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La otra aventura es una ventana a la condición humana. Al final, eso es la literatura: Pérez Gay

sábado, enero 2nd, 2021

Si te has sentido abrumado entre el mar de autores y títulos en tu lista de pendientes, y no sabes ni por dónde comenzar, el editor, periodista, traductor y ensayista mexicano Rafael Pérez Gay tiene “un as bajo la manga” que te servirá de guía literaria… Desde la televisión, por el canal ADN 40, ahora el programa La otra aventura pasa al papel por Ediciones Cal y Arena.

Un libro pensado para ser abierto en cualquier página y ofrecer historias de escritores y escritoras, recomendaciones literarias, grandes inicios de novelas, cartas, diarios y ensayos inéditos. En entrevista para Puntos y Comas, el autor mexicano detalló el contenido de este nuevo “oráculo literario”.

Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).- ¿Te has llegado a sentir abrumado entre el mar de autores y títulos en tu lista de pendientes? ¿No sabes ni por dónde comenzar o si valdrá la pena cierto libro que te recomendó un amigo? Para este tipo de contratiempos, el escritor, editor, periodista, narrador, traductor y ensayista mexicano Rafael Pérez Gay se dio a la tarea de entregar a los amantes de la literatura una guia práctica y amena los lleve de la mano por el mundo de las letras: La otra aventura (Ediciones Cal y Arena, 2020).

“Yo me preguntaba, ¿es posible que en un sólo libro puedas encontrar una historia interesante, el resumen de una obra, el principio memorable de un libro extraordinario, y al mismo tiempo una muy buena foto poco conocida? Justo eso es lo que quiere ser La otra aventura. Este libro está dirigido al público que tenga interés en abrir una ventana y una puerta a la exploración de la condición humana, pues eso es la literatura a fin de cuentas: una forma de acercarse a la vida de los otros y de uno mismo”, explica Pérez Gay en entrevista para Puntos y Comas.

El autor detalla que este no es un libro para leerse de principio a fin, es un libro para ver el índice y de acuerdo con tu interés ese día, lo consultes. También aclara que no es un tomo de crítica literaria o un estudio muy profundo, ni aspira a serlo; sin embargo, tiene detrás una investigación seria y rigurosa.

TV, UNA APUESTA ARRIESGADA

“El origen de este libro empezó como una emisión de 15 minutos en ADN 40. Toda mi vida he vivido de los libros; de los que he hecho como editor, de los libros que he leído, de los libros que he escrito y de los libros que comparto con la gente de mi entorno. Dar el salto a la televisión me daba miedo, me parecía que era como vulgarizar la literatura. Pero al final me di cuenta de que hay público en la televisión que desea ver cosas interesantes, temas que les hablen de la vida misma, de la condición humana, no de asuntos lejanos a ellos”, recuerda Pérez Gay.

“Para todos hacer un programa de literatura en la televisión representó un desafío. Lo primero que me sugirieron fue hacer un programa donde hablara y luego entrevistara a alguien, pero pensaba que programas con entrevistas a escritores hay muchos, y muy buenos. No quería repetir, quería llevar el desafío más allá y hacer un guion lo suficientemente atractivo, con una producción decorosa y con un conductor, que soy yo, que expusiera los temas de la mejor manera posible, invitando cada semana a la lectura”.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, y Pérez Gay y su equipo de trabajo también enfrentaron otro gran reto, el rating: “En el argot del medio se dice que es un programa de nicho. Su majestad el rating es siempre muy difícil y hay que perseguirlo; de pronto encontrábamos un tema que nos parecía magnífico, pero la gente no venía a verlo como nosotros pretendíamos”.

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“Recibimos mucho feedback. Normalmente recibimos comentarios vía redes sociales, o en el programa mismo. En general es un público amable, un público ávido de leer y que quiere saber más. Al ser un programa de nicho para el mundo del libro, si te ven 80 mil personas es muchísimo, y si entran 100 mil, pues es una maravilla, aunque los que saben de rating se podrían reír. Hay gente que entró y vio algunos minutos, otros vieron todo el programa. ¿Por qué unos temas funcionan más que otros? Eso te lo va dando la gente que se acerca al programa”.

