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“Malintzin es la madre del mestizaje”: Pedro J. Fernández. “Asumió las dos culturas”

sábado, agosto 14th, 2021

Pedro J. Fernández habla en entrevista con SinEmbargo sobre Soy Malintzin (Grijalbo, 2021), una novela histórica que repasa la vida de una de las principales protagonistas del choque entre dos mundos ocurrido hace 500 años y sobre quien se ha ido desdibujando su lado humano.

Ciudad de México, 14 de agosto (SinEmbargo).– “Malintzin es la madre del mestizaje, más allá de que haya tenido un hijo con Hernán Cortés. Más bien, yo digo que ella es la madre del mestizaje porque ella asume la cultura española que va aprendiendo de los castellanos más la cultura que ya tiene ella, y después de la Conquista vive con estas dos culturas”, plantea el escritor mexicano Pedro J. Fernández.

En entrevista con SinEmbargo, el autor habla sobre su más reciente trabajo Soy Malintzin (Grijalbo, 2021), una novela histórica que recrea la vida y el papel que tuvo esta protagonista en la Conquista de México-Tenochtitlán, suceso que el día de ayer cumplió 500 años en medio de una serie de conmemoraciones, pero también sobre el cual persisten muchas concepciones que han idealizado a unos personajes y han satanizado a otros, como es el caso de Malitzin, o Malinche, como también es conocida.

“Se nos olvidó que Malintzin era prácticamente una niña, tenía 14, 15 años, cuando es regalada como esclava sexual a Hernán Cortes, y ella decide que eso no va a definir su destino y empieza a aprender el castellano, empieza a ayudar en estas sesiones de traducción entre Moctezuma, Jerónimo de Aguilar y Hernán Cortés. Se vuelve una figura muy, muy importante, y yo creo que una novela como la mía rescata esa humanidad, rescata esa niña”, señala Fernández.

Las conmemoraciones que se han llevado a cabo en México a cinco siglos de estos acontecimientos han ido acompañados con un cambio en la narrativa oficial, en la cual el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido disculpas al Rey de España y al Papa por las atrocidades cometidas durante el choque de este mundo. Incluso se ha optado por dejar atrás el término de Conquista y referirse a los sucedido como la Resistencia indígena.

Como parte de la conmemoración del choque de dos mundo, se instaló una maqueta del templo Mayor en el Zócalo Capitalino. Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro.

“Qué bueno que se esté hablando de la Conquista, que se esté reflexionando. Más allá de cambiar nombres a eventos o monumentos, o quitar estatuas, yo creo que hay que cambiar la narrativa, hay que expandirla, hay que ver estos personajes por lo que fueron, hay que humanizarlos, hay que ver otros personajes que no fueron parte de la narrativa oficial en su momento, que hay muchísimos, y precisamente en el momento en que entendamos este proceso como parte de su tiempo vamos a poder tener una mejor reflexión sobre los 500 años de ese proceso histórico”, refiere en ese sentido el también autor de Yo, Díaz e Iturbide: el otro padre de la patria.

En lo que respecta a Malintzin, Pedro J. Fernández menciona la importancia de entenderla dentro de su contexto y comprender que era casi una niña, “que tiene que sobrevivir a tres años que dura la Conquista, entre el 19 y el 21, y yo creo que podemos verla como un ejemplo de supervivencia, de inteligencia, de superación, y sí, verla desde un punto de vista positivo como la madre del mestizaje”. 

No obstante, reconoce que lo acontecido hace 500 años se trató de un evento muy doloroso para ambas partes, debido a que fue muy violento y hubo muchas pérdidas de los dos lados. “Yo creo que si realmente nos adentramos a entender cómo era el continente en ese entonces y cómo era Europa y cómo estaba constituido y realmente qué sucedió, vamos a ver que no hay herida, sino que simplemente creo que estaba destinado a ocurrir, que fue doloroso de ambos lados, y que entendemos que entender qué sucedió. No lo podemos cambiar y así vamos a entender el presente”. 

Soy Malintzin, de Pedro J. Fernández. Foto: Especial.

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—Con tu ya conocido estilo, centras tu más reciente novela en Malintzin, uno de los personajes más vituperados de la historia de la Conquista. ¿Qué hay detrás de estos infundios?, porque al final olvidamos, y es algo que rescatas con esta obra, que estos personajes fueron humanos.

