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Proceso, forma y fondo

viernes, noviembre 9th, 2018

AMLO debe salir de la mejor forma posible de este entuerto mediático, como corresponde a un demócrata, no el gobernante que alguna vez expresó el desafortunado “al diablo con sus instituciones”. Foto: Cuartoscuro.

Jenaro Villamil, lo dice claro en uno de sus tuiters, la portada no corresponde al texto de la entrevista que Álvaro Delgado hizo al constitucionalista Diego Valadez.

El rostro de un López Obrador molesto reposaba sobre un título desconcertante: “AMLO se aísla, el fantasma del fracaso”, no hay más a primera vista, es necesario ir a interiores para saber lo que podría ser el motivo de esa conclusión contundente.

Entonces, el lector cae en cuenta que el título de la portada deriva de una entrevista con el constitucionalista sinaloense. Quien, manifestó como académico, dice que una cosa básica en cualquier democracia es poner por delante siempre el fortalecimiento de las instituciones aun habiendo arrasado como el candidato más votado en una elección presidencial.

Delgado pregunta bien: ¿Prevé que López Obrador gobierne a capricho?

La respuesta de Valadez es la de un demócrata y con un señalamiento claro a la mayoría morenista en el Congreso de la Unión y los congresos estatales:

–“A mí no me preocupa eso. A mí me preocupa una persona sola enfrentada a una constelación de intereses; entonces estamos destinados a naufragar. Para que tenga éxito el Estado mexicano en esta nueva etapa, sí, el Presidente debe ser el que encabece; es Presidente, preside; es Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, pero si no se fortalece toda la estructura del poder del Estado, entonces no tiene nada que hacer”.

Y, agrega: “Para que [AMLO] tenga éxito, se necesita que quienes gobiernen sean las instituciones políticas muy sólidas; y entonces sí, a pesar de que estemos actuando no contra un poder económico nacional sino contra poderes económicos de todos los niveles, incluyendo los internacionales, cuando tengan enfrente no a una persona, sino a un Estado con instituciones muy poderosas, las relaciones van a cambiar”. […] “Si realmente se quiere independencia del poder político frente al poder económico no es a partir de construir a un personaje que se enfrente a un sistema de poder económico: es construyendo todo un sistema institucional que le dé robustez a ese poder político. De otra manera, lo que intenta hacer se van a quedar en declaraciones y actitudes personales, no en cambios institucionales”.

Pero, esto no lo dice la portada, lo que el lector encuentra es una editorial, la visión del medio, el buscapiés.

Y este punto de vista del académico, pone en el centro varios temas que deben ser vistos más allá de la portada, más allá de las emociones, de la jiribilla, a López Obrador le molestó verse con esa sentencia que es una hechura del reportero, y equivocó el rumbo cuando en lugar de ir a lo sustantivo se atoró en su enojo y se fue al terreno donde nunca le va a ganar al periodismo, el de los calificativos, cuando acusó a la revista Proceso de “amarillista” y “sensacionalista”, el tabasqueño perdió. Se enganchó y siguió en una fuga hacia adelante, cuando lo prudente hubiera sido reflexionar sobre las ideas de Valadez en dos direcciones: Una, en lo que se refiere a las instituciones existentes y la oferta de la Cuarta Transformación y dos, el rol de la mayoría y las alianzas futuras en el Congreso de la Unión. El tema no hubiera escalado mediáticamente y habría refrendado su voluntad demócrata. Ahora, el tema, es la relación que su Gobierno sostendrá con los medios de comunicación.

La respuesta de Proceso a los calificativos de AMLO como “poco dignos de un Jefe de Estado” es discutible. Esta a la altura de la descalificación en la portada. Y “tomarle la palabra” para discutir la relación futura entre el poder y los medios lleva a pensar que la portada estuvo fríamente calculada cuando AMLO se engancha y sale a cuestionar la forma sin tocar el fondo de la entrevista.

Ahora, López Obrador tiene dos opciones, o tres, corregir la plana e ir a lo sustantivo, a lo expresado por Diego Valadez, o continuar sólo en la discusión planteada por Proceso, es una oportunidad de lujo para abordar ambos temas. Y es que sin una reforma institucional: ¿Cómo se puede hablar de una nueva relación con los medios de comunicación? Para eso sirven las mayorías, tanto federales, como estatales, para reformar y establecer una relación democrática con los medios de comunicación tanto con los críticos como los que sobreviven gracias al poder.

Ahora bien, quienes fueron derrotados en las urnas interesadamente esgrimen, insistentemente, el argumento de que con AMLO “al país le espera las decisiones de un solo hombre”, pero no lo hacen porque sean demócratas sino por mero cálculo político. Dirán en sus discusiones internas que hay que desgastar la legitimidad de los votos y en la medida en que este desgaste se instale en la conciencia de los mexicanos, habrán dado pasos a su favor con miras a los comicios de 2021. A la reconquista del poder perdido.

López Obrador debe combatir esa idea y con él, los legisladores morenistas, cumpliendo la oferta de un cambio de régimen sobre bases democráticas. Y esto pasa porque los actos que alimentan ese personalismo, como fue el caso de la consulta sobre el aeropuerto, venga, una vez en funciones, acompañado con iniciativas de ley que tiendan afirmar la idea de que verdaderamente se está ante un demócrata y no ante un nuevo cacique latinoamericano.

AMLO debe salir de la mejor forma posible de este entuerto mediático, como corresponde a un demócrata, no el gobernante que alguna vez expresó el desafortunado “al diablo con sus instituciones”, ahora, en el poder, está obligado a cambiar las leyes para mejorar el país, porque lo que haga o no haga hoy, en el futuro terminara siendo un activo o un pasivo para su Gobierno.

En definitiva, la portada de Proceso no es el tema, lo sustantivo es lo dicho por Valadez.

Bullying contra las instituciones

viernes, noviembre 17th, 2017

El Presidente Peña se equivoca, no es que el bullying vaya contra las instituciones de seguridad pública, sino contra quienes no dan resultados. Foto: Diego Simón Sánchez, Cuartoscuro

La relación de la política con el narcotráfico  no solo ha sido confrontación, también negociación y acuerdo, como lo revelan los estudios del sociólogo Luis Astorga, quien desde la UNAM ha realizado un trabajo de reconstrucción de los orígenes y los vasos comunicantes.

Los gobernantes algunas veces lo hacen por simple complicidad y otras  porque no pueden ir contra todas las organizaciones criminales al mismo tiempo o por complicidad e incapacidad. La máxima de plata o plomo es inmutable, como persuasiva de la voluntad más resistente, mejor ser bien portado.

Entonces, las autoridades  discriminan y llegan a pactar con algunas de ellas en perjuicio de las otras generalmente más pequeñas, descontroladas y violentas. Esa es una historia vieja. La he escuchado por décadas en Sinaloa y el argumento a favor es que mediante esas decisiones se garantiza la gobernabilidad y control sobre la violencia de alto impacto.

La lógica es la siguiente: Sigue haciendo tu negocio, pero arregla tus diferencias, sin que tu capacidad de fuego alcance a civiles inocentes. No calientes la plaza con escandalosas balaceras porque terminaras pagándola.

Bien, esa lógica sin estar apegada al llamado Estado de Derecho, durante mucho tiempo garantizó que las plazas vivieran una relativa calma chicha pero, ahora, todo indica que ese equilibrio no existe más.

Vivimos en medio de la jungla donde impera la ley del más fuerte y eso explica en parte la espiral de violencia que se está viviendo en la mayor parte del territorio nacional, como ha sido aceptado recientemente por el propio Presidente Peña Nieto, cuándo en el Foro Nacional “Causas por la inseguridad, ciudadanos más policías”,  sale al paso a sus críticos que dice hacen “bullying contra las instituciones” y ante la falta de reconocimiento podría llevar “a la inacción”.

Tener un cártel interlocutor, protegido, en perjuicio del resto, no existe más, como no existe la Federación de cárteles, como la que en su momento diseño y puso en marcha Joaquín “El Chapo” Guzmán durante los años aciagos del calderonismo con la “guerra contra el narco”, que terminó siendo un reverendo desastre por las componendas, delaciones, traiciones, aprehensiones, extradiciones y asesinatos de capos y autoridades. Que, además, dejó como nunca decenas de miles de muertes y desaparecidos que hasta el día de hoy sus familias buscan infructuosamente.

Un escenario con estas características, con escaso rendimiento institucional, y un alto costo para la sociedad, es ciertamente una tierra fértil para el bullying político. Que se cuestione a los encargados de las instituciones, que se demande mayor trabajo estratégico y se reduzca los índices de violencia es lo menos que se puede pedir.

Y ahí el Presidente Peña se equivoca, no es que el bullying vaya contra las instituciones de seguridad pública, sino contra quienes no dan resultados. Contra los que ven impávidos la violencia y no le encuentra el modo de como detenerla y se esconden en sus oficinas en lugar de enfrentar a sus promotores.

Hoy los cárteles ya no son lo que fueron. Organizaciones altamente personalizadas, con figuras icónicas, como las dirigidas por Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, Joaquín “El Chapo” Guzmán, Benjamín Arellano o Arturo Beltrán Leyva, sino organizaciones enrarecidas con una alta fragmentación que dificulta cualquier tipo de  combate y arreglo extra institucional.

Y eso exige igualmente otro tipo de estrategias. Menos de intermediación porque simplemente no existen interlocutores válidos. ¿Quién podría hacer esa tarea? En algún momento se dijo que la liberación de Rafael Caro Quintero tenía ese objetivo pues luego de 28 años de estar preso se estimaba que su figura era reconocida y podría cumplir tareas de reorganización y aplacamiento de la violencia.

Pero, después de más de cuatro años de haber sido puesto en libertad -con la insatisfacción de la DEA que estaría buscándolo para llevarlo a una prisión de los Estados Unidos por la muerte del agente Enrique “Kiki” Camarena-, si aquellos eran los objetivos de su liberación nunca se cumplieron ni se habrán de cumplir.

El hombre si lo intento falló y hoy las propias autoridades afirman que ha vuelto al negocio del narcotráfico. Y afirman que es uno de los jefes del Cártel de Sinaloa, donde se le tiene una alta estima, porque es ejemplo de resistencia en la nueva generación de narcotraficantes.

Mientras esto ocurre la espiral de violencia se expande hasta regiones que durante mucho tiempo fueron santuarios de resguardo, como es el caso de Baja California sur, donde la guerra ha llegado generando una gran inestabilidad y golpeando su principal fuente de ingresos y empleos que es la actividad turística.

No se ve por donde se pueda enderezar el barco. El gobierno de Peña Nieto terminará con más homicidios dolosos per cápita que los que tuvo el de Calderón Hinojosa sin que haya declarado una guerra contra el narco. Se presumía en 2012, que con el regreso del PRI a la Presidencia, volvían después de doce años de ausencia los que sabían cómo ordenar las piezas de este tablero criminal.

Pero, no fue así, lo que arrojó es que varios gobernadores de su partido en lugar de jugar el rol de intermediarios, ser factores de equilibrio, pasaron solo a ser parte de la nómina de los cárteles.

Ahí, están las historias de los gobernadores tamaulipecos, y la reciente revelación estadounidense de los vínculos de los hermanos Moreira. A ellos no les preocupaba el tema de la violencia, sino las regalías que obtenían por hacerse de la vista gorda y probablemente prestar servicios desde el poder público.

Y eso representa un cambio de paradigma: La narcopolítica. Que es el problema de fondo, el generador de riquezas pero también de mayor violencia y muerte pero, además, la maraña que se ha tejido en torno al poder político.

La representación política en muchas regiones es parte de la disputa entre los grupos criminales. Estos están invadiendo a punta de bala el espacio público, y son las consecuencias de la corrupción, impunidad y complicidades tejidas a lo largo de las últimas tres décadas. Y eso es parte del debate público y esta aquí como antesala de las elecciones concurrentes que tendremos en 2018. No el del bullying a las instituciones, que no es, sino a sus autoridades.

Mi Revolución de Octubre

viernes, noviembre 10th, 2017

Las secuelas de la Revolución rusa es la de una época marcada por la bipolaridad política y militar de las grandes potencias de la segunda posguerra. La guerra fría. El macartismo. Foto: AP.

