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La desigualdad disminuirá hasta dentro de 120 años en México a este ritmo, advierte la Oxfam

lunes, septiembre 11th, 2017

El resultado en materia de pobreza y desigualdad en el Gobierno de Enrique Peña Nieto es “inaceptable” y no caben los “discursos triunfalistas”, advirtió Oxfam al presentar su análisis sobre los datos presentados por Inegi en días pasados.

La organización internacional concluye que en lo que va de la actual administración federal sólo salieron de la pobreza 68 mil 249 personas. Mientras que en la reducción de la desigualdad tampoco se avanzó de modo sustancial y calcula que de seguir con la misma tendencia, la brecha comenzará a reducirse en el año 2136.

“Estas cifras no nos llevarían a dar un aplauso de pie en el Informe de Gobierno cuando son seis años de muchísimo gasto en inversión de programas sociales y realmente el impacto en reducción de pobreza ha sido mínimo”, dijo Rocío Stevens Villalvazo, Directora de Public Engagement de Oxfam.

Ciudad de México, 11 de septiembre (SinEmbargo).- Durante la administración de Enrique Peña Nieto sólo 68 mil 249 personas fueron las que lograron salir de la pobreza, ya que la cifra de pobres pasó de 53 millones 349 mil 902 personas en esa condición en 2012, a 53 millones 418 mil 151 en 2016, de acuerdo con el análisis hecho por Oxfam México sobre los datos de la ENIGH 2016 y los datos presentados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)

Rocío Stevens Villalvazo, Directora de Public Engagement de Oxfam, sostuvo que esa reducción es inaceptable y que por lo tanto, no se deben permitir los discursos triunfalistas.

“Si se analizan los datos de pobreza que presenta el Coneval para 2016, el número de pobres se redujo un poco, pero con los datos de pobreza de 2012, en realidad en el sexenio ha habido una reducción mínima del número de pobres en México […], estas cifras no nos llevarían a dar un aplauso de pie en el Informe de Gobierno cuando son seis años de muchísimo gasto en inversión de programas sociales y realmente el impacto en reducción de pobreza ha sido mínimo. […] Aunque es una buena noticia, con reservas, que se haya reducido la pobreza, la reducción en el sexenio es inaceptable y no se puede cantar victoria ni aceptar discursos triunfalistas”, dijo en una reunión con medios de comunicación.

Y al igual que las cifras de pobreza, las de desigualdad persistieron. De acuerdo con el Coeficiente de Gini –parámetro que mide la desigualdad en el que cero es igualdad perfecta y 1, desigualdad máxima– de 2008 a 2016, hubo una reducción de desigualdad de 0.0114 puntos, al pasar de 0.4739 a 0.4625.

Pero sólo en la administración de Peña Nieto la disminución es aún menor. De 2012 a 2014 la baja es prácticamente nula, al quedar en 0.4644 y de 2014 a 2016, la diferencia fue de 0.0019 puntos.

Actualmente, el decil I, que es el más pobre, tiene un ingreso corriente promedio trimestral de 6 mil 820 pesos. Mientras que el decil X, que alberga a la población más rica del país, reporta ingreso de 160 mil 820 pesos.

Pobreza y desigualdad, sin cambio sustancial en la administración peñista: Oxfam. Foto: Cuartoscuro

Para Diego Vázquez Pimentel, gerente de investigación de Oxfam, aunque hay una disminución en la desigualdad desde 2008, ésta aún es alta y los avances son muy bajos, ya que junto con Chile, México es el país más desigual de entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo con el análisis hecho por Vázquez Pimentel y Milena Dovalí, en 2012, el 10 por ciento más rico ganaba 25 veces más que el 10 por ciento más pobre. Actualmente, ese 10 por ciento más rico gana 23 veces más.

Por ejemplo, el desvío de fondos realizado por el ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, es de 35 mil 421 millones de pesos y es mayor al ingreso total del 10 por ciento más pobre del país, que es de 27 mil  326 millones de pesos.

En los cálculos realizados con base en la ENIGH 2016, aclaró el investigador, influye un subreporte, ya que tanto de los más ricos y los más pobres puede haber información de menos recursos por cuestiones tributarias, de seguridad o incluso de ignorancia, lo que ha generado un truncamiento estadístico y por lo tanto, una subestimación de la desigualdad.

