El Festival del Ajo de Gilroy incluye comida, competiciones de cocina y música. Es una cita con décadas de tradición en la localidad agrícola de 50 mil habitantes, situada 176 kilómetros (unas 80 millas) al sureste de San Francisco. Suele ser una celebración tranquila para familias. Hay mucha seguridad, con detectores de metales y registros de bolsas a la entrada.
GILROY, California, EU (AP) — Un hombre armado abrió un hueco en una cerca para evitar la seguridad y disparó contra la gente en el popular Festival del Ajo de Gilroy, en el norte de California, matando a tres personas e hiriendo a 15 antes de que la policía lo matara mientras asistentes y músicos huían aterrados.
El hombre estaba armado con un fusil y entró de forma clandestina atravesando una cerca que daba a un aparcamiento, junto a un arroyo, explicó el jefe de policía de Gilroy, Scot Smithee.
El agresor fue identificado lunes como Santino William Legan y al parecer tenía 19 años, dijo el lunes una fuente policial que pidió no ser identificada.
El individuo parecía disparar al azar cuando abrió fuego poco después de las 17:30 el domingo, al final de un festival de tres días que atrae a más de 100 mil personas a la localidad conocida como “La Capital Mundial del Ajo”.
La policía reaccionó en un minuto, se enfrentó al sospechoso y lo mató, dijo Smithee.
Algunos testigos hablaron de un segundo sospechoso, indicó el jefe de policía, pero aún no estaba claro si esa persona estaba armada o solo había prestado asistencia. La operación de búsqueda continuaba en marcha por la noche.
La escena en el festival era “una pesadilla que uno confía en no vivir nunca”, dijo Smithee.
Un niño de 6 años está entre los fallecidos. «Mi hijo tenía toda la vida por vivir y solo tenía 6 años», dijo a NBC Bay Area Alberto Romero, padre de Stephen Romero.
Maribel Romero, abuela del niño, le dijo a ABC7 News que buscó en varios hospitales antes de enterarse de que había muerto. Agregó que él era «siempre amable, feliz y juguetón”.
Los heridos fueron trasladados a varios hospitales y su estado iba desde leve a crítico. Algunos fueron operados por la noche, mientras que al menos cinco fueron atendidos y dados de alta.
El Festival del Ajo de Gilroy incluye comida, competiciones de cocina y música. Es una cita con décadas de tradición en la localidad agrícola de 50 mil habitantes, situada 176 kilómetros (unas 80 millas) al sureste de San Francisco. Suele ser una celebración tranquila para familias. Hay mucha seguridad, con detectores de metales y registros de bolsas a la entrada.
El grupo Tin Man acababa de iniciar su concierto el domingo por la tarde cuando comenzaron los disparos.
El vocalista Jack van Breen dijo haber visto a un hombre con una camisa verde y un pañuelo grisáceo en el cuello disparando a la zona de puestos de comida con lo que parecía un fusil de asalto.
El público empezó a gritar y correr, mientras los miembros de la banda se guarnecían bajo el escenario. El cantante, de la vecina Santa Clara, dijo haber oído a alguien gritar “¿Por qué haces esto?” y la respuesta “Porque estoy muy enfadado”.
Su compañero de grupo, Vlad Malinovsky, de Walnut Creek, California, dijo haber oído muchos disparos y después un receso. Más tarde, las fuerzas de seguridad se acercaron y dijeron a los miembros de la banda y a otras personas que se habían escondido con ellos que salieran con las manos en alto.
El gobernador de California, Gavin Newsom, describió el suceso como “nada menos que espantoso” en un tuit y elogió la labor policial. El presidente Donald Trump tuiteó “¡tengan cuidado y estén a salvo!” antes de que las autoridades confirmaran la muerte del agresor.
Videos difundidos en medios sociales mostraban a la gente corriendo asustada mientras se oían disparos.
Evenny Reyes, de Gilroy, de 13 años, dijo al periódico Mercury News que había pasado el día en el festival con sus amigos y familiares.
“Nos estábamos marchando y vimos a un hombre con una bandana atada alrededor de la pierna porque le habían disparado. Y había gente en el suelo, llorando”, dijo Reyes. “Había un niño pequeño herido en el suelo. La gente volcaba mesas y rompía cercas para salir”.
Reyes dijo que al principio no había corrido porque los disparos sonaban como fuegos artificiales. “Empezó durante cinco minutos, quizá tres. Fue como en las películas… todo el mundo lloraba, la gente gritaba”.
El alcalde de la localidad, Roland Velasco, pidió apoyo de la población para investigar el suceso.
“Yo pediría el apoyo y las plegarias de la comunidad mientras nuestra policía de Gilroy sigue investigando este crimen trágico y sin sentido”, señaló.