Dos contra uno

Líneas de Conformidad/ tomada de tufisio.net

Líneas de Conformidad/ tomada de tufisio.net

Los he visto en fiestas, restaurantes, ferias del libro, aulas, íntimos desayunos caseros y hasta en internet.

Los he visto y, más veces de las que me gustaría admitir, he formado parte de esa conspiración malsana que, para los creyentes, podría ser catalogada como el pecado más sofisticado de cuantos existen pues es una combinación de envidia, soberbia, avaricia y hasta gula.

Para los herejes es lo que clasificaríamos llanamente como una hijaeputez.

 

Y aunque el lado oscuro de nuestra alma está lleno de matices insospechados y jamás podremos afirmar que sabemos de qué está hecha la condición humana, podemos darnos una buena idea si nos asomamos a ella a través de los placeres culpables que son un vasto –y divertido muestrario para analizarnos.

Por ejemplo el gusto irresistible de hermanarse con alguien para destazar a un tercero:  ver a dos personas regodearse con tal contento, apetito y gozoso ánimo destructivo para hablar mal de otro, es cosa común.

Si al ausente le va mal, aunque no dejamos de señalar que es su culpa, lo compadecemos y reiteramos nuestro cariño no sin antes haberlo criticado, ninguneado y vapuleado hasta mirarlo tan abajo que podamos, magnánimos y superiores, compadecerlo.

Pero ay de esa persona si le va bien, entonces le crucificamos con saña y la descalificamos hasta convencernos de que no tiene nada superior a nosotros y que no es mejor ni más capaz que cualquiera sino simplemente un engreído con buena suerte o buen apellido o buena cara o buen culo o buenas relaciones, un soberbio pagado de sí mismo que siempre consigue lo que quiere por razones nunca atribuibles al talento o al esfuerzo. No hay compasión ni perdón porque jamás le perdonaremos que tenga algo que nosotros no tenemos, jamás le perdonaremos que nos refleje de cuerpo entero en el espejo de las propias carencias.

 

El síndrome del cangrejo, pues. Ese lugar común que muy probablemente sea una falacia –ya  los expertos en conducta cangreja podrían ilustrarnos con la verdad– pero que al ser un referente compartido, pinta bien el fenómeno del rechazo hacia quienes destacan.

Lo he observado montones de veces: desde que era niña y vi a los más avanzados de la clase vivir en el aislamiento y luego en las oficinas donde el empleado estrella invariablemente fue objeto de alguna conspiración hasta aquella historia que ocurrió en el reino de Nuncajamás, delegación Benito Juárez, donde tomaba un taller de creación literaria. Un día se apareció una chica guapísima que provenía de un estrato social más alto que el resto de nosotros. Tremendamente talentosa. Su primera entrega, un breve y poderoso cuento sobre un romance secreto entre aristócratas lleno de intriga, pasión, profundidad y tensión narrativa era digno de aplausos. Se sentó junto a mí mientras leíamos su cuento, le sudaban las manos y le temblaba la voz y movía la pierna derecha nerviosamente. Cuando terminó, llovieron los comentarios descalificadores a cuál más ridículo o absurdo: que no era realista porque la mayoría de las personas no bebe champaña, que el detalle de los guaruras era de mal gusto, que le faltaba o le sobraba una coma.

Éramos alrededor de veinte personas en el taller. Sólo el maestro que lo impartía, otro compañero y yo elogiamos el relato. (No me las doy de santa que he sido tan envidiosa y mezquina como cualquiera en otras ocasiones pero no esa).

Es que era guapa, talentosa y con dinero. Pucha, tenía todas las de perder, ¡vaya ironía!

Y entonces eligió pertenecer y con ello renunció a destacar.

Sólo hizo dos entregas más a lo largo del taller: grises, aburridas y predecibles como las que entregábamos los demás.

