Posts Tagged ‘coral’

Científicos hallan un prometedor componente que inhibe células cancerosas en corales

lunes, mayo 23rd, 2022

De acuerdo con los investigadores, si se convirtiera en un fármaco, la administración de este compuesto podría ser mediante una pastilla en lugar de una inyección y su digestión sería también más fácil.

Londres, 23 may (EFE).- Un equipo estadounidense de científicos ha descubierto que un tipo de coral blando común en la costa de Florida fabrica un componente químico al que se atribuyen propiedades contra el cáncer, han informado en un comunicado.

Su estudio, publicado en la revista Nature Chemical Biology, es un paso adelante para llegar un día a producir ese compuesto, la eleucerobina, en el laboratorio, señalan.

El componente fue descubierto inicialmente en los años 90 del siglo pasado por un grupo de científicos marinos que lo halló en un raro coral en la costa de Australia. Unos experimentos preliminares indicaron que la eleucerobina, utilizada por el coral como defensa ante depredadores, inhibía el crecimiento de células cancerígenas.

Durante los años se trató en vano de encontrar fuentes suficientes del químico que permitieran el desarrollo de fármacos, y su recreación en el laboratorio era imposible sin saber cómo se sintetiza en la naturaleza, apuntan los expertos.

Tras identificar su existencia en esos corales blandos, los investigadores dirigidos por Eric Schmidt pudieron determinar el código genético que usan para sintetizarlo.

Siguiendo después esas instrucciones, lograron dar los primeros pasos para recrear el compuesto en el laboratorio. Si se consiguiera producir en más altas cantidades, eventualmente se podrían hacer pruebas más exhaustivas para comprobar su efectividad contra el cáncer, aseguran.

Los investigadores afirman que la eleucerobina presenta ventajas frente a otros compuestos hallados en animales para su uso en medicina.

Una de ellas es que, a diferencia de las sustancias químicas venenosas que inyectan algunas especies, el químico de los corales está hecho para ser ingerido y por tanto es más digerible.

Esto significa que, si se convirtiera en medicamento, su administración podría ser mediante una pastilla en lugar de una inyección y su digestión sería también más fácil.

“Estos compuestos son más difíciles de encontrar, pero son más fáciles de fabricar en el laboratorio y más fáciles de tomar como medicina”, afirma Schmidt

Los autores constatan que los corales contienen muchos otros compuestos que podrían funcionar como agentes antiinflamatorios, antibióticos y de otro tipo, y sostienen que el método utilizado en esta ocasión podría ser un referente para eventualmente desarrollarlos en el laboratorio.

El impacto del desarrollo en los arrecifes es tan devastador como el vertido de petróleo: estudio

miércoles, abril 29th, 2020

Un equipo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) estudió las consecuencias en las costa de Bahía Las Minas, en el Caribe panameño, de un accidente en una refinería registrado en 1986.

Panamá, 29 abr (EFE).- El impacto del desarrollo costero en los arrecifes puede ser tan devastador como un vertido de petróleo, reveló un estudio de largo plazo realizado por investigadores del Smithsonian en las costa caribeñas de Panamá.

Un equipo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) estudió las consecuencias en las costa de Bahía Las Minas, en el Caribe panameño, de un accidente en una refinería registrado en 1986.

La situación de los arrecifes afectados por el vertido, que se esparció por un área de unos 40 kilómetros cuadrados, fue comparada con la otros sistemas de corales no contaminados situados a unos 50 kilómetros al este, entre Portobelo e Isla Grande.

“Treinta años después del derrame en Bahía Las Minas, no se encontraron diferencias significativas entre el área cercana a la refinería de petróleo y el área que el equipo originalmente utilizó para la comparación”, una zona afectada por el desarrollo costero y la deforestación desde mediados de la década de 1990, indicó este miércoles un informe del Smithsonian.

Fotografía cedida por la Fundación de Restauración de Coral donde aparece un buzo mientras limpia algas y otras especies de las estructuras de unos corales en un vivero de la fundación cerca de Cayo Largo, Florida (EU). Foto: EFE/ Alexander Neufeld / Coral Restoration Foundation

En ambas áreas, el número y la diversidad de especies había disminuido y el número de colonias juveniles era bajo, es decir, los corales más jóvenes y los organismos asociados no eran suficientes para regenerar las comunidades de coral, precisaron los investigadores.

EL VERTIDO

El derrame de petróleo de Bahía Las Minas en 1986 “ha sido el más grande registrado en hábitats costeros en Panamá”, lo que permitió estudiar cómo los arrecifes de coral en los ecosistemas tropicales se recuperan de la contaminación aguda a través del tiempo.

Durante los primero cinco años tras el vertido, hubo una disminución significativa en la cantidad y diversidad de corales, y después de ese lapso, el equipo descubrió que la abundancia y diversidad de la mayoría de los corales duros (Scleractinia), algunos corales ramificados y masivos, y los corales de fuego (Millepora) habían disminuido en el área afectada.

Otros organismos, como las algas coralinas crustosas, un tipo de algas pedregosas incrustantes que crece en los espacios entre los arrecifes de coral, y Agaricia tenuifolia, un coral duro del tipo lechuga, habían aumentado.

