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Maximiliano no se volvió asesino en un tris: creció en un Morelos ahogado en pobreza y violencia

domingo, mayo 12th, 2019

El miércoles pasado dos personas fueron asesinadas y otras dos heridas por un joven de 22 años en pleno zócalo de Cuernavaca, en Morelos. No fue un hecho aislado en el contexto que se vive en esa entidad y en la periferia de la “ciudad de la eterna primavera”. Morelos es un estado asediado por las crecientes desigualdades y la violencia que, además de robar vidas, extingue oportunidades para el desarrollo, particularmente para los más jóvenes, como es el caso de Maximiliano “N”, el presunto asesino.

Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo).– Maximiliano “N” apretó el gatillo porque alguien le pagó por ello. Porque hubo condiciones para que lo hiciera. Un hecho “lamentable” al que “llegamos por abandonar a los jóvenes”, de acuerdo con Andrés Manuel López Obrador, en un estado cada vez más violento y pobre, en el que vale más un “perro vivo que [un] león muerto”, como cita el propio Maximiliano en su página de Facebook.

Hace unos días, el pasado 8 de mayo, Maximiliano mató a dos personas e hirió a dos más por 5 mil pesos, de acuerdo con la información disponible. Ese día, el joven de 22 años utilizó un arma que en 2017 pasó por las manos de la policía local; y en dos ocasiones, previo a la balacera en Cuernavaca en Morelos, Maximiliano ya había sido detenido por robo (2015) y posesión de marihuana (2016).

La versión pública no confirmada de los hechos refiere que Maximiliano residía en una quinta en la colonia Plan de Ayala del municipio de Cuernavaca. Un lugar ubicado en la misma zona de barrancas que la colonia Altavista, misma que es catalogada como una de las cuatro colonias más peligrosas de la región, de acuerdo con las declaraciones (2018) del Secretario Municipal de Seguridad Ciudadana, Trinidad González Flores.

Dos personas murieron y dos más resultaron heridas este miércoles cuando Maximiliano “N” disparó contra los asistentes a una manifestación de comerciantes ambulantes en Cuernavaca, Morelos. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro

Incluso el año pasado, Cuernavaca figuró como uno de los 50 municipios más violentos del país.

En el índice de violencia municipal (2018) del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, la tasa general de violencia (38 puntos) en Cuernavaca fue superior a la media nacional (26 puntos). Dicha tendencia, empero, es extensible al 80 por ciento de los municipios de Morelos que fueron incluidos en el estudio, y que “a su vez forman parte de los 104 [municipios] con un índice de violencia superior al nacional”.

Sin embargo, la violencia no se detiene allí. Hoy, Morelos vive su peor crisis de los últimos 19 años en materia de homicidios dolosos y secuestros, refieren cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Entre 2018 y 2019, estos delitos aumentaron en 33.3 y 85.7 por ciento, respectivamente.

El nivel de incidencia de asesinatos intencionales de los primeros tres meses de 2019 fue, asimismo, 1.5 veces mayor al reportado en el mismo periodo del año 2000. En el caso de los secuestros, la incidencia fue 12 veces mayor que a inicios del sexenio de Vicente Fox Quesada.

Pese a que la cantidad de delitos del fuero común en Morelos durante los primeros tres meses de 2019 fue 1.2 por ciento inferior al mismo periodo de 2018, no obstante, la incidencia delictiva en la entidad fue en aumento (+67.4 por ciento) en los últimos 19 años. Esta tendencia coincide con un aumento paulatino y paralelo de la pobreza en la entidad.

PÓLVORA Y POBREZA

“Aunque todas las clases sociales padecen la violencia, las investigaciones demuestran que las personas de nivel socioeconómico más bajo son las que corren mayor riesgo. Si se desea prevenir la violencia, se ha de poner fin al abandono que sufren las necesidades de los pobres, que en la mayoría de las sociedades son quienes suelen recibir menos atención de los diversos servicios estatales de protección y asistencia”, se lee en el “Informe mundial sobre la violencia y la salud” (2002) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el caso de Morelos, como ya fue dicho, la pobreza recrudeció.

