criminal mafiosa Camorra].

Para Roberto Saviano, especialistas en temas de narcotráfico, el juicio que se lleva a cabo en Estados Unidos en contra de “El Chapo” Guzmán ha expuesto la corrupción Estado-narco que se vive en México, la cual, dice, es complicada porque nunca hay relaciones directas entre los cárteles y las principales autoridades del Estado.

“No necesitábamos la declaración del abogado de ‘El Chapo’ –verdadera o falsa–, para saber esto. La corrupción estatal definitivamente ha sido la semilla, el fertilizante que permitió que los cárteles, y no sólo el de Sinaloa, fueran tan poderosos. La corrupción mexicana es mucho más compleja en comparación con la colombiana o brasileña. Tiene una estructura dividida en secciones; es decir, la organización criminal se conecta con las administraciones locales y las domina. Esta es la razón por la que es tan complicado revelar las relaciones directas entre los cárteles y las principales autoridades del Estado”, dice el escritor de 39 años.

Este martes, durante el juicio en contra de “El Chapo”, Jesús Zambada, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, dijo que el Cártel de Sinaloa reunió un fondo para sobornar a Genaro García Luna, quien fuera Secretario de Seguridad Pública federal con Felipe Calderón Hinojosa.

Zambada, conocido como “El Rey”, afirmó que él y el abogado de su hermano, Óscar Paredes, le entregaron entre 2001 y 2006, cuando dirigía la oficina federal de investigaciones, 3 millones de dólares y en una segunda vez, cuando ya era Secretario de Seguridad, entre 3 y 5 millones de dólares. Posteriormente, Genaro García Luna habría recibido 50 millones de dólares de parte de la organización de los Beltrán Leyva para su protección.

Saviano, quien en 2006 recibió amenazas de muerte por la publicación se su libro Gomorra, opina que los sobornos que presuntamente habría recibido el ex Presidente Felipe Calderón, según las declaraciones surgidas en el juicio, “son probablemente los flujos económicos continuos hacia las arcas locales que apoyan a los partidos políticos. La gran fortaleza de los jefes políticos mexicanos en comparación con los jefes de alto nivel colombianos es que los primeros no tienen que lidiar con los grandes jefes (del narco), pueden tener a alguien más que lo haga”.

“Tenemos que entender que el sistema financiero mexicano se alimenta del dinero que viene del narcotráfico, sin esto no hay negocio… y no hay política”, explica.

Roberto Saviano considera que las declaraciones surgidas en el juicio contra “El Chapo” son revolucionarias y que el Gobierno del Presidente Donald Trump podría usarlas para chantajear a México en el tema de inmigración.

“El Gobierno de (Donald) Trump las está usando para chantajear a México en el tema de la inmigración. Básicamente, el mensaje que Trump está transmitiendo a las autoridades mexicanas es: tenemos la mayor fuente de historias de corrupción sobre su gobierno, u obedece nuestras órdenes o su clase política será demolida por sus revelaciones. Tener a ‘El Chapo’ en una prisión de los Estados Unidos es como tener un arma apuntada a México por la política estadounidense. Si ‘El Chapo’ confiesa lo que sabe, él podría romper varios niveles en su país [México]”, señala el escritor italiano.

Roberto Saviano, periodista y escritor italiano, y uno de los más reconocidos estudiosos del crimen organizado. Foto: Cortesía para SinEmbargo.

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–¿La declaración del abogado de “El Chapo” y las surgidas en su juicio son una muestra de que la corrupción Estado-narco en México ha permitido que se mantengan en activo cárteles tan poderosos como el de Sinaloa?

–No necesitábamos la declaración del abogado de “El Chapo” – verdadera o falsa–, para saber esto. La corrupción estatal definitivamente ha sido la semilla, el fertilizante que permitió que los cárteles, y no sólo el de Sinaloa, fueran tan poderosos.

Si nos fijamos en las investigaciones, la corrupción mexicana es mucho más compleja en comparación con la colombiana o brasileña. Tiene una estructura dividida en secciones; es decir, la organización criminal se conecta con las administraciones locales y las domina, y a través de estas administraciones locales y los oficiales de la policía local, básicamente controla a la alta dirección. Esta es la razón por la que es tan complicado revelar las relaciones directas entre los cárteles y las principales autoridades del Estado.

–El abogado de “El Chapo” mencionó sobornos, ¿qué otros instrumentos utilizan estos cárteles para operar en México en complicidad con las autoridades?

–Las declaraciones del abogado de “El Chapo” podrían parecer como una mera acusación de que “El Mayo” (Ismael Zambada) es el verdadero responsable, y esto podría verse como una venganza de “El Chapo” contra “El Mayo”, quien fue sospechoso de abandonarlo o incluso traicionarlo en los últimos años.

Pero estas declaraciones son revolucionarias: con este acto, el jefe del Cártel de Sinaloa inició una comunicación de colaboración. Dejó en claro que podría estar disponible para colaborar con el gobierno de los Estados Unidos, lo que significa que renunciaría a su papel principal, traicionando el honor y el silencio (que son los principios básicos de cualquier jefe), lo que pondría en peligro la seguridad de sus hijos y de su esposa, pondría en riesgo a todos sus hombres fieles a cambio de una sentencia reducida.

Probablemente estas palabras sean, en primer lugar, una amenaza para el Gobierno mexicano y una advertencia: “Si me dejas pudrir en la cárcel en los Estados Unidos, me vengaré y revelaré todo lo que sé”.

El juicio de “El Chapo” es una de las estrategias más astutas. El Gobierno de (Donald) Trump está usando para chantajear a México en el tema de la inmigración. Básicamente, el mensaje que Trump está transmitiendo a las autoridades mexicanas es: tenemos la mayor fuente de historias de corrupción sobre su gobierno, u obedece nuestras órdenes o su clase política será demolida por sus revelaciones.

Tener a “El Chapo” en una prisión de los Estados Unidos es como tener un arma apuntada a México por la política estadounidense. Si “El Chapo” confiesa lo que sabe, él podría romper varios niveles en su país (México).

–De acuerdo con sus investigaciones en el tema, ¿cómo habría sido la relación de “El Chapo” con el Estado en los tiempos del ex Presidente Felipe Calderón?