“Los residuos de petróleo en la superficie del sedimento se degradaron rápidamente a través de los procesos naturales de meteorización. Sin embargo, una gran cantidad (del hidrocarburo) quedó atrapada en capas más profundas (…) Los efectos crónicos de esta filtración (…) pudieron haber sido mucho peores para las comunidades de coral afectadas que los efectos agudos del derrame”, explicó la bióloga marina, Stefanie Kaiser.

Los peces criptobentónicos animales son un papel crucial en el mantenimiento de la diversidad y productividad del coral.
Foto: EFE.

Un fenómeno similar ocurrió después del derrame de petróleo de Deepwater Horizon en el Golfo de México en abril del 2010, el más grande en la historia de los Estados Unidos, indicó el Smithsonian.

Diez años después de ese accidente en el Golfo de México, se siguen encontrando altos niveles de contaminación por petróleo en organismos que habitan el fondo marino. Sin embargo, a medida que las corrientes marinas agitan estos sedimentos contaminados, también contaminan a las especies que viven en aguas menos profundas.

EL DESARROLLO COSTERO

Al comparar la situación entre los arrecifes afectados por el derrame y el grupo de control situado a 50 kilómetros del lugar, los investigadores se percataron que las similitudes tuvieron más que ver con el deterioro sostenido de la zona costera entre Portobelo e Isla Grande que con una mejora en las condiciones de Bahía Las Minas tras el vertido.

Estos efectos estaban relacionados con el desarrollo costero y otros impactos humanos en los arrecifes, como el aumento en la temperatura del mar, las enfermedades de los corales, la sobrepesca y la contaminación, además del incremento en la sedimentación.

Los arrecifes Punta Gorda Sur y Bahía de Vergara, en el Parque Nacional Arrecifal Veracruzano, han cambiado de domicilio. Foto: Twitter / @CONANP_mx

“El impacto inicial en la comunidad de arrecifes fue claro y algo predecible, una recuperación gradual y un aumento en las especies de coral más resistentes. Sin embargo, no esperábamos ver una respuesta similar en nuestros arrecifes de ‘control’, donde el impacto a largo plazo del desarrollo costero fue igual o mayor que el derrame de petróleo inicial”, comentó el ecólogo marino de STRI, Héctor M. Guzmán.

A los científicos les preocupa la forma en que otros factores externos continúan contribuyendo al deterioro de los ecosistemas marinos en áreas que solían estar sanas y obstaculizando la recuperación en áreas afectadas por la contaminación por hidrocarburos.

“Si el desarrollo no planificado continúa aumentando los arrecifes podrán sobrevivir, pero sin una recuperación sustancial. Los arrecifes de coral a lo largo de la costa caribeña central de Panamá están prácticamente condenados por el desarrollo costero”, dijo Guzmán.

El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá, es una unidad de la Institución Smithsonian, que promueve la comprensión de la naturaleza tropical y su importancia para el bienestar de la humanidad, capacita estudiantes para llevar a cabo investigaciones en los trópicos, y fomenta la conservación.

FOTOS: Buzos especialistas salvan los arrecifes de Jamaica y traen de vuelta a los peces del hábitat

martes, septiembre 17th, 2019

En el fondo del océano, pequeños fragmentos de coral cuelgan de cuerdas suspendidas, como calcetines colgados en una línea de ropa. Simpson y otros buceadores atienden a este vivero submarino mientras los jardineros se preocupan por un lecho de flores, recogiendo caracoles y lombrices de fuego que se deleitan con corales inmaduros lenta y laboriosamente.

OCHO RIOS, Jamaica, 17 de septiembre (AP) – Everton Simpson mira de reojo al Caribe desde su bote a motor, escaneando las deslumbrantes bandas de color en busca de indicios de lo que hay debajo. El verde esmeralda indica fondos arenosos. El azul zafiro se encuentra sobre los prados de pastos marinos. Y el índigo profundo marca los arrecifes de coral. Ahí es donde se dirige.

Dirige el bote a un lugar sin marcas que conoce como el “vivero de corales”. “Es como un bosque bajo el mar”, dice, amarrándose con aletas azules y abrochando su tanque de oxígeno antes de caer hacia atrás en las aguas azules. Él nada 25 pies (7.6 metros) con un par de tijeras de metal, hilo de pescar y una caja de plástico.

En el fondo del océano, pequeños fragmentos de coral cuelgan de cuerdas suspendidas, como calcetines colgados en una línea de ropa. Simpson y otros buceadores atienden a este vivero submarino mientras los jardineros se preocupan por un lecho de flores, recogiendo caracoles y lombrices de fuego que se deleitan con corales inmaduros lenta y laboriosamente.

Cuando cada trozo crece aproximadamente al tamaño de una mano humana, Simpson los recoge en su caja para “trasplantarlos” individualmente en un arrecife, un proceso similar a plantar cada brizna de hierba en un césped por separado.

Simpson y otros buceadores atienden a este vivero submarino mientras los jardineros se preocupan por un lecho de flores, recogiendo caracoles y lombrices de fuego que se deleitan con corales inmaduros lenta y laboriosamente. foto: David J. Phillip, AP

Incluso las especies de coral de rápido crecimiento agregan solo unas pocas pulgadas al año. Y no es posible simplemente esparcir semillas.

Unas horas más tarde, en un sitio llamado Dickie’s Reef, Simpson se zambulle nuevamente y usa trozos de hilo de pescar para atar racimos de coral de cuerno de ciervo en afloramientos rocosos, una unión temporal hasta que el esqueleto de piedra caliza del coral crece y se fija en la roca. El objetivo es impulsar el crecimiento natural de un arrecife de coral. Y hasta ahora, está funcionando.

