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El mundo de Mafalda llega a México con una exposición interactiva en homenaje a Quino

domingo, octubre 17th, 2021

La exposición El mundo según Mafalda ha recorrido los países de Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Colombia, Costa Rica hasta llegar a México para visitar la Ciudad de México, Monterrey, Puebla y Mérida durante los próximos meses.

México, 17 de octubre (EFE).- El humor, la ternura y la crítica de Mafalda, el personaje creado por el dibujante argentino Joaquín Lavado “Quino”, llegó a la ciudad mexicana de Guadalajara en una exposición interactiva e itinerante que visitará cinco urbes del país.

La muestra El mundo según Mafalda acerca al público al universo de este icónico personaje que nació en los años 60, pero cuyo pensamiento y enseñanzas se mantienen atemporales, tal como las de su autor, explicó este domingo en entrevista con Efe el productor general de la exposición, Gustavo Rosas.

“Más que un caricaturista común y corriente, fue un cronista social con un alto sentido crítico, y sus ideas y su propia ideología lo reflejó de una manera genial en el personaje que trascendió, (con una) crítica desde el núcleo familiar que lo hace muy acertadamente y de manera efectiva”, dijo.

Esta es la primera vez que la exposición, autorizada por su creador, es mostrada por completo a los espectadores mexicanos, después de que en 2010 una parte de ella estuvo incluida en un festival cultural para niños.

La pandemia por la COVID-19 retrasó el regreso de la muestra a México y finalmente pudo ser montada para hacer un homenaje a Quino a un año de su fallecimiento y para recibir tanto a los conocedores de la tira cómica como a las nuevas generaciones.

Fotografía de la exposición El mundo según Mafalda en Guadalajara, México. Foto: Instagram vía @elmundosegunmafalda.

“La respuesta de los niños es sorprendente. Es una buena oportunidad para que conozcan esta obra que sigue siendo vigente, toda la obra de Quino sigue siendo vigente, tenemos los mismos problemas sociales y familiares de cuando fue creado el personaje”, expresó.

Como si entraran a una tira cómica de trazos negros sobre blanco, la exposición adentra al público en la vida de Quino y profundiza en los personajes que lo hicieron famoso con imágenes, actividades interactivas y talleres.

El espectador da un paseo por la intimidad de espacios que formaron parte de la tira cómica, como el comedor donde Mafalda se niega a comer sopa de fideos, su ropero, su escritorio y un álbum familiar.

Tampoco podían faltar los discos y afiches de Los Beatles, su grupo favorito.

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Asimismo, recrea parte del apartamento donde vivía la familia y el auto donde viajaban de vacaciones, un Citroen sesentero, réplica del que era propiedad de Quino, explicó Rosas.

El sarcasmo, el pensamiento crítico y progresista que define a Mafalda tienen un lugar especial en la muestra con una serie de esculturas de mundos, según los concebía ella en las historietas, y con un espacio que es aprovechado para difundir la Declaración de los Derechos de los Niños.

El mundo según Mafalda es una exhibición creada en 2007 como homenaje a “Quino”, y desde entonces ha recorrido Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Colombia, Costa Rica hasta llegar a México para visitar la Ciudad de México, Monterrey, Puebla y Mérida en los próximos meses.

Mafalda, símbolo de rebeldía del eterno Quino, en 20 frases contestarías para todas las generaciones

jueves, octubre 1st, 2020

Quino consiguió hacer de su mayor obra, una niña amante de los Beatles, la democracia, los derechos de los niños y la paz, y detractora de la sopa, la guerra y James Bond, un símbolo eterno.

MADRID, 01 de octubre (Europa Press).– Un 29 de septiembre de 1964, la revista argentina Primera Plana publicaba la primera viñeta de Mafalda. Un 30 de septiembre, pero de 2020, ha fallecido su ilustre creador, Quino.

Desde aquel septiembre del 64 y hasta que el 25 de junio de 1973, y por decisión del propio Quino, se publicara la última tira de Mafalda, su personaje, armado con su lúcido inconformismo infantil, sus certeras frases y un sempiterno odio a la sopa, ha denunciado las injusticias y sinsentidos de un mundo que, ante sus ojos de niña, iba siempre a la deriva y sin nadie al volante.

Acompañada por su padre, su madre, el pequeño Guille o sus célebres amigos Manolito, Susanita, Felipe, Libertad o Miguelito, Malfada ha sido icono de varias generaciones. Un símbolo de rebeldía, azote de intolerantes y mansos, a través del que Quino dejó un buen puñado de enseñanzas, denuncias, reflexiones y preguntas, sobre todo muchas preguntas, que cuestionan las prioridades de la humanidad y cómo su modo de vida la ha conducido, una y otra vez, a guerras, hambrunas, injusticias y, ahora también, a pandemias.

El caricaturista “Quino” durante una conferencia de prensa en México para presentar su libro “Mafalda Inédita”, celebrada en 2008. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

En homenaje al desaparecido Joaquín Salvador Lavado Tejón, el mítico Quino, rescatamos 20 de las mejores frases que resumen la enorme sabiduría infantil, cargada de ironía, crítica social y, también, humor, de Mafalda:

– “¡La sopa es a la niñez lo que el consumismo a la democracia!”

– “Lo urgente no deja tiempo para lo importante”.

– “¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y menos personas?”

– “Quiero felicitar a los países que conduce la política mundial. Así que espero que alguna vez haya motivos”.

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– “Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los dejen pasar del principio”

– “El problema es que hay más gente interesada que gente interesante”.

– “Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría”.

– “Resulta que si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno.

– “No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasa es que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta”.

– “¡Paren el mundo que me quiero bajar!”.

– “¿Te engordaste dos kilos desde el verano pasado? Bueno, millones de personas no pudieron engordar porque no tuvieron nada que comer.”

– “Lo malo es que la mujer en vez de jugar un papel, ha jugado un trapo en la historia de la humanidad”.

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– “Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre”.

– “¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?”

– “Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás”.

– “Cada ministerio con su mini-histeria”.

– “No es que no haya bondad, lo que pasa es que está de incógnito”.

– “Nunca falta alguien que sobra”.

– “Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo”.

– “¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fuesen más importantes que los bancos?”.

Quino no sólo dio vida a Mafalda. Aquí 10 datos curiosos sobre la vida del caricaturista argentino

miércoles, septiembre 30th, 2020

“Quino” murió a los 88 años de edad dejando un legado de historietas y dibujos que, aunque muchos realizados durante las décadas de los sesenta y setenta, se mantienen vigentes por su contenido humorístico sobre la realidad política y económica del mundo.

De la mano de su personaje más famoso, Mafalda, llenó los periódicos de preguntas sarcásticas y fuertes críticas sociales.

Ciudad de México, 30 des septiembre (SinEmbargo/EFE).– El dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido como “Quino”, falleció este miércoles en Mendoza, Argentina, a los 88 años. Creativo desde la infancia el caricaturista, hijo de españoles, empezó su travesía en las publicaciones apenas en la adolescencia e impactó a varias generaciones con su obra.

Fue una voz de todo América Latina ante la represión política que el continente vivió durante casi cuatro décadas.

Fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y la Medalla de la Orden y las Letras de Francia y aquí relatamos, en 10 puntos la vida del famoso dibujante.

Joaquín Salvador Lavado Tejón era hijo de emigrantes andaluces que llegaron a Argentina. Su madre murió cuando el joven Quino tenía 13 años y su padre cuatro años más tarde.

