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La cinta Dolor y Gloria, de Pedro Almodóvar, representará a España en la próxima edición de los Óscar

jueves, septiembre 5th, 2019

La cinta protagonizada por Antonio Banderas y Penélope Cruz competirá con otras producciones de todo el mundo por una nominación en la categoría de mejor película internacional.

MADRID, 5 septiembre (AP).— El último drama de Pedro Almodóvar, Dolor y Gloria, que está inspirado en su propia vida, representará al cine español en la lucha por una nominación a los próximos Óscar, según anunció el jueves la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

La cinta, que está protagonizada por Antonio Banderas y Penélope Cruz, competirá con otras producciones de todo el mundo por una nominación en la categoría de mejor película internacional en la 92da edición de los Premios de la Academia.

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Dolor y Gloria recibió una buena acogida en el Festival de Cine de Cannes este año, donde Banderas ganó el premio al mejor actor por su interpretación de un director de cine en su ocaso que flirtea con las drogas y tiene que enfrentar su propio pasado.

En agosto, Almodóvar recibió el León de Oro por su carrera en el Festival de Cine de Venecia.

“Hay mucho dolor detrás”: Antonio Banderas se alza con el premio a mejor actor en Cannes

sábado, mayo 25th, 2019

Subiendo casi a gatas y a cámara lenta las escaleras del escenario del Gran Teatro Lumière, un exultante Banderas señaló que le gustaría hablar en español porque recibía el reconocimiento por una película española.

Francia, 25 mayo (EFE).- Antonio Banderas se llevó hoy el premio a mejor actor de la 72 edición del Festival de Cannes por su interpretación en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.

Banderas, de 58 años, se convirtió así en el sexto actor español en conseguir el premio de interpretación en Cannes.

Subiendo casi a gatas y a cámara lenta las escaleras del escenario del Gran Teatro Lumière, un exultante Banderas señaló, nada más recoger el premio, que le gustaría hablar en español porque recibía el reconocimiento por una película española y porque él representa al cine español.

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El actor recordó los 40 años de carrera que lleva a sus espaldas y al agradecer el premio dijo: “en mi nombre y en el nombre de mi personaje”.

“Aunque el personaje se llama Salvador Mallo, no es ningún secreto que Salvador Mallo es Pedro Almodóvar”, a quien conoció hace cuarenta años y con el que ha hecho ocho filmes.

“Le respeto, le admiro, le quiero, es mi mentor, me ha dado tanto en la vida que no tengo más remedio que dedicarle este premio”, dijo Banderas, que recordó que los dos han recorrido mucha vida juntos.

Y también han sufrido mucho, porque “hay mucho dolor detrás del trabajo de un actor, de un artista. Pero también hay noches de gloria, como esta. Hay que celebrarlo, festejarlo y decir algo que me sale del corazón, que lo mejor está aún por venir”.

Iñarritu y Almódovar brillan en Cannes: Uno al frente del jurado y otro en busca de la Palma de Oro

sábado, mayo 11th, 2019

El mexicano se encuentra al mando de un jurado integrado también por la actriz estadounidense Elle Fanning o el realizador francés Robin Campillo.

Por Marta Garde

París, 11 mayo (EFE).- Uno al frente del jurado y otro en su sexto intento por conseguir la Palma de Oro, el director mexicano Alejandro González Iñárritu y el español Pedro Almodóvar son las dos grandes caras del cine en español en el próximo Festival de Cannes, que inicia este martes su 72 edición.

Almodóvar ya obtuvo en 1999 el premio a la mejor dirección por Todo sobre mi madre y en 2006 vio recompensado el guión de Volver -que también se llevó el galardón de mejor interpretación para sus actrices-.

Con Dolor y gloria, protagonizada por Antonio Banderas, prueba de nuevo suerte en un certamen donde también tuvo en liza Los abrazos rotos (2009), La piel que habito (2011) y Julieta (2016).

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El mexicano, otro habitual de un certamen que en 2006 le ensalzó como mejor director por Babel, se encuentra esta vez al mando de un jurado integrado también por la actriz estadounidense Elle Fanning o el realizador francés Robin Campillo, que el 24 de mayo, día de la clausura, desvelará su palmarés.

Entre la competencia directa del manchego, el brasileño Kleber Mendonça Filho, que tras estrenarse en Cannes en 2016 con Aquarius regresa con Bacurau, un filme que vuelve a estar interpretado por Sonia Braga pero que dirige a cuatro manos con su director artístico, Juliano Dornelles.

