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Pareja es asesinada y mutilada en Ciudad Juárez. El Conapred habla de lesbofobia

martes, enero 18th, 2022

La Fiscalía General de Justicia de Chihuahua informó a SinEmbargo que en el lugar de los hechos encontraron dos credenciales que permitieron la identificación preliminar de las víctimas como Nohemí M.M y Tania M.N, ambas de 28 años de edad.

Ciudad de México, 18 de enero (SinEmbargo).– El doble feminicidio de una pareja en Ciudad Juárez ha causado indignación y ha llevado al Gobierno federal a pedir a las autoridades locales a indagar este crimen con orientación sexual e identidad de género.

Los cuerpos de las dos mujeres fueron hallados desmembrados dentro de bolsas sobre la carretera Juárez-Porvenir en el poblado San Agustín de Ciudad Juárez. Las víctimas fueron identificados como Tania “M” y Nohemí Medina, ambas de 28 años de edad, informaron fuentes de la Fiscalía del Estado a SinEmbargo.

El crimen de las jóvenes, quienes eran pareja, ha generado la indignación de activistas y de la comunidad gay. El Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua repudió los hechos y exigió a la Gobernadora María Eugenia Campos el esclarecimiento del caso y justicia para las víctimas.

En el mismo sentido, la Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) han pedido a las autoridades del estado investigar y sancionar los asesinatos, y reforzar las políticas públicas para combatir la lesbofobia y otras fobias que enfrentan las personas de la diversidad sexual.

“Ante el reporte del hallazgo de los cuerpos de la pareja en Ciudad Juárez, Chihuahua, el Conapred y la Conavim, llaman a evitar la normalización de los discursos de odio y la lesbofobia”, denunciaron las dependencias en un comunicado.

La joven pareja fue localizada sin vida y sus cuerpos desmembrados desde el domingo en Ciudad Juárez. Foto: Facebook

Fue la mañana del pasado domingo cuando se localizaron los cuerpos de las jóvenes. El día de ayer trascendió en medios de comunicación la identificación extraoficial de las víctimas, como Nohemí Martínez y Julissa.

La Fiscalía General de Justicia de Chihuahua informó a SinEmbargo que en el lugar de los hechos encontraron dos credenciales que permitieron la identificación preliminar de las víctimas como Nohemí M.M y Tania M.N, ambas de 28 años de edad.

Enrique Rodríguez, jefe de Información de la Dirección de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado, detalló que las víctimas residían en Ciudad Juárez y no en El Paso, Texas, como se difundió en un principio en medios locales y redes sociales.

El funcionario también indicó que un grupo multidisciplinario conformado por Policías Investigadores, Peritos y Agentes del Ministerio Público trabaja en las indagatorias, así como en los estudios correspondientes para la identificación de las víctimas.

“En estos momentos se continúa la realización de los protocolos correspondientes para la identificación oficial y posterior entrega a sus familiares”, señala la información de la Fiscalía.

En cuanto a la línea de investigación que sigue la Fiscalía, el funcionario indicó que por el momento las autoridades siguen trabajando en el acopio de información para el esclarecimiento de los hechos.

“Se están desarrollando las investigaciones correspondientes de los diversos entornos familiares y sociales de ambas víctimas, para que, con base en lo anterior, la representación social esté en aptitud de trazar las líneas de investigación”, indicó.

CONDENAN EL CRIMEN

El hecho ha provocado indignación, no solo a nivel local sino a nivel nacional en donde activistas, feministas y organizaciones LGBT+ han condenado el crimen.

“Las nombramos porque ya no están, porque los crímenes de odio y transfobia deben parar, porque merecemos una vida visible, digna y libre de violencia machista. […]Este hecho #lesbofobico se suma a la ola de violencia hacia la comunidad LGBT, que ha surgido estas primeras semanas de enero 2022” condenó en redes sociales el colectivo Igualdad sustantiva Yucatán.

La Red de Madres Lésbicas en México también repudió los hechos y exigió el inmediato esclarecimiento del asesinato de la joven pareja.

“Ciudad Juárez sigue siendo una ciudad peligrosísima para las mujeres y más aún para las que pertenecen a la comunidad LGBTTTIQA”, escribió a su vez en Twitter, Violeta Maltos, directora del Instituto Internacional de Justicia Restaurativa y derecho.

Por su parte, la Senadora por Chihuahua, Bertha Caraveo, se sumó al llamado a las autoridades a detener la violencia feminicida.

“Como integrante de la Comisión para la Igualdad de Género condeno este horroroso crimen de odio, que es un agravio en contra de todas las mujeres fronterizas y la diversidad sexual”, indicó la legisladora en su cuenta de Twitter.

De acuerdo con familiares y amigos la pareja dejó en orfanandad a tres menores. Foto: Facebook

Ciudad Juárez, en Chihuahua, y Culiacán, en Sinaloa, son los municipios con mayor incidencia en feminicidios a nivel nacional con un total de 16 asesinatos de mujeres que fueron clasificados y son investigados como feminicidios, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Le siguen San Pedro Tlaquepaque con 14 y Tlajomulco con 13, en Jalisco, y la Alcaldía Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México, con 12.

En todo el territorio mexicano al menos mil 462 mujeres fueron asesinadas tan sólo de enero a noviembre de 2021, de las cuales, dos mil 540 fueron víctimas de homicidio doloso mientras que 922 sufrieron un feminicidio.

El total de mujeres asesinadas es apenas 0.32 por ciento menor que la del mismo periodo de 2020, cuando mataron a tres mil 473 mujeres a nivel nacional, sin embargo, los feminicidios han subido 3.25 por ciento de enero a noviembre de 2021, frente a los primeros 11 meses del año pasado, cuando se reportaron 893.

RECRUDECE VIOLENCIA EN JUÁREZ

Los feminicidios de Nohemí y Tania se suman al recrudecimiento de violencia que ha vivido Juárez en la última semana, en la que se han registrado atentados contra vehículos y edificios, así como ataques armados.

Además, apenas el pasado 10 de enero, tres muertos y siete heridos fue el saldo de un ataque armado en el bar Viejo Oeste, en la colonia Partido Romero de esa localidad, donde varias personas armadas abrieron fuego hacia el interior del local. Por el momento se desconocen las causas del ataque y la identidad de los agresores, asuntos que investiga la Fiscalía.

