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La Amazonía de Brasil pierde mil 180 km2 de selva. Nunca había pasado

viernes, junio 4th, 2021

En abril la Amazonía brasileña perdió 580.55 kilómetros, mientras que en marzo fueron devastados 367.6 kilómetros de selva.

Sao Paulo, 4 junio (EFE).- La Amazonía brasileña perdió mil 180 kilómetros cuadrados de selva en mayo, la mayor área devastada para dicho periodo desde 2016, cuando comenzó a ser medida la serie histórica, según las alertas de deforestación divulgadas este viernes.

De acuerdo con los datos mensuales captados por el Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonía Legal en Tiempo Real (Deter) y divulgados por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), las alertas de deforestación aumentaron un 41 por ciento en mayo frente al mismo mes de 2020.

La metodología utilizada en el Deter se basa en imágenes satelitales y es utilizada por el INPE para ofrecer alertas anticipadas sobre las áreas que están siendo desforestadas en la Amazonía.

El de mayo es el tercer récord mensual consecutivo que se registra este año. En abril la Amazonía brasileña perdió 580.55 kilómetros, mientras que en marzo fueron devastados 367.6 kilómetros de selva.

Asimismo, en los primeros cinco meses de este año fueron más de dos mil 336 km2 de deforestación en la selva amazónica, lo que representa un aumento del 14.6  por ciento en relación al mismo periodo de 2020.

El Observatorio del Clima, una red que reúne a medio centenar de ONG, resaltó que los números son preocupantes, ya que mayo marca el inicio de la temporada de seca en la Amazonía, cuando la devastación se intensifica en gran parte de la región.

Durante la pasada Cumbre del Clima, el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se comprometió a avanzar para conseguir eliminar la deforestación ilegal en Brasil para 2030.

No obstante, desde que el líder ultraderechista llegó al poder, el 1 de enero de 2019, la devastación de la selva amazónica ha sido una de las peores en la historia de Brasil y sus políticas medioambientales han sido duramente criticadas por organizaciones ecologistas.

El mandatario defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonía, incluso en reservas indígenas, y ha flexibilizado la fiscalización de actividades que atacan directamente al medioambiente, como la minería y el comercio de madera, en su mayoría practicado de forma ilegal en esa región.

Su Ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, está siendo investigado por supuestamente favorecer el tráfico ilegal de madera al obstaculizar las tareas de fiscalización por parte de funcionarios públicos.

La deforestación en la Amazonía brasileña ocurrida en octubre fue la mayor los últimos 6 años

sábado, noviembre 7th, 2020

Las cifras se refieren a las llamadas “alertas de deforestación”, que advierten sobre posibles focos de tala ilegal y permiten a los organismos medioambientales reforzar la fiscalización en esas zonas, pero no revelan en toda su extensión la pérdida de vegetación.

Río de Janeiro, 7 de noviembre (EFE).- La Amazonía brasileña perdió en octubre 836 mil 23 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, un área en un 50.6 por ciento superior a la del mismo período de 2019 (555 mil 26 kilómetros cuadrados) y la mayor para este mes en los últimos seis años, informaron este viernes fuentes oficiales.

La deforestación en la mayor selva tropical del mundo el mes pasado fue la mayor para un octubre desde que el indicador comenzó a ser medido en 2015, informó el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), que calcula el área devastada con la ayuda de imágenes de satélite.

Hasta ahora el peor octubre era el de 2016, cuando el considerado mayor pulmón vegetal del mundo perdió 750 kilómetros cuadrados de vegetación, un área un 11.4 por ciento inferior a la devastada el mes pasado.

Las cifras se refieren a las llamadas “alertas de deforestación”, que advierten sobre posibles focos de tala ilegal y permiten a los organismos medioambientales reforzar la fiscalización en esas zonas, pero no revelan en toda su extensión la pérdida de vegetación, según el INPE, organismo vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Los números son revisados anualmente mediante otro sistema de medición, que usa imágenes de satélite con mayor resolución y cuyos resultados deben ser divulgados en las próximas semanas.

De acuerdo con el INPE, la deforestación acumulada en los diez primeros meses de 2020 llegó a 7 mil 899 kilómetros cuadrados, con una caída del 6 por ciento frente al período entre enero y octubre de 2019 (8 mil 425 kilómetros cuadrados).

