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Confinamiento, uso de cubrebocas y rastreo reducen drásticamente la mortalidad por COVID-19

sábado, noviembre 7th, 2020

El estudio indica que la detección temprana, el autoaislamiento, la investigación de casos de la COVID-19 y la cuarentena de contactos cercanos pueden ser efectivos para prevenir la transmisión comunitaria si los contactos se identifican y se localizan poco después de la exposición.

Cleveland (EU.), 7 de noviembre (EFE).- El confinamiento domiciliario, el uso de máscaras y el rastreo de contactos pueden reducir en un 82 por ciento la incidencia de la COVID-19, la hospitalización en un 88 por ciento y la mortalidad en un 100 por ciento, informaron este viernes los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EU.

Estas son las cifras registradas en el estado de Delaware, después de que se tomaran medidas tras informarse el pasado 11 de marzo del primer caso de la COVID-19 en la región.

El estado, por medio de la División de Salud Pública (DPH, en inglés), respondió a la transmisión comunitaria en curso con la investigación de todos los casos identificados a partir de esa fecha.

Dentro de sus estrategias, Delaware emitió órdenes de permanencia en el hogar en todo el estado desde el 24 de marzo al 1 de junio, impuso un mandato de uso de mascarillas desde el 28 de abril e inició el rastreo de contactos a partir del 12 de mayo.

La relación entre la implementación de estrategias de mitigación, investigaciones de casos, rastreo, incidencia de COVID-19, hospitalización y mortalidad asociadas se examinó durante marzo a junio de 2020.

Las cifras fueron registradas en el estado de Delaware, después de que se tomaran medidas tras informarse el pasado 11 de marzo del primer caso de la COVID-19 en la región. Foto: AP

Como resultado, el informe señala una reducción en la incidencia de la COVID-19 de un 82 por ciento, la hospitalización en un 88 por ciento y la mortalidad en un 100 por ciento desde abril a junio pasados.

Además, entre 9 mil 762 casos de COVID-19 confirmados por laboratorio y notificados entre el 11 de marzo y el 25 de junio, el 67 por ciento de los pacientes fueron entrevistados y un 60 por ciento informó haber completado el aislamiento.

Entre 2 mil 834 los contactos reportados, un 31 por ciento fue entrevistado y, entre estos contactos, un 82 por ciento reportó haber completado la cuarentena.

El informe señala que el impacto en la incidencia no fue inmediato, sino que ocurrió semanas después de que se implementaron las medidas, ya que los casos nuevos representaron la exposición que ocurrió durante las semanas anteriores.

“Se produjeron caídas pronunciadas adicionales en los informes de nuevos casos después de que se emitiera un mandato público de uso de máscaras a fines de abril. Las mascarillas son fundamentales para reducir la transmisión del SARS-CoV-2 de personas con infección sintomática o asintomática”, dicta el análisis del estudio de los CDC.

Además, indica que la detección temprana, el autoaislamiento, la investigación de casos de la COVID-19 y la cuarentena de contactos cercanos pueden ser efectivos para prevenir la transmisión comunitaria si los contactos se identifican y se localizan poco después de la exposición.

Dentro de las barreras para la investigación, el informe señaló como una de ellas el número bajo de contactos.

Un 83 por ciento de los pacientes entrevistados se negaron a revelar contactos o no pudieron recordarlos. En segundo lugar, se estableció contacto con los casos una media de ocho días después de recibir el resultado positivo de la prueba y cinco días después de informar de este resultado al Departamento de Salud del estado.

Según los CDC, el inicio más temprano de la investigación de casos podría aumentar el recuerdo y la identificación temprana de contactos cercanos y así prevenir una mayor transmisión de enfermedades.

Por último, el 22 por ciento de los contactos no pudo ser contactado, destacan la agencia federal estadounidense.

¿Qué es el rastreo de contactos y cómo funciona para contener los contagios masivos de COVID-19?

domingo, octubre 4th, 2020

El objetivo de localizar a los contactos es avisar a la gente que podría haber estado expuesta a alguien con coronavirus, y evitar que lo transmitan a otros. Los expertos en salud dicen que este proceso es clave para contener el virus y permitir las reaperturas con más seguridad.

Los Ángeles, 4 de octubre (AP).- ¿Qué es el rastreo de contactos y cómo funciona con la COVID-19?