La fronteriza Ciudad Juárez, una de las urbes más industrializadas, fue uno de los 50 municipios con mayor incidencia en homicidios dolosos durante agosto a noviembre de 2020 y de 2021, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En ese periodo de 2021 se registraron 383 asesinatos, 14 por ciento menos que los 447 del año anterior. No obstante, la ciudad se mantuvo en el segundo lugar de los municipios con más homicidios, sólo por debajo de Tijuana, en Baja California.

En tanto, el reporte diario de homicidios dolosos del grupo interinstitucional que publica la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), elaborado con reportes de las fiscalías locales, muestra que, del 1 al 12 de enero, Chihuahua se situó como la cuarta entidad con más asesinatos con 67 casos, detrás de Guanajuato (103), Michoacán (92) y el Estado de México (85).

A penas el 17 de agosto del año pasado, el Gobierno de Chihuahua, junto con la Secretaría de Gobernación y organizaciones civiles, emitieron la declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las mujeres del estado.

Fue en el año 2019 cuando las Comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos solicitaron esta alerta para los municipios de Chihuahua, Juárez, Cuauhtémoc, Hidalgo del Parral y Guadalupe y Calvo.

Una nota publicada por la periodista Blanca Carmona en el portal La Verdad de Juárez, a cinco meses de haberse emitido la AVG, el avance en mínimo en cuanto al cumplimiento de las acciones preventivas, de seguridad y de justicia que prevé este mecanismo.

“De acuerdo con fuentes consultadas, únicamente se ha avanzado en la coordinación interinstitucional”, señala la publicación.

Además, destaca que mientras el cumplimiento a las recomendaciones de la alerta se mantiene pendiente, la violencia contra las mujeres avanza. Desde agosto de 2021, cuando se declaró la Alerta, al menos 70 mujeres han sido asesinadas en la ciudad y otras ocho tienen reporte de desaparición.

La falta de recursos económicos disponibles para darle seguimiento y garantizar el cumplimiento del mecanismo, y recortes a los presupuestos de las instancias de garantizar los derechos a las mujeres, son algunas de las causas que se señalan como motivo del retraso en el avance de la AVG.

“Si me va a matar, que sea frente a palacio”. Y allí la mató. Marisela Escobedo no conoció la justicia

miércoles, diciembre 16th, 2020

A pesar de la indignación generalizada por su asesinato, luego de una investigación inicial que estuvo plagada de deficiencias y marcada por el escándalo, prácticamente no ha habido avances en el caso de Escobedo en la última década.

Coahuila, 16 de diciembre (Vanguardia/EFE).– A Marisela Escobedo la asesinaron a las afueras del Palacio de Gobierno de Chihuahua el 16 de diciembre de 2010 mientras realizaba una sentada exigiendo que el asesino de su hija fuera llevado ante la justicia, el exgobernador Cesar Duarte, ahora detenido en Estados Unidos, acababa de tomar posesión.

Los propio guardias del Gobernador cerraron las puertas del recinto cuando quiso ingresar al ser perseguida por su asesino.

Tras 10 años, la causa por la que luchaba sigue impune, al igual que su asesinato.

A pesar de la indignación generalizada por su asesinato, luego de una investigación inicial que estuvo plagada de deficiencias y marcada por el escándalo, prácticamente no se han registrado avances en el caso de Escobedo en la última década.

A principios de noviembre, el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia de prensa diaria que el caso Escobedo “debe permanecer abierto” y ser examinado por su administración, un hecho importante después de años en los que las autoridades locales mantuvieron que el caso estaba cerrado.

Estas declaraciones ocurrieron días después de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informara al Estado mexicano que tenía tres meses para enviar a la comisión sus observaciones sobre los casos de Escobedo y su hija Rubí, un primer paso mientras la CIDH delibera si debe admitir el caso.

El impulso para revisar el caso Escobedo, que es emblemático de muchas de las crisis más desconcertantes que enfrenta el país, no podría llegar en un momento más delicado para el Gobierno mexicano.

Además del impacto económico causado por la pandemia COVID-19, las tasas de homicidio están en su punto más alto, según el Instituto Nacional de Estadísticas.

Marisela Escobedo nació en Piedras Negras, Coahuila, 12 de junio de 1958, fue una enfermera y activista social mexicana, asesinada mientras protestaba por el feminicidio de su hija, Rubí Marisol Frayre Escobedo, de 16 años de edad, ocurrido en el año 2008.

Marisela Escobedo señaló entonces a la pareja de su hija, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, como el asesino.

Con recursos propios logró localizar a Barraza en Fresnillo, Zacatecas, donde fue detenido y trasladado a Ciudad Juárez. Allí este confesó la autoría del crimen y señaló el lugar de sepultura de los restos de Rubí Frayre en uno de los primeros juicios orales de la historia de México en donde la confesión no es suficiente.

Marisela Escobedo buscó justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol, quien fue asesinada por su pareja. Foto: Especial.

De esta manera, aun a pesar de la autoinculpación, los jueces declararon al asesino inocente por falta de pruebas y lo pusieron en libertad. Ello supuso un escándalo que trascendió las fronteras nacionales, convirtiéndose Marisela Escobedo en referente público de su denuncia.

“LAS TRES MUERTES DE MARICELA”

La mexicana Marisela Escobedo pasó de ser madre a llorar a su hija hasta terminar convertida en un símbolo de valentía y activismo cuya historia se refleja en el documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, que se estrenó en octubre en la plataforma digital de Netflix.

Dirigido por Carlos Pérez Osorio y producido por Laura Woldenberg, Ivonne Gutiérrez y Sara Rafsky, el largometraje muestra los dos años que Escobedo dedicó a la investigación para esclarecer el feminicidio de su hija, Rubí Marisol, asesinada en la fronteriza Ciudad Juárez en 2008.

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El documental, explicaron, resulta un ejemplo de la podredumbre de la justicia en México que permite que sean asesinadas 10 mujeres al día en el país y que la impunidad en este tipo de casos se mantenga en el 97 por ciento.

“Sin duda, este documental muestra como el sistema de justicia en México está completamente podrido y lamentablemente sigue así. (…) Por supuesto que muestra todas esas fallas. Si el feminicidio (de Rubí Marisol) se hubiera atendido en ese momento, si se hubiera investigado con perspectiva de género, ahí habría acabado la historia”, expresó a EFE Woldenberg.

