Posts Tagged ‘dpa’

Llega en español “La viuda”, de Fiona Barton: Periodismo convertido en “domestic noir”

sábado, julio 16th, 2016

El marido de Jean Taylor fue acusado y absuelto de un crimen terrible hace años. Cuando él fallece de forma repentina, Jean, la esposa perfecta que siempre lo ha apoyado y que ha creído en su inocencia, se convierte en la única persona que conoce la verdad. Pero ¿qué implicaciones tendría aceptar esa verdad? ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar para que su vida siga teniendo sentido? Ahora que Jean puede ser ella misma, hay una decisión que tomar: ¿callar, mentir o actuar?

Por Elena Box, dpa

Ciudad de México, 16 de julio (SinEmbargo/dpa).- Siguiendo la estela de thrillers psicológicos protagonizados por matrimonios tóxicos, como las exitosas Perdida y La chica del tren, Planeta publica ahora en español La viuda, la novela de Fiona Barton que arrasa entre los lectores del Reino Unido y los Estados Unidos.

Al igual que en los anteriores ejemplos de este subgénero etiquetado como domestic noir, La viuda  gira en torno a mentiras y secretos de alcoba. La protagoniza Jean Taylor, una mujer corriente cuyo matrimonio explota cuando la policía y la prensa llaman a su puerta para decirle que su marido es el principal sospechoso en un terrible crimen que ha sacudido la ciudad: la desaparición de una niña, bajo la sombra de un caso de abusos sexuales.

A Barton, que se labró su carrera como reportera para The Daily Telegraph cubriendo numerosos juicios, siempre le llamaron la atención aquellas personas que no están bajo los focos. “Como yo, están ahí, observando, escuchando lo que se dice. Y en un juicio, las pruebas, especialmente en un caso con violencia, son muy difíciles de escuchar, porque no se oculta nada”, explicó  la escritora durante la presentación de su novela en Madrid.

[youtube HVL3fvy4TVo]

“Recuerdo la primera vez que cubrí un juicio por violación, estaba conmocionada. Ahí delante estaban las familias que iban a apoyar a sus maridos, hijos, hermanos y siempre me preguntaba qué pensaban al escuchar esas pruebas, de qué hablarían después, en casa, cómo lidiarían con esas emociones”, dijo Barton en entrevista con dpa.

La autora, que en sus más de 30 años de carrera fue distinguida como Reportera del Año en los Premios Nacionales de Prensa, sabe bien de lo que habla. Entre otros sonados casos, cubrió el de la desaparición en 2007 de la niña británica Madeleine McCann  y ante las comparaciones, afirma “alto y claro” que La viuda no tiene nada que ver. El único parecido, afirma, es que “necesitaba un crimen imperdonable”, y con el secuestro de una niña “no hay excusas”.

Lo que pueda quedar en la novela de su trabajo en aquel entonces es “qué se siente al ser una periodista en un caso así”. Barton afirma que ha intentado ser honesta con una profesión que ama y de la que se siente orgullosa, pero que está asociada a una imagen muy negativa. “No quería echar más leña al fuego”, reconoce. Pero le parecía importante que el gremio, encarnado aquí en la reportera Kate, se viera desde su lado más humano. “Estaba muy nerviosa”, pero la reacción de colegas y público ha sido muy positiva, agrega.

La viuda, de Fiona Barton. Ahora en español. Foto: Planeta

La viuda, de Fiona Barton. Ahora en español. Foto: Planeta

¿ES REVERSIBLE EL BREXIT?

Como no podía ser de otra manera tratándose de una reportera, la actualidad política se coló en la entrevista. Preguntada sobre si el “Brexit” es reversible, contestó con un “¡eso espero!” y contó con sus exquisitos modales británicos que el resultado la dejó “de piedra”. “Además, no tienen plan, y eso es aterrador”. Pero 17 millones de británicos partidarios de abandonar la Unión Europea es una cifra que no puede pasarse por alto, añadió.

“El ‘Brexit’ es un sentimiento muy fuerte, pero no sé qué lo impulsa. Sospecho que el mirar atrás, como Trump en América y su ‘hacer que Estados Unidos sea grande de nuevo. Pero todos vamos hacia adelante, no podemos seguir mirando atrás. En un mundo globalizado, pensar en levantar el puente levadizo y que lo único que importamos somos nosotros es un punto de vista muy insular, literalmente”, dijo.

Las mentiras, el sensacionalismo en los medios de comunicación y la seguridad de las redes sociales e Internet son otros de los temas que trata La viuda, aunque en el corazón de la historia late una pregunta clave: ¿qué es lo que realmente sabemos de la persona con la que compartimos nuestra vida?

“Llevo casada más de 30 años, mucho tiempo, y creo que conozco a mi marido muy bien, pero todos tenemos secretos, es humano guardarnos algo”, afirma.

