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Echeverría se va como la mayoría de los sátrapas: funeral discreto, y un hasta nunca

domingo, julio 10th, 2022

Echeverría es más recordado por la masacre de Tlatelolco de 1968, cuando era Secretario de Gobernación, y por la matanza del Jueves de Corpus, en 191, ya cuando era Presidente. Nunca aceptó su responsabilidad.

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los restos del expresidente mexicano Luis Echeverría fueron cremados el domingo después de un funeral discreto.

Un reducido número de parientes y amigos asistió a las exequias del exmandatario, a quien se responsabiliza de algunas de las peores masacres políticas del siglo XX en México.

Juan Velásquez, abogado defensor de Echeverría, dijo que fue velado el sábado en una casa funeraria y sus restos fueron cremados el domingo.

En diciembre de 1958 fue nombrado subsecretario de Gobernación y, posteriormente, sucedió al exmandatario Gustavo Díaz Ordaz. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

Echeverría murió el viernes por la noche en una de sus casas a la edad de 100 años. El Presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó el sábado el fallecimiento. En su cuenta de Twitter, López Obrador no precisó la causa de la muerte de Echeverría, que gobernó de 1970 a 1976.

Amigos y aliados dejaron entrever que Echeverría debe ser recordado por su dedicación a la política exterior y la expansión de programas internos y empresas estatales. El exmandatario se consideraba amigo de gobiernos izquierdistas.

“El Presidente Echeverría hizo muchísimo por México”, dijo Velásquez. “Como por ejemplo, cuando inició su sexenio, México tenía relaciones con 50 países. Cuando lo terminó, con 150”.

Sin embargo, los presidentes posteriores revirtieron gran parte de la expansión gubernamental emprendida por Echeverría, ya que sus ambiciosos programas de gasto público dejaron a México profundamente endeudado.

El féretro con el cuerpo del expresidente Luis Echeverría Álvarez. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

Pero Echeverría es más recordado por lo que se conoce como la masacre de Tlatelolco.

El 2 de octubre de 1968, unas semanas antes de que comenzaran los Juegos Olímpicos en la Ciudad de México, francotiradores del gobierno le dispararon a estudiantes que se manifestaban en la plaza de Tlatelolco, y posteriormente soldados también abrieron fuego. Según diversas versiones, el número de muertos esa noche oscila entre 25 y más de 300 personas.

Echeverría negó haber participado en el ataque, aunque era el Secretario de Gobernación (Interior), el principal responsable de la seguridad interna del país.

En junio de 1971, ya cuando Echeverría era Presidente, un grupo de estudiantes emprendió una marcha cerca de una escuela normal para maestros al oeste del centro de la ciudad, una de las primeras protestas multitudinarias desde la masacre de Tlatelolco.

Jóvenes recuerdan la masacre del 2 de octubre. Foto: Crisanta Espinosa, Cuartoscuro.

Los manifestantes apenas habían avanzado unas cuantas cuadras cuando fueron agredidos por un grupo de choque, integrado por agentes del gobierno vestidos de civil que golpearon o asesinaron a tiros a por lo menos a una docena de personas. Se le conoce como la matanza del Jueves de Corpus.

En 2005, un Juez determinó que Echeverría no podía ser enjuiciado por cargos de genocidio derivados de la matanza de 1971 porque, aunque podría ser responsable de homicidio, el delito prescribió en 1985.

En marzo de 2009, un Tribunal federal ratificó el fallo de un juzgado de menor instancia de que Echeverría no debía enfrentar cargos de genocidio por su presunta implicación en la masacre de estudiantes de 1968, y determinó su libertad. Sin embargo, los detractores del exmandatario subrayan que el caso contra él jamás fue cerrado.

El Comité 68 Pro Libertades Democráticas e integrantes de organizaciones sociales marcharon marchan de metro Normal al Zócalo en conmemoración del 50 aniversario de la “Matanza de Corpus Christi” conocida como “El Halconazo”. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro.

“Me parece que sea muy prematuro para hacer ese reconocimiento y que desafortunadamente la memoria de don Luis ahorita se contamine con esos dos hechos desafortunados”, manifestó Velásquez.

En las décadas posteriores a que dejara de ser Presidente, Echeverría se rehusó a asumir responsabilidad alguna por las masacres.

Félix Hernández Gamundi, uno de los líderes del movimiento estudiantil de 1968 que estuvo el día de la masacre en Tlatelolco, dijo que Echeverría retrasó por mucho tiempo el proceso inevitable de la democracia que comenzó ese año.

El 2 de octubre marca el principio del fin del viejo régimen, señaló, aunque pasaría mucho tiempo para que se concretara.

Fue hasta el 2000 cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que pertenecía Echeverría y que había gobernado México con puño de hierro durante siete décadas, se vio obligado a reconocer su primera derrota en unas elecciones presidenciales.

Cuerpo de Luis Echeverría es trasladado al Panteón Español, en CdMx, para ser cremado

domingo, julio 10th, 2022

Los restos del exmandatario priista fueron desplazados desde la funeraria Lomas Memorial Santa Fe de la agencia Gayosso, en la Alcaldía Cuajimalpa de la capital mexicana, lugar donde se realizó la ceremonia fúnebre.

Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).- El cuerpo del expresidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976), quien falleció la noche del viernes a la edad de 100 años, fue trasladado hoy al Panteón Español, ubicado en la Alcaldía Miguel Hidalgo, Ciudad de México, para su cremación.

Los restos fueron desplazados desde la funeraria Lomas Memorial Santa Fe de la agencia Gayosso, en la Alcaldía Cuajimalpa de la capital mexicana, lugar donde se realizó la ceremonia fúnebre con la presencia de familiares y amigos del exmandatario.

Se espera que las cenizas de Luis Echeverría, cuyo cuerpo fue trasladado ayer desde Cuernavaca, Morelos, sean entregadas a sus familiares en el transcurso de la tarde de este domingo.

El entonces Presidente de México, Luis Echeverría, en una foto en la Ciudad de México, octubre de 1971.

El entonces Presidente de México, Luis Echeverría, en una foto en la Ciudad de México, octubre de 1971. Foto: Archivo, AP

El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud.

El expresidente dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia”, donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.

Echeverría, quien llegó al poder por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.

Ya como mandatario se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

Echeverría es el único expresidente en ser enjuiciado. Y se salió con la suya…

domingo, julio 10th, 2022

Luis Echeverría nunca pisó la cárcel y sólo estuvo brevemente en 2006 bajo arresto domiciliario tras ser acusado nuevamente de genocidio, pero ahora por la masacre estudiantil de 1968, aunque un Juez revocó esa orden apenas unos cuantos días después tras considerar que el cargo ligado a la matanza había prescrito.

Por Mark Stevenson y E. Eduardo Castillo

CIUDAD DE MÉXICO (AP).— Luis Echeverría, un expresidente mexicano que vivió con el estigma de ser uno de los principales orquestadores de la represión de movimientos estudiantiles y grupos disidentes en la segunda mitad del siglo XX, falleció el viernes 8 de julio a los 100 años de edad.

Juan Velásquez, quien fue abogado defensor y amigo del expresidente, dijo el sábado a The Associated Press que Echeverría falleció la noche del viernes en su casa de Cuernavaca, al sur de Ciudad de México, a donde se fue para pasar la pandemia de COVID-19. Dijo no saber la causa específica, aunque consideró que pudo ser sólo por la edad.

En su cuenta de Twitter, el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador también informó del fallecimiento y envió condolencias a familiares y amigos de Echeverría.

Echeverría gobernó México entre 1970 y 1976, y quería ser recordado por su labor en la arena internacional. Intentó liderar a los países del tercer mundo, promovió la autodeterminación económica de los países en plena Guerra Fría y dio asilo a izquierdistas latinoamericanos perseguidos por las dictaduras de sus países.

Sin embargo, fue algo distinto lo que marcó su paso en los libros de historia: a Echeverría se le recuerda por ser considerado una de las mentes detrás de dos masacres estudiantiles ocurridas antes y después de los Juegos Olímpicos de México’ 68.

Fue el primero y hasta ahora único expresidente mexicano en ser enjuiciado. Se le acusó de genocidio por dos matanzas: la de la Plaza de Tlatelolco, en 1968, cuando era Secretario de Gobernación y responsable de la política interna, y la del Jueves de Corpus, en 1971, ya como mandatario. Echeverría negó a lo largo de su vida haber ordenado las represiones.

Velásquez, el abogado que lo defendió de las acusaciones por genocidio, aseguró el sábado que aunque la gente piense que Echeverría es culpable de las masacres, la justicia concluyó lo contrario.

El entonces Presidente de México, Luis Echeverría, en una foto en la Ciudad de México, octubre de 1971.

El entonces Presidente de México, Luis Echeverría, en una foto en la Ciudad de México, octubre de 1971. Foto: Archivo, AP

“Yo le decía a don Luis que aunque nadie —él, yo, su familia— hubiésemos querido su enjuiciamiento, al final de cuentas fue lo mejor que le pudo pasar”, dijo.

“Mientras la vox populi ignorante lo condena, el Poder Judicial de la Federación lo exoneró”, añadió, aunque algunos, incluidos exlíderes estudiantiles, sostienen que nunca fue exonerado plenamente.

Félix Hernández Gamundi, uno de los líderes estudiantiles en 1968 en México que estuvo en la Plaza de Tlatelolco durante la masacre del 2 de octubre de ese año, dijo que lamentaba la muerte de Echeverría, pero porque nunca asumió su responsabilidad.

“Es muy lamentable la muerte del expresidente Luis Echeverría, porque ocurre en el total silencio; en que a pesar de una larga vida, Luis Echeverria jamás se haya decidido a rendir cuentas por sus actos y su responsabilidad en la represión del 68 y años posteriores en México”, dijo.

En esta fotografía de archivo, el expresidente mexicano Luis Echeverría, centro, sale de la oficina del fiscal rodeado de guardaespaldas en la Ciudad de México, el 9 de julio de 2002.

En esta fotografía de archivo, el expresidente mexicano Luis Echeverría, centro, sale de la oficina del fiscal rodeado de guardaespaldas en la Ciudad de México, el 9 de julio de 2002. Foto: Marco Ugarte, Archivo, AP

“Nosotros, desde luego, no lloramos su muerte”, añadió. “Lamentamos esta opacidad de toda su vida y esta decisión de nunca rendir cuentas aprovechando el inmenso poder político que tuvo en muchos años”.

Echeverría pasó sus últimos años fuera de los reflectores y fue el expresidente más longevo. En varios momentos tuvo que ser hospitalizado.

Nació en 1922 en Ciudad de México y fue un promotor de la cultura mexicana, de los Charros, de la Revolución Mexicana. Estudió en la principal universidad pública del país, la UNAM, donde se recibió como abogado en agosto de 1945, el mismo mes en que terminaba la Segunda Guerra Mundial en el frente asiático tras la rendición de los japoneses.

Su carrera política inició un año después, en 1946, al entrar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó ininterrumpidamente México durante las últimas siete décadas del siglo pasado. Con ese grupo político llegó a la cumbre de su carrera política en un momento en que el mundo se movía entre las aguas de la Guerra Fría y varios países se sentían amenazados por la influencia del comunismo.

Fue novio de Guadalupe Rivera, la hija de Diego, el muralista mexicano y comunista. Era un defensor de la revolución, pero de la Revolución Mexicana de 1910.

Para sus detractores, Echeverría fue uno de los ejemplos más acabados de lo que para muchos han representado los gobiernos del PRI en México: el doble discurso, el mostrar una mano amigable, mientras en la otra tiene el puño cerrado listo para golpear. Para sus defensores, sin embargo, el expresidente fue un político que forjó algunas instituciones emblemáticas para el país y mostró como pocos la solidaridad mexicana con el mundo.

“Fue el mago del engaño, el ilusionista del engaño”, consideró Ignacio Carrillo Prieto, el hombre que acusó a Echeverría de genocidio.

Como mandatario, Echeverría realizó obras públicas sin precedentes en medio de una bonanza petrolera tras el hallazgo de importantes yacimientos de crudo. Su política de inversiones públicas, sin embargo, se tradujo en un aumento de la deuda externa y de la inflación, además de una fuerte devaluación del peso frente al dólar.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplió 100 años de edad el 17 de enero pasado. La fotografía, de archivo, fue tomada en 1975 durante una ceremonia oficial en el Zócalo de la Ciudad de México.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplió 100 años de edad el 17 de enero pasado. La fotografía, de archivo, fue tomada en 1975 durante una ceremonia oficial en el Zócalo de la Ciudad de México. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

Echeverría fue un Presidente con una ambiciosa agenda diplomática que amplió las relaciones de México con el mundo. Para algunos, esa era una manera de contrarrestar los problemas de legitimidad dentro de México, donde sostuvo una política de represión a la disidencia política.

En la arena internacional promovió ante la ONU la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, según la cual cada país puede asumir el sistema económico que determine. También se alzó como la voz de los países del tercer mundo y actuó como amigo de gobiernos izquierdistas.

En medio de la Guerra Fría, su Gobierno estableció relaciones diplomáticas -en 1972- con la China comunista de Mao Tse-tung. Le abrió las puertas a los exiliados latinoamericanos que huían de la represión de las dictaduras. Rompió relaciones con el Chile de Augusto Pinochet y mantuvo la cercanía de los gobiernos del PRI con la Cuba de Fidel Castro.