—Justamente hay una visión moderna de Malintzin que nace después de la Independencia de México, donde tenemos este rechazo a todo lo español que sucedió durante la Conquista, y  Malintzin y los tlaxcaltecas quedaron atrapados dentro de esta nueva visión. Entonces, empezamos a hablar de Malintzin como la traidora de México, cuando no existía México, no existía España. Siento que eso, por un lado, convirtió a Malintzin en un personaje fuera de época, la estamos juzgando en una época que no era suya, y por el otro lado la deshumanizamos. 

Se nos olvidó que Malintzin era prácticamente una niña, tenía 14, 15 años, cuando es regalada como esclava sexual a Hernán Cortes, y ella decide que eso no va a definir su destino y empieza a aprender el castellano, empieza a ayudar en estas sesiones de traducción entre Moctezuma, Jerónimo de Aguilar y Hernán Cortés. Se vuelve una figura muy, muy importante, y yo creo que una novela como la mía rescata esa humanidad, rescata esa niña que se convierte en esclava, primero del señor Tabscoob, y luego de Hernán Cortés. El miedo que ha de haber sentido, las traducciones que seguramente funcionaban como un teléfono descompuesto porque hay palabras que claramente no conocían los traductores o frases o conceptos que tenían que pensar bien cómo le hacían para pasarlos de un lenguaje a otro.

Yo creo que Malintzin hace un excelente trabajo. Logra sobrevivir y se convierte en este choque de dos mundos, que ahora llamamos un poco la Conquista de México. Ella está en el centro de este choque, es la tercera protagonista de ese momento, siendo que uno es Moctezuma y otro es Hernán Cortés, ¿pero quién es ese puente entre los dos? Es precisamente Malintzin.

Soy Malintzin es una novela histórica, es decir se alimenta de personajes y circunstancias reales que recobran vida a través de la ficción. ¿A qué fuentes recurriste para ir modelando a Malintzin y su entorno?

—Hay trabajos del papel de las mujeres indígenas durante la Conquista. Esta el trabajo de Camilla Townsend, que también se llama Malintzin, que más allá de hablar de Malintzin pues sí recrea cómo vivían las mujeres durante este periodo. Claramente registros de la época como las cartas de relación, la historia que escribió Bernal Díaz del Castillo y las interpretaciones que han hecho historias posteriores. Detrás del libro hay una lista más larga de ensayos. 

Pues es parte de recrear este mundo, de hablar del papel de las mujeres durante esta época y también de humanizar a los personajes que estaban alrededor de Malintzin, yo creo que un trabajo de novela histórica más allá de hacer ficción, es dramatizar una investigación para hacerla más accesible a los lectores y que podamos ver justamente esta humanidad. 

Yo puedo en la parte de ficción histórica poner sentimientos y pensamientos que Malintzin pudo haber tenido como el miedo antes de una batalla o, digamos, el asco y sus momentos trepidantes que debió haber sentido Malintzin después de la matanza de Cholula o del Templo Mayor, que ha de haber sido nada agradable de ver, o también el miedo que tuvo que haber sentido cuando estaba huyendo de Tenochtitlan después de la Noche Triste. Todo esto yo puedo recrear de una manera diferente a como puede ser un ensayo y eso ayuda a humanizar a estos personajes.

—Han pasado 500 años de distancia, una barrera de idioma y distintas cuestiones, ¿consideras que la percepción que tenemos de todos estos personajes se ha idealizado demasiado y se ha dejado de lado el verlos en su momento?

—Sí, se nos ha olvidado justamente esta humanización de los personajes históricos, precisamente porque en México tendemos hacerlos héroes o villanos y entonces cuando los hacemos sobrehumanos o infrahumanos, dejan de ser humanos. Tenemos que volver a esa parte de humanidad de los personajes para entender por qué toman esas decisiones, por qué hacen, piensan o dicen de cierta forma, y también dejar de juzgar a los personajes desde nuestro tiempo, que eso es muy importante. A veces los juzgamos como si hubieran vivido ayer, y sí, hay 500 años de diferencia.

—Mucho se ha dicho que Hernán Cortés fue el primer mexicano, precisamente por el mestizaje de los dos mundos. ¿No será que este lugar corresponde a Malintzin?

—Malintzin es la madre del mestizaje, más allá de que haya tenido un hijo con Hernán Cortés. Más bien, yo digo que ella es la madre del mestizaje porque ella asume la cultura española que va aprendiendo de los castellanos más la cultura que ya tiene ella, y después de la Conquista vive con estas dos culturas.

Yo creo que es la primera mestiza porque asume esas dos identidades y finalmente es algo que va a permear el resto de la Nueva España, asumir estas dos identidades, las que ya existen, las de los pueblos originarios, y las que vienen o de Europa o de Asia, y cómo van nutriendo nuestra cultura.

