El sexo no es para gordos ni parapléjicos

Foto: curvyharmony.blogspot

Entregarse a la alegría del placer es un derecho irrenunciable, único. ¿Por qué habríamos de cancelarlo por tener una condición distinta? Y cuantimás ¿por qué limitarlo en función de la talla del pantalón o los kilos que registra la puta báscula? Foto: curvyharmony.blogspot

“Estaba convencida de que, como chica obesa, tal vez llegaría a echar tres o cuatro polvos en mi vida, y que les dejaría el sexo ocasional a las chicas guapas y delgadas, para quienes estaba pensado ese pasatiempo. (…) Pero ahora he descubierto la verdad: que cualquier mujer puede echar un polvo”.

Johanna es un adorable personaje cuya humanidad conmueve, enternece y hace soltar carcajadas y exhalaciones de desesperación. Johanna, de la novela Cómo se hace una chica (Caitlin Moran, Anagrama 2015) tiene catorce años y es extraordinariamente verdadera, aunque sea una chica de ficción. Recorrí la evolución de este personaje agradeciendo cada letra, siendo testigo de una intimidad compartida y enlazada con mi propia historia y con la de muchas personas que conozco.

Cuando tienes quince años, tu imagen no es perfecta y tiendes al sobrepeso, estás convencida de una sola cosa: soy tan fea que nadie querrá tener sexo conmigo.
Aunque a veces esta premisa pase por variantes del tipo “si alguna vez llego a coger me aseguraré de apagar las luces para que no vean mi cuerpo de salchichón” o “me gusta E, si bajo de peso tal vez se interese en mí”. La convicción es una: no pertenezco al mundo de los sexualmente atractivos.

Johanna descubre, con el tiempo y una valentía de gladiadora, que pesar ocho o diez kilos extra no es ningún impedimento para disfrutar tu sexualidad y que una buena cogida no depende en lo absoluto de cuánto gramaje registra la báscula de los respectivos involucrados. Pero el discurso es machacante hasta tal punto que llegan los veinte, los treinta y los cuarenta años y seguimos tasando el índice de atracción (si tal cosa existe) a partir del pesaje de las carnes y huesos del cuerpo que habitamos.

Porque no me negarán, queridísimos lectores, que el mensaje está ahí, más vigente que nunca y con más medios a su disposición para ser difundido que en ninguna otra época. Basta mirar la pantalla de la computadora, tableta electrónica, Smartphone, televisión, revista o espectacular publicitario que tengamos cerca.

Pareciera que hay un universo alterno en el que sólo existen mujeres delgadas y de cuerpos definidos con base en un modelo estándar acompañadas siempre de hombres musculosos de apariencia mamadora que son los legítimos dueños del disfrute sexual. Y las demás, o constituimos una extraña parafilia de seres bajitos, rechonchos y poco tonificados que deseamos lo imperfecto, o ya nos jodimos. O cómo le hacemos.

Mientras escribo esto recuerdo la historia de Mark O’Brien, el poeta y periodista estadounidense tetrapléjico en cuya vida se basó la película The Sessions (Ben Lewin, 2012). Anclado a una camilla y sin poder moverse pero tan vivo como cualquiera, decide que no piensa pasar un día más sin enterarse de qué va ese glorioso evento que divide a la humanidad en los que sí y los que no: el sexo.

No contaré la película, sólo diré que me hizo pensar en algo que jamás había cruzado por mi cabeza: los estereotipos atléticos de belleza limitan y deforman la percepción de lo que es sensual o erótico, sí; pero ni qué decir de la exclusión y segregación que hacemos con las personas cuyos cuerpos no son como los de la mayoría. Alguien que no puede moverse o quien le faltan las piernas o los brazos ¿cómo carajos resuelve su sexualidad? ¿tiene siquiera oportunidad de hacerlo? Por más que nuestros límites de lo conocido se empeñen en negarlo, natura dice otra cosa: somos el reino de lo biodiverso.
Y aún el más distinto de los cuerpos aloja una psique llena de deseos.

No hace mucho me hospedé en un lugar donde vivía un chico parapléjico y era evidente que el deseo lo inundaba, por mí y por cuanta mujer pasara junto a él. Qué circunstancia tan difícil la suya. Qué pena que el mundo no esté mejor preparado para facilitar la experiencia de O’Brien a otras personas.