A Echeverría le tocó liberar a Jacques Mornard o Ramón Mercader, el asesino de Trostski.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplió 100 años de edad el 17 de enero pasado. La fotografía, de archivo, fue tomada en su su casa, en noviembre de 1998.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplió 100 años de edad el 17 de enero pasado. La fotografía, de archivo, fue tomada en su su casa, en noviembre de 1998. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

“Todas las decisiones que asumimos durante el sexenio, fueron inspiradas en la voluntad de abrir un horizonte más amplio, más libre y más justo para los mexicanos de hoy y de mañana”, dijo Echeverría en su último discurso de Gobierno en septiembre de 1976, tres meses antes de abandonar el poder.

La historia, sin embargo, suele tener apartados oscuros para algunos. Y el de Echeverría es grande.

El mundo vio en 1968 cómo jóvenes y estudiantes inconformes se movilizaban y pedían cambiar el estatus, hacer la revolución. París, Praga. En Ciudad de México, que sería ese año la sede de los XX Juegos Olímpicos, vivió su propio movimiento estudiantil.

El Gobierno mexicano decía que todo era parte de una conjura comunista. Echeverría era entonces el Secretario de Gobernación, el responsable de mantener la estabilidad política del país y décadas después, según documentos desclasificados del Gobierno estadounidense, se supo que en esos años también actuaba como agente de la CIA, bajo el nombre clave de LITEMPO-8.

La imagen de Luis Echeverría, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia le entregó un reconocimiento por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta a través de la “Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados”.

La imagen de Luis Echeverría, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia le entregó un reconocimiento por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta a través de la “Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados”. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

Tras meses de protestas, la tragedia llegó el 2 de octubre de 1968: en la Plaza de Tlatelolco, en la zona centro de la capital, decenas de estudiantes y civiles murieron en medio de una balacera en la que participaron militares y agentes gubernamentales vestidos de civil. Según cifras oficiales murieron unas 25 personas, aunque algunos estiman que al menos 350 fallecieron.

Los temas de seguridad pasaban por la oficina del Secretario de Gobernación, pero Gustavo Díaz Ordaz, el entonces Presidente y jefe de Echeverría, asumió la responsabilidad de lo sucedido.

Al paso de los años, sin embargo, aparecieron elementos que demostrarían lo contrario: según reportes militares oficiales, al menos 360 francotiradores fueron apostados en los edificios que rodeaban la Plaza de Tlatelolco y dispararon contra los estudiantes.

Y uno de los apartamentos desde donde habrían salido algunos disparos pertenecía a Rebeca Zuno de Lima, la cuñada de Echeverría.

La imagen de Luis Echeverría, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia le entregó un reconocimiento por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta a través de la “Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados”.

La imagen de Luis Echeverría, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia le entregó un reconocimiento por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta a través de la “Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados”. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

En 1970 asumió la Presidencia. Prometió traer progreso y combatir la pobreza, mejorar la economía. Pero unos meses después, otro episodio estudiantil añadiría la segunda mancha indeleble a su biografía.

El 10 de junio de 1971, estudiantes marchaban por el centro de la capital cuando fueron atacados por un grupo de choque conocido como “Los Halcones” y formado desde el Gobierno. Al menos 12 jóvenes murieron.

Activistas y políticos de oposición reclamaron justicia durante años sin éxito, lo que pareció comenzar a cambiar con la llegada de la transición en México: en 2000 ganó la Presidencia Vicente Fox, del opositor Partido Acción Nacional (PAN). Por primera vez en más de siete décadas, el PRI perdía el Ejecutivo.

Fox creó una Fiscalía Especial para investigar algunos de los capítulos de la represión gubernamental y en enero de 2002 fue designado como Fiscal Especial Ignacio Carrillo.

El político y también abogado comenzó su carrera en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1946, donde fungió como secretario particular de Rodolfo Sánchez Taboada, entonces presidente del organismo.

El político y también abogado comenzó su carrera en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1946, donde fungió como secretario particular de Rodolfo Sánchez Taboada, entonces presidente del organismo. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

El nuevo Fiscal presentó cargos de genocidio contra Echeverría en julio de 2004 por la masacre de 1971. Un año después lo acusó por la masacre estudiantil de octubre de 1968.

En 2005, la justicia determinó que no había elementos para condenarlo por cargos de genocidio derivados de la masacre de estudiantes en 1971. El Juez falló que Echeverría pudo haber sido responsable de homicidio, pero que no podía ser juzgado porque el plazo de prescripción para ese delito expiró en 1985.

Echeverría nunca pisó la cárcel y sólo estuvo brevemente en 2006 bajo arresto domiciliario tras ser acusado nuevamente de genocidio, pero ahora por la masacre estudiantil de 1968, aunque un Juez revocó esa orden apenas unos cuantos días después tras considerar que el cargo ligado a la matanza había prescrito.

El PRI alaba al expresidente LEA, acusado de represor y homicida; el PAN se esconde

domingo, julio 10th, 2022

Apenas en enero pasado, Luis Echeverría Álvarez llegó a los 100 años de edad con el estigma histórico de ser un represor de las libertades democráticas; como Secretario de Gobernación de Gustavo Díaz Ordaz, artífice de la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco; y como Presidente de México, responsable de la represión sangrienta del Jueves de Corpus de 1971; así como de la desaparición, tortura y asesinato contra mexicanos de los movimientos populares.

Ciudad de México, 10 de julio (SinEmbargo).– La muerte de Luis Echeverría puso en evidencia, otra vez, la historia que divide como un abismo a los miembros de la alianza Va por México. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se desvivió en elogios a un sujeto acusado de homicida y represor, mientras que el principal socio del bloque opositor, el Partido Acción Nacional (PAN), prefirió guardar un incómodo silencio.

En el pasado, el PAN acusó a Echeverría Álvarez de ser parte de un aparato de Estado que se apoderó del poder durante casi cien años para saquear, empobrecer y reprimir. El “aparato”, sin embargo, se volvió como para los panistas con la llegada de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia, con quien tuvo un acercamiento y, por ende, más poder. Pero ahora el PAN ha hecho a un lado su propia historia, mientras el PRI envió varios comunicados en los que alababa las “virtudes” de un sujeto apestado por la historia.

Durante la Guerra Sucia, enfatizada por Echeverría, quienes protestaron fueron torturados y desaparecidos en México. El Gobierno echeverrista ordenó el asesinato de los luchadores sociales Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, y los campos militares se llenaron de presos y desaparecidos políticos. Echeverría Álvarez murió impune; nunca pagó los crímenes que cometió.

“Los diputados federales del PRI nos hemos enterado con una profunda tristeza que falleció un gran mexicano, el expresidente Luis Echeverría Álvarez, un hombre con sentido nacionalista, impulsor de instituciones y de la igualdad de la mujer”, afirmó el legislador priista Augusto Gómez Villanueva.

“Su credo fue el nacionalismo revolucionario, se ajustó básicamente a nuestros principios en materia nacional e internacional, y él puso el ejemplo del homenaje a la mujer y a los jóvenes. Su esposa doña Esther fue la gran promotora del derecho de igualdad de la mujer campesina de ser dotada de tierra”, agregó.

En un comunicado, el presidente de la Mesa de Decanos de la LXV Legislatura destacó que “el exmandatario fue quien construyó las bases para la gran reserva turística mexicana, impulsó en su alianza con el sector obrero instituciones como el Infonavit, el Fonacot y mantuvo siempre un respeto a las organizaciones sindicales y al mismo tiempo al sector popular, columna esencial de la clase media ligada al Partido Revolucionario Institucional”.

Asimismo, indicó que él promovió la multiplicación de las instalaciones para desarrollar la vida de las fuerzas armadas y la Marina. También recordó que “en materia internacional, recorrió el mundo, y fue el promotor de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, aprobada por Naciones Unidas”.

El Diputado priista, quien fungió como secretario de Reforma Agraria en el sexenio de Echeverría, consideró que “por estas razones, el día de hoy, los mexicanos rendimos homenaje a quien fuera uno de los últimos depositarios de los principios de la Revolución Mexicana y quien será recordado en la historia de México”.

El entonces Presidente de México, Luis Echeverría, en una foto en la Ciudad de México, octubre de 1971.

El entonces Presidente de México, Luis Echeverría, en una foto en la Ciudad de México, octubre de 1971. Foto: Archivo, AP

Finalmente, a nombre del Grupo Parlamentario del PRI, respaldó “el gran compromiso de Echeverría Álvarez con México y los campesinos con el reparto de los latifundios simulados, la Ley Agraria, la Ley de Crédito Rural, y la Ley de Aguas, así como 52 iniciativas que tuvieron como propósito impulsar la creación de instituciones y el desarrollo social”.

Desde ayer, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) emitió un mensaje para lamentar la muerte del expresidente Luis Echeverría Álvarez, quien falleció la noche del viernes pasado a los 100 años de edad.

“Lamentamos el sensible fallecimiento del expresidente de México, Luis Echeverría Álvarez. Nuestras más sentidas condolencias a familiares y amigos. Descanse en paz”, escribió la institución desde su cuenta oficial de Twitter.

Por su parte, Jesús Zambrano Grijalva, dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), hizo referencia a Echeverría Álvarez en una publicación que compartió cerca del medio día de este sábado.

“Ni perdón ni olvido. Echeverría fue acusado por genocidio aunque no haya pisado la cárcel. Y fue causante de grandes males nacionales. No olvidemos eso y no permitamos que continúe su imitación por el Gobierno de @lopezobrador_”, se lee en un tuit.

Horas más tarde, el líder perredista aseguró que el sexenio de Luis Echeverría fue el “más cruento de la Guerra Sucia contra las guerrillas urbanas y rurales, y contra luchadores sociales, con miles de asesinatos de personas a manos de la sanguinaria Brigada Blanca y de cuerpos militares”.

“También miles de torturados y centenares de desaparecidos que luchaban contra el régimen de partido de Estado. No permitamos la nefasta costumbre gubernamental de violar la Ley sin que haya consecuencias”, añadió en un hilo de Twitter.

Por último, Zambrano Grijalva insistió en que no haya perdón ni olvido. “Apoyemos el juicio post-mortem contra Luis Echeverría, impidamos la repetición de ese pasado anti derechos humanos”, exhortó.

Luis Espinosa Cházaro, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, sostuvo que el expresidente fue “el arquitecto del populismo mexicano” y que “bajo su régimen imperó la represión y significó el desastre económico”. “Fue un Gobierno con múltiples similitudes al actual”, publicó en su red social.

Pese a que salieron estos posicionamientos, el PAN, tercer integrante de la coalición Va por México, evitó hacer algún comentario o pronunciamiento por el deceso del exmandatario mexicano. Tampoco ha dicho nada al respecto su presidente nacional, Marko Cortés Mendoza.

Este silencio se replicó también en Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ya que sólo se han limitado a subir información de temas relacionados a diferentes acciones que han realizado.

Uno de los personajes de la política que sí habló de Luis Echeverría y para mencionar características positivas de su labor fue Porfirio Muñoz Ledo, expresidente de la Cámara de Diputados, quien primero envió sus condolencias a la familia del expresidente.

“Con Echeverría México estrena globalización […]. A Echeverría le toca cerrar una época de la historia de México llamada ‘nacionalismo revolucionario’ y abrir las puertas a la globalización; también el cambio de la Guerra Fría en un mundo multipolar”, dijo en su cuenta de Twitter.

En una segunda publicación, el político resaltó “su imaginación política, su mexicanismo y haber promovido el más alto salario de los trabajadores en todo nuestra historia”.

LA MUERTE DEL EXPRESIDENTE

Luis Echeverría Álvarez, Presidente de México de 1970 a 1976, falleció la noche del viernes pasado a la edad de 100 años en su residencia de Cuernavaca, en Morelos.

Echeverría fue actor clave en las matanzas del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y del 10 de junio de 1971, conocida como el “Halconazo”, y durante su sexenio se emprendió una persecución y represión en contra de los opositores del sistema, un pasaje histórico conocido como la “Guerra Sucia”.

El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud.

El expresidente dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría Álvarez es conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia”, donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.

https://twitter.com/PMunozLedo/status/1545796460347785217

Echeverría, quien llegó al poder por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.

Ya como mandatario se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

Expresidente es velado por familiares y amigos en funeraria de la CdMx

sábado, julio 9th, 2022

La carroza con el cuerpo del expresidente llegó a las 15:15 de la tarde para su funeral, al que familiares y amigos han comenzado a llegar.

–Actualizado a las 20:00 horas

Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).- La ceremonia fúnebre del expresidente Luis Echeverría Álvarez inició este sábado por la tarde en la funeraria Lomas Memorial Santa Fe de la agencia Gayosso, en la Alcadía Cuajimalpa de la Ciudad de México, y se extiende con la presencia de familiares y amigos en el lugar.

El cuerpo de Echeverría Álvarez, quien murió la noche del viernes a los 100 años de edad, llegó a las 15:15 horas en una carroza, proveniente de Cuernavaca, Morelos.

Llegada del féretro con el cuerpo del ex presidente Luis Echeverría Álvarez, durante su llegada a la funeraria. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

Amigos y familiares del exmandatario han comenzado a llegar al velorio de Echeverría Álvarez para darle el último adiós antes de que sus restos sean trasladados el día de mañana al panteón Español, donde será cremado.

Al funeral del expresidente arribaron también las coronas y arreglos florales están por decenas en la capilla 7 Premier. Sin embargo, ningún emisario ni representante del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha asistido. El actual Presidente envió un “respetuoso pésame” a los familiares y amigos de su antecesor.