En 2010, cuatro de cada 10 morelenses vivían en situaciones de pobreza y para 2016 esa proporción aumentó a cinco de cada 10, de acuerdo con las cifras más actuales del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Esto es que, en seis años, hubo 183.7 mil personas más en situación de pobreza en Morelos, pese a que hubo una reducción en las carencias promedio, que pasaron de 2.4 a dos en 2010-2016.

Para la OMS, “gran parte de la violencia guarda relación con las desigualdades sociales” por lo que, para luchar contra la violencia, “los gobiernos deberían esforzarse al máximo por mantener los servicios de protección social”. El problema con Morelos, en ese sentido, es que sus municipios “tienen capacidades técnicas y financieras limitadas”, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) citados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La captura de Emiliano “N”, el pasado 8 de mayo, luego de disparar y matar al líder de comerciantes Jesús García Rodríguez. También disparó contra Roberto Castrejón, mientras que su hermano Jaciel resultó herido al tratar de defenderlo. Roberto falleció más tarde en un hospital. Foto: Margarito Retana, Cuartoscuro.

Sólo el 6 por ciento de los ingresos de los municipios morelenses provienen de fuentes propias, de acuerdo con el PNUD. De esa forma, la entidad federativa “ocupa el sexto lugar en el ranking de los estados con el nivel más bajo de recursos propios per cápita”, además que “la coordinación entre municipios y estado y la cooperación interregional es escasa”.

Las cifras de la OCDE indican, asimismo, que Morelos tiene (2017) cuatro principales cuellos de botella para su desarrollo.

Uno es que el 60 por ciento de su fuerza laboral tiene un nivel educativo inferior a la educación media superior. Otro es que tiene altos niveles de informalidad (equiparable al 66.5 por ciento de su población económicamente activa); y otro más son las “deficiencias en materia de seguridad”, así como un grado de infraestructura vial y conectividad interna insuficientes.

REINCIDENCIA E IMPUNIDAD

Hay dos factores que causan revuelo en el caso de Maximiliano “N”. El primero es que utilizó un arma que en 2017 pasó por las manos de la policía local. El segundo es que el joven de 22 años ya había sido detenido por robo (2015) y posesión de marihuana (2016).

Por un lado, la producción y comercio de armas “siempre corre en vías paralelas con los hechos ilícitos que se derivan de tales actividades y que dan lugar a la compraventa y al trasiego subrepticio de armamento y sus accesorios”, se lee en un informe (2014) del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.

La información más reciente del CESOP indica que hasta 2016 circulaban en nuestro país alrededor de 20 millones de armas de fuego, de las cuales, el 15 por ciento eran legales. Sólo en el estado de Morelos, según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), entre 2006 y 2018 fueron comercializadas 5 mil 074 armas legales; y entre 2000 y 2018, hubo al menos 265 armas cortas (207) y largas (58) “extraviadas o robadas” por las corporaciones de seguridad pública y de procuración de justicia.

“Dos estudios de México Evalúa, publicados en junio 2016 y septiembre 2017, indicaban que el número de hogares [a nivel nacional] que adquirieron un arma de fuego aumentó un 60 por ciento en los últimos cinco años”, refiere la auto-citada organización de la sociedad civil que advierte que, con la proliferación de armamento, hay proliferación de violencia.

Sólo en Morelos entre enero y marzo de 2019, el SESNSP reportó 176 casos de homicidios dolosos con armas de fuego. Esto es 43 por ciento más que en el mismo periodo de 2018, cuando hubo 123 reportes. En total en Morelos, el año pasado hubo 495 asesinatos que involucraron un arma de fuego (un aumento de 46 puntos porcentuales en comparación con los 339 casos de 2017).

Usuarios de las redes sociales identificaron el perfil de Facebook del presunto asesino de Cuernavaca, Morelos, ahora bajo custodia de las autoridades y quien enfrentará cargos por asesinar a dos personas y causarle heridas a otras dos. Foto: Facebook

El otro elemento que causa revuelo en el caso de Maximiliano “N” es su antecedente delictivo.

Las cifras del Inegi (2016-2017) refieren en ese sentido que, en México, casi dos de cada 10 delincuentes reinciden en la comisión de delitos. Y entre los crímenes más comunes asociados a la reincidencia están aquellos que afectan el patrimonio (52 por ciento), así como los que atentan en contra de la vida (15 por ciento) y la seguridad pública (14 por ciento).