Si tomamos la ruta de la realidad partiendo de una condición como la paraplejia para llegar hasta el cuerpo hermosamente cincelado que vemos en las revistas recorreremos una distancia en eras geológicas. Pasando por barrigas prominentes, cinturas deformes, nalgas anchas, piernas con celulitis, brazos rollizos, tetas pequeñas o penes flaquitos.

Entregarse a la alegría del placer es un derecho irrenunciable, único. ¿Por qué habríamos de cancelarlo por tener una condición distinta? Y cuantimás ¿por qué limitarlo en función de la talla del pantalón o los kilos que registra la puta báscula?

No tengo la más peregrina idea de cuántos seres humanos tenemos un cuerpo que se aleja del estándar publicitario, calculo que el número debe ser cercano al 99 por ciento. Pero más que el dato duro (oh, sí, más duro), me gusta pensar en la profundidad (oh, sí, más profundo) de la experiencia como un universo infinito donde todo cabe y donde la oscuridad es tanta, que nadie debería preocuparse por la despiadada luz de ese reflector escandalosamente ignorante, retrógrado y conservador.

El gozo no admite estándares, el gozo es el que es y bien vale, más que una misa, una fe incluyente que parte de una premisa: todos somos imperfectos y (casi) todos queremos coger.

Como dice Johanna, el mayor y más asombroso secreto del universo es que todos podemos, si queremos, tener un encuentro sexual y de pronto te das cuenta de que estás ahí, en algún rincón oscuro, entre beso y beso, tratando de averiguar hasta dónde puede llegar tu cuerpo.
Ese cuerpo, el que es tuyo, el que te lo ha dado todo.

30 Responses to “El sexo no es para gordos ni parapléjicos”

  1. Samuel Lechuga dice:

    Queridisima y admirada Alma.. Raramente pero hoy no estoy de acuerdo con tu afirmación de que tú estás del lado de los 99. Aunque no te conozco personalmente he visto fotos tuyas que en mi opinión comprueban lo que escribo.
    Terminando con las flores te puedo decir que yo tuve este problema en mi adolescencia y te aseguro que sufrí mucho por él y resultó en una inseguridad que me fue difícil superar. En fin visto que en Suiza en ese entonces las tortillas tenían precio de caviar en México y yo no tenía dinero tuve que renunciar a ellas y baje de peso rápidamente.
    Cierto que nos sigue el estereotipo de la belleza que atraves de los años cambia, como ejemplo te pongo a Rubens y su época.
    En esta generación de anorexicos la tiene mucho más difícil pues los standares son muy difíciles de lograrlos y muchos se quedan en el camino muertos o adictos. Tanto que ya hay compañías que exigen un peso mínimo a las modelos.
    El otro punto que me parece muy importante es la experimentación del placer y cuantos complejos y tabúes a pesar de estar en el siglo 21 todavía nos frenan y nos impiden tener un goce total a cierta acción. Y creo que aquí hay mucho trabajo propio por realizar.
    Ya que hable de la generación anorexia también me da la impresión que otro aspecto que tienen es la anhedonia hay mucha gente indoctrinada socialmente que creen que ser cool es muy in o muy padre o muy Chachin y acaban con una anhedonia de la cual no se pueden recuperar jamás. Quizás esto es más frecuente de este lado del charco pero aquí es verdaderamente un problema y causa de infelicidad propia y de los seres que están alrededor de esta persona. En fin esperemos que los habitantes de este lado del charco comiencen a reflexionar y a comprender el arte de disfrutar, apreciar y como algún día escribiste de agradecer lo que tienen.. Saludos a ti y todos los del club

    • López dice:

      Hombre Lechuga , usted ha sido víctima de casi todos los males de esta tierra. Cómo le hace para sobrevivir ?

    • javi dice:

      Independientemente de los estereotipos cultivados ad nauseam por los medios, ser delgado siiempre constituye un problema de logística y mecánica, aun de fluidos, para echarse un rico polvete con una gordita en sazón, sobre todo cuando has tenido la experiencia de poder cargar, empinar, pandear, estirar y acomodar a placer a una deliciosa flaquita… Y aquí se acabó el novelín tan suspirable. ¿Okey?
      Ahora pasemos a la non-fiction dura y madura. En mi adolescencia y un poco más allá, siendo más bien delgado o quizá flacucho, descubrí, no sin sorpresa y desesperación lobuna y como parte de los desengaños que se acumulan inmisericordemente en aquella etapa de la vida, que las amigas gorditas y desfajadas de mi hermana se derretían por mí y me lo hacían saber mientras se embutían la sopa que la adorable Mery (la queridísima mucama y nana familiar) preparaba los días especiales de visita. Entonces y por tal motivo, este servidor que las acompañaba ya se estaba haciendo una de las preguntas fundamentales de la vida: ¿por qué siempre las que tienen sobrepeso babean por mis huesitos y en cambio las flaquitas me tratan con cortesía rayana en la majadería? Bueno, tras algunos años de enconadas cavilaciones descubrí el motivo de por qué me sucedía así.
      ¿Quieren saberlo, distinguid@s miembros del Club de la Paja a Hurtadillas?
      Pues no me importa si los aburro, igual se los diré: Resulta que las afamadas gordeixon, todas amigas de mi tierna y obnubilada hermanita, no tenían nada de tímidas; eran más bien unas descaradas que empleaban cualquier artilugio y añagaza, por más descarados y risibles que fueran, para tirarme el sutil calzoneixon de colegiala, y las muy frescas lo hacían sin pudor ni recato alguno frente a mi cruel hermana que en el fondo, lo sé de sobra, se reía viendome sufrir mientras me cambiaban loss colores, y las flaquitas que a mí me traían como se dice: “cacheteando las banquetas” -y muy posiblemente yo a ellas también-, las dulces y esmirriadas, ¡ay tan lindas con sus calcetas y sus choclos con tierra en las puntas, y sus manitas pintadas con tinta de BIC que no sabe fallar y sus uñitas rotas y mugrocitas!, al contrario de lo que podría pensar una mente cartesiana clara y distinta, eran más tímidas que un pollito sin chu mamá, y se notaba que cultivaban en sus corazoncitos una candidez de pompa de jabón rosado porque no se atrevían a entregar guiño, mueca o carantoña acerca sus sentimientos y/o deseos ante las “simpáticas y desenvueltitas aplanadoras de sus compañeritas”, quienes las intimidaban hasta hacerlas caer en en un mutismo más denso que el de santa Hildegarda recluida en el monasterio de Ausderbingennkrütt. A ver si me explico, y con esto intento -lo confienzo y me sonrojo- hacer añicos el cogollo del novelón que hoy nos reseña mi apetecible chulalma. Esperar lo contrario hubiera sido hacerse ilusiones de que unas frágiles figuritas de Giacometti se comportaran con toda soltura ante los mamotretos del inflado Botero. Así que de tímidas nada.

      • Ramón dice:

        Acaso no tienes con quién platicar tus pato aventuras Javi ? Búscate una pareja que te escuche. Estás de flojera.

      • Lupe la Morena dice:

        Lamento haber despertado tu ira, Ramón, te comprendo… (snif-snif), sólo estaba calentando la pluma e imaginando la historia con que voy a hacer reír a tu jaina.

      • Tu pandeada dice:

        Javi, no te gustaría pandearme?? suena rico

  2. Escribano dice:

    Querida Alma.
    Deliciosa la forma que abordas el tema. Totalmente de acuerdo. Afortunada,ente ya pasé mi adolescencia. Sin embargo sigo viendo prejuicios por todos lados. Gran tema de verdadera educacion sexual. Te mando un beso.

  3. Pedro dice:

    Personalmente prefiero a las que no están gordinflonas. La celulitis me repugna sobremanera y prefiero no entrarle aunque se me encueren gratis.

  4. Luciano García dice:

    Leí tu columna por ahi de las 3 am y en ese momento me vinieron a la mente tantas veces en que se ha caído frente a mi la idea de que la sexualidad es como la sociedad dice que debe ser. Desde los parafílicos sexuales de cualquier índole hasta discapacitados como los que mencionas.
    Personalmente viví un caso muy cerca con la hija de una empleada, la cual padecía un retraso mental (según diagnósticos oficiales) pero su cuerpo si crecía a ritmo normal. Cuando llegó a la pubertad, las hormonas empezaron a actuar y sin saber porqué se empezó a sentir atraída por los varoncitos, los cuales, típico de la edad, la llamaban, la atraían y se atrevían a tocarla y abrazarla, provocándola y ella respondía como es natural. Los padres de la púber se negaban a aceptar que la niña ya tenía deseos de mujer adulta y se la pasaban regañándola, castigándola y demás inútiles correctivos. Me pidieron opinión y yo expresé que no iban a poder manejarla de esa manera ya que la naturaleza era mas fuerte que cualquier castigo que pudieran imponerle y que sería mejor educarla para que se hiciera cargo de su sexualidad, lo cual no hicieron, sino que le aplicaron tratamientos anticonceptivos mensualmente y al cabo de un tiempo, permanentemente. La razón para hacerlo así, aducieron con cierta razón, es que conforme crecía era mas difícil controlarla e incluso había llegado a faltar a la casa por varios días, encontrándola en hoteles después de los encuentros sexuales. Actualmente ya no tengo tanto contacto con esa familia, por lo que no se en que terminó la historia, pero eso me ha enseñado lo que dices: todos podemos coger, si queremos y yo agregaría que todos debemos coger para sentir hasta el fondo (oh, si, hasta el fondo) la esencia de nuestra naturaleza.
    Te mando el consabido abrazo semanal, muchos saludos y mis mayores deseos de que tengas sexo hasta que digas basta.
    Hasta luego

