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Hace 15 años del “Michoacanazo”. Lo que vino fue una tragedia de grandes dimensiones

sábado, diciembre 11th, 2021

Los homicidios dolosos registrados en Michoacán al cierre del año 2020 son al menos 198 por ciento superiores al número de asesinatos (661) registrados en el año 2006, cuando el expresidente Felipe Calderón Hinojosa puso en marcha el Operativo Conjunto Michoacán para “liberar a esa entidad de los poderes fácticos” y con la cual, dio a inicio a su llamada “Guerra contra el Narco”.

Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).- Michoacán se ha vuelto el botín de guerra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización criminal que busca hacerse del control de esa entidad en donde hace exactamente 15 años Felipe Calderón dio inicio al “Operativo Conjunto Michoacán”, estrategia con la cual hizo una declaratoria de Guerra al crimen organizado y que se replicó a lo largo del país al igual que lo hicieron los enfrentamientos, la violencia y la inseguridad.

En ese entonces, el Presidente Calderón sumó al Ejército a las labores de Seguridad Pública para reducir la presencia del crimen en la zona. De esta manera se desplegaron inicialmente cerca de cuatro mil 260 elementos castrenses, 46 aeronaves y 246 vehículos intervinieron la entidad. Pero además de apoyarse en la milicia empleó a la Policía Federal —que en ese entonces apenas nacía—, frente a la cual colocó a Genaro García Luna, un hombre de todas sus confianzas que actualmente se encuentra preso por presuntos vínculos con los cárteles de la droga, aquellas agrupaciones a las que debía combatir.

Hoy a la vuelta de tres lustros, la violencia no sólo no se redujo en Michoacán, sino que se extendió por todo el territorio. Esta entidad no solo germinó la estrategia calderonista a la cual se le ha adjudicado la crisis de homicidios dolosos, desapariciones, masacres y violaciones de derechos humanos, sino que también vio nacer a uno de los cárteles más poderosos y bélicos de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación, al tiempo que se desvanecieron otros como Los Caballeros Templarios y la Familia Michoacana. También ha sido el origen de al menos seis cárteles y hasta 100 células criminales, de acuerdo con especialistas.

El periodista y especialista en temas del crimen organizado, Ricardo Ravelo, recordó en entrevista con SinEmbargo que la guerra de Calderón ha sido evaluada como una guerra fallida porque ningún cártel fue desarticulado durante su mandato.

“Yo creo que estamos ante un escenario de mayor nivel de violencia, de mayor crimen y mayor impunidad […] Desde entonces a la fecha la situación ha empeorado porque hoy la estructura de Gobierno, a nivel estado, está totalmente desdibujada, sin capacidad de reacción, sin capacidad de poner a salvo a la población michoacana, que es la más impactada por la violencia”, comentó.

Felipe Calderón ese 11 de diciembre de 2006 al dar inicio a su guerra contra el narcotráfico. Foto: Cuartoscuro

EL MAPA EN MICHOACÁN

El surgimiento de al menos seis cárteles —tras la caída de los Los Caballeros Templarios— ha acentuado la violencia en Michoacán a lo largo de los últimos años.  El vacío de poder propiciado por el debilitamiento de las que antes eran las agrupaciones criminales dominantes provocó el nacimientos de nuevas organizaciones criminales y con ello el repunte de la inseguridad. A ello se le suma que las policías municipales quedaron rebasadas.

“Desde que se desmembró o mejor dicho desde que perdieron fuerza los Caballeros Templarios, en Michoacán se creó una especie de vacío de poder, que ha sido intentado llenar por muchas organizaciones pequeñas, pero también por una muy grande que en este caso es CJNG, y lo que estamos viendo es este proceso de lucha para llenar ese vacío que quedó ante el debilitamiento de Caballeros Templarios”, indicó Víctor Manuel Sánchez Valdés, investigador y especialista en seguridad pública.

En 2006, había al menos tres cárteles: Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana y Los Valencia; además una célula llamada “La Empresa” que era una incisión de Los Zetas. En ese entonces el cártel de Los Valencia, asociado con Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, se enfrentaba al del Golfo y a una organización delincuencial apenas naciente: La Familia Michoacana.

