Posts Tagged ‘Violencia en EU’

Joe Biden llama a enfrentar “odio” en EU tras tiroteo en Buffalo que dejó 10 muertos

domingo, mayo 15th, 2022

El mandatario estadounidense ha instado a los legisladores a que aprueben leyes para que los compradores de armas pasen por un control de antecedentes penales, pero el Congreso lleva más de dos décadas sin limitar significativamente la posesión de armas.

Washington, 15 may (EFE).- El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo este domingo un llamamiento a “trabajar juntos” para enfrentar el “odio”, tras el tiroteo en un supermercado de Búfalo (Nueva York) perpetrado por un supremacista blanco que dejó al menos 10 muertos.

Durante un evento en el Capitolio para homenajear a los policías fallecidos en 2021, el mandatario aseguró que el Departamento de Justicia está investigando la masacre “como un crimen de odio motivado por el supremacismo blanco”.

“Todos debemos trabajar juntos para abordar el odio. Los corazones de los estadounidenses están heridos una vez más, pero nunca debe flaquear nuestra determinación”, expresó Biden.

Flores y velas yacían afuera de la escena de un tiroteo en un supermercado, en Buffalo, Nueva York, el domingo 15 de mayo de 2022. Foto: Matt Rourke, AP.

Previamente, la Vicepresidenta de EU, Kamala Harris, lamentó a través de un comunicado que el país “está sufriendo una epidemia de odio”, que se traduce en “actos de violencia e intolerancia”.

“Debemos denunciarlo y condenarlo. Los delitos de odio por motivos raciales y los actos de extremismo violento son dañinos para todos”, declaró.

Un joven blanco fuertemente armado irrumpió el sábado en un supermercado de Búfalo y disparó indiscriminadamente matando a diez personas e hiriendo a otras tres, en su mayoría negras.

El atacante llevaba puesto un casco militar con una cámara que estaba transmitiendo en vivo la acción en la plataforma Twitch.

El FBI informó que investiga el ataque “como un crimen de odio y un caso de extremismo violento por motivos raciales”.

Policías investigan un tiroteo registrado en un supermercado, el sábado 14 de mayo de 2022, en Buffalo, Nueva York. Foto: Joshua Bessex, AP.

El tiroteo trae a la memoria una serie de incidentes similares en EU, entre ellos el ocurrido el 23 marzo de 2021 con un saldo de 10 muertos en un supermercado de Boulder, en el estado de Colorado.

Biden ha instado a los legisladores a que aprueben leyes para que los compradores de armas pasen por un control de antecedentes penales, pero el Congreso lleva más de dos décadas sin limitar significativamente la posesión de armas, protegida en la segunda enmienda de la Constitución.

EU: Tiroteo deja varios muertos y heridos en California; atacante falleció

miércoles, mayo 26th, 2021

Las autoridades señalaron que aún no se determina el número oficial de víctimas, sin embargo, recalcaron que las personas que resultaron heridas ya reciben atención médica.

Washington, 26 may (EFE).- Varias personas han muerto y otras han resultado heridas en un tiroteo en San José, California, EU, mientras que el supuesto autor del suceso ha fallecido, indicó este miércoles el portavoz de la Policía local en una rueda de prensa.

“Puedo confirmar múltiples heridos y múltiples muertos”, dijo el portavoz, quien rechazó ofrecer cifras concretas de las víctimas porque la investigación está en curso y la información es “preliminar”.

El suceso se produjo en las instalaciones de la autoridad de transporte del Valle de Santa Clara, que se encuentra al sur de la Bahía de San Francisco, en California, y que incluye la ciudad de San José.

Entre las víctimas hay empleados de esa entidad gubernamental, indicó el portavoz policial.

El departamento del sheriff, que se encargó del incidente, tuiteó poco después de las 8:00 horas que sus agentes habían reducido al tirador. El Alcalde, Sam Liccardo, dijo que varias personas estaban recibiendo asistencia médica por lesiones, que la situación todavía se estaba evaluando, pero que el tirador ya no suponía un peligro.

“El tirador ya no es una amenaza y la instalación ha sido evacuada”, tuiteó Liccardo. “Actualizaré a medida que haya más información disponible”.

El autor del tiroteo ha fallecido, pero la Policía aún no ha explicado las circunstancias de su muerte.

La Policía acudió a la escena del crimen después de haber recibido varias llamadas de vecinos al número de emergencia 911 para alertar de lo que estaba pasando.

El lugar en el que ocurrieron los hechos está cerca del patio de tren ligero de VTA de Santa Clara y de la oficina del Sheriff del condado. Agentes de este cuerpo policial se encargaron de dar respuesta al acontecimiento.

-Con información de La Opinión

Un tiroteo en bar de Ohio, EU, deja al menos 3 muertos y 5 heridos

domingo, mayo 23rd, 2021

Según datos de GunViolenceArchive, que sigue la violencia con armas de fuego en Estados Unidos, en 2021 se han producido 221 tiroteos masivos, que define como aquellos con más de cuatro víctimas -muertos o heridos- sin contar al autor de los disparos.

Washington, 23 may (EFE).- Al menos tres personas murieron este domingo y otras cinco resultaron heridas en un tiroteo en un bar en Youngstown, en el estado de Ohio, Estados Unidos, informaron fuentes del Departamento de Policía de la ciudad a la cadena CNN.

Las autoridades recibieron una llamada de emergencia poco después de las 02:00 hora local (04:00 hora GMT) para que acudieran al Torch Club Bar & Grille de Youngstown.

Las víctimas fueron llevadas al Hospital St. Elizabeth de esa localidad.

Por el momento la Policía no ha ofrecido detalles sobre las circunstancias del suceso ni si hay algún sospechoso que esté siendo investigado.

El sábado, dos personas perdieron la vida y otras ocho resultaron heridas, una de ellas grave, en un tiroteo en el centro de la ciudad de Mineápolis (Minesota, EU).

Un portavoz de la Policía, John Alder, dijo, citado por el canal ABC, que hubo una disputa entre dos personas que sacaron sus armas de fuego y comenzaron a dispararse.

Según datos de GunViolenceArchive, siete mil 536 personas han fallecido en lo que llevamos de año en asesinatos, incidentes en los que se ha empleado una arma de este tipo en defensa propia y en sucesos no intencionados.

En los últimos meses, EU ha sido escenario de varios tiroteos que han obligado al Presidente, Joe Biden, a adoptar medidas para atajar este tipo de violencia, aunque no han dejado de ser parches, y a pedir al Congreso que refuerce los controles de las armas de fuego.

El último suceso que tuvo un gran impacto mediático fue a mediados de abril en Indianápolis (Indiana) cuando un joven abrió fuego de manera indiscriminada en un almacén de la empresa de servicios postales FedEx, donde mató a ocho personas y ocasionó heridas a cinco, antes de quitarse la vida de un disparo.

Texas: Habitantes podrán portar armas en iglesias y escuelas por entrada en vigor de nuevas leyes

domingo, septiembre 1st, 2019

La legislación también evita que los dueños de casas en alquiler incluyan cláusulas en los contratos que prohiban las armas de fuego a sus inquilinos y invitados; y que las asociaciones de propietarios veten su almacenaje en instalaciones para arrendar.

Washington, 1 sep (EFE).- Una serie de leyes estatales que relajan los controles de armas en lugares como escuelas e iglesias entró este domingo en vigor en Texas (EU), donde el sábado se registró un tiroteo con cinco muertos y veintiún heridos, mientras que el presunto autor fue abatido por la Policía.

Las ocho leyes fueron aprobadas por el Congreso de Texas entre enero y mayo de este año, indicaron medios de comunicación locales.

Una de las normas permite a los texanos llevar armas de fuego dentro de iglesias, sinagogas y otros lugares de culto a menos que el templo lo prohíba expresamente con un cartel.

Hay otra que impide a los distritos escolares imponer restricciones en sus áreas de estacionamiento a la forma en que los titulares de licencias de armas de fuego las guardan en sus vehículos, más allá de evitar que estén a la vista de todos.

Una de las leyes que afectan a los colegios elimina las limitaciones al número de vigilantes de escuelas que pueden llevar armas de fuego, tanto en centros públicos como privados.

Asimismo, a partir de hoy en algunos hogares de acogida se podrán guardar armas y municiones, siempre y cuando estén bajo llave.

La legislación también evita que los dueños de casas en alquiler incluyan cláusulas en los contratos que prohiban las armas de fuego a sus inquilinos y invitados; y que las asociaciones de propietarios veten su almacenaje en instalaciones para arrendar.

Por último, este domingo entró en vigor otra ley que permite a los ciudadanos portar armas sin licencia en áreas que hayan sido declaradas en desastre o catastróficas.

Esas ocho normas están desde este domingo en efecto, pese a que en el último mes se han registrado dos grandes tiroteos en Texas.

El pasado 3 de agosto, el estado vivió el mayor atentado contra la comunidad latina en EU, con la muerte de veintidós personas -ocho de ellas mexicanos- en un tiroteo en El Paso, en la frontera con México, cuyo autor fue detenido.

Ayer, sábado, otras cinco personas fallecieron y veintiuna resultaron heridas en un tiroteo en el oeste de Texas, donde un hombre abrió fuego desde su vehículo contra policías y viandantes en la localidad de Odessa, hasta que finalmente fue abatido por las autoridades.

La policía de Alaska detiene a dos adolescentes que planeaban un tiroteo en escuela secundaria

martes, agosto 27th, 2019

Un compañero de clase escuchó la conversación en la que los dos estudiantes planificaron el tiroteo, según dijo la superintendente del distrito escolar a The Juneau Empires. Bridget Weiss añadió que fueron los padres del compañero quienes llamaron a la policía y frustraron el ataque.

Los Ángeles, California, 27 de agosto (La Opinión).- Dos adolescentes de 13 años de Juneau (Alaska) planeaban llevar un arma a la escuela y disparar a sus compañeros, según informaron las autoridades policiales de la localidad.

La policía, que fue informada la noche anterior, detuvo la mañana del pasado jueves a ambos en la escuela secundaria Floyd Fryden. Es uno de los al menos 28 arrestos que se han producido en todo el país desde que a principios de agosto dos masacres en El Paso (Texas) y Dayton (Ohio) acabara con la vida de 31 personas.

Un compañero de clase escuchó la conversación en la que los dos estudiantes planificaron el tiroteo, según dijo la superintendente del distrito escolar a The Juneau Empires. Bridget Weiss añadió que fueron los padres del compañero quienes llamaron a la policía y frustraron el ataque.

Antes de comenzar las clases del jueves, agentes policiales interrogaron a los niños y los arrestaron por hacer amenazas terroristas, un delito grave en Alaska. Después de la detención, las clases continuaron con normalidad y el distrito envió un correo electrónico en el que informaba a todos los padres de lo sucedido.

“Queremos que los alumnos sepan que hacer amenazas como esta tiene ahora consecuencias significativas”, dijo Weiss al citado diario. “Las palabras y las imágenes importan. Indican amenaza”, añadió.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE LAOPINIÓN. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Policías de Virginia desalojan las instalaciones del USA Today por reportes de un hombre armado

miércoles, agosto 7th, 2019

La policía del condado de Fairfax envió un tuit pidiéndole a la gente mantenerse alejada del lugar, pero no dio detalles del suceso.