Y en el apartado de cortos que buscarán igualmente su Palma de Oro, dos argentinos: La siesta, de Federico Luis Tachella, y Monstruo Dios, de Agustina San Martín.

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Tampoco se queda sin presencia hispana la segunda sección en importancia de la selección oficial, Una Cierta Mirada, reservada a obras más singulares por su temática o estética.

Entre ellas, la del gallego Oliver Laxe. Cannes le ha visto crecer cinematográficamente con Todos vós sodes capitáns (2010) y Mimosas (2016), que ganaron el premio de la crítica internacional y el gran premio, respectivamente, en las secciones paralelas Quincena de Realizadores y Semana de la Crítica.

Ahora llega con O que arde, en la que con un diálogo contenido narra el regreso a casa de un hombre condenado por pirómano.

A su lado, el catalán Albert Serra, que en las sesiones especiales de 2016 proyectó La muerte de Louis XIV y vuelve con Liberté. No abandona la monarquía en este retrato de un grupo de libertinos que huyen del gobierno ultraconservador de Luis XVI y se proponen exportar el libertinaje a Alemania.

Como en la competición, en Una Cierta Mirada también está presente Brasil: A vida invisível de Eurídice Gusmao supone la vuelta de Karim Aïnouz a una sección a la que en 2002 llevó su ópera prima, Madame Sata.

Sin optar a premio se proyectarán en las sesiones de medianoche Lux aeterna, del provocador franco-argentino Gaspar Noé, y en sesión especial lo harán Chicuarotes, del mexicano Gael García Bernal; La cordillera de los sueños, del chileno Patricio Guzmán, y Que sea ley, del argentino Juan Solanas.

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También fuera de competición, un documental que promete dar uno de los momentos más recordados de la alfombra roja: Diego Maradona, del británico Asif Kapadia, para cuyo estreno se espera la presencia, no confirmada, del astro argentino.

El mapa de filmes latinoamericanos o españoles no acaba en el Palacio de Festivales, el mismo en el que la alfombra roja es una protagonista más.

En la Quincena de Realizadores, que busca descubrir nuevos autores y honrar a otros reconocidos, la peruana Melina León y la brasileña Alice Furtado se presentan con sus respectivas óperas primas: Canción sin nombre y Sem seu sangue.

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Por su parte, el argentino Alejo Moguillansky se pone delante y detrás de la cámara con Por el dinero, una reflexión sobre el lugar de los artistas en la sociedad, y el español Sergio Caballero acudirá con su corto Je te tiens, protagonizado por Ángela Molina.

La Semana de la Crítica, cuyo jurado estará presidido por el director colombiano Ciro Guerra, se inaugurará con un viejo conocido: su compatriota Franco Lolli, que estrenó allí Gente de bien en 2014 y retorna con Litigante, sobre una abogada implicada en un asunto de corrupción.

En competición estarán Ceniza Negra, de la argentina Sofía Quirós Úbeda, y Nuestras madres, del guatemalteco César Díaz, así como el cortometraje Lucía en el limbo, de la franco-costarricense Valentina Maurel, que en 2017 ganó el premio de la sección de escuelas de Cannes con el corto Paul est là.

No hice una autobiografía, lo tengo prohibido, pero en Dolor y gloria estoy al desnudo: Almodóvar

viernes, marzo 22nd, 2019

En este entrevista sobre su película número 21, Dolor y gloria, el director español Pero Almodóvar habla sobre los excesos de la llamada Movida, su infancia en dos colegios religiosos y la pasión como niño y como septuagenario.

Por Mónica Zas Marcos

Madrid/Ciudad de México, 22 marzo (ElDiario.es/SinEmbargo).- Pedro Almodóvar (Calzada de Calatrava, 1949) sale del carrusel de entrevistas y pide una Coca-Cola. Enfrentarse a horas de promoción de golpe después de dos años le provoca hipoglucemia a cualquiera, y más si es con un filme como Dolor y gloria.

El cineasta manchego se niega en rotundo a que su vida quede plasmada en una biografía, pero su película número 21 es lo más parecido a narrarse a sí mismo que ha hecho jamás. A través de Salvador, el personaje de Antonio Banderas, Almodóvar ha saldado cuentas pendientes con su madre, su primer deseo homosexual, sus díscolos actores y su conciencia. Una confesión violenta que se multiplica en cada encuentro con la prensa.

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Vestido con unos vaqueros y un polo rojo a juego con la pañoleta de flores que lleva al cuello, Pedro se desnuda emocionalmente frente a un periodista tras otro. Lo hace con la campechanía que no ha perdido en 40 años de profesión, pero con el orgullo de saberse “de nuevo” Almodóvar. Está muy satisfecho con su última cinta y no hay necesidad de falsas modestias. “Me ha salido muy bien”, confiesa a eldiario.es y a otro medio en la intimidad de su despacho de El Deseo.

