Sería intolerable que nos dijeran cómo y cuánto tiempo coger o cómo preparar y comernos un taco callejero. Foto: Shutterstock
Vértigo frente al papel, tolerar el alma.
Jenny Asse
Cuando algo se me atora en el pecho suelo buscar un libro.
No lo busco para conjurar el llanto sino todo lo contrario, lo hago para poder llorar en serio, en plan depurativo y desde el fondo de mi legión de tarántulas en el alma. Pero a veces no lloro y es porque me ocurre algo casi mejor: a veces las palabras de un texto forman un dique que me contiene, me explica y hasta me hace sentir que ser lo que soy, no está tan jodido.
Delinearse a sí mismo más que reflejarse a sí mismo es el milagro de la identidad que experimentamos quienes nos hemos encontrado, literalmente, en un libro. O en varios.
Unos meses atrás mi adorada sobrina adolescente me dijo que leer le provoca roña, que leer está sobrevalorado y que le dan mucha hueva los feligreses de Cortázar que andan por ahí con actitud de que la divina trinidad es Rayuela, un café y un cigarro. Ah, y todo con fondo de jazz como rezos de católicos estreñidos, lo peor es cuando te preguntan si ya la leíste y respondes que no, de inmediato se escandalizan ¿no has leído Rayuela? ¿Dios nuestro señor no te ha salvado?, que no mamen; agregó despectiva. Ándele, cabrón.
Sentí una estocada en el centro del pecho, estuve a punto de contestarle ¿También tú, Brutus?, pero mi grandilocuente referencia no hubiera servido de nada pues lo más probable es que mi sobrina se quedara en blanco porque Shakespeare y Julio César también le provocan roña.
El hecho es que me guardé mi escándalo de católica estreñida en defensa de la lectura porque intuí que el discurso despectivo de mi sobrina entrañaba algo verdadero y que quizá, sí, es una monserga ir por ahí con la cantaleta de decirle a los demás que lean porque leer te da este y aquel beneficio, te corrige la mala ortografía, te hace guapo, eleva tu atractivo sexual y te llena de cultura, en una de esas hasta es bueno para perder peso y para aliviar el dolor de articulaciones. Llévelo, llévelo.
Lo cierto es que hay una incómoda cercanía en la competencia de lectores contra no lectores con aquello de hippies contra hipsters. Batallas de neurosis ideológicas.
Lo que digo es que ser los angelitos coronados con la aureola de santo lector despreciando a las huestes del mal que no leen, es en buena medida un dogmatismo y una mamonería que, bajo el contexto de nuestra compulsiva interacción digital, se ha reforzado en los últimos tiempos pero poco o nada sirve para despertar el antojo lector.
A algunos de nosotros, cuando éramos niños y adolescentes que no sacaban la nariz de un libro o un cómic, nos pegaban tres gritos para que soltáramos el distractor y nos regañaban por flojos y buenos para nada, nos mandaban a hacer alguna diligencia a la calle o nos imponían alguna tarea doméstica. Y leer era tan gozoso por eso, porque no servía para nada, porque no tenía ningún objetivo utilitario ni de acumulación de datos para presumir en las redes sociales.
Y me olvidé del asunto por un tiempo pero he vuelto a escuchar los cada vez peores promocionales que invitan a pasar veinte minutos al día frente a un libro y que, con el imperativo “lee” dan la orden para que llenemos nuestras cabezas de letras. Pues no, si esto se parece a comer antojitos o al sexo, sería intolerable que nos dijeran cómo y cuánto tiempo coger o cómo preparar y comernos un taco callejero.
Creo que darle sentido de utilidad a la experiencia de leer, la degrada.
Y mientras más lo pienso, más me convenzo de que leer no sirve para nada, por eso hay tanta belleza en ello, por eso es un acto de resistencia contra la imbecilidad de las reglas de lo productivo.
Vuelvo a donde comencé. A mí me ocurre, constantemente, que me encuentro en un libro, que pego un pedacito roto de mi identidad con las historias que leo, pero la identidad es única e intransferible, sin importar que mi sobrina comparta mi sangre. Así que haré el esfuerzo de guardar silencio como obligación única frente al libro y dejaré que cada quien se coma el taco como se le antoje. O que no se lo coma si no le da la gana.