—¿Qué lugar debería ocupar Malintzin en la historia y por qué cinco siglos después seguimos invadidos por prejuicios que, de ser sincero, ya no nos pertenecen? ¿Es porque es una mujer?

—Yo creo que porque es una mujer la hemos convertido en una meretriz, en un personaje tan simplista que parece que es una especie de matahari mexicana que se aprovechó de artes seductoras para unirse a los malvados. Hemos llegado a una narrativa terrible que no corresponde a esa parte histórica. Y sí, es parte por ser mujer, si hubiera sido hombre no lo hubiéramos acusado de esas artes amatorias, ni nada, seguramente lo calificaríamos un poco más como Hernán Cortés, un poco más sanguinario.

Hay que meterla dentro de su justa medida, de este personaje, casi una niña, que tiene que sobrevivir a tres años que dura la Conquista, entre el 19 y el 21, y yo creo que podemos verla como un ejemplo de supervivencia, de inteligencia, de superación, y sí, verla desde un punto de vista positivo como la madre del mestizaje. 

—Se ha hecho mucha promoción de los 500 años de la Conquista, precisamente, con un discurso que se ha centrado en un entendimiento maniqueo de la historia. Tú lo has dicho, o eres un villano o eres un héroe. ¿Crees que esta narrativa va en contra precisamente de un mayor entendimiento de nuestras raíces?

—Yo creo que toda manipulación de la historia va en contra del presente y de lo que somos. Qué bueno que se esté hablando de la Conquista, que se esté reflexionando. Más allá de cambiar nombres a eventos o monumentos, o quitar estatuas, yo creo que hay que cambiar la narrativa, hay que expandirla, hay que ver estos personajes por lo que fueron, hay que humanizarlos, hay que ver otros personajes que no fueron parte de la narrativa oficial en su momento, que hay muchísimos, y precisamente en el momento en que entendamos este proceso como parte de su tiempo vamos a poder tener una mejor reflexión sobre los 500 años de ese proceso histórico ya sea que le queramos llamar Defensa de los pueblos originarios o Conquista de México, o caída de Tenochtitlan, el hecho es que sucedió y tenemos que entender las causas y entender a los personajes.

—¿Por qué aún duele tanto un evento así? 

—Fue un evento muy doloroso para ambas partes, fue muy violento, hubo muchas pérdidas de los dos lados y sobre todo en el último siglo que empezamos a hablar de Conquista de México, como si aquí hubiera un país y llegara otro país a conquistar. Creo que eso ha convertido este proceso en algo doloroso, como una herida que hay que sanar, pero yo creo que si realmente nos adentramos a entender cómo era el continente en ese entonces y cómo era Europa y cómo estaba constituido y realmente qué sucedió, vamos a ver que no hay herida, sino que simplemente creo que estaba destinado a ocurrir, que fue doloroso de ambos lados, y que entendemos que entender qué sucedió. No lo podemos cambiar y así vamos a entender el presente. 

—¿Crees que el mismo tiempo sea el que haga justicia a Malintzin o más bien es una cuestión de trabajos como el tuyo, los que tengan que situar a cada personaje en su lugar?

—Es importante estar escribiendo sobre estos personajes. Es importante humanizar la historia, traerla cerca, creo que ayuda a que podamos reflexionar, a que podamos cuestionar, a que tengamos nuestra propia visión de la historia y que podamos sanar cada quien nuestras propias ideas sobre el pasado. Creo que durante mucho tiempo vivimos con una historia de bronce, hay historias que cambian cada que cambia el partido que gobierna, nos cambian a los héroes o nos cambian las situaciones, pero al final, nosotros seguimos aquí, entonces tenemos que seguir cuestionando lo que se nos enseña en las escuelas y lo que escuchamos en los discursos de cualquier partido político y una forma de hacerlo es a través de ensayos o de novelas históricas que nos ayudan, precisamente, a reflexionar, y a cuestionar, y ahorita son los 500 años de ese evento, que ahora conocemos como la Conquista de México, hay mucho material en revistas, en libros, en la televisión, en películas, que nos ayudan a hacer esa reflexión.

—Por último, eres uno de los autores que ha tenido éxito al rescatar a personajes como Porfirio Díaz, Agustín de Iturbide y ahora a Malintzin, ¿qué te lleva a tratar de mostrar ese otro lado de estos personajes? ¿piensas retratar a otro protagonista de esta época de la Conquista?