Calderón llevó a cabo su batalla contra el narcotráfico a través de una gran acción militar que trajo una gran desventaja para el Estado porque se militarizó fuertemente causando más violencia. La mayoría de las armas usadas en esta represión se usaron para las peleas entre los cárteles.

Los sobornos mencionados por el abogado de “El Chapo” sobre Calderón son probablemente los flujos económicos continuos hacia las arcas locales que apoyan a los partidos políticos. La gran fortaleza de los jefes políticos mexicanos en comparación con los jefes de alto nivel colombianos es que los primeros no tienen que lidiar con los grandes jefes (del narco), pueden tener a alguien más que lo haga.

En los cárteles colombianos, en cambio, siempre ha existido, tradicionalmente, la necesidad de mirar a los ojos, al igual que la Cosa Nostra (mafia siciliana) y la Camorra (mafia de la región de Campania en Italia) en los años ochenta.

Los cárteles mexicanos de hoy actúan como actúan las organizaciones criminales modernas. La ‘ndrangheta (la Mafia de Calabria) no controla directamente los ministerios, pero siempre ha tenido sus hombres en las secretarías y oficinas locales, por lo que no hay grabaciones telefónicas, cuentas bancarias, ninguna imagen que pueda mostrar una relación entre los principales funcionarios y oficiales con los mafiosos.

Entonces, cuando dejas morir a alcaldes, cuando dejas morir a periodistas, cuando te de das cuenta que no sólo los políticos sino también los empresarios mexicanos tienen relaciones con los cárteles –de lo contrario sus compañías desaparecerían y no por posibles bombas–, los cárteles pueden parar todo: desde la infraestructura hasta la producción de una telenovela; pueden deternar cualquier cosa si quieren, significa que tienen en sus manos el “sistema circulatorio” del país. Tenemos que entender que el sistema financiero mexicano se alimenta del dinero que viene del narcotráfico, sin esto no hay negocio… y no hay política.

“El Chapo” y los presidentes (tal vez me demuestren que estoy equivocado) no necesitan estar cerca uno del otro, pero esto no significa que no hayan sido aliados. La respuesta más probable de los políticos podría ser: “Gracias a mí cientos de afiliados y delincuentes han sido arrestados y sentenciados”. Pero esta respuesta no es suficiente para demostrar la posición de un político contra el crimen organizado.

En Italia, (Silvio) Berlusconi solía declarar que había arrestado a muchos criminales, pero esto no les impedía tener relaciones directas con su partido y sus miembros del parlamento (estoy hablando de Nicola Cosentino, ex Diputada de Forza Italia acusada por los fiscales de tener vínculos con la Camorra –mafia-). Matteo Salvini (Vicepresidente y Ministro del Interior del gobierno de Italia) está haciendo lo mismo ahora: mientras que en Calabria las personas vinculadas a organizaciones criminales van a sus mítines, y mientras los políticos de la Liga del Norte están muy cerca de las personas en negocios con la ‘ndrangheta, él sigue gritando que arrestará a los traficantes de drogas y se apoderará de sus villas.

Hay una gran diferencia entre arrestar a los traficantes de drogas en la calle y detener la economía criminal. Las autoridades mexicanas deben estudiar el comportamiento y los métodos de la mafia italiana, que se encuentra entre las más poderosas y las más antiguas del mundo.

–Tomando en cuenta de que fue en el sexenio de Peña Nieto cuando el capo fue detenido, se fugó, lo recapturaron y lo extraditaron a EU, ¿cuál habría sido el papel del Estado con el cártel de Sinaloa?

–Los jefes (de los cárteles) saben exactamente que terminarán en la cárcel, los afiliados saben que tarde o temprano serán capturados. Es parte de su trabajo. Simplemente pueden confiar en sentencias reducidas y en cárceles cómodas. En el caso de “El Chapo”, también pudo contar con la posibilidad de salir de prisión. No hay necesidad de colaborar directamente con Peña Nieto, o con cualquier otro Presidente: de vez en cuando hay personas en el Ejército, en la fuerza policial, en las instalaciones de la prisión que pueden ser corrompidas.

Si cualquier Presidente de cualquier partido en México decidiera ir realmente contra el narcotráfico, iría en contra de la principal economía mexicana.

No estoy hablando de narcotraficantes y sicarios, sino de los niveles de gestión de la mafia mexicana. Cualquier organización criminal en el mundo actúa manteniendo una separación clara entre los dos niveles: la militar, que puede ser fácilmente atacada y reprimida, y la económica, que es enorme y más difícil de abordar.

Mira la caravana de migrantes de Centroamérica. La marcha desde Honduras es el mayor escape del narcotráfico en la historia humana. Honduras, como El Salvador, es un narcoestado; Guatemala y Nicaragua son devorados por la corrupción. La principal fuente de ingresos en estos países son las drogas, que es el “motor” tanto de la economía como de los seres humanos. Vivir en este mundo puede ser terrible: trae depresión, soledad, desesperación y las drogas representan un intento de sentirse mejor.

Infortunadamente, la mafia mexicana en este momento es la que más se aprovecha de esta ilusión para sentirse mejor.

Para Roberto Saviano, experto en temas de narcotráfico, el juicio que se lleva a cabo en Estados Unidos en contra de “El Chapo” Guzmán ha expuesto la corrupción Estado-narco que se vive en México. Foto: EFE.

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–¿Cuál es la capacidad de infiltración que tiene en México el crimen organizado?

Muy profundo. Desde la construcción hasta la distribución de alimentos y gasolina, hasta el mercado pesquero. Están en todas partes porque sus capitales están en todas partes. Y no se limita a México: el dinero de los cárteles mexicanos se lava a través de los bancos estadounidenses y europeos y se canaliza a los canales financieros mundiales.

–¿Si en México no existiera un grave problema de corrupción se podrían debilitar estos cárteles de la droga?

–En realidad, la legalización de las drogas blandas causaría un gran revés para los cárteles mexicanos en México, América del Sur, Estados Unidos y Europa, porque el comercio de drogas blandas es la base sobre la cual se construye inicialmente su capital, y luego se invierte en el tráfico de otras sustancias.

