Esto está con madre

Fotografía: Alberto Alcocer / @beco / b3co.com

Fotografía: Alberto Alcocer / @beco / b3co.com

Pasan los años y la vida no deja de ser una guerra de supremacías: en las primeras etapas todo es ser el número uno en el cuadro de honor, entregar una boleta de calificaciones pletórica de dieces, terminarte la horrenda sopa de habas con higaditos primero que tu hermano, etcétera, etcétera.

No hay modo de librar la sentencia. Luego, cuando llega esa calamidad llamada adultez, hay que pasar de la jefatura a la gerencia y después a la dirección, conseguir el salario más alto, el coche más nuevo, la casa más amplia, la foto más “likeada”, el GIF más divertido, las tetas más grandes, los kilómetros más rápidos y de nuevo el coro dice: ¡etcétera, etcétera!

Qué remedio.

Es que somos jerárquicos por naturaleza, en eso el animal que nos habita es poderoso e indomable.

Para algunos es una tragedia y para otros el motor de su vida pero hoy, para mí, es un motivo para hablar de las deliciosas taxonomías mexicanas que utilizamos al referirnos a lo grandioso, lo número uno, lo estupendo y culminante.

Aquí van pues, no sin antes advertir a quienes les molesta la proclividad a las vulgaridades, que este texto podría ofender sus impolutos ojos y manchar un poco –pero sólo un poco- su higiénico léxico.

Chingón o Chingona:

Es, probablemente, el adjetivo más utilizado para referirnos a alguna persona, objeto o evento que consideramos destacado, superior. Su uso atraviesa el país entero de norte a sur, de una clase social a la otra y además es intergeneracional (no como las expresiones “padrísimo” o “de pelos” que denotan la añada cuarentona del emisor, además de una ominosa pertenencia a la clase media arribista de los años ochenta. No se me ofendan, adultos contemporáneos, camaradas míos).

Podemos decir “El concierto estuvo chingón”, “Tal cantante es un chingón” o “Qué chingona actriz” y todos comprenderán perfectamente a qué nos referimos.

Bien verga

No se acalore, querido lector, y hágame el honor de seguir acompañándome que aquí vamos camino a lo superlativo.

Algo o alguien que es “bien verga” es titánico, notorio, enhiesto… y sí, la asociación es innegable, también es tu padre. La genitalidad en el lenguaje es un fenómeno interesantísimo, no por nada oralidad y genitales están tan relacionados: principio y fin, el ciclo eterno de la humanidad representado en esas dos bocas que son el origen de todo.

“Messi es bien verga con la zurda”, “La maestra de francés es bien verga en gramática”, “Mi abuela prepara un pozole bien verga” son algunas frases para ejemplificar esta encumbrada categoría que usted puede utilizar si desea cortar de tajo cualquier duda sobre la notoriedad de algún objeto o individuo.

Con madre

La cosa sigue in crescendo porque ahora estamos delante algo tan bueno y poderoso que sólo puede referirnos a lo primigenio, a lo universal, a lo nutricio, a nada menos que… tambores y fanfarrias… la Madre.

Tener madre, al menos en la cultura mexicana, es tenerlo todo. No exagero.

Cuando algo está “con madre” es porque no le falta nada.

“Ese viaje estuvo con madre”, “mi nuevo trabajo está con madre” o decir simplemente “con madre” es afirmar de manera contundente que algo nos parece completo, perfecto y hasta sacro; no podemos obviar que la figura de la Santa Madrecita en nuestro país es omnipotente, en no pocas ocasiones milagrosa y divina.

La repanocha

¿Sabe usted lo que es la panocha, querido lector?

Calma, no se ofenda ni se sonroje, la panochita, para llamarle con cariño, es la vagina.

Si decimos que algo es la repanocha es porque es clitórico, excelso hasta el grado máximo del placer, paradisíaco, orgásmico: el lugar al que todos queremos regresar. Una vez más el binomio genitalidad y lenguaje nos pinta enteros y nos contiene plenamente.

 “La repanocha de casa que conseguí”, “Quedarme en esa Universidad sería la repanocha”.