—Me gusta hablar de estos personajes porque tengo una predilección por los villanos que muchos de ellos duraron mucho tiempo en la luz nacional. Empezaron siendo héroes, se convirtieron en villanos. Son los que tienen tiempo de equivocarse y quizá son los más humanos de nuestra historia. Entonces, me gusta ahondar en ellos para contar diferentes situaciones por eso creo que voy a seguir por este camino. Tengo algunos villanos que todavía quiero adentrarme en su vida. Sobre personajes de la Conquista pues me gustaría eventualmente hablar sobre Cortés, sobre alguno de los castellanos que lo acompañaron, pero de momento creo que eso va a tardar un poco en llegar. 

499 anda la ruta de Cortés para reflexionar sobre los 500 años de violencia

martes, agosto 3rd, 2021

Tal como ocurre en el documental 499, el cineasta Rodrigo Reyes apela a este histórico de la llegada de los españoles para hacer un recorrido en una especie de ejercicio para escuchar a las víctimas de violencia en los últimos años, una violencia que nació hace siglos y sigue reproduciéndose aún pero en diferentes contextos.

Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo).– La ruta que realizara Hernán Cortés desde Veracruz hacia la Ciudad de México hace 500 años, previo la conquista, es recorrida por el cineasta Rodrigo Reyes y su documental 499 con el objetivo de conmemorar este hecho y reflexionar sobre relación existe entre el México de hace medio siglo con el del 2021.

Más que sólo recordar una fecha, el cineasta invita a tener en cuenta este hecho que, señala, es fundamental para el país en muchos sentidos porque formó “nuestra identidad, nuestro concepto de ser, quiénes somos y de esta idea de haber sido conquistados”.

“Es un aniversario importantísimo, yo diría que quizá el más importante en la historia de nuestro país. Es el ‘big-bang mexicano’. Lo que hemos notado nosotros haciendo esta película, y a lo largo del proceso exhibición y de festivales, es que el aniversario se interpreta como una historia pasada, como algo que está ya anquilosado y que hay darle otras interpretaciones, pero nunca se enfoca en el presente. Lo que nosotros justamente queremos es que esta historia nos ayude a analizar nuestro presente y que no se quede en los museos, y que tampoco sirva para un patriotismo muy pasivo y superficial, sino que nos obligue a pensar qué queremos ser en los próximo 500 años, qué queremos que sea México”, comenta en entrevista con SinEmbargo.

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Tal como ocurre en el documental, Rodrigo Reyes apela a este histórico de la llegada de los españoles para hacer un recorrido en una especie de ejercicio para escuchar a las víctimas de violencia en los últimos años, una violencia que nació hace siglos y sigue reproduciéndose aún pero en diferentes contextos.

“Cinco siglos de violencia. La violencia se reinventa y continúa. Para los que puedan ver la película en esta gira se darán cuenta que los temas no están tan lejanos y que de repente el conquistador no es tan falso ni tan ficticio porque esta violencia se está reinventando”.

Y para entender de mejor manera este punto, Rodrigo Reyes pone un ejemplo:

“La cantidad de censura que existió en la conquista española es el de botar el conocimiento indígena, es el borrar de las tradiciones, es el intento de transformar y reprimir. Esto se parece muchísimo a la represión que se vive hoy en día cuando eres un periodista como Moises Sánchez y estás enfrentado a un cacique local, se parece mucho a la reprensión en el caso de Rubén Espinosa donde el poder lo aplasta y lo busca callar a cualquier precio. Tanto hace 500 años como al día de hoy, las personas que tiene un poder que quieren conservar, saben que tiene que tener el control de la historia”, enfatiza.

Conservatorio en Veracruz en los primeros días de la ruta. Foto: Manuel R Medina, cortesía

Proyección del documental en Veracruz. Foto: Manuel R Medina, cortesía

En 499, un viajero en el tiempo perdido en la época actual, e interpretado por el actor Eduardo San Juan Breña, busca riqueza emprendiendo el mismo camino que tomó Hernán Cortés, pero en su camino es obligado a oír a víctimas de la violencia en el país: Activistas asesinados, grupos de rastreadoras, migrantes, personas con familiares desaparecidas y víctimas de feminicidio.

“El primer objetivo que tenemos es honrar a las personas que participaron con nosotros en la película, y dialogaremos los temas que ellos que los están viviendo”.

