El maquinista

Claw machine, por Pete King

se me ocurre que, por el cuidado que tiene en no romper lo que ama, ha de ser maquinista.

y la mujer de la que está enamorado debe tener un nombre exótico: ¡Meteora! se llama Meteora. ha de ser melenuda, medio ladina, de esas que no usan maquillaje pero sí pantalones cortísimos en invierno, semidulce y a veces insoportable, tanto que, se me ocurre, él ya le dijo una vez Vieja no me rompas las pelotas, no porque no lo piensa sino porque no lo dice. pero la adora, se sabe por cómo besa sus manos.

ha de sucederle que siente una aguda nostalgia por volver adonde creció, allá, en pleno campo abierto y calles pelonas. ha de ahogarlo el ruido de la ciudad, como que lo hiere de pronto. Quiero irme, ha de decirse, Pero el dinero la casa la hipoteca los amigos, ha de contestarse. y se queda otro tanto, otros tantos.

no parece de los que se avergüenzan por llorar, y, bueno, tampoco de quienes lo hacen a todo pulmón. más bien es como si hubiera ignorado cuando le dijeron, siendo un crío Los muchachos no lloran. tiene mirada de que rompía en llanto no por las reprimendas y coscorrones, sino porque a él siempre le ha dolido todo de verdad. es más: se me ocurre que de ahí viene esa tristeza que nace en sus pulmones y revienta sus retinas.

ha de cocinar bien, tomar cerveza, ser rebueno en encontrar ofertas de cualquier cosa y ver pornografía, claro, pero no con tremenda frecuencia. y me gusta pensar que no come pato porque cuando niño tuvo uno chiquitito que se le murió en las manos. además, se le nota a leguas que es de los que regalan chocolates a todo mundo no porque lo saque del apuro, sino porque siempre ha dicho Es que el cacao es un regalo del cielo.

es bien parecido y tiene cara de tocar el ukelele, de ver tutoriales en youtube y ensayar hasta que la pieza más sencilla resulte decorosa, se me ocurre que alguien le dijo Tienes una vena artística que solo dios sabe, y él cayó profundo en semejante halago fortuito. y de cinco y media a seis y media de la tarde no se encuentra por ningún lado, sus amigos han de decirse, unos a otros ¡Vaya que se lo ha tragado la tierra! o Habrá que llamarle a Meteora o ya de última a su madre. pero solo sucede que tiene un secretito: ama las siestas vespertinas.

ayer lo vi trabajar. transporta esas gigantes cajas de vidrio con infinidad de peluches dentro. me hizo gracia no por peculiar sino por ser algo hermoso en sí mismo.

se me ocurre que hoy llegará a casa, abrirá una cerveza helada, besará las manos de Meteora y se tumbará a ver el cielo. sonará su teléfono y esta vez contestará. el amigo dirá algo como ¡Que arda Troya conmigo dentro, pero qué milagro! y el maquinista contestará, se me ocurre Me voy de esta ciudad.

 

9 Responses to “El maquinista”

  1. Juan Gutierrez dice:

    No se le entiende a lo que escribe está tipa.

    Aunque después vengan sus dos o 3 paleros con su lisonja barata.

    • mario helo dice:

      Juan: Que no te guste es absolutamente aceptable y hasta “digamos” comprensible, Pero hablas de lisonjas y salpicas a los paleros.
      No la leas, no te enfades, no te molestes.

  2. José Ángel Ponce dice:

    Escribes con las patas, pinche redacción culera, malos recursos, pésimo. Dedícate a hacer tortillas.

  3. Felipe Martínez dice:

    Sigue escribiendo, lee y re lee en voz alta. Escribe de nuevo. Poco a poco.

  4. mcjaramillo dice:

    Los que no entienden lo escrito no se les ocurre pensar que quizá la dificultad está en ellos y no en la escritora…

  5. mario helo dice:

    Te leo con frecuencia, tu columna me es obligada, pero en ésta ocasión, con éste estilo de Mayúsculas, sin puntos y demás, no te va. Muy bien que busques algo original, como lo encontró Saramago sin las puntuaciones… Mira lo de “Vieja” está bien me parece, te evitas los signos de admiración por ejemplo… Pero me parece que no se logró la lectura de primera fluida. Te mando un abrazo… ¿Vos argentina? Porque escribes: “…. él ya le dijo una vez Vieja no me rompas las pelotas, no porque no lo piensa sino porque no lo dice. pero la adora, se sabe por cómo besa sus manos…” Aquí también el acento en la palabra “cómo” Y nos dices “Que él ya le dijo una vez”. Y en el renglón siguiente nos dices que lo piensa y no lo dice. Pero me hace tilín tu búsqueda, tu ser diferente, pero como te lo dijeron seguramente cuando eras piba: “Bibí, no exageréis”
    Saludos

  6. Ditzi dice:

    Me pareció algo encantador, suena diferente este nuevo estilo que has tomado, me gusta más el anterior pero aún así me siguen tanto tus textos y sobre todo lo que transmites.

    • Juan Perez dice:

      Disculpame Ditzi, a lo mejor soy tonto, como todos los que no nos gusta como escribe esta dama, pero:
      “¿que es lo que transmite?”; honestamente, no lo se.
      Explicanoslo.

  7. Azul dice:

    Muchísimos Felicidades, por tus textos, columnas y demás. Se que no es fácil hacerlo. Tu sí sabes para qué es la pluma. Agradezco que continúes escribiendo. TE Amo. Tu Fan número Uno.

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