– Desde muy joven “Quino” fue su apodo. En su familia le llamaban de ese modo para distinguirlo de su tío Joaquín, quien también era ilustrador y de quién conoció el dibujo como profesión.

– Sus primeros dibujos los hizo en la mesa de la casa de sus padres, sobre la cubierta del mueble. “Quino” relató que su madre le exigió, para continuar con sus creaciones, que debía limpiar la mesa cada vez que terminara.

– Su familia era emigrante republicana de la Guerra Civil española. “Quino” contaba que desde temprana edad vivió en medio de discusiones políticas de las que no se pudo despegar. “Siempre quise difundir la mentalidad humanista del socialismo”, contó en 2013 durante la Feria del Libro de Buenos Aires.

– Dejó la escuela a los 17 años para buscar de lleno un trabajo como caricaturista, pero no tuvo éxito, aunque ya había logrado vender su primera obra.

– Mafalda, la tira cómica de la revista argentina Primera Plana y el personaje más famoso de “Quino”, nació el 29 de septiembre de 1964. Un día antes de la muerte de su “papá”, la conocida caricatura de la niña de seis años cumplió 56 años.

– Dejó de publicar Mafalda en 1973 porque consideró que le faltaban ideas para continuar con la tira, pero también porque le parecía que la niña que odia la sopa había empezado a oprimir a los otros personajes.

– En una entrevista en 1977 “Quino” contó que a él tampoco le gustaba la sopa cuando era niño, como a Mafalda, pero en realidad el alimento era una alegoría de las dictaduras militares que gobernaron Latinoamérica en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, y que la población se “tenía que tragar”.

– El 5 de enero de 1990 se nacionalizó como español y juró sobre la Constitución de aquél país. En el evento le preguntaron por qué lo hacía hasta entonces, a los 58 años, a lo que contestó con su característico humor: “No, se me había ocurrido antes, pero es que entonces estaba Franco (el dictador español)”.

– En 2020 Mafalda revivió de la pluma de Quino para dar recomendaciones sobre los cuidados requeridos para enfrentar la pandemia de la COVID-19.

-Con información de EFE

Quino fue un genio inmortalizado en una niña contestataria e inconforme que hizo pensar al mundo

miércoles, septiembre 30th, 2020

No fue hasta 1969 cuando Mafalda se publica por primera vez fuera de Argentina, primero en Italia Mafalda la contestataria; y en 1970 en España, donde la censura franquista obligó a los editores a ponerle una franja en la tapa con la leyenda “para adultos”.

Buenos Aires, 30 sep (EFE).- Nunca tuvo hijos, pero nadie duda de que el dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido como “Quino” y fallecido este miércoles a los 88 años, tuvo su mejor descendencia en Mafalda, la pequeña y contestataria luchadora social en la que se inmortalizó para siempre para hacer pensar al mundo.

Considerado con creces uno de los mayores iconos de Argentina dentro y fuera de sus fronteras, el autor, nacido en Mendoza en 1932, consiguió hacer de su mayor obra, una niña amante de los Beatles, la democracia, los derechos de los niños y la paz, y detractora de la sopa, la guerra y James Bond, un símbolo eterno.

“Cuando me dicen, ‘gracias por todo lo que nos diste’ digo, ‘¿qué les di?'”, expresó el dibujante en una entrevista con Efe en 2016, en la que, consultado sobre cuál es el poso que le gustaría dejar entre sus seguidores, no le costó reconocer que el de alguien “que hizo pensar a la gente las cosas que pasan”.

Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como "Quino" y autor de la tira cómica Mafalda.

Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como “Quino” y autor de la tira cómica Mafalda. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

UNA FAMILIA LLENA DE JOAQUINES

Poseedor de multitud de galardones, como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y la Medalla de la Orden y las Letras de Francia, Quino nació el mismo año en el que sus padres españoles emigraron a Argentina, y ya en plena adolescencia comenzó a estudiar dibujo en la Escuela de Bellas Artes mendocina.

Sin embargo, cuatro años después, decidió abandonarlo por el mundo gráfico y la historieta. Y ya no había marcha atrás en su destino.

Por entonces Joaquín ya era “Quino”, un apodo con el que poder diferenciarse de los muchos “Joaquines” que ya había en su familia, entre ellos su tío, quien le despertó la pasión por la ilustración.

“No solo me legó la vocación, sino una filosofía de la vida que a partir de mi abuela me ha marcado mucho. La politización de mi familia me marcó muchísimo”, evocaba el genial dibujante.

Con 22 años se trasladó a Buenos Aires, donde no tardó en publicar su primera página de humor gráfico en el semanario “Esto es” y empezó a colaborar regularmente en medios como “Rico Tipo”, “Dr.Merengue” y “Tía Vicenta”, así como con ilustraciones de campañas publicitarias.

MAFALDA, FRUSTRADO ROSTRO DE ELECTRODOMÉSTICOS

No obstante, en la capital argentina expuso por primera vez en 1962, mientras que un año después publicó su primer libro, “Mundo Quino”, una recopilación de dibujos editados hasta el momento en revistas de la época.

Y fue precisamente un encargo publicitario el que le cambió la vida: Una nueva línea de electrodomésticos llamada Mansfield estaba destinada a ser promocionada con un personaje que comenzara con “M”, que finalmente no llegó a publicarse por el fracaso de la marca.

Lejos de meter aquellos frustrados dibujos en un cajón, Quino los rescató para sus siguientes trabajos en prensa. Es así que “Mafalda” apareció por primera vez en Gregorio, el suplemento de humor de la revista Leoplán, para pasar a publicarse después de forma regular en otras publicaciones como “Primera plana” y El mundo y en libros recopilatorios.

El caricaturista "Quino" durante una conferencia de prensa en México para presentar su libro "Mafalda Inédita", celebrada en 2008.

El caricaturista “Quino” durante una conferencia de prensa en México para presentar su libro “Mafalda Inédita”, celebrada en 2008. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Las aventuras de la pequeña, así como de sus amigos Manolito, Susanita y Felipe, con los que alcanzó el éxito en decenas de idiomas, se desarrollaron de 1964 a 1973, aunque su imagen y sus atemporales e irónicos mensajes por un mundo mejor la han hecho inmortal.

“Viendo las cosas que hice en todos estos años me doy cuenta de que digo siempre las mismas cosas, y siguen vigentes. Eso es lo terrible… ¿No?”, remarcó Quino a Efe.

El veterano dibujante, casado desde 1960 con Alicia Colombo -quien falleció a fines de 2017-, se refería así a sus “temas de siempre”, como “la muerte, la vejez y los médicos”, con los que durante décadas hizo pensar a los lectores a través de sus emblemáticos personajes.

Pero como no solo una pequeña rebelde supo vivir, compaginó su emblemática creación con otros libros como “A mí no me grite” (1972) y “Yo que usted” (1973).

Si bien después de 1973 Quino retomó el personaje en contadas ocasiones, el no querer cansar ni repetirse hizo que Mafalda reposase para siempre pero quedase viva en la memoria popular.

En 1976 se trasladó a Milán, donde continuó realizando páginas de humor, y en las décadas posteriores su popularidad en todos los continentes no dejó de crecer.

EL “DEDITO” EN LA TECLA DE LAS EMOCIONES

Desde hace ya unos años, problemas de movilidad y de visión le han impedido disfrutar plenamente de una de sus grandes pasiones, el cine, y también ha tenido que frenar su vocación, el dibujo, aunque no ha dejado de asistir a homenajes a su obra y firmas de libros.

