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Diez cosas que nos dicen el estado de nuestros dientes y encías sobre nuestra salud

lunes, febrero 17th, 2020

Por el estado de nuestra boca podemos deducir algunos rasgos de nuestra salud que nos lleven a visitar a un médico o a mejorar ciertas prácticas y costumbres.

Por Jordi Sabaté

Madrid, 17 de febrero (ElDiario.es).- Hace unos años, en Ocho cosas malas que te pueden pasar si no cuidas debidamente tu boca hablábamos de los peligros para la salud que implicaba una mala higiene bucodental, ya que infecciones en esta zona podían suponer un esfuerzo inmunulógico que estresara el cuerpo, además del peligro de recircular los gérmenes a otras partes del cuerpo vía el torrente sanguíneo.

Comentamos entonces que los problemas de boca pueden llevar a sufrir problemas musculares, articulatorios o incluso renales y cardíacos si se mantenía una mala higiene y no se les ponía remedio. Ahora queremos retomar el tema pero desde la óptica opuesta, para explicar qué posibles enfermedades, y sobre todo qué malos hábitos, podemos padecer y qué nos dicen nuestras muelas y encías sobre ellas y ellos.

Que no cunda el pánico, aviso para personas hipocondríacas. Un síntoma o rasgo debe ir acompañado de otros para determinarnos a visitar a un médico. Ahora bien, a veces, si sospechamos que no estamos del todo bien, un mal estado de la zona bucodental puede servir para determinarnos. Por otro lado, lo que más suelen reflejar unos dientes y encías en mal estado es una higiene bucodental deficiente y una alimentación incorrecta.

Foto: Edgar Jaso, Cuartoscuro

10 COSAS QUE DICE NUESTRA BOCA

Superficie de los dientes plana: si la superficie dental tiene poco relieve es una muestra clara bruxismo [leer ¿Cómo saber si rechino los dientes?], fruto de una mala gestión del estrés cotidiano o por hechos puntuales como cambio de trabajo, problemas sentimentales, etc,

Encías sangrantes: si las encías nos sangran sin motivo o al apretar, aunque sea esporádicamente, estamos ante un síntoma de mala nutrición que provoca anemias, por falta de hierro o avitaminosis, es decir déficit de determinadas vitaminas. No hace falta recurrir a la expresión “pasar hambre” para explicar lo que es la mala nutrición, basta con pensar en alguien que come muy poca fruta y verduras, así como poca carne y pescado, y se alimenta en exclusiva de ultraprocesados.

Caries numerosas y frecuentes: delatan un exceso de azúcar y alimentos dulces en la dieta, que es el motor de la proliferación de las bacterias de la caries; también puede tener vínculo con una posible diabetes, en la que la alta cantidad de azúcar en sangre dificulte la llegada de las defensas a la zona. [leer Estos son los alimentos que más perjudican los dientes]

Manchas marrones: debidas al tabaquismo, al abuso del café o el té o incluso al abuso del vino o algunas frutas. También hablan de una mala higiene con cepillados poco frecuentes. [leer Cómo lavarse los dientes correctamente]

Dientes amarillos: pueden deberse a la ingesta de determinados antibióticos en la infancia, que retrasaron la esmaltación del diente, así como a algunos antidepresivos y antihistamínicos, con pH ácido y por tanto corrosivo. También hablan de mala higiene bucal, de que nos cepillamos poco y no nos lavamos correctamente los dientes [leer Este es el top 10 de sustancias que más manchan los dientes].

Manchas blanquecinas o surcos en el esmalte: es la llamada hipoplasia dental, una detención en el desarrollo dentario en algún momento de nuestra vida debido a enfermedades en la infancia, a una malnutrición o bien a síntomas de enfermedad celíaca.

Encías retraídas: la retracción de la encía sobre la superficie del diente, que deja visible la zona sensible y no esmaltada llamada dentina, se debe a problemas de sarro, que no es necesariamente suciedad sino la placa de bacterias que habitan este área. El sarro obedece a un pH básico de la boca, ya sea por edad, por cuestiones genética, etc. Por descontado se relaciona con la higiene, pero personas con poca higiene pueden tener menos y otras más aplicadas más. Además puede provocar el retraimiento el uso de cepillos de cerdas demasiado duras.

Dolor pasajero al tomar líquidos calientes o fríos: es consecuencia del retraimiento de las encías, que además de la estética tiene efectos nerviosos debido a la exposición de la dentina, la parte sensible del diente. A este respecto, un estrés excesivo también puede provocar retraimiento.

Encías enrojecidas e inflamadas, con dolor: la consecuencia final del retraimiento si no hay buena higiene es una periodontitis, es decir una infección de las encías. Cuidado que puede estar vinculada a una mala higiene, pero también a una posible diabetes o a enfermedades renales cuando nos esmeramos y la periodontitis persiste. [leer Diez pistas para saber si padecemos diabetes]

Dientes deslucidos: se debe a la pérdida del esmalte dental por reflujo gastroesofágico, xerostomía, abuso de refrescos ácidos, que suelen tener ácido ortofosfórico.