Datos de la ENIGH 2016, muestran que el 10 por ciento más rico (12 millones de personas) concentran alrededor del 36.6 por ciento del ingreso total de los hogares en el país; el 10 por ciento más pobre (también 12 millones de personas), sólo el 1.8 por ciento del ingreso nacional. Mientras que el 50 por ciento de la población (64 millones de personas) concentran apenas el 20.1 por ciento del ingreso.

NI PARA UN KILO DE TORTILLAS

De acuerdo con la ENIGH 2016, el 10 por ciento del país tiene el mismo ingreso que el 70 por ciento más pobre, es decir, las 12 millones de personas más ricas de México, tienen el mismo ingreso que 84 millones de personas pobres.

Ese documento, presentado el pasado 28 de agosto, reflejó un aumento en los ingresos corrientes trimestrales de los más pobres y una disminución en el de los deciles más ricos. El 15.20 por ciento de aumento que se presumió, significó 10 pesos más diarios, 11 pesos o 7 pesos. Mientras que para el decil X, el aumento de 5.92 por ciento significó 99.91 pesos diarios de más.

“El 15.2 por ciento suena a un cambio sustancial en la vida de estos hogares, pero en realidad sólo son 10 pesos diarios. En contraste, el crecimiento del decil más rico representa en cifras reales un incremento de 100 pesos diarios”, comentó Vazquez Pimentel.

El análisis destaca que el incremento del ingreso del 10 por ciento más pobre, no alcanza ni para comprar un kilo de tortillas, que cuesta 15 pesos. Con el aumento puede comprar dos boletos del metro, pero el decil más rico puede pagar unas entradas al cine.

Por mes, los más pobres tendrán 300 pesos más y los ricos 2 mil 997 pesos; ese dinero aún no es suficiente para cubrir las necesidades básicas para un hogar que en promedio tiene entre tres y cuatro integrantes.

“La desigualdad es tan grande y los ingresos de los más pobres tan pocos, que es ingenuo pensar que las mejoras en los ingresos resolverán los problemas económicos del país en poco tiempo […]. Es tan poco el ingreso del decil I, que un aumento del 15 por ciento significa tener 10 pesos más al día. Pero un aumento que en términos porcentuales es tres veces menor, significan 100 pesos más al día. La brecha de ingresos en México es tan grande que un aumento del 15 por ciento es muy poco”, dijo.

Con base en un cálculo, los investigadores estiman que la desigualdad en México comenzará a reducirse hasta el año 2136, entendiendo la disminución de la desigualdad como el tope que impide que la brecha entre el más rico y el más pobre sea más profunda.

Si la tendencia observada en el crecimiento de los ingresos de 2014 a 2016 se mantiene constante y crecen a una tasa de 4.07 por ciento en pobres y 8.46 por ciento en ricos, tomaría 120 años reducir la diferencia monetaria entre ambos polos.

“Al final, la desigualdad es un proceso estructural, no nada más es un proceso que limita el consumo de los hogares más pobres, sino también sus decisiones de vida, sus libertades, sus capacidades. ¿Qué tanto con 10 pesos más un hogar del 10 por ciento más pobre puede cubrir sus necesidades y ser más libre que alguien del 10 por ciento más rico? No alcanza”, agregó Vázquez.

El Inegi dibuja un México de clase media, pero un estudio de la Ibero dice que, en realidad, es de pobres

martes, septiembre 5th, 2017

El informe “México: País de pobres y no de clases medias” destaca que desde 1992 a 2014 prevalece en México el mismo número de ricos, el mismo número de pobres y la misma cantidad de personas pertenecientes a una clase media, que es cada vez es más vulnerable.

El documento elaborado por dos centros de estudios de la Universidad Iberoamericana resalta que la clase media representa el 27 por ciento de la población total mexicana, mientras que el 63 por ciento, a la población en situación de pobreza y vulnerabilidad, y sólo un 10 por ciento conforma la población rica.

La situación contrasta con la de otros países en los que la clase media está entre el 60 y 80 por ciento de la población total. “Las clases medias han sido históricamente un catalizador de grandes transformaciones estructurales. Gracias a su relativa independencia económica y política han promovido cambios del tamaño de la revolución francesa o los procesos independentistas latinoamericanos”, señala.