Al fondo, un mural de fotografías inunda una pared azul. Están Tarantino, Spike Lee y muchas Penélopes, pero no todos los actores que han trabajado con él ni todas sus películas. Entrar en el paseo de la fama del icono del cine español y de uno de los directores más exigentes de la industria en general es duro. A veces, incluso más que conseguir una baldosa en forma de estrella en una acera de Los Ángeles.

–Se habla de Dolor y Gloria como la película más personal de Almodóvar. ¿No siente que se ha abierto sobre situaciones más comprometidas en otras?

–¿A cuáles te refieres? Bueno, a todas en realidad. Sí, yo también lo creo. En ésta estoy emocionalmente desnudo, pero en las demás hay una parte confesional. Yo no quiero escribir una autobiografía y lo prohibiré mientras viva (y cuando muera también lo prohibiré). Mi vida, toda ella, está en las películas que he hecho. En este caso es más evidente porque el protagonista es un cineasta. No, no. Estoy de acuerdo en que el ejercicio de impudicia aquí no es mayor.

–Pero quizá es la primera vez que habla del dolor de una forma menos abstracta. Se ven los achaques físicos, los emocionales y los mentales. ¿Qué le ha llevado a hacer ese ejercicio terapéutico justo ahora?

–No hay que tomar la película de un modo absolutamente literal porque el personaje de Antonio [Banderas] está bastante peor que yo (ríe). Y es verdad, ¿por qué ahora? Quizá porque no tenía ninguna otra historia mejor que contar. Al principio me dio un poco de vértigo, pero cuando escribo es cuando soy menos pudoroso. Tengo un guión apartado desde la promoción de Julieta, como muchas veces me ocurre, así que me era más fácil hablar desde mí mismo, desde un lugar donde no tenía que documentarme sobre nada. En ese sentido fue una decisión pragmática. El dolor estaba presente, de hecho nace de una situación dolorosa que es la espalda. Pero hay una inflación de historias. Lo bueno es que todas fluyen muy bien, pero se cuentan muchas más cosas. Me ha salido muy bien intercalar todas esas etapas y esos personajes, que forman lo contrario a una película cronológicamente ordenada. Y más que el dolor, lo que está en el centro de todas es la impotencia que le genera al director ese dolor.

Familia Almodóvar en Dolor y gloria. Foto: ElDiario.es

– De hecho, su alter ego se vuelve adicto a la heroína para eclipsar el mono de su verdadera adicción: rodar películas. ¿La ha sufrido usted también?

– Pues sí. El gran problema del personaje es casi la seguridad de que no va a volver a rodar. Aunque existe ese coqueteo con la heroína, la gran dependencia de Salvador es el hecho de hacer cine. Sin una película a la vista, su vida carece de sentido. Esa es una sensación que yo conozco y que también me ocurre. ¿Hasta cuándo voy a seguir haciendo cine? ¿Cuál será la próxima película? Porque no te sirve cualquiera. Yo, afortunadamente, puedo rodar en el momento en el que me lo proponga, pero no me sirve cualquier historia, sino algo que realmente me apasione. Y ese miedo a no encontrarlo o a no estar en las condiciones físicas idóneas, también me atenaza.

Dolor y Gloria es una película de reencuentros con la infancia, con la Movida, con antiguos amores y con actores difíciles con los que ha trabajado. ¿Cuáles fueron los que más le removió escribir?

–Desde el principio concebí la película con esa alternancia: por un lado están esos reencuentros físicos, algunos de ellos muy aliviadores, y por otro la necesidad de mirar atrás al quedarse inmovilizado y aislado en su casa. Ahí se reencuentra con momentos muy luminosos de su infancia, a pesar de que solo lo fue vivida desde los ojos de un niño. Desde los ojos de la madre, no era nada luminosa.

Quizá esos me removieron más, pero porque me encantan los recuerdos infantiles. La mayoría son inventados, pero podrían haber sido parte de mi vida. A los 9 años no me enamoré de ningún albañil –y me da igual que me crean o no (ríe)–, pero me podría haber ocurrido perfectamente.

–Pero eso le va a pasar con casi todo lo que ocurre en la película, incluida la parte de la heroína (risas).