El objetivo de localizar a los contactos es avisar a la gente que podría haber estado expuesta a alguien con coronavirus, y evitar que lo transmitan a otros. Los expertos en salud dicen que este proceso es clave para contener el virus y permitir las reaperturas con más seguridad.

Pero el proceso no es fácil.

Cuando una persona da positivo al virus, un rastreador contactará con ella e intentará determinar dónde ha estado y con quién.

El foco se pone en los contactos más próximos o en quienes estuvieron a menos de 1.8 metros de la persona infectada por al menos 10 minutos. A éstos se les pedirá que se aislasen, que se controlen para detectar síntomas y que se sometan a la prueba del virus si es necesario.

En aquellos que muestren síntomas, el proceso volvería a comenzar de nuevo.

Cuando una persona da positivo al virus, un rastreador contactará con ella e intentará determinar dónde ha estado y con quién. Foto: EFE

El rastreo de contactos se hace de distintas formas en todo el mundo. Pero un problema común, determinar con quién ha estado una persona, puede complicarse a medida que se reanudan las reuniones con familiares y amigos, y bares y restaurantes y otros abren sus puertas.

Las autoridades sanitarias también se han visto desbordadas por el número de casos. En Estados Unidos, por ejemplo, los departamentos de salud locales pueden recurrir a mensajes de texto automatizados para avisar a la gente de que podría haber estado expuesta a un infectado. Los funcionarios prefieren llamar a la persona siempre que sea posible porque puede ayudar a generar confianza. Pero algunos nunca responden a las llamadas o a los mensajes.

Además, hay presión para actuar con rapidez. En un escenario ideal, la mayoría de los contactos de una persona deberían ser alertados en el plazo de un día.

“¿Está usted bien?”: Así luchan los rastreadores contra la COVID-19 casa por casa en Nueva York

lunes, agosto 17th, 2020

El equipo de rastreo de contactos en Nueva York es esencial en el esfuerzo para frenar los contagios de coronavirus en la ciudad; el programa funciona debido a que los pacientes recién diagnosticados con la enfermedad identifican a personas que podría haber contagiado, antes de que expandan más el virus.

Por Jennifer Peltz

Nueva York, Estados Unidos, 17 de agosto (AP).- Joseph Ortiz se dirigía a la casa de un desconocido que había dado positivo en COVID-19, sin saber cómo resultaría su inesperada visita.

La persona no había respondido a las llamadas del equipo de rastreo de contactos de la ciudad de Nueva York, un gran esfuerzo para frenar los contagios de coronavirus que requiere que los pacientes recién diagnosticados identifiquen a otros a los que puedan haber infectado, antes de que esas personas lo expandan aún más.

Ortiz había salido para intentar incluir a esa persona entre los casos controlados.

“Hay de todo. No sabes lo que vas a encontrar”, dijo Ortiz, de 30 años, mientras se acercaba este mes al apartamento de esa persona en Queens. “A veces tienes gente que lo agradece mucho (…) Les gusta que estemos aquí intentando poner fin a la pandemia para que todo el mundo pueda volver a la normalidad”.

La ciudad de Nueva York ha contratado más de 3 mil rastreadores y ha alcanzado su objetivo de rastrear en torno al 90 por ciento de los nuevos pacientes. Foto: John Minchillo, AP

“Pero otras veces, puedes tener un cliente que cierra de un portazo”, señaló.

Así es la labor sobre el terreno para lo que parece ser el mayor programa de rastreo de contactos en una ciudad estadounidense. Más de 3 mil personas hacen llamadas, llaman a puertas y comprueban la salud y la reclusión de la gente.

Joseph Ortiz, un rastreador del Departamento de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York, se dirige a la casa de un posible paciente de COVID-19. Foto: John Minchillo, AP

El Alcalde Bill de Blasio, que es demócrata, ha atribuido un “por ahora, enorme éxito” al programa. Tras un arranque irregular en junio, la ciudad dice haber alcanzado su objetivo de rastrear en torno al 90 por ciento de los nuevos pacientes y completar las entrevistas con el 75 por ciento de ellos.

Pero en los dos primeros meses de la iniciativa, más de 11 mil personas infectadas -en torno a la mitad de los nuevos casos- no dio los nombres de otras personas a las que pudiera haber infectado. Cuando la gente ha identificado a sus contactos, los rastreadores han completado las entrevistas con 6 de cada 10 de ellos, por debajo del objetivo. Las autoridades locales no han aclarado cómo de rápido están localizando a la gente ni cuáles parecen ser las posibles fuentes de contagios.

