Posts Tagged ‘Origen de la vida en la Tierra’

¿Cómo surgió la vida en la Tierra? Aquí los experimentos que resolvieron el enigma

jueves, junio 2nd, 2022

Uno de los grandes enigmas de la ciencia ha sido el origen de la vida y aquí un experto explica las observaciones científicas que llevaron a desentrañar poco a poco esta gran incógnita.

Por Santiago Roura Ferrer
Profesor asociado Facultad de Medicina, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya

Madrid, 2 de junio (The Conversation).- Los seres humanos llevamos milenios intentando responder a una pregunta: ¿cómo surgió la vida en la Tierra?

Las primeras observaciones que intentaron desentrañar este gran enigma se remontan al siglo IV a. e. c. Los pensadores de la época intentaban entender qué ocurría cuándo restos de alimentos se cubrían de gusanos en unos pocos días, o cuando aparecían renacuajos en charcas yermas llenas de barro. Ilustres científicos como Aristóteles, Van Helmont y Needham se manifestaron entonces a favor de una sutil fuerza mágica, que consideraban responsable del desarrollo espontáneo de vida donde no la había antes.

Hubo que esperar hasta mediados del siglo XIX para que el brillante químico, físico, matemático y bacteriólogo francés Louis Pasteur, junto a otros reputados científicos, refutara de una vez por todas esa interpretación errónea.

A partir de ahí, el foco de interés se trasladó al estudio de la estructura, composición y dinámica del planeta Tierra. Se descubrieron nuevos datos que apuntaban a que la materia orgánica podía generarse a partir de compuestos precursores inorgánicos (abiogénesis).

OPARIN, LOS VOLCANES Y LA VIDA

Y entonces llegaron las conjeturas de un biólogo y bioquímico de origen soviético llamado Aleksandr Ivánovich Oparin, el primero en sopesar que los 30 kilómetros de espesor medio de la corteza terrestre, formados básicamente por roca de origen magmático, eran prueba de la gran actividad volcánica de la Tierra primitiva.

El bioquímico soviético Aleksandr Ivánovich Oparin. Foto: Wikimedia Commons/Russian Academy of Sciences, CC BY vía The Conversation

Así, con tan sólo unos pocos indicios, Oparin expuso en 1924 su famosa teoría sobre los efectos de esa gran actividad volcánica, también conocida como la hipótesis Oparin-Haldane debido a que, simultáneamente, el científico británico J. B. S. Haldane estaba concibiendo una teoría bastante similar. La persistencia de esa actividad durante millones de años habría provocado la saturación en humedad de la atmósfera y la posterior condensación del agua en forma de lluvia capaz de arrastrar moléculas tales como ácidos orgánicos e inorgánicos.

Además, en estas condiciones sofocantes, la radiación ultravioleta y las frecuentes descargas eléctricas producidas por relámpagos y rayos en la atmósfera terrestre habrían generado las reacciones químicas oportunas para formar sustancias básicas para la vida en pozos sobre las rocas calientes.

Para atestiguar este ambiente primigenio de elevadas temperaturas y ausencia de oxígeno y primeros mares prebióticos no hay más que visitar el famoso Grand Prismatic Spring de Yellowstone, el mayor lago de aguas termales de Estados Unidos y el tercero más grande del mundo. En él, la gama espectacular de colores vivos, que van del verde al rojo, es el resultado del crecimiento de bacterias pigmentadas en sus aguas ricas en minerales.

RECREANDO LA TIERRA PRIMITIVA

Aún tenemos que dar otro salto en el tiempo para ver cómo se demostró la generación de alguno de los componentes básicos para la vida en esa gran charca o sopa primordial de Oparin y Haldane. Viajamos hasta 1952, cuando el profesor de la Universidad de Chicago y ganador del Premio Nobel de Química en 1934 Harold Clayton Urey (uno de los directores del proyecto de la bomba atómica), junto a uno de sus estudiantes de doctorado más aventajados, Stanley Miller, dieron otro paso clave.

