Posts Tagged ‘Las Patronas’

“Doña Blanca”, camioneta de “Las Patronas”, es robada en Veracruz. Fue una donación

miércoles, septiembre 11th, 2019

“Las Patronas”, son un grupo de activistas que luchan por la defensa de los derechos humanos de los migrantes, desde hace 10 años.

Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).- Un grupo de activistas llamadas “Las Patronas” denunciaron a través de su cuenta de Twitter, que su camioneta fue robada en Veracruz.

La mañana de este martes alrededor de las 9:30 horas un grupo de mujeres activistas defensoras de los derechos humanos de los migrantes, denominadas “Las Patronas” denunciaron que su camioneta Chevrolet color blanca con número de placas XU20258, había sido robada en la Ciudad de Córdoba, Veracruz.

Su nombre era “Doña Blanca” le tenían cariño porque no sólo era su herramienta de trabajo, sino también porque las había acompañado en su trayecto durante 10 años, desde que les fue donada para la lucha por los derechos humanos.

Un colectivo de Xalapa fueron quienes, en su momento, organizaron donativos, rifas para reunir recursos y adquirir el vehículo; justo cuando más la necesitaban para la movilidad de comida, ropa, alimentos, medicinas incluso hasta enfermos.

“En fin, existe mucha historia en la que nos ayudo. Les pedimos que si la ven, ayuden a difundir este hecho.” comentaron en sus publicaciones.

Presentaron su denuncia correspondiente ante la Fiscalía de la ciudad, su mayor preocupación es que vaya a ser utilizada para hacerle daño a la población de veracruzana y migrante, solicitaron a sus seguidores en redes hacer difusión y colaborar con la búsqueda.

Trump está loco, vamos a seguir ayudando, dicen Las Patronas por arremetida de EU a migrantes

sábado, junio 15th, 2019

Desde 1995, Las Patronas viven pendientes del silbido del tren que viene del sur, el cual no tiene horarios fijos, y han desarrollado un oído tan fino que escuchan a “La Bestia” cuando todavía está a algunos kilómetros de distancia. Al escuchar que viene el tren, corren con enorme celeridad hacia la vía, donde algunos maquinistas reducen la velocidad para facilitar que los migrantes puedan agarrar las tortas, el arroz y las botellas que les lanzan.

Amatlán de los Reyes (México), 15 jun (EFE).- Desde hace 24 años y sin ganar dinero a cambio, el colectivo Las Patronas atiende a los migrantes que viajan encima de peligrosos trenes de carga por México, pero nunca habían visto una situación como la actual: “Trump está loco”, aseveran.

En un pequeño albergue de paredes rosadas ubicado a escasos metros de la vía que atraviesa la comunidad de Guadalupe (estado de Veracruz), estas 12 mujeres preparan comida a diario para lanzar a los migrantes que viajan a bordo del tren conocido como “La Bestia”.

Desde 1995, Las Patronas viven pendientes del silbido del tren que viene del sur, el cual no tiene horarios fijos, y han desarrollado un oído tan fino que escuchan a “La Bestia” cuando todavía está a algunos kilómetros de distancia.

“Si ellos no se cansan de migrar, nosotras no tenemos derecho a descansar”, cuenta este sábado a Efe Norma, cuya madre fue quien comenzó la tarea de auxiliar a las personas que viajan durante días encima de los vagones de carga bajo las inclemencias del tiempo para alcanzar Estados Unidos.

“Nos dicen que si estamos locas, que si cometemos un delito. Pues si alimentar a los migrantes de mi bolsillo es un delito, soy culpable”, responde contundente Norma. Foto: EFE

Al escuchar que viene el tren, Las Patronas y otros voluntarios corren con enorme celeridad hacia la vía, donde algunos maquinistas reducen la velocidad para facilitar que los migrantes puedan agarrar las tortas, el arroz y las botellas que les lanzan.

Tras estas dos décadas de trabajo intenso, Norma tiene muy claro que “la migración nunca va a parar y cada vez es más complicado el tema”.

Según cuenta, antes solo pasaban migrantes centroamericanos, mayormente de Honduras, Guatemala y El Salvador, mientras que ahora el flujo es “mucho más diverso” puesto que se han sumado haitianos, cubanos y venezolanos, entre otros.

Desde mediados del año pasado, aumentaron considerablemente las caravanas de migrantes que atraviesan México hacia Estados Unidos, lo que ha provocado serias tensiones diplomáticas entre los gobiernos mexicano y estadounidense.

La situación llegó a su límite a inicios de junio, cuando el Jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, algo que el Gobierno de México evitó con la promesa de frenar a los migrantes.

Al escuchar que viene el tren, Las Patronas y otros voluntarios corren hacia la vía, donde algunos maquinistas reducen la velocidad para facilitar que los migrantes atrapen las tortas, el arroz y las botellas que les lanzan. Foto: EFE

“Ahorita con esto del arancel… Este señor es un loco, lo tengo aquí”, dice Norma indignada mientras sitúa uno de sus dedos entre ceja y ceja.

Esta ‘patrona’ critica que Trump actúa como si Estados Unidos fuera una “empresa” y lamenta que “no está haciendo lo que tendría que hacer”, al restringir la llegada de migrantes a su territorio.

“No está pensando en la gente, le vale un cacahuete lo que opina la gente”, cuenta Norma, quien lleva muchos años viendo cómo los migrantes arriesgan sus vidas en los trenes.

Un ejemplo de ello es Edwin, un hondureño de unos 50 años que anda por el albergue de Las Patronas cojeando y evitando mediar palabra con el resto de personas.

Este migrante con la mirada perdida explica a Efe que se cayó de “La Bestia” intentando subir al tren en marcha. A diferencia de otros migrantes que fallecen, él pudo salvar su vida pero no su rodilla.

Por suerte, Las Patronas lo ayudaron, lo llevaron a un hospital y ahora lo hospedan en su humilde albergue. Aunque no desiste de llegar a Estados Unidos tiene una cosa clara: “no me vuelvo a subir ni loco”.

Debido a los altos índices de violencia en el oriental estado de Veracruz, cada vez es más común que los trenes circulen de noche para evitar asaltos, cuenta Julia, una integrante de Las Patronas que regenta una pequeña tienda de alimentación para financiar el albergue.

Julia, que también vive al lado de la vía, se sumó al colectivo hace 17 años, después de que un chico hondureño le suplicara “un taquito y bendiciones”, algo que le “partió el corazón” e interpretó como un llamado de Dios para ayudar a los migrantes.

Muchos vecinos de esta conservadora comunidad de Veracruz ve con recelo la llegada de migrantes y la labor de las Patronas, contra quienes han metido “cizaña”, señala Julia.

“Nos dicen que si estamos locas, que si cometemos un delito. Pues si alimentar a los migrantes de mi bolsillo es un delito, soy culpable”, responde contundente Norma.

Y reprocha que haya gente que critique a los migrantes por estar “enojados”: “Estas personas no han comido ni han tomado agua en días. ¿Cómo quieres que te sonrían? Dales comida y te darán una cara bonita porque les habrás alimentado el alma”, concluye.

