Vivir en lo oscurito

Es una canallada absurda e inadmisible la condena de cuatro años de cárcel que sufrirá David Natera Febres, el director del diario venezolano, por documentar y publicar un desfalco en contra de los intereses del patrimonio común. Foto: Archivo AP

Es una canallada absurda e inadmisible la condena de cuatro años de cárcel que sufrirá David Natera Febres, el director del diario venezolano, por documentar y publicar un desfalco en contra de los intereses del patrimonio común. Foto: Archivo AP

En otro país sería un héroe, en Venezuela ha sido condenado a cuatro años de prisión. El director del diario Correo del Caroní, David Natera Febres, publicó una investigación sobre la corrupción en las altas esferas de su país, un caso de extorsión de un coronel en contra de una paraestatal y sus contratistas; el delito fue confirmado por los tribunales y varios de los responsables fueron enviados a prisión. Uno de ellos, el empresario Yamal Mustafá, demandó al diario que publicó la investigación y no porque fuera inocente (estuvo dos años en la cárcel) sino porque la difusión del caso dañó su reputación. Por absurda que parezca la argumentación (“lo que me daña no es que haya cometido un delito, sino que lo hayan publicado”), el gobierno venezolano ha decidido convertir en norma aquello de matar al mensajero e ignorar el mensaje.

Resulta que en aquél país existe una ley que obliga a los medios de comunicación a esperar la sentencia de un tribunal para poder informar sobre un asunto de corrupción. Como resultado de lo anterior 22 directores de diarios se encuentran bajo proceso judicial y están impedidos de salir al país en tanto no se resuelva su caso. Bajo esa lógica todos los periodistas cuya denuncia de curas pederastas en Estados Unidos inspiró la película Spotlight habrían ido a la cárcel. En nuestro país tendría un efecto igualmente masivo: todos los comunicadores, reporteros y columnistas que hicieron referencia al tema de la Casa Blanca, a los abusos de las constructoras de carreteras, a las corruptelas de los gobernadores o a los fraudes y delitos electorales. Carmen Aristegui tendría una condena de por vida por la acumulación de penas. De hecho, bajo esa lógica cualquier periodista razonablemente decente estaría tras las rejas.

La ley mordaza venezolana sería el sueño de buena parte de los políticos mexicanos. Desde luego de Javier Duarte, Gobernador de Veracruz, cuyo proyecto para criminalizar al delito de “difamación” no andaba muy lejano. Claro que si consideramos los setenta profesionales de la información asesinados o desaparecidos en los últimos años, la “solución mexicana” no es menos categórica y efectiva. Como bien sabemos, las amenazas en contra de los medios locales en muchas regiones del país han provocado una censura informativa virtual sobre temas de corrupción política y asuntos de seguridad pública.

Es una canallada absurda e inadmisible la condena de cuatro años de cárcel que sufrirá David Natera Febres, el director del diario venezolano, por documentar y publicar un desfalco en contra de los intereses del patrimonio común. Aunque bien mirado, eso es preferible que ser sacado de casa a medianoche para ser encontrado en una barranca al día siguiente con el tiro de gracia y señales de tortura, como le ha sucedido a varias docenas de colegas en México.

Con lo anterior no quiero decir que una violencia sea más inadmisible que la otra. De hecho, también hay periodistas venezolanos asesinados en el contexto de esa pesadilla a la libertad de expresión en la que se ha convertido el gobierno de Maduro. Lo que quiero es llamar la atención sobre las muchas formas que tienen los poderes legales e ilegales para intentar mantener en la opacidad sus fechorías; las mañas y estrategias que ponen en juego para impedir que los periodistas se metan en esos rincones oscuros donde tienen lugar las infamias, prebendas y apropiaciones indebidas.

Son malos tiempos para el periodismo crítico e independiente. En los países en los que no experimentan un manotazo político, los profesionales de la información padecen un manotazo económico. Justamente el tipo de periodismo que dio lugar a la investigación de la película Spotlight antes citada, hoy se está convirtiendo en una actividad en vías de extinción por la crisis del modelo de negocio de la información. La mayor parte de los diarios y noticieros operan con números rojos. En Estados Unidos 55 mil periodistas trabajaban de tiempo completo en la prensa en 2007; la cifra ha disminuido a 39,000. Pero el efecto cuantitativo no es lo más grave; el contingente empleado ha cambiado. Los reporteros capaces de dedicarse a un tema de investigación profundo y detallado han sido reemplazados por chicos que ganan menos de la mitad y deben entregar dos notas diarias.

Es una vía menos cruel que la “mexicana” o la “venezolana”, pero igualmente efectiva para impedir que los periodistas documenten los excesos de los poderosos o las malas prácticas del soberano.