Es decir que la repanocha, en el contexto de supremacía del que ahora hablamos, es el culmen de lo chingón, lo que está con madre y lo bien verga. Tal y como el paisaje que muestra la foto de mi queridísimo Beco, ¿no es un lugar de la repanocha?… Les aseguro que no es sólo mi gusto ni mi perversión darle importancia retórica a estas insolencias verbales, piensen por un segundo en lo curioso que resulta que los españoles digan, por ejemplo, que algo está tan bueno que te cagas, o que los gringos, para expresar asombro máximo digan fuck me!

¿No valdría la pena detenernos a reflexionar en el significado del rango insuperable que alcanzan lo genital, lo escatológico, lo matriarcal y patriarcal en el lenguaje? Yo digo. Y francamente pienso que utilizar cualquiera de estas expresiones con tino tiene más gracia que ese vicio que se ha puesto tan de moda de soltar un anodino “lo que le sigue” por puro desconocimiento de adjetivos superlativos. Ya saben, me refiero a cuando alguien dice “Esta sopa no está buena, lo que le sigue”. Al menos a mí me resulta lamentable.

Claro que hay infinitas maneras de decir todo lo anterior con absoluta propiedad, pero las encuentro colosalmente aburridas, tiesas y poco verosímiles.

Decir “eres magno y superior” sería el intento de halago más acartonado e insípido, en cambio “eres bien chingón” suena con madre. Se los aseguro.

Y ya me voy con mis obscenidades a otro lado no sin antes desearles que su fin de semana sea de la repanocha.

@AlmaDeliaMC

48 Responses to “Esto está con madre”

  1. Joseph Knecht dice:

    De pena ajena el artículo. Si se trata de “escandalizar” con palabras soeces, no se logra. Si es demostrar libertad en el lenguaje, queda corta. Y si quiere aleccionar al muy alburero lector mexicano, pues parece párvula con sus “obscenidades”. Mas entretenido y recomendable leer “Picardía Mexicana”.

    • caripocapote dice:

      Estimado Sr Knecht si no quiere que le piquen las hormigas, no se pare en el hormiguero

      • javi dice:

        O a lo mejor el pinchi gringo está buscando que “las hormigas -nada tontas- se cambien de agujero”. (albur extraído de Picardía Mexicana).

      • Cosme Díaz dice:

        Me pareció un texto corriente, no por el tema, sino por el estilo .

    • Antonio dice:

      No. En realidad es una recopilación de algunos artículos que publicó Pilar Montes de Oca en su revista Algarabía.
      Las particularidades del español de México fueron abordadas de manera más brillante desde la columna minucias del lenguaje del el Dr. Moreno de Alba en el Uno más Uno de Becerra Acosta.
      Y la polisemia del verbo chingar”, lo trató Octavio Paz de manera definitiva en el Laberinto de la Soledad hace más de medio siglo.
      Nada nuevo bajo el sol.

    • Alma Delia Murillo dice:

      No, Joseph, ni escandalizar ni demostrar nada era mi interés.
      Reírme un rato con las delicias inagotables del lenguaje, nomás eso. Se llama sentido del humor.
      Le mando un abrazo.
      Ah, sí leí Picardía mexicana de Armando Jiménez, otro norteño aportando a las licencias del lenguaje, es curioso como “con madre”, “mamalón” o el mismo “bien verga” nos fueron heredados de aquellos rumbos; parece que en el norte no hay límite para la creatividad en estas expresiones.

    • El Llanero Solitito. dice:

      Pos’mire Mr. Knecht, quitándole a su “coment” lo de la pena y la picardía, concuerdo con Ud. en que definitivamente el tema daba para más, así, sin tanta pinche vuelta. No comento mas porque ya me anda repapaloteandolaerga por empanocharme unaincheconcha con chocolate. Tan tan.

