Posts Tagged ‘Microplásticos’

Los microplásticos están presentes en leche y sangre de animales criados para consumo

domingo, julio 24th, 2022

Cada vez hay más evidencia que confirma la presencia de microplásticos en nuestros alimentos y por primera vez en el mes de marzo, se analizó a un grupo de personas y el 80 por ciento de quienes participaron en el estudio presentaron pequeñas partículas de plástico en su sangre, lo que significa que estas partículas pueden transportarse a través del torrente sanguíneo y almacenarse en los órganos.

Según datos de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), el consumo de plásticos puede ocasionar disrupciones a nivel hormonal, problemas en el desarrollo en infantes, complicaciones en la tiroides y cáncer. Teniendo en cuenta lo anterior, es alarmante saber que se han encontrado microplásticos en todos los rincones del mundo, incluso hace poco se encontraron muestras en el Ártico. Especialistas creen que se está comenzando a formar otro parche de basura similar al Gran Parche de Basura del Pacífico cuya superficie es tres veces el tamaño de Francia.

Un nuevo estudio piloto realizado por el equipo de ciencias de la Vrije Universiteit Amsterdam (VUA) en los Países Bajos informó que se encontraron partículas de plástico en carne de vacas, carne de cerdos y en la sangre de los animales. También, se analizaron muestras de pellets que se les da a estos animales y todas las muestras contenían plástico.

Lo que realizaron fue lo siguiente: analizaron 12 muestras de sangre de vacas, 12 muestras de sangre de cerdos, 8 muestras de carne de vacas, 8 muestras de carne de cerdos y 25 muestras de leche provenientes de cartones del supermercado, tanques de leche que se encuentran en las granjas y de leche extraída manualmente. Se encontraron rastros de microplásticos como polietileno y poliestireno en todas las muestras de sangre mientras que en 7 de las 8 muestras de carne de vacas y en 5 de las 8 muestras de carne de cerdos también se encontraron microplásticos. En el caso de la leche, 18 de las 25 muestras provenientes de distintas fuentes contenían microplásticos.

“Con los microplásticos presentes en la alimentación del ganado, no sorprende que la mayoría de la carne y los productos lácteos analizados contuvieran microplásticos”, Maria Westerbos de Plastic Soup Foundation.

La cantidad de plástico que estamos ingiriendo y respirando es muy grande. Ahora, sabiendo que también animales terrestres como los cerdos y las vacas presentan plástico en su organismo, la situación empeora para quienes siguen alimentándose de sus cuerpos debido a la bioacumulación. ¿Qué tanto plástico estarías dispuesta o dispuesto a comer solo para obtener un pedazo de carne o un vaso de leche?

Un diminuto pez robot es capaz de “nadar” para recoger y eliminar microplásticos

sábado, julio 9th, 2022

Debido a su diminuto tamaño los microplásticos son muy difíciles de eliminar, pero este pez robot puede absorber microplásticos de poliestireno y transportarlos a otro lugar.

MADRID, 9 de Julio (Europa Press) – Investigadores han creado un robot pez activado por la luz que “nada” rápidamente, recogiendo y eliminando los microplásticos del entorno, según publican en la revista Nano Letters.

Los microplásticos se encuentran en casi toda la Tierra y pueden ser perjudiciales para los animales si se ingieren pero es difícil eliminar estas diminutas partículas del medio ambiente, especialmente cuando se depositan en los recovecos del fondo de los cursos de agua.

Dado que los microplásticos pueden caer en grietas y hendiduras, han sido difíciles de eliminar de los entornos acuáticos. Una solución que se ha propuesto es utilizar robots pequeños, flexibles y autopropulsados para llegar a estos contaminantes y limpiarlos. Pero los materiales tradicionales utilizados para los robots blandos son hidrogeles y elastómeros, y pueden dañarse fácilmente en los entornos acuáticos.

Otro material posible es el nácar, que es fuerte y flexible, y se encuentra en la superficie interior de las conchas de las almejas. Las capas de nácar tienen un gradiente microscópico, que va desde un lado con muchos compuestos minerales de carbonato de calcio y polímeros hasta el otro lado con un relleno mayoritariamente de proteínas de seda.

Inspirándose en esta sustancia natural, Xinxing Zhang y sus colegas de la Universidad de Sichuan, en China, querían probar un tipo de estructura gradiente similar para crear un material duradero y flexible para robots blandos.

Los investigadores unieron moléculas de beta-ciclodextrina a grafeno sulfonado, creando nanohojas compuestas. A continuación, incorporaron soluciones de las nanohojas con diferentes concentraciones en mezclas de látex de poliuretano.

Un método de ensamblaje por capas creó un gradiente de concentración ordenado de los nanocompuestos a través del material con el que el equipo formó un diminuto robot pez de 15 mm (aproximadamente media pulgada) de longitud. Al encender y apagar rápidamente un láser de luz infrarroja en la cola del pez, ésta se agitaba, impulsando al robot hacia adelante.

El robot podía moverse 2.67 longitudes corporales por segundo, una velocidad superior a la de otros robots nadadores blandos. Foto: Nano Lett. Yuyan Wang, et al., Robust, Healable, Self-Locomotive Integrated Robots Enabled by Noncovalent Assembled Gradient Nanostructure, junio 22, 2022

El robot podía moverse 2.67 longitudes corporales por segundo, una velocidad superior a la de otros robots nadadores blandos y que es aproximadamente la misma que la del fitoplancton activo que se mueve en el agua. Los investigadores demostraron que el robot pez nadador podía absorber repetidamente los microplásticos de poliestireno cercanos y transportarlos a otro lugar.

El material también podía curarse a sí mismo después de ser cortado, manteniendo su capacidad de adsorción de microplásticos. Debido a la durabilidad y velocidad del robot pez, los investigadores afirman que podría utilizarse para controlar los microplásticos y otros contaminantes en entornos acuáticos difíciles.

La población adulta consume unos 8,100 microplásticos en moluscos, revela un estudio

miércoles, junio 29th, 2022

Los resultados se recogieron a partir del análisis de más de 2 mil 300 moluscos que suelen consumirse en la costa catalana.

Madrid, 29 de junio (Europa Press).- Investigadores del grupo TecnAtox de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona han determinado en un estudio que el consumo medio anual de microplásticos a través de moluscos por parte de la población general adulta es de unos 8 mil 100, ha informado en un comunicado este miércoles.

El equipo investigador ha determinado la concentración, morfología y composición de microplásticos en especies de moluscos consumidos de la costa catalana: han analizado más de 2 mil 300 moluscos individuales y se han extraído mil 460 microplásticos.

Han estudiado mejillones, ostras, caracol marino, berberechos, navajas y coquina que habían recogido productores en la costa catalana: las ostras y los mejillones han mostrado la mayor concentración de microplásticos por muestra, con niveles de 23 y 19 microplásticos por individuo.

