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Francisco sube al papamóvil a 8 niños refugiados durante su recorrido por la plaza de San Pedro

miércoles, mayo 15th, 2019

Ciudad del Vaticano, 15 may (EFE).- El Papa Francisco llevó hoy en su papamóvil, en un recorrido por la plaza de San Pedro previo a una audiencia general, a ocho niños refugiados que llegaron a Italia en barco o a través de los pasillos humanitarios organizados por Naciones Unidas.

Durante el tradicional recorrido en papamóvil por la plaza de San Pedro para saludar a los fieles, Francisco invita en algunas ocasiones a grupos de niños a que lo hagan con él en el vehículo.

Durante su audiencia general, el papa Francisco bendice a un bebé. Foto: Agencia EFE/ Angelo Carconi

Esta vez el grupo era especial, pues se trataba de niños procedentes de Siria, Nigeria y Congo que llegaron a Italia el pasado 29 de abril desde Libia gracias a la iniciativa pasillos humanitarios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Gobierno italiano, informó el Vaticano.

Con este programa se ha conseguido evacuar a más de 2 mil 500 migrantes vulnerables de Libia.

Los otros niños llegaron en un barco a Italia hace algunos meses y “han sido acogidos junto con sus familias en el centro de la asociación Mondo Migliore y la cooperativa Auxilium.

El Papa al final de la audiencia saludó a la delegación de la ONG Save the Children Italia y a varios centros de acogida en Roma, así como a los “refugiados procedentes de Libia” presentes hoy en la plaza de San Pedro. EFE

Dos años de la muerte de Aylan, y “desde entonces todo ha sido peor para los refugiados”: Save The Children

sábado, septiembre 2nd, 2017

Más de 500 menores han muerto en el Mediterráneo dos años después de la aparición del cuerpo sin vida de Aylan Kurdi en una playa turca. “Hay un virus de insensibilidad absoluta que ha neutralizado a los gobiernos. Da igual que mueran 2 mil o 12 mil. Les da lo mismo”, dice Save The Children.

2 de septiembre de 2015. Dos policías turcos trabajan junto al cuerpo sin vida de Aylan Kurdi, un niño refugiado ahogado, en la costa del pueblo de Bodrum, Mugla, Turquía. Foto: EFE

Por Íciar Gutiérrez

Ciudad de México, 2 de septiembre (ElDiario.es/SinEmbargo).- “El 2 de septiembre de 2015 me levanté muy temprano. No podía dormir y no sabía por qué. Miré mi teléfono. Tenía muchas llamadas perdidas de mi familia y sabía que algo iba mal. Me contaron que mi cuñada Rehan y mis dos sobrinos, Ghalib y Aylan Kurdi, se habían ahogado. Recuerdo arrodillarme y gritar tan fuerte como pude: ‘¿Por qué ahora? ¿Por qué ellos? ¿Por qué yo no? Dios, ya basta. Ya basta de sufrimiento”.

Tima Kurdi aún tiene que guardar silencio para contener las lágrimas que le produce recordar el día en que la fotografía del diminuto cuerpo sin vida de su sobrino pequeño, Aylan, en una playa turca dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo de la tragedia de las personas que arriesgan su vida para alcanzar suelo europeo en busca de refugio.

“Estaba en todos los medios del mundo. Demasiada gente inocente había muerto en la guerra y de hambre, pero guardábamos silencio. Hizo falta una sola foto, la foto de ese pequeño niño en la playa, para empujarnos a ser humanos”, opina esta peluquera siria en el vídeo de su conferencia TEDx en Canadá, país al que emigró hace 25 años.

Desde allí, dice, intentó sacar por todos los medios a su hermano Abdulah, su cuñada y sus sobrinos de la guerra en la ciudad siria de Kobane, tal y como se conoció poco después de la muerte del pequeño. “Hice lo que hubierais hecho cualquiera de vosotros con vuestras familias. Les envié dinero”, apunta. “Decidí tratar de traerlos como refugiados. Lo intenté. Varias organizaciones, muchas llamadas de teléfono… Pero no se me escuchó. Nuestra frontera estaba cerrada y nuestro sistema estaba creado para fallar. Mi hermano y su familia decidieron ir a Europa”, lamenta la tía de Aylan.

Aylan Kurdi, símbolo de la tragedia de los refugiados sirios Foto: EFE

El final es de sobra conocido. Todos murieron en su intento de cruzar la estrecha franja que separa Turquía de la isla griega de Lesbos, excepto Abdulah, que ahora vive en el Kurdistán iraquí. “Recuerdo la llamada de mi hermano. Había perdido a su familia entera. Llorando, me decía: ‘La foto de mi hijo es una llamada al mundo. Basta de sufrimiento y muertes. Vamos a unir nuestras voces”, relata la mujer.