Casi todos en Jamaica dependen del mar, incluido Simpson, que vive en una modesta casa que él mismo construyó cerca de la costa norte de la isla. El enérgico hombre de 68 años se ha reinventado varias veces, pero siempre se ganó la vida desde el océano.

Una vez que fue pescador con lanza y luego instructor de buceo, Simpson comenzó a trabajar como “jardinero de corales” hace dos años, como parte de los esfuerzos de base para recuperar los arrecifes de coral de Jamaica desde el borde.

Los arrecifes de coral a menudo se denominan “selvas tropicales del mar” por la asombrosa diversidad de vida que albergan.

Solo el 2 por ciento del fondo del océano está lleno de coral, pero las estructuras ramificadas, con forma de todo, desde astas de reno hasta cerebros humanos, sostienen una cuarta parte de todas las especies marinas. El pez payaso, el pez loro, los meros y los pargos ponen huevos y se esconden de los depredadores en los rincones y grietas del arrecife, y su presencia atrae anguilas, serpientes marinas, pulpos e incluso tiburones. En los arrecifes saludables, las medusas y las tortugas marinas son visitantes habituales.

Con los peces y los corales, es una relación codependiente: los peces confían en la estructura del arrecife para evadir el peligro y poner huevos, y también se comen a los rivales del coral.

El White River Fish Sanctuary vigila la patrulla a través del arrecife de la zona de no captura del santuario en Ocho Ríos, Jamaica, el martes 12 de febrero de 2019. Después de una serie de desastres en las décadas de 1980 y 1990, Jamaica perdió el 85 por ciento de su una vez abundante los arrecifes de coral y su población de peces se desplomaron. Pero hoy, los corales y peces tropicales están reapareciendo lentamente gracias a algunas intervenciones cuidadosas. Foto: David Goldman, AP

La vida en el fondo del océano es como una competencia de cámara lenta por el espacio, o un juego submarino de sillas musicales. Los peces tropicales y otros animales marinos, como los erizos de mar negro, se alimentan de algas y algas de rápido crecimiento que de lo contrario podrían competir con el espacio de los corales de crecimiento lento. Cuando desaparecen demasiados peces, el coral sufre, y viceversa.

Después de una serie de desastres naturales y provocados por el hombre en las décadas de 1980 y 1990, Jamaica perdió el 85 por ciento de sus arrecifes de coral que alguna vez fueron abundantes. Mientras tanto, las capturas de peces disminuyeron a un sexto de lo que habían sido en la década de 1950, empujando a las familias que dependen de los mariscos a una pobreza más cercana. Muchos científicos pensaron que la mayor parte del arrecife de coral de Jamaica había sido reemplazado permanentemente por algas marinas, como la jungla que sobrepasa una catedral en ruinas.

Pero hoy, los corales y peces tropicales están reapareciendo lentamente, gracias en parte a una serie de intervenciones cuidadosas.

El delicado trabajo del jardinero de coral es solo una parte de la restauración de un arrecife, y a pesar de su complejidad, en realidad es la parte más sencilla. Convencer a los pescadores de toda la vida para que reduzcan cuándo y dónde pescan y controlar los residuos vertidos en el océano son esfuerzos más complicados.

El buceador Everton Simpson agarra un puñado de cuernos de ciervo, cosechados en un vivero de corales, para plantar dentro del Santuario de Peces del Río Blanco. Foto: David J. Phillip, AP

Aún así, lentamente, el esfuerzo de regreso está ganando impulso.

“Los corales están regresando; los peces están regresando “, dice Stuart Sandin, biólogo marino de la Institución Scripps de Oceanografía en La Jolla, California. “Probablemente sean algunos de los arrecifes de coral más vibrantes que hemos visto en Jamaica desde la década de 1970”.

“Cuando le das una oportunidad a la naturaleza, ella puede repararse a sí misma”, agrega. “No es demasiado tarde.”

Sandin está estudiando la salud de los arrecifes de coral en todo el mundo como parte de un proyecto de investigación llamado “El desafío de las 100 islas”. Su suposición inicial fue que las islas más pobladas tendrían los hábitats más degradados, pero lo que descubrió es que los humanos pueden ser una bendición o una maldición, dependiendo de cómo manejen los recursos.

En Jamaica, en la última década han surgido más de una docena de viveros de coral de base y santuarios de peces, con el apoyo de pequeñas subvenciones de fundaciones, empresas locales como hoteles y clínicas de buceo, y el gobierno de Jamaica.

En el White River Fish Sanctuary, que tiene solo 2 años y donde trabaja Simpson, la prueba más clara del éxito temprano es el regreso de peces tropicales que habitan en los arrecifes, así como pelícanos hambrientos, que rozan la superficie del agua para alimentarse ellos.

Simpson usa trozos de hilo de pescar para atar racimos de coral de cuerno de ciervo en afloramientos rocosos, una unión temporal hasta que el esqueleto de piedra caliza del coral crece y se fija en la roca. El objetivo es impulsar el crecimiento natural de un arrecife de coral. Y hasta ahora, está funcionando. Foto: David J. Phillip, AP

Los arrecifes de coral de Jamaica estuvieron una vez entre los más célebres del mundo, con sus estructuras de ramificación dorada y los peces residentes de colores brillantes que llamaron la atención de los viajeros desde Cristóbal Colón hasta Ian Fleming, quien escribió la mayoría de sus novelas de James Bond en la costa norte de la isla en la costa norte de la isla. 1950 y 60.

