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México tiene ya 21 millones 600 mil personas sin empleo por el golpe de la COVID-19, dice Observatorio

jueves, julio 16th, 2020

 Al menos 12 mil millones de empleos se perdieron por la pandemia del coronavirus, por lo que el número de desempleados se ubica en 21 millones 600 mil, informó el Colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza al proponer al Gobierno un “ingreso vital” que se entregue solamente a quienes perdieron sus trabajos.

Ciudad de México, 16 de julio (SinEmbargo).- La pandemia de coronavirus provocó ya la pérdida de 12 millones de empleos y disparó la tasa de desempleo a 33 por ciento, de acuerdo con los datos del Observatorio del Trabajo Digno del Colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. En el país hay ahora 21 millones 600 mil personas sin empleos, de las cuales 11 millones 600 mil son mujeres.

De acuerdo con estos datos, la cifra presentada por el Instituto Mexicano el Seguro Social (IMSS) sería solo “la punta del iceberg”, al señalar que los empleos perdidos en el periodo de la pandemia son 1 millón 113 mil y maneja una tasa de desempleo de 4 por ciento.

Con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los empleos perdidos son casi 12 millones, el IMSS reporta 1 millón 113 mil al 30 de junio, pero eso solo cubre una parte de la fuerza de trabajo, que son los registrados en el IMSS, explicaron Rogelio Gómez Hermosillo y María Ayala, investigadores del Observatorio.

Al inicio del 2020, el IMSS registró poco menos de 20 millones de trabajadores y el Inegi, más de 55 millones de personas ocupadas.

“El Inegi llama la tasa de desocupación. En abril era de 4.7 por ciento. Nosotros decimos que es solo una parte del empleo, porque son las que se quedaron sin empleo y las que están buscando, ahora en la crisis. La Población Económicamente Activa (PEA) tenía 57 millones, para mayo 45 millones, pero no se van a desocupados, el Inegi señala que no están ocupadas pero que no buscan trabajo pero porque no pueden salir a buscar por la pandemia”, comentó Gómez Hermosillo.

La cifra del Observatorio suman los desocupados y los disponibles, “es un desempleo abierto, desocupado y para entender que son personas sin trabajo, disponibles para trabajar y que quieren empleo, es la PEA disponible”, agregó.

Así hay 21.6 millones de personas sin trabajo, y la tasa de empleo es de 33 por ciento.

La situación afecta más a las mujeres, “la pandemia vino a destapar el mundo de trabajo lleno decadencias y pega más a las mujeres. El trabajo es precario pero afecta más a lo que es el tercio de la fuerza laboral; es alarmante cómo la puerta al trabajo, a tener un ingreso y solventar a la familia, para las mujeres, tiene una barrera que lo impide”, agregó Ayala en conferencia de prensa.

El otro grupo poblacional claramente afectado son los jóvenes, lo que hace a las mujeres jóvenes doblemente afectadas. Para este grupo, en jóvenes mejores de 30 años tienen una tasa de desempleo de 40 por ciento, mientras que para la población de 30 a 64 años, es de 28.2 por ciento.

También están los que conservaron su trabajo pero perdieron ingresos: de cada 10 personas que conservan su trabajo, seis no ganan lo suficiente para la canasta básica de una familia de 2 personas (el que trabaja y uno más).

Solo el 7 por ciento de los ocupados ganan más de 12 mil 800 pesos al mes, son 1.2 millones menos que a inicios de año.

Hay subocupación, se triplicó, ya que las personas que quieren y necesitan trabajar más horas pero la situación laboral no lo permite, son 13 millones de personas, 8.4 millones más que a inicios de año.

“La pérdida de empleos formales ya supera la crisis de 2008. Es un pronóstico: si se alenta la contratación, si las empresas contratan menos –se traía un ritmo de 800 mil 900 mil por años, tasa de 4 por ciento–, tardará más en recuperarse, se tendría que promover la creación de empleos […] después de la crisis pasada pasaron 10 años para recuperar los niveles de empleo del periodo anterior”, agregó Hermosillo.

También se hizo un llamado a cuidar que en este afán de generar empleos, éstos no sean precarios y se hizo énfasis en que en el país se requieren trabajos dignos, “no es crear solo empleos porque eso puede ser una fábrica de pobreza, una trampa de pobreza. Debe haber una discusión sobre cómo rompemos el cordón umbilical entre salud y trabajo, porque la salud es un derecho de las personas. Una parte importante de la informalidad, que es dejar a la gente sin derechos, tiene que ver con que se les de trabajo pero no se les afilie, hay que separar eso, empezar a caminar a que los derechos estén garantizados: la pensión, servicios de salud y servicios de cuidado”, añadió el investigador.

Acción Ciudadana ha insistido en este periodo de crisis en iniciar con un “ingreso vital”, que se entregue solamente a quienes perdieron el ingreso, no universal, sino una transferencia monetaria a esa población.

“Soy poderosa, pero desempleada”, dice creadora del mapa de feminicidios luego de salir en lista de Forbes

martes, junio 16th, 2020

María Salguero Bañuelos lleva años documentando los feminicidios en México. Eso la colocó por segundo año consecutivo en la lista de Forbes. 

Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).– Luego de ser reconocida por la revista Forbes como unas de las 100 mujeres más poderosas en México, María Salguero Bañuelos, creadora del mapa de feminicidios, dijo que “ser poderosa” no evita que esté desempleada. 

“Por segundo año consecutivo Forbes México me nombró en la lista de las 100 mujeres más poderosas de México. Soy Poderosa pero desempleada”, escribió en sus redes sociales.

Desde 2016, la ingeniera construye un mapa sobre los feminicidios en México que documenta casos desde el año 2010. El 15 de octubre de 2019, la mujer recibió un reconocimiento por la creación del Mapa Nacional de Feminicidios en México en el Women Economic Forum.

La creadora del mapa de feminicidios en México se ha comprometió a continuar su labor para informar sobre los casos de agresiones contra mujeres y su relación con la impunidad.

La lista de las “100 Mujeres Más Poderosas” de México, de la revista Forbes, incluyó a mujeres de diferentes ámbitos sociales. Muestra de ello es que en la lista aparecen la activista Frida Guerrera y la medallista olímpica Alexa Moreno. La CEO de BMW María Eugenia Escobedo y Alejandra de la Vega, dueña de los Bravos de Juárez.

“La Jefa” Fabiana (Fabiana Zepeda) quien se volvió una de las personas más importantes para llevar el mensaje de la importancia de la Sana Distancia durante estos meses de pandemia, también entró en el listado de la revista, con su titularidad frente a la División de Programas de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En contraste con las actividades de las primeras mujeres “poderosas en sus ámbitos”, como calificó Forbes a las mujeres rankeadas, apareció María Asunción Aramburuzabala, la mujer más rica de México. Del mismo ramo de la industria, también apareció Mayra González, quien fuera directora general de Nissan en México.

Carmen Vázquez, perteneciente a la comunidad indígena tzotzil, quien ganó el Premio Nacional de las Artes y Literatura por la preservación de técnicas tradicionales de diseños textiles. La escritora Caleria Luiselli también apareció con su trabajo galardonado a nivel internacional.

Las mujeres en la política estuvieron dentro del índice. Alicia Bárcena, la mexicana al frente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal); Claudia Sheinbaum, la primera Jefa de Gobierno electa en la Ciudad de México; Masía Elena Álvarez Buylla, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Gloria Guevara, al frente de la Organización Mundial del Trabajo (OMT) y CEO del World Travel and Tourism Council (WTTC); Galia Borja, Tesorera de la Secretaría de Hacienda; Raquel Buenrostro, directora del Servicio de Administración Tributaria (SAT); Margarita Ríos Fajart, Ministra de la Suprema Corte de Justicia; y Graciela Márquez, Secretaria de Economía.

Para seguir abriendo puertas para las mujeres en las industrias productivas, Karen Flores Arredondo, directora general de la Cámara Minera de México, apareció en el ranking y destacó la importancia de fomentar “en nuestros equipos de trabajo el hábito” de que las mujeres establezcan sus ideas y hablen. “Mientras más lo hagan, mejores resultados lograremos en conjunto”, dijo.

Tania Ortiz Mena directora de la empresa energética Ienova en México expresó su esperanza en que la pandemia transforme la sociedad.

La lista se elaboró en medio de la contingencia sanitaria que desató la pandemia del nuevo coronavirus. En ese contexto, Forbes observó y aplaudió el liderazgo de mujeres activistas, en la primera línea contra la COVID-19, y las que se desempeñan en el sector empresarial.

Coneval ve venir más desempleo e informalidad, y alzas de precios. Los apoyos no alcanzarán, dice

miércoles, abril 8th, 2020

Con la crisis económica internacional que desató el coronavirus, la situación de la pobreza en América Latina es un tema de discusión. ¿Cuántos pobres dejará o qué situación dejará? De acuerdo con el Secretario Ejecutivo del Coneval, en el caso de México mucho depende de qué tanto se extiendan las medidas de resguardo domiciliario.