Tratar de averiguar el qué “es precisamente lo que hacemos los periodistas, meternos en la cabeza de los demás”. De ahí que, a su juicio, esa “estilosa” categoría de domestic noir en la que se etiqueta La viuda define bastante bien el género: “Un thriller sobre algo que podría pasarle a usted o a su vecino”. Y es que el periodismo también es domestic noir, añade. “Gente normal en circunstancias extraordinarias.”

Fiona Barton, una nueva estrella de la novela negra. Foto: Facebook

Fiona Barton, una nueva estrella de la novela negra. Foto: Facebook

Fiona Barton cuenta con una dilatada carrera en el mundo del periodismo, ex redactora de sucesos del Daily Telegraphy y ha trabajado en muchos juicios, incluyendo la desaparición de Madeline McCann. Fue galardonada con el prestigioso Premio Nacional de la Prensa británica
www.fionabartonauthor.com @figbarton #laviuda

ENTREVISTA | Federico Jeanmaire teje una novela sobre la identidad entre China y Argentina

sábado, junio 4th, 2016
Federico Jeanmaire, nacido en el Gran Buenos Aires en 1957. Foto: efe

Federico Jeanmaire, nacido en el Gran Buenos Aires en 1957. Foto: efe

Una novela, Tacos altos,  que hace buenas las palabras que José Saramago dedicó en su día al autor: “Una propuesta arriesgada que habla de la vida contemporánea, donde el bien y el mal comparten una frontera difusa.”

Por Gabriela Mayer, dpa

Ciudad de México, 4 de junio (SinEmbargo).- “Sospecho que hay un momento de la vida en el que cada hombre o cada mujer descubren quiénes son. Lo saben. De repente. Frente a una instancia crucial o frente a un hecho insignificante. Da lo mismo”, dice la protagonista, pero poco después añade: Yo, en cambio, todavía no sé quién soy. Y, por no saber, ni siquiera sé si es que ya me convierto en una mujer o aún me falta un poco de tiempo.”

Buena parte de esta incertidumbre tiene su origen en su identidad cruzada: de origen chino, pero criada en Argentina. De allí se ha marchado para vivir con sus abuelos en China, pero pronto regresará contratada como intérprete de unos empresarios. Y hay una segunda incertidumbre relevante: la del tránsito entre la niña y la mujer, que se materializará en esos tacos altos a los que hace referencia el título y que calzará por primera vez en este viaje de vuelta.

Federico Jeanmaire transporta al lector entre dos escenarios: Suzhou y Glew. El primero es chino y allí está la casa de los abuelos. El segundo es argentino, cerca de Buenos Aires y allí vivió la protagonista. Allí también el padre tenía un supermercado. Y una pistola. Y una noche hubo un incendio. Y ahora, en el momento del regreso, acompañada por su abuelo, ella retomará el idioma que aprendió, visitará a una amiga de antaño y aquello que quedó abierto en el pasado quizás podrá clausurarse…

Federico Jeanmaire (Baradero, Argentina, 1957) es licenciado en Letras, profesor universitario y especialista en El Quijote. Ha escrito numerosas novelas, algunas de las cuales lo llevaron a obtener los premios literarios más importantes de su país, como el Rojas, el Emecé y el Clarín.

Ahora vuelve al territorio de la novela con Tacos altos, para explorar “la identidad, que es el gran tema del siglo XXI”.

Una novela que transcurre entre China y Argentina. Foto: Anagrama

Una novela que transcurre entre China y Argentina. Foto: Anagrama

“En este momento del mundo hay muchísimas necesidades de que la gente se mueva. Ese movimiento por ahí no es querido ni deseado, sino que es simplemente salvarse de algo, buscar trabajo… eso te ubica en un lugar bastante extraño, en el cual todo lo automático que tienes de la cultura de nacimiento en algún punto se pone en duda, y también se pone en duda lo automático de la cultura que te va a recibir”, dice el escritor a la agencia dpa.

El libro -recientemente publicado por Anagrama en Argentina, Chile, Colombia, Uruguay y España-, aún no ha llegado a México y está surcado por preguntas e incertidumbres vinculadas con la identidad cruzada y también por el tránsito de la protagonista de niña a mujer, hasta calzarse los tacos (tacones) altos a los que hace referencia el título.

Jeanmaire afirma que la novela surgió de su gran interés por la cultura china y también por los inmigrantes chinos en Argentina. “Tengo buena relación con ellos desde siempre. Yo trabajo en una biblioteca a la noche y siempre hubo muchos chinos allí”, cuenta.

El escritor destinó el dinero que ganó con un premio literario a viajar por China con su hijo.