El cineasta Arturo González presentará en EU Llévate mis amores, documental sobre “Las patronas”

lunes, enero 15th, 2018

González Villadeñor grabó durante cuatro años a las mujeres originarias del poblado Guadalupe (La Patrona), en Veracruz (México), que asisten a migrantes centroamericanos que afrontan los peligros del tren “La Bestia” al cruzar por México camino de Estados Unidos.

Las críticas del director no son todas para la administración estadounidense por “criminalizar” a los inmigrantes. También condena la indiferencia de las instituciones mexicanas hacia los centroamericanos que se adentran en el país sorteando peligros para lograr alcanzar el “sueño americano”.

Por Beatriz Limón

Phoenix, 15 enero (EFE).- El cineasta mexicano Arturo González Villaseñor espera que su documental Llévate mis amores, acerca de “Las patronas”, las mujeres que asisten a los indocumentados en su travesía hacia Estados Unidos, sirva para que los inmigrantes dejen de ser vistos en este país solo como “números”.

El documental se presentará mañana, 16 de enero, en las instalaciones de United Methodist Church en Green Valley, Arizina, gracias a la colaboración entre el Consulado General de México, la organización Border Community Alliance y el Comité de Arte y Cultura de Nogales.

“Me parece importante que la película se proyecte en Arizona, uno de los estados que más criminaliza al migrante por parte de las políticas estadounidenses, es sumamente importante que se pueda dialogar en público sobre esta problemática y dejar de verlos como cifras y números”, dijo a Efe el director cinematográfico.

González Villadeñor grabó durante cuatro años a las mujeres originarias del poblado Guadalupe (La Patrona), en Veracruz (México), que asisten a migrantes centroamericanos que afrontan los peligros del tren “La Bestia” al cruzar por México camino de Estados Unidos.

Las críticas del director no son todas para la administración estadounidense por “criminalizar” a los inmigrantes.

También condena la indiferencia de las instituciones mexicanas hacia los centroamericanos que se adentran en el país sorteando peligros para lograr alcanzar el “sueño americano”.

[youtube NpHN3NIeppc]

“Se relaciona al migrante con actividades delictivas, que proviene de grupos criminales, los tachan de rateros, que van a Estados Unidos a quitar los empleos, me parece algo totalmente absurdo, con total falta de humanismo”, subraya.

“Nosotros como mexicanos exigimos los derechos en los Estados Unidos y al final se cometen los mismos abusos en México hacia los migrantes centroamericanos. Se quejan de las políticas estadounidense y hacemos lo mismo y a veces hasta peor, porque son secuestrados, extorsionados, violan a las mujeres, no solo el narcotráfico, sino las mismas instituciones están involucradas en los abusos”, describió.

González Villaseñor recordó que durante los cuatro años que grabó el documental, que fue estrenado en el 2014, las “patronas” le enseñaron el verdadero valor de la vida.

“La gente que menos tiene, cuando a cosas materiales nos referimos, es la que más aporta, busca dar lo que ellas pueden llegar a carecer. Descubrí esa parte que tiene que ver con el desprendimiento de las cosas materiales, estamos atados al consumismo, pero la felicidad está en otras cosas”, afirma.

En el documental se puede apreciar como “Las patronas” cocinan durante horas kilos de arroz, pollo, frijoles o lo que tengan a la mano, para después correr hasta las vías cuando les avisan que el tren está cerca.

Sorteando obstáculos se acercan lo más posible a la imponente maquina para lanzar botellas de agua y porciones de comida envueltas en bolsas, el único sustento con el que cuentan los migrantes después de pasar días montados sobre el tren.

Sorteando obstáculos se acercan lo más posible a la imponente maquina para lanzar botellas de agua y porciones de comida envueltas en bolsas. Foto: cinetecanacional.net

“Su labor es muy noble, no es fácil pararse frente a una máquina que pesa cientos de toneladas y que impone muchísimo, hay que tenerle respeto. Nunca subimos a filmar arriba del tren por el respeto a los migrantes que se juegan la vida y muchos mueren en su camino, siempre filmamos desde abajo”, explicó.

“Las patronas” quienes merecieron el Premio Nacional de Derechos Humanos en México en el año 2013, continúan con su labor de ayudar a los inmigrantes y, aparte de comida, les brindan refugio, los asisten en los hospitales y los canalizan con las autoridades migratorias cuando requieren regresar a su país.

Cuando se estrenó el documental, Guadalupe González Herrera, una de estas mujeres, dijo que comenzaron haciendo unos quince almuerzos para dárselos a los inmigrantes y llegaron a hacer hasta 60 kilos de arroz y fríjol, pues pasan unos “120 migrantes diarios”.

Estas mujeres, “muy apegadas a las creencias católicas”, se dieron cuenta que “realmente llevar la palabra de Dios tiene que ser a través de las acciones, no nada más hincarte frente a una imagen”, indicó González,

Arturo González Villaseñor actualmente se encuentra trabajando en su nuevo filme, Semillas de pólvora, que narra la historia de Antonio del Conde, quien apoyo a Fidel Castro desde México para iniciar la Revolución cubana.

Madre de migrante guatemalteco que se encontraba desaparecido se encuentra con su hijo después de 22 años

viernes, diciembre 22nd, 2017

El encuentro de Catalina Narcisa y su hijo Elisandro tuvo lugar el pasado 7 de diciembre en la casa de Las Patronas, un comedor de migrantes en la ciudad de Veracruz.

Desde la primera edición de la Caravana de Madres Centroamericanas hasta la fecha se ha localizado un total de 277 migrantes desaparecidos. Foto Ilustrativa, EFE Ángel Hernández

Por Christian Estrada Castillo

México, 22 diciembre, (EFE).- La catedral metropolitana de la ciudad de México fue el santuario sagrado que Catalina Narcisa eligió para dar gracias a dios por haber encontrado a su hijo desaparecido, a quien no veía desde hace 22 años.

“Doy gracias a dios que ya apareció mi hijo. Estaba desaparecido, no se comunicaba y ahora por la gracia de dios ya apareció, estoy feliz y contenta”, dijo esta madre de familia guatemalteca.

El encuentro de madre e hijo fue posible gracias a las gestiones del Movimiento de Migrante Mesoamericano que desde hace trece años organiza una Caravana de Madres Centroamericanas para hacer posible que personas desaparecidas se reencuentren con sus familiares.

Desde la primera edición de la Caravana de Madres Centroamericanas hasta la fecha se ha localizado un total de 277 migrantes desaparecidos.

En julio pasado, representantes del Movimiento de Migrante Mesoamericano acudieron a la casa de Catalina en Guatemala para anunciar que su hijo Elisandro Reginaldo Roblero se encontraba viviendo en la Ciudad de México.

“Nos mostraron la foto y nos dio tristeza por el tiempo que estuvo perdido”, recuerda esta madre, quien junto con su hija Antolina Roblero y su nieto de un año de edad, recorrieron diferentes ciudades del país hasta encontrarse con el único varón de la familia.