Unos de sus últimos actos públicos fue a finales del año pasado, cuando asistió a un homenaje en la Universidad Nacional de Cuyo de su ciudad natal, adonde se mudó hace un tiempo desde Buenos Aires tras quedarse viudo.

“Simplemente Quino”, su más reciente libro, que llegó a firmar rodeado de multitudes en la Feria del Libro de la capital argentina, se publicó en 2016, y en este se recopilan antiguas tiras publicadas en prensa.

Aunque nunca le ha gustó hacer balances, “de vez en cuando” no le quedaba otra que hacerlo sobre todo por la insistencia de los periodistas a la hora de sonsacarle el porqué de su dilatado éxito.

“Eso me lo pregunto yo también mucho. No lo sé. Sé que he puesto el dedito en una tecla que mueve muchas cosas”, confesaba el mendocino, quien tenía claro que, del mundo de ahora, alejado en tiempo y circunstancias de 1973, su eterna hija opinaría que es “un desastre” y “una vergüenza”.

Quino, papá de Mafalda, muere a los 88 años. Su visión del mundo (y de AL) impactó a generaciones

miércoles, septiembre 30th, 2020

Justo este 2020 se celebran los 50 años de que una niña contestataria e inconformista, que detestaba la sopa, llegaba a España desde su Argentina natal y enamoraba a los apasionados del cómic con sus ganas de cambiar el mundo. Se llamaba Mafalda.

Ciudad de México, 30 des septiembre (SinEmbargo/EFE).– El dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido como “Quino” y popular por ser el creador de Mafalda, falleció este miércoles en Mendoza, su ciudad natal, a los 88 años, confirmaron a Efe fuentes del entorno del autor.

Joaquín Salvador Lavado Tejón impactó a varias generaciones con su obra. Argentino de nacimiento, se volvió una voz de todo América Latina. Aunque su obra más conocida es la tira cómica Mafalda, publicada entre 1964 y 1973, tiene más trabajo. Pero definitivamente la influencia de Mafalda se extiende hasta hoy, hasta nuestros días.

Hijo de españoles y poseedor de galardones como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y la Medalla de la Orden y las Letras de Francia, Quino desarrolló las aventuras su personaje más popular entre por más de una década, aunque las historias de la icónica niña se han replicado en todo el mundo hasta la actualidad.

Desde hace unos años, el autor, que se había mudado a Mendoza desde Buenos Aires a finales de 2017, tras quedarse viudo, sufría problemas de salud, aunque siguió asistiendo a diversos homenajes a su obra.

La familia explicó que el fallecimiento se produce por “razones propias de la edad y derivaciones de su salud de este último tiempo”, habiendo vivido su vida “íntegramente”.

El caricaturista argentino, Quino. Foto: Victoria Valtierra, Cuartoscuro

Justo este 2020 se celebraban los 50 años de que una niña contestataria e inconformista, que detestaba la sopa, llegaba a España desde su Argentina natal y enamoraba a los apasionados del cómic con sus ganas de cambiar el mundo. Se llamaba Mafalda.

Esta nena irreverente surgida de la mano de  “Quino” aterrizó en España gracias a la Editorial Lumen, y concretamente a su fundadora Esther Tusquets, que la publicó en su sello fruto del rechazo de otro gran editor, Carlos Barral, quien consideró que no encajaba en su línea editorial.

Una de las tiras de Quino aún vigente. Foto: Especial

Por lo reciente del fallecimiento, aún no ha resuelto cómo será el funeral, que se da en un contexto de fuertes restricciones por la pandemia del coronavirus.

Entre la multitud de reacciones que se fue dando en las redes sociales, tras conocerse el deceso, está la de Ediciones de la Flor, editorial encargada de la obra de Quino, que rindió homenaje a su figura en Twitter con la publicación de una de sus tiras.

El pasado 17 de julio, el emblemático dibujante había celebrado 88 años junto a su familia, en Mendoza, un día en que el Ministerio de Cultura del país lo definió en sus redes sociales como “creador de una parte de la cultura argentina y recordó que Mafalda “ha acompañado con humor y aprendizaje a lo largo de muchos años” a millones seguidores de sus historias y reflexiones.

“Mafalda”, la pequeña contestataria y luchadora social cuya imagen y atemporales e irónicos mensajes en pro de un mundo mejor han dado la vuelta al mundo, se convirtió en su obra más conocida, aunque creó multitud de personajes más.

El caricaturista "Quino" durante una conferencia de prensa en México para presentar su libro "Mafalda Inédita", celebrada en 2008.

El caricaturista “Quino” durante una conferencia de prensa en México para presentar su libro “Mafalda Inédita”, celebrada en 2008. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

– Con información de EFE

El amor según Mafalda celebra 50 años de la llegada de este personaje a la España franquista

lunes, julio 27th, 2020

Mafalda llegó a España cinco años antes de que muriera Franco y, al igual que sucedió en Argentina, esta niña de seis años fue el espejo de una juventud progresista. En plena dictadura franquista, se obligó a los editores a marcar los dibujos de Quino como “para adultos”, con una franja en la portada.

Por José Antonio Luna

Ciudad de México, 27 de julio (ElDiario).- “¿Vos qué opinás del amor, Manolito?”, pregunta Susanita a su amigo, a lo que este contesta: “¿Del amor a qué?”. Bastan pocas palabras de Mafalda para conseguir el objetivo habitual de sus viñetas: cuestionar el orden de las cosas y no aceptarlas tal y como son sólo porque siempre han sido así. Por ejemplo, replantear el significado del amor, que no tiene que ser romántico, atormentado ni estar vinculado a una pareja.

Para Mafalda, enamorarse significa hablar de amistad, empatía o incluso de aquellos pequeños gustos personales, como ser fan de los Beatles o de la lectura, que en definitiva terminan confeccionando cómo somos en nuestro conjunto.

También puede ser lo contrario: el egoísmo o los celos, sentimientos a menudo representados a través de los padres de la popular niña. Es lo que se puede apreciar en El amor según Mafalda, un libro publicado por la editorial Lumen que recopila una serie de tiras del personaje con motivo de los 50 años de su llegada a España.

Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, nació en Mendoza, Argentina, en 1932. Hijo de padres malagueños y republicanos, creció en un ambiente que siempre le alentó a la reflexión sobre la autoridad, su naturaleza y las razones de la injusticia. Todo comenzó como un encargo publicitario en 1962 para la marca de electrodomésticos Mansfield. Le pusieron varios requisitos: crear una tira cómica al estilo de Charlie Brown, protagonizada por una familia y cuyos nombres comenzaran por la letra M, en alusión a la empresa.

No obstante, el nacimiento oficial de Mafalda (fuera de todo acuerdo comercial) fue el 29 de septiembre de 1964 en la revista argentina Primera Plana, donde empezó a aparecer con cierta regularidad y a convertirse en todo un fenómeno humorístico dentro del país.

“Con Quino se inicia el gran volcán de la inteligencia en el humor gráfico argentino”, afirmaba Miguel Rep, humorista gráfico, en el documental Buscando a Quino, que narra la historia del creador de Mafalda a través de la última entrevista que concedió en 2018.

Habría que esperar hasta 1970 para su llegada a España de mano de Esther Tusquets y de la editorial Lumen. Llegó en un momento adecuado: cinco años antes de que muriera Franco. Al igual que sucedió en Argentina, Mafalda fue el espejo de una juventud progresista preocupada por el futuro más allá de la dictadura franquista. De hecho, como recoge la BBC, durante los años de dictadura obligaron a los editores a colocar una franja en la portada de Mafalda etiquetándola como obra “para adultos”.

