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El 47% de los mexicanos desaprueba a AMLO, dice encuesta de GEA-ISA; su popularidad cae a 45%

jueves, septiembre 17th, 2020

Los resultados de la encuesta de GEA-ISA contrastan con la aprobación de 59 por ciento en la del diario El Financiero, el 56 por ciento del periódico Reforma y 53.6 por ciento de El Universal.

México, 17 de septiembre (EFE).- La popularidad del Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, bajó a 45 por ciento mientras que su desaprobación creció a 47 por ciento, según la encuesta divulgada este jueves del Grupo de Economistas y Asociados (GEA) e Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA).

Los datos del estudio muestran una caída de dos puntos porcentuales en la aprobación del Presidente respecto a marzo y una reducción de 12 puntos frente a la aprobación del 57 por ciento que López Obrador suscitaba en diciembre.

En contraste, el rechazo al mandatario creció un punto después de marzo y nueve comparado con finales de 2020, cuando apenas 38 por ciento reprobaba la gestión del líder izquierdista.

El estudio, realizado del 5 al 7 de septiembre con entrevistas domiciliarias de mil ciudadanos, atribuyó los resultados a la gestión de la pandemia de COVID-19, que roza los 72 mil muertos y supera los 680 mil casos en México.

Seis de cada 10 mexicanos, el 60 por ciento, desaprueban el manejo de los “asuntos relacionados con la pandemia de coronavirus”, según la investigación.

Además, cuatro de cada 10 encuestados, el 40 por ciento, atribuyen a “a malas decisiones” del Gobierno la crisis económica, que refleja la histórica contracción anual de 18,7 por ciento del PIB en el segundo trimestre del año.

“La caída (de popularidad) es causada, en primer lugar, por el impacto negativo que está teniendo la crisis económica en las empresas, los trabajadores y las familias”, concluyó el reporte.

Los resultados de la encuesta de GEA-ISA contrastan con la aprobación de 59 por ciento en la del diario El Financiero, el 56 por ciento del periódico Reforma y 53.6 por ciento de El Universal.

El último estudio se revela casi un mes después del escándalo de Pío López Obrador, hermano del Presidente que aparece en un video difundido el 20 de agosto mientras recibe “aportaciones del pueblo” para el movimiento político.

El 72 por ciento de los encuestados calificó esas entregas de “actos de corrupción”.

Además, 45 por ciento de los entrevistados cree que López Obrador “hace mal” en pedir la difusión de videos y documentos del caso de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) acusado de recibir sobornos de Odebrecht y repartirlos a otros políticos.

Ante las elecciones de la Cámara de Diputados para 2021, la encuesta reveló que se mantiene el liderazgo del partido del Presidente, el izquierdista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con 22 por ciento de la intención de voto.

En tanto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) subió al segundo lugar con 17 por ciento y el derechista Partido Acción Nacional (PAN) cayó al tercero con el 14 por ciento.

La aprobación de AMLO sigue en niveles altos: 66% en el segundo trimestre de 2019, según GEA ISA

miércoles, junio 26th, 2019

GEA ISA evaluó un segundo trimestre de 2019 como uno con resultados mixtos para la administración actual. En materia de resolución de problemas concretos de la realidad nacional, dos elementos fueron mejor puntuados que tres meses antes: defensa del país ante el exterior y el mejoramiento de la educación. Pero la atención a la salud pública, el combate a la corrupción y el mejoramiento de la seguridad continuaron como temas pendientes.

Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).- El 66 por ciento de la población mexicana aprueba la gestión del Presidente Andrés Manuel López Obrador, indicador que lleva una tendencia al alza desde la medición hecha por la encuestadora GEA-ISA, iniciada en diciembre de 2018 y cuya segunda emisión ocurrió en marzo, en la que la calificación a la actual administración fue del 64 por ciento.

Los hallazgos de la investigación “La gobernabilidad en tiempos de la cuarta transformación. Escenarios Políticos” arrojaron que los niveles aprobatorios del Gobierno actual, han estado ligados con la evaluación positiva como persona del primer mandatario mexicano.

Sin embargo, en comparación con la medición de marzo, el porcentaje de personas que piensa que el rumbo que lleva el país es incorrecto creció 10 puntos del 25 por ciento de marzo al 35 en junio. Estos 10 puntos también se restaron de quienes consideran que el país lleva el rumbo correcto, pues en junio el resultado fue de la mitad de la población encuestada.

Fuente: GEA ISA

El 71 por ciento de la población consultada en junio tuvo una opinión favorable del mandatario mexicano. Las cifras de esta emisión fueron similares a las emitidas en diciembre del año pasado, mes en el que el mandatario mexicano apenas iniciaba su Gobierno.

Fuente: GEA ISA

En materia de resolución de problemas concretos de la realidad nacional, dos elementos fueron mejor puntuados que tres meses antes: defensa del país ante el exterior y el mejoramiento de la educación. Pero la atención a la salud pública, el combate a la corrupción y el mejoramiento de la seguridad continuaron como temas pendientes.