McLEAN, Virginia, EU. (AP/SinEmbargo) — La sede del diario USA Today fue evacuada el miércoles ante reportes de un hombre armado en el edificio.

Sonaron las alarmas y patrullas policiales convergieron en el lugar el miércoles luego que los empleados salieron a la calle, reportó ese mismo diario.

Policías con chalecos antibalas y armas automáticas patrullaban la zona mientras un helicóptero sobrevolaba.

La policía del condado de Fairfax envió un tuit pidiéndole a la gente mantenerse alejada del lugar, pero no dio detalles del suceso.

Hasta el momento, las autoridades no han hallado al supuesto hombre armado, aunque se mantienen al interior del edificio en busca de dicho sujeto.

Por otro lado, descartaron la presencia de alguna persona herida. El diario se ubica en el 7950 Jones Branch Drive en McLean.

Estados Unidos ha vivido días de pánico, luego que el pasado domingo se registraran dos tiroteos en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, que provocaron la muerte de 31 personas, entre los dos hechos.

Tras ello, al menos se han reportado cuatro supuestos tiroteos en distintas ciudades de Estados Unidos. El último reporte se dio la tarde de ayer, cuando la policía de Cambridge detuvo, en las inmediaciones de la Universidad de Harvard, a un hombre supuestamente armado.

El individuo fue identificado como Sohan Panjrolia, de 31 años, quien supuestamente cuenta con antecedentes penales por un homocidio en Filadelfia.

Momentos antes, la Universidad de Harvard emitió una alerta, solicitando a sus estudiantes que se refugiaran por la presencia del hombre aparentemente armado.

“Por favor, eviten la zona de las calles JFK y Eliot debido a la búsqueda policial de un potencial atacante armado. Refúgiense si están en el área. Más información, en breve”, señaló el mensaje.

Sujetos disparan contra un grupo de personas en el Douglas Park de Chicago; reportan 7 heridos

domingo, agosto 4th, 2019

Según información de medios locales, el hecho se registró a las 01:20 horas de este domingo. El ataque ocurre apenas unas horas después de dos más que ocurrieron en el Paso, Texas, y Dayton, Ohio.

Ciudad de México, 4 de agosto (SinEmbargo).- Al menos siete personas resultaron heridas luego que sujetos armados dispararan contra un grupo de personas que se encontraban en una acera en el Douglas Park de Chicago.

Según información de medios locales, el hecho se registró a las 01:20 horas de este domingo. El ataque ocurre apenas unas horas después de dos más que ocurrieron en el Paso, Texas, y Dayton, Ohio.

Uno de los heridos, un hombre de 21 años, ha sido hospitalizado en estado crítico tras recibir una herida de bala en la ingle. Los demás lesionados se encuentran estables.

De momento, ningún sospechoso ha sido detenido. La Policía está investigando el caso.

Según la NBC Chicago, sujetos a bordo de una automóvil color negro comenzaron a disparar contra las personas que se encontraban en la acera del citado lugar.

Tras ello, huyeron sin que hasta el momento hayan sido detenidos.

EL PASO

Las autoridades federales de Estados Unidos aseguraron este domingo que están tratando la investigación del tiroteo que el sábado dejó al menos 20 muertos en un centro comercial El Paso (Texas), ciudad fronteriza con México, como un caso de “terrorismo doméstico” y “delito de odio”.

El Fiscal del Distrito de El Paso, Jaime Esparza, anunció que buscará la “pena capital” para el hombre acusado de la matanza, que además dejó por lo menos 26 heridos.

DAYTON

Las autoridades de Estados Unidos identificaron este domingo al sospechoso del tiroteo registrado de esta madrugada en Dayton, Ohio, como Connor Betts, de 24 años, que acabo con un saldo de nueve fallecidos, y elevaron el número de heridos a 27.

La cadena CBS señaló que Betts carecía de antecedentes penales y los cuerpos de seguridad estaban registrando su domicilio en Bellbrook, apenas 25 kilómetros al sur de Dayton.

Betts fue abatido por las fuerzas de seguridad apenas “un minuto después de abrir fuego”, explicó Nan Whaley, la Alcaldesa de la ciudad en rueda de prensa.

-Con información de RT y EFE.

Tiroteo en tienda Walmart deja 2 muertos y un policía herido en EU; el atacante es detenido

martes, julio 30th, 2019

Carlos Odom, de 35 años, dijo que suele venir al Walmart a visitar a su primo, que trabaja allí, y que se iba alrededor de las 6:30 de la mañana cuando escuchó más de una decena de disparos.

SOUTHAVEN, Mississippi, EE.UU. (AP) — Las autoridades informaron que un hombre armado mató a dos personas e hirió a un policía el martes por la mañana en una tienda Walmart de Mississippi, antes de ser herido a tiros y arrestado.

El atacante fue baleado por un policía de Southaven y fue hospitalizado dijo el comisario del condado de DeSoto, Bill Rasco, a WATN-TV.

El sospechoso fue llevado a un hospital de Memphis, Tennessee. No fue posible saber su estado de salud por el momento. La población de Southaven es un suburbio de la ciudad de Memphis.

Según la estación WREG-TV, las dos personas que murieron eran empleados de Walmart. WHBQ-TV informó que una persona fue encontrada muerta en la tienda y otra en el estacionamiento.

Personal del Hospital Baptist Memorial DeSoto dijo a la estación WATN-TV que los disparos que se hicieron contra el agente sólo alcanzaron su chaleco antibalas y que no resultó herido de gravedad.

Para los clientes y transeúntes, el tiroteo convirtió una mañana somnolienta en escenas de pánico en el Walmart Supercenter de Southaven.

Carlos Odom, de 35 años, dijo que suele venir al Walmart a visitar a su primo, que trabaja allí, y que se iba alrededor de las 6:30 de la mañana cuando escuchó más de una decena de disparos.

“Sólo oía disparos”, dijo Odom. “Pum. Pum. Pum. Pum. Pum”.

“Cuando los policías llegaron al Walmart, se oyeron más disparos”, dijo Odom. “Después de eso, se detuvieron”.

Odom dijo que salió corriendo al estacionamiento y que luego habló por teléfono con su primo, quien le dijo que una de las víctimas era un empleado, y que el atacante también trabajaba allí.

El Walmart está en un centro comercial grande en Southaven, al sur de Memphis. Había una fuerte presencia policial alrededor de la tienda el martes por la mañana.

Varios empleados de Walmart se unieron a un círculo de oración fuera de la tienda. La compañía no respondió por el momento a las llamadas telefónicas ni a las solicitudes de información.

“Mi hijo tenía toda la vida por vivir y sólo tenía 6 años”, dice madre de víctima de tiroteo en California

lunes, julio 29th, 2019

El Festival del Ajo de Gilroy incluye comida, competiciones de cocina y música. Es una cita con décadas de tradición en la localidad agrícola de 50 mil habitantes, situada 176 kilómetros (unas 80 millas) al sureste de San Francisco. Suele ser una celebración tranquila para familias. Hay mucha seguridad, con detectores de metales y registros de bolsas a la entrada.

GILROY, California, EU (AP) — Un hombre armado abrió un hueco en una cerca para evitar la seguridad y disparó contra la gente en el popular Festival del Ajo de Gilroy, en el norte de California, matando a tres personas e hiriendo a 15 antes de que la policía lo matara mientras asistentes y músicos huían aterrados.

El hombre estaba armado con un fusil y entró de forma clandestina atravesando una cerca que daba a un aparcamiento, junto a un arroyo, explicó el jefe de policía de Gilroy, Scot Smithee.

El agresor fue identificado lunes como Santino William Legan y al parecer tenía 19 años, dijo el lunes una fuente policial que pidió no ser identificada.

El individuo parecía disparar al azar cuando abrió fuego poco después de las 17:30 el domingo, al final de un festival de tres días que atrae a más de 100 mil personas a la localidad conocida como “La Capital Mundial del Ajo”.

La policía reaccionó en un minuto, se enfrentó al sospechoso y lo mató, dijo Smithee.

Algunos testigos hablaron de un segundo sospechoso, indicó el jefe de policía, pero aún no estaba claro si esa persona estaba armada o solo había prestado asistencia. La operación de búsqueda continuaba en marcha por la noche.

La escena en el festival era “una pesadilla que uno confía en no vivir nunca”, dijo Smithee.

Un niño de 6 años está entre los fallecidos. “Mi hijo tenía toda la vida por vivir y solo tenía 6 años”, dijo a NBC Bay Area Alberto Romero, padre de Stephen Romero.

Maribel Romero, abuela del niño, le dijo a ABC7 News que buscó en varios hospitales antes de enterarse de que había muerto. Agregó que él era “siempre amable, feliz y juguetón”.

Los heridos fueron trasladados a varios hospitales y su estado iba desde leve a crítico. Algunos fueron operados por la noche, mientras que al menos cinco fueron atendidos y dados de alta.

El Festival del Ajo de Gilroy incluye comida, competiciones de cocina y música. Es una cita con décadas de tradición en la localidad agrícola de 50 mil habitantes, situada 176 kilómetros (unas 80 millas) al sureste de San Francisco. Suele ser una celebración tranquila para familias. Hay mucha seguridad, con detectores de metales y registros de bolsas a la entrada.

El grupo Tin Man acababa de iniciar su concierto el domingo por la tarde cuando comenzaron los disparos.

El vocalista Jack van Breen dijo haber visto a un hombre con una camisa verde y un pañuelo grisáceo en el cuello disparando a la zona de puestos de comida con lo que parecía un fusil de asalto.

El público empezó a gritar y correr, mientras los miembros de la banda se guarnecían bajo el escenario. El cantante, de la vecina Santa Clara, dijo haber oído a alguien gritar “¿Por qué haces esto?” y la respuesta “Porque estoy muy enfadado”.

Su compañero de grupo, Vlad Malinovsky, de Walnut Creek, California, dijo haber oído muchos disparos y después un receso. Más tarde, las fuerzas de seguridad se acercaron y dijeron a los miembros de la banda y a otras personas que se habían escondido con ellos que salieran con las manos en alto.

El gobernador de California, Gavin Newsom, describió el suceso como “nada menos que espantoso” en un tuit y elogió la labor policial. El presidente Donald Trump tuiteó “¡tengan cuidado y estén a salvo!” antes de que las autoridades confirmaran la muerte del agresor.

Videos difundidos en medios sociales mostraban a la gente corriendo asustada mientras se oían disparos.

Evenny Reyes, de Gilroy, de 13 años, dijo al periódico Mercury News que había pasado el día en el festival con sus amigos y familiares.

“Nos estábamos marchando y vimos a un hombre con una bandana atada alrededor de la pierna porque le habían disparado. Y había gente en el suelo, llorando”, dijo Reyes. “Había un niño pequeño herido en el suelo. La gente volcaba mesas y rompía cercas para salir”.