Elisandro Reginaldo contó a Efe que durante un partido de fútbol conoció a uno de los trabajadores del Movimiento Migrante y le compartió su historia, de cómo llegó a México y el número de años que no tenia contacto con su familia.

“No sabíamos nada” durante 22 años, comenta Narcisa quien se unió a la Caravana de Madres Centroamericanas para encontrarse con su hijo en la edición de este año en la que se ha logrado hallar a siete migrantes desaparecidos.

A los 16 años Elisandro Regilando salió de su natal Guatemala para vivir durante una temporada en el estado de Chiapas. De ahí prosiguió su travesía hacia la Ciudad de México, donde perdió el contacto con su madre.

“Entonces no había teléfonos allí (Guatemala) y no sabía cómo comunicarme”, señala Elisandro quien recuerda que después de llegar a México envió un par de cartas a su madre que ella nunca recibió.

El encuentro de Catalina Narcisa y su hijo Elisandro tuvo lugar el pasado 7 de diciembre en la casa de Las Patronas, un comedor de migrantes en la ciudad de Veracruz.

Actualmente Elisandro Reginaldo trabaja como cocinero en un puesto de tacos en la Ciudad de México y planea viajar a Guatemala en septiembre de 2018 para visitar a su padre a quien tampoco ha visto en 22 años.

Según el Movimiento Migrante Mesoamericano en la zona de Sabinal en Guatemala, de donde es originaria la familia de Elisandro, existen mas casos de personas que al igual que él, migraron probablemente a México, cuando tenían entre once y dieciséis años y continúan sin tener contacto con sus familiares

Joe T. Hodo presenta Plan de Explotación Integral de México a Solalinde y Las Patronas; lo rechazan

miércoles, junio 28th, 2017

Joe T. Hodo visitó al Padre Alejandro Solalinde Guerra y a Las Patronas  para convencerlos de formar parte de su Plan de Explotación Integral de México. El texano que quiere ser el primer Presidente estadounidense de México, les expuso su idea de dar trabajo a los migrantes centroamericanos en su campo de fracking, localizado en Coahuila, así como de venderles comida mediante la instalación de restaurantes en la ruta del tren.

El petrolero está convencido que los migrantes centroamericanos “son como un yacimiento de petróleo del tamaño de Texas, esperando a ser explotado”.

[youtube d9YFz9KcnJM]

Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).- Joe T. Hodo visitó al Padre Alejandro Solalinde Guerra y a Las Patronas, figuras emblemáticas en la defensa de los migrantes en el país, para convencerlos de formar parte de su Plan de Explotación Integral de México.

El petrolero texano está convencido que los migrantes centroamericanos “son como un yacimiento de petróleo del tamaño de Texas, esperando a ser explotado”.

Por ello visitó a dos de las figuras más representativas en la defensa de los migrantes centroamericanos. En primera instancia, sostuvo un encuentro con el Padre Alejandro Solalinde Guerra, a quien le expresó su deseo de ser el primer Presidente gringo de México.

Joe T. Hodo llegó a México en 2013, durante la aprobación de la Reforma Energética, una de las cinco impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto. Desde entonces, es un impulsor del fracking, pues considera que México cuenta con potencial para implementar la extracción de gas lutita.

En este sentido, a Solalinde Guerra le expuso su plan para que los migrantes que no puedan ingresar a Estados Unidos, debido a las políticas migratorias del Presidente Donald Trump, se integren a sus campos de fractura hidráulica, conocidos como Frackinglandia y ubicados en Coahuila.

“Después de cinco años ,trabajando como ´trabajadores invitados´, hasta que yo construya un túnel debajo del muro de Trump, ¡los voy a dejar pasar al otro lado!”, puntualizó.

Tras exponer su plan, le preguntó a Solalinde si se uniría a su idea. El sacerdote se negó, señalando que su plan le recordaba a los campos de concentración y que sólo provocaría la muerte de los migrantes.

Solalinde Guerra, quien desde hace 10 años comanda un albergue que vela por los derechos de los indocumentados que cruzan el país, destacó que los migrantes son gente muy capaz y que “bien pueden refundar México, Estados Unidos y, por qué no, Europa”.

Joe. T. Hodo aprovechó el tiempo para presentar su partido político Gringos Unidos con Españoletes para Restablecer el Orden (GUERO), y solicitar la bendición a su campaña presidencial. Con una sonrisa en el rostro, Solalinde se la negó, pero le recomendó visitar al Cardenal Norberto Rivera para recibir “una bendición amplísima”.

JOE T. HODO VISITA A LAS PATRONAS

Al ver que no pudo convencer a Solalinde, le pide el contacto de Las Patronas, grupo de mujeres que desde 1995 ofrece comida y bebida los migrantes que viajen en los lomos del tren conocido como La Bestia.

En Guadalupe, Veracruz, el petrolero texano plantea la colocación de una cadena de restaurantes, desde Chiapas hasta la frontera con Estados Unidos, para vender comida a los migrantes durante su paso por el país.

Ante la propuesta, las patronas se niegan, pues, durante su recorrido, los migrantes pasan por diversas vicisitudes que complica su llegada a la frontera.

Durante la charla, las mujeres señalan que los alimentos elaborados se realizan a partir de donaciones de la gente.

Finalmente y tras ver que sus planes fracasan, Joe T. Hodo decide colocarse en la orilla de las vías y lanzar croquis para que los migrantes lleguen a su campo de extracción hidráulica, Frackinglandia, ubicado en Coahuila.

Tras ver que sus planes fracasan, Joe T. Hodo decide colocarse en la orilla de las vías y lanzar croquis para que los migrantes lleguen a su campo de extracción hidráulica, Frackinglandia, ubicado en Coahuila. Foto: Facebook.

Las Patronas, mexicanas que ayudan a los migrantes y son reconocidas en el mundo

lunes, mayo 22nd, 2017

Las Patronas han recibido galardones como el Premio Nacional de Derechos Humanos, han viajado por el mundo contando su proyecto -que se ha replicado en otros lugares del país- y han sido propuestas al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2015.

Por Isabel Reviejo

Amatlán (México), 22 may (EFE).- “¿Cómo dejas que tu mujer conviva con tanto hombre?”; que a sus maridos les hicieran ese tipo de preguntas fue algo que tuvieron que enfrentar en sus inicios Las Patronas, las mexicanas que gozan de reconocimiento internacional por su ayuda a los migrantes.

La historia de estas doce mujeres, que desde 1995 ofrecen en la comunidad de Guadalupe (estado de Veracruz) comida y bebida a los migrantes que viajan a lomos del tren de carga conocido como La Bestia, ha dado la vuelta al mundo, por lo que resulta difícil imaginar que antes despertaban recelos en su propia comunidad.

Al principio, había personas que pensaban que recibían dinero por su trabajo, que las tildaban de “locas” o que intentaban meter en la cabeza de sus esposos la idea de que los hombres que pasaban por la casa las podían “enamorar” y quitárselas, relata a Efe Norma Romero, quien ejerce como portavoz del grupo.