Ciudad de México, 8 de abril (SinEmbargo).- Desempleo, incremento en el empleo informal y alza de precios, son de las primeras consecuencias, en materia económica, que el COVID-19 tendrá en México, comentó José Nabor Cruz Marcelo, Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

En entrevista con SinEmbargo, el doctor Cruz Marcelo aseguró que, de entrada, en esta Jornada Nacional de Sana Distancia que se planeó hasta el próximo 30 de abril, la política de incrementar los ingresos de los hogares a través de los apoyos como becas y de pensiones a adultos mayores, es la atinada, pero que habría que replantearse si los problemas de salubridad se extienden incluso un par de meses más.

Sobre el tema de la informalidad, comentó que al tratarse de un tema que México a través de los años no ha logrado atender de la manera correcta, la crisis por coronavirus podría ser la oportunidad para establecer una adecuada coordinación entre los tres niveles de gobierno para poder acercar los programas sociales a esta población.

Parte del análisis que elaboró en este diálogo lo hizo con base en los datos de la crisis de 1995 y de 200-2010, esta última aún con efectos en la economía del país que se sumarán a los que ya se perciben por la emergencia sanitaria.

José Nabor Cruz Marcelo (corbata verde), Secretario Ejecutivo del Coneval. Foto: Cuartoscuro.

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–Doctor, si bien no es ni adecuado ni posible hace un cálculo de cuántos pobres dejará esta crisis sanitaria, ¿se tiene ya una perspectiva de las implicaciones de ésta en el corto y mediano plazo?

–De manera bianual se publica el reporte sobre pobreza multidimensional, el último de agosto pasado, tenemos indicadores que de manera trimestral nos permiten tener un seguimiento para ver cómo evoluciona el valor de las canastas alimentarias y no alimentarias, como también la parte del Índice de Tendencia Laboral de Pobreza, desde el cual vemos que desde el Primer Trimestre de 2005 hasta el Cuarto Trimestre de 2019, tenemos la evolución de los ingresos laborales reales de los trabajadores mexicanos.

En ese indicador podemos analizar lo que ocurrió en la crisis 2008-2010 y evidentemente, poder darnos una idea de qué pudiera ocurrir y la temporalidad de esta crisis que estamos viviendo al día de hoy. Claramente una crisis de salud, pero que transitará al espectro económico.

Una de las preocupaciones que nosotros podemos plantear en cuanto a los mecanismos de transmisión que podemos observar a través de estos indicadores, es en primer lugar, con el tema de los ingresos reales de los trabajadores.

Hay dos problemáticas: la primera es que pudiera haber incrementos tanto en la parte del desempleo o en la pérdida de empleos formales que transiten a la informalidad. A partir de ahí se puede dar una disminución de los ingresos laborales de los hogares mexicanos, pero además se debe acotar lo que puede ocurrir con la inflación.

Transitamos a otra variable, muy macroeconómica, que es la depreciación del peso en las últimas dos semanas, que probablemente, aún cuando reconocemos las acciones de política monetaria de Banxico, podríamos esperar en las siguientes semanas un incremento de precios.

Debemos ser cautelosos, no podemos esperar espirales inflacionarias como en los 80 y 90, pero sí podría haber un traspaso de un incremento de precios internacionales a precios nacionales, que podría alejar la inflación de la meta de Banxico que es el rango de 3 por ciento a más-menos 1 por ciento.

Desempleo, incremento en el empleo informal y alza de precios, son de las primeras consecuencias, en materia económica, que el COVID-19. Foto: Cuartoscuro.

Si esta situación, este parón económico en el que nos encontramos dada la Jornada Nacional de Sana Distancia que pudiera alargarse más allá del 30 de abril, sí podría significar pérdida de empleos y el porcentaje de la población con ingreso laboral interior al costo de la canasta alimentaria, se se situó en el 4T de 2018 en 39.8 por ciento y el 4T de 2019, era de 37.3 por ciento. Esto nos ponía lejos del valor más bajo de este indicador que fue en el 2T de 2008 cuando era de 32.9 por ciento.

Es decir: no nos hemos recuperado del todo de la crisis de 2008-2010, exclusivamente tomando en cuenta este indicador de ingresos laborales, y desafortunadamente lo que podemos esperar es que este descenso del indicador, producto de los aumentos al salario mínimo y la estabilización de la inflación en los últimos dos años, se pueda perder en el muy corto plazo dado que estas dos variables van a mostrar volatilidad en las próximas semanas.

Ahora, por otro lado, está la informalidad, que podrá robustecerse, lo que impactará en la carencia de Seguridad Social. Esa es una de las carencias, de las seis que mide el Coneval para el enfoque multidimensional de pobreza, y es la que mayor número de mexicanos reportó en 2018. Si en el Segundo Trimestre de este año hubiera un incremento de trabajos informales, seguramente carecerán de seguridad social y aumente para la siguiente medición, que es a mediados de 2021.

 –Sobre la informalidad. Ahorita la indicación es quedarse en casa, pero casi la mitad de la población, que depende del trabajo en la calle, no puede hacerlo. Año con año, a cada Gobierno dice atender la informalidad, pero hoy las cifras dicen que no se ha logrado. ¿El costo por no hacer caso a eso será alto?

–Si uno ve las cifras, sobre todo en el comparativo de 10 años en cuanto a las carencias que medimos en Coneval, aproximadamente 65 por ciento de la población en 2008 reportaba la carencia por seguridad social  y apenas disminuyó a 57.3 por ciento en 2018.

Apenas en ese rango de 10 años se pudo disminuir casi ocho puntos porcentuales; sobra decir que es la carencia que mayor número de mexicanos reportan.

Una posible opción para no perder estos avances hubiera sido crear un mayor número de empleos formales en los últimos años o al menos un esquema básico de seguridad social. Desafortunadamente no ocurrió en un mayor número de empleos o los deseables, por eso, sin lugar a dudas es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos ante crisis tan peculiares y fuertes como la que estamos viviendo el día de hoy.

Lamentablemente cuando realizamos el análisis al interior de esta carencia, nos encontramos con un indicador que pudiera contener dada la política de bienestar del Gobierno federal, que es la población de 65 años o más sin acceso a la seguridad social y con el esquema de pensión a adultos mayores se podría contener por la transferencia monetaria directa. Eso podría servir para que esta carencia no crezca demasiado en este año.

Pero la contraparte es todo ese grupo de trabajadores de 30, 40 y 50 años que no cuentan con un seguro de desempleo o algún mecanismo mucho más robusto de seguridad social.

La pandemia del coronavirus afectará a los mexicanos más pobres. Foto: Cuartoscuro.

–Pasando a otros grupos, los más vulnerables. ¿Cuál sería la perspectiva para los pobres extremos, las personas indígenas y las personas con discapacidad?

–En cuanto al grupo de pobreza extrema, tomando de nuevo la analogía de lo que ocurrió entre 2008 y 2010, la carencia que aumentó entonces fue la de acceso a la alimentación. El porcentaje de población que clasificamos como mexicanas y mexicanos en situación de pobreza extrema es la más vulnerable a eso, y la perspectiva es que mientras mayor sea la cobertura focalizada a grupos vulnerables en áreas rurales del país que reciban transferencias monetarias, ya sea por pensión a adultos mayores, becas o algún otro apoyo, podrían contener que no aumente esa carencia alimentaria.

Pero debe ser muy localizado a áreas rurales del país, que es donde se mantiene el mayor número de pobreza extrema y presencia de grupos vulnerables, como es la población indígena. Ciertamente el anuncio de hace un par de semanas de adelantar la transferencias de los apoyos monetarios, podría permitir en esta coyuntura de abril y probablemente mayo, significar un mayor recurso económico a estas familias para alimentarse.

El tema se pudiera agravar si esta coyuntura, sobre todo el parón económico, dure hasta junio de este año. Habrá que esperar.

–El tema de las transferencias es complicado. A veces es criticado el apoyo a los informales. ¿Cómo se puede atender a este sector de la población que resiente desde ya la crisis?

–La Coordinación que pudiera hacerse entre el Gobierno federal y las entidades federativas será importante porque algunos de los datos que publicamos en Coneval, es que en el último cierre de programas sociales, tenemos contabilizados un poco más de 8 mil programas y acciones de política social a nivel municipal, estatal y federal, en este último cerca de 150.

Son importantes también las acciones que van a realizar los municipios y los estados. De manera coordinada el escenario óptimo sería fomentar una coordinación para seguir evitando la duplicidad de programas en el ámbito federal y estatal.

Los programas incentivos, transferencias condicionadas o no, que los estados pudieran aplicar a esa población informal serían importantes y cruciales para complementar la política de bienestar federal.

 –Pero entonces eso depende de varios elementos. Primero que la crisis se empiece a remontar este 30 de abril y la otra es hacer las cosas rápido para atender problemáticas de años.

–Todo va a depender, desafortunadamente, de qué tanto se alargue esta situación, primero la sanitaria y a partir de ahí con los efectos sociales y económicos. Si uno hace el comparativo con 2008-2010 y lo que ocurrió en 1995, en donde los primeros tres trimestres tuvimos caídas del PIB muy fuertes, consecutivas. De igual genera ocurrió en 2009. Lo que pudiéramos tener es que ojalá la contracción del PIB fuera solamente en el segundo trimestre de este año, para que a partir del tercero y cuarto pudiéramos tener una recuperación económica más acelerada. Pero todo dependerá de lo que ocurra después del 30 de abril.