Reyes dijo que al principio no había corrido porque los disparos sonaban como fuegos artificiales. “Empezó durante cinco minutos, quizá tres. Fue como en las películas… todo el mundo lloraba, la gente gritaba”.

El alcalde de la localidad, Roland Velasco, pidió apoyo de la población para investigar el suceso.

“Yo pediría el apoyo y las plegarias de la comunidad mientras nuestra policía de Gilroy sigue investigando este crimen trágico y sin sentido”, señaló.

Dos personas muertas y un herido deja un tiroteo en un negocio en California, Estados Unidos

viernes, diciembre 29th, 2017

En el edificio de dos pisos donde ocurrió el incidente hay consultorios médicos y despachos de abogados, pero las autoridades no especificaron dónde exactamente ocurrió la balacera.

Esta foto provista por Basileus Zeno muestra a dos policías vigilando un área donde se reportó un tiroteo en Long Beach, California, el viernes 29 de diciembre de 2017. Foto: Basileus Zeno vía AP

California, Estados Unidos (AP) .- Un tiroteo en un negocio en el sur de California dejó dos muertos, incluyendo al agresor, además de una tercera persona herida, informaron las autoridades el viernes.

La policía de Long Beach indicó que se trató de un caso de “violencia laboral”. En Twitter, precisó que están investigando lo sucedido como homicidio.

La persona herida fue llevada al hospital, dijo el alcalde de Long Beach, Robert Garcia, quien describió la condición de la persona como estable.

Las autoridades informaron que recibieron los primeros reportes de un hombre disparando alrededor de las 2:25 de la tarde.

Un video mostraba a personas huyendo de un edificio mientras gritaban que había una persona armada dentro.
En el edificio de dos pisos donde ocurrió el incidente hay consultorios médicos y despachos de abogados, pero las autoridades no especificaron dónde exactamente ocurrió la balacera.

Decenas de policías y agentes tácticos SWAT rodearon la zona.

Jóvenes hispanos se unen a la Mara, mientras Trump amenaza con aumentar las deportaciones

domingo, noviembre 19th, 2017

Jóvenes centroamericanos se unen a las bandas de las que huyeron en esta isla de Nueva York, donde tiene presencia la violenta Mara Salvatrucha. “Joven, salvadoreño, en camiseta y con gorra de los Yankees, para ellos [la policía] es marero, aunque no tengan nada contra vos”, dice un muchacho que sufrió las amenazas de las bandas.

El abandono escolar y familiar, unido al acoso de las maras, empuja a muchos de estos jóvenes hispanos a convertirse en sus miembros, mientras Donald Trump promete aumentar las deportaciones. 

Este reportaje ha sido posible gracias al apoyo de la beca DevReporter organizada por LaFede.cat en colaboración con la ONG Asamblea de Cooperación por la Paz. Se reproduce en acuerdo con ElDiario.es.

Por Óscar Martínez

Nueva York, 19 de noviembre (ElDiario.es).– “¿Por qué viniste a Long Island?”

Es 4 de junio de 2017. Estamos en un restaurante Subway, lejos del centro de cualquiera de estas pequeñas ciudades habitadas por migrantes latinos en su gran mayoría. A 40 minutos está la capital del mundo, la ciudad de Nueva York, pero aquí es suburbio, extrarradio, periferia. Estamos en el límite entre North Merrick y Uniondale, ciudades dormitorio de obreros, donde las principales atracciones son centros comerciales.

Quien responderá mi pregunta es un muchacho salvadoreño de 18 años, hijo de una tortillera, nacido en un cantón que se llama El Niño, en un caserío que se llama La Ceiba, en las faldas del volcán Chaparrastique, en el ardiente departamento de San Miguel.

—Mi mamá y mi hermana ya estaban aquí. Mi papá falleció cuando yo estaba en El Salvador. Andaba tomando cuando un carro lo atropelló. Yo no vivía con él, sino con una tía. Nos daban pija [palizas] parejo a todo mundo, porque mi tía tenía cuatro hijas más que vivían en el mismo solar. Ahí nos daban pija parejo a todos.

Es un muchacho fibroso. Aún conserva el cuerpo campesino, huesudo, de músculos anudados, forjado en milpas [ecosistema agrícola]. Lleva una gorra de los New York Yankees y se ha puesto dos implantes dorados en los dientes delanteros superiores.

—¿Cómo fue llegar aquí con 11 años?

—La vida aquí solo es pasar encerrado como perro cuando sos inmigrante que no tenés papeles ni carro ni nadie que te dé cancha y te muestre lugares. Te sentís perdido. Mi mamá ya tiene su esposo, un salvadoreño. Se acompañaron aquí. Rentábamos un basement [sótano]. Los tres vivíamos ahí: un solo cuarto con cocina y baño por 900 dólares. En un pedacito yo tenía mi cama y mi ropero. Mi mamá entraba a trabajar a las cuatro de la mañana y salía a las tres. A veces dobleteaba turno y se quedaba hasta las 11 (de la noche). Solo a dormir venía, y a darle al otro día a las cuatro de la mañana otra vez.

El niño de cantón rural llegó a un lugar que no entendía, a vivir con una señora que durante años fue solo una voz en el teléfono. Ser joven era jodido en Long Island, aún antes de escuchar hablar de la Mara Salvatrucha.

—¿Qué hacías solo en el basement?

—Encerrado, solo viendo muñecos.

El primo del muchacho lo espera afuera del Subway en una camioneta encendida. No se siente del todo seguro en esta calle. Algunos pandilleros aún creen tener cuentas pendientes con él.

—¿Cuánto tiempo pasó antes de que conociste gente de la pandilla?

—Me enteré como al año de estar aquí de que había pandillas, pero no mucha importancia. Ya cuando entré a la High School, ahí sí. Hay de las dos letras, de los números. Todo comenzó por eso.

—Llegaste hasta chequeo de la Mara Salvatrucha, ¿verdad?

—Hasta ahí.

—¿Qué clica [subgrupo dentro de la mara]?

—Hollywood Locotes Salvatrucha.

NUEVE MUERTOS EN DOS MESES

Pasaron muchas cosas, se derramó mucha sangre joven, pero fueron sobre todo las que ocurrieron en dos meses las que tienen a Long Island en titulares de todo el mundo. Long Island y unas siglas: MS. Mara Salvatrucha.

El recuento de esos dos meses parece el recuento de lo ocurrido en una violenta colonia empobrecida de San Salvador, la capital de los homicidios. Sin embargo, pasó en Nueva York, en diferentes pueblitos de Long Island, no tan lejos de la Estatua de La Libertad.

El primero de esos meses fue septiembre de 2016. El lunes 12, en un pueblo llamado Mineola, mientras caminaba en la calle, fue asesinado a balazos un joven salvadoreño de 15 años, Josué Guzmán, estudiante de décimo grado.

El día siguiente, un martes 13, cuando caía la noche en Brentwood, un grupo de jóvenes asesinaron con bates a dos muchachas justo afuera de la escuela Loretta Park, donde estudiaban. Kayla Cuevas era una chica de raíces dominicanas de 16 años. Nisa Mickens, quinceañera, era una de sus mejores amigas. Ambas murieron aporreadas. Sus cadáveres quedaron a metros de distancia en un área residencial afuera de la escuela.

El 16, la policía encontró el cadáver de Óscar Josué Acosta, un salvadoreño de 19 años que tenía tres de haber llegado a Brentwood. Había desaparecido el 19 de abril pasado. Cinco días después, el 21, la policía encontró otro cadáver. Lo encontró en la misma área que el anterior, en los alrededores boscosos de un hospital psiquiátrico abandonado que se llamaba Pilgrim. Se trataba del cuerpo de Miguel García, un ecuatoriano de 15 años. Había desaparecido siete meses atrás.

2016: UN MES, CINCO CADÁVERES

La policía, sus informantes, los medios, todo mundo dijo: MS. Los dedos apuntaban a un solo lado. Arrestaron a 25 supuestos miembros de la pandilla en Long Island. Todos, al igual que los muertos, eran adolescentes. Centroamericanos la mayoría. Salvadoreños la mayoría.

En diciembre de 2016, tras solo un mes de haber ganado las elecciones y a días de asumir como el 45º Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump tomó el micrófono y habló de lo que pasaba en esos pueblitos de Long Island. Lo hizo durante una entrevista con la revista Time, que acababa de nombrarlo hombre del año: “Vienen de Centroamérica, son la gente más ruda que hayas conocido. Están matando y violando a todo mundo allá. Son ilegales. Y es su fin”.

El nuevo presidente volteaba a ver a la comunidad centroamericana y no era para nada bueno.

Los pueblitos de Long Island siguieron en la mira. Decenas de titulares se publicaron. Todos llevaban las siglas MS. Más redadas, más arrestos, más juicios.

Flores que recuerdan el lugar donde fue asesinada Keyla Cuevas, una de las víctimas de la Mara Salvatrucha en Brentwood, Long Island, según la versión policial. Foto: Edu Ponces, RUIDO Photo. vía ElDiario.es

El Servicio de Inmigración y Protección de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), escuchó a su futuro líder, y, entre el 1 de octubre de 2016 y el 4 de junio de 2017, ha deportado a 2 mil 798 supuestos miembros de pandillas, de varias pandillas. Una cantidad inusual en ese período, según la misma oficina afirmó.

Todo se revolvió, y se seguía revolviendo alrededor de las mismas siglas: MS. La comunidad indocumentada de Long Island intentaba sobrevivir sacando cabeza lo menos posible. Joven, indocumentado y centroamericano se convirtió rápidamente en presunto emeese. Y por esos días, luego de que en 2014 más de 64 mil menores no acompañados entraran a Estados Unidos sin los documentos necesarios, había muchos jóvenes, indocumentados y centroamericanos en Long Island.

Cuando la tormenta empezaba a amainar, llegó el otro mes que lo cambió todo. Un solo día, más bien. El martes 11 de abril de 2017, en el pueblo de Central Islip, cinco muchachos y dos muchachas salieron a pasar el rato a un bosque, cerca del complejo recreativo del pueblo. Al poco tiempo, se vieron rodeados por un grupo de muchachos enmascarados y con machetes. Todo lo contó Alex Ruiz, el joven recién llegado de El Salvador que sobrevivió junto a las dos chicas.

Los otros cuatro fueron asesinados a filazos. Murió Justin Livicura, 16, de familia ecuatoriana, empleado de un restaurante. Murió Jorge Tigre, 18, que llegó con diez años a ese país desde Ecuador. Murió Michael Banegas, hondureño que había huido de la violencia de su país hacía tres años para alcanzar a sus padres. Murió Jefferson Villalobos, primo de Michael, hondureño también, 18 años, que había llegado de visita desde Florida cuatro días antes de ser macheteado.

UN DÍA, CUATRO CADÁVERES MÁS

En suma: en dos meses, nueve cadáveres. Para ser exactos: en cinco días, nueve cadáveres. Misma área, mismas edades, misma culpable: MS.

Las causas de los asesinatos que trascendieron en diferentes medios de comunicación eran dos. La primera, que algunos de los asesinados eran cercanos a otras pandillas y habían ofendido a miembros de la emeese. Ofensas que no pasaban de ser retos en el patio de una escuela, desafío de adolescentes. La segunda, que no habían querido incorporarse a la pandilla.