Las coquinas, caracoles marinos, navajas y berberechos analizados han presentado unos niveles de 0.5, 5, 10 y 10 microplásticos por muestra de media, respectivamente.

Los investigadores han aclarado que “todavía falta estudiar más” sobre los efectos sobre la salud de los microplásticos pero han advertido que algunos estudios indican que pueden estar relacionados con enfermedades inflamatorias del aparato digestivo.

Las ostras y los mejillones han mostrado la mayor concentración de microplásticos por muestra, con niveles de 23 y 19 microplásticos por individuo. Foto: Diario digital de la Universitat Rovira i Virgili

A más de mil metros de profundidad, hallan microplásticos en 1 de cada 4 peces

miércoles, abril 27th, 2022

Este sería el primer estudio de referencia de microplásticos en peces del océano oscuro, en la zona batial del Atlántico.

Vigo (España), 27 abr (EFE).- Investigadores de los Centros Oceanográficos españoles de Vigo, Málaga y Cádiz del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) han encontrado restos de plástico degradado en uno de cada cuatro peces durante un estudio publicado en la revista Science of the Total Environment.

El estudio, según explicó este martes el IEO en un comunicado, estuvo orientado a evaluar la incidencia de microplásticos en el contenido estomacal de dos especies de peces de aguas profundas: el talismán (Alepocephalus bairdii) y el granadero (Coryphaenoides rupestris), dos especies de interés comercial que se capturan habitualmente en el banco de Porcupine, al oeste de las costas de Irlanda, entre 985 y mil 037 metros de profundidad.

En concreto, la evaluación se realizó sobre 50 individuos de ambas especies capturados, y en el trabajo se revisa la incidencia observada en otros estudios en especies similares en todo el mundo.

Además de encontrar restos de plástico degradado en uno de cada cuatro peces, los investigadores identificaron en uno de los especímenes un filamento plástico (tereftalato de polietileno, PET) completo.

En los últimos años la comunidad científica internacional ha dado la voz de alarma sobre la problemática ambiental relacionada con el aumento dramático de la entrada y persistencia de materiales plásticos en el medio marino.

Para intentar comprender cómo afectan los plásticos a las distintas especies que pueblan nuestros mares, se ha estudiado la presencia de microplásticos en la biota marina en una amplia variedad de animales, desde mamíferos y aves marinas hasta invertebrados.

Los peces comerciales y de aguas poco profundas han sido objeto de numerosos trabajos sobre la ingestión de microplásticos, dada su importancia en las redes tróficas y en la dieta humana.

Resumen gráfico del trabajo que muestra las especies objetivo y los análisis realizados. Foto vía Instituto Español de Oceanografía

Sin embargo, se sabe poco sobre la presencia de microplásticos en las especies de peces que habitan en el océano oscuro, en la zona batial, y existe un alto grado de incertidumbre sobre la distribución de microplásticos en áreas alejadas de costa y el mar profundo.

Este trabajo proporciona el primer estudio de referencia de elementos microplásticos en peces de tales profundidades en el Atlántico y “sugiere que estas especies podrían usarse como bioindicadores en futuras investigaciones”, según Jesús Gago, coautor del trabajo y responsable del proyecto CleanAtlantic en el IEO.

“Inesperado y sorprendente”: Hallan microplásticos en la profundidad de los pulmones

jueves, abril 7th, 2022

La autora de la investigación indicó que “este es el primer estudio sólido que muestra la presencia de microplásticos en los pulmones de personas vivas”.

Redacción Ciencia, 7 abr (EFE).- Un equipo científico de Reino Unido ha descubierto microplásticos en la sección más profunda de los pulmones, un hallazgo que, aseguran los investigadores, es “inesperado y sorprendente”.

Los responsables son científicos de la Facultad de Medicina de Hull York y, según afirman, este trabajo ayudará a dirigir futuros estudios sobre el impacto que los microplásticos tienen en la salud respiratoria.

El estudio, que publica la revista Science of the Total Environment, encontró 39 microplásticos en 11 de las 13 muestras de tejido pulmonar analizadas: “Este es el primer estudio sólido que muestra la presencia de microplásticos en los pulmones de personas vivas”, afirma Laura Sadofsky, autora principal del trabajo.

“También muestra que se encuentran en las partes inferiores del pulmón. Las vías respiratorias de los pulmones son muy estrechas, por lo que nadie pensaba que pudieran llegar allí, pero está claro que lo han hecho”, recalca en un comunicado.

El estudio encontró 39 microplásticos en 11 de las 13 muestras de tejido pulmonar analizadas. Foto: Laura Sadofsky et al., Detection of microplastics in human lung tissue using μFTIR spectroscopy, Science of the Total Environment, 2022

De los microplásticos detectados, había 12 tipos, que tienen muchos usos y se encuentran habitualmente en los envases, botellas, ropa, cuerdas/telas y muchos procesos de fabricación.

Además, los niveles de microplásticos eran considerablemente mayores en los hombres que en las mujeres, señala un comunicado de la citada escuela, de las universidades de Hull y York.

El estudio demostró que se encontraron 11 microplásticos en la parte superior del pulmón, siete en la parte media y 21 en la parte inferior, “lo cual fue un hallazgo inesperado”.

“No esperábamos encontrar el mayor número de partículas en las regiones inferiores de los pulmones, ni partículas de los tamaños que encontramos”.

La investigadora asegura que “esto es sorprendente, ya que las vías respiratorias son más pequeñas en las partes inferiores de los pulmones, y habríamos esperado que las partículas de estos tamaños se filtraran o quedaran atrapadas antes de llegar tan profundamente a los pulmones”.

Imágenes de microplásticos detectados en muestras de tejido pulmonar. Foto: Laura Sadofsky et al., Detection of microplastics in human lung tissue using μFTIR spectroscopy, Science of the Total Environment, 2022

No es la primera vez que se encuentran microplásticos en el organismo humano. El pasado marzo, por ejemplo, investigadoras de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit) constataron que minúsculos trozos de plástico provenientes de nuestro entorno vital pueden ser absorbidos por el torrente sanguíneo humano.

Desde playas hasta las fosas oceánicas más profundas: el plástico ya invade el Ártico

martes, abril 5th, 2022

El estudio revela que prácticamente todos los organismos marinos investigados están afectados por plásticos y microplásticos. Y esto ocurre en todos los océanos del mundo.

Redacción Ciencia, 5 abr (EFE).- La contaminación por plástico ya es global. Ha llegado hasta el remoto océano Ártico a través de los ríos, el aire y el transporte marítimo, y lo que es peor, esta amenaza no es sólo una carga para los ecosistemas, sino que también podría empeorar el cambio climático.

Esta es la principal conclusión de un estudio del Instituto de Investigación Polar y Marina Alfred Wegener, de Alemania, publicado hoy en la revista Nature Reviews Earth & Environment.

Cada año, entre 19 y 23 millones de toneladas métricas de basura de plástico acaba en las aguas del mundo (el equivalente a dos camiones por minuto).

