Sol de invierno

¿Han visto qué cielo? Foto: Alberto Alcocer / @beco / b3co.com

¿Han visto qué cielo? Foto: Alberto Alcocer / @beco / b3co.com

Para Paz y Lizeth, por esos años de sol

No tendría más de cuatro años, calzaba unas botitas amarillas y llevaba el pelo recogido en un chongo alto como bola de estambre a punto de desmadejarse.

Bajó las escaleras y miró a mi perro que estaba sentado junto a mí.
Me arrebató su expresión: las cejas arriba, los ojos agrandados como si al crecerlos pudiera hacer que entrara más mundo por ellos, la boquita abierta, ¡guau, guau!

Se soltó del brazo de su padre y vino directo hacia nosotros, lanzaba unos grititos agudos y se empeñaba en abrazar al perro que suavemente esquivaba el entusiasmo de la niña.

– Perdón, es que se emociona; se disculpó el papá.

Sonreímos todos, hasta el policía con jeta de riñón que vigilaba la entrada de la tienda.
No se emociona, se asombra; corregí en mi interior. Y pensé en el asombro, tan escaso pero tan posible, tan redentor.

Mi parada frente a la tienda había sido un pretexto para permanecer bajo el sol que pegaba con ese ángulo oblicuo que anhelamos durante esta época del año.

Contemplé de lejos a la pequeña entusiasta hasta que la perdí de vista. Trituraba con sus pisadas amarillas las hojas secas de los árboles que se acumulaban en el camellón y gritaba con la misma euforia que lo había hecho frente al perro.

Me quedé ahí largo rato, dejando que mi compañero de cuatro patas se diera un banquete esnifando traseros de otros peludos a placer.

Cuando éramos niñas mi hermana, mi prima, y yo –trío peligroso y mal avenido– solíamos creer que el sol se comunicaba con nosotras como lo hacía con la Sunamita del canto bíblico a la que el astro había amado hasta dejarle la piel morena. Muy convencidas estábamos de nuestra capacidad de seducción.

Así que durante los días de invierno nos parábamos en el patio de la casa y cantábamos: solecito, no te vayas; solecito, no te vayas…

A veces ocurría que alguna nube se disipaba y los rayos de su majestad nos alcanzaban y, frenéticas, elevábamos nuestro conjuro supremo para rematar con un cantito ridículo (para nosotras muy ceremonial) que decía: caracol, caracolito, saca tus cuernos al Sol.

Entonces corríamos asombradas a contarle a cualquier adulto dispuesto a escucharnos que teníamos poderes para hacer que el sol saliera.

¿Quién es esta irreconocible persona que ya casi no se asombra?, es la pregunta que me queda resonando.
¿Vale la pena el tributo que pagamos como generación por refugiarnos en el cinismo?

Esta epidemia con su hablar y entender dosmilero que poco o nada tiene que ver con la escuela cínica post- socrática y que resulta tan yerma, tan árida, tan ya nada me sorprende y ya nada me escandaliza deja poco lugar para la admiración, para el placer extraordinario del asombro.

Eso pienso porque no sé, tal vez porque empiezo a entender que estamos hechos de destiempos; tal vez porque en mi armario ya sólo hay zapatos negros o café y ningún par de botas amarillas.

O tal vez porque, aunque me faltaron palabras para nombrar lo que vi en el Valle de México el domingo y el lunes antes de que se soltara este frío inaudito y sólo pude decir ¡qué cielo!, no quise quedarme sin compartirles mi asombro.

Así que – levanto las cejas, agrando los ojos para ver si así entra más mundo por ellos– y les pregunto ¿han visto qué cielo?

45 Responses to “Sol de invierno”

  1. Samuel Lechuga dice:

    No lo vas a creer pero ayer y para decirte la verdad me tocó ver la puesta del sol atraves de mi ventana. Qué escena!
    Creo que no es la cultura dos mulera sino la trancision de la niñez a la etapa adulta. Me asombra la capacidad perceptiva de muchos niños los cuales muchas veces me hacen pensar oye existe un alrededor tan Bello y tú sí darte cuenta.
    Estamos tan metidos en. nuestras rutinas que no tenemos tiempo ni para mirar al cielo, es más ni para escucharnos a nosotros mismos.
    De tu texto sacó dos conclusiones el fijarme y vivir más mi alrededor y la otra y más importante a mi modo de ver de dejar vivir más al niño interior que está en todos nosotros. Saludos invernales desde Buchs