Curiosa coincidencia nací el 7 de noviembre en 1952, el día en que ritualmente se llevaban a cabo los festejos de la Revolución en la Plaza Roja de Moscú de acuerdo al contemporizado calendario ruso. También fue el día cuándo León Davidovich Bronstein, León Trotsky, estaría cumpliendo 73 años de no haber sido asesinado en su bunker la tarde del 21 de agosto de 1940 por el comunista catalán Ramón Mercader.

Y en mi juventud  simpatice con  el pensamiento político de Trotsky y no hace mucho tiempo alucine al leer completo El Hombre que amaba los perros del escritor cubano Leonardo Padura, un relato redondo sobre los entresijos de la vida y muerte del líder del Ejército Rojo que lo terminaría trayendo hasta México donde se instalaría y forjaría amistad con Diego Rivera y se haría amante fugaz de su también amiga Frida Kahlo.

Soy quizá miembro de la última generación que vivió con intensidad los ecos emocionales de la Revolución de Octubre. De Lenin a Stalin de Stalin a Trotsky de Trotsky a Mao y de Mao a Ho Chi Min y de este a Fidel Castro.  No menos emocional fue durante mucho tiempo la narrativa sobre las capitales del mundo de Moscú a Berlín de Berlín a Madrid de Madrid a Paris de Paris a Camboya de Camboya a Saigón de Saigón a La Habana y de ahí al África negra o la Ciudad de México, Buenos Aires, Lima, Managua, Sao Paulo, Guatemala y El Salvador.

Las secuelas de la Revolución rusa es la de una época marcada por la bipolaridad política y militar de las grandes potencias de la segunda posguerra. La guerra fría. El macartismo. El espionaje. Los movimientos de liberación nacional que germinaron luego de la Conferencia de Bandung y el Movimiento de los Países no Alineados o el del llamado III Mundo. La historia de la III y luego de la IV  Internacional trotskista, que provocaría el primer cisma en el movimiento comunista internacional y la proliferación luego de un abanico de ismos ideológicos.

Es la época de la teoría estalinista de la “Revolución en un solo país”  y la teoría trotskista de la “Revolución permanente” y, la no menos importante consigna del maoísmo, de lucha “sin cuartel contra el revisionismo soviético”. Es un tiempo convulso de guerras interpósitas, que no eran más que de posiciones geopolíticas entre Washington y Moscú, de suma cero, donde lo que perdía uno lo ganaba el otro bloque, como sucedió en Cuba con la llamada “revolución de los barbones” que puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista y con la II Declaración de la Habana Fidel Castro hacia la declaratoria socialista.

Escuche las primeras referencias de la gran revolución de Octubre siendo un adolescente de boca de un peluquero comunista en Los Mochis, quien tenía una visión idílica gracias a la lectura de Los 10 días que conmovieron al mundo de John Reed, aquel periodista estadounidense cazador de revoluciones (él había estado en México como corresponsal de guerra y dejó como testimonio de su paso el pequeño libro de crónica México Insurgente, donde describe sus andanzas al lado de Francisco Villa y, justo, la cercanía con este bando le haría justicia en la fotografía donde aparece al lado de Villa y Zapata en el inmutable Sanborns, Los Azulejos).

Años más tarde, una noche del verano de 1974, en un departamento de la Colonia Narvarte el grupo de estudiantes sinaloenses rodeamos y escuchamos silenciosos a Don Carlos Ramón García Ceceña. El líder agrario narró con vehemencia su viaje a la desaparecida URSS, donde conoció in situ la experiencia de los koljoz soviéticos y regresó al norte de Sinaloa para crear el Sistema de Interés Colectivo Agrícola Ejidal (SICAE), la experiencia agrícola colectiva más exitosa durante el cardenismo. La pequeña Rusia, como la llamarían Jorge Moret y María Luisa Paré, en un texto memorable sobre el colectivismo agrario mexicano.

Es decir, esa Revolución nuestra generación la vivió a través de este tipo de testimonios, la militancia con las banderas de hoz  y martillo, los libros de la épica vanguardista de la llamada literatura de la revolución rusa que tuvo como como exponentes a Gorki, Ostrovski, Mayakovsky y hasta el mismo Neruda, con sus loas a Stalin, los debates políticos después de la invasión rusa en Praga que darían punto final al dogma de la dictadura del proletariado y el anatema del eurocomunismo o el mismo guevarismo.

El PCM creado en 1919 por consigna de la línea marcada por la llamada III Internacional encabezó luchas obreras y campesinas en distintas regiones del país. Los comunistas mexicanos acataron sin discusión alguna la directriz política estalinista de “Unidad a toda costa” con los gobiernos nacionalistas y antifascistas que en México lo representaba el general Lázaro Cárdenas.

Luego de una intensa actividad, frenética, el PCM es perseguido y sus militantes se van a la clandestinidad en medio del debate político que deja el final de la segunda guerra mundial. Una época dura marcada por las rupturas, expulsiones, exilios, persecución, muerte y cárcel que José Revueltas registraría con filo luminoso en su obra literaria. Quien de esa generación no recuerda las novelas El Apando o Los Muros de Agua que revela el mejor perfil de aquellos comunistas. Y aquel relato rupturista y desgarrador escrito por Héctor Aguilar Camín, El Camarada Vadillo, la travesía de un joven comunista desaparecido injustificadamente en Moscú y que regresa a México veinticinco años después para en la antesala de su muerte decir convencido: “Los hombres se equivocan, el partido comunista nunca”.

Esta atmosfera se respiraba en especial enjundia en la UNAM, y por debajo de ella en las Universidades públicas de Puebla, Jalisco, Guerrero, Zacatecas y Sinaloa, es una época de dictaduras en la región latinoamericana lo traería a nuestro país un gran exilio de chilenos, argentinos, brasileños, bolivianos. Abrevamos de ellos y la izquierda mexicana se diversificó. Dejo atrás los dogmas clásicos e incursionó decididamente en la vida pública. La campaña presidencial sin registro del ferrocarrilero comunista Valentín Campa fue el primer paso y de cual manera, de la mano de la Liga Socialista, una pequeña organización trotskista que en conjunto rompían entelequias, dogmas, mitos.

En definitiva, el psicoanalista Santiago Ramírez, escribió un libro que lleva el título de Infancia es destino, una obra profunda sobre la condición humana, los resortes que mueven a las personas a lo largo de la vida, y es cuando uno entiende que una revolución con una épica y personajes a toda prueba, al menos a mí me marco e hizo una parte de lo que soy y todavía no dejo de sentir nostalgia por la vida y la convicción del Camarada Vadillo.

Qué tiempos!

El señor Paddock

viernes, octubre 6th, 2017

El hombre solitario es una bestia o un dios
Aristóteles

El Lobo Solitario no necesita motivos políticos, credos religiosos o imposturas ideológicas. Foto: Especial

A Stephan Paddock se le describe como un jubilado tranquilo que vivía con su novia Marilou Danley, y como muchos otros baby boomer, era en un coto con campo de golf desde donde seguramente veía las noches siempre estrelladas del desierto de Mojave.

Su rostro barbado es el de un hombre relajado que ha dejado detrás el saco y la corbata, y ha empezado a desprenderse de cosas, para empezar de la apariencia de Contador Público, y así vivir sin preocupaciones el resto de su existencia.

Tenía como muchos de su generación sus hobbies, una pasión recreativa, coleccionaba armas de distintos calibres con las que iba de cacería de vez en vez y el gusto por los juegos de azar.

En las primaveras este hombre de apariencia despreocupada, tomaba un avión en Las Vegas que lo ponía en unas horas en Anchorage, desde donde se trasladaba a los montes de Alaska y durante varios días se dedicaba a cazar alces y caribúes.

Luego de esos días en medio de la nada regresaba a su hábitat desértico y los fines de semana abandonaba su refugio para trasladarse a Las Vegas, donde probablemente asistía a escuchar conciertos de música, jugaba póker o como cualquier otro visitante, simplemente se perdía entre la multitud ludópata. Esa que aparece eufórica al final de la película Casino de Martín Scorsese.

Nada, que no hiciera cualquier miembro de esta generación norteamericana, que ocupa su tiempo y dinero de la mejor forma posible entre viajes, juego, cacería, armas, televisión, soledad.

El ocio es la madre de todos los vicios, escribió para la posteridad Francisco de Quevedo en los albores del siglo XVI, y su contemporáneo el obispo inglés Richard Kingston agregaría con precisión protestante: Una persona ociosa tienta al diablo para que la tiente.

El Lobo Solitario no necesita motivos políticos, credos religiosos, o imposturas ideológicas, para asesinar le bastaba su nudo existencial plagado de contradicciones, la búsqueda de un sentido a su vida que se agota lenta pero inexorablemente o mejor, por ese sentimiento de ruptura que Hebert Marcuse sintetizó en esa figura reductiva: El hombre unidimensional, esa suerte de vidas diseñadas en serie al igual que los autos, casas o el vestuario.

Sin embargo, en esa búsqueda de la diferencia combinada con una dosis de flaqueza humana, pudo llevar a credos religiosos extremos, tener una justificación para atacar a sus semejantes, desconocidos, y eso no se ha descartado del todo.

El Estado Islámico (ISIS) ha dicho a través de la agencia de noticias Amaq que el señor Paddock era uno de los sus soldados, una célula dormida que se activó en la lucha contra el imperio del mal y ahora es otro de sus mártires.

Aquellos que sin titubeos van al sacrificio en aras de una venganza hoy por Irak y Siria, mañana por cualquier otro país árabe, por la yihad, la guerra santa.

¿Pero cómo este hombre blanco que cazaba alces y jugaba ruleta había dado un vuelco radical a su vida? ISIS dice que Stephan se había convertido al Islam, al yihadismo radical, y la matanza representaba su consagración y el mayor acto de fe, realización y posteridad personal.

El Buró Federal de Investigaciones (FBI), ha salido al paso de esta especie de noticias diciendo que no hay evidencia de que así sea, que se investigara con mucho interés para dilucidar las causas. Quizá, como no lo hicieron hace sesenta años, cuando sus agentes buscaban al padre del Señor Paddock, quien era uno de los criminales más perseguidos en el sur de la Unión Americana.

Patrick Benjamín Paddock nada que ver con el perfil de su hijo. Sthepan tenía hasta el domingo pasado un expediente limpio, ni siquiera una multa de tránsito, fue un ciudadano ejemplar de esos que pagan puntualmente sus impuestos y de los que cualquier gobierno desearía tener como contribuyente.

Su hermano Eric ha dicho que no se explica esta conducta psicópata y que su familia lo ha recibido como un asteroide que cae sobre de ella, y están por ello en shock de duelo y aceptación, sufriendo menos por él y quizá más por las 59 víctimas mortales y los más de 500 heridos de bala. Vamos, agrega con extraña justificación: “es solo un tipo que jugaba póker, tomaba cruceros y comía burritos en Taco Bell”.

Mientras el FBI encuentra más evidencia empírica para conocer los móviles de este despropósito y su familia obtiene una explicación razonable, sus compatriotas no salen del asombro y el miedo que provoca este nuevo crimen masivo en suelo norteamericano.

Seguramente no hay un solo norteamericano que después de la suma de atentados ocurridos en los últimos años contra la población civil, no sienta zozobra de caer asesinado repentinamente, como cada uno de los 59 que sucumbieron ante las balas de este psicópata disfrazado de persona normal.

Las Vegas ícono del sueño americano y el placer del espectáculo, que atrae por decenas de millones vive quizá el momento más aciago desde la época de la mafia que el cine americano ha exhibido con su larga lista de matones y fraudeadores.

La Ciudad del Pecado es la manifestación quizá más acabada de la representación del llamado capitalismo ficción (Vicente Verdú, dixit). Esa forma de acumulación de capital sostenida en la ficción urbana que significa la reproducción de algunas de las maravillas del mundo en el desierto y que convoca diariamente a cientos de miles de turistas de todo el mundo.