Twitter: @AlmaDeliaMC
Y es precisa mente
en Sinembargo
donde constante mente
sentencian :
apaga la tele y lee,
sin precisar qué leer
y qué dejar de ver.
Sé lectivo sería
más amable,
más preciso.
Es que es la tendencia, querido Juan, todos los medios hacen eso. A mí me parece que es un error, de cualquier manera pero pues a mí me puede parecer lo que sea, jajaja, que las cosas seguirán siendo como son.
Un abrazo
Hay libros que no son dignos de ser leídos. Sin embargo, se les da la calidad de literatura cuando no lo son. Esos libelos suelo tirarlos a la basura y prefiero ver una serie de netfix.
Ahora en este espacio nos quieren dar tacos de gato por ternera.
Siempre será un placer de los dioses leerte. Esperarte cada viernes y regocijar el alma. Más que los tacos o coger. Mucho más. Haz leído Nofré la Diosa del Nilo?
¡ Achis !!!!!!!!!!!
No puede ser
más excitante
que unos tacos,
¡ Nooooooooo !!
También puedes tomar unas clases de ortografía. Qué es eso de : “Haz” leído Nofré la Diosa del Nilo? Se escribe : “Has” con S
Haz de hacer, has de haber
Hola, Eloy, no he leído ese texto, ¿qué es? ¿una novela? Un abrazo, gracias por seguir asomándote a este espacio.
Si Alma es una novela,
Disculpa la falta de ortografía en tu espacio! Un abrazo, siempre me asomo aquí, este lugar lo siento tan mío.
Sin escribir más palabras, coincido contigo. Ya te escribí un correo, hace varios días. Abrazos
Lo sé, mi Ceci querida, te debo una respuesta. Abrazo grande mientras tanto.
Querida Alma.
Leer no admite imperativo. Es algo individual. Admiro el trabajo de escritor, fabricante de ese objeto tan preciado y denostado llamado libro. Buen tema tu articulo. Como siempre me deja reflexion para esta semana, mientras llega tu próxima contribucion. Beso y abrazo, negrita linda.
Es justo lo que digo, Escribano, das en el clavo, leer no admite imperativo y hacemos mal en empeñarnos en ello porque arruinamos la experiencia.
Un abrazo
Si nos apegamos a México, la realidad es que no leer y ser ignorante te puede llevar a ser presidente de la república, basta con ser corrupto, ambicioso, cínico, voraz, sinverguenza. Ese es el mensaje que captan los adolescentes día a día
Amargo pero cierto
Qué jodido, pero sí, algo hay de cierto en lo que dices.
¡¡EL METEORITO DE LA ESPERANZA!! Millones de mexicanos esperan ansiosos la noticia de la extinción de los dinosaurios del PRI. Muchos esperan que el meteorito que iluminó el cielo mexicano esta madrugada, haya sido lo suficientemente grande para acabar con esa plaga que tiene asolada a la prole. Los creyentes dicen que Dios ha escuchado nuestras súplicas y finalmente mandó la solución. Otros dicen que es una advertencia y si se roban otra vez las elecciones entonces vendrá uno mucho más grande para destruir a esa mafia que no tiene llenadera. Mientras seguimos esperando la ansiada confirmación de la extinción de esa peste.
¿Meteorito de la esperanza? ¡Qué ganas de aferrarse a tonterías esotéricas! Leer sirve para no ser víctimas de supercherías y merolicos, pero como bien dice Alma, no es imperativo. Es como el momento en el que el alcohólico decide realmente dejar de tomar (y no antes por más que se lo hayan pedido) o el que fuma, dejar de hacerlo: Si no nace, no se hace.
Relajate amigo, tal vez así puedas comprender el sarcasmo
Interesante tu comentario.Pero si habria que rescatar algo de la lectura. Aunque no tiene que ser obligatoria,sino por simple placer y entregar ese momento de extasis,de gloria dode pierdes la visibilidad y la vista solo se te nubla.
Esa es la cosa, Gregorio, a los placeres nadie puede llamarnos dando una orden… yo digo.