En este sentido, la historia local de Escobedo se transforma en una fotografía de México que también puede, y debe, ser reconocida en el resto del mundo.

Marisela durante la revisión del expediente de Rubí. Foto: Netflix

Y esto puede llegar, apuntó Pérez Osorio, a través del amor.

“Es una historia que tiene una universalidad en el amor, en extrañar a alguien, en querer hacer justicia y estos sentimientos que en cualquier idioma podemos encontrar. (…) Lo que queremos es que se queden con el tremendo amor que Marisela le tenía a sus hijos y que es responsabilidad de todos hacer que eso ya no suceda”, dijo el director.

LA LUZ DE MARISELA ESCOBEDO

Por ello, todo el documental tiene un halo de lucha y luz alrededor de la figura de Escobedo. El sufrimiento de esta mujer y de toda su familia se transforma en batalla y se transmite al público en forma de esperanza.

Desde el principio, contaron Pérez Osorio y Woldenberg, buscaron no recurrir a contar únicamente una historia de dolor pero tampoco abarcarla desde los tecnicismos judiciales.

Por ello, tuvieron que condensar todo el material al que el director había llegado a través de su trabajo con el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres de Chihuahua, en el norte de México, y la posterior investigación del equipo.

Un caso que nunca fue aislado. Foto: Netflix

Además, los diarios de Marisela y Juan Manuel, el hermano de Rubí Marisol, recogían todos los pasos que dieron en lo que fue una investigación obligada debido a la omisión por parte de las autoridades.

Con la información recogida en los diarios, además de decenas de horas de audiencias, artículos, entrevistas y los expedientes, aunque solo a los que pudieron acceder, Las tres muertes de Marisela Escobedo tomó forma hasta construir un relato entendible para múltiples tipos de audiencias, coherente y fiel a la realidad.

AVANCES Y RETROCESOS

Desde el asesinato de Rubí Marisol en 2008, perpetrado por quien era su pareja, Sergio Rafael Barraza, las cosas han cambiado mucho en México con respeto al machismo, perciben las productoras.

Sin embargo, opinó Woldenberg, aunque los medios de comunicación ya recojan la mayoría de los casos, todavía falta que la conciencia social se refleje en las cifras de feminicidios y en la impunidad en el país.

Rubí Marisol fue reconocida como una de las “muertas de Juárez”, que engloban a las más de 700 mujeres que fueron asesinadas entre la década de 1990 y la de 2000, pero hoy ya reconocidos como feminicidios, asesinatos por violencia machista o de género.

“Diez años después la situación cambió: ya tenemos el término feminicidio, ya entendemos que esto es un problema nacional, que es un tema de violencia de género pero tenemos 10 asesinato violentos a mujeres al día”, describió Woldenberg.

La búsqueda de justicia movió a Marisela por foto el país. Foto: Especial

Con todo esto, Las tres muertes de Marisela Escobedo se convierte en un relato fehaciente de la realidad mexicana desde 2008 logrando que la sombra de Escobedo llegue hasta hoy transformada en esperanza, y desde la filosofía de recordar el pasado y aprender de él para no permitir que se sigan perpetrando los mismos errores.

VIOLENCIA DE GÉNERO EN MÉXICO

El pasado 24 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer sumido en una espiral de feminicidios y con el fantasma de la represión policial planeando sobre las últimas marchas feministas.

Tras la dispersión a tiros de una manifestación por un feminicidio en Cancún, en el suroriental estado de Quintana Roo, la jornada del miércoles se prevé cargada de tensión.

*CIFRAS SOBRE MUJERES EN MÉXICO:

– Mujeres en México: 63 millones 872 mil 223 (de un total de 124 millones 994 mil 566 mexicanos).

– Mujeres en el Gabinete del Presidente Andrés Manuel López Obrador: ocho de 19.

– Brecha salarial en México: 14 por ciento, frente a la media de 13.2 por ciento de los países de la zona de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Tanto la muerte de Marisela como la de su hija Rubí siguen impunes. Foto: Cuartoscuro.

– Un 36 por ciento de las mujeres mexicanas se dedican al trabajo del hogar no remunerado. Cuando su lengua vehicular es indígena, el porcentaje se eleva a 46 por ciento.

– Las mujeres ganan un 34 por ciento menos que los hombres aún cuando empleo y educación son similares.

– La esperanza de vida al nacer de las mujeres mexicanas es de 77.98 años de edad, frente a la de 72.24 años de edad de los hombres.

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN 2020

– De enero a septiembre se registraron 704 feminicidios (asesinatos por razón de género).

– La tasa de feminicidios es de 1.08 por cada 100 mil mujeres.

– 2 mil 150 mujeres fueron víctimas de homicidio doloso en los primeros nueve meses del año.

– 43 mil 108 mujeres sufrieron lesiones de forma dolosa hasta septiembre.

– 167 mujeres fueron secuestradas en ese periodo.

Marisela fue asesinada el 16 de diciembre de 2010, en Chihuahua. Su muerte sigue impune. Foto: Cuartoscuro.

– De enero a septiembre, 347 mujeres fueron víctimas de trata en México.

– 163 mil 868 mujeres sufrieron violencia familiar en los primeros nueve meses de 2020.

– Se registraron 12 mil 241 presuntas violaciones en ese tramo de año.

Esto datos proceden del Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Norma Andrade: 17 años de exigir a tres presidentes “sordos” (Fox, FCH y Peña) justicia para su hija

jueves, marzo 1st, 2018

Lilia Alejandra García fue asesinada en febrero de 2001 en Ciudad Juárez, Chihuahua. Su madre, Norma Esther Andrade, lleva casi dos décadas –tres sexenios con tres presidentes, cuya “sordera” no ha ayudado– buscando justicia y en el camino ha sufrido dos atentados en contra de su vida, engaños de funcionarios públicos de todos niveles y, también, ha ayudado a otras familias a las que a sus hijas han privado de la vida.

La mujer que pasó de ser una profesora a una defensora de los derechos humanos reconocida, incluso, a nivel internacional, lo que no le ha valido justicia. Hoy busca que el caso de su hija llegue a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, pues ya no se trata sólo de un asunto personal.

“Quiero obligar al Gobierno a que haga algo porque a sabiendas de quiénes son los asesinos no está haciendo nada. Quiero que cuando menos el Estado se comprometa a atender a los huérfanos sin importar la edad que tengan”, sostiene.

Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).– Norma Esther Andrade emprendió una intensa búsqueda de verdad y justicia tras la desaparición y asesinato de su hija Lilia Alejandra García, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Su lucha se ha alargado por 17 años en los que ha sufrido amenazas, atentados de muerte y desplazamiento; ha visto entrar al cargo a tres diferentes presidentes de la República –dos del PAN y uno del PRI, todos ellos con “sordera”–, cuatro gobernadores y al menos seis distintos alcaldes, todos con promesas, pero jamás ha visto justicia.

Norma se convirtió en una de las activistas más notables del país, incluso reconocida internacionalmente, por la fuerza que ha mostrado en el extenso camino en busca de que el crimen de su hija no quede impune y en la ayuda que brinda a otras madres que padecen su mismo dolor. Sin embargo, la activista  ha perdido la esperanza en las instituciones mexicanas para lograr justicia para su hija.

La apuesta de la defensora está en las instancias internacionales, junto con sus abogados esperan que la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) se pronuncie y de un informe de fondo para ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Pues su objetivo y anhelo es obligar al Estado mexicano a mejorar sus protocolos para prevenir e investigar feminicidios y forzarlos a que reparen el daño con atención integral a los huérfanos de las mujeres víctimas del feminicidio, platicó en entrevista con SinEmbargo.

Norma Andrade exige justicia para su hija. Foto: Cuartoscuro

SE LA ROBARON

“Mamá, ¿me prestas dinero para la ruta?”, preguntó Lilia Alejandra a Norma antes de salir de casa rumbo al trabajo.Son las últimas palabras de su hija que recuerda Norma Esther Andrade. Era la madrugada del miércoles 14 de febrero de 2001.

Lilia Alejandra García Andrade tenía 17 años de edad, era madre de dos bebés, estudiaba la preparatoria abierta y trabajaba en una maquiladora ubicada en las calles Ejército Nacional y carretera Panamericana, en la fronteriza Ciudad Juárez.

El rastro de Alejandra se perdió cuando salió de su trabajo a las 19:30 horas de ese miércoles. Debía atravesar un lote baldío –situado frente a una plaza comercial– para llegar a la parada del camión que la llevaría de vuelta a casa.

Una vendedora de elotes, que declaró que Alejandra era su cliente, dijo que la joven no arribó a la parada de autobús.

Norma realizó la pesquisa porque desde que reportó la desaparición de su hija recibió un “trato insensible y omiso” por parte de las autoridades: primero el Ministerio Público la regresó porque no habían transcurrido 24 horas para denunciar y después – cuando aceptaron levantar la denuncia-, le respondieron que sólo serían solo dos ministerios quienes intentarían localizarla porque tenían cientos de personas desaparecidas, según ha denunciado la mujer a lo largo de estos años.

Siete días después de la desaparición, el cuerpo de Alejandra fue encontrado envuelto en una sobrecama gris con estampado de flores en el terreno urbano frente a la Plaza Juárez Mall. El cadáver estaba semidesnudo y con huellas de tortura: la menor fue atada de manos, violada de manera tumultuaria y estrangulada.

Cuando hallaron su cadáver tenía 24 horas de ser asesinada. “La tuvieron alrededor de seis días en cautiverio” y se presume que la tuvieron en una casa que podría estar a unas cuadras de ese lote baldío, pero no hay certeza de esa hipótesis, apunta Norma.

La madrugada del 21 de febrero -el día del hallazgo- una llamada al 060 alertaba que una chica semidesnuda corría por la Avenida Ejército Nacional, que sujetos la sometieron, la subieron a un vehículo blanco y ahí la golpeaban. “De hecho una señora habló a una televisora local muy enojada diciendo que algo había sucedido en ese lugar e incluso la mujer dijo ‘a ver si no la encuentran muerta al rato’. Y sí, ese día, en la tarde [a las 18:30 horas] encontraron a Alejandra”.

SER PERIODISTA

Lilia Alejandra García Andrade. Foto: Especial

Alejandra se hacía cargo sola de Jade y Kaleb, tenían un año con cinco meses y cinco meses de edad, respectivamente. Trabajaba en la maquila para sostenerlos y estudiaba la preparatoria abierta.

“Ella empezó en el CBTIS 128 pero fue cuando se embarazó de Jade, dejó la escuela para tratar de formar una familia con el papá de Jade y Kaleb, pero pues eran muy jóvenes así que no funcionó la relación. Se separaron y Alejandra se quedó con sus dos hijos”, platica Norma.

En la secundaria fue presidenta del club de periodismo, su sueño era ser periodista. “Su maestra le dio una cámara y ¡ay como me dio lata!, siempre que había un evento me pedía que la llevara, a todos lados tenía que llevarla porque era su pasión”.

Su promedio escolar era regular pero era multitareas. Se integró al club de ajedrez, al grupo de danza, al equipo de basquet, al club de periodismo. Le gustaba la poesía y la oratoria. Norma recuerda que el poema favorito de Alejandra era “México creo en ti”, pieza con la que ganó un concurso de oratoria a nivel estatal.

INICIO DE UN CAMINO QUE NO ACABA

Norma Esther Andrade es hoy en día una de las activistas reconocidas en México e internacionalmente por ser una de las fundadoras y cabezas de Nuestras Hijas de Regreso a Casa, una de las organizaciones que por más de 15 años han buscado a chicas desaparecidas, demandan justicia para mujeres asesinadas en Ciudad Juárez y han alzado la voz por los feminicidios en el país.

“No es que un día me levantara y dijera: ‘Ay voy a ir a joderle el alma al Gobernador’”, aclara Norma, al narrar su inicio como activista.

Antes del asesinato de su hija, era una maestra sindicalizada que, reconoce, no estaba consciente ni informada sobre la situación de violencia que enfrentaban las mujeres y los asesinatos en Ciudad Juárez.

Luego del crimen de Alejandra se unió a la maestra Marisela Ortiz y otras mujeres. “fue cuando yo me di cuenta de lo que pasaba en la ciudad, porque Rosario Acosta, –otra compañera a quien le asesinaron a una sobrina– fue la que se encargó de abrirme los ojos”.

Al principio eran sólo un grupo que se unió en 2001 para buscar a chicas desaparecidas, para protestar y exigir justicia. Entre ellas estaba Marisela Ortiz, Rosario Acosta, y Norma.