Esta situación tan particular, nunca ocurrida en nuestro país, podría ser una motivación a establecer esos mecanismos de coordinación entre la federación y los municipios y estados para hacer más eficientes los programas sociales en nuestro país.

–Ahora sobre el “levantón”. ¿Cómo será, hacia dónde?

–México de alguna manera cuenta con ciertos motores muy focalizados de nuestra economía. Uno es la parte del turismo, lo que condicionará muy rápido el levantamiento hacia los últimos dos trimestres de este año.

También depende de la recuperación de la economía norteamericana, eso no solo por el tema de incentivar nuestras exportaciones, sino también el tema de las remesas, que será crucial. De acuerdo con el último reporte del banco central, en febrero se reportó un nivel máximo de remesas, habrá que esperar qué ocurre en marzo y sobre todo en abril, dado el parón que también hay allá.

Al final también será el propio contexto de recuperación mundial, que termine la incertidumbre en el mercado petrolero, que termine o se controle la incertidumbre en el mercado cambiario.

Todas esas variables que están transcendiendo la política social de bienestar van a condicionar qué tan rápido sea la recuperación. El programa de transferencias directas que desde el año pasado ha planteado el Gobierno federal contribuye sobre todo a los deciles de más bajos ingresos a tener una fuente de ingresos segura, mensual, pero no es suficiente, todo dependerá de que los empleos, sobre todo en el sector servicios, turístico, comercial y financiero, se puedan recuperar lo más pronto posible para que la merma en los ingresos no se vea tan prolongada como en la crisis de 1995 o de 2009.

Meseros piden apoyo a AMLO por cierre de establecimientos; protestan frente Palacio Nacional

viernes, abril 3rd, 2020

Los manifestantes se concentraron frente a la sede del Ejecutivo, en el Zócalo de la capital, a pesar de que la plaza principal de Ciudad de México permanece cerrada desde el jueves para evitar concentraciones durante la pandemia.

 México, 3 abr (EFE).- Más de un centenar de meseros o camareros despedidos de cafés, bares, restaurantes y salones de eventos por la crisis sanitaria desatada por la enfermedad COVID-19 se manifestaron este viernes frente al Palacio Nacional de Ciudad de México para pedir apoyo al Gobierno.

Vestidos con camisa blanca y pantalones negros, los trabajadores pidieron ser atendidos por las autoridades tras quedarse en la calle por el cierre de sus establecimientos a raíz de la crisis sanitaria, que lleva mil 519 contagios y 50 muertos en el país.

Los manifestantes se concentraron frente a la sede del Ejecutivo, en el Zócalo de la capital, a pesar de que la plaza principal de Ciudad de México permanece cerrada desde el jueves para evitar concentraciones durante la pandemia.

El decreto de crisis sanitaria en México ha derivado, entra otras medidas, en el cierre de bares en la capital mexicana, mientras que cafeterías y restaurantes solo pueden abrir para vender comida para llevar o repartir a domicilio.

El Consejo Nacional de Comerciantes y Prestadores de Servicios (Conaco) estimó una caída del 100 por ciento de las ventas en bares y del 68 por ciento en ventas de restaurantes, un sector que emplea a miles de personas.

López Obrador pidió a los empresarios en su conferencia de prensa de este viernes que tengan un comportamiento “humanista” para no despedir a trabajadores durante la crisis sanitaria y subrayó que el Gobierno no quiere “llegar a los tribunales”.

“Que nos ayuden a mantener a sus trabajadores en sus casas resguardados con sus familias y sin preocupación de que van a perder el trabajo. Ese es el llamado de apoyo al sector empresarial”, subrayó.

Por su parte, la secretaria mexicana de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, advirtió el miércoles a las empresas de que “no hay fundamento legal para separar a los trabajadores o para dejar de pagar salarios”.

“La obligación general debe de ser pagar el salario íntegro en el entendido de que pudiesen existir circunstancias que los obliguen a llegar a ciertos acuerdos entre ambas partes”, expresó la Secretaria.

El Gobierno de México decretó esta semana la emergencia sanitaria, lo que obliga a parar las actividades económicas no esenciales, y exhortó a la población a quedarse en sus casas, aunque la cuarentena no es obligatoria para no afectar a los millones de personas empleadas en el trabajo informal.

López Obrador presentará el domingo un plan de apoyo económico para mitigar los efectos de la crisis sanitaria a la débil economía mexicana, que en 2019 decreció un 0.1 por ciento.

Hay un aumento, pequeño, en el desempleo. Analistas creen que se arrastra tendencia de 2018

miércoles, abril 24th, 2019

Las cifras del desempleo de marzo mostraron un repunte no visto desde diciembre de 2016, es decir, un número más grande de personas se quedaron sin trabajo en el tercer mes del año. El dato reportado por el Inegi no puede atribuirse a las políticas del nuevo Gobierno, dijeron especialistas consultados. Además de ser una tendencia que se venía gestando desde 2018, este aumento pudo deberse a la salida del “capital golondrino”, es decir, empresas que llegan al país, están un rato mientras se les dan las preferencias y cuando ya no, se van, consideraron.

Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo).– El desempleo, que en marzo se ubicó en 3.56 por ciento, se encuentra en una trayectoria gradual al alza que no puede atribuirse al nuevo Gobierno, pues es una tendencia de desaceleración que comenzó desde 2018, consideraron especialistas en temas laborales.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de desempleo en marzo se ubicó en 3.56 por ciento con datos ajustados por estacionalidad, la más alta desde diciembre de 2016, y por encima de las proyecciones estimadas por algunos bancos como Citibanamex, que era de 3.40 por ciento.

Por su parte, la tasa de subocupación se incrementó en 0.4 puntos porcentuales en marzo llegando a 7.1 por ciento en cifras con ajuste estacional. Un dato positivo fue que la tasa de informalidad perdió 0.6 puntos porcentuales para colocarse en 57.1 por ciento con datos ajustados por estacionalidad.

Las cifras del desempleo de marzo mostraron un repunte no visto desde diciembre de 2016, es decir, un número más grande de personas se quedaron sin trabajo en el tercer mes del año. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro.

En su reporte económico, Citibanamex consideró “que la trayectoria ascendente del desempleo continuará debido a las perspectivas para la actividad económica. En este sentido proyectó que la tasa de desempleo promedie 3.6 por ciento en 2019, superior al 3.3 por ciento de
2018.

Medir el fenómeno del desempleo es importante para los países, pues refleja la precariedad de los ingresos de las personas, es decir si la tasa de desocupación aumenta es porque existe un grupo más grande de gente que está sin ingresos y eso genera malestar social, explicó Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

En México hay factores que hacen más dramático perder el trabajo: la falta del seguro de salud y de un seguro de desempleo.

“En México la seguridad social está atada al empleo, por eso es una situación que tiene consecuencias para las persona”, dijo el analista.

LA TENDENCIA

La generación de empleo, especialmente la creación de alrededor de 4 millones de trabajos formales, fue uno de los logros más publicitados durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), sin embargo, esos puestos que se crearon fue a costa del salario.

Si esos empleos se analizan por su nivel salarial, al Cuarto Trimestre de 2017, el 31.44 por ciento son empleos de uno hasta dos salarios mínimos, el 23.29 por ciento es de dos hasta tres salarios mínimos, el 17.53 por ciento es de hasta un salario mínimo, el 14.81 por ciento es de más de tres y hasta cinco salarios mínimos, el 7.57 por ciento no recibe ingresos y sólo el 5.37 por ciento recibe más de cinco salarios mínimos.

“El desempleo tiene un ciclo muy largo en el cual ha estado en un valor de 3.5 por ciento, aproximadamente. En la crisis de 2008-2009 se elevó a 5.5 por ciento y luego del 2010 hasta el 2016 hemos tenido una normalización de la tasa de desempleo, la cual ha sido baja y a costa de los salarios, porque los salarios reales apenas han mejorado”, mencionó Marcelo Delajara.

Para el especialista en mercado laboral, el alza en a tasa de desocupación durante marzo se debió a varios factores: “Ahora están pasando varias cosas, durante la primera parte de 2018 tuvimos una desaceleración del crecimiento económico importante en el sector manufacturero y eso influyó en que la tasa de creación de empleo se haya reducido. Siempre que el ritmo de creación de empleos se desacelera es cuando aparece a la alza la desocupación”.

“Es prematuro decir que el desempleo es culpa del actual gobierno”, dijo, “yo más bien lo atribuiría a un ajuste en las condiciones económicas del último año, es decir, todo el ruido que hizo Trump durante la renegociación del T-MEC le ha pegado a algunas manufactureras, no me extrañaría que en esos sectores sea donde se ha desacelerado el crecimiento del empleo”.

El especialista del CEEY consideró difícil dar un pronóstico del comportamiento del empleo en los próximos meses. Si bien el crecimiento de la economía se va a desacelerar 0.5 porcentuales, lo que podría generar menor crecimiento del empleo formal en el 2019 e impulsar al alza la desocupación, “no sabemos hasta dónde subirá la tasa de desocupación este año, durante la crisis de 2008 subió 2 puntos porcentuales, casi se duplicó, yo no creo que sea tan grande”.