Concretamente formaron algunas unidades constituyentes de las proteínas denominadas aminoácidos –glicina, alfa alanina, beta alanina– y trazas de ácido aspártico y ácido alfa aminobutírico a partir de sustancias inorgánicas, es decir, de agua, metano, amoniaco e hidrógeno. Todo ello bajo estimulación con rayos ultravioletas y energía eléctrica.

La caja original que contiene muestras archivadas de descarga de chispas preparadas por Stanley Miller en 1958. Foto: Jeffrey Bada y Robert Benson/Scripps Institution of Oceanography, University of California at San Diego

Muestras originales utilizadas por Stanley Miller para estudiar los orígenes de la vida. Foto: Scripps Institution of Oceanography, University of Calif., San Diego

El experimento consiguió simular a la perfección las condiciones imperantes en la Tierra primitiva supuestas treinta años antes dentro de un conjunto sellado estéril de tubos y recipientes de cristal conectados entre sí.

Cuenta la historia que fue Miller quien diseñó y propuso el experimento que se convirtió en la simulación empírica de los postulados de Oparin y Haldane a su director de tesis. Inicialmente Urey no estaba nada convencido, y le invitó a abandonar su idea por descabellada. Sin embargo, el joven científico prometió que en sólo seis meses conseguiría algún resultado para poder así seguir con su proyecto. Finalmente, ambos consiguieron su objetivo: recrear literalmente un mar y una atmósfera, además de construir un condensador para reproducir la lluvia que se abatía incesantemente sobre la Tierra primitiva miles de millones de años atrás.

Posteriormente, siguiendo el procedimiento y variando el tipo y cantidades de los reactivos descritos por Miller y Urey, se han podido generar otros componentes vitales como ácidos nucleicos y trifosfato de adenosina, la moneda energética que usan los organismos vivos para realizar todas sus funciones. Esta experiencia, junto a nuevos conocimientos sobre el ADN y el ARN, la posible existencia de condiciones prebióticas en otros planetas, el anuncio de fósiles encontrados en meteoritos procedentes de Marte y el reciente descubrimiento de los fósiles termales más antiguos, han impulsado nuevamente el interés por el estudio del origen de la vida.

En resumen, las investigaciones de Oparin y Miller, entre otros muchos, pudieron esclarecer las primeras etapas del largo viaje transcurrido desde los albores de la vida en el planeta Tierra (~3 mil 800 millones de años). Según ellos, la síntesis de compuestos orgánicos fue posible en la Tierra primitiva, pero no de forma espontánea, sino fruto de reacciones químicas muy oportunas.

El estudio sobre el origen de la vida es un ejemplo fascinante de la maravillosa imaginación y pericia experimental que, entre tubos de laboratorio y fósiles, ha conseguido resolver uno de los grandes enigmas para el conocimiento humano.

(A) El aparato utilizado para el experimento original de Miller, (B) El aparato utilizado para el “segundo” experimento inicialmente inédito de Miller. Fotos: Ned Shaw, Indiana University

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE THE CONVERSATION. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Los meteoritos contienen toda la información molecular para el desarrollo de la vida

lunes, mayo 23rd, 2022

El estudio apoya la idea de que los meteoritos contienen la información básica que pudo haber contribuido al desarrollo de la vida en la Tierra.

Madrid, 23 de mayo (Europa Press).- Usando nuevos análisis, los científicos acaban de encontrar las dos últimas de las cinco unidades informativas de ADN y ARN que aún no se habían descubierto en muestras de meteoritos.

Si bien es poco probable que se pueda formar ADN en un meteorito, este descubrimiento demuestra que estas partes genéticas están disponibles para su entrega y podrían haber contribuido al desarrollo de las moléculas instructivas en la Tierra primitiva.

El descubrimiento, realizado por un equipo internacional con investigadores de la NASA, brinda más evidencia de que las reacciones químicas en los asteroides pueden producir algunos de los ingredientes de la vida, que podrían haber sido entregados a la Tierra antigua por impactos de meteoritos o tal vez por la caída de polvo.