El llamamiento no ha tenido el efecto que esperaban: desde entonces, más de 500 menores han muerto ahogados en el Mediterráneo en su intento de llegar a las costas europeas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Junto al padre del niño, Tima Kurdi puso en marcha a finales del año pasado una fundación en honor a Aylan y Ghalib para prestar ayuda a los menores que viven en los campos de refugiados. “Me dije a mí misma: si no pude salvar a mi familia, voy a salvar a otras”, sentencia.

20 MIL 300 MENORES ATRAPADOS EN GRECIA

Una camiseta roja, un pequeño pantalón vaquero, las olas que impactan contra un niño de tres años que yace boca abajo sobre la arena. Se cumplen dos años de aquella imagen que despertó un aluvión de declaraciones grandilocuentes. “Desde la muerte de Aylan, todo ha ido a peor para los refugiados. Ha sido muy perjudicial porque, lejos de aumentar la sensibilidad de Europa, se ha decidido subir las vallas, cerrar las fronteras y que no haya vías legales de acceso a suelo europeo”, afirma David del Campo, director de cooperación internacional de Save The Children.

“Ineficacia, irresponsabilidad e inhumanidad. Ese es el balance dos años después. No hay una mejor gestión migratoria. Los traficantes están en su mejor momento, aplauden las decisiones de la UE”, prosigue en una conversación con ElDiario.es.

Dos niñas refugiadas esperan para registrarse tras haber cruzado la frontera entre Serbia y Croacia. Septiembre de 2015. Foto: EFE

La muerte del pequeño Aylan fue un punto de inflexión temporal que derivó en un plan de reparto de refugiados que los países europeos, entre ellos España, no han aplicado. La Unión Europea pasó, en pocos meses, de un discurso de acogida de refugiados, forzado por tragedias como las del niño kurdo, al acuerdo con Turquía en marzo de 2016 que frenó las llegadas a Grecia.

A día de hoy, alrededor de 20 mil 300 menores refugiados permanecen atrapados en Grecia a la espera de que se cumplan los compromisos de reubicación, según Save The Children. “Cada vez hay menos organizaciones y cada vez es más difícil hacer nuestro trabajo”, asegura Del Campo, quien recuerda que a falta de 26 días para que se cumpla la fecha límite solo han llegado a España mil 888 personas, un 10,8% de lo comprometido. “Era una gran mentira. Sabían desde el inicio que no se iba a cumplir”, recalca.

Sara Collantes, especialista de políticas de infancia de Unicef comité español, hace hincapié en cómo el bloqueo de las llegadas a través del Egeo ha acentuado la vía italiana, a través del Mediterráneo central, y ha aumentado el número de muertes. Nueve de cada diez niños que emprenden esta ruta viajan solos. “Aylan viajaba en familia, que son también colectivos muy vulnerables, pero el 92 por ciento de los niños que llegan a Italia son menores no acompañados”, precisa Collantes.

Las rutas, explica la responsable de Unicef, son ahora “más costosas” y peligrosas para estos menores. “Están sometidos a una explotación enorme. Desde la foto de Aylan, los niños migrantes y refugiados no ocupan los titulares, a pesar de que la situación es dramática en países de tránsito, como Libia, y en la propia Europa”, comenta Collantes.

AUMENTAN LAS RESTRICCIONES

Este verano, las ONG que salvan vidas en el Mediterráneo han visto que Italia y Libia han “incrementado las restricciones” a sus labores de rescate. El país europeo ha impuesto un polémico código de conducta a estas organizaciones, que aseguran que ya actúan de acuerdo al derecho marítimo internacional. Libia ha aumentado el acoso a las embarcaciones y ha extendido su zona de búsqueda y rescate (SAR). Esta decisión provocó que algunas ONG, como Médicos Sin Fronteras y Save The Children, decidieran suspender temporalmente sus operaciones de salvamento.

Amena (nombre ficticio), una niña siria de cinco años es traída a bordo del Vos Hestia por los miembros del equipo de Save the Children, el 12 de octubre de 2016. Foto: Jonathan Hyams/Save the Children

Con la medida, Libia ha aumentado su control a 70 millas desde la línea de la costa. “Es seis veces más que antes, lo que complica mucho las operaciones. A los que salvamos, nos alejan. No nos quieren ahí, somos testigos incómodos. Primero metieron el discurso de que hay terroristas entre los refugiados, después hablaban del ‘efecto llamada’ y después, esto del código de conducta”, resume el responsable de Save The Children, que ha reanudado hace algo más de una semana sus operaciones en el Mediterráneo central.