El exprocurador general de la República durante el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) y exsecretario general del Partido de la Revolución Institucional, Sergio García Ramírez, fue uno de los primeros en llegar al velatorio.

Sergio García Ramírez en el funeral de Luis Echeverría. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

Alrededor de las 16:00 horas, llegó el abogado Juan Velásquez, quien representaría a Luis Echeverría durante el proceso en su contra por el delito de genocidio.

Pasadas las 17:00 horas, Jorge de la Vega Domínguez, director general de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) durante su sexenio, llegó al lugar para darle el pésame a la familia, de quien dijo siempre recibió apoyo y prefiere quedarse con lo positivo.

Asimismo, llegó Augusto Gómez Villanueva, amigo cercano y fiel priista, además fue el primer titular de la antigua Secretaría de la Reforma Agraria -ahora Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)-, creada en 1975 bajo la administración del López Portillo.

Everardo Moreno trabajó con el exsecretario particular del recién fallecido. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro.

Al velorio también asistió Everardo Moreno Cruz, quien trabajó en la oficina de Hugo Cervantes del Río, exsecretario particular de Echeverría, y que llegó a ser Subprocurador de 1997 a 2000. “En lo personal, me siento triste porque fue un gran mexicano. Cierto, tenía ya 100 años, pero quiero decirles que se encontraba con una lucidez que ya quisiéramos tuvieran otros políticos actuales”, dijo a su llegada.

Al lugar acudieron en su gran mayoría, priistas que trabajaron con el expresidente durante su sexenio o con anterioridad en su tiempo de Secretario de Gobernación con Gustavo Díaz Ordaz.

Luis Echeverría Álvarez, Presidente de México de 1970 a 1976, falleció la noche del viernes en su residencia de Cuernavaca.

El expresidente, nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México y conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia” donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles, dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.

El ex mandatario falleció a los 100 años la noche del viernes en su casa de Morelos. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

Echeverría fue actor clave en las matanzas del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y del 10 de junio de 1971, conocida como el “Halconazo”, y durante su sexenio se emprendió una persecución y represión en contra de los opositores del sistema, un pasaje histórico conocido como la “Guerra Sucia”.

El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud.

El diario Reforma reportó desde el funeral que la familia impidió el acceso de la prensa. Según el diario, hijos y nietos del exmandatario se encuentran ya en el sitio.

Peña Nieto, último Presidente de México priista, da pésame por muerte de Echeverría

sábado, julio 9th, 2022

El expresidente mexicano murió a los 100 años el viernes, bajo la sombra y sin haber sido juzgado por haber orquestado la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1969 y la matanza de “Corpus Christi” en 1971.

Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– El expresidente de México Enrique Peña Nieto, el último hasta ahora en dirigir al país surgido del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lamentó la muerte de su antecesor Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y envió un abrazo a familiares y amigos.

“Expreso mis condolencias a familiares y amigos de Don Luis Echeverría Álvarez, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos de 1970 a 1976. Descanse en paz”, publicó escuetamente Peña Nieto, que gobernó al país entre 2012 y 2018, en Twitter.

Y es que Echeverría, un expresidente mexicano que vivió con el estigma de ser uno de los principales orquestadores de la represión de movimientos estudiantiles y grupos disidentes en la segunda mitad del siglo XX, falleció a los 100 años de edad.

Juan Velásquez, quien fue abogado defensor y amigo del expresidente, dijo el sábado a The Associated Press que Echeverría falleció la noche del viernes en su casa de Cuernavaca, al sur de Ciudad de México, a donde se fue para pasar la pandemia de COVID-19. Dijo no saber la causa específica, aunque consideró que pudo ser sólo por la edad.

En su cuenta de Twitter, el actual mandatario Andrés Manuel López Obrador también informó del fallecimiento y envió condolencias a familiares y amigos de Echeverría.

Echeverría gobernó México entre 1970 y 1976 y quería ser recordado por su labor en la arena internacional. Intentó liderar a los países del tercer mundo, promovió la autodeterminación económica de los países en plena guerra fría y dio asilo a izquierdistas latinoamericanos perseguidos por las dictaduras de sus países.

Sin embargo, fue algo distinto lo que marcó su paso en los libros de historia: a Echeverría se le recuerda por ser considerado una de las mentes detrás de dos masacres estudiantiles ocurridas antes y después de los Juegos Olímpicos de México’ 68, sin importar que la justicia lo exoneró en el último tramo de su vida.

Fue el primero y hasta ahora único expresidente mexicano en ser enjuiciado. Se le acusó de genocidio por dos matanzas: la de la Plaza de Tlatelolco, en 1968, cuando era secretario de Gobernación y responsable de la política interna, y la del Jueves de Corpus, en 1971, ya como mandatario. Echeverría negó a lo largo de su vida haber ordenado las represiones.

Apenas esta semana, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) informó que Peña Nieto y familiares consanguíneos realizaron triangulaciones internacionales de muchos millones de pesos de dinero en efectivo cuyo origen es desconocido. La denuncia fue presentada, dijo su titular Pablo Gómez, y la Fiscalía General de la República (FGR) abrió una carpeta de investigación.

Durante la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador, Gómez Álvarez dio a conocer que la denuncia presentada por la UIF fue por posibles operaciones con recursos de procedencia ilícita.

“Derivado de las facultades con que cuenta la Unidad de Inteligencia Financiera, se realizó un análisis de los reportes financieros y avisos de quienes realizan actividades vulnerables, a través de los cuales, se detectó un esquema donde un expresidente de la República obtuvo beneficios económicos”, reveló.

“En este esquema se observó que el exmandatario, por medio de transferencias internacionales, recibió 26 millones mil 429 pesos 74 centavos moneda nacional”, precisó el funcionario en su intervención.

–Con información de AP

Así fue el día en que Luis Echeverría tomó el control del fútbol mexicano en 1974

sábado, julio 9th, 2022

El fracaso que dejó fuera a México del Mundial de Alemania fue la gota que derramó el vaso para cambiar de rumbo.

Ciudad de México, 9 de julio (As México).– Luis Echeverría pasará a la historia como uno de los presidentes más polémicos de la República Mexicana. El exmandatario falleció este viernes a los 100 años y recordamos un pasaje que pocos saben relacionado al fútbol mexicano.

W Deportes se dio a la tarea de sacar una historia de Luis Echeverría que podría fácilmente pasar con la actualidad que vive el “Tri”. El expresidente de México tomó las riendas del fútbol mexicano de la manos de los dueños después de que la Selección Mexicana quedara fuera del Mundial de Alemania 1974.

El expresidente mexicano Luis Echeverría falleció a los 100 años. Foto: Cuartoscuro, Archivo

SACUDIDA

Echeverría puso toda su confianza en Gustavo Preticioli, hombre fuerte del mandatario y quien fungió como un comisionado de la Primera División Mexicana, algo similar a lo que manejan hoy en día la NBA o la NFL.

Al principio, los directivos aceptaron la incorporación de Preticioli con buena cara y el barco parecía que iba en la misma dirección. En ese lapso hubo partidos de talla internacional y se esperaba que se diera un salto de calidad.

Hasta que Emilio Azcárraga Milmo entró en la escena y empezó de a poco a ganarse a Preticioli al punto en el que Gustavo seguía las órdenes del directivo de Grupo Televisa. En 1975, Gustavo se deslindó del fútbol y tomó la Secretaría de Hacienda para terminar en el gabinete de Echeverría en su penúltimo año.

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La herencia de Echeverría es la violencia y la impunidad, dicen víctimas y ciudadanos

sábado, julio 9th, 2022

Organizaciones, activistas y ciudadanos recordaron que el legado que dejó el expresidente Luis Echeverría fue de violencia e impunidad. 

Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– La muerte del expresidente Luis Echeverría Álvarez provocó diversas reacciones en redes donde los recuerdos que destacan de su vida se relacionan con la violencia y la impunidad.

Echeverría, quien gobernó México de 1970 a 1976, fue actor clave en las matanzas del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971. Durante su sexenio se emprendió una persecución y represión en contra de los opositores del sistema, un episodio histórico conocido como la “Guerra Sucia”.

El Comité 68 escribió en su cuenta de Twitter que el expresidente murió en total impunidad:

“#Echeverria murió en calidad de imputado por el delito de genocidio, del cual no fue exonerado. Quedó libre bajo reservas. Exigimos que la FGR reabra el caso. No más impunidad”.

“Cuando me preguntan qué siento ante la muerte de Luis Echeverría. Pienso en Lucio Cabañas, Genaro Vázquez, el halconazo, Rosendo Padilla, la primera devaluación, Jesús Piedra Ibarra. Ni arriba ni adelante”, escribió Santiago Nieto Castillo, estitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) en su cuenta de Twitter.

La organización Artículo 19 destacó que al expresidente la impunidad lo protegió los 100 años que vivió.

“Murió impune Echeverría. Responsable de la masacre de estudiantes en Tlatelolco y el Halconazo. No fue juzgado por sus crímenes, y la impunidad lo protegió en su casa a salvo hasta sus 100 años. Por la verdad, memoria y justicia de todas las personas desaparecidas”, escribió la organización defensora de los derechos de los periodistas.

“Soy hija de Javier Glez, estudiante víctima de represión, perseguido y preso en 1971. Mis padres vivieron el infierno de la guerra sucia. Crecí en la más absoluta pobreza temiendo q la mano de Echeverría nos alcanzaría. Luis Echeverría: de mi cuenta corre divulgar tu negra memoria”, escribió una usuaria en Twitter.

La cuenta de Twitter de hijas e hijos de los desaparecidos en México también se pronunció por la muerte del expresidente:

“Murió #Echeverría, murió el genocida. Se fue impune porque la justicia lo dejó en casa y a salvo 100 años. Pero resiste la memoria de un pueblo: no olvidamos, no hay reconciliación. Nos siguen faltando verdad, justicia y nuestres desaparecides. #EcheverríaGenocida”.

El investigador Tito Garza Onofre destacó en Twitter:

El Presidente Andrés Manuel López Obrador también reaccionó en redes enviando las condolencias a la familia y amigos de Luis Echeverría.

Luis Echeverría Álvarez falleció la noche del viernes a la edad de 100 años en su residencia de Cuernavaca, en Morelos.

El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud. 

El productor y director independiente Daniel Marmolejo escribió: “Ha muerto impune el criminal de Estado, Luis Echeverría Álvarez, cómplice de la Matanza Estudiantil de Tlatelolco en 1968, Responsable de la Matanza del Jueves de Corpus y de la Guerra Sucia. Muere con las manos ensangrentados a los 100 años de edad. ¡TÚ LOS MATASTE!”

EL OSCURO LEGADO

El expresidente dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplió 100 años de edad el pasado 17 de enero, con lo que se convirtió en el exjefe de Estado más longevo en la historia del país.

Luis Echeverría. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia”  donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.

Echeverría, quien llegó al poder por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.

Ya como mandatario se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

Esta imagen, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia, le entregó un reconocimiento a Luis Echeverría por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

Pese al tiempo, se mantienen vivos los reclamos por los episodios de violencia de Echeverría, quien apareció en público por última vez en abril de 2021 para recibir su vacuna contra la COVID-19.

El Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador creó en octubre pasado una Comisión de la Verdad para esclarecer la “Guerra Sucia”. Apenas en junio pasado se abrieron las puertas del Campo Militar 1 con el reclamo de justicia aún vigente de las víctimas.

En una entrevista concedida a “Los Periodistas” en SinEmbargoAlAire,  la historiadora Ángeles Magdaleno y el abogado y activista Jaime García Chávez coincidieron en que el expresidente Luis Echeverría Álvarez cumplía 100 años de edad en medio del olvido, ignorado por su propia familia y sin haber pagado por los crímenes que cometió desde el poder.

Los analistas hablaron de la represión que se vivió en el país con Echeverría, de su papel en la matanza estudiantil de 1968 y en la masacre del jueves de Corpus en 1971, así como su responsabilidad en la crisis económica y la devaluación por la que atravesó México cuando fue Presidente de 1970 a 1976.

En su intervención, la historiadora Ángeles Magdaleno aseguró que el exmandatario vive secuestrado por su propia familia —señalada en diversas ocasiones por los escándalos y disputas por su fortuna— e indicó que en su opinión el haber vivido 100 años, es tal vez, su tragedia más grande.

“La mayor tragedia de Echeverría, ni siquiera es que lo señalen de represor, en mi opinión es que está ignorado por su propia familia […] ¿Alguien ha escuchado que uno de los hijos de Echeverría salga en su defensa? Yo no, al contrario. Todo lo que se ha sabido de la familia es que han secuestrado sus bienes, han secuestrado su persona, su casa, etcétera. Creo que su peor tragedia es que vivió demasiado, vivió 100 años, entonces la herencia no la han podido repartir, creo que en eso estriba cuando es su cumpleaños, cuando lo enjuiciaron nadie de su familia dijo ninguna palabra a su favor”.

En tanto, Jaime García Chávez, político de izquierda en Chihuahua y presidente de la organización Unión Ciudadana, calificó a Luis Echeverría como “un personaje siniestro”, que vivió por años a costa del servicio público, que se desempeñó como Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz y que llegó al poder gracias al control que tenía el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“A Luis Echeverría lo define una palabra: la represión. Sí cometió crímenes de lesa humanidad como Secretario de Gobernación de Gustavo Díaz Ordaz y con toda responsabilidad directa por la que quedó impune el 10 de junio, con el ‘halconazo’ y el inicio de la sanguinaria Guerra Sucia”.