Ahora esta misma ruta por siete estados (Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Queretaro, Guanajuato y Ciudad de México) es ahora revivida y puesta en marcha desde el pasado sábado 1 de agosto por Reyes y San Juan Breña para proyectar el documental y realizar conversatorios donde se pongan sobre la mesa temas como la libertad de prensa, desaparición forzada, derechos indígenas, arqueología del colonialismo, migración, activismo social y legalidad, feminicidio y corrupción.

“Una de las cosas que más me ha llamado la atención es el poder compartir personalmente con el público que está viendo la película y poder comprobar la reacción, el sentimiento que deja. Todo lo que se respira después de ver esa proyección me llama mucho la atención porque es muy interesante cómo se ven a ellos mismos, pero también los otros casos y como empatizan con ellos, y esto sirve para unir estas luchas que están un poco tratadas por separad0. Ver esa fuerza en común”, destaca Eduardo San Juan Breña.

El actor Eduardo San Juan Breña. Foto: Piano

Rodaje de 499. Foto: Piano

499, que es una mezcla del género documental con la dramatización, ya ha hecho un recorrido por grandes festivales de cine como el Festival de Tribeca, Hot Docs, Mostra de Saõ Paulo, Festival Internacional de Cine de Morelia, entre muchos más en donde ha sido reconocido en 2020. Sin embargo, debido a la pandemia y a las ediciones virtuales de estos eventos hasta ahora la cinta está conectando con el público en pantallas grandes y funciones presenciales.

“Estamos recogiendo ese impacto incomodo que ven en el largometraje. No es que la película busque la incomodidad, pero es un efecto que no puede evitar”, señala Eduardo.

Y Rodrigo agrega: “Esa incomodidad es necesaria, es necesario que nos arriesguemos a estar incómodos si queremos transformar nuestro país, y nuestro futuro, hay que mojarnos un poco, hay que salir de nuestro confort, cada quien tienen su burbuja, hay abrirnos a la realidad y creo que eso el cine documental lo logra como ninguno”.

La ruta seguirá día a día hasta el próximo 13 de agosto que culminará en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco en donde acompañará la proyección Lorena Gutiérrez, madre de Fátima Quintana, víctima de feminicidio.

Para seguir cada punto de la ruta pueden entrar la página de Facebook 499_cinema para seguir de cerca los diálogos y actividades.

Póster oficial. Foto: Piano

La “invasión” zapatista de Europa da inicio: velero parte de Isla Mujeres y llegará a Madrid en agosto

lunes, mayo 3rd, 2021

La expedición, llamada “Travesía Por La Vida. Capítulo Europa”, tenía programada para el 3 de mayo la salida desde Isla Mujeres, pero organizadores del evento señalaron que debieron adelantarla por cambios en las condiciones meteorológicas de la zona.

Por Eduardo Verdugo 

ISLA MUJERES, México (AP) — Con el himno zapatista de fondo y después de izar una gran pancarta con la leyenda “una travesía por la vida”, una delegación de siete indígenas partió el domingo desde Isla Mujeres, en el Caribe mexicano, en un viaje en velero para simular una invasión a Europa en recuerdo de la conquista de México por parte de los españoles hace 500 años.

Con el puño izquierdo en alto, cuatro mujeres, dos hombres y una mujer transexual, vestidos con gorras, cubrebocas y pañoletas rojas en el cuello, se despidieron de medio centenar de personas que los acompañó en su partida desde el puerto de Isla Mujeres, en el estado sureño de Quintana Roo.

Desde el centenario y gran velero Stahlratte, al que los zapatistas bautizaron como “La Montaña”, la delegación inició el viaje rumbo a Madrid, a donde espera llegar el 13 de agosto cuando se cumplen los 500 años de la caída de Tenochtitlán, la capital del imperio mexica, a manos de Hernán Cortés.

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) —la guerrilla que se alzó en armas en 1994—, dijo en un comunicado que esperan desembarcar en Vigo, en la costa atlántica del Norte de España, para luego ir a Madrid y a una veintena de países europeos.

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El viaje estaba previsto para comenzar el 3 de mayo, pero la delegación zapatista decidió adelantarlo un día por aparentes problemas de mal tiempo.

Moisés, subcomandante del EZLN, afirmó que a diferencia del viaje que los españoles emprendieron hace 500 años, en esta oportunidad la delegación zapatista realizará una invasión simbólica para “sembrar vida”.

“Nosotros queremos saber más cómo están los otros mundos. Queremos escuchar, queremos compartir para saber cómo están, para aprender”, dijo el subcomandante al explicar los motivos del viaje.

El EZLN expresó en un comunicado que viajarían a Europa para decirle a los españoles que “seguimos en resistencia y rebeldía”, y que “ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales y en curso”.