En lo que va de año, 2 mil 244 personas migrantes y refugiadas han muerto en esta ruta, según la OIM. “Si con todos los operativos de las ONG han fallecido todas estas personas, ¿qué va a pasar con estas restricciones? Se pueden poner en peligro muchas vidas. La verdadera solución pasa por más solidaridad entre los países de la UE. Que permitan desembarcar en otras zonas y asuman la protección de los menores en riesgo”, añade la representante de Unicef.

“HAY UN VIRUS DE INESTABILIDAD ABSOLUTA”

Dos años después de la muerte de Aylan, la situación de los menores refugiados es uno de los desafíos “más urgentes”, según Collantes, quien insiste en la necesidad de garantizarles el derecho a la educación. Del Campo sostiene la importancia de la atención a la salud mental para superar el trauma de haber presenciado tanta violencia o de haberse jugado la vida en el mar a su corta edad.

“Vienen de estar asediados por bombardeos durante meses y los atrapan y retienen como delincuentes. Cuando alcanzan Europa, que debería ser su espacio de seguridad, los tienen en pésimas condiciones y les niegan el estatus de refugiados a pesar de que está comprobado que huyen de la guerra. Es una atrocidad, un crimen. Su recuperación va a ser muy complicada”, comenta.

“Desde Aylan no ha cambiado la tibieza y la lentitud en la respuesta. Los avances son muy lentos, lo que choca con la urgencia del problema. No vale este ritmo, hay que hacer un esfuerzo mayor”, esgrime la responsable de Unicef. “Hay un virus de insensibilidad absoluta que ha neutralizado a los Gobiernos. Da igual que mueran 2.000 o 12.000. Les da lo mismo lo que le digamos, toman decisiones erróneas. España y Europa no son más seguras por dejar morir a la gente ahogada. Sí lo son si garantizan un alto cumplimiento de los derechos en su territorio”, sentencia Del Campo

LOS OTROS “AYLAN”

Veronique, la madre de Samuel, muertos mientras trataban de llegar a las costas andaluzas. Foto: ElDiario.es

Entre todos los menores que han fallecido intentando alcanzar las costas europeas este 2017 se encuentra el que muchos han denominado el ‘Aylan español’. El cuerpo sin vida de Samuel fue localizado el pasado enero en una playa de Barbate (Cádiz) después de que intentara cruzar el Estrecho en patera junto a su madre, Véronique, también fallecida. La mujer, procedente de República Democrática del Congo, tomó esta decisión después de que la UE le denegara un visado para tratarse un tumor.

No se trata de una tragedia exclusiva de Europa. Imágenes similares a la del niño Aylan se suceden también en el sudeste asiático. Mohamed Shohayet, un bebé de 16 meses, viajaba con su familia hacia Bangladesh tratando de escapar de la persecución a los rohingya en el Estado de Rakáin (Myanmar), según informó en enero CNN. Un año antes, y pocos meses después de la imagen de Kurdi, también se había hecho viral la foto de Marcos Miguel Pano, un bebé mexicano asesinado a tiros junto a sus padres en Oaxaca.

 

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Niños desplazados de Mosul muestran en dibujos traumas provocados por la guerra

lunes, julio 3rd, 2017

Los pequeños “tienen pesadillas con los bombardeos, con las pistolas”, por lo que la ONG Norwegian Refugee Council ha diseñado un curso para que superen poco a poco esos miedos y se ayuden entre ellos a olvidar el horror.

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Por Isaac J. Martín

Campamento de Hasan Shami (Irak), 3 jul (EFE).- Hace siete meses, el pequeño Ayman Yúnes Jalil dibujó con rotuladores negro y azul la bandera oscura de los yihadistas del Estado Islámico (EI), que veía todos los días en su ciudad, Mosul. Ahora pinta con corazones su hogar, al que desea regresar desde un campamento de desplazados.

Con tan solo 10 años, Jalil llegó al campo de Hasan Shami, después de escapar junto con su familia del asedio de los extremistas en Mosul, el principal bastión del grupo radical desde 2014.

Jalil y otros niños acuden cada día al centro que ha erigido la ONG Norwegian Refugee Council (NRC) en el campamento, donde una decena de instructores imparten, en tiendas de campaña, clases de inglés, árabe, matemáticas y ciencias.

Las niñas, sentadas en unas alfombrillas a la izquierda, y los niños, a la derecha, escuchan atentos la lección: es la clase de gramática de árabe clásico y, pese al calor sofocante, muy pocos quitan los ojos de la pizarra.

La especialista responsable del programa educativo de NRC para niños con algún tipo de trauma, Courtney Clare, asegura a Efe que lo que ofrecen en el campo es “un plan de educación urgente” para aquellos menores que han sufrido y visto algún acto violento y que pueda afectar a su desarrollo emocional.