El doctor Demetre Daskalakis, subcomisario de salud de la ciudad de Nueva York, habla con un periodista sobre la lucha contra la pandemia del coronavirus a través del rastreo de contactos, cerca de la Queensboro Plaza. Foto: John Minchillo, AP

Resulta difícil comparar los programas de rastreo de ciudades y estados de Estados Unidos porque hay enormes diferencias en los datos que publican, pero algunos académicos de salud pública señalan que las cifras presentadas por Nueva York son prometedoras. Aun así, algunos expertos externos sugieren que Nueva York debería conseguir mejores resultados.

“Por lo que se oye de las estadísticas y el progreso descrito, es como si su trabajo hubiera terminado después de hacer estos contactos. Pero eso no es una misión cumplida en absoluto”, dijo el doctor Denis Nash, profesor de epidemiología de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Él cree que la ciudad está desaprovechando oportunidades para evaluar lo bien que se está aislando la gente y extrapolar patrones de exposición para aprender “dónde están los agujeros en la red de seguridad y cuán grandes son”.

La ciudad de Nueva York ha logrado completar las entrevistas con el 75 por ciento de los nuevos pacientes diagnosticados con la COVID-19 Foto: John Minchillo, AP

El doctor Ted Long, director del programa, admite que queda trabajo por hacer. Pero Long, médico y directivo del sistema hospitalario municipal Health + Hospitals, estima que los esfuerzos de los rastreadores han evitado miles de casos de coronavirus y ayudado a mantener relativamente bajos los contagios, hospitalizaciones y muertes.

En algunos días de abril se confirmaron hasta 6 mil casos, frente a la media actual de unos 200 diarios, a pesar de que se hacen muchas más pruebas.

Joseph Ortiz, rastreador de contactos en el departamento de Salud y Hospitales de la ciudad de Nueva York, viaja en metro a la casa de un posible paciente. Foto: John Minchillo, AP

“Eso es lo que me dice que lo que hacemos funciona”, dijo Long.

El rastreo de contactos es una técnica consolidada de salud pública , pero la pandemia lo está poniendo a prueba en todo el mundo. Las apuestas son especialmente claras en la ciudad estadounidense con más muertes por COVID-19, y que logró contener relativamente su brote a finales de esta primavera.

Haciendo llamadas desde su apartamento en Harlem Este, la rastreadora Maryama Diaw dijo que se esfuerza por “ser sensible y compasiva y hablar de verdad a la persona como a un ser humano, en lugar de simplemente leer un guion”.

Maryama Diaw, rastreadora de contactos del Departamento de Salud y Hospitales de la ciudad de Nueva York, prepara su sistema de llamadas remotas en su casa antes de llamar a posibles pacientes. Foto: John Minchillo, AP

Cuando una mujer se mostró muy afectada al saber que había dado positivo, Diaw dejó a un lado por un momento sus preguntas planificadas y le dijo: “¿Está usted bien?”.

“Hablamos un poco, de persona a persona”, dijo Diaw, de 25 años de edad y que estudia un grado de salud pública. “Eso fue muy satisfactorio porque de verdad ayudé a alguien en lo que podría haber sido un día muy difícil para ella, y sé que cuando dejó la llamada tenía los recursos que necesitaba”.

Los rastreadores neoyorquinos también ofrecen asistencia, que puede incluir entregas de comida o habitaciones gratis de hotel.

Joseph Ortiz sube al metro camino de la casa de un posible paciente, el jueves 6 de agosto de 2020 en Nueva York. Foto: John Minchillo, AP

El director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos ha estimado que el país necesitará casi 100 mil rastreadores. Para finales de julio, el total era de algo más de 41 mil, según un sondeo de NPR y la Universidad Johns Hopkins con datos de 45 estados, sin contar algunos programas locales.

El sistema ha encontrado problemas como rebrotes del virus, estrategias dispares en cada estado y una persistente lentitud en las pruebas que ralentiza todo el sistema, según los expertos.

Maryama Diaw, rastreadora de contactos del Departamento de Salud y Hospitales de la ciudad de Nueva York, declaró que ella habla con las personas, en lugar de leer un guión. Foto: John Minchillo, AP

“No estamos bien posicionados”, dijo Lori Tremmel Freema, directora general de la Asociación Nacional de Autoridades Sanitarias Municipales y de Condado. Sin embargo, señaló, “la ciudad de Nueva York es un caso positivo”.