“A los cuatro autores de La otra aventura nos parece que la literatura puede mezclar, combinar, distintos mundos y no sólo hablar de la obra en sí. Por eso, tanto el programa como el libro son de interés general; habrá quien quiera saber cosas de la vida de un autor o autora y quien busque revisar el resumen de un libro en específico para luego, si le interesó lo suficiente, leerlo”.

Además de los temas semanales, Pérez Gay agregaba datos de corte personal; lo que los productores llaman “el gancho”, una anécdota antes de entrar al contenido. Para su equipo, el objetivo fundamental del programa siempre ha sido quitarle a la televisión el estigma de que no puede haber cosas interesantes en la televisión con un enfoque literario.

TEJIDO A VARIAS MANOS

Sobre la labor de Bibiana Camacho, Mauricio García y Alonso Pérez Gay para el desarrollo de La otra aventura, tanto en formato audiovisual como en papel, Rafael comenta:

“Me acompañó desde el principio la escritora Viviana Camacho, hoy una autora consolidada que ha publicado al menos cuatro o cinco libros. Al principio, utilizamos nuestros 15 minutos al aire de un modo avaro, midiendo las palabras. Con el tiempo, La otra aventura se convirtió en una emisión de media hora, y entonces decidí invitar a dos jóvenes egresados de la carrera de Comunicación por la UAM Xochimilco, Mauricio García y Alonso Pérez Gay. Ellos vinieron a darle un aire nuevo a la emisión e incluimos nuevas secciones”.

“El ‘laboratorio’ funcionaba así: cada semana escribíamos entre Viviana y yo; luego yo corregía, quitaba y ponía lo que aparecería en el teleprompter. En la primera época del programa nos dividimos los libros entre Viviana y yo; ella me entregaba la mitad del guion y nos poníamos de acuerdo por teléfono. Al incorporarse Mau y Alonso, ellos trajeron sus propios libros. No se puede hacer un programa de televisión si no tienes un montón de libros… yo ya tengo edad para haber hecho a lo largo del tiempo unos muy buenos libreros, llenos con libros realmente consultados. Recurrí a estos títulos para cada tema, al igual que Mau y Alonso”.

“Su trabajo ha sido fundamental, ellos son coautores conmigo. Ante la gran cantidad de cuartillas que habíamos hecho, primero nos dividimos. El trabajo de Mau fue muy importante para la recopilación iconográfica, la búsqueda de fotografías de los autores y de los lugares donde vivieron, de grabados que se relacionen con el libro; imágenes poco conocidas y que estuvieran libres de derechos para no tener problemas legales. Así fuimos construyendo la primera versión, que no fue fácil. De pronto parecía que iba a ser un caos, pero poco a poco iba tomando un poco de orden; fuimos acotando los temas, fuimos yendo y viniendo entre ellos para llegar finalmente a La otra aventura en forma de libro”, asevera el editor, orgulloso de su equipo.

DE LOCURA, EROTISMO Y FÚTBOL

¿Cómo fueron seleccionando el contenido del libro, entre tantas opciones?, le pregunto a Rafael con curiosidad, pues la gama de tópicos es basta. Me comenta: “Escogimos 32 temas que nos parecían interesantes, atrayentes; entre ellos los sueños, el erotismo, memorias, cartas, amor, familia, suicidio, guerra, enfermedad, hoteles, viajes, vicios, locura, fútbol, humor y crimen, entre muchos otros”.

“El centro neurálgico justo está en seleccionar temas que te interesen a ti, a mí y a otro grupo de personas. A todos nos interesa el amor, la vida, la muerte, el sexo, el mundo, y justamente el público se ha mostrado interesado. Es como cuando uno lee, cada uno es afín a cierta literatura. Así con los programas y así con este libro”.

“Un día, viendo hacia atrás, me di cuenta de que la cantidad de cuartillas que habíamos escrito era monstruosa. ¡Imagínate, fueron diez años! Cada 15 minutos de programa, eran unas siete páginas de guion, la cantidad era inmanejable…”

El autor nos recuerda que cada apartado tiene una entrada en donde vienen libros relacionados a ese tema: “La idea es: ¿usted quiere saber sobre locura? Aquí hay diez títulos que le sugerimos. Hay resúmenes, historias de los escritores y su vida diaria, y también pequeños ensayos inéditos sobre algunos autores que me han seguido en la vida, cuyos libros he traído de aquí para allá (Cioran, Beckett, Balzac).