Enrique Larios Díaz, presidente del Colegio de Profesores de Derecho del Trabajo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el alza del desempleo en marzo pudo estar asociado al “capital golondrino”:

“Hay muchos capitales que lo que hacen es que en el momento de los cambios sociales, como lo que está haciendo el nuevo Gobierno, se retiran, sobretodo en México. Mucha de la inversión que se consiguió en el pasado es de capital golondrino, que llega, se inscribe, está un ratito mientras se le dan las preferencias y cuando ya no, se va”.

Ese capital se está retirando y eso lógicamente afecta y se refleja en las tasas de desempleo, explicó el académico de la UNAM.

“Un movimiento social en el que estamos no es fácil, hay muchas personas que le apuestan al fracaso del modelo progresista y se quieren regresar al modelo neoliberal, que no nos trajo beneficios, sino una corrupción impresionante y eso no se soluciona de la noche a la mañana”, aseguró Larios, “tenemos que ver la forma en que se promueva el empleo y no promover la calidad gubernamental. Hay muchos apoyos, pero hay que hacer inversiones productivas”.

El desempleo alcanzó a casi 2 millones de personas en el último trimestre de 2018: Inegi

jueves, febrero 14th, 2019

El informe del Instituto también arroja que 77 de cada 100 hombres de más de 15 años de edad son económicamente activos, en tanto que en el caso de las mujeres son 44.

De acuerdo con el economista Jonathan Heath, miembro de la Junta de Gobierno del Banco de México, según los datos del Inegi, en el país trabajan 54 millones 194 mil 608 personas, que representa el 43.3 por ciento de la población total, lo que significa que cada persona que trabaja mantiene, en promedio, a 2.3 personas.

México, 14 feb (EFE).- La tasa de desempleo en México se ubicó en el 3.3 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en el cuarto trimestre de 2018, dato idéntico al 3.3 del mismo periodo de 2017, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De octubre a diciembre pasados la población desocupada sumó 1.82 millones de personas en un país con una PEA de 56 millones de personas, el 59.7 por ciento de la población de 15 años y más, detalló la institución en un comunicado.

De acuerdo con el economista Jonathan Heath, miembro de la Junta de Gobierno del Banco de México, según los datos del Inegi, en el país trabajan 54 millones 194 mil 608 personas, que representa el 43.3 por ciento de la población total, lo que significa que cada persona que trabaja mantiene, en promedio, a 2.3 personas.

En términos desestacionalizados, sin factores coyunturales por temporada, el desempleo se situó de octubre a diciembre pasado también en el 3.3 por ciento, dato idéntico al nivel registrado en el trimestre inmediato anterior.

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su trabajo actual le permite, se mantuvo en el 6.8 por ciento de toda la ocupada (3.7 millones de personas).

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 15 años que trabajan al menos seis horas a la semana en cualquier puesto, indicó que la cifra de la población ocupada se situó en 54.2 millones de personas (96.7 puntos porcentuales de la PEA). El informe del Instituto también arroja que 77 de cada 100 hombres en este margen de edad son económicamente activos, en tanto que en el caso de las mujeres son 44 de cada 100.

Sin embargo, en la economía informal se ubicaron 30.7 millones de personas, que representaron el 56.6 por ciento de la población ocupada, 0.4 puntos porcentuales menos que en el último trimestre del 2017, cuando la tasa fue del 57.

De la población ocupada, en el periodo octubre-diciembre de 2018 el 61.2 por ciento se concentró en el sector servicios, el 25.6 por ciento en la industria manufacturera, el 12.7 en las actividades agropecuarias y el restante 0.5 no especificó su actividad económica.

El 68.1 por ciento de los trabajadores son asalariados, el 22.3 por ciento autónomos, el 4.7 por ciento son personas sin pago fijo que trabajan en negocios o parcelas familiares y el 4.9 es empleador o patrón.

La generación de empleo, especialmente la creación de alrededor de 4 millones de trabajos formales, fue uno de los logros más publicitados durante la Administración del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

En diciembre, el primer mes en la Presidencia del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, la tasa de desempleo se situó en un 3.4 por ciento, levemente superior al 3.1 del mismo mes en 2017, tal y como informó el Inegi a finales de enero.

México cuenta con alrededor de 124.7 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población (2010) para 2018.

En 2016, el 43.6 por ciento de la población, 53.4 millones, vivía en la pobreza, según el reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

INEGI: El desempleo desciende 0.1% anual durante el trimestre julio-septiembre

martes, noviembre 13th, 2018

La población ocupada informal disminuyó una 0.3 por ciento con respecto al trimestre anterior, y se ubicó en 30.6 millones de personas.

Ciudad de México, 13 de noviembre, (SinEmbargo).- El desempleo presentó un descenso del 0.1 por ciento anual en el trimestre julio-septiembre, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) arrojó que la población desocupada fue de 1.9 millones de personas, o 3.3 por ciento de la población económicamente activa.

Dicha cifra es la misma que el trimestre anterior. En su comparación anual se muestra un descenso del 0.1 por ciento.

Por otro lado, la población subocupada, entendida como aquella que tiene la necesidad y disponibilidad de más tiempo de trabajo, fue de 3.8 millones de personas.

En comparación con el trimestre anterior, la población subocupada no mostró variación.

La población ocupada informal disminuyó una 0.3 por ciento con respecto al trimestre anterior, y se ubicó en 30.6 millones de personas.

Mientras que la población ocupada en el sector informal, que son aquellos que carecen de alguna seguridad social, fue de 14.8 millones de personas, un 0.1 más que el trimestre anterior.

Durante el trimestre julio-septiembre, la población económicamente activa fue de 56 millones, un aumento de 1.6 millones más que en el mismo periodo de 2017.

Inegi: El desempleo en julio tiene un ligero aumento de 0.1% anual; tasa de ocupación fue del 96.6%

martes, agosto 28th, 2018

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 14 años que trabajan al menos seis horas a la semana y en cualquier puesto, situó la tasa de ocupación en 96.6 por ciento de la PEA en julio.

Las personas en la economía informal representaron 56.9 por ciento del total de la población ocupada, una tasa menor a la que había en julio del año anterior, de 57.5 por ciento.

México, 28 de agosto, (EFE).- La tasa de desempleo en México se ubicó en el 3.4 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en julio, superior al 3.3 por ciento del mismo mes de 2017, según cifras originales publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De acuerdo con datos ajustados por estacionalidad, el nivel de desempleo se situó en 3.4 por ciento en el séptimo mes del año, una tasa igual a la registrada en junio pasado, indicó la institución en un comunicado.

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su ocupación actual le permite, alcanzó 7.2 por ciento de toda la ocupada, una cifra mayor al 6.5 por ciento reportado un año antes, en cifras originales.

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 14 años que trabajan al menos seis horas a la semana y en cualquier puesto, situó la tasa de ocupación en 96.6 por ciento de la PEA en julio.

Las personas en la economía informal representaron 56.9 por ciento del total de la población ocupada, una tasa menor a la que había en julio del año anterior, de 57.5 por ciento.

El 41.9 por ciento de la población ocupada se concentró en el sector servicios, 18,5 por ciento en el comercio, 16.5 por ciento en la industria manufacturera y 13.2 por ciento en las actividades agropecuarias.

Otro 8.5 por ciento en la construcción, 0.7 por ciento en otros sectores como la minería, la electricidad, el agua y el suministro de gas, y el 0.7 por ciento restante no especificó su actividad.

El 67.8 por ciento de los trabajadores son asalariados, 22.4 por ciento autónomos, 4.9 por ciento son empleadores o patrones y 4.9 por ciento son personas sin pago fijo que trabajan en negocios o parcelas familiares.

El número de desempleados disminuyó en México en 2017 en 80 mil y se situó en 1.83 millones, lo que permitió reducir la tasa de paro en dos décimas, hasta 3.3 por ciento.

México cuenta con 124.7 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población (2010) para 2018.

En 2016, 43.6 por ciento de la población -53.4 millones- vivía en la pobreza, según el reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El desempleo en México reporta un descenso anual de 3.3% en el segundo trimestre del año, informa el Inegi

miércoles, agosto 15th, 2018

De abril a junio pasados, la población desocupada sumó 1.9 millones de personas en un país con una PEA de 55.6 millones de personas, que representan el 59.8 por ciento de la población de 15 años y más, reportó el Inegi.

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su ocupación actual le permite, alcanzó un 7.1 por ciento de toda la ocupada, inferior al 7.2 por ciento reportado en el segundo trimestre de 2017.

México, 15 agosto (EFE).- El desempleo en México se situó en 3.3 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en el segundo trimestre de 2018, inferior al 3.5 por ciento registrado en igual período de 2017, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

De abril a junio pasados, la población desocupada sumó 1.9 millones de personas en un país con una PEA de 55.6 millones de personas, que representan el 59.8 por ciento de la población de 15 años y más, reportó el Inegi.

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su ocupación actual le permite, alcanzó un 7.1 por ciento de toda la ocupada, inferior al 7.2 por ciento reportado en el segundo trimestre de 2017.

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 14 años que trabajan al menos seis horas a la semana y en cualquier puesto, indicó que la cifra de población ocupada se situó en 53.8 millones de personas (96.7 por ciento).

Las personas en la economía informal representaron el 56.6 por ciento de la población ocupada, 0.1 puntos porcentuales más que el nivel registrado en el mismo periodo de 2017.