Un día, la madre de Norma, Leonila Vázquez, comenzó a darse cuenta de que había personas que viajaban subidas en el tren, cuyas vías pasan por el municipio de Amatlán de los Reyes. No sabía quiénes eran, y al principio las llamaba “moscas”.

Más tarde descubrieron que eran migrantes que utilizan este transporte para llegar a Estados Unidos. Cuando algunos de ellos les pidieron comida, las Patronas comenzaron con una tarea que hizo que, desde ese momento, estuvieran día a día pendientes del silbido del tren.

María Guadalupe González, una de las patronas, comenta a Efe que al principio cocinaba en casa de su suegra, pero que gracias al apoyo social que han recibido pudieron llegar a lo que hoy es un albergue que alimenta y acoge a los migrantes durante un par de días si lo necesitan.

La hospitalidad, de una forma u otra, siempre estuvo ahí: “Aunque no había un cuarto adecuado (…) se les ponía ahí un colchón o se les acomodaba para descansar una noche”, relata Guadalupe, a quien hoy le ha tocado madrugar porque es el día de la semana en el que le toca hacer la comida en el albergue.

Las Patronas han recibido galardones como el Premio Nacional de Derechos Humanos, han viajado por el mundo contando su proyecto -que se ha replicado en otros lugares del país- y han sido propuestas al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2015.

[youtube 0X1u8UI1m9o]

El reconocimiento nacional e internacional, sin embargo, no ha tenido eco en la población de su propia comunidad, donde los habitantes no acaban de integrarse con la tarea de las mujeres, lo que Norma justifica diciendo que “nadie es profeta en su tierra”.

Son muchos los migrantes que llegan a las puertas de las Patronas con alguna necesidad médica, y gracias a la visibilidad internacional, los doctores ya no les ponen pegas para atender a los migrantes que así lo requieren.

Algo similar ha pasado con los policías, ya que antes hacían patrullajes alrededor del albergue. Como los agentes no pueden meterse a las casas sin una autorización del juez, “les decíamos (a los migrantes) que no salieran a la calle para que no los vieran”, recuerda Lupe.

En estos años, las Patronas han notado ciertos cambios en los migrantes que pasan por la comunidad.

Lupe dice que desconoce por dónde pasan ahora, pero que cada vez ve menos subidos a la Bestia, mientras que Norma señala que antes venían con “más confianza”, pero que ahora los riesgos del camino son más notorios.

Además, “hoy en día se les ha complicado porque muchos albergues están cerrando puertas”, agrega Norma, quien siempre aboga por “no juzgar” y ponerse del lado del otro frente a la criminalización que están sufriendo los migrantes en algunos lugares.

Norma asegura que la tarea que realizan los 365 días del año -“no podemos cerrarle la puerta a nadie”- no es desgastante. A ella le gusta observar los rostros de los migrantes que llegan y escuchar sus historias.

Cuando ve alguna cara conocida, por una parte siente alivio, por saber que esa persona está bien, pese a los peligros del viaje; por otra, siente admiración por esa “insistencia” por llegar a Estados Unidos, que lleva a los migrantes a innumerables intentos, pese a las deportaciones.

“Ellos hablan de cuántas veces van a cruzar este lugar y las veces que sean necesarias ahí estaremos para aportarles la comida, para prestarles ayuda y para que logren ese sueño que hoy en día se ha convertido en una pesadilla”, concluye Norma.

Laura Ávila, la mujer que ayuda a los migrantes que viajan en “La Bestia”

domingo, abril 9th, 2017

Cuando el tren cruza por Guadalajara, esta mujer de 64 años acampa a lo largo de las vías y junta basura útil para asistir a sus vecinos temporales, para que la usen o la vendan y puedan continuar su viaje; “hago todo lo que puedo para ayudar a la gente”, dice Laura en entrevista con Vice.

Por Chris Donovan

Ciudad de México, 9 de abril (SinEmbargo/ViceMedia).– Laura Ávila ha dedicado su vida a ayudar a los migrantes que pasan por Guadalajara, la segunda ciudad más grande de México, en la infame línea del tren conocida como “La Bestia” en su camino a Estados Unidos.

La Bestia, también conocido como “el tren de la muerte”, es una red de trenes de carga que va desde Centroamérica a Estados Unidos, pasando por México.

Si caminas por las vías en Guadalajara, encontrarás un sinfín de migrantes de Guatemala, Honduras y el sur de México. La mayoría de los migrantes que viajan en La Bestia por Guadalajara ya han pasado varios días o semanas aferrados a un tren de carga para sobrevivir.

Se bajan del tren en movimiento cerca del mercado en Guadalajara para encontrar suficiente comida para ayudarlos a subsistir durante la siguiente etapa de su viaje; a menudo se ven obligados a vender o comerciar lo que puedan encontrar para sobrevivir.

Cuando los migrantes tienen las fuerzas suficientes para iniciar la siguiente etapa del viaje, correrán y saltarán hacia un tren de carga a medida que éste baje su velocidad para atravesar las áreas densamente pobladas de Guadalajara, gradualmente avanzando a Estados Unidos.

“A veces […] les doy una caja de zapatos para que parezca más profesional, para que les sea más fácil venderlos”. Foto: Chris Donovan, Vice

A pesar de que Ávila, de 64 años, ha vivido toda su vida en Guadalajara, usualmente monta su campamento a lo largo de las vías, lo que le permite convivir con nuevos vecinos todos los días.”Hago todo lo que puedo para ayudar a la gente”, dijo Ávila, quien vive en una pila de basura que ella misma juntó, cerca de las vías del tren. “Es la razón por la que estoy aquí en la tierra”.

Ávila pasa sus días recuperando basura útil de un mercado abierto cercano y le entrega los bienes a los migrantes que pueden usarlos.

La mujer no está sola en la lucha por ayudar a los migrantes en México. A mil kilómetros al este de Guadalajara, en el estado de Veracruz, hay una red de mujeres conocidas como “Las Patronas”.

Estas mujeres esperan junto a las vías cada día mientras La Bestia pasa por la ciudad y les entregan víveres a los hombres, mujeres y niños hambrientos.

Aunque este grupo de mujeres es ampliamente conocido en toda Latinoamérica, Ávila es parte de una tradición menos conocida de mujeres que viven a lo largo de las vías del trayecto hacia Estados Unidos que ayudan a los migrantes de cualquier manera que pueden.

“Por ejemplo, a veces encuentro una caja de zapatos perfecta; sé que siempre hay inmigrantes que intentan vender zapatos para conseguir algo de comida. Les doy una caja de zapatos para que parezca más profesional, para que les sea más fácil venderlos”, dijo Ávila.

Ávila habla inglés ininterrumpido, a pesar de su falta de educación tradicional.

“Quería estudiar idiomas en mi juventud, pero mi padre me obligó a casarme y tener hijos cuando era muy joven”, explicó.

“Podría vivir con mi hija en esos apartamentos, pero estoy acostumbrada a vivir al aire libre”. Foto: Chris Donovan, Vice

El marido de Ávila trabajó en una fábrica de ropa por décadas.