Los personajes de Quino también han sido malinterpretados para representar ideas políticas totalmente opuestas. Es lo que ocurrió cuando comenzaron a venderse pegatinas de Mafalda o Snoopy como si pertenecieran a la Falange.

“En la época de los 80 estos símbolos eran utilizados por cierta derecha en torno al barrio de Salamanca, Madrid. Ponían estas figuras con banderas españolas, pero con el escudo de Franco”, contaba a este periódico el periodista Carlos García Santa Cecilia sobre una historia publicada por él que fue portada de El País el 10 de abril de 1985. Como aparece en el texto, Quino manifestó entonces estar “profundamente molesto” por esto, ya que sus personajes “están a favor de la democracia y son, desde luego, antifascistas”.

Quino, al igual que sus obras, también se nacionalizó en España. El 5 de enero de 1990, como recoge el periódico El País, el dibujante juró sobre la Constitución española tras años queriendo ser español de forma oficial. “¿Y a esta edad se le ocurre a usted hacerse español?”, le preguntaron, a lo que este contestó: “No, se me había ocurrido antes, pero es que entonces estaba Franco”.

La influencia de Mafalda ha demostrado en numerosas ocasiones ir más allá de sus viñetas. Y, a pesar de cumplir 50 años de su llegada a España, los trazos y el sarcasmo de Quino siguen presentando una vigencia inigualable.

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Mafalda y otros personajes dan consejos sobre medidas de sanidad para combatir la COVID-19

domingo, mayo 3rd, 2020

La iniciativa “10 cuidados ilustrados del coronavirus” contó con la colaboración de los dibujantes Quino, Meiji, Lunik, Daniel Paz, Maitena, Altuna, Sendra, Langer, Isol, REP, Daniel Santoro y Olivetti, quienes concienciaron sobre la importancia de acciones como lavarse las manos frecuentemente, usar mascarillas, no tocarse la cara y ventilar todos los espacios de la casa.

Buenos Aires, 3 de mayo (EFE).– Un grupo de ilustradores argentinos, entre los que se encuentra “Quino”, el creador de Mafalda, cedieron a sus personajes más célebres para difundir hábitos de prevención del coronavirus SARS-CoV-2, con viñetas que publicaron los diarios del país este domingo, Día Internacional de la Libertad de Prensa.

La iniciativa “10 cuidados ilustrados del coronavirus” contó con la colaboración de los dibujantes Quino, Meiji, Lunik, Daniel Paz, Maitena, Altuna, Sendra, Langer, Isol, REP, Daniel Santoro y Olivetti, quienes concienciaron sobre la importancia de acciones como lavarse las manos frecuentemente, usar mascarillas, no tocarse la cara y ventilar todos los espacios de la casa.

El presidente Alberto Fernández empleó sus redes sociales para agradecer a los participantes por “comprometerse con esta causa, que es de todos los argentinos”.

Las ilustraciones pueden verse hoy en todos los diarios del país y en las redes sociales, y además serán distribuidas en formato cuadernillo “para que cada hogar argentino pueda acceder a estas recomendaciones”, según un comunicado oficial.

La ilustradora Alejandra Lunik, nacida en Chile y afincada en Argentina, aseguró a Efe que participar en esta campaña fue “un orgullo” y le dio “esperanza” de cara al futuro.

“Participar de esta campaña es un orgullo y también que salga en todos los medios me hace sentir que formo parte de algo más grande y entonces también me da esperanzas de que en algún momento esto va a pasar y eventualmente vamos a estar mejor”, aseguró,

Lunik ilustró la recomendación de toser en el pliegue del codo, para lo que empleó a su personaje Rodete.

“Estornudar es como caerse, es como patinarse con una cáscara de banana, es gracioso”, agregó.

Miguel Repiso, más conocido como REP, ilustró el consejo de no difundir noticias falsas, ya que considera que “son un mal de estos tiempos de encierro, el de picotear sobre las mentes encerradas para provocar microescaramuzas a favor de los intereses de los medios”.

Mafalda, la niña argentina de 6 años que cumple más de medio siglo cuestionando el sistema

domingo, octubre 20th, 2019

La campaña pasó por los escritorios de varios medios argentinos, pero no convenció al tratarse de un anuncio encubierto. Pero el 29 de septiembre de 1964 y ya desvinculada de cualquier acuerdo comercial, Mafalda apareció por primera vez en la revista Primera Plana.

Pero antes de su final, la fama del personaje ya era internacional. El primer libro, que recogía 240 tiras de Mafalda por orden de aparición, se publicó en Argentina en 1966 gracias al editor Jorge Álvarez. La primera tirada, de 5 mil copias, se agotó en dos días y su éxito se empezó a dispersar por América Latina.

Por Carmen López

Madrid, 20 de octubre (ElDiario.es).- El primero en recibir una de sus contestaciones sardónicas fue el padre, cuando supuso que algún padre le superaría en bondad en todo el mundo. Una frase inocente que obtuvo como respuesta “¡lo suponía!” por parte de su hija. En esa tira cómica, que se publicó el 29 de septiembre de 1964 en la revista argentina Primera Plana, nacía oficialmente Mafalda.

Precisamente la familia fue el escenario en el que se gestó la idea primigenia del personaje y el que funciona de hilo conductor del último recopilatorio de viñetas que acaba de publicar la editorial Lumen: Mafalda. En esta familia no hay jefes, coincidiendo con su 55 aniversario. Una frase, la que da título al libro, que remata una viñeta con “somos una cooperativa”, toda una declaración de intenciones.

El dibujante Joaquín Salvador Lavado, conocido como Quino, recibió un encargo para una estrategia publicitaria en 1962. Tenía que idear una tira cómica del estilo de Charlie Brown pero protagonizada por una familia convencional -padre, madre, hijos- cuyos nombres empezasen por M. Así se establecía la relación con Mansfield, una marca de electrodomésticos de la empresa Siam Di Tella.

La campaña pasó por los escritorios de varios medios argentinos, pero no convenció al tratarse de un anuncio encubierto. Pero en 1964 y ya desvinculada de cualquier acuerdo comercial, Mafalda apareció en la mencionada revista argentina.

Viñetas de “Mafalda. En esta familia no hay jefes”. Foto: Editorial Lumen

UN UNIVERSO VIÑETADO 

El nombre de esta niña de seis años, de respuesta rápida y preguntas incómodas, proviene de personaje de la película Dar la cara de David Viñas (1962). Tiene un padre que trabaja en una oficina y es fanático de las plantas y una madre que se convirtió en ama de casa cuando dejó sus estudios para casarse.

Pertenecen a esa “clase media a la que apuntaba la agencia de publicidad que le pidió a Quino una historieta para vender electrodomésticos”, como comenta Isabella Cosse en Mafalda: historia social y política (2016) o “clase mediaestúpida” como la define la propia chiquilla en una viñeta.

Su mascota, a la que saca a pasear atada con una cuerdita, es una tortuga que se llama Burocracia. Le gustan los Beatles, posee una bola del mundo a la que cuida y que da pie a muchas de sus cavilaciones. Odia la sopa porque “es una alegoría de los gobiernos militares que nos teníamos que comer todos los días por estas latitudes”, según explicó su autor en una entrevista.

En 1965, las tiras de Mafalda se mudaron al periódico El Mundo, donde aparecía seis veces a la semana. A partir de ahí se fueron incorporando nuevos personajes que acercaban a la protagonista a otras realidades. Primero Felipe, perteneciente al mismo estrato social que Mafalda, tímido y fanático de los cómics de El Llanero solitario.