El 61.3 por ciento de la población ocupada se concentró en servicios, otro 25.6 por ciento en la industria, 12.5 por ciento en el sector primario y 0.6 por ciento no especificó su actividad económica.

El 68.5 por ciento de los trabajadores mexicanos son asalariados, 22.3 por ciento autónomos, 4.4 por ciento son personas sin pago fijo que trabajan en negocios o parcelas familiares y 4.8 por ciento son empleadores o patrones.

Con series desestacionalizadas, sin factores coyunturales por temporada, en el trimestre en cuestión la tasa de desocupación se mantuvo invariable frente al trimestre anterior, quedando en 3.3 por ciento.

El número de desempleados disminuyó en México en 2017 en 80 mil y se situó en 1.83 millones, lo que permitió reducir la tasa de paro en dos décimas, hasta 3.3 por ciento.

México cuenta con 124.7 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población (2010) para 2018.

En 2016, 43.6 por ciento de la población -53,4 millones- vivía en la pobreza, según el reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)

¿Licenciado, Maestro, Doctor? En el México de EPN estudiar más no garantiza empleo ni buen salario

domingo, febrero 25th, 2018

La Presidencia de la República, la Secretaría del Trabajo y el Instituto Mexicano del Seguro Social han insistido en este último año que en materia laboral se alcanzaron las metas: se crearon empleos y crecieron los salarios.

No es la primera vez que se dice que las cifras que sustentan esas metas esconden otras verdades: sí se crearon empleos, pero con salarios de uno a dos salarios mínimos y a los que la inflación destruyó entre 2017 y los inicios de este 2018.

El estudio del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) muestra ahora una nueva realidad de la desocupación: el mayor porcentaje es de personas con educación media superior o superior, por lo que puede decirse que la educación dejó de ser un motor de movilidad social.

Ciudad de México, 25 de febrero (SinEmbargo).– Del año 2000 a la fecha, la tendencia de contratar personas con estudios de los niveles medio superior y superior disminuyó. Mientras que antes representaban el 30 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) desocupada, en 2017 se ubicó en 47 por ciento.

De acuerdo con el estudio Empleo Precario y Mala Educación en México, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), la tendencia es sumamente visible en todos los estados del país y esto es muestra de que la calidad del empleo ha disminuido al igual que las oportunidades de negocio, ya que la informalidad gana terreno con esta condición.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el tercer trimestre de 2017 la tasa de desocupación se ubicó en 3.6 por ciento y es de las más bajas de los últimos 12 años.

De 54.4 millones de personas económicamente activas [aquellas que buscan una ocupación y tienen edad legal para hacerlo], 1.9 millones están desocupadas; es decir, 3.6 por ciento del total que es incluso inferior a la de otros países. El 47 por ciento de esas personas desocupadas tiene un grado de estudios de nivel medio superior y superior.

“A pesar de ser minoría, los mexicanos que tienen mayores calificaciones escolares enfrentan fuertes dificultades para encontrar una ocupación”, destaca el documento. En el año 2000, la proporción fue de 30 por ciento, pero en 2017 tocó casi el 50 por ciento, expone.

El desempleo es bajo, pero devora a más personas capacitadas. Foto: Mario Jasso, Cuartoscuro

Las cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) muestran que la tendencia en México es contratar personas con menor nivel de estudios. Si se toma como referencia el año 2000, en la Ciudad de México, la tasa de desocupación de gente con estudios de nivel medio superior y superior, era de 46 por ciento y pasó a 58 por ciento.

En Quintana Roo, se pasó de 28 a 57 por ciento; en Morelos, de 27 a 56 por ciento; en Tamaulipas de 27 por ciento a 54 por ciento; en Puebla de 26 a 51 por ciento; en el Estado de México, de 33 a 49 por ciento; En Veracruz, de 23 a 49 por ciento; en Baja California, de 19 a 45 por ciento; en Michoacán, de 10 a 43 por ciento; en Sinaloa de 18 a 41 por ciento; en Chihuahua de 21 a 38 por ciento y en Guanajuato de 17 a 36 por ciento.

Más de la mitad de los desocupados tiene un grado de estudios de media superior o superior en 12 entidades de la República, por lo que se concluye que tener un grado de estudios superior al promedio nacional, ya no es suficiente para encontrar un buen empleo.

“México requiere crecer más, más innovación y requiere gente educada, pero resulta que la gente educada no encuentra oportunidades, lo que es una contradicción delicada, ya que parecería que de nada sirve estar destinando recursos al sistema educativo si en un momento dado no se garantiza una vinculación con el sistema productivo”, comentó José Luis de la Cruz, director general del IDIC, en entrevista con SinEmbargo.

La razón está en el bajo valor agregado que genera el sector productivo, que requiere poco capital humano, es decir, un nivel de estudios y de capacitación bajo, el bajo crecimiento económico y la maquila.

“Bajo ese escenario hay menos demanda de mano de obra calificada porque detrás del crecimiento está el valor agregado, que es la capacidad para generar transformación, innovación y para ello se requiere gente más educada y más capacitada. Como México no ha encontrado la fórmula de crecimiento, eso termina en menores oportunidades para la gente que más estudios tiene. Las oportunidades de trabajo se están generando en las actividades de bajo valor agregado, en donde no se necesita tener estudios. Está también el hecho de que en México predomina el sector manufacturero y maquilador. Esto implica que únicamente ensamblan cosas y se importa la tecnología. Se requiere poca gente calificada para hacer este tipo de actividades porque solo se exporta. Esos son los factores que inhiben la generación de empleos para la gente con mayores estudios”, agregó De la Cruz.

Esta selección al momento de contratar, sostiene el estudio, va en contra del modelo de apertura económica y comercial que busca contratar personas con alta educación y capacitadas. En México no se está cumpliendo.

En cuanto al sistema educativo, este tiene que ser factor de movilidad e inclusión social porque si no lo es, entonces ¿para qué educarse?

“Se pervierte que una parte importante de los objetivos del sistema educativo, que es la de generar estabilidad social a través del ingreso económico para quienes hacen el esfuerzo de estudiar”.

Además, se detectan “incentivos perversos”, como optar por la informalidad, la ilegalidad o descartar el sistema educativo.

La educación y la industria no están vinculadas, ya que eso genera estrategias de formación de empleo y hay un aceleramiento económico, se incrementa la productividad.

“Estudiar dejó de ser factor de movilidad social, probablemente por el bajo nivel de calidad educativa y la existencia de un modelo que genera bajo valor agregado”, sostiene el estudio.

Por estado, sobresale que Guerrero y Chiapas lideren la lista. De acuerdo con el director del Instituto, esto se debe a que hay pocas empresas transformadoras en esas entidades y a que la actividad productiva es de subsistencia y está vinculada a la informalidad. Eso es parte de lo que inhibe el desarrollo del sur, sureste y acaba reflejándose en menores oportunidades para la gente que más estudia en aquella región del país.

“La actividad productiva de estos estados en informal, cerca del 70 por ciento del empleo que se genera está vinculado con ello, al comercio al por menor, en donde no se requieren grandes cualificaciones en términos de capital humano. Ahí se genera un círculo vicioso de pobreza que está asociado con la baja productividad, en el que hay pocos incentivos para las empresas para instalarse allá porque tampoco hay infraestructura de seguridad pública y hasta de marco legal para salvaguardar los derechos de propiedad”, sostuvo el investigador.

ADEMÁS

EL CAMINO DE LA INFORMALIDAD

También está la mala calidad de los salarios y la no contratación a pesar del nivel de capacidades, termina por orillar a las personas a la informalidad.

La informalidad es el grado de precarización de la ocupación laboral en el país y se traduce en:

–32.6 millones de personas ocupadas sin seguridad social.

–15.9 millones de trabajadores no tienen un contrato por escrito.

–13.5 millones tienen prestaciones distintas a la de la seguridad social.

–Todas carecen de pensión.

“La informalidad agrupa a ese México que vive en las sombras, que no espera mucho de las instituciones porque en el extremo le estorban en su actividad diaria”.

Entonces, de acuerdo con la investigación, por un lado el empleo es precario y la informalidad, que no requiere innovación tecnológica, es alta; las actividades económicas formales de bajo valor agregado no necesitan de personas altamente calificadas y preparadas.

Sobre la industria de la maquila, refiere que “¿para qué ganar recursos en investigación, ciencia y tecnología si se puede importar barato de otras naciones? La realidad muestra que los países con mayor inversión en educación, ciencia, progreso tecnológico e innovación han alcanzado niveles de crecimiento económico y desarrollo social superiores a los de países, como México”.

Según la investigación, México está en un círculo vicioso: paga caro el haber descuidado la educación, las actividad empresarial y la salud del mercado laboral. Todo eso tiene como resultado un crecimiento inercial de 2.5 por ciento y altos niveles de pobreza.

“La consolidación de la estabilidad social de México hace prioritario que los ciudadanos sean capaces de integrares exitosamente a los procesos productivos modernos”.