En 1965, el país se convirtió en el sitio del primer centro mundial de investigación de arrecifes de coral, el Discovery Bay Marine Lab, ahora asociado con la Universidad de las Indias Occidentales. La innovadora pareja de biólogos marinos Thomas y Nora Goreau completaron una investigación fundamental aquí, incluida la descripción de la relación simbiótica entre corales y algas y ser pioneros en el uso de equipos de buceo para estudios marinos.

La infografía muestra los pasos para mantener los viveros de coral para restaurar los arrecifes dañados. Foto: AP

El mismo laboratorio también proporcionó un punto de vista cuando el coral desapareció.

Peter Gayle ha sido biólogo marino en Discovery Bay desde 1985. Desde el patio fuera de su oficina, señala hacia la cresta del arrecife a unos 300 metros de distancia: una delgada línea marrón salpicada de olas blancas. “Antes de 1980, Jamaica tenía corales saludables”, señala. Luego varios desastres ocurrieron.

La primera calamidad fue el huracán Allen de 1980, uno de los ciclones más poderosos en la historia registrada. “Sus olas de 40 pies chocaron contra la orilla y básicamente masticaron el arrecife”, dice Gayle. El coral puede volver a crecer después de los desastres naturales, pero solo cuando se le da la oportunidad de recuperarse, lo que nunca tuvo.

Esa misma década, una misteriosa epidemia mató a más del 95 por ciento de los erizos de mar negro en el Caribe, mientras que sobrepesca poblaciones de peces devastados. Y los crecientes desechos de la creciente población humana de la isla, que casi se duplicó entre 1960 y 2010, liberaron sustancias químicas y nutrientes en el agua que estimulan el crecimiento más rápido de las algas. El resultado: algas y algas se hicieron cargo.

“Hubo un punto de inflexión en la década de 1980, cuando pasó de ser un sistema dominado por corales a ser un sistema dominado por algas”, dice Gayle. “Los científicos lo llaman ‘cambio de fase’ “.

Con los peces y los corales, es una relación codependiente, los peces dependen de la estructura del arrecife para evadir el peligro y poner huevos, y también se comen a los rivales del coral. Foto: David Goldman, AP

Ese parecía ser el final de la historia, hasta que una alianza poco probable comenzó a inclinar el ecosistema en la otra dirección, con la ayuda de residentes como Everton Simpson y su compañero pescador Lipton Bailey.

La comunidad pesquera de White River gira en torno a una pequeña área de atraque de botes aproximadamente a un cuarto de milla desde donde el río desemboca en el Mar Caribe. Una madrugada, cuando la luz púrpura del amanecer se filtra hacia el cielo, Simpson y Bailey se suben a una lancha a motor de 28 pies llamada Interceptor.

Ambos hombres han vivido y pescado toda su vida en la comunidad. Recientemente, han llegado a creer que necesitan proteger los arrecifes de coral que atraen a los peces tropicales, al tiempo que establecen límites a la pesca para garantizar que el mar no se vacíe demasiado rápido.

En el área del Río Blanco, la solución fue crear un área protegida, un “santuario de peces”, para que los peces inmaduros crezcan y alcancen la edad reproductiva antes de ser capturados.

Hace dos años, los pescadores se unieron a las empresas locales, incluidos los propietarios de hoteles, para formar una asociación marina y negociar los límites de una zona de no pesca que se extiende a dos millas a lo largo de la costa. Sin embargo, una simple línea en el agua no es un elemento disuasorio; para que el límite sea significativo, debe cumplirse. Hoy, los pescadores locales, incluidos Simpson y Bailey, se turnan para patrullar el límite en el Interceptor.

Belinda Morrow, presidenta de White River Marine Association, utiliza una caja con fondo de vidrio para mirar bajo el agua desde un bote mientras se planta coral en un arrecife dentro del protegido White River Fish Sanctuary en Ocho Ríos, Jamaica. Foto: David Goldman, AP

La mayoría de los pescadores más viejos y más establecidos, que poseen botes y establecen líneas y jaulas de alambre, han llegado a aceptar la zona de no pesca. Además, el riesgo de que se confisque su equipo es demasiado grande. Pero no todos están a bordo. Algunos hombres más jóvenes cazan con fusiles ligeros, nadando en el mar y disparando a corta distancia. Estos hombres, algunos de ellos pobres y con pocas opciones, son los intrusos más probables.

Las patrullas no llevan armas, por lo que deben dominar el arte de la persuasión. “Que entiendan esto, no es una cosa tuya o una cosa mía. Esto no es personal ”, dice Bailey sobre encuentros pasados ​​con infractores.

Estos son a veces esfuerzos arriesgados. Hace dos años, Jerlene Layne, gerente del cercano Santuario de Peces Boscobel, aterrizó en el hospital con una pierna magullada después de ser atacada por un hombre que había reprendido por pescar ilegalmente en el santuario. “Él usó un palo para golpear mi pierna porque estaba haciendo mi trabajo, diciéndole que no puede pescar en el área protegida”, dice ella.

Layne cree que su trabajo sería más seguro con un apoyo más formal de la policía, pero no va a detenerse.