¡Grandísima! verdad, Almita querida, leer no sirve para nada… para algunos, y para otros es tan necesario como el respirar…a mi me gusta leer y alguien me ha dicho “ni siquiera eres más feliz que yo, que no leo, porque tu sufres de depresión”…en mi juventud (ayer) un chico del que estaba enamorada me dejó porque leía “libros raros” se asombraba que no me gustara Og Mandino…de nada sirvió que yo le explicara que mi gusto por leer no importaba, que leía poquito, por que a el pueblo no llegaban muchos libros…no lo convencí…
me encanta la manera de defender su criterio de tu sobrina…digna de su tía…tiene tiempo para cambiar de opinion, si quiere, si no pos no…
Como siempre genial, tu forma de narrar…
Abrazo y bendiciones.
Jajajajaja, Sara querida, lo que hay que ver, un novio te dejó por tus lecturas… bueno, sé de algunos casos parecidos. Te mando un abrazo grandísimo, coincido contigo, leer es un gozo cuando viene de una pulsión vital, personal; no un convencimiento académico… creo.
Ya lo dijo el gran Saramago, tratar de convencer a otro, es intentar colonizarlo, excelente columna. Sin duda la leo a Ud como cuando me como los mejores tacos y tengo un sexo celestial
José, compararme con unos buenos tacos es una frase memorable, la guardaré preciadamente. Un abrazo
A mí me ha pasado que me encuentro lectores que reclaman y casi te tachan de idiota si no has leído tal o cual libro. E incluso como a mí no me gusta esa onda de Game of Thrones, ya he sido desterrado de la cultura popular como alguien desactualizado o con problemas de retraso.
Ser intelectual a veces te hace dogmático, y querer imponer a los demás el taco que te comes se me hace de una arrogancia insoportable.
Coincido contigo, que flojera las series gringas, no las veo porque la verdad me parece que son igual de malas que los libros que les dieron origen, pura literatura que más bien parece comida rápida. entretiene pero no nutre el pensamiento.
Sí, Jorge Armando, es como un vicio intelectual ese de arribar al dogmatismo y, bien pensado, todos, absolutamente todos, somos más ignorantes que conocedores, por pura estadística, ignoramos más de lo que sabemos, ¿no? Un abrazo
Me evocaste una bellisima y añorable imagen; mi madre (según todos esta en cielito.com), mandándome por las tortillas y yo leyendo el Chanoc, comic favorito de Monsi Monsivais. El tercer grito siempre llegaba acompañado de un zopapo en la nuca.
Gracias Alma de mi alma. Un abrazo.
Chanoc… yo leía Memín Pinguín, La Familia Burrón, Archie y Asterix y Obelix… vaya mezcla. Gracias por tu comentario, Agustín, un abrazo.
Una de las razones por las que me encanta leerte, es que en cada uno de los artículos hace que replante y cuestione algunos o muchos de los dogmas con los que yo he crecido, actualmente tengo 38 años y creo que soy un lector tardío, por que mi primer libro lo leí cuando tenía 18 años, y con el paso de los años he aumentado mi gusto por la lectura cada vez mas, y eso me llena de gozo, pero ahora que tengo dos hijos, y que en mi afán de no llenarlos de los mismos dogmas con los que yo crecí, estoy haciendo lo posible por despertar en mis hijos un amor por los libros con la intención de enseñarlos a pensar y a ser mas reflexivos, sin embargo ahora me cuestiono cual es la mejor forma de sumergirlos en la lectura sin caer en lo que tu mencionas de casi casi decirles cuanto tiempo y como coger o prepararse un taco callejero. Es decir, ¿como lograr que las nuevas generaciones aprendan a pensar y no aceptar todo lo que se les da como la verdad absoluta del planeta? Por que siento sin querer sonar alarmistas que el mundo que le estamos dejando a las nuevas generaciones no es ni de cerquita mejor que el que nosotros recibimos, y creo que la única posibilidad que tenemos para que las cosas cambien es enseñar a nuestros hijos a pensar diferente. Jaja, creo que ya me salí del tema, es la primera vez que comento tu columna, pero quiero felicitarte por todos tus artículos. Mi admiración Alma querida. Que tengas lindo sábado.
Harry Potter que hizo
milagros en el mundo
entero, puede ser el
principio que buscas.