  5. santa elena dice:

    el problema no eres tu…es el otro que no quiere cogerte porque no te le antojas

    • Sor Juana dice:

      Que no me quiera Fabio al verse amado
      es dolor sin igual, en mi sentido;
      mas que me quiera Silvio aborrecido
      es menor mal, mas no menor enfado.

      ¿Qué sufrimiento no estará cansado,
      si siempre le resuenan al oído,
      tras la vana arrogancia de un querido,
      el cansado gemir de un desdeñado?

      Si de Silvio me cansa el rendimiento,
      a Fabio canso con estar rendida:
      si de éste busco el agradecimiento,

      a mí me busca el otro agradecida:
      por activa y pasiva es mi tormento,
      pues padezco en querer y ser querida.

      Lee todo en: RESUELVE LA CUESTIÓN – Poemas de Sor Juana Inés de la Cruz http://www.poemas-del-alma.com/sor-juana-ines-de-la-cruz-resuelve-la-cuestion.htm#ixzz3y5zDBRsL

  6. mcjaramillo dice:

    Lo más probable es que cada cual, antes o después, se las apañe a su buen entender y hacer. Evitar los complejos y las básculas, es harina de otro costal.
    Acertada como siempre, querida Alma.
    Besos

  7. José dice:

    Bien Alma, pero por tus fotos y sabiendo los lugares que frecuentas, como que no te queda el comentario.

  8. Francisco dice:

    Los seres humanos respondemos a estímulos, y en la medida del estimulo es la reacción que nos provoca, no se puede satanizar a un hombre si no se le antoajn unas nalgas celuliticas, ni tampoco a una mujer si un pitito en lugar de provocarle deseos le provoca risa: La naturaleza es sabia y acomoda a todos de acuerdo a sus asegunes. y en gustos se rompen géneros

  9. Francisco dice:

    Tengo una cuñada que su esposo es muy gordo, con una panzota que es imposible saber que trae abajo de tan escondido que esta, sin embargo ya tienen 3 hijos y un día le preguntaron a mi cuñada que como le hacía para tener relaciones si su marido estaba tan gordo, y ella contestó, ” para todo hay mañas en esta vida” pero no aclaró si las mañas implicaban la ayuda de un voluntario, porque ninguno de los hijos se parece al marido

  10. Edy dice:

    Hay algunos que son vigoréxicos, es decir, que están tan obsesionados con estar delgados que no salen del gimnasio o no paran de correr. Y todo para que les pregunten qué cómo le hacen y ellos contesten : nada , trago de todo ; pozole , quesadillas , etcétera.
    Tuve una novia así, sin embargo, jamás pudo desaparecer sus ramificaciones de estrías al lado de las nalgas.

  11. Sara dice:

    Almita querida ,si es la película donde sale Helen Hunt de rehabilitadora sexual, ¡¡es buenísima!!…en alguna parte leí que las conversaciones ,si son tan disfrutables que enriquecen el espíritu, vienen a ser el sexo entre las almas…claro que también es necesario el sexo entre los cuerpos…
    por otra parte creo que los hombres se sienten más atraídos por mujeres con curvas pronunciadas que por mujeres delgadas…en mi entorno veo más gorditas y gorditos disfrutando del sexo y señoras con maridos infieles que se fueron tras un par de senos o nalgas extra grandes…
    En mi lejana juventud a algún novio le preguntaron que “que le veía a esa flaca” refiriéndose a mi persona…a lo mejor por eso nunca practiqué el sexo casual…ya ni podría ponerlo en mi lista de cosas para hacer antes de morir

    • Sara dice:

      Falta una parte del comentario: mis risas y mis felicitaciones para Almita que escoge unos temas muy interesantes en su columna…el de la semana pasada ¡sublime!

