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Damnificados del S19 protestan en la ALDF: “la reconstrucción sólo beneficia a constructoras”

jueves, noviembre 16th, 2017

La llamada “Ley Mancera” enfoca a la reconstrucción por desastre natural, sin considerar la responsabilidad de las constructoras y el Gobierno; plantea créditos con una tasa preferencial y resalta a la construcción de vivienda bajo una estrategia de sobredensificación, beneficiando sólo a las inmobiliarias.

Fuentes al interior de la Asamblea dijeron a SinEmbargo que es probable que la iniciativa no se discuta hoy. Los damnificados advirtieron que si los legisladores pasan la Ley así como está, impedirán que los partidos políticos hagan campañas en sus zonas.

Ciudad de México, 16 de noviembre (SinEmbargo).- Un grupo de damnificados por el sismo del pasado 19 de septiembre protestó esta mañana a las afueras de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) en contra de la aprobación de la Ley de Reconstrucción, conocida como “Ley Mancera”, que plantea, entre otros puntos, ofrecerles créditos a quienes perdieron sus casas.

“Estamos aquí para emplazar a los diputados [a] que no voten la ‘Ley Mancera’, queremos que hagan una consulta a los damnificados, les estamos pidiendo 15 días, queremos intervención de expertos, no queremos que se construya en el mismo lugar ni [se den] créditos”, dijo Armando Osorio Chulín, damnificado de la delegación Benito Juárez.

Este jueves, la Ley está prevista para someterse a votación, apoyada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC), el Verde Ecologista (PVEM) y hasta por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Los damnificados argumentan que la iniciativa de Ley plantea créditos con una tasa preferencial, lo que beneficia “sólo a las inmobiliarias y no garantizan la recuperación del patrimonio perdido, [además de que] busca la impunidad de los responsables”.

La iniciativa, refirieron, también enfoca a la reconstrucción por desastre natural, sin considerar la responsabilidad de las constructoras y el Gobierno.

“Se destaca la ausencia de mecanismos de transparencia en el origen y destino de los fondos nacionales e internacionales, y no se clasifican los mecanismos de acceso a los mismos por parte de los afectados”.

Los damnificados argumentan que la iniciativa de Ley plantea créditos con una tasa preferencial, lo que beneficia “sólo a las inmobiliarias y no garantizan la recuperación del patrimonio perdido. Foto: Shaila Rosagel, SinEmbargo.

Un grupo de damnificados por el sismo del pasado 19 de septiembre protestó esta mañana a las afueras de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) en contra de la aprobación de la Ley de Reconstrucción, Foto: Shaila Rosagel, SinEmbargo.

La Ley resalta a la construcción de vivienda bajo una estrategia de sobredensificación, es decir, viviendas adicionales y de reposición, ” lo que beneficia al negocio de las constructoras y no de las personas”, reiteraron.

Armando Osorio precisó que el martes pasado le entregaron 9 mil firmas a Leonel Luna, Asambleísta del PRD y presidente de la Comisión Gobierno de la ALDF, y su respuesta fue “que no había tiempo”.

“¿Por qué quieren sacar rápido esta Ley? Tienen dos meses sin hacernos caso y ahora quieren sacar esto así, para otras leyes se toman su tiempo, con esta también”, dijo.

Arnulfo Pérez, afectado de Saratoza 714, en la delegación Benito Juárez, planteó que los vecinos del edificio que quedó inhabitable exigen que vayan peritos y estudien la razón por la que el inmueble se hundió y se “resquebrajó”.

“Antes del sismo estaban demoliendo un edificio al lado y el edificio estuvo sometido a movimientos, se movía tanto que vecinos que se quedaban ahí preferían salirse. Queremos que nos digan si eso no tuvo que ver para que le pasara lo que le pasó con el sismo a nuestro edificio”, detalló.

El damnificado indicó que la propuesta para su edificio es construir un nuevo inmueble con 15 departamentos más que financiarán la construcción de sus viviendas.

“Eso nos va afectar porque los departamentos serán más chicos, el uso de las áreas comunes será más difícil. Dicen que no nos costará a nosotros porque pondrán en venta esos departamentos, pero claro que sí nos costará”, dijo.

Patricia Muñoz, damnificada de Tajín 191, colonia Narvarte, denunció que su edificio presenta severas cuarteaduras y que la aseguradora sólo quiene “arreglar las paredes”.

“Van los del seguro y nos dicen ‘le vamos arreglar sus paredes’. Nosotros estamos en un sexto piso y todo el edificio está así. Se están burlando de nosotros”.

Los damnificados aseguraron que buscan ser escuchados por los diputados locales y que, si pasan la Ley así como está, impedirán que los partidos políticos hagan campañas en sus zonas.

“Nos vamos a fijar muy bien qué diputados van a votar la ‘Ley de Mancera’; a estos diputados ya los queremos sacar a patadas”, dijo Patricia Muñoz.

Fuentes al interior de la Asamblea dijeron a SinEmbargo que es probable que la iniciativa se baje y no se discuta hoy.

Como parte de la protesta, los damnificados colocaron decenas de anuncios inmobiliarios “basura”.

“Así como pusimos toda esta basura de las inmobiliarias, así vamos a tratar a los partidos en sus campañas, les vamos a bajar toda su basura si no nos escuchan”, indicó Armando Osorio.

Mancera planta por segunda vez a damnificados de Benito Juárez, y le reclaman por falta de ética

sábado, noviembre 4th, 2017

Esta es la segunda ocasión en que Miguel Ángel Mancera Espinosa no asiste a la cita pendiente para dialogar y rendir cuentas a quienes dicen votaron por él en 2012.

Hasta el día de hoy cientos de damnificados de la Delegación Benito Juárez aún no pueden ingresar a sus hogares. Algunos viven en albergues, donde los tratan con la punta del pie y de donde probablemente los desalojen en los próximos días, señalan.

Ciudad de México, 4 de noviembre (SinEmbargo).- “Dr. Mancera: ¡Nos quedamos esperándolo otra vez!”, reza el mensaje de decenas de vecinos damnificados de la Delegación Benito Juárez para el Jefe de gobierno capitalino, quienes a 46 días del sismo del 19 de septiembre de este año, exigen soluciones a las autoridades para poder realzar sus vidas.

Según los vecinos, esta es la segunda ocasión en que Miguel Ángel Mancera Espinosa no asiste a la cita pendiente para dialogar y rendir cuentas a quienes dicen votaron por él en 2012. “Él se comprometió a venir”, acusó Sergio Guajardo. “No vino y es una falta de ética y de atención”, exclamó desde su indignación.

Hoy es el día en que cientos de damnificados de la Delegación Benito Juárez no pueden pisar la intimidad de sus hogares. Algunos viven en albergues, donde los tratan con la punta del pie y de donde probablemente los desalojen en los próximos días, señalan.

Para muchos otros, las pilas de escombro marcan el otrora lugar de su residencia. Y hoy, pese a los apoyos mensuales de 3 mil pesos para renta que han recibido del Gobierno capitalino -que dicen no les alcanza-, y a pesar de los créditos que pudieran serles otorgados -pero que varios aseguran no poder pagar-, su futuro está en vilo. La incertidumbre sustituye a las ayudas.

“Apoyo a los damnificados no se trata de un acto de caridad ni de asistencialismo, sino de una obligación adquirida, bajo el contrato social entre el Estado y los ciudadanos, por el cual, deben de protegerse nuestros derechos. En este caso, el acceso a una vivienda digna y decorosa”, profirió Vania Salgado, habitante de la calle Nicolás San Juan.

Reunidos en contingente sobre la calle Enrique Rébsamen, frente al número 241, donde colapsó un edificio, los vecinos de la Benito Juárez dieron a conocer su pliego petitorio este día.

Piden a las autoridades revisar y dictaminar estructuralmente los inmuebles dañados y colindantes; poner a disposición del público los diversos censos de inmuebles -aseveran que la plataforma de la Ciudad de México está incompleta-; informar a los vecinos acerca de la reclasificación de viviendas según su grado de riesgo; facilitar acceso a documentos de inmuebles [planos, memorias estructurales, licencias, entre otros]; seguridad para los edificios desalojados y acciones de prevención y tratamiento de riesgos sanitarios; apoyo integral en albergues mientras sea necesario; dictaminar los colegios de la zona de cara al público; un proceso de roconstruccion transparente; además de mecanismos de participación y de consulta ciudadanos en el diseño de políticas y programas de reconstrucción.

A LA AUTORIDAD LE FALTAN GANAS DE AYUDAR

El pasado lunes 30 de octubre, el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, dijo que diversas autoridades, entre ellos un director responsable de obra, visitaron siete edificios de la colonia Narvarte, entre ellos uno ubicado en la calle Rébsamen 240 y otro localizado en Nicolás San Juan 308.

No obstante, los vecinos de aquellos dos edificios mencionaron este día que la comitiva del gobierno no entró a los inmuebles. Sólo “hicieron una visita rápida, por afuerita” comentó Monica Romero, damnificada de Rébsamen 249.

Estás no son las únicas acusaciones de los vecinos en contra de Mancera y su séquito de funcionarios. Ellos dicen que han habido atropellos, negligencia y olvido.

“Muchas autoridades están, literalmente planeando y esperando a que termine su sexenio para salirse bien librado y dejarle el problema al que sigue”, salió de viva voz de Mónica Romero.

La lista de pendientes es tan larga como el viacrucis que no conduce a respuestas, explicaron los habitantes de Nicolás San Juan 314, Morena 710, Vértiz 1233, Anaxagoras 429, entre muchos más.

Desinformación deliberada; falta de coordinación entre instancias de gobierno; dictámenes contradictorios o inaccesibles; inseguridades varias e incertidumbre sobre el proceso de demolición y reconstrucción; financiamientos “simulados”; falta de apuntalamientos, entre otros, son las carencias que no les permiten seguir adelante. La angustia agrava a muchos.

En la calle, sin nada, vecinos de la tercera edad en la Del Valle reclaman el olvido de Mancera
El patrimonio de más de 30 familias que habitaban el 304 y 308 de la calle, Delegación Benito Juárez, está en riesgo tras el sismo del pasado 19 de septiembre.
rencias que no les permiten seguir adelante. La angustia agrava a muchos.

“Se nos quiere convertir de víctimas en deudores”, mencionó Héctor de la Cueva, damnificado de Vértiz 1233.

“Tuvimos suerte”, comentó a SinEmbargo Andrés, vecino de San Nicolás 304, inmueble que será demolido. El Instituto Nacional de la Vivienda (INVI) les ayudará a construir, pero no les da confianza porque las autoridades quieren hacer un edificio con dos pisos adicionales. “Es su tajada”, dice el damnificado.

“Ya no hay préstamos para mí”, indicó el rostro taladrado de María Cristina Ramírez, mujer de la tercera edad.

Estás son algunas de las trágicas circunstancias en las que se encuentran, cuando menos, 105 familias de la Delegación Benito Juárez.

“De todos los problemas que estamos atravesando, tenemos la gran interrogación de cómo vamos a reconstruir nuestros hogares. Nos tienen metidos en la incertidumbre absoluta […]. En concreto, el día de hoy no contamos con una ayuda”, concluyó Olivia Domínguez, vecina de Rébsamen 18.

Mientras los habitantes de varias delegaciones de la capital del país han alzado críticas en contra del presidenciable Mancera, quien es señalado por su indiferencia ante la crisis, el político perredista mantiene sus dichos.

El fondo de contingencia capitalino “ni es una bolsa de campaña ni es todo lo que han estado diciendo por ahí […]. Nosotros vamos a estar, obviamente, apoyando para que la ciudad, en este proceso de reconstrucción, tenga una reorientación”, dijo el pasado 9 de octubre.

Hasta el mes pasado, según la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), en la Ciudad de México han habido 19 mil 022 peticiones para la revisión de viviendas, de las cuales, 10 mil 903 ya fueron visitadas. Entonces 9 mil 095 tenían categoría verde [habitables]; 1 mil 308 amarilla [daños superficiales]; y 500 roja [inhabitable].

CLAMAN TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS

“En esta ciudad hemos visto que han habido donativos. Queremos claridad de cuentas. ¿Dónde están esos donativos? ¿En los bolsillos de quién están quedando? ¿Cómo es que están soportando y apoyando realmente las necesidades que tenemos en las diferentes colonias y delegaciones donde estamos afectados?”, cuestionó Analí López, damnificada de Rébsamen 241.

Para Héctor de la Cueva, ex habitante de Vértiz 1233, “nadie sabe dónde están los fondos. Y mientras la gente sufre, la Cámara de Diputados elevó la Ley de ingresos a 43 mil millones de pesos más para los damnificados. Se discute ahora y esperan que se asignen en forma de apoyos para la reconstrucción. ¿Dónde está [el dinero]?”, preguntó.

Estos ciudadanos no son los únicos a quienes asalta la duda. Durante el último mes, la iniciativa privada ha pedido a los gobiernos locales y federal que transparenten el uso de los recursos para el rescate. No lo han hecho.

Asimismo, la sociedad civil, a través de redes sociales, han solicitado al Presidente Enrique Peña Nieto garantizar que la ayuda no sea desviada y llegue a los ciudadanos afectados por el sismo de 7.1 grados Richter del 19 de septiembre de 2017.

Rescatistas se reencuentran con vecinos de Taxqueña, y como una sola familia honran a los caídos

jueves, octubre 19th, 2017

Marcaron las 13:14 horas del 19 de septiembre en el Multifamiliar de Taxqueña, en la Delegación Coyoacán, y el movimiento del piso provocó fracturas en la torre 1-C… segundos después cayó frente a decenas de automovilistas.

Hoy, 30 días después, la escena es diferente aunque los protagonistas son los mismos, e imperó el silencio. La Calzada de Tlalpan se paralizó. Rescatistas y rescatados se abrazaron, celebraron la vida y honraron a sus muertos con un largo memorial y un pase de lista.

Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).– Dieron las 13:14 horas del 19 de octubre en el Multifamiliar de Taxqueña, en la Delegación Coyoacán, y las familias marcharon sobre Calzada Tlalpan como un homenaje a las víctimas del sismo, nueve de los suyos entre ellas.

El movimiento telúrico de 7.1 grados quebró la estructura del edificio 1-C de la Unidad la tarde del 19 de septiembre, y Fátima del Rosario Basurto, Julian Andrés Astudillo Flores, Jimena Lora Flores, Angelica Susana Ruiz Covarrubias, Carla Sabrina Almazán Ruiz, Yoshua Brandon Almazán Ruiz, Viridiana Lucero García Guzmán, María del Carmen Zerón y Miguel Hinojosa Cruz perdieron la vida entre los escombros.

Familiares de víctimas y vecinos que perdieron sus patrimonios homenajearon a sus conocidos y hoy, ya de pié y de frente, se reunieron con los rescatistas Miguel Ángel López, Ricardo Zarco, Brayan Humado Osorio, Emanuel Onorato Navarrete, Andrea Esteves Rodríguez, Marco Antonio Ochoa, Jesica, Saúl Zarate, Jenifer, Osvaldo, y Luis Miguel Sánchez, y se fundieron en un abrazo fraternal a algunos cientos de metros de la destrucción.

Sonó la canción “Es tiempo de despedirse”. Y, con los rescatistas arropados, corrieron lágrimas y muestras de apoyo. Ellos y ellas, cubiertos de cascos y cegados entre el polvo de los restos, intentaron que la esperanza de vida no se esfumara los días posteriores al 19. Hubo despedidas, y rostros quebrados. Y las lámparas, ahora apagadas, brillaron cada vez que alguno de los uniformados miró hacia arriba para intentar detener el llanto.

Patricia, abuela de dos niños que murieron, agradeció a los que abandonaron sus fuentes de trabajo y corrieron a ayudar: “Al que andaba entregando pan, al doctor de la farmacia y su hijo, que trataron de sacar a mis nietos en cuanto se enteraron que ellos estaban ahí, los de la nueva panadería en Peñón y San Antonio, a Marisol, que intentó quitar piedras”.

Hubo tiempo también para los héroes de las colonias Educación y Centinela, quienes, de acuerdo a palabras de Marisol Arriaga, integrante del Comité de Vecinos, “se portaron a la altura, no nos dejaron solos y nos siguen apoyando, nos están llevando comidas, no hay palabras, esos son los vecinos y de esa manera vamos a salir adelante. Demostraremos de qué está hecho el Multifamiliar Tlalpan”.

“Nuestra unidad, en la cual habitan 500 familias, sufrió el colapso del edificio 1C, donde nueve personas perdieron la vida, 8 vecinos y un trabajador que se encontraba en el inmueble, y 18 personas fueron rescatadas. Al igual que en el sismo de 1985, las autoridades se vieron ampliamente rebasadas por una sociedad civil que se organizó por sí misma y, como entonces, tuvo que enfrentarse al empeño del poder por concentrar la ayuda”, recriminó la mujer frente a sus vecinos vestidos de blanco.

Minutos después de que el temblor derribara el 1-C, personas de todas las edades, de distintas ideologías y estratos sociales, olvidaron sus diferencias y se concentraron en los restos.

Memorial de vecinos y familiares a las víctimas del multifamiliar Tlalpan. Foto: Carlos Vargas, SinEmbargo

Puño en alto, símbolo de una tragedia. Foto: Carlos vargas, SinEmbargo

A LOS VIVOS LOS SACARON LOS CIVILES

Tembló. Fernanda Cuevas, quien se hallaba en la torre 4-A, escuchó la alerta sísmica, pero se quedó en stand by. Dudó. Después intentó salir de la estructura. Cayó al piso una y dos veces antes de alcanzar el estacionamiento, desde donde presenció el derrumbre del 1-C.

Sus vecinos y ella corrieron hacia el parque que divide a las casas de la unidad habitacional. Fueron “momentos de terror”. La Calzada de Tlalpan se paralizó, y la gente que viajaba en camiones desde el sur descendieron para comenzar a quitar piedra por piedra.

“Yo no sé de dónde salió tanto chico. Les agradecemos. Llegaron brigadas de niños (jóvenes). Yo creo que de todas las universidad que hay por aquí”, contó Cuevas.

De acuerdo al testimonio de la mujer, si gente salió viva en las primeras horas de los restos, fue por la ayuda de los civiles, pues las fuerzas gubernamentales “arribaron en la noche [del 19 de septiembre]”.

“Ellos [las autoridades] tienen cámaras. Se supone que sabían y, sin embargo, llegaron hasta la noche. Deberían estar más coordinados para estos eventos. Si fuera un familiar de ellos, de inmediato irían a recoger y a arreglar todo. ¿Cómo es posible que aquí somos 500 familias y no nos hagan caso? Hay desconcierto, hay impotencia en los ciudadanos. Yo pago mis impuestos y lo menos que esperaría del Gobierno es una reacción inmediata, y no la hay”, recriminó.

Fernanda, quien hace guardias todos los días a pesar de sufrir hipertensión, señaló que fue una situación que los rebasó. “Todavía estamos muy dañados, psicológicamente, emocionalmente, muy dañados todavía de ver cómo cayó el edificio, de que nos sacaron de nuestras casas y todavía no tenemos respuesta de qué va a pasar. Estamos con esa incertidumbre. Después de un mes seguimos aquí”, dijo.

Ella conocía a “doña Carmelita”, una mujer mayor que ahora comparte su rostro en la ofrenda de las víctimas fatales:

“El primer cuerpo que sacaron fue el de Carmelita. Fue muy fuerte”, rememoró.