“Trabajaba en muy malas condiciones, era horrible, comenzó a inhalar cemento en el trabajo con sus compañeros para poder resistir, pero murió a los 30 años”, dijo.

Después de la muerte de su esposo, a Ávila no le quedó más remedio que arreglárselas sola. Sin una educación que pudiera utilizar a su favor, decidió comenzar a recolectar basura y cambiarla por comida.

Ávila tiene tres hijas, dos de ellas en la Ciudad de México y una que vive a cien metros de la cama de basura de Ávila en Guadalajara.

“Podría vivir con mi hija en esos apartamentos, pero estoy acostumbrada a vivir al aire libre, me encanta la naturaleza y me encanta la gente que viene a esta parte de la ciudad en busca de una vida mejor”.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ViceMedia. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

Llévate mis amores, la película sobre la labor humanitaria de “Las Patronas”

martes, octubre 4th, 2016

El Festival Talento Emergente 2016 -que transcurre hasta el 10 de octubre en la Cineteca Nacional y expone el trabajo de los nuevos directores de todo el mundo- presenta el documental de Arturo González Villaseñor, un retrato de las mujeres veracruzanas que enfrentan a diario el rugido de “La Bestia”

Ciudad de México, 4 de octubre (SinEmbargo).- El documental Llévate mis amores, ópera prima del cineasta mexicano Arturo González Villaseñor (Ciudad de México, 1985), se dio a conocer hace tres años y desde entonces hace ruido en festivales y funciones especiales, buscando poner el acento en la labor de unas mujeres solidarias como pocas y cuya labor benéfica les ha otorgado fama y alta estima en todo el mundo.

Se trata de un filme que al joven director le llevó cuatro años de factura y que nació el día en que Arturo conoció junto a un grupo de amigos –con los que buscaba fundar una radio comunitaria en la zona- a las mujeres que se alistan al costado del tren conocido como “La Bestia”, para tirar al paso raudo del vehículo bolsas con agua y alimentos a los migrantes que pasan rumbo a los Estados Unidos.

Amor al prójimo como a uno mismo. Foto: Cineteca Nacional

Amor al prójimo como a uno mismo. Foto: Cineteca Nacional

“En gran parte es un retrato de lo que ocurre en los pueblos mexicanos hoy en día: el abandono al campo, la explotación obrera/campesina representada por el esposo de una de ellas, José Luis, quien nos cuenta que trabaja doce horas al día y que aun así no le alcanza para mantener a su familia y tiene que vivir endeudado.

[youtube SDk9q-7s5aU]

La nula oportunidad que tienen las más jóvenes para ingresar en una universidad; al no tener los ingresos suficientes para pagar una escuela privada optan por ingresar en una pública —siendo estas las mejores del país, pero a su vez las más demandadas—, pero la baja calidad del nivel medio superior (preparatoria) les impide hacer un buen examen. Es por eso que muchos jóvenes optan por el ejército, la marina, dedicarse al campo o trabajar como obreros con sueldos miserables y una explotación devastadora. Un círculo vicioso. También es un retrato del machismo y del maltrato por parte de algunos hombres. Para ellos, al llegar del trabajo termina su día laboral, pero para las mujeres esto nunca termina. También hay unas cosas muy lindas como la conexión tan inmensa que tienen con la naturaleza, mujeres que dependen completamente de ella”, dijo González Villaseñor a la periodista María Muñoz, en una entrevista publicada en el sitio Berlín Amateurs (léela completa aquí).

Arturo González Villaseñor estudió Comunicación Social en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X), con especialidad en Políticas Públicas con orientación a comunicación. En 2013 fundó la productora Acanto Films.

[youtube 0OFhzOqlXd4]

TALENTO EMERGENTE 2016

La película filmada en Veracruz, cuenta la historia nacida hace 18 años cuando un grupo de mujeres de distintas edades, habitantes del poblado Guadalupe La Patrona, comenzó a preparar comida diariamente para los migrantes a bordo de La Bestia.

El tren pasa diariamente trasportando a cientos de hombres en busca de una vida mejor, búsqueda que implica arriesgar su vida y pasar por situaciones inhumanas y degradantes. La labor solidaria y desinteresada de las llamadas ‘patronas’ contrasta con la violencia que viven los migrantes que se desplazan por el ferrocarril exponiéndose a todo tipo de peligros.

Los reconocimientos internacionales no paran de llegar para Las Patronas. Foto: Cineteca Nacional

Los reconocimientos internacionales no paran de llegar para Las Patronas. Foto: Cineteca Nacional

El filme se ha integrado a la programación de Talento Emergente 2016 y podrá disfrutarse del 3 al 8 de octubre en la Cineteca Nacional, el organismo organizador de la segunda edición del encuentro destinado a ofrecer parte de lo más interesante entre los directores que empiezan a despuntar.

El ciclo tiene lugar hasta el 10 de octubre en las salas de la Cineteca, con varias óperas primas en su programación.

Tras su exhibición en Cineteca Nacional, Talento Emergente 2016 se podrá apreciar a partir de finales de octubre en distintas ciudades como Guadalajara, Monterrey y Tijuana.

[youtube qUXzTTgkb9s]

“Las Patronas”, condecoradas por gobiernos de México, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua

sábado, agosto 27th, 2016

Las patronas es un grupo de mujeres que durante décadas han dado de comer a los inmigrantes que viajan a EU en el tren conocido como “La Bestia”.

[youtube huO7a24q0B4]

Ciudad de México, 27 de agosto (SinEmbargo/LaOpinión/EFE).- “Las Patronas“, un colectivo humanitario de campesinas mexicanas que entrega alimentos a indocumentados que viajan sobre un tren de carga rumbo a EU, señalaron que cada homenaje que reciben es un “compromiso más con los inmigrantes”.

“Es una oportunidad para demostrar que ayudar a personas necesitadas es posible, cuando hay amor y voluntad“, aseguró Norma Romero, fundadora de este grupo de asistencia humanitaria compuesto por 14 mujeres.

Romero y su sobrina Mariela Nájera recibieron en la sede del consulado mexicano en Los Ángeles, en representación de este grupo, un reconocimiento a su labor de mano de los cónsules de México, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

De estos países provienen la mayoría de inmigrantes que se suben encima de los vagones del tren conocido como “La Bestia”, un tren de mercancías utilizado por inmigrantes indocumentados para llegar a EU.

SUS COMIENZOS

El grupo empezó su actividad en 1995, cuando a dos integrantes que regresaban de comprar pan y leche les pidieron desde el tren que les regalaran comida, tal como relató Romero, de 46 años.

“Decidieron tirarles las bolsas con el pan y la leche a otros inmigrantes que venían atrás. Al día siguiente, preparamos 30 almuerzos con taquitos de arroz, frijoles, huevo y fruta de temporada de nuestros árboles”, rememoró la mujer, natural del estado de Veracruz.