Y es que el señor Paddock, con sus escopetazos lanzados a diestra y siniestra, sobre esa masa de más de 22 mil personas ha convertido el mito en una realidad grosera que no dará reposo a la gente que vive en esa ciudad y a los que como el propio francotirador, iban a ella cuantas veces resultaba necesario para encontrarse con el bullicio de la Strip, sus luces de neón y el sonido subyugante de las máquinas tragamonedas; los cócteles y la cocina buffet ad hoc; los shows y conciertos multitudinarios, la gente alocada de cualquier esquina, como la de esa noche trágica.

No será el fin de Las Vegas, como no ha sido, el final de Nueva York, Filadelfia, Madrid, Londres, Bruselas, Nairobi o Tokio, la capacidad de recuperación de sus habitantes ha sido impresionante, la gente volverá a sus casinos, donde ganara o seguirá perdiendo dinero, se divertirá y volverá a casa con sus recuerdos, pero al final se terminara imponiendo el sentido básico de libertad con todo y sus ficciones desconcertantes en medio del desierto de Mojave.

Muy a pesar del Señor Paddock y sus motivaciones o motivadores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Rostros

viernes, septiembre 22nd, 2017

El sismo nuevamente hizo un hoyo insondable en familias, barrios, la ciudad. En esa ciudad vigorosa y solidaria. Que no se amilana ante las tragedias naturales. Esa que se moviliza en este acto para todo. Foto: Cuartoscuro.

En una banqueta de la avenida Álvaro Obregón estaba llorando desconsolado un hombre de unos 35 años. Su tristeza que solo era opacada por el tapaboca azul cielo. Era la expresión viva del daño humano que había ocasionado el sismo de ese mediodía por la pérdida de una vida, la de su hermano, mayor o menor, que más daba, y este hombre vivía en ese momento la desgarradura de la ausencia, la impotencia ante una circunstancia terriblemente inesperada y un desenlace que él sintetizaba en una idea: Mi hermano trabajaba ahí, donde está ese edificio colapsado y no se encuentra entre los sobrevivientes.

Su rostro bañado en lágrimas vivía el drama de ese vértice que oscila entre la negación y la aceptación. Aquel donde se agolpan los recuerdos probablemente de los domingos cuando echaban una “cascarita” con los amigos del barrio y luego las cervezas de la tarde; las fiestas de la familia por un bautismo o los días feriados cuando se iban al cine a ver la película de estreno; y el otro punto equidistante, el de la racionalidad, el de la fatalidad de la vida que es un volado circunstancial, que alcanza en el lugar y el momento más inesperado, el de ese mediodía cuando ya había realizado una parte de las funciones en su trabajo. Cuándo estaría pensando adónde iría a comer con sus compañeros y que pediría para satisfacer el hambre. Y, quizá, saliendo de la chamba tenía programado ir a recoger a sus hijos que quizá ahora están sin su padre y la esposa sin esposo.

El sismo nuevamente hizo un hoyo insondable en familias, barrios, la ciudad. En esa ciudad vigorosa y solidaria. Que no se amilana ante las tragedias naturales. Esa que se moviliza en este acto para todo. Que exige y reclama. Que corre y mienta la madre a los políticos descarados y corruptos. La que vota por la izquierda porque lo toma como asidero. La de los jóvenes solidarios que vi por miles organizando el rescate de las personas atrapadas. Que iban en carros, motos, corriendo con palas, barras, gatos hidráulicos, polines, hermanando sin distinción de clases sociales. Acompañados con la convicción de que la tarea en ese momento era ayudar a los que habían caído en desgracia, los que luchaban por la vida bajo el escombro, los que buscan o buscaban en ese momento trágico un halito de luz y esperanza.

Es la niña Frida Sofía, real o ficticia, que bajo un escritorio de su escuela espera pacientemente que llegaran Los Topos y la entregaran a sus padres. Que ya no son fulano y zutana, sino todo un país, que la ha adoptado como símbolo de nuestra resistencia ante la adversidad colectiva. Esa resistencia que muestra el músculo solidario de los mexicanos. La patria en el sentido más riguroso de la palabra nada que ver con la mercadotecnia de los festejos recientes del 16 de Septiembre y mucho más con la naturaleza del ser y hacer del mexicano.

En estos días queda pequeña la máxima de claudicación que veía Octavio Paz en el pueblo mexicano: ¡Pobres mexicanos!, que cada 15 de septiembre gritan por un espacio de una hora quizá para callar el resto del año. Hoy en esas acciones anónimas, ese pueblo dice lo que quiere que es una patria generosa y solidaria. Quizá, por eso el rechazo suyo e interpósito, que recibió el Secretario de Gobernación, quien llegó hasta la zona de los derrumbes con el fin de hacer presente al gobierno peñista.
Claro, se podrá decir que son voces aisladas, pero la irritación se pulsa en el ambiente, en los rostros ignotos y la rabia de la palabra y los silbidos.

No son bien recibidos estos pero tampoco otros políticos, que mejor ven el drama desde la comodidad de su casa o las oficinas partidarias. No atinan qué hacer, como sumarse a la movilización ciudadana, cuando su oferta de solo hace unos días era que con las coaliciones se garantizaría ya no digamos la gobernabilidad sino tener capacidad para responder a lo cotidiano, y porque no lo circunstancial, lo que hoy se vive en la Ciudad de México que demuestra que poco sirvió como prevención la experiencia catastrófica del 19 de septiembre de 1985. Ahí estaría como ejemplo en la Delegación Coapa-Tlalpan, el derrumbe del Colegio Enrique Rebsamen que sus constructores seguramente no se ajustaron estrictamente a normas antisísmicas y ha costado la vida de al menos dos docenas de infantes.

Y es que un sismo supondría mayor prevención en las obras autorizadas para ser construidas sobre el antiguo manto acuífero de la gran Tenochtitlán. Nuevamente la simulación y la corrupción. Que está visto cuesta vidas que no deberían perderse dejando padres sin hijos, hijos sin padres, hermanos sin hermanos.

Es lo que expresa el dolor de ese joven que lloraba, llora, por la ausencia de ese hermano que en un tris desapareció entre los escombros pero también llora por su ciudad, su país, que en esta circunstancia sale del letargo y la indiferencia. Que va con todo a prestar ayuda con lo que tiene. Es el tamalero que regala su producto a los rescatistas, los taqueros haciendo lo propio o los Topos que están dispuestos a perder la vida con tal de salvar la de otros. Y también son los soldados y marinos, y hasta los granaderos, que han dejado otras tareas para sumarse al rescate de los desaparecidos.

En definitiva, el sismo del pasado martes, ha provocado una gran tragedia, pero afortunadamente despertó lo mejor de la gente de esa ciudad que a muchos provincianos nos ha acogido, soy uno de ellos y lo vivido el 19 y 20 de septiembre al transitar por sus calles y ver los rostros de la gente ha sido una enseñanza de vida. Pero, muy especialmente me quedó con ese rostro ubicuo que sintetiza toda la tragedia humana. Nuestra tragedia.

Gobierno de coalición, juego de posiciones

viernes, septiembre 15th, 2017

En política democrática los liderazgos son muy importantes, pero más valioso es la suma de personas y sobre todo de programas de gobierno. Foto: Tercero Díaz, Cuartoscuro

Hay razones para pensar que entre un PRI que seguramente se mantendría en el mismo camino de las políticas Peña Nieto y un Morena que ofrece un difícil programa de “regeneración nacional”, la emergencia de un polo centro derecha con una oferta de un gobierno de coalición podría resultar atractivo para millones de mexicanos.

El mejor ejemplo de esta tendencia es que en las últimas encuestas de intención de voto, AMLO se mantiene como el aspirante a la Presidencia de la República con mayor porcentaje de intención de voto mientras en el terreno de partidos y coaliciones es el llamado Frente Ciudadano de la triada PAN-PRD-MC es el que recoge las mayores simpatías (El Economista-Mitofsky) aunque la más reciente señala a la alianza Morena-PT (Reforma).

¿Qué terminara imponiéndose? El personaje o la coalición. En México está comprobado desde hace ya algún tiempo que la gente vota como coloquialmente se dice por el “mono” y es AMLO en un escenario de alta fragmentación del voto. Ninguna encuesta hasta ahora indica que AMLO vaya más allá del 35 por ciento lo que significa que muy probablemente tendremos una competencia de tercios. Así, fueron las elecciones presidenciales de 2006 y luego las de 2012 donde una, “haiga sido como haiga sido”,  la ganó el PAN y la otra el PRI.

Un escenario de estas características obliga a todos los partidos a estrategias de agregación y generación de polos de atracción de votantes. El PRI lo hace con el PVEM y el PANAL; el PAN en cambio con lo que queda del PRD y un lánguido nacionalmente MC mientras Morena con el PT, sino es que después del affaire Monreal, termina yéndose al Frente de centro derecha o lanzando al mismo Monreal, como candidato presidencial, quien sería un buen candidato pero sin duda fragmentaria más el llamado voto presidencial de izquierdas.

Se puede argumentar en contra que AMLO es el que tiene los votos de la izquierda, el del descontento, el de los irritados, qué es el único liderazgo que crece mientras el resto se encuentra estancado pero está visto que no es suficiente para ganar.

En fin, los más optimistas dirán que va porque va para arriba, pero esto apenas empieza. El único candidato en campaña es él, pero cómo se sabe, cuándo hay candidatos registrados, se ponen en marcha las maquinarias partidarias y eso al menos mediáticamente tiende a equilibrar la competencia.

Hoy, el PRI tiene al menos media docena de aspirantes a la candidatura, el PAN otro tanto y si bien eso provoca lucha interna, desgaste, y al final se impone la disciplina de partido con sus sistemas compensatorios, salvo algunas rupturas en escala baja.

Y es donde la propuesta de un “gobierno de coalición” podría adquirir una relevancia especial. Este modelo es, aquí o allá,  el antídoto a la fragmentación del voto,  no entiendo porque AMLO que durante años ha venido hablando de la necesidad de un cambio de régimen no se haya acogido a esta figura para potenciar su candidatura. La única explicación la encuentro en el fuerte centralismo de Morena y el personalismo de AMLO. Y, quizá, ahí radica su debilidad, la falta de visión pues no me cabe la menor duda que es el líder que tiene mayor legitimidad para enarbolar estos caminos inéditos en la formación de gobiernos.

El no haber impulsado de inició un gobierno de coalición, hoy hace que Morena se encuentre prácticamente sola y sólo con la esperanza de que al fin los ciudadanos le den el voto suficiente para llegar a Palacio Nacional –él, ha dicho, que en caso de ganar la elección presidencial ahí viviría- pero lamentablemente ha tomado el camino más difícil, hacerlo sin las otras fuerzas de la izquierda, que me consta tiene militantes maravillosos que sacrifican todo su tiempo libre para sumar a la causa lopezobradorista.

En política democrática los liderazgos son muy importantes, pero más valioso es la suma de personas y sobre todo de programas de gobierno. El gobierno de coalición técnicamente aporta lo mejor de cada partido. Es lo que ofrecerán el PAN-PRD y el MC, armaran seguramente un programa de gobierno atractivo que será el eje de sus campañas, reconociendo implícitamente que ninguno de ellos tiene la suficiente fuerza para ganar pero, sumados, están en mejores condiciones de competir por la victoria.

Y más allá de la hilaridad del momento, es lo más novedoso que se perfila para las elecciones de 2018. Claro, puede ser una estratagema destinada a bajar votos a López Obrador; claro, puede ser puro engaño electoral; claro, puede ser que no haya finalmente programa de coalición de gobierno.

Vamos, no hay una ley reglamentaria que regule los gobiernos de coalición, y eso da argumentos para cuestionar su existencia. Pero, quien le quita a estos partidos coaligados, la oferta de un gobierno de coalición, programático, inédito, esperanzador.

Nadie, pero, lo cierto, es que estos tres partidos están haciendo política en un escenario de fragmentación del voto, leen correctamente el mensaje de los votantes, tanto en elecciones federales como estatales (en 2016 el PAN y el PRD ganaron las elecciones estatales de Quintana Roo, Durango y Veracruz y Morena que pese a que fue el partido con mayor crecimiento no logró ningún triunfo de gobernador).

En un escenario de alta fragmentación del voto ir solo debilita, hace menos competitivo, se va a contracorriente de un mensaje que ya viene de varias elecciones, y a Morena que millones de mexicanos  lo ven como la “opción” para combatir la corrupción y acabar con la impunidad,  para ir en busca de la reconstrucción nacional, no merece esta falta de cálculo en un momento en que las coordenadas se alinean para un gobierno de izquierda.