“El sistema educativo debe garantizarlo […] cuando la educación y la industria se encuentran estrechamente vinculadas se pueden generar programas de estudio, estrategias de formación de empleo, de creación y aceleramiento de empresas con alto valor agregado que garanticen el incremento de la productividad al mismo tiempo que se eleva el bienestar de la población”.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y empleo (ENOE), seis de cada 10 jóvenes trabajan en empleos informales con salarios bajos, inestabilidad laboral y sin prestaciones como servicios de salud y seguridad social y sólo la mitad de los jóvenes que estudiaron una licenciatura se encuentran ocupados (53.9 por ciento) y a pesar de estar empleados, 57.7 por ciento no tiene acceso a servicios de salud y cuatro de cada diez trabajan en empleos informales.

En el caso de las mujeres, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala que a pesar de que estudian en la misma proporción que los hombres y se titulan en mayores proporciones, siguen siendo contratadas para ocupar los niveles más bajos de investigador. Además, tres de cada diez mujeres jóvenes que tuvieron al menos un hijo nacido vivo tenían rezago educativo, mientras que solo una de cada diez que no tuvieron hijos tenía rezago.

De parte de los contratistas, se cayó en el error cuando dejaron de innovar, dejaron de producir aquí tecnología y hacer desarrollos en el país. Algunas empresas trasnacionales buscan que los puestos sean para el trabajador local. En el caso de México, no se garantiza que se pueda competir por puestos directivos que son en los que se requieren mayores grados. México es un país muy abierto y lo deja libre. Eso representa menores oportunidades para los trabajadores mexicanos, en este caso los más preparados.

“A nivel internacional vemos que México, dentro de los países en desarrollo, es una nación que tiene un sistema educativo grande, pero que no tiene la capacidad de vincularlo con las capacidades empresariales, productivas. Le impide saltar de una nación en desarrollo a una nación desarrollada o a una economía emergente. La renegociación del TLCAN implicaría pasar de ser maquilador a tener mayores encadenamientos productivos y eso por sí solo requiere gente más calificada […] La renegociación del TLC debe obligar a que México busque subsanar esa deficiencia que tiene”, concluyó De la Cruz.

Desempleo crece 3.3% en agosto: Inegi; población desocupada tiene estudios mayores a secundaria

martes, septiembre 26th, 2017

El 84 por ciento de la población desocupada en México tiene estudios superiores a secundaria, mientras que sólo el 16 por ciento no cuenta con estudios completos de secundaria, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del mes de agosto que levanta el Inegi.

Respecto a la Población Económicamente Activa, es decir, las personas que están ocupadas o buscan estarlo, disminuyó 0.3 por ciento al ubicarse en 58.8 por ciento.

Ciudad de México, 26 de septiembre (SinEmbargo).– La Población Económicamente Activa (PEA) en México disminuyó 0.3 por ciento en agosto al ubicarse en 58.8 por ciento, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía  (Inegi).

La población ocupada alcanzó 96.5 por ciento de la PEA en agosto de este año. Del total de ocupados, el 68.9 por ciento opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo, 22.3 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados, 4.5 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin un acuerdo de remuneración monetaria, y finalmente un 4.3 por ciento son patrones o empleadores.

En el ámbito urbano de alta densidad de población, conformado por 32 ciudades de más de 100 mil habitantes, el trabajo subordinado y remunerado representó 75.4 por ciento de la ocupación total, es decir 6.5 puntos porcentuales más que a nivel nacional.

Por sexo, la tasa de desocupación en los hombres descendió de 3.2 por ciento en julio a 3.1 por ciento en el mes de referencia, y en las mujeres aumentó de 3.3 por ciento a 3.5 por ciento en el mismo lapso. Foto: Saúl López, Cuartoscuro.

La población ocupada por sector de actividad se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 42.2 por ciento del total, en el comercio 18 por ciento, en la industria manufacturera 16.8 por ciento, en las actividades agropecuarias 13.5 por ciento, en la construcción 8.1 por ciento, en “otras actividades económicas” (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.8 por ciento y el restante 0.7 por ciento no especificó su actividad.

DESEMPLEO CRECE EN POBLACIÓN CON ESTUDIOS

Con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que levanta el Inegi en todo el país, a nivel nacional, la tasa de desocupación se ubicó en 3.3 por ciento de la PEA en agosto del presente año, tasa similar a la reportada en el mes previo.

En el mes que se reporta, un 16 por ciento de los desocupados no contaba con estudios completos de secundaria, en tanto que los de mayor nivel de instrucción representaron al 84 por ciento. Las cifras para la situación de subocupación fueron de 38.3 por ciento y de 61.6 por ciento, respectivamente.

Por sexo, la tasa de desocupación en los hombres descendió de 3.2 por ciento en julio a 3.1 por ciento en el mes de referencia, y en las mujeres aumentó de 3.3 por ciento a 3.5 por ciento en el mismo lapso.

En particular, al considerar solamente el conjunto de 32 principales áreas urbanas del país, en donde el mercado de trabajo está más organizado, la desocupación en este ámbito significó 4.1 por ciento de la PEA en el octavo mes del año en curso, tasa superior a la de julio pasado.

La informalidad se ubicó en 57 por ciento en agosto de 2017, porcentaje inferior al de 57.1 por ciento del mes anterior.

Sólo 1% de los niños terminará universidad en México: informe; tendrán el peor pago del mundo

miércoles, septiembre 6th, 2017

Sólo uno de cada 100 niños en México tiene la oportunidad de tener una licenciatura, de acuerdo con el Reporte de Capital Humano 2016, del Foro Económico Mundial, que mide el avance o deterioro del capital humano en 139 países.

México se posicionó en el lugar 65 del ranking, por debajo de países como Colombia, Chile y Mongolia.

Además, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) determinó que el ingreso promedio mensual de los profesionistas en México oscila entre los 9 mil y 11 mil 282 pesos mensuales.

Ciudad de México, 6 de septiembre (EconomíaHoy/SinEmbargo).– En México, las personas que cuentan con una licenciatura pueden llegar a ganar el doble que aquellas personas que cuentan con un grado de educación menor, a la par, quienes cuentan con una maestría o doctorado podrían llegar a recibir salarios hasta tres veces más altos, sin embargo, sólo uno de cada 100 niños tienen esa oportunidad en el país.

El Foro Económico Mundial (WWF por sus siglas en inglés), publicó en su Reporte de Capital Humano 2016, que mide el avance o deterioro del capital humano en 139 países, que México presenta un rezago en comparación con otras naciones de América Latina.

México, se posicionó en el lugar 65 del ranking por debajo de países como Colombia, Chile y Mongolia. Aunado a esto, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) determinó que el ingreso promedio mensual de los profesionistas en México oscila entre los 9 mil y 11 mil 282 pesos mensuales.

Frente a este panorama, la OCDE reveló que sí bien es cierto los sueldos en el país son de los más bajos en el mundo en relación al grado académico, las personas que cuentan con una licenciatura pueden llegar a ganar el doble que aquellas personas que cuentan con un grado de educación menor, a la par, quienes cuentan con una maestría o doctorado podrían llegar a recibir salarios hasta tres veces más altos.

La situación es tan alarmante, que el informe reveló que apenas el 21 por ciento de los mexicanos de 24 a 34 años poseen un título universitario y que 16 de cada 1000 jóvenes (poco más de 1 por ciento) podrán llegar a ser profesionistas.

El concepto de capital humano abarca en términos simples las habilidades con las que nace cada individuo, los conocimientos adquiridos en la educación formal y el entrenamiento en el trabajo.

En consecuencia, la fórmula dicta que una población con altos niveles de capital humano, tenderá a fomentar un país con mayor nivel de desarrollo, esto, como resultado de un modelo de conocimiento integral que ayude a determinar políticas públicas, formas de gobierno y replanteamientos de las fuerzas laborales que ayuden a incrementar el PIB nacional.

Según la OCDE, personas con mayor capacitación pueden aumentar los ingresos per cápita de un país hasta en un 6 por ciento.

Bajo este escenario, el futuro del país se podría tornar sombrío. Si tenemos en consideración los bajos niveles de capacitación con los que contamos y que más del 56.5 por ciento de la población económicamente activa trabaja desde la informalidad, advierte el documento de la OCDE.

En junio pasado, un estudio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) reveló que en México, durante 2015, 6 de cada 10 personas que estudiaron el nivel superior en carreras de ciencia y tecnología no ejercían su profesión o no trabajan en este ámbito, mientras que un 41.6 por ciento de la población preparada en diversas ramas “está inactiva, realiza labores ajenas al área de la ciencia y tecnología o está desempleada”.

El Conacyt presentó información estadística sobre los recursos humanos especializados en ciencia, tecnología e innovación en nuestro país, estudio realizado dentro del Informe General del Estado de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en México correspondiente al 2015.

El ingreso promedio mensual de los profesionistas en México oscila entre los nueve mil y 11 mil 282 pesos mensuales. Foto: Tercero Díaz, Cuartoscuro.

El diagnóstico presentó el Acervo de Recursos Humanos en Ciencia Y Tecnología (ARHCyT), que abarca a las personas que terminaron satisfactoriamente su estudios de licenciatura, técnico profesional, y posgrados en ciencias exactas, ingeniería, tecnología, ciencias naturales,de la salud, agropecuarias, sociales y humanidades, también incluye a las personas que, aunque no terminaron sus estudios en éstas áreas, tienen un trabajo en el campo de la ciencia y tecnología, el cual requiere de cualificaciones y conocimientos especializados

En 2015, este Acervo de Recursos Humanos en Ciencia y Tecnología (ARHCyT) ascendió a los 11.4 millones de personas, total que incluye a todos los estudiantes que terminaron carreras de ciencia y tecnología -ejerzan o no-, más los que, sin título profesional, trabajan en éste ámbito.