“La mentalidad pública puede cambiar”, dice ella. “Si retrocedo en esto, ¿qué tipo de mensaje envía eso? Tienes que defender algo “.

Ella ha presentado cargos en la corte contra intrusos reincidentes, lo que generalmente resulta en una multa y confiscación de equipos.

Uno de esos infractores es Damian Brown, de 33 años, que vive en un barrio costero llamado Stewart Town. Sentado afuera en una escalera de concreto cerca de su modesta casa, Brown dice que la pesca es su única opción para trabajar, y cree que los límites del santuario se extienden demasiado.

Pero otros que alguna vez fueron escépticos dicen que han llegado a ver los límites como algo bueno.

Brown ha sido capturado dos veces pescando dentro de una zona de no captura y ahora depende más de la pesca submarina nocturna, que es ilegal, para compensar los salarios afectados por las restricciones del santuario. Foto: David Goldman, AP

De vuelta en el área de atraque del río Blanco, Rick Walker, un pescador submarino de 35 años, está limpiando su bote a motor. Él recuerda la temprana oposición al santuario de peces, con muchas personas diciendo: “No, están tratando de detener nuestro sustento”.

Dos años más tarde, Walker, quien no está involucrado en el funcionamiento del santuario pero apoya su límite, dice que puede ver los beneficios. “Es más fácil atrapar pargos y barracudas”, dice. “Al menos mis bisnietos podrán ver algunos peces”.

Cuando Columbus aterrizó en Jamaica, navegó hacia la bahía de Oracabessa, hoy a 20 minutos en auto desde la desembocadura del río Blanco.

Oracabessa Bay Fish Sanctuary fue el primero de los esfuerzos de base para revivir los arrecifes de coral de Jamaica. Su santuario se incorporó legalmente en 2010, y su enfoque de reclutar pescadores locales como patrullas se convirtió en un modelo para otras regiones.

“Los pescadores están mayormente a bordo y contentos, esa es la distinción. Por eso está funcionando ”, dice el gerente del santuario Inilek Wilmot.

David Murray, jefe de la Asociación de Pescadores de Oracabessa, señala que los 60,000 pescadores de Jamaica operan sin una red de seguridad. “Pescar es como apostar, es un juego. A veces atrapas algo, a veces no ”, dice.

Cuando las poblaciones de peces comenzaron a colapsar hace dos décadas, algo tuvo que cambiar.

Murray ahora trabaja como guardián en el santuario de Oracabessa, mientras continúa pescando fuera de sus límites. También pasa tiempo explicando el concepto a los vecinos.

“Es el trabajo de las personas: es un proceso para lograr que las personas acuerden un límite del santuario”, dice. “Es un trabajo difícil decirle a un hombre que ha estado pescando toda su vida que no puede pescar aquí”.

Pero una vez que quedó claro que una zona de no pesca realmente ayudó a las poblaciones de peces cercanas a recuperarse, se hizo más fácil obtener apoyo. La cantidad de peces en el santuario se ha duplicado entre 2011 y 2017, y los peces individuales se han hecho más grandes, casi triplicando su longitud en promedio, según las encuestas anuales de la Agencia Nacional de Medio Ambiente y Planificación de Jamaica. Y eso aumenta las capturas en las áreas circundantes.

Un barco se dirige al mar al amanecer desde el pueblo pesquero de White River, Jamaica, el jueves 14 de febrero de 2019. Hace dos años en White River, los pescadores se unieron a empresas locales, incluidos los propietarios de hoteles, para formar una asociación marina y negociar los límites de una zona de no pesca. Foto: David Goldman, AP

Después de que se corrió la voz sobre Oracabessa, otras regiones pidieron consejo.

“Tenemos los datos para mostrar el éxito, pero aún más importante que los datos es el boca a boca”, dice Wilmot, quien supervisó el entrenamiento para ayudar a iniciar el santuario de peces en White River.

Belinda Morrow, una entusiasta de los deportes acuáticos de toda la vida que a menudo ha visto remar con su perro Shadow, dirige la White River Marine Association. Ella asiste a las reuniones de pescadores y recauda pequeñas subvenciones del gobierno de Jamaica y otras fundaciones para apoyar la compra de equipos y las campañas de replantación de corales.

“Todos dependemos del océano”, dice Morrow, sentado en una pequeña oficina decorada con mapas náuticos en el emblemático Jamaica Inn de 70 años. “Si no tenemos un buen arrecife saludable y un buen ambiente marino saludable, perderemos demasiado. Gran parte del país depende del mar “.

Científicos advierten que las olas de calor oceánicas que aniquilan el coral están empeorando

domingo, agosto 25th, 2019

Un estudio publicado en la revista científica Current Biology advierte que el blanqueamiento no es la única amenaza existente para los corales en un planeta que se está calentando. Los arrecifes también tendrán que resistir las olas de calor marinas extremas, que es “un fenómeno biológico distinto a los eventos de blanqueamiento”, según los autores del estudio dirigido por William Leggat, un experto en arrecifes de coral de la Universidad de Newcastle en Australia.

Por Becky Ferreira, y Madeleine Gregory; traducido por Laura Castro

Ciudad de México, 25 de agosto (Vice Media).- Los humanos han sido cómplices durante mucho tiempo en la degradación de los arrecifes de coral a través del uso exhaustivo de la tierra, la contaminación y el cambio climático. Las altas temperaturas hacen que los corales sean más propensos a blanquearse (o expulsar sus algas simbióticas) y que los acidificados océanos corroan las estructuras coralinas.