 

También hay un diagnóstico para esto, se llama Síndrome de Solomon y está basado en el experimento del psicólogo Solomon E. Asch en el que demostró que el 75% de las personas, estando en una dinámica de grupo, cambiarán su opinión o respuesta a una pregunta para demostrar que piensan, saben y ven lo mismo que los demás. Aún cuando la respuesta de la mayoría esté obviamente equivocada, tan equivocada como afirmar que una línea notablemente larga, era igual a otra de menor longitud –en eso se basaba el famoso experimento.

 

Todo con tal de no ser el otro, el uno contra el que atacarán los dos o más confabulados.

 

Triste, sí, pero también fascinante. Asch dedicó su vida a analizar y diagnosticar el peso de la presión social tanto en la psicología individual como en las decisiones personales y demostró, una y otra vez, que la conformidad, con-formitas o accommodare en latín, ese proceso para ser semejante en forma a los otros miembros de un grupo, es una de las motivaciones más poderosas en la conducta humana. Y entregarse a la forma es perder el fondo. Me parece.

 

¿Será que, más que cualquier otro impulso, nos mueve la necesidad de pertenecer y haremos lo que sea con tal de lograrlo?

A veces ser diferente implica “superar” –con todos sus matices- a la familia, a un grupo de amigos, a los compañeros de clase o del trabajo.

Y otras veces ser “diferente” implica simplemente tener preferencias sexuales distintas o querer llevar el pelo largo cuando los demás lo llevan corto, ser lento en un mundo de rápidos, gordo en un mundo de flacos o yo qué sé, la serie es muy larga.

 

¿Por qué será que todo lo que se ve distinto amenaza?

 

¿Por qué será que ese dos contra uno sigue siendo placer irresistible al que nos entregamos con apetito incontenible y desbordado?

 

@AlmaDeliaMC

46 Responses to “Dos contra uno”

  1. german dice:

    Se parece al ensayo de la envidia de Óscar de la Borbolla pero con otras palabras. Por qué será?

    • Alma Delia Murillo dice:

      Acabo de leer el texto de Óscar de la Borbolla, “Radiografía de la envidia”.
      Él habla de Spinoza y la voz alemana shadenfraude y construye su reflexión desde ahí.
      Yo hablo de la necesidad de pertenecer y del experimento de Conformidad de las líneas de Solomon Asch.
      Coincidimos en el tema de la envidia, sí. Pero te aseguro que si lo gugleas, Germán, te encontrarás que miles (o tal vez millones) coincidimos y hemos reflexionado sobre el tema.
      ¿Por qué será?
      Pues porque somos seres humanos y nos obsesionan y atraviesan las mismas pasiones.
      Ahora bien, si tratabas de insinuar que sospechas de mis motivos, que plagié a Óscar o algo así, te daré un motivo contundente para que pienses mal de mí: Admiro y envidio profundamente a Óscar de la Borbolla y su pensamiento lúcido, su talento narrativo, su creatividad, su humor negro y su inteligencia filosófica. Y se lo hago saber cada vez que puedo. Maldita envidia, te digo.

      • Oscar de la Borbolla dice:

        Queridísima Alma Delia, te he leído con gusto y he leído con disgusto que te acusen de plagio, pues sencillamente no lo hay. No hay una sola frase un solo giro: los tuyos son tuyos y los mío de mí. Los temas no son propiedad privada de nadie: no Existe un solo tema no haya tratado alguien antes que uno. Los temas son de todos y el modo como tú tratas los tuyos a mí también -y aquí si te plagio una expresión- me da envidia, como me gustaría ser fresco y luminoso como tú. Te mando un abrazote.

      • Pp. dice:

        Y una vez mas mi querida alma, sucumbiste al deseo de pertenecer. Para que dar esa explicación si tu estas segura que no hay tal paralelismo?.

    • Tato dice:

      Sí , parece plagio parafraseado sin duda alguna.

    • mcjaramillo dice:

      Su comentario es una vivísima confirmación de lo que comenta la autora en su artículo.
      Quien se iba a decir a usted, ¿verdad?