Como el plástico es muy estable, se acumula en los océanos, donde poco a poco se va descomponiendo en trozos cada vez más pequeños hasta llegar a convertirse en nanoplásticos, que entran en el torrente sanguíneo humano.

Pero esta avalancha de desechos va a peor: se prevé que la producción mundial de plástico se duplique para 2045 con graves consecuencias.

En la actualidad, prácticamente todos los organismos marinos investigados -desde el plancton hasta los cachalotes- están afectados por los plásticos y microplásticos. Y esto ocurre en todos los océanos del mundo: desde las playas tropicales hasta las fosas oceánicas más profundas.

Y según el estudio del Instituto Alfred Wegener, el Ártico no es una excepción.

“El Ártico sigue considerándose una zona virgen pero nuestro estudio demuestra que esta percepción ya no refleja la realidad”, advierte Melanie Bergmann, del Instituto Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina.

El artículo dibuja un panorama sombrío. Aunque el Ártico está casi despoblado en sus playas, su columna de agua y el fondo marino, su nivel de contaminación por plásticos similar al de las regiones más pobladas del mundo.

Esta contaminación llega con las corrientes oceánicas del Atlántico y el Mar del Norte, y del Pacífico Norte, a través del Estrecho de Bering, pero también con el viento que arrastra pequeñas partículas de microplástico hacia el norte.

Y aunque el océano Ártico sólo representa el uno por ciento del volumen total de los océanos del mundo, recibe más del 10 por ciento de la descarga mundial de agua de los ríos, que arrastran plástico al océano, por ejemplo, desde Siberia.

La contaminación plástica puede ser generada por los hogares, el tráfico, la agricultura, el tratamiento de aguas residuales, etc. El fondo marino y el hielo marino son áreas de acumulación de plástico. Foto: Bergmann, M., Collard, F., Fabres, J. et al. Plastic pollution in the Arctic. Nat Rev Earth Environ (2022).

Una de las fuentes de contaminación más importantes que llegan a ese remoto océano son los residuos municipales y las aguas residuales de las comunidades locales del Ártico, a las que hay que sumar los desechos plásticos de los pesqueros.

Los vertidos -intencionados o no- y procedentes de Europa también suponen una gran parte de los residuos plásticos del Ártico.

“Por desgracia, hay muy pocos estudios sobre los efectos del plástico en los organismos marinos del Ártico”, explica Bergmann.

“Pero hay pruebas de que las consecuencias allí son similares a las de las regiones mejor estudiadas: muchos animales del Ártico -osos polares, focas, renos y aves marinas- se enredan en el plástico y mueren. Además, los microplásticos ingeridos involuntariamente afectan al crecimiento y la reproducción, y causan estrés fisiológico e inflamaciones en los tejidos de los animales marinos”.

Sobre los posibles efectos de retroalimentación entre los residuos plásticos y el cambio climático, el estudio advierte de que los datos disponibles son especialmente escasos y avisa de que es urgente seguir investigando.

“Los estudios iniciales indican que los microplásticos atrapados cambian las características del hielo marino y la nieve”, advierte la investigadora.

Se ha examinado la ingestión de plástico en invertebrados, peces, aves y mamíferos del Ártico (indicado con símbolos de colores) y se ha informado que se enredan en la basura plástica. Las especies de aves marinas que se alimentan en la superficie del mar son potencialmente las más vulnerables a la acumulación de contaminación plástica. Foto: Bergmann, M., Collard, F., Fabres, J. et al. Plastic pollution in the Arctic. Nat Rev Earth Environ (2022).

“Las consecuencias podrían ser aún más graves. A medida que avanza el cambio climático, el Ártico se está calentando tres veces más rápido que el resto del mundo. En consecuencia, la avalancha de plástico está afectando a ecosistemas que ya están gravemente afectados”.

El estudio concluye que, aunque la resolución para un tratado mundial sobre el plástico, aprobada en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente hace dos meses, es un primer paso importante, en los próximos dos años, “deberían adoptarse medidas eficaces y jurídicamente vinculantes que incluyan objetivos de reducción de la producción de plástico”.

Asimismo, urge a los países europeos a recortar la producción de plástico, y a los Estados ricos del Ártico a reducir la contaminación local y mejorar la gestión de residuos y aguas residuales.

Por último, “es necesario que haya más regulaciones y controles en relación con los desechos plásticos del transporte marítimo internacional y la pesca”, concluye la autora principal.

Estudio: Comemos el equivalente a una tarjeta de crédito en microplásticos por semana

jueves, marzo 24th, 2022

El estudio reveló que el consumo de microplásticos también podría activar mecanismos implicados en las respuestas inflamatorias e inmunitarias e, incluso, podría estar detrás de la aparición del cáncer.

Viena, 24 mar (EFE).- Aunque no nos demos cuenta y pueda resultar difícil de creer, comemos y bebemos microplásticos cada día hasta un total de cinco gramos a las semana, el equivalente al peso de una tarjeta de crédito, según un estudio de la Universidad de Medicina de Viena (MedUni)

El plástico no es biodegradable y sigue descomponiéndose hasta quedar reducido a piezas milimétricas que entran en la cadena alimentaria y, al final, en nuestro cuerpo.

Estas partículas que entran en el tracto gastrointestinal a través de la comida y la bebida consisten en micro y nanoplásticos, que suponen especialmente un riesgo para la salud de las personas con enfermedades crónicas, como la diabetes, la obesidad o la hepatitis.

Así lo recoge el estudio “Desperdiciar o no desperdiciar: cuestionar los riesgos para la salud de los microplásticos y nanoplásticos con un enfoque en la ingestión y la carcinogenicidad”, publicado en la revista Exposure & Health, que resume los últimos datos conocidos sobre esta cuestión.

Según Lukas Kenner, miembro del estudio e investigador de MedUni y del Hospital General de Viena, un intestino sano es capaz de hacer frente a este riesgo, mientras que las personas con enfermedades crónicas o distrés son “susceptibles a los efectos nocivos” de estos plásticos.

La investigación, que se centra en el impacto de las micro y nanopartículas en el sistema digestivo, también indica que ingerir estos plásticos podría activar mecanismos implicados en las respuestas inflamatorias e inmunitarias e, incluso, podría estar detrás de la aparición del cáncer.

Los nanoplásticos se definen como los que tienen un tamaño inferior a 0.001 milímetros; los microplásticos, de 0.001 a cinco milímetros, que siguen siendo parcialmente visibles a simple vista.

“En particular, los nanoplásticos están asociados con procesos bioquímicos que están involucrados de manera crucial en el proceso por el cual las células normales se transforman en células cancerígenas”, explica el estudio.

Estas partículas entran en la cadena alimentaria a partir de los alimentos o el consumo de bebidas, pero también por los residuos de los envases.