Ciudad de México, 5 de septiembre (SinEmbargo).– México no es un país de clase media sino de pobres, sostiene un estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (Equide) y el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana,

El estudio “México: País de pobres y no de clases medias” contradice a la última Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENIGH) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi): los niveles de vida adecuados para no ser pobre sólo están garantizados para el 25 por ciento de la población mexicana y la población en pobreza supera 2.3 veces a la población considerada como clase media, dice.

Actualmente existe un debate sobre la definición correcta de lo que es la clase media. Si bien se entiende como la población no pobre, en el país esta clase se encuentra en una fuerte condición de vulnerabilidad y, por lo tanto, con el riesgo de caer en situación de pobreza o de carencias múltiples, señala el estudio.

La definición del Banco Mundial (BM) de la clase media es la que tiene ingresos de entre 10 y 50 dólares. También se ha definido a partir de la probabilidad que se tiene de caer en la pobreza. El Inegi reconoció que hay una ausencia de una definición consensuada sobre lo que significa la clase media y sobre todo que facilite su medición con base en la información estadística disponible.

Para 2014, destaca el informe, la población de clase media representó el 27 por ciento de la población total mexicana, mientras que el 63 por ciento representó a la población en situación de pobreza y vulnerabilidad. Sólo un 10 por ciento está conformado por población rica.

La situación contrasta con la de otros países en los que la clase media está entre el 60 y 80 por ciento de la población total. “Ante este panorama cabe preguntarse ¿Es México un país de clase media o de pobres?”, cuestiona el informe.

Para el estudio se contempló como clase media a la población que tiene ingresos superiores a la Línea de Bienestar –que es equivalente al valor total de la canasta alimentaria y de la canasta no alimentaria por persona al mes. De acuerdo con el Coneval, esto sería, en zonas rurales, de mil 035 pesos y en zonas urbanas de mil 445 pesos–, con menos de dos carencias y que no pertenece a los sectores ricos o no pobres.

Se obtuvieron cinco clasificaciones a nivel nacional: pobres, vulnerables por ingresos, vulnerables por carencias, clases medias y ricos.

Según la ENIGH 2016, los ingresos de las personas más pobres aumentaron y los de los más ricos disminuyeron al hacer su división por decil, que es la clasificación de la población utilizada por el Inegi y que divide en 10 los sectores poblaciones de los menos a los más ricos.

En el último año, con base en esa encuesta,  el decil I, que es la proporción de la población más pobre, tuvo un ingreso de mil 571 pesos; el decil II, de 3 mil 129 pesos; el III, de 4 mil 367 pesos. Lo que significa que crecieron 22.7 por ciento. 12.1 por ciento y 7.6 por ciento, respectivamente, en comparación con el periodo 2014.

Pero en contraparte, los ingresos de los deciles VIII, IX y X, se redujeron 1.8 por ciento. 4.6 por ciento, 7.1 por ciento y 3.2 por ciento, respectivamente, en el mismo periodo; pasaron de 16 mil 063 pesos a 13 mil 234; de 21 mil 786 pesos a 17 mil 948 pesos y de 49 mil 544 pesos a 44 mil 403 pesos.

México, país de pobres. Sólo un 10 por ciento del país es rico: estudio. Foto: Cuartoscuro

“Existen tres metodologías de captura de información conviviendo en los módulos de condiciones socioeconómicas de la ENIGH, lo que imposibilita realizar un seguimiento sistemático y consistente de las clases medias para años posteriores a 2014. De un plumazo, el Inegi redujo la desigualdad y convirtió a México en un país de clases medias inexistentes”, apunta el informe.
El estudio destaca además que actualmente, el 53.2 por ciento de la población en México está por debajo de la Línea de Bienestar y el 20.6 por debajo de la Línea de Bienestar Mínimo. Aún más, el total de beneficiarios de programas sociales pasó de 5 millones en 1997 a 25 millones en 2014, pero el índice de pobreza por ingresos se mantuvo prácticamente sin cambios, resalta.

Apunta que con un salario mínimo que está por dejado de la línea de pobreza (80.04 pesos diarios) y el precio de una canasta básica alimentaria y no alimentaria (de 353 pesos por día), lo que se tiene es una canasta básica incompleta para una persona y sin posibilidades de sostener a una familia de en promedio cuatro integrantes.

De carencia acceso a la seguridad social, en el decil I la carecen el 90.9 por ciento; en el II el 83.1 por ciento y en el III, 75.5 por ciento. En el decil X, la carece sólo el 27.6 por ciento.