En el caso de Morelos, los datos oficiales indican que una de cada 25 personas que fueron privadas de su libertad consideró que podría volver a cometer alguna conducta delictiva después de cumplir su condena. Asimismo señalan que el 31 por ciento de los robos en la entidad, por ejemplo, son perpetrados por ex convictos.

A la carga de violencia, desigualdad, falta de oportunidades, reincidencia y acceso a armamento ilegal, se suma el grado de impunidad en Morelos, catalogada como la sexta entidad federativa con el más alto grado de impunidad a nivel nacional, según el índice Global de Impunidad México (IGIM) 2018. Inclusive, el estado gobernado por Cuauhtémoc Blanco tiene más impunidad que antes, siendo que en 2016 ocupaba la décimo quinta posición del IGIM.

Si Maximiliano “N” apretó el gatillo, no sólo fue porque alguien le pagó por ello, sino también porque hubo condiciones para que lo hiciera. Un hecho “lamentable” al que “llegamos por abandonar a los jóvenes” (AMLO) en un estado cada vez más violento y pobre, en que vale más un “perro vivo que [un] león muerto” (Maximiliano).

En Morelos no hay Gobierno y la sociedad duerme: así se perderán nuestros muchachos, dice Sicilia

sábado, mayo 11th, 2019

“No están atacando el problema. Sicarios muchachos como Maximiliano los vamos a encontrar en cualquier lado porque el tejido social está desgarrado, porque no hay trabajo para la gente, porque ya destruyeron las vidas pueblerinas o están en proceso de destrucción. ¿Dónde están las gentes que hacen posible que esas gentes asesinen? Pues están enquistadas en el Gobierno; están enquistadas en los aparatos de poder y en ciertas empresas. Allí están y no están atacando el problema”, dice el activista Javier Sicilia Zardain, quien analiza la situación del estado de Morelos, de cara al reciente asesinato de dos personas en el Zócalo de Cuernavaca, en las narices de las autoridades y en manos de un joven de apenas 22 años, quien se convirtió en asesino por 5 mil pesos.

Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo).- Morelos vive en carne propia la situación de violencia que se ha generalizado en todo México. Culpa de ello tienen la clase política con su “ignorancia” y “negligencia”, pero también la sociedad en estado de ataraxia [o serenidad] frente a la violencia, dijo el poeta y activista Javier Sicilia Zardain entrevista con SinEmbargo.

El miércoles de la semana que está por concluir, Maximiliano “N”, de 22 años de edad, asesinó a dos personas que iban saliendo de una reunión en el Palacio de Gobierno estatal. Para Sicilia, el hecho de que alguien haya dado muerte a dos líderes sociales “en las narices” del Gobierno en turno es “simplemente aterrador”, no sólo por el hecho en sí mismo, sino también porque la situación devela que hay “gentes” en el estado “que dicen gobernar”, donde no hay un “verdadero aparato de gobierno” que construya soluciones.

“En un país donde nuestros muchachos son como Maximiliano o son víctimas, […] la población de relevo, lo que sostiene a este país que son su juventud, va a desaparecer junto con el país”, lamentó Sicilia. Y dado que la sociedad civil puede y está dispuesta a hacer poco, ya que existe una “normalización” de la violencia y un “apagamiento social”, el país y el estado de Morelos se dirigen “a una descomposición” mientras el crimenronda por donde sea”.

Sin embargo, Javier Sicilia recordó que la situación que ahora se está agravando, no es novedad.

“Morelos es un estado zapatista; un estado de pueblos al que [los gobiernos] han tratado de meter en la modernidad a como de lugar, desde la época del Gobernador [Jorge] Carrillo Olea [1994-1998]. Eso ha desgarrado el tejido social [porque las políticas] destruyeron las vidas pueblerinas y las vidas culturales en nombre de la economía, con unos salarios infectos”, explicó el activista.

Los malos gobiernos y un estado rodeado por “el corredor más grueso de violencia” (Ciudad de México, Estado de México, Guerrero y Puebla) han cocinado a fuego lento la “desgarradura social” que hoy, en casos como el de Maximiliano, denotan “la falta de apoyo de oportunidades para los chavos –pues el crimen organizado entra y encuentra allí una materia prima, un ejército de reserva– […], además de gobiernos que no están atacando directamente las redes criminales que están enquistadas” en Morelos.