“Ya desde entonces Michoacán era un estado de excepción y desde entonces a la fecha, la situación ha empeorado gravemente”, indicó Ricardo Ravelo.

En ese entonces el panorama en las cifras de delitos de homicidio doloso en Michoacán, ascendía a un total de 527 asesinatos —reportados en 2006—, de los cuales, 239 se cometieron con arma de fuego, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Ante el avance del crimen organizado, en el año 2013, se crearon los llamados grupos de autodefensa, los cuales impusieron su ley y frente a lo cual el Gobierno de Enrique Peña Nieto decidió nombrar a Alfredo Castillo como Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, en un intento por llevar la paz a la entidad, pero que resultó otro fracaso

A la fecha, existen en varias localidades nuevos grupos de autodefensa que han buscado frenar el avance del Cártel de Jalisco, como ocurre en Aguililla; no obstante, también los grupos de autodefensa, de acuerdo con pobladores y algunos especialistas, se han relacionado o aliado con integrantes del crimen organizado.

“Las autodefensas son híbridas, no todas, pero son un híbrido entre grupos que buscan defender del crimen y grupos que están a favor del crimen, es decir, hoy ya no se sabe bien a bien qué autodefensas son realmente legitimas y cuales están al servicio del crimen organizado”, expresó Ravelo.

Hombres armados que dicen pertenecer a un grupo de “autodefensas” fotografiados en Taixtán, Michoacán, el 28 de octubre del 2021. Foto: Eduardo Verdugo, AP.

Hoy en día, al menos nueve cárteles de la droga operan en las diversas regiones de Michoacán: el CJNG, La Nueva Familia Michoacana, La (antigua) Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios, Cártel de Tepalcatepec, Cártel de Los Reyes, Cártel de Los Correa, Cártel de Zicuirán y Cártel de El Camaleón.

La Nueva Familia Michoacana —integrada en su mayoría por exautodefensas y extemplarios, según ha reportado la agencia EFE con informes de Gobierno—, cuenta con el apoyo de dos brazos armados autodenominados como Los Viagras y Blancos de Troya.

Además de los cárteles se han generado diversas células criminales que se dedican también a extorsiones, secuestros y diversos crímenes. Ricardo Ravelo estima que en esa entidad federativa nacieron al menos unas cien células delictivas.

“En Michoacán hablamos de cuatro o cinco organizaciones, pero todas las ramificaciones tienen copado todo el territorio; estamos hablando de por lo menos otras cien células y ni se diga las autodefensas”.

El estado es deseado por los grupos criminales debido a su ubicación geográfica clave al ser la puerta de entrada a la ruta del Pacífico que la coloca como un punto estratégico de abastecimiento de droga. Además se le suman las arterias que conectan a Michoacán —que colinda con Colima, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Guerrero— con el norte del país.

La pugna por ese estado la protagonizan el CJNG, de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, contra La Nueva Familia Michoacana.

No obstante, la principal amenaza la representa el Cártel de Jalisco, que en 2019 expandió sus tentáculos a todas las regiones de Michoacán, estado que quiere recuperar “El Mencho”, oriundo de esta tierra, quien se ha vuelto el narcotraficante más buscado por Estados Unidos y México, tras la caída de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.

México es uno de los países con mayor número de delitos vinculados al narcotráfico. Foto: Archivo, Cuartoscuro.

La crisis de violencia y las condiciones en esta entidad han empeorado porque la estructura de Gobierno a nivel estado, explicó el periodista Ricardo Ravelo, está totalmente desdibujada, sin capacidad de reacción ante el crimen que los ha rebasado y que ha impedido que pongan a salvo a la población.

“Desde Calderón a la fecha, en realidad todas las estrategias que se han implementado en Michoacán lamentablemente han fallado, incluida la actual”, dijo Ravelo.

Un ejemplo de ello son los mil 974 homicidios dolosos reportados al cierre del 2020 en Michoacán que son al menos 198 por ciento superiores a los registrados en 2006 (661); en tanto que los secuestros al cierre del año anterior son un 200 por ciento superiores a los 16 que se perpetraron en 2006.

Pero no sólo la violencia en esa entidad se ha recrudecido en términos numéricos, sino que ahora los crímenes son cada vez más sanguinarios.