      • Javier Ruiz Juárez dice:

        Chale, Cha-ñero Cholitito: nunca la hiciste d nada; pero orastandas keriendo enseñarle acer hijos al chile; a la Chilena morena…

  2. Atl Cruz Ajorio dice:

    Alma chida Delia:
    Es interesante eso de que algo esté con madre (es decir, lo mero, mero; mejor imposible) en contraposición a conminar a alguien a tener madre (en cuyo caso, quien lo expresa considera que su interlocutor ha alcanzado, quizá rebasado, los límites de la abyección). La aspiración shakespeariana a ser o no ser: el príncipe bien pudo haber dicho, calaca en mano, tener madre o no tenerla, esa es la cuestión, entendido quedaría que no hay puntos medios; ser chingón o chingado, o, ya lo masticó muy bien Paz, ser un hijo de la chingada.
    Hablando de Octavio, me gustó que en tu entrega, la verga y la panocha se encuentren en la cima de lo sublime, coincides con el poeta cuando escribe:
    los dos se desnudaron y se amaron
    por defender nuestra porción eterna,
    nuestra ración de tiempo y paraíso,
    tocar nuestra raíz y recobrarnos,
    recobrar nuestra herencia arrebatada
    por ladrones de vida hace mil siglos,
    los dos se desnudaron y besaron
    porque las desnudeces enlazadas
    saltan el tiempo y son invulnerables,
    nada las toca, vuelven al principio,
    no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
    verdad de dos en sólo un cuerpo y alma…

    Soy uno con ustedes Alma, en el pensamiento de que, en el punto en que la vida tiene mas de categoría y control de calidad, que de vida: uno siempre puede regresar, o fugarse a lo sublime; mediante la conjugación de verga y panocha, en cualquiera de sus tiempos, espacios, posibilidades y preferencias.
    Por otro lado, noté que en tu inventario omitiste mencionar lo que es chido; te comparto una pequeña divagación al respecto:
    http://despejosydespejismos.blogspot.co.at/2013/12/un-falso-cognado-y-chido.html

    buena vibra
    No me toquen que ando chido

    • lalo dice:

      Qué horror ; aludir las panochas y las vergas en un poema de Paz , ni al caso..

      • javi dice:

        Magnífico comentario, Enrique; me hiciste recordar este aforismo de José Martí:
        “¿Quién no sabe que el lenguaje es jinete del pensamiento y no su caballo?”
        Si en la SEP entendieran esto, le darían más importancia al lenguaje como el instrumento inescapable para acceder al conocimiento y, por lo tanto, los textos dejarían de ser esos entes monolíticos, sin fisuras, que intimidan todo el tiempo al joven que, por obligación escolar, se acerca a ellos. ¿Por qué no cinco o seis poemas, dos ensayos, una novela, etcétera, para todo un ciclo escolar, pero bien disfrutadas y leídas, perdiéndoles el respeto que otros quisieran inducirnos pues se trata del texto de una celebredidad literaria?
        Sin embargo, para transformar el canon museográfico de la didáctica del lenguaje en nuestro país, primero tendríamos que meter a Peña y Nuño (de las orejas) a un cursito intensivo de filosofía del lenguaje o algo así, que les diera algunas pistas de para qué sirve eso que, de vez en vez, conmemoran con pompa de Estado en Bellas Artes, “acuerpados” (chale, qué palabra tan obscena) por los libros y los comentaristas del autor agasajado, quien quizá los llamó “ignorantes” solo un par de meses atrás, como ocurrió con la directa reprimenda de Carlos Fuentes al Gel-Boy, el burrasno que, por una de esas “magníficas ironías” de la vida, tuvo que apechugar luego pronunciando tremendo discurso elogioso, antes de calarle la corona de laureles patrios al dijunto de La región más transparente.
        Un saludo para ti y otro para Chulalma.

      • Enrique Lechuga Ballesteros dice:

        Concuerdo contigo, Javi.
        Para cambiar la enseñanza en el país, habría que cambiar el sistema. Sin embargo, no por eso hay que abandonar la trinchera. Creo firmemente que las contribuciones que uno puede hacer en su entorno siempre suman, por muy pequeñas que sean.

        Recibe un cordial saludo.

    • Alma Delia Murillo dice:

      Qué belleza tu falso cognado, jajaja, me encantó, oye, se sufre fuera de México buscando expresiones equivalentes, ¿no?
      A ver, cómo dirías en inglés “Así es esto del abarrote”, jajaja, mis compañeras de la empresa donde trabajaba hasta hace diez meses (industria de la moda y venta retail) queríamos explicárselo a los contactos de NY y nomás no dábamos con la forma, nos divertíamos como enanas intentándolo, eso sí.