El aumento de la deforestación en octubre se produjo tras tres meses seguidos de reducción. Foto: EFE

Sin embargo, se trata de la segunda mayor área devastada en diez meses tras la de 2019 y por delante de la de 2016 (5 mil 648 kilómetros cuadrados).

Según un comunicado de la organización ecologista Greenpeace, el fuerte aumento de la deforestación en la Amazonía es resultado de las omisiones en política ambiental del Gobierno de Jair Bolsonaro, el líder ultraderechista que asumió la Presidencia de Brasil en enero de 2019.

El capitán de la reserva del Ejército, que las organizaciones ambientalistas califican como un “negacionista” de la gravedad del deterioro ambiental, ha reducido la fiscalización en la Amazonía, desmontado los órganos responsables por su preservación e impulsado una política que prevé la explotación comercial del considerado mayor pulmón vegetal del mundo.

Greenpeace recordó que los incendios en la Amazonía alcanzaron niveles históricos en los dos primeros años de gestión de Bolsonaro.

DEFORESTACIÓN E INCENDIOS FUERA DE CONTROL SEGÚN GREENPEACE

“No es solo la deforestación que está fuera de control. En octubre fueron registrados 17 mil 326 focos de calor en la Amazonía, un número en un 120 por ciento superior al del mismo mes de 2019. Los incendios y la deforestación son dos caras de la misma moneda: lo que está ocurriendo es reflejo de la falta de política ambiental en el país”, afirmó Rómulo Batista, vocero de Greenpeace para la Amazonía.

El aumento de la deforestación en octubre se produjo tras tres meses seguidos de reducción. Tan solo en septiembre la caída fue del 33.7 por ciento, desde mil 454 kilómetros cuadrados en 2019 hasta 964 kilómetros cuadrados en 2020.

La divulgación de que la deforestación creció en octubre se produce en momentos en que el vicepresidente de Brasil, el general de la reserva Hamilton Mourao, lidera un viaje por la región con una decena de embajadores extranjeros con la intención de convencerles de que la degradación y los incendios están controlados.

Los embajadores de Alemania, Canadá, Colombia, España, Francia, Perú, Reino Unido, Portugal, Suecia y Sudáfrica, así como el de la Unión Europea, visitarán hasta el jueves de la próxima semana diferentes áreas de la Amazonía.

“El gran objetivo de este viaje es mostrar que Brasil no tiene nada que esconder y está abierto a un diálogo para demostrarle a la comunidad internacional su compromiso” con el medioambiente, declaró Mourao en la rueda de prensa que concedió al inicio de la visita.

Asimismo, según un estudio divulgado este viernes por el Observatorio del Clima, una coalición que reúne 56 organizaciones ambientalistas, las emisiones brasileñas de gases contaminantes alcanzaron en 2019 su mayor nivel en once años, impulsadas principalmente por la deforestación de la Amazonía.

Brasil: Incendios amazónicos intoxican el aire y provocan cientos de hospitalizaciones de niños y ancianos

miércoles, agosto 26th, 2020

Los incendios presentados en la Amazonía brasileña han provocado que el aire se intoxique y mande al hospital a cientos de niños y ancianos debido a la inhalación del humo de las llamas; los especialistas prevén que este año la situación empeore a causa de la pandemia de la COVID-19.

Sao Paulo, Brasil, 26 de agosto (EFE).- Los incendios en la Amazonía brasileña intoxican el aire y provocan cientos de hospitalizaciones de niños y ancianos debido al humo de las llamas, un problema que este año puede agravarse con la pandemia del coronavirus, según un informe divulgado este miércoles.

El estudio, elaborado por el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM), el Instituto de Estudios para Políticas de Salud (IEPS) y Human Rights Watch (HRW), se basa en datos oficiales de 2019, cuando los devastadores incendios en el bioma tropical dispararon las alarmas en la comunidad internacional.

El informe, de 50 páginas y que cuenta con el análisis de expertos y profesionales de la salud, señala que en 2019 hubo 2 mil 195 hospitalizaciones por enfermedades respiratorias relacionadas con los incendios de ese año, que incluyeron a 500 bebés de menos de un año y mil 80 personas mayores de 60 años de edad.