“Buscamos con nuestro programa que los niños vuelvan a su rutina, es decir, que vuelvan a ir a la escuela. Que regresen a la vida normal”, aduce la asesora.

Además de las clases académicas, realizan actividades con el fin de ayudarles a superar sus traumas y que intenten olvidar aquello de lo que han sido testigos.

Los pequeños “tienen pesadillas con los bombardeos, con las pistolas”, por lo que la ONG ha diseñado un curso para que superen poco a poco esos miedos y se ayuden entre ellos a olvidar el horror.

En sus primeros días en el centro escolar, Jalil escribió en árabe con un lápiz, a la derecha de la bandera símbolo del EI y dibujada en un folio perfectamente: “Dios nos advirtió de la bandera negra. Sabemos que ellos son los que nos mataron, nos asesinaron y por los que estamos desplazados”.

Los instructores guardan ese dibujo, junto a otros que muestran, por ejemplo, a los militares iraquíes, con el cigarro en la boca, que combaten a los enemigos. En la parte superior del dibujo, aparecen dos aviones que apoyan a los uniformados.

Sin embargo, esas primeras representaciones han ido cambiando a lo largo de lo meses gracias a un proceso en el que los educadores obligan primero a los pequeños a pintar dibujos animados con colores vivos y luego les dejan expresarse libremente para analizar su evolución.

“Cuando llegaron, (los niños) describían cómo era la vida bajo el asedio del Dáesh (acrónimo en árabe del EI), pero después de un proceso donde les proporcionamos imágenes para que ellos las pinten, comenzaron a cambiar”, señala Rand Ziad Ahmed, instructora de NRC.

Los que llevan un tiempo, trazan ahora dibujos mayormente patrióticos, ya que en los folios abundan las odas a las banderas de Irak y del Kurdistán, región autónoma donde se encuentra el campamento en el que han sido acogidos.

Por su parte, el coordinador de todo el equipo, Husein Ali Mula, asevera que desde noviembre han pasado mil estudiantes por los centros, aunque ahora “el número está descendiendo porque las familias están volviendo a Mosul, sobre todo, por las altas temperaturas”.

Añade que tienen un equipo que pasea tres veces por semana por las tiendas para animar a los padres a que lleven a sus hijos a la escuela, levantada sobre un terreno árido.

Clare afirma que este programa está diseñado para el “corto plazo”, porque realmente “se necesitarían mínimo tres años” para conseguir que no recuerden, al menos todos los días, la violencia.

Lo que más impresiona a la especialista es que todos los niños con los que habla quieren seguir hacia adelante y quedarse en su país. Tienen sueños, como ser médicos o abogados, “profesiones que sirven para ayudar a otra gente”, señala. Y, sobre todo, “quieren volver a casa”.

Es el caso de Jalil, su último dibujo es una casa llena de corazones y con flores en el jardín. Y en la esquina, una persona con un rastrillo y una pala que ha terminado su labor: reconstruir su hogar. EFE

A un año de la muerte de Aylan, otros 550 niños se han ahogado en el Mediterráneo

viernes, septiembre 2nd, 2016

El 2 de septiembre de 2015 una noticia conmocionaba al mundo. La foto de un niño ahogado en una playa de Turquía tras el naufragio de dos embarcaciones de refugiados sirios era la portada de los principales diarios a nivel internacional. Sin embargo, la situación no ha cambiado, desde ese día al menos 550 niños han perdido la vida entre el oleaje del mar Mediterráneo.

FOTO: EFE

Un niño refugiado descalzo en el campamento de refugiados de Idomeni, durante el invierno de 2015. FOTO: EFE

Ciudad de México, 2 de septiembre (SinEmbargo/ElDiario.es).– Si las alas de un helicóptero no hubieran cruzado el Canal de Sicilia hasta su diminuto cuerpo, no habría sobrevivido. Sus cinco días de vida habrían acabado ahí, en medio del Mediterráneo. Tuvo suerte. Médicos Sin Fronteras rescató a ese niño junto a su madre y su mellizo en una embarcación atestada de personas en alta mar. Ese mismo día, alrededor de 6 mil 500 arriesgaron todo por llegar a Europa: muchos eran menores, viajeros cada vez más numerosos en estas peligrosas travesías. Representan el 40 por cientode las personas que cruzan el Mediterráneo, denuncia Save The Children, y lamentan: la muerte de Aylan Kurdi, que conmocionó al mundo hace justo un año, “no cambió nada”.

La fotografía se repitió en los periódicos e informativos de un lado a otro del globo. Aylan, un niño sirio de tres años, yacía boca abajo mientras las olas impactaban contra su cuerpo. Era una víctima mortal de la migración forzosa que empuja a miles de refugiados y migrantes hacia Europa en embarcaciones precarias. Cruzan el mar de este modo porque no tienen otra forma de llegar de manera segura, como han denunciado ellos mismos y las organizaciones humanitarias.