  3. joell dice:

    ¿ y qué pedo con el pedo?, no lo incluiste ,¿ andas peda? O no quieres pedos con los los cultos pedorros que les gusta pedorrearte por cualquier pedo,porque no creas es un pedo tocar estos pedos,,y ya me voy como de pedo a traer las tortillas,ojalà les guste sino no hay puurruimm!

    • Alma Delia Murillo dice:

      Bueno, no lo puse, Joell, porque este texto era sólo sobre expresiones para referirnos a lo supremo, lo notable pues.
      El que tú sugieres es más bien de otra naturaleza pero es infaltable en las expresiones mexicanas, eso sí.
      Abrazo

  4. javi dice:

    A mí me da mucha risa el término norteño: “mamalona” o”mamalón”. No lo uso porque soy chilango, pero -¡ah!- cómo me gustaría usarlo con Norberto Rivera, por ejemplo, solo pa’ ver qué cara pone el prelado: “Oiga don Norber, qué mamalona está su casulla”. Yo creo que al escucharlo se cagaba in situ y urbi et orbi ¿no?
    Saludos Chulalma, escribes de la repanocha !!

    • Alma Delia Murillo dice:

      Jajajajajaja, me hiciste la mañana, Javi:
      – Oiga, don Norber, ¿a poco no se siente usted bien verga? no se haga, se le nota en todas las entrevistas ¿y la humildad judeocristiana que el nazareno predicaba qué?

      • Joell dice:

        No pos entonces,,,PEDOname

      • Samuel Lechuga dice:

        En inglés. That,s the business . En alemán so ist das Geschäft, en Italiano così è questo negozio o negoziacio según sea el caso.
        En mis años de residencia al trove el charco me dicertia mucho traduciendo nuestros dicharachos al italiano o alemán en donde trabaje en italiano quedaban muy chistosos y me daba mucha risa como mis compañeros ponían una cara de sorpresa cuando ,o decía. Por ejemplo algo que quedó para quedarse fue el,te lo juro por dios que me mira. Esto lo decía cuando cuestionaban algun concepto que decía, claro seguido de la verdadera cita bibliográfica
        Cuando estaba en la HHH UNAM aquí lo que hacíamos era decir los dicharachos empleando palabras latinizadas como por ejemplo es una berga X es un falo o el trabajo está simplemente falico (no sé cómo se ponen los acentos en esta chingadera), o está para vomitar, esta emetico su trabajo etc. Con esto matábamos dos pájaros de un tiro, ingenio, literatura y que nuestro nivel iba más allá del valle de los falos, que por cierto si existe en el sur de México. A mi tocayo Enrique con quien creo me confundieron la semana pasada diciendo que era un redactor distinguido, le recuerdo que el practicar el arte del albur es hacer gimnasia cerebral en la prevención de la demencia. Así es que viva el albur!

      • Enrique Lechuga Ballesteros dice:

        Estimado tocayo de apellido:

        No podría estar más de acuerdo contigo, el albur puede ser un ejercicio de gimnasia mental altamente disfrutable.
        Mi comentario está más relacionado con la lamentable sustitución de una gama de palabras por una expresión de moda. Eso hace nuestro lenguaje limitado y repetitivo.

        Recibe un fuerte abrazo.

  5. Cuauhtémoc dice:

    Y faltan algunas aplicaciones de chingar y sus conjugaciones…

    Unidad de medida:
    1 chingo! = Bastante
    1 re chinguero! = Muchísimo…
    1 chingaderita = Fracción de 1 chingo

    Asombro: Ah chingá, chingá, chingá!!!!

    Chinga quedito: Mi mujer!!!
    Ja!

    Gracias Alma; muy interesante tu artículo!

    Saludo afectuoso!!

  6. Alberto castillo dice:

    Querer aprender de la cultura general , si no , apartarse de este genero populacho.

  7. Livia Alicia dice:

    Alma: A toda madre esta colaboración. Iniciar este difícil fin de semana es un poquito más llevadero con tu irreverente y chingón talento. Que sería de nosotros si nos acartonáramos toda la vida. Un abrazo y hasta el próximo viernes.

  8. Samuel Lechuga dice:

    Queridisima Alma, Atl, Joell y Javi ahora si me hicieron defecarme de risa. Sus disquisiciones estan simplemente carentes de progenitora.
    Que viva el buen Humor y el ingenio!

  9. Jonathan dice:

    Está bien verga tu columna.

  10. Luciano García dice:

    Me encanta cuando tocas este tipo de temas. Ensalzar el lenguaje mexicano (no el español) me llena, me da gusto, siento bonito y me siento chingón. Y no se trata de poses patrióticas con eso del mes de septiembre, sino de la identidad. Me identifico como mexicano y me siento mexicano.
    Hay otras expresiones regionales con las que no me identifico como “mamalón”, que mencionaro arriba, “perrón”, “trocona”, etc. referidas a los superlativos. Son mas norteñas que mexicanas y yo no me siento norteño, aunque vivo en el norte de Veracruz.
    Un abrazo, Alma Delia, como todas las semanas. Me da gusto que tengas gusto por la vida y las expresiones derivadas de ella.
    Hasta luego

  11. Eloy dice:

    En Sonora somos bien vergas!!! Todo lo hacemos verga, mandamos, nos mandan y vamos a la verga! Y cuando necesitamos resaltar que es mas vergas, empleamos: Es una verga parada. Para ti empleo algo más decente: eres una riata parada para escribir! Pero tengo una mejor inventada por mi madrina Meche: ! Esas son mamadas de corneta! Empleada cuando alguien dice una estupidez a lo grande, asi como el mamón que no sabe hablar a lo mexicano. Te adoro macanas!

  12. Javier Ruiz Juárez dice:

    Mmm: 1 día mi carnal inolvidable y mis primos ma’omenos, nos aventamos el feroz duelo encarnizado d tragarnos 1 tortilla (d aquellas, gordas d a mano, grandes pal hambre, hermosas d sabrosas) d 1 bocado y rapidito y el q 1º y las hilachas felices d estar felices pq los grandes estaban muy felices q hasta aquella feliz comilona armaron… El pobre (entonces aún no sabíamos d pinchis y chingados) Carlos c atragantó y tuvieron q tundirle el lomo d lo lindo: Al pobre d yo lo super tundieron x andar organizando suicidios, cabrón escuincle: A todos los pobres como 1 todo humano en comunión c/la tragazón c les pasó el susto d volón y le seguimos a la desa, feliz felicidá. Kerida muy Alma: T suplico no hagas mala fama, vibra, sangre, leche, ONDA a 1 d mis manjares favoritos, el Caldo d habas (c/nopalitos, ciertamente; en lugar d los higaditos mentados). Ah: Repanocha está bien verga, bien chingona, con madre; estupendo aporte a, al menos, mi dese, léxico. Abrazo reciote.

  13. Javier Ruiz Juárez dice:

    Aaa: Los chiquitos estábamos sentados en la mesa chiquita d los chiquitos, x eso pudimos ser tan felices ogándonos… Saliut y pimietut.