El viaje de los zapatistas se da un día antes de la “ceremonia del perdón” al pueblo maya que el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador realizará en Chetumal, capital de Quintana Roo, y donde estará acompañado por el Presidente de Guatemala Alejandro Giammattei.

Integrantes del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se despiden hoy al salir rumbo a Europa, desde el balneario de Islas Mujeres, Quintana Roo. Foto: EFE.

López Obrador se asume como el gran defensor de los pueblos indígenas, pero muchos colectivos de pueblos originarios y organizaciones ecologistas y de derechos humanos han criticado algunas de sus políticas, en particular las relacionadas con megaproyectos de infraestructura.

Vista hoy del barco en que integrantes del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) zarparon rumbo a Europa. Foto: EFE.

Frente a la postura oficial de México, el EZLN — una guerrilla que nunca entregó sus armas aunque desde hace décadas optó por el activismo social y la autogestión de sus territorios — ha dejado en claro que no le interesa que nadie les pida perdón.

El Gobierno de México alista 15 eventos para conmemorar la Independencia y la Conquista

viernes, febrero 5th, 2021

En distintos puntos del país se celebrarán 15 eventos, organizados por diferentes dependencias del Gobierno federal.

México, 5 de febrero (EFE).- El Gobierno de México anunció este viernes que prepara 15 eventos para conmemorar este 2021 los 200 años de la Independencia del país, los 500 años de la Conquista y los 700 años de la fundación de Tenochtitlan con un peso especial de las comunidades indígenas y la invitación de mandatarios extranjeros.

“Este 2021 por lo tanto celebraremos los 200 años de este hecho histórico del que todos los mexicanos debemos sentirnos orgullosos y su conmemoración honrará nuestra memoria nacional y rendirá tributo a la diversidad étnica, geográfica y cultural de nuestra gran nación”, anunció la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, junto a varios miembros del Gabinete.

La Secretaria, que sustituye al Presidente Andrés Manuel López Obrador mientras este se recupera de la COVID-19, destacó que también se conmemorarán los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, la capital mexica, y los 500 años de su caída en manos de los españoles, y que se honrará a “los pueblos originarios que han sido segregados sistemáticamente”.

Por su parte, el Canciller mexicano, Marcelo Ebrard, anunció que se invitará a los distintos eventos a “muy diversas personalidades” extranjeras y que México buscará proyectar ante la comunidad internacional “confianza en sí mismo”.

Olga Sánchez Cordero, durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro.

En total, se celebrarán 15 eventos, organizados por diferentes dependencias del Gobierno federal en distintos puntos del país y entre los que destacan la fundación de Tenochtitlan el 13 de mayo de 1321, la caída de la ciudad el 13 de agosto de 1521 y la Independencia de México el 27 de septiembre de 1821:

El primer evento será el próximo 14 de febrero con el 190 aniversario luctuoso del héroe independentista Vicente Guerrero, que tendrá lugar en Oaxaca.

El 24 de febrero se conmemorarán los 200 años de la promulgación del Plan de Iguala, que declaraba la Independencia de España, en Guerrero.

El 25 de marzo se conmemorará la victoria de Chakán Putum, en Campeche.

El 3 de mayo se celebrará el fin de la guerra de Castas, en Quintana Roo.

El 13 de mayo se conmemorarán los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, capital mexica y actual Ciudad de México.

El 17 de mayo se hará una petición de perdón por los agravios de la comunidad china, masacrada durante la Revolución, en Coahuila.

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El 19 de junio tendrá lugar el 100 aniversario luctuoso del poeta Ramón López Velarde en Zacatecas.

El 24 de julio se conmemorará en Ciudad de México el natalicio del libertador Simón Bolívar para dotar los festejos de una perspectiva latinoamericana.

El 13 de agosto tendrá lugar los 500 años de la caída de Tenochtitlan frente las tropas de Hernán Cortés, un evento bautizado por el Gobierno como “500 años de resistencia indígena”.

El 24 de agosto serán los 200 años de la firma de los Tratados de Córdoba, en los que se acordó la retirada de las tropas españolas, en Veracruz.

El 15 de septiembre en la capital será el tradicional Grito de la Independencia.

El 16 de septiembre en la capital tendrá lugar, como cada año, un desfile militar.

El 27 de septiembre se conmemorarán los 200 años de la consumación de la Independencia, en la Ciudad de México.

El 28 de septiembre se hará una ceremonia de petición de perdón al pueblo indígena yaqui.

El 30 de septiembre se concluirán los festejos con el natalicio del insurgente José María Morelos y Pavón.

El Presidente López Obrador planea las conmemoraciones de este 2021 desde hace dos años, cuando en marzo de 2019 pidió por carta al rey de España Felipe VI y al Papa Francisco que se disculparan con los indígenas por la Conquista del actual México, algo en lo que sigue insistiendo a día de hoy.

El pasado noviembre, la Ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, explicó que España participará en las conmemoraciones pero no planea pedir disculpas por la Conquista.

Según el censo de México de 2020, el país cuenta con 126 millones de habitantes, de los cuales 7.4 millones hablan lenguas indígenas.

El Vaticano duda poder entregar códices históricos a México que AMLO solicitó como un préstamo

domingo, octubre 25th, 2020

México, 25 oct (EFE).- El Vaticano duda de poder entregar a México los códices históricos que el Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pidió para la conmemoración de los 500 años de la conquista, expresó el representante de la Santa Sede en México, el nuncio Franco Coppola.

“Habrá que ver bien los detalles de la cuestión, pero algunos juristas me han señalado que a México no se le puede prestar nada porque la ley de México impide regresar las cosas que se prestan porque son monumentos históricos”, expresó en conferencia de prensa Coppola, de visita este fin de semana a Xalapa (Veracruz).

El pasado 9 de noviembre, López Obrador envió una carta al Papa Francisco en la que invita a la Iglesia católica a disculparse con los indígenas por los abusos de la conquista y pide prestado al Vaticano tres códices históricos y mapas de Tenochtitlan.

El objetivo de López Obrador es exponer estos objetos durante las conmemoraciones en 2021 de los 200 años de la independencia de México (1821), los 500 años de la conquista de Hernán Cortés (1521) y los 700 años de la fundación de Mexico-Tenochtitlan, actual Ciudad de México (1321).

Coppola dijo que “por el momento parece que las leyes impiden que pueda haber un préstamo” ya que de enviarse estas piezas a México, se quedarían en el país latinoamericano y se convertiría en un “regalo”.

El representante del Vaticano también afirmó que el papa Francisco ya respondió a López Obrador con otra misiva.

“El Papa ya contestó al presidente; le escribió una carta reconociendo la realidad histórica en este encuentro de culturas, de razas, de personas, de pueblos, hubo seguramente algunas sombras, y hubo también muchas luces”, señaló.

Sobre la petición de disculpas, Coppola recordó que no es algo “nuevo”, puesto que López Obrador ya la hizo el año pasado tanto a la Iglesia católica como al rey de España Felipe VI.

El nuncio apostólico subrayó que el presidente mexicano no hace su petición desde una “posición de superioridad”, puesto que López Obrador ha dicho que el Estado mexicano debe disculparse también con los indígenas.

“Hay que pedir perdón y al mismo tiempo agradecer al Señor por todo lo que bueno que de esto ha salido”, opinó Coppola sobre la conquista.

La semana pasada, la esposa de López Obrador, Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica de México, estuvo en París, Roma, el Vaticano y Viena para cerrar convenios culturales y conseguir algunas de estas piezas.

La petición más polémica fue la del icónico penacho de Moctezuma, pues López Obrador criticó a Austria por “apoderarse por completo” de esta pieza, compuesta por miles de plumas de quetzal unidas con placas de oro y reclamada por México desde hace décadas.

El Museo Antropológico de Viena respondió al presidente mexicano que el penacho, que según la leyenda perteneció al emperador mexica, no podrá ser trasladado a México “al menos en los próximos diez años” porque es “demasiado frágil”.

Melchor Peredo García reivindica en sus murales a las figuras de la conquista española a México

viernes, abril 19th, 2019

En sus pinceladas dejó atrás la figura de un Hernán Cortés decrépito dibujado durante décadas por artistas post revolucionarios mexicanos; acabó con el mito de un salvaje emperador Moctezuma visto así desde la vieja Europa; y enalteció la figura de la mujer indígena en La Malinche, considerada como traidora a la causa.

Por Édgar Ávila Pérez

Veracruz, 19 de abril (EFE).– El artista mexicano Melchor Peredo García ha plasmado en seis murales el “fenómeno histórico y sociológico” que representó la llegada de los españoles a México, cuya fecha histórica se conmemora el próximo 22 de abril.

El artista, considerado el último representante del muralismo mexicano, no sólo ha humanizado a los personajes de lo ocurrido hace 500 años, sino que reivindica las figuras de los tres principales protagonistas: Hernán Cortés, La Malinche y Moctezuma.