En última instancia no se trata únicamente de la crisis de un oficio constreñido por embates de distinto origen; se trata del daño sustancial al derecho que una sociedad tiene para estar informada sobre los abusos de sus élites. El silenciamiento de los periodistas, por distintas vías, entraña un daño incalculable para la sociedad en su conjunto.

@jorgezepedap

www.jorgezepeda.net

19 Responses to “Vivir en lo oscurito”

  1. Rafa dice:

    . US News & World Report publicó esta semana un artículo sobre la conflictiva relación entre Donald Trump y la prensa. Esta vieja semanario de derechas nos recordó a todos por igual:
    “Hace cincuenta y cinco años, en un discurso ante la Asociación Americana de Editores de Periódicos titulado “El Presidente y la Prensa”: el entonces presidente de EE UU John Kennedy no pudo haberlo dicho mejor: “Sin debate, sin crítica, ningún gobierno y ningún país puede tener éxito – y ninguna república puede sobrevivir … y es por eso mismo que nuestra Prensa está protegida por la Primera Enmienda -. Es el único negocio en EE UU específicamente protegido por la Constitución – pero no principalmente para divertir y entretener, no para enfatizar lo trivial y lo sentimental, no para simplemente ” dar al público lo que quiere ‘- sino para informar, para despertar nuestra conciencia, para reflexionar, para declarar nuestros peligros y nuestras oportunidades, para indicar nuestra crisis y nuestras opciones, para dirigir, moldear, educar y, a veces, inclusive enfurecer a la opinión pública”.

  2. Samuel Lechuga dice:

    Otro excelente artículo que complementa muy bien tu artículo de la semana pasada. El acallar la opinión pública es una manera para mantenerse en el poder. Esto se ha hecho como mencionas durante siglos en México.
    Muy cierto lo que dice Rafa en cuanto al discurso de JFK cuando USA era un gran país. El buen periodismo estimula la discusión y atraves de ella se crece.
    Jorge te deseo un buen domingo

  3. Nezahualcóyotl dice:

    El contexto: la prensa venezolana de mayor calado es antigobiernista al grado del golpismo. Y actúa con plena… ¿libertad? Sí: encabeza una campaña de odio permanente, primero contra Chávez y después contra Maduro, siguiendo una línea similar a la del Mercurio de Chile cuando encabezó el golpe contra Salvador Allende, de la mano con Pinochet y Kissinger. El contexto importa: Natera enfrentó un juicio promovido por un particular, quien utilizó un marco legal muy cuestionable. Pero, ¿fue el ejecutivo de Maduro quien creó esa ley? Y hay que agradecer a Zepeda que señale lo que es muy cierto: en México Natera simplemente habría aparecido muerto en un camino rura, con señales de tortura. O habrían clausurado su periódico, agrego yo, como fue el caso de Aristegui y su programa noticioso..

    • Alexis dice:

      Vaya, ¿ los patos a las escopetas ….huy Neza, …ya le debes de tener un altar al exdictador venezolano y a su sucesor, el cual recibe ordenes del mas allá a través de los pajaritos, en hora buena muchacho.

      • Nezahualcóyotl dice:

        Alexis: recuerda (o al menos haz lo posible por merecer tu torta y frutsi) que el Mercurio hizo escuela. En México, y no sólo en Venezuela o Argentina o Brasil, tiene sus devotos. Como no es costumbre citar esos medios por su nombre lo dejo a tu fertil imaginación, pero te ayudo por si no has comido todavía: les dicen Telebirria, TV Apesta, Eselpior, El Unifecal, La Ración, La Corrúptica, etc., etc.

  4. Javier Ruiz Juárez dice:

    Mundo esquizoide el de las cuca-ratas: Quieren vivir sus perversiones en lo oscurito, pero presumir sus “cositas” en Féis; y que la gente, como dice Sarna-miento, los “envidiemos (una parte significativa de los medios, los buco sicarios del tipo Suckerberg, Castañuela, Chiro, Ah Mastín, por decir algo, vive de las migajas que deja la plaga a su paso, nano cuca-ratas; la comento-rafia pomposamente auto nombrada “comentocracia”, prrrt)”. Saliut, Jorge.

  5. Vivi dice:

    En México gozamos de libertad de expresión plena. La prueba es este portal digital, sin embargo. Lo único que no nos queda claro es quiénes los financia.
    Posiblemente el tabasqueño, de llegar a la presidencia de la república, será la peor amenaza para esta libertad , construida con mucho trabajo a través de nuestras instituciones democráticas. Y entonces extrañaremos al mismísimo Hugo Chávez.

  6. juan encinas dice:

    Del bote puedes salir.
    De la barranca, ni el güey.
    Decir que es igual equivale
    a aprobar la pena de muerte.