Los incendios aumentaron un 30 por ciento en la Amazonía brasileña en 2019 hasta llegar a los 89 mil 178 focos, achacados principalmente a la deforestación ilegal, que el año pasado ya se disparó un 85 por ciento.

En este 2020 se ha registrado un mayor número de fuegos en junio y julio, meses que corresponden a una temporada seca que se prolonga hasta septiembre-octubre y en la que suelen multiplicarse las llamas en el ecosistema, con lo que el problema podría agudizarse.

“Las hospitalizaciones que pudimos atribuir a esa contaminación atmosférica son una ínfima fracción del verdadero sufrimiento que acontece por razón de esos incendios”, afirmó a Efe la investigadora de HRW, Luciana Téllez-Chávez, una de las autoras del informe.

El humo de los incendios contiene, según el reporte, “altos niveles de partículas finas” que contaminan el aire y están vinculados con “enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así como con muerte prematura”.

Ello provocó que millones de personas que viven en el mayor bosque tropical del planeta “estuvieran expuestas a niveles nocivos de contaminación del aire causados por las quemas relacionadas con la deforestación en la Amazonía”.

Los números coincidieron con el primer año en el poder del ultraderechista Jair Bolsonaro, partidario de explotar los recursos naturales de la Amazonía y quien recientemente tildó de “mentira” que el ecosistema tropical “ardiera en fuego”.

“Hasta que Brasil combata con eficacia la deforestación, se continuarán repitiendo los incendios cada año, perpetuando la destrucción de la Amazonía e intoxicando el aire que respiran millones de brasileños”, destacó en una nota María Laura Canineu, directora de HRW para Brasil.

Además, la crisis sanitaria como consecuencia de los incendios puede empeorar aún más por la presencia del coronavirus en la Amazonía de Brasil, segundo país del mundo con mayor número de casos (3.66 millones) y muertes (116 mil 580) vinculadas con la COVID-19.

Los profesionales sanitarios que trabajan en la zona están preocupados con que “el humo agudice los síntomas del virus y esto provoque un aumento de los casos graves y las muertes” vinculadas con la COVID-19, según el estudio.

Incendios amenazan de nueva cuenta a la selva de la Amazonía: Crecen un 28% solo en julio

sábado, agosto 1st, 2020

Las imágenes por satélite detectaron en julio un total de seis mil 803 focos de incendio, frente a los cinco mil 318 focos registrados en el mismo mes de 2019, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE).

Sao Paulo, 1 agosto (EFE).- Los incendios en la Amazonía brasileña aumentaron un 28 por ciento en julio frente al mismo mes de 2019 y amenazan con expandirse en los próximo meses, ante el temor de los ambientalistas que de que se repita la tragedia vivida el año pasado en el mayor bosque tropical del planeta.

Las imágenes por satélite detectaron en julio un total de seis mil 803 focos de incendio, frente a los cinco mil 318 focos registrados en el mismo mes de 2019, según datos facilitados por el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE).

Tan solo el 30 de julio fueron contabilizados mil 007 focos en la selva amazónica, lo que supone el mayor número para el mes en los últimos 15 años, de acuerdo con la organización Greenpeace, que alertó sobre una “tendencia al alza” de incendios este año.

El incremento de los incendios, los más elevados para el mes de julio desde 2017, ha continuado pese a las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno del Presidente Jair Bolsonaro ante la presión internacional tras los devastadores fuegos de 2019.

A comienzo de junio el Ejecutivo desplegó un operativo en la región amazónica para evitar los crímenes medioambientales, entre ellos la tala indiscriminada de árboles, y un mes más tarde anunció la prohibición por un periodo de 120 días del uso del fuego en la selva, una práctica tradicional para preparar los campos de siembra.

Los incendios en la Amazonía suelen extenderse en los meses de sequía por áreas que han sido previamente desforestadas, uno de los grandes problemas que enfrenta el ecosistema y que se ha agravado en los últimos tiempos.