  12. NEMO dice:

    Lo que más se desea es lo que no se puede tener. El culto al sexo, el encumbramiento de la genitalia del género opuesto encabezan la lista… Del terror, de la miseria… Quien carece de problemas para procurarse un acostón, sabe mejor que nadie que NUNCA es la octava maravilla… No se experimenta en cabeza ajena, pero, siempre es excelente pensar a fondo en aquello que no se tiene o no se ha tenido, y descubrir que sin ello seguimos vivos, y que así puede ser indefinidamente, con felicidad, aunque parezca increíble. Lo cierto es que, lo que menos necesitamos, son más humanos procreando… Saludos y gracias.

  13. DEJENSE DE TONTERIAS TODO MUNDO CUANDO LO QUIERE PUEDE TENER SEXO SI ESTA GORDITO HAY MUJERES QUE LES GUSTAN LOS GORDITOS, EL CHISTE DEL SEXO ES QUE HAY QUE SABER HACERLO Y HACERLO BIEN GORDO, FLACO CHAPARRO ALTO , SORDO SORDA CIEGO CIEGA , EN SILLA DE RUEDAS SOLO SABER COMO DISFRUTARLO Y PARA ESO SE NECESITA MUCHO, UNA MENTE ABIERTA UNA MUY BUENA COMUNICACIÓN

  14. juan encinas dice:

    Es verdad que las más lanzadas suelen
    ser las que peor se sienten física mente.
    Aquella teoría de tirarle la onda a todo
    ser en movimiento resulta casi infalible,
    dicen,
    porque yo siempre he necesitado alguna
    señal previa antes de expresar mis deseos,
    y a la vez respetado ciertos limites estéticos,
    eso sí, muy personales.
    Coincido en que siempre habrá un roto para
    un descocido, sin que esto sea absoluta mente
    discriminatorio. Es decir que gordos y flacos,
    pálidos y morenos, serios y risueños se buscan,
    por separado,
    con sus excepciones de modas raciales,
    curiosidad, hartazgo…
    En principio, México no debería ser problema
    para encontrar a tu gordis, somos ya país líder,
    hay de donde es coger…
    En cambio en las auténticas limitaciones,
    físicas o mentales
    debes encontrar tu complemento,
    en lugar de competir o repetirse.
    Creo Alma mía que son dos temas muy distintos,
    opuestos.
    Vaya pues un abrazo doble.

  15. Juan Carlos dice:

    Hoy tomé providencias para escribir mi comentario antes de que manden tu columna a las “entradas anteriores” y mi opinión se quede en el limbo del periódico.
    El título me asustó. Me dije: “ahora sí se armó una verdadera rebatinga…”; al leer el texto, el alma me vuelve al cuerpo.
    Afortunadamente los paradigmas evolucionan y hay cada vez menos personas que actúan en base a los estereotipos comerciales de la época. Incluso en el caso de los parapléjicos: para su solaz, cada vez hay más personas con mentalidad abierta que desinteresadamente -y a veces con intereses amorosos, conozco un par de casos- les ayudan a mitigar sus ansias sexuales.
    A seguir rompiendo paradigmas, querida Alma Delia.
    Tres abrazos -el de esta semana más dos que se quedaron en el limbo electrónico.

  16. Vane dice:

    El sexo es el juego que todos jugamos pero casi nadie dice que juega, como lo juega y con quien lo juega, lo cierto es que nuestros chamucos internos nos juegan malas pasadas si no los sabemos manejar, no importa el tipo de cuerpo que se tenga, hay que tener muy claro que el sexo es una cosa, el amor es otra,, el deseo otra y la confianza es otra y no siempre logramos integrarlos al mismo tiempo. Me quedo con esto:
    “El gozo no admite estándares, el gozo es el que es y bien vale, más que una misa, una fe incluyente que parte de una premisa: todos somos imperfectos y (casi) todos queremos coger”.