Todo el ADN y el ARN, que contiene las instrucciones para construir y operar cada ser vivo en la Tierra, contiene cinco componentes informativos, llamados nucleobases. Hasta ahora, los científicos que buscaban muestras extraterrestres solo habían encontrado tres de los cinco. Sin embargo, un análisis reciente realizado por un equipo de científicos dirigido por el profesor asociado Yasuhiro Oba de la Universidad de Hokkaido, Hokkaido, Japón, identificó las dos nucleobases finales que han eludido a los científicos.

Las nucleobases pertenecen a clases de moléculas orgánicas llamadas purinas y pirimidinas, que tienen una amplia variedad. Sin embargo, sigue siendo un misterio por qué hasta ahora no se han descubierto más tipos en meteoritos.

“Me pregunto por qué las purinas y las pirimidinas son excepcionales en el sentido de que no muestran diversidad estructural en los meteoritos carbonosos a diferencia de otras clases de compuestos orgánicos como los aminoácidos y los hidrocarburos”, dijo en un comunicado Oba, autor principal de un artículo sobre la investigación publicado en Nature Communications. “Dado que las purinas y las pirimidinas se pueden sintetizar en entornos extraterrestres, como ha demostrado nuestro propio estudio, uno esperaría encontrar una amplia diversidad de estas moléculas orgánicas en los meteoritos”.

“Ahora tenemos evidencia de que el conjunto completo de nucleobases utilizadas en la vida actual podría haber estado disponible en la Tierra cuando surgió la vida”, dijo Danny Glavin, coautor del artículo en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

Este par de nucleobases recién descubiertas, citosina y timina, ha sido esquivo en análisis anteriores probablemente debido a su estructura más delicada, que puede haberse degradado cuando los científicos extrajeron muestras previamente. En los experimentos anteriores, los científicos crearon una especie de “té de meteorito”, colocando granos de meteorito en un baño caliente para permitir que las moléculas de la muestra se extraigan en la solución y luego analizaron la composición molecular del caldo extraterrestre.

“Estudiamos estos extractos de agua ya que contienen cosas buenas, moléculas orgánicas antiguas que podrían haber sido componentes clave para el origen de la vida en la Tierra”, dijo Glavin.

“Estudiamos estos extractos de agua ya que contienen cosas buenas, moléculas orgánicas antiguas que podrían haber sido componentes clave para el origen de la vida en la Tierra”, dijo Glavin. Foto: NASA/NOAA/GOES Project

Debido a lo delicadas que son estas dos nucleobases, el equipo inicialmente se mostró escéptico de verlas en las muestras. Pero dos factores pueden haber contribuido al nuevo descubrimiento: primero, el equipo usó agua fría para extraer los compuestos en lugar de ácido fórmico caliente, que es muy reactivo y podría haber destruido estas moléculas frágiles en muestras anteriores. En segundo lugar, se emplearon análisis más sensibles que podían detectar cantidades más pequeñas de estas moléculas.

“Este grupo ha logrado una técnica que se parece más a la infusión fría que al té caliente y es capaz de extraer compuestos más delicados”, dijo Jason Dworkin, coautor del artículo en NASA Goddard. “Me sorprendió que hubieran visto citosina, que es muy frágil”.

El hallazgo no proporciona una prueba definitiva sobre si la vida en la Tierra recibió ayuda del espacio o se produjo exclusivamente en la sopa prebiótica en la infancia del planeta. Pero completar el conjunto de nucleobases que componen la vida actual, además de otras moléculas que se encuentran en la muestra, brinda a los científicos que intentan comprender el comienzo de la vida más compuestos para experimentar en el laboratorio.

“Esto está agregando más y más piezas; ahora se ha encontrado que los meteoritos tienen azúcares y bases”, dijo Dworkin. “Es emocionante ver el progreso en la fabricación de las moléculas fundamentales de la biología desde el espacio”.