Muchos de los que se atreven a meterse en uno de esos barcos mueren en el camino, aunque es difícil saber cuántos. Pero Aylan estaba ahí. Su cuerpo quedó expuesto empujado hasta la orilla y fue difícil cerrar los ojos ante la instantánea. Las palabras de condolencia se repitieron entre los representantes europeos y nacionales. Pronto se transformaron en lágrimas de cocodrilo.

Vinieron entonces las excusas. El discurso europeo cambió en cuestión de meses, del llanto por Aylan al “no vengáis a Europa” – dicho literalmente por el Presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk–, al tiempo que activaban un plan de reubicación y reasentamiento de refugiados que nunca llegaron a cumplir. A este ritmo, la UE tardaría 43 años en terminar de reubicar a los 16.000 refugiados que prometieron acoger, mientras las llegadas de niños por el Mediterráneo representan ya un 40 por ciento del total, según Save The Children.

SIN NOTICIA DE LA UE

A bordo del bote hinchable hacia Italia, nueve de cada diez niños viajan solos. Unicef alerta con esa cifra de que las llegadas de los menores no acompañados por el Mediterráneo central “son alarmantes”. Antes, el precio para alcanzar nuestras costas en la ruta más transitada actualmente pasa por Libia, donde muchos sufren violaciones, torturas y abusos sexuales, según la organización.

Pasada la pesadilla de la travesía, los pequeños que consiguen llegar lo hacen a una Europa que les recibe con nuevas vallas y un trato diferente según sea el color de su pasaporte. “En Europa vigilamos que los niños se pongan el cinturón, que entren a ver ciertas películas al cine con una edad adecuada, hasta que las mochilas del colegio no pesen más de lo adecuado. Esa visión de la infancia no se aplica en el caso de los niños refugiados”, recuerda David del Campo, director de Cooperación Internacional de Save The Children.

En Grecia hay actualmente 27 mil 500 menores atrapados sin poder avanzar ni retroceder. Ya no llegan las imágenes de bebés y niños sin zapatos en el barro que dejaba el invierno pasado el campamento griego de Idomeni. Pero las ONG aseguran que la situación no ha mejorado. “Las condiciones de alojamiento siguen siendo muy precarias: solo un tercio de estos niños está en los centros de refugiados más formales”, apunta Sara Collantes, experta en Políticas de Infancia de Unicef España. Los otros dos tercios quedan fuera del sistema educativo y de recibir servicios básicos dignos.

La organización recalca también que la ausencia de vías seguras para los niños que huyen de la guerra sigue empujando a cientos de menores al mar. “Pensamos que las respuestas de la UE siguen siendo muy limitadas, y que deben acelerarse las reubicaciones y los reasentamientos. Los sistemas de protección siguen estando desbordados y se necesitan mucho más recursos”, añade Collantes.

Una niña siria intenta cortar la alambrada del centro de detención en el que está encerrada en la isla griega de Quíos. Foto: Imagen cedida por el activista Benjamin Julian/ElDiario.es

Una niña siria intenta cortar la alambrada del centro de detención en el que está encerrada en la isla griega de Quíos. Foto: Imagen cedida por el activista Benjamin Julian/ElDiario.es

NIÑOS SOLOS : 300 KM EN ALTA MAR

Vivía una situación insoportable para la ingenuidad de una niña. En el mundo particular de una pequeña de seis años, las vallas de metal pueden cortarse con cuchillos de plástico. Así que lo intentaba, y lo intentaba, sin éxito. Marzo dejó con ella otra imagen que abofeteaba la comodidad Europea: l a de Zahra, la niña siria atrapada en uno de los centros de detención de las islas griegas.

Allí siguen conviviendo actualmente menores privados de libertad, a la espera de que se les deporte a Turquía en virtud del acuerdo entre el país euroasiático y la UE. El pacto, duramente criticado por multitud de organizaciones humanitarias y la propia ONU, dio el portazo definitivo a la ruta más transitada hasta el momento (Turquía-Grecia) y dejó paso a la única alternativa viable: el camino de Libia a Italia.

Los botes atraviesan 300 kilómetros, cargados hasta los topes con centenares de personas a bordo. “Las vías son ahora mucho más peligrosas, más mortíferas. Los niños siguen sin tener vías legales para poder llegar”, denuncia del Campo.

Salen en busca de futuro y llegan prácticamente sin él. En Italia no hay centros de detención cerrados –como sí los hay en Grecia–, pero algunos de los menores que viajaron solos hoy malviven en la calle. La mayoría quiere alcanzar a sus familiares, ya ubicados en algún país del norte de Europa, pero no pueden. La vía de la reagrupación familiar “no se tiene en cuenta ni se facilita”, recuerda Save The Children, pese a ser una de las alternativas más importantes para garantizar la protección de los menores. Unicef también hace un llamamiento para facilitar esta vía de reunificación familiar, más restringida en países como Alemania y Suecia en esta crisis humanitaria.