De acuerdo con Greenpeace, entre 2004 y 2012 la deforestación en la Amazonía cayó un 80  por ciento, pero desde 2012 se ha registrado una “inversión” en dicha curva, especialmente en los últimos dos años, un hecho que los ecologistas atribuyen a la retórica antiambientalista del líder de la ultraderecha brasileña.

El Gobernante llegó el año a poner en duda los datos oficiales de deforestación y se ha comprometido durante su mandato a no homologar más tierras indígenas, pero en los últimos meses el Gobierno ha intentado moderar su imagen ante el riesgo de un boicot internacional.

PRESIÓN DE LOS FONDOS GLOBALES

El Vicepresidente de Brasil, general Hamilton Mourao, se comprometió recientemente a adoptar las “medidas posibles” para contener la destrucción en la Amazonía, presionado por inversores que amenazan con retirarse del país si no se le pone coto a esa degradación.

Pero las medidas anunciadas hasta ahora por el Ejecutivo, según Greeanpece, son “mediáticas” y tienen como objetivo “apaciguar y calmar los inversores extranjeros” tras los devastadores incendios de 2019, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo y fueron ampliamente condenados por la comunidad internacional.

Para la organización ecologista la deforestación necesita ser combatida a lo largo del año y no solo en fechas puntuales, dado que los incendios Amazônia “no son resultado de un fenómeno natural, sino de la acción humana”.

“El discurso del Gobierno es mediático. La deforestación y los incendios no se combaten con una operación militar durante algunos meses”, recalcó en declaraciones a Efe Romulo Batista, portavoz de Greenpeace.

Batista denunció la ausencia de una política ambiental por parte del Gobierno Bolsonaro y criticó las recientes declaraciones del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, que en una reunión ministerial sugirió relajar las reglas ambientales aprovechando que la atención mediática está centrada en la pandemia del nuevo coronavirus.

“El Gobierno está al lado de quien comete ilegalidades” en la Amazonía, agregó Batista.

En 2019 la Amazonia brasileña sufrió mayor deforestación en 11 años; perdió área equivalente a Líbano

martes, junio 9th, 2020

Río de Janeiro, 9 jun (EFE).- La deforestación de la Amazonía brasileña en 2019, el año en que las imágenes de la mayor selva tropical del planeta en llamas le dieron la vuelta al mundo, fue la mayor en los últimos 11 años, informó este martes el Gobierno.

De acuerdo con un estudio divulgado por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), la Amazonía brasileña perdió 10 mil 129 kilómetros cuadrados de su cobertura vegetal entre agosto de 2018 y julio de 2019, área equivalente al territorio de un país como Líbano y que supone el mayor nivel de deforestación para un año desde 2008.

El área desforestada por la tala de árboles, los incendios y el aumento de tierras para cultivo en el último año hasta agosto fue un 34.4 por ciento superior a los 7 mil 536 kilómetros cuadrados destruidos en el año inmediatamente anterior (agosto de 2017 y julio de 2019).

Pese al crecimiento progresivo de la deforestación en los últimos tres años, desde los 6 mil 947 kilómetros cuadrados destruidos en 2017, el área devastada en 2019 es casi la tercera parte de los 29 mil 59 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal que la Amazonía perdió en 1995, hasta ahora un récord.

La deforestación en el último período fue un 3.76 por ciento superior a la calculada por el mismo INPE en noviembre pasado, cuando el organismo, con base en un sistema de proyecciones, divulgó que la Amazonía había perdido en el último año 9 mil 762 kilómetros cuadrados.

La extensión fue corregida este miércoles con la divulgación del área destruida consolidada, que el INPE calculó a partir del modelo conocido como Proyecto de Monitoreo de Deforestación de la Amazonía Legas por Satélite (PRODES).

Este modelo calcula la deforestación a partir del análisis de 229 imágenes del satélite Landsat, que permite identificar áreas desforestadas de más de 6 mil 25 hectáreas.

Del total de la selva tropical destruida en Brasil el año pasado el 84.56 por ciento se concentró en cuatro de los nueve estados amazónicos: Pará, Mato Grosso, Amazonas y Rondonia.

Los datos divulgados por el INPE confirman que la deforestación creció en el primer año de Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, que asumió su mandato en enero de 2019 y ha impulsado iniciativas cuestionadas por los ecologistas, como la reducción de la fiscalización en la Amazonía, el incentivo a la agricultura en la región y la legalización de la minería en la selva tropical.