Con los aportes de otros altruistas que donan pan, harina para tortillas, arroz, frijoles, pollos y atún, hoy en día “Las patronas” preparan unas 200 raciones diarias de comida que luego entregan en bolsas, junto con agua, a los inmigrantes con destino “al norte”.

“Lo que a mí me llena de este trabajo es ver sus sonrisas”, afirmó Romero.

El grupo humanitario cuenta además con un albergue con capacidad para 30 personas, denominado “La esperanza del inmigrante”, y que forma parte de una red de 45 refugios de ayuda para inmigrantes que quieren cruzar la frontera.

“Con apoyo de clínicas del pueblo atendemos enfermos y con donaciones proveemos ropa y zapatos usados”, agregó Romero.

Por su parte, Nájera, de 26 años, dijo que “los reconocimientos son bendiciones, como las bendiciones de las personas que ayudamos, la admiración de la gente, que nos ayuda a seguir adelante”.

Ángel Morales, director ejecutivo de Casa Veracruz en Los Ángeles, el cual le entregará la medalla Guillermo Zúñiga Martínez, dijo que “es importante dar a conocer el trabajo filantrópico” de este grupo, que recibirá otro premio este viernes en un restaurante mexicano.

Esa medalla se otorga a los Veracruzanos que han sobresalidos Internacionalmente.

María López, cónsul general de El Salvador en Los Ángeles, puso de relieve “el espíritu de solidaridad” de “Las Patronas”.

“Son mujeres que se sensibilizan más al ver las condiciones de precariedad y riesgos de la gente sobre el tren en marcha”, indicó la cónsul salvadoreña.

“Las Patronas” estuvieron nominadas el año pasado a los Premios Princesa de Asturias, en la categoría Concordia, entre otros reconocimientos

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE LaOpinión. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

La violencia contra migrantes aumentó con el programa Frontera Sur, denuncian Las Patronas

miércoles, marzo 23rd, 2016

“Ahora hay más violencia que antes y los migrantes han tenido que caminar por otros lados debido a que ya no les permiten el acceso al tren, por lo que muchas veces caen en manos de los grupos organizados”, declaró Norma Romero, una de las catorce mujeres conocidas como Las Patronas de México, durante una visita a Canarias.

Desde hace 21 años, un grupo de 14 mujeres se acerca a las vías del municipio La Patrona, Veracruz, y lanza alimentos en bolsas de plástico a los migrantes que extienden sus brazos antes de que, en pocos segundos, el tren aumente su marcha de nuevo y desaparezca. Foto: Cuartoscuro.

Desde hace 21 años, un grupo de 14 mujeres se acerca a las vías del municipio La Patrona, Veracruz, y lanza alimentos en bolsas de plástico a los migrantes que extienden sus brazos antes de que, en pocos segundos, el tren aumente su marcha de nuevo y desaparezca. Foto: Cuartoscuro.

Por Alba Marrero y Patricia Rivero

Santa Cruz de Tenerife (España), 23 mar (EFE).- Con el programa Frontera Sur presentado en 2014 por el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, se ha conseguido lo contrario de lo que se buscaba, pues lo que se ha producido es un aumento de la violencia y no la protección de los migrantes.

Es la posición expresada a Efe por Norma Romero, una de las catorce mujeres conocidas como Las Patronas de México.

“Ahora hay más violencia que antes y los migrantes han tenido que caminar por otros lados debido a que ya no les permiten el acceso al tren, por lo que muchas veces caen en manos de los grupos organizados”, declaró Romero durante una visita a Canarias (archipiélago español en el Atlántico).

Norma Romero se refiere a los migrantes centroamericanos que, en el tren de mercancías conocido como “La bestia” o “El tren de la muerte”, buscan oportunidades en Estados Unidos y son víctimas, a lo largo del trayecto, de extorsiones, robos, torturas y violaciones.

Desde hace 21 años, cuando “La bestia” atraviesa la localidad de La Patrona (Veracruz), un grupo de catorce mujeres se acerca a las vías y lanza alimentos en bolsas de plástico a los migrantes que extienden sus brazos antes de que, en pocos segundos, el tren aumente su marcha de nuevo y desaparezca.

Estas mujeres son conocidas como Las Patronas de México, entre ellas está Norma Romero quien ha viajado a las islas Canarias donde relató, en la Universidad española de La Laguna, el trabajo continuo que les ha hecho merecedoras de ser propuestas al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2015.

Romero no cree que la inmigración se pare en algún momento, pues se trata de un hecho que no afecta sólo a México, sino a todos los países del mundo.

Norma Romero, una de las catorce mujeres conocidas como Las Patronas de México, durante una visita a Canarias. Foto: EFE

Norma Romero, una de las catorce mujeres conocidas como Las Patronas de México, durante una visita a Canarias. Foto: EFE

Todo comenzó en febrero de 1995, cuando dos de las fundadoras de Las Patronas, tras ir a una tienda, escucharon que los migrantes de “La bestia” les pedían comida y les lanzaron los alimentos que llevaban.

Tras reflexionar sobre lo que había pasado, decidieron hacer de ello una labor continua y hasta el día de hoy se dedican a colaborar de una forma totalmente “voluntaria”.

“Mucha gente dice que lo que hacemos, lo hacemos porque nos pagan, pero si nos pagaran no seríamos solo catorce mujeres; seríamos muchísimas más”, manifestó Romero.

Su labor se inicia a las diez de la mañana de cada día y se asigna una tarea para cada voluntaria, de forma que mientras un grupo cocina otro recoge los alimentos que donan algunos comercios, y posteriormente rellenan botellas de agua y preparan bolsas con “cinco bolillos, arroz, frijoles y atún”, explicó Romero.

Con el objetivo de que un mayor número de migrantes pudieran tener su bolsa de comida, las patronas llegaron a un acuerdo con los maquinistas: si reducían la velocidad del tren, ellas les ofrecerían también alimentos, algo que “hasta ahora nos ha funcionado”.

Ante la subida masiva de migrantes al tren, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, creó el Programa Frontera Sur con el que se pretende proteger a las personas que, de forma ilegal, cruzan el país, pero los hechos demuestran que la represión y militarización de las fronteras ha desembocado en una situación de inseguridad que pone en peligro al migrante centroamericano.

Muchos de ellos, conocidos como “Las moscas” por viajar colgados en el tren, desaparecen debido a secuestros y caídas durante el viaje, mientras que los pocos que logran llegar a Estados Unidos lo hacen en malas condiciones físicas.

Norma Romero aseguró que la situación se agrava cuando la emigración la realiza una mujer, ya que está expuesta a la trata y a las violaciones, y muchas veces el cobro para que puedan seguir su camino es el abuso sexual.

“A veces me dicen que pasaron al tren veinticuatro mujeres, y a Estados Unidos no llegan esas veinticuatro. ¿Dónde se quedaron las demás?”, reflexionó la portavoz.

Sólo si México encara su crisis de DDHH apoyará a migrantes: Karina, una de Las Patronas

miércoles, noviembre 4th, 2015

Karina Aguilar tiene 20 años y lleva casi toda su vida ayudando de forma directa e indirecta a Las Patronas de Veracruz, un grupo de mujeres que comparte agua y alimento con los migrantes que viajan en La Bestia, el tren que atraviesa México con rumbo a Estados Unidos.