–(Ríe) Me temo que lo van a decir. Conozco bien el mundo de la heroína porque en los 80 se movía en círculos muy próximos de amigos con los que salía todos los días. Por alguna razón, yo he intuido siempre que esa droga no iba conmigo. La razón yo creo que fue ver los efectos devastadores inmediatos. Se manifestaban demasiado pronto. Y tampoco era la droga que le va a mi carácter… en cualquier caso no la tomé, pero conozco el ambiente.

Soy una persona formada en los 80, donde este tipo de cosas eran las comunes y las cotidianas. Y en esa época las drogas eran algo cotidiano. No quiero decir que yo no me haya metido: la mía era la cocaína.

–Durante el reencuentro con el actor, el personaje de Antonio admite la dureza con la que le trató en el rodaje, aunque al mismo tiempo lo defiende. ¿Es de los que piensa que es necesario ese punto autoritario para sacar lo mejor de los actores?

–He tratado de no tenerlo, aunque lo he tenido alguna vez: en el momento en que me he encontrado directamente con actores que no querían hacer lo que yo quería hacer. Nunca he tenido que utilizar mi autoridad. Es decir, el director tiene una autoridad natural, pero yo nunca la he expresado. “¿Por qué lo vas a hacer? Porque lo digo yo”. En una ocasión sí, no voy a decir la película ni el actor porque se ha hecho amigo con los años.

Esa es la peor situación que se puede vivir entre un director y un actor. Yo tengo la suerte de haber tenido una relación buenísima con el 98 por ciento de los actores y actrices (y he trabajado con muchísimos). Pero sí que he estado en la tesitura de no estar de acuerdo en un montón de cosas y tener que discutir. Pero no discutir en el sentido de pelearte, sino de tener que imponer lo que piensas.

La profesión del actor se basa en la generosidad y en no estar muy centrados. Porque de verdad, alguien que está dispuesto a cambiar de piel cada mes o seis veces al año como lo hacen ellos… de no hacerlo tendrían que estar tratándose con un psiquiatra. Yo no lo haría. Su necesidad de cambiar es algo muy especial, psicológicamente hablando. Pero la generosidad no va con los contratos, va con la persona.

Antonio Banderas y Pedro Almodóvar. Foto: ElDiario.es

–A primera vista parece una de sus películas menos comprometidas, pero lo es al reflejar el despertar homosexual de un niño en un ambiente rural y católico. ¿Le sorprende que sea un acto valiente 60 años después y en medio del auge de la extrema derecha?

–Es la parte más delicada. Cualquier tema en el que intervenga un niño hay que tratarlo con enorme delicadeza. Yo no soy consciente de que sea tan importante contarlo ahora, lo que pasa es que lo hago con convicción. No lo hago en plan combativo, sino que es algo muy delicado que el cine tiene que tratar. Recuerdo mis primeras pulsiones sexuales a los 9 años. Y recuerdo cómo y en qué circunstancia. La sexualidad empieza a esa edad, no eres consciente porque tampoco lo eres de tu cuerpo ni sabes qué tienes que hacer. Pero el deseo existe dentro de ti.

–También habla de la Iglesia como institución succionadora de niños.

–Yo me he maleducado en dos colegios de curas y todos saben perfectamente lo que ocurría: era terrorífico y en cantidades ingentes. El español y la española (porque también ha habido víctimas niñas) somos muy vergonzosos con estos temas. Te da un apuro tremendo decirlo en la familia y mucho más socialmente, pero los abusos existen desde que existen los colegios de curas y son escandalosamente numerosos. Ya va siendo hora de que salgan a la luz.

Yo fui testigo de muchísimos y recuerdo perfectamente cómo se resolvían. Viví un caso, que me inspiró para La mala educación, en el que eran tales los abusos a los niños del colegio que trascendió extramuros, en Puebla de la Calzada, y se originó un verdadero escándalo. Así que no les quedó más remedio que reaccionar. El modo de sancionar a este cura fue mandarlo a otro colegio de Sevilla donde no hubiera tantos niños pequeños, que fuera al bachiller superior.

Ese era el modo cuando el nivel de escándalo era enorme. El acosar a dos o tres, era peccata minuta. Pero qué podemos esperar, cuando el Papa anterior ha encubierto a un verdadero psicópata, a Marcial Maciel.

–Hay una escena muy sensual entre dos hombres mayores que debería no ser una provocación en la España de hoy, pero lo es. ¿Puede ser un revulsivo al nivel de sus primeras películas?

–Yo soy dueño de mis historias e impongo mi universo con todo el orgullo y toda la prepotencia que eso otorga. Y en mi universo hay dos señores mayores que se besan con pasión y, justo después, uno de ellos regresa a su vida con su mujer y sus hijos.