    • Alma Delia Murillo dice:

      Fueron unos días increíbles, sí.
      Gracias por compartir tu reflexión, Samuel, sí, es también la adultez. Pero hay taras generacionales y una es esta tendencia a atrincherarnos en el cinismo para justificar la no acción. Creo.
      Abrazo

  2. Escribano dice:

    Querida Alma.
    He visto el. cielo del invierno: maravilloso azul intenso de dia y estrellado por las noches. He sentido el calor intenso del sol de invierno. He visto volcanes en erupcion (de Colima y Popocatepetl). Todo en este fugaz mes de Enero. Admiro tu lectura y las maravillas que capta Beco. Beso y abrazo.

  3. LIC:. dice:

    HOLA ALMA.
    HACE UNAS HORAS COMO A LAS 10 DE LA NOCHE DE ESTE VIERNES, PLATICABA POR TELÉFONO POR UN PAR DE HORAS CON UN TÍO DE 78 AÑOS QUE TODAVÍA ME QUEDA EN LA MONTAÑA, PLATICABA CON EL SOBRE EL CLIMA DE SU CIUDAD, EDIFICIOS ANTIGUOS, NOMBRES DE CERROS Y SOBRE LA APARIENCIA QUE TENIA AL MEDIO DÍA EL VOLCÁN.
    PLATICABA SOBRE CALLES, MERCADOS Y COMIDAS, SOBRE RÍOS, VERDURAS Y FRUTAS QUE LLEGAN DE LOS ALREDEDORES, DETALLES DE ESTRUCTURAS QUE LOS DOS VIMOS EN DIFERENTES ÉPOCAS, COSTUMBRES Y ACTOS DE DIVERSIÓN QUE PERSONAS QUE YA NO ESTÁN EN ESTA VIDA HACÍAN EN ESTRUCTURAS Y TERRENOS, ACTOS QUE HARÍAN PALIDECER DE ENVIDIA A LOS EJECUTANTES DE PARKOUR ACTUAL.
    CASI SIN ADVERTIRLO NUESTRA PLATICA GIRO HACIA CUESTIONES DE POLÍTICA E INJUSTICIAS SOCIALES, PERO EL MISMO CAMBIO Y SIGUIÓ LA CHARLA HACIA LO QUE HAY Y HABÍA EN SU CIUDAD, COSAS ANTIGUAS QUE YA ESTABAN CUANDO EL LAS VIO DE NIÑO Y QUE A MI ME TOCO VERLAS TAMBIÉN CON ESOS OJOS DE INFANTE PERO MUCHOS AÑOS DESPUÉS.
    HACE UNAS HORAS DESPUÉS DE MUCHOS AÑOS, ME ENTERE DE MAS DETALLES Y SUCESOS QUE DESCONOCÍA SOBRE SU CIUDAD Y QUE UN TIEMPO DE MI VIDA FUE TAMBIÉN LA MÍA.
    LA RAZÓN DE HABLAR DE TODO ESO ES PORQUE MUCHO DE LO ACTUAL EN POLÍTICA ES SUPERFICIAL O ES MUY OBSCENO.
    PREFERIMOS BUSCAR EN LOS RECUERDOS ALGO DE LO MUCHO DE BELLO QUE SE HA IDO, RESCATAR LO HERMOSO DEL ENTORNO QUE AUN NOS QUEDA.
    ANTE TANTA MUGRE DE LA “CLASE POLÍTICA” BUSCAMOS LA BELLEZA DEL ENTORNO, LAS EXPERIENCIAS DE NUESTROS VIEJOS Y DE LOS SERES VIVOS DE CUATRO PATAS QUE NOS ACOMPAÑAN.
    AL RESCATAR RECUERDOS HERMOSOS Y BELLAS IMÁGENES ACTUALES, UNOS RELATADOS Y OTRAS DESCRITAS A TRAVÉS DE OTRA PERSONA, NOS AFERRAMOS A LA IDEA DE QUE NO TODOS NOS DEJAMOS ARRASTRAR POR LO QUE ES VANO O DEGRADADO.
    SENTIMOS QUE A PESAR DE TODO SEGUIMOS EVOLUCIONANDO CON LA FUERZA DE LO SIMPLE Y LO NATURAL.
    TE MANDO UN SALUDO DESDE NUESTRA COSTA DEL ATLÁNTICO.
    TE SIGO LEYENDO ESCRITORA, AUNQUE NO SIEMPRE TE COMENTE YO ALGO.
    UN ABRAZO FRATERNO.
    GRACIAS A BECO POR TAN HERMOSA FOTOGRAFÍA, DAN GANAS DE ESTAR TUMBADO AHÍ EN ESE CAMPO Y MIRAR ESE CIELO.
    EN ESA POSICIÓN CUANDO ERES NIÑO Y VUELA LA IMAGINACIÓN, IMAGINAS LO VERDADERO: QUE NO HAY ARRIBA NI ABAJO Y LA IMAGEN REAL DEL CIELO AZUL ANTE TUS OJOS PRODUCE VÉRTIGO.
    QUE ESTÉN BIEN LOS DOS.
    – LIC:.