Norma recuerda que más familias empezaron a pedirles ayuda después de que Marisela publicó en un periódico de alta circulación un escrito donde expresaban su impotencia e indignación.

Primero fueron los papás de Minerva Torres, en marzo de 2001. Ellos leyeron ese escrito, creyeron que este grupo eran expertas, las buscaron y les pidieron apoyo. La primera intensión de Norma fue negarse.

La activista recordó que el día que se reunió con los padres de Minerva se levantó de su asiento y les dijo: “Si no pude ayudar a mi hija, ¿cómo creen que los puedo ayudar?”.

Se retiró, dejó a Marisela con los papás, regresó a su casa llorando y su madre le preguntó la causa del llanto. “Le conté y ella me dijo que justo porque no pudiste ayudar a tu hija, debía ayudarlos. Entonces yo me devolví a la reunión, donde estaban los señores muy tristes y les dije: ‘si en algo les puede servir mi voz , mis manos’”.

Pasaron dos años, la exigencia de justicia se elevó y traspasó la líneas del estado de Chihuahua. La demanda se hizo a nivel nacional.

“En 2003, un servidor público [Filiberto Terrazas, funcionario de la gubernatura del priista Patricio Martínez,] dijo que éramos ‘una bola de viejas argüenderas y que éramos la piedrita en el zapato del Gobernador'”, sostiene Norma. A raíz de esos comentarios decidieron constituirse legalmente como asociación y de ahí nació “Nuestras Hijas de Regreso a Casa, A.C.” (NHRC).

La activista detalla que en marzo de 2003 tuvieron que trasladarse a la Ciudad de México en busca de una asesoría legal: primero en la Asociación Nacional de Abogados democráticos donde Ernestina Godoy nombró a David Peña Rodríguez como el abogado que iba analizar el caso de Alejandra, y en 2004 se integró Karla Michel Salas. Desde entonces son sus representantes jurídicos.

Al inicio, como colectivo y como víctimas, fue difícil para ellas trabajar con otras organizaciones civiles. “nosotras estábamos dañadas psicológicamente, todas. Nuestro dolor no nos permitía ver que era contra gobierno con quien debíamos luchar”.

En ese mismo año, el 26 de noviembre, las mujeres fueron recibidas en Los Pinos por el entonces Presidente Vicente Fox Quesada, quien en ese momento les prometió investigar homicidios, reparar daños y evitar más crímenes, según consignó una noticia publicada por La Jornada. Tras la visita las mujeres señalaron: “[Fox] nos empeñó su palabra y esperamos no tener que decir posteriormente que la incumplió”. En la imagen de nota, Norma aparece con una mirada fija, firme e inquisitiva sobre ex mandatario nacional.

A más de 15 años, Norma no ha tenido justicia y los homicidios de mujeres continúan extendiéndose en todo el país.

Entre los años 2000 y 2016, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el grupo más endeble de mujeres, por rango de edad, fue el de 20 a 29 años. En ese periodo, los feminicidios casi se triplicaron para este estrato demográfico, al pasar de 286 a 772 casos.

El informe “La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016” reveló que de 2007 y 2016, el 90 por ciento de los estados de la República mexicana [29 de 32] experimentó un aumento en la tasa de feminicidios por cada 100 mil mujeres.

De acuerdo con el informe, en los últimos 32 años se han registrado 52 mil 210 feminicidios en todo el territorio nacional. El 30 por ciento de ellos [15 mil 535 homicidios] ocurrió en los últimos seis años. Y mientras que la cifra más baja de exabruptos contra mujeres tuvo lugar en 2007 con 1 mil 089 casos, el año más infausto fue 2012, con 2 mil 769 defunciones.

SOBREVIVIENTE

Las integrantes de la asociación se enfrentaron al acoso, vigilancia permanente, intimidación y amenazas desde poco antes de la constitución de NHRC.

“Era muy común que judiciales nos siguieran, salíamos de algún lugar, ya hasta conocíamos a las camionetas, atrás de nosotros siguiéndonos”, señala la madre convertida en activista.

En 2005, personas desconocidas irrumpieron en la escuela y aula donde Norma impartía clases y se robaron el expediente que ella tenía sobre el caso de Alejandra.

Las amenazas se intensificaron en 2011. En ese año, una manta apareció en Juárez donde se amenazaba de muerte al integrante más pequeño de la familia de Marisela Ortiz. Ella y su familia tuvieron que dejar la ciudad. Norma decidió quedarse pese a que también le recomendaron dejar la frontera.

El 2 de diciembre de ese mismo año, Norma fue atacada a balazos afuera de su casa. Un sujeto le asestó cinco disparos. Una de las balas se alojó debajo de su corazón, otra la hirió en su mano izquierda y tres más cruzaron su hombro derecho.

Los vecinos no esperaron a que llegara la ambulancia y primero la trasladaron a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde le dijeron que “no aceptaban baleados”. Después la llevaron a la Clínica 66 donde duró unas horas y finalmente fue transferida al hospital particular Centro Médico, ya que, temían que los agresores regresaran para rematarla.

La intervinieron quirúrgicamente el 3 de diciembre, a los ocho días la dieron de alta y la corrieron del hospital: “Un enfermero quitó las sondas, el suero, todo y me dijo: ‘ya esta dada de alta’. Nos corrieron literalmente, porque ni tiempo me dieron de recoger mis cosas, él las metió a una bolsa, y ni tiempo de cambiarme, así con el camión me sacaron”.

El nosocomio fue amenazado por dar atención a la defensora. “Cuando yo tuve oportunidad de ver el expediente, me di cuenta que habían llamado al hospital para decir que iban a matar a un enfermero cada día si me seguían dando atención medica, por eso el hospital me corrió”, detalla la mujer, quien fue llevada a varios hoteles bajo un fuerte operativo de seguridad mientras se recuperaba y estaba en disposición para salir de la ciudad tras el ataque.

El segundo atentado ocurrió dos meses después en la Ciudad de México afuera de una vivienda que había rentado el gobierno para ella. “Tenía solo 15 días de estar ahí, nadie sabia donde estaba, ni mis abogados ”.

Un sujeto la abordó y trató de privarla de la vida con una navaja cuando regresaba de dejar a su nieto en la escuela: “Abrí la puerta de mi casa, no sé qué me hizo voltear, volteo y lo primero que veo es el arma. En segundos solo pensé, ‘Ay no, otra vez no’, y por instinto le pegué con la mano enyesada, le di en la cara. me giré y empecé a pelear con el sujeto, a pegarle con la mano enyesada, a patearlo. Nos caímos los dos, y en ese momento él me da el navajazo en la mejilla y el cuello”.