Más que antes, esos pueblos repletos de obreros e indocumentados latinos volvieron al centro del debate estadounidense, un debate que hace eco en todo el mundo.

Esta vez Trump no solo habló. Habló varias veces. Viajó a Brentwood para hablar. “El cartel MS-13. Es particularmente violento. No les gusta disparar a las personas porque es muy rápido. Leí que uno de esos animales explicaba que le gustaba cortarlos y dejarlos morir lentamente porque era más doloroso y les gustaba verlos morir… Son animales”, dijo el hombre más poderoso del mundo el 28 de julio de 2017, ante oficiales de policía de los dos condados donde ocurrieron los homicidios.

La MS-13 en Long Island fue el caballito de batalla de Trump toda esa semana. Hablaba de “esos animales” y luego de la necesidad de eliminar las ciudades santuario para indocumentados. Explicaba cómo los emeese “cortan con un cuchillo” y prometía más deportaciones de hispanos. La MS encajó tan bien en los planes de deportación de Trump como en la sociedad salvadoreña de la posguerra.

Long Island sigue en el centro del debate sobre la presencia de la pandilla más sanguinaria del mundo en Estados Unidos. La MS mata de formas crueles y rebuscadas. Desmiembran, machetean, degüellan, ahorcan, violan, matan. Pero en este debate amnésico sobre cómo fue posible que se derramara tanta sangre en tan pocos días, el Gobierno de EU olvida lo que ya pasó, y magnifica –”el cártel MS13″, dijo Trump- a su enemigo mientras se sube al ring contra un enclenque.

La MS de El Salvador no es la MS de Long Island. Brentwood no es Soyapango. La MS de Long Island es una organización callejera de poca monta, violenta como un adolescente iracundo con un bate, y no como un cártel mexicano. Lo que hace que estos jóvenes maten en Long Island ya hizo que décadas atrás mataran en Los Ángeles. Hay que visitar Long Island para ver con claridad todo eso.

SER JOVEN Y CENTROAMERICANO, UNA AMENAZA 

—Éramos como seis amigos hispanos. No éramos de ninguna pandilla. Ya en la High School, con 15 años. Íbamos a jugar pelota a la cancha, ahí conocimos a más amigos. Ninguno era pandillero. Pero nos buscaban para darnos duro los de las dos letras (MS), los números (Barrio 18) y las pandillas de aquí, como los Bloods… A veces, estaba en clases, y pasaban los mollos (negros) hablando: “We are waiting, come on outside” [estamos esperando, vamos afuera].

El problema del muchacho que nació allá por el volcán Chaparrastique y que ahora habla en el Starbucks de Uniondale no era ser pandillero. Su problema era ser joven y centroamericano. Su problema es que podía ser pandillero. Era una amenaza, pues.

Vale recordar que en EU el universo pandilleril se extiende y el catálogo viene ordenado por razas y nacionalidades, como no ocurre en El Salvador, donde son solo iguales contra iguales. Bloods y Crips son pandillas negras. Vatos Locos, por ejemplo, es una pandilla esencialmente mexicana. Mara Salvatrucha remite a Centroamérica. En las escuelas públicas de Long Island, un salvadoreño recién llegado que use un pantalón flojo será visto con recelo por los bloods, por los crips…

La mujer india que atiende en la caja del Starbucks no está nada cómoda desde que el muchacho salvadoreño entró. Voy al mostrador por uno de los panes. Le pregunto si hay muchas pandillas por aquí. “La semana pasada nos asaltó uno con un enorme cuchillo”, responde desganada.

Los suburbios de Estados Unidos dislocan toda la escenografía de las pandillas y la violencia que ha trascendido desde Centroamérica: barrios obreros de casitas que parecen cajas de cemento, una tras otra, solo divididas por un pasillo minúsculo y también de cemento. Aquí en los pueblos de Long Island la imagen es la de la prosperidad, lo opuesto al hacinamiento centroamericano, al menos en apariencia. Frente al Starbucks hay una casa con un enorme jardín frontal perfectamente cuidado. Sobre el jardín, un poni de madera y un cartel anunciando la llegada de un nuevo miembro: “It’s a boy” [Es un niño].

Edificios abandonados del complejo hospitalario psiquiátrico de Pilgrim en el condado de Nassau. En esta zona fueron encontrados dos cadáveres en septiembre de 2016 asesinados por miembros de la Mara Salvatrucha, según la versión policial. Foto: Edu Ponces, RUIDO Photo vía ElDiario.es

La Long Island de las pandillas no se parece ni en estética a El Salvador de las pandillas.

—¿Cómo ocurría ese acoso? —pregunto al muchacho de los dientes dorados.

—Digamos que íbamos a jugar pelota y pasaban los que eran Bloods, y nos empezaban a tirar señas y a decirnos que a la verga los hispanos y cosas así, a chingarnos. Había también unos nueve chavales de mi misma edad (15 años) de la (pandilla) 18. Llegaban después de la escuela, nos esperaban en los carros y nos empezaban a hacer señas con las manos y nos decían cosas. Una vez, a un amigo mío que no era nada lo mandaron al hospital. Le reventaron el codo con fierros. Los de aquí (los Bloods de Uniondale) nos querían dar verga. No nos querían ver aquí. Íbamos a cualquier calle y nos querían dar una paliza. Íbamos allá (Hempstead, que tiene otro gran centro comercial con cine), y lo mismo. Nos íbamos para Garden City, al mall, a buscar vaciles sanos y nos encontramos como a 15 dieciochos. Solo andábamos cuatro y dos morras [mujeres]. Un idiota entra y le pega una patada a un amigo. Le empezó a decir ondas: que era pandillero, que a la mierda la MS, que lo iba a matar. Salgamos afuera, vamos a darnos pija, nos decían, pero nosotros solo éramos cuatro cipotes, ellos eran 15. ¿Qué íbamos a hacer?

La historia de este muchacho es la verdadera historia de lo que pasa entre Long Island y la MS. Lejos de la idea de una gran mafia organizada controlando a sus miembros, es la historia de muchachos que llegaron a integrarse en familias a las que no conocían más que por teléfono. Muchachos que tuvieron que ir a clases especiales en sus escuelas, mezclados entre recién llegados de distintas edades, para aprender a decir good morning.

Y en esas clases, peceras de recién llegados desde países controlados por las pandillas, los pandilleritos de la escuela veían potenciales víctimas, hommies [colegas], enemigos. Todos contra ellos: el idioma, los pandilleritos de sus países, los negros de las otras pandillas, el horario laboral de sus madres… y ahora, la Policía, las noticias, el mismo presidente Trump.

Hacerse pandillero no parecía por momentos una decisión, sino una imposición. Sos, digás lo que digás.
Los pueblitos de Long Island, hay que decirlo, no son lugar para jóvenes indocumentados.

“PROBLEMAS CON LAS PANDILLAS”

Uniondale es un suburbio de película. Grandes casas, calles anchas, verdes jardines, enormes carros. Afuera de muchas de esas casas hay no uno ni dos, sino cuatro o seis carros aparcados. Es porque en esas casas, no solo de este pueblo, sino de los de alrededor, no vive una familia, viven cuatro o seis. Varias familias indocumentadas se apiñan en los diferentes cuartos de esas casonas que, siguiendo el cliché, invitan a hacer una parrillada sobre la verde grama [césped]. Esas casas son un cascarón de bienestar. Por dentro, muchas están a punto de estallar.

En una de las calles principales de Uniondale hay un restaurante que recién abrió este mes de mayo. Venden tacos y pupusas [tortillas], sopa de gallina y hamburguesas. Es un restaurante para migrantes. Adentro se habla español y se toma Coronas en un pequeño sótano iluminado por un foco pelón donde, por las noches, llegan mujeres gordas en diminutas calzonetas a intentar seducir a los hombres que juegan billar. Luego, les cobran. Por la compañía. Por el sexo, si es que llegan al acuerdo de irse a otro lugar o salir al callejón de al lado.

El restaurante es una estampa del Long Island migrante de estos días. El dueño tiene una década aquí. Es del departamento oriental de San Miguel, en El Salvador. Actualmente tiene un problema. Alberga en casa a un nuevo y problemático inquilino: su hermano menor. El muchacho tuvo en El Salvador “problemas con las pandillas”. Esa es una construcción que escucharemos muchas veces en este pedazo de Nueva York.

Los padres lo enviaron a reunirse con su hermano mayor, un perfecto desconocido para el muchacho que tenía ocho años cuando su hermano migró. El muchacho recién llegado ahora tiene 16. Vino a mediados de 2015. Fue, en toda regla, uno de los menores no acompañados que entró a este país. Empezó en la escuela de Uniondale. Se hizo miembro de la Mara Salvatrucha.

Tuve que sacarlo de la escuela, al menos alejarlo, porque yo no tengo tiempo de andarlo siguiendo —dice el dueño del restaurante mientras destapa dos Coronas.

Ahora mismo, esta tarde de 1 de junio de 2017 el hermano mayor no sabe dónde está su pariente. “Andará en algún parque con quién sabe quién”, dice. Nadie tiene tiempo de guiar en este nuevo mundo al adolescente de 16 años. O mejor dicho, sí, hay un grupo que tiene tiempo: la MS. El hermano mayor asegura que si el menor no se compone lo echará de la casa. “A la calle, a que vea qué putas hace”.

Y así se construye un pandillero en EU.

En Long Island muchas veces parece que el problema es la pandilla, una máquina eficiente de reclutamiento, pero más bien es la consecuencia. La causa se parece más al abandono.

Dos hermanos de 20 y 21 años vivieron toda su vida en el departamento de La Unión, en El Salvador, trabajando como campesinos en tierra ajena y ganando 36 dólares por semana. Hasta que la Mara Salvatrucha les pidió que sembraran marihuana en el campo que trabajaban. Foto: Edu Ponces, Ruido PHOTO vía ElDiario.es

Quien sí sabe dónde están sus hijos es la cocinera del restaurante. Doña Vilma tiene 44 años y es de Tacachico, La Libertad, El Salvador. Voltea la carne para los tacos de res y también las pupusas de queso mientras cuenta que vino en 2016, junto a sus hijos de 18 y 14. “Problemas con las pandillas”, dice sin dejar de ver la plancha. ¿Qué problemas? “Nos amenazaron por vender cogollos”, dice, y ya no explicará más. Quizá cruzaron fronteras, quizá no pagaron renta… Quizá.

Doña Vilma, a diferencia del dueño del restaurante, sí sabe dónde están sus hijos. Están aquí, a la par de ella. Uno hace sus tareas de la escuela en la mesita para picar. Va del restaurante a la escuela, de la escuela al restaurante y del restaurante a la casa. El otro, el de 18, sale a algún trabajo y luego vuelve al lado de su madre a esperar que ella termine, para irse juntos al cuarto que rentan. La estrategia de Doña Vilma para repeler a las pandillas en Long Island es la cercanía. No la cercanía metafórica, sino la más literal. Gran parte del día tiene a sus hijos a dos metros. En eso sí se parece Long Island a El Salvador: a falta de Estados eficientes, una madre siempre ha sido el mejor antídoto ante la mara.