Los cárteles más importantes, como el de Sinaloa, Los Zetas, Jalisco Nueva Generación… están estrictamente relacionados con la corrupción. La pregunta es: ¿la corrupción genera cárteles o los cárteles generan corrupción? En realidad hay una conexión simbiótica.

México no puede existir sin corrupción. Eso significaría un país con reformas sociales, una mejor distribución de la riqueza, el fin de la impunidad. Hoy en día estos son temas muy poco realistas.

El error fue creer que el problema podría ser desarraigado solo a través de arrestos y represión, mientras que lo primero que se debe saber para combatir a las mafias es que son estructuras económicas, no solo militares. Y el primer paso que deben tomar los políticos y los medios de comunicación contra los cárteles es llamarlos “mafia”, no solo narcos.

Roberto Saviano, los refugiados y una querella del Ministro de Interior de Italia

sábado, agosto 4th, 2018

El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, ha presentado una querella contra el autor de Gomorra después de que este le culpara de las últimas muertes en el Mediterráneo central. “Confiese: ¿Cuánto placer le provoca la muerte infligida por la guardia costera libia, su (no puedo decir ‘nuestra’) aliada estratégica?”, publicó en Twitter Saviano.

Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo/eldiario.es).- El ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, presentó el pasado miércoles una querella contra el escritor Roberto Saviano, después de que este le culpara de las últimas muertes en el Mediterráneo central y le vinculara reiteradamente con la mafia. El líder de la ultraderechista Liga, que integra la coalición de Gobierno con el Movimiento Cinco Estrellas, presentó su denuncia en la sede de la Jefatura de Policía de Roma, según informaron fuentes del Ministerio del Interior.

El escritor napolitano, conocido por sus libros sobre la mafia y que pasa largas temporadas en Nueva York, ha sido uno de los más críticos con Salvini, llamado el “Trump italiano” que inquieta a Europa, por su anunciada “mano dura” contra la inmigración y la negativa a dar un puerto al barco Aquarius con 630 inmigrantes, que finalmente desembarcó en Valencia (España) tras el ofrecimiento del Gobierno español.

Saviano se dirige frecuentemente en sus redes sociales a Salvini como “ministro de la Mala Vita”, término con el que en Italia se alude a la mafia y a la criminalidad organizada. La última vez fue este miércoles, cuando la ONG española Proactiva Open Arms denunció que los guardacostas de Libia habían abandonado a inmigrantes en el mar, entre los que se rescató a una superviviente, pero se encontró el cadáver de una mujer y un niño.

“¡Asesinos! Ministro de la Mala Vida, sobre los muertos en el mar habla de ‘mentiras e insultos’ ¿Cómo se atreve? Confiese: ¿Cuánto placer le provoca la muerte infligida por la guardia costera libia, su (no puedo decir ‘nuestra’) aliada estratégica?”, escribió. “El odio que ha sembrado le alcanzará”, espetó.

Saviano dijo a los italianos que tienen “el deber de recordar los nombres de aquellos quienes han legitimado a estos asesinos” y aludió a ” influencers financiados por Moscú” o periodistas dóciles con el poder de la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas.

Roberto Saviano: La voz de un ángel nacido en el infierno

Tras leer estas palabras, Salvini dijo en sus redes sociales que el escritor “merece como mucho una caricia y una querella”, una frase que Saviano tachó como una expresión “casi mafiosa”. Por lo que replicó: “Puede tranquilizarse, señor ministro de la Mala Vida. Hasta que tenga energía en el cuerpo, aire en la garganta y letras bajo mis dedos, no dejaré de contradecir sus declaraciones viles y falsas, sus políticas criminales que se mantienen en una continua y perenne incitación al odio”.

Los encontronazos entre ambos se han sucedido en los últimos tiempos y Salvini, el pasado 21 de junio, al poco de llegar al Gobierno, dijo que estudiaría retirar la escolta con la que el escritor vive desde que publicara en 2006 el libro Gomorra, en el que desveló los entresijos de la Camorra, la mafia napolitana. Entonces fue amenazado por el clan de los Casaleses y el entonces Ministro de Interios, Giuliano Amato, le sugirió que abandonara Nápoles y se instalara en un lugar oculto.

En una entrevista al diario.es, a propósito de la presentación de su libro La banda de los niños, expresó así cómo había cambiado su vida desde la publicación del polémico título: “Ha cambiado todo. He intentado, muchas veces y sin mucho éxito, retomar las riendas de mi vida, con la sensación de que la parte más difícil de vivir no es convivir con la idea de que te puedan matar, sino con todo el odio que se te echa encima todos los días desde Italia. En Italia no se odia el mal, sino a quién cuenta el mal”.

Ahora el escritor ha afirmado en su cuenta de Facebook que “no tiene miedo”. También ha pedido que, aunque “nunca lo ha hecho”, hoy: “me acompañen en esta batalla: a la vuelta de la esquina está Rusia de Vladimir Putin, modelo del ministro de la mala vida que, como es sabido, ha llevado a menudo a las extremas consecuencias el contraste al Disensión”.

LECTURAS | “La banda de los niños”, de Roberto Saviano

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE eldiario.es. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

ENTREVISTA | En Italia no se odia el mal, sino a quien cuenta el mal: Roberto Saviano

sábado, septiembre 23rd, 2017

Roberto Saviano presenta La banda de los niños, un libro sobre cómo las redes de la Camorra engullen a los más pequeños. “La mayor parte de España ignora la mafia y esa ignorancia se está transformando en connivencia”

Por Vanesa Rodríguez

Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).- “De las ciudades veo las comisarías y los hoteles”. La frase de Roberto Saviano (Nápoles, 1979) resume una vida rota por el éxito. La mafia le condenó a muerte por su libro Gomorra y desde entonces sufre un encarcelamiento, sin muros, pero totalmente privado de libertad.

Para Saviano, el precio de recuperar las riendas de su vida sería “dejar de escribir”. Y de momento no está dispuesto a pagarlo. Se encuentra en España para presentar La banda de los niños (Anagrama), una novela centrada de nuevo en la Camorra napolitana, aunque esta vez los capos son muy distintos.