  2. Escribano. dice:

    Querida Alma.
    No podemos ver ni tolerar que alguien pueda ser mejor que nosotros. En tu columna frecuentemente veo que se pretende contradecir o descalificar lo que afirmas. Creo que solo con madurez (no confundir con vejez) se puede lograr aceptar que los demas pueden tener la razon y no yo. Gracias nuevamente por este articulo. Beso y abrazo, desde una playa mexicana.

    • Alma Delia Murillo dice:

      A mí se me hace que eso de la madurez es un mito, querido Escribano.
      Te mando un beso de lejitos hasta la playa porque las playas no me gustan, el sol y yo no somos tan amigos. A mí mándame a los bosques húmedos y lluviosos.
      ;-

  3. Atl Cruz Ajorio dice:

    Alma peculiar Delia:
    Soy siniestro en un mundo de diestros, es decir, torpe en el uso de herramientas y utensilios básicos; retrógrada motricidad fina y escritura de gancho. Pero mi peor defecto es otro: mi visión del mundo venía al revés de fabrica, y ahora; después de un arduo proceso de normalización, a veces consciente, puedo entenderme, cuando más, de mirada oblicua.
    He querido pertenecer a sabiendas de que no pertenezco; comunicarme a través de un sistema peor que babilonio; hacer como que comprendo, contemporizar, lo que me ha conducido a desarrollar una otredad efectivísima: soy el más otro de los otros, espejo pandeado, algunos dicen que tengo un pensamiento lateral muy desarrollado, mas yo siento que voy a la deriva, parafraseando a Facundo “no estoy aquí, ni estoy allá”

    • Alma Delia Murillo dice:

      Atl querido,
      Qué decirte, yo también vivo haciendo como que pertenezco porque soy una cagona y mi corazón no tolera el rechazo.
      Así semos, pues.
      Te mando un abrazo grande convencida de que tampoco somos tan diferentes, para todo hay gremios, te lo aseguro.
      Y si el abrazo no alcanza, te mando un mezcal.

      • César dice:

        Salud!.

      • Atl Cruz Ajorio dice:

        Chido por el mezcal Alma Delia, y gracias también, por lo que escribiste, que, impulsó mi comentario, y dadas las circunstancias, de alguna manera,conecté conmigo; contigo

  4. Luisa dice:

    Seré bellísima, talentosa, adinerada y gorda.

  5. José M. Ruiz P. dice:

    Más que síndrome de Solomon, lo que hay es concepto de Jauría hambrienta y caníbal: todo es digerible, deglutible, devorable; inclusive tus propios congéneres. Lo importante es que el diferente no sobresalga y para lograrlo todo se vale. De ahí que por eso nunca lograremos ser Sapiens; si acaso, homo erectus y ya es demasiado. La gran mayoría sigue buscando cómo bajar del árbol de su ignorancia.

  6. Jonathan dice:

    Alma, “los otros”, “los demás”, siempre nos dan rumbo. Pero siempre “imitamos” lo que nos integra con los otros; desde las drogas, que sirven para pertenecer al círculo de los “junkees”, hasta los zapatos más incómodos pero que todas traen.
    Este mundo es raro, porque a veces el ir en contra de lo que pensamos para dar gusto a los demás drena nuestra capacidad como individuos para crear cosas propias.
    Por último, qué puedo decir, yo también soy un pinche envidioso que busca excusas en otros lados pero que no ve el talento auténtico de las personas.

    • Alma Delia Murillo dice:

      La otredad y la alteridad son fundamentales para comprendernos, mi querido Jonathan. Pero, ya que estamos, la estructura yoica es fundamental e identitaria, se nos va la vida tratando de que no se rompa. En fin, es fascinante cómo nos hacemos individuos y masa.
      Un abrazo

  7. angeles dice:

    Todo lo que se ve distinto amenaza porque te saca de tu zona de confort, exorciza los demonios de lo que quizàs te gustarìa hacer y no te atreves, si eres la distinta de la familia, la manzana en el peral, UXALE,…… a castrar a la violencia sutil, a la descalificaciòn, a joder de chingaqueditos, para que no de vea mal….ser distintoles restriega lo que no se atreves a hacer .