La ciudad ya tenía a un par de cientos de personas rastreando el VIH y otros patógenos infecciosos antes de la pandemia. Pero la COVID-19 llevó esa labor a “una escala sin precedentes”, dijo el subcomisario de salud, el doctor Demetre Daskalakis.

Joseph Ortiz, rastreador de contactos del Departamento de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York, utiliza su tableta para obtener información antes de visitar la casa de un posible paciente de coronavirus, en Nueva York. Foto: John Minchillo, AP

La ciudad de Nueva York parece tener el mayor programa municipal de rastreo. En comparación, 2 mil 600 personas cubren el populoso condado de Los Ángeles. Chicago tiene unos 200 rastreadores ahora y espera ampliar el número a unos 800 para mediados de septiembre. Houston dijo esta primavera que contrataría a 300.

El departamento de salud del Condado de Los Ángeles indicó que su programa “va bien”, completa las entrevistas con aproximadamente la mitad de los nuevos pacientes y con casi dos tercios de sus contactos, aunque en Nueva York los porcentajes son mayores cuando se tienen en cuenta variables como personas sin un número telefónico disponible.

El doctor Ted Long, Vicepresidente de atención ambulatoria para el Departamento de Salud y Hospitales de la Ciudad de Nueva York, habla con un periodista sobre combatir la pandemia del coronavirus con el rastreo de contactos, el miércoles 5 de agosto de 2020. Foto:John Minchillo, AP

El estado de Nueva York, que tiene 2 mil rastreadores trabajando fuera de la ciudad, ha contactado con casi el 90 por ciento de los nuevos pacientes y casi el 88 por ciento de sus contactos, indicó el funcionario estatal Larry Schwartz. No estaba claro qué porcentaje de esas persona completa las entrevistas.

La vecina Nueva Jersey dijo haber entrevistado a unas 7 de cada 10 personas recién diagnosticadas en todo el estado en la primera semana de agosto, y haber obtenido contactos de la mitad de los que estaban dispuestos a hablar. El estado ha contactado con el 90 por ciento de los pacientes más recientes en 48 horas, completando entrevistas y obteniendo contactos en entre la mitad y dos tercios de los casos.

Esos márgenes son razonables pero no muestran cómo afecta el rastreo a los contagios, señaló Emily Gurley, epidemióloga en la Facultad Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, que ofrece a funcionarios de salud pública un curso gratuito y una app para estimar el impacto de su programa.

Ortiz, que rastreaba casos de VIH antes de la pandemia, ve el impacto de lo que hacen, por ejemplo el día en que llamó a la puerta de ese departamento en Queens.

La persona infectada aseguró no haberse dado cuenta de que le estaban llamando los rastreadores, dijo Ortiz. Como los rastreadores abrevian las conversaciones personales por privacidad y para limitar su exposición, la persona prometió llamar para una entrevista completa.

“Ya tenía el teléfono en la mano para cuando me fui”, dijo Ortiz. “Desde luego es un buen indicio”.

Las apps de rastreo de contactos de COVID-19 son útiles, incluso con pocos usuarios: informes

jueves, julio 30th, 2020

Las dos primeras investigaciones sobre el impacto de esta tecnología no detectan que exista un “umbral” a partir del cual son más efectivas, sino que ayudan a mejorar el rastreo manual independientemente del porcentaje de adopción.

Por Carlos del Castillo

Madrid, 30 de julio (ElDiario.es).- Los confinamientos han demostrado ser la medida más útil para contener al coronavirus, con una eficacia probada incluso para aplacar la primera oleada que sufrió España, con una de las peores curvas de contagios que se dieron en todo el mundo. Pero las cuarentenas asestan golpes igual de contundentes a la economía y la salud mental de la población cuando se aplican a todo un país. El punto medio llega a través del rastreo de contactos de los nuevos contagiados, cuyo objetivo es hacer confinamientos muy selectivos y poner en cuarentena solo a las personas con un riesgo real de haber contraído la enfermedad, hasta que se les pueda realizar un test que lo confirme o desmienta.