Porque no sólo es leer. También es leer con crítica. Al menos a mí me enseñaron mis papás a leer de manera crítica, qué piensan los personajes, qué mensajes te están dando la historia, acompañándome con la lectura, y que yo pudiera escoger qué leer. Leyendo a fuerzas no es divertido.
No, Toño, no te sales del tema, qué dilema tremendo y qué responsabilidad la de criar hijos y transmitirles lo mejor que tenemos. Yo no soy madre, así que nada puedo aportar pero pensando en nosotros como especie y en las eternas vueltas generacionales, no queda más que transmitir el gozo de la vida y confiar en ellos, seguro que traen lo suyo para discernir… Un abrazo, gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar habiendo tantos antojitos en las vitrinas de al lado, jajaja.
Ando que no puedo salir de los libros… Entro en ellos, pocos (As you like it, De lo espiritual en el Arte, Mi impublicada novela ***, Finnegans Wake, Breviario de podredumbre, casi nada más desde hace ya un año; y nomás no puedo salir. Me tienen atrapado; en ocasiones, un solo párrafo o una frase me sisan… una palabra solitita, carajo. Arroba me arroba. Leo, sí los diarios y cositas, leo mágicamente, escribo. Coincido contigo: Sé la clase de alivio que son los libros (el buen Tello dice que tooodos los libros son libros de auto ayuda); salvan mi ¡”·$%&/()=?¿QWERTYUIOP^*! Mmm, la llenan de placer y quehacer. En el libro somos mucho más que tres (el autor, tú y yo): Recio abrazo.
¿Será, Javier? ¿que todos los libros son libros de autoayuda? … se me ocurren un montón de explicaciones, incluso cuando los libros te ayudan a matar una mosca o a alcanzar algo o a equilibrar una mesa, jajaja. No me hagas caso. Estoy cansada. Un abrazo recio
Que a tu sobrina no le guste leer y tu te sintieras mal por eso no quiere decir que leer no sirve de nada. Si a ti leer no te sirve mas que de pasatiempo pues que lástima que seas escritora.
Leer a mi me encanta y me sirve y me ha servido toda la vida. Me sirve para aprender, para pensar, para ponerme en los zapatos del otro, para que se me ocurran ideas, para relacionarme con los demás a traves de nuestras lecturas. Leer me ha servido profesionalmente pues como profesional de las ciencias sociales entender al ser humano me ayuda en mi trabajo y leer es indispensable para entender al ser humano. Leer me ha servido como persona porque amplía mi perspectiva. Leer sirve y mucho. Que no te engañe tu sorbina.
Imelda querida, le estás predicando a la conversa, si yo crecí leyendo y me entrego a los libros ya sin pensarlo, si me salvé de no sé cuántas cosas gracias a ello… pero mi sobrina tiene razón y está en su derecho (ella y los que piensan como ella) nosotros quién carajos nos creemos para andar evangelizando a los que no quieren leer. Si la belleza, la experiencia, el dolor, o la chingadera está en el libro dejemos que así sea y no la traslademos al emblema del “Lector” como si fuera un rasgo de superioridad porque la verdad es que, siendo honestos, no lo es. Un abrazo
Algún día tu sobrina encontrara algo que leer.
Hay personas sin gusto, ¡hasta que lo encuentran!
Hay otras que ¡nuuuunnnca!
Cuando me enseñaron a leer, me acuerdo de un libro de lectura para primero de primaria, había un cuento sobre los insectos en Xochimilco con dibujos y letras grandes, me gustaba leerlo no sé en qué momento desapareció, la amnesia desapareció cuando veía un programa de tv de Jorge Saldaña, había una sección llamada “Atril” se leía teatro y poesía, un día leyeron a León Felipe y quise leerlo ¡empecé a leer de nuevo! Hay libros que se quedan a las pocas hojas leídas, creo que es normal.
Claro, PMC, eso me ocurrió también a mí, unos libros me fueron atrapando y otros no, otros me dieron en el centro del pecho y con otros de plano, no pude … pero es un proceso personal. Abrazo
Respeto mucho su opinion, mas no la comparto.En lo personal me apasiona la lectura, es cierto que hay libros buenos y libros malos. He encontrado algunos inspiradores y otros francamente me aburrieron en las primeras paginas. Se que no me va a alcanzar la vida para leer los libros obligados y prefiero no desperdiciar mi tiempo en un mal libro.