Norma explicó que pese a que había cámaras,  la agresión no quedó registrada en el video porque sucedió justo en el momento cuando la cámara giraba y su vivienda quedaba en un punto ciego, añadió Norma.

Las investigaciones de los dos homicidios en grado de tentativa quedaron estancadas y archivadas.

“En Juárez no hay avances y en la Ciudad de México se fue a archivo muerto”, lamenta.

Durante 2011, al menos 16 defensores de derechos humanos fueron asesinados en México. Seis eran mujeres, entre ellas, María Magdalena Reyes, Luisa Ornelas, Marisela Escobedo y Susana Chávez en Chihuahua; Isabel y Reyna Ayala Nava en Guerrero; y Carmela Elisarraráz Méndez en Michoacán.

ASESINO SERIAL SUELTO

 

Fotografía tomada en Ciudad Juárez en 2002, en plena crisis de violencia contra las mujeres. Foto: Cuartoscuro, archivo

El feminicidio de Lilia Alejandra sigue impune, pese a que las autoridades de Chihuahua ya tienen identificados a tres agresores con base a perfiles genéticos.

En 2010 solicitó un análisis a la cobija donde hallaron a Lilia Alejandra. Los resultados de los exámenes encontraron ADN que arrojó un perfil genético y de una de las manos de ella también se pudo identificar otro.

“Después se pidió un cotejo de esos perfiles en el bancos de datos. Se hizo con el Cereso, el del Semefo y de la Procuraduría, ahí nos arrojó una coincidencia genética y es donde ellos ubican a uno de los posibles agresores como un familiar de un ex funcionario de la Fiscalía que lo acababan de asesinar”, explica la madre.

Además, ese mismo perfil genético aparece en otros cuatro asesinatos. La posible primera víctima fue Rocío Cordero, asesinada en en 1994, otra mujer en 1995, una joven más en 1996, Alejandra en 2001 y la última víctima fue Coral Arrieta privada de la vida en el 2005.

“Hace poco, un Ministerio Público me dijo que esa persona ya ha de ser alguien avanzado de edad. Pero si estamos hablando que su primera víctima fue en 1994, ¿cuántos años tendría el agresor: 30 o 40 años? Ahorita tiene mi edad –58 o 65 años–, es un hombre perfectamente capaz para seguir haciendo sus pendejadas”, destaca.

A ocho años de la prueba genética y de presuntamente buscar al agresor entre la familia del ex funcionario asesinado aún no hay avances.

“Yo creo que no han hecho su trabajo como debe de ser. Si no querían aceptar, con las pruebas de ADN en la mano, que hay un asesino serial, entonces menos lo otro”, afirma.

VAN A LA CIDH: “GOBIERNO ME MINTÓ MUCHO”

Los 17 años que han trascurrido no borran, ni aminoran el dolor, la impotencia y la desilusión que siente Norma por el feminicidio de su hija y por el actuar de las autoridades de todos los niveles.

“Todo lo que la autoridad me decía en un principio yo lo creía. En el camino me mintieron y me mintieron muchísimo, como el hecho de que me dijeran que se habían velado las fotos del rollo de la cámara digital y en su momento yo se los creía porque desconocía lo que era una cámara digital , cuando a mi me dijeron que se había velado el rollo, yo lo creí y ya después me di cuenta de lo que era una cámara digital y que lo que estaban haciendo era mentirme”, narró .

La investigación sobre el asesinato de Alejandra ha estado plagada de errores, negligencias, omisiones, pérdida de evidencia y versiones falsas otorgadas a la familia, asegura la defensora de los derechos humanos, por lo que desde abril de 2003 solicitó que su caso fuera revisado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“Cuando Manuel Esparza Navarrete declaró que su trabajo en la Fiscalía era esconder los cuerpos que encontraba, ya con eso, yo dije ‘no’. Fue cuando me senté y mandé la solicitud a la CIDH”, detalló.

La CIDH notificó a la defensora que admitía su petición en mayo de 2012. Los abogados de Norma enviaron el último informe en 2016. El Estado mexicano contestó hace y unos meses  y actualmente están a la espera del informe de Fondo del organismo internacional para en el caso pueda llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

“No ofrecieron negociar con el Estado, pero yo no quiero negociar”, apuntó

Norma agrega que su siguiente meta es que el caso llegue a la Corte-IDH para que emitan una sentencia en la que se obliga al Estado a realizar políticas públicas eficaces contra los feminicidios y que el Gobierno se vea obligado a tomar acciones para proteger a los hijos de mujeres asesinadas que quedaron en la orfandad.

“Quiero obligar al Gobierno a que haga algo porque a sabiendas de quiénes son los asesinos no está haciendo nada. Quiero que cuando menos el Estado  se comprometa a atender a los huérfanos sin importar la edad que tengan”, apunta.

Norma pidió las autoridades que dejen de ser omisas. Además, exhortó a la sociedad a que se ponga en los zapatos de ellas “que no se espera¡en a cargar con el dolor que vinimos cargando las mamás para hacer algo o solidarizarse”.

Desde que Norma inició su peregrinar, han transcurrido tres administraciones federales encabezadas por Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, políticos panistas activos en la opinión y “crítica” desde las redes sociales y Enrique Peña Nieto.

Además, ha lidiado con las gubernaturas de los priistas Patricio Martínez, José Reyes Baeza, quien busca ser senador por la vía plurinominal, el prófugo César Duarte Jaquez y ahora del panista Javier Corral, quien, dice, no ha querido recibirla.

Ciudad Juárez, donde desapareció Lilia Alejandra, ha sido gobernada por al menos seis distintos alcaldes: José Reyes Ferriz, (interino); el panista, José Alfredo Delgado Muñoz y los priístas, Héctor Murguía Lardizábal, de nuevo José Reyes Ferriz, y Enrique Serrano, quien era edil cuando Norma fue atacada; Javier González Mocken (interino) y Héctor Armando Cabada Alvídrez, que llegó por la vía independiente y acaba de terminar su cargo.

-Con información de Efrén Flores.