Este análisis no solo se sumó al kit para aquellos que modelan el inicio de la vida en la Tierra, sino que también proporciona una prueba de concepto para una técnica más efectiva para extraer información de asteroides en el futuro, especialmente de las muestras de Bennu que se dirigen a Tierra en el próximo año a través de la misión OSIRIS-REx de la NASA.

La Tierra se volvió habitable hace 2 mil 900 millones de años, asegura estudio

viernes, octubre 1st, 2021

Usando una nueva técnica de análisis, los investigadores descubrieron que las cianobacterias actuales descienden de un ancestro común que evolución hace 2 mil 900 millones de años y, en el proceso, liberó oxígeno, dando paso a la habitabilidad del planeta.

MADRID, 1 de ocubre (EUROPA PRESS) – Una nueva técnica de análisis de genes muestra que todas las especies de cianobacterias que viven en la actualidad se remontan a un ancestro común que evolucionó hace unos 2 mil 900 millones de años.

Fue entonces cuando la Tierra dio un giro hacia la habitabilidad cuando este grupo de microbios emprendedores desarrollaron la fotosíntesis oxigenada, la capacidad de convertir la luz y el agua en energía, liberando oxígeno en el proceso.

Científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) también encontraron que los antepasados de las cianobacterias se ramificaron de otras bacterias hace unos 3 mil 400 millones de años, y que la fotosíntesis oxigénica probablemente evolucionó durante los quinientos millones de años intermedios, durante el Eón Arqueano.

Curiosamente, esta estimación sitúa la aparición de la fotosíntesis oxigenada al menos 400 millones de años antes del Gran Evento de Oxidación, un periodo en el que la atmósfera y los océanos de la Tierra experimentaron por primera vez un aumento de oxígeno. Esto sugiere que las cianobacterias pueden haber desarrollado la capacidad de producir oxígeno desde el principio, pero que tomó un tiempo para que este oxígeno realmente se arraigara en el medio ambiente.

“En la evolución, las cosas siempre comienzan con algo pequeño”, dice en un comunicado el autor principal Greg Fournier, profesor asociado de geobiología en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del MIT. “A pesar de que hay evidencia de la fotosíntesis oxigénica temprana, que es la innovación evolutiva más importante y realmente sorprendente en la Tierra, todavía tomó cientos de millones de años para que despegara”.

Para fechar con precisión el origen de las cianobacterias y la fotosíntesis oxigenada, Fournier y sus colegas emparejaron la datación por reloj molecular con la transferencia horizontal de genes, un método independiente que no se basa completamente en fósiles o suposiciones de velocidad.

Normalmente, un organismo hereda un gen “verticalmente”, cuando se transmite desde el padre del organismo. En raras ocasiones, un gen también puede saltar de una especie a otra, especies relacionadas lejanamente. Por ejemplo, una célula puede comerse a otra y, en el proceso, incorporar algunos genes nuevos a su genoma.

Cuando se encuentra un historial de transferencia de genes horizontal de este tipo, queda claro que el grupo de organismos que adquirió el gen es evolutivamente más joven que el grupo del que se originó el gen. Fournier razonó que tales casos podrían usarse para determinar las edades relativas entre ciertos grupos bacterianos. Las edades de estos grupos podrían compararse con las edades que predicen varios modelos de reloj molecular. El modelo que se acerque más probablemente sea el más preciso y luego podría usarse para estimar con precisión la edad de otras especies bacterianas, específicamente, las cianobacterias.

Siguiendo este razonamiento, el equipo buscó casos de transferencia horizontal de genes a través de los genomas de miles de especies bacterianas, incluidas las cianobacterias. También utilizaron nuevos cultivos de cianobacterias modernas tomadas por Bosak y Moore, para utilizar con mayor precisión cianobacterias fósiles como calibraciones. Al final, identificaron 34 casos claros de transferencia genética horizontal. Luego encontraron que uno de cada seis modelos de reloj molecular coincidía consistentemente con las edades relativas identificadas en el análisis de transferencia de genes horizontal del equipo.