Sé que se puede decir hasta el cansancio que los otros son los que tienen “jodido” al país y qué bueno que se van por su lado porque son parte de la “mafia del poder”, pero en política electoral las cosas no funcionan así, la máxima de sumar, sumar, siempre será la llave para alcanzar triunfos en un sistema de partidos competitivos. No hay de otra. Es un trabajo de filigrana de arreglos entre élites políticas. Donde el bien mayor siempre debería imponerse por simple lógica de que en política el que gana no gana todo. Pero es mucho. Al tiempo.

Ultiminio “Sugar” Ramos

viernes, septiembre 8th, 2017

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Mi infancia y parte de mi adolescencia la pase en las peluquerías de la familia en Los Mochis donde la gente se reunía para atenderse y conversar sobre las noticias que llegaban desde fuera de nuestro pequeño paraíso verde. Los deportes eran charla obligada entre los clientes que en ese entonces bebían cerveza mientras les cortaban el cabello o les rasuraban al ras. En ese mundo fantástico de tijeras, navajas, peines,  jabonaduras, aceites, vaselina y lavanda brotaban los nombres de los grandes boxeadores de los sesenta y principios de los setenta.

El diario Esto! era una fuente obligada de consulta pero también de recreación del mundo del pugilismo. Creación interminable de mitos en esos templos sacrosantos de fogueo y sudor que son los gimnasios con sus costales, peras, espejos, ring, guantes. De ilusión de estar en los grandes escenarios y bolsas generosas de billetes verdes (o sea, antes que Mayweather o su émulo culichi, el junior JC Chávez, los exhibieran como un ejercicio de ostentación sin pudor).

En ese entonces, fue cuando escuche por primera vez el nombre de Ultiminio Ramos, un nombre de pila irrepetible que le pertenecía a un cubano de expresión seca  que denotaba un aire de tristeza contenida, profunda, nostálgica, ausente. Quizá, era la expresión de la añoranza por la Cuba que había quedado atrás y que en mucho tiempo no volvería a ver. Este hombre robusto de cuerpo fuerte, al que de niño yo lo veía inmenso, capaz de tumbar de un solo golpe al mejor, esta semana se ha despedido de este mundo. Un cáncer de próstata acabó con una vida dedicada al boxeo y a la música antillana. Murió en el silencio pero la noticia inmediatamente circuló por las redes provocando miles de notas y comentarios del otrora bolerito que deambulaba por las plazas de su pueblo en Matanzas.

Aquí, hablaremos solo de su paso por los encordados, esos espacios físicos que siguen sintetizando la catarsis colectiva. Este cubano abandono su país con escasos 17 años después del triunfo de la revolución fidelista, cuando en la isla fue prohibido el boxeo de paga “por ser una manifestación capitalista que corrompía el deporte”. Viaja con lo poco que tenía a México, al igual que José Ángel “Mantequilla” Nápoles, y nuestro país adopta a este boxeador en ciernes para seguir su carrera en los cuadriláteros mexicanos y estadounidenses. Eran los años cuando el país se estremecía con grandes movimientos sociales pero igual en los grandes escenarios donde los boxeadores podían dejar la vida sobre el ring.

Ultiminio Ramos, era uno de esos boxeadores todo-terreno, que recibía pero también devolvía candela. En su currículum boxístico hay dos muertes producto de su fuerte pegada. La primera fue la del cubano José “El Tigre” Blanco en 1958 en su país y la otra del norteamericano Davey Moore en marzo de 1963 en el Dodger Stadium de Los Ángeles a quien noquea en décimo de una pelea pactada a quince  rounds. Moore sale muy golpeado y tiene que ser hospitalizado, pero el daño estaba hecho y al cuarto día pierde la vida y  el campeonato mundial pluma del naciente Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial del Boxeo.

Aquellos eran tiempos donde el boxeo no esperaba mucho para que los campeones estuvieron de nuevo en el ring defendiendo una corona y Ramos no fue la excepción y el 13 de julio de aquel año defiende su corona frente al nigeriano Rafiu King en la monumental Arena México a quien derrota contundentemente. Luego reaparece el 1 de marzo de 1964 frente al gran boxeador japonés Mitsunori Seki, a quien derrota por nocaut en el sexto asalto y el 9 de mayo del mismo año, se enfrenta al ghanés Fioyd Robertson a quien en una pelea donde se dan con todo termina ganándola por decisión dividida.

Inmediatamente después de este triunfo se pacta la pelea con uno de los grandes del boxeo mexicano: Vicente “El Zurdo de Oro” Saldívar, quien con escasos 21 años, derrota al cubano en una pelea trepidante en la Plaza de Cuatro Caminos. Luego de ese combate Ramos sube a la categoría de ligeros donde en 1967 busca la corona de las mismas asociaciones enfrentándose en dos ocasiones al boricua Carlos Ortiz sin éxito. Los años siguientes se mantienen en los rings pero su época de oro había terminado y en 1974 cuando sucumbe ante el congolés César Sinda decide colgar los guantes con solo 28 años.

Ultiminio Ramos, se había iniciado como amateur en su natal Matanzas, donde con ese carácter sostiene más de 100 peleas y ya como profesional agregaría otras 55. Se retira del box profesional con un récord de 40 nocauts, 7 derrotas y 4 empates. Su trayectoria en el mundo del boxeo le lleva a ser incluido como miembro del Salón Internacional de la Fama del Boxeo en Nueva York.  Su estilo elegante lo llevó a ser considerado uno de los grandes boxeadores técnicos. Y la máxima “pegar mucho y que a ti te peguen poco” se volvió una suerte de biblia del boxeo.

El gran Ultiminio, junto con otros boxeadores de la época, fueron un estímulo a la imaginación en las noches de TV en blanco y negro o la radio de los grandes cronistas boxísticos, que fueron capaces de transmitir toda la emoción de esas peleas que nos transportaban a dimensiones insospechadas donde estaba la respiración sincronizada, la mirada fija, los swings y jabs, el sudor, el aliento caliente en la oreja durante los amarres, el golpe fulminante. Otra opción de vida. Descanse en paz en el jardín de los grandes de la época dorada del boxeo mexicano.

 

#SinVotoNoHayDinero

viernes, septiembre 1st, 2017

En definitiva, la iniciativa de Pedro Kumamoto es loable, demuestra que cuando hay voluntad política de cambiar las cosas es posible. Foto:

En la pasada colaboración en SinEmbargo abordé lo que llamé el “modelo infame” de financiamiento electoral que está construido con un criterio progresivo que aumenta los presupuestos cuando cualquier persona se acerca al Registro Federal de Electores para ser dado de alta –independientemente de que el solicitante luego retire o no la credencial de elector-, y es que el multiplicador se activa hasta el infinito desde que esta credencial asumió el carácter de carnet de identidad.

Bien, pues esto, que sigue siendo una realidad en todo el país, a partir de 2019 podría empezar a cambiar, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió esta semana que la iniciativa ciudadana #SinvotoNoHayDinero es constitucional en el estado de Jalisco.

El modelo de financiamiento vigente que se utiliza para alimentar a los partidos en elecciones federales y estatales, recordemos, ha provocado un incremento espectacular del dinero público invertido en la organización de las elecciones. Sólo en 2018 se gastarán oficialmente 6 mil 788 millones de pesos que la federación entregará a los partidos políticos nacionales, más un aproximado de 6 mil millones que se desprenderán de los estados y municipios a esos mismos partidos más, donde los haya, a las formaciones estatales y los candidatos independientes, y por si eso fuera poco, estarán los recursos privados legales que contempla la ley y el costo de los tiempos fiscales en medios de comunicación.

O sea, redondeando la cantidad dedicada a las elecciones, podría superar fácilmente los 20 mil millones de pesos, una cantidad exorbitante que demuestra lo que ya se sabe: que quizá tenemos la democracia electoral más cara del mundo. Pero si esa cifra provoca molestia hay otra produce algo de alegría.

Pedro Kumamoto, el joven Diputado independiente de Jalisco, presentó este año una iniciativa de ley destinada a corregir esta anomalía financiera, y logró el pasado 1 de junio pasado que el Congreso tapatío aprobara una reforma de fondo que consiste que en “años electorales se deberá multiplicar el 65 por ciento de la Unidad de Medida de Actualización (UMA) por el número de votos obtenidos durante la última elección, mientras que en años electorales será el 20 por ciento de la UMA multiplicado por el padrón electoral”, o sea, a partir de 2019 será la UMA y no los salarios mínimos los que definan los presupuestos electorales.

La UMA, nos dice INEGI, es una referencia económica aprobada y usada desde el 27 enero de 2016 y fue introducida para sustituir el esquema de veces salario mínimo (VSM), con el que se calculaba el pago de diversas obligaciones de gobierno.

Que dicho en pesos y centavos en el caso de Jalisco, un estado que tiene un padrón electoral aproximado de 5 millones 700 mil registros, significará que este deja de tener los salarios mínimos para determinar el presupuesto anual de los partidos políticos y en la siguiente elección local a 2018 será de 47 pesos por cada voto que se emita y se distribuirá en forma directamente proporcional a los votos recibidos por cada partido. O sea, para que vaya dinero a los partidos, no sólo debe haber empadronados, sino, lo más importante, que haya votos. Una iniciativa de este calibre, nos dicen, representará un ahorro al erario público de 556 millones en los primeros tres años que podrían ser destinados a políticas sociales.

Sin embargo, era de esperar reacciones en contra por parte de los partidos, y fue el insaciable PVEM el que inicio una acción de inconstitucionalidad ante la SCJN, argumentando que los congresos estatales no tienen competencia en materia de definición de los presupuestos electorales, lo que resulta un contrasentido cuando el 115 constitucional expresamente señala que una de las funciones de las legislaturas estatales precisamente son el diseño de la política de ingresos y el presupuesto de egresos, y velar por la buena aplicación –y, quizá eso sustancie una controversia constitucional que en breve presentarán el PAN y PRD ante la SCJN por el traslado de competencias fiscalizadoras del Congreso al Gobierno de Sinaloa.

Los ministros de la Corte revisaron el caso detenidamente y resolvieron siete votos a favor y contra cuatro la iniciativa del Diputado independiente, lo que significa la legalidad del acto jurídico, y eso es una buena noticia, pues con este antecedente pueden multiplicarse las iniciativas en la federación y los estados. Sobre todo cuando ven impotentes cómo se reduce el gasto del Gobierno mientras el crecimiento en materia electoral es progresivamente abusivo.

Esta reforma es más de fondo que aquellas iniciativas, como las recientemente aprobadas por el Congreso del estado de Sinaloa, que reducen el número de diputados y regidores buscando reducir el costo de la representación, pero no cambian la fórmula de salarios mínimos versus padrón electoral en la definición de los presupuestos asignados a los partidos políticos.

Se podrá decir que la resolución de la SCJN llega tarde porque no tendrá efectos prácticos en los comicios concurrentes tapatíos de 2018, y porque su constitucionalidad estaría limitada a ese estado del occidente mexicano, incluso la inequidad de la llamada “doble bolsa” que reciben los partidos nacionales en perjuicio de los partidos locales o los eventuales candidatos independientes.

Esto es cierto, sin embargo, desde nuestro punto de vista, el mayor riesgo que podría traer la reducción de los presupuestos electorales sería que se incremente el financiamiento privado en su variante ilegal y en ese sentido Jalisco, Lavajara como llama nuestro colega Diego Petersen a Guadalajara, podría ser un excelente laboratorio de esa sí competencia desleal.

En definitiva, la iniciativa de Pedro Kumamoto es loable, demuestra que cuando hay voluntad política de cambiar las cosas es posible, ahora se necesitan políticos que echen hacia adelante los cambios en la federación y el resto de los estados, y es una cuestión que urge a los gobiernos que se encuentran fuertemente endeudados o en bancarrota y que por una urgencia pública deben modificar esos presupuestos que son verdaderamente escandalosos cuando no limitantes para llevar políticas públicas de amplio beneficio social.

Es cuánto.