Tras él llegó Manolito, hijo de un: “gallego bruto en el que se encarnaban los estereotipos denigrantes y los temores sociales desatados por los contingentes de migrantes que en pocas décadas habían contribuido a modificar los contornos de una sociedad que mutaba aceleradamente”, según Cosse.

Viñetas de “Mafalda. En esta familia no hay jefes”. Foto: Editorial Lumen

Susanita, la tercera en unirse, encarna a la burguesía que toma el café por la tarde y contribuye a las obras sociales con lo que les sobra. Obsesionada con casarse y tener hijos, es el polo opuesto de Mafalda, quien sueña con hacer una carrera para “no ser una mediocre” (como las madres que la rodean).

La cabeza pensante de Miguelito, que vive con una progenitora obsesionada con el orden y la limpieza, fue la penúltima en aparecer. Libertad, hija de padres “progres” y casi tan contestataria como Mafalda, completó el grupo. Vive en un apartamento muy pequeño con su padre, que trabaja en algo que odia y su madre, traductora de francés. Su comida la paga Sartre, dice.

Además de amigos, Mafalda también tiene un hermanito. La familia crece (los agobios del padre al hacer las cuentas también) con un niño obsesionado con Brigitte Bardot, amante de la sopa y con un funcionamiento mental similar al de su hermana. Si bien no llega a plantearse preguntas sobre los grandes temas de la humanidad, sí cavila lo bastante como para desarmar a sus padres.

Viñetas de “Mafalda. En esta familia no hay jefes”. Foto: Editorial Lumen

La última tira de Mafalda se publicó el 25 de junio de 1973 en la revista Siete Días. En 1977, el propio Quino le explicó a Joaquín Soler Serrano en el programa de entrevistas A Fondo que había terminado con su personaje porque se estaba empezando a repetir. “Eso me pareció deshonesto, no quería que mi historieta fuera como esas que tienen ya 40 años y que uno las lee por costumbre y ya sabe cómo van a terminar. Eso no me gusta”.

Pero antes de su final, la fama del personaje ya era internacional. El primer libro, que recogía 240 tiras de Mafalda por orden de aparición, se publicó en Argentina en 1966 gracias al editor Jorge Álvarez. La primera tirada, de 5 mil copias, se agotó en dos días y su éxito se empezó a dispersar por América Latina.

Dio el salto a Europa en 1969 con Umberto Eco como Director de la colección que empezó con el volumen Mafalda la Contestataria. La visionaria Esther Tusquets la trajo a España un año después. Su editorial, Lumen, sigue publicando sus historietas a día de hoy. En las primeras tiradas tuvieron que incluir la advertencia “para adultos” en la cubierta a instancias de la censura franquista (que milagrosamente accedió a que saliese a la venta).

Mafalda también se ha adaptado a la pantalla. En 1972 se produjeron 52 cortos para la televisión argentina y diez años después se estrenó la película. En 2017, la cadena argentina Telefe recuperó su figura para sus informativos, dándole el título de columnista.

Viñetas de “Mafalda. En esta familia no hay jefes”. Foto: Editorial Lumen

UN ICONO PARA TODO EL MUNDO

Actualmente, Mafalda habla 20 idiomas y da vueltas por el planeta impresa en papel, pero también en camisetas, tazas, libretas y todo tipo de merchandising. Cuando empezaron a comercializarse, Quino no estaba cómodo: “Eso lo tuve que hacer en contra de mi voluntad. Pero me vi obligado porque empezaron a aparecer muñequitos y pósters piratas”, afirmó en A Fondo. Ni se imaginaba el volumen que llegaría a alcanzar todo ese material.

Varias estatuas de la niña se sientan ahora en diferentes partes del mundo. La más conocida es la de Buenos Aires (ahora también la acompañan Manolito y Susanita), obra de Pablo Irrgang, al igual que la réplica que descansa en Oviedo. Esta se inauguró cuando Quino visitó la ciudad para recoger el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2014. El escultor Marcelo Cuello es el autor de la que reposa en Laguna Larga, un pueblo de Córdoba (Argentina).

Pese a los rumores de una posible reaparición de Mafalda que han circulado desde su desaparición, Quino solo la ha recuperado en ocasiones puntuales para campañas como la declaración de los derechos de la infancia de UNICEF y ha negado categóricamente que la vaya a rescatar para seguir con las historietas.

Viñetas de “Mafalda. En esta familia no hay jefes”. Foto: Editorial Lumen

A pesar de la clara posición progresista del personaje -y del autor en el resto de sus obras- a Mafalda se la ha utilizado en ocasiones para proclamar principios totalmente opuestos. Hijo de republicanos españoles exiliados en Argentina, el dibujante tuvo que hacer público su rechazo a la utilización de sus dibujos con fines políticos cuando en 1985 aparecieron en Madrid pegatinas de Mafalda y sus amigos con iconografía franquista.

Más reciente fue la polémica aparición del personaje en las manifestaciones por la despenalización del aborto en Argentina en 2018. Las pancartas de “No quiero ser Susanita” de las defensoras de la derogación de la ley surgieron a la par que la imagen de Mafalda ataviada con el pañuelo azul de los antiabortistas.

La declaración oficial del autor fue: “Se han difundido imágenes de Mafalda con el pañuelo azul que simboliza la oposición a la ley de interrupción voluntaria del embarazo. No la he autorizado, no refleja mi posición y solicito sea removida. Siempre he acompañado las causas de derechos humanos en general, y la de los derechos humanos de las mujeres en particular, a quienes les deseo suerte en sus reivindicaciones”.

Viñetas de “Mafalda. En esta familia no hay jefes”. Foto: Editorial Lumen

Aunque ya tengan más de medio siglo, las viñetas de Mafalda siguen teniendo vigencia en la actualidad. Y aunque parezca algo positivo, también tiene una lectura más pesimista: los problemas sobre los que reflexionaba esa niña argentina siguen estando ahí, algunos más presentes si cabe. Mafalda sigue estando indignada.

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Sin decir ni pío: El monero Víctor Solís entrega un libro de humor, crítica… y también de silencios

martes, agosto 7th, 2018

Lo que abunda en estos monos de Víctor Solís es mucho silencio y mucho humor. También, en Sin decir ni pío, hay mucha reflexión, como para ver el dibujo varias veces y sacar una conclusión cada vez. Un gran libro de Lumen.

Ciudad de México, 7 de agosto (SinEmbargo).- Todo lo que queda es silencio, dice William Shakespeare en la última línea de Hamlet. Del silencio, de eso que no se dice, se sirvió el dibujante Víctor Solís (Ciudad de México, 1967), para condensar toda su mirada sobre el ser humano, que siempre anda abstraído en cosas tan cotidianas que a veces no ve lo jocoso de su andar, lo divertido de sus tropelías.

Solís a veces se parece un poco a Jis, por eso de ser la “intelectualidad” de los moneros, siempre a Sempé, en muchas oportunidades a Quino. “Todas esas influencias crecen en mí hasta ser este libro de un humor silencioso”, dice Víctor, quien ha publicado en casi un centenar de espacios, tanto en revistas y periódicos, como en libros y proyectos gráficos que han requerido un toque humorístico, a veces crítico, a veces reflexivo.