El equipo buscó casos de transferencia horizontal de genes a través de los genomas de miles de especies bacterianas, incluidas las cianobacterias. Foto: G. P. Fournier et al, The Archean origin of oxygenic photosynthesis and extant cyanobacterial lineages, Proceedings of the Royal Society B, septiembre 2021

Fournier corrió este modelo para estimar la edad del grupo de cianobacterias “corona”, que abarca todas las especies que viven hoy y que se sabe que exhiben fotosíntesis oxigenada. Descubrieron que, durante el eón Arcaico, el grupo de la corona se originó hace unos 2 mil 900 millones de años, mientras que las cianobacterias en su conjunto se ramificaron de otras bacterias hace unos 3 mil 400 millones de años. Esto sugiere fuertemente que la fotosíntesis oxigenada ya estaba ocurriendo 500 millones de años antes del Gran Evento de Oxidación (GOE), y que las cianobacterias estaban produciendo oxígeno durante bastante tiempo antes de que se acumulara en la atmósfera.

El análisis también reveló que, poco antes del GOE, hace unos 2 mil 400 millones de años, las cianobacterias experimentaron un estallido de diversificación. Esto implica que una rápida expansión de las cianobacterias puede haber inclinado la Tierra hacia el GOE y haber lanzado oxígeno a la atmósfera.

Winchcombe, un meteorito que guardaría secretos del origen de la vida en la Tierra

domingo, agosto 1st, 2021

El material de gris oscuro a negro se reconoce absolutamente como de naturaleza meteorítica, de una composición pedregosa, rica en materia orgánica y agua.

Ciudad de México, 1 de agosto (RT).- Una investigación sobre el raro meteorito Winchcombe, que cayó en el Reino Unido en febrero de este año, sugiere que la roca espacial se remonta al comienzo del sistema solar, hace 4 mil 500 millones de años y que podría guardar secretos sobre los orígenes de los océanos y la vida en la Tierra.

Desde su caída, equipos de científicos, financiados por el Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología y dirigidos por el Museo de Historia Natural de Londres, comenzaron rápidamente la búsqueda de signos de agua y sustancias orgánicas en Winchcombe antes de sufrir posibles alteraciones.

La doctora Queenie Chan de la Universidad de Londres, expresó que, “estudiar el meteorito sólo unas semanas después de la caída, antes de cualquier contaminación terrestre significativa, señala que realmente estamos mirando hacia atrás en el tiempo a los ingredientes presentes en el nacimiento del sistema solar y aprendiendo cómo se unieron para formar planetas como la Tierra”.

Los análisis iniciales del meteorito Winchcombe, que lo califican como miembro de las condritas carbonáceas (CM), “similar a Mighei”, en referencia a un tipo particular de meteorito que se encontró en Ucrania a fines del siglo XIX, ahora han sido aprobados formalmente por la Sociedad Meteorítica.

Según esta clasificación formal, se concluyó que el material de gris oscuro a negro encontrado en el condado inglés Gloucestershire, se reconoce absolutamente como de naturaleza meteorítica. Winchcombe, tiene una composición pedregosa, rica en materia orgánica y agua.

Metetorito Winchcombe. Foto: Trustees of the Natural History Museum

Por su parte, la doctora Sarah McMullan del Departamento de Ciencias e Ingeniería de la Tierra de Imperial, mencionó que “este es el primer meteorito observado y recuperado en el Reino Unido durante 30 años. Encontrar un meteorito tan grande y tan rápido, sin una contaminación terrestre significativa, es un éxito tan raro y enorme para comprender cómo los ingredientes del sistema solar se combinaron para crear nuestros planetas”.