La coyuntura nacional durante los últimos meses apuntó a la crisis por desabasto de medicamentos, que representó que pacientes de todo el país no pudieran surtir sus recetas en el sector público de salud, por lo que en materia de salud pública el Gobierno fue puntuado con 19, 8 datos menor que el 27 obtenido hace tres meses.

“En medio de la coyuntura por el desabasto de medicamentos en el sector salud, 42 por ciento de la población dijo que ha usado los servicios de salud pública y de estos el 36 dijo que ha visto un deterioro en el servicio y 59 que sólo les surten algunos medicamentos de sus recetas, 9 que no fueron surtidas y 32 dijo que recibieron todas las medicinas”, mencionó Guillermo Valdes.

El indicador que evaluó el desempeño en el combate a la corrupción corrupción perdió 9 puntos de los 21 de marzo. En el tema de mejoramiento en la seguridad la puntuación tuvo la misma reacción que el de corrupción.

“La evaluación al acuerdo migratorio con Estados Unidos no es positiva, pero el endurecimiento de la política migratoria tienen amplio respaldo entre la opinión pública”, destacó la encuestadora.

Fuente: GEA ISA

La aprobación de AMLO ésta vinculada al reparto de beneficios, ya que del 66 por ciento de quienes aprueban su gestión, el 49 por ciento ha recibido o recibe beneficios de los programas implementados en su mandato, pero quienes lo desaprueban (48 por ciento) se han visto afectados por la cancelación de programas del sexenio anterior como Prospera, refirió Guillermo Valdes, socio de GEA- ISA.

En temas sociales la población ha empezado a percibir un deterioro en la calidad de los servicios otorgados por el Gobierno, citó el informe.

Fuente: GEA ISA

Para el analista las variables económicas podrían descalabrar la racha de López Obrador, “la economía aunque está desacelerada, no van tan mal, entonces no va haber un impacto en el área económica, aunque puede haber un descontento grande por cancelar Prospera, la popularidad se mantiene elevado, pero vemos indicadores bajos por el tema de salud, corrupción, etcétera, entonces, los mexicanos todavía tienen en un altar a López Obrador, pero el piso empieza a reblandecer, pero no sabemos cuando”.

En materia migratoria, sobre la política exterior y el reciente acuerdo firmado con Eatados Unidos, la población no lo evaluó como positiva. De solo el 32 por ciento que tuvo conocimiento del convenio, 48 por ciento opinó que prevalecieron los intereses del presidente Donald Trumpy el 40 consideró que prevalecieron la dignidad y la soberanía de México.

Pero estos datos contrastan con el 51 por ciento de los encuestados que dijeron estar de acuerdo con deportar a los migrantes centroamericanos que ingresen a territorio nacional.

Fuente: GEA ISA

La encuesta también evaluó al partido político del que proviene el Presidente López Obrador, Morena, que se vio aventajado frente a los otros partidos, con el 31 por ciento de las preferencias, pero el partido que más se le acerca es el PAN con 15 por ciento. De acuerdo con la encuestadora la brecha entre partidos se cerró ligeramente durante el segundo trimestre de 2019.

GEA ISA evaluó un segundo trimestre de 2019 como uno con resultados mixtos para la administración actual.

Fuente: GEA ISA

GEA-ISA: AMLO con 44% sin indecisos; Anaya, en segundo con 28%; y Meade en el tercero con 26%

lunes, junio 25th, 2018

Ricardo de la Peña, presidente ejecutivo de GEA ISA, precisó, en entrevista con Carlos Loret de Mola, que este 20 por ciento de personas que no respondieron no corresponde necesariamente los indecisos. “Normalmente es gente con un menor nivel de información y atención que nos hace pensar que entre ellos hay una proporción muy elevada de abstencionismo”, explicó.

Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).- GEA-ISA presentó su encuesta de cierre donde el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, continúa en primer lugar con 44 por ciento de la intención del voto, según la votación efectiva que no incluye a los indecisos o que no respondieron a favor de ningún candidato.

El tabasqueño está 16 puntos por arriba del candidato de “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés”, quien cierra en este sondeo con 28 por ciento. José Antonio Meade, candidato de “Todos por México”, se queda en tercer lugar con 26 por ciento de los votos; y el independiente Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, con dos por ciento.

En tanto, la votación bruta de esta encuesta, que separa a los entrevistados que no dieron una respuesta a favor de ningún candidato (20 por ciento), arroja los siguientes datos: López Obrador con 35 por ciento; Anaya Cortés con 23 por ciento; Meade Kuribreña con 21 por ciento; y Rodríguez Calderón con uno por ciento.

Ricardo de la Peña, Presidente ejecutivo de GEA-ISA, precisó, en entrevista con Carlos Loret de Mola, que este 20 por ciento de personas que no respondieron no corresponde necesariamente los indecisos. “Normalmente es gente con un menor nivel de información y atención que nos hace pensar que entre ellos hay una proporción muy elevada de abstencionismo”, explicó.

La encuesta de GEA-ISA se levantó del 15 al 17 de junio pasados.