“Lo que dicen sus trazos no es sólo lo que vemos, eso que de inmediato nos hace sonreír, sino lo que está sugerido atrás, algo inexpresable que debemos entender, descifrar, adivinar: una revelación”, dice Héctor Aguilar Camín. Sus dibujos son, efectivamente eso: Algo que transcurre con otra mirada, como lo extraño que está en nuestra vida y que no nos animamos a nombrar.

Los niños escuchan. Foto: Especial

“El lector reflexiona y el dibujo ha logrado su propósito. Al lector inadvertido hay que decirle que no se trata de un libro de chistes. Llegar a esta síntesis, decir más con menos, requiere trabajo, lecturas, capacidad de relacionar y entrar al juego que la imaginación imponga con humor, ufa”, dice su colega Palomo.

Sin decir ni pío es un gran libro para un gran ilustrador, ¿verdad?

–¡Qué halago! Me vino la propuesta de Penguin Random House de hacer un libro. Estuve buscando tratando de encontrar un hilo conductor y decidí hacer algo, hacer una colección de cartones, silenciosos completamente. Que no apareciera ninguna palabra, ni una letra, simplemente fuera la imagen. Fue un ejercicio interesante para llevar a cabo. Vamos, el resultado ha sido sorpresivo incluso para mí.

–Me vino a la mente algunos libros de Quino, de Sempé, de esos libros de humor tan reflexivos…

–Quino es una gran influencia, al igual que Sempé, que se dedicaron a hacer humor más allá de la cuestión política u otro tipo de trabajo coyuntural. Efectivamente, yo comencé haciendo humor en revistas de 1982 y lo que me gustaba mucho era este tipo de trabajos que se mostraban muy cotidianos y te cambiaban el estado de ánimo. Esto es mucho más usual en Europa, en los Estados Unidos, en Argentina. Acá no tanto. En México siempre tuvo menos escaparate. De repente aparece como novedoso, pero viene haciendo hace muchos años.

Las viejas compras. Foto: Especial

–Me acordé también de Jis, que es el gran pensante de la caricatura.

–Me encanta Jis, es un hombre que rompió las raíces surrealistas y las llevó al humor, es tan descabellado su trabajo que siempre te saca una sonrisa. Es inesperado, lo disfruto muchísimo, Jis se mantiene en el absurdo y sorpresivo. Alguna vez escuché por ahí que el humor tiene que ser políticamente incorrecto, se puede aplicar al humor político, pero el humor es más amplio, debe de existir siempre la sorpresa y el absurdo para que rompa con la lógica de lo real.

–Ha publicado recientemente Ros, que es otro dibujante con el que también podríamos emparentarte.

­–Sí, Ros tiene ciertos personajes recurrentes. Me encanta su trabajo y me encantan los textos que pone en los cuadros, es muy limpio, muy pulcro. La cantidad de cosas que te permean es enorme. Siempre estás muy animado. Yo veo cartones desde chico, me gustaba mucho el color de Mordillo, su absurdo, te causaba un shock ver una cancha de futbol arriba de un islote y a los jugadores viendo cómo se cayó la pelota en el agua. Eso era maravilloso. Hay muchos trabajos que te inspiran y te inquietan demasiado. Este tipo de trabajo con el que comencé yo siempre he buscado que fueran anecdóticas, cosas de la calle, que fueran cosas que yo pudiera ver y tal vez agregarle alguna otra cuestión como para que detone en un cartón de humor. Usualmente, yo trabajo para el periódico tiene que ver con la coyuntura. Sin embargo, tanto en economía como en política, siempre traté de buscar el punto de vista del ciudadano de a pie. En otro momento saqué un libro dedicado al ecologismo, hoy se ve mucho, pero hace algunos años nadie se dedicaba al humor con el tema del planeta y el agua.

Sin embargo, tanto en economía como en política, siempre traté de buscar el punto de vista del ciudadano de a pie, dice Solís. Foto: Especial

–Lo extraño a veces es cambiar la mirada

–Exactamente. Ese es el enfoque que le das es lo que provoca puede ser un absurdo. Una vez hice un libro sobre pingüinos y lo que hacía era poner los pingüinitos de cerámica en contextos ajenos completamente. La gente veía lo que estaba atrás, era absurdo e interesante.

–¿Más allá de las influencias este libro forma parte de la caricatura intelectual?

–Algunos eran cartones que llegue a publicar en revistas marginales, como en las revistas aéreas. Había que hacer como un humor suave, que no debía estresar al pasajero, debía evitar ciertos temas que lo pudieran poner nerviosos.

La mujer duerme. Foto: Especial

–Bueno, en este caso no podríamos decir que en el libro Sin decir ni pío vamos a ver dibujos que no nos van a cambiar el estado de ánimo. Hay agresión, hay reflexión, a veces uno tiene que mirar el dibujo varias veces…

–Es curioso porque he visto la reacción de la gente, es totalmente silencioso mi trabajo e incluso a mí me sorprendió. Me da la sensación de que estoy viendo una película totalmente muda. En este caso, todo es silencioso. No es un libro de carcajada, es del humor que no hace reír, llegué a decir alguna vez. Hay dibujos, efectivamente amables, pero hay otros más fuertes. No intento aleccionar a nadie ni decirles JA. Me causa gracia la escena y trato de hacer escenas completas, de no centrarme en los personajes principales o donde están expuestos el cartón o el gag. Se diferencia del humor conceptual, que prescinde de los elementos escénicos.

–¿Qué valor tiene el dibujo en un mundo con tanto ruido?

–Nos enfrentamos a un mundo de imágenes, la gente está muy acostumbrada a la imagen, lee muy poco, lo que importa es la inmediatez o el flashazo. Creo que el trabajo de Sin decir ni pío (Lumen) invita a parar un poco. Lo vas a tener más que una vez y encontrarás muchos sentidos cada vez que lo veas.

Libro de Víctor Solís editado por Lumen. Foto: Especial

Quino desmiente estar contra el aborto en Argentina; “siempre a favor de los derechos de las mujeres”, dice

sábado, julio 21st, 2018

Durante los últimos días, en el país austral se extendió en redes sociales una imagen con una cita atribuida a Quino en la que este habría indicado que “Mafalda siempre estará a favor de la vida” y que su color era el “celeste” y no el verde, en referencia al pañuelo del segundo color que utilizan las personas que están a favor de la legalización del aborto.

Argentina vive estos meses un debate que puede llevar a la despenalización del aborto. Foto: Especial

Buenos Aires, 19 de julio (EFE).- El dibujante argentino Quino desmintió hoy haberse posicionado en el debate sobre la legalización del aborto en Argentina después de viralizarse unas supuestas declaraciones suyas junto a Mafalda, su personaje más conocido, con el pañuelo celeste de las autodenominadas asociaciones “provida”.

En un comunicado difundido a través de sus redes sociales y que confirmaron a Efe fuentes cercanas a Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, el dibujante de 86 años expresó que sí está, en cambio, “a favor de los derechos de las mujeres”.

“Informamos que Quino no se manifestó a favor ni en contra de la legalización del aborto. Solo, siempre y explícitamente a favor de los derechos de las mujeres”, dijo el mensaje.

Durante los últimos días, en el país austral se extendió en redes sociales una imagen con una cita atribuida a Quino en la que este habría indicado que “Mafalda siempre estará a favor de la vida” y que su color era el “celeste” y no el verde, en referencia al pañuelo del segundo color que utilizan las personas que están a favor de la legalización del aborto.

Una Mafalda con pañuelo celeste y el eslogan “Salvemos las dos vidas” completaban la imagen viralizada.