  14. Enrique Lechuga Ballesteros dice:

    Estimada Alma Delia:
    |
    Con todo y que celebro el uso de nuevas formas de expresión, me niego a que con ellas reduzcamos el lenguaje y que expresiones como “con madre” (“de poca madre” se decía en mis ayeres) se sustituyan otros adjetivos que pueden expresar más amplia y vívidamente nuestras emociones de aceptación o entusiasmo.
    |
    Aunque no las uso en forma cotidiana, no me espantan las palabras altisonantes. Comprendo que muchos jóvenes, hombres y mujeres, las usan para expresar su emancipación y rebeldía. Yo también lo hice con amplitud en mi juventud y no me es ajeno el albur y juegos de palabras. No obstante, me rehúso a volverme parte de la masa que día a día reduce su expresión a menos palabras sustituyendo una amplia gama de palabras con unas cuantas expresiones de moda.
    |
    En su novela “1984”, George Orwell retrataba una dictadura ubicada en un futuro donde el gobierno ejercía el control total sobre la población e incluso vigilaba sus pensamientos. Entre otras técnicas, ese gobierno reducía año con año el vocabulario, eliminaba palabras de los diccionarios y/o cambiaba sus significados y uso de las mismas.
    La manipulación del vocabulario buscaba imposibilitar formas de pensamiento que atentaran contra el sistema establecido; a menos palabras, menos capacidad de elaboración de ideas complejas lo que, a su vez, disminuiría el área del pensamiento por lo cual la gente no sería capaz de expresar sus derechos y a la larga ni siquiera pensaría que tenía derechos.
    |
    Sé que suena como una exageración pero no soy el único que lo comparte, “la reducción del lenguaje estrecha el campo de la visión y reduce el pensamiento, sin olvidar que una sociedad que habla mal o que escribe mal no puede pensar bien” dice Juan José Millás, escritor español.
    Estoy consciente que no es tu caso, tu escritura es prolija y pródiga, pero si lo es de muchos que han hecho a un lado los libros, electrónicos o de papel, y sólo se enteran del mundo a través de los medios electrónicos. No es sorprendente que las masas de nuestro país sean fácilmente manipuladas cuando te enteras que más del 70% de los mexicanos tienen como única fuente de noticias a la televisión. No es la torta y el “Frutsi” lo que los hace vender su voluntad sino la inopia intelectual en la que se encuentran sumidos.
    |
    En la escala evolutiva, el lenguaje estructurado y complejo es lo que separa al hombre de los demás animales, el reducirlo no nos ayuda a superarnos como seres humanos.
    |
    Recibe un fuerte abrazo.

    • Juan Collignon dice:

      Totalmente de acuerdo apreciable Enrique., de lo obvio a lo prosaico sólo falta un ingrediente: el toque de vulgaridad. Pero también puede invertirse esta reflexión agregando un toque de ingenio a la vulgaridad: transformándola así en una expresión vital y graciosa. La analogía es precisa y, de una u otra manera, pueden cobrar vida ambas perspectivas para redimir la ocasión. Se dice que más vale la gracia de la imperfección que la perfección sin gracia y, no obstante, pocas veces consideramos una tercera posibilidad: la perfección con gracia. Pero el trasfondo y descomposición del lenguaje, o su refinamiento, redunda ulteriormente en el espíritu de la época en que se vive. Cuándo un hombre joven, muy sucio y oliendo a una desagradable mezcla de marihuana y pachouli se sienta junto a otro muy refinado, bienoliente y ya mayor, y esto, en un apretado asiento del camión, se da, entrambos, una silenciosa rispides de inmediato. Seguidamente, el primero en haberse sentado e incomodado con la desagradable proximidad del recién llegado, abre un librito impecablemente encuadernado en piel y lee en voz alta – Cleanliness is next to Godliness; William Shakespeare. El aludido extrae un libro tan desaliñado como él mismo y lee con voz aguardientosa -Fuck you; Tenessy Williams. Aproximadamente esa es la misma distancia cronológica y cultural que entre sí guardan los adjetivos “extraordinario” y “chingón”. Y si las juntamos en una frase como tal sucede cuando se vacía un vaso de agua y otro de aceite en el mismo recipiente, pues simplemente se separan. Chingón es lo que es el aceite en que se fríen las cosas y el otro el agua en el que se lavan. Si el lenguaje es el Alma de nuestros tiempos este es uno de fritangas insanas, pero deliciosas!

      • Enrique Lechuga Ballesteros dice:

        Estimado Juan:
        |
        Estoy consciente de la constante evolución del lenguaje con su consecuente aparición y desaparición de vocablos.
        No estoy reñido con el habla popular coloquial; lo que en realidad me inquieta es el hecho que unas cuantas frases que cobran relevancia porque son repetidas en la televisión o en las redes sociales sustituyan a varias palabras con diferentes tonos semánticos empobreciendo nuestro léxico.
        |
        Cada día me es más difícil entender porque hombres y mujeres con grados universitarios utilizan, en situaciones formal como una presentación de negocios, frases como: “Dejen les explico lo que viene siendo la solución que proponemos”. Hacia allá nos lleva la falta de criterio lingüístico para elegir nuestras palabras para una mejor expresión debido a la pobreza del lenguaje que escuchamos, leemos y repetimos.