AMLO envía pésame a familiares y amigos de Luis Echeverría tras su muerte

sábado, julio 9th, 2022

El actual Presidente envió su pésame a los familiares y amigos de Luis Echeverría Álvarez por su fallecimiento a sus 100 años.

Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador dio su pésame a los familiares y amistades del exmandatario Luis Echeverría Álvarez, tras su fallecimiento este viernes por la noche a sus 100 años de edad.

“En nombre del Gobierno de México envío un respetuoso pésame a los familiares y amigos del licenciado Luis Echeverría Álvarez, Presidente de México durante el sexenio de 1970 a 1976″, escribió el actual líder del Poder Ejecutivo federal desde su cuenta de Twitter.

Luis Echeverría Álvarez, Presidente de México de 1970 a 1976, falleció la noche del viernes a la edad de 100 años en su residencia de Cuernavaca, en Morelos.

Echeverría fue actor clave en las matanzas del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y del 10 de junio de 1971, conocida como el “Halconazo”, y durante su sexenio se emprendió una persecución y represión en contra de los opositores del sistema, un pasaje histórico conocido como la “Guerra Sucia”.

El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud.

El expresidente dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia”  donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.

El expresidente acababa de cumplir 100 años el pasado 17 de enero. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

Echeverría, quien llegó al poder por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.

Ya como mandatario se le responsabiliza del “Halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

Expresidente, actor clave en Tlatelolco y la “Guerra Sucia”, fallece a los 100 años

sábado, julio 9th, 2022

El expresidente mexicano falleció a sus 100 años de edad, un actor clave de un periodo de desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales conocido como la “Guerra Sucia”.

Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).– Luis Echeverría Álvarez, Presidente de México de 1970 a 1976, falleció la noche del viernes a la edad de 100 años en su residencia de Cuernavaca, en Morelos.

Echeverría fue actor clave en las matanzas del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y del 10 de junio de 1971, conocida como el “Halconazo”, y durante su sexenio se emprendió una persecución y represión en contra de los opositores del sistema, un pasaje histórico conocido como la “Guerra Sucia”.

El año pasado, al cumplirse 53 años de la masacre de estudiantes en Tlatelolco, líderes del Movimiento del 68 exigieron reabrir el proceso judicial contra el expresidente Luis Echeverría, quien el pasado 17 de enero cumplió 100 años y se encontraba delicado de salud. 

El expresidente dejó un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, según refieren analistas políticos.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplió 100 años de edad el pasado 17 de enero, con lo que se convirtió en el exjefe de Estado más longevo en la historia del país.

Luis Echeverría. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “Guerra Sucia”  donde perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.

Echeverría, quien llegó al poder por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.

Ya como mandatario se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

Esta imagen, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia, le entregó un reconocimiento a Luis Echeverría por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

LA IMPUNIDAD

Pese al tiempo, se mantienen vivos los reclamos por los episodios de violencia de Echeverría, quien apareció en público por última vez en abril de 2021 para recibir su vacuna contra la COVID-19.

El Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador creó en octubre pasado una Comisión de la Verdad para esclarecer la “Guerra Sucia”. Apenas en junio pasado se abrieron las puertas del Campo Militar 1 con el reclamo de justicia aún vigente de las víctimas.

En una entrevista concedida a “Los Periodistas” en SinEmbargoAlAire,  la historiadora Ángeles Magdaleno y el abogado y activista Jaime García Chávez coincidieron en que el expresidente Luis Echeverría Álvarez cumplía 100 años de edad en medio del olvido, ignorado por su propia familia y sin haber pagado por los crímenes que cometió desde el poder.

Los analistas hablaron de la represión que se vivió en el país con Echeverría, de su papel en la matanza estudiantil de 1968 y en la masacre del jueves de Corpus en 1971, así como su responsabilidad en la crisis económica y la devaluación por la que atravesó México cuando fue Presidente de 1970 a 1976.

En su intervención, la historiadora Ángeles Magdaleno aseguró que el exmandatario vive secuestrado por su propia familia —señalada en diversas ocasiones por los escándalos y disputas por su fortuna— e indicó que en su opinión el haber vivido 100 años, es tal vez, su tragedia más grande.

“La mayor tragedia de Echeverría, ni siquiera es que lo señalen de represor, en mi opinión es que está ignorado por su propia familia […] ¿Alguien ha escuchado que uno de los hijos de Echeverría salga en su defensa? Yo no, al contrario. Todo lo que se ha sabido de la familia es que han secuestrado sus bienes, han secuestrado su persona, su casa, etcétera. Creo que su peor tragedia es que vivió demasiado, vivió 100 años, entonces la herencia no la han podido repartir, creo que en eso estriba cuando es su cumpleaños, cuando lo enjuiciaron nadie de su familia dijo ninguna palabra a su favor”.

En tanto, Jaime García Chávez, político de izquierda en Chihuahua y presidente de la organización Unión Ciudadana, calificó a Luis Echeverría como “un personaje siniestro”, que vivió por años a costa del servicio público, que se desempeñó como Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz y que llegó al poder gracias al control que tenía el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“A Luis Echeverría lo define una palabra: la represión. Sí cometió crímenes de lesa humanidad como Secretario de Gobernación de Gustavo Díaz Ordaz y con toda responsabilidad directa por la que quedó impune el 10 de junio, con el ‘halconazo’ y el inicio de la sanguinaria Guerra Sucia”.

Echeverría está solo e ignorado hasta por su familia… pero sigue impune: analistas

lunes, enero 17th, 2022

El expresidente Echeverría es recordado por su rol en la llamada “guerra sucia”, cuando su Gobierno persiguió a los movimientos de izquierda y estudiantiles. Sin embargo, sus capítulos más oscuros fueron su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, cuando era secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz y su responsabilidad, ya como Presidente, en el “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron un saldo de 17 muertos.

Ciudad de México, 17 de enero (SinEmbargo).- El expresidente Luis Echeverría Álvarez cumple 100 años de edad en medio del olvido, ignorado por su propia familia y sin haber pagado por los crímenes que cometió desde el poder, coincidieron la historiadora Ángeles Magdaleno y el abogado y activista Jaime García Chávez.

En entrevista con Álvaro Delgado y Alejandro Páez en el programa de Los Periodistas que se transmite en el canal de YouTube de SinEmbargo Al Aire, los analistas hablaron de la represión que se vivió en el país con Echeverría, de su papel en la matanza estudiantil de 1968 y en la masacre del jueves de Corpus en 1971, así como su responsabilidad en la crisis económica y la devaluación por la que atravesó México cuando fue Presidente de 1970 a 1976.

En su intervención, la historiadora Ángeles Magdaleno aseguró que el exmandatario vive secuestrado por su propia familia —señalada en diversas ocasiones por los escándalos y disputas por su fortuna— e indicó que en su opinión el haber vivido 100 años, es tal vez, su tragedia más grande.

“La mayor tragedia de Echeverría, ni siquiera es que lo señalen de represor, en mi opinión es que está ignorado por su propia familia […] ¿Alguien ha escuchado que uno de los hijos de Echeverría salga en su defensa? Yo no, al contrario. Todo lo que se ha sabido de la familia es que han secuestrado sus bienes, han secuestrado su persona, su casa, etcétera. Creo que su peor tragedia es que vivió demasiado, vivió 100 años, entonces la herencia no la han podido repartir, creo que en eso estriba cuando es su cumpleaños, cuando lo enjuiciaron nadie de su familia dijo ninguna palabra a su favor”.

Esta imagen, de archivo, fue tomada en 2017, cuando el Grupo Lucano, de Italia, le entregó un reconocimiento a Luis Echeverría por las acciones en materia de prevención de desastres naturales realizadas en los años setenta. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

En tanto, Jaime García Chávez, político de izquierda en Chihuahua y presidente de la organización Unión Ciudadana, calificó a Luis Echeverría como “un personaje siniestro”, que vivió por años a costa del servicio público, que se desempeñó como Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz y que llegó al poder gracias al control que tenía el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“A Luis Echeverría lo define una palabra: la represión. Sí cometió crímenes de lesa humanidad como Secretario de Gobernación de Gustavo Díaz Ordaz y con toda responsabilidad directa por la que quedó impune el 10 de junio, con el ‘halconazo’ y el inicio de la sanguinaria Guerra Sucia”.

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El expresidente mexicano Luis Echeverría cumplió este lunes 100 años con un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas.

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “guerra sucia” o “terrorismo de Estado”, cuando su Gobierno apoyaba movimientos como Revolución de Cuba, a Salvador Allende en Chile y al sandinismo en Nicaragua, mientras en el país perseguía a los movimientos de izquierda y estudiantiles.

El expresidente mexicano Luis Echeverría en 2002. Foto: Cuartoscuro, Archivo

Echeverría afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes.

Ya como mandatario, se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

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IMPUNE POR SUS DELITOS

Investigado por la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, creada por el Gobierno de Vicente Fox, Luis Echeverría fue declarado culpable, en 2006, del delito de genocidio por su responsabilidad en la matanza de Tlatelolco y el Jueves de Corpus.

Sin embargo, por su edad —en ese entonces de 87 años— sólo estuvo bajo prisión domiciliaría en su residencia de San Jerónimo, hasta que fue exonerado por un Tribunal, en marzo de 2009.

“Los responsables de estos crímenes pasaron a la impunidad. Luis Echeverría llega a los 100 años de edad sin haber pagados por sus crímenes. Una longevidad envidiable si se quiere, pero que sintetiza lo más corrupto, lo más siniestro, lo más represivo que tuvo el régimen de dominación priista en el país porque él es complice desde antes, porque ocupaba cargos que lo vinculaban al Ejército”, aseguró Jaime García Chávez.

Luis Echeverría Álvarez le costó a los mexicanos en las últimas tres décadas casi 83 millones de pesos (mdp). Foto: Cuartoscuro

En tanto, Ángeles Magdaleno relató que años atrás, cuando trabajó en la Fiscalía de Ignacio Carrillo Prieto, dentro de la dependencia laboraban algunos de los responsables de los hechos que ella investigaba, lo que hacía suponer que todo se trataba de una ficción.

“Sufrí mucho en ese periodos, fue un verdadero campo minado. El Ministerio Público encargado de las investigaciones del 68 y 71 era compadre de todos los enviciados, llegaban los envidiados y se abraza con ellos”

Pese al paso de los años, aún se mantienen vivos los reclamos por los episodios de violencia del expresidente Luis Echeverría, quien apareció en público por última vez en abril de 2021 para recibir su vacuna contra la COVID-19.

El Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador creó el pasado 2 octubre pasado una Comisión de la Verdad para esclarecer la “guerra sucia”.

La Comisión tendrá como tarea investigar los crímenes que tuvieron lugar entre 1965 y 1990, con el fin de hacer justicia, reparar a las víctimas y continuar la búsqueda de las personas que todavía siguen desaparecidas de esa época.

Luis Echeverría, 100 años: “su legado más duradero es la violencia de Estado”

domingo, enero 16th, 2022

Luis Echeverría enfrentó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz, durante la matanza de estudiantes en Tlatelolco. Además, se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971.

Por Pedro Pablo Cortés

Ciudad de México, 16 de enero (EFE).- El expresidente mexicano Luis Echeverría (1970-1976) cumple este lunes 100 años con un legado oscuro marcado por la violencia de Estado, la represión y las desapariciones forzadas, además de comparaciones con el populismo del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.

Nacido el 17 de enero de 1922 en Ciudad de México, Echeverría es conocido por su rol en la llamada “guerra sucia” o “terrorismo de Estado”, cuando su Gobierno apoyaba la Revolución de Cuba, a Salvador Allende en Chile y al sandinismo en Nicaragua, pero dentro perseguía a movimientos de izquierda y estudiantiles.

“Son muchos los problemas contemporáneos que se inician en el sexenio de Echeverría, pero sin duda el legado más duradero es la violencia del Estado”, expresa a EFE la historiadora Adela Cedillo, profesora de la Universidad de Houston.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplirá 100 años de edad el próximo 17 de enero. La imagen fue tomada en 1975 durante una ceremonia oficial en el Zócalo de la Ciudad de México. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

PRESUNTO GENOCIDA

Echeverría, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, cuando era Secretario de Gobernación del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) durante la matanza en Tlatelolco de más de 300 estudiantes, según cifras de organizaciones civiles, que protestaban contra el Gobierno.

Ya como mandatario, se le responsabiliza del “halconazo” o la matanza del Jueves de Corpus del 10 de junio de 1971, cuando paramilitares organizados por el Gobierno, llamados “los halcones”, agredieron a estudiantes que se manifestaban y dejaron 17 muertos.

Luis Echeverría Álvarez cumplirá 100 años de edad el próximo 17 de enero, con lo que se convertirá en el exjefe de Estado más longevo en la historia del país. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro, archivo.

“Ha salido la suficiente documentación para esclarecer que fue algo programado y planeado por el Estado, desde la Presidencia”, señala Cedillo.

LEGADO VIVO Y MEMORIA DÉBIL

Pese al tiempo, se mantienen vivos los reclamos por los episodios de violencia de Echeverría, quien apareció en público por última vez en abril de 2021 para recibir su vacuna contra la COVID-19.

El 1968 fue Secretario de Gobernación y posteriormente sucedió al exmandatario Gustavo Díaz Ordaz. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

“El compromiso sobre todo es de la no repetición, de que nunca más se reprima a quienes protestan a quienes luchan por las transformaciones”, prometió el Presidente López Obrador el 10 de junio pasado al ofrecer una disculpa del Estado por el “halconazo”.