 

 

 

 

La casa de Kijano

viernes, agosto 11th, 2017

Estar frente a una obra de Kijano es entrar a un espacio mágico de una historia antigua. Foto: Especial

Cruzar el portón de la casa de Patricia Molinar y Carlos Maciel en la bella Cuernavaca es encontrarse siempre con sus palabras amables y sus sonrisas generosas, es el reencuentro con los amigos con quienes has compartido la sal y la miel de la vida, y el compartir la cerveza, la risa, los recuerdos.

Pero, no sólo eso que es mucho, es entrar a una casa donde el amor, el arte y la naturaleza exuberante confluyen y generan una atmosfera que subyuga los sentidos, las emociones, las ganas de existir.

Esa casa situada en la parte alta de Cuernavaca la mandó construir el psicoanalista Erich Fromm a fines de los años cincuenta. Ya había publicado El Arte de Amar que estuvo influido por el amor que le profesaba a su esposa, la norteamericana Annis Freeman, con quien se había casado en terceras nupcias en diciembre de 1953.

Una mujer que sus biógrafos la describen como inteligente, alta y sensual, glamorosa y exuberante,  y practicante de astrología con reputación de hacer predicciones acertadas, eso probablemente la vinculó al pensamiento zen y fue la causa de una intensa comunicación epistolar que  sostuvo con Fromm y terminó convirtiéndose en un cortejo que derivaría en un gran amor que se cultivaría en medio de ese gran jardín que hasta el día de hoy permanece gracias al sentimiento amoroso que mantienen sus actuales residentes: la antropóloga Patricia Molinar y el historiador y artista plástico, Carlos Maciel, mejor conocido en el medio de la plástica como Kijano, ella nació en la capital de Durango y él en la costa  guerrerense, un día las circunstancias y la política los reunió en las tierras que vieron nacer a José Revueltas.

Ellos hace tres años abandonaron el paisaje sinaloense, aquel de las espigas de trigo y volutas de algodón, el de los tomates carnosos y las flores amarillas de zempasúchil, su Universidad a la que entregaron una parte importante de sus vidas y afanes. Así pasaron a vivir el verde morelense en sus distintas tonalidades: verde glauco, esmeralda, foresta, sinople, jade, iridio u oliva que el visitante tiene a la vista al cruzar entre las plantas, los arbustos y los árboles recios, además de consumir un instante el sonido relajante del riachuelo que fluye por las piedras de la cañada y hermana con los interiores en un despliegue de matices sensoriales.

Pero, no solamente es el verde, que sin duda es maravilloso, sino la forma y el color en el sentido más amplio de la palabra, es acceder al espacio íntimo de los Maciel-Molinar, abordar una carabela antigua que lleva a cada momento por distintos paisajes de la creación y  esa naturaleza cuidada con la maestría que dejan los años de cultivar los detalles.

Te da la bienvenida un mural de gran formato de su hermano Leonel quien en ese trabajo que llevó meses incursiona en lo más primitivo del ser, el deseo y la lujuria, a través de imágenes provocadoras donde el coito deja de ser un acto privado para exhibirse con la llanura que ocurre en el mundo rural y donde la zoofilia pecaminosa es un hecho tan cotidiano como el alumbramiento de seres que traen la semilla de nuevos coitos.

Sin embargo, es la obra de Kijano que se encuentra a cada paso por ese bello espacio, es el color intenso que le imprime a sus alegorías jocosas donde las mujeres ocupan un lugar central en su obra. Es el morado, el rojo, el verde, cualquiera color que potencie la fuerza en sus obras plásticas en un despliegue incontenible de imaginación y libertad.

Estar frente a una obra de Kijano es entrar a un espacio mágico de una historia antigua que el poeta José Ángel Leyva testimonio en ese bello libro que lleva por título: La noche del jabalí, fábulas de lo efímero (Praxis). Sus personajes son seres despojados de asideros morales que lindan en la dulzura de lo pecaminoso. Que flotan en un paisaje donde las flores no dejan de estar como tampoco pequeños visitantes que atisban desde un rincón de ese jardín que guarda todavía grandes historias de sus antiguos moradores.

La casa, además, es un espacio donde la palabra, la reflexión, la duda y el deseo de un mejor mundo, un mejor México, siempre está en las charlas de los Maciel-Molinar con los hijos y amigos que llegan desde distintas latitudes para maravillarse con la armonía que encuentra en esa casa, en ese lugar, de agradables contrastes.

Y es que ellos ponen cada cosa en su lugar, aquí una pequeña figura de un coito  desprejuiciado, allá un lienzo con reminiscencias caucásicas y más allá un ventanal que permite ver el retozo imperturbable de un perro viejo San Bernardo que, solo de vez en vez, sacude las orejas para ahuyentar la mosca con su zumbido durante una tarde de verano.

Carlos y Patricia, como antes Erich y Annis, viven intensamente la reflexión, la lectura, la escritura, el arte y un amor insondable solo inteligible en aquellas palabras de Erich cuando al saber que Annis estaba enferma de cáncer de mama, cuando ese drama de la vida los puso en otro plano, y a ella la llevó a hacerse una mastectomía, en esos días sombríos Fromm le escribiría: Mi hermoso amor, te amo tanto que duele, pero el dolor es dulce y hermoso. Deseo que lo sientas cuándo duermas.

Las casas solariegas, esos lugares maravillosos, donde algunos pasan buena parte de su vida, y en ese espacio íntimo de gente maravillosa confluye el amor, el deseo, los amigos, la creación y la solidaridad, pero también como parte de la dinámica azarosa de la vida, están la fatiga y el desgaste natural que traen los años y nos va volviendo pequeños frente a la fortaleza de esos árboles macizos, imperturbables, como sus habitantes momentáneos que buscan en ese pequeño paraíso un espacio para el descanso bajo la sombra de una buganvilia.

Quizá, por eso Kijano desde la serenidad de su estudio, escribe con una prosa clara y nítida el quehacer de esos pequeños personajes que habitan el bello jardín que alguna vez disfrutaron Erich y Annis,  y ahora ellos con sus amigos que cruzan de vez en vez el portón, donde siempre los recibirá el abrazo fraterno, la palabra amable y la sonrisa franca. La vida.

Salón Los Ángeles

viernes, agosto 4th, 2017

La de los grandes salones como este o el desaparecido Salón México, donde la gente llegaba al ligue,  la catarsis, o a bailar sin más, como él mejor. Foto: Cuartoscuro.

No era una noche más, era la del festejo de los primeros 80 años de esta institución cultural legendaria ubicada en el corazón de la Ciudad de México, en la mismísima colonia Guerrero, los organizadores de tan noble evento habían echado la casa por la ventana convocando a sus fieles y curiosos trayendo al lugar a algunas de las orquestas que han sacudido las paredes de este lugar que alguna vez, se dice, fue una bodega para guardar carbón.

Esa noche vimos pasar por el escenario entre otras a la orquesta renovada del inolvidable cubano Dámaso Pérez Prado, El Rey del Mambo, que efusivos recordaban sus piezas más emblemáticas: ¡Que rico el Mambo!, Guantanamera y los Mambos número 5 y 8; llegaron también los grandes de la salsa cubana que integran el conjunto Son 14 que interpretaron el mejor repertorio de su líder Adalberto Álvarez Zayas, el llamado Caballero del Son, con su A Bayamo en coche, Mi linda habanera o Jugando con candela; además, no podría estar ausente del festejo la cubanísima Sonora Matancera creada en 1924 por el gran Valentín Cané y que desde entonces recorre los mejores escenarios donde se reúnen los amantes de la música salsa. Estaban todos sus jóvenes integrantes de plácemes y su intérprete, un joven de buen ver sólo tenía la sombra de dos bellas mujeres que hacían el coro con voz, teta y caderas. Se escucharon las clásicas, aquellas bellas piezas que interpretaron doña Celia Cruz, Bienvenido Granda, Daniel Santos o Miguelito Valdés.

Para todos los miembros de las orquestas, seguramente el onomástico fue un acto de memoria  agradecimiento, y un alto sentido de pertenencia. De encuentro con un pasado que no se ha ido. Que no se irá, mientras haya quienes gusten de lo guapachoso, encendido, incluyente de los ritmos caribeños que siguen siendo una música capaz de levantar un tísico. Alegrar la tarde a un enfermo o hacer bailar a un niño.

Y que mejor estética para significativo evento que la del Pachuco, aquel personaje de barriada que Octavio Paz en el Laberinto de la Soledad lo definiría como el compatriota que “no quiere volver a su origen mexicano; tampoco –al menos en apariencia– desea fundirse a la vida estadounidense. Todo en él es impulso que se niega a sí mismo, nudo de contradicciones, enigma. Y el primer enigma es su nombre mismo: pachuco, vocablo de incierta filiación, que dice nada y dice todo… Queramos o no, estos seres son mexicanos, uno de los extremos a que puede llegar el mexicano.» Y que en las noches de rumba, aparece en las sombras, el vaho etílico y el humo de los cigarrillos.

Es la imagen irreverente zoot suit del cineasta Luis Valdés, que va por su segunda época en teatro con el actor Damián Bichir quien con la indumentaria inconfundible de estos seres de la marginalidad visten con elegancia, propiedad, pertenencia: Trajes holgados de colores provocadores, corbatas anchas como una banda presidencial y sombrero de fieltro con la plumita al aire a la Germán Valdez, Tin Tan. Calcos de charol que siguen elevando la presencia que se corona con la lenguaje irreverente de los chicanos: Aquella del ¡Ese, carnalitoooo…! Mirada evasiva y una danza profesional, ensayada mil veces para una noche como esta, dónde todos salen a espantar sus demonios. En esa fiesta los pachucos eran los reyes de la pista y el alter ego de los bailarines frustrados y capaces de reconocerlo en el otro. Compañeros momentáneos de mujeres dispuestas a compartir suela, piso, aire.

El gentío se arremolinaba ante estos seres incansables que lo mismo bailaban un mambo que un son; un merengue o una bachata. Marcaban el ritmo y la gente se contorsionaba con alegría. No había distingo de edades, clases sociales, color de la piel o preferencia sexual. La música convoca y democratiza los espacios, las catedrales que alimentan los sentidos une a los diferentes. Estaban ahí personajes del tipo de Cuauhtémoc Cárdenas y es que si uno saca las cuentas, el Salón Los Ángeles se inauguró  en 1937, durante el gobierno de su padre. Aquel gobierno de corte popular que estimuló todas las iniciativas destinadas a reivindicar las mejores tradiciones culturales de la época.

La de los grandes salones como este o el desaparecido Salón México, donde la gente llegaba al ligue,  la catarsis, o a bailar sin más, como él mejor. No se olvide que hasta hace unos años en el Salón Los Ángeles no se vendían bebidas alcohólicas, lo que le daba un toque sobrio como una catedral del pueblo. Una autocensura que hacía honor al carácter dancístico y sensual del lugar. Sin embargo, aquello ya cambio y ahora el visitante puede beber un whiskey mientras admira a las parejas que danzan a ritmo de la música de las grandes orquestas.

Esa noche salimos mi hermano Pedro y yo exhaustos con la alegría untada en el cuerpo, y todavía entre la algarabía y el ritmo de la Matancera. Tomamos un taxi y cruzamos el centro de la Ciudad de México, y no pude dejar de recordar mi época de estudiante en la UNAM, eran los años setenta y a los provincianos la Ciudad se nos ofrecía con todo lo que tenía y una de ellas era el encuentro con la música caribeña que se escuchaba todavía en radios de transistores.

Por supuesto, la del festejo no fue una noche más, fue simplemente única, para no olvidar, y sentirse vivo.

15 suspirantes para el 2018

viernes, julio 28th, 2017

La amplia mayoría son hombres, sólo Margarita Zavala e Ivonne Ortega, aparecen entre los quince aspirantes, las mujeres están infrarrepresentadas con solo un 14 por ciento en un país que tiene 52 por ciento, además, ambas políticas no pintan mucho en la intención de voto. Foto: Cuartoscuro.

Acaba de aparecer el libro Los suspirantes 2018 (Planeta), coordinado por Jorge Zepeda Patterson, un libro de semblanzas de aquellos políticos que aspiran a gobernar al país. Inscrito en la tradición del periodismo de semblanza es un libro ameno y no por ello falto de rigor que nos pone al día sobre la trayectoria de 15 personajes y que con mayor o menor fortuna aparecen en todas las encuestas de intención de voto. Algunos de los textos compilados son mesurados, políticamente correctos y otros más atrevidos y llegan a delatar pasajes de actos personales que son inevitablemente insumo de escándalo mediático.

