La WWE despide a Jeff Hardy, legendario luchador de Estados Unidos, debido a su mal comportamiento durante una batalla en el que supuestamente subió al ring bajo los efectos de las drogas. El destino de Hardy podría estar junto al de su hermano, el también luchador, Matt Hardy
Moscú, 29 de diciembre (RT).- La WWE despidió a su estrella Jeff Hardy tras su errático comportamiento durante un combate en el que presuntamente participó estando bajo los efectos de las drogas.
En medio de un evento que celebrado a principios de diciembre en Edinburg (Texas), el equipo del luchador, formado por Drew McIntyre y King Xavier Woods, se enfrentó a Roman Reigns y The Usos. En un momento dado, Hardy, quien parecía distraído durante todo el enfrentamiento, abandonó el ‘ring’ y desapareció entre la multitud mientras era seguido por el personal de seguridad.
Tras este episodio, se reportó que la empresa pidió al luchador que fuera a rehabilitación, pero este se negó a hacerlo, por lo que fue liberado de su contrato con la WWE. Como resultado, a Hardy se le prohíbe participar en cualquier combate durante 90 días y tras ese tiempo podrá firmar con otra empresa.
El despido provocó discusiones sobre el futuro del luchador. Días después de la noticia, la exestrella de la WWE anunció una gira de conciertos acústicos y ya realizó algunos de ellos.
¿CONTINUARÁ SU CARRERA EN LA AEW?
En cuanto a su futuro en el mundo de la lucha libre, una de las posibles opciones es que llegue a un acuerdo con la AEW, en donde se uniría con su hermano Matt Hardy. Este declaró que “sería fabuloso” poder volver a luchar en pareja. “Ambos hemos declarado en bastantes ocasiones que los dos queremos acabar nuestras carreras en la manera en que las iniciamos”, dijo. Respecto al despido de su hermano, Matt Hardy comentó que este se sometió a una prueba de drogas y expresó su esperanza de que resulte negativa.
El legendario comentarista Jim Ross también afirmó que quiere ver al Carismático Enigma en la AEW. “Espero que Jeff Hardy actúe algún día delante de la multitud de All Elite Wrestling”, indicó. Asimismo, el luchador de la AEW Christian Cage señaló que espera verlo en la compañía.
Semanas antes de su despido, el propio Jeff Hardy dijo a Metro que creía “totalmente” posible que se produjera una reunión del dúo The Hardy Boyz, compuesto por él y su hermano. “No lo sé, pero es como si todas las visiones que tuve sobre lucha libre se hicieran realidad siempre”, afirmó.
Sin embargo, también hay voces que se pronuncian en contra de la llegada de Hardy a la empresa. Tras afirmar que le desea “lo mejor”, Booker T, exluchador de la WWE y ahora comentarista en la compañía, declaró: “Sé que la gente le va a pedir que vaya a la AEW […] pero creo que es el último lugar en el que necesita estar ahora, desde la perspectiva monetaria”.
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Mientras, la gran estrella del mundo de la lucha libre, Eric Bischoff, tampoco apoya la idea. “Espero que Jeff reciba toda la ayuda que necesita” y abandone la lucha libre, dijo. “No quiero verlo ir a la AEW. No quiero verlo volver a la WWE”, agregó.
TIENE QUE “MIRARSE EN EL ESPEJO Y VER QUÉ QUIERE HACER”
Al mismo tiempo, varias estrellas aconsejaron a Hardy, quien en el pasado fue campeón en varias categorías de la WWE, que cuide de su bienestar. “Lo invito a pasar tiempo con sus seres queridos. Necesita apreciar más todo lo que tiene y recargar sus baterías para 2022”, declaró Jim Ross, agregando que no va a comentar su salida de la WWE, porque, entre otras razones, “no sabemos todos los detalles de esa historia”.
Por su parte, el excampeón de la WWE Kurt Angle considera que Jeff Hardy tiene que “mirarse en el espejo y ver qué quiere hacer”. “Personalmente, creo que necesita ayuda, pero eso es algo con lo que necesita lidiar dentro de sí mismo”, dijo.
Jeff Hardy tiene un largo historial de lucha contra las adicciones. En 2008, fue suspendido por 60 días por violar la política antidrogas de la WWE. En septiembre de 2009, fue arrestado por acusaciones de tráfico de píldoras con prescripción y posesión de esteroides anabólicos y en 2011 fue condenado a diez días de cárcel y una multa de 100 mil dólares.
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