La crisis que comenzó en los noventas con el ex Gobernador Carrillo se fue agudizando al punto que en 2011 la entidad vivió “uno de los años más terribles” de los últimos tiempos. “Asesinan a mi hijo y a seis compañeros y a muchos más”, comentó Sicilia. Lugo llegó Graco Ramírez Abreu (2012-2018) y repitió los errores, como ahora los repite Cuauhtémoc Blanco.

El 8 de mayo pasado, Maximiliano “N” asesinó a dos personas e hirió a otras dos en el Zócalo de Cuernavaca, Morelos, a plena luz del día y frente al Palacio de Gobierno. Para Javier Sicilia casos como este denotan “la falta de apoyo de oportunidades para los mexicanos más jóvenes. Foto: Margarito Pérez Retana, Cuartoscuro

“La reacción de Blanco es de una ineptitud impresionante. Alguien que le echa la culpa de la descomposición al Gobierno anterior […] y a la disputa de los cárteles [demuestra] una impotencia que se declara con un mensaje para que venga la Federación [y apoye con Guardia Nacional]. Yo no sé cuál es su plan de Gobierno; no sabemos cuál es su estrategia realmente porque no la tiene. [Cuauhtémoc Blanco] un hombre improvisado con un equipo improvisado sin ningún sentido de lo político y mucho menos de la seguridad y de la paz y de cómo rehacer el tejido social. No tiene la menor idea y no se ha rodeado de la gente adecuada para trabajar estas líneas”, acusó el también poeta.

Para Javier Sicilia, el nuevo Gobierno estatal tiene que sentarse a diseñar una estrategia integral junto con las instancias federal y municipales, así como con la sociedad civil y con especialistas en la materia.

“Tenemos que sentarnos a diseñar, no a dar palos de ciego como se están dando. Y debe de ser una estrategia integral, no sólo a nivel local sino a nivel federal. Tiene que venir la justicia y la verdad”, acompañadas con “proyectos no de desarrollo, sino de fortalecimiento de los pueblos; no en una lógica del desarrollo, sino en una lógica del bienestar con el potencial de la tradición de los pueblos […] junto con las víctimas, las policías y el Ejército”.

NO HAY ESPERANZA

Javier Sicilia dijo que en lo que va de la administración de Cuauhtémoc Blanco hay registro de al menos 580 defunciones en hechos violentos, además de la crisis de desapariciones que asedia al estado de Morelos. Para Sicilia, no hay esperanza a corto plazo. En el umbral de la cuarta transformación tampoco ve los cambios que los políticos prometen, y en cambio ve la posibilidad de que “sigamos en el infierno”.

“No están atacando el problema. Sicarios muchachos como Maximiliano los vamos a encontrar en cualquier lado porque el tejido social está desgarrado, porque no hay trabajo para la gente, porque ya destruyeron las vidas pueblerinas o están en proceso de destrucción. ¿Dónde están las gentes que hacen posible que esas gentes asesinen? Pues están enquistadas en el Gobierno; están enquistadas en los aparatos de poder y en ciertas empresas. Allí están y no están atacando el problema. Hay una serie de redes de complicidad. Graco lo tenía muy claro cuando llegó al Gobierno y no hizo nada. […] Simplemente consintió y negoció donde pudo negociar y el pudrimiento del estado siguió y la consecuencia la tenemos ahorita: La acumulación de los muertos, las fosas que hizo [Graco Ramírez] y la negligencia y estupidez de este nuevo Gobierno”.

Con la forma en que AMLO está trabajando este asunto de la justicia y de la paz, “yo creo que lo único que va a hacer es seguir acumulando más horror y más muerte”, dice Javier Sicilia. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

SinEmbargo le preguntó a Sicilia sobre la posibilidad de que la Guardia Nacional mejore la situación en la entidad y si ve con buenos ojos la estrategia de seguridad pública del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El poeta y activista refirió que “la Guardia Nacional no resolverá los problemas sin antes fortalecer a las policías y al tejido social. Ya han traído al Ejército 20 veces y no han bajado los índices [de violencia] porque no hay una estrategia. Además, la violencia con más violencia, el Ejército que es un aparato de guerra frente a grupos que [son] como avisperos… Necesitamos también una estrategia de inteligencia política y militar, tejida precisamente con proyectos de reconstrucción social, fortalecimiento de las culturas pueblerinas […] además de la construcción de relaciones de defensa de la propia población, apoyadas por el propio Gobierno”.