Ha pasado un año y al menos otros 550 niños ahogados en el Mediterráneo desde la mañana en la que el mundo despertó con la imagen de Aylan Kurdi, según las cifras de Unicef. Si los días que vienen transcurren como hasta ahora, con o sin foto, seguirá habiendo más ‘Aylanes’, más ‘ Zahras’ y más ‘ Omrans’ a las puertas de Europa.

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Un VIDEO de Save the Children nos recuerda qué ocurre con los niños refugiados

sábado, mayo 14th, 2016

El video relata la huida de una niña refugiada a través de varias fronteras y el mar. Según la organización, 325 mil menores de edad han cruzado el Mediterráneo y el Egeo.

Por Iñigo Sáenz de Ugarte

Ciudad de México, 12 de mayo (SinEmbargo/ElDiario.es).- En 2014, ‘Most Shocking Second a Day’ impresionó a todos con un corto promovido por Save the Children para ofrecer un giro a nuestra visión de la crisis de los refugiados. Colocó a los occidentales, a través de una niña, en el papel de los refugiados que huyen de la guerra. “Sólo porque no está ocurriendo aquí no significa que no esté ocurriendo”, decía la frase final.

Ahora, tenemos otro video que va más lejos para incluir la huida de esa misma niña a través de varias fronteras y también de su trayecto en el mar con un naufragio no muy diferente a los que han sufrido niños sirios, afganos, iraquíes y de otras nacionalidades.

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Según Save the Children, 325 mil menores de edad han cruzado el Mediterráneo y el Egeo. Se calcula que centenares de ellos han muerto en el último año. Algunos han visto morir a sus padres o han perdido contacto con ellos en algún lugar de Europa.

En enero el Gobierno británico se negó a aceptar a 3 mil refugiados menores de edad que se encontraran en Europa en situación de emergencia. Como es habitual, la única razón alegada es que no se quería provocar un “efecto llamada”.

La polémica creada le ha obligado a prometer a principios de mayo que aumentará el número de niños que se encuentran ahora en territorio europeo (Grecia e Italia, sobre todo) que podrán recibir asilo. Cameron tomó esta decisión porque se arriesgaba a sufrir una derrota parlamentaria a acusa de la fuga de diputados tories que no estaban dispuestos a suscribir una política tan ausente de sentimientos humanitarios.

Solicitudes de asilo en Europa en 2015. Foto: Eurostat

Solicitudes de asilo en Europa en 2015. Foto: Eurostat

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“Asylothek”, el proyecto que busca integrar a los refugiados a través de los libros

sábado, abril 30th, 2016

El proyecto funciona desde 2012, cuando el arquitecto Günter Reichert abrió el primero de estos centros en Núremberg, con el objetivo de fomentar el intercambio cultural e impulsar el aprendizaje del idioma.

Hoy hay ya 76 "Asylothek" en fase de construcción o abiertas, la última esta semana en Berlín, en una iniciativa distinguida con el Premio Cívico Alemán. Foto: EFE

Hoy hay ya 76 “Asylothek” en fase de construcción o abiertas, la última esta semana en Berlín, en una iniciativa distinguida con el Premio Cívico Alemán. Foto: EFE

Por Paula Gómez de Tejada Espinosa

Berlín, 30 abr (EFE).- Bautizadas con el nombre de “Asylothek”, pequeñas bibliotecas abiertas por voluntarios en albergues de refugiados repartidos por toda Alemania intentan facilitar la integración de algunos de los cientos de miles de solicitantes de asilo llegados al país.

El proyecto funciona desde 2012, cuando el arquitecto Günter Reichert abrió el primero de estos centros en Núremberg, con el objetivo de fomentar el intercambio cultural e impulsar el aprendizaje del idioma.

Hoy hay ya 76 “Asylothek” en fase de construcción o abiertas, la última esta semana en Berlín, en una iniciativa distinguida con el Premio Cívico Alemán.

Salam Al-Hassnawi tiene 22 años y es de Bagdad. Llegó a Alemania hace ocho meses huyendo de la guerra que destruye su país desde 2003 para cumplir su sueño: tener futuro; una pretensión sencilla que, sin educación, es inalcanzable.

Para evitar que situaciones como la de Al-Hassnawi sigan sucediendo nacieron las “Asylothek” en los centros de acogida, cuyos residentes pueden, de forma gratuita, tomar un café e intercambiar experiencias mientras disfrutan de un buen libro en su idioma, aprenden sobre la cultura alemana o, incluso, estudian alemán.