Los tacos los comeré yo. Las pupusas las espera para llevar un salvadoreño cuarentón que vino en 2012 a Long Island. Hizo un dinero y volvió a El Salvador. Allá tuvo “problemas con las pandillas” y regresó en 2014. Ahora piensa traer a su hija de 16, pero duda. “Dicen que aquí está jodido eso de las pandillas”, apunta el hombre que tiene más de cinco años de vivir aquí. Le pregunto si alguna vez algún pandillero le ha hecho algo en Long Island. “No, pero lea los periódicos. Andan en todas partes”, responde.

El restaurante tiene una nueva mesera. Es una muchacha delgada, de 18 años, de cuerpo fino y blanco, pelo teñido de rojo, que viste un cortísimo, ajustado y escotado vestido. “Es para atraer clientes”, dice el dueño del local. “Ella se vino de otro pueblo de aquí, donde anduvo con los mareros. Pregúntele”, sugiere el hombre.

La muchacha me lleva una cerveza. Le pregunto de dónde es. “De El Salvador”, responde con el pronunciado acento boricua que ha cultivado en sus cuatro años en Long Island. Le pregunto dónde vivía. “Ahí por El Salvador del Mundo vivía”. Le explico que soy periodista. Le cuento que quiero entender por qué los jóvenes entran en pandillas en Long Island. Digo que sé que ella estuvo cuando menos cerca de la Mara Salvatrucha. “Salí a hanguear [divertirme] mucho con la pandilla”, dice, y se va al mostrador.

En menos de dos minutos, la muchacha pelirroja vuelve con servilletas. “Cuando vine, estaba sola —dice con el ceño fruncido—. Ellos son los primeros que te tienden la mano. Te buscan para tenderte la mano”. Luego, la muchacha que llegó a este país con 14 años, se va de nuevo al mostrador y se sumerge en su celular.

MENOS PRESUPUESTO, MÁS MUCHACHOS 

La cobertura mediática habla de una MS fuerte en Long Island. La principal voz difundida en los medios, la de Trump, habla de una batalla entre el Estado y una poderosa mafia “transnacional”. Sin embargo, varias otras voces de funcionarios que conocen de primera mano la situación aportan otra perspectiva: no es una batalla de nadie contra nadie, sino inutilidad pura de un Estado que no ha sabido lidiar con unos adolescentes recién llegados de países violentos. Desinterés puro.

Howard Koening, el superintendente de las escuelas de Central Islip, donde fueron macheteados hasta la muerte los cuatro muchachos en abril de 2017, dijo en declaraciones públicas que el recorte presupuestario de 9 mil 200 millones en gastos educativos para el presupuesto de este año “se convierte en una herramienta que alimenta las actividades de reclutamiento de la pandilla”.

El comisionado de Policía del condado de Suffolk, al que pertenece Brentwood, donde asesinaron a las dos muchachas a batazos en 2016, aseguró que entre 2014 y marzo de 2017, su condado había recibido a 4 mil 624 menores no acompañados. Más del 90%, según datos de ICE, provienen de países centroamericanos. Menos presupuesto, más muchachos. Menos presupuesto, más muchachos que necesitan particular atención.

Incluso los datos de la Patrulla Fronteriza refuerzan la idea de que la pelea se pierde dentro de EU. El 21 de junio de 2017, Carla Provost, jefa interina de esa institución, dijo en el Senado que desde 2012 han detenido a 250 mil menores no acompañados en la frontera con México. Solo 56 estaban bajo sospecha de tener relaciones con la MS. No se trata, insinúan los datos de los temidos patrulleros, de un problema que entra sin papeles por la frontera. Se trata de una batalla que se pierde dentro del gran país. La MS gana aquí adentro. O, visto de otra forma, el Estado estadounidense pierde aquí adentro. No todos los problemas estadounidenses vienen de afuera. No todos los males ocurren del otro lado del muro.

Tras una larga jornada donde se escucharon voces de funcionarios de Long Island, en junio de este año, un senador lo dijo más claro imposible. “El fracaso total del Gobierno en establecer un proceso eficiente y una supervisión significativa de la colocación de estos niños ha llevado a la actual crisis de la MS”, dijo el senador de Iowa, Charles Grassley. Es un político del Partido Republicano, el partido de Trump.

EL ACOSO DE LAS PANDILLAS

—Uno de mis amigos le dijo a uno de esos batos (de la pandilla 18) de Hempstead que cuál era su furia, que se cayera tal día aquí (a Uniondale), y que nos diéramos pija [palizas] uno a uno, sin ondas de pandillas. Cayó uno al que le dicen Farruquito de Hempstead, y mi amigo le pegó en esta misma calle, en una cancha a la que le decimos La Bombonera. Mi amigo es de Honduras —dice el muchacho salvadoreño de dientes dorados en el Starbucks.

Aún no era emeese. No lo era él y no lo era tampoco el amigo suyo que le dio “pija” a Farruquito. Eran solo muchachos recién llegados que intentaban sacar cabeza en un lugar extraño, pero eran aplastados cada vez por otros muchachos. Hasta que se hartaron, se supieron solos, y empezaron a pelear.

—Pero a los días volvieron —continúa—. Esa vez sí nos sacaron carrera a mi amigo que había peleado y a mí. Andaban en una camioneta y en un (carro) hondita. Se bajaron tres, con cadenas y bates, y nosotros sin nada. Por esos días conocimos a las dos letras. Algunos ya tenían 17, 16 años. Nos buscaban dar duro adentro de la High School. Les decíamos que no éramos pandilleros, que los de Hempstead nos querían dar duro, que los Blood también nos querían reventar. Los majes no nos creían. Pero un día, uno de ellos (de la MS) me dio un número de él, y dijo que cualquier problema le habláramos, que él estaba de toque.

El muchacho de las faldas del Chaparrastique aguantó más de seis meses el acoso de todas las pandillas. En la escuela, en el centro comercial, en el cine, en la calle. Ser joven migrante era jodido en Long Island, aún sin ser pandillero.

“HACERSE PANDILLERO ES UN SÍNTOMA”

“Son el diablo, y tenemos que temerle”, dice Sergio Argueta, una de las personas que más entiende lo que está ocurriendo con la MS. Ese es el mensaje, dice, que el Gobierno estadounidense quiere dar. “Hay bastante exageración”, concluye. Argueta es fundador de la organización Strong y también trabajador social de una escuela pública. Strong es una organización que trabaja, desde hace más de 15 años, con jóvenes en riesgo en Long Island. Algunos jóvenes fueron pandilleros, otros casi lo fueron, otros fueron víctimas de las pandillas y otros fueron víctimas del cliché de las pandillas. Muchos son jóvenes, indocumentados y centroamericanos: el diablo en Long Island.

—Las pandillas son un síntoma de un Estado que ha fracasado. Las escuelas donde está nuestra gente son las que tienen peores notas. En la escuela de Uniondale, donde trabajo, tenemos 2.313 estudiantes. Hay dos trabajadores sociales. Solo uno habla español. Yo soy trabajador social, pero encargado de asistencia. A mí me toca andar buscando a los que no vienen a la escuela. Cada día hay 300, 400 que no llegan. Tengo jóvenes que no se han reportado en 60,70, 80 días. ¿¡Cómo madres, si ando apagando un montón de fuegos, voy a asistir a esas familias!? Cuando un sistema no puede ayudar a estos jóvenes, ¿quién más? Los únicos, piensan ellos (los jóvenes), son esas pandillas, porque lo que la pandilla le ofrece… bueno, no ofrece nada, pero a esa edad parece que es mejor.

Autobuses escolares esperan cerca de la High School de Brentwood, con un alto porcentaje de centroamericanos. Foto: Edu Ponces, Ruido PHOTO vía ElDiario.es

Argueta sabe. Argueta fue pandillero. Nació aquí en Long Island. Su madre, salvadoreña de un cantón de Ahuachapán, que estudió hasta sexto grado, vino en 1974, antes de que se desatara la guerra. Entre los 13 y 19 años, fue miembro de la pandilla Redondel Pride en Hempstead. Hubo muertos, armas y condenas en prisiones federales para muchos de sus colegas, hispanos en su gran mayoría. Argueta sabe de lo que habla porque lo ha vivido y lo ha visto ocurrir desde hace más de dos décadas.

Lo que ocurre no es nuevo. Las voces que claman deportaciones tampoco lo son.

Argueta explica que lo que dio nivel a su pandilla, fundada por amigos del barrio, fueron una serie de noticias que hablaban de la llegada de la pandilla Latin Kings a Long Island. En algunas de esas noticias, un jefe policial explicaba que esa enorme pandilla había llegado y entrado en contacto con la pequeña Redondel Pride. “Oh, shit, ya éramos famosos”, recuerda Argueta su reacción ante aquellos sucesos. La fama les permitió crecer. Lo que ocurrió en aquellos años, principios de los 90, se repite ahora según este miembro de Strong.

—Lo que ha hecho este Gobierno, el tipo ese, Tim Sinny (jefe de la Policía en el Condado de Suffolk), es que le dieron más fama a la MS. Han servido como los reclutadores de alto nivel de la mara. Si usted es marero y quiere pertenecer a la mara más vergona, la más fuerte, que controla todo, ¿qué mejor que ser miembro de la MS?

Argueta no niega que en Long Island se han visto cosas sangrientas como nunca antes, como que dos niñas fueran destripadas a batazos en plena calle. Sin embargo, cree que la principal razón de esto no es que una gran pandilla organizada y transnacional esté haciendo bien su trabajo, sino que ante la oleada de nuevos niños migrantes centroamericanos, las autoridades no han sabido responder: “Hacerse pandillero es un síntoma”, repite Argueta varias veces.

Cree que el camino a la pandilla es el resultado del abandono familiar y el abandono escolar de los recién llegados.

—Algunos vienen y solo han estudiado allá tercero o cuarto grado. Otros vienen preparados, y los ponemos a todos juntos en el mismo salón de ESL [siglas que en español significan Inglés como Segunda Lengua]. Sí, se unen también por protección, para tener amistades y novias, pero el mayor problema es que los hemos puesto en un solo cuarto a todos estos jóvenes con tanto trauma, y los hemos puesto en un solo cuarto donde toda la frustración que cargan se la desquitan entre ellos. Se van a hundir juntos —dice Argueta.

Y aun así, a pesar de que el sistema olvida a estos jóvenes hasta que les toca su cita en corte migratoria; a pesar de la violencia con la que aplastaron a esas niñas, a pesar de los titulares y de Trump y de Sinny, Argueta está convencido de que la MS de Long Island y la de El Salvador no tienen nada que ver.