Una pieza recuperada de Winchcombe durante una búsqueda organizada por la comunidad científica planetaria del Reino Unido se encuentra en exhibición pública en el Museo de Historia Natural de Londres.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE RT. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

¿Cometas dieron forma a origen de la civilización humana? Teoría lo sugiere

domingo, junio 27th, 2021

Científicos creen que el fenómeno hizo que las personas pasaran de llevar un estilo de vida de cazadores-recolectores a otro sedentario centrado en la agricultura.

Ciudad de México, 27 de junio (RT).- Un grupo de científicos de la Universidad de Edimburgo (Escocia, Reino Unido) cree que el posible impacto sobre la Tierra de unos fragmentos de cometas hace casi 13 mil años pudo haber dado forma a los orígenes de la civilización humana, según explican en un comunicado publicado este jueves en la página web de la institución educativa.

Los expertos señalan que ese impacto cósmico, que se trataría del más devastador desde el meteorito que provocó la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años, parece coincidir con cambios importantes en la forma en que las sociedades humanas se organizaban.

DRYAS RECIENTE

Concretamente, creen que ese fenómeno natural, ocurrido antes del inicio del neolítico, hizo que los seres humanos del Creciente Fértil —región histórica que abarca países actuales como Egipto, Irak y el Líbano— cambiaran su estilo de vida, pasando de ser cazadores-recolectores a centrarse en la agricultura y en la creación de asentamientos permanentes.

Algunos científicos consideran que el impacto del cometa, conocido como el impacto Dryas Reciente, también acabó con muchas especies de grandes animales y marcó el comienzo de era de enfriamiento climático que duró más de un milenio.

El equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo asegura que una gran cantidad de pruebas respaldan esta teoría. En particular, analizaron datos geológicos de cuatro continentes, especialmente en América del Norte y Groenlandia, donde se cree que cayeron los fragmentos más grandes.

“GRAN CATÁSTROFE CÓSMICA”

Los análisis revelaron niveles excesivos de platino, huellas de materiales derretidos a temperaturas extremadamente altas y nanodiamantes, que se sabe que existen dentro de los cometas y se forman durante las explosiones de alta energía.

“Esta gran catástrofe cósmica parece haber sido conmemorada en los pilares gigantes de piedra de Göbekli Tepe [en Turquía], posiblemente el ‘primer templo del mundo’, que está relacionado con el origen de la civilización en el Creciente Fértil del suroeste de Asia”, afirma Martin Sweatman, autor del estudio que se publicará el mes que viene en Earth-Science Reviews. “¿La civilización comenzó con un estallido?”, se pregunta.

No obstante, el equipo de científicos recalca la necesidad de analizar más a fondo esta cuestión para arrojar luz sobre cómo este fenómeno cósmico pudo haber afectado al clima global y a los cambios asociados en las poblaciones humanas o en las extinciones de animales.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE RT. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

¿Los relámpagos habrían ayudado a originar la vida en la Tierra? Estudio sugiere que su papel fue clave

martes, mayo 4th, 2021

La hipótesis es una alternativa a las suposiciones sobre los meteoritos como fuente de fósforo prebiótico.

Ciudad de México, 4 de mayo (RT).- Los relámpagos podrían haber proporcionado cantidades suficientes de compuestos de fósforo para crear condiciones para la aparición y mantenimiento de la vida en la Tierra, ha concluido un grupo de investigadores.

El fósforo es uno de los elementos clave para la vida, siendo un componente de ADN, ARN y fosfolípidos. Para formar las moléculas esenciales, el fósforo debe ser reactivo, es decir disoluble, mientras que los fosfuros ampliamente presentes en la Tierra no lo son. Por contraste, la schreibersita mineral, hallada en meteoritos metálicos, es altamente reactiva. Por esta razón los meteoritos han sido considerados la fuente de fósforo prebiótico en la Tierra.

Investigadores de la Universidad de Leeds (Reino Unido) han planteado una fuente alternativa a la schreibersita. Al estudiar fulguritas —estructuras en forma de tubo dejadas en la roca por rayos— el equipo descubrió una gran cantidad de este compuesto en las muestras.