Patronas. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Karina Aguilar, la integrante más joven de Las Patronas. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).– Hubo un antes y un después para Karina. Y hubo un tren que lo definió todo. En abril de 2009, la más joven de Las Patronas se topó de frente con el dolor del migrante Cristobal. La Bestia, como se le conoce, le había arrancado el pie a aquel adolescente guatemalteco de 16 años. De aquella tragedia, nació una amistad de casi hermanos, una activista y un hombre con más sueños que aquel american dream.

Luego de ese suceso, Cristobal fue deportado –con todo y prótesis– a Guatemala y Karina se integró por completo al comedor de Las Patronas, un grupo de mujeres del municipio de Naranjos Amatlán, Veracruz, que regalan comida preparada a los migrantes que viajan sobre la máquina ferroviaria que atraviesa la República mexicana.

La joven, quien este miércoles cumple 21 años y estudia el quinto semestre de la licenciatura en Derecho, contó que su familia, que en mayoría son integrantes de Las Patronas, cuidó por algunos meses a Cristobal. Por ello, dos años después aquel migrante regresó a apoyar la causa.

Fue ahí cuando los dos se conocieron mejor y la vida los fue hermanando, narró Karina. Con el tiempo Cristóbal volvió a Guatemala, pero no al campo, sino a la ciudad para iniciar sus estudios universitarios.

“Cuando Cristóbal regresó, ya con 17 o 18 años, yo pude conocerlo mejor. Es un muchacho muy lindo y trabajador. Me dio gusto volver a verlo porque cuando pasó lo del tren yo no pude cuidarlo porque era muy joven. Recuerdo que él le tenía miedo estar junto al tren para dar comida, pero lo enfrentó. Porque él regresó con la idea de ayudar en la labor. Estuvo como dos meses con nosotras y ayudaba en todo, también a la hora de dar la comida, que no es fácil porque te jalan y sientes que el viento te tumba. Ese era su miedo, pero al final lo superó. Estuvo muy bonito”, dijo Karina Aguilar Romero.

Aquello fue el principio de su vida como “Patrona”. Si bien su abuelita, mamá y tías fundaron el comedor, no era obligatorio que se sumara a la causa, pero lo hizo por convicción. Cuando niña siempre ayudó de una u otra forma, ya sea cuidando la tienda de “El Guero”, que es un negocio familiar, o incluso recolectado, lavando y llenando las botellas con el agua potable que calmaría la sed de aquellos viajeros “clandestinos”, cuya brújula apunta a los Estados Unidos y a la promesa de una vida mejor.

Desde 1995 Las Patronas dan alimento a esos hombres y mujeres. La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM) tuvo registro de más de 31 mil migrantes en México en 2014. Y también denunció que en ese año hubo al menos 40 mil incidencias.

Según los datos obtenidos en el informe de REDODEM, Honduras es el país del que proviene la mayor cantidad de personas migrantes; el segundo país expulsor es El Salvador y enseguida Guatemala. Por segundo año consecutivo registramos la misma tendencia respecto a países expulsores.

“Los datos recabados muestran que el principal factor que alienta la migración es el económico —desempleo, bajos salarios, encarecimiento de la canasta básica—, los factores ambientales se colocan en segundo lugar seguidos de la violencia, situación que permite confirmar que los gobiernos de Centroamérica continúan sin atacar las causas estructurales que originan la migración de sus nacionales, propiciando serias violaciones a los derechos humanos. La violencia es la tercera causa de migración”, dice el informe anual.

Los principales delitos y violaciones a los derechos humanos cometidos a personas migrantes, registrados por la REDODEM, están vinculados al derecho de propiedad privada (robo), derecho a la integridad física (lesiones) y libertad personal (detenciones arbitrarias).

“Los agentes que más violan estos derechos son los de la Policía Federal y Municipal. Cabe destacar que la Marina, el Ejército y los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), el principal delito que cometen es el de la extorsión. Destaca también la exposición a la alza de delitos en manos de particulares, perpetrados por la delincuencia organizada”, refiere el documento.

Karina sabe del horror que viven los migrantes. Muchos, dijo, le han contado su historia y su dolor. Al ser cuestionada sobre las acciones que emprendería para resolver este problema contestó:

“Ellos sufren mucho, pero son invisibles la mayoría del tiempo. Creo que no deberíamos atender el problema de migrantes como un problema único o de raíz, porque ni siquiera entendemos o sabemos de dónde vienen. Primero debemos resolver otros que nos afectan en México: hay inseguridad, crisis de derechos humanos, corrupción… si logramos atender esas problemáticas, que aunque no lo vemos les afectan a ellos, nos ayudamos a nosotros y a ellos”.

***

Karina Aguilar informó que la situación en La Patrona, Veracruz, ya no está tan peligrosa, pero sí hubo una época reciente donde el crimen imperó; sin embargo a la llegada de la Fuerza Civil las cosas se calmaron. Por otra parte, explicó que la fuerza de Las Patronas radica en que no se han relacionado, y no les interesa, los asuntos partidistas.

“En Veracruz todos votan por el PRI [Partido Revolucionario Institucional], no entiendo por qué. Son priístas de hueso colorado. Pero eso sí: todos se quejan de Duarte. Es algo que no entiendo, que no alcanzo a comprender. Pero nosotras nos hemos mantenido lejos de esos temas y por eso la gente nos apoya”, dijo la joven Patrona.

–¿O sea que el Gobernador Javier Duarte no las ha visitado?

–No. Una vez dijo que iría, pero lo máximo que hizo fue presentarse en un evento de madres de migrantes que pasó por Xalapa. Sólo hasta ahí llegó.

–¿Y el Presidente Enrique Peña Nieto?

–Tampoco. Cuando recibimos un premio de manos de él, nos prometió que iría. Pero nunca. Ni uno ni otro.

¿O sea que Las Patronas realizan la labor por medio de aportaciones?

–Sí. Primero fue con despensa de cada una, de aquello que podía, pero desde 2005, que fue cuando esta causa se dio a conocer, cuando nos llegó ayuda de otras partes.

–¿Ustedes, como Patronas, reciben un sueldo?

–No. Hay una cuenta que es para los gastos de la camioneta o para comprar algunas cosas, pero nadie recibe dinero. A veces a cada una se le da una despensa mensual en forma de agradecimiento. Pero cada quien tiene una actividad diferente a esto: mi abuelita tiene cañales, mi mamá su tienda, otras trabajan. De modo que no nos afecta ayudar o no dependemos de ello.

Patronas. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Karina dijo las autoridades mexicanas deben atender problemas como corrupción o la crisis de derechos humanos antes de hablar de ayudar a migrantes. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando escuchas hablar de Las Patronas?

–Mi familia. Estabilidad. Una felicidad, primero espiritual y luego física. Las Patronas, qué te digo, me han enseñado bastante.

–¿Y de migrantes?.