    • Real Academia dice:

      Señor Licenciado, tiene usted una ortografía y redacción deplorables. Ni hablar de su abusivo uso de las mayúsculas. Sin que se lo tome a la tremenda. Dónde obtuvo su grado académico ?

    • Alma Delia Murillo dice:

      ¿Sabes qué pienso, Lic?
      Que me voy a retirar a una montaña llegado el momento, nada me emociona más que ese paisaje y ese entorno, después de mi frenética pasión por el asfalto de la ciudad de México, claro.
      Abrazo, gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar.

    • beco dice:

      No tienes idea las ganas que me dan de estar allí otra vez, sierra de lobos en Guanajuato. Fue un día épico. Muchas gracias!!

  4. Bartolomé dice:

    Estimada Alma:
    Buena reflexión y evocación sobre los deslumbrantes y relajantes momentos de sol, así como de la grata sensación de asombro y euforia que a veces, cada vez menos en efecto nos asalta (excepto, hasta ahora, a los niños) . Es cierto que se da por entendido que son vivencias muy tuyas y muy en tu contexto; pero es el contexto el que a veces hay que aclarar, aunque sea con un breve acotamiento o un guiño (no todo México es la Cd. de México o Toluca…). Los que crecimos y vivimos en la península de Yucatán (pero también el caso de los tabasqueños, de los del sur de Veracruz y un largo etcétera) contaríamos algo así pero en un significativo sentido inverso: con 38° C. casi todo el año, a la hora del recreo buscábamos el arbol más cercano, aunque no jugáramos ni cantáramos; al caminar buscábamos la banqueta donde los muros ofrecieran algo de sombra. En los escasos días de “norte” (ahora técnica y elegantemente llamados frentes fríos o masas polares) nuestro grato asombro lo vivíamos con los ojos entrecerrados, respirando por todos los poros ese aire fresco de la “heladez” , convidado furtivo (en Yucatán, por ejemplo, apenas baja el termómetro a unos 20° C. aun fuera por un ratito, se le llama heladez). A muchos les desagrada la heladez, pero a muchos otros nos encantaba recibirla, y eran días, u horas, como para leer, hacer poesía, no sé si cantar, y asombrarse y celebrar un rato de que el sol no estuviera taladrándote los ojos y lacerándote la piel (ya mayor he vivido en una ciudad de mas de dos mil msnm y he podido experimentar la sensación inversa, justamente a la que tú te refieres; buscando en los medios días, con taza de café en mano, junto con los compañeros de trabajo, ese pedacito de sol que nos arropara un momento).

  5. angello corriguez dice:

    Tengo la fortuna de vivir en el campo y de admirar a toda hora el paisaje y el cielo y el aire puro y la música natural incluido el silencio.
    Me da muchísimo gusto saber que “aún” somos muchos que contemplamos la naturaleza y el Cosmos… Felicidades Alma y gracias por provocarnos y reunirnos…

  6. Cecilia Castillo dice:

    Querida Alma Delia, el sol de este invierno es de los más apreciados pues han estado recios los “nortes”….
    Respecto a la capacidad de asombro y curiosidad a diario insisto en mi entorno de no perderla. Hace unos días volví a leer “El Principito” y repito parte de la dedicatoria del autor: ….”Todas las personas mayores han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan)….. Abrazos fuertes .

    • Alma Delia Murillo dice:

      Ceci querida, si uno supiera todo lo que pierde cuando pierde a su niño interior… uf.
      Gracias por seguir aquí, un abrazo.