Si encuentro oportunidad de recomendar alguno de los que me gustaron lo hago, pero las recomndaciones son como las llamadas a misa o las mentadas de madre, solo las atiende el que quiere.
saludos cordiales
A mí también me apasiona la lectura, es lo que más disfruto, de donde más aprendo, sin duda. Mi texto no dice que a mí no me guste leer, dice que no tenemos por qué tratar de evangelizar e imponer nuestro placer a otros… Un abrazo
Por qué no entienden lo que Alma quiere decir? Será que no se lee bien?de plano no len completo o no se sabe leer..pero como dice Alma.no hay que forzar a nadie.
Alma yo creo que cada quien tiene una razón para leer como ha expuesto,el,respetable. Entendí de tu excelente reflexión que no hay que esperar nada de la lectura y así se puede disfrutar más y estoy seguro de una u otra manera te servirá, quizás la utilidad es solamente para evadirte de la rutina y si no te sirvió al menos te deleitaste por algunos momentos
Mmmm, me resisto al término “utilidad” querido Samuel, pero cada quién.
Un abrazo
Pues ..¡tómala!, aquí en BCS no hace mucho se decretó una ley que refuerza el contrasentido; ¡¡ Ley de fomento a la lectura y libro y…la biblioteca !! O sea, los que por antonomasia no leen ¿ – hay necesidad de decirlo..?- bueno si, nuestros políticos) “queren” obligar al resto a hacerlo..¡ no ..pos sí!
Jajajaja, qué horror, me río para no llorar, Armando, pero tomemos como ejemplo lo que tú dices, los políticos no son característicos apasionados de la lectura, lo sabemos, pero son ellos los que machacan con este discurso torpe y que muestra su desconocimiento, igual que muchas de las figuras públicas que aparecen en los promocionales y que tampoco se caracterizan por ser apasionados lectores. Por eso digo que ese proceso dogmático de evangelización lectora, en realidad está vacío. Un abrazo, gracias por compartir tu reflexión.
Parece que los humanos siempre vamos a buscar razones para sentirnos superiores a otros. No más me acuerdo de los memes que se aprovechan de la librería Gandhi con mensajes clasistas y discriminatorios, con la idea de que leer te va a hacer mejor persona. Lo siento, pero tratando despectivamente a las personas que no leen, no te hace mejor persona. Y también leer qué, no cualquier cosa. Tampoco tienes que leer Los Banquetes de Platón, o a Bertrand Russel, o Cortázar o Borges, etc. Todos podemos encontrar algo que nos guste para leer y que sea bueno. Para su cumpleaños le regalé a una sobrina un libro sobre consejos e información sobre la pubertad que se llama de chica a chica, el cual es bastante bueno. Me dijeron que no le gusta leer, pero ese libro lo ha repasado. Si queremos que alguien lea, hay que buscar algo que le podría gustar, no tienen que ser los best sellers de adolescentes, ni tampoco cosas muy densas para presumir que eres superior intelectualmente.
Saludos.
Vagume, creo que apuntas algo importante: también hay un sesgo clasista en esto, es verdad, cultos contra nacos, elevados contra vulgares y recomendaciones de los que creen ocupar un lugar superior… por eso, insisto, habría que respetar la libertad de elegir un placer. Así de simple.
Me gustó tu comentario y la estrategia que usaste para leerte, sin embargo no comparto tu conclusión, ya que para mí la lectura es conocer, no cumple en mí el objetivo de presumir a los otros lo que leo y dar evidencias ante los demás.. Con la lectura, mato mi curiosidad. No juzgo a tu sobrina ni a ti, diría a quien no lee que se lo pierden. ¿Por qué se suben a la patineta a saltar…? Algo encuentran en ello. Si perideran la vista…¿no desaria alguien haber leído algo o no pediría que le leyeran?
Finalmente: detesté que usaras palabras altisonantes, pero me las aguanto bien..
Pues..¡ Tómala ! Aquí en BCS, recién se decretó el reforzamiento del contrasentido; Los legisladores locales tuvieron a bien recetarnos una ¡¡ Ley de fomento a la Lectura, el libro y…biblioteca !! O sea, loe que por antonomasia no leen, obligarán al resto a que lo hagan a wilson… ¡ no pos si !.