—Aquí no se dan mucho color, y las autoridades no han perdido el control. Pueden estar 10, 15 pandilleros que se creen bien vergones, y llega la Policía y salen como cucarachas. La describen como una organización terrorista internacional bien organizada, y sí hay individuos que se mantienen en contacto (con otros en Centroamérica), pero tiene que ver con las deportaciones. O Facebook. ¿Un crimen organizado donde están llegando miles de dólares? No, estos monos son pobres. Aquí trabajan cortando grama o en car washes. Los veteranos no quieren ya nada que ver con la pandilla, porque les van a dar 30, 40 años. Hubo grandes redadas en 2004 y 2007 en todo el país y esta es una de las regiones donde más capturaron miembros de la MS. Y siguen ahí. Porque las pandillas son un síntoma… La MS no es tan diferente con el joven que venía sin papá y mamá, no sabía leer ni escribir, y llegó a Nueva York en 1800, pero era irlandés —dice Argueta en referencia a las pandillas de principios del siglo XIX que se disputaban áreas de Nueva York.

Las pandillas son un síntoma, repite Argueta. El abandono se parece más a una causa, la marginación. Y una idea recalcada más: “los mafiosos” de los que habla Trump cortan grama y lavan carros.

—Tengo una joven que cuando estaba allá (El Salvador) la violaron. Viene aquí y está la misma pandilla. Entonces ella se mete a la pandilla rival para protegerse e ir contra esa pandilla. Fuma, usa drogas y alcohol para procesar el trauma —ejemplifica Argueta.

Antes de que la entrevista termine, Argueta pide agregar un detalle. El detalle incluye a la mayoría de los jóvenes que llegan indocumentados. La enorme excepción que los políticos trumpistas olvidan hacer, a pesar de que sus propias cifras lo indiquen.

—Recordá que la mayoría de los que vienen no entran a la pandilla. Pero hay algunos que vienen y ya no tienen nada que perder.

***

—Un día salimos de la escuela y estaban tres carritos hondita, de unos bajitos que andan ellos (los dieciochos de Hempstead). Nos tiraron la pandilla de ellos. Yo ya me sentía cansado, siempre nosotros teniendo que correr y viviendo aquí, sin joder a nadie. Pues agarré una piedra y se la dejé ir a un hijueputa —dice el muchacho de los dientes dorados. Y repite luego como lema:

“Yo también soy macho

Yo también sé darme pija

Yo no me ahuevo”.

El muchacho estaba listo. Carne de cañón para una pandilla de adolescentes en Nueva York. Perdió Estados Unidos. Ganó la Mara Salvatrucha.

ENDEUDADOS PARA PAGAR SU FIANZA TRAS MIGRAR A EU

No sería este un texto justo sobre jóvenes en Long Island si solo habla de jóvenes pandilleros. De la minoría.

—Somos del departamento de La Unión (El Salvador), del municipio de El Carmen. Somos agricultores. Sembramos maíz, frijoles —dice el mayor de los hermanos, de 21 años.

A su lado, en el restaurante de postres en el pueblo de Westbury, está su hermano menor, de 20. El mayor estudió hasta sexto grado. El menor, nada. Sembraron desde niños.

Dejaron su país un 24 de agosto de 2016. Su hermana, que vive en Long Island desde hace 20 años, pagó 7.000 dólares por cada uno a un coyote. Ellos estaban resignados a vivir y morir como pobres. Su opción era trabajar seis días a la semana, de seis a once de la mañana, en tierra ajena, por 36, y solo en invierno. Seis dólares al día. Pero la Mara Salvatrucha no les permitió continuar con su precaria vida de campesinos.

—Querían que sembráramos marihuana para ellos venderla. Nosotros les íbamos a sembrar y cuidarla, así como hacíamos con el maíz: cuidarlo. Querían que sembráramos droga en medio de las milpas. Nosotros somos cristianos evangélicos. Nosotros no podemos hacer eso —explica el mayor.

Muchos de sus días arrancaban con una golpiza a las 5:30 de la mañana, cuando caminaban hacia las milpas ajenas que hacían crecer. Un 10 de agosto de 2016, los amenazaron con pistolas. El 15, los hermanos fueron a denunciar a la subdelegación policial de El Carmen.

—Ellos (los policías) dijeron que fuéramos a enseñarles quiénes eran. Nos subieron a la patrulla, pero nos llevaron a un callejón algo solo, se llama El Cacho. Eran dos policías. Nos arrodillaron y dijeron a preguntarnos que por qué no habíamos aceptado eso. Porque vamos a la iglesia. Comenzaron a pegarnos patadas. Nos amenazaron diciendo que nos iban a obligar a cooperar. Nos dejaron ahí. No hallábamos a quién pedir ayuda —dice el mayor.

Los hermanos se encerraron en casa. Pero el 20 tuvieron que trabajar. Con un salario de seis dólares al día, las reservas duran poco.

—Estábamos esperando que abrieran una tienda como a las 5:30. Era una camioneta gris, los mismos policías, pero vestidos de civil. Varios vieron cuando ellos nos tiraron al suelo y ahí mismo nos esposaron. Nos subieron al carro, nos encapucharon. Nos llevaron a una casa sola. Cuando nos bajaron, estaban los pandilleros. Comenzaron a preguntarnos otra vez lo mismo. Respondimos que no, que creemos en dios. Sí se enojaron con tanta furia que ahí sí nos golpearon fuerte. Puñetazos, patadas, en el suelo nos tiraron. Eran cuatro pandilleros y esos dos señores policías. Nos descargaron varios tiros cerca. Dijeron que la próxima vez sí nos iban a matar si no cooperábamos —dice el mayor.

Así se ve la Mara Salvatrucha en El Salvador. Es más una especie de gobierno paralelo, con mucho más control sobre la gente, en tantas ocasiones, que el mismísimo Gobierno electo. Allá sí es una mafia. De pobres, pero mafia.

Un amigo los llevó a la clínica del municipio. Estuvieron dos días en observación, para determinar si no tenían sangrado interno. Eso fue el 20. El 22 empezaron los arreglos con el coyote. El 24, a las cinco de la mañana, su travesía de un mes inició. Cruzaron el río Bravo un día de septiembre a las ocho de la noche. Caminaron tres días por el desierto junto a otros 12. Llegaron solo 11. Tres señoras de Honduras no pudieron más. Se quedaron sentadas esperando que alguien las encontrara. “Eran gorditas, bien gorditas”, dice el menor de los hermanos.

El grupo fue descubierto, según el mayor de los hermanos, por culpa de un migrante mexicano que se durmió en uno de los breves descansos. El grupo caminaba todas las noches y parte de los días hacia una antena. La antena, recuerda el salvadoreño, “como que iba caminando para atrás”. El cansancio era mucho. El mexicano, al despertarse y verse rezagado, corrió, gritó que lo esperaran. Siete carros de la Patrulla Fronteriza aparecieron de la nada. Y, a la una de la mañana, tras tres días caminando, su intento terminó.

Entonces, les pasó lo que pasa a miles cada mes. Primero, a las hieleras, cuartos desalentadores donde viven su primera detención los migrantes. Cemento frío como castigo por migrar. Después, fueron trasladados a un centro de detención a esperar su deportación. Pero los hermanos contaron lo que aquí se ha contado y, a los 15 días, un juez les dio una fianza. Si querían esperar en libertad la respuesta a su proceso de asilo, los campesinos que ganaban 36 dólares semanales tenían que pagar 12 mil.

—¿Quién pagó? —pregunto.

Los dos hermanos hacen el mismo gesto. Se inclinan, remangan sus pantalones y dejan ver el aparato tamaño cargador de celular que llevan enganchado a sus tobillos.

—Esto es por parte de una empresa. Ellos me andan controlando donde sea que esté. Pueden verme —dice el hermano mayor.

Esto no tiene que ver nada con la Mara Salvatrucha. Hay cosas, sin embargo, que un periodista no puede evitar contar una vez que las sabe.

Los hermanos, desde que huyeron, asumieron una deuda con su hermana de 7 mil dólares cada uno. 14 mil debían los hermanos antes de empezar a cortar grama en Long Island. La vida no estaba como para pagar una fianza de 12.000 por cabeza a los Estados Unidos.

Tobillera GPS de la empresa Libre by Nexus que dos hermanos salvadoreños están obligados a llevar para garantizar que pagan la deuda que han contraído para pagar su fianza. Foto: Edu Ponces, RUIDO Photo vía ElDiario.es

Entonces entran las compañías de fianzas. En la historia de estos hermanos entró Libre by Nexus. Por más enredo y melodrama con que lo expliquen en sus páginas de internet, estas empresas no son sino usureros de la migración. Las fianzas de 24 mil dólares por los dos hermanos las pagó Libre by Nexus. Eso quiere decir que cada hermano no solo debe 7 mil dólares a su hermana, sino también 12 mil a Libre by Nexus. O sea, cada hermano, antes de poder siquiera podar un jardín, debe 19 mil dólares. Aún falta, porque Libre by Nexus debe ganar un poco también en el país de la libertad. Por eso, la empresa cargará el 20 por ciento más de la fianza a cada hermano: 2 mil 400 más por cabeza. Cada hermano, antes de siquiera empuñar una cuma [cuchillo para podar] en EU, debe 21 mil 400 dólares.

Pero la cosa no termina ahí. ¿Cómo va a estar segura Libre by Nexus que unos pobres hermanos campesinos de la Unión le pagarán sus 42 mil 800 dólares? Entonces, Libre by Nexus les traba un GPS en el tobillo a cada hermano. Pero en esta tierra nada es gratis. Libre by Nexus no regala gepeeses, los alquila. Cada hermano tiene que pagar 420 dólares mensuales a Libre by Nexus por el alquiler de sus negros gepeeses.

Si el juicio de los hermanos tarda, digamos, un año en ocurrir, ellos deben pagar 5 mil 040 dólares a Libre by Nexus por el GPS. Si llegan a quebrarlo, son 3 mil 800. Cada hermano, antes de siquiera oler la grama estadounidense, debe a Libre by Nexus y a su hermana: 26 mil 440 dólares, si se trata de un año; 31 mil 480, si se trata de dos… Y así, hasta pagar, conectándose todas las noches dos horas a la electricidad, para que el GPS de Libre by Nexus no se descargue y la empresa pueda saber dónde está su dinero, dónde están sus campesinos salvadoreños.

Libre by Nexus, con oficinas en 22 ciudades, se presenta como parte de una “organización religiosa”. No les basta hacer lo que hacen, sino que en su página web se describen casi que como monjitas de la caridad: “Existen muchas historias de horror sobre familias que pasan dificultades para pagar la garantía para fianzas de inmigración. Hemos conocido familias que se han visto obligadas a vender todo lo que tienen para pagar la garantía para un familiar. Hemos visto familias forzadas a ir a sus comunidades a rogar a la gente para que usen su propiedad como garantía. Y, desafortunadamete (sic), hemos visto innumerables detenidos deportados porque no pudieron pagar su fianza y salir de la custodia. Libre by Nexus representa la esperanza que esto nunca tenga que pasar de nuevo. Innovamos constatemente (sic) nuestros servicios para ayudar a más detenidos en crisis. Estamos aquí para ayudarle. ¡Contáctenos hoy!”.

Libre by Nexus hizo que la hermana de ellos firmara como respaldo. Si ellos no responden, ella responderá.

—Gracias a Dios, estamos trabajando en grama, yarda se llama aquí —dice el menor de los hermanos.