“Supongo que lo que te llama siempre más la atención de las culturas es lo que no comprendes, lo que imaginas. Los chinos son algo desconocido, al menos para mí y lo desconocido siempre te atrae. Cuando volví de ese viaje sabía que en algún momento iba a escribir una novela china”, apunta Jeanmaire.

LA HISTORIA DE UN SUPERMERCADO INCENDIADO

En diciembre de 2013 hubo un intento de saqueo en el suburbio bonaerense de Glew y murió incendiado el dueño chino de un supermercado. “O bien no pudo o no quiso salir, porque estaba atrincherado y no quería entregar nada. Fue una noticia que salió muy pequeñita en dos diarios digitales y me interesó mucho el hecho”, expresa.

“Me pareció algo muy lindo para empezar a pensar una novela, qué hay en la cabeza de un chino en Glew”, señala. Sin embargo, con el correr de la escritura, ganó protagonismo la hija de este personaje. La novela se divide en dos partes, Suzhou y Glew, escenarios respectivos de la trama en China y Argentina. Jeanmaire cuenta entre risas que no conoce el suburbio en la provincia de Buenos Aires, pero sí la lejana Suzhou.

La protagonista pasó muchos años en Glew, donde su padre tenía un supermercado y luego vive con sus abuelos paternos en Suzhou. Allí recibe una oferta laboral que le permite regresar a Glew y saldar cuentas con el pasado. Su retorno “es un momento bisagra. Porque en principio ella no se lleva bien con esos tacos, pero descubre que la convierten en otra persona. Ese es un cambio fuerte que tiene en la novela y en su vida”.

Al autor de Mitre y Montevideo le atrae especialmente enfocarse en el problema de la lengua. “Primero porque trabajo con la lengua, soy escritor y segundo porque la lengua es como el gran recipiente de la identidad. Entonces una novela sobre la identidad cruzada por una lengua así, artificial y rara, está bien”.

Y es que, a sus 15 años, la joven de Tacos altos escribe para no olvidar el castellano y lo hace en presente por su dificultad para manejar los tiempos verbales. “Sobre todo al principio uno no sabe cuándo es que pasa cada cosa. La lengua china cuenta con esa particularidad, que no tiene tiempos verbales, solamente avisa con palabras muy específicas. Y en castellano quedaba muy atractivo”, considera.

Jeanmaire destaca entre las particularidades de la cultura china que “es bastante cerrada, tradicionalista, muy apegada a sus creencias y a sus supersticiones. El chino sale, migra, pero cría a su descendencia como si estuvieran en China, porque la idea siempre es volver”.

Asimismo sostiene que no le gustan “los libros que proponen lecturas unívocas”. Por eso se muestra a favor de, “para decirlo en términos brutales, la literatura propositivamente ambigua. Supongo que eso me viene del Quijote”, señala.

“Me parece que eso es lo peor de la literatura del siglo XX, lecturas muy fáciles, donde uno no puede sino estar de acuerdo o en desacuerdo con lo que está leyendo, pero no le queda ninguna posibilidad de trabajar el texto, de ser parte del hecho literario”, agrega.

Autor de Miguel, biografía ficticia de Cervantes con la que fue finalista del Premio Herraldey del ensayo “Una lectura del Quijote”, Jeanmaire considera que la célebre novela tiene para él una importancia “absoluta”. “Hace 30 y pico de años que lo leo y de hecho doy cursos del Quijote para volver a leerlo. Aprendí de eso, entonces está muy marcado en mi estética”.

[youtube dSepFI79MLE]

¿Qué harías si tu gato descubre al asesino? Cozy mysteries, una nueva tendencia literaria

sábado, abril 2nd, 2016
¿Los animales pueden hablar en las historias policiales? Foto: Shutterstock

¿Los animales pueden hablar en las historias policiales? Foto: Shutterstock

¿Los animales pueden o no hablar en las historias policiales? Un reportaje sobre los “cozy mysteries”, cuando los gatos se convierten en detectives de cuatro patas.

Por Johannes Schmitt-Tegge

Ciudad de México, 2 de abril (SinEmbargo/dpa).-  ¿Gatos que hablan y ayudan a resolver una trama policíaca ambientada en una ciudad pequeña? En Estados Unidos se está convirtiendo en todo un género literario, los “cozy mysteries”, en que estos animales domésticos ayudan a resolver casos de asesinato. Pero los lectores están un tanto divididos sobre si los animales pueden o no hablar.

La escritora Sofie Kelly ha cosechado el éxito convirtiendo a una bibliotecaria, Kathleen Paulson, en la heroína de sus novelas. Paulson nunca quiso ser una loca con gatos, pero tras encontrar un cadáver cerca de su café favorito y darse cuenta que sus gatos tienen poderes mágicos, los animales se convierten en detectives con cuatro patas.