De acuerdo al Conacyt, el número de profesionistas incrementó 1.7 por ciento en comparación con el reportado el 2014, de acuerdo al informe.

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La tasa de desempleo se mantiene sin cambios en segundo trimestre de 2017: Inegi

lunes, agosto 14th, 2017

Con series desestacionalizadas, sin factores coyunturales por temporada, en el segundo trimestre la tasa de desocupación se mantuvo invariable frente al trimestre anterior, quedando en el 3.5 por ciento.

Una mujer carga a su bebé en una feria de empleo. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 14 de agosto (EFE).- El desempleo en México se situó en el 3.5 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) en el segundo trimestre de 2017, inferior al 3.9 por ciento registrado en igual período de 2016, informaron hoy fuentes oficiales.

De abril a junio pasados la población desocupada sumó 1.9 millones de personas en un país con una PEA de 54 millones de personas, que representan el 59.3 por ciento de la población de 15 años y más, apuntó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su ocupación actual le permite, alcanzó el 7.2 por ciento de toda la ocupada, inferior al 7.9 por ciento reportado en el segundo trimestre de 2016.

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 14 años que trabajan al menos seis horas a la semana y en cualquier puesto, indicó que la cifra de población ocupada se situó en 52,2 millones de personas (96.5 por ciento).

Las personas en la economía informal representaron el 56.5 por ciento de la población ocupada, 0.7 puntos porcentuales menos que el nivel registrado en el mismo periodo de 2016.

El 61.1 por ciento de la población ocupada se concentró en servicios, otro 25.5 por ciento en la industria, el 12.8 por ciento en el sector primario y el 0.6 por ciento no especificó su actividad económica.

El 68.3 por ciento de los trabajadores mexicanos son asalariados, el 22.3 por ciento autónomos, el 4.8 por ciento son personas sin pago fijo que trabajan en negocios o parcelas familiares y un 4.6 por ciento es empleador o patrón.

Con series desestacionalizadas, sin factores coyunturales por temporada, en el trimestre en cuestión la tasa de desocupación se mantuvo invariable frente al trimestre anterior, quedando en el 3.5 por ciento.

México cuenta con 119,5 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población de 2010.

El porcentaje de pobres en México subió entre 2012 y 2014 de 45.5 por ciento a 46.2 por ciento del total de habitantes hasta llegar a 55.3 millones de personas, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El desempleo y la informalidad en México presentan un descenso marginal en marzo: Inegi

viernes, abril 21st, 2017

De acuerdo a cifras del Inegi el número de personas desempleadas disminuyó en México en 2016 en 329 mil 372 personas, situándose en 1 millón 911 126, lo que permitió reducir la tasa de paro en siete décimas, hasta 3.5 por ciento, un nivel que no registraba desde 2007.

El número de personas desempleadas disminuyó en México en 2016 en 329 mil 372 Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, (SinEmbargo/EFE).- La tasa de desempleo en México bajó 0.6 puntos porcentuales en marzo al ubicarse en 3.5 por ciento contra el 4.1 por ciento que registró el mismo mes de 2016; mientras que el porcentaje de informalidad bajó a 56.8 por ciento en comparación con el 56.9 por ciento del mismo periodo de 2016 informó hoy el Instituto Nacional de Geografía y Estadística.

El instituto presentó su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondiente a marzo en la que detalló que la tasa de desocupación a nivel nacional se ubicó en 3.5 por ciento, proporción similar a la de febrero pasado, con datos ajustados por estacionalidad.

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 15 años que trabajan al menos seis horas a la semana y en cualquier puesto, situó la tasa de ocupación en el 96.8 por ciento de la PEA en marzo.

“Por sexo, la tasa de desempleo en los hombres se ubicó en 3.3 por ciento en el mes de referencia, tasa inferior a la de 3.5 por ciento de un mes antes, y en las mujeres aumentó de 3.6 por ciento durante febrero a 3.9 por ciento en marzo del año en curso”, señala el comunicado.

De acuerdo a cifras del Inegi el número de personas desempleadas disminuyó en México en 2016 en 329 mil 372, situándose en 1 millón 911 126, lo que permitió reducir la tasa de paro en siete décimas, hasta 3.5 por ciento, un nivel que no registraba desde 2007.

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su ocupación actual le permite, alcanzó el 6.5 por ciento de toda la ocupada, una cifra inferior al 7.3 por ciento reportado un año antes, en cifras originales.

Las personas en la economía informal representaron el 56.8 por ciento del total de la población ocupada, por debajo de la tasa del 56.9 por ciento que había en marzo de 2016.

El 42.7 por ciento de la población ocupada se concentró en el sector servicios, el 19.1 por ciento en el comercio, el 16.2 por ciento en la industria manufacturera y el 12.3 por ciento en las actividades agropecuarias.

Otro 8.5 por ciento en la construcción, el 0.8 por ciento en otros sectores como la minería, la electricidad, el agua y el suministro de gas, y el 0.5 por ciento restante no especificó su actividad.

El 69.1 por ciento de los trabajadores son asalariados, el 22.1 por ciento autónomos, el 4.4 por ciento son empleadores o patrones y el 4.3 por ciento son personas sin pago fijo que trabajan en negocios o parcelas familiares.

México cuenta con 123.5 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población para el 2017.

En 2014, el 46.2 por ciento -55.3 millones- vivían en la pobreza, según el reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Economistas vinculan desempleo con aumento de robos, y salarios malos con crimen de alto impacto

martes, febrero 28th, 2017

La tasa de desocupación de enero fue de 3.6 por ciento, la más baja en 11 años, destacó el Presidente Enrique Peña Nieto en un evento del lunes. Pero, dijeron economistas, la economía mexicana está en desaceleración por la caída en el consumo interno e inversión pública, lo que complica que los dos millones de desempleados encuentren un puesto al menos en la formalidad. Ante esta situación de debilidad, si la administración estadounidense implementa limitaciones al libre comercio, sería “un choque permanente” que pondría un piso de desempleo en más de 4 por ciento. ¿Hay una correlación entre esta situación laboral y la inseguridad?

Ciudad de México, 28 de febrero (SinEmbargo).– Existe una correlación entre desempleo y los robos, de acuerdo con un estudio del Semáforo Delictivo, pero también se da otra entre el trabajo mal remunerado o la informalidad y la violencia, particularmente con los crímenes de alto impacto [homicidio, violación, secuestro y extorsión], reconoció desde 2011 la entonces Secretaría de Seguridad Pública [hoy Comisión Nacional de Seguridad] y un estudio del Tecnológico de Monterrey.

La economía mexicana está en desaceleración pues en 2015 creció 2.6 por ciento y en 2016 un 2.3 por ciento, y continuará al menos este año, ya que se prevé un PIB de 1.5 por ciento. Esto se suma a los riesgos por las políticas comercial y migratoria del Presidente Donald Trump que desembocarían en una recesión con “efectos permanentes”. Este coctel afectará –aún más– al mercado laboral, dijeron economistas.

“El problema es que si llega a suceder que Trump ponga las limitaciones al comercio y esas muerden las perspectivas de inversión y exportación no es un choque transitorio sino permanente. ¿Dónde nos quedamos parados como economía?”, aseguró Marcelo Delajara, director del programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

La tasa de desempleo que los economistas llaman natural, dijo, ronda entre 3 y 3.5 por ciento, por eso consideró que la de 3.6 por ciento de enero está bastante baja. Incluso es la menor registrada desde hace 11 años, destacó el lunes el Presidente Enrique Peña Nieto. “Pero [por Trump] el desempleo podría elevarse permanentemente y tener un piso de entre 4 y 4.5 por ciento”, expuso Delajara.

Luis Ángel Monroy Gómez Franco, economista del Colegio de México, explicó que cuando hay una desaceleración económica o incluso una contracción, hay un incremento importante en la tasa de desempleo y uno mayor en la informalidad porque las empresas reducen operaciones, personal o incluso algunas cierran. Dado que las personas no se pueden quedar sin recibir ingresos mucho tiempo, laboran aunque sea sin prestaciones laborales, ya sea por cuenta propia o subordinados.

“Aunque la tasa de desempleo es baja, hay un gran nivel de informalidad [57.2 por ciento de la población ocupada] y el salario real se encuentra por debajo del nivel de la crisis de 2008, aunque repuntó en el último trimestre del 2016”, dijo vía telefónica.

El investigador del CEEY añadió que además del desempleo en México, “las mujeres son discriminadas por estar casadas, embarazadas, tener alguna condición de salud o porque necesitan flexibilidad en los horarios que los empleadores no están dispuestos a otorgarles. Las consecuencias sociales del desempleo vienen a engrosar una situación de exclusión social en el mercado laboral que ya es importante”.

La política migratoria de Trump es la otra presión al índice de desocupación. La administración estadounidense ha comenzado la deportación de los que el republicano ha denominado “bad hombres” y “amenaza para la seguridad nacional”. El magnate dijo hace unos meses que iría contra “dos o tres millones de delincuentes”, pero hace unos días firmó una orden ejecutiva que amplió las categorías de deportación mucho más allá de los delincuentes convictos.