El Gobierno actual creó en octubre pasado una Comisión de la Verdad para esclarecer la “guerra sucia”.

Pero la historiadora Cedillo considera que “es una comisión tardía” y “condenada a la irrelevancia” por el propio Gobierno, que debería enfocar recursos a encontrar a los desaparecidos.

Luis Echeverría, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afrontó juicios por genocidio por su papel en la masacre del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

También señala que funcionarios de Echeverría ocupan puestos del Gobierno, como el actual Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, señalado de liderar la Operación Cóndor durante ese sexenio, que si bien oficialmente buscaba luchar contra el narcotráfico se utilizó para perseguir a activistas y movimientos sociales con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense.

“Es algo que se debe recordar, que finalmente este México que vivimos tan violento, tan descompuesto, de agentes del Estado aliados al crimen organizado, en contubernio, recibiendo sobornos, es uno de los grandes legados de esa época”, exhorta Cedillo.

LÓPEZ OBRADOR: ¿NEOECHEVERRISTA?

Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República, durante una conferencia de prensa. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

El Presidente López Obrador ha despertado comparaciones con Echeverría, quien “fue el incipiente iniciador del populismo en México”, comenta Ulises Corona, profesor de política de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Sí se podría comparar, tiene muchas similitudes. El populismo sigue siendo vigente como una forma de Gobierno. La ‘mediocracia’, hablando de los medios de comunicación, sigue siendo referente. Es una comparación válida que sirve para explicar el control social”, expone en entrevista.

El académico advierte que López Obrador comparte con el priista un discurso nacionalista, el uso de las Fuerzas Armadas, un poder centralizado, una retórica contestataria y su estilo de gobernar.

Ulises Corona, profesor de política de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte que el Presidente López Obrador comparte con Luis Echeverría un discurso nacionalista, el uso de las Fuerzas Armadas, un poder centralizado, una retórica contestataria y su estilo de gobernar. Foto: Cuartoscuro

Pero sobre todo, políticas económicas como “mantener una economía cerrada” y una “concentración económica”.

“En aquel momento era defender el milagro mexicano, cerrarse a las fronteras, nacionalizaciones a toda costa. Y en este momento es similar, petrolizar la economía, apostarle al crecimiento y a la abundancia del petróleo, volver a apostar por combustibles fósiles y sobre todo hacer todo esas versiones para el pueblo”, expone.

Durante el Gobierno de Echeverría comenzó un “uso electoral de los programas sociales” y el populismo crecía “conforme fueron avanzando las necesidades poblacionales y de mantener el control político, económico y social”, según el académico.

Luis Echeverría Álvarez, quien fue Presidente de México de 1970 a 1976, cumplirá 100 años de edad el próximo 17 de enero. Foto: Pedro Valtierra, Cuartoscuro.

Por ello, aunque ha pasado medio siglo de la Presidencia de Echeverría, “fue un legado muy importante porque hasta la fecha lo seguimos viviendo”, concluye Corona.

AMLO olvidó a Echeverría y él aún tiene crímenes por pagar: Comité 68; exige reabrir caso y juzgarlo

viernes, octubre 2nd, 2020

El Comité 68 le presentó este jueves un documento al titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, en el que le piden informe cuáles son las diligencias que la FGR ha practicado en 2019 y lo que va 2020. Félix Hernández Gamundi, uno de los líderes históricos del movimiento estudiantil de 1968 e integrante del Comité 68, dijo a Efe que la organización “espera ver la actuación del actual Gobierno mexicano y de la Fiscalía”.

Ciudad de México, 2 de octubre (SinEmbargo).- Integrantes del Comité 68 exigieron que se reabran los procesos legales en contra del expresidente Luis Echeverría y otros funcionarios, con el fin de que sean juzgados por su responsabilidad en la masacre de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.

“Exigimos que se proceda ya sin dilación a castigar a los culpables del genocidio perpetrado en esta plaza hace ya 52 años, no sólo es imperativo para legitimarse al frente del pueblo, sino para garantizar la no repetición de los delitos de Estado, forma abyecta de ataque contra los movimientos sociales”, señaló el Félix Hernández, dirigente del Comité, durante le acto realizado en la Plaza de las Tres Culturas.

El dirigente recodó que el delito de genocidio no prescribe tanto el derecho mexicano como internacional, por lo que exigió que el expresidente Echeverría sea juzgado.

“Luis Echeverría y otros genocidas siguen libres, pero sigue vivos. Y nosotros reclamamos la acción de la justicia, y recalamos, de inicio, que se reabre y se retome el proceso contra el expresidente, abierto peor interrumpido por la antigua PGR, para proteger a los dirigentes que atacaron a nuestro pueblo en esta plaza”, recalcó.

Hernández agregó que nunca se imaginaron llegar a 2020 “con esta acumulación impresionante de agravios contra distintos grupos en la sociedad: indígenas, estudiantes trabajadores, campesinos, maestros, periodistas, actores políticos, maestros, periodistas actores políticos, luchadores por la democracia, mujeres, niños, ancianos, personas con preferencia sexuales diversos y en particular una embestida continua contra los jóvenes en todos los rincones de México“, agregó.

A la par, otros dirigentes también exigieron que el expresidente Echeverría sea juzgado por los crímenes cometidos el 2 de octubre de 1968.

Por ejemplo, Ignacio Rodríguez señaló a Milenio que no se requiere una consulta para enjuiciar a Echeverría Álvarez porque “todo mundo sabe que son culpables”.

Pese a ello, expresó su molestia e inconformidad por la ausencia del nombre de Echeverría en la consulta propuesta por el Presidente López Obrador.

Un grupo de personas colocan ofrendas hoy en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas para conmemorar el aniversario de la masacre de estudiantes. Foto: José Méndez, EFE.

“Aún así estamos inconformes porque no se incluyó en esa lista a Luis Echeverría Álvarez, aunque sea un zombie”, declaró al diario nacional.

La ausencia del Echeverría Álvarez es, puntualizó la integrante del movimiento estudiantil, una forma de omisión del actual Gobierno para “procurar e impartir y buscar justicia para todos”, agregó.

Mientras Dolifet Antúnez, también integrante del movimiento, señaló que los expresidentes también deben ser juzgados por agravios a la sociedad.

“Para el enjuiciamiento a los expresidentes necesitamos que no sólo sea por corrupción, necesitamos que sean enjuiciados todos los expresidentes que hayan agraviado a la sociedad mexicana, no solamente los últimos cinco mandatarios cometieron delitos y cometieron bajezas”, declaró a El Universal.

La dirigente recalcó que lo que se busca es un acto de justicia, no de venganza, y que el delito de genocidio no prescribe, por lo que Echeverría Álvarez puede ser juzgado por su actuar el 2 de octubre.

GOBIERNO DESESTIMA PETICIÓN DE JUSTICIA

El abogado Víctor Guerra, asesor jurídico del Comité 68, señaló en entrevista con Efe que la principal función de esta organización, que integra a algunos de los sobrevivientes, “es la de luchar por la justicia, hasta el último momento, para que se castigue a los responsables”.

En ese sentido, en casi dos años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que el comité ha visto que “no existe voluntad política de parte del gobierno actual para poder establecer un organismo capaz de investigar lo que sucedió en 1968”.

Guerra puso como ejemplo el caso los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, caso en el que el presidente, al iniciar su gobierno, el 1 de diciembre de 2018, ordenó la creación de una Comisión de la Verdad.

“Es una obligación del Estado mexicano hacer esas investigaciones y con el marco legal que tenemos, si se crea un organismo o una fiscalía para hacer la investigación del delito de genocidio y consignar las averiguaciones previas que quedaron pendientes, eso sería un gran avance”, apuntó.

Jóvenes recuerdan la masacre del 2 de octubre. Foto: Crisanta Espinosa, Cuartoscuro.

El abogado acusó de inacción y de omisión al actual Gobierno mexicano “al no llevar a cabo la investigación de los delitos graves que se cometieron en el pasado”.

Con pocos movimientos en los últimos años en el caso, cuyo expediente, integrado por unas 70 mil u 80 mil  fojas, estuvo extraviado, el Comité 68 le presentó este jueves un documento al titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, en el que le piden informe cuáles son las diligencias que la FGR ha practicado en 2019 y lo que va 2020.

Félix Hernández Gamundi, uno de los líderes históricos del movimiento estudiantil de 1968 e integrante del Comité 68, dijo a Efe que la organización “espera ver la actuación del actual Gobierno mexicano y de la Fiscalía”.

“Pero hasta ahora no la hemos visto pese a que hay un nuevo momento político y desde los tres poderes se insiste en construir las bases para la paz en este país”, lamentó.

Para el activista “no es gratuito que cada año la gente, y sobre todo los jóvenes, se manifiesten de manera importante alrededor del 2 de octubre”.

“¿Es una expresión de nostalgia? No. Es una expresión de indignación y también de esperanza, de que con esa movilización y con la memoria la gente se está aspirando a la justicia”, añadió a EFE.

-Con información de EFE.

RESEÑA | Esa luz que nos deslumbra, de Fabrizio Mejía Madrid

sábado, noviembre 10th, 2018

A lo largo de medio siglo, el 68 mexicano ha dejado a su paso una gran variedad de libros testimoniales, análisis políticos y memorias personales que aspiran a esclarecer los hechos que ocurrieron la fatídica noche del 2 de octubre en Tlatelolco. Pero hasta ahora ninguno había conjuntado todas las voces en un mismo relato. Esa luz que nos deslumbra es la historia del choque entre el autoritarismo del Partido Único y la diversidad, la alegría y la esperanza de los universitarios. De esa colisión emergió la tragedia que no se olvida, pero también los gérmenes de un mito cívico que ha perdurado por más de dos generaciones.

Por Leopoldo Lezama

Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- Esa luz que nos deslumbra es una novela sobre el movimiento estudiantil de 1968, que inició en julio con el bazucazo en la Vocacional 5 y concluyó con la masacre en la Plaza de las Tres Culturas la tarde del dos de octubre. El eje fundamental lo ocupa la cronología de estos hechos y sus momentos cruciales (la constitución del CGH, la Marcha del silencio, la intervención del ejército en Ciudad Universitaria y la matanza de Tlatelolco), pero se extiende hasta la sucesión presidencial de Luis Echeverría, el halconazo del diez de junio de 1971 y la suerte que vivieron algunos de los líderes. Al mismo tiempo, se narra la historia de Juan Carlos Ledesma Pérez, un contador de la Secretaría de Hacienda, escritor frustrado que pierde su trabajo por asistir a una marcha en apoyo a los estudiantes y que desquita sus ambiciones literarias escribiendo cartas a su vecina. El supuesto autor de esa correspondencia es la sobrina y cuidadora de la anciana, quien es una de muchos activistas desaparecidos.

Mejía Madrid recrea el episodio del 68 desde las aulas universitarias, pero también desde las oficinas de gobierno, donde podemos escuchar un diálogo entre Gustavo Díaz Ordaz y el General Luis Cueto: “Blinde las patrullas —aconsejó el secretario de la Defensa—, póngales metrallas a los lados y éntrele. ¿O desayunó gallina?”. En otro momento, el entonces Secretario de Gobernación, Luis Echeverría, exige al rector José Barros Sierra que reprima a la comunidad universitaria. De igual forma, el narrador recrea a los protagonistas de la gesta estudiantil: Eduardo Valle el Búho, Sócrates Campos Lemus, Luis González de Alba, Roberto Escudero, Manuel Álvarez Garin, Tita Avendaño, Nacha Rodríguez, y personajes imprescindibles como José Revueltas y Heberto Castillo. El autor, quien conoce a fondo el tema del 68 y la guerra sucia (ya ha publicado libros sobre Gustavo Díaz Ordaz y Fernando Gutiérrez Barrios), ha podido acceder a las entrañas de los acontecimientos y presentarlos de una forma original.

Una novela que aporta al tema. Foto: Especial

Gracias a que Mejía Madrid eligió narrar la historia desde dos puntos de vista (los estudiantes y el gobierno), también vemos desfilar la cuadrilla completa de los responsables de la represión: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Marcelino García Barragán, los generales Alfonso Corona del Rosal, Luis Gutiérrez Oropeza, Luis Cueto, Francisco Solís Soto, Manuel Díaz Escobar (creador de los Halcones y quien puso a disposición de las fuerzas represivas a 14 mil trabajadores del Distrito Federal), Fernando Gutiérrez Barrios, jefe de la Federal de Seguridad y el tristemente célebre Miguel Nazar Haro, torturador y asesino. También salen a relucir los nombres de quienes se encargaron del Operativo Galeana el dos de octubre: Alberto Sánchez López, el General José Hernández Toledo, el Coronel Armando del Río Acevedo, Ernesto Gutiérrez Gómez-Tagle, Comandante del Batallón Olimpia y muchos otros, quienes, a criterio de Díaz Ordaz, evitaron “un baño de sangre mayor”.

Con esta novela, Fabrizio Mejía entra a un terreno ya transitado por excelentes libros, desde La noche de Tlatelolco, el clásico de Elena Poniatowska, Los días y los años, de Luis González de Alba, México 68: juventud y revolución, de José Revueltas, y novelas extraordinarias como Palinuro de México de Fernando del Paso.