Esa parte me parece revulsiva, y por eso mismo estaba encantado de hacerla. En mis películas aparece mucho la bisexualidad porque los bisexuales tienen menos modos de manifestarse, aunque estén incluidos en las LGTBI. ¿Son personas que llevan una doble vida? Lo pueden razonar así si quieren, pero hay momentos en los que amas a un hombre y otros en los que amas a una mujer. Y es tan sincero uno como otro.

Es más, queda claro que si el personaje de Leo [Sbaraglia] se hubiese quedado, habrían follado toda la noche (ríe). Pero el personaje de Antonio le dice que no porque es más frágil y se habría enterrado en un socavón con los fantasmas del pasado.

–Habla del protagonista como un hombre frágil frente a los sentimientos pasados y el amor. En ocasiones le han criticado por mostrar esa dependencia emocional hacia un hombre únicamente en las “chicas Almodóvar”. ¿Es una réplica?

–Yo no escribo de un modo visceral, hay una técnica narrativa que tienes presente. En el momento en el que soy más libre es cuando estoy escribiendo, pero no soy del todo consciente de lo que pongo. Es decir, lo soy en términos dramatúrgicos, pero no respecto a lo que significa para la sociedad o para los espectadores que van a ver la película.

Creo que la pasión del hombre es más aburrida cinematográficamente hablando que la de la mujer. Las mujeres tenéis muchos más registros y a la vez mucho menos pudor, todo eso hace que seas mucho más interesantes como sujetos dramáticos. Además, como la mujer ha estado condenada a estar callada tantísimo tiempo, me resulta mucho más interesante de descubrir. A la hora de abordar una pasión, el hombre puede ser tan apasionado y sufrir tanto como la mujer, pero las pasiones masculinas se enturbian o me resultan menos interesantes.

Pedro Almodóvar habla de su más reciente película Dolor y gloria. Foto: ElDiario.es

–Ha dicho que cree que a sus hermanas no les va a gustar la película. Cuando un director se expone biográficamente como hace en Dolor y gloria, ¿se olvida del pudor de la gente que le rodea?

–Los que leyeron por primera vez el guión me dijeron que me estaba exponiendo demasiado. Yo no era consciente, no tengo la sensación de haberme abierto en canal. Mis hermanas aún no la han visto y yo con ellas no he hablado de casi ningún tema de los que aparecen en la película, pero gran parte de la infancia corresponde a sus recuerdos.

Las he preparado porque tampoco sabes cómo van a reaccionar. Es muy delicado. Alguien que escribe historias inevitablemente se basa en la realidad, y esa realidad es la tuya, la que lees, la que te cuentan, la que te imaginas y también la realidad de los demás.

Recuerdo en Mujeres en un ataque de nervios, el papel de María y su aventura con los terroristas chiitas estaba basado en una de mis mejores amigas. Ocurrió, pero no eran chiitas, eran etarras. Fue una experiencia horrorosa. Cuando la terminé estaba encantado porque pensaba que había convertido esa experiencia tan negra en algo humorístico. Pero mi amiga, cuando vio la película, me dijo: Pedro, no tienes derecho a hacer esto. Y yo le dije: ¿pero has visto cómo se ríen? Con el tiempo me di cuenta de que, en efecto, al hablar tu vida tienes el peligro de meter a gente ajena que quizá no se sienta bien.

–Antonio Banderas dijo que la escena en la que ruega comprensión a su madre por haber sido diferente podría ser una conversación pendiente con ella. ¿Es así?

–Me sorprende mucho porque es una escena que todo el mundo da por hecho que ha ocurrido. Es en la única parte que me emocioné tanto que me costaba dirigirlos, se me saltaban las lágrimas. La escribí la noche anterior para Julieta [Serrano] porque ella me encantaba.

Tengo la sensación de que no estoy hablando de mi madre estrictamente, pero sí de mi infancia, de mi adolescencia y de la sensación de extrañeza que yo sentía a mi alrededor. Es curioso tener que haber rodado la película entera para arañar un sentimiento del que nunca he hablado, primeramente porque es muy desagradable y doloroso. Hay cosas de mi infancia que he borrado deliberadamente para que no tuvieran peso en mi vida, y una de esas fue ese modo de mirarte como alguien distinto y peyorativo que está incluida en la película. Es una sensación muy fea para recordar y la eliminé en cuanto vine a Madrid.