De la misma forma, este libro está repleto de grandes mujeres escritoras como Simone de Beauvoir, Carson McCullers, Clarice Lispector, Patricia Highsmith, Marguerite Yourcenar, Susan Sontag y muchas grandes más. Nos dimos a la tarea de ir armandolo e hicimos también un trabajo iconográfico muy serio para ilustrar cada página, puesto que este tomo venía de la televisión, un medio muy visual”, puntualiza.

***

Hacia la última parte de nuestra conversación, le pregunto a Rafael tres de sus inicios de novelas favoritos. Me contesta que, aunque son muchos, puede nombrar sin titubear uno de Fernando Pessoa, en el Libro del desasosiego; otro de António Lobo Antunes en el libro Sobre los ríos que van; en general las citas iniciales de Simone de Beauvoir y, sobre todos los demás, el de Reinaldo Arenas en Antes que anochezca, por el cariño que le tiene.

“Estas citas magníficas con las que empiezan distintas novelas son a penas una pequeña dosis de libros que pienso que si te adentras, te van a cambiar la vida, o por lo menos te ayudarán en algún aspecto de ella”, asegura. Sobre este aspecto transformador de las letras, concluye: “Me gustaría que se considere La otra aventura como un libro de libros, el cual abre puertas a la imaginación y a la libertad. Porque al final eso es la literatura”.

Rafael Pérez Gay (México, 1957). Estudió Letras Francesas en la UNAM y ha publicado numerosos artículos y textos sobre literatura francesa. Sus ensayos sobre la prosa y el periodismo del siglo XIX, y sobre la Ciudad de México, autores decadentistas y encrucijadas culturales de fin de siglo, han aparecido en diversas publicaciones a lo largo de más de veinte años.

En 1997, 2001 y 2007 reunió una parte de su periodismo literario en los libros Cargos de concienciaDiatriba de la vida cotidiana No estamos para nadie. Entre sus libros destacan: Me perderé contigo (1988), Esta vez para siempre (1990), Llamadas nocturnas(1993), Paraísos duros de roer (2006), Nos acompañan los muertos (2009), El corazón es un gitano (2010) y El cerebro de mi hermano (2013).

RESEÑA | Quisiera dar un gran rodeo: Las cartas de Henry Miller muestran su vena filosófica y apasionada

sábado, diciembre 14th, 2019

Las misivas de Miller giran en torno al análisis de Hamlet, el príncipe del ocio, adicto al pensamiento y la elucubración fútil. Al escritor le molesta esta actitud en la sociedad contemporánea y dice que “el hombre moderno tiene una forma complaciente y condescendiente de verse a sí mismo que resulta nauseabunda”.

A pesar de que Miller siempre vio en su trabajo graves deficiencias, escribió más de 70 libros: ensayos críticos sobre arte y literatura, novelas, textos sobre viajes y una extensa correspondencia con otros escritores como Blaise Cendrars, Lawrence Durrell, Isaac Bashevis Singer y Anaïs Nin.

Por América Gutiérrez

Ciudad de México, 14 de diciembre (LibreríasElSótano).- Durante mi época universitaria renuncié a la fiebre Miller (autobiografía transgresora y bandera de la desilusión norteamericana) para dedicarme a otro tipo de lecturas alejadas del rompimiento de la tradición literaria, pues apenas estaba entendiendo lo que eso representaba.

El tiempo pasó y llegaron a mis manos: Sexus e Inmóvil como el colibrí. En estas dos publicaciones equidistantes pero de estilo inconfundible, descubrí que Miller es un hombre mucho más complejo que un simple autor controvertido y criticado -el tema candente siempre fueron las alteraciones de su historia personal para hacer más efectivas algunas de sus novelas presuntamente autobiográficas-.

Sorprende la manera en la que ignora por completo la demanda social de lo real que se generó a su alrededor; lo verosímil le importaba más que lo verdadero. Miller no permitió que estas exigencias entraran en tensión con su escritura; reconstruyó su experiencia y se acercó en forma descarada a técnicas narrativas que asume como elemento natural de la ficción, dejando al descubierto totalidad al “yo” autobiográfico en forma escandalosa.

