Siete de cada diez ciudadanos opinó que “sería bueno” cambiar de partido en Coahuila, uno de los estados con menos pobres de México y una densidad de población muy baja, con unos 3.02 millones de habitantes. Coahuila tiene varios puntos en común con el Estado de México, dos de ellos es que han sido gobernador históricamente por el PRI y que ambos registran altos índice de delincuencia.
En el caso de Nayarit, que debutó en la alternancia en 1999 con un triunfo de la coalición formada por PAN y PRD, busca de nuevo sacar al PRI, que volvió al poder en 2005. La corrupción y nexos con el crimen organizado del Fiscal del estado, el priista Édgar Veytia, y presuntamente la omisión del actual Gobernador, podrían pasarle el costo al partido.
Por José Antonio Torres y Martí Quintana
México, 2 jun (EFE)- El domingo también se celebran elecciones a Gobernador en Coahuila y Nayarit, estados han estado en manos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por muchos años, y que buscan la alternancia entre acusaciones de corrupción y un severo problema de deuda pública.
Desde 1929, Coahuila es un bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero el anhelado viraje que buscan muchos podría llegar en estos comicios, en los que también se escogen 16 diputados de mayoría relativa, nueve de representación proporcional y 38 alcaldes.
Los señalamientos por corrupción y vinculación al crimen organizado se han ceñido desde hace años en contra del ex Gobernador Humberto Moreira (2005-2011) y su hermano y actual Gobernador, Rubén Moreira.
El primero renunció a la presidencia del PRI el 2 de diciembre de 2011 tras verse involucrado en un escándalo por la supuesta contratación irregular de deuda pública.
Durante su mandato, la deuda estatal se multiplicó un 9.800 por ciento, de 323 millones de pesos mexicanos en 2005 a 32 mil millones de pesos en 2011.
En octubre de 2012, tras el asesinato de su hijo José Eduardo por presuntos miembros del cártel de Los Zetas, él se mudó a Barcelona.
En 2016, fue detenido por las autoridades españolas en Madrid por cargos de blanqueo y malversación, pero fue liberado poco después al no hallar suficientes pruebas en su contra.
En estas elecciones, y en aparente disputa con su antiguo partido, Humberto fundó el Partido Joven, y él mismo se postula como diputado plurinominal.
El halo de corrupción y mal manejo de recursos públicos ha perseguido a su hermano Rubén, considerado el cerebro del PRI en Coahuila. Recientemente, el conservador Partido Acción Nacional (PAN) denunció un millonario desvío del erario público.
Hace unos días el diario Reforma probó con facturas que dos fiestas de cumpleaños, una de Rubén Moreira y otra del candidato al gobierno del PRI, Miguel Ángel Riquelme, fueron pagadas con dinero público.
Según un reciente sondeo, Riquelme aventaja por escasos puntos al candidato del conservador Partido Acción Nacional (PAN), Guillermo Anaya, seguido en un lejano tercer lugar por el aspirante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Armando Guadiana, y el independiente Javier Guerrero, el 8.8 por ciento.
Siete de cada diez ciudadanos opinó que “sería bueno” cambiar de partido en Coahuila, uno de los estados con menos pobres de México y una densidad de población muy baja, con unos 3.02 millones de habitantes.
Además, es un estado fronterizo relativamente tranquilo si se compara con sus vecinos Nuevo León y Chihuahua, golpeados por la violencia del narcotráfico.
En medio de una escalada de violencia en todo el país, con cotas no vistas desde el arribo de Enrique Peña Nieto a la Presidencia, en 2016 hubo 538 homicidios en Coahuila, y 292 fueron culposos (involuntarios), según datos oficiales.
En todo el país, se registraron 39 mil 837 homicidios el pasado año.
Coahuila tiene varios puntos en común con el Estado de México, la región más poblada del país y en donde este 4 de junio también se celebran comicios a Gobernador.
La mayoría de los ojos están puestos en las elecciones a Gobernador del céntrico Estado de México, el más poblado del país y considerados un termómetro de las presidenciales de 2018.
No obstante, el director del periódico Excélsior, Pascal Beltrán del Río, señaló en una reciente columna que tanto el Estado de México como Coahuila pueden servir de indicador.