AMLO amplía su ventaja y queda en 37%, Anaya alcanza 23% y Meade baja a 17%, según encuesta GEA-ISA

jueves, junio 7th, 2018

Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbrago).– El candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, amplió su ventaja a 14 puntos frente a Ricardo Anaya, según datos de la encuesta realizada por GEA-ISA a la que la agencia Reuters tuvo acceso.

López Obrador alcanzó el 37 por ciento de las preferencias en el ejercicio elaborado entre el 25 de mayo y el 27, 5 puntos más que la encuesta publicada el pasado mes de abril donde obtuvo 32 por ciento.

El segundo lugar corresponde a Ricardo Anaya, el candidato de la coalición “Por México al Frente”, quien cayó un punto porcentual y obtuvo el 23 por ciento de la intención del voto.

José Antonio Meade se coloca en el tercer sitio con el 17 por ciento de la preferencias con un retroceso de 3 puntos frente a la encuesta pasada.

El independiente Jaime Rodríguez “El Bronco” alcanzó sólo el 3 por ciento.

El otro 20 ciento corresponde a los encuestados indecidos que aún no han determinado su candidatoo.

Las encuestadoras que erraron a favor de EPN en 2012 ponen a AMLO arriba hoy, al arranque del 2018

domingo, diciembre 17th, 2017

#ANUARIO2017 | México cierra 2017 con una tendencia preelectoral de cara a las elecciones presidenciales de 2018, en el que según las encuestas, Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, ganarán con holgura los comicios. El promedio de los ejercicios demoscópicos de diversas casas encuestadoras dan la victoria a AMLO por al menos 9.71 puntos porcentuales –margen muy superior al de las tres últimas elecciones presidenciales–.

Sin embargo, algunas de esas encuestadoras que hoy anticipan la victoria del político tabasqueño, tienen un pasado gris. Durante los comicios de 2006 y de 2012, muchas erraron en sus resultados. Por ejemplo, cuando en 2012 Enrique Peña Nieto se convirtió en Presidente con un margen de victoria de 6.5 puntos porcentuales sobre AMLO, las encuestas indicaron que ganaría por entre 11 y más de 20 puntos, a según.

Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).– Andrés Manuel López Obrador (AMLO), líder nacional y candidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), sería el indiscutible ganador de las elecciones presidenciales del 1 de julio de 2018, refieren las encuestas más recientes sobre preferencias electorales.

El promedio de resultados de los ejercicios demoscópicos de Buendía & Laredo, Consulta Mitofsky, Grupo Reforma, el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), además de una atribuida a la Presidencia de la República, plantea que el tabasqueño saldrá victorioso con al menos 9.71 puntos porcentuales de ventaja sobre su opositor más cercano.

Estos márgenes de victoria son superiores a los de las tres últimas elecciones presidenciales: en 2000, Vicente Fox Quesada salió victorioso con 6.48 puntos porcentuales de diferencia; en 2006, Felipe Calderón Hinojosa ganó por menos de un punto porcentual; y en 2012, Enrique Peña Nieto (EPN) se hizo Presidente con poco menos de siete puntos porcentuales de ventaja.

No obstante, como apunta la maestra María Teresa Garduño Suárez, especialista en marketing político de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, las encuestas –por lo general– son contratadas para medir dos tendencias: el nivel de conocimiento de los encuestados acerca de un determinado tema; y el nivel de intención de votos en un momento específico. Por eso, dijo a SinEmbargo, no reflejan la realidad electoral, porque “lo que hoy puede ser un resultado, mañana, ante un nuevo contexto, puede ser otro”.

La experiencia de 2012, cuando varias de las más prestigiadas casas encuestadoras de México obtuvieron porcentajes con amplio grado de error sistemático, nos recordó esto: que las encuestas preelectorales sólo dibujan tendencias o fotografías de un momento -sin vaticinar el resultado final-. Por esas fechas, los ejercicios demoscópicos anticiparon que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganaría por entre 11 y más de 20 puntos porcentuales –lo que no sucedió–.

“Crisis realmente grave”, fueron las palabras de entonces de la periodista Denise Maerker para Roy Campos Esquerra, presidente de Consulta Mitofsky. Las encuestadoras se equivocaron por mucho y “no hay justificación que valga el fallo”, dijo Ciro Gómez Leyva al pedir disculpas a sus televidentes y lectores. Después de todo, comentó al aire, habían fallado en términos de precisión informativa.

Andrés Manuel López Obrador va por su tercera contienda electoral rumbo a la Presidencia de México. A 7 meses de las elecciones, la mayoría de las casas encuestadoras lo ponen como líder en preferencias. Foto: Youtube

El año de los comicios en que el partido tricolor regresó a la residencia oficial de Los Pinos [2012], la encuesta de seguimiento Milenio GEA-ISA, por ejemplo, dio a Peña Nieto un margen de victoria de entre 11 y 18 puntos por encima de López Obrador -la diferencia real fue de 6.5 puntos porcentuales-. Grupo Reforma, en su conteo rápido, se equivocó por 20.62 puntos porcentuales -daba empate técnico entre AMLO [PRD] y Josefina Vázquez Mota [PAN], quienes vencían a EPN [PRI]-. Buendía & Laredo erró por 16.31 puntos. Y Mitofsky adelantó que el priista ganaría por 23.3 puntos sobre Vázquez Mota. La lista continúa.

