Casi amor

"Detener el tiempo". Imagen tomada del sitio veronarizam.com

“Detener el tiempo”. Imagen tomada del sitio veronarizam.com

Un hilo largo y dorado me atraviesa cuando pienso en aquellos días.

Supongo que es el hilo de la nostalgia.

Ella era una party girl. Yo una sensata, controlada y siempre contenida chica que había aprendido muy bien la sentencia de no cometas el error de tu vida, no dejes la universidad, no te embaraces, no la cagues.

Teníamos veintiún años y una juventud insoportable.

Vivíamos juntas y compartíamos el alquiler, los libros, la caja de galletas y el litro de leche que constituía nuestro alimento diario con una alegría que sé que nunca volveré a vivir en medio de la escasez porque entonces la escasez estaba llena de posibilidades. No como ahora que me acerco a los cuarenta y además de sensata, soy una adulta sin retorno refugiada en la trinchera de la clase media con seguro de gastos médicos y todos los demás accesorios del paquete.

Desde luego ella se divirtió más que yo y aunque nuestro mundo era el mismo también era esencialmente distinto. Por cada tímido intento amoroso y siempre cocinado a fuego lento que yo emprendía, ella contaba dos o hasta cuatro a la vez.

Le brillaban los ojos, la piel se le ponía suave y aceitada, se le esponjaba el pelo y no he vuelto a ver esa sonrisa de conquistadora y amorosa empedernida en ninguna chica.

Esos eran los signos que reconocía en ella cuando la veía entrar radiante a nuestro minúsculo departamento mientras yo llevaba tres horas entumecida en el sillón leyendo 1984 de Orwell o La condición humana de Malraux tratando de entender frases que me resultaban crípticas pero que anhelaba formaran parte de mí para tener un pensamiento contestatario, complejo y escurridizo que los demás admiraran. –Aquí me río de mí misma con un poquito de ternura y no tan poquito de vergüenza, sólo diré en mi descargo que la juventud luego del azúcar –según han acordado los expertos, es la droga más idiotizante de cuantas existen.

Ella también leía a Orwell y a Malraux pero lo hacía entre los brazos de algún enamorado que le habría recitado el mismísimo Capital completo y sin trastabillar sólo para pasar las horas a su lado.

Se divirtió más que yo.

Y mientras sus historias prosperaban y sus amores se desgranaban atravesando a velocidades inauditas todos los ciclos de la pareja: elección, fusión, escisión, desencanto, separación, mini duelo y vuelta a empezar; los míos eran sólo intentos, asignaturas pendientes, coqueteos nunca concluidos.

Me topé con uno de esos intentos en el metro hace un par de semanas, lo vi en el otro extremo del vagón leyendo con una concentración monacal que  sólo alteraba para empujar la montura de sus lentes de vez en cuando. Reconocí su rostro, no ha cambiado demasiado.

Me hubiera gustado acercarme, saludarlo, preguntarle si tiene hijos, a qué se dedica y hablar de aquel tiempo simplemente para levantar una fogata en torno a la nostalgia y sentir ese fuego agradable y cálido del pasado. Me hubiera gustado preguntarle si, por casualidad, sabía algo de ella.

Pero sigo siendo la chica sensata, no la party girl.

Bajé antes que él y caminé por el andén sintiendo que me sacudía por dentro. No tenía que ver con él en absoluto, ni siquiera me gustaba tanto y escribía unas notas de amor que daban urticaria de tan mal redactadas.

No, no temblaba por él.

Me sacudió el ramalazo de eso que de unos años para acá empiezo a llamar Desvida en honor al cuento Deshoras de Cortázar y que tan magistralmente resume las posibilidades nonatas de la existencia.

Desvida. Aquello que ya no viví, todas las incógnitas no despejadas, todos los qué hubiera pasado si que ya sólo en el imaginario puedo construir.

Adiós a mis otras yo, esas que se fueron con sabrá Dios cuántos nombres y rostros, cuántos domicilios no conocidos, cuántos ciclos de pareja no atravesados a ritmos galopantes o lentísimos.

Goodbye, my almost lover escucho mientras escribo esto y no dejo de preguntarme qué será de ella y qué sería de mí si hubiera sido una chica un poco menos sensata.

@AlmaDeliaMurillo

31 Responses to “Casi amor”

  1. Salomónico dice:

    Súper cursi. Pura melcocha colgada de las paredes . Parece que volveré diabético de tantas calorías. También me recordó a las canciones de Timbiriche o aquella rola de Peña que añoraba volver a los 17 después de vivir u siglo…..

    • Torres dice:

      Medio blando; sin embargo, guarda cierto aire con aquellos textos que publicaba vanidades y que eran devorados por las señoras del salón de belleza. Las historias y las histerias suelen ser utilitarias.

      • Livia Alicia dice:

        Torres o como te llames. Si no te gusta como escribe Alma, expresate pero con una critica constructiva o de lo contrario vete a opinar a “Telerisa” o a la columna de Aleman, allá si son requeridos tus sapientes comentarios y los de tu amigo “Salomonico”. No aportas nada de valor ni tus críticas tienen un sustento. Solo intentas trivializar y denostar el trabajo de Alma porque te pagan por hacerlo. Busca un trabajo digno que no te envilezca. Si vas a juzgar su trabajo hazlo con bases, no lo hagas por atacarla por unos pesos. Lleva el pan a tu mesa de manera digna, no te enlodes para vivir.

      • Wilbert dice:

        Qué flojera dan la Livia y el Torres. A mí el articulito me parece entretenido, de un tema del orden común, en donde la señora escribana refleja su angustia de la crisis de los cuarenta.

  2. lilia rivera mantilla dice:

    Qué bueno que fuiste sensata, què bueno que fuiste tú, una actúa como cree que debe ser.
    A mí me hubiera gustado ser más sensata, fría, objetiva y calculadora, me habría ahorrado muchos
    errores y sufrimiento, pero racionalizo: la insultante juventud también me idiotizó.
    Pero aprendimos, ¿no?
    Sigue acumulando experiencia. Llegará el tiempo en que harás lo que te de la gana. También, te
    haré una advertencia: aún en esa época tendrás que actuar con sensatez; no para evitar el qué dirán sino para que no te lastimen.
    Gracias por la canciòn Goodbye my almost lover. A mis 62 años me cae como anillo en mi dedo anular.
    ¿Ves por qué hay que actuar con cautela?

  3. Joshua dice:

    Hermoso
    Triste
    Qué espera para ser diferente?

  4. Amy dice:

    Dios! ESP fue escrito para mí. Yo soy una chica demasiado sensata, algo que no me deja disfrutar el ahora. Cómo ser una Party girl? Cómo serlo cuando el peso, color de piel, amigos, se vuelven tu tormento?

    • