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Damon Lindelof revela el plan original para el final de Lost y las presiones que ejerció la cadena ABC

viernes, julio 3rd, 2020

  Según Lindelof, desde la cadena lo presionaron para continuar. “Me dijeron: ‘¿Entiendes lo difícil que es hacer una serie que la gente quiera ver? ¿Y que a la gente le gusta? Entonces, ¿por qué lo vamos a terminar? No terminas las series que la gente está viendo'”, recordó.

MADRID, 03 de julio (Europa Press).– Perdidos (Lost) ha pasado a la historia como una de las series de televisión más adictivas y, también, con un desenlace más polémico. Aunque la ficción se emitió durante seis temporadas, Damon Lindelof han revelado que el plan inicial era rodar tres entregas, una notable modificación en los planes de la trama que sin duda cambió el final de la producción.

El guionista relató en una entrevista con Collider que, a raíz del éxito de la serie, los ejecutivos de ABC exigieron que continuara más allá de la tercera temporada. “No estoy tratando de ser diplomático, estoy tratando de darte la respuesta más precisa de la forma en que lo recuerdo, que hubo conversaciones sobre la intención de que la serie terminara pronto desde que rodamos el piloto”, dijo Lindelof.

   “Una de las críticas que recibimos de ABC era: ‘¿Cuándo resolverán estos misterios? Y una vez que resuelvan estos misterios, ¿por qué la gente seguirá viendo la serie?'”, rememoró el autor. “Vamos a presentar nuevos misterios a medida que avanzamos. Con suerte, por cada una de las respuestas, hemos creado un nuevo misterio convincente. Si logramos el equilibrio correcto, no se acumularán”, respondió Lindelof a los ejecutivos “Creo que ambos podemos estar de acuerdo en que no logramos ese equilibrio”, admitió el guionista en la entrevista.

Lindelof también habló sobre algunos de los problemas con los que se encontró durante la escritura del guión a medida que avanzaba la trama. “Había varios misterios convincentes y entonces dijimos: ‘Queremos que se respondan al final de las temporadas 1 y 2, y luego la serie terminará después de unas tres temporadas’. Esa fue la ideal inicial y ni siquiera nos escucharon”, esgrimió.

Según Lindelof, desde la cadena lo presionaron para continuar. “Me dijeron: ‘¿Entiendes lo difícil que es hacer una serie que la gente quiera ver? ¿Y que a la gente le gusta? Entonces, ¿por qué lo vamos a terminar? No terminas las series que la gente está viendo'”, recordó. “Pensaron que se trataba de una negociación económica, como si estuviéramos intentando conseguir más dinero, y todo lo que buscábamos era que aceptaran terminar la serie”, agregó.

Lindelof trató de explicar a la cadena que “los flashbacks son finitos”. Puedes hacer tres escenas retrospectivas de Jack emborrachándose y siendo autodestructivo, o Charlie recayendo, o Kate huyendo. La primera vez funcionan como una historia de origen porque estás aprendiendo sobre esa persona por primera vez, pero las demás hacen aguas. Podemos presentar nuevos personajes que tengan nuevas historias de fondo, pero la gente está interesada en los viejos”, señaló. Pese a este discurso, ABC no tenía intención de cerrar Perdidos.

Fue entonces cuando estrenaron la temporada 3, donde muchos fans coincidieron en la pérdida de calidad que sufrió la ficción. “Quedó claro que estábamos trabajando muy duro para mantener a los personajes en la isla y estaba empezando a ser inmensamente frustrante. Los flashbacks ya no eran buenos”, lamentó Lindelof.

En este momento, por fin ABC entró en razón y se reunió con los guionistas. Fue entonces cuando Steve McPherson, presidente de la cadena, aseguró que tenía planeado rodar hasta 10 temporadas. “El acuerdo al que llegamos fue de seis temporadas con menos episodios para darnos más tiempo entre temporadas para planificar las cosas”, relató el showrunner.

En este sentido Lindelof confesó que su plan inicial era “más o menos de cuatro temporadas”. “Ya habíamos resuelto la historia de los seis del Oceanic hasta cierto punto. Sabíamos que algunos de los personajes iban a salir de la isla, iban a pasar un momento muy miserable cuando estaban fuera de la isla, y luego iban a regresar para el final. Creíamos que podríamos hacer eso comenzando en la segunda parte de la tercera temporada y luego resolverlo en una temporada más”, relata el guionista que además reveló que esa cuarta temporada habría tenido 20 capítulos muy intensos para dar respuesta a muchos de los misterios que la serie tenía encima de la mesa.

“Pero ellos dijeron:'”¿Qué tal nueve?’ (Risas). Entonces, el acuerdo fue que lo dejamos en seis [temporadas] con menos episodios para darnos más tiempo entre temporadas para planificar las cosas”, recuerda Lindelof que también destaca que el desarrollo de aquella cuarta temporada se vio muy afectado por la huelga de guionistas. “Pero en todo lo demás estuvimos más o menos de acuerdo con la planificación. No quiere decir que todo lo que hicimos en la serie funcionó, pero teníamos un plan y lo ejecutamos”, concluye.

“¿Quién vigila a los vigilantes?”: Watchmen, más vigente que nunca tras los disturbios raciales en EU

martes, junio 2nd, 2020

La protagonista mandó un mensaje de ánimo a la familia de Floyd y comparó la situación actual con algunos flasbacks que mostró la serie basados en hechos reales.

MADRID, 2 de junio (Europa Press).– Las protestas contra la violencia policial racista tras la muerte de George Floyd continúan en Estados Unidos, donde se ha decretado el toque de queda en varias ciudades para frenar la batalla entre manifestantes y autoridades. Sobre este escenario han hablado recientemente la actriz Regina King, protagonista de Watchmen, y el creador de la ficción de HBO, Damon Lindelof.

Ambos han reflexionado sobre la escalada en la tensión racial vivida estos días tras la muerte de George Floyd a manos de la policía y las evidentes comparaciones con la lucha racial contra un grupo de supremacistas blancos que plantea la serie, el papel de la policía en esta batalla y también como la situación actual también encuentra resonancia en muchos de los pasajes de aclamada novela de gráfica de Alan Moore en la que se basa la serie de HBO. No en vano la frase más célebre de la obra, publicada entre 1986 y 1987, es “¿Quién vigila a los vigilantes?”.

   “Me rompe el corazón”, admitió la intérprete durante una entrevista concedida a Fox. La protagonista mandó un mensaje de ánimo a la familia de Floyd y comparó la situación actual con algunos flasbacks que mostró la serie basados en hechos reales. “Hace 100 años, la masacre de Tulsa que mostramos en el episodio piloto, fue una de tantas. Probablemente en ese punto fuera la tercera gran masacre que había ocurrido”, señaló.

“Mucha gente cree que la demanda de que nuestras voces sean escuchadas es algo que nos estamos inventando, algo nuevo”, lamentó. “Me siento honrada de ser parte de una historia que plantea este problema y a la vez entretiene”, dijo.

Los disturbios raciales han sido los más graves desde el asesinato de Martin Luther King. Foto: HBO

“COMO HOMBRE BLANCO CREÍA QUE NO ESTABA PREPARADO”

   King no fue la única en dar su opinión sobre las protestas. Damon Lindelof, showrunner de Watchmen, también comentó lo sucedido en relación a la ficción. “Cuando estaba contemplando por primera vez cómo sería Watchmen 30 años después de los eventos de los años 80, sentí que era realmente importante reconocer que aunque la de Watchmen era una realidad alternativa, lo que está sucediendo en nuestra historia es real”, argumentó en una entrevista con ComicBook.com.

   El creador admite que pensó que “como hombre blanco no estaba preparado para contar esta historia con autenticidad” por lo que optó por “aprender y permitir que otros la contaran”. “Esta combinación junto a mi descubrimiento de la masacre de Greenwood me pareció que adquiría el lenguaje de los cómics”.

 

Con idas y venidas en su timeline, la trama de Watchmen arranca 1921 relatando los eventos de la masacre de Tulsa, cuando un grupo de supremacistas blancos masacró a decenas de personas en un brutal ataque. Antes de ser masacrados por el Ku Klux Klan, los padres de un niño negro le ponen a salvo y consiguen sacarlo de la ciudad en llamas. Ese joven será, años después, un personaje clave en la historia armada por Frank Miller y cuyo pasado y presente también relata la serie-secuela de Lindelof.

La trama de la ficción de HBO continúa en 2019, en el Estados Unidos alternativo de los Watchmen -con Doctor Manhattan exiliado en Marte y Robert Redford como presidente del Gobierno- cuando un oficial de policía negro recibe un disparo de un grupo de supremacistas blancos llamado Séptimo de Caballería, quien toma las armas contra la policía de Tulsa, de nuevo, por la cuestión racial.

Watchmen, la serie de HBO que expandió el universo con respeto y justicia por el cómic original

sábado, diciembre 21st, 2019

AVISO: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS

Un balance del final de la serie Watchmen, donde el corazón de la serie fue Angela Abar, quien acabó adoptando los poderes que Jon Osterman consiguió 60 años atrás, y durante todo ese tiempo el Doctor Manhattan fue visto como un Dios para todos los mortales. Lo que resultó de todo esto es una historia justa.

Madrid, 21 de diciembre (ElDiario.Es).- Cuenta el Evangelio, según San Mateo, que cuando Jesús empezó a predicar por los calles de Galilea, su creciente fama derivó en una muchedumbre que le seguía allá donde iba. Un día, al verse rodeado por la multitud, Nuestro Señor decidió subir al monte, sentarse junto a sus discípulos y explicar a estos quiénes eran, qué hacían y qué recibían los bienaventurados, cuyos pasos invitó a seguir a los allí presentes. “Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos. Pues también persiguieron a los profetas antes que a ustedes”, les dijo Jesucristo en un momento que, como todos los relacionados con su figura, se halla en el Nuevo Testamento, el libro al que Damon Lindelof hizo referencia para explicar el papel que ocuparía su Watchmen dentro del universo creado por Alan Moore y Dave Gibbons.

Si el genio de Northampton y el dibujante de Londres contaron la muerte del Comediante, el plan de Ozymandias para salvar a la Humanidad y la huida del Doctor Manhattan a una galaxia menos complicada, el showrunner de Nueva Jersey se propuso utilizar todos estos acontecimientos para expandir el mundo de Watchmen a su manera. Aunque esta, fuese la que fuese, partiera con una importante desventaja: que el público más interesado en descubrirla fuese, a su vez, el que más se oponía a su existencia.

¿Será que Angela tendrá los poderes del Doctor Manhattan? Foto: HBO

El cocreador de Lost, consciente de ello, llegó a definirse a ojos de los fans como “el bastardo sin escrúpulos que actualmente está contaminando algo que amas”. Lo hizo en mayo de 2018 mediante una carta dirigida a los seguidores del cómic. Por aquel entonces HBO solo había encargado un episodio piloto de la serie, pero algunos de los seguidores más acérrimos del trabajo de Moore y Gibbons ya habían puesto el grito en el cielo ante semejante sacrilegio. “¿Es que no saben que Watchmen es inadaptable? ¿Es que no han oído a Moore?”, parecieron gritar al unísono, reticentes a que tan magna obra volviera a salir de las viñetas para las que fue concebida.

Lindelof, que durante años se preocupó por distinguir en sus historias a los hombres de ciencia de los hombres de fe, estaba pidiendo a través de su carta que unos y otros fuesen uno solo. Que por muy irracional que resulte hacer una serie sobre Watchmen sin adaptar Watchmen y salir airoso de ello, confiaran en él y en sus ideas. Que se alegraran y se regocijaran con su proyecto, pues la recompensa sería grande. Y efectivamente, lo ha sido.

UN FINAL CARGADO DE JUSTICIA POÉTICA

El acto de fe que pedía se ha visto recompensado con una magnífica serie que ha girado en torno a tres ejes: el talento de su creador, el cariño de este hacia la obra original y su capacidad para reinterpretarla en pleno 2019. El principal objetivo de Lindelof, como reconocía en esa misiva, era hacer un producto contemporáneo. Y en tiempos donde el movimiento feminista, la comunidad LGBTIQA+ y la población afroamericana alzan la voz contra la Administración Trump, el responsable de The Leftovers decidió jugar con el reverso de esa contemporaneidad a través del senador Joe Keene, un hombre blanco hetero que pretende convertirse en el Doctor Manhattan para mantener su histórica posición de poder. “No somos racistas, vamos a devolver el equilibrio a un país que parece haber olvidado sus principios fundacionales. Porque la balanza se ha inclinado tanto, que hoy es extremadamente difícil ser un hombre blanco en este país. Así que voy a probar a ser uno azul”, le llega a decir a Laurie Blake en “An almost religious awe”, séptimo episodio de la serie.

Laurie Blake es una inspectora del FBI que formó parte de un grupo de justicieros. Foto: HBO

Para entonces ya sabemos que Keene es el líder del Séptimo de Caballería, un grupo de supremacistas blancos que esconden su rostro bajo máscaras de Rorschach, personaje de la obra madre al que Lindelof despoja aquí de su malinterpretado antiheroico para reinterpretarlo como verdaderamente lo escribió Alan Moore: como un fascista.

La idea de poner a un hombre blanco hetero acomplejado como uno de los grandes villanos de la serie tuvo su probable germen en la sala de guionistas, compuesta en su mayoría -dicho por el propio Lindelof- por escritores de color, mujeres y representantes de la comunidad LGBTIQA+. No es de extrañar, por tanto, que tal amalgama de perfiles haya dado como resultado un relato donde no solo se denuncia el racismo contra el pueblo afroamericano, sino que también coloca a sus víctimas y a sus generaciones futuras como los grandes héroes de la función. Tampoco choca que un personaje como Laurie Blake, poco agraciado en el cómic al depender en exceso de los personajes masculinos, sea presentado aquí como una mujer fuerte y con ganas de vacilar al personal sin dejar de añorar a su querido Doctor Manhattan. O que no haya sido un hombre sino una mujer, Lady Trieu, la persona que más haya puesto contra las cuerdas al hombre más inteligente del mundo. Un Adrien Veidt que además resulta ser su padre, como así se nos revela en “See how they fly”, capítulo final de Watchmen.

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Dicho episodio cierra los pocos cabos sueltos que dejó el anterior, el magnífico “A God walk into Abar”, a base de justicia poética. Porque es de justicia poética que el senador Keene acabe convertido en un enorme charco de sangre por comerse un paso en su proceso de convertirse en el Doctor Manhattan. Porque es de justicia poética que Lady Trieu, aún llevando a cabo ese paso, vea rotas sus esperanzas de convertirse en el señor azul por culpa de una lluvia de camalares congelados a cargo de Veidt. Y porque es de justicia poética que este último, aun salvando la Humanidad por segunda vez, acabe siendo detenido por la Vigilante que más despreció a los Vigilantes (Laurie Blake) y por una de las numerosas víctimas colaterales que dejó su calamar interdimensional (Looking Glass).

LINDELOF OBRÓ EL MILAGRO DE EXPANDIR WATCHMEN CON MAESTRÍA

Pero si algo es justo en el desenlace de Watchmen es que sea Angela Abar, alma y corazón de la serie, la que acabe adoptando los poderes que Jon Osterman adquirió 60 años atrás. Seis décadas en las que el Doctor Manhattan fue visto como un Dios para el resto de los mortales. Un Dios que falló, o que al menos pudo haberlo hecho mejor, tal y como le recuerda Will Reeves a Angela en en el tramo final de la serie, donde Justicia Encapuchada también apunta que “las máscaras no sanan las heridas, hay que airearlas”. Convertida en la Doctora Manhattan (aunque la cámara no la muestra como tal), Angela tendrá la misión de usar sus poderes para que esas heridas desaparezcan de la faz de la Tierra. Aunque como suele decirse, esa es otra historia.

La que queda (salvo giro inesperado en forma de segunda temporada) es una historia que, además de ser justa, es la que nos ha presentado un fan de Watchmen llamado Damon Lindelof, que al igual que el sembrador en la parábola de Jesús, “oyó la doctrina y la entendió”, consiguiendo así que su vasto conocimiento de la “Tierra sagrada”, como así definió al cómic original, haya dado como fruto una maravillosa expansión de su universo. Y eso solo significa una cosa: que ha obrado un milagro.

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Damon Lindelof explica el significado del huevo en el desenlace de Watchmen; y confiesa si habrá secuela

martes, diciembre 17th, 2019

ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS

El final de la serie cerró muchos cuestionamientos que se dieron al inicio de la trama, sin embargo también dio pie a otra detonante, después de la muerte del Doctor Manhattan, ¿Angela Abar habría heredado los poderes de Jon Osterman?

Madrid, 17 de diciembre (EuropaPress).- El final de Watchmen culminó la particular continuación de Damon Lindelof a la historia original de Dave Gibbons y Alan Moore con un sorprendente desenlace que aportó respuestas a varias de las preguntas de la primera temporada. Eso sí, el noveno capítulo terminó con un cliffhanger que podría abrir las puertas de una posible continuación… que el creador de la serie no tiene tan claro.

En el desenlace de la serie de HBO se cerraron muchas de las cuestiones que se habían planteado a lo largo de la temporada, al tiempo que se abrió la gran pregunta tras la muerte del Doctor Manhattan: ¿Había heredado Angela Abar los poderes sobrehumanos de Jon Osterman al comerse el huevo que su esposo había dejado sin romper?

El final de la serie fue determinante para el Doctor Manhattan. Foto: HBO

En una entrevista con Rolling Stone, Lindelof exploró las posibilidades de que la protagonista de la serie hubiera conseguido los poderes del hijo del relojero. “Quería que el final fuera similar al original de Watchmen, donde queda historia por contar con independencia de que Seymour publique o no el diario de Rorschach y deshaga los planes de Veidt”, comenzó.

“Asumamos, por un segundo, que hay dos posibles salidas a lo que ocurre cuando Angela pone un pie encima de la piscina. La primera es que se hunde hasta el fondo y se da cuenta de que no entendió nada de lo que Cal le dijo, y después de comer ese huevo podrido, debería ir al médico para comprobar si tiene salmonela”, explicó.

“La segunda opción es que empieza a caminar sobre el agua, y se da cuenta de que ha heredado esos poderes divinos. Eso explicaría el póster promocional que lanzamos hace quince semanas, donde Angela se veía un poco azul”, insistió.

Las hipótesis del destino de Angela explican que podría hundirse o convertirse en la nueva deidad. Foto: HBO

“Digamos que existen ambas posibilidades. En ninguno de los casos creo que esas tramas den para una temporada de televisión decente. Otros pueden no estar de acuerdo, pero esa es mi sensación”, señaló.

MÁS WATCHMEN… ¿PERO SIN LINDELOF?

Por tanto, y tras el final de la serie, todo indica que el guionista no tiene pensado continuar con una posible segunda temporada. Eso sí, Lindelof no cierra puertas a una posible continuación: “Deseo que haya más Watchmen. Quizá estos nueve episodios hayan demostrado que el campo de juego es más grande de lo que se pensaba, quizá esto inspire a alguien a hacer su propia historia de Watchmen“.

“Pero ahora mismo, no tengo más ideas”, reconoció. “No estoy cómodo llamando a esto de ninguna forma que no sea una temporada de nueve episodios con una presentación, un nudo y un desenlace. No hay ninguna promesa de continuación, pero hay quienes no pueden estar de acuerdo”, concluyó.

De esta manera, Damon Lindelof no cierra la puerta a una posible segunda temporada de Watchmen, aunque también deja claro que, por el momento, él no tiene ideas para la trama de esta hipotética continuación. Eso sí, al igual que él recogió el legado de Moore y Gibbons, el guionista parece incitar a que alguien recupere el universo del cómic y la serie y lo haga propio.

¿Qué papel tiene el Doctor Manhattan en Watchmen de Lindelof, serie situada 30 años después?

sábado, octubre 26th, 2019

ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS

En la viñeta, el azulado personaje, de capacidades sobrehumanas y apariencia divina por sus poderes, fue antes un hombre, Jon Osterman, se vio afectado por un experimento que le transformó en el ente que es actualmente.

MADRID, 26 de octubre (Europa Press).– El primer capítulo de Watchmen tuvo su estreno el pasado domingo en HBO. La serie de Damon Lindelof ya ha dado las primeras pinceladas a la continuación del universo de Alan Moore y Dave Gibbons, incluyendo la vuelta de uno de los personajes más icónicos del cómic homónimo publicado en 1986: el Doctor Manhattan.

En la viñeta, el azulado personaje, de capacidades sobrehumanas y apariencia divina por sus poderes, fue antes un hombre, Jon Osterman, se vio afectado por un experimento que le transformó en el ente que es actualmente.

Pero, tras los eventos del final de Watchmen, ¿qué papel tiene el personaje en la serie de Lindelof, situada treinta años después?

¿Qué ocurrirá con el personaje en la serie de Lindelof? Foto: HBO

El personaje vuelve a aparecer en la serie en un telediario que anuncia que, si bien está lejos de la Tierra, sí que está en el Sistema Solar. Las imágenes muestran al Doctor Manhattan en Marte, lugar al que se exilió al final del cómic de Moore, para alejarse, definitivamente, de su condición humana.

El personaje, por tanto, aparece en la serie de HBO, aunque no queda claro qué papel podría tener durante Watchmen dada su lejanía respecto al lugar en el que se desarrollan los eventos de la ficción.

Eso sí, su aparición también está marcada por una posible vuelta a la Tierra, dado que el Doctor Manhattan está destruyendo lo que parece ser una serie de edificios donde él mismo residiría en Marte. ¿Qué ocurrirá con el personaje en la serie de Lindelof?

El final de Watchmen explicado: Las diferencia entre el cómic y la película de Zack Snyder

domingo, octubre 20th, 2019

El filme de Snyder, fiel en la medida de lo posible a una obra difícil de adaptar, había omitido algunos detalles de la trama original, pero, hasta su tramo final, era bastante similar, de hecho, incluso con el giro de Ozymandias, que resulta haber realizado un maquiavélico entramado para lograr la paz.

AVISO: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS 

Madrid, 20 de octubre (EuropaPress).- Watchmen es una de las grandes apuestas de HBO para el final de 2019. Eso sí, la serie creada por Damon Lindelof, que se estrena este lunes, es independiente de la saga limitada de cómics, si bien está ambientada en el mismo universo que la obra de Alan Moore, que ya fue llevada a la gran pantalla en 2009 de la mano de Zack Snyder en una adaptación bastante fiel… pero con un final radicalmente distinto lo que despertó no poca polémica.

Y es que, aunque la versión cinematográfica de Watchmen se plegó considerablemente a su fuente original, decidió cambiar el desenlace de la historia planteada por Moore y Gibbons. Un final, el de la viñeta, extravagante y sangriento, aunque con un giro similar al planteado por la cinta.

El filme de Snyder, fiel en la medida de lo posible a una obra difícil de adaptar, había omitido algunos detalles de la trama original, pero, hasta su tramo final, era bastante similar, de hecho, incluso con el giro de Ozymandias, que resulta haber realizado un maquiavélico entramado para lograr la paz.

Un calamar que se transporta a NY para convertir la ciudad den una carnicería Foto: Especial

Esta amenaza, según la historia original de Moore, se materializa con la llegada de una criatura de supuesta procedencia alienígena que, en realidad, había sido creada por Ozymandias. Una especie de calamar que se teletransporta a Nueva York y hace una auténtica carnicería en la ciudad, activando todas las alarmas del mundo para, según el plan del personaje, unir a la humanidad.

Pero esta vez, Adrian Veidt no necesita crearla en un laboratorio, sino a través del engaño mediático: su trabajo es convertir al Doctor Manhattan en la verdadera amenaza para la humanidad.

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A pesar del cambio entre el cómic y la película, la idea de ambos finales para Watchmen sigue siendo la misma: la presencia de una fuerza superior a la humanidad que obligue a la unificación definitiva a través de, eso sí, el malévolo plan de Ozymandias, que también estará en la serie de HBO encarnado por Jeremy Irons.

Watchmen, la serie basada en el cómic, llega con identidad propia a HBO de la mano de Damon Lindelof

domingo, octubre 20th, 2019

AVISO: ESTA CRÍTICA NO CONTIENE SPOILERS DE LA SERIE, PERO DA POR HECHO QUE HAS LEÍDO EL CÓMIC EN EL QUE SE BASA

La esperada secuela contemporánea del cómic de Alan Moore y Dave Gibbons llega este domingo a HBO. Tras ver los seis primeros capítulos exponemos, sin spoilers, las sensaciones que nos ha dejado esta libre continuación de Watchmen desarrollada por el cocreador de Lost.

Por P.Zárate

Madrid, 20 de octubre (ElDiario.es).– Antes de aceptar la oferta de HBO, Damon Lindelof había rechazado hasta en dos ocasiones ser el showrunner de Watchmen. La primera fue en 2010. La segunda, en 2012. Y en ambas casos, el motivo que le llevó a hacerlo fue el mismo: que el guionista de la obra original, Alan Moore, había dicho que su cómic era inadaptable al medio audiovisual. Y a fin de cuentas, quién era él para contradecir al genio de Northampton.

Sin embargo, nuestro protagonista no pudo decir que no por tercera vez y acabó aceptando el reto. Él sería, por tanto, el encargado de contradecir al genio del Northampton. O al menos a intentarlo, como hizo Zack Snyder en 2009 con aquella adaptación cinematográfica casi milimétrica.

En este viraje hacia el “sí” pudieron influir multitud de factores, pero es evidente que el Damon Lindelof que rechazó adaptar Watchmen en 2010 poco tenía que ver con el que aceptó hacerlo en 2017. En ese lapso de tiempo, el showrunner se había hecho inmune a las críticas tras ser vilipendiado en masa por el final de Lost (ABC, 2004-2010). Y además, había cogido experiencia trabajando con otros dos pilares de la cultura popular como Alien, cuyo universo expandió con el guion de la fallida Prometheus (Ridley Scott, 2012), y Star Trek, en cuya saga colaboró con la escritura de En la oscuridad (J.J. Abrams, 2013).

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Con más experiencia y menos miedo a las opiniones del público, el guionista había adquirido las dos cualidades que le faltaban para adaptar uno de los grandes clásicos del noveno arte. De las otras tres, entendiéndose por ellas la valentía, el amor incondicional por el cómic y el talento -no puedes cabrear a millones de espectadores sin haberlos conquistado previamente- ya había hecho gala en el pasado. Y las cinco, en su conjunto, se dejan notar en la serie que aquí nos ocupa.

ADORADORES DE RORSCHACH VS. POLICÍA, EL PUNTO DE PARTIDA

Porque su Watchmen toma riesgos manejando la mitología de Moore y Dave Gibbons, deja momentos brillantes y, sobre todo, desprende un enorme cariño hacia la obra original, que has de leer si quieres entender la serie. A grandes rasgos, Lindelof ha desarrollado un producto que sabe lo que debe ser en pleno 2019. Hacer una adaptación tan fidedigna como la de Snyder carecía de sentido, pues para eso ya está la del director de 300 (2006). Y adaptar el cómic pero introduciendo cambios significativos en su historia conducía, sí o sí, a una comparación con el material de partida que el cocreador de Lost iba a perder de cualquiera de las maneras. Por tanto, hacer una secuela ambientada en el presente era tirar por la calle de en medio. Permitía jugar con los hechos, las tramas y los personajes de la obra madre sin llegar a ser esclavo de ella. Y sin renunciar a ofrecer un producto nuevo, que es lo que aquí hace.

Porque a pesar de la influencia del cómic, la serie sabe alejarse sobradamente de él para contar una historia diferente, en un ambiente diferente y con unos personajes, en su mayoría, también diferentes. Así, la acción nos traslada a Tulsa (Oklahoma), donde un grupo de adoradores de Rorschach ha vuelto a declarar la guerra a la policía local tras un período de inactividad de tres años. Portando su máscara y tomando su diario como libro de cabecera, los seguidores de Walter Kovacs han vuelto a sembrar el pánico entre los agentes de la zona, encabezados por Angela Abar (Regina King) y Looking Glass (Tim Blake Nelson), que como el resto de sus compañeros, también llevan máscaras para ocultar su verdadera identidad.

El resurgimiento de este grupo de supremacistas blancos, al igual que la muerte de El Comediante o el accidente del 815 de Oceanic, es solo la punta de lanza de una historia mucho más compleja y ambiciosa -con toques “lostianos” incluidos- donde la figura del superhéroe no es lo realmente importante. Aquí no se trata de poner en duda su moralidad ni de analizar su papel en la sociedad. Lo que aquí hace Lindelof es explorar temas más humanos que ya tocó en Lost como la familia y el miedo a lo desconocido, solo que aderezados con una dosis de intriga, violencia y un sinfín de guiños al universo de Moore y Gibbons.

Nicole Kassell dirige el piloto, el cual fue escrito por Lindelof. Foto: HBO

LA SERIE HONESTA QUE SABE JUAGAR SUS PROPIAS CARTAS

A través de sus diálogos, sus tramas y su cuidadísima puesta en escena, Lindelof demuestra que es un fan absoluto de la obra que da nombre a su nuevo trabajo. Y esto no solo se nota en la cantidad de referencias que ha decidido meter en cada capítulo, sobre todo en los primeros, que exigen tener fresco el cómic para disfrutarlas en su totalidad. También se percibe en el tratamiento de los personajes clásicos. En Ozymandias/Adrian Veigt (Jeremy Irons), al que imagina 34 años después de la ejecución de su plan como un hombre aislado y anclado en el pasado que no renuncia a sus sueños de grandeza. Pero sobre todo en Espectro de Seda II/Laurie Juspeczyk (Jean Smart), que pasa de ser la Vigilante menos agraciada por la pluma de Moore a representar aquí a una mujer madura y segura de sí misma reconvertida en agente del FBI.

Ella es el personaje más rupturista y, a la vez, el más ligado al cómic dentro de esta serie con aroma a fan service, más por su forma que por su fondo. Una baza que Lindelof juega con acierto para conseguir que su propuesta entre rápidamente por los ojos de los seguidores del cómic, que tendrán difícil resistirse de primeras a esta secuela contemporánea. Una vez dentro, la mezcla de lo humano y lo extraordinario, el pasado de 1985 y el presente de 2019, la forma en que se expande el universo Watchmen y el avance de una historia cargada de misterio, harán el resto.

Con su Watchmen, Damon Lindelof no ha conseguido quitar la razón a Alan Moore. Tampoco lo ha intentado. Ni su serie es una adaptación ni con ella ha pretendido acercarse siquiera a superar el insuperable material de partida. No hay subtextos, dobles lecturas ni personajes nuevos a la altura de Rorschach o El Comediante. Pero a cambio encontramos un producto muy honesto y respetuoso que se mueve entre el cuidadoso homenaje y la innovación que cabe esperar de un guionista rompedor como el de Nueva Jersey. Y cuando dos elementos así se mezclan, no queda otra que mirar a la televisión y susurrar: “Sí”.

Damon Lindelof enmarca en la nostalgia de la novela gráfica original. Foto: HBO

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Watchmen, de Lindelof, muestra a EU más realista, lleno de conflictos raciales y de carga política

viernes, octubre 18th, 2019

Al igual que la novela gráfica, la ficción tendrá una enorme carga política, algo que ha supuesto uno de los mayores retos para Lindelof a la hora de construir un Estados Unidos alternativo.

Madrid, 18 de octubre (Europa Press).- Watchmen aterriza en HBO. Una adaptación de Damon Lindelof que, aunque incluye nuevos personajes, retoma la historia del cómic 30 años después. Es por eso que, al igual que la novela gráfica, la ficción tendrá una enorme carga política, algo que ha supuesto uno de los mayores retos para Lindelof a la hora de construir un Estados Unidos alternativo que refleje la situación real.

“Como persona blanca, no puedo identificarme con la experiencia de ser obligado a venir a este país en contra de mi voluntad”, dijo Lindelof a Variety, “pero cuando escuchas esas historias, te remites a ti mismo”.

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Lindelof desciende de judíos por parte de madre, y sus propios antepasados emigraron de Europa del Este. Con Watchmen, el guionista ha buscado fusionar la necesidad de explorar los orígenes propios con el género de superhéroes, un género que, en su opinión, está lleno de historias traumáticas.

“¿Por qué no hay conversaciones sobre la raza en el género de superhéroes fuera de Black Panther? ¿Por qué Don Cheadle tiene que cubrir cada parte de su piel, y también Black Panther, cuando podemos ver todas las caras de los superhéroes blancos?”, lanzó Lindelof. “Y lo más importante, en todo un siglo de narración, ¿qué pasó con los superhéroes negros? ¿Alguno de ellos lo intentó y debido al racismo fueron apartados? Porque eso es lo que habría sucedido en la vida real”, sentenció.

Para llenar este hueco llega Angela Abar, protagonista de Watchmen interpretada por Regina King. Abar es esposa, madre y policía, pero por la noche se convierte en Sister Night para tratar de derribar a una organización supremacista blanca.

“Tradicionalmente, los superhéroes no tienen familias; no se casan y no tienen hijos. El Capitán América no puede ser el Capitán América si tiene hijos de los que debe preocuparse”, explica Lindelof. “Así que esa fue otra idea interesante si lo estás tratando desde el mundo real. Nos enamoramos de las personas, nos casamos, tenemos hijos. En las circunstancias de Angela, ella no eligió tener estos niños, pero ahora los tiene”, reveló. Además, en el caso de la protagonista y su esposo negro, tienen hijos blancos, en medio de una situación de conflicto racial.

Abar es esposa, madre y policía, pero por la noche se convierte en Sister Night para tratar de derribar a una organización supremacista blanca. Foto: HBO

“La serie se interesa por lo mismo que el Watchmen original, la idea de superar el dolor, generalmente el dolor de la primera infancia”, contó el creador, que explica que los superhéroes usan de excusa la lucha contra el crimen para resolver sus propios problemas.

SUPERAR EL DOLOR   

Ciertos elementos del mundo de la serie, admite Lindelof, fueron “heredados” de la novela gráfica, incluyendo la abolición de los límites del mandato presidencial. En el cómic, Richard Nixon estaba cumpliendo su cuarta legislatura como presidente estadounidense. Años después, el presidente en la versión de Lindelof es el actor Robert Redford, quien ha estado en el Despacho Oval durante casi tres décadas.

Como fan de la historia de Alan Moore y Dave Gibbons, Lindelof dice que cuando leyó por primera vez los 12 números de Watchmen, sintió que había “caído de cabeza en medio de este mundo y había todo tipo de de cosas que se suponía que debía saber pero que no sabía”. Reconoce que la América alternativa en la novela gráfica ya era densa y, a propósito de esta cuestión, eligió guionistas con un “conocimiento superficial” del material de origen para usar como barómetro y detectar qué partes no tendrían sentido sin el contexto de la historia original.

Aún así, para aquellos espectadores que sienten que necesitan o quieren una mayor comprensión del mundo que rodea al personaje de Angela, Lindelof tiene una respuesta: “En realidad, vamos a publicar materiales posteriores al episodio, entrevistas, documentos y transcripciones que muestran nuestro trabajo”, adelantó.

Ciertos elementos del mundo de la serie, admite Lindelof, fueron “heredados” de la novela gráfica. Foto: HBO

“Hicimos todo lo posible para permitir que el público entienda que este no es nuestro Estados Unidos. No quería que la gente sintiera que tenía que hacer un gran trabajo para comprenderla. Pero, para aquellas personas que están dispuestas a tomar la píldora roja y meterse de lleno, la pondremos a su disposición”, bromeó Lindelof.

Watchmen llegará el 21 de octubre en HBO.

Watchmen, de Damon Lindelof y HBO, se enfrenta a su gran supervillano: la supremacía blanca

viernes, octubre 4th, 2019

Este Watchmen, no es una copia de la icónica obra de Alan Moore, que el propio Lindelof ha descrito de “sagrada”, sino una adaptación que introduce nuevos personajes y que se plantea en un escenario completamente distinto.

Por Helen Cook

Nueva York, 4 de octubre (EFE).- La nueva serie de HBO, inspirada en la novela gráfica Watchmen y que han bautizado con el mismo nombre, se enfrenta al que su creador, Damon Lindelof, ha descrito como un supervillano imposible de vencer: la supremacía blanca.

“Una de las características de Watchmen es que tienes a héroes bien intencionados luchando y un malo invencible, y sentí que la supremacía blanca era merecedora de ese papel”, explicó en una entrevista con Efe Lindelof.

Responsable de shows de enorme impacto como Lost (Perdidos), este productor y escritor propone una realidad alternativa en 2019, treinta años después de la historia que cuenta el cómic original, en la que una organización racista ha iniciado una oleada de ataques contra las fuerzas de la ley, que se ven obligadas a ocultar sus rostros.

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Un argumento que no ha elegido por casualidad: “Creo que la supremacía blanca es un gran problema, no sólo en EU sino en todo el mundo. (…) Es una plaga, una enfermedad de nuestra sociedad”, opinó Lindelof.

Este Watchmen, como ha aclarado en varias ocasiones, no es una copia de la icónica obra de Alan Moore, que el propio Lindelof ha descrito de “sagrada”, sino una adaptación que introduce nuevos personajes y que se plantea en un escenario completamente distinto.

Porque la serie, que llega a la pequeña pantalla estadounidense el 20 de octubre, sucede en un 2019 paralelo en el que el actor Robert Redford es el presidente más longevo de EU, desde 1992, y no existen ni los teléfonos inteligentes ni internet.

Igual que el cómic de Moore tenía como escenario las tensiones ante una posible guerra nuclear entre EU y Rusia, la serie de HBO también toma inspiración de las dificultades que atraviesa actualmente la sociedad, como el racismo.

“Creo que es muy bueno que una historia en un universo paralelo apunte cuáles son los problemas de la sociedad”, opinó el actor británico Jeremy Irons, que interpreta al personaje inspirado en Ozymandias.

“Me parece bien que las historias que sean inmensamente entretenidas que también alimenten la mente”, añadió.

El ganador de un Óscar confesó que las producciones de superhéroes no son lo suyo, pese a haber participado en un par de películas de este estilo en los últimos años, pero reveló que decidió apuntarse a este proyecto por la pasión mostrada por Lindelof.

“Tenía tal entusiasmo y una imaginación tan viva y tan amplia que me sentí inmediatamente atraído a la idea de formar parte de ello. No sabía nada de Watchmen“, aseveró Irons, que dijo no poder comparar la serie con ninguna otro show del mismo género.

“No veo películas de superhéroes”, agregó.

La actriz Regina King y el escritor Damon Lindelof en la Comic-Con de Nueva York. Foto: @watchmen vía Twitter

Pero para el responsable de esta serie de HBO, una de las más anticipadas de esta temporada, su relación con este cómic es muy distinta.

“He vivido una historia de amor con Watchmen desde que tenía 13 años, cuando mi padre me pasó el cómic”, apuntó el creador, que dijo haber aprendido todo lo relacionado con la narrativa de esta obra, por lo que no podría “decir no a la oportunidad de devolver esta deuda”.

Lindelof apuntó que se ha arriesgado con un “reflejo de los tiempos que vivimos a través de un prisma que ya entendía y amaba”, como es la obra de Moore, aunque se mostró preocupado por la recepción de su versión.

“Me lo he cuestionado todos los días. Espero desesperadamente haberlo hecho bien, me preocupa que probablemente lo haya hecho mal, pero no lo cambiaría por nada”, zanjaba el productor, que ha recibido críticas después de que Moore afirmara públicamente que no quiere estar vinculado de ninguna forma al proyecto.

Regina King interpreta a Ángela Abar en la serie de HBO. Foto: @ReginaKing vía Twitter