Solalinde y Sicilia: El Papa debe pronunciar un “mensaje duro” sobre la violencia en México

miércoles, febrero 10th, 2016

Distintos sectores demandan al Papa Francisco que se pronuncie sobre los grandes males que aquejan al país y que se reúna con padres de desaparecidos, víctimas de pederastia clerical y de la violencia. El anuncio del Vaticano de que no se pronunciaría sobre estos temas no detiene las exigencias hacia el Pontífice.

Foto: Efe

El Papa Francisco llega a México el viernes. Foto: Efe

Por Shaila Rosagel, Linaloe R. Flores y Juliana Fregoso

Ciudad de México, 10 de febrero (SinEmbargo).– En la capital del país, un grupo de extranjeros demuestra que la “verdad histórica” nunca lo fue: los 43 normalistas de Ayotzinapa no murieron en el basurero de Cocula. En Veracruz, padres buscan a sus hijos entre “cientos de cuerpos calcinados”. En esa misma entidad, una reportera es secuestrada el lunes y sus restos son encontrados, un día después, en Puebla.

Ayer, la organización Artículo 19 reportó que en los últimos 12 años han desaparecido 23 periodistas en el país, sin que hasta ahora existan culpables. Estos ejemplos son síntomas de la violencia, la impunidad y la crisis de derechos humanos con la que se encontrará el Papa Francisco, durante su primera visita a México, que inicia el próximo viernes.

Aunque hasta ahora El Vaticano ha señalado que el Pontífice no se reunirá con víctimas de la violencia, padres de desaparecidos o víctimas de pederastia clerical, representantes de distintos sectores en el país reiteran su demanda para que el Papa no pase por alto la situación que vive México, donde existen 26 mil desaparecidos y al menos 80 mil muertos –según la cifra oficial–, víctimas de la guerra contra las drogas que inició hace 9 años.

El Papa Francisco está obligado a poner sobre la mesa del Presidente Enrique Peña Nieto el tema de la crisis de derechos humanos que vive el país, aunque la Iglesia Católica no haya ajustado sus estructuras a los derechos humanos, dijo el padre Alejandro Solalinde Guerra, activista a favor de los derechos de los migrantes.

“El Papa tiene que hablar de eso, porque no puede hablar de otra cosa y también sabe perfectamente que este país es uno de los 25 países más importantes del mundo como católicos. Por el número de su población sabe que tiene que hablar en favor de la justicia, sabe la violencia que vivimos, la tragedia de la corrupción, de la impunidad, de la desaparición forzada, él es el que ha hablado de la tortura generalizada que el Gobierno no quiere reconocer. Entonces él va hablar en forma natural. Lo hará”, afirmó.

Javier Sicilia Zardain, líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), coincidió con Solalinde y agregó que el Papa debe reunirse con las víctimas mexicanas de todo tipo de delitos, como asesinato, feminicidio y desaparición forzada.

El Papa debe dejar en México, y en el Presidente Peña Nieto, un mensaje claro en favor de los derechos humanos.

“Es fundamental un mensaje muy duro por parte del Papa desde su posición de vicario de Cristo. Que a partir de ahí surja un mensaje de esperanza, porque el país está perdiendo la esperanza por las colusiones del Gobierno con el crimen organizado y la inoperancia”, dijo.

Para Sicilia, la Iglesia Católica mexicana ha estado coludida con los intereses del Estado. Hay papas que han sido “cercados” e imposibilitados para acercarse a las víctimas.

“Esperamos que este Papa, que ha demostrado un espíritu pastoral y evangélico mucho más fuerte que los demás papas, pueda romper ese cerco y hablar desde el Evangelio por las víctimas”, dijo.

Por su parte, Arturo Alvarado, Director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, consideró que si bien es cierto que existe ya una agenda “espero que el Papa sea un poco más sensible a atender estos casos, velamos por eso porque muchas de las víctimas están además vinculadas con organizaciones católicas. Esperamos que sí hubiera una reunión, pero el problema es que el Papa ya dijo que no iba a hablar de violencia y corrupción”.

EL RECORRIDO DE FRANCISCO

Aunque oficialmente no se pronunciará sobre estos temas, los puntos elegidos por el Papa Francisco durante su primera gira oficial por México son ejemplo de la crisis de derechos humanos que aqueja al país y por la cual, algunos sectores exigen un pronunciamiento del Pontífice.

Después de cumplir con el protocolo como Jefe de Estado, visitar la Catedral Metropolitana y la Basílica de Guadalupe, su primera parada será una misa multitudinaria en Ecatepec, Estado de México.

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Ecatepec es el municipio más poblado de América Latina con un millón 656 mil habitantes, y también está considerado uno de los más peligrosos del país, el 99 por ciento de sus habitantes vive en zonas urbanas y hay más robos allí que en otras ciudades con alta incidencia delictiva como Culiacán, Acapulco o Ciudad Juárez. Sólo entre enero y septiembre de 2015 los robos comunes ascendieron a 8 mil 403.

Del total de robos en Ecatepec, el 85 por ciento está asociado con automóviles; de enero a septiembre del año pasado se reportaron 7 mil 181 de estos casos; el 74 por ciento fue despojo con violencia. A esto se suma la violencia generalizada contra mujeres.

De 2013 a 2014, al menos 110 mujeres murieron asesinadas en este municipio, según se desprende de las cifras oficiales recientemente actualizadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Mientras que la media nacional de homicidios es de 12 por cada 100 mil habitantes, en Ecatepec se ubica en 20. Entre enero y septiembre de 2015 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) reportó que hubo 331.

Ecatepec, es uno de los municipios más importantes del Estado de México, tierra del llamado Grupo Atlacomulco, la prueba viva del clientelismo del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

LAS TIERRAS DE LA REBELIÓN

Chiapas. Foto: Cuartoscuro.

Chiapas es un símbolo de la pobreza, los desplazados y la falta de justicia. Foto: Cuartoscuro.

El lunes visitará Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas, una entidad caracterizada por la pobreza y por el desplazamiento de comunidades indígenas.

Chiapas es la entidad con la mayor población no católica de México y donde el 1 de enero de 1994 se levantó en armas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Ahí, el Papa Francisco visitará la tumba del obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García, “El Tatic”, como lo llamaron millones de indígenas, fieles a su parroquia y al zapatismo.