-¿Cómo han sido estos 30 días?

-Muy difícil, muy duro. Nos han tocado lluvias, frío, sol. No es lo mismo a estar en casa. He tratado de controlar mi mente, pero pasar junto al edifico (derrumbado), sí sientes muy feo. La nostalgia, la tristeza de que varios de tus vecinos se quedaron ahí. No hay palabras.

Homenaje a Carla San¡bian Almazán Ruíz, víctima del 19s. Foto: Carlos Vargas, SinEmbargo

Fatima del Rosario Besurto, recuerdo de vecinos y familiares. Foto: Carlos Vargas, SinEmbargo

GOBIERNO FEDERAL: “¡ESCUCHA!”

Elisabeth Ochoa Mendez, del 2-A, tiene su consultorio frente a la torre que se desplomó. Ese día, y después de que pacientes le cancelaran citas, abandonó las instalaciones y se dirigió a un depósito de material en Portales, en la delegación Benito Juárez. “Se salvó”, contó.

Mendez llamó a su marido, quien le aseguró, entre lágrimas, que estaba bien, pero que el 1-C había caído. Así llegaron dos horas a pie, desde las cuales pudo ver edificios caídos -como el nuevo inmueble levantado en el número 56 de Zapata-. No había forma de avanzar en vehículo.

Ahora, y desde el albergue en las canchas de futbol, aguarda por respuestas que posiblemente podrían llegar en diciembre, tras los estudios que determinen si los edificios deben derrumbarse o no. “Si no puedo volver, entonces ya buscará otras opciones”, señaló.

“Días de contradicción, estás bien. Ves el apoyo de la sociedad civil. Hay momentos de mucha tristeza, dolor. El Gobierno Federal no ha venido, no hemos recibido su apoyo. Queremos tranquilidad, seguridad. Necesitamos que vengan a ver. Que nos hagan caso. Yo sé que en otros lugares están peor, sin embargo, los necesitamos. ¡Escuchen! ¡Vengan!”, expuso.

DEN RESPUESTAS 

Patricia Baeza tiene dos departamentos en el Multifamiliar, el 3E, donde se queda su madre, y el 4A, donde vive su hija. Para cuando se enteró del desplome, las líneas de comunicación estaban muertas.

Ella, quien entonó el himno nacional frente al altar de flores, fotos y manos pintadas a un costado de las tablas que ahora recubren el desastre, avanzó entre raites desde el Metro Chabacano, de la Línea 2. Escuchó por radio la noticia, y se alteró: “Mi mamá en uno, y mi hija en otro, sin saber cuál”.

Al llegar vio a la gente haciendo filas y escombro frente al Tren Ligero que conecta a Taxqueña con Xochimilco. “Fue muy triste ver el edificio derrumbado”, lamentó.

En caso de que un peritaje profesional confirme que las torres en las que se ubican sus departamentos están bien, ella tendría que pensarlo. Su hija, quien presenció también la caída del 1-C, tiene miedo y ni de broma ingresaría.

“Tomen en cuenta que en esta unidad habitan más de 500 familias y necesitamos que nos den una solución. Arreglen los edificios. ¿Qué va a pasar con la gente que está sin hogar? Den respuestas rápidas”, determinó.

NO A LOS CRÉDITOS

“Sentí el golpe del sismo”, relató Juan, quien estaba en la torre que cayó. Él salió instantes antes de que las escaleras y los tres últimos pisos se convirtieran en un “sándwich”.

“Salí por el pasillo. Se abrió un hueco. Se reventaron los cristales, tronaron paredes, el piso, no se podía correr, te caías. Sólo pensé en salvarme, brinqué. Había tierra y polvo, la libré”, dijo.

Juan, un hombre mayor, apuró a las autoridades a dar soluciones, pero sin letras chiquitas. Si hay reconstrucción, dijo, que sea sin costo.

“Esperemos que todo se resuelva y el Gobierno no vaya a condicionar la reconstrucción a un crédito”, explicó.