Roberto Saviano acaba de presentar “La banda de los niños” ALEJANDRO NAVARRO BUSTAMANTE

Chicos con metralletas recorriendo en sus scooters el centro de Nápoles y disparando a todo lo que se mueve: esto no es ficción. Es la realidad que Saviano moldea para construir un relato demoledor sobre la juventud.

Nos recibe en un hotel del centro de Madrid. Cansado, en medio de un maratón de encuentros con los medios. Pese a todo, sonríe a veces y es entonces cuando las sombras se hacen pequeñas, aunque nunca desaparecen.

En su obra ya habíamos visto cómo los menores son utilizados por el entramado de la Camorra. ¿Qué le ha llevado a convertirlos ahora en protagonistas?

La edad de los afiliados y de los jefes ha caído en picado. Esto pasa porque los jefes están en la cárcel o encerrados en sus búnkeres. Los niños han cogido el poder en las calles, no como ‘babygans’, sino como verdaderos jefes mafiosos.

Gestionar una plaza de drogas supone un trabajo organizativo enorme: pagar a la policía, pagar los sueldos, controlar la calidad del producto. Es como si le das la llave de un gran supermercado a un chaval de 15 o 16 años. Y hay otra cosa fundamental, que es la relación con la muerte. Ellos no tienen en cuenta la muerte, ellos quieren morir. Lo dicen continuamente. La muerte no es un riesgo del trabajo, es parte del trabajo.

El capo en el que me he inspirado para escribir el libro en la realidad se llama Sibillo, en el libro es Fiorillo. Él a los 18 años publica un post en Facebook en el que dice “celebrarme mucho porque no voy a llegar a los 21”. Y de hecho le mataron con 19 años. Eso no es solo un problema napolitano, está pasando en todo el mundo: vivir rápido, ganar todo muy rápido y morir. Mira lo cerca que está el yihadismo de esto, tiene mucho menos que ver con el islam y mucho más que ver con esta lógica.

–De hecho en su libro los chicos muestran admiración hacia el yihadismo.

–Son todos católicos y no les importa nada la religión, pero se dejan la barba, se rapan el pelo y gritan ‘Allahu Akbar’ porque cualquier persona que es capaz de matar y aterrorizar para ellos es cojonuda.

–¿Qué es lo que hace tan fácil que la ‘paranza’, como se denomina allí a estos chicos, caiga en las redes de la mafia?

–El dinero, la posibilidad de poder ganar todo rápido y fácil. Gastar tiempo para lograr algo se ve como una tomadura de pelo, ellos quieren todo y rápido. Si esperas, el futuro no llegará nunca. Pero su primer pensamiento constante es el dinero. La primera cosa que hacen con el dinero es comprar decenas de zapatillas Air Jordan o gastar todo en champán. Ahorrar para ellos es tirar el dinero, porque no quieren envejecer. Así fascinan al resto de los chicos, que los quieren imitar.

–La banda de los niños retrata una generación superficial, preocupada por la ropa de marca, que se mueven por la pura ambición de cosas materiales. Es capitalismo puro y duro.

–Totalmente. En este libro, quería mostrar el capitalismo con su rostro más duro, sin ningún tipo de hipocresía.

–Sorprende que no provienen de entornos marginales, sino que forman parte de familias ‘normales’. Sí es así, no vienen de la miseria. Pagan un precio alto por la promesa que les ha hecho la familia cuando nacieron y que no pueden seguir manteniendo. La pequeña burguesía italiana, que cuidaba a los niños con cierto bienestar, llega a un punto en el que colapsa. Ya no pueden seguir dándole el iPhone nuevo, ropa de marca, las vacaciones no son las de antes… Y todo esto te lleva al colapso.

–La banda de los niños tiene claras sus referencias culturales: Scarface, Call of Duty, YouPorn y también Gomorra. ¿Qué siente cuando ve que sus personajes Genny Savastano o Ciro di Marzio se han convertido en referentes para los chicos del mundo real?

–Es normal porque ellos representan la realidad que viven. Tony Montana le puede gustar a un chaval burgués de Madrid, pero nunca se convertirá en él. Pero en estas realidades, lo ven y quieren ser él. La culpa no es de quien lo ha creado, simplemente cuando miran a Tony Montana se ven reflejados en su realidad. Del mismo modo, cuando se ve a niños disparar en Nápoles y dicen que la culpa la tiene Gomorra, yo digo: “No. Siempre ha sido así, lo que pasa es que ahora te estás dando cuenta porque Gomorra te lo ha hecho ver”. Las series o las películas solo te hacen ver lo que siempre has tenido delante de los ojos. Solo que te das cuenta de esa realidad después de haberlo visto, y crees que la realidad ha sido creada por la película. El hecho de que se corten el pelo igual, se vistan igual que mis personajes, es una manera para que los demás les reconozcan. Si tienen que demostrar a los demás que son personas duras, les basta con cortarse el pelo a lo Genny Savastano. Son atajos.

Roberto Saviano y las referencias culturales de su libro ALEJANDRO NAVARRO BUSTAMANTE

–Aunque ahora la situación de la Camorra está más debilitada, no termina de ser erradicada. ¿Por qué?

–Es muy difícil extirparla si las reglas siguen siendo las mismas. Sin la legalización de las drogas blandas, por ejemplo, no se va a ningún lado. Y además ellos siguen siendo la vanguardia de la economía italiana. Distribución alimentaria, distribución de petróleo: tienen el alma del país. Un empresario sano, honesto, siempre tendrá una vida muy dura si quiere mantenerse honesto. En esas realidades no hay ninguna economía capaz de sustituir a la del narcotráfico. Siempre pongo el mismo ejemplo: si inviertes 1.000 dólares en Apple después de un año obtienes 1.200. Si inviertes 1.000 en cocaína, obtienes 182.000. Eso significa que cuando un chaval comete un crimen en su cabeza el objetivo son 5.000 euros. Que después de un año invirtiendo en coca se han convertido en un millón. Por eso se exponen tanto. Es difícil cambiarlo, pero encender la luz ya es un comienzo. Eso es importante también ahora, aquí en España.

Está juntando mucho material sobre España. Foto: Especial

–Usted denuncia que España es un refugio para la Camorra. ¿Cómo está la situación?