  17. Livia Alicia dice:

    Eres genial. Este tema parece trivial, normalito y hasta poco interesante (Aparentemente), pero la verdad es que la publicidad y los medios de comunicación siguen igual que hace años adoctrinando a toda (O a casi toda) nuestra especie en la importancia de cubrir cierto estándar de belleza física para ser felices y exitosos (En todo sentido) en este planeta, la parafernalia de lo aspiracional sigue vigente en nuestro mundo con el fin de aumentar el consumo de cremas, cosméticos, perfumes, cirugías, gimnasios, silicón, Botox, fajas, zapatos, ropa, etc. Etc. Para cubrir los requisitos que impone el mundo en el que vivimos, lo bueno es que casi siempre esos pensamientos tan poco interesantes dejan de gobernar nuestra vida (Porque en algún tiempo todos fuimos adolescentes) y pasan a ser recuerdos chuscos que contar a nuestros hijos para hacerles entender que todo ese remolino de ideas que tienen sobre la “Belleza física” son publicidad engaña bobos y que no tienen la menor importancia en su vida, que son ideas (Muy bien manejadas por los publicistas) que se repiten y se repiten con el fin de que todo el mundo gaste su dinero en cosas muy superfluas. En el caso de los discapacitados, la verdad es que nos falta mucha educación para convivir con estas personas porque siempre las vemos como impedidos para todo, los sobreprotegemos y creemos que son como bebés a los que hay que cuidar de por vida y no personas que sienten y viven una vida muchas veces miserable porque no les damos la oportunidad de vivirla y de desarrollar sus capacidades. Conozco a una Campeona Paralímpica que tuvo la suerte de nacer y ser educada en una familia humilde y con padres que no tuvieron estudios, pero que la educaron para la vida y que gracias a eso hoy es una mujer inteligente, sensible, plena, valiosa, exitosa y que no conoce límites. Todo está en la educación a nuestros hijos, ese es el secreto que nos debe ocupar, educarnos y educar para vivir nuestra vida plenamente. Recibe un fuerte abrazo y de nuevo gracias por tanto talento.

    • Gamboa Fede. dice:

      No te imagino haciéndolo con un discapacitado. Uffff.

      • Livia Alicia dice:

        Tu discapacidad moral y ética es igualita a la de Javier Duarte, Fidel Herrera, Mario Marín, Jean Succar Kuri y Kamel Nacif juntos. Se nota que les aprendiste muy bien toda la desvergüenza, cinismo y amoralidad que les caracteriza. De pena ajena que para llevar el pan a tu casa tengas que enlodarte como lo haces. ¿Nunca has pensado que podrías vivir dignamente y sin toda esa basura a tu alrededor?

  18. Betty Hernández Ramirez dice:

    Hola Alma: Saludos desde Pachuca hidalgo “La belleza exterior no es más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el reflejo del alma ”
    A todo ser humano: Flaco ,gordo ,chaparro, alto ,nos encanta coger ……… a que no ?????

  19. Rubén dice:

    Lo interesante para mi es que, a pesar de mencionar que el tetrapléjico tenía ganas de usted, y de que usted afirma que lo ideal sería que todos disfrutaran al margen de su condición, al final, hasta donde entiendo, no le dió el gusto al joven.
    Típico: todos quieren un mundo de fantasía donde todos los feos sean felices, pero esperan que sean otros quienes les hagan ese favor, que sea ese otro abstracto quien se aviente el tiro, mientras que uno se da el lujo de discrminar y escoger.
    Ojo: no digo que esté mal escoger, o que esté mal que no le haya hecho el favor al jóven. Es solo que me parece hipócrita ir por la vida seleccionando y apartando lo feo de lo menos feo, y al mismo tiempo declarar que las personas no deberían andar apartando lo feo de lo menos feo.
    Recuerdo una serie donde, después de que una abogada guapa cuestiona a un hombre mucho muy obeso acerca del porqué este se conforma con la primer mujer que se encuentre en lugar de valorarse y no rebajarse por el hecho de ser gordo, éste le responde algo como: “¿Me presentaría usted a alguna de sus guapas amigas, me recomendaría con alguna?”. La respuesta: silencio.
    Queremos todos un mundo de arcoiris donde el prejuicio y la superficialidad caigan cuando somos feos, para que los otros nos quieran, pero en el sentido inverso, cuando nos toca estar en la posición de ser nosotros los que podríamos dar felicidad al escoger a seres más feos que uno, ahí ya no hay unicornios y polvo de estrellas.

  20. Hebert Calderón. dice:

    Es la primera vez que leo este texto. Me encantó. Es de las cosas mas ciertas que puedes leer. A veces en el amor tenemos un estereotipo de lo que es la belleza, nos fijamos mucho en la belleza externa, pues total, eso es lo que nos cogemos, pero, en contadas ocasiones admiramos la belleza interna de un chico/a. Y por eso mismo al no tener el cuerpo de la persona que vemos en la Ineternet, televisor… creemos que nadie querrá coger con nosotros.
    Admirable su trabajo. Muy redactado. Seguiré leyendo sus textos, espero aprender un poco más de usted.

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