¿Qué puede aportar Fabrizio Mejía con su novela? Por una parte, revive el incendio de una generación que intentó cambiar al mundo: el brigadeo en las calles, las asambleas de intelectuales, el caló subversivo impregnado de poesía, la inventiva de los artistas que pusieron su imaginario a favor de la lucha social. Fabrizio Mejía logra reconstruir la utopía estudiantil; un gran movimiento que comenzaría en las universidades y saldría de las aulas a “tomar las calles” y entregar esa parte de la “historia triunfante” al pueblo: una revolución que estallaría en todo el país como un incendio incontenible. Mejía retoma la frase de Marx y la pone en boca de los estudiantes mexicanos: “la revolución es un salto bajo el cielo que se abre”.

Por último, la novela sirve como un dique contra el olvido del crimen de Estado más brutal de la historia reciente de México, y es un recordatorio de que la misma idea de “seguridad nacional” que llevó a la práctica Gustavo Díaz Ordaz, se implementó desde el gobierno durante las cinco décadas siguientes.

Recientemente, el gobierno electo anunció la desaparición del Estado Mayor Presidencial; esperemos que esa parte oscura de la historia de México no vuelva a repetirse.

Echeverría, Romero Deschamps y Basilio, tres dinosaurios que nos han costado muy caros: 1,500 mdp

domingo, octubre 28th, 2018

Tienen más de tres décadas en el poder. La manutención del expresidente Echeverría, del líder petrolero Romero Deschamps y del discreto Basilio absorben mil 500 millones del presupuesto. ¿Será que AMLO corte sus beneficios?

Por Linaloe R. Flores

Ciudad de México, 28 de octubre (Vice/SinEmbargo).- Tres hombres han sobrevivido a todos los vaivenes de la vida nacional de México. Tienen poder, dinero y más de setenta años de edad. Tanto el poder como el dinero lo han obtenido del Estado mexicano en los últimos 30 años. Son los protagonistas más longevos de la política nacional, una herencia para el nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador que iniciará funciones el próximo 1 de diciembre y se propone una transformación en la Administración Pública Federal.

Luis Echeverría Álvarez, quien gobernó a México de 1970 a 1976; Carlos Romero Deschamps, dirigente nacional del Sindicato Nacional de Petroleros de la República Mexicana, y Basilio González Núñez, presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), integran esta triada al amparo del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pese a la derrota del año 2000 que lo sacó durante 12 años de la Presidencia de la República y la del pasado 1 de julio que casi le da una estocada mortal al dejarlo con mínima representación, el partido fundado por Plutarco Elías Calles sigue ahí a través de estas tres presencias.

Sus carreras políticas sobrevivieron a traumáticos eventos como los asesinatos del candidato y secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta y Francisco Ruiz Massieu en 1994, así como la crisis financiera de 1995. Nada les ocurrió en la transición de principios de siglo que derivó en la entrada al poder de dos gobiernos panistas (Vicente Fox y Felipe Calderón). El erario continuó con sus pagos puntuales y sin detenerse.

Mientras, en las últimas tres décadas, los trabajadores mexicanos perdieron derechos laborales, el poder adquisitivo cayó 80 por ciento y los niveles de pobreza no cambiaron debido a la reducida tasa de crecimiento de la economía y la distribución desigual de los ingresos, según estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

¿Cómo lograron mantenerse? He aquí sus circunstancias y métodos.

Luis Echeverría Álvarez le costó a los mexicanos en las últimas tres décadas casi 83 millones de pesos (mdp). Foto: Cuartoscuro

ECHEVERRÍA, EX PRESIDENTE. COSTO: 83 mdp

Luis Echeverría Álvarez le costó a los mexicanos en las últimas tres décadas casi 83 millones de pesos (mdp). Ese monto se integró por el salario bruto para su manutención y atención médica, así como los sueldos de 17 personas, entre choferes, ayudantes, supervisores de cocina y mensajeros que lo apoyaron. El dinero provino de la pensión vitalicia que recibe desde 1987 –año en que fue decretada–, misma que López Obrador suspenderá, según anunció.

El cálculo se realizó con información analizada por VICE y proporcionada por la Presidencia de la República a través de una respuesta a una solicitud de información mediante el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Además del pago de la pensión, Los Pinos especificó los nombres de quienes han ayudado al expresidente, así como sus salarios. Se trata de personal de ayuda doméstica.

A Luis Echeverría, dos tragedias lo han perseguido como sombras deformes hasta estos días, cuando tiene 96 años de edad. La matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco –era Secretario de Gobernación–, y después la del 10 de junio de 1971 en la avenida San Cosme de la Ciudad de México –tenía un año como presidente–. En ambas, habría tenido responsabilidad directa.

Su mandato resumió como ningún otro las contradicciones del sistema que a través del PRI gobernó durante 71 años sin interrupción antes de que en 2000, triunfara el Partido Acción Nacional (PAN). Recibió a expatriados que huían de las dictaduras de América del Sur y exigió la expulsión de España de la ONU por la ejecución de cinco jóvenes en 1975, ordenada por Francisco Franco en su lecho de muerte.

Pero dentro, la mano fue dura. Mientras gobernaba ocurrió el episodio conocido como Guerra Sucia, una estrategia para aplastar movimientos subversivos. Por lo menos 500 personas desaparecieron en México, según cálculos de algunas ONG. Además, los guerrilleros Genaro Vázquez y Lucio Cabañas fueron asesinados en Guerrero.

Este es un mexicano que gana 173 mil 620 pesos con 36 centavos. Foto: Cuartoscuro

BASILIO, PRESIDEN CONASAMI. COSTO: 56 mdp

Nombrado en 1991 presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, es el funcionario más veterano en la alta burocracia mexicana. En la última década, por fijar el salario mínimo que jamás ha cruzado de la pobreza hacia el bienestar, se le han pagado poco más de 56 millones de pesos en salario, de acuerdo con la revisión de datos abiertos que almacena el Portal de Obligaciones y Transparencia.

Este es un mexicano que gana 173 mil 620 pesos con 36 centavos; es decir, 64.6 veces el salario mínimo mensual de un trabajador que es de dos mil 686 con 14 centavos.

La comisión que preside fue creada en 1962, pero reformada en 1987 cuando el gobierno del entonces presidente Miguel de la Madrid firmó un pacto económico con los sectores laboral y empresarial para frenar la inflación. Basilio González Núñez fue nombrado en la presidencia del organismo en 1992 por Carlos Salinas de Gortari. Desde entonces, ha negociado con cinco presidentes de la República y once secretarios del Trabajo.

Aquel año, cuando ingresó al servicio público, no contaba con título profesional. Pasó una década para que obtuviera la Licenciatura en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su tesis fue La concertación social en México, un documento de 70 cuartillas en el que uno de los capítulos es sobre el salario mínimo.

¿Qué hace Basilio González Núñez? Cada año, instala una sesión. Ahí debate con base en estudios cuál es el mínimo que deben percibir los trabajadores mexicanos. Pero los datos históricos indican que ese salario se ha fijado más bien con base en las previsiones del Banco de México. En 2014, la Auditoría Superior de la Federación detectó que de 2001 a 2014, la Conasami había gastado 539 millones 600 mil pesos en 144 estudios socioeconómicos que no reflejaban metodología para fijar el mínimo, ni los factores a considerar.

De 75 años de edad, Romero Deschamps ha sido dirigente de los petroleros, tres veces diputado y dos veces Senador. Foto: Cuartoscuro

DESCHAMPS, DIRIGENTE PETROLERO. COSTO: 1,400 mdp

De 2005 a la fecha, Petróleos Mexicanos (Pemex) le ha entregado en las manos –sin exigirle ninguna factura ni comprobante– mil 400 millones de pesos.

Estipulado y acordado en los contratos colectivos del trabajo, este dinero no es para todos los trabajadores petroleros afiliados al sindicato. Es para que el dirigente y la cúpula del sindicato lo gasten en festividades por la nacionalización del petróleo, el desfile del 1 de mayo, la revisión del contrato colectivo de trabajo y viajes.

De 75 años de edad, Romero Deschamps ha sido dirigente de los petroleros, tres veces diputado y dos veces Senador. En la silla principal del sindicato permanecerá hasta 2024, según las últimas elecciones a mano alzada. Ese año habrá cumplido 31 años como dirigente y López Obrador habrá concluido su mandato.

La dirigencia la inició en 1996 en sustitución de Sebastián Guzmán Cabrera quien, a su vez, había sustituido a Joaquín Hernández Galicia, La Quina, detenido en 1989 en el temprano gobierno de Carlos Salinas de Gortari, y fallecido en 2013. En la pasada legislatura fue senador por el PRI. Dado que no le gustan las entrevistas, poco se supo de lo que pensaba de la Reforma Energética, impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto.

Pero hay una foto de él, mientras hojea una revista de yates, cuando justo se debatía esa enmienda en el Senado. Además del lujo, parece que le atraen los secretos. Cada vez que Pemex recibe una solicitud de información a través de los mecanismos de Transparencia, él responde con un amparo legal para no revelar cuánto gana o lo que hace con el dinero.

Así, estos tres dinosaurios políticos nos han costado –a los mexicanos que pagamos impuestos– más de mil 500 millones de pesos, una cifra equivalente al presupuesto que propone dejar de gastar el Senado en 2019, como parte de las medidas de austeridad impuestas por AMLO.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE VICE. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

El hombre que dio la orden

lunes, octubre 1st, 2018

En 1968, el entonces Presidente Gustavo Díaz Ordaz estaba seguro de que su deber era imponer el orden, se lo decían sus convicciones íntimas y también muchas personas que compartían sus puntos de vista: “sé que millones de compatriotas están decididamente a favor del orden y en contra de la anarquía”, comenta el General Francisco Gallardo Rodríguez en este análisis sobre el movimiento estudiantil.

La responsabilidad de las masacres históricas todas, contra poblaciones inermes, por ejemplo Tlatlaya, Ayotzinapa como las más recientes, así como la masacre de 1968, radica en quienes jalaron el gatillo para ultimar (fusilar) a personas ya sometidas o indefensas: autores materiales; pero la máxima responsabiliza es la que resulta de la tesis del “Dominio del Hecho”, una doctrina jurídica para analizar los aparatos delictivos de poder (Claus Roxin), reflexiona el también Doctor en Administración Pública por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

En la misma se establece que la figura del “hombre de atrás”, aquel que no está presente en la escena del crimen, pero desde su escritorio impartió la orden para que se consumara el delito, es igualmente responsable o más, que el autor material, dice el General, quien además fue preso político de 1993 a 2002.

“Los que hacen las revoluciones a medias no hacen más que cavar sus propias tumbas”.

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).– El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) dio luz verde a la difusión de información histórica que contiene datos personales de los archivos y fondos resguardados por el Archivo General de la Nación (AGN) relacionados con el Movimiento Estudiantil de 1968.

Parte de esta iniciativa incluye una exposición física y virtual de documentos y fotografías que estaban en poder de distintas dependencias federales como la Secretaría de Gobernación (Segob); el Cisen [Centro de Investigación y Seguridad Nacional]; la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, conocida como el Servicio Secreto, así como la propia Secretaría de la Defensa Nacional.

En sesión plenaria, los comisionados del INAI coincidieron en que la divulgación de la información coadyuvará al conocimiento de la verdad histórica de los hechos para evitar que se repitan tan graves violaciones a los derechos humanos.

EL CARÁCTER MULTIFACÉTICO DE 1968

La alegría, el ingenio y la creatividad fueron algunas de las características del movimiento estudiantil de 1968 (1). Los perros ataviados con consignas que los estudiantes hacían circular como medio de difusión, las caricaturas que se produjeron y en general lo que se ha dado en llamar “la gráfica del 68” son tan sólo una muestra de lo que cotidianamente se producía durante ese breve periodo que cambió la vida política y cultural de México.

Pese a la tensión que se vivía ante la política represiva del régimen y a la conciencia que se tenía ante el autoritarismo prevaleciente, la satisfacción que provocaba constatar que el gobierno fracasaba una y otra vez en su intento de desprestigiar al movimiento llegó a contagiar a otros sectores de la sociedad que pusieron en ridículo a “las autoridades”. Baste recordar a manera de ejemplo la anécdota del supuesto “desagravio a la bandera”, que protagonizaron los trabajadores del sector público.

El gobierno había desplegado una campaña mediática afirmando que los estudiantes habían profanado la Catedral Metropolitana y ofendido a la propia bandera nacional el 27 de agosto, durante el mitin que se efectuó en el Zócalo de la Ciudad de México. Con base en tal mentira el gobierno organizó un acto con los trabajadores oficinistas del Departamento del Distrito Federal para “desagraviar a la bandera”.

No me detendré a narrar lo que en realidad había ocurrido durante el mitin estudiantil, sólo señalaré que los trabajadores públicos que al día siguiente fueron acarreados para apoyar el falso desagravio se encargaron de revertir con sentido del humor la farsa gubernamental: “Bee, bee, bee… somos borregos de Díaz Ordaz”; “no vamos, nos llevan”, coreaban para denunciar jocosamente el porqué de su presencia en el acto. Cuando el Ejército arremetió contra los trabajadores, éstos fueron captados por las cámaras fotográficas corriendo para evitar los golpes, pero sus rostros, más que temor, lo que muestran son sonrisas por la travesura que habían hecho para desenmascarar al gobierno.

La cantidad de anécdotas de acciones audaces que los estudiantes de todas las instituciones educativas en huelga protagonizaron exitosamente es interminable, los politécnicos, por ejemplo, refieren la manera en la que localizaron y recuperaron los camiones escolares que las autoridades del Instituto Politécnico Nacional tenían escondidos en un estacionamiento y la forma en la que tomaron posesión de la imprenta en la que se producían los libros para los estudiantes del IPN, cuyas prensas habían sido preventivamente desarmadas para impedir que ahí se pudiera hacer propaganda del movimiento.