La cuestión, según Sicilia, es la unión de esfuerzos entre instancias de Gobierno con el acompañamiento de la sociedad civil. Pero “con la forma en que [AMLO] está trabajando este asunto de la justicia y de la paz –refirió– yo creo que lo único que va a hacer es seguir acumulando más horror y más muerte. No se diga en los otros estados. Aquí simplemente hay una indolencia y una inconsciencia. [Y aunque] Andrés Manuel es un estadista frente a un hombre como Cuauhtémoc […] la situación yo no la veo promisoria; yo no la veo con esperanzas. Y por eso uno sale a la calle y uno escribe, porque es lo único que uno tiene a la mano”.

El problema, recalcó, es que a los políticos “se les olvida que cada Gobierno que llega tiene deudas con las víctimas que dejaron los otros gobiernos. Y con la situación de deterioro social y de muertes que está viviendo el estado, el tema no es un tema de Gobierno, sino un tema de Estado”.

“La Guardia Nacional no resolverá los problemas sin antes fortalecer a las policías y al tejido social. Ya han traído al Ejército 20 veces [a Morelos] y no han bajado los índices [de violencia] porque no hay una estrategia, afirma el poeta y activista. Foto: Cri Rodríguez, SinEmbargo

LA SOCIEDAD CIVIL

La situación por la que atraviesa Morelos es un reflejo de la población mexicana que, de acuerdo con Sicilia, más que de ciudadanos parece ser de “cuerpos bovinos” o “rebaños” que andan por doquier “en una especie de ruleta rusa”, esperando “a ver si la pistola que está allí, en el espacio público, no está cargada”. El poeta lamentó, en ese sentido, la manera en que “estamos y en que no hay una exigencia fuerte o una movilización social importante para poder generar una reacción política por parte del Gobierno”.

“Nosotros, como una autoridad nomás moral, hicimos un acto simbólico de denuncia y de exigencia [cuando ocurrió lo de Maximiliano], pero la población no estaba allí; no se acercó”, abundó Sicilia. El problema, recalcó, es que “la población no está respondiendo con indignación, con la indignación que debería suscitar este tipo de cosas. La violencia está normalizada. Hay un estado ya casi de ataraxia [serenidad] de parte de la sociedad y eso pues simplemente va a llevar a una descomposición mayor y mayor negligencia de autoridades que dirigen y gobiernan a una población atarantada y estupidizada y el crimen rondando por donde sea”.

En este escenario, el activista señaló que aún existe una esperanza, ya que podría suceder que el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Casto Castro, convoque a “una gran marcha” para protestar y exigir las condiciones mínimas de seguridad en apremio a la vida. Sin embargo, no descartó que hasta la Iglesia tenga “miedo” y que la acción, más que acción, sea una fantasía.

Castro “es el único con la posibilidad de convocatoria. […] Ahí estaría una fuerza perentoria política de orden moral. Porque no hay que reducir a la idiotez del laicismo de que no puede la Iglesia […] que podría estar llamado a una corrección política desde el orden de la moral, y en eso tiene toda la legitimidad y todo el derecho para hacerlo. Lo que les falta también es voluntad”, concluyó Sicilia Zardain.

Juez dicta prisión preventiva a Maximiliano “N”, quien mató a 2 en Zócalo de Cuernavaca, Morelos

viernes, mayo 10th, 2019

Un juez de control calificó de legal la detención de Maximiliano “N”, el sujeto que disparó en el Zócalo de Cuernavaca, en Morelos. 

Ciudad de México, 10 de mayo (SinEmbargo).– Un juez dictó prisión preventiva a Maximiliano “N”, el hombre de 22 años que abrió fuego en el Zócalo de Cuernavaca, en Morelos. 

“Como resultado de las pruebas aportadas por la Fiscalía Regional Metropolitana, la tarde de este viernes se dictó prisión preventiva como medida cautelar en contra de Maximiliano “N”, y se le imputaron los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa”, informó la Fiscalía de Morelos.