El comunicado de este jueves desmintió esa publicación y la declaración que apareció en ella, al asegurar que “todas las manifestaciones que se le atribuyen (a Quino) en las redes sociales al respecto no son propias ni oficiales”.

Argentina vive estos meses un debate que puede llevar a la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, ilegal en la actualidad.

A principios de junio, el proyecto logró la mitad de la aprobación en la Cámara de Diputados en una votación ajustada y acompañada de una presencia masiva en las calles de manifestantes en favor del aborto.

El Senado argentino tendrá la última palabra en la votación definitiva, prevista para el próximo 8 de agosto.

Las historietas de Mafalda se publican por primera vez en lenguaje braille

martes, diciembre 20th, 2016

La tira, llamada “Mafalda y sus amigos”, contempla editar 2 mil libros en formato gráfico y sonoro y llegará de forma gratuita a las escuelas e instituciones de enseñanza especial de todo el país.

Buenos Aires, 20 de diciembre (EFE).- Las personas invidentes podrán leer por primera vez en versión braille las aventuras e historietas de Mafalda gracias a una iniciativa desarrollada por el Ministerio de Desarrollo Social junto a la Editora Nacional Braille.

La tira, llamada “Mafalda y sus amigos”, contempla editar 2 mil libros en formato gráfico y sonoro y llegará de forma gratuita a las escuelas e instituciones de enseñanza especial de todo el país.

No obstante, la iniciativa ya fue aprobada por Joaquín Lavado ‘Quino’, el emblemático creador del icónico personaje.

Las viñetas editadas en sistema braille estarán acompañadas por audiolibros, en los que estudiantes de locución del Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) de Buenos Aires reproducirán los diálogos de Mafalda, Felipe, Susanita, Manolito y el pequeño Guille.

La propuesta fue impulsada por Pablo Vargas, un joven con discapacidad visual cuya familia y amigos siempre le leyeron estas tiras, pese a que él reconoce que era demasiado pequeño para comprender la profundidad de las viñetas de Quino.

Fue su pasión por las viñetas de la niña más popular de Argentina -y del mundo- la que la que le impulsó a idear, hace dos años y junto a su amigo Javier Kummer, una primera edición en lenguaje braille de las historietas que narran de forma cómica la realidad de Argentina entre los años 1960 y 1970.

“Descubriendo a Mafalda”, nombre que recibe el proyecto en general, contó con el apoyo de la Secretaría de Niñez Adolescencia y Familia (Sennaf), y sirve para premiar los 75 años de la editora, única del país que trabaja con este lenguaje.

“La editora sumó los gráficos en braille, para que quienes lean tengan noción también de cómo son los características físicas de los personajes”, subrayó Vargas en un material audiovisual proporcionado hoy por el Ministerio, y añadió que “si bien la tarea de elaboración del libro no fue fácil, ya no tenemos que imaginarnos la figura de Mafalda, ahora podemos verla con las manos”.

Por su parte, Kummer indicó que trabajaron en 30 tiras de la historieta, en las que agregaron una descripción de la circunstancia de la escena, y agregó que contaron con la ayuda de 106 personas ciegas que “testearon el proceso para que la historieta no perdiera sentido”.

Yael Bendel, Secretaria de la Sennaf, aseguró que estas ediciones son una manera de agradecerle a Quino “todo lo que nos dio como personas y lo que nos sigue dando como cultura”.

“Mafalda fue la primera niña del país que tuvo la idea de lo que son los derechos humanos y los derechos del niño. Yo me arriesgaría a decir que fue la primera niña feminista que tuvo la Argentina”, concluyó Vargas.

Quino: Creó a Mafalda, pero no: Mafalda no lo creó a él

martes, mayo 24th, 2016
Quino y su visión desencantada del mundo, más allá de Mafalda. Foto: Facebook

Quino y su visión desencantada del mundo, más allá de Mafalda. Foto: Facebook

El célebre dibujante argentino presenta una gran obra gráfica y humorística con la que deja atrás el cómic de la niña inteligente y díscola, a la que no le gustaba la sopa ni las injusticias.

Ciudad de México, 24 de mayo (SinEmbargo).- Hace dos años, Joaquín Salvador Lavado (Mendoza, Argentina, 1932), conocido como Quino, recibía el Premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades, en honra a una trayectoria sin prisa ni pausa, con la que entre otras cosas eternizó a su criatura, Mafalda.

Quino, hijo de andaluces emigrados a Argentina en 1919, descubrió su vocación de mano de su tío Joaquín Tejón, pintor y diseñador gráfico, e inició con 13 años los estudios de Bellas Artes en su ciudad natal. Los abandonó en 1949, decidido a dedicarse a las historietas y al humor. En 1954 publicó su primera página y, desde entonces, ha publicado sus viñetas, dibujos e historietas en diarios y revistas de América y Europa.

Con el Golpe de Estado en Argentina de 1976, se exilió en Milán. En 1990 adoptó la nacionalidad española y ha alternado residencia también entre Madrid y Buenos Aires.

Mafalda, que nació para una campaña publicitaria frustrada, poco después de que publicase su primer recopilatorio, Mundo Quino (1963,  se publicó por primera vez el 29 de septiembre de 1964 en el semanario Primera Plana.

Mediante una niña preguntona que odiaba tanto la sopa como la injusticia, el artista reflejó el mundo de los adultos y sus contradicciones a través de un personaje que Umberto Eco (1932-2016).

La tira se tradujo a 15 idiomas y sigue vigente, a pesar de que Quino dejó de dibujarla en 1973.

Precisamente, ha sido Mafalda una especie de cortina que ha impedido ver la gran obra gráfica que el dibujante ha desarrollado a lo largo de todos estos años y que se ha ido publicando en forma periódica, dando cuenta de un trabajo de altísima calidad que resulta, injustamente, lo menos conocido del artista sudamericano.

Su humor es ácido y negro y se traduce en un discurso desencantado sobre el mundo contemporáneo con libros como Ni arte ni parte, Potentes, prepotentes e impotentes, ¡Qué mala es la gente!, ¿Quién anda ahí?, Yo no fui y Déjenme inventar, todos en nuevas ediciones a cargo de Penguin Random House.

SIMPLEMENTE QUINO

El pasado 8 de mayo, Quino firmó ejemplares de su reciente libro, Simplemente Quino, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Se trata de un gran recopilatorio de antiguas tiras publicadas en prensa, donde el merecedor de la Medalla de la Orden y las Letras de Francia, construye su teoría desencantada sobre ese mundo que siempre se empeña en amenazar los sueños profundos de una humanidad que insiste en abonar la esperanza.

“Comencé a dibujar en los tiempos difíciles, que se fueron complicando cada día más. De esos tiempos me quedó una autocensura que ya no puedo sacarme de encima. En 1976, en los inicios de la dictadura, me destrozaron la puerta de mi casa a patadas. Nosotros no estábamos. Otra vez, unos amigos y yo habíamos hecho copias de un dibujo de Mafalda que señalaba el bastón de un policía y lo nombraba como ‘el abollador de ideologías’. Al día siguiente, la ciudad amaneció empapelada con un dibujo de Manolito, que portaba un bastón de policía y decía: ‘¿Ves, Mafalda?, gracias a esto, ahora podemos caminar con libertad por las calles’. Pero, en fin, eso fue todo. Ya después me fui del país”, contó en una entrevista que le hiciéramos hace algunos años.