“Los profesores somos los voluntarios, que enseñamos de una forma más cultural y didáctica. Sin exámenes ni supervisiones. Sin reglas”, indica a Efe una de las voluntarias de las “Asylothek” de Berlín, Suzanne Visentini.

Al no disponer de ayuda económica por parte del Gobierno, el centenar de libros que ofrecen normalmente los centros se consiguen gracias a donaciones de particulares, antiguas librerías y bibliotecas.

“También tenemos un espacio en una página de donaciones online –www.betterplace.org– en la que hacemos campaña y recibimos donaciones con las que luego compramos estanterías, mobiliario o libros en idiomas más difíciles de conseguir como farsi, kurdo, ruso o serbio”, declara Visentini.

La “satisfactoria” experiencia de la “Asylothek”, que desde 2015 existe en el antiguo hotel abandonado y reformado para servir de centro de acogida en el barrio berlinés de Pankow, fue “el impulso necesario” para crear otro centro en la capital.

El lugar elegido fue el antiguo aeropuerto de Tempelhof, en desuso desde hace ocho años y que actualmente sirve de alojamiento temporal para los recién llegados.

En tres hangares, cerca de 2 mil refugiados, muchos de ellos niños, duermen en carpas en las que solo tienen 2.5 metros cuadrados por persona y donde no cuentan con cabinas de ducha ni retretes en condiciones, explica a Efe uno de los voluntarios.

Uno de esos inquilinos es Salman, un sirio de 18 años que llegó hace cinco meses a Berlín huyendo de las bombas y las explosiones que, diariamente, sacuden su país.

“Esta iniciativa es muy buena porque podemos aprender el idioma y ayudar a nuestras familias a entenderse”, destaca.

Una idea con la que coincide Visentini: “Los niños tienen más facilidad para aprender el idioma y no tienen tanta vergüenza, así que en poco tiempo ellos son los que animan a sus padres a venir a aprender. Incluso les hacen de traductores, es increíble”, señala.

Durante más de una semana, una veintena de voluntarios y curiosos “de todas las nacionalidades” destinaron gran parte de su tiempo a montar estanterías, pintar armarios, colocar sofás, desenvolver libros o instalar aparatos eléctricos en el hangar de Tempelhof.

El proyecto que comenzó hace ya cuatro años sigue expandiéndose y desde la organización esperan que “pueda seguir creciendo y extendiéndose por Europa”.

Ban Ki-moon pide atención especial para los niños refugiados

viernes, noviembre 20th, 2015

Naciones Unidas, 20 nov (EFE).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy que al conmemorarse el Día Universal del Niño se tenga en cuenta el drama que sufren los refugiados y convocó a la comunidad internacional para redoblar esfuerzos en ese sentido.

“La celebración de este año ocurre en un momento en que 60 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, más que en cualquier otro momento desde la II Guerra Mundial”, afirmó Ban en un mensaje con motivo de esta fecha.

“Casi la mitad de ellos -añadió- son niños que huyen de la opresión, el terrorismo, la violencia y otras violaciones de sus derechos humanos”.

En su mensaje, Ban pidió a la comunidad internacional que reafirme su compromiso “con un futuro en el que ningún niño quede a la zaga, incluidos los niños privados de libertad”.

“Demasiados niños languidecen en la cárcel o en centros de salud mental, o padecen otras formas de encierro. Algunos niños son vulnerables porque son migrantes, solicitantes de asilo, no tienen hogar o caen presa de la delincuencia organizada”, añadió.

Con motivo de esta fecha, Unicef dio a conocer hoy un informe en el que da cuenta de los beneficios que han obtenido los menores de edad de los progresos en desarrollo humano en los últimos 25 años.

De acuerdo con el informe, 5,9 millones de niños morirán este año antes de cumplir cinco años, y 59 millones de menores en todo el mundo no están escolarizados. EFE

EU recibirá este mes el primer grupo de niños refugiados de Centroamérica

jueves, noviembre 5th, 2015

Washington, 5 nov (EFE).- Estados Unidos espera recibir en las próximas dos semanas a los primeros niños centroamericanos que han visto aprobada su solicitud de refugio en el país dentro de un programa lanzado hace casi un año por el Gobierno estadounidense, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.

El Departamento de Estado ha recibido alrededor de 5 mil solicitudes desde que lanzó el programa el pasado diciembre, pero hasta ahora ningún niño ha llegado a Estados Unidos para reunirse con sus padres debido al largo proceso burocrático que requiere el programa.

Hasta ahora, se han completado 90 entrevistas a menores, 76 de ellas de niños salvadoreños y 14 de hondureños, aunque no todos ellos podrán viajar a Estados Unidos, según el Departamento de Estado.