–No es solo la Camorra, el problema es que España tiene todos los tipos de mafia, es una plataforma de todos los tipos de mafia. Una cosa que me ha llamado la atención durante todo el debate que se está produciendo sobre la independencia es que ningún catalán ha hecho referencia al hecho de que Cataluña está llena de capital criminal. Ni un solo independentista ha dicho: ‘yo quiero alejarme porque así puedo combatir mejor el problema del capital mafioso’. Ni los unionistas han argumentado que con un Gobierno central esto se pueda combatir mejor.

–En un reciente artículo en L’Expresso denunciaba también el control que las mafias del Este tienen de la Costa Brava. Lanzaba una pregunta: ¿España ignora o lo tolera? ¿Por qué opción se inclina usted?

–La mayor parte de España ignora, pero esa ignorancia se está transformando en connivencia.

–Uno de los tipos de mafia española que denunció en su momento es el de la banda terrorista ETA.

–No sé por qué hubo tanta polémica. Sobre todo porque el Gobierno [a través del ministro Rubalcaba] lo negó. Lo ha negado siempre. Es como si fueran terroristas místicos que no se ensucian con las drogas. Pero yo tengo pruebas diferentes: de arrepentidos de la mafia que han contado que venían a San Sebastián a comprar drogas a personas del entorno de ETA a cambio de armas y que la banda terrorista siempre ha vendido drogas. No en las calles directamente, pero sí que las controlaba.

–¿Tiene idea de por qué lo negaron?

–Tengo una idea muy clara. No puedes negociar con narcotraficantes, puedes negociar con terroristas políticos. Es la misma razón por la que en la negociación con las FARC, que desde siempre llevan la cocaína, no se ha hablado de esto. La mejor protección para un narcotraficante es ser guerrillero, porque es una cuestión política o religiosa, como los talibanes, que gestionan el 90% de la heroína mundial. Pero si tú preguntas quiénes son, te dicen que son soldados del islam, no te contestan que son narcos.

La nueva novela de Roberto Saviano. Foto: Especial

–¿Ha pensado escribir un libro sobre España?

–Sí, llevo recogiendo material desde hace mucho.

–El tema de la corrupción le daría para varios tomos.

–Sí, somos países que nos parecemos cada vez más.

–¿Tiene España un mayor problema que otros países con la evasión fiscal?

–Está en perfecta coherencia con lo que está pasando en resto de Europa. Luego cada Estado tiene su cajita donde guardar su dinero: Francia, Luxemburgo; Alemania, Liechtenstein; España, Andorra; Italia, San Marino; todos, Suiza. Básicamente, Europa ha construido unas islas offshore en su interior.

–¿Cómo ha cambiado Roberto Saviano desde que escribió Gomorra?

–Ha cambiado todo. He intentado, muchas veces y sin mucho éxito, retomar las riendas de mi vida, con la sensación de que la parte más difícil de vivir no es convivir con la idea de que te puedan matar, sino con todo el odio que se te echa encima todos los días desde Italia. En Italia no se odia el mal, sino a quién cuenta el mal. Convivir con esto es terrible. La mafia siempre busca tu muerte física y civil. Italia se ha convertido en un país muy malo, se ha vuelto un país envenenado. A veces pienso en cerrar todo y empezar una vida normal en cualquier en otra parte, pero no puedo hacer esto y seguir siendo escritor. Tengo dos caminos: parar de escribir, dejarlo todo y tomar las riendas de mi vida, o seguir escribiendo y vivir blindado como estoy.

–¿Se divide el mundo entre jodedores y jodidos, como dice Nicolas, el Marajá en el libro?

–[ríe] Absolutamente sí.

–En qué grupo se clasificaría usted.

–Jodido.

–¿Qué haría si pudiera volver a pasear por Nápoles, libre, sin escolta?

Iría al Castel dell’Ovo, tomaría la primera escalera y me pararía a mirar en la primera terraza, a la izquierda. La última vez que estuve allí fue hace 11 años, pero seguro que sigue igual porque lleva igual siglos. [Ríe]

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LECTURAS | “La banda de los niños”, de Roberto Saviano

sábado, septiembre 2nd, 2017

Asesinos que ni siquiera han cumplido la mayoría de edad. Vidas quemadas antes de hora que Saviano retrata en una novela terriblemente veraz, dijo Vanity Fair en Italia. Se trata de un trabajo en la que el periodista y escritor explora a los adolescentes mafiosos. “Una novela –dijo el escritor al presentar el anticipo de su libro, recordando que se trata de una ficción que sale con el sello de la editorial Anagrama– nace siempre entre contracciones, sangre, lágrimas e impulsos de rabia.”

Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo).- Nápoles, hoy, es una ciudad bella y terrible: es el reino de la camorra, y los chicos que crecen allí lo hacen bajo su influjo. Una pandilla formada por diez de ellos se lanza a la conquista de la ciudad: provienen de familias normales, les gusta lucir calzado de marca y tatuarse el símbolo de su banda.

Liderados por Nicolas Fiorillo, alias Marajá, el grupo de adolescentes utiliza las motos como los forajidos de las películas del Oeste usaban los caballos: invaden las aceras, atropellan a peatones, se escabullen por las estrechas calles del centro histórico. Quieren hacerse con una parte del negocio del tráfico de drogas y la extorsión, y aprovechando el vacío que han dejado algunas familias se alían con un viejo jefe de clan para iniciar su ascenso. El poder se afianza ganándose el respeto, sembrando el miedo, aplicando la violencia: un like en el Facebook de la novia de otro puede convertirse en una sentencia de muerte, si hay que probar armas nuevas se utiliza como blanco a un grupo de emigrantes, y en el camino hacia la cima no hay amigos, ni antiguas lealtades…

Con valentía, Roberto Saviano vuelve a un territorio que conoce bien para dejar un nuevo testimonio. La suya es una novela sobre la realidad, una ficción que se convierte en crónica de la podredumbre cotidiana de una ciudad corrompida, corroída, en la que la sangre se paga con sangre y el destino parece trágicamente escrito en forma de reformatorio, cárcel o tumba; una ciudad que son muchas ciudades, muchas periferias: las de Londres y París, Madrid y Buenos Aires, Nueva York y Ciudad de México, convirtiendo esta novela salvaje y honesta en una rotunda llamada de atención colectiva.