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Dolor y Gloria, la nueva cinta de Pedro Almodóvar, pone fin a una trilogía llena de ficción y deseo

viernes, febrero 22nd, 2019

En las notas del filme, Almodóvar admite que ha tomado su vida como referencia. La trama visita tres épocas de la vida del director: su infancia, su primer amor y su presente.

Madrid, 22 febrero (EFE).- Dolor y Gloria, el nuevo filme de Pedro Almodóvar que se estrenará el 22 de marzo, supone el cierre de una trilogía sobre deseo y ficción de la que también forman parte La ley del deseo (1987) y La mala educación (2004).

“Sin haberlo pretendido Dolor y Gloria es la tercera parte de una trilogía de creación espontánea que ha tardado 32 años en completarse”, señala el director en las notas de producción del filme.

Las tres películas están protagonizadas por personajes masculinos que son directores de cine y en las tres el deseo y la ficción cinematográfica son los pilares de la narración, pero la forma en que la ficción se dejar entrever con la realidad difiere en cada una de ellas, apunta el cineasta.

Quizá Dolor y Gloria, protagonizada por Antonio Banderas, sea la más autobiográfica. El filme cuenta la encrucijada vital en la que se encuentra un director aquejado por múltiples dolencias que le impiden seguir rodando, algo parecido a lo que vivió el propio Almodóvar hace unos años, antes de rodar Julieta.

En las notas del filme, Almodóvar admite que ha tomado su vida como referencia. No solo eso, la casa en la que vive el protagonista -llamado Salvador Mallo-, el mobiliario, los libros, las pinturas, son realmente del director manchego. Hasta la ropa que lleva Banderas replica prendas de su vestuario.

La trama visita tres épocas de la vida del director: su infancia en un pueblo al que emigró con sus padres en los 60 -en la ficción es Paterna, Valencia-; su primer amor en el Madrid de los 80; y el presente, con el protagonista aislado, depresivo, apartado del cine y del mundo.

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“Me identifico con todas esas épocas, conozco los lugares y los sentimientos por los que atraviesa el personaje”, dice Almodóvar, aunque aclara que ficción y realidad se entremezclan.

“Al principio me tomé como referencia a mí mismo pero, una vez que empiezas a escribir, la ficción establece sus reglas y se independiza del origen, como siempre me ha ocurrido cuando he tratado otros temas con referencias reales”, asegura.

El reparto cuenta también con Asier Etxeandía y Leonardo Sbaraglia en papeles clave. Penélope Cruz y Julieta Serrano dan vida a la madre del director en dos épocas distintas y una Nora Navas con peluca rubia es su asistente.

Con más pequeñas apariciones figuran también la cantante Rosalía, que se marca una versión de la copla “A tu vera” mientras lava la ropa en un río junto a Penélope Cruz en un filme que también cuenta con Raúl Arévalo o Cecilia Roth.

Cate Blanchett sucede a Almodóvar como presidenta del jurado en Cannes

jueves, enero 4th, 2018

“Cannes tiene un gran papel en la ambición del mundo de conocerse mejor contando historias, esta tentativa extraña y vital que comparten todos los pueblos, entienden y desean con ardor”, señaló Blanchett

La actriz australiana Cate Blanchett. Foto: EFE/Archivo

París, 4 enero (EFE).- La actriz australiana Cate Blanchett sucederá este año al director español Pedro Almodóvar como presidenta del jurado del Festival de Cannes que se celebrará del 8 al 19 de mayo.

Los organizadores del festival, al anunciar hoy en un comunicado su apuesta por Cate Blanchett (48 años) para encabezar el jurado, destacaron que es una artista “singular cuyo talento y convicciones” han quedado patentes tanto en las pantallas de cine como en los escenarios teatrales.

Una alusión a la implicación de la actriz como embajadora de buena voluntad para el Alto Comisariado de la ONU para los refugiados, pero también contra el acoso a las mujeres, en particular con el movimiento generado por las revelaciones sobre el productor Harvey Weinstein.

También señalaron que para la australiana, que ha sido galardonada dos veces con un Óscar -en 2004 por su papel en “Aviator”, de Martin Scorsesse, y en 2014 por “Blue Jasmine”, de Woody Allen- actuar es “un gozo permanente” y que en su carrera ha alternado “películas independientes y grandes producciones, siempre con grandes directores”.

A ese respecto, citaron entre otros, su trabajo en “Babel” de Alejandro González Iñárritu, “The Good German”, de Steven Soderbergh, o “Coffee and Cigarettes”, de Jim Jarmusch.

En el Festival de Cannes estuvo nominada en 2015 por su papel de “Carol”, un filme dirigido por Todd Haynes en el que ella misma era coproductora.