Víctor Manuel Sánchez y Amalia Pulido Gómez, investigadores del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), explicaron que la inseguridad que vive actualmente Michoacán es multifactorial, pero una de las principales razones a las que se adjudica, es que el CJNG está apretando la lucha con organizaciones pequeñas por el control territorial.

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Genaro García Luna, hoy detenido en Estados Unidos por los cargos de “conspiración del narcotráfico y declaraciones falsas”, fue el encargado de diseñar y conducir la guerra contra el narco. Foto: Cuartoscuro.

LA GUERRA DE CALDERÓN

Felipe Calderón Hinojosa, originario de Michoacán, eligió su tierra natal para iniciar lo que él llamó la lucha frontal contra el crimen organizado, un megaoperativo en el que los militares tomaron las calles y las carreteras de la entidad.

En ese entonces, el panorama en las cifras de homicidio doloso a nivel nacional —los que recibió Calderón el país— eran de al menos 11 mil 806 carpetas de investigación por asesinatos, de los cuales, 3 mil 610 eran cometidos con arma de fuego.

De hecho, en 2006, la tasa nacional de homicidios había bajado a ocho por cada 100 mil habitantes, de 19 homicidios en esa misma proporción en 1992.

Genaro García Luna, hoy detenido en Estados Unidos por los cargos de “conspiración del narcotráfico y declaraciones falsas”, fue el encargado de diseñar y conducir la estrategia de Calderón Hinojosa supuestamente “contra los cárteles mexicanos”.

El expresidente panista lo designó en 2006 como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, que controlaba la fuerza de la hoy extinta Policial Federal.

No obstante, de acuerdo a la información dada a conocer por la Fiscalía estadounidense tras el proceso en contra del llamado “super policía de Calderón”, García Luna en realidad lo que hizo fue favorecer al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más sanguinarias.

Se le acusa de cuidar los intereses de “El Chapo” Guzmán, de Ismael “El Mayo” Zambada y de Héctor Beltrán Leyva.

Ricardo Ravelo destacó que con ello queda en evidencia que la supuesta guerra contra el crimen organizado, en realidad fue una simulación de la administración del panista.

La línea de ataque del Cártel Jalisco en Michoacán. Foto: Cuartoscuro

En la actualidad, la cifra de asesinatos en México —registrados tan sólo de enero a octubre de este año— es de al menos 23 mil 845  homicidios dolosos, de los cuales, 16 mil 310 se perpetraron con algún tipo de arma de fuego.

A nivel nacional, si se hace una comparación anual de las cifras violentas del 2006 con las del 2020 —28 mil 824 homicidios dolosos, 833 secuestros y 7 mil 960—, los asesinatos en el país crecieron al menos un 144.23 por ciento; los plagios están por encima en un 13.64 por ciento y las extorsiones en 152.13 por ciento.

El mapa criminal, apuntó el entrevistado, creció como consecuencia de la guerra contra el narco y a la fecha existen al menos 14 organizaciones en todo el territorio nacional, de las cuales, tres son las más importantes: Cártel de Sinaloa, CJNG y el Cártel del Noroeste.

“Hay un crimen diseminado por todo el territorio, eso una de las causas de la violencia que no para”, dijo Ravelo.

No obstante, para el especialista, la fragmentación de las estructuras y su diseminación no es el único factor por el que la violencia persiste en el país; la corrupción política y policiaca que no han sido combatidas a profundidad son otra de sus causas.

Los grupos criminales hoy en día tienen control político de varios los municipios y de las policías:

“Hoy estamos peor que hace 15 años, porque el 85 por ciento del territorio mexicano está tomado por el crimen; porque el 85 por ciento de los municipios del país están gobernados por alcaldes financiados por el crimen organizado, porque el problema de la narcopolítica no se combate y el Presidente López Obrador no quiere observar ese flagelo, no se quiere meter con los grupos de poder. No quiere generar una crisis metiéndose con grupos empresariales y políticos involucrados con el crimen, de tal manera que, ante esta situación de omisión, creo que lo que va ganando y lo que ha ido ganando a lo largo de 15 años ha sido la impunidad”, destacó el especialista.