Pero el cambio climático está exacerbando una amenaza mucho peor que el blanqueamiento de los corales; uno que causa su muerte inmediata.

Un estudio publicado el jueves pasado 15 de agosto en la revista científica Current Biology advierte que el blanqueamiento no es la única amenaza existente para los corales en un planeta que se está calentando. Los arrecifes también tendrán que resistir las olas de calor marinas extremas, que es “un fenómeno biológico distinto a los eventos de blanqueamiento”, según los autores del estudio dirigido por William Leggat, un experto en arrecifes de coral de la Universidad de Newcastle en Australia.

“Ahora, vemos que también hay una temperatura a la que el animal coralino sufre de mortalidad inducida por calor”, explicó en un correo electrónico la coautora Tracy Ainsworth, bióloga marina de la Universidad de Nueva Gales del Sur. “Esto no se trata de inanición, lo que sucede es que el animal en sí muere como consecuencia directa de la alta temperatura del agua”.

Ainsworth y sus colegas comenzaron a examinar los efectos aislados de los picos rápidos de temperatura en los arrecifes de coral a raíz de una ola de calor marino que azotó la Gran Barrera de Coral de Australia en 2016. El evento expuso aproximadamente a un tercio del arrecife a temperaturas que “excedieron el umbral de mortalidad de los corales”, dijo el equipo, lo que ocasionó que el 90 por ciento del arrecife experimentara algún grado de blanqueamiento.

Los investigadores seleccionaron dos especies de coral que fueron particularmente afectadas por la ola de calor de 2016: Pocillopora damicornis y Acropora aspera. En condiciones de laboratorio, expusieron a los corales a simulaciones de los aumentos extremos y rápidos de temperatura que experimentan los arrecifes.

Descubrieron que cuando un calentamiento severo golpea el océano, las colonias de corales pueden colapsar por completo en solo unos días. Los corales pierden su tejido, dejando completamente expuesto su esqueleto. Entonces, los microbios llegan y los cubren, creando una película que disuelve rápidamente ese esqueleto.

En otras palabras, las olas de calor severas no matan a los arrecifes lentamente. De hecho, la colonia muere de forma inmediata, el esqueleto se disuelve y toda la estructura colapsa.

“Debemos tomar acciones contra el cambio climático y alterar el destino de los arrecifes de coral”, dijo Ainsworth. “Ahora también deberíamos considerar cómo las olas de calor marinas pueden influir en las intervenciones a escala local. Cuando los corales no sobreviven a los eventos de estrés por calor, la capacidad de aclimatación desaparece”.

El fracaso en los intentos de frenar el calentamiento global, lo cual amplifica estas olas de calor extremas, sería devastador no solo para los ecosistemas de los arrecifes de todo el mundo, dijo el equipo, sino también para los aproximadamente 500 millones de personas que dependen directamente de los arrecifes de coral para sustentar su vida.

“Es de vital importancia que a la par de la implementación de acciones a escala global, se prueben y apliquen acciones a escala local que protejan los arrecifes en los lugares que lo necesiten”, señaló Ainsworth. “Esto es particularmente importante en las regiones que dependen de los arrecifes para obtener alimento”.

El nuevo estudio se suma al ya copioso cuerpo de investigación que establece las graves consecuencias de la crisis climática para el planeta y sus formas de vida, incluidos los humanos. Para frenar el daño a los arrecifes en el futuro, será necesario reducir drásticamente las emisiones de gas de efecto invernadero que provocan el calentamiento global, y garantizar que los arrecifes sobrevivientes estén adecuadamente protegidos de las acciones humanas.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE Vice Media. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

Coral se adapta a la mugre humana: opta por comer microplásticos, dice investigación

sábado, junio 29th, 2019

Como parte de su estudio de los corales y de cómo se enfrentan a los océanos más cálidos y más acidificados, investigadores recolectaron varios especímenes de A. poculata, que viven en la costa este de los Estados Unidos.

MADRID, 28 junio (EuropaPress).- Un tipo de coral conocido como Astrangia poculata se ha adaptado de tal manera al deterioro ambiental de los mares que prefiere comer microplásticos sobre los alimentos naturales.

El estudio ha sido liderado por investigadores de la Universidad de Boston y se publica en Proceedings of the Royal Society B.

En los últimos años, ha habido muchos informes que describen el daño que los plásticos están haciendo al medio ambiente, ya sea en vertederos, en la cima de las montañas o en la parte más profunda del océano. Parece que los plásticos han hecho su camino a cada parte del planeta. Y ahora, esa lista incluye pequeños pólipos de coral.

Como parte de su estudio de los corales y de cómo se enfrentan a los océanos más cálidos y más acidificados, investigadores recolectaron varios especímenes de A. poculata, que viven en la costa este de los Estados Unidos.

En un experimento de seguimiento, los investigadores sumergieron un lote de cuentas de plástico en el océano, lo que permitió que las bacterias formaran un biofilm en ellas. Luego ataron el biofilm con E. coli y alimentaron las cuentas a los corales criados en laboratorio. Foto: Stephen Cairns

Los especímenes que el equipo recolectó fueron encontrados en la costa de Rhode Island, cerca de la ciudad de Providence. El sitio fue seleccionado debido a su proximidad a una gran área urbana, lo que significaba que había una gran cantidad de plástico en el agua. Los investigadores se centraron en los microplásticos, pequeños trozos de menos de cinco milímetros de ancho. Sospechaban que podría terminar dentro de los corales.