Su gato Owen puede hacerse invisible, mientras que Hércules puede atravesar paredes, así que es tan sólo una cuestión de tiempo que esta bibliotecaria de una ciudad pequeña pueda atrapar al asesino.

Sleight of Paw es el título de la novela que se enmarca en ese nuevo tipo de literatura centrado en la resolución de un caso sin mucha sangre ni violencia, que siempre se desarrolla en ese mundo que parece inmaculado de las pequeñas ciudades estadounidenses y que está protagonizado por investigadores amateur (a menudo mujeres) que acaban atrapando al malo. Muy en la onda de Miss Marple.

Los “cozies mysteries” gozan de tanto predicamento en Estados Unidos que incluso se están formando subgéneros. Algunas series giran en torno al mundo del ganchillo, otras se mueven en la cultura de los restaurantes, en otras los protagonistas son un profesor, un jardinero o una bibliotecaria. Pero lo que nunca falta es un gato o un perro.

Tan sólo hay una cosa en la que autores y lectores no consiguen ponerse de acuerdo: ¿deberían o no deberían poder hablar los animales?

Para Shirley Rousseau Murphy el tema está claro. “A mí me gusta un toque de magia en mis libros”, dijo a dpa esta escritora que reside en California, al hablar del gato negro Joe Grey, que en sus libros habla y piensa como una persona. “Me encanta la idea de que los gatos pueden hablar y de que son inteligentes”, asegura una usuaria del portal literario Goodreads sobre la décimo novena novela en la saga de Joe Grey.

¿Y si un día los gatos hablaran? Foto: Shutterstock

¿Y si un día los gatos hablaran? Foto: Shutterstock

Sin embargo hay algunos a los que la palabrería de los gatos les disgusta y ni que decir tiene el pensamiento de que incluso puedan leer y escribir. Cuando se publicó el primer libro de la serie de Murphy, en el que un gato incluso se transformó en una mujer, un usuario escribió en el portal Amazon, (que vende los libros online): “¿Deberíamos creer también que pueden casarse sin partida de nacimiento, sin número de la seguridad social y demás documentación, que pueden conducir y encontrar un trabajo? Entonces se convertirían en personas con problemas humanos”.

El debate ha llegado hasta la Cat’s Writers Association (CWA), la asociación de autores que escriben sobre gatos y que cuenta con más de 300 miembros en Estados Unidos. “A muchos les horroriza pensar en gatos que hablan”, señaló la presidenta de CWA Amy Shojai, quien opina que todo aquel que trate a su gato como si fuese una persona se equivoca. Shojai ha publicado más de 30 ensayos sobre el trato de los animales domésticos.

Un gato, explica, no está “enojado” u “ofendido” cuando por la larga ausencia de su propietario cambia su manta favorita o el lugar donde hace sus necesidades. Al animal le tranquiliza el olor de su propia orina. “A los gatos les encanta la rutina y cuando salen de su casa, se rompe esa rutina”, argumentó Shojai. Eso es lo que les causa estrés, agregó. Pero en la literatura sobre gatos hay una única norma: no hay reglas.

Y así es con las novelas del escritor turco-alemán Akif Pirinçci, que tras la polémica con su novela Felidae se ha convertido en un escritor de novelas policíacas con gatos. Su minino Francis, tan amoroso como irritante, es un reflejo de las personas.

LA LIBERTAD DE LA LITERATURA

Existe toda una serie de aventuras gatunas. Imagen: Especial

Existe toda una serie de aventuras gatunas. Imagen: Especial

La escritora Rousseau Murphy se escuda en la libertad literaria para defenderse de todas las críticas porque su gato Joe Grey y su amiga Dulcie (que también habla y con la que han tenido gatitos que también hablan). El hecho de que los gatos hablen entre ellos, pero no con las personas es igual de irreal, insiste la escritora, quien asegura además que no tiene tiempo para entrar en polémicas. “Para mí esto es como cualquier obra del mundo fantástico”, concluyó.

Un fan casi nonagenario de este tipo de novelas califica esta característica en una reseña en Internet de “extremadamente creíble”. “Si los gatos realmente pudieran leer, hablar, discar números de teléfono y solucionar misterios, lo harían tal como lo hacen los gatos de Rousseau Murphy”, señaló.

En opinión de Shojai, no hay sentimientos tan fuertes como la relación entre las personas y sus animales domésticos. “Todos quisiéramos gatos y perros que hablasen y que salvasen nuestro día a día. Nos ayudaría a evadirnos de lo cotidiano”.

Sofie Kelly acaba su novela Sleight of Paw, que protagonizan Kathleen y sus gatos mágicos Owen y Hércules, concluyendo: “Éramos los tres mosqueteros. Fuimos Batman y Robin y una bibliotecaria y probablemente estábamos locos”.