LAS VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS

La ofensiva de Calderón también ha sido identificada como una estrategia de “militarización” que duró toda su gestión y se extendió hasta el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, dándole tal poder a las fuerzas castrenses y que, a la fecha, la inercia sigue causando muertes y sangre en el país.

“Como consecuencia de la inercia de estas estrategias, México ha acumulado cifras alarmantes de personas muertas, torturadas, desaparecidas y desplazadas, y como resultado de la violencia generalizada se ha desencadenado corrupción y la impunidad”, destacó la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los derechos Humanos (CMDPDH) en su informe “Violaciones graves a derechos humanos en la guerra contra las drogas en México

Para organizaciones de la sociedad civil, las violaciones a los derechos humanos se dispararon con el incremento de militares en labores de seguridad cuando el expresidente Felipe Calderón Hinojosa lanzó la llamada guerra contra el narcotráfico.

La estrategia de Calderón le abrió la puerta a la militarización en México, ha acordado especialistas. Foto: Cuartoscuro.

El estudio Violaciones de Derechos Humanos en la Guerra contra el narcotráfico destaca que la magnitud de la intervención del Ejército en operaciones que corresponden a la policía fue tal que del 2006 al 2012 se registraron 50 mil 915 civiles detenidos por militares; además de 6 mil 254 personas detenidas por la Secretaría de Marina (Semar) del 2006 al 2014.

En el informe “Sombra sobre el Sexto Examen de México ante el Comité de Derechos Humanos”, también de la CMDPDH, resaltó que la milicia es la autoridad más señalada de cometer graves violaciones a los derechos humanos.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió del 2006 al 2014, al menos 56 recomendaciones en relación con la privación del derecho a la vida, que involucraron a 187 víctimas; 31 estaban dirigidas a la Secretaría de Defensa Nacional y seis a la Secretaría de Marina. Así pues, tres de cada cuatro recomendaciones del organismo relativas al derecho a la vida, en ese periodo, fueron dirigidas a las fuerzas armadas.

El CJNG, con drones y con pobladores como escudo, ya ni se esconde en Michoacán

jueves, noviembre 25th, 2021

Los habitantes de Aguililla exigen acción por parte del Ejército, que luche contra ambos cárteles, el Jalisco Nueva Generación y los Viagras.

Por Mark Stevenson

Aguililla, México, 25 de noviembre (AP) — El Gobierno mexicano se está quedando rápidamente sin herramientas para controlar la expansión del temido Cártel Jalisco Nueva Generación en la lucha contra el narcotráfico en el estado occidental de Michoacán, y el estancado esfuerzo en tierra se complementa con un conflicto aéreo cada vez más sofisticado.

El Cártel Jalisco, o CJNG, la banda de narcotraficantes más fuerte en potencia de fuego en México, ha comenzado a organizar a gente del pueblo para que actúen como escudos humanos contra los militares, que ahora sólo tratan de mantener separados a los cárteles rivales.

“Si ellos entran otra vez, ponemos dos mil personas aquí para pararlos”, dijo Habacuc Solórzano, un agricultor de 39 años que lidera el movimiento civil asociado con el cártel. Su declaración, como la mayoría de las que surgen por parte del cártel, no es mera jactancia: ya tenía unos 500 vecinos marchando la semana pasada —luego vadeando un río— para enfrentarse a un escuadrón militar que bloquea un camino sin pavimentar que sale del territorio del CJNG.

Residentes de Aguililla y otras comunidades cercanas que están hartos de la estrategia del Ejército de simplemente separar a los cárteles de los Viagras y el de Jalisco, marchan contra los bloqueos de carreteras en Loma Blanca, México, el martes 16 de noviembre de 2021. Foto: Eduardo Verdugo, AP.

Los habitantes de Aguililla están hartos de la estrategia del Ejército de simplemente separar al CJNG de los Viagras, sus rivales que operan en el estado vecino de Michoacán. La política del Ejército permite que los Viagras, más conocidos por secuestrar y extorsionar, coloquen barricadas y retenes que han bloqueado todo el comercio con Aguililla. Los limones y el ganado que salen, o los suministros que llegan, deben pagar un impuesto de guerra a los Viagras.