En audiencia inicial realizada esta tarde, un juez de control calificó de legal la detención de Maximiliano “N”, quien el pasado miércoles accionó un arma de fuego e hirió a cuatro personas, dos de ellas que pierden la vida a consecuencia de las lesiones.

De igual forma, “a través de la Fiscalía Regional se formuló imputación por los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa, decretando la autoridad judicial la prisión preventiva para Maximiliano”.

El indiciado se acoge al término constitucional y se establece el próximo miércoles 15 de mayo, como fecha para la celebración de la audiencia de vinculación a proceso, detalló la autoridad.

El perfil de Facebook deMaximiliano “N”, de 22 años de edad, el hombre que abrió fuego ayer en el Zócalo de Cuernavaca, fue identificado por usuarios de las redes sociales. Allí, el que aparece en las fotos u videos como el atacante compartió una fotografía en la que se le ve apuntando un arma. Se desconoce si es la que fue incautada y que, dijo la Fiscalía General del estado de Morelos, perteneció a una corporación policiaca.

El perfil de Facebook de “Max Hernández” se ha llenado de imágenes y comentarios recientes en los que se le compara con el joven que fue detenido al intentar escapar luego de disparar contra los asistentes a una manifestación de comerciantes ambulantes en la capital de Morelos. El ataque dejó dos muertos y dos heridos.

El Facebook dice poco, en realidad. Habla de su supuesto gusto por la mariguana; no se le ve como una persona politizada.  “Ojalá dejarás de existir, / Para q mi corazón no tenga porq quien sentir”, escribe en algún momento. Juega con versos: “Ni en la noche más caliente / La nostalgia deja de estar presente!!..”

“Harto”, dice un tatuaje en uno de los brazos. “Quien es Dios, lucifer? / quisas mitologia, mi mirada es fria llena de melancolia!”, escribe.

Maximiliano “N” es señalado por la Fiscalía de la entidad como el hombre que llegó a la manifestación ayer y disparó directamente contra Jesús García, un empresario y líder de los comerciantes, quien falleció más tarde en un hospital a causa de las heridas que sufrió. El ataque dejó una segunda víctima mortal, Roberto Castrejón, y dos heridos.

“Harto”, dice uno de sus tatuajes; así era en Facebook “Max”, el presunto asesino de Cuernavaca

jueves, mayo 9th, 2019

Maximiliano “N” es señalado por la Fiscalía de la entidad como el hombre que llegó a una manifestación ayer en Morelos y disparó directamente contra Jesús García, un empresario y líder de los comerciantes, quien falleció más tarde en un hospital a causa de las heridas que sufrió. El ataque dejó una segunda víctima mortal, Roberto Castrejón, y dos heridos.

Luego de que se difundiera una imagen del hombre detenido en la escena del crimen, los usuarios de las redes sociales comenzaron a publicar esa fotografía en el perfil de Max Hernández. En ese perfil se lee que está casado, vive en Cuernavaca y presume una foto en la que posa con un arma.

Vuelo vuelo
con más yerba y alcohol
mis ojos en el suelo y mi mente
dando roool!!
–“Max Hernández”, en Facebook

Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– El perfil de Facebook de Maximiliano “N”, de 22 años de edad, el hombre que abrió fuego ayer en el Zócalo de Cuernavaca, fue identificado por usuarios de las redes sociales. Allí, el que aparece en las fotos u videos como el atacante compartió una fotografía en la que se le ve apuntando un arma. Se desconoce si es la que fue incautada y que, dijo la Fiscalía General del estado de Morelos, perteneció a una corporación policiaca.

El perfil de Facebook de “Max Hernández” se ha llenado de imágenes y comentarios recientes en los que se le compara con el joven que fue detenido al intentar escapar luego de disparar contra los asistentes a una manifestación de comerciantes ambulantes en la capital de Morelos. El ataque dejó dos muertos y dos heridos.

El Facebook dice poco, en realidad. Habla de su supuesto gusto por la mariguana; no se le ve como una persona politizada.  “Ojalá dejarás de existir, / Para q mi corazón no tenga porq quien sentir”, escribe en algún momento. Juega con versos: “Ni en la noche más caliente / La nostalgia deja de estar presente!!..”