“Cuando éramos jóvenes escuchábamos las canciones de Joan Manuel Serrat y creíamos que íbamos a cambiar el planeta con una canción o con un dibujo. Más tarde nos dimos cuenta de que la lucha armada no era el camino. Ahora nos damos cuenta de que ya no hay políticos”, agregaba el hombre que dejó de dibujar a Mafalda “porque un personaje esclaviza mucho y yo tenía mucho miedo de repetirme. Mafalda sigue viva en los lectores, pero yo no la quiero más que a otros dibujos míos. Soy como un carpintero, Mafalda es un mueble que me quedó bien y vendió mucho, pero quiero a todos mis muebles”, dijo.

Quino firmando ejemplares de su libro reciente, Simplemente Quino. Foto: Facebook

Quino firmando ejemplares de su libro reciente, Simplemente Quino. Foto: Facebook

“De mis personajes tengo todo, porque nacieron de mí. Aunque me identifico más con Miguelito y Felipe, porque como ellos vivo haciéndome preguntas inútiles. Cuando llegué a Buenos Aires, vivía en una pensión con un periodista, que por cierto desapareció a manos de la dictadura. Un día estaba mirando por la ventana y le pregunté a este muchacho: “Che, Julián, decime, ¿cuánto creés que pesa un árbol?”. Y él me contestó: “¿Por qué no te vas un poco a la puta que lo parió?”. De Manolito lo que tengo es el manejo del dinero, quiero decir, yo soy un desastre para manejar el dinero, nunca me supe administrar en ese aspecto, entonces puse toda la eficacia que no tengo en Manolito. Con Susanita me identifico por lo chismoso. Soy incapaz de contar un chisme, pero me encanta que me vengan a contar cosas de los demás”, expresó.

Ama las películas de Ingmar Bergman y el vino tinto. No mira las telenovelas, aunque tiene muchos recuerdos de los radioteatros de su infancia. Creó a Mafalda, pero Mafalda no lo creó a él. Quino es único.

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En 2014, con motivo del 50.º aniversario de Mafalda, el Festival Internacional de la Historieta de Angoulême (Francia) rindió homenaje a Quino y recreó en la exposición Mafalda, una niña de 50 años, el entorno del personaje y de sus compañeros a tamaño natural.

Ciudadano Ilustre de Mendoza y Buenos Aires y catedrático honorífico de Humor Gráfico de la Universidad de Alcalá de Henares, Quino ha recibido numerosos premios. Entre ellos, se encuentran el de Humorista Gráfico del Año del Salón Internacional de Montreal (1982), dos Konex de Platino de Artes Visuales-Humor Gráfico (1982 y 1992) y el Konex Especial (2012), el Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos (2000) y el Romics de Oro (Roma, 2011).

“Calvin y Hobbes”: 10 años en la vida del “Salinger” del cómic

lunes, mayo 2nd, 2016
Una tira cómica entrañable. Foto: Especial

Una tira cómica entrañable. Foto: Especial

Calvin y Hobbes debutó en 1985, convirtiéndose casi de inmediato en un gran éxito, tanto, que al poco tiempo aparecía en 250 periódicos. Su autor, Bill Watterson, se retiró hace muchos años de la luz pública y dejó de dibujar para siempre sus personajes

Ciudad de México, 2 de mayo (SinEmbargo).- Actualmente se puede ver por Netflix el documental Dear Mr Watterson, dedicado al creador de la tira cómica de Calvin y Hobbes, una verdadera leyenda en el territorio de los cómics.

Lo curioso es que en la película dan testimonio muchos personajes y se cuenta la historia de Bill Watterson (Washington, 1958), un publicista hastiado de su trabajo que encontró en el dibujo su válvula de escape, pero no aparece Bill Watterson.

Sucede que el hombre que relata en clave de humor las peripecias de Calvin, un chico de 6 años con una mente extremadamente imaginativa y Hobbes, su tigre de peluche enérgico, sarcástico y al que Calvin habla como si fuera real, se ha retirado hace mucho tiempo de la luz pública y no otorga entrevistas, cual hiciera el célebre J. D. Salinger (1919-2010), autor de El guardián entre el centeno.

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En nuestra lengua es paradigmático el caso de Quino, el entrañable creador de Mafalda, quien muchos años antes de Watterson renunció a seguir dibujando su personaje, cuando éste estaba en la cumbre de su popularidad, negándose además en forma contumaz a crear un merchandising alrededor de su tira.

En uno de los pocos discursos que Bill dio en público antes de que huyera en forma pertinaz del foco público, explica la razón de su negativa a crear muñecos de peluche reales que agrandaran su negocio, un tema que se debate en la película mencionada y en la que muchos de sus colegas discuten con argumentos muy dignos también de ser tomados en cuenta.

Crear una vida que refleje tus valores y satisfaga tu alma es un logro poco común. En una cultura que promueve incansablemente la avaricia y el exceso como la buena vida, una persona feliz haciendo su propio trabajo es generalmente considerado un excéntrico o subversivo.

La ambición sólo se entiende si es para llegar a la cima de alguna imaginaria escalera de éxito. Alguien que tiene un trabajo poco exigente, ya que le da el tiempo para dedicarse a otros intereses y actividades se considera poco fiable. Una persona que abandona una carrera con el fin de quedarse en casa y criar a los hijos se considera que no está a la altura de su potencial – como si un puesto de trabajo y el salario fuesen la única medida de valor humano.

Se te pedirá que de mil maneras, algunas sutiles y otras no tanto, seguir subiendo, y nunca estar satisfecho con el puesto que ocupas, con quién eres y con lo que estás haciendo. Hay un millón de maneras de venderte a esto y te garantizo que oirás hablar de ellas.

Para Watterson, distinguir entre arte mayor y arte popular no tiene ningún sentido, puesto que “por su aparente sencillez, las posibilidades expresivas de los cómics rivalizan con las de cualquier otra forma de arte.

Con esos principios, el hombre que reveló que la mejor manera de atrapar a un tigre era poniéndole una trampa con un sándwich de atún, se convirtió en un símbolo para su gremio y sin duda un artista venerado por los millones de lectores tanto niños como adultos que aprendieron a reír con su legendaria tira Calvin y Hobbes.

BILL WATTERSON, EN ESPAÑOL

Imagen: Especial

Calvin y Hobbes debutó en 1985. Imagen: Especial

Ahora es la editorial Océano la encargada de editar y distribuir el volumen Calvin y Hobbes: 10 años, con motivo del cumpleaños número diez de una de las tiras cómicas más exitosas y entrañables de todos los tiempos.

A lo largo del tiempo, el caricaturista Bill Watterson ha conseguido convertir a los dos personajes protagónicos en verdaderos íconos de la cultura popular.

Con ingenio, ironía y un enorme sentido de humor, el autor ofrece, a través de los diálogos y las travesuras de estos héroes, una curiosa mirada a la vida cotidiana de las personas, al tiempo que traza un retrato de la realidad contemporánea.

Detrás de su aparente sencillez, esta tira cómica nos entrega comentarios irónicos y llenos de inteligencia que nos invitan a pensar el mundo con mayor profundidad.

Calvin y Hobbes debutó en 1985, convirtiéndose casi de inmediato en un gran éxito, tanto, que al poco tiempo aparecía en 250 periódicos.

Bill Watterson nació en 1958 en Washington, D.C. Estudió Ciencias Políticas en el Kenyon College y comenzó su carrera profesional como dibujante de caricaturas políticas para el Cincinnati Post. Su tira cómica Calvin y Hobbes lo ha hecho merecedor de varios premios, entre ellos el Reuben de la National Cartoonists Society (Asociación Nacional de Historietistas) y el Humor Comic Strip Award.

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