Acabo de terminar “las noches habitadas” y es imposible no verse retratado en la rebeldia de carlota o en la inseguridad de claudia; en la soledad de magdalena o en la angustia de dalia. Sirve leer porque te confronta y eso a la larga te hace menos inhumano. Te quiere y te abraza, tu chavalcohol.
Mi querido Chavalcohol, tu comentario fue un bálsamo, te voy a contar un secreto: el demonio más culero de todo escritor (aunque lo niegue) se llama inseguridad; y resulta que ayer le puse punto final a mi segunda novela y llevo todo el día pensando que es una basura, luego encuentro tu comentario aquí y vuelvo a convencerme de que vale la pena… Te mando un abrazo fuerte y agradecido, también a tus hijas.
No se engañen, la lectura sólo sirve para ampliar nuestro vocabulario y nada más. Además, hace perder tiempo.
Es que pensar en “para qué sirve” la lectura, es lo que lleva a respuestas como la que has dado… y ¿sabes qué? ni para ampliar el vocabulario y mejorar la ortografía es infalible. Yo creo que el acercamiento a los libros, el que se traduce en un vínculo, en un placer para siempre, viene de otro lugar que está muy lejos de preguntarse “¿para qué me va a servir leer este libro?”
Acarreandole excusas al imbécil analfabeta enrique peña nieto ?
Jajajajaja, Fafo, esto tiene que ser broma, ¿yo acarreándole pretextos a Enrique Peña Nieto? Jajajajaja, me haces la noche.
Saludos. Fíjate que a mí me pasó lo mismo. Una de mis sobrinas no solo no leía, no estudiaba y no pensaba, como buena adolescente solo ocupaba su tiempo en banalidades como el maquillaje, la ropa, los zapatos, las fiestas y el Facebook. Era todo un problema y lo peor era que sus calificaciones para terminar la secundaria eran pésimas. Ni pensar que siquiera pudiera terminarla. Un día le preguntaron qué haría de su vida porque su futuro era realmente muy poco alentador y de manera muy sencilla contestó: Me voy a casar con un rico. Me reí muchísimo y le cuestione: ¿Y si después de casada con el rico este se muere, que vas a hacer? ¿Quién te va a mantener? ¿Cómo vas a administrar el dinero que te deje? ¿De qué vas a vivir si no sabes hacer nada? Se quedó muda y entonces le explique que la mejor forma de no depender de nadie es estudiar, aprender a pensar y usar el pensamiento en beneficio propio. Lograr el dinero, el auto, la ropa, los perfumes, el maquillaje, los viajes y la independencia económica usando las neuronas. Hoy está en el primer año de la prepa con muy buenas calificaciones (Paso de los 5 y 6 a 9 y 8 en este año escolar). No ha dejado el Facebook, ni sus amigas; Pero ya aprendió los beneficios de usar las neuronas. Entendió que lo mejor es conseguir las cosas a la buena: Con trabajo, esfuerzo, constancia. Por méritos propios y no a través de un matrimonio forzado que no hace feliz a nadie. Organicemos una reunión con tu sobrina para cambiarle el chip de la banalidad y de la tontería por el del pensamiento, porque en el fondo esta generación cree que todo es gratis y fácil. Que nada tiene que ver con esfuerzo, ni con trabajo, para ellos todo es fácil y está a la mano, ¿Para que esforzarse entonces? ¿Para qué pensar si todo ya está hecho? Por eso los jóvenes hoy son tan vacíos, tan poco inteligentes y tan banales. Recibe un abrazo y quedo a la espera de tu próxima columna.
Por supuesto que sirve LEER y si le dices a un pinche adolescente de mierda y neofito que no sirve, mas ignorante se vuelve el cabron y a escuchar musica de banda NACA y narcocorridos de MIERDA ! Pero sigan asi sin leer no cualquier ignorante llega a la PRESIDENCIA, para ello se necesitan muchas palancas y PADRINOS !
Y COGER es lo mas rico que puede haber, para eso existe el Pene y la Vagina.