Esa labor de rastreo se está realizando a través de equipos humanos encargados de desentrañar el entramado de posibles contagiados que se oculta tras cada persona que da positivo en un test. A lo arduo del proceso de investigación y llamadas telefónicas se suma que estos equipos no siempre cuentan con los recursos y coordinación adecuadas, como está ocurriendo en España. Ahora, dos nuevos estudios apuntan a que las apps de rastreo de contagios pueden tener un papel relevante en esta labor, incluso aunque cuenten con una implantación relativamente pequeña entra la población.

Esa labor de rastreo se está realizando a través de equipos humanos encargados de desentrañar el entramado de posibles contagiados que se oculta tras cada persona que da positivo en un test. Foto: EFE

Ambas investigaciones, publicadas el 25 de julio, llevan por el momento un asterisco. Son preprints, lo que significa que sus resultados aún no han sido contrastados por equipos de científicos independientes que no hayan participado en el estudio. Las cifras que arrojan no deben utilizarse como científicamente comprobadas hasta que esto suceda, sino como informes preliminares. No obstante, las dos apuntalan la base sobre la que están trabajando los equipos que desarrollan esta nueva tecnología: pocos usuarios pueden marcar una diferencia apreciable a la hora de cortar las cadenas de contagio y determinar esos confinamientos selectivos.

“Enfatizamos que no existe un ‘efecto umbral’: cualquier aumento de la adopción de la app conduce a una mejora en la mitigación de la propagación de la epidemia”, concluye una de las investigaciones. “La combinación de ambas estrategias de rastreo puede producir importantes beneficios, y la curva de coste (número de cuarentenas) vs. beneficio obtenido tiene una típica forma de parábola, independiente del tipo de rastreo”, resume el mismo informe, elaborado por investigadores de las universidades de Toulon (Francia), de Turín (Italia), de Aalto (Finlandia), Copenhague (Dinamarca), y del Instituto Tecnológico de Tokio (Japón).

La otra investigación ofrece porcentajes concretos. Avanza que con una tasa de contagio de R = 2.6 (cada contagiado transmite la enfermedad a 2.6 personas más), una adopción de la aplicación de aproximadamente un 20 por ciento de la población reduce la incidencia máxima de la enfermedad en un 36 por ciento. Con R = 1.7, porcentajes de adopción superiores al 30 por ciento “reducen la epidemia a niveles manejables”. “La mayor cobertura entre los adultos, que desempeñan un papel central en la transmisión de COVID-19, produce un beneficio indirecto para los ancianos”, refleja este estudio, firmado por un investigador de la Universidad de la Sorbona (Francia), además de por otros ocho expertos de los citados centros de Toulon, Turín y Tokio.

Docenas de pasajeros de varios países hacen fila en el centro de pruebas Centogene para pasar un test del COVID-19, en el aeropuerto de Fráncfort, en Alemania. Foto: Michael Probst, AP

UNA NOTIFICACIÓN ES MEJOR QUE NINGUNA

La tesis de que porcentajes pequeños de usuarios de las apps de rastreo pueden suponer una diferencia en la detección de la enfermedad es la que mantiene, por ejemplo, el Instituto Robert Knoch (RKI), el centro de control de enfermedades infecciosas alemán, dependiente del Gobierno de Angela Merkel y encargado de desarrollar la app de rastreo de contactos del país. El RKI ha comunicado que su Corona Warn-App lleva casi 17 millones de descargas, lo que equivale a más del 20 por ciento de la población alemana, aunque no ha revelado la cifra de usuarios activos, que permite dejar fuera del conteo a aquellos ciudadanos que hayan bajado la app pero la hayan desinstalado después.

El dato más representativo sobre el impacto de la app en el rastreo que ha publicado este Instituto alemán son los 792 usuarios que han dado positivo en un test de coronavirus y lo han comunicado a través de la app (durante el período del 16 de junio, cuando se puso en marcha el sistema, al 27 de julio, cuando se publicaron los últimos datos de impacto). Esta acción, voluntaria, es la que permite a la app enviar una alerta a los usuarios que hayan tenido un “contacto de riesgo” con esas personas, lo que las indica que deben confinarse e informar a los equipos de rastreo manual de su posible contagio.

¿Cuántas alertas envió la app alemana a raíz del aviso de esas 792 personas? El RKI no puede saberlo, dado que utiliza un método descentralizado para registrar los contactos cercanos que tienen los usuarios de la app (lo que significa que esa información no sale de los teléfonos en ningún momento y no es accesible para las autoridades, la fórmula recomendada por los especialistas en privacidad). Sin embargo, su director valoró muy positivamente que esos 792 usuarios “tuvieran la oportunidad de advertir a otros de su contagio a través de la aplicación” y la ayuda que esto pudo suponer para los rastreadores manuales.