Los cálculos realizados, que tomaron en cuenta la mayor actividad eléctrica de la atmósfera en la etapa temprana de la Tierra, indicaron que hace entre 4 mil 500 millones y 3 mil 500 millones de años, los rayos podrían haber producido entre 110 y 11 mil kg anuales de fósforo reactivo en forma de fosfuros, fosfitos e hipofosfitos, en cantidades suficientes como para mantener las primeras formas de la vida.

Sección principal de una fulgurita arcillosa creada por el impacto de un rayo en el suelo. Foto: Hess, B.L., Piazolo, S. & Harvey, J. Lightning strikes as a major facilitator of prebiotic phosphorus reduction on early Earth. Nat Commun 12, 1535 (2021).

Los autores del estudio publicado en Nature Communications subrayan que los impactos de relámpagos han estado ocurriendo a un ritmo relativamente igual durante millones de años, mientras que la hipótesis meteórica se refiere a periodos separados de bombardeos de la Tierra. Asimismo, los rayos son más frecuentes en regiones trópicas, donde se cree que se originó la vida.

Los relámpagos podrían haber proporcionado cantidades suficientes de compuestos de fósforo para crear condiciones para la aparición y mantenimiento de la vida en la Tierra. Foto: Hess, B.L., Piazolo, S. & Harvey, J. Lightning strikes as a major facilitator of prebiotic phosphorus reduction on early Earth. Nat Commun 12, 1535 (2021).

Según los investigadores, abundantes descargas eléctricas en la atmósfera podría ser uno de los factores para la búsqueda de la vida extraterrestre.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE RT. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Expertos alemanes aseguran haber recreado los procesos bioquímicos de las primeras formas de vida

domingo, junio 14th, 2020

Los científicos afirman haber recreado las duras condiciones en lo profundo de la corteza terrestre tal como existía hace unos 3 mil 800 millones de años. Allí es donde, según ellos, comenzó la vida.

Ciudad de México, 14 de junio (RT).- Cómo y dónde se originó la vida en la Tierra ha sido durante mucho tiempo uno de los principales misterios para el mundo científico. Aunque ya se han realizado múltiples investigaciones sobre este tema, los investigadores aún no han encontrado una respuesta clara, pero recientemente un equipo hizo una declaración muy interesante.

Investigadores de la Universidad de Duisburgo-Essen (Alemania) afirman que han recreado los procesos bioquímicos que dieron lugar a las primeras formas de vida en nuestro planeta, reseña el portal Phys.org.

Los expertos alemanes lograron recrear las duras condiciones en lo profundo de la corteza terrestre tal como existía hace unos 3 mil 800 millones de años, que es donde, según ellos, comenzó la vida. En esas condiciones, pudieron crear y destruir 1 mil 500 vesículas, estructuras biológicas con forma de burbuja similares a la membrana de una célula, durante un periodo de dos semanas.

Los investigadores pudieron crear y destruir 1 mil 500 vesículas, estructuras biológicas con forma de burbuja similares a la membrana de una célula, durante un periodo de dos semanas. Foto: Margarito Pérez, Cuartoscuro

Los resultados de su trabajo, que aún no ha sido aprobado científicamente, son descritos en un libro que los científicos publicarán el próximo mes, y que podría arrojar nueva luz sobre cómo comenzó y se desarrolló la vida exactamente.

ESTRATEGIA DE SUPERVIVENCIA

Los científicos generaron y destruyeron múltiples generaciones de vesículas, algunas de las cuales pudieron sobrevivir mejor a las duras presiones y condiciones geoquímicas a las que fueron sometidas. Eso se debe a que habían absorbido ciertas biomoléculas en sus membranas que les dieron una ventaja, ilustrando potencialmente cómo las estructuras biológicas lograron sobrevivir por primera vez, detallan los investigadores.