Los nanoplásticos se definen como los que tienen un tamaño inferior a 0.001 milímetros; los microplásticos, de 0.001 a cinco milímetros, que siguen siendo parcialmente visibles a simple vista. Plásticos y microplásticos tratados en una planta de reciclaje. Foto: Gian Ehrenzeller

En este sentido, los investigadores sostienen que al beber de 1.5 a dos litros de agua al día de botellas de plástico se ingieren unas 90 mil partículas de ese material al año, mientras que al hacerlo del agua del grifo esta cifra disminuye a 40 mil.

“El ser humano ha introducido una cantidad masiva de plástico en los entornos atmosférico, terrestre y acuático, lo que hace que los desechos plásticos sean tan ubicuos que incluso contribuirán a un rastro fósil identificable para las generaciones venideras”, subrayan.

Además del impacto en los ecosistemas, el estudio pone el foco en las consecuencias “completamente inexploradas” para la salud humana.

“Se necesita con urgencia una investigación más detallada sobre cómo estos plásticos afectan al cuerpo humano: si pueden transformar las células e inducir la carcinogénesis y de qué manera, particularmente ante el aumento exponencial de la producción de plástico no degradable”, concluyen los investigadores.

Microplásticos, hasta en los lugares más recónditos: los hallan en la sangre humana

jueves, marzo 24th, 2022

De acuerdo con este estudio, la sangre humana absorbe microplásticos a partir de actividades cotidianas.

Redacción Ciencia, 24 mar (EFE).- Microplásticos se han encontrado en lugares recónditos del planeta, como el Círculo Polar Ártico o el Everest, pero también en el estómago de tiburones o pingüinos y en heces humanas y placenta. Ahora, un estudio demuestra por primera vez que también pueden hallarse en el torrente sanguíneo de personas.

Las responsables de este trabajo son las investigadoras Heather Leslie y Marja Lamoree, de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit), quienes constatan que minúsculos trozos de plástico provenientes de nuestro entorno vital pueden ser absorbidos por el torrente sanguíneo humano.

Los resultados forman parte del proyecto Immunoplast y se publican en la revista científica Environment International.

Para llegar a sus conclusiones, el equipo investigador desarrolló un método analítico para establecer el nivel de trazas de partículas micro y nanoplásticas en la sangre humana.

El método se aplicó a la sangre de 22 donantes anónimos y se examinó para detectar la presencia de cinco polímeros diferentes, los componentes básicos del plástico. También se determinó el grado de presencia de cada uno de los polímeros en la sangre.

Según el análisis, tres cuartas partes de los sujetos analizados parecían tener plásticos en la sangre, señala la universidad en un comunicado: esta investigación -asegura- es la primera en demostrar que las partículas de plástico pueden acabar en el torrente sanguíneo humano.

Los indicadores anteriores de esto provenían de experimentos de laboratorio pero la investigación actual demuestra que las personas absorben microplásticos de su entorno en su vida cotidiana y que las cantidades son medibles en su sangre.

La concentración global de partículas de plástico en la sangre de los 22 donantes ascendía a una media de 1.6 microgramos por mililitro, lo que es comparable a una cucharadita de plástico en mil litros de agua (diez bañeras grandes).

Una cuarta parte de los donantes analizados no tenía cantidades detectables de partículas de plástico de ningún tipo.

El tereftalato de polietileno (PET), el polietileno y los polímeros de estireno fueron los tipos de plástico más comunes encontrados en las muestras de sangre, seguidos del polimetilmetacrilato; también se analizó el polipropileno, pero las concentraciones eran demasiado bajas para una medición precisa.

El siguiente paso es conocer la posible facilidad con la que estas partículas pasan del torrente sanguíneo a los tejidos, por ejemplo en órganos como el cerebro.

La concentración global de partículas de plástico en la sangre de los 22 donantes ascendía a una media de 1.6 microgramos por mililitro. Foto: Heather A.Leslie, et al., Discovery and quantification of plastic particle pollution in human blood, Environment International, marzo 2022

Concentraciones de partículas plásticas por tipo de polímero en muestras de sangre total de 22 donantes. Foto: Heather A.Leslie, et al., Discovery and quantification of plastic particle pollution in human blood, Environment International, marzo 2022

Heather Leslie detalla que “ahora hemos demostrado que nuestro torrente sanguíneo, nuestro río de la vida por así decirlo, tiene plástico”.

Marja Lamoree añade: este conjunto de datos es el primero de este tipo y debe ampliarse para conocer la extensión de la contaminación por plástico en el cuerpo de los seres humanos, y lo perjudicial que puede ser.

“Con este conocimiento podremos determinar si la exposición a las partículas de plástico supone una amenaza para la salud pública”, agrega.

Esta investigación ha sido financiada por la ONG internacional Common Seas y el programa ZonMw Microplásticos y Salud.

Con este programa, ZonMw pretende conocer mejor los posibles efectos de las partículas de plástico sobre la salud y qué se puede hacer para limitar los posibles efectos nocivos. Los 15 proyectos a corto plazo de este programa ya han concluido.

No obstante, se ha demostrado que aún faltan conocimientos y que es necesario seguir investigando para determinar los riesgos para la salud.

Microplásticos se han encontrado en lugares recónditos del planeta. Foto: EFE

En los Países Bajos, esta investigación de seguimiento la lleva a cabo el consorcio MOMENTUM, en el que participa la Vrije de Ámsterdam.

En el contexto europeo también están en marcha proyectos de investigación que estudian la exposición a los microplásticos y sus efectos nocivos.

El pasado enero, un grupo de científicos italianos encontró microplásticos en la placenta humana y siguen indagando sobre el efecto de este hallazgo en el organismo; los resultados también se publicaron en Environment International.

24.4 billones de microplásticos ya invaden los océanos del mundo, estima un estudio

jueves, octubre 28th, 2021

Los investigadores estimaron que hay 24.4 billones de piezas de microplásticos en los océanos del mundo, con un peso de 82 mil a 578 mil toneladas,.

Madrid, 28 de octubre (Eueopa Press).- Oceanógrafos liderados por la Universidad de Kyushu han calibrado y procesado datos de 20 años de expediciones para obtener cantidades realistas de microplásticos que se acumulan en los océanos.

“Aunque la observación de microplásticos se remonta a la década de 1970, los datos estandarizados que abarcan todo el mundo aún son limitados”, explica en un comunicado Atsuhiko Isobe, profesor del Instituto de Investigación de Mecánica Aplicada de la Universidad de Kyushu y líder del estudio.

“Nuestro conjunto de datos proporciona cantidades realistas de microplásticos en la naturaleza para ayudar a los investigadores que intentan evaluar el verdadero impacto que están teniendo en los organismos acuáticos y el medio ambiente”.

Clasificados como pequeñas piezas de plástico degradado de menos de cinco milímetros de tamaño, los microplásticos pueden viajar miles de kilómetros en mar abierto y, dependiendo de su degradación, permanecer a varias profundidades de la superficie del océano.