En el teatro, Catte Blanchett codirigió con Andrew Upton la Compañía Teatral de Sydney entre 2008 y 2013 y ha recibido diversos premios en esa misma ciudad, pero también en Nueva York, Washington, Londres o París.

La nueva presidenta del jurado señaló, por su parte que ha ido a Cannes desde hace años como actriz, como productora, para veladas de gala o para las sesiones de competición, pero nunca “por el simple placer de aprovechar el cuerno de la abundancia que es este gran festival”.

“Cannes tiene un gran papel en la ambición del mundo de conocerse mejor contando historias, esta tentativa extraña y vital que comparten todos los pueblos, entienden y desean con ardor”, señaló.

Agustín Almodóvar sobre los Papeles de Panamá: fue falta de experiencia

lunes, abril 4th, 2016

“Lamento profundamente el perjuicio que está sufriendo la imagen pública de mi hermano, provocado única y exclusivamente por mi falta de experiencia en los primeros años de andadura de nuestra empresa familiar”, dijo.

El director Pedro Almodóvar, izquierda, y su hermano y productor Agustín Almodóvar posan para retratos durante una sesión de fotos de los premios José María Forqué en Madrid. Foto: Archivo/AP.

El director Pedro Almodóvar, izquierda, y su hermano y productor Agustín Almodóvar posan para retratos durante una sesión de fotos de los premios José María Forqué en Madrid. Foto: Archivo/AP.

MADRID (AP) — El hermano y encargado de la gestión comercial de la productora del director de cine español Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar, culpó a su falta de experiencia por haber decidido establecer una compañía de activos en el extranjero que buscaba expandir sus negocios cinematográficos internacionales en la década de 1990.

Agustín Almodóvar dijo que inició la empresa en 1991 pero que la “dejó morir” debido a que “no encajaba con nuestra forma de trabajar”.

“Lamento profundamente el perjuicio que está sufriendo la imagen pública de mi hermano, provocado única y exclusivamente por mi falta de experiencia en los primeros años de andadura de nuestra empresa familiar”, dijo Agustín Almodóvar en un comunicado obtenido por The Associated Press el lunes. “Reitero que tanto mi hermano Pedro como yo mismo, así como nuestra productora, nos encontramos al corriente de todas nuestras obligaciones tributarias”, agregó.

El diario español El Confidencial reportó en su sitio de internet que el director y su hermano figuraban como apoderados de una sociedad registrada en las Islas Vírgenes Británicas de 1991 a 1994. Esta empresa se dio a conocer tras la publicación de millones de documentos de una firma legal panameña filtrados a la prensa.

La coalición Consorcio Internacional de Periodismo Investigativo publicó el domingo una amplia investigación sobre las cuentas en el exterior de personas ricas y famosas. La organización sin fines de lucro, con sede en Washington DC, dijo que los 11.5 millones de documentos detallan las cuentas en paraísos fiscales de una decena de gobernantes y ex Gobernantes, además de empresarios, criminales, deportistas y celebridades. Los documentos fueron entregados por una fuente anónima.

Pedro Almodóvar produjo algunas de sus películas más populares durante los años que existió su compañía en las Islas Vírgenes Británicas. Tacones lejanos con Victoria Abril y Miguel Bosé debutó en 1991, mientras que Kika, con Verónica Forqué y Peter Coyote, se estrenó en 1992.

Almodóvar ha conseguido cuatro premios Goya como director y un Oscar por el guion de Hable con ella en 2003, entre múltiples reconocimientos más incluyendo premios Bafta y César.

Cine 2016: De Batman vs Supermán a Julieta de Almodovar

lunes, diciembre 28th, 2015

González Iñárritu será el encargado de abrir el 2016 con The Revenant, una película de supervivencia y venganza que se desarrolla en la América del siglo XIX, con un Leonardo DiCaprio que busca el ansiado Óscar con su papel de trampero herido por un oso y abandonado por sus compañeros.

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Madrid, 28 dic (EFE).- El enfrentamiento entre un nuevo Batman (Ben Affleck) y Supermán (Henry Cavill) en Dawn of Justice es uno de los estrenos más esperados de un 2016 que viene cargado de sagas, incluido el final de X-Men, pero también de los últimos trabajos de grandes directores como Tarantino, Almodóvar o González Iñárritu.

Será el mexicano el que se encargue de abrir el año con The Revenant, una película de supervivencia y venganza que se desarrolla en la América del siglo XIX, en la naturaleza más salvaje e inhóspita, con un Leonardo DiCaprio que busca el ansiado Óscar -lleva cinco nominaciones sin éxito- con su papel de trampero herido por un oso y abandonado por sus compañeros.