El índice de desigualdad tampoco ayuda a la sustentar la realidad del Inegi, ya que, señala, el 32.1 por ciento de la riqueza la posee el 1 por ciento de multimillonarios, el 331 por ciento, el 9 por ciento considerados ricos, pero no tan ricos como el 1 por ciento. Finalmente, el 34 por ciento de la riqueza está en el 90 por ciento que son “todos los demás”.

La constante en los últimos 25 años es una población en la que más del 50 por ciento de la población es pobre. Así, el concepto clase media en México, se traduce en una clase que es permanentemente frágil y vulnerable, sobre todo a las crisis económicas y a la pérdida del empleo, alerta.

REALIDAD Y CLASE MEDIA

Los investigadores señalan que la clase media es el 26.6 por ciento de la población y ese porcentaje no se ha movido de 1992 a 2014: la población pobre pasó de 56.3 por ciento a 45.8 por ciento; la población vulnerable por carencias y que no es clase media, pasó del 6.6 por ciento al 10.7 por ciento; la población vulnerable por ingresos pasó de 5.8 por ciento al 6.8 por ciento, y los ricos de 1992 a 2014 lograron mantenerse como el 10 por ciento de la población total.

Tomando en cuenta la experiencia europea, agrega, la desigualdad se debe en gran medida a los modelos de distribución social, una economía de mercado con mecanismos de redistribución, el acceso a servicios y derechos sociales, y un estado de bienestar con componentes de una calidad y nivel de vida adecuado.

Para los investigadores de la Ibero, la clase media es un elemento de consolidación de la democracia, ya que un individuo con sus necesidades básicas cubiertas es más proclive a cumplir un rol estabilizador dentro de una sociedad y consolida los procesos democráticos.

“Las clases medias han sido históricamente un catalizador de grandes transformaciones estructurales. Gracias a su relativa independencia económica y política han promovido cambios del tamaño de la revolución francesa o los procesos independentistas latinoamericanos”, señala.

Según el Banco Mundial, a México le tomó 50 años incrementar sus clases medias en un 17 por ciento.

La carencia que más prevalece en México es la del acceso a la seguridad social; el 58.5 por ciento de la población no la tiene y en consecuencia es la población que no tiene acceso a servicios de salud, seguro para el retiro, programas de vivienda ni seguro por invalidez y enfermedad.

“Las alternativas para garantizar un estatus y condiciones de vida adecuados e identificados con las clases medias, pasa por modificaciones sustanciales en el mercado de trabajo, donde la seguridad social juega un papel trascendental. En otro sentido, se requiere de mecanismos e instituciones que eviten el control monopólico y oligopólico de los recursos económicos por parte de los grandes grupos económicos. La estrategia de fortalecimiento de clases medias, requiere, además, el establecimiento pleno de un sistema impositivo progresivo, sin tratamientos y regímenes sociales especiales, así como de un gasto público garante de derechos. El sistema de política pública garante de derechos debe paulatinamente sustituir las funciones del asistencialismo y programas sociales que sólo contienen y administran de la pobreza, para construir un sistema de política pública redistributivo y de combate efectivo y eficiente contra la pobreza”, dice una de las conclusiones del estudio.

La política pública en México sólo administra la pobreza, pero no ofrece un combate efectivo y eficiente contra esa condición en la que se encuentran la mayoría de los mexicanos. Foto: Cuartoscuro

Es de tal magnitud el tamaño de la población pobre y vulnerable en México, que en 2014, el 63 por ciento de la población se encontraba en situación de pobreza multidimensional o con cierto grado de vulnerabilidad (por ingreso o por carencias), agrega el documento:

“La persistencia de pobreza y vulnerabilidad, que da cuenta de que aproximadamente el 80 por ciento de la población total sigue siendo pobre y vulnerable en 2014 comparado al punto de partida del análisis que es 1992, son indicativos de la alta vulnerabilidad, por un lado, de caer en situación de pobreza, y, por otro lado, de la fragilidad que representa que las clases medias sean una porción minoritaria de la población”

Finalmente, el estudio advierte que el salario mínimo para 2017, con todo y el incremento salarial de casi el 9 por ciento aún se encuentra por debajo de la Línea de pobreza individual oficial (Línea de Bienestar) de 89.45 pesos.