“Esperamos que los primeros niños de ese grupo (de menores entrevistados) puedan reunirse con sus padres en las próximas dos semanas”, dijo a Efe el subsecretario adjunto de Estado de la Oficina de Migración, Población y Refugiados, Simon Henshaw.

El funcionario no precisó cuántos niños componen ese grupo y subrayó que, aunque el programa se lanzó hace casi un año, “la mayoría de las solicitudes se han recibido en los últimos cuatro meses”.

“En la segunda mitad del año fiscal, nos estamos preparando para hacer al menos 400 entrevistas, y estamos seguros de que esas cifras seguirán aumentando de ahora en adelante”, afirmó Henshaw.

De los 76 salvadoreños entrevistados, el 14 por ciento de ellos fue aprobado para su admisión como refugiado, el 1 por ciento vio rechazada su solicitud y el 82 por ciento fue recomendado para una entrada “condicional” al país, según fuentes del Departamento de Estado.

Ese estatus les permite acceder a Estados Unidos por un periodo determinado de tiempo -dos años con posibilidad de renovación en la mayoría de los casos-, pero no les proporciona una vía hacia la residencia permanente.

En el caso de los 14 hondureños, no se aprobó la entrada de ninguno de ellos como refugiados y el 93 por ciento fue recomendado para una entrada “condicional” al país, mientras que otro 7 por ciento será sometido a una revisión adicional.

“Es importante recordar que estas cifras no son necesariamente indicativas de las futuras tasas de aprobación o negativa”, afirmó a Efe una portavoz de la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por su sigla en inglés), Joanne Ferreira.

“Este es un nuevo programa. Es prematuro sacar conclusiones sobre las tendencias y resultados hasta que tengamos una oportunidad de entrevistar a más menores”, añadió la portavoz.

El hecho de que ningún menor haya llegado todavía a Estados Unidos con el programa se explica por los numerosos trámites que implica, que hacen que el proceso dure “entre nueve y doce meses”, según dijo a Efe en marzo pasado un funcionario encargado de la iniciativa en el Departamento de Estado, Sean Hantak.

El proceso comienza con la solicitud del padre o madre, que debe ser mayor de 18 años de edad y residir de forma legal en EU y debe acudir en persona a una agencia especializada.

El siguiente paso son entrevistas al menor en su país de origen por parte de funcionarios estadounidenses y, si se aprueba la solicitud, el niño debe pasar por chequeos médicos y de seguridad y una orientación cultural antes de viajar a EU

Si obtiene el estatus de refugiado, el niño tiene el derecho a un estatus de residencia permanente legal y, después de cinco años, normalmente puede solicitar la ciudadanía estadounidense.

El programa se ajusta a la definición de refugiado bajo la ley estadounidense, por la que los beneficiarios deben “demostrar que se les ha perseguido o temen que se les persiga debido a su raza, religión, nacionalidad, opinión política o condición de miembro de un grupo social particular”, según un documento de la iniciativa.

Por tanto, no hay garantías de que se conceda refugio a todos los niños que huyen de los altos índices de violencia en la región o de su falta de oportunidades de desarrollo económico, consideradas las principales causas de la migración a Estados Unidos. EFE

Unicef denuncia condiciones inadecuadas para niños en centros de recepción de refugiados

viernes, octubre 16th, 2015

Ginebra, 16 oct (EFE).- Unicef denunció hoy que las condiciones en los centros de recepción y tránsito en Europa están lejos de cumplir con los estándares de protección infantil y pidió a las autoridades europeas que hagan más esfuerzos para atender correctamente a los menores de edad.

El portavoz de Unicef, Christophe Boulierac, explicó en rueda de prensa que la entidad había llevado a cabo “misiones de evaluación rápida” en Hungría y en Grecia y el resultado había sido la constatación de que las instalaciones no cumplen con los estándares.

“Los centros de recepción y tránsito en esos dos países están sobrepasados por los acontecimientos, y no se tienen en cuenta las necesidades e intereses de los niños, que no cuentan con espacios ni atención adecuadas”, indicó el portavoz.

Asimismo, Boulierac denunció que Unicef está especialmente preocupada por la situación de los menores no acompañados “que son muy vulnerables al riesgo de explotación y de tráfico”.

El portavoz no pudo contabilizar el número de menores no acompañados detectados, dado que, según él, la mayoría de ellos no se registran ante las autoridades.

Por otra parte, el portavoz explicó que una misión de reconocimiento de Unicef en centros de recepción en Alemania ha recibido “múltiples alegaciones” de violencia de género y abuso.

No obstante, Boulierac no fue capaz de dar más detalles en torno a quienes eran las víctimas, si eran menores o mayores de edad, o cuantificar el número de ellas.