De vuelta en su laboratorio, los investigadores abrieron las muestras y descubrieron que cada pólipo contenía al menos 100 trozos de microplástico, la primera instancia registrada de plástico que consume coral en la naturaleza.

Luego, el equipo arrojó microperlas en tanques de coral criados en el laboratorio junto con su comida normal, los huevos de camarón. Cuando luego cortaron los corales para abrirlos, descubrieron que había dos veces más plástico en sus pólipos que huevos de camarón. Los investigadores afirman que esto demuestra que el coral tiene una fuerte preferencia por las trazas de plástico sobre los alimentos naturales.

En un experimento de seguimiento, los investigadores sumergieron un lote de cuentas de plástico en el océano, lo que permitió que las bacterias formaran un biofilm en ellas. Luego ataron el biofilm con E. coli y alimentaron las cuentas a los corales criados en laboratorio.

El equipo informa que aunque los corales escupieron las cuentas dos días después, todos murieron de infecciones por E. coli. El equipo sugiere que este hallazgo indica que gran cantidad de coral podría estar muriendo a causa de infecciones transmitidas por plásticos.

VIDEO: ¿Qué sucede cuando expones un coral al láser de rayos X más potente del mundo?

viernes, julio 13th, 2018

Gracias al estudio del clima en corales, del cual sólo existe un registro humano de 150 años atrás, los investigadores pueden prepararse mejor para el del futuro.

[youtube aXmCU6IYnsA]

Ciudad de México, 13 de julio (SinEmbargo).– Los corales son como ciudades antiguas. Las marcas bajo su superficie son pistas del pasado.

Sus anillos como la de los árboles arrojan para los paleoclimatólogos datos sobre el clima de hace cientos de años.

Los científicos de la Universidad de Stanford han decido estudiarlos a través de sicotrón, una de las máquinas de rayos X más potentes del mundo, con el que pueden ver patrones climáticos semanales de siglos atrás.

Gracias a esto, los investigadores pueden conocer cuándo empezaban las temporadas de lluvias antes y así tener una mejor preparación para el clima del futuro.

La Gran Barrera de Coral australiana está en riesgo de ser declarada Patrimonio en Peligro

viernes, diciembre 2nd, 2016

El blanqueo ha causado la muerte este año del 67 por ciento de los corales de la Gran Barrera y los expertos calculan que harán falta al menos entre 10 y 15 años para que el coral se recupere en la zona más afectada.

Corales sanos en la Gran Barrera de Australia. Foto: EFE.

Corales sanos en la Gran Barrera de Australia. Foto: EFE.

Sídney (Australia), 2 de diciembre (EFE).- La Gran Barrera de Coral, el mayor sistema coralino del mundo situado en el noreste de Australia, corre un mayor riesgo de entrar en la lista de la Unesco de Patrimonio en peligro, admitieron hoy fuentes oficiales.

Los gobiernos de Australia y el del estado de Queensland enviaron a la Unesco el informe sobre la evolución del plan de recuperación de este espacio marino hasta 2050 aprobado el año pasado para evitar que fuera declaro en peligro.

El informe señaló que de las 151 acciones previstas en los cinco primeros años se han completado 32, centradas en la gestión del impacto de puertos y el dragado, informó el ministro de Medioambiente, Josh Frydenberg, en un comunicado.

Sin embargo, el titular de la misma cartera de Queensland, Steven Miles, señaló que el último caso de blanqueo de corales, el peor registrado en la Gran Barrera, ha aumentado la probabilidad de que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la incluya en la lista roja.

“Por supuesto, desde que hemos tenido este catastrófico evento de blanqueo al que se suma el fracaso en aprobar las leyes para reducir la tala de árboles (…) estos dos elementos juntos aumentan el riesgo de que haya ese nivel de alerta”, dijo Miles a la cadena ABC.

El blanqueo ha causado la muerte este año del 67 por ciento de los corales de la Gran Barrera y los expertos calculan que harán falta al menos entre 10 y 15 años para que el coral se recupere en la zona más septentrional, la más afectada.

La filial australiana del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) puso en duda los avances señalados en el informe gubernamental y denunció el incumplimiento de medidas para mejorar la calidad del agua, como la regulación de la tala de árboles.

La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, mil 500 especies de peces y 4 mil variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.

Bióloga mexicana crea método para restaurar arrecifes de coral

jueves, noviembre 24th, 2016

El estudio se originó a partir de la necesidad de restaurar arrecifes de coral impactados por el huracán Odile, ocurrido en septiembre de 2014.

Los arrecifes de coral son ecosistemas que funcionan como refugios para una gran biodiversidad marina y son grandes productores de alimentos de gran importancia para la cadena trófica. Foto: Conacyt

Los arrecifes de coral son ecosistemas que funcionan como refugios para una gran biodiversidad marina y son grandes productores de alimentos de gran importancia para la cadena trófica. Foto: Conacyt

Por Joel Cosío

La Paz, Baja California Sur, 24 de noviembre de 2016 (SinEmbargo/Agencia Informativa Conacyt).- La bióloga marina Giovanna Zorán Yunes Jiménez, egresada de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), desarrolló una metodología para restaurar arrecifes de coral del género Pocillopora en el Parque Nacional Archipiélago de Espíritu Santo.