“¡Preferimos que nos maten ustedes a que nos maten los criminales!”, gritó un manifestante a los soldados durante un tenso enfrentamiento de una hora entre personas que protestaban y una docena de soldados que se resguardaron detrás de una barricada de neumáticos de automóviles. Muchos de los manifestantes llevaban piedras y hondas, pero no las usaban.

Los residentes quieren que el Ejército luche contra ambos cárteles o al menos deje que las dos organizaciones criminales se enfrenten.

“Que dejen que los cárteles se maten solos”, gritó otro manifestante. ”¡El cártel Jalisco va a topar con todos!”.

Esa opinión está muy extendida. “Lo que necesita este pueblo es que un cártel fuerte entre y tome el control e imponga alguna semblanza de calma”, dijo un sacerdote local. “Hasta el momento, todo parece indicar que ese grupo es Jalisco”.

Pero por encima de todo, lo que quieren los residentes es que se quiten los retenes de los Viagras y se vuelva a abrir la carretera. Debido a que ocasionalmente deben transitar por esos caminos cerrados, ninguno de los habitantes quiso dar su nombre por temor a represalias.

Pero uno lo explicó así a los militares: “La única entrada nacional que tenemos hacia el pueblo de Aguililla está bloqueada y está controlada por un cártel, el cual está a escasos 500 metros de ustedes (el Ejército), y ustedes no están haciendo nada para que se cumpla nuestro derecho de libre tránsito”. Y agregó: “Ustedes no saben lo difícil que es para nosotros tener que estar costeando una guerra que viene a matarnos a nosotros”.

Esa es en realidad una descripción bastante precisa de la política gubernamental: preservar el statu quo y hacer que cada cártel permanezca en su territorio.

Pero el CJNG no aceptará al gobierno como árbitro de las divisiones territoriales de los grupos narcotraficantes; el líder local del CJNG dice que el Ejército solo está tratando de proteger al más débil de las dos agrupaciones, los Viagras, por razones de corrupción.

El CJNG está en todas partes en Aguililla, desde camionetas y carros blindados caseros con las iniciales del cártel hasta los pequeños trampolines que la organización instaló para los niños en cada pueblo.

Soldados se resguardan detrás de una barricada de neumáticos mientras residentes de Aguililla y otras comunidades cercanas que están hartos de la estrategia del Ejército. Foto: Eduardo Verdugo, AP.

Algunos residentes dicen que los presionan mucho para participar en las protestas, por temor a que les corten el agua o la electricidad si no lo hacen. Otros simplemente están cansados de pagar los impuestos de guerra de los Viagras y de estar aislados del mundo exterior. Una manifestante describió cómo murió su padre a principios de 2020 porque los Viagras no les permitieron llegar al hospital.

Decenas de sicarios del cártel usan abiertamente chalecos antibalas estampados con las iniciales “CJNG” en la parte posterior, y en el frente, “FEM” (Fuerzas Especiales de Mencho), una referencia al apodo del líder, Nemesio Oseguera.

El CJNG es el único cártel en México que no oculta lo que es y no juega con la política de las relaciones públicas con la prensa o la moderación.

“Nosotros somos narcos”, dijo el líder local del CJNG, quien no dio su nombre. “Que cada quien se dedique a lo suyo”. Y agregó que el problema con los Viagras y otras bandas locales con las que están enfrentados es porque “ellos quieren todo para ellos”.

El CJNG mantiene operando a su considerable ejército con una importante mezcla de dinero —el cártel tiene mucho proveniente del tráfico de fentanilo y metanfetamina que envía a Estados Unidos— y cocaína, que transporta por aire desde Costa Rica.

Mientras el jefe local se encuentra en un puesto de mando improvisado en la calle, se detiene una camioneta llena de hombres del cártel armados con fusiles de asalto AR15. El conductor dice: “Dice el escorpión que necesita mercadería”, y el jefe mete la mano en su propia camioneta y le entrega al copiloto una bolsa de plástico con lo que parece ser un kilogramo de cocaína, aparentemente para “las tropas”.

Ubicado a 270 kilómetros al suroeste de Morelia, el municipio de Aguililla, fue tomado por elementos del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) el pasado 5 de abril. Foto: Cuartoscuro.