Si bien numerosas encuestas en los últimos 50 años se han propuesto medir la cantidad de microplásticos en el océano, la combinación y el archivo de datos ha sido lento y enfrenta muchos desafíos relacionados con las diferencias en los métodos y condiciones de recolección, como la turbulencia del océano y protocolos de conteo y análisis.

Para crear el nuevo conjunto de datos, que se publicó en la revista Microplastics and Nanoplastics, los investigadores recopilaron, calibraron y cuadricularon datos de un total de 8 mil 218 muestras de microplásticos pelágicos tomadas de océanos de todo el mundo entre 2000 y 2019.

“Recopilamos datos publicados y no publicados sobre la distribución de microplásticos de todo el mundo y los calibramos para tener en cuenta las diferencias, como en el método de recolección y la altura de las olas, para crear mapas 2D estandarizados y de última generación de abundancia de microplásticos”, explica Isobe.

El equipo estima que hay 24.4 billones de piezas de microplásticos en los océanos superiores del mundo, con un peso combinado de 82 mil a 578 mil toneladas, o el equivalente a aproximadamente 30 mil millones de botellas de agua de plástico de 500 ml.

“Si bien este trabajo mejora nuestra comprensión de la situación real, es probable que la cantidad total de microplásticos sea mucho mayor, ya que esto es justo lo que podemos estimar en la superficie”, afirma Isobe. “Para que podamos obtener una imagen más clara, debemos desarrollar mapas en 3D que exploren las profundidades de los océanos y continuar llenando los vacíos dentro de nuestro conjunto de datos”.

El equipo estima que hay 24.4 billones de piezas de microplásticos en los océanos superiores del mundo. Foto: Lourdes Cruz, EFE

Una brecha es la falta de datos de microplásticos para el Océano Índico y los mares alrededor del sudeste asiático, incluido el Mar de China Meridional. Además, faltan datos para los microplásticos de menos de 300 micrómetros de tamaño o incluso en la escala nanométrica. Esto se debe a la falta de protocolos de estudio de campo para dichos plásticos y las limitaciones en el equipo y el tamaño de malla de las redes utilizadas en el campo.

Isobe espera que las encuestas futuras continúen llenando estos vacíos utilizando protocolos comunes para facilitar el intercambio de datos.

“Aunque estamos progresando, todavía tenemos mucho que aprender para tener una imagen completa del destino de los desechos plásticos y el efecto que están teniendo en el medio ambiente”, concluye Isobe.

Investigadores hallan microplásticos en la dieta de pingüinos de la Antártida

jueves, julio 22nd, 2021

“Se encontraron microplásticos en un 15, 28 y 29 por ciento de las muestras, respectivamente, en las tres especies estudiadas”, explicó la investigadora Joana Fragão.

Madrid, 22 jul (EFE).- Un equipo científico ha constatado “la amplia presencia” de microplásticos en la dieta de los pingüinos de la Antártida, después de analizar las heces de tres especies de estos animales en diferentes lugares y años.

Entre otras partículas de origen antrópico, los investigadores han identificado poliéster y polietileno.

El trabajo se publica en la revista Science of the Total Environment y está firmado, entre otros, por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (MNCN-CSIC).

El estudio incide sobre la necesidad de conocer los efectos de estas partículas y de establecer medidas más efectivas para controlar la contaminación por plásticos y otras partículas de origen humano en el continente antártico.

Los microplásticos son partículas de menos de cinco milímetros que están cada vez más extendidas en los ecosistemas marinos, algo preocupante dada su persistencia en el ambiente y su acumulación en las cadenas tróficas, señala un comunicado del CSIC.

“Estos contaminantes llegan a mares y océanos principalmente a través de la basura y los desechos procedentes de las actividades antrópicas”, explica Andrés Barbosa, científico del MNCN y autor del trabajo.

Dada la baja presencia humana en el océano antártico y en la Antártida, cabría esperar una baja contaminación por microplásticos.

Sin embargo, las estaciones de investigación, los barcos pesqueros y turísticos y las corrientes marinas hacen que estas partículas lleguen a estos hábitats, pudiendo provocar una alta concentración a nivel local, relata José Xavier, investigador de la Universidad de Coímbra (Portugal) y otro de los autores.

El objetivo del estudio, en el que también han participado investigadores de Reino Unido, fue analizar la presencia de microplásticos en la península antártica y en el mar de Scotia, dada la importancia ecológica de estos hábitats.

Para ello, se analizaron las heces de tres especies de pingüinos: el pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), el barbijo (Pygoscelis antarcticus) y el papúa (Pygoscelis papua).

“Los pingüinos se utilizan para muchos estudios porque su biología y ecología son bien conocidas y el hecho de que sean depredadores les convierten en buenos indicadores de la salud de los ecosistemas en los que viven”, subraya Barbosa.

Los resultados muestran que la dieta de las tres especies está compuesta por distintas proporciones de krill antártico, en un 85 por ciento en el caso del pingüino de Adelia; un 66 por ciento en el del barbijo y, finalmente, un 54 por ciento en el papúa.

Se analizaron las heces de tres especies de pingüinos: el pingüino de Adelia (Pygoscelis adeliae), el barbijo (Pygoscelis antarcticus) y el papúa (Pygoscelis papua). Foto: Joana Fragão et al, Microplastics and other anthropogenic particles in Antarctica: Using penguins as biological samplers, Science of The Total Environment, septiembre 2021

“Se encontraron microplásticos en un 15, 28 y 29 por ciento de las muestras, respectivamente, en las tres especies estudiadas”, detalla Joana Fragão, de la Universidad de Coímbra.

La frecuencia de aparición de estas sustancias fue similar en todas las colonias, lo que induce a pensar que no hay un punto de origen concreto de contaminación dentro del mar de Scotia.

“Es necesario seguir estudiando en esta línea para comprender mejor la dinámica de estas sustancias y sus efectos en estos ecosistemas para guiar nuevas políticas de gestión en el continente antártico”, concluye Filipa Bessa, de la misma universidad.

Estudio: Inhalación e ingestión de microplásticos pueden alterar la función celular de los pulmones

martes, abril 20th, 2021

“La razón por la que los plásticos se utilizan ampliamente es porque son buenos materiales para la industria, la construcción, los suministros médicos y de investigación y los productos de consumo. pero puede haber algunos efectos indeseables a largo plazo”, indicó una experta del estudio.

Miami, 20 abr (EFE).- La inhalación e ingestión de microplásticos, unas minúsculas partículas que abundan en el medio ambiente, pueden alterar la función celular de los pulmones humanos, según una investigación de la Universidad Estatal de Florida (FSU) que estudia este efecto a largo plazo.

Un equipo de científicos de la FSU encontró que la exposición a los microplásticos durante sólo “unos días” hizo que las células pulmonares humanas ralentizaran su metabolismo y crecimiento, cambiaran de forma y se desagruparan, indicó este lunes la universidad en un comunicado.