“La humanidad es una sola y eso es lo importante, todos somos parte de ella y al final de cuenta es un proceso formativo”, explicó a Efe el artista que creció bajo la inspiración de José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.

En sus pinceladas dejó atrás la figura de un Hernán Cortés decrépito dibujado durante décadas por artistas post revolucionarios mexicanos; acabó con el mito de un salvaje emperador Moctezuma visto así desde la vieja Europa; y enalteció la figura de la mujer indígena en La Malinche, considerada como traidora a la causa.

“Como soy materialista dialéctico, no creo ni en Ángeles ni en Demonios, pero como marxista creo en el hombre, un hombre que puede y debe evolucionar y transformarse. Me quedan chicos los Diablos y los Ángeles”, suelta con una sonrisa en su taller de la ciudad de Xalapa, capital del estado de Veracruz.

En los murales auspiciados por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, que buscan conmemorar los 500 años de la fundación de Veracruz el primer ayuntamiento de América Continental, Peredo también recupera la importancia de los esclavos africanos en la conformación del Nuevo Mundo y de los grupos indígenas.

“Los españoles no llegan a un pueblo de salvajes, Hernán Cortés se asombra al ver una especia de Venecia, una ciudad que nadie imaginó como la Gran Tenochtitlan”, afirma.

Durante ocho meses investigó y documentó 500 años de historia. Por una parte, el lado literario y por otra la historia iconográfica que le permitió realizar los murales que serán inaugurados en un lugar sorpresa en el puerto de Veracruz, donde desembarcó Cortés proveniente de la Habana (Cuba).

“Es necesario que entendamos que las culturas evolucionan, que los pueblos bárbaros se pasan a los pueblos civilizados y que ese el devenir y sobre todo que el hombre no está aislado, es parte de la humanidad”, insiste.

En uno de los murales, se observa a una joven indígena trepada en un árbol, sorprendida por la llegada de dos hombres blancos; en otro se ve a sacerdotes indígenas enviados por el Emperador Moctezuma con ofrendas a un Cortés desconcertado que los nativos creían era el Dios Quetzalcóatl.

Durante ocho meses investigó y documentó 500 años de historia. Por una parte, el lado literario y por otra la historia iconográfica que le permitió realizar los murales. Foto: EFE.

Durante sus estudios encontró las firmas de todos los soldados españoles que descendieron en un islote del Golfo de México, con las cuales se fundó el Cabildo de la Vera Cruz; recreó una hermosa playa, conocida como Villa Rica, donde desarman sus naves y las hunden.

Retrató a la comunidad de La Antigua, donde Cortés y sus huestes se instalaron, fundando la primer iglesia de México, y donde se construyó lo que hoy es conocida como la “Casa de Cortés”, aunque en realidad era una casa de contratación.

En otro mural, aparece Gaspar Zúñiga, capitán general del reino de la Nueva España, quien ordenó el traslado de la villa frente al castillo de San Juan de Ulúa, donde hoy se encuentra la ciudad de Veracruz.

Y finalmente inmortalizó a hombres y mujeres que cambiaron el rumbo de un continente, como la mujer indígena que dio a luz a un niño blanco de ojos azules; o al Negro Yanga, un esclavo africano que encabezó la primera rebelión contra el imperio español en tierras aztecas.

“Llega un momento en el que dices me voy a pelear conmigo mismo, me voy a pelear con mi madre, mi hermano que es blanco o con mi otro hermano que tiene cara de árabe, oye pues no, cómo voy acabar. Voy acabar hecho pedazos”, dice.

Melchor asegura que primero es necesario reconciliarse con uno mismo, luego con los otros y no ver hacia atrás, sino hacia adelante, con lo que somos.

“Con lo que dejamos de malo, también, porque dejamos atrás a la inquisición, dejamos atrás los sacrificios humanos”, agregó.

Ahora, señala, en el juego de las naciones se ha estilizado una moda que califica de curiosa: pedir perdón por cosas que han ocurrido tan en el pasado que, incluso, han sido asimiladas.

Melchor Peredo se refiere así a la polémica desatada en México y España por la carta del presidente Andrés Manuel López Obrador al rey de España Felipe VI en la que solicita se pida perdón por la conquista y derrota del imperio azteca.

“Yo tengo sangre española, mi madre era blanca y mi padre, también. Yo nací prieto, somos capuchinos. Ya somos eso. Entonces, qué vas andar peleando con Tezcatlipocatl (el señor del cielo y la tierra mexica) y con Cortés”, concluye.