La amplia mayoría son hombres, sólo Margarita Zavala e Ivonne Ortega, aparecen entre los quince aspirantes, las mujeres están infrarrepresentadas con solo un 14 por ciento en un país que tiene 52 por ciento, además, ambas políticas no pintan mucho en la intención de voto.

Ahora bien, esta es una generación de políticos de clase media con más preparación académica, con carreras político administrativas veloces y menos dispersas a las de los políticos del pasado, varios de ellos hablan idiomas y hasta presumen haber realizado estudios en el extranjero son, salvo excepciones, parte de las grandes familias de la política mexicana que se formaron en la llamada transición mexicana y que aspiran todos, con mayores o menores méritos, a gobernar a México (o al menos, en el siguiente sexenio no estar fuera del presupuesto público).

La mayoría de ellos y ellas nunca llegaran a la Presidencia de la República pero son factores reales de poder en sus partidos. Son de tres partidos y hay tres a los que no se les conoce militancia partidaria. No obstante, José Antonio Meade y Miguel Ángel Mancera ocupan actualmente posiciones de gobierno en la federación y en el gobierno de la hoy Ciudad de México. Esta además el declaradamente independiente: Emilio Álvarez Icaza, quien tiene una larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos.

Las trayectorias políticas de cada uno de ellos y ellas son convencionales. Arribaron a la política la mayoría de ellos en los años ochenta y noventa. Se integraron algunos de ellos y ellas desde muy jóvenes a un partido incluso los hay que han estado más de uno. Hicieron talacha militante en las campañas electorales pero hay otros que llegaron por arriba sin pasar por la aduana partidaria. Incluso, no deja de ser azarosa la forma en que varios de ellos escalaron en la pirámide partidaria y la burocracia del gobierno. Es el caso de Manlio Fabio Beltrones quién llega a la Secretaria de Gobernación en los tiempos siniestros de Fernando Gutiérrez Barrios o Eruviel Ávila que hacía política en Ecatepec de la mano de Onécimo Cepeda: “quien llegaba a las fiestas siempre con un grupo de jovencitos” en clara alusión a su pederastia. No menos tacha es la trayectoria sombría de Margarita Zavala que alcanza visibilidad gracias a su marido Felipe Calderón, quien hoy es su peor negativo por la decenas de miles de homicidios dolosos y desaparecidos que ocurrieron durante su gobierno y están impunes.

Son, repito, la mayoría de ellos producto de la transición política que vivió el país luego del ciclo de reformas electorales que iniciaron en 1977 y que favoreció nuevas oportunidades para los interesados en hacer política de manera abierta. Legal. Atrás quedaba el tiempo de la marginalidad y la persecución política de quienes se atrevían a cuestionar el status quo para dar paso a un sistema más o menos ordenado de competencia por los votos. Con instituciones más o menos eficaces para contar los votos y distribuir el poder.

Sin embargo, no todo lo viejo de la política se ha ido, permanecen inercias autoritarias en este complejo mosaico llamado México, que se hacen presente a cada momento. Más, el papel de actores emergentes criminales que influyen en los resultados electorales de algunas regiones. Y es justo lo que tendremos a prueba en 2018 y antes dentro de los mismos partidos. AMLO no tiene adversario interno en Morena, es el único seguro de aparecer en la papeleta en tanto en el PRI y el PAN las corrientes escenifican una lucha interna feroz por la candidatura presidencial.

Esto sucede, cuando México, pasa por un momento especialmente complicado producto de la violencia criminal y la corrupción. Y varios de los suspirantes no son ajenos a la aplicación de políticas de exclusión social. Son los casos notorios de Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio Chong, José Antonio Meade, Luis Videgaray y Manlio Fabio Beltrones, quienes juntos con el también aspirante panista Ricardo Anaya o el perredista Silvano Aureoles, fueron piezas claves para la firma del llamado Pacto por México. Pacto interpartidista que lejos se encuentra de otorgar los beneficios que en su momento se hicieron públicos en discurso y publicidad oficialista y, dicho de paso, explica la irritación social frente al poder.

No se hable de la molestia pública por lo que se conoce como “puerta giratoria”, donde funcionarios públicos con información privilegiada un día dejan de estar en la nómina de gobierno para el otro ser inversionistas y asesores de grandes empresas interesadas en hacer negocios en México. Esto ha sido una de las marcas del gobierno de Enrique Peña Nieto y el mismo y su familia se han beneficiado como sucedió con el affaire de la Casa Blanca donde en abierto conflicto de interés aceptó una propiedad a nombre de su esposa.

En fin, el texto de marras, ofrece información periodística relevante, más en unos que en otros capítulos y sobre cada uno de los miembros de este selecto grupo de personajes de donde saldrá seguramente el próximo Presidente de la República.

Recomendable!

La sociedad de la crispación

viernes, julio 21st, 2017

No siempre fue así. Antes la gente era más amable. Más humana la relación entre personas. Foto: Cuartoscuro

“Este hijo de puta debe renunciar junto con todos los compinches. Son un atentado a la democracia. Son asalariados VIP del régimen de bandoleros que comandan Salinas, senadores, jueces de toda laya, secretarios de Estado y toda una bola de jijueslachingada (sic) corruptos de los 3 niveles de gobierno. Y los que están más arriba de ellos”, escribe un internauta enfurecido con boleto o sin boleto.

Pero, también, veo en la calle a un hombre que reclama enfurecido porque no le dan el cambio fraccionado, cosa de 40 centavos que sirve para nada, pero es suyo. Sé, además, de una profesora  desquiciada que corrió a sus alumnas por llevar minifaldas. Veo un video de unos policías golpeando con odio a un hombre que protesta por algo. Un espontáneo sin más airadamente le mienta la madre al Presidente cuando iniciaba una carrera por el Bosque de Chapultepec. Incluso, se de la muerte por nada, solo la satisfacción del instinto asesino, allí están el creciente número de feminicidios, por todos lados del país.

Es la historia de cada día en nuestras ciudades y pueblos. Hay demasiados enojados con el arma en la mano o en la lengua, el teclado. No todas son por razones políticas o delincuenciales. Hombres y mujeres comunes y corrientes que traen encima una bomba de tiempo y dispuestos hacerla estallar en cualquier momento y lugar. A los que los elementos reguladores de la conducta humana parecen no estarles funcionando.

Así, nos dirá Freud brota la parte primitiva del ser, el ello que despojado de cualquier freno moral o éticos se expresa tal cual atendiendo a impulsos provocado por el hambre, la sexualidad, el instinto. Es la quiebra del superyó o sea de la “conciencia moral”, el ideal del yo, que todos tenemos en algún lugar de nuestra alma.

Se dirá que eso ya lo sabemos. Pero, lo que resulta más difícil de comprender que es lo que lo provocó, en qué momento se quebró el equilibrio que nos da la cultura, qué podemos hacer además de respirar profundo para no caer en provocaciones estúpidas. La mayoría de la gente está irritada. Cualquiera puede ser la razón. La prestación de un mal servicio. Un abuso en un cobro. Personalmente me irrita tener que dar vueltas por ineficiencia o simplemente por perversidad de ver a la gente ir y venir sin éxito.

Una reprimenda de un padre o un jefe. Activa resortes insospechados. Arrebatos sin control, desproporcionados y terribles. No son tiempos buenos para la vida en pareja, familia, comunitaria. Hay desconfianza, duda, tensión. Donde alguien la tiene que pagar. Sea el vecino, la cajera, el hijo o la hija.

No siempre fue así. Antes la gente era más amable. Más humana la relación entre personas. Recordemos a la gente promedio que frecuentábamos de niños o adolescentes. Los amores eran menos tormentosos. Más para caminar juntos, para toda la vida. Hoy los archivos de los juzgados están llenos de expedientes de divorcios y relaciones que permanecen pese a estar destrozados produciendo pequeños o grandes infiernos cotidianos.

Las prisiones están repletas de gente que no pudo contener sus emociones, sus manos, sus pies y los casos de violencia familiar aumentan exponencialmente. Los psiquiatras están haciendo su agosto con los enfermos mentales y más los “especialistas” dedicados a la atención de control de emociones. Los libros de autoayuda son un venero inagotable.  La gente vuelve a las iglesias buscando paz en lo sagrado como también quienes van a los clubes de AA para expiar culpas colectivamente. Tú me platicas tu historia, yo te platicó la mía, como una dialéctica purificadora.

En esos rituales íntimos la gente busca espantar sus fantasmas, su lado violento. Volverse una persona normal. Ya sin corajes, sin odios infundados, amar al prójimo, controlar su agresividad innata. La que todos llevamos dentro en lo más recóndito.

Recuerdo que hace algunos años en Madrid fui a presenciar una de las obras espectaculares de la compañía teatral catalana: La Fura dels Baus, el centro de la obra era una adolescente sin experiencia de vida más allá de lo familiar y amistoso, de los juegos entre hermanos, era de una familia cualquiera, lejos de lo pecaminoso, que tenía los instintos dormidos, como un oso invernando en una cueva glacial, y en un ejercicio teatral esa chica virginal con el acercamiento de los otros va despojándose paulatinamente de su coraza amartillada. De sus prejuicios y temores. Del respeto a los convencionalismos, las fórmulas de equilibrio social. La chica descubre su cuerpo y con el deseo, necesidad, placer y entonces empieza su lucha feroz contra lo que la habían moldeado. Lo que había hecho lo que era, su educación. Imagen y semejanza de la madre en el sentido metafórico. Entonces, eso la lleva al plano de las emociones al asesinato de la madre. Fuente de vida, convencionalismos, prejuicios. Todo lo que le impedía alcanzar la libertad. Para quedar en su estado primitivo y de ahí después volar como el Ave de Fénix que resurge de sus propias cenizas.

Por supuesto no es el caso de nuestro enojo colectivo, que no es tan mexicano, hay enojados en todos lados. Nuestra ruptura es otra dimensión de lo instintivo.  Buscar que alguien pague los enojos. No tiene un sentido onírico. Sino de molestia con lo existente y cotidiano. Con lo que agota tus fuerzas. Esas largas colas para al final encontrarte con una mala cara. Un mal trato. El político que roba y se va impune, mientras al común de la gente no le alcanza para llegar a fin de quincena.

Pero, eso que irrita, sigue siendo el terreno de los dioses, entonces los humores públicos, se enderezan contra el que está más cerca incluso el ser amado. Sea en la familia o la gente con quien se trabaja, y los desempleados con el que se encuentra, para cerrar me recuerdo el cuento del brasileño Rubem Fonseca: El Cobrador, cuando un hombre cualquiera va con el dentista a sacarse una muela y al terminar el trabajo el odontólogo esperaba el pago por su servicio y el desmolado en lugar de sacar la billetera saca una pistola y le da un tiro en la rótula y grita:«¡Yo ya no pago nada más, estoy cansado de pagar! ¡Ahora soy yo quien cobro!».

Así estamos.

 

La masacre de Villa Unión

viernes, julio 14th, 2017

los acontecimientos trágicos de Villa Unión plantean el drama que se vive en muchas regiones del país y los mecanismos que se utilizan para combatir al crimen organizado. Foto: Cuartoscuro/Archivo

No cuadran las declaraciones oficiales. No dicen que un grupo de hombres “fuertemente armados” llegó hasta una casa de esta sindicatura de Mazatlán e intentó levantar a una persona y en el forcejeo dos personas fueron asesinadas. Llega la policía hasta el lugar de los hechos cuando se llevaban al levantado y se inicia una persecución por el camino a la comunidad de La Amapa donde en un punto los sicarios se bajan del vehículo para internarse en el monte.  Ahí, se dice que los esperaban personas en cuatro vehículos para auxiliarlos. Para entonces las fuerzas federales y estatales ya habían hecho acto de presencia y se suman a la persecución que concluye en el entronque que lleva al poblado Aguaje de Costilla.