De acuerdo con los investigadores, se comprobó que “existían huecos en lo que normalmente es una hoja sólida de células”.

Los hallazgos plantean preguntas sobre los efectos a largo plazo de los microplásticos en la salud humana, particularmente para aquellos que ya padecen afecciones respiratorias.

El equipo de la FSU decidió centrar su investigación en el poliestireno, un tipo de plástico que se usa comúnmente en cubiertos desechables, cajas y artículos médicos como tubos de ensayo o platos.

De esta manera, expusieron células pulmonares a pequeñas cantidades de poliestireno y a niveles que se encuentran comúnmente en el medio ambiente.

Tras sólo unos días, encontraron que los procesos metabólicos de la célula se habían ralentizado, la proliferación celular estaba inhibida y la forma de la célula había cambiado.

El equipo de investigación descubrió que las células absorbieron las partículas microplásticas y formaron un anillo alrededor del núcleo celular.

“Los microplásticos no mataron las células, pero las células definitivamente no estaban actuando normalmente”, señaló el investigador Kerestin Goodman.

Los científicos advirtieron que el proceso de inhalar y exhalar no se puede imitar en un laboratorio.

“No queremos exagerar los efectos dañinos de los microplásticos en la salud humana”, señaló Qing-Xiang “Amy” Sang, profesora de química y bioquímica de la FSU.

“La razón por la que los plásticos se utilizan ampliamente es porque son buenos materiales para la industria, la construcción, los suministros médicos y de investigación y los productos de consumo. pero puede haber algunos efectos indeseables a largo plazo”, añadió Sang.

Entre sus preocupaciones, dijo, los microplásticos que pululan en en el aire y en corrientes fluviales “podrían ser especialmente perjudiciales para los bebés en crecimiento y las personas con enfermedades pulmonares”.

Los científicos advirtieron que el proceso de inhalar y exhalar no se puede imitar en un laboratorio. Foto: Sebastián Mariscal, EFE

El equipo de investigación, conformado además por la especialista en investigación Joan Hare, los estudiantes de doctorado Kerestin Goodman y Timothy Hua, y el ex estudiante de la FSU Zahraa Khamis, acotó que se trata de un primer paso para comprender los efectos de los microplásticos en la salud humana.

Pero también dijeron que los hallazgos realmente subrayan las preocupaciones planteadas anteriormente (…), en particular para las personas con trastornos respiratorios como cáncer de pulmón, asma, enfisema y neumonía; fibrosis o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

La investigación de la FSU ha sido publicada en la revista Chemical Research in Toxicology.

Científicos hallan microplásticos en muestras de nieve en “la zona de la Muerte” del Monte Everest

domingo, noviembre 22nd, 2020

Los investigadores han sugerido que las fibras, las más altas de las cuales se encontraron en muestras del Balcón del Monte Everest, a ocho mil 440 metros sobre el nivel del mar, podrían haberse desprendido de elementos más grandes durante las expediciones para alcanzar la cumbre.

Madrid, 22 de noviembre (EuropaPress).- Los científicos han identificado los microplásticos registrados más altos jamás encontrados en la Tierra, a una altitud de más de ocho mil metros, cerca de la cima del Monte Everest.

Las muestras recogidas en la montaña y en el valle bajo ella revelaron cantidades sustanciales de fibras de poliéster, acrílico, nailon y polipropileno.

Estos materiales se utilizan cada vez más para fabricar la ropa de exterior de alto rendimiento que suelen utilizar los escaladores, así como las tiendas de campaña y las cuerdas de escalada que se utilizan en los intentos de escalar la montaña.

Como resultado, los investigadores han sugerido que las fibras, las más altas de las cuales se encontraron en muestras del Balcón del Monte Everest, a ocho mil 440 metros sobre el nivel del mar, podrían haberse desprendido de elementos más grandes durante las expediciones para alcanzar la cumbre.

Sin embargo, también han supuesto que los plásticos podrían haber sido transportados desde altitudes más bajas por los vientos extremos que impactan regularmente en las laderas más altas de la montaña.

La investigación, publicada en la revista One Earth, fue dirigida por investigadores de la Unidad Internacional de Investigación de Basura Marina de la Universidad de Plymouth, que trabajaron con colegas del Reino Unido, Estados Unidos y Nepal y fue apoyada por la National Geographic Society y Rolex.

Investigadora y exploradora de National Geographic, la doctora Imogen Napper, autora principal del estudio, recuerda que “los microplásticos son generados por una serie de fuentes y muchos aspectos de nuestra vida diaria pueden llevar a que los microplásticos ingresen al medio ambiente”.

“En los últimos años hemos encontrado microplásticos en muestras recolectadas en todo el planeta, desde el Ártico hasta nuestros ríos y mares profundos –recuerda–. Con eso en mente, encontrar microplásticos cerca de la cima del Monte Everest es un recordatorio oportuno de que debemos hacer más para proteger nuestro medio ambiente”.

Las muestras se recogieron entre abril y mayo de 2019, como parte de la Expedición Perpetual Planet Everest de National Geographic y Rolex, y luego se analizaron en instalaciones especializadas en Plymouth. De 19 muestras de gran altura recogidas en la región del Monte Everest para análisis de microplásticos, 11 eran nieve y ocho agua de corriente. Esto incluyó arroyos a lo largo de las rutas de senderismo cerca del glaciar Khumbu, en la nieve en el campamento base del Everest y en lo alto de la Zona de la Muerte cerca de la cima de la montaña.

Las mayores cantidades (79 fibras microplásticas por litro de nieve) se encontraron en el Campamento Base, donde se basan las expediciones a la cumbre por períodos de hasta 40 días. Sin embargo, también se encontró evidencia en los Campos 1 y 2 en la ruta de escalada, con 12 fibras microplásticas por litro de nieve registradas desde el Balcón.

Había cantidades más bajas en los arroyos que bajaban de la montaña al Parque Nacional Sagarmatha, y los científicos dijeron que esto podría deberse al flujo continuo de agua creado por los glaciares de la región. La primera cumbre confirmada del Monte Everest en 1953 coincidió con el ascenso mundial a la prominencia de los plásticos y su uso en la sociedad.

Desde un momento en la década de 1950 cuando tenía muy pocos visitantes, el Parque Nacional Sagarmatha (que incluye la montaña) recibió a más de 45 mil visitantes en 2016, mientras que en 2019, se emitieron permisos de escalada para el Everest en Nepal.

Durante el mismo período, la versatilidad de los materiales plásticos ha dado como resultado un aumento sustancial en su uso de cinco millones de toneladas a nivel mundial en la década de 1950 a más de 330 millones de toneladas en 2020.

El profesor Richard Thompson OBE FRS, Jefe de la Unidad Internacional de Investigación de Basura Marina, explica que “desde la década de 1950, los plásticos se han utilizado cada vez más en todo tipo de productos debido a su practicidad y durabilidad. Sin embargo, son esas cualidades las que son, en gran medida, en parte, creando la crisis ambiental global que estamos viendo hoy”.