        Recibe un cordial saludo.

    • juan encinas dice:

      DEA cuerdísimo, Enrique,
      aunque no le veo lo nuevo,
      y sí algunos peros :
      + Solo una cosa me molesta más, en boca femenina
      que “sí Güey!” ( vaca, mejor ) y es Verga ( en palabra ).
      + No sé de donde sale ese “con madre”, siempre fue
      o “no tiene madre”, o “a toda madre”, aunque sé que
      deberíamos decir “con nada” en vez de “sin nada”
      Otra nefasta es “¿Cuantos no quisieran…” sobra el NO !

  15. jajaja dice:

    Yo creo que la panocha es el monte de venus, mientras que la papaya si es la vagina.

    • javi dice:

      Interesante taxonomía de sesgo anatómico, jajaja, pero yo prefiero las metamorfosis del lenguaje, porque cuando estoy en el monte quiero comer mucha papaya, y cuando ya estoy pegándome un atascón del sabroso fruto, pienso en mis entretelas (si es que logro concentrarme): “subir hasta la cumbre y desde allí contemplar mi aromático papayar.”
      No ya en serio, el albur y la poesía por lo menos comparten esa calidad plástica del lenguaje, aunque una busca hacernos reír y la otra “comprender” en un sentido mucho más amplio. Así que no importa si en el monte te comes la papaya y dejas de postre la panocha, o si ya te comiste la panocha antes de subir al monte, el caso es que te la pases bien mamalona.
      La paz sea contigo, hermano.

  16. Hector García Armenta dice:

    Pues es sano para el espíritu sacar de vez en cuando el vocabulario natural, el que inventan los sentimientos y no la razón. Por ahí en un video está la voz de Germán Dehesa diciendo que traía “una cruda a toda madre” para mi una escena valiosa, tanto como una pintura bien hecha del bello paisaje mexicano. Me dan ganas de exclamar que este artículo está como dicen los españoles: de puta madre.

  17. Néstor González dice:

    Ya una vez te habia comentado qué el lenguaje no es obsceno… nosotros le damos la.connotación, cómo cuándo hablas con tu mejor amigo, y lo “pendejeas” mientras te cuenta su último desamor.
    Y es que también es.parte de dejarse ir, de expresar cabalmente lo que esta en nuestro sentimiento.
    Y cuando se trata de sentimientos, las limitaciones son ridículas.
    Supongo también que la lengua como objeto social responde a las necesidades y realidades de el tiempo… y habiendo dicho esto significa que es inexorable su uso… a huevo pues!
    Live long and prosper

  18. Ay que vieja me senti dice:

    Me quedo con padrísimo y de pelos…. jajaja. O Chévere, o chivísimo.

  19. mayo dice:

    México es encabronadamente vasto y casi dos melones de kilómetros lo respaldan. Repanocha no es palabra de uso para miguelito pero si me dicen pucha, entonces mija sí baila con el señor. Ya me gustaria tararear tu rola favorita más abajo de tu cinturita en tu pa….norámica.

  20. Alejandro Ruiz Gomez dice:

    Alma Delia, eres una chingononona!! El léxico mexicano se va enriqueciendo.