“Viviendo en la ciudad de Tijuana, Baja California, se sabe que los inmigrantes deportados, quienes durante su estancia en la ciudad se vuelven pobres, desempleados y drogadictos, son una causa de inseguridad en varias zonas. Claro que el caso de una ciudad fronteriza difiere mucho de una al interior de la República”, comentó una habitante de la frontera sobre el estudio de Semáforo Delictivo “¿La Pobreza, la Desigualdad y la Corrupción causan Inseguridad?”.

Este análisis, con datos de 2014, encontró que no hay una relación directa entre pobreza, desigualdad y desempleo, pero sí hay “una correlación positiva fuerte” del desempleo con robos a persona, casas, autos y lesiones, y una “débil” con ejecuciones. Asimismo, cuando la tasa de desempleo aumenta, también hay una “correlación positiva” con robo a persona, negocio (extorsión) y casa.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) documentó en enero 36 mil 366 robos sin violencia y 14 mil 692 lesiones en el país.

No obstante, el economista del Colegio de México Luis Ángel Monroy Gómez Franco destacó que la relación entre variables económicas y de inseguridad y violencia ha sido un tema a discusión entre economistas y politólogos porque es muy difícil de identificar correctamente.

“Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en el contexto mexicano es sabido que hay una gran impunidad que aumenta los incentivos de aquellos que ya pensaban cometer un delito. Esa condición vuelve al individuo más vulnerable de ser capturado por la delincuencia organizada, como dice un estudio de caso de Ciudad Juárez, pero no necesariamente lo llevan a que la persona decida incorporarse”, aseguró en entrevista.

Santiago Roel, de Semáforo Delictivo, también enfatizó que no hay una correlación entre desempleo y delitos de alto impacto como homicidio, secuestro y violación.

“Hay un gran mito de que la pobreza y la desigualdad están correlacionadas con el desempleo, pero no la hay. Morelos es uno de los estados con menor desigualdad en el país y es uno de los más violentos. La violencia que estamos viviendo es por el crimen organizado del mercado negro de las drogas que se extiende a otros delitos”, dijo en entrevista.

Lo que sí tiene correlación es la corrupción en la policía con los delitos de acto impacto.

“Los delitos de alto impacto que vienen del crimen organizado presionan a la autoridad con plata y plomo por más capacitados que estén y por más que hayan pasado por el polígrafo. [Los criminales] saben dónde vive su familia y se sienten amenazados. La policía se mete a ejecutar, secuestrar, extorsionar y robar autos; cae en medio de la mafia y la gente dice que ya no sabe quién es bueno y quién es malo”, añadió Roel.

Las cifras de la SESNSP reportaron en el primer mes del año mil 938 homicidios dolosos, 539 extorsiones, 939 violaciones y 97 secuestros.

En enero de 2017, la seguridad ciudadana mostró el promedio de satisfacción más bajo (4.7) entre todas las variables de este indicador de bienestar y el nivel más bajo desde enero de 2014, reportó el Inegi.

VIOLENCIA POR EMPLEO PRECARIO E INFORMALIDAD

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 24 millones de mexicanos ganan uno o dos salarios mínimos, es decir, entre 2 mil y 4 mil pesos mensuales.

Desde 2011, cuando estalló la “guerra contra las drogas”, la entonces Secretaría de Seguridad Pública expuso que el aumento de delitos y asesinatos del crimen organizado son por “la falta de empleo bien remunerado” y bajas oportunidades de estudio para los jóvenes que pueden caer en “una carrera delictiva”.

Ese mismo año, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey publicó el estudio “México 2011: el corolario de una nueva década perdida”, en el cual aseguraba que hay un vínculo directo entre el aumento de denuncias por delitos del fuero común respecto de la subocupación, la precariedad del empleo y sobre todo de la informalidad.

En una respuesta a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la dependencia de seguridad reconoció que los “pocos trabajos que se ofrecen son cada vez más precarios”.

La hoy Comisión Nacional de Seguridad determinó que “las mujeres emigran o trabajan para tratar de obtener el ingreso diario y han dejado a muchos niños expuestos a múltiples formas de violencia, presiones y peligros que conforman un entorno propicio para quienes buscan inducirlos a la delincuencia”.

Esta precariedad en el empleo formal se suma a los 30 millones de mexicanos que laboran en la informalidad al margen de la seguridad social, ya sea por cuenta propia o por subordinación. En enero alcanzó el 57.2 por ciento de la población ocupada.

El investigador del CEEY, Marcelo Delajara, afirmó que la tasa de desocupación y la informalidad suelen bajar cuando la economía va bien. Pero actualmente “la economía está débil y con menos crecimiento más adelante, [pero] con la misma entrada de personas al mercado laboral”.

En cuatro años, México ha crecido en promedio 2.1 por ciento, destacó. Esta debilidad y tendencia a la desaceleración la atribuye a la caída histórica en la confianza del consumidor que puede aterrizar en el consumo interno, que crecía 5 por ciento en 2015 y en el último trimestre de 2016 solo creció 3.5 por ciento. También, al igual que el economista Monroy Gómez Franco, resaltó la caída fuerte de la inversión pública de 11.4 por ciento al cierre del año pasado.

“Es preocupante lo que está pasando con la confianza en el consumidor, que ha caído desde mayo del 2016 porque la inflación crece más rápido que el PIB; es decir, el costo de vida crece más rápido que el ingreso promedio de la economía que influye en el sentimiento del consumidor”, expuso Delajara.

Si además se llega a la contracción del -1 por ciento, como previó Moody’s la semana pasada ante una eventual renegociación del TLCAN, el mercado laboral se resentiría “muchísimo”.

“En los primeros meses del 2009, cuando arreciaba la crisis global financiera, la economía de Estados Unidos se estaba desacelerando muy fuertemente y en México el empleo manufacturero cayó muchísimo, el cual es muy elástico en caídas en la producción y demanda”, ejemplificó Delajara.

Un golpe en la inversión por la incertidumbre ante la renegociación del TLCAN, finalizó el economista del Colmex, desacelera la economía y la actividad productiva, lo que genera más desempleo.

También pueden haber cambios importantes en las exportaciones. Aunque si bien puede renegociarse este mismo año, las cadenas de valor (relación entre productores de insumos y producción final) que se construyeron desde que se implementó el tratado en 1994 no se van a deshacer de un día a otro, concluyó Luis Ángel Monroy Gómez Franco.

El 56.7% de los mexicanos trabaja en la informalidad: Inegi; desempleo se ubica en 3.4% en diciembre

viernes, enero 20th, 2017

Las personas en la economía informal representaron el 56.7 por ciento del total de la población ocupada en México, de acuerdo con datos del Inegi actualizadas hasta diciembre del año pasado. La tasa de desempleo se ubicó en el 3.4 por ciento de la Población Económicamente Activa, inferior al 4 por ciento del mismo mes de 2015.

Las personas en la economía informal representaron el 56.7 por ciento del total de la población ocupada, por debajo de la tasa del 58.1 por ciento que había en diciembre de 2015. Foto: Cuartoscuro

Las personas en la economía informal representaron el 56.7 por ciento del total de la población ocupada, por debajo de la tasa del 58.1 por ciento que había en diciembre de 2015. Foto: Cuartoscuro

México, 20 ene (EFE).- La tasa de desempleo en México se ubicó en el 3.4 por ciento de la población económicamente activa (PEA) en diciembre pasado, inferior al 4 por ciento del mismo mes de 2015, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Según datos ajustados por estacionalidad, el nivel de desempleo se situó en el 3.7 por ciento en el duodécimo mes del año, la misma tasa registrada en noviembre pasado, indicó la institución en un comunicado.

La población subempleada, la que declaró tener necesidad y disponibilidad para ofertar más horas de trabajo que las que su ocupación actual le permite, alcanzó el 6 por ciento de toda la ocupada, una cifra inferior al 7.6 por ciento reportado un año antes, en cifras originales.

El Inegi, que considera empleadas a las personas mayores de 14 años que trabajan al menos seis horas a la semana y en cualquier puesto, situó la tasa de ocupación en el 96.6por ciento de la PEA en diciembre.

Las personas en la economía informal representaron el 56.7 por ciento del total de la población ocupada, por debajo de la tasa del 58.1 por ciento que había en diciembre de 2015.

El 41.8 por ciento de la población ocupada se concentró en el sector servicios, el 19.2 por ciento en el comercio, el 16.3 por ciento en la industria manufacturera y el 13.4 por ciento en las actividades agropecuarias.

Otro 8.1 por ciento en la construcción, el 0.7 por ciento en otros sectores como la minería, la electricidad, el agua y el suministro de gas, y el 0.6 por ciento restante no especificó su actividad.

El 68.7 por ciento de los trabajadores son asalariados, el 21.6 por ciento autónomos, el 5 por ciento son personas sin pago fijo que trabajan en negocios o parcelas familiares y el 4.6 por ciento son empleadores o patrones.

México cuenta con 119.5 millones de habitantes, según las proyecciones demográficas realizadas a partir del último censo de población de 2010, de los cuales 55.3 millones viven en la pobreza.