“Harto”, dice un tatuaje en uno de los brazos. “Quien es Dios, lucifer? / quisas mitologia, mi mirada es fria llena de melancolia!”, escribe.

Maximiliano “N” es señalado por la Fiscalía de la entidad como el hombre que llegó a la manifestación ayer y disparó directamente contra Jesús García, un empresario y líder de los comerciantes, quien falleció más tarde en un hospital a causa de las heridas que sufrió. El ataque dejó una segunda víctima mortal, Roberto Castrejón, y dos heridos.

Luego de que se difundiera una imagen del hombre detenido en la escena del crimen, los usuarios de las redes sociales comenzaron a publicar esa fotografía en el perfil de Max Hernández, donde se lee que está casado y vive en Cuernavaca.  El perfil también destaca que ama la mariguana, el graffiti y el rap.

Usuarios han identificado el perfil de Facebook del presunto agresor de Cuernavaca. Foto: Facebook

Una de las características que los usuarios han señalado para identificar el perfil del presunto atacante son los tatuajes que muestra en diversas fotografías y que comparan con los del hombre detenido. En una fotografía que compartió en enero de 2013 incluso se le ve posando con lo que parece ser un arma.

Aquí posando con lo que parece ser un arma. Foto: Facebook

Los usuarios han identificado al presunto agresor por sus tatuajes. Foto: Facebook

Algunas de las publicaciones:

Una de las publicaciones del presunto agresor de diciembre de 2015. Foto: Facebook

Una publicación en el Facebook de Max Hernández de enero de 2016. Foto: Facebook

El Fiscal de Morelos, Uriel Carmon, dijo ayer en conferencia de prensa que la pistola con la que se disparó estuvo a disposición de una corporación policiaca en noviembre de 2017. La Comisión Estatal de Seguridad Pública lo registró.

El funcionario reveló que Maximiliano “N” fue detenido en 2015 y 2016, porque enfrentó procesos penales por robo calificado y en 2015 también lo hizo por posesión de marihuana.

EL ATAQUE

Dos personas murieron y dos más resultaron heridas ayer miércoles cuando un individuo disparó contra los asistentes a una manifestación de comerciantes ambulantes en Cuernavaca, capital del central estado mexicano de Morelos.

Los manifestantes, pertenecientes a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), bloqueaban las calles adyacentes al Palacio de Gobierno, en el zócalo de la ciudad, para exigir que se les incluyera en las conversaciones para regularizar el comercio ambulante en el centro histórico de Cuernavaca.

El secretario de Desarrollo Social de Morelos, Gilberto Alcalá, se presentó para hablar con los manifestantes, a quienes aseguró que había disposición del Gobierno estatal para incorporarlos a las negociaciones y les pidió que levantaran el bloqueo.

Mientras el funcionario hablaba con los manifestantes, un joven vestido de negro llegó con una arma de fuego y disparó directamente contra Jesús García, un empresario y líder de los comerciantes, quien falleció más tarde en un hospital a causa de las heridas que sufrió.

 

En seguida, el atacante disparó contra Roberto Castrejón, mientras que su hermano Jaciel también resultó herido al tratar de defenderlo. Roberto falleció más tarde en un hospital. Ambos son hijos de Roberto Castrejón Trujillo, representante de una organización de comerciantes.

El periodista René Pérez, quien cubría la manifestación, también resultó herido de un disparo en la espalda baja, constató Efe desde el lugar de los hechos.

El atacante continuó disparando mientras se alejaba corriendo, perseguido tanto por policías como por comerciantes. Finalmente fue capturado e introducido al Palacio de Gobierno hasta la llegada de la Policía de Morelos, que se lo llevó del lugar.

Roberto Castrejón Trujillo culpó del ataque al hijo de Bulmaro Hernández Juárez, alias Ben Hur y líder del Nuevo Grupo Sindical, una organización escindida de la CTM que disputa los espacios de comercio en el centro histórico de Cuernavaca.

Sin embargo, las autoridades aún no emiten pronunciamiento alguno sobre el posible móvil del ataque.

Jesús García era padre de Juan Manuel García Bejarano, empresario que fue asesinado a balazos durante la cabalgata promocional de la Feria de la Primavera en abril del 2017.

–Con información de EFE