La nueva novela de Roberto Saviano. Foto: Especial

Fragmento del libro La banda de los niños, de Roberto Saviano, publicado con autorización de Anagrama

El término napolitano paranza viene del mar.

Quien nace en el mar no conoce un mar sólo. Está ocupado por el mar, mojado, inundado, dominado por el mar. Puede estar lejos de él durante el resto de la existencia, pero siempre estará empapado. Quien nace en el mar sabe que existe el mar del curro, el mar de las llegadas y las partidas, el mar de la descarga de las alcantarillas, el mar que te aísla. Está la cloaca, la vía de escape, el mar barrera infranqueable. Está el mar de noche.

De noche se sale de pesca. Oscuro como boca de lobo. Blasfemias y ninguna plegaria. Silencio. Sólo ruido de motor.

Dos barcas se alejan, pequeñas y mustias, coronadas casi hasta hundirse por las lámparas del mar. Van una a la izquierda, una a la derecha, con las lámparas delante para atraer a los peces. Lámparas. Luces cegadoras, electricidad salina. La luz violenta que atraviesa el agua sin gracia alguna y llega al fondo. Da miedo ver el fondo del mar, es como ver dónde acaba todo. ¿Y es esto? ¿Es este montón de piedras y arena que cubre toda esta inmensidad? ¿Sólo esto?

“De noche se sale de pesca. Oscuro como boca de lobo. Blasfemias y ninguna plegaria. Silencio. Sólo ruido de motor.

Dos barcas se alejan, pequeñas y mustias, coronadas casi hasta hundirse por las lámparas del mar. Van una a la izquierda, una a la derecha, con las lámparas delante para atraer a los peces. Lámparas. Luces cegadoras, electricidad salina. La luz violenta que atraviesa el agua sin gracia alguna y llega al fondo. Da miedo ver el fondo del mar, es como ver dónde acaba todo. ¿Y es esto? ¿Es este montón de piedras y arena que cubre toda esta inmensidad? ¿Sólo esto?

Paranza es el nombre de las barcas que van a la caza de peces a los que engañar con la luz. El nuevo sol es eléctrico, la luz invade el agua, toma posesión de ella, y los peces la buscan, le tienen confianza. Tienen confianza en la vida, se lanzan boquiabiertos guiados por el instinto. Y, mientras, se abre la red que los rodea, veloz; las mallas aprisionan el perímetro del banco, lo envuelven.

“Luego la luz se detiene, parece finalmente al alcance de las bocas abiertas. Hasta que los peces empiezan a recibir empujones el uno contra el otro, todos moviendo la aleta, en busca de espacio. Y es como si el agua se convirtiera en un charco. Rebotan, cuando se alejan casi todos chocan, chocan contra algo que no es blando como la arena, pero no es tampoco roca, no es duro. Parece violable, pero no hay manera de superarlo. Se agitan arriba abajo arriba abajo derecha izquierda y de nuevo derecha izquierda, pero cada vez menos, cada vez menos.

Y la luz se apaga. Los peces son izados, el mar para ellos sube repentinamente, como si el fondo se estuviera alzando hacia el cielo. Son sólo las redes, que tiran hacia arriba. Ahogados por el aire, las bocas se entreabren en pequeños círculos desesperados y las branquias, colapsadas, parecen vejigas abiertas. La carrera hacia la luz ha terminado.”

EL ENMIERDAMIENTO

–¿Me estás mirando?

–No, para nada.

–¿Y qué miras?

–Oye, hermano, ¡te confundes! Yo no tengo nada que ver contigo.

Renatino estaba entre los otros chicos, hacía rato que lo habían visto en medio de la selva de cuerpos, pero cuando se dio cuenta ya lo habían rodeado entre cuatro. La mirada es territorio, es patria, mirar a alguien es entrar en su casa sin permiso. Observar a alguien es invadirlo. No desviar la mirada es manifestación de poder.

Ocupaban el centro de la plaza. Una plazoleta cerrada entre un círculo de edificios, con una única calle de acceso, un único bar en la esquina y una palmera que, por sí sola, tenía el poder de imprimirle un aire exótico. Aquella planta clavada en pocos metros cuadrados de tierra transformaba la percepción de las fachadas, de las ventanas y de los portales, como si hubiera llegado desde la plaza Bellini con un golpe de viento.

Ninguno pasaba de los dieciséis años. Se acercaron respirándose los alientos. Ya era un desafío. Nariz contra nariz, listo el cabezazo sobre el tabique nasal si no hubiera intervenido Briato’. Había interpuesto su cuerpo, un muro que delimitaba una frontera.

–¡Y aún contesta “¡Sigues hablando! Joder, y tampoco bajas los ojos.

Renatino no bajaba los ojos por vergüenza, pero si hubiera podido salir de aquella situación con un gesto de sumisión lo habría hecho con gusto. Bajar la cabeza, incluso arrodillarse. Eran muchos contra uno: las reglas de honor cuando se debe pegar a alguien no cuentan. Pegar, vattere en napolitano, no es simplemente traducible por «golpear». Como ocurre en las lenguas de la carne, pegar es un verbo que desborda su significado. Te pega tu madre, te golpea la policía, te pega tu padre o tu abuelo, te golpea el maestro de escuela, te pega tu chica si has posado durante demasiado tiempo tu mirada en otra.

Se pega con toda la fuerza que se tiene, con verdadero resentimiento y sin reglas. Y sobre todo se pega con una cierta cercanía ambigua. Se pega a quien se conoce, se golpea a un extraño. Se pega a quien está cerca de ti por territorio, cultura, conocimiento, a quien es parte de tu vida; se golpea a quien no tiene nada que ver contigo.

–Vas poniendo «me gusta» a todas las fotos de Letizia. Vas poniendo comentarios por todas partes, ¿y cuando vengo “aquí a la plazoleta también me miras? –lo acusó Nicolas. Y mientras hablaba, con los alfileres negros que tenía en lugar de ojos clavó a Renatino como a un insecto.