  8. Carlos Carrillo dice:

    Muy bonito artículo, me conmovió hasta las lagrimas. Siempre he creído que eres un talento incomprendido minimizado por la mafia literaria mexicana. Si los envidiosos te dieran tu lugar , ,estarías a la a la altura. de Rosario Castellanos .

    • Fernando F dice:

      No Carrillo , creo que va por el camino de Gabriela Mistral, y podría probar una columna en YouTube, parecida a la que tiene Fernanda Solórzano de crítica de cine. Ya ve que se le dan las redes sociales a este prodigio de las letras mexicanas.

      • Alma Delia Murillo dice:

        Carlos y Fernando,
        Por favor, sigan, que lo estoy disfrutando. Me encantan las ironías y el futuro brillante que me están diseñando me tiene muy entusiasmada.

      • Colmenero dice:

        Se equivocan , los best seller por encargo son eso : un mal de la era de las redes sociales que endiosan a cualquiera que se hace dizque popular en la internet , le pubican y ya ven . Por favor no confundan la A con la B . La fórmula uno y los carritos chocones de la feria están muy distantes..

  9. Cecilia Castillo dice:

    Postmodernos y jodidos….Me encanta, nuevamente tu texto refiere a esa condición. Muy tecnificados estamos pero continuamos con miedos y prejuicios a ser uno mismo y eso implica atacar al otro o conformarse. Abrazos

  10. Juan Carlos dice:

    “Prefiero ser culón a que me lleve la chingada”. Esta frase me la dijo ayer un sinaloense que anda metido en la polaca de su estado y a quien por vertir sus opiniones le mandaron un mensajito de que “le bajara de güevitos o se atenía”…y en un parpadeo dejó de ser el uno para sumarse a los miles que van como borregos balando por una torta y un refresco. A veces el pertenecer significa sobrevivir pero otras es sólo la falta de convicción o fortaleza para conseguir que alguien o algunos te acepten. Pero pudiera ser que en todos los casos, sea válido ser veleta.
    Abrazo apretado, Alma Delia.

    • juan encinas dice:

      Creo que tu ejemplo es otro problema muy distinto :
      LA AMENAZA
      que bueno, pudo ser peor, sin aviso.
      Toma la estafeta tú y demuéstrale
      como seguir sin temor por esa senda.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Válido y personalísimo es todo, querido Juan Carlos.
      Al final el nombre del juego se llama elegir.
      Abrazo

  11. juan encinas dice:

    Como siempre, Almapreciada, puntualizando…
    Me ha tocado más lo inverso, que maestros
    que calificaron bajo o reprobaron cambien su
    sentencia al ver que otros ( más prestigiosos )
    alabaron el trabajo. O sea, no quiero ser el único
    pendejo que criticó.
    Me suena un poco inverosimil tu ejemplo porque
    obtuvo la aprobación del maestro y de dos más…
    Suena más a plagio el primer trabajo que no
    repitió que a bajarse de nivel para integrarse…
    ¿ Donaba también su dinero y se afeaba para asistir ?
    Un en video oso abrazo.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Poco verosímil o no, así mismamente como te lo cuento, ocurrió.
      Sí, entre docentes y magisterios el contagio es el mismo. ¿Por qué habría de ser distinto?
      Abrazo grande.