En julio del año pasado, Bolsonaro destituyó al entonces presidente del INPE por sus divergencias en torno a los métodos usados por el organismo para medir la deforestación.

El mandatario consideró que los datos presentados por el organismo eran falsos y, a su juicio, fueron divulgados de mala fe por funcionarios públicos con intereses políticos, con la intención de perjudicar tanto a Brasil como a su Gobierno.

Según sus críticos, amparados por los discursos permisivos de Bolsonaro sobre la Amazonía, los madereros aumentaron la tala de los bosques y los agricultores la expansión de sus áreas de cultivo en la región.

La medición divulgada este martes no incluye toda la selva destruida por los voraces incendios forestales que se extendieron el año pasado por la Amazonía, que comenzaron en mayo y tuvieron su peor momento en agosto.

Según las proyecciones preliminares del INPE, la deforestación en la Amazonía siguió creciendo este año y ni siquiera fue detenida por las medidas de distanciamiento social impuestas por los gobiernos regionales de Brasil para intentar frenar el avance de la epidemia de la COVID-19.

En abril pasado, en reacción a las críticas y tras haber nombrado a su vicepresidente, el general Hamilton Mourao, como jefe de un consejo que creó para cuidar de la Amazonía, Bolsonaro autorizó el envío de las Fuerzas Armadas a diferentes estados del país para combatir la deforestación y prevenir incendios.

2019 fue el tercer año con mayor número de incendios forestales en la Amazonía; deforestación, la principal causa

martes, enero 14th, 2020

Los datos de devastación de la mayor selva tropical del mundo, la Amazonia brasileña en 2019, son los más altos desde 2016..  Especialistas han señalado que las llamas han sido provocadas principalmente por la acción humana a través de la deforestación que realizan agricultores para limpiar la tierra y volver a sembrar en ella.

Río de Janeiro, 14 ene (EFE).- La deforestación en la Amazonía brasileña el año pasado fue un 85  por ciento superior a la registrada en 2018, de acuerdo con las estimativas del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) divulgadas este martes.

Según el organismo estatal, en 2019 se registraron alertas de deforestación en 9 mil 165.6 kilómetros cuadrados, 4 mil 219.3 kilómetros cuadrados más que en 2018.

Los datos de devastación de la mayor selva tropical del mundo en 2019, los más altos desde 2016, corresponden a la proyección sobre deforestación que realiza el Inpe con base en un sistema de alertas de alteraciones en la cobertura forestal de la Amazonía.

La deforestación ha sido una de las principales causas de los incendios en la Amazonía brasileña que causaron conmoción en el mundo entero el año pasado.

Los incendios en la Amazonía aumentaron un 30 por ciento, al pasar de 68.345 en 2018 a 89.178 el año pasado.

Aunque la situación no llegó a ser tan grave como en 2017, cuando se registró un récord de 107.439 focos de fuego, 2019 fue el tercer año con mayor número de incendios forestales en la Amazonía desde que el organismo comenzó a contabilizar los focos de fuego con la ayuda de imágenes de satélite en 1998.

El pico más alto se vivió en agosto del año pasado cuando se registraron 30.901 focos de incendios, cifra que prácticamente triplicó la del mismo mes de 2018 y que es la peor para el mes en la última década, como consecuencia de la sequía, las altas temperaturas y en gran parte por la deforestación causada por el ser humano.

Las imágenes de los incendios calcinando enormes extensiones de vegetación dieron la vuelta al mundo y provocaron una ola de indignación entre la comunidad internacional y las ONG, que acusaron del desastre al Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, por su retórica antiambientalista.

El líder ultraderechista defiende la explotación de los recursos naturales del mayor bosque tropical del mundo y ha condenado en repetidas ocasiones el “ecologismo extremista” de las ONG.

Esto llevó a que líderes como su homólogo francés, Emmanuel Macron, criticaran fuertemente la posición del mandatario brasileño, que se vio obligado a enviar militares para ayudar a los bomberos a combatir el fuego.

Aunque Bolsonaro atribuyó los incendios principalmente a las sequías, especialistas han señalado que las llamas han sido provocadas por la acción humana a través de la deforestación que realizan agricultores para limpiar la tierra y volver a sembrar en ella.

Temas de migración y protección al medio ambiente marcan la agenda en sesiones de la CIDH

viernes, septiembre 27th, 2019

“Hubo dos temas que marcaron nuestra agenda, por una parte la migración y, por otra, el tema medioambiental. Y son dos temas a los que la comisión tiene la obligación de seguir brindando una atención especial”, manifestó uno de los miembros de la CIDH, el mexicano Joel Hernández García, al final de las audiencias.

Washington, 27 septiembre (EFE).- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cerró este viernes un periodo de sesiones marcado por dos grandes temas: la migración desde Centroamérica a EU y la protección al medioambiente, especialmente en la Amazonía brasileña.

“Hubo dos temas que marcaron nuestra agenda, por una parte la migración y, por otra, el tema medioambiental. Y son dos temas a los que la comisión tiene la obligación de seguir brindando una atención especial”, manifestó uno de los miembros de la CIDH, el mexicano Joel Hernández García, al final de las audiencias.

“Son dos retos enormes para el continente, para la región y para el mundo”, añadió Hernández García.

La CIDH, el organismo que vigila los derechos humanos en las Américas, también abordó durante este 173 periodo de sesiones asuntos tan importantes como la paz en Colombia y la obligación del Presidente salvadoreño, Nayib Bukele, de garantizar justicia y memoria para las víctimas de su guerra civil (1980-1992).

Estos fueron los asuntos principales de las audiencias, que comenzaron el lunes y terminaron hoy:

1. LOS INDÍGENAS, “ESCUDOS HUMANOS” DE LA AMAZONÍA EN BRASIL

Los pueblos indígenas de la Amazonía brasileña culparon hoy al presidente de ese país, el ultraderechista Jair Bolsonaro, de los fuegos que han devorado sus tierras ancestrales y le acusaron de amparar la tala ilícita, así como de promover la deforestación con proyectos de infraestructura.

“Sabemos que proteger a los pueblos indígenas es una excelente manera de preservar el bosque porque donde existen pueblos indígenas, existen bosques. Hoy por hoy, esas personas están actuando como escudos humanos de los bosques, por eso se les está asesinando”, afirmó Antonio Oviedo, en representación de 16 ONG.

Solo en 2018, antes de que Bolsonaro tomara posesión, 135 indígenas fueron asesinados en la Amazonía y ahora esa violencia se ha incrementado, según los activistas.

De acuerdo con sus datos, desde julio, ha habido 3.699 fuegos en territorio con presencia de pueblos indígenas que viven aislados, es decir, sin contacto con la sociedad exterior. En total, en el corazón de la Amazonía brasileña se esconden 100 comunidades aisladas, en lo que supone la mayor concentración mundial.

2. LA CIDH TACHA DE “PANTOMINA” LA POLÍTICA DE ASILO DE EU

En uno de los momentos más tensos de las audiencias, la CIDH tachó de “pantomima” la forma en que EU está manejando las peticiones de asilo de los centroamericanos que esperan en México y que se ven obligados a defenderse ante un juez por videoconferencia, en vez de en persona.

El martes, el colombiano Luis Ernesto Vargas, encargado de migración dentro de la CIDH, consideró “muy dramática” la situación que ha provocado el plan “Permanezcan en México”, que obliga a los centroamericanos a esperar en territorio mexicano a que se resuelvan sus casos de asilo en EU y a comparecer desde la distancia ante jueces migratorios estadounidenses por videoconferencia.

“Entonces, ustedes entenderán ¿qué clase de pantomima, de remedo, es eso de las audiencias donde la población migrante es maltratada de la manera más abyecta? Perdónenme, pero es que es demasiado agresiva la situación que se les impone a ellos”, apuntó Vargas, visiblemente frustrado.

En otra audiencia, la CIDH también advirtió al Gobierno mexicano que estará vigilando de cerca sus políticas migratorias y de asilo.

3. LAS AMENAZAS CONTRA LÍDERES SOCIALES CRECEN UN 53 POR CIENTO EN COLOMBIA

Las amenazas contra los líderes sociales en Colombia han crecido un 53 por ciento entre el 2018 y el 2019, denunciaron organizaciones de la sociedad civil ante la CIDH el jueves en una audiencia.