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¿Te cuesta trabajo bajar de peso? Aquí siete malos hábitos que se interponen entre tú y tu objetivo

lunes, abril 8th, 2019

Estos hábitos del día a día no te permiten perder peso, y lo que es peor, seguramente están tan enraizados que ni siquiera has notado que están actuando como un “freno” a tu planificación.

Ciudad de México, 8 abril (TIC Beat/ SinEmbargo).- ¿No consigues perder peso? Si haces dieta y no adelgazas o simplemente no paras de ganar kilos aunque has hecho todo lo posible para evitarlo, algo falla. El problema no siempre está en la salud o en tu metabolismo: puede que cometas errores en tu rutina diaria que te impiden adelgazar.

Estos hábitos del día a día no te permiten perder peso, y lo que es peor, seguramente están tan enraizados que ni siquiera has notado que están actuando como un “freno” a tu planificación. De nada sirve que hagas dieta o ejercicio si no evitas cometer estos errores frecuentes que impiden perder peso.

1. NO PLANIFICAS TU ALIMENTACIÓN

Hagas dieta o no, es importante que un día a la semana te sientes a planificar qué vas a comer durante los próximos días. Foto: TICBeat

Hagas dieta o no, es importante que un día a la semana te sientes a planificar qué vas a comer durante los próximos días. Este truco no sólo te permitirá ahorrar dinero al ir a hacer la compra, ya que sólo comprarás lo que necesitas, sino que también te ayudará a perder peso.

¿Por qué? Sencillo: si no sabes qué vas a comer, cada día terminarás comiendo lo que más te apetezca. Si tienes hambre, por pura naturaleza terminarás comiendo alimentos hipercalóricos. Es la forma que tu cuerpo tiene de aprovisionarse de energía.

2. ELIMINAS LA GRASA PERO NO EL AZÚCAR 

Ahora sabemos que los verdaderos culpables de la epidemia de la epidemia de obesidad y enfermedades cardiovasculares son el azúcar y las grasas saturadas. Foto: TICBeat

La grasa ha sido acusada de todo tipo de males a lo largo de los años, pero no siempre es así. Ahora sabemos que los verdaderos culpables de la epidemia de la epidemia de obesidad y enfermedades cardiovasculares son el azúcar y las grasas saturadas.

Por eso debes suprimir las dos, pero no toda la grasa. Este nutriente te ayuda a mantenerte lleno y por lo tanto evita que piques entre horas. La grasa es buena en su justa medida siempre que no sea saturada -patatas fritas o dulces- mientras que el azúcar añadido debe ser evitado al 100%. Además de engordar, se ha demostrado que guarda relación con el cáncer.

Es probablemente uno de los errores que te impiden adelgazar más comunes, sobre todo debido a la gran cantidad de productos bajos en grasas y ricos en azúcares que hay en todos los supermercados.

3. SALSAS 

Si haces dieta, la tentación de añadir algún tipo de salsa a la comida es grande.  Foto: TICBeat

Si haces dieta, la tentación de añadir algún tipo de salsa a la comida es grande. Quizás no te gusta lo que estás comiendo y piensas que entrará mejor con un poco de ketchup, mayonesa u otro aditivo.

Esto es un error, pues prácticamente todas las salsas son ricas en calorías, grasas y azúcares. Por lo tanto, debes buscar otras formas de hacer tu comida más apetecible.

4. CREES QUE ES BUENO TOMAR JUGOS  

El zumo, incluso si es natural, no es equivalente a la fruta. Foto: TICBeat

El zumo, incluso si es natural, no es equivalente a la fruta. Al exprimir la pieza de fruta estás desperdiciando toda la fibra y quedándote con el azúcar en estado líquido. Es uno de los hábitos que impiden perder peso frecuentes en todo el planeta.

Lo ideal es que o bien tomes la pulpa de la fruta o directamente comas la fruta completa. La fibra es donde está la mayoría de nutrientes y además el elemento que te hace mantenerte lleno.

5. SÓLO LA DIETA TE HARÁ PERDER PESO  

Controlar lo que comes -más que cuánto comes- es importante, fundamental para perder peso. Foto: TICBeat

Controlar lo que comes -más que cuánto comes- es importante, fundamental para perder peso. Eso sí, seguramente no sea suficiente. Además de seguir una dieta sana y equilibrada, el ejercicio físico es imprescindible.

En la medida de tus posibilidades, ejercitarse no sólo quema calorías y ayuda a perder grasa, sino que tiene una serie de beneficios físicos y psicológicos adicionales.

6. HACES EJERCICIO MAL  

Hay mucha gente que hace deporte, que corre y que no adelgaza. Foto: TICBeat

Hay mucha gente que hace deporte, que corre y que no adelgaza. Esto ocurre porque el cuerpo es muy eficiente y automáticamente se adapta cuando detecta cierto nivel de exigencia.