  12. Dan dice:

    Alma Delia, es bueno leer un post con estilo fluido y entretenido, la pregunta es ¿que pasa cuando una de las gallinas se sale del corral? ¿que pasa cuando una persona decide no seguir a los demás? sería interesante que el siguiente post a este, compartieras la maravillosa experiencia de salir de la trinchera y bailar entre las balas de la gente que se regordea en la envidia y la critica.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Dan,
      Los que se atreven, regularmente pagan un costo muy alto: la soledad, el rechazo, la sensación de haber traicionado a los que se fueron quedando en el camino.
      Estamos hechos de interruptores fragilísimos, no creo que bailar entre las balas de la envidia resulte en pura felicidad…
      Un abrazo y un beso, querida, gracias por tu lectura siempre.

  13. Livia Alicia dice:

    Alma: Tienes toda la razón acerca de nuestro deporte favorito: Comernos al prójimo o a la prójima como fruto de la ignorancia. Ese es nuestro pan de cada día. A ti te pasa cada semana cuando la jauría de monos (Patrocinados por Bucareli) comienza a aullar para intentar destrozarte, apenas se publica tu columna en este portal. Ayer te dijeron cursi, Hoy te dicen que eres plagiaria, mañana te dirán que ofendiste a su “Alteza Ignorantísima”, sin entender el talento que nos regalas con cada colaboración. El problema del éxito (Cuando es válido, licito y fruto de un largo trabajo) es que siempre cosecha envidia de la mala. En nuestro país lamentablemente el único éxito que se permite y hasta se justifica es el que se obtiene mintiendo, robando, asesinando y fingiendo que no se es un delincuente. (Aunque siempre habremos quienes no tenemos el menor deseo de pertenecer a ese grupo de “Finísimas personas” que ayer fueron gobernadores o procuradoras y hoy ocupan la titularidad de un Consulado de México ya sea en Cataluña o en Milán). Un abrazo y gracias de nuevo por tanto talento.

    • Charli dice:

      Madame , el chapulín colorado, la defensora de que nadie se lo pida.
      No hay consulado en Cataluña sino en Barcelona, señora.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Y tal vez la motivación es más profunda, más íntima y hasta tenga que ver con evolución y sobrevivencia: comemos prójimo para reafirmarnos a nosotros mismos.
      La necesidad de descalificar a otros es directamente proporcional a la necesidad de reafirmarse a sí mismos. ¿Para qué entonces invertir tiempo en demostrar que puedes descalificar a otro si no es para demostrar que cuando descalificas, implícitamente, tú podrías haberlo hecho mejor? pero no lo hiciste…
      Ah, somos fascinantes, insisto.
      Abrazo grandísimo, querida Livia.

  14. Guillermo Vega dice:

    Ustedes qué van saber de la envidia si no han escrito ni leído esta gran obra (mandada a hacer) de este gran intelectual, político y botarga, digo, boxeador:
    https://odcom-3ddc0ac0d1c3a5cebc7e5ee498f5f6f9.read.overdrive.com/
    Un abrazo y mil besos, mi Alma querida. Que ladren los perros.

    • Alma Delia Murillo dice:

      ¡Ay, cabrón!, del mismísimo Jorge Kahwagi, no, pos habrá que ilustrarse.
      Jajajaja, me hiciste la tarde.
      Abrazos y besos de regreso para ti, mi querido tundeteclas, gracias por tu generosidad siempre.
      Cabalguemos pues.

  15. Toño dice:

    Estuve en un taller de cuento de Augusto Monterroso y siempre pasa la misma, la crítica va más allá, se convierte incluso en violencia. Y así es la condición humana, buscas lamer tus heridas defendiéndote del otro, la otra.

  16. Gutti dice:

    Alma Delia:

    Antes que nada, quisiera felicitarla por la manera en que escribe, lo que escribe y sobre todo por a huela que deja, por lo menos en el suscrito. Felicidades.