Hasta ahí suena lógico, más con los cinco policías que resultaron heridos en la refriega, que son la prueba de la demostración de fuerza. Luego la información empieza a ser confusa lo que llama a la inevitable especulación. ¿Qué pasó? Se habla de que las fuerzas federales en un santiamén acabaron con los 17 sicarios. Ningún muerto o herido entre las fuerzas federales y estatales. Esto para muchos no suena lógico porque además no es que los hayan agarrado por sorpresa sino aquellos estaban alerta y armados. Quizá, al ver la diferencia de fuerzas, obligó a la rendición y entregaron las armas. Luego lo sabido. No es casual que luego algunos familiares hoy estén hablando de un juicio sumario y que otros ciudadanos hayan iniciado una petición en charge.org  advirtiendo de un nuevo Tlatlaya.

Es, probable, que los sicarios en la refriega no tuvieran capacidad de respuesta efectiva. Pero, nada, la información es volátil e inasible. Se respira el ambiente de temor en la comunidad más cuando en los días siguientes ocurrieron una serie de hechos que demuestran reacciones violentas y uno de ellos en la mismísima puerta del inmueble que ocupa el Tribunal de Barandilla de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, donde fue levantado un detenido y otro termino herido luego resistir.

Con el paso de los días cualquiera esperaría que hubiera más claridad de lo sucedido la noche del  30 de junio pero no hay información confiable. Está sigue siendo confusa. No se sabe siquiera a que grupo criminal pertenecen todos los fallecidos, sus nombres y edades, los propietarios de los vehículos  o la procedencia de cada uno de ellos. No hay nada nuevo. O si, está un video que exhibe cuerpos apilados en las cajas de los vehículos utilizados. Cómo si hubieran sido arrojados una vez que los alcanzaron las balas. La prensa no va más allá de las versiones oficiosas. Los partes judiciales. No hay elementos que lleven a esclarecer lo que verdaderamente sucedió en la penumbra de la noche veraniega.

Ciertamente, este grupo tenía meses en la región del rio Presidio y su acción violenta nutría la nota roja de la prensa regional, había evidentemente un problema de delincuencia organizada, tarea de las fuerzas de seguridad. Ya se habían dado algunos enfrentamientos y detenciones. Y es que la sindicatura de Villa Unión es la puerta  sur del centro turístico. Es obligado pasar por la cabecera de la sindicatura para ir más al norte. Cubrir los 8 kilómetros de distancia que separan ambos centros de población es cuestión de 10-15 minutos dependiendo del tráfico vehicular. Es por lo tanto  un punto estratégico para cualquier grupo criminal que busca hacerse presente o ir más al norte del estado. No es la primera vez que células criminales se instalan en la zona rural de Mazatlán. Sea en la sindicatura de El Habal en el norte o en la de Villa Unión al sur.  Desde estos puntos entran y salen a Mazatlán los sicarios dejando su impronta de violencia.

La desaparición de este comando ha relajado momentáneamente el ambiente social de estas comunidades rurales, la vida parece tomar un nuevo respiro y la gente sale con menos temor a la calle. Se ha reanimado la actividad pero persiste la idea del carácter de puerta de Villa Unión. Y en cualquier momento se puede reanudar la atmosfera de balas y temor. Esto lamentablemente no acaba de la noche a la mañana. Sinaloa vive en medio de la violencia. La fractura del Cártel de Sinaloa y un entramado complejo de desprendimientos o franquicias provocan la formación de nuevos células y un estado de permanente zozobra en ciudades y poblados.

El gobierno del estado se ha mostrado incapaz de controlar la situación porque, y lo acepta aunque él gobernador Quirino Ordaz ha dicho, “no voy a negociar la paz con el crimen organizado”. Y es que aunque quisiera, ¿con cuál de todos esos cárteles, grupos, células lo haría si se encuentran enfrentados entre sí?, si el mismo Cártel de Sinaloa, se encuentra dividido entre “damasos” y “chapitos”. No hay interlocutores válidos como los hubo en el pasado. Quizá, eso explique, que el accionar de las fuerzas federales sea un tanto errática.

La única salida que parece viable es que este gobierno acompañe su política de seguridad con las iniciativas ciudadanas que esta viviendo una etapa vigorosa. La última fue el activismo de franjas de ella para detener una iniciativa de ley promovida por la fracción parlamentaria del PRI, más el PAS, PANAL y el Verde, que buscaba llevar para las cuentas públicas del pleno del Congreso del Estado hacia su Comisión de Fiscalización para su resolución.

Es decir, se trataba de resolver estos problemas reduciendo el efecto mediático y reducirlo a una cuestión de acuerdos de las cúpulas partidarias. Claro, el gobernador no es ajeno a esta iniciativa pero le permite ahora ver donde se encuentra una parte del poder e identificar el ciudadano. La siguiente lucha ciudadana ya está en marcha y tiene que ver con el robo de autos.  Sinaloa ocupa el segundo lugar en robo con violencia y solo en el primer trimestre de este año fueron robados 1 759 autos un promedio de 19 autos por día.

En definitiva, los acontecimientos trágicos de Villa Unión plantean el drama que se vive en muchas regiones del país y los mecanismos que se utilizan para combatir al crimen organizado, pero también las oportunidades que se abren para que gobiernos y ciudadanos caminen juntos para civilizar la lucha contra las franjas del crimen organizado.

Sinaloa y su circunstancia

viernes, julio 7th, 2017

Mera coincidencia: el pasado fin de semana, fueron asesinadas 32 personas en distintos puntos del estado. Foto: Cuartoscuro

Es una tentación para el analista no conjeturar con información suelta. La detención de Lucero Sánchez por los agentes de migración estadounidenses, la muerte del hermano de Julio César Chávez o el levantamiento de personas ocurrido en el restaurante Mar & Sea, propiedad del ex Gobernador  Juan S. Millán, más la revelación de la corrupción de Ernesto Echeverría, el ex Secretario de Salud, aunque cada uno de ellos técnicamente distintos -directa o indirectamente-, son partes de un rompecabezas que llama a ser armado.

Lucero Sánchez, cometió el error quizá ¿inducido? de querer pedir asilo y fue detenida e inmediatamente después se le hicieron cargos criminales. Ella había sido Diputada en la legislatura pasada gracias a la promoción electoral de los dirigentes del PAN, PRD y el PAS, que de nuevo provocó que se hablara de la narcopolítica sinaloense – Un mal que ha estado presente desde hace décadas corroyendo su vida pública e institucional.

El caso Rafael “Borrego” Chávez, por su apellido, perfil humanitario y visibilidad pública, es un crimen que podríamos clasificar de crímenes contra “personajes de la sociedad civil”. Tan relevante como los que se cometieron a principios de mayo contra tres profesores rurales en un camino del sur del estado y cerró ese ciclo de violencia con la del joven Jaziel Contreras. Claro, sin olvidar, ninguno de los otros, pero menos el del colega Javier Valdez o del abogado mazatleco, Miguel Ángel Sánchez Morán.

Ahora bien, no se necesita  ser especialista en estos temas, sino solo ser un lector atento del acontecer sinaloense,  para intuir que es producto de la falta de “arreglo” entre el gobierno y elas fracciones del crimen organizado. Así lo ha declarado y ratificado por el Gobernador Quirino Ordaz.

Entonces, esa falta de acuerdo podría explicar una parte de la violencia que se ha vivido este año en Sinaloa y que supera el mismo periodo de otros mandatos y más, es posible que ello haya provocado hipersensibilidad en el llamado otro poder ante gestos y decisiones que romperían con una vieja tradición de acuerdos político-mafiosos.

El conclave político-empresarial, celebrado en un rancho al sur de Culiacán, la semana antepasada que reunió a personajes claves de la política y los negocios sinaloenses, tuvo según trascendidos dos propósitos: Uno, amistoso destinado al festejo del cumpleaños del ex Gobernador Millán Lizárraga y el otro, eminentemente político, de apoyo al Gobernador Quirino Ordaz, a quien se le están yendo los meses sin poder reducir los índices de inseguridad y eso probablemente activó ya alarmas fuera del estado. Si es así, más allá de un ritual onomástico, podría responder a la posibilidad de que en el centro del país estén preparando decisiones políticas para Sinaloa.

La detención en la garita de la Mesa de Otay de la ex Diputada local Sánchez López, activó alarmas federales que siempre actúa a destiempo y frente a hechos consumados, ante la eventualidad de las pesquisas y testimonios, el gobierno mexicano tiene la coartada perfecta y podría estar buscando  dar un golpe de precisión que de ocurrir complicaría la situación que se vive en el estado, luego de que en menos de seis meses, ya se acumularon más de 800 homicidios dolosos y para ello requiere el apoyo de los poderes reales, lo que lleva a una convocatoria muy dirigida y por encima de desafectos personales crónicos, como es el que separa(ba) al ex Gobernador con el empresario y político, Jesús Vizcarra.

Este conclave probablemente haya sido la gota que derramo el vaso y explique la determinación del otro poder de meter más presión al gobierno estatal. Generar una atmosfera de mayor inestabilidad. De alimentar la idea de qué no hay gobierno. Y lo hacen acercándose cuidadosamente al primer círculo político. Y eso podría ser el motivo de fondo en lo sucedido en el restaurant Mar & Sea, punto de encuentro cotidiano de una franja importante de los políticos sinaloenses.

Así, que el comando que incursionó en el inmueble se haya llevado un número indefinido de personas y salvo uno todos los demás hayan sido liberados, sin más que una taquicardia, provoca lecturas en medio de una información cambiante, confusa y tardía, que van desde la intimidación hasta la potencial amenaza de mayor violencia en el estado (mera coincidencia: el pasado fin de semana, fueron asesinadas 32 personas en distintos puntos del estado).

Siguiendo la lógica de los hechos podría tratar de los riesgos de cualquier acuerdo centralista y sucedáneamente al Gobernador, lo que podría conllevar a mantener las cosas como están. O sea igual o peor en materia de seguridad, lo que seguramente impactaría en el ánimo de quienes estuvieron en el cónclave y probablemente del propio Gobernador.

Sin embargo, si se confirma la voluntad del gobierno federal de ir en contra de miembros específicos de la administración pasada habría que decir que estas decisiones frecuentemente atienden más a necesidades, cálculos y presiones  en el primer círculo de poder y menos a las exigencias locales, lo que hace de sus alfiles estatales simples ejecutores y son ellos o peor, la sociedad  la que paga los costos.

Y en esa dialéctica, si lo sucedido hasta ahora, está dentro de los daños colaterales previstos, en los próximos días o semanas podrían, con todos los riesgos invalidez de una hipótesis, tomarse decisiones importantes a favor o en contra. Los resultados de las auditorias de la federación dan las herramientas para proceder ya contra quienes tuvieron responsabilidades institucionales y en ese contexto la investigación periodística del diario Noroeste sobre corrupción aporta datos contundentes en el ramo de la salud donde se hicieron jugosos negocios y eso apunta hacia arriba, al menos por responsabilidad política.

Y, si eso sucede, podría provocar una sacudida como ocurrió en Michoacán, Veracruz, Quintana Roo, Sonora y quizá muy pronto en Chihuahua,  al final de cuentas se trata de mostrar que el gobierno central tiene el control de la situación en estos estados y, porque no, que en la campaña presidencial de 2018 estos hechos se vuelvan un activo de la administración priista que perfectamente podría discursar que en materia de corrupción, no anduvo entre las ramas, pues fue hasta por los de la casa.

Finalmente, al margen de quien o quienes le quitaron la vida al hermano de Julio César Chávez, viajó en los medios de comunicación internacionales y,  directa o indirectamente, refrenda la imagen del estado y el gobierno, en un momento en que muchos de los esfuerzos de este, se encuentran destinados a la realización del Tianguis Turístico 2018.

Sea, dicho de paso, convoca a los agentes de los tour operadores de 88 países y para ello se necesita un clima de estabilidad con niveles de violencia administrables. Si bien con la visita reciente del Secretario de Turismo no existen riesgos de cambio de sede lo importante ahora es que todo el trabajo y las inversiones públicas se traduzcan en el mediano y largo plazo en flujos del turismo internacional hacia la Perla del Pacífico.

Pero, eso, siempre pende de un hilo y eso llama a conjeturar.