  7. Salomón dice:

    Si la izquierda llega al poder se acabarán
    el sol , la luna y las estrellas, así que aguas.
    También este cielo fue documentado en las redes sociales a través de fotos panorámicas y selfies.
    Ojalá que no se vaya atacar la escribana por el uso baladí de estas herramientas dosmileras.
    Por otro lado me parece un texto cursi.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Salomón,
      Ha quedado documentada su inteligencia, registrado su sarcasmo y su veredicto sobre mi texto.
      Cuando quiera, aquí lo esperamos cada sábado para honrar y admirar sus capacidades.

    • Francisco dice:

      Seguramente en televisa encontrarás espacios que cubarn completamente tus espectativas, tienes el perfil adecuado, para ti, aqui no hay nada que hacer

  8. Jonathan dice:

    Alma, es difícil encontrar algo que nos asombre, que altere nuestros sentidos de tal manera que no nos sea posible voltear y ser indiferentes. Eso es algo que me agradaba de las antiguas sociedades, como la Inca, que adoraban los elementos naturales como el Sol. Espero que más días cálidos tengas, un abrazo caluroso.

  9. Montero Rubén dice:

    Con todo respeto, su reflexión del sol me recordó los viejos comerciales de la compañía Kodak de los años ochentas.
    ” esa sonrisa de chocolate es para siempre , no la dejes escapar…….”
    Los cantaba Felipe Gil y se pueden ver en YouTube.
    Nada nuevo bajo el sol señora.

    • Alma Delia Murillo dice:

      ¡¿Cómo?!
      ¿O sea que no soy la primera persona sobre la faz de la Tierra en hablar y escribir sobre el Sol?
      Y yo que pensé que sorprendería con lo novedosísimo de mi tema.

      • Francisco dice:

        La perdida de nuestra capacidad de asombro es lo que limita nuestra capacidad de reacción, el problema como puedes ver Alma es la gente, no el gobierno

  10. Javier Ruiz Juárez dice:

    Acaricio una a una tus pisadas amarillas…

  11. José de Jesús Montoya Pérez dice:

    Estimada Alma Delia:
    Me encantó tu artículo. Siempre te leo pero poco participo.
    Me maravilló tu texto tan transparente, leer “frío inaudito” en lugar de “pinche frío”. Será que estoy chapado a la antigua, pero para mí que las palabras altisonantes van mejor con las feas…. Y tú eres muy bella.
    Un abrazo grande,
    JJM.

  12. Livia Alicia dice:

    Hermosa la forma en la que nos sorprendes y nos das la oportunidad de gozar de tus textos, de revivir nuestra bella infancia y la maravilla de vivir. Es un gran alimento para la mente el leerte cada sábado, es mágico cómo transformas las palabras y describes ese momento de inocencia, alegría, sorpresa y vida plena. Cuando crecemos perdemos la capacidad de vivir plenamente, sujetos a nuestra vida llena de formalismos y formulismos que creemos que debemos cumplir para vivir de manera exitosa nuestra adultez. Qué bueno que nos aterrizas y nos damos cuenta de que ahí está nuestro niño interno, esperando dentro de nosotros para salir del pequeño cuartito donde lo hemos encerrado para vivir conforme lo manda el sistema. Feliz fin de semana, un abrazo y muchas gracias de nuevo por tanto talento.

    • Pérez Pardo dice:

      Pareciera que le pagan por pegar comentarios elogiosos y acríticos , chayoteros ; como aquellos que insertaban los periodistas pagados por el pri allá por los años noventas.
      Qué incongruencia vivir en su mundo de juguete.

      • Livia Alicia dice:

        Jajajaja! Oye Pérez (O como te llames), ¿Porque no lees y compartes con este grupo las maravillas que nos obsequia Alma cada semana? ¿Que de veras es tan difícil para ti entender que existen personas que son merecedoras de elogios continuos porque SI tienen un gran TALENTO? (Perdón, se me olvida que no eres una persona libre de mente y espíritu, honesta y que tienes que agredir para comer). Pobre de ti, Anda ya puedes ir a cobrar tu chayote al Bucareli News, salúdame a la bola de ratas infames que te patrocinan y por favor piensa si de verdad vale la pena seguir enlodándote para vivir.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Livia querida,
      Hay una frase que se atribuye a Carl Jung: nacimos originales y morimos siendo copias.
      Es tremenda, creo que mucho tiene que ver con eso que refieres de encerrar al niño en el cuartito. Es que experimentar (no digo que vivir) como niños da mucho miedo, nos hace vulnerables.
      Un abrazo, gracias por tu lectura.