–Los quiero mucho. Ellos te enseñan a vivir y a disfrutar cada momento. Y a buscar la felicidad, no tanto en las cosas materiales, sino en los sueños y en las oportunidades.

–La Virgen de Guadalupe.

–Es la patrona de mi pueblo. Estamos ahí para ella y con ella. Y ha sido parte importante de esta labor, por ella el pueblo nos ha reconocido y eso, el ayudar, es parte de una celebración para ella al final.

–Javier Duarte.

–Ni hablar.

–¿Y de Enrique Peña Nieto?

–[Risas] Ni hablar tampoco. Creo que falta hacer mucho por México. Creo que podemos salvarlo, recuperarlo y que podemos luchar por estar bien.

–Si tuvieras de frente a Barack Obama, ¿qué le dirías?

–Creo que se tiene que hacer una Reforma Migratoria integral. Que tiene que apoyar a los migrantes; que son la fuerza de trabajo de aquel país, y muchos mexicanos y centroamericanos son responsables de que ese país haya salido adelante. Porque sin esas manos, que son abaratadas, no lo hubiesen logrado.

–Veracruz.

–Veracruz es lindo. Es uno de los lugares, y sobre todo donde vivo, es uno de los lugares más hermosos que puede haber. Su verde, el azul del cielo, la noche, siempre siempre son hermosas.

–¿Qué hay de Fray Tomás?

–Es muy lindo. Él siempre hace fuerte a una persona y hacer que se le reconozca muchísimo más. Hace lo que quiere, ama lo que quiere y lucha por eso. Deja a un lado la clásica idea de la Iglesia y reforma esa idea para hacerla más divertida.

–¿Y el Padre Alejandro Solalinde?

–Soy su fan, pero no su fan número uno. Ya es muy famoso [bromea]. Se le respeta y se le admira en cualquier lugar. Y creo que ha sido una parte importante del comedor [de Las Patronas] para que esa red sea más fuerte.

–Cristóbal.

–Cristóbal es casi casi mi hermano. Es muy lindo, es una persona increíble. Yo lo quiero mucho. Ha salido adelante, ha sabido luchar contra todo y contra La Bestia misma. Ha impuesto su fuerza y corazón.

–¿Qué hay de tu mamá “Toña”?

–La adoro. Es mi todo. Yo la quiero hacer feliz, pero también quiero ser feliz.

–¿Y qué piensas de tu abuelita Leonila?

–Es una guerrera. Siempre ha sido una mujer fuerte, valiente, siempre sonríe ante las adversidades. Ha luchado y ha salido adelante y eso demuestra un poco de la persona que es.

–¿Y qué hay de ti, Karina?

–Es una chica bonita, luchona, valiente que está buscando la felicidad. Creo que ahorita está buscando nuevas oportunidades.

–Si pudieras lanzar un mensaje a los mexicanos, ¿cuál sería?

–Hay que echarle ganas. Hay que luchar contra todo, por todos. A veces uno nada más lucha por uno mismo, y está bien, pero a veces debemos tomarnos un momento y luchar por los demás.Que eso también nos hace más fuertes y más seres humanos.

***

Karina aseguró que las distancias y la añoranza por su pueblo, La Patrona, y familia es lo que más le pesa de vivir en el Distrito Federal.

Para ella, la universidad, vino no sólo a abrirle el mundo académico sino que con ello conoció el reggaeton, Justin Bieber, literatura, conciertos, “el feminismo y sus contradicciones”, “las clases sociales y sus contradicciones”, continuas mudanzas, una beca completa en la Universidad Iberoamericana, el Metro, temblores y un puñado muy unido de amigos, entre otras cosas.

Con 19 años, sin siquiera haberlo imaginado, se echó en manos las maletas y llegó sola a la Ciudad de México para estudiar derecho.

“Sólo en una ocasión habíamos estado en la Ibero, y eso porque nos invitaron a un foro. En realidad no conocía nada”, expresó Karina Aguilar.

La joven "patrona" estudia el quinto semestre de la licenciatura en derecho en la Universidad Iberoamericana. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

La joven “patrona” estudia el quinto semestre de la licenciatura en Derecho en la Universidad Iberoamericana. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

–¿Por qué decidiste estudiar Derecho? –se le preguntó.

–Es lo que yo me pregunto –bromeó–. Creo que es necesario para seguir ayudando a nuestros migrantes. Sé que si termino no sólo podré ayudar en el comedor [de Las Patronas] cocinado, sino que podemos hacer mucho más.

–¿Cómo te va en la escuela?

–Me está costando trabajo, sobre todo porque nunca me imaginé atravesar por varios cambios. Yo vengo de un pueblo [La Patrona] y llegas a la ciudad y hay cosas que no conoces. Y ese tipo de situaciones a veces se reflejan en la escuela. Y sé que debo echarle ganas, porque no puedo perder la beca.

La joven contó que siempre ha recibido el apoyo de su familia. De hecho comentó que considera a su abuela Leonila Vázquez Alvízar, fundadora de Las Patronas, y a su madre, Antonia Romero Vazquez, también “Patrona”, como mujeres de carácter fuerte y liberales.

Por aquella fuerza que le brindan las mujeres Romero Vázquez extraña su lugar de origen. Cada vez que puede viaja al comedor y ayuda a los migrantes. Dijo que incluso ya hasta le hacen el “lonche” a los maquinistas para que el amor les llegue por el estómago y bajen la velocidad, “porque hay algunos que hasta le suben [la velocidad] o antes de llegar bajan y dejan que los migrantes se suelten y ya cuando caen al piso le suben para dejarlos ahí. Hay muchos que no son tan sensibles, hay otros que hasta prenden las luces o nos avisan por medio de los policías que los migrantes vienen en otro tren o en tal vagón. Por eso les dejamos su comida en un lugar que tienen al frente”, detalló.

–¿Cómo es darle la comida a los muchachos cuando el tren pasa?

–Es una experiencia muy fuerte. No cualquiera lo hace. Es peligroso. Yo no quería al principio, y a parte no me dejaban, porque el viento o los propios migrantes te jalan. En una ocasión, recuerdo bien que eran las cinco de la tarde, fue hace como cinco años, el tren iba tan cargado que no nos dábamos abasto. Eran tantos que de los primeros vagones, algunos se fueron sin comida. Yo estaba viendo y no se de dónde me entró la idea y agarré una reja [caja] con bolsas de comida y empecé a repartir. Sentía que el aire me jalaba, pero también sentía algo hermoso, no sé si era adrenalina o alegría en mi corazón. Desde ahí comencé a dar comida.

–¿Has tenido algún accidente?

–Pues luego te rasguñan, pero es mínimo. Es que luego los maquinistas le suben. Recuerdo una ocasión que venía un grupo de muchachos y alcé la mano con la bolsa de comida y ellos la quisieron agarrar al mismo tiempo, entonces me rasguñaron. Sólo me arrancaron un poquito de piel, pero me aguanté. Ya nada más me quedó la cicatriz [mostró una ligera marca encajada en su antebrazo].