    Por lo que toca al articulo del hoy. ¿Que no sera lo argumentado como parte de la misma educación que hemos recibido en sociedad, en donde debemos ser hasta cierto punto, hipócritas,no hablar con la verdad y sobre todo tratar siempre de establecer ese equilibrio que nos lleva a permanecer siempre ” en paz”entre nuestros congéneres? No creo que haya posibilidad de que cambien ciertas condiciones que no solo el mexicano posee, sino el individuo como parte de la sociedad actúa en ella. Si me pregunta mi jefe algo, deberé poseer el valor de hablar con verdad, no importando las consecuencias. Si mi esposa querida y adorada me pregunta como se ve antes de salir, ¿ tendré el valor y la suficiente conciencia de declarar la verdad, aunque sea esta sea amargamente realista y cruda?

    En fin, quizá no tenga que ver lo anterior con su inmejorable articulo, el quid es establecer al menos en México, la manera de como convivir mejor día con día, llevando esta sociedad a una convivencia mejor que como la llevamos ahora.

    Felicidades.

  17. Zara dice:

    Cuando te toca unirte contra alguien no tienes piedad y cuando te agreden peleas como gato boca arriba, gracias a la madures y experiencia ya no soy tan visceral pero es divertido. Me encanta la forma que tienes de manejar estos temas tan comunes y corrientes, es tan divertido leer los comentarios que es como si escuchara a los de la oficina. Saludos!!!!

  18. Wendyalc dice:

    ¡Híjole, Alma! Comparto cada idea de tu texto, excepto el asunto de catalogar la envidia per se como una característica de la naturaleza humana.
    Últimamente leo mucho sobre sociología, feminismo, Foucault, entre otros, y me ha dado por cuestionar cada conducta o sentimiento humano, pues bien pueden ser construcciones culturales útiles al sostenimiento del poder, o bien, cuestiones innatas de la naturaleza humana y, por lo tanto, imposibles de erradicar. ¿O será posible que sean ambas? Amor romántico, materno, heterosexualidad, envidia, avaricia… ¿será que los humanos venimos dañados de fábrica o nos lo inventamos?
    Seguiré filosofando al respecto. Tú sigue escribiendo tan maravillosamente, que es lo tuyo.

    Saludos y besos.

  19. Débora Hadaza dice:

    Me gusta leerte por humana. Yo también he golpeado sin piedad, claro que sí, pero me ha tocado recibir más golpes, no porque sea guapísima, ni talentosísima, sino por rarísima, morenísima, cristianísima para los no creyentes, paganísima para los sí creyentes, demasiado conservadora para los liberales, y demasiado liberal para los conservadores, y soy contestona, así que sé lo que es siempre, o casi siempre no pertenecible, sentir que te invitan y toleran, quizá hasta te respetan, puede que te quieran pero nomás no les terminas de cuadrar, meh! ya casi me acostumbro, una vez más, me gusta leerte y es chidísimo que te acusen de plagio, es como evidenciar que les diste en el mero callo, abrazo.

  20. MARIA GUERRERO dice:

    Alma: Me hizo recordar la confabulación de dos o más en tiempos de secundaria que ah, cómo cala y sabemos que cala y lo hacemos, pero el fenómeno que me llama la atención, es la soledad. La gente que se planta diferente en cualquier aspecto, desafiando a los demás, tiende a quedarse sólo. La no aceptación es terrible, por qué seremos tan envidiosos?….

  21. Mario Helo dice:

    Admirada y gustada Alma Elia Murillo… Disfruto leerte… Y no les hagas mucho caso a los “Caínes-Germanes”… ¿Qué mas quieres Alma? Tienes admiradores (Yo el número uno) Eres culta, eres guapa, tienes sentido del humor y libertad… ¿Quieres más?

  22. Buen gente dice:

    Es exquisito leer tus escritos, sin duda me emociono con cada uno de ellos. En cuanto a éste creo yo que la pregunta es la siguiente: ¿quiero ser diferente e ir solo, o ser como el resto e ir acompañado? Porque cualquiera puede hacer lo segundo pero no cualquiera puede soportar la soledad. Entonces ahí es donde los rebaños se forman.

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