 

El miedo

viernes, junio 30th, 2017

Estar cerca de la idea de Dios significa la sublimación del miedo. Foto: Cuartoscuro

Ese sentimiento básico se palpa y respira en la atmósfera de nuestra cotidianidad. Tiene una textura rugosa que al tacto lastima la mano más encallecida y también la más angelical. Es la sensación de fragilidad y desamparo. La consecuencia de la pérdida de un orden. Robert Musil decía con absoluta certeza que el hombre no sabe vivir si no es bajo un orden. Tenerlo representa la estabilidad. El equilibrio del individuo. Un equilibrio físico pero también moral, ético, comunitario.

Y el primer orden, es el religioso. Estar cerca de la idea de Dios significa la sublimación del miedo. Tarea de Dios es mantenernos libres de miedo a no ser que sea el miedo a nuestro propio Dios. Que da pero también quita. De ahí la expresión cristiana de fe: “Dios es quien nos da la vida y también quien decide cuándo termina”.

Así, la historia contemporánea, da cuenta de que con este acompañamiento mágico el miedo desaparece. En el peor de los casos se vuelve una palpitación en la antesala de la felicidad. ¿Acaso los jóvenes musulmanes que se inmolan al grito de “Alá es grande”, no se han despojado de este sentimiento impuro para convertirlo el acto de realización supremo? En las antípodas se encuentran nuestros jóvenes sicarios que derraman adrenalina en cada acto criminal ante lo insospechado. Del miedo de que las cosas salgan mal y terminen con su vida o maltrechos para siempre.

Ese joven sin Dios y sin asidero moral, vive el miedo en su propio templo físico. El futuro no es el de salvación sino el de la pérdida de la vida misma. Una vida en soledad, sin orden, sin sentido, sin reconocimiento de los suyos que es al fin a lo que aspiran muchos de estos parias. Son despojos de un régimen político incapaz de brindar la seguridad, que es el principio supremo del orden liberal-constitucional.

Vamos, el desamparo de lo que Foucault denominó la “inquietud de sí”, es decir, estar en el limbo permanente de la incertidumbre. A sabiendas que el aura maldita del miedo se encuentra cerca, muy cerca de cada uno de nosotros, en la casa, la calle, el trabajo, los puntos de reunión social o cualquier esquina. Y si te alcanza, ya no se te sale del cuerpo, es una suerte de gusano barrenador que te consume poco a poco las entrañas, tu equilibrio y tranquilidad.

Y es que traes el miedo adentro, te dirán los de más confianza y sí, traes el miedo adentro. Pero no estás solo, también lo trae tu vecino, tus amistades, tu compañero de trabajo, por más que la gente lo quiera olvidar en una convivencia. La risa o el grito destemplado en un bar. Y es que es un resorte que se activa en cualquier instante, cuando ves un rostro torvo, una mirada desafiante, un empujón o peor cuando tienes un arma en el pecho que amenaza tú integridad.

Es cuando tus propios resortes se activan con un recuerdo amenazador. Cada quien tiene sus propios tatuajes de miedo. Están en la raíz de lo onírico. En la separación del cuerpo de la madre. El entrar cada uno en las avenidas de la vida buscando desesperado la primera bocanada de oxígeno que habrá de poner a prueba toda la maquinaria del organismo. Es el sentimiento que brota de los primeros tropiezos por los caminos de la vida y nos generan nuestros miedos por la obscuridad, la soledad, los ruidos extraños de la noche o ciertos perfiles sociales.

Cada quien tiene sus propios miedos. Yo tengo los míos, recuerdo por ejemplo, una noche que viajaba desde Mazatlán a Los Mochis, iba en un autobús de la línea de Tres Estrellas, y habíamos entrado en la oscuridad de la carretera cuándo sentí en mi sien un hierro frio que talló mis células. Voltee a ver en la penumbra a quién sostenía la pistola escuadra y una luz mortecina me permitió ver un rostro inflamado quizá por el consumo excesivo de sal o el uso constante de cortisona. Me miró desafiante con sus ojos rasgados y una ferocidad animal dispuesta, quizá, acabar en un instante con la presa que tenía a su paso por el largo pasillo. Me pidió mi dinero y se lo di sin titubeo. Cuándo se fue sentí  el escalofrío del desamparo que se vio acrecentado cuando ordenó al chófer: Mantente a alta velocidad, si un policía federal te hace el alto, para y me lo chingó. Era un hombre decidido a todo incluso a perder la vida.

Afortunadamente nunca apareció agente alguno en esa boca oscura y transcurrimos el trayecto en medio de amenazas, gritos de sorpresa y empujones con el arma. En un punto del camino el asaltante pidió al chofer que detuviera la unidad lo que hizo con una obediencia automática. Ahí, en la oscuridad estaban las luces encendidas de una camioneta y al lado unos hombres que fumaban. Pensé en ese momento lo previsible, lo insospechado, en clave de miedo. Pero no pasó a mayores solo a una pobre chica que iba en los primeros asientos a la que se le acercó el asaltante insinuante y le preguntó: Te vienes conmigo. Noooo!…fue la respuesta cargada de miedo. Luego un sollozo. El sentimiento liquido de la fragilidad. El saber que estaba en manos del otro. Que rompía su orden interno.  El tipo al ver llorando a la chica se carcajeo y espetó vulgar: Ni que estuvieras tan  buena, lo que provocó la risa de los hombres que fumaban.

Ese es uno de los instantes cuando el miedo jode irremediablemente. Sientes fragilidad ante el arma y la decisión de alguien que no tiene aprecio por tu vida. Que en cualquier momento te la quita en un parpadeo. Y ese criminal se va en medio de la noche dejando atrás un cuerpo inerte de alguien que pudo dar más en el momento que tomar ese autobús, esa noche, esa ruta, esa hora, ese instante. Lo que hoy se dice con cierto desparpajo, en descargo de los encargados de brindar seguridad: Estuvo en el lugar y el momento equivocado. Cómo si la seguridad fuera solo responsabilidad de cada quien. Es el reconocimiento tácito de la existencia de un Estado fallido. Al que de las instituciones solo parecen quedar su nombre, su burocratismo, sus funcionarios con buenos sueldos, y una caterva de simuladores ante el drama que vive el estado, el país, y es que como no va a ser así, si a ellos mismos se les ve el miedo en la cara. El efecto insano del aire que se respira en la atmósfera, en las atmósferas de la vida pública.

La balandronada de Fox

viernes, junio 23rd, 2017

Su locuaz paternalismo del “yo me voy a encargar, yo personalmente”, que nos recuerda al padre autoritario que con las mismas palabras amedrentaba, asustaba, amenazaba al hijo o la hija que se desviaba de su control y autoridad. Foto: Cuartoscuro.

Ahí está Vicente Fox más viejo, más lenguaraz, más estridente, más gesticulador, más egocéntrico, más locuaz, más paternalista, más servidumbre que nunca, buscando quizá en su desvarío que las luces mediáticas lo vuelvan a iluminar generosamente.

“Si no es el pueblo de México, yo me voy a encargar, yo personalmente, de que ese cuate [AMLO] no llegue [a la Presidencia], que no queremos otra Venezuela aquí”, lo afirmó ante un público de ex presidentes latinoamericanos conservadores y ahora tan nostálgicos como él, remataba además con la provocadora frase antidemocrática: “yo tengo mis mañas”.

El guanajuatense con esa frase de guerra se suma a la campaña de asustar con el petate del muerto venezolano y se olvida, que aun con todo lo desprestigiadas que pueden estar las instituciones después de lo ocurrido en el estado de México, hay reglas formales que deben cumplirse en la competencia por los votos.

Y, es que este hombrón ya encorvado por los años, que cuestiona al  gobierno de Venezuela entre otras cosas por el escaso apego a las reglas democráticas con su estridencia hace exactamente lo mismo que cuestiona, desde su triste papel de ex presidente, que busca reverdecer en la próxima campaña presidencial.

No lo sé, si hay alguien en sus cinco sentidos, que lo tome en serio y asuma su estridencia como algo bueno para nuestra vida pública.

Lo cierto, es que estamos en la antesala del inicio del proceso electoral, y todavía se siente en el ambiente político los efectos de la campaña de “golpe dado ni dios lo quita” y eso incluye  por supuesto una estrategia del miedo para multiplicar los negativos de López Obrador que los tienen como los demás. Véase, como evidencia, las encuestas de percepción y mejor la cantidad de votos que están obteniendo los competidores de otros partidos.

Fox se monta en una campaña en marcha para tumbar la intención de voto favorable al tabasqueño y qué hoy lo sitúan como el aspirante con mayores posibilidades de triunfo en la contienda presidencial de 2018.

Pero es ahí donde radica la balandronada de Fox, su locuaz paternalismo del “yo me voy a encargar, yo personalmente”, que nos recuerda al padre autoritario que con las mismas palabras amedrentaba, asustaba, amenazaba al hijo o la hija que se desviaba de su control y autoridad.

Vamos, si alguien puede proferir esas amenazas es quien tiene el poder y el control de las instituciones, no un ex Presidente avejentado, achacoso, que vive de la nostalgia y los ya lejanos sueños de la gloria de la alternancia que no representó ningún cambio, que trajo frustración colectiva, y mucho por este tipo de balandronadas.

Quien, por ejemplo, no recuerda sus expresiones desafortunadas como aquella de campaña cuando ofreció “resolver la crisis chiapaneca en 15 minutos” o aquella antes de dejar la Presidencia que hoy toma tinte de realidad: ”Ya hoy hablo libre; ya digo cualquier tontería, ya no importa. Ya. Total, yo ya me voy”,

En el mejor de los casos, la aparición de Fox en la escena pública, es la de un hombre descompuesto quizá por el exceso de los antidepresivos Prozac y por estar siempre dispuesto a prestar servicios al PRI de intimidación, lo que lo reduce a su mínima expresión política, a una suerte de servidumbre a lo que ofreció combatir y es que nunca antes hubo un ex Presidente en una situación de conversión no digamos ideológica, sino de roles democráticos, terminó siendo una caricatura, decepción absoluta.

En el PRI seguramente no les gusta la incursión mediática  de Fox, sin embargo, probablemente lo ven como un tonto útil. Alguien que se le puede poner la tarea y la hace aunque sea mal. No cambia el sentido de los votos en el mejor de los casos degrada la política. Solo contamina la de por si contaminada atmosfera política. Su mesianismo “democrático” que busca salvarnos de no terminar siendo Venezuela es no entender la singularidad de cada uno de los países.

Pero, tampoco, es que se trate de entender y es cuando su mesianismo, que por cierto tanto crítica en AMLO, se ve que es propaganda chafa, a la que se le ve la intención de desacreditar al oponente, ir al terreno de las emociones, explotar el miedo que todos traemos adentro acaso, en su paso por la Coca Cola, no aprendió de publicidad. Acaso, los medios que le abren el espacio para decir sus balandronadas, no contribuyen a esta contaminación.

Claro, en el fondo de lo que se trata es desacreditar un oferta política, a la que millones de mexicanos lo ven como la salvación de la nación, que es el contraste con relación a los “mismos de siempre”, la corrupción y la impunidad, no es gratuito que muchos que tienen una posición crítica al tabasqueño terminan admitiendo que frente a lo demás es lo mejor que tenemos como oferta para el 2018.

Estamos entonces en el terreno de la propaganda que busca ir minando la credibilidad de AMLO que se expresa en la intención de voto y de esa manera allanar el camino a las opciones del PAN y el PRI, o sea a lo mismo que hemos tenido con resultados negativos, y en eso personajes como Fox y sus mensajes populacheros atemorizantes pretende meter miedo a los más débiles y que son los que resultan más afectados con las políticas y privilegios del llamado “cambio estructural”.

En definitiva,  hay quien dice que AMLO mete miedo a políticos como Fox, creo que sí, han cometido tantos atropellos contra la sociedad que temen rendir cuentas y en particular Fox que es un personaje que hizo una fortuna con dinero público que es patente en una sola de ellas, sus ranchos colindantes de la Estancia y San Cristóbal, una propiedad fastuosa que es inadmisible en un ex Presidente que prometió democratizar el poder de manera de reducir la brecha entre pobres y ricos. Que, además, cobra una pensión vitalicia.

Por eso, además, Fox con su discurso paternalista, suena patético.