–Yo no te estoy mirando, de verdad. Y, de todos modos, si Letizia pone las fotos, significa que puedo poner los comentarios y los «me gusta».

–¿Y en tu opinión, por tanto, no debería pegarte?”

“–Eh, me estás rompiendo las pelotas, Nicolas.

Nicolas empezó a empujarlo y a zarandearlo: el cuerpo de Renatino tropezaba con los pies que tenía al costado y rebotaba contra los cuerpos delante de Nicolas como sobre los bordes de un billar. Briato’ lo lanzó a Dragón, que lo agarró con un solo brazo y lo lanzó contra Tucán. Éste fingió darle en la cabeza, pero luego lo devolvió a Nicolas. El plan era otro.

–¡Eh, pero qué coño estáis haciendo! ¡¡¡Eh!!!

Era la voz de una bestia, es más, de un cachorro asustado. Repetía un solo sonido que le salía como una plegaria implorando salvación:

–¡¡¡Eh!!!

Un sonido seco. Una «e» gutural, simiesca, desesperada. Pedir ayuda es la firma de la propia cobardía, pero esa única letra, que era además la letra final de «ya vale», esperaba que pudiera ser entendida como una súplica, sin la humillación máxima de tener que explicitarla.

“A su alrededor, nadie hacía nada, las chicas se marcharon como si estuviera a punto de comenzar un espectáculo al que ellas no querían ni podían asistir. Los demás se quedaron casi fingiendo que no estaban allí, un público que en realidad estaba atentísimo pero dispuesto a jurar, si era interrogado, que había tenido durante todo el tiempo la cara en el iPhone y no se había dado cuenta de nada.

Nicolas echó un vistazo veloz a la plazoleta, luego con un fuerte empujón tiró a Renatino. Él intentó levantarse, pero una patada de Nicolas en pleno pecho lo aplastó de nuevo contra el suelo. Lo rodearon los cuatro enseguida.

Empezó Briato’ cogiéndole las piernas por los tobillos. Cada tanto se le escapaba uno, como una anguila que trata de volar a media altura, pero siempre lograba evitar la patada en la cara que Renatino trataba de asestarle desesperadamente. Luego le ciñó las piernas con una cadena, de esas delgadas que se usan para atar las bicicletas al poste.

–¡Está apretada! –dijo después de haber cerrado el candado.

Tucán le aseguró las manos con un par de esposas de metal revestidas de pelo rojo, debía de haberlas encontrado en algún sex shop, y le daba puntapiés en los riñones para aplacarlo. Dragón le sujetaba la cabeza con aparente delicadeza, como hacen los enfermeros después de los accidentes cuando ponen un collarín.

Nicolas se bajó los pantalones, le dio la espalda y se agachó sobre el rostro de Renatino. Con un gesto rápido cogió las manos atadas para mantenerlas quietas y empezó a cagarle en la cara.

–¿Qué dices, Dragón?, en tu opinión, ¿un mierda se come la mierda?

–Yo creo que sí.

–Venga, que está saliendo…, buen provecho.

“Renatino se debatía y gritaba, pero cuando vio salir la masa marrón se detuvo de repente y lo cerró todo. Cerró los labios, frunció la nariz, contrajo el rostro, lo endureció “esperando que se convirtiera en una máscara. Dragón mantuvo la cabeza quieta y sólo la soltó cuando el primer trozo cayó sobre el rostro. Y sólo lo hizo para no correr el riesgo de ensuciarse. La cabeza volvió a moverse, parecía enloquecida, a derecha y a izquierda tratando de remover el trozo de mierda que se le había encaramado entre la nariz y el labio superior. Renatino consiguió hacerlo caer y volvió a gritar su desesperado:

–¡Eh!

–Chavales, llega el segundo trozo…, mantenedlo quieto.

–Joder, Nicolas, has comido mucho…

Dragón volvió a sujetar la cabeza, siempre con ademán de enfermero.

–¡Cabrones! ¡¡¡Eh!!! ¡¡¡Eh!!! ¡¡¡Cabrones!!!

Gritaba, impotente, para luego callarse en cuanto vio salir el segundo trozo del ano de Nicolas. Un piloso ojo oscuro que con dos espasmos partió la serpiente de excremento en dos trozos redondeados.

–Ah, por poco me das, Nico’.

–Dragón, ¿quieres también tú un poco de tiramisú de mierda?

El segundo trozo le cayó sobre los ojos. Renatino sintió que las manos de Dragón lo liberaban y, por tanto, volvió a mover la cabeza histéricamente hasta que le vinieron unos conatos de vómito. “Luego Nicolas cogió un borde de la camiseta de Renatino y se limpió el ano, pero con esmero, sin prisa.

Lo dejaron allí.

–Renati’, tienes que darle las gracias a mi madre, ¿sabes “por qué? Porque me da bien de comer, si comiera las porquerías que cocina esa zorra de tu madre ahora te cagaba diarrea y te dabas una ducha de mierda.

Carcajadas. Carcajadas que quemaban todo el oxígeno en la boca y los ahogaban. Parecidas al rebuzno de Lucignolo. La más banal de las carcajadas ostentadas. Carcajadas de chicos, gamberras, arrogantes, un poco sobreactuadas, para complacer. Quitaron la cadena de los tobillos de Renatino, lo liberaron de las esposas:

–Quédatelas, te las regalo.

Renatino se sentó, apretando aquellas esposas revestidas de peluche. Los otros se alejaron, salieron de la plazoleta vociferando y lanzándose sobre los ciclomotores. Coleópteros móviles, aceleraron sin motivo, frenaron para no chocar el uno contra el otro. Desaparecieron en un instante. Sólo Nicolas mantuvo sus alfileres negros apuntados hasta el final sobre Renatino. El movimiento de aire le desordenaba el pelo rubio que un día u otro, había decidido, se raparía al cero. Luego el ciclomotor sobre el que montaba como pasajero lo llevó lejos de la plazoleta, y fueron sólo siluetas negras.