“Ahora hay un reconocimiento mundial de la necesidad de tomar medidas, con el propio Nepal imponiendo regulaciones sobre las expediciones de escalada para tratar de frenar los problemas ambientales creados por los desechos –prosigue–. Este estudio y nuestra investigación continua solo enfatiza la importancia de diseñar materiales que tengan los beneficios de los plásticos sin el legado duradero y dañino”.

El fondo de los océanos está contaminado con 14 millones de toneladas de microplásticos, revela estudio

martes, octubre 6th, 2020

La investigación, revela que el número de fragmentos de este material en el fondo de los océanos es generalmente más alto en las áreas en donde hay una mayor cantidad de basura flotante, incluso en zonas remotas del planeta.

Sídney (Australia), 6 oct (EFE).- El lecho marino del planeta está contaminado con unas 14 millones de toneladas de microplásticos, publica este martes un estudio australiano que revela que la cantidad de estas diminutas partículas en el océano profundo es 25 veces mayor de lo que se creía.

“Nuestra investigación demuestra que el océano profundo es una batea de microplásticos”, recalcó Denise Hardesty, coautora del estudio de la agencia de investigación científica gubernamental australiana CSIRO (siglas en inglés).

La investigación, que es la primera que calcula a nivel mundial la cantidad de microplásticos en el lecho marino, revela también que el número de fragmentos de este material en el fondo de los océanos es generalmente más alto en las áreas en donde hay una mayor cantidad de basura flotante, incluso en zonas remotas del planeta.

“Los microplásticos, efectivamente, se asientan en el lecho marino”, comentó Justine Barrett, de CISRO y líder de este estudio, al alertar que incluso “el mar profundo es susceptible al problema de la contaminación plástica”.

El análisis de los científicos de CSIRO realizado con un robot submarino, que recolectó muestras frente a las costas del sur de Australia a una profundidad de al menos tres kilómetros, indican que la cantidad de plástico existente en el lecho marino es 25 veces mayor de lo que se creía anteriormente, según el comunicado.

Imágenes de los microplásticos cedidas por la agencia de investigación científica gubernamental australiana CSIRO. Foto: vía EFE

Con base a los resultados de la densidad de los plásticos en el océano profundo obtenidos en la recogida de muestras en el sur de Australia y el tamaño de los océanos, los científicos calcularon que la cantidad total de microplásticos en el lecho marino en todo el planeta es de unas 14 millones de toneladas.

Los expertos calculan que vertemos al mar al menos unos ocho millones de toneladas de plástico cada año, que tras decomponerse se convierten en diminutas partículas que ingieren los peces e incluso el plancton que forma la base de la cadena alimentaria marina.

Hardesty enfatizó que la contaminación de los océanos con plástico es un reconocido problema ambiental por lo que creen que su estudio “ayudará a adoptar estrategias informadas de gestión de basura y a crear cambios de conducta y oportunidades para frenar la entrada del plástico y otro tipo de desperdicios a nuestro ambiente”.

La cantidad de plástico en el Atlántico es al menos 10 veces mayor de lo estimado, según estudio

martes, agosto 18th, 2020

Un estudio publicado por Nature Communications dio a conocer que existe una masa “invisible” de microplásticos presente en las aguas superiores del Atlántico; esta cantidad de plástico oscila entre las 12 y 21 toneladas.

Madrid, España, 18 de agosto (EFE).- La masa “invisible” de microplásticos presente en las aguas superiores del Atlántico oscila entre los 12 y los 21 millones de toneladas, lo que lleva a estimar que la cantidad total en ese océano es 10 veces mayor, señala un estudio que publica hoy Nature Communications.

Y es que, esta cifra, que sólo refiere los tres tipos de plásticos más comerciales y contaminantes, es comparable a los cálculos sobre desechos plásticos vertidos en el Atlántico en los últimos 65 años que los situaban en 17 millones de toneladas, lo que refleja que este problema medioambiental ha sido “sustancialmente subestimado” durante décadas, según el estudio.

Posiblemente este error de cálculo se debe a que antes no se medían las concentraciones de partículas microplásticas más allá de la superficie del océano, explica la investigadora y coautora del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido (NOC), Katsiaryna Pabortsava.

El estudio ha medido por primera vez la cantidad de desechos plásticos en los primeros 200 metros de profundidad del Atlántico y “desde el Reino Unido hasta las Malvinas”, detalla la científica.

El estudio se encargó de medir por primera vez la cantidad de desechos plásticos en los primeros 200 metros de profundidad en el Océano Atlántico. Foto: Bruce Omori, EFE

Para ello, los investigadores tomaron muestras de agua en una campaña oceánica financiada por el Programa europeo H2020 y que tuvo lugar entre septiembre y noviembre de 2016.

Los investigadores filtraron grandes volúmenes de agua de mar a tres profundidades seleccionadas hasta los 200 metros y, mediante la técnica de imágenes espectroscópicas, detectaron e identificaron numerosos contaminantes plásticos.

El estudio se centró en tres de ellos: el polietileno, el polipropileno y el poliestireno, los tipos de plástico más usados comercialmente y también los más contaminantes, y todos ellos, de menos de 1 milímetro.

Se detectaron tres tipos de contaminantes: el polietileno, el polipropileno y el poliestireno. Foto: Cristóbal Herrera, EFE

Los cálculos apuntan que el Atlántico contiene, en sus primeros 200 metros de profundidad, entre 12 y 21 millones de toneladas de este tipo de microbasura, tan pequeña que ni se ve.

Por tanto, “si asumimos que la concentración de microplásticos de las capas superiores es representativa de la que hay hasta el fondo marino, que tiene una profundidad media de unos 3 mil metros, entonces el Atlántico podría albergar unos 200 millones de toneladas de basura plástica” y sólo de los tres tipos de plástico que se han analizado en el estudio”, avisa el investigador del NOC y coautor del trabajo, Richard Lampitt.

Los resultados de la investigación muestran que “la cantidad de basura es mucho mayor de lo que se ha estimado”, unas diez veces más, por lo menos, según Lampitt.

“Para determinar los peligros de la contaminación plástica para el medioambiente y los seres humanos, hace falta tener buenas estimaciones de la cantidad y características de este material, cómo entra en el océano, cómo se degrada y cuál es su toxicidad en esas concentraciones”, advierte Lampitt.

Sin embargo, “nuestro estudio demuestra que los científicos hemos tenido una comprensión totalmente inadecuada incluso del detalle más simple: saber cuánto plástico se vierte en el océano, algo que hemos subestimado enormemente”, concluye.

Era cosa de tiempo: el plástico que invade tierra, mar, ríos y aire, entra a tejidos y órganos humanos

lunes, agosto 17th, 2020

Según un estudio presentado en un congreso de la Sociedad Americana de Química (ACS), algunos fragmentos o microplásticos no biodegradables acaban siendo ingeridos por animales y las personas al comer, beber o respirar; aún se desconocen los daños que pueden causar en el organismo.