Fueron estudiantes de la ESIME [Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica] quienes con gran contento se hicieron cargo de armar y poner en operación la maquinaria en la que se produjo una parte muy grande de los volantes que repartían los brigadistas para mantener informado al pueblo de México, además de la que se hacía en mimeógrafos. Igualmente eran los estudiantes quienes operaban los camiones escolares del Poli que servían no sólo para el transporte, sino también como templetes en los mítines, tal como se aprecia en fotografías de la época.

Indudablemente éstas y muchas otras acciones intrépidas de los estudiantes estuvieron impulsadas por un enorme gusto y optimismo, pero además del entusiasmo, requirieron de mucha inteligencia, disciplina y responsabilidad. La irreverencia con la que se mofaban los estudiantes del Presidente gorila y represor contrastaba con el respeto que siempre tuvieron por el Rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, y por los profesores de la Coalición de Maestros de Enseñanza Media y Superior; el desparpajo al expresar algunas ideas era totalmente compatible y complementario con la formalidad en las actividades que la ameritaban, cabe mencionar que en los años posteriores y aún ahora, durante las marchas conmemorativas del 2 de octubre, Myrthokleia González sigue portando la bandera nacional con la misma dignidad que lo hacía durante las manifestaciones de 1968.

No hay estudiante alguno que habiendo participado no tenga presente el ambiente jovial que prevalecía. Pero así como hubo momentos de alegría desbordada, hubo algunos de suma preocupación en situaciones de mayor tensión; y otros más de dolor y desdicha por la trágica pérdida de compañeros.

La irreverencia con la que se mofaban los estudiantes “del Presidente gorila y represor” contrastaba con el respeto que siempre tuvieron por el Rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, y por los profesores de la Coalición de Maestros de Enseñanza Media y Superior, dice el General Gallardo. Foto: Archivo Histórico UNAM

APLASTADO MILITARMENTE, NO POLÍTICAMENTE

En una conferencia en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, en marzo de 1980, Raúl Álvarez Garín recordó: “En la manifestación del 27 de agosto, que fue extraordinaria, los compañeros de Medicina de la Universidad llevaron a miles de estudiantes con batas blancas, se hicieron cargo de las guardias alrededor de la embajada americana y dieron un espectáculo impresionante de organización. Sin embargo, el 13 de septiembre, cuando había un clima de represión muy grande, y se hacía propaganda por helicópteros anunciando que podría haber un conflicto, no había nadie; para tener una fila de batas blancas adelante fueron cerca de 50 compañeros politécnicos de la Escuela Superior de Medicina los que salieron al frente, junto con los compañeros de la ESIA [Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura].

“Después del 2 de octubre el movimiento resistió otros dos meses, en ese lapso imperaron sentimientos diversos de indignación y de decisión de resistir tenazmente, pese a todas las dificultades. Sin embargo, ante la ausencia de directivos, finalmente se decidió, el 4 de diciembre, volver a clases.

En Tlatelolco murieron cientos de compañeros, la acción gubernamental fue preparada fría y cobardemente; y ejecutada por sorpresa, sin dar tiempo a que nadie pudiera retirarse (…) De esa manera, el movimiento de 1968 fue aplastado militarmente. No fue derrotado políticamente (…) El resultado más importante y trascendental del movimiento estudiantil es que desde entonces la vida de México se ha politizado” (2).

No obstante, hay un sector de estudiantes de esa época que ha decidido emprender una cruzada en contra de esta visión multifacética de los acontecimientos de 1968. Para ese sector la importancia del movimiento y su caracterización estriba en sus elementos “lúdicos”. Su nostalgia por las experiencias de juego ha llevado a sus miembros al extremo de denostar a quienes, además de reivindicar los aspectos más gratos del movimiento, continuaron y continuamos empeñados en honrar a nuestros compañeros caídos y en que no se olvide que la represión fue un crimen de Estado que no debe quedar impune, sino que sus autores deben ser procesados y castigados judicialmente. Por esto acusan al Comité 68 de tener “culto por la muerte”.

Raúl Álvarez Garín: “En Tlatelolco murieron cientos de compañeros, la acción gubernamental fue preparada fría y cobardemente; y ejecutada por sorpresa, sin dar tiempo a que nadie pudiera retirarse (…) De esa manera, el movimiento de 1968 fue aplastado militarmente. No fue derrotado políticamente (…)”. Foto: Tomada de YouTube

TRASCENDENCIA: 2 VERSIONES DIFERENTES

Según este sector, la trascendencia del movimiento del 68 es que abrió la cultura de la informalidad, de la liberación sexual, del mundo del rock y los estupefacientes; y a sus miembros les regocija hablar de la “ruptura intergeneracional”. Esta visión es sumamente limitada y parcial, dado que también hubo muchos estudiantes que tuvieron experiencias familiares en un sentido diametralmente opuesto: muchos de ellos, que vivían de forma independiente, recibían la visita y el apoyo de sus familiares que residían en el campo o en localidades de provincia. Más aún, la propia organización de las Asambleas de Padres de Familia, que fueron impulsadas en todas las escuelas del Politécnico y de la Facultad de Economía de la UNAM, nos muestran que fueron múltiples las facetas del ambiente y las maneras en que se desarrolló el movimiento.

No representa mayor problema el que haya estudiantes que únicamente quieran recordar y hablar de la fiesta, del desafío, de los conflictos intergeneracionales, de la ruptura con la formalidad, etc., nadie los presiona para que se sumen a los homenajes y a la exigencia de que se castigue a los culpables. Pero lo que es inaceptable es que con el pretexto de que lo que hay que reivindicar del 68 es su naturaleza graciosa, pretendan descalificar actividades que otros desarrollamos para preservar la memoria de los agravios y para denunciar y exigir justicia. Con sus críticas contribuyen a obstaculizar la lucha en contra del olvido y a favorecer la impunidad.

Los detractores del Comité 68 nos acusan de que con nuestra solemnidad damos un mensaje contrario al carácter lúdico del movimiento estudiantil pero, ¿acaso no fue un acto solemne aquél en el que el Rector de la UNAM puso a media asta la bandera, como protesta por la violación de la autonomía universitaria y por la represión del Ejército, que había derribado de un bazucazo la puerta de la Preparatoria Uno, el 30 de julio? ¿El Rector y los estudiantes que acudieron a ese acto estaban jugando? ¿La presencia de la Bandera Nacional en las marchas conmemorativas del 2 de octubre es la antítesis del ambiente del movimiento estudiantil? ¿Mantener la exigencia de justicia no es la continuidad del sexto punto del pliego petitorio que era: “Deslinde de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de policía, granaderos y Ejército”? La articulación consistente de lo simbólico, lo cultural y lo político ha dado importantes frutos a las causas del Comité 68, en cuanto al reconocimiento judicial de al menos una parte de la verdad; paralelamente esa articulación ha sido un impulso a la creatividad de muchos artistas que han contribuido a la preservación de la memoria y a la denuncia pública.

ALGO SÍ ESTÁN PAGANDO

Los costos que han tenido que pagar los autores del crimen de Estado no corresponden a lo que sería la impartición de la justicia, pero es un logro importante que el propio Poder Judicial haya establecido, con efectos de cosa juzgada, que el 2 de octubre de 1968 se cometió el crimen internacional de genocidio. Esta es la verdad jurídica que demandó un grupo de estudiantes encabezados por Raúl Álvarez Garín, quien siempre sostuvo que la masacre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco había sido un crimen de Estado.

El establecimiento jurídico de esta verdad no es una derrota menor para los genocidas y sus aliados, los recursos que pusieron en juego para que no se consignara a los inculpados por el delito de genocidio fueron de diverso tipo, incluyendo una intensa campaña a cargo de ciudadanos con títulos académicos y presencia en los medios de comunicación, quienes apasionadamente insistían en dos puntos: el primero, que no tenía sentido la investigación ministerial a cargo de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp), sino que lo adecuado era crear una comisión de la verdad para hacer la investigación (3);  y segundo, que lo ocurrido el 2 de octubre había sido “un crimen atroz”, pero no un genocidio. Fracasaron en su campaña, pero aun así, el propio director del Museo de la Memoria y la Tolerancia, Jacobo Dayan, en un programa de Martha Debayle, que se transmitió por W Radio en octubre de 2011, declaró: “Matar revoltosos del 68, no es genocidio” (4).

Esta no es sólo la opinión individual de Jacobo Dayan, sino también la del propio Museo, que hasta hoy en día continúa sosteniendo que son siete los casos de genocidio en el mundo, y que entre ellos no está el de Tlatelolco. El museo está en su derecho de manifestar que su opinión es que si alguna responsabilidad tuvo Luis Echeverría en los hechos de 1968, ésta correspondería a la de algún delito que ya haya prescrito, no como el de genocidio que es imprescriptible; está en su derecho de decir que los estudiantes del 68 eran revoltosos y está en su derecho de expresar su desacuerdo con la resolución judicial emitida. Simplemente tendría que aclarar que esa es su posición en particular.

No obstante, lo que es totalmente inadmisible es que si le parece incorrecta la resolución judicial de este caso, que forma parte de la temática de su propio objeto, en lugar de cuestionarla y confrontarla simplemente esté negando su existencia, a pesar de las aclaraciones que le han hecho los miembros del Comité 68. La falsedad de su versión, que forma parte de toda una campaña de desinformación, puede constatarse vía internet accediendo directamente a la sentencia dictada por el Quinto Tribunal Colegiado de Circuito en el Amparo en Revisión 132/2007 (5).

De forma inconsistente, en la misma sentencia se ordenó la libertad “con las reservas de Ley” de Luis Echeverría –quien estuvo sometido a prisión domiciliaria durante dos años–, “por falta de elementos para procesarlo”, lo cual significa que los juzgadores no dieron razones de fondo para su liberación y no se atrevieron a resolver que se le procesara y consecuentemente se le diera la condena que amerita, sino que se lavaron las manos, dictaminando que las pruebas acopiadas hasta ese momento no les permitían tener por acreditada su presunta responsabilidad. Esta sentencia, por lo tanto, dio un respiro de impunidad al inculpado, pero no lo exoneró y no le impide a la PGR ahondar en la investigación, recabar otras evidencias y ejercitar otra vez la acción penal en su contra (6).

Luis Echeverría fue acusado de fraguar, junto con Gustavo Díaz Ordaz, la matanza del 2 de octubre de 1968 y la desaparición forzada de personas y disidentes; es el único Presidente en México que ha recibido dos órdenes de aprehensión​ por presunto genocidio y cumplir prisión domiciliaria. Fue absuelto en 2009. Foto: Archivo

Aun habiendo sido liberado Luis Echeverría, para él representa un golpe y una derrota personal que el delito de genocidio haya sido determinado en tres instancias del Poder Judicial y que la última de estas resoluciones sea la definitiva; es decir, legalmente ya no puede hacer apelación alguna, como las que infructuosamente interpuso su abogado Juan Velázquez en las dos primeras.

Esta parte de la sentencia hace ver –aunque sólo sea de forma implícita– que es responsable del genocidio, dado que él se encontraba en la línea de mando, como Secretario de Gobernación, en una posición determinante en la planeación y la ejecución de lo ocurrido, que son dos de los aspectos que probaron que la intención de la masacre y la detención y encarcelamiento de su dirección nacional fue destruir al movimiento. La acreditación de este propósito –que es una condición consustancial en la tipificación de este delito– fue reconocida en las tres resoluciones.

Para la soberbia que caracteriza a Echeverría y a sus cómplices, esta sentencia es una tunda que se han empeñado en ocultar, especialmente con campañas mediáticas que insisten en afirmar que fue “exonerado” o “absuelto”. De esta manera pretenden provocar en la sociedad un sentimiento de derrota e impotencia y, en consecuencia, una actitud y un comportamiento de resignación, o ahondar la creencia que algunos tienen que la demanda interpuesta en su contra no le ha representado cambio alguno en sus megalómanos proyectos y en su forma de vida.

Sin embargo, es público que apenas dos semanas antes de que Echeverría se presentara a declarar en calidad de indiciado ante la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, el 2 de julio de 2002, estaba muy activo en China, alternando con altos dirigentes del gobierno central de aquel país, así como con el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore y con el ex primer ministro de Suecia, Carl Bildt. Además, el año anterior había sido condecorado con el título de “El amigo enviado del pueblo” (7).  Ya en México se negó a responder las preguntas en la Fiscalía, pero salió a la calle e intentó infructuosamente hablar a los periodistas. Los presentes le espetaron a coro: “Asesino… genocida”. Para obligarlo a retirarse, uno de sus guaruras le ordenó a otro “Mételo a chingadazos” (8).

CREATIVIDAD EN LA LUCHA POR LA JUSTICIA

En la lucha en contra de la impunidad, hay muchos compañeros que desarrollan su creatividad artística y por este medio contribuyen persistentemente a preservar la memoria histórica y a denunciar los crímenes cometidos por el Estado, al tiempo que ofrecen homenajes a los caídos. La Estela de Tlatelolco edificada en 1998 y el Memorial a Víctimas de la Violencia del Estado son dos claros ejemplos de esa creatividad.