El desarrollo de la metodología para la restauración de estos organismos requirió el análisis de las tasas de mortalidad y crecimiento de los corales para generar modelos de estimación de crecimiento de la cobertura coralina.

“Llevamos año y medio con el proyecto y nos ha dado muy buenos resultados; conforme a nuestro modelo, que contempla las tasas de crecimiento y mortalidad de coral, extrapolamos los datos que nos ha arrojado este proyecto para tener una idea de cómo nos funcionaría a 10, 15 y 20 años”, mencionó Yunes Jiménez.

“Utilizamos 100 fragmentos, (no obstante) en el modelo calculamos las estimaciones a partir de mil fragmentos para conocer cómo se comportaría el crecimiento y mortalidad de la población; obtuvimos que en 11 años tendríamos más de 102 por ciento de cobertura”, continuó.

La investigación, que tuvo como director al doctor Héctor Reyes Bonilla, profesor e investigador del Departamento de Ciencias Marinas y Costeras de la UABCS y nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), hizo a Giovanna Zorán Yunes Jiménez acreedora de la licenciatura en biología marina de dicha institución.

En el área de arrecifes de coral Roca Swany, dentro del Parque Espíritu Santo, se eligieron los corales con mayores posibilidades de crecimiento y posteriormente fueron trasladados a una pradera experimental para su restauración.

“En otras metodologías, los corales los trasladan a un laboratorio en donde los someten a un proceso de condiciones ambientales controladas, como aclimatación e iluminación, entre otras. Por cuestiones de recursos, nosotros decidimos reubicar los organismos a restaurar en una pradera experimental, en una zona muy cercana; de esta forma evitamos el proceso de aclimatación, costos de laboratorio y todo lo que involucra”, señaló Yunes Jiménez.

“Los seleccionamos del grupo de fragmentos, procurando que estuvieran sanos, que no tuvieran cobertura de esponjas y algas, que tuvieran tejido vivo y una vez que cada fragmento cumplía con las especificaciones lo trasladamos directamente a la pradera experimental”, agregó.

PIGMENTE EPÓXICO MARINO

Los ejemplares fueron adheridos a rocas con un pegamento epóxico marino y se monitoreó su crecimiento hasta una etapa avanzada; posteriormente fueron trasplantadas en su ecosistema original.

“Nosotros los reproducimos plantándolos artificialmente, es un tipo de reproducción asexual. Ellos se reproducen sexualmente, pero en la investigación no lo estamos considerando, es decir es una sobreestimación porque en la naturaleza se reproducen sexualmente; hemos visto que de 100 corales, la mitad no estaba en talla reproductiva, que son entre cinco y 10 centímetros, para estas fechas los organismos que quedan tienen tallas reproductivas”, mencionó Yunes Jiménez.

“Considero que los resultados obtenidos —de un crecimiento positivo— se dieron porque al lado de la pradera experimental se encuentra el canal de San Lorenzo, lo que permite el contacto con muchas corrientes submarinas, con cambios de temperatura propicios para los organismos”, finalizó.

 

Arrecifes de coral de Maldivas se quedan sin color por el cambio climático

lunes, agosto 8th, 2016

Los corales pueden regenerarse si sobreviven algunas algas o si se asientan nuevos residentes, pero el tiempo que tardan en revivir depende de las distintas especies.

Decoloración de los corales afecta a los arrecifes de las Maldivas. Foto: Twitter @BarosMaldive

Decoloración de los corales afecta a los arrecifes de las Maldivas. Foto: Twitter @BarosMaldive

Ginebra, 8 agosto (EFE/DPA).- Al menos el 60 por ciento de los arrecifes de coral de Maldivas, el mayor atractivo turístico de este archipiélago, se están quedando sin color debido al impacto que están sufriendo por el cambio climático, según los resultados de una evaluación científica publicados hoy.

En algunos lugares específicos de esos arrecifes el blanqueo de corales afecta al 90 por ciento, señaló la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), que colaboró con dos organismos nacionales para la realización del estudio.

El fenómeno climático de El Niño, que causa el aumento de las temperaturas de la superficie del mar, ha contribuido al blanqueo de los corales en todo el mundo este año.

“Los resultados preliminares de la investigación sobre la amplitud del blanqueo de corales son alarmantes, con un inicio de mortalidad que ya se observa, y creemos que esta mortalidad aumentará si los corales son incapaces de recuperarse”, explicó el jefe del equipo investigador y asesor de la UICN, Ameer Abdulla.

Maldivas contiene aproximadamente el 3 por ciento de los arrecifes de corales del mundo y es uno de los países más vulnerables al cambio climático debido al aumento del nivel de mar con respecto a un territorio que tiene una elevación media de 1,5 metros.

El estudio indagó sobre la situación de los corales tanto en zonas de Malvivas expuestas al turismo como en zonas más preservadas, así como entre los que se encuentran próximos a islas deshabitadas.

El blanqueo de los corales ocurre cuando éstos se enfrentan a cambios extremos y constantes de temperatura, luz y nutrientes.

El turismo, centrado sobre todo en las playas y en actividades acuáticas como el buceo, y la pesca, son los principales generadores de ingresos para Maldivas.