En total, en 2012, 13 encuestadoras hicieron públicas sus estimaciones, refiere un análisis realizado por Francisco Cantú, académico de la Universidad de Houston [Texas]; Verónica Hoyo, profesora de la Universidad de California [San Diego]; y Marco A. Morales, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Según sus datos, ocho encuestas sobreestimaron a Enrique Peña Nieto, siete subestimaron a López Obrador y tres a Vázquez Mota. No obstante, cinco encuestadoras –Covarrubias, Demotecnia, Grupo Reforma, Mercaei y Votia– no tuvieron sesgos sistemáticos durante la cobertura de campañas, señalan los analistas.

Los datos de Cantú, Hoyo y Morales no sólo refieren errores sistemáticos en 2012, sino también en las elecciones de 2006. El año en que Calderón Hinojosa llegó a la silla presidencial, cuatro de 15 ejercicios demoscópicos lo subestimaron; así como seis de ellos sobreestimaron a Roberto Madrazo Pintado [PRI]. Empero, ese año, nueve encuestadoras –Arcorp, CEO, Covarrubias, Data OPM, El Universal, GEA-ISA, Grupo Reforma, Indemerc Mundial y Marketing Político– no tuvieron sesgos sistemáticos durante las campañas.

Los analistas concuerdan en que las faltas de precisión de estos ejercicios no son novedosas, pues según ellos, se vienen cociendo desde la década de los ochenta y de los noventa, sufriendo altibajos durante todo el proceso hasta llegar a la fecha. Y el problema subyace –como apuntan– en la logística de muestreo y en la metodología utilizada para hacer las mediciones.

Para Garduño Suárez, el problema está, en gran medida, en el tamaño y la calidad de las muestras que las casas encuestadoras utilizan.

“Lo que sucede es que algunas casas encuestadoras no calculan a partir de todo el número de votantes” –y terminan usando muestras insuficientes por reducir costos–. Además, increpan a personas sin credencial de elector; “gente que aunque opine, no va a votar y no va a reflejar una realidad electoral”, explicó a SinEmbargo.

De entre una multiplicidad de factores que “generan variación en el tipo de resultados” de las encuestas, Garduño hizo hincapié en dos –aparte del tamaño de la muestra–: el margen de error y el nivel de confianza. Si la muestra no es adecuada, dijo, el margen de error es mayor y, por tanto, el nivel de confianza será menor.

LOS RESULTADOS ESPERADOS EN 2018

En promedio, las encuestas dan a López Obrador la victoria con 29.44 por ciento de las preferencias electorales -mientras que la tendencia de votos por Morena es un poco más baja: 24.2 por ciento-. En contraste, los candidatos del PAN y del PRI se posiciona como los opositores más fuertes -dependiendo de la encuesta-. El partido blanquiazul cuenta con un promedio del 19 por ciento de los votos y el tricolor, casi 18 por ciento.

En agosto de 2017, Consulta Mitofsky dio 10.4 puntos porcentuales entre AMLO y su competidor más fuerte: Margarita Zavala Gómez del Campo, quien hasta entonces tenía la posibilidad de ser abanderada por el PAN -en octubre de este año, Zavala abandonó su militancia en el partido para continuar su búsqueda presidencial por la vía independiente-.

Buendía & Laredo, ese mismo mes, puso al “tú por tú” al político tabasqueño con Ricardo Anaya Cortés, líder nacional del PAN. Si éste último fuera candidato de Acción Nacional, AMLO ganaría por 10 puntos. Si Anaya, en cambio, fuera abanderado del Frente Ciudadano por México [PAN-PRD-MC], AMLO ganaría por siete puntos. En noviembre, Grupo Reforma también anticipó que el Anaya del Frente quedaría abajo por 12 puntos.

Según la XIX encuesta “Proceso Electoral 2018. Fase Previa” del Gobierno federal, que salió en octubre pasado, Jose Antonio Meade sería el candidato más fuerte contra “el peje”, aunque perdería por 11.2 puntos porcentuales. Dos meses después, GCE obtuvo resultados similares, sólo que la diferencia a favor de AMLO fue de 6.3 puntos.

Por otro lado, está el campeón de los rechazos: el PRI. En agosto de 2017, Buendía & Laredo estimó que el 41 por ciento de la población encuestada admitió no querer ver al tricolor en el Ejecutivo federal. En los dos meses siguientes, la encuesta atribuida a la Presidencia de la República reafirmó este dato, al obtener un 37.9 por ciento de rechazo en contra del PRI.

Lo anterior contrasta con el promedio de encuestas que arrojan que después de Morena [24.2 por ciento], el PAN [19 por ciento], el PRI [17.9 por ciento] y el PRD [6.7 por ciento] son los partidos con que más simpatiza el electorado.