“Llegamos a la conclusión de que de esta manera, las vesículas pudieron compensar la presión destructiva”, afirmó uno de los autores del libro, el químico Christian Meyer. “Como una estrategia de supervivencia, si quieren ponerlo así”, agregó.

A LA SUPERFICIE A TRAVÉS DE GÉISERES

Entonces, la pregunta es cómo pequeñas gotas biomoleculares que se forman dentro de la corteza terrestre condujeron a un planeta rico en vida. Los científicos indican que la actividad misma del planeta atribuyó a ese proceso.

“Hemos simulado en un lapso de tiempo, hace miles de millones de años, en que tales vesículas podrían haberse estabilizado lo suficiente como para salir a la superficie durante las erupciones de géiseres”, explicó Ulrich Schreiber, geólogo y coautor del estudio.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE RT. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

El origen de las estructuras responsables de primeras formas de vida en la Tierra es descubierto

lunes, marzo 16th, 2020

El trabajo predice cómo eran las primeras proteínas hace entre 3500 y 2500 millones de años. Para saberlo, los científicos rastrearon la evolución de las enzimas (proteínas) desde el presente hasta el pasado profundo como si reconstruyeran un rompecabezas de miles de piezas.

Madrid, 16 de marzo (EFE).- Investigadores estadounidenses han descubierto los orígenes de las estructuras proteínicas responsables del metabolismo que permitió las primeras formas de vida terrestres: moléculas simples que alimentaron la vida temprana en la Tierra y cuyo rastro químico podría servir a los bioquímicos para buscar vida en otros planetas.

La investigación, coordinada por un equipo de científicos de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey (Estados Unidos), llamado ENIGMA, y subvencionada por el Programa de Astrobiología de la NASA, pretende identificar el papel de las proteínas más simples que catalizaron las primeras etapas de la vida en nuestro planeta.

El trabajo predice cómo eran las primeras proteínas hace entre 3500 y 2500 millones de años. Para saberlo, los científicos rastrearon la evolución de las enzimas (proteínas) desde el presente hasta el pasado profundo como si reconstruyeran un rompecabezas de miles de piezas.

Pero para completar el rompecabezas hacían falta dos piezas sin las cuales la vida en la Tierra no podría existir. Construyendo una red conectada por su función en el metabolismo, este equipo descubrió las piezas que faltaban.

“Sabemos muy poco sobre cómo comenzó la vida en nuestro planeta. Este trabajo nos permitió vislumbrar en lo profundo del tiempo y proponer las primeras proteínas metabólicas”, explica Vikas Nanda, profesor de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad de Rutgers.

En la reconstrucción del puzzle, el equipo de Rutgers se centró en dos “pliegues” de proteínas que son probablemente las primeras estructuras en el metabolismo temprano.

Se trata de un pliegue de ferredoxina que une los compuestos de hierro y azufre, y un pliegue “Rossmann”, que une los nucleótidos (los bloques de construcción del ADN y el ARN). Estas son dos piezas del rompecabezas que deben encajar en la evolución de la vida.

Hay pruebas de que los dos pliegues pueden haber compartido un ancestro común y, si es cierto, el ancestro puede haber sido la primera enzima metabólica de la vida.

Las predicciones de ENIGMA se probarán ahora en laboratorio, con el fin de intentar comprender mejor los orígenes de la vida en la Tierra y determinar cómo podría surgir la vida en otros lugares, para ello, “estamos construyendo modelos de proteínas y probando si pueden desencadenar reacciones críticas para el metabolismo temprano”, detalla el bioquímico.

“Creemos que la vida se construyó a partir de bloques de construcción muy pequeños y surgió como un conjunto de Lego para hacer células y organismos más complejos como nosotros”, relata el autor principal Paul G. Falkowski, investigador principal de ENIGMA y profesor de la Universidad de Rutgers-New Brunswick.

“Creemos que hemos encontrado los bloques de construcción de la vida, el conjunto de Lego que llevó, en última instancia, a la evolución de las células, animales y plantas”, subraya el investigador estadounidense.