Muestra de la app de rastreo de Apple y Google  Foto: EFE/Apple y Google

“Lo que vemos en varios países es que las apps generan alertas, y cada alerta es potencialmente una cadena de transmisión rota, por lo que la app siempre actúa en positivo”, detalla Gemma Galdón, consultora tecnológica que ha colaborado en la adopción de este tipo de tecnología de rastreo en varios países. “Observamos también que el proceso de rastreo manual en muchos países es invasivo en términos de privacidad, su organización deja bastante que desear y tiene el problema de identificar contactos con los que el contagiado no tiene relación”, añade: “Como complemento al resto de medidas (distancia, mascarilla, rastreo manual, etc.) las apps son imprescindibles ante un virus tan contagioso entre asintomáticos y presintomaticos”.

El caso de Alemania se considera uno de los casos de éxito de las apps de rastreo en Europa, seguido por el de Suiza (10 por ciento de usuarios activos de la app). Ambos países llevan poco más de un mes con sus apps a punto y fueron de los primeros en lanzarlas. Al otro lado se encuentran Italia (Immuni ha sido descargada por menos de un 10 por ciento de la población) y Francia, cuyos últimos datos publicados indican que apenas dos millones de personas han bajado su app. No obstante, el sistema francés utiliza un método centralizado para almacenar la información de los contactos de cada persona, criticado por los especialistas en privacidad.

La app de rastreo de contactos española se encuentra todavía en fase de análisis. Las pruebas sobre el terreno con contagios simulados concluyeron el 20 de julio y se espera que el Gobierno ofrezca datos sobre los resultados que obtuvo Radar Covid esta semana. Fuentes conocedoras del desarrollo del piloto aseguraron a elDiario.es que este tuvo “resultados positivos” cumplió con objetivos de participación que se habían fijado.

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Más de un millón de australianos descargan app para acelerar rastreo de contactos de pacientes con COVID-19

lunes, abril 27th, 2020

Más de un millón de personas en Australia han descargado una app diseñada para acelerar el rastreo de contactos de pacientes de coronavirus, según las autoridades del país; fue necesario realizar modificaciones de privacidad de los usuarios, pondrán el código fuente para que analistas puedan observar su funcionamiento.

Canberra, Australia, 27 de abril, (AP).- Pese a algunos reparos sobre privacidad, más de un millón de personas en Australia descargaron una app diseñada para acelerar el rastreo de contactos de pacientes de coronavirus, según anunciaron el domingo las autoridades.

En las 12 horas desde que se lanzó la app desarrollada en Australia el domingo por la noche, 1.13 millones de los 26 millones de habitantes del país se la había descargado a su celular.

El director de Sanidad, Damian Murphy, dijo el lunes que estaba “muy emocionado” por la popularidad inicial de la aplicación.

Las autoridades querían aprobar por vía rápida en el Parlamento una ley para ilegalizar el empleo de los datos recogidos por cualquier otro propósito que localizar a posibles contagiados de COVID-19, la enfermedad que produce el nuevo coronavirus. Las autoridades también prometieron publicar el código fuente del programa en dos semanas para que analistas independientes pudieran analizar su funcionamiento y sus implicaciones de privacidad.

Para que el sistema sea efectivo, al menos el 40 por ciento de la población australiana tendría que utilizar la herramienta, basada en la app TraceTogether de Singapur.

Si se diagnostica COVID-19 a un usuario, este puede subir los datos cifrados de la aplicación para identificar a otros usuarios que hayan estado cerca durante 15 minutos o más en las tres semanas previas.

El Gobierno esperaba que el sistema permitiera al país reabrir la economía de forma segura, permitiendo a las autoridades sanitarias identificar y contener con rapidez los nuevos focos de infección. Australia tenía previsto reanudar esta semana las cirugías no urgentes por primera vez desde el 27 de marzo, mientras crece la confianza de que los hospitales no se verán sobrepasados por los casos de COVID-19.

Australia ha registrado 6 mil 720 casos del virus, de los que 83 han fallecido. El lunes había 27 pacientes graves en hospitales conectados a respiradores.