Madrid, España, 17 de agosto (EFE).- Era sólo cuestión de tiempo, y ya ha sucedido. Los plásticos, que contaminan todos los elementos del planeta (tierra, agua y aire) han llegado hasta los tejidos y órganos humanos, según un estudio que se presenta hoy en el Congreso virtual de Otoño de la Sociedad Americana de Química (ACS).

Y es que aunque las mayor parte de las bolsas o las botellas de agua se descomponen en el medio ambiente, algunos fragmentos o microplásticos no biodegradables permanecen en el entorno y acaban siendo ingeridos por los animales y las personas al comer, beber o respirar.

Hoy por hoy, “se pueden encontrar plásticos contaminando el medio ambiente en prácticamente todos los lugares del mundo, y en pocas décadas, hemos pasado de ver el plástico como un beneficio maravilloso a considerarlo una amenaza”, explica Charles Rolsky, investigador de la Universidad Estatal de Arizona y uno de los autores del estudio.

Los microplásticos son fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros (mm) y los nanoplásticos son aún más pequeños, con diámetros inferiores a 0.001 mm.

Pese a que la mayoría de las bolsas o botellas de agua se descomponen en el medio ambiente, algunos fragmentos permanecen en el entorno. Foto: Sáshenka Gutiérrez, EFE

Se sabe que en la vida silvestre y en los animales, estas minúsculas partículas provocan inflamación, cáncer y problemas de fertilidad, pero de momento hay pocos estudios que hayan evaluado sus efectos en la salud de las personas.

Algunas investigaciones han demostrado que los plásticos pueden atravesar el tracto gastrointestinal humano, pero los autores de este estudio quisieron averiguar si estas minúsculas partículas se acumulan en otros órganos humanos y con qué efectos.

Para ello, analizaron 47 muestras de tejidos del cerebro, y de los cuatro órganos más expuestos a la filtración de microplásticos: los pulmones, el hígado, el bazo y los riñones.

Al mismo tiempo, diseñaron un programa informático que convertía la información sobre el recuento de partículas de plástico en unidades de masa y superficie y que será de acceso universal para que otros investigadores puedan compartir sus resultados y generar una base de datos abierta que permitirá a los científicos “comparar las exposiciones en órganos y grupos de personas a lo largo del tiempo y del espacio geográfico”, detalla el jefe del laboratorio, Rolf Halden.

El método permite a los investigadores detectar docenas de tipos de componentes plásticos en los tejidos humanos, incluidos el policarbonato (PC), el polietileno tereftalato (PET) y el polietileno (PE).

Los resultados del estudio confirmaron la presencia de plásticos en todas las muestras, y el bisfenol A (BPA), que todavía se utiliza en muchos envases de alimentos a pesar de los problemas de salud que provoca, apareció en las 47 muestras humanas.

Investigaciones han demostrado que los plásticos pueden atravesar el tracto gastrointestinal humano, pero aún se trabaja en conocer los efectos que puede tener esto. Foto: Andrew Medichini, AP

Según explican los investigadores, este estudio es el primero que examina la presencia de micro y nanoplásticos en los órganos humanos de individuos con exposición ambiental.

Para ello, los donantes de tejidos proporcionaron información detallada sobre su estilo de vida, su dieta y sus exposiciones ocupacionales, lo que permitirá concretar cuáles son “las posibles fuentes y rutas de exposición micro y nanoplástica”, asegura Halden.

“No queremos ser alarmistas, pero es preocupante que estos materiales no biodegradables que están presentes en todas partes puedan entrar y acumularse en los tejidos humanos, porque no conocemos los posibles efectos sobre la salud”, avierte Varun Kelkar, coautor del estudio.

Una vez identificados el tipo de plásticos presente en los tejidos humanos, será posible hacer estudios epidemiológicos para evaluar los efectos de estas partículas contaminantes en la salud humana. De esa manera, podremos empezar a entender los posibles riesgos, si los hay”.

Más de 90 mil microplásticos fluyen por río el Támesis en Londres cada segundo, estiman científicos

martes, julio 21st, 2020

Científicos británicos de la Universidad de Londres dieron a conocer en un estudio que alrededor de 94 mil microplásticos fluyen cada segundo en secciones del río Támesis; el segundo río más grande del Reino Unido tiene más densidad de plástico que el Rin y el Danubio.

Londres, Reino Unidos, 21 de julio (EFE).- Científicos de la Universidad de Londres estimaron que unos 94 mil microplásticos fluyen cada segundo por algunas secciones del río Támesis en Londres, según recoge un estudio publicado este martes en la revista Science of the Total Environment.

El Támesis, que con 346 kilómetros es el segundo río más largo de Reino Unido, presenta una densidad de microplásticos más alta que la mayoría de los grandes ríos europeos, incluido el Rin en Alemania y el Danubio en Rumanía.

Microperlas provenientes de exfoliantes en productos cosméticos, purpurina y otros fragmentos de plástico fueron los elementos que los investigadores identificaron de las muestras que tomaron del agua de Putney, en el suroeste de Londres, y en Greenwich, al sureste de la capital.

La investigación arrojó que la cantidad de microplástico en el río Támesis es mayor que en varios ríos de Europa y el mundo. Foto: Imagen de referencia, Bernd Wuestneck, EFE

En ese sentido, los investigadores consideran que “no es sorprendente” que se hayan encontrado partículas de este material en el 80 por ciento del agua de los grifos de la capital británica.

Definidos como piezas inferiores a 5 milímetros, los microplásticos se detectaron asimismo en nueve especies de peces –el Támesis alberga en torno a 125 diferentes.

Imagen que muestra el procedimiento del estudio realizado por la Universidad de Londres. Foto: ScienceDirect

También se encontraron en los estómagos de varios cangrejos que habitan en su cauce, de donde extrajeron fibras provenientes de compresas, globos, bolsas de la compra y bandas elásticas.

“Desde microplásticos en el agua hasta elementos más grandes como los escombros que alteran físicamente la playa pueden afectar potencialmente a una amplia variedad de organismos en el río Támesis”, señaló el profesor de ciencias biológicas de la Universidad de Londres David Morritt.

“El uso creciente de artículos de plástico de un solo uso, y la eliminación inadecuada de dichos artículos, incluidas máscaras y guantes, junto con productos de limpieza que contienen plástico, durante la actual pandemia de COVID-19, pueden exacerbar este problema”, añadió.

La densidad de microplásticos en el Támesis (19.5 por metro cúbico) supera la de ríos como el Po en Italia y el Chicago en Estados Unidos.

Aunque presenta niveles más bajos que el río Yangtze en China, los científicos británicos subrayan que en su estudio excluyeron el recuento de microfibras, las cuales suponen un 79 por ciento de los microplásticos del río asiático.