El primer día de entrenamiento te costará mucho, luego menos, y así sucesivamente hasta que prácticamente ni lo notes. Por eso es importante cambiar de ejercicio o subir la intensidad para aumentar la quema de calorías.

7. NO DUERMES BIEN 

Dormir bien es clave para tener energía física y mental. Foto: TICBeat

Dormir bien es clave para tener energía física y mental. Si no lo haces, tendrás problemas de salud de todo tipo y una probada tendencia a engordar y poner kilos.

Para sacar adelante tu rutina, no caer en la tentación de picar entre horas y poder hacer el ejercicio que necesitas, es preciso que descanses bien por las noches. Una buena siesta no compensa los efectos de una noche en vela, por si te lo estabas preguntando.

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Malos hábitos en restaurantes y puestos de la CdMx generan toneladas de desechos inorgánicos

lunes, enero 15th, 2018

Los restaurantes mexicanos, sobre todo aquellos dedicados a la comida rápida, generan enormes cantidades evitables de residuos inorgánicos, fruto de estilos de vida impuestos en las grandes capitales.

Por Zoilo Carrillo

México, 15 ene (EFE).- En el corazón de la Ciudad de México se pueden observar despilfarros de papel y plástico, principalmente derivados del uso de popotes y bolsas que envuelven los platos en los que se sirve la comida que a diario alimenta a millones de mexicanos.

Llama la atención la comanda de papel, en la que el comensal ordena la comida pintando a bolígrafo el menú, haciendo así la selección de lo que va a comer.

Posteriormente esa comanda se la queda el mesero para iniciar la orden y poco se sabe de qué pasa con ella.

La asesora principal de la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable en México (GIZ, por sus siglas en alemán), Sandra Herrera, contó a Efe que este hábito “corresponde a una cultura de los restaurantes de tener algo que conste cuál fue el pedido de cada una de las mesas”.

Así, luego pueden establecer una comparativa de lo que va saliendo de la cocina, indicó.

“Te puedo asegurar que no se recicla ese papel, por lo menos no en el restaurante, pasan a sus áreas de contabilidad para que se hagan auditorías”, explicó.

Asimismo, manifestó que muchos restaurantes están en transición hacia ordenar la comanda de manera digital, lo que “va a dar muchísima salida al papel de los establecimientos de venta de alimentos”.

Otra costumbre que llama la atención es la del popote y el vaso de plástico, servidos en la mayoría de taquerías de la ciudad sin preguntar antes al consumidor si desea evitar esa opción más contaminante para el medio ambiente.

Según la experta, el tiempo de degradación de un popote de plástico es de 200 años.

La ex subsecretaria de Fomento y Normatividad Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) relató que la tradición de usar popote se remonta a los años 70, cuando se utilizaba por higiene para protegerse de un posible mal lavado del vaso.

En la costa, la situación del popote no es muy distinta a la de la capital, ya que se están encontrando, junto a otros muchos plásticos, “en el interior de muchos de los animales que habitan el océano”.

Comensales comen en platos envueltos en bolsas de plástico. Foto: EFE

En los puestos callejeros en los que la gente come de pie a ras del asfalto, los platos que se entregan vienen envueltos en una bolsa de plástico que, una vez el comensal termina de comer, se desecha, dejando el plato impoluto, listo para utilizarse otra vez.

Uno de los encargados de un puesto en plena calle, José Antonio Castillo, al ser preguntado por si era contaminante el uso del plástico, respondió que “es más feo ponerle un papel”.

Una chica que comía en el puesto, Paola Luna, expresó a Efe creer que “lo utilizan por higiene”.

“Podría hacerse uso del plato y lavarlo, pero no sé qué es peor: contaminar con el plástico o lavar y gastar más agua”, comentó.

Herrera sustentó esta afirmación reconociendo que los puestos callejeros se ven obligados a elegir.

Entre el desperdicio se encuentran algunas excepciones, como el uso de polipapel en el plato en lugar de plástico común.

El taquero Rodolfo Torres aseguró que lo utilizan “porque es menos contaminante que el plástico”.

La especialista indicó que “en las ciudades va creciendo el residuo inorgánico por la forma en la que vivimos”, en referencia a los puestos de tacos.

“Hay que entender que la dinámica de las ciudades es atender a todo aquel que esté en tránsito o que su trabajo está muy lejos de su casa”, argumentó.

“Muchas veces a las personas no se les da oportunidad de traer comida desde su casa y acuden a estos sitios”, agregó.

La gente en tránsito favorece la proliferación de alimentos en vía pública y la generación de residuos que, según el último Diagnóstico Nacional de Residuos que se hizo en el país, en 2012, las metrópolis más pobladas generan 1.5 kilogramos de residuos al día por cada individuo, un total de 547 kilos al año.