Igualmente madrugador será Quentin Tarantino, que estrena a comienzos de enero The Hateful Eight, un western ambientado años después de la Guerra de Secesión, que cuenta con Jennifer Jason Leigh, Kurt Russell, Channing Tatum, Samuel L. Jackson o el mexicano Demián Bichir.

Otra de las películas fuertes de comienzos de año será Spotlight, filme con Michael Keaton, Mark Ruffalo o Rachel McAdams sobre la investigación periodística que destapó los abusos a menores en la iglesia católica de Boston, que recupera la mejor tradición del cine político de los setenta.

También The danish girl, con Eddie Redmayne en la piel de una transexual y con una gran Alicia Vikander como coprotagonista, o la nueva comedia de los hermanos Coen, Hail, Caesar!, protagonizada por Scarlett Johansson y Channing Tatum, filme que será el encargado de inaugurar el Festival de cine de Berlín.

En lo que se refiere a los superhéroes, en febrero abrirá fuego Deadpool. Ryan Reynolds se pondrá el traje de este mercenario inestable de Marvel, acompañado por la brasileña Morena Baccarin (Homeland).

El Batman vs Supermán de Zack Snyder se estrenará en todo el mundo a finales de marzo, con el morbo de ser la primera vez que los dos personajes más carismáticos de DC Cómics compartan pantalla grande. A ellos se unirá Gal Gadot como Wonder Woman, así como Amy Adams, Jesse Eisenberg o Jeremy Irons.

Disney contraatacará en mayo enfrentando a dos de los principales héroes de Marvel, Iron Man (Robert Downey Jr) y Captain America (Chris Evans) en Civil War en una lucha de seguridad frente a libertad, una cinta en la que aparece por primera vez Tom Holland con el traje de Spiderman.

Y X-Men: Apocalypse, que llegará a los cines en mayo, cerrará la trilogía que comenzó con X-Men: First Class. Michael Fassbender (Magento), James McAvoy (Charles Xavier), Jennifer Lawrence (Mystique) y Nicholas Hoult (Beast) repiten en una saga en la que se estrenan Sophie Turner, como la joven Jean Grey, y Oscar Isaac como el Apocalypse que da título a la película.

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La penúltima de Divergent, la adaptación del videojuego Warcraft, Star Trek Beyond -con Idris Elba y Zoe Saldaña- y Suicide Squad, que reunirá a los grandes villanos de DC -Jared Leto, Margot Robbie o Cara Delevingne- completan la oferta de puro entretenimiento.

En 2016 llegará lo nuevo de Jodie Foster como directora, Money Monster, con Julia Roberts y George Clooney o Alice through the Looking Glass, con Johnny Depp, Mia Wasikowska y Anne Hathaway, continuación de Alice in Wonderland, de Tim Burton.

En el terreno de la comedia, el gran Bill Murray tendrá una aparición en el nuevo y femenino Ghostbusters, con Melissa McCarthy, Kristen Wig y Kate McKinnon a la cabeza.

Además Ben Stiller vuelve con Zoolander 2 -con el fichaje de Penélope Cruz-, Bridget Jones -con Renée Zellweger y Patrick Dempsey- buscará ser madre, y la familia Portokalos regresa en My Big Fat Greek Wedding 2.

Del cine en español destaca lo nuevo de Pedro Almodóvar, que estrenará el 18 de marzo su Julieta, un drama que es la historia de la espera de una madre, en palabras del director.

En el terreno infantil, en 2016 el pez desmemoriado de Finding Nemo, Dory, tendrá su propia película de Pixar, mientras que Disney estrenará Zootopia, una de animación protagonizada por animales; nuevas versiones de dos clásicos, The Jungle Book y Pete’s Dragon, o Moana, una exótica fábula musical.

La adaptación al cine del juego de Angry Birds y una nueva Ice Age completan la oferta de animación.

Sin animación, pero cine familiar, el nuevo proyecto de Steven Spielberg, The BFG, en el que una niña (Sophie) se encuentra con un gigante amistoso.

Y para cerrar el año, el primer ‘spin-off’ de Star Wars, que se titulará Rogue One y estará protagonizada por Felicity Jones, Diego Luna, Forrest Whitaker o Mads Mikkelsen, entre otros. Una historia que sigue a un grupo de rebeldes que tratan de robar los planos de la temible Estrella de la Muerte.

La mejor forma de seguir alimentando la expectación por la saga Star Wars antes de la próxima entrega, prevista para 2017.