Esta bueno este artículo como un guamazo de frente a todos esos adolescentes hipsters que se sienten dioses porque según leen Rayuela y literalmente cuentan la cantidad de libros que leen anualmente como si eso fuera un deporte.
En la realidad cada quien es completamente libre de decidir qué leer y cuando hacerlo, y no hay por que creer el dogma sin sustento de que el que más lee es mas inteligente o mejor persona. Lo veo como un hobby opcional que cada quien es libre de decidir si hacer o no. Para algunos será imprescindible y para otros una pérdida de tiempo, ambas posturas siendo completamente respetables. Aceptar lo contrario es ser intolerante. Y ya por último a mi en lo personal me gusta leer sobre política y ciencia y tecnología y videojuegos porque me gusta estar bien informado, solo eso.
También me gusta leer tus artículos porque me agrada tu estilo y también los de opinión de los otros colegas de Sinembargo.
En la repartición de dones a algunas personas simplemente nos les tocó el don de la lectura. ¿qué se le va a hacer?
Hola Alma Delia. Me parece muy interesante tu postura en el sentido de que pretenden hacer ver el hábito de la lectura como la panacea. Coincido con tu sobrina, han exagerado el mame con eso de leer. Que lea el que quiera y si le sirve de algo que bueno! Pero que evite andarlo presumiendo, eso no se presume, se demuestra ( Con la ortografía, por ejemplo). Saludos
Coincido con tu comentario y recuerdo cuando hiciste tu columna en video, creo que por ahí va la cosa, las nuevas generaciones tienen más opciones, solo hay que trabajar en la calidad de las mismas. Un abrazo.
Ay, qué quieres que te diga… pero que le dé roña leer a mí me ha hecho muchísima gracia.
Un abrazo grande para ti; también otro a tu sobrina.
Besos
La lectura te forma. La lectura es un hábito como cualquier otro. Se vale no querer leer y asumir las consecuencias. La lectura no es una moda ni una pose. Ojalá tu sobrina luego encuentre los beneficios de la lectura y no debe ser ni Cortázar ni Cervantes, pueden ser las columnas de SinEmbargo.
Excelente semana, nos leeremos la próxima.
Un aplauso enorme a tu sobrina quien tiene a su favor la contundencia de la autenticidad. Con tantos sabelotodos aburridos y complejados . ¡Cómo no le va a dar roña leer a Cortazar? (por cierto yo tampoco he leído Rayuela) y ni me interesa si es un cliché que sea él de ellos no el mío.
Y si leer no sirve para nada, pero ¿ no lo más súblime de este mundo es lo que haces por el solo gusto de hacerlo?
Un abrazo
Los chinos dicen que es mejor viajar que leer 10,000 libros
Padricimo viajar y mientras llegas leer un libro que te gusta. Pero como cuesta,carajo
Hola, me interesó mucho tu artículo, tiene un enfoque poco explorado.
Por otra parte ¿conoces la Tacopedia? resulta que ¡si hay un libro que te dice cómo preparar y cómo comer un taco! aunque no tiene carácter nomotético. Está entretenido.
Saludos
Y luego “leer te hace mejor” con un montón de futbolistas o modelos de deportes, como si eso los hubiera hecho exitosos. Me refiero a los anuncios eso, claro.
Pues tus escritos me gustan Alma esos si los leo casi todos
Me encuentro con cada una de tus palabras, por eso me declaro una fiel lectora de tu columna, tweet, libro, lo que sea !!! Besos querida Alma
Alma, si quisiera escribirte un correo ¿a dónde debo dirigirlo? Me gustaría poder escribirte para compartirte mi estar y mi sentir
En efecto, la lectura se asimila, se integra a uno mismo. No anda uno de mamón citando a Fulano o Zutano, parrafadas, notas al pie y bibliografía, con normas APA, Harvard u otros. Abresos para la autora.
Oiga, ya no estoy adolescente, mis años me ha costado salir de ahí.
Recuerda que alguna vez fui muy fan de la lectura, cuando era más pequeña, se me quitó y uno no sabe si volverá o no a ese hábito, tampoco me mortifica.
Te amo con toda mi Alma.
A mi no me engañas estás aplicando psicología inversa, ya nomas con leer tu articulo me dieron ganas de leer,