  21. Juan Collignon dice:

    De lo obvio a lo prosaico, apreciable Alma Delia, sólo falta un ingrediente: el toque de vulgaridad. Pero también puede invertirse esta reflexión agregando un toque de ingenio a la vulgaridad: puede ser una expresión vital y graciosa. La analogía es precisa y, de una u otra forma, pueden cobrar vida ambas perspectivas para redimir la ocasión. Se dice que más vale la gracia de la imperfección que la perfección sin gracia y, no obstante, pocas veces consideramos una tercera posibilidad: la perfección con gracia. Pero el trasfondo y descomposición del lenguaje o su refinamiento redunda, ulteriormente, en el espíritu de la época en que se vive. Cuándo un hombre joven, muy sucio y oliendo a una desagradable mezcla de marihuana y pachouli se sienta junto a otro muy refinado, bienoliente y ya mayor, y esto, en un apretado asiento del camión, se da, entrambos, una silenciosa rispides de inmediato: un choque cultural y de valores. Seguidamente, el primero en haberse sentado e incomodado con la desagradable proximidad del recién llegado, abre un librito impecablemente encuadernado en piel y lee en voz alta – Cleanliness is next to Godliness; William Shakespeare. El aludido extrae un libro tan desaliñado de sus beams y tan maltratado como él mismo y lee con voz aguardientosa -Fuck you; Tenessy Williams. Aproximadamente esa es la misma distancia cronológica y cultural que entre sí guardan los adjetivos “extraordinario” y “chingón”. Y si las juntamos en una frase en la mima frase, como tal sucede cuando se vacía un vaso de agua y otro de aceite en el mismo recipiente, pues simplemente se separan. Chingón es lo que es el aceite en que se fríen las cosas y el otro el agua en el que se cuecen. Simplemente.

  22. Juan Collignon dice:

    Disculpen por los reenvíos múltiples pero su servidor decía que faltaba un correo valido ?!

  23. Juan Collignon dice:

    Realmente deseaba responderle al comentarista identificado como Enrique.,

  24. Escribano dice:

    Querida Alma.
    Gracias por ilustrarme en tan variadas palabras que han desencadenado un alud de comentarios de tus fieles seguidores. Como yo me incluyo, zolo muestro mi admiracion por tu gran atrevimiento a tocar un tema como este.
    Te sigo leyendo desde una repanocha sierra. Beso y abrazo.

  25. Carlo dice:

    Lo de repanocha es completamente nuevo para mí, jamás lo escuché antes, pero celebro tan repanocha expresión *se le hace agua la boca*
    Lo de está con madre se me hace que se utiliza más bien en el norte (ya salió el capitalino acomplejado), pero igualmente sería plausible utilizarlo más seguido.
    Creo que decir “está de poca madre” es como oximoron, o algo así, y su uso es doble: festeja grandiosidad y denuncia menosprecio “qué poca madre tienes”.
    Saludos en este lunes nubladón pero que está con madre, chingón y repanocha.

  26. yaotzin dice:

    Hola, sólo leí los primeros comentarios y ya no quise leer los demás. Se me antojo recordar algunas palabras de Juan Gelman: “Son los pueblos los que hacen el idioma y cada lengua es una cosmovisión, un modo de ver el mundo. Las cosmovisiones no pueden traducirse. En América hay un español naciente enriquecido por fenómenos del habla popular”.
    Fíjate que nunca había escuchado eso de “Con Madre”, aca decimos “De poca Madre” que tiene el mismo sentido de magnifico, aunque pareciera lo contrario.
    Tenía tiempo sin llegar a tu columna, ya te extrañaba. Saludos.

  27. En mi rancho la panocha es una barra rectangular de caña de azúcar en su estado sólido, antes de convertirse en azúcar refinada. En algunas partes del país le dicen piloncillo, pero no es lo mismo, porque el piloncillo tiene forma de cono y la panocha es rectangular. y yo le sigo diciendo a la panocha, panocha y al piloncillo, piloncillo, ¡Qué chingado! Ah, y las coyotas rellenas de panocha, ¡no tienen madre!
    Me encabrona un poco que una escritora tan chingona como usted, Alma,, mande a la chingada su talento, escribiendo sobre estas chingaderas del lenguaje vernáculo, habiendo tantos temas de actualidad bien chingones.
    Saludos.

  28. Toño M dice:

    Alma Delia:

    Nunca te había leido por estos lares. Desde ya, te hago una de mis favoritas. Chingón lo que escribiste de los momentos sublimes y orgásmicos del mexicano en palabras tan precisas como “bien verga” y “con madre”. La panocha inicial, el dulce de piloncillo con trigo, que al llevarlo a la boca escurre mielecita, te remite enseguida a esa otra panocha, la más exquisita. Por eso entendí perfectamente lo de repanocha. ¡Pinche orgasmo al cuadrado sólo de imaginarme el significado de esta palabra! ¡Bien por ti, Almita!

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