Arreglan jardines como empleados de una compañía. Ganan 100 dólares de siete de la mañana a 5:30 de la tarde.

—Ustedes huyen de la MS, pero dicen que aquí está la MS. ¿Han visto a alguno? —pregunto.

—No —dice el menor.

—¿Hay algún lugar al que les dé miedo salir?

—No —dice el menor.

—¿Cuál es la diferencia entre aquí y El Salvador?

—Que aquí podemos salir. Allá, no —dice el mayor.

Los mismos datos de la Patrulla Fronteriza lo dicen. Jóvenes como estos son la mayoría de los que vienen. Jóvenes que destripan muchachitas con bates son la ínfima minoría. Sin embargo, así funcionan las cosas, no es noticia que un joven honesto corte grama para pagar miles de dólares a una empresa y vivir. Sí es noticia que jóvenes destripen a unas muchachitas. De una cosa no habla un presidente; de la otra, sí.

***

El escritor francés George Perec escribió en su libro póstumo Lo Infraordinario: “Me parece que lo que más nos atrae siempre es el suceso, lo insólito, lo extraordinario: escrito a ocho columnas y con grandes titulares. Los trenes solo comienzan a existir cuando descarrilan… Es necesario que detrás de los acontecimientos haya un escándalo, una fisura, un peligro, como si la vida solo pudiera revelarse a través de lo espectacular, como si lo convincente, lo significativo, fuera siempre anormal”.

“YA SÉ QUIÉNES VAN A PONER EL PECHO POR MÍ “

—Cuando le cayó la pedrada, salió el maje para abajo con el carro, a esperarnos. Ya habíamos llamado a los de la MS. Nosotros andábamos cuatro amigos, y de la MS llegaron tres. Ellos (los 18 de Hempstead) andaban como unos siete. Ellos andaban cosas. Nosotros no andábamos nada. Los de la MS sí andaban cadenas y bates. Esos locos no amagaron: del primer vergazo creo que mandaron a uno al hospital, porque le agarraron con la cadena la cabeza. Esos majes (los 18) llamaron a la policía. Tres de mis amigos cayeron presos —continúa su relato el muchacho de los dientes dorados.

Su primo sigue afuera del Starbucks con el carro encendido.

—Uno de los que cayó preso era Jeustin, ¿verdad? —pregunto.

—Sí. En ese entonces lo acusaban de haberle pegado con una piedra en el estómago a uno de los dieciocho. Lo soltaron en ese entonces, pero ya después…

Todo ese acoso ocurrió entre 2015 y 2016, en la High School de Uniondale. Los gritos de los muchachos negros que se decían crips y bloods: te esperamos, ven afuera. Las patadas en los centros comerciales frente a las chicas a las que cortejaban. El acoso desde los honditas afuera de la escuela. Todo eso fue mucho y terminó en esa pedrada, pero sobretodo en ese telefonazo.

Cuando el muchacho de los dientes dorados y su amigo de ascendencia hondureña Jeustin, de 16 años en ese momento, pensaron en pedir ayuda, solo pensaron en dos letras: MS. Los únicos que habían ofrecido responder. Los únicos que habían dicho: llámame, yo llego en tu ayuda. Los únicos: La MS de Uniondale. Los Uniondale Locos Salvatrucha y los Hollywood Locos Salvatrucha del mismo pueblito.

Dos años de High School tuvo el Estado para hacerle la misma oferta al muchacho y a Jeustin: llámame, yo llego en tu ayuda. Pero no pasó. Ni a víctimas ni a victimarios. La madre de Kayla, una de las muchachas asesinadas a batazos en Brentwood en 2016, dijo a la agencia France Press: “Mi hija sufrió bullying por dos años (por parte de un pandillero) y la escuela no hizo nada, absolutamente nada”. “Son niños matando a niños”, dijo la misma mujer a El Diario de Nueva York.

No mafias ni cárteles: niños.

El muchacho de las faldas del Chaparrastique dice que su relación con la Policía estadounidense, desde que es adolescente, es la de un sospechoso con su perseguidor. “Joven, salvadoreño, en camiseta y con gorra de los Yankees, para ellos es marero, aunque no tengan nada contra vos. Te paran a cada rato, y no creás que te van a decir: ¿sos un cipote estudioso? Te pueden ver bien vestidito y lo primero que te van a decir es: ¿sos de la mara? Aquí todos son de la mara”, explica. Las autoridades en Long Island pensaron que persiguiendo a todos encontrarían a algunos. Nunca pensaron que persiguiendo a todos, todos les temerían.

Aquel día, el muchacho de dientes dorados y Jeustin fueron apoyados por la MS. Sintieron en Long Island lo que significaba ganar por primera vez. Ser cazador y no presa. Tener 15 años y ser por primera vez el temido. Tiene que ser una sensación total. Desde entonces, anduvieron con la MS.

Eso no significa que se juntaron en sótanos con una mafia a planificar robos de alto nivel. Significa que empezaron a andar con jóvenes de sus mismas edades que abiertamente se decían emeeses. Fumaban marihuana en parques. Juntaban 20 dólares semanales para comprar bates y cadenas. El palabrero de la Hollywood Locotes, El Demon, era un muchacho de 18 años, y ya está deportado a El Salvador.

Durante meses, y aún ahora, esos emeeses fueron los amigos del muchacho del Chaparrastique. Fumaron juntos, tomaron juntos en los parques, jugaron billar, pelearon contra “las chavalas” (dieciochos), “los sangritas” (bloods), “las cangrejas” (crips) y “las vacas locas” (vatos locos). Fueron fuertes juntos, y temidos. Y se entendían entre ellos. Y cuando iban al cine, nadie los molestaba. Ahora, quienes molestaban eran ellos.

El muchacho de los dientes dorados se alejó, no de la pandilla en primer lugar, sino de la High School. Demasiada tensión, demasiados problemas, y su madre de 55 años preocupada día con día. Empezó a trabajar en techos y empaquetado de productos, y le pareció que había posibilidades de ganar dinero, y que esa vida podía ser mejor que la vida de bates y cadenas. Siempre frecuenta a sus amigos, pero alejarse de la escuela le cambió la vida.

Jeustin, aquel muchacho que también fue defendido por los mareros contra los dieciocho de Hempstead, tuvo un destino distinto.

En la foto del 18 de enero de 2017 que apareció en varios medios, está con los brazos atrás, el gesto serio, la mirada perdida. Cada uno de sus brazos está sostenido por un oficial de la Policía, hombres grandes y blancos que sostienen a un muchacho moreno y delgado de 17 años a punto de entrar a la Corte y ser acusado de tres cargos relacionados con el asesinato de otro joven.

La Policía asegura que el 13 de diciembre de 2016, alrededor de las 11:30 de la noche, Jeustin y otro muchacho llegaron en bicicletas, rodearon a un grupo y dispararon tres veces con una pistola semi automática nueve milímetros. El otro muchacho disparó contra un grupo en la avenida Fenimore de Uniondale. Jeustin, aseguran, gritaba: ¡La Mara, La Mara! Una de las balas alcanzó la cabeza de Alexon Moya, otro muchacho de 16 años. Murió, tres días después, en un hospital.

Un muchacho víctima de las pandillas que se hace de una pandilla para protegerse de otras pandillas y que luego perseguirá a otros muchachos que serán sus víctimas y buscarán a otra pandilla para protegerse de esa pandilla.

Podría ser Los Ángeles en 1980, con las mismas siglas, MS, pero ahora le toca a Long Island, tres décadas de incomprensión después.

Dice el muchacho de los dientes dorados que la semana pasada, junto a su madre de 55 años, su sobrina de nueve y su novia, fueron a unas ruedas [norias] en el pueblo de Levitown. Compraron pases especiales de 50 dólares, que les daba derecho a todas las ruedas. Querían subirse a cada una, y él lo había pagado con lo ganado tras una ardua semana de arreglar techos. Se subieron a tres. La tercera era una chicago común. Dejaron las ruedas más extravagantes para el final. Irían poco a poco.

Desde las alturas de la chicago, el muchacho de los dientes dorados vio abajo cómo se reunían uno, dos, tres, cuatro, cinco muchachos… latinos como él. Con su mirada, lo seguían. Lo veían dar la vuelta entera. Las vueltas terminaron. Cuando bajó, eran ocho. “No andaba nada. Me zampé las llaves del carro entre los puños. Lo que toque, dije. Eran las vacas locas, los Vatos Locos que les dicen, de Hempstead. Chapines y hondureños eran esos pendejos”, recuerda el muchacho de los dientes dorados.

Su mamá preguntó: “¿Verdad que vas a tener problemas?”. Los vatos locos, rifaban su barrio con las manos. “Mejor vámonos a comer a otro lado, mamá”, dijo el muchacho de los dientes dorados. Los pases de lujo quedaron desperdiciados. Al muchacho del Chaparrastique le ha quedado un odio adentro. Le arruinaron un domingo perfecto.

Dice que ya no quiere saber nada de pandillas, pero que si lo siguen buscando, como aquella tarde en el parque de diversiones, ya sabe a quién va a llamar. “Ya sé quiénes van a poner el pecho por mí”, dice.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE ElDiario.es. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Tiroteo en el metro de Atlanta, EU, deja al menos un muerto y 3 heridos; hay un detenido

jueves, abril 13th, 2017

El ataque en el metro de Atlanta se produce en momentos en los que el servicio de transporte público está registrando un notable incremento en el número de usuarios debido al colapso de un tramo de la autopista interestatal I-85.

En imagen tomada del video proporcionado por el canal WSB-TV, las autoridades atienden un reporte de tiroteo en la estación West Lake, el jueves 13 de abril de 2017, en Atlanta. Foto: AP.

Atlanta (EU), 13 abr (EFE).- Un tiroteo en una estación de metro en Atlanta, Georgia (EU), dejó hoy al menos una persona muerta y otras tres heridas, según informó la Autoridad de Tránsito Rápido Metropolitano de Atlanta (MARTA).

Las autoridades indicaron que una persona, sin dar detalles sobre su identidad, ha sido detenida como sospechosa en el incidente que se produjo la tarde de este jueves en hora punta en la estación de West Lake, en el sur de Atlanta.

La estación de momento ha sido cerrada mientras las autoridades investigan el tiroteo.

El ataque en el metro de Atlanta se produce en momentos en los que el servicio de transporte público está registrando un notable incremento en el número de usuarios debido al colapso de un tramo de la autopista interestatal I-85.

El derrumbe del paso elevado en pleno centro de la ciudad fue provocado por un incendio a finales del mes pasado que ha provocado una emergencia vial.

Tribunal da pena de muerte al asesino de 9 afrodescendientes en una iglesia de Charlestone, EU

martes, enero 10th, 2017

Dylann Roof, de 22 años, está acusado de asesinar a 9 afroamericanos el 17 de junio de 2015 en la Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) de Charleston, en Carolina de Sur.

Fotografía de archivo del 19 de junio de 2015, del joven de 21 años Dylann Roof, durante una videoconferencia en una audiencia de fianza en el tribunal de North Charleston, Carolina del Sur. Foto: EFE.