El 2 de octubre, que fue declarado por la ONU “Día Internacional de la no Violencia” por ser el natalicio de Mahatma Gandhi –asesinado, pero no vencido en sus propósitos– ha hermanado al Comité 68 con las causas de la Universidad Gujarat Vidyapith, fundada por el propio prócer de India en 1920. La directora en México del Programa de Extensión de Ora World Mandala de esa Universidad, Sonia Deotto nos dice que: “La búsqueda de la verdad fue lo que marcó la existencia entera de Mahatma”; y agrega que “la verdad es hija del tiempo y que en los últimos 20 años de su vida, Gandhi la convirtió en su Dios”.

Desde 2006, cada aniversario del 2 de octubre, el Comité 68 participa en los actos que la Universidad Gujarat Vidyapith desarrolla simultáneamente en India y en el Monumento a Gandhi, ubicado atrás del Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México. Como expresión del convencimiento de la eficacia de la no violencia, impulsa “la paz a través del arte” y nos convoca a la construcción colectiva de estéticos “mandalas” de tierras.

La relación del Comité con esta Universidad nos ha permitido encontrar significativos paralelismos de algunas ideas de los movimientos estudiantiles del 68 y los conceptos del artífice de la independencia de India, quien demostró que la radicalidad de las luchas no estriba en las formas o en los medios, sino en los objetivos que las impulsan; y en que la viabilidad de alcanzar los propósitos programáticos no se logra limitándolos y renunciando parcialmente a ellos, sino en mantenerlos consistentemente, por utópicos que parezcan.

Esta concepción, que con una estrategia cuya forma y cuyos medios fueron pacíficos (la desobediencia civil, la autodisciplina, el silencio, el hambre, etcétera) demostró su eficacia al lograr la emancipación del país asiático y es coincidente con el pensamiento que los estudiantes del 68 en Francia solían expresar con dos eslóganes: “Seamos realistas, pidamos lo imposible” y “Los que hacen las revoluciones a medias no hacen más que cavar sus propias tumbas”.

DOMINIO DEL HECHO/EL HOMBRE DE ATRÁS/MISIÓN AZTECA

“… Esta parte de la sentencia hace ver –aunque sólo sea de forma implícita– que Luis Echeverría Álvarez es responsable del GENOCIDIO, dado que él se encontraba en la línea de mando, como secretario de Gobernación, en una posición determinante en la planeación y la ejecución de lo ocurrido (9), que son dos de los aspectos que probaron que la intención de la masacre y la detención y encarcelamiento de su dirección nacional fue destruir al movimiento. La acreditación de este propósito –que es una condición consustancial en la tipificación de este delito– fue reconocida en las tres resoluciones judiciales”.

“Genocidio: La Corte Penal Internacional tendrá competencia para juzgar el crimen de genocidio, de conformidad con el artículo 6° del Estatuto, en el que se reiteran los términos utilizados en la Convención de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. Este crimen se define en el Estatuto como cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal: y matanza de miembros del grupo; y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; y sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; … Art. 6°.- Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (10).

“Las demandas de los estudiantes eran simples: alto a la represión, renuncia del jefe de la policía capitalina (militar), desaparición del cuerpo de granaderos y la derogación del delito de disolución social. Sin embargo, Díaz Ordaz consideró que las marchas no eran el camino correcto para plantearlas. Repetía una frase muy de su gusto cuando tocaba el tema estudiantil: “el desorden abre las puertas de la anarquía o a la dictadura”. Si cedía a las peticiones de los jóvenes, estaba seguro de que México caería en la anarquía; para evitarla, prefirió asumir la posición contraria: la dictadura. La justificó explicando “aunque gobernar no es imponer la voluntad del gobernante sobre el gobernado, si eso se necesita para imponer el orden, eso haré”. Y lo hizo; impuso su voluntad ordenada y metódica, aunque fue necesario emplear bayonetas.

Sus colaboradores principalmente Luis Echeverría Álvarez, Secretario de Gobernación, y Alfonso Corona del Rosal, Jefe del Departamento del Distrito Federal, ante la incapacidad de la policía de la Ciudad de México para controlar el movimiento estudiantil, llamaron al Ejército con la autorización del Presidente, pues a él le corresponde el mando supremo de las fuerzas armadas del país; también con él consultó el general Marcelino García Barragán, Secretario de la Defensa Nacional, sobre las operaciones. La tropa tomó por asalto el Colegio de San Idelfonso, donde funcionaba la Escuela Nacional Preparatoria. Con una bazuca, derribaron la puerta del plantel y los militares entraron a golpear a culatazos a los estudiantes. La operación estuvo a cargo del general José Hernández Toledo, experto en combatir a estos enemigos.

Los colaboradores de Díaz Ordaz, principalmente Luis Echeverría Álvarez, Secretario de Gobernación, y Alfonso Corona del Rosal, Jefe del Departamento del Distrito Federal, ante la incapacidad de la policía de la Ciudad de México para controlar el movimiento estudiantil, llamaron al Ejército, con la autorización del Presidente, pues a él le corresponde el mando supremo de las fuerzas armadas del país. Foto: Tomada de YouTube

Díaz Ordaz estaba seguro de que su deber era imponer el orden; se lo decían sus convicciones íntimas y también muchas personas que compartían sus puntos de vista: “sé que millones de compatriotas están decididamente a favor del orden y en contra de la anarquía” (11).

La responsabilidad de las masacres históricas todas, contra poblaciones inermes, por ejemplo Tlatlaya, Ayotzinapa como las más recientes, así como la masacre de 1968, radica en quienes jalaron el gatillo para ultimar (fusilar) a personas ya sometidas o indefensas: autores materiales; pero la máxima responsabiliza es la que resulta de la tesis del “Dominio del Hecho”, una doctrina jurídica para analizar los aparatos delictivos de poder (Claus Roxin).

En la misma se establece que la figura del “hombre de atrás”, aquel que no está presente en la escena del crimen, pero desde su escritorio impartió la orden para que se consumara el delito, es igualmente responsable o más, que el autor material.

Sin la figura del “hombre de atrás” el delito no se consuma, ya que dispone la orden que activa una estructura tal, que suministra los medios para que se concrete, dominando así la voluntad de la acción. “El ejército y la armada seguirán en las calles realizando tareas de seguridad pública”. Palabras más, palabras menos, sexenio tras sexenio, abusos y graves violaciones a los derechos humanos, y en ciernes está la decisión de la presente administración morenista, ya actuando de pleno en el Congreso.

Atendiendo la forma en que se realiza el delito, Claus Roxin distingue tres formas de dominio del hecho: dominio de la acción para la realización del delito de propia mano (autoría inmediata): los soldados que dispararon su arma. El dominio de la voluntad para la realización del tipo mediante otro como instrumento (autoría mediata): la política impuesta por el gobierno “Política de Estado: el Ejército en las calles”. Y el dominio funcional del hecho para aquellos casos en que varios individuos colaboran en la realización del ilícito en un plano de igualdad, sin que ninguno de ellos realice íntegramente el tipo de propia mano (coautoría): Estado/Ejército/Marina, las instituciones y el sistema de seguridad pública. El ADN, Código genético de los crímenes de Estado.

Se dijo anteriormente, que sin la figura del “hombre de atrás” el delito no se consuma, ya que dispone la orden y suministra los medios para que se concrete, establece una estructura de mando, dominando así la voluntad de la acción: Díaz Ordaz creía que el movimiento estudiantil de 1968 era producto de una conspiración comunista, por lo que tenía que ser aniquilado.

Así es que al establecerse una línea de mando vertical omnímoda, a través del “dominio del hecho”, permite que el funcionario aproveche todo el aparato del Estado para imponer una política a como dé lugar, con la garantía de que será cumplida, es nuestro caso ahora, en contravención con el mandato en las urnas, para establecer un régimen democrático de derecho, lógico, la contravención desenlaza en una sistemática violación a los derechos humanos y un rompimiento de los códigos éticos de convivencia social.

La situación actual en que vivimos los mexicanos, y la necesidad imperiosa de encontrar la tranquilidad y la pacificación del país, requiere que nos encuadremos dentro de lo que se conoce como “Justicia Transicional”: verdad, justicia, reparaciones integrales, garantías de no repetición de las atrocidades y preservación de la memoria histórica. Lo que llevaría a la búsqueda del “hombre de atrás”, sea quien sea, no es venganza, es justicia, incluso con actos postmortem.

Así las cosas, sería una paradoja que una sociedad que optó por la vía pacífica para establecer un régimen democrático, que una sociedad que se hace representar a sí misma a través de las urnas con una gran legitimidad sin tache, que nombró a sus representantes, a quienes les ha otorgado el mandato de un cambio, de buscar la paz y reconciliación nacional, sean señalados por la tesis del “Dominio del Hecho”, como el “hombre de atrás”.

¡Seamos realistas, pidamos hasta lo imposible! El retorno de los militares a sus cuarteles, la abrogación de la Ley de Seguridad Interior, conocimiento de la verdad, justicia a las víctimas, la no repetición de los actos arbitrarios y el término de 50 años de impunidad por la masacre estudiantil de 1968.

“Los que hacen las revoluciones a medias, no hacen más que cavar sus propias tumbas”.

REFERENCIAS:

(1) Los textos de esta publicación forman parte de dos libros en proceso por parte de la UNAM y se reproducen con la autorización de sus editores: “Aquí y Ahora. A 50 años del movimiento estudiantil de 1968”, coordinado por el doctor Ricardo Valero, y “México 1968–50 años. Imágenes y símbolos contestatarios. Repercusiones del Movimiento estudiantil”, coordinado por los maestros Arnulfo Aquino y Jorge Pérez Vega.

*Carolina Verduzco Ríos. Integrante del Comité 68 Pro Libertades Democráticas; profesora de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional; directora general del semanario Corre la Voz durante 14 años.

(2) El concepto de “politización” se usa como superación de la apatía y hace referencia al involucramiento y disposición de lucha de la sociedad”. El contenido de esta conferencia fue publicado por Oscar Mohar cuatro años después de haber sido dictada, como parte del título Crisis y Contradicciones de la Educación Técnica en México, Grupo Editorial Gaceta; y en 1986 se hizo una nueva publicación en el número 18 de La Tuerca.

(3) En medios relativamente informados, es claro que las comisiones de la verdad no tienen facultades para impartir justicia, sino únicamente de investigar y emitir recomendaciones que no son vinculantes. Hay que recordar en 1993 ya se había constituido una comisión de la verdad, con una legitimidad social incuestionable, y había concluido su trabajo con las recomendaciones correspondientes.

(4) Una referencia escrita de ese programa radiofónico se encuentra en: Raúl Padrón Olvera, El Correo Ilustrado de La Jornada del 10 de octubre de 2011.

(5) http://www.dgepj.cjf.gob.mx/internet/expedientes/expedienteyTipo.asp?TipoAsunto=11&Tipo Procedimiento=979&Expediente=132%2F2007&Buscar=Buscar&Circuito=1&CircuitoName=PRIMER+CIRCUITO &Organismo=48&OrgName=Quinto+Tribunal+Colegiado+en+Materia+Penal+del+Primer+Circuito&TipoOrganismo=0&Accion

(6) En cuanto a otros inculpados, la Procuraduría General de la República debió hacer las consignaciones de 54 investigaciones ministeriales que integró la Femospp en las cuales se incrimina a los altos mandos del Ejército que tuvieron a su cargo distintas tareas, como borrar las pruebas del crimen y recoger los cuerpos de las víctimas, pero en lugar de eso las congeló y además extinguió ilegalmente a la Femospp.

(7) Proceso, 15 de julio de 2002.

(8) http://www.jornada.unam.mx/2002/07/10/003n2pol.php?printver=1 https://www.google.com.mx/searchq=%22m%C3%A9telo+a+chingadazos%22&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=XdMluunhcPfgfM%253A%252CrwXs

(9) “Misión Azteca” Orden Preparatoria N° 1.- Clasificada como SECRETO. Puesto de Mando en el Campo Militar N° 1.- 29 de julio de 1968.  Concebida y ejecutada por el General Brigadier Diplomado de Estado Mayor Aéreo JOSÉ HERNÁNDEZ TOLEDO (Matrícula de Guerra 259481), Comandante del Batallón de Fusileros Paracaidistas. Elaborada por el Capitán 2° Tomás Gonzáles Mendoza (Matrícula de Guerra 339114) de Fuerza Aérea Paracaidista. Jefe de la Sección de Información, Instrucción y Operaciones (JSIIO) del Batallón de Fusileros Paracaidistas, bajo el mando de Hernández Toledo. Remitida y recibida en la Sección Segunda (Inteligencia) del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional el 30 de julio de 1968. Obra en Sellos de Recibido en varias Unidades y Dependencias del Alto Mando. Así mismo la Comandancia del Batallón (Hernández Toledo) en oficio 921 del 31 de julio de 1968, informa a la Sección Tercera (Operaciones) del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, de las actividades realizada del día anterior. En Julio Scherer García y Carlos Monsiváis “Parte de Guerra: Tlatelolco 1968. Documentos del general Marcelino García Barragán. Los hechos y la historia”, Ed. Nuevo Siglo/Aguilar, México 1999. Págs. 59-64.

(10) México firma el Estatuto de Roma en 2000 y es ratificado en 2005. Por tanto conforme al artículo 133 de la Constitución por ser un Tratado Internacional, es Ley Suprema de toda la unión. https://www.icrc.org/spa/assets/files/other/cpi.sp.pdf.

(11) Alejandro Rosas y José Manuel Villalpando, “Los Presidentes de México”, Ed. Planeta, México 2001. Pág. 218-220.