El CJNG entiende la fuerza bruta; por el momento, no molesta mucho a los residentes de Aguililla, porque no es necesario. Pero si sospecha que uno está trabajando activamente para los Viagras o le está pasando información, es probable que la esperanza de vida de esa persona sea muy corta.

El jefe local se encoge de hombros ante las afirmaciones del gobierno de que cárteles como el de Jalisco están teniendo problemas para reclutar a jóvenes, debido a los programas de empleo y capacitación de la actual administración para ellos.

“Depende del tipo de jóvenes”, dice. Señala que algunos se van con eso (becas, o el programa jóvenes construyendo el futuro), “pero los otros, los que duermen bajo puentes llegan aquí y piensan que están en París, aquí hay comida”, agrega.

“Le dejo claro a mi gente que vienen aquí a pelear”, puntualiza.

Más allá de la comida, el pago regular y las drogas ilimitadas, el CJNG también ofrece a sus jóvenes soldados una especie de estructura familiar. Todos, incluso el jefe local, se refieren a su superior inmediato como “apá”, la manera como un niño diría “papá”.

Ambos cárteles han desarrollado drones portadores de bombas, y el guerrero más temido en estos campos de batalla es el “dronero”, el operador de estos aparatos. Si bien inicialmente fue cruda y peligrosa de cargar y operar —y todavía preocupantemente indiscriminada_, la guerra con drones ha mejorado, y no es inusual ver techos de graneros o cobertizos de metal abiertos como latas por el impacto de las explosiones de drones.

Habitantes de Aguililla. Foto: Cuartoscuro.

Los lugareños también afirman, aunque hay poca evidencia más allá de unos pocos cráteres en las carreteras, que los cárteles están comenzando a usar minas terrestres.

Para manejar el creciente poder armado en el conflicto, el gobierno mexicano ha recurrido a una carta poderosa para superar al CJNG: helicópteros Blackhawk equipados con ametralladoras eléctricas de cañón giratorio que pueden disparar 6.000 municiones por minuto.

Es un arma que casi define al “fuego general indiscriminado” y está prohibida en la mayoría de los países en conflictos civiles. Es el tipo de arma que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dice que ya no quiere.

Pero por el momento, una potencia armada así de enorme es lo único que detiene al CJNG.

“Nos incendiaron dos camionetas”, dijo el jefe de la pandilla local sobre las ametralladoras. Cuando llegan “los wachos (soldados) en helicóptero, con minigun, allí no hay nada que hacer, te haces a un lado”.

No está claro que vaya a ser así por mucho tiempo. El CJNG es conocido por dos cosas: ser el cártel más armado de México y el único que ha derribado un helicóptero militar.

En 2015, hombres armados del cártel de Jalisco derribaron un helicóptero de transporte Eurocopter con un lanzagranadas, matando a ocho soldados y un policía. Si bien los helicópteros que enfrenta Jalisco ahora son Blackhawks, hay pocas dudas de que el cártel puede llegar a algo más contundente.

El periódico El Universal publicó transcripciones de comunicaciones interceptadas de cárteles donde se puede escuchar a un líder entrenando a un francotirador con un fusil calibre .50 para que perfore la puerta de un helicóptero. El Ejército mexicano no respondió a una solicitud de comentarios sobre este u otros temas.

En el pasado, el CJNG ha obtenido ametralladoras ligeras, rifles de francotirador calibre .50 y granadas y lanzadores de 40 mm.

El CJNG ha obtenido ametralladoras ligeras, rifles de francotirador calibre .50 y granadas y lanzadores de 40 mm. Foto: Cuartoscuro.

El Gobierno, temeroso del tipo del derramamiento de sangre que comenzó en 2018 cuando el cártel de Jalisco se trasladó al vecino estado de Guanajuato, ahora tiene una política inviable de defender las divisiones territoriales de las pandillas y una ventaja militar cada vez más estrecha.

Un capitán del Ejército que no dio su nombre e intentó hablar con los manifestantes de Aguililla expresó la situación.

“¿Cómo vamos a permitir que entre mexicanos se estén matando?”, dijo el capitán. “Esto simplemente no puede ser”.