  7. CGC dice:

    “¡Qué barbaridad!”, le comenta Copetín a Osorio, su contramaestre. “Sí”, contesta consternado éste. “con lo sencillo que es desaparecerlos”. Se oyen las risas de ambos como si se tratara de un chiste privado. Sigue un silencio acompañado de distintos gestos inquietos de los dos interlocutores. “Oye, Chong”, agrega el supremo comandante de las fuerzas armadas y similares, “¿y si les enviamos a Duarte de embajador? Digo, para que les eche una manita”. El contramaestre hace su característico gesto de tomarse la barbilla con una mano. “Será una manita de puerco”, contesta y ambos sueltan la carcajada de nueva cuenta. “Cajum, cajum”, añade, para interrumpir la risa. “No es mala idea, jefe. No es mala idea. Lo apunto”.

  8. Sergio González dice:

    Acá, a nuestra provincia sonorense, seguido vienen genios del periodismo a descubrirnos una verdad inédita: El periodismo de investigación es el mejor, dicen, y a ello debemos dedicarnos… Lo hemos oído muchas veces, pero los pregoneros del periodismo de investigación no saben que al 99.99% de los reporteros en provincia el medio -periódico, noticiero de radio o tele, etc.- nos encargan cuando menos cuatro notas diarias, lo que nos lleva a correr todas las mañanas detrás de los entrevistables, acudir a eventos, checar boletines y todo lo que sea necesario para entregar las cuatro notas del día, que debemos redactar y tener listas a más tardar a las cinco de la tarde, por lo que la hora de la comida es solo un rato para comer un Gansito y tomar una soda…. Y todavía nos vienen con eso de que estamos jodidos porque no hacemos periodismo de investigación…. Por cierto, la mayoría de los que dicen eso son teóricos, profesores de escuelas de comunicación, pero no periodistas de talacha diaria.

    • vivi dice:

      Así es. Estos periodistas nice, que comen en la condesa y se codean con rojos , azules y amarillos, no tienen problemas económicos porque sabe dios de dónde proviene el dinero que los mantiene.
      Sueña que el sureño les dé CONACULTA en la próxima administración.

  9. Hay más libertad en Venezuela que en Verracruz, por mucho. dice:

    Un mundo de diferencia entre lo que pasa en Veracruz de lo que pasa en Venezuela, casi imposible de comparar.
    En Veracruz se ha documentado, se ha denunciado se ha exhibido al Gobierno de Veracruz y no hay forma de hacerlo enfrentar a los tribunales, por que los tribunales esan al servicio del gobernador.
    En Venezuela es una ley la que obliga a que se documente y se pronuncie un tribunal para poder denunciar a un funcionario público, obviamente parece una exageración, pero cuando en Veracruz la elite apoya al gobierno, es obvio cual es el interés de que no haya consecuencias par aun gobierno corrupto, asesino y violento, en el caso de Venezuela, la elite apoya a la oposición, lo cual evidencia también cual es el interés y necesidad no de la gente sino el poder.
    Ahora bien quien financia a la oposición en Venezuela, y por que tanto interés en que el gobierno más democrático del mundo caiga, pues obviamente los intereses son económicos y cuando no tiene la ibertad de vender los recursos de la nación y cuando les impiden apropiarse de las reservas más grandes de mundo, obviamente esos intereses necesitan que ahora si haya libertad de expresión de infundios , de escándalos que les permitan a un gobierno que les ha impedido apropiarse de Venezuela y sus recursos.
    La libertad de expresión es un derecho humano, pero esa libertad la utilizan a conveniencia y la libertad en México , es peor que la libertad en Venezuela, por mucho y si la comparamos con la liberta que hay en Veracruz es obvia la desigualdad.
    Si alguien cree que en Venezuela hay represión es por que no conocen México y menos conocen Veracruz.

    • CGC dice:

      Mucho ruido y pocas nueces. No se trata de comparar a Venezuela con Veracruz (eso es darle la vuelta a la discusión que aquí se plantea), sino explicar cómo el “país más democrático del mundo” condena a un periodista por denunciar la corrupción en los medios oficiales. Deja el bla, bla, bla, y contesta, si puedes, algo concreto sobre el tema del artículo.

  10. siquilich dice:

    Sr. Jorge Zepeda P., estoy de acuerdo con su artículo, pero también deben de reconocer ustedes como periodistas que a veces se pasan hablando mal de las personas sin tener ninguna prueba, siempre se amparan con las palabras tales como; parece que, al parecer, hay la versión de que, según dijo fulano o sutáno, etc. y los pasan a exhibir afectando prestigios y moral de las personas. Ustedes también en ocasiones son irresponsables de lo que informan.
    Saludos.

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