  13. Enrique Lechuga Ballesteros dice:

    Alma querida:
    |
    Gracias por haberme hecho recordar mi niñez cuando me tumbaba en el suelo a ver las nubes y un cielo azulísimo. El blanco de las nubes, a las que buscaba encontrarles una forma, y el contrastante azul de fondo son uno de los recuerdos más gratos.
    El tiempo pasaba tan rápido que me concentraba tratando de detener el sol como el bíblico Gedeón. Al final, cuando el sol se ocultaba, no sé qué me entristecía más: el que se fuera el sol o el que no había podido detener su marcha.
    |
    Hace algunos días tuve la oportunidad de ver en la Ciudad de México el cielo azulísimo de mi niñez como hace muchos años y con los volcanes de fondo. No sé si fue la evocación o el frío aire invernal, pero me estremecí y derramé un par de lágrimas.
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    Recibe un fuerte abrazo.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Un abrazo para ti, Enrique, algo me dice que con la edad, nos volvemos ávidos buscadores de estremecimientos…
      Gracias por leer.

  14. Atl Cruz Ajorio dice:

    Alma nostálgica Delia:
    Maravillarse, aquel sentir la vida con todo lo que uno es; que se va difuminando conforme uno va ¿creciendo? Sin embargo, a veces ¡qué chido! Silvio encuentra su unicornio, a veces se vuelve a casa, a ponerse las botas amarillas. http://youtu.be/-c9hQ_5HN-Y

    • Alma Delia Murillo dice:

      Qué maravilla, Julio Revueltas es un gran músico, lástima que haya desaparecido tanto tiempo de la escena mexicana, su calidad es brutal.
      Gracias por compartirlo aquí, querido ATL, te mando un abrazo.

  15. Sergio OL dice:

    Juan Matus, el gurú de Castaneda, lo decía: hay que aprender a ver. Milagros hay en todos lados, desde la naturaleza, la luna y las lunas de Júpiter a través de un telescopio, una puesta de sol, una semilla de calabaza desde que germina hasta que comes su fruto, hasta la forma en como funciona el Whatsapp. Abrazos, y gracias.

  16. lilia rivera mantilla dice:

    Era una tarde de los últimos días de enero o tal vez los primeros de febrero, ¿año? seguramente 1993; caminábamos mi pequeña Doménica (2 años y medio) y yo por una de las calles de la colonia Portales rumbo al oriente, hacia la calzada de Tlalpan. Eran pasadas las cinco de la tarde, el cielo estaba despejado y el sol, que estaba a punto de caer, iluminaba las partes altas de las casas y las copas de los árboles. El aire alborotaba las hojas de los árboles, que las dejan ir porque en poco tiempo aparecerán los nuevos brotes anunciando la primavera; la lluvia de hojas de diferentes formas, tamaños y colores caían sobre nosotros, lo cual divertía a mi hija, quien intentaba atraparlas y reía asombrada cuando yo se las quitaba de entre el cabello. De pronto, suspirando, me dijo: Mamá, en que país tan bonito vivimos. No podía creer lo que escuchaba de una niña apenas próxima a cumplir los tres años. Entonces pensé: Dios mío, si mi hija, a esta edad, es capaz de captar toda esta belleza, quiere decir que no estoy haciendo las cosas tan mal.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Qué escena entrañable describes, Lilia queridísima, “en qué país tan bonito vivimos”. Qué cosa, cuántos contrastes.
      Gracias por compartirlo.
      Un abrazo

  17. mcjaramillo dice:

    No nos asombra a los adultos lo mismo que asombra a los niños, pero seguimos asombrándonos incrédulos, y cerramos los ojos, al contrario que la niñita, para poder soportar tantos horrores.
    Un abrazo bien grande.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Un abrazo grande para ti también, mi querida McJaramillo,
      ¿Sabes? lo que dices me hace pensar que la falta de asombro agarra parejo: y lo mismo permanecemos indolentes ante la belleza que ante los horrores que deberían indignarnos hasta la médula y movernos a hacer algo.
      Qué triste. Cuánto miedo da estar vivos de verdad.
      Un abrazo de nuevo.

  18. PMurillo dice:

    El cielo es el único punto donde se puede conicidir estando lejos, que bueno que todavía lo miremos, y que bueno que todavía escriban (sobre todod tú) sobre él.
    Besos. Te quiero de aquí al cielo y de regreso. Otra cosa que decíamos cuando niñas. 🙂

  19. Yo vo vi tambien! dice:

    Super sweet me hizo el dia, sus palabras en este escrito son calidas tambien como el sol solecito!

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