“Las amenazas se pueden entender como una modalidad extendida de agresión. Los métodos utilizados para llevar a cabo las amenazas son variados: desde llamadas telefónicas, avisos fúnebres, ramos de flores o notas en papel dejadas debajo de las puertas”, detalló Diana Sánchez, de la Asociación Minga y el Programa Somos Defensores.

Esas amenazas son solo la capa más superficial de la violencia, que ha segado la vida de 700 líderes sociales y 135 excombatientes de la desmovilizada guerrilla de las FARC, desde que firmó el acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en 2016, según datos de la ONG Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (Indepaz).

La CIDH pidió al Ejecutivo colombiano que acabe con la impunidad de las agresiones contra líderes sociales y le solicitó que tome medidas para proteger los acuerdos de paz, en peligro después de que, a finales de agosto, un grupo de exjefes de las FARC anunciara que retomaban las armas.

4. ES UNA “URGENCIA” GARANTIZAR LA MEMORIA PARA EL SALVADOR

La comisión recordó el jueves a Bukele, que asumió el poder en junio, que tiene una “oportunidad única e histórica” para garantizar la memoria y la justicia de los desaparecidos durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992).

“Me parece que ya es una urgencia. Y la urgencia es que las víctimas y los familiares se van muriendo y requieren un derecho a la verdad, el derecho a la verdad de saber qué paso con sus seres queridos”, señaló Antonia Urrejola, encargada de Memoria, Verdad y Justicia dentro de la CIDH.

Hace tres años, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador anuló la ley de amnistía de 1993, lo que ha permitido reabrir varios procesos penales por violaciones a derechos humanos perpetradas en la guerra civil.

Greenpeace protesta contra próxima subasta petrolera en la Amazonía brasileña

jueves, octubre 1st, 2015

Río de Janeiro, 1 oct (EFE).- Greenpeace protestó hoy contra la subasta petrolera que se celebrará la semana próxima en Brasil y en la que se ofrecerán siete bloques para la exploración de hidrocarburos en la selva amazónica.

La ONG extendió un letrero de protesta en el llamado “encuentro de las aguas”, zona de confluencia de los ríos Negro, caracterizado por sus aguas oscuras y transparentes, y Amazonas, de color marrón y denso, a la altura de la ciudad de Manaos, la capital del estado brasileño de Amazonas (norte).

El letrero fue extendido por un barco y decía, en inglés y portugués, “deje las fuentes fósiles en el suelo”, según una fotografía distribuida por la ONG.

Greenpeace afirmó que la subasta petrolera, que se celebrará el próximo día 7, es un “doble desastre” por incentivar las fuentes de energía “sucias y contaminantes” y por su amenaza a la Amazonía.

Las siete zonas petroleras ofertadas en la Amazonía podrían tener impacto en 19 tierras indígenas y quince unidades de conservación ambiental, según la ONG.

Además el organismo cuestiona que en la subasta se ofrezcan bloques exploratorios de gas de esquisto, en regiones fuera de la Amazonía, considerado polémico por su método de extracción de fractura hidráulica que, según los ambientalistas, contamina el suelo y las capas freáticas.

La decimotercera ronda de licitaciones de hidrocarburos se celebrará el próximo 7 de octubre y ofrecerá 266 bloques en 22 sectores de diez cuencas sedimentarias, en un total de 125 mil kilómetros de doce de los 27 estados brasileños.

El órgano regulador, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), ha aceptado la inscripción de 37 empresas de 17 países, entre ellas gigantes como Petrobras, ExxonMobil o British Petroleum, además de la colombiana Ecopetrol, la panameña Petrosynergy y la argentina Oil M&S, del grupo Índalo.

Petrobras, la petrolera estatal brasileña, opera desde 1988 un yacimiento de gas en la Amazonía, llamado Urucu y ubicado a 661 kilómetros al suroeste de Manaos.

Urucu cuenta con reservas de 52 mil 800 millones de metros cúbicos de gas natural, las segundas mayores de Brasil, y desde 2009 está conectado a Manaos a través de un gasoducto en la selva. EFE