Hay un municipio en cada uno de esos estados cuyo electorado refleja, al votar al Gobernador, la tendencia nacional que puede reproducirse un año después.
Son Tlalnepantla, en el Estado de México, y Torreón, en Coahuila, con una población de alrededor de 700 mil habitantes, más que los estados de Baja California Sur y Colima.
Desde que hay elecciones competidas en México, los de Torreón han han votado por el mismo partido o coalición que vence un año después las presidenciales.
“Es probable que su población tenga una composición socioeconómica semejante a la del resto de la República”, indica el analista.
En 18 años solo hubo una excepción: el PRI ganó por la mínima en Torreón en 1999 y perdió las presidenciales ante el PAN.
No obstante, esta será la última vez que se celebrarán elecciones a alcaldías en Coahuila un año antes de las presidenciales.
En esta ocasión, habrá elecciones en 38 alcaldías, pero solo ostentarán el cargo un año para cambiar la duración del cargo de cuatro a tres años y empatarlas con las elecciones federales.
NAYARIT, MANCHADO POR NARCO, QUIERE ALTERNANCIA
Los habitantes del estado mexicano de Nayarit acuden el domingo a las urnas para elegir entre la alternancia o un tercer gobierno en fila del oficialista PRI, en medio de denuncias de irregularidades de la oposición.
Situado en el oeste de México, Nayarit debutó en la alternancia en 1999 con un triunfo de la coalición formada por el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Pero el PRI volvió al poder en 2005 y lo conservó seis años después gracias en parte a que la oposición rompió su alianza y cada uno fue por su lado con sus candidatos en estas elecciones.
De cara a estos nuevos comicios para gobernador de Nayarit, el PAN y el PRD han reconstruido su alianza para intentar vencer al PRI.
Nayarit será así el único de los tres estados donde se elegirá a gobernador en que el PAN y el PRD van en coalición, ya que sus negociaciones no prosperaron en Coahuila ni en el Estado de México.
La figura en torno a la cual se ha unido la oposición es Antonio Echevarría García, hijo del ex Gobernador Antonio Echevarría Domínguez, quien en 1999 encabezó la alianza opositora que acabó con el dominio del PRI en este pequeño estado del país.
La alianza, en la que también participan el Partido del Trabajo y el de la Revolución Socialista, con registro estatal, compite por las 20 presidencias municipales y los 30 asientos del Congreso.
El PRI buscará conservar el gobierno de Nayarit por tercer periodo consecutivo de la mano del Senador y candidato Manuel Humberto Cota Jiménez, que va en coalición con el Partido Verde Ecologista de México y Nueva Alianza.
Además, compiten Raúl José Mejía González, del Movimiento Ciudadano, y Miguel Navarro Quintero, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Francisco Zapata, por el Partido Encuentro Social.
La lista de candidatos a gobernador se completa con tres aspirantes independientes, Antonio Ayón Bañuelos, Víctor Manuel Chávez Vázquez y Hilario Ramírez, conocido como Layín, exalcalde de San Blas que en 2014 admitió que robó durante su gestión, pero “poquito”.
De acuerdo con encuestas publicadas en fecha reciente, el opositor Echevarría encabeza por un amplio margen la intención de voto sobre el oficialista Cota.
La lucha electoral se intensificó con las denuncias de la coalición del PAN y PRD contra el actual gobernador, Roberto Sandoval, por presunta coacción del voto a favor del aspirante el PRI, ante la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE).
A su vez, el PRI ha acusado a Echevarría de que recibir financiación de fuentes ilegales, posiblemente vinculados al narcotráfico.
El 29 de marzo pasado, este estado se vio sacudido por la sorpresiva captura del Fiscal Édgar Veytia en Estados Unidos, acusado de trafico de drogas a ese país.
Nayarit cuenta con uno de los listados de electores más pequeños del país (815 mil 124 votantes) y tiene una de las tasas de participación más alta a nivel nacional, el 63 por ciento en el 2012, según cifras oficiales.
Todos los cargos tendrán una duración de cuatro años, de acuerdo con una reforma legislativa para armonizar las elecciones del estado con el calendario federal del 2021.