“El salario mínimo se encuentra todavía lejos de ser garante de niveles de vida adecuados y dignos. Lejos también de dejar de ser garantía de lo único que hoy garantiza: la pobreza.  Las causas de no crecimiento de las denominadas clases medias, son parte de la no resolución de los riesgos sociales asociados al modelo de inserción de México en el contexto internacional, de su modelo productivo y de distribución, así como a las dinámicas sociales propias que permitan, de manera efectiva y eficaz, una mejor redistribución social. México no cuenta, por un lado, con políticas centrales y transversales de fortalecimiento y garantía de ese estatus y condiciones de vida adecuada y digna para grandes capas de la población, ni con políticas públicas efectivas de redistribución social”, explica.

El 63.3% del ingreso en México se concentra sólo en el 30% de los hogares, dice encuesta del Inegi

lunes, agosto 28th, 2017

El Inegi dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016 basada en 81 mil viviendas, la cual revela que el 30 por ciento de los hogares con mayores ingresos concentra el 63.3 por ciento de los ingresos totales, mientras que el 30 por ciento de los hogares con menores ingresos participa con el 9 por ciento.

Mientras el ingreso promedio trimestral por hogar es de 46 mil 521 pesos, cuya principal fuentes es el trabajo (64.3 por ciento), el gasto promedio es de 28 mil 143 pesos y sus principales rubros son alimentos, bebidas y tabaco (35.2 por ciento).

Con base en estos datos, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicará este miércoles las cifras de pobreza de 2016.

Por Daniela Barragán y Dulce Olvera

Ciudad de México, 28 de agosto (SinEmbargo).- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) presentó el día de hoy la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENIGH) 2016. Julio Santaella, director del organismo, denominó el ejercicio como “una encuesta de vanguardia”, así como el Módulo aparte con el que se podrá medir la pobreza a nivel nacional.

“Destaco los dos productos que daremos a conocer. Están los resultados de la ENIGH 2016, que son producto de una encuesta de vanguardia internacional y que inicia una nueva serie de las encuestas de ingresos y gastos de los hogares del país […] Es un ejercicio complicado. Se fue a los hogares a preguntar cuánto gana y en qué se gasta. Se visitan los hogares con seis distintos cuestionarios. Hay un cuadernillo de gastos diarios donde se visita por una semana a los hogares muestra. Acampamos dentro de los hogares para recabar información. Queremos reflejar el dinero que entra y el que sale”, explicó.

El pasado viernes, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advirtió que “sería irresponsable” utilizar directamente la cifra de pobreza que vendrá en la ENIGH 2016, ya que será parte de una nueva serie y no sería comparable.

El nuevo dato del Inegi, señaló Santaella, va dirigido a usuarios especializados al ser un Modelo Estadístico que logra la continuidad histórica de la pobreza. Este dato se logra con la referencia de los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

“Se diseñó específicamente para medir pobreza multidimensional y permite seguir la trayectoria histórica”, comentó Santaella. Anticipó problemas de datos falsos sobre los ingresos, ya que se ha detectado que las personas no contestan con sinceridad por miedo a perder programas sociales o por seguridad.

Sobre la advertencia de Coneval del uso indebido de los datos de la ENIGH, Santaella coincidió en que sería “inapropiado” si alguien utiliza la ENIGH 2016 y no el modelo estadístico para medir pobreza.

“Esta es la mejor fotografía de los gastos de los hogares. Se debe utilizar para la integración de los gastos. El nuevo modelo tiene como propósito exclusivo apegarse a la metodología que se ha definido desde 2008 para hacer la medición de la pobreza”, dijo

De acuerdo con los datos de la ENIGH 2016, el ingreso corriente total trimestral estimado de los hogares es de 1.56 billones de pesos.

Mientras el ingreso promedio trimestral por hogar es de 46 mil 521 pesos, cuya principal fuentes es el trabajo (64.3 por ciento), el gasto promedio es de 28 mil 143 pesos y sus principales rubros son alimentos, bebidas y tabaco (35.2 por ciento).

De 10 deciles poblacionales, que van de menor a mayor en nivel de ingresos, se encontró que el décimo decil recibió 21 veces más ingresos que el primero, que tuvieron un ingreso promedio trimestral de 8 mil 166 pesos, es decir, 91 pesos por día por hogar, “que en términos perceptores por hogar se traduce en un poco más de 37 pesos diarios”.