Estos primeros encuentros con Miller hicieron que volteara a la mesa de novedades en la librería cuando descubrí Quisiera dar un gran rodeo. Esta edición de Malpaso es un objeto estéticamente hermoso, el libro es negro, con el canto– la orillita de las páginas- entintado en un inusual color turquesa y con una portada aparece un Henry Miller encendiendo un cigarro.

Más allá de esta atracción meramente visual, mi interés nació del subtítulo, donde la palabra epistolario aparecía sola, como un mensaje. Mi obsesión con la entrometida pero enriquecedora lectura de cartas comenzó hace mucho tiempo cuando leí los amorosos y desgarradores mensajes que le escribió Francis Scott Fitzgerald a su esposa Zelda en un extenso volumen editado por Lumen. Después me seguí con parte de la correspondencia de Cortázar, y para terminar, el intercambio postal entre Paul Auster y J.M. Coetzee.

Carta de Francis Scott Fitzgerald a su esposa Zelda. Foto: Especial

Correspondencia de Julio Cortázar. Foto: Especial

En esa época de mi vida, lo mío era leer cartas. Pero a pesar del coqueteo, no compré el libro; llegó como regalo de cumpleaños unos meses después para provocarme sentimientos encontrados. Aunque el Miller nos pone en contexto al inicio de cada carta y queda claro que este ir y venir de ideas gira en torno al análisis de Hamlet frente al “hombre moderno”, la sensación de estar leyendo un libro incompleto se mantiene hasta el final pues solo se incluyen sus cartas en esta edición. En gran parte del libro se extraña la argumentación de Fraenkel (el verdadero intercambio).

Cuando Miller le exige a Fraenkel que no confunda a Shakespeare con Hamlet, era necesario leer la provocación contenida en la misiva que da pie al debate. Miller explota argumentando que, desde cualquier punto de vista, Hamlet no es un personaje creativo, que Shakespeare fue creativo al escribirlo, pero la importancia de su creación es la de revelar el lado no creativo del hombre.

Establece de Hamlet es un sofista tardío atrapado en un mundo de acción, es un personaje que “jamás se agachó al bote de la basura”. Es el príncipe del ocio, un adicto al pensamiento y la elucubración fútil.

Al escritor de Trópico de cáncer le molestan los efectos persistentes de lo que él llama “Hameletismo” en la sociedad contemporánea. Reitera que “el hombre moderno tiene una forma complaciente y auto condescendiente de verse a sí mismo que resulta nauseabunda.” Miller expone que cuando se analiza cualquier cosa, resulta bastante monstruosa.

Quisiera dar un gran rodeo, recoge sólo las cartas de Miller a Fraenkel, pero a pesar de no tener interlocución en esta edición, quedan por escrito las posturas que nos permiten asomarnos al temperamento filosófico de un Henry Miller apasionado, donde buscar un sistema de pensamiento ordenado es una absoluta pérdida de tiempo, sin embargo, avanzando en la lectura, se revela el lado emocional y dominante que nos coloca frente a lúcidos puntos de vista que exponen más que una sensación de frustración, la parálisis de la voluntad y “todas esas experiencias incompletas que representan un enorme freno que paraliza la rueda de la vida.”

Miller cree que el mundo necesita un tratamiento de choque, quitar la envoltura de plástico a todo sin distingo. El autor deja por escrito que una educación en obscenidad se convierte en una genuina introducción al dilema del mundo moderno.

La vida, para el hombre contemporáneo según Miller, se ha convertido en un infierno eterno, donde se ha perdido toda esperanza de alcanzar ningún tipo de paraíso, sencillamente porque ya nadie cree en paraísos. El hombre se condena a sí mismo.

A pesar de que Henry Miller siempre admitió que su trabajo tenía graves deficiencias como literatura formal, escribió mucho, más de 70 libros, que van desde ensayos críticos sobre arte y literatura, novelas, textos sobre viajes y una extensa correspondencia con otros escritores como Blaise Cendrars, Lawrence Durrell, Isaac Bashevis Singer y Anaïs Nin que sin duda, merece ser leída.


América Gutiérrez es Coordinadora de contenidos de Librerías El Sótano. Ha trabajado para Discovery Channel LA, Nat Geo, A&E, IMER y Penguin Random House.
Siempre se pregunta ¿en qué se parece un cuervo a su escritorio? Actualmente estudia las leyes que rigen las excepciones.