No dar la cara

El miedo es una reacción pero también es una resolución propia, tal como cuando elegimos comportarnos como idiotas. Idéntico. Foto: “Crear”, por David Miguel Herrera.

No dar la cara está de la verga.

Tener tanto miedo también está de la verga.

Hace unos días alguien que se hace llamar “La patria primero” me escribió –vía Twitter–, con signos de exclamación, que “el miedo no se elige es una reacción!!!”. Y, bueno: sí y no. Su réplica fue a mi pregunta: ¿Por qué, oiga, de todo lo que puede tener, elige tener miedo? La cosa es que perdón, lo siento bien duro, pero no pude contestarle a alguien que dice que la patria es primero porque yo me siento rehuérfana, pues, de patria. Juzgue usted.

Lo que quiero decir es que sí: el miedo es una reacción pero también es una resolución propia, tal como cuando elegimos comportarnos como idiotas. Idéntico. Y la gente no da la cara porque está muerta de miedo. Somos de carne, de hueso y de pesadillas. Y actuamos como si en lugar de sangre nos hirviera cianuro. Todo por no dar la cara.

La trinchera tecnológica que nos trajo la opción de anonimizarnos, trajo además la desvergüenza y el despropósito. Anular las mentadas de madre de frente nos atora el vocabulario en las vísceras y la garganta. No dar la cara está de moda. Digo, la cobardía ya existía, pero mientras más opciones tenemos para ocultarnos, menos honorables nos volvemos.

No solo caminamos con dos pies izquierdos sino que nos horrorizamos ante la idea de enamorarnos de frente. Anular los rompimientos que se hacen en la cara nos atora el mar de lágrimas y condena al amante venidero porque tarde se manifiesta el coraje que estuvo en modo avión. Y es tan rico decirle a alguien mirándole a los ojos: vete mucho a la mierda, mi amor. Hace falta reventarnos de frente: reventarnos el anillo o la bofetada en nuestras narices. Hace falta dejar de rompernos el corazón a nuestras espaldas.

Nos hace falta vernos a los ojos cuando pactamos cualquier cosa y también cuando cogemos. Voltear para arriba o manosearnos con los ojos cerrados y con la luz apagada terminará por nublarnos los ojos, el amor, las sensaciones, los juramentos, las erizadas de piel y la verdad. Terminará por jodernos como especie algún día.

9 Responses to “No dar la cara”

  1. jajaja dice:

    Demasiado vulgar.

  2. Joel M dice:

    Coincido, pero, cómo quitarnos el miedo cuando fue de las primeras cosas con las que nos educaron o domesticaron? Miedo al castigo divino, miedo al que dirán, miedo… miedo….miedo por doquier…. avancemos de frente comondices y a toparle! Saludos.

    • JOELL dice:

      No tener miedo para un ser humano seria una anormalidad, seria parecido a las personas que no sienten el dolor pues ambos son defensa del cuerpo,,el problema no radica en el miedo, sino en la falta de carácter para superarlo

  3. Joel h dice:

    A la cara…
    A veces llegado el momento es necesario decir lo que pensamos aun con el riesgo de pelear, para dejar claro que nunca pregone ser adivino y que 15 min no son para mi 1 hora 15 min, o tal vez escuchar todas esas quejas sobre mis manias, obsesiones, adicciones, miedos y alucinaciones que ¡ dicen que tengo !. Igual al final siento que algo pierdo pero con el tiempo veo que algo gane para mi. Pero creo que esto solo funciona frente a frente.

  4. Azul dice:

    Tener miedo para mi es un sentimiento y no es malo, habemos personas que hasta nos gusta sentirlo, también lo vas perdiendo después de vivir algo que ha hecho sufrir, ( te hace fuerte) y es más fácil enfrentar lo que venga, Buenísimo Texto. Te felicito. Tu Fan número Uno. Te Amo

  5. Débora Hadaza dice:

    totalmente de acuerdo.

    tiene miedo, pues enfréntelo, que te maten o te rompan el corazón frente a frente, a la cara.

    abrazo

  6. DitZi dice:

    Vivir sin miedo pAra disfrutar en realidad, me encanta!

  7. Brendix dice:

    Hola, Bibiana-Julieta, ¿cómo estás?

    Me hiciste pensar en dos cosas. La primera, es una de las obras de un señor llamado Zygmunt Bauman. Él es sociólogo y filósofo, habla sobre la fragilidad de los vínculos humanos y es el creador del concepto “Amor líquido”, que por cierto, así se llama uno de sus libros. Y bueno, habla sobre las relaciones no sólo de pareja, sino en general, y menciona, entre varias cosas, que nos hemos vuelto menos comprometidos, que en nuestras relaciones interpersonales hay menos calidez y solidez en ellas. Tiene varias obras, sólo te dejo el dato por si te gustaría echarle un ojo y como dicen por ahí, poder formar la propia opinión.

    Esta es una de sus citas:
    «Las relaciones por Internet se convierten en el modelo que se exporta al resto de relaciones de la vida real. De hecho más que relaciones se buscan conexiones, ya que estas no necesitan de implicación ni profundidad, en las conexiones cada uno decide cuándo y cómo conectarse, y siempre puede pulsar la tecla suprimir.»
    Zygmunt Bauman

    Lo menciono porque la tecnología, así como es buena, también tiene sus pinches contras.

    La segunda cosa que me hiciste pensar es en el miedo. En que el principal motor de la agresión es el miedo, se agrede por ignorancia y es justo lo que vienen a hacer algunos aquí a TU espacio, a agredir e insultar escondiéndose bajo el anonimato. Tan fácil que es dejar de venir a chingar cuando han manifestado chingomil veces que no les gusta cómo escribes.

    PD: Besos, abrazos y arrimones, Julieta.

    PD2: Esto se llama “no dar la cara”, pero ya sabes que yo sí te me doy todita. 😉 Tú me avisas

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