La insurrección zapatista pidió en la Declaración de la Selva Lacandona “trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”. Más de dos décadas después, la entidad no ha logrado superar el rezago social que lo pone a la cabeza en la lista de entidades con pobreza extrema: más de un millón 629 mil 200 personas, el 37 por ciento de la población, sobrevive en esa circunstancia.

Chiapas, según datos del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), tiene la diversidad religiosa más amplia donde el porcentaje de protestantes es de 9 por ciento. Ahí, iglesias como la bautista, pentecostal, adventista y evangélica pasaron en dos décadas (1990-2010) de 16 por ciento a 27 por ciento; mientras que la población no católica alcanzó el 42 por ciento.

En Chiapas está la herida abierta de la matanza de Acteal, acontecida en 1997, cuando 45 indígenas tzotziles católicos cayeron acribillados mientras rezaban por la paz en una ermita, una tragedia aún sin desenlace porque nadie ha sido castigado.

Para la Secretaría de Gobernación, esta entidad del sur mexicano tiene un foco rojo en el fenómeno conocido como intolerancia religiosa; es decir, cuando un grupo de fe no acepta a otro en el mismo territorio. Según el Centro Fray Bartolomé de las Casas, en las vísperas de la visita del Pontífice católico, los desplazamientos humanos continúan debido a la disputa de creencias.

El martes 16 de febrero la visita pontificia llegará a Michoacán, donde en la capital, Morelia, visitará la catedral y tendrán un encuentro con jóvenes en el Estadio José María Morelos y Pavón.

El 24 de febrero de 2013, en Tepalcatepec, Michoacán, un grupo de ciudadanos se levantaron en armas ante la incapacidad del gobierno estatal para terminar con las extorsiones, amenazas, secuestros y violaciones de las que eran víctimas por parte del crimen organizado.

Michoacán es la entidad donde el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa lanzó el 11 de diciembre del 2006 la llamada guerra contra las drogas. A casi 10 años, el estado se mantiene como uno de los cinco con mayor incidencia delictiva en el país al registrar el año pasado 2 mil 368 delitos, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En fechas recientes se han presentado públicamente al menos dos grupos subersivos, todos con el mismo mensaje: “actuar” si no se frena el avance del narcotráfico y los secuestros.

El más reciente, el autonombrado Insurgencia por el Rescate Institucional y Social (IRIS), se dio a conocer hace tres días a través de in video en la red social YouTube.

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El 6 de febrero, a través de un comunicado y distintas mantas se dio a conocer “el nacimiento” del presunto cártel La Nueva Familia.

En distintos sitios del municipio de Zamora fueron colgados mensajes que señalaban:

“Se les avisa a toda la sociedad de Zamora y sus alrededores que comenzó la limpia de gente que apoye al CJNG (Cartel de Jalisco Nueva Generación), así como los que anden extorsionando, robando, secuestrando, violando y matando por paga. La limpia ya empezó y el aviso va para todos sin piedad. Se castigará al que esté contribuyendo con estas lacras del CJNG. Atentamente: La Nueva Familia”, se leía en los mensajes.

Michoacán es también la entidad donde nació el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel Degollado, señalado por cometer actos de pederastia durante décadas sin que llegara a ser sancionado por la Iglesia Católica.

El padre Alejandro Solalinde Guerra señaló que el tema de la pederastia en México, abordado insatisfactoriamente por Juan Pablo II y Benedicto XVl, coloca en una situación “delicada” al Papa Francisco.

“Hay una deuda con ellos [con las víctimas] porque en la visita pasada trataron de ver a Benedicto y él no aceptó. Ahora es más delicada la situación de Francisco, porque va a Michoacán, a la tierra del pederasta más famoso y criminal que es Maciel”, indicó.

Solalinde argumentó que visitar Michoacán y no hablar de pederastia, es imposible.

“El Papa está obligado a hablar de pederastia en la tierra de Marcial Maciel, ahí debe hablar, porque si no lo hace, las víctimas lo tomarán como una gran omisión. Esto es un punto sensible, una alarma que está pendiente.

“Él va ahí y prácticamente sería casi imposible que no hablara de esto, el papa está obligado hablar de la pederastia en la tierra de Maciel, de Marcial Maciel, ahí debe de hablar, pero si no lo hace las víctimas lo tomarían como una gran omisión, esto es un punto sensible, una alarma que estaría ahí pendiente. La Iglesia Católica está en deuda con las víctimas de la pederastia”, indicó.

JUÁREZ, EL CASO EMBLEMÁTICO

Fragmento del largo mural que recibirá al papa Francisco en su próxima visita a Ciudad Juárez. Foto: EFE

Fragmento del largo mural que recibirá al papa Francisco en su próxima visita a Ciudad Juárez. Foto: EFE

Ciudad Juárez, en Chihuahua, será el último punto durante la gira papal, aquí, Francisco ofrecerá una misa multitudinaria y visitará la Prisión Número 3, que en su tiempo representó el poderío de las pandillas.

Mediáticamente, este es el lugar que puso el tema de los feminicidios en el mapa, también lucha por dejar atrás un periodo en el que hubo miles de muertos. La mayoría cayeron víctimas de la batalla entre traficantes, mientras que otros, sobre todo numerosas empleadas de fábricas, simplemente desaparecieron y sus cadáveres fueron hallados tiempo después.

Con una tasa de 191 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, esta frontera fue hasta 2010 la ciudad más violenta del mundo. Esa incidencia disminuyó. En 2014 fueron cometidos 118 asesinatos y en 2015, 100, según la Fiscalía del Estado. Las cifras oficiales e históricas indican que aquí, de 1993 a 1998, se cometieron 177 feminicidios, 56 de ellos por “homicidas múltiples”. Fueron dos o tres por mes. En la década siguiente, la muerte siguió campante en contra de las mujeres. De modo que hoy suman cientos las muertas en esta ciudad fronteriza. El Gobierno del Estado no ha logrado encontrar la razón por la que las mujeres son agredidas en esta región del país. Mucho menos, logró detener a la muerte.

También es símbolo de los bajos salarios de la clase obrera mexicana, la proximidad de Juárez a la frontera hizo que surjan miles de maquiladoras de capital extranjero, en las que se ensamblan todo tipo de productos destinados al norte.

Pero la paga es a menudo baja y hay quienes asocian esos bajos salarios a los problemas que enfrenta la sociedad. En una reciente protesta frente a Eaton Industries, los manifestantes dijeron que ganaban apenas 45 dólares a la semana y casi no tenían vacaciones.