En el décimo decil, dicho ingreso fue de 168 mil 855 pesos. Es decir, mil 876 pesos diarios por hogar, que en términos de perceptores implica casi 766 pesos diarios.

El  modelo estadístico creado exclusivamente para medir pobreza, proyectan los promedios de ingresos de hogares que mantienen la trayectoria observada históricamente de 2008 a 2014, tanto a nivel nacional como por deciles de ingreso.

De acuerdo con esto, la variación porcentual del promedio por hogar del ingreso corriente entre 2014 y 2016 creció 2.1 por ciento en términos reales.​

En tanto, el gasto corriente monetario promedio trimestral por hogar es de 28 mil 143 pesos y sus principales rubros son:

– 9 mil 906 pesos por alimentos, bebidas y tabaco (35.2 por ciento);
– 5 mil 444 pesos por transporte (19.3 por ciento);
– 3 mil 495 por servicios de educación (12.4 por ciento);
– 2 mil 670 por vivienda, energía y combustibles (9.5 por ciento);
– 2 mil 082 por cuidados y efectos personales (7.4 por ciento);
– 1 mil 661 por artículos y servicios para limpieza y cuidados del hogar (5.9 por ciento);
– 1 mil 302 por vestido y calzado (4.6 por ciento);
– 824 pesos por transferencias de gasto (2.9 por ciento); y
– 760 pesos por cuidados de la salud (2.7 por ciento).

El miércoles 30 de agosto el Coneval publicará los datos de mexicanos en situación de pobreza y pobreza extrema a nivel nacional y estatal de 2016 frente a los 55.3 millones de pobres reportados con cifras de 2014.

POR ENTIDAD FEDERATIVA Y ÁMBITO

A nivel nacional, Nuevo León y la Ciudad de México reportaron tanto el mayor ingreso como el mayor gasto corriente promedio trimestral por hogar. En contraste, Chiapas y Guerrero concentraron el menor nivel de ingreso y Oaxaca el de gasto.

Nuevo León  reportó 87 mil 653 pesos como ingreso promedio trimestral, así como un gasto promedio trimestral de 35 mil 847 pesos, de acuerdo con la ENIGH 2016. La capital del país tiene un ingreso de 70 mil 834 pesos y un gasto promedio trimestral de 43 mil 843 pesos.

Las áreas rurales de Baja California Sur y Baja California presentaron los mayores ingresos promedio trimestrales por hogar con 44 mil 778 pesos y 41 mil 889 pesos.

Los estados con menor ingreso corriente promedio trimestral por hogar fueron Guerrero y Chiapas con 26 mil 980 pesos y 23 mil 258 pesos, respectivamente. Respecto al menor gasto lo reportan Oaxaca y Chiapas con 17 mil 991 y 16 mil 171 pesos promedio trimestral, respectivamente.

Sin embargo, por rubros, la entidad de Chiapas gasta en promedio por hogar en Alimentos, bebidas y tabaco 6 mil 687 pesos trimestrales, a diferencia de Cuidados de la salud en donde destinan 448 pesos al trimestre. Es decir que en Chiapas se destina 74 pesos diarios a alimentos y 4.5 pesos diarios a la salud.

En contraste, aunque lo que más gasta en promedio por hogar la Ciudad de México también es en Alimentos, bebidas y tabaco con 14 mil 166 pesos trimestrales, a diferencia de Cuidados de la salud en donde destina  mil 200 pesos al trimestre, esto representa un gasto promedio de 157 pesos y 13 pesos diarios, respectivamente.

Los menores ingresos en áreas rurales correspondieron a Guerrero (19 mil 620 pesos) y a Chiapas (14 mil 115 pesos).

POR ÁMBITO RURAL Y URBANO

La ENIGH por primera vez presenta estimaciones de los ingresos y los gastos para los ámbitos urbano y rural, tanto a nivel nacional como por entidad federativa.

En las localidades menores de 2 mil 500 habitantes (rurales) el ingreso corriente promedio trimestral por hogar en 2016 fue de 26 mil 004 pesos, mientras que en las localidades de más de 2 mil 500 habitantes (urbanas), ese ingreso fue de 52 mil 215 pesos.

Sobre gasto, el Inegi informó que en las localidades rurales el gasto corriente promedio trimestral por hogar en 2016 fue de 16 mil 984 pesos, mientras que en las localidades urbanas fue de 31 mil 241 pesos.