Fotografía de archivo del 19 de junio de 2015, de Dylann Roof, durante una videoconferencia en una audiencia de fianza en el tribunal de North Charleston, Carolina del Sur. Foto: EFE.

Washington, 10 ene (EFE).- Dylann Roof, condenado por matar en junio de 2015 a nueve feligreses afroamericanos en una iglesia de Charleston (sur de EU), fue sentenciado hoy a la pena de muerte por un jurado federal.

Roof, de 22 de años, no hado muestras de arrepentimiento y en su declaración final aseguró: “todavía siento que tenía que hacerlo”.

En un tribunal de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, la decisión del jurado federal compuesto por 12 personas (nueve negros y tres blancos) fue unánime.

El jurado ya declaró culpable a Roof el pasado diciembre de los 33 cargos que pesaban en su contra, de los que 18 conllevan la pena de muerte, por el ataque cometido el 17 de junio de 2015 en la Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) de Charleston.

Roof, quien optó por representarse a sí mismo durante parte del juicio, será formalmente sentenciado a la pena capital este miércoles por el juez instructor del caso, Richard Gergel.

Aunque los abogados defensores calificaron la actitud de Roof de “delirante” y “anormal”, el juez Gergel consideró que el joven tiene la competencia mental y emocional para defenderse a sí mismo.

Durante el proceso judicial, el joven confesó los crímenes y reconoció que eligió atacar la iglesia de Charleston por ser una de las más antiguas congregaciones del sur de Estados Unidos y una de las más firmes en la defensa de los derechos civiles de los afroamericanos.

La noche del ataque a la histórica iglesia, el joven condenado se sentó durante 45 minutos en uno de los bancos con un arma semiautomática mientras los feligreses leían la Biblia, antes de comenzar a disparar de manera repetida contra los asistentes y matar a nueve de ellos.

Dylann Roof era “un hombre de odio intenso. Estas nueve personas ejemplifican una bondad mayor que su mensaje de odio”, dijo en diciembre el fiscal Nathan Williams durante el juicio.

El sentenciado admitió los asesinatos poco después de ser detenido en una confesión grabada en vídeo que fue presentada en el tribunal, y en la que detallaba su relato de los crímenes y sus motivaciones racistas.

En una vista celebrada el pasado día 4, los fiscales volvieron a retratar a Roof como un “frío y calculador” supremacista blanco que planeó durante meses el ataque y lo perpetró con el objetivo de desencadenar una guerra racial en un momento de gran tensión social en EU por la muerte de afroamericanos a manos de la policía.

Atacante del aeropuerto de Florida es identificado; tuvo problemas psicológicos, dice su hermano

viernes, enero 6th, 2017

Un hombre armado abrió fuego en la zona de recolección de equipajes del aeropuerto de Fort Lauderdale, dejando cinco muertos y ocho heridos antes de ser detenido, en un ataque que causó pánico entre los pasajeros, quienes salieron corriendo de la terminal hacia la pista. El atacante fue identificado como Esteban Santiago, de 26 años.

Pasajeros se protegen atrás de un vehículo en el área de pistas del Aeropuerto Internacional Fort Lauderdale-Hollywood, el viernes 6 de enero de 2017, en Fort Lauderdale, Florida. Un hombre mató a balazos a varias personas e hirió a otras en la zona de reclamo de equipaje en el aeropuerto antes de ser arrestado, dijeron las autoridades. Foto: AP.

Un hombre mató a balazos a varias personas e hirió a otras en la zona de reclamo de equipaje en el aeropuerto antes de ser arrestado, dijeron las autoridades. Foto: AP.

Ciudad de México, 6 de enero (SinEmbargo/AP).- El hermano del hombre que fue arrestado como sospechoso de una balacera fatal ocurrida en un aeropuerto de Florida dijo que el presunto responsable estuvo en tratamiento psicológico cuando vivió en Alaska.

Bryan Santiago dijo a The Associated Press que su familia recibió una llamada telefónica en meses recientes de la novia de Esteban Santiago, de 26 años, alertándolos sobre la situación.

Bryan Santiago señaló que no sabía de qué estaba siendo tratado su hermano y que nunca hablaron sobre ello por teléfono.

Agregó que Esteban Santiago nació en New Jersey pero se mudó a Puerto Rico cuando tenía 2 años de edad. Dijo que el sospechoso creció en el poblado costero de Peñuelas, en el sur de la isla, y prestó servicio en la Guardia Nacional del territorio estadounidense durante un par de años.

Fue enviado a Irak en 2010 y pasó un año allá con el 130mo Batallón de Ingenieros, en la 1013era Compañía de Ingenieros de Aguadilla, según el mayor Paul Dahlen, vocero de la Guardia Nacional de Puerto Rico.

El senador Bill Nelson de Florida dijo que el atacante portaba una identificación militar con el nombre de Esteban Santiago, pero que no estaba claro si le pertenecía. Nelson no proporcionó más información sobre el sospechoso.

El sheriff Scott Israel dijo que cinco personas murieron y ocho resultaron heridas. No se reveló en qué condiciones estaban. Israel agregó que el atacante fue arrestado y estaba ileso. Ningún agente disparó un solo tiro, y el sospechoso estaba siendo interrogado por el FBI, agregó.

El aeropuerto suspendió operaciones mientras las autoridades se apresuraban a la escena, y el personal médico atendió a por lo menos una víctima que sangraba sobre la pista.

Jacob Hall, uno de los dos niños heridos durante el tiroteo en Carolina del Sur, muere en el hospital

sábado, octubre 1st, 2016

Jacob Hall, de 6 años, murió este sábado en un hospital para niños de Greenville, de acuerdo con el forense del condado Anderson, Greg Shore.

Jacob Hall, de 6 años, murió a causa de las heridas sufridas en un tiroteo. Foto: Facebook de Roger Hall

Jacob Hall, de 6 años, murió a causa de las heridas sufridas en un tiroteo. Foto: Facebook de Roger Hall

Washington, 1 oct (EFE).- Un niño de seis años que resultó herido el pasado miércoles cuando un adolescente de 14 abrió fuego en una escuela de educación primaria de Carolina del Sur (EU) falleció hoy, según informaron las autoridades locales y su familia.

Jacob Hall, de 6 años, murió este sábado en un hospital para niños de Greenville, de acuerdo con el forense del condado Anderson, Greg Shore.

Uno de los hermanos de Jacob, Gerald, también confirmó en Facebook la muerte del menor.

El niño quedó gravemente herido tras el tiroteo del miércoles en la escuela de educación primaria Townville, ya que una bala le atravesó la arteria femoral y perdió mucha sangre.

Su familia había indicado que Jacob sufrió una lesión cerebral grave a causa de esa herida y que estaba en cuidados intensivos, “luchando por su vida”.

El supuesto autor del tiroteo, cuya identidad no se ha dado a conocer, tiene 14 años y, al parecer, mató primero a su padre antes de dirigirse a la escuela Townville, donde abrió fuego cuando un grupo de niños, entre ellos Jacob, salía al patio en su hora de receso.

Otro niño de seis años y una maestra también resultaron heridos, pero recibieron el alta médica el mismo día del tiroteo.

Lo ocurrido en Townville es uno de los últimos episodios de la violencia causada por las armas de fuego en EU y que el presidente Barack Obama ha tratado de combatir, sobre todo tras la tragedia de 2012 en la escuela Sandy Hook de Newtown (Connecticut), donde fueron asesinados a tiros 20 niños y 6 mujeres.

Policía de Seattle detiene a sospechoso del tiroteo que dejó 5 muertos en un centro comercial

sábado, septiembre 24th, 2016

El atacante, de quien hasta el momento no se ha confirmado su descendencia, fue visto por última vez caminando en una carretera cerca de Oak Harbor, localidad situada a 46 kilómetros de Burlington, donde ocurrió el suceso. La Policía local informó que la detención del sujeto, que la noche de ayer provocó la muerte de cinco personas, se realizó sin incidentes.

[youtube 12-UPEEprHI]

Washington, 24 sep (EFE).- Las autoridades detuvieron hoy al joven sospechoso de perpetrar la noche del viernes un tiroteo que dejó cinco muertos en un centro comercial de estado de Washington, EU, informó el canal local Komo News.

El ayudante del sheriff del condado de Island encontró al sospechoso caminando por una carretera cerca de Oak Harbor, localidad situada a 46 kilómetros de Burlington, donde ocurrió el suceso.

La detención se produjo sin incidentes, según informó la oficina del sherriff al canal, y todavía no ha trascendido la identidad del joven.

Las autoridades han anunciado que ofrecerán una rueda de prensa en las próximas horas para proporcionar más información de la detención y el sospechoso.

En una rueda de prensa previa a la detención, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dijo que “no hay indicios de que haya sido terrorismo” yihadista aunque no se descarta completamente esa posibilidad.

“No hay indicios de que haya sido terrorismo, no tenemos pruebas para pensar eso. No puedo descartarlo, pero tampoco puedo concluirlo. Estamos en una fase muy preliminar de la investigación”, explicó un portavoz del FBI en una rueda de prensa junto a fuerzas policiales locales y estatales.

Del sospechoso, que huyó antes de que llegara la Policía al centro comercial, la Policía solo tenía hasta ahora las imágenes de las cámaras de seguridad, que muestran a un chico joven, de pelo oscuro, camiseta negra y pantalón corto del mismo color.

El tiroteo ocurrió el viernes sobre las 19:00 hora local (01:00 GMT del sábado), cuando el joven, armado con un rifle, entró en los almacenes Macy’s del centro comercial Cascade de Burlington y abrió fuego contra algunos clientes, causando la muerte a cinco personas.

La Policía explicó hoy que, según muestran las cintas de las cámaras de seguridad, el joven entró en el centro comercial sin el rifle y, diez minutos después, apareció en la zona de productos de belleza de Macy’s con el arma.

En rueda de prensa, los agentes dijeron no tener la explicación de cómo o dónde el joven se hizo con el arma con la que perpetró el tiroteo.

La Policía pudo recuperar el rifle pero no ofrecieron más datos sobre el arma al estar el sospechoso a la fuga.

Preguntado por los rumores que apuntan a que se trata de un joven hispano, el teniente de Policía de Mount Vernon (localidad vecina a Burlington), Chris Cammock, evitó confirmar o desmentir esos comentarios.

Cammock solo dijo que esa era una conclusión que algunas personas estaban sacando de las imágenes del sospechoso captadas por las cámaras de seguridad del centro comercial, en las que solo se aprecia con certeza que se trata de un joven de pelo oscuro.

Hasta que concluyan las autopsias los agentes no ofrecerán información sobre las víctimas, un hombre y cuatro mujeres, con edades comprendidas “entre la adolescencia y la tercera edad”.

Las mujeres murieron en el centro comercial mientras que el hombre falleció en un hospital local, donde había sido trasladado herido de gravedad.

Burlington es un municipio con cerca de 8.500 habitantes ubicado 105 kilómetros al norte de Seattle y 80 al sur de la frontera con Canadá.

Este suceso se produce una semana después de otro ataque en un centro comercial: el pasado sábado un joven somalí de 22 años apuñaló a nueve personas en un centro comercial del estado de Minesota.