“Derogar”. Por: David Herrera (@dondeestadavid)
Soy un buen pedazo de angustia. Soy aries pero soy cáncer. Soy, también, la parte del amor que siempre termina jodiéndolo todo. Soy joven, egoísta, promiscuo y un ansioso de mierda. Soy una marica selectiva. Pero, sobre todo, poseo como energía renovable un poder absurdo por destruir lo bello.
Y él es Pablo, la historia que no funcionó. Pablo era mi escape por su adicción a lo inestable, porque me obsesionaba su alma cansada, sus ojos cansados, su completo semblante cansado. Porque estar en su habitación era como anclarme a la tierra: cierra los ojos, mi amor, quiero eyacularte las pestañas, me decía, y después todo era carne.
Pablo fue mi pasaporte a lo efímero, mi absoluto menosprecio a la idea de lo eterno; fue mi hambre, en serio: lo besaba y lo chupaba todo lo que podía porque se iría. Mira, de pronto es la noche que terminamos: yo llego borracho y en bicicleta mientras él me espera muy sobrio y muy sentado en una de las bancas del bulevar. Le digo que se levante y que vayamos a la cafetería de allá porque necesito un espresso. Porque necesitas que sea rápido, me dice y comenzamos a caminar rumbo a mi vasito de brevedad. Regresamos a la estúpida banca y comienzo a llorar y a gritarle cosas horribles, no aguanto más porque soy un egoísta de mierda y, aunque he estado apenas diez minutos, me subo a la bicicleta y, al intentar huir —borracho—, azoto en el pavimento. Me rompo la boca, pero esta vez de verdad y sin metáforas: siento que la sangre que me brota de los dientes me congela el corazón. Mientras, Pablo habla, ha estado hablando todo este tiempo, pero yo no escucho porque lo he convertido en un mimo. Me voy sin voltear y sin arrepentirme. Soy ego. Soy un ego que habla de él para darse cuenta de que hablo de mí.
Soy yo que no puedo amar por más de dos meses como parte del castigo que me sembró mi padre cuando, siendo un niño, me abandonó llevándose consigo lo único que puede salvar a un hombre: su capacidad para amar. Y él sigue siendo Pablo que se disuelve de a poco. Soy yo que, de repetirlo, no volvería a hacerlo igual porque cambiaría todo de mí hacia él.
Soy yo que cambiaría mi manera de quererlo.
Mi ego.
qué retrato! espléndido!
escrito por una chingona, obvio!
Opino exactamente lo mismo. Que manera de escribir
Rodolfo totalmente de acuerdo con tu comentario.
Enfermo y bello, muuuy sincero. Aplica igual a mujeres que aman a mujeres, hombres que aman a mujeres, mujeres que aman a hombres y, hombres y mujeres que aman a quimeras
Como siempre; profundo lo que escribes.
Lo enquistado en la infancia ahí permanece, muy difícil de superar, aún y con un buen grado de madurez.
Bibiana: como cada sábado sigo agradeciendo tus letras, me encantan.
Por primera vez me hinque ante Pablo para pedirle perdón ! Y he llorado por encontrarme conmigo misma ! Maravilloso.
Muñequita este servidor,tiene ungran prodigio de 7 pulgadas que Dios me dio,y creeme a pesra
de estoy en la lucha con Morena,y con algo de suerte con las feminas,no me creo macho,solo
hombre,son my buenos tus comentarios…adios
¡Chale!, ¿Qué hombre! Checa bien tu flexómetro y más bien consíguete un nanómetro o métela a un concurso.
(Siempre habrá alguien con una de 7.3 inches ¿no? y entonces te sentirás insignificante.)
Simplemente hermoso, simplemete tú <3
Espléndida prosa, de principio a fin te atrapa. Felicidades
Estimada Bibiana:
Meandro de placer. Gracias.
Saludos cordiales.
Simplemente encantador…
El amor, siempre somos estúpidos en el amor, seamos hombres o mujeres caemos en el Ego de querer ser mas amados y menos dañados. Muchos tienen justificación, otros no. Simplemente palabras que cautivan y emocionan recordándome viejas anécdotas. Es como una orquesta de frases y oraciones que van más allá del decir algo.
Sencillamente asqueroso.!!!!!!
Este es uno de esos textos que no necesitas leer… lo que se necesita es dejarlo entrar a tu alma y a tu cuerpo con todos los sentidos puestos en ello, si es que lo quieres entender.
Cada que te leo, me sorprendes , Dios te dio ese talento y vaya que sabes usarlo,; me encanto , Eres asombrosa, Felicidades. Tu Fan número Uno. Te Amo
Es un texto excelente. Me parece algo profundo, el ego nos come vivos. Nos mata en ocasiones; pero ¿quien se puede librar de él?
Exquisito. Y eso, se queda corto. Así es Bibiana, somos ego.
No soy reciproco. Quizás por que me gusta la soledad, porque el hecho de tener una simple pareja me aterra. Así que esta bien ser egoísta y tener el derecho de destruir lo bello, lo hermoso, lo sagrado. No soy yo, son las circunstancias que me orillan a eso. La culpa la tienen los demás, la tienen todos. Por qué, porque ese es mi ego.