El periodista más lúcido de Italia. Foto: efe

Roberto Saviano (Nápoles, 1979) es el autor, entre otros, de Gomorra (2006), que ha sido traducido en más de cincuenta países y ha vendido diez millones de ejemplares en Italia y en el mundo. En Italia colabora con La Repubblica y L’Espresso; en Estados Unidos, con el Washington Post y el New York Times; en España, con El País; en Alemania, con Die Zeit; en Suecia, con el Expressen y el Dagens Nyheter; en Inglaterra, con The Times. Por su actividad como escritor y por su compromiso cívico, le han sido concedidos el Premio Viareggio Opera Prima, el Premio Nazionale Enzo Biagi, el Geschwister-Scholl-Preis, el Premio Periodístico de Leipzig, el Premio Manuel Vázquez Montalbán y el European Book Prize. Desde 2006 vive con escolta, debido a las amenazas de los clanes a los que denunció.

Capos como “El Chapo” son parte del sistema y usan sus reglas para dominar: Saviano

domingo, diciembre 27th, 2015

Bajo la teoría del escritor Roberto Saviano, los narcotraficantes como Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera no son adversarios del capitalismo global, ni siquiera una mezcla de la misma, “son parte integral del capitalismo y pioneros del mercado libre. Ellos son su modelo a seguir”.

PROMO-SAVIANO

Ciudad de México, 27 de diciembre (SinEmbargo).– Los narcotraficantes en América Latina han utilizado las reglas del capitalismo para dominar el mercado de la cocaína hasta convertirla en el negocio más grande del mundo, capos como el mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera no son adversarios del capitalismo global, son parte integral de ese sistema económico, son hombres de negocios, afirma el periodista y escritor italiano Roberto Saviano en entrevista para el diario inglés The Guardian.

“No hay negocio en el mundo tan dinámico, tan inquieto, innovador, tan leal al espíritu del libre mercado como la cocaína”, explica Saviano al periodista Ed Vulliamy.

Saviano –que vive en la clandestinidad custodiado por guardias las 24 horas del día después de las amenazas de muerte por su libro Gomorra, que narra la volencia en una zona de Italia derivada del dominio de la Camorra, una organización criminal mafiosa de la región de Campania– habla en entrevista para The Guardian de su más reciente novela Zero, Zero, Zero.

“El capitalismo”, dice Saviano, “necesita los sindicatos criminales y mercados criminales (…) La gente – incluso la que observa el crimen organizado- pasa por alto esto, hay que insistir en una separación entre el mercado negro y el mercado legal. Es la mentalidad que lleva a la gente en Europa y los Estados Unidos a pensar que un mafioso que va a la cárcel como un mafioso, pero en realidad no lo es, él es un hombre de negocios, y su negocio es el mercado negro, el más grande del mundo”, refiere Saviano al medio.

Bajo la teoría de Saviano, dice el diario, los narcotraficantes como Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera no son adversarios del capitalismo global, ni siquiera una mezcla de la misma, “son parte integral del capitalismo y pioneros del mercado libre. Ellos son su modelo a seguir”.

Saviano, dice el medio inglés, escribe en su propio estilo distintivo el reportaje literario narrativo, abre Zero Zero Zero con una reflexión tragicómica mordaz sobre quién en su vida utiliza la cocaína.

“La cocaína se convierte en un producto como el oro o el petróleo”, explica Saviano en la entrevista y añade que “es más económicamente potente que el oro o el petróleo. Con estos otros productos si usted no tiene acceso a las minas o pozos, es difícil entrar en el mercado. Con la cocaína, no. El territorio está cultivado por campesinos desesperados, de cuyo producto puede acumular enormes cantidades de capital y dinero en muy poco tiempo”, detalla el escritor italiano.

“Los políticos en el mundo europeo y en el mundo americano, no tienen la voluntad para entender el narcotráfico”, abundó Saviano.

En Zero Zero Zero, dice The Guardian, Saviano escribe acerca de lo que podría llamarse la genealogía de narco-sindicatos, de su periodo paternalista del ”capitalismo conservador”, corporaciones multinacionales que han comprado bancos en quiebra, trabajan la economía a crédito, tomando el relevo de préstamos interbancarios”.

La mafia, cuenta Saviano en la entrevista, tiene una manera particular de afianzar su presencia y aumentar su fuerza, de una manera casi darwiniana, es decir, evolutiva, “la fuerza de la mafia es esto. Si un mafioso mete la pata, muere. Cuando se comete un error, los narcos son asesinados y reemplazados por alguien aún más despiadado, por lo que la organización se hace aún más fuerte”.

“No se puede entender cómo funciona la economía mundial si no entiendes narcotráfico”, dice Saviano a The Guardian.

Saviano explica que el narcotráfico adopta todas las contradicciones del mundo. “Para tener éxito en el narcotráfico se aplican las reglas de romper la ley. Y hoy en día, cualquier gran empresa sólo puede tener éxito si adopta el mismo principio, si sus reglas violan la ley”, menciona Saviano.

Foto: Cortesía

La mafia mexicana ya entró a la era del “narcotráfico 2.0”, donde la regla es que no hay reglas, dijo el autor. Foto: Cortesía

En agosto pasado, Roberto Saviano señaló a SinEmbargo que México atraviesa por una situación “catastrófica” en la que el menor de los problemas del gobierno es la segunda fuga de un penal de máxima seguridad, de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Desde la óptica del periodista y escritor, el país está en un momento en el que los cárteles de la droga actúan como una “metralla sin control”, y en el que la violencia contra periodistas y activistas alcanzó niveles “gigantescos”.

El escritor afirmó que parte de la persecución que viven la prensa y los activistas mexicanos está ligada a los intereses en común que tienen el gobierno y los cárteles del narco.

El experto en el tema de las dogas, consideró que el poder de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera es más grande que el que en su momento tuvo el narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, líder del Cártel de Medellín, abatido el 2 de diciembre de 1993.

El líder del Cártel de Sinaloa “transformó a los cárteles en organizaciones mafiosas; su fuga demuestra cómo el sistema mexicano puede llegar a ser culpablemente falaz”, opinó el escritor a través de un cuestionario que le fue enviado por este diario digital.

Saviano indicó que en este momento México es el corazón de los cárteles de la droga a nivel mundial, pero el cerebro está dividido en dos grandes ciudades: Londres y Nueva York, cuyos grandes bancos, a su juicio, no tienen reparo en lavar los grandes capitales que genera la economía criminal.