Asimismo, algunas encuestas –como la de Presidencia, Grupo Reforma y Buendía & Laredo– indican que los partidos pequeños como el Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), del Trabajo (PT), Nueva Alianza (PANAL) y Encuentro Social (PES), están muy lejos de poder competir con los grades partidos [PAN, PRI, PRD y Morena]. Incluso más que los candidatos independientes.

No obstante, por las alianzas, los partidos de la “chiquillada” podrían revertir las tendencias a favor de los grandes partidos que podrían ir en coalición [e.g. PAN-PRD-MC y PRI-PVEM]. Por ejemplo, Buendía & Laredo y Grupo Reforma, únicas casas que consideran escenarios con el Frente Ciudadano por México, refieren una reducción de hasta ocho puntos porcentuales en contra del candidato o del partido más fuertes [AMLO y Morena], en comparación con su actuar por separado. Esos ocho puntos de diferencia, inclusive, se verían reflejados en la alianza PRI-PVEM o PRI-PVEM-PANAL-PES.

Sobre el juego de alianzas, los datos de noviembre de Consulta Mitofsky y El Economista también señalan que, la coalición Morena-PT, será la más fuerte para la contienda electoral por la Ciudad de México, misma que será realizada a la par que las elecciones presidenciales de 2018. Los resultados de Mitofsky establecen una intención del voto de 35.1 por ciento a favor de la coalición de izquierda [29.3 por ciento de Morena; el resto del PT], seguida del 20 por ciento del Frente Ciudadano por México -separados, PRD y PAN no superarían el 12 por ciento, respectivamente- y de un 12.9 por ciento a favor del PRI.

Cabe recordar, como la apunta la maestra María Teresa Garduño Suárez, que las encuestas sólo son herramientas de medición que reflejan tendencias momentáneas –y no la realidad nacional–. Situación por la que indica que no deben de ser utilizadas por la opinión pública al momento de decidir sobre su voto. Aunque admite, “la gente se sube al carro ganador […] y los ciudadanos sí se dejan influir por las encuestas” –que no deberían de ser motivo de propaganda política, como muchas veces sucede–.

GEA-ISA: 61% de los mexicanos rechaza que el Gobierno maneje los fondos de reconstrucción tras sismo

jueves, septiembre 28th, 2017

Mientras la solidaridad mostrada por la sociedad mexicana frente a la tragedia hizo que un 68 por ciento de la población considerara que la fuerza del país “está en su sociedad” y será la que se saque adelante a México sin importar el Gobierno”.

México, 28 sep (EFE).- El 61 por ciento de los mexicanos piensa que el Gobierno no debe manejar los fondos de reconstrucción para los damnificados por el sismo del pasado 19 de septiembre, señaló hoy un estudio de las encuestadoras GEA-ISA.

Los fondos deben ser manejados por “un organismo independiente, sin miembros del Gobierno”, señalaron en tanto que un 29 por ciento consideró que pueden ser administrados por un organismo gubernamental junto con ciudadanos independientes.

El estudio de GEA e ISA, entidades especializadas en información y análisis, reveló que 7 de cada 10 mexicanos valoraron de mejor manera el esfuerzo y la ayuda de la sociedad civil a los damnificados que la que ofrecieron las Fuerzas Armadas.

La mayoría de los mexicanos (67 por ciento) cree que la sociedad civil hizo más por las víctimas, seguida por las Fuerzas Armadas con un 21 por ciento, indicó el estudio al destacar que el 86 por ciento de los mexicanos participó en rescates o con apoyos a los damnificados.

El 32 por ciento cree que por más que exista una sociedad participativa y solidaria, “los políticos son ineptos y corruptos e impedirán que México prospere”. Foto: Cuartoscuro

A pesar de la actuación de los ciudadanos y los miembros de las instituciones del Gobierno (fuerzas armadas, policías, bomberos, etc) en las tareas de rescate y atención a víctimas de los terremotos, el 59 por ciento creen que las cosas en el país seguirán igual y un 24 por ciento se muestra optimista y creen que mejorará.

Mientras la solidaridad mostrada por la sociedad mexicana frente a la tragedia hizo que un 68 por ciento de la población considerara que la fuerza del país “está en su sociedad” y será la que se saque adelante a México sin importar el Gobierno”.

El 32 por ciento cree que por más que exista una sociedad participativa y solidaria, “los políticos son ineptos y corruptos e impedirán que México prospere”.

El estudio de opinión se realizó el 22 y 23 de septiembre mediante entrevistas telefónicas a 600 adultos en las seis entidades más afectadas por los sismos de los días 7 y 19, Ciudad de México, Puebla, Morelos, Chiapas, Oaxaca y Estado de México.

El sondeo tiene un índice de confianza del 95 por ciento y un margen de error de +/- 4.0 puntos porcentuales.

8 de 10 mexicanos están dispuestos a dejar de comprar “made in USA” si Trump afecta a México

martes, diciembre 6th, 2016

Aunque en menor medida, el 31 por ciento respondió que tomaría acciones violentas contra empresas y el 49 por ciento estaría dispuesto a protestar en la Embajada o los consulados de Estados Unidos en México.

MEXICO, 6 dic (Xinhua) — Ocho de cada 10 mexicanos encuestados están dispuestos a dejar de comprar artículos de Estados Unidos si el próximo presidente, Donald Trump, toma políticas que afecten los intereses de México, según un estudio divulgado hoy.

El estudio trimestral “México: Política, Sociedad y Cambio”, de la encuestadora Grupo de Economistas y Asociados-Indagaciones y Soluciones Avanzadas (GEA-ISA) encontró que la elección de Trump causó preocupación en 40 por ciento de los mexicanos y enojo en 26 por ciento.

Trump colocó a México como tema central de sus discursos desde que en 2015 anunció su intención de pelear por la candidatura presidencial del Partido Republicano, diciendo que levantaría un muro en la frontera para frenar la migración y haría deportaciones masivas de migrantes sin papeles.

El magnate también ha prometido que revisará o abandonará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vigente desde 1994, alegando que sólo beneficia a México y pone en desventaja a Estados Unidos.

A través de 30 preguntas, el estudio que desde 1998 recoge la opinión de ciudadanos en torno a la situación económica, política y de seguridad en México, también midió en su reciente edición el impacto que el triunfo del republicano generó entre los mexicanos.

Los resultados apuntaron que 36 por ciento de los encuestados consideró que la llegada de Trump a la Casa Blanca será muy perjudicial para la relación México-Estados Unidos y 43 por ciento respondió en el mismo sentido para los mexicanos que residen en el vecino país.

El 58 por ciento de las personas consultadas que tienen familiares en Estados Unidos manifestó su temor de que sean deportados e incluso 45 por ciento señaló que se ha enterado de agresiones recientes en su contra, según el estudio.

Más de la mitad de los mexicanos cree que sería muy perjudicial para México si Trump deroga el TLCAN, aumenta las deportaciones de migrantes o confisca las remesas que connacionales envían a sus familias, una amenaza que el republicano también planteó en su campaña.

En caso de que el magnate cumpla sus promesas una vez que asuma como presidente, el próximo 20 de enero, la mayoría de los mexicanos respondería con acciones en contra de la economía estadounidense, de acuerdo con el estudio.

El 80 por ciento de los encuestados manifestó que estaría dispuesto a dejar de comprar productos de Estados Unidos, 67 por ciento no vería películas filmadas en ese país y 58 por ciento no realizaría viajes en calidad de turista a sus ciudades y atractivos.

Aunque en menor medida, el 31 por ciento respondió que tomaría acciones violentas contra empresas y el 49 por ciento estaría dispuesto a protestar en la embajada o los consulados de Estados Unidos en México.

Hasta encuestadoras que en 2012 lo ponían por los cielos, hoy exhiben crisis EPN

viernes, septiembre 2nd, 2016

Ayer, ante jóvenes, el Presidente usó el espacio donde hablaría del IV Informe de Gobierno para repetir que su baja popularidad es por “los cambios” que ha generado. No habló de lo que dicen las encuestas: alta percepción de corrupción, mucha inseguridad, sensación de que las reformas fracasaron. La culpa, dijo, es de sus “cambios”.

La realidad es que las encuestadoras que durante 2012 fueron contratadas por medios de comunicación para medir el curso de la campaña por la Presidencia fueron criticadas por la opinión pública por su parcialidad con el entonces candidato priista, Enrique Peña Nieto. Luego, ya como Presidente, también se mostraron conservadoras al revelar las cifras de aprobación.

Pero hoy, con un Primer Mandatario que aún no tiene ni cuatro años de administración pero que ha ido dando tropezones cada vez con más consecuencias, hasta esas empresas que antes lo apuntalaron reconocen la crisis del Presidente y su Gobierno, e incluso prevén que no hay forma de que se recupere en el resto del sexenio. Es el caso de Roy Campos –Consulta Mitofsky–, por ejemplo. Relacionado a Televisa y al poder, ahora dice que “se han deteriorado todas las variables. El prestigio internacional…”

Sepúlveda dijo a Bloomberg Businessweek que la de Peña Nieto fue una de las campañas más sucias de América Latina en los tiempos modernos.

De acuerdo con un reporte de Bloomberg Businessweek, la de Enrique Peña Nieto fue una de las campañas más sucias de América Latina en los tiempos modernos. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo).– El 17 de diciembre de 2011, Enrique Peña Nieto fue electo como “candidato de unidad” del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República, un objetivo que disputaría en las urnas el 1 de julio de 2012, y al que el tricolor apostaba con toda su fuerza para, luego de 12 años de ausencia, volver a ser mandamás en Los Pinos.

Fresca estaba entonces la primera gran pifia del priista nacido en Atlacomulco hace 50 años. La primera que alcanzaba impacto nacional por lo menos, porque de las que cometió durante su encargo público previo, como Gobernador del Estado de México, poco o nada se publicó en los medios de comunicación de esa entidad.

Se trataba de los gazapos del 3 de diciembre, o 14 días antes, cuando el ex Gobernador y precandidato priista se presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y no supo responder a la pregunta sobre tres libros que hubieran marcado su vida. Ese día, entre tropiezos, afirmó que el escritor e historidador Enrique Krauze era el autor de La silla del águila, novela escrita en 2003 por Carlos Fuentes, uno de los escritores mexicanos más reconocidos en el mundo y Premio Cervantes de Literatura.

“Leí algo que seguramente en mi vocación por la política alentaba ese espíritu. Fueron varios libros, algunos, La silla del águila, de Krauze”, dijo aquel sábado en Guadalajara, ante un auditorio repleto y que al escucharlo soltó risitas primero, y ya después –conforme el priista se fue enredando– no contuvo las carcajadas y los comentarios abiertos.

 

“Hay otro libro de él mismo que quiero recordar el nombre, sobre caudillos, no recuerdo el título exacto… ¿eh?”, preguntó al final de la frase Peña Nieto, quien no escuchaba con claridad las voces de sus asistentes desesperados por decirle el nombre de la obra; entre ellos estaba Luis Videgaray Caso, quien sería su jefe de la campaña presidencial y, luego, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Peña, quien no escuchaba nada y para entonces se veía muy nervioso, continuó: “…de ahí incluso la antítesis de ese libro, las mentiras donde habla de la mentira sobre… me quiero acordar del título del libro… ahí la dejamos en La silla del águila, aquí hay unos que leen más, deben acordarse más cuál es…”.

Ese pasaje fue el primer esbozo de una seguidilla de errores que, ahora, a poco más de tres meses de cumplir cuatro años al frente de la Presidencia de México, tienen su imagen en el punto más bajo y le han valido críticas en todos los tonos tanto dentro como fuera del país.

La última muestra de la crisis por la que atraviesa el Presidente y su administración se dio ayer, con la inesperada visita de Donald Trump a Los Pinos, y las consecuencias de haber sido débil ante el candidato republicano, abiertamente anti mexicano y racista.

Esas críticas son expuestas, ahora abiertamente, incluso por aquellos que lo apoyaron incondicionalmente en su búsqueda de la Presidencia y luego ya como Jefe del Ejecutivo federal.

Uno de los grupos más criticados entonces fue el de las empresas encuestadoras. Para nadie es un secreto que las contradicciones entre los cálculos de esas compañías –contratadas la mayoría por medios de comunicación ligados al PRI– y los resultados finales de la elección de 2012 provocaron una severa desconfianza entre los ciudadanos, el desprestigio e incluso la descalificación de esos ejercicios de consulta por parte de la opinión pública.

El mismo Instituto Nacional Electoral (INE) anunció recientemente que endurecerá la regulación a las empresas de estudios de opinión, tras detectar que en la elección del pasado 5 de junio –donde el PRI perdió cuatro de sus bastiones históricos: Veracruz, Tamaulipas, Quintana Roo y Durango– sólo una encuesta de salida dio resultados cercanos a los oficiales.

El 19 de junio pasado, Marco Antonio Baños, Consejero del INE, planteó que revisarán la metodología de dichas casas, porque sus capacidades de predicción están “absolutamente mermadas, son totalmente ineficaces”.

EPN Y LAS ENCUESTADORAS EN CAMPAÑA

Aquél 17 de diciembre, cuando Peña Nieto se convirtió en el candidato del PRI, aludió el día de sus errores en la FIL. Sin tocarlo directamente dijo que es un hombre que, como todos, a veces olvida cosas, pero usó el recurso para ofrecer sus primeros compromisos de campaña de los que, como se plantea en la cuarta revisión anual de SinEmbargo, apenas ha cumplido un puñado.

“Lo que no se me olvida es la pobreza, la violencia y la desesperanza de México”, dijo el mexiquense en ese su primer discurso como candidato del tricolor.

“Lo que no se me olvida, es el estancamiento económico, el desempleo y falta de oportunidades que se padecen en nuestro país desde hace más de una década. Lo que no se me olvida, es que más de 50 millones de mexicanos viven lamentablemente en pobreza. A mí no se me olvida el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos, por el ataque impune de los criminales”, afirmó EPN.

También aseguró que no se olvidaba del dolor de las familias mexicanas por la violencia ni la necesidad de tener “una auténtica reconciliación nacional”.

Lo que siguió, entonces, fue una especie de “cargada” de la industria de las encuestas y los medios de comunicación donde las publicaban en favor del candidato del PRI, a pesar de mantener una campaña plagada de escándalos por acusaciones de compra de votos, e incluso ignorar efectos como el del 11 de mayo de 2012, cuando EPN fue echado de la Universidad Iberoamericana por los propios alumnos, lo que a su vez generó un movimiento estudiantil en su contra, que alcanzó en su momento carácter nacional.

El día de la elección, el domingo 1 de julio de 2012, todas las encuestas de salida –reveladas después de las 18:00 y hasta las 21:00 horas– daban un amplio margen al triunfo del priista, mayor incluso al de la última fotografía que tomaron esas casas de medición de preferencias en días previos.

En las últimas encuestas de ese proceso electoral levantadas por GEA-ISA (27 de junio), Consulta Mitofsky (24 de junio), Buendía y Laredo (24 de junio) y Parametría (23 de junio), los porcentajes para Enrique Peña Nieto fueron cercanos a la votación del 1 de julio: eran del 39.5 por ciento, 38.4 por ciento, 41.2 por ciento y 35.5 por ciento, respectivamente, que fueron razonablemente similares al 38.3 por ciento con el que finalmente ganó la elección el candidato del PRI.

Pero en los minutos posteriores al cierre de casillas los resultados de esas encuestadoras publicados por los medios de comunicación eran muy diferentes y le daban el triunfo al priista Peña Nieto por un margen mucho mayor y queda la impresión de haber arrasado: 46.9 por ciento, en la de Milenio y GEA-ISA; 44.5 por ciento, en la de Radio Fórmula y Consulta Mitofsky; 45 por ciento en la de El Universal y Buendía–Laredo, y 43.9 por ciento en la de El Sol de México y Parametría.

Por el contrario, las encuestadoras minimizaron las preferencias electorales del candidato Andrés Manuel López Obrador, el competidor más cercano a EPN. Esas encuestas de salida le dieron al tabasqueño los siguientes resultados: GEA-ISA reportó una preferencia del 24.1 por ciento; Consulta Mitofsky, 25.4 por ciento; Buendía–Laredo, 23.8 por ciento, y Parametría, 23.3 por ciento.

Al final, los resultados de la elección fueron 38.31 por ciento para Peña Nieto, 31.59 por ciento para López Obrador, 25.41 por ciento para Josefina Vázquez Mota y 2.29 por ciento para Gabriel Quadri de la Torre.

En ese momento, el padrón electoral tenía 79 millones 454 mil 802 mexicanos inscritos. A las urnas acudieron 50 millones 323 mil 153; esto es, que por Peña Nieto votaron 19 millones 278 mil 799 ciudadanos.

LA MEDICIÓN DEL PRESIDENTE

En este contexto, el Presidente Enrique Peña Nieto inició su sexenio con una aprobación superior al 50 por ciento, nunca llegó al 60 por ciento y sí, en cambio, inició un declive que, a poco más de 27 meses de terminar su sexenio, aún no termina.

El 11 de agosto pasado, el periódico Reforma publicó su más reciente encuesta de aceptación a la gestión Primer Mandatario: sólo 23 por ciento de los ciudadanos aprueban su trabajo, mientras que el 74 por ciento lo desaprueba, lo que significó el peor en la historia desde 1995, cuando se inició este ejercicio de medición al final del sexenio de Carlos Salinas de Gortari y al inicio del de Ernesto Zedillo Ponce de León.

Pero entre los líderes de opinión, la aprobación fue aún menor: sólo 18 por ciento de los consultados consideran que EPN ha realizado un buen trabajo, mientras que 82 por ciento lo reprueban.

La encuesta, aclaró el diario, fue realizada del 4 al 7 de agosto pasado. Y entre el 7 de agosto y este 2 de septiembre, el Presidente ha acumulado más escándalos, incluidos los dos departamentos de lujo en Miami, Florida, que se le acreditan a Angélica Rivera Hurtado, su esposa, y ahora el escándalo y el rechazo generalizado al Presidente por la invitación del candidato republicano Donald Trump a Los Pinos, luego de que el magnate neoyorquino se la ha pasado meses insultando a los mexicanos y amenazando con un muro en la frontera que, dice, México tendrá que pagar.

En diciembre de 2012, Consulta Mitofsky –una empresa que desde hace tiempo trabaja con Televisa y es vista por la opinión pública como simpatizante del poder– reportó que el mexiquense gozaba de 54 por ciento de aprobación y 35 por ciento de desaprobación entre los mexicanos.

El 19 de agosto pasado, El Economista y Mitofsky publicaron su más reciente encuesta: 65 por ciento de los mexicanos reprueba el trabajo del Primer Mandatario y 29 por ciento lo avala.

Y ayer, en entrevista con el diario Noroeste, Roy Campos, director de Mitofsky, respondió a la pregunta de si Enrique Peña Nieto puede “levantar” en lo que resta de su sexenio. La respuesta fue “no”.

Mitofsky y Campos han trabajado durante años como encuestadores de Televisa. Fueron fuertemente exhibidos después de 2012 por dar enormes ventajas a Peña Nieto. Las cifras de la autoridad desmintieron sus cifras, difundidas ampliamente en el noticiero más importante de la televisión mexicana, el que conducía en ese momento Joaquín López-Dóriga.

“No hay nada, nada, se han deteriorado todas las variables. El prestigio internacional. Ninguna variable que digas ‘por ahí puede venir la recuperación’. Hace años lo salvaban las reformas, algo. Hoy no hay ninguna variable, que diga ‘el ciudadano empieza a ver algo bueno’. Mal no basta, y no se ve en un futuro próximo que esto vaya a mejorar”, le dijo al periodista José Alfredo Beltrán.

–¿Va a levantar Enrique Peña Nieto? –le preguntó Noroeste.

–Yo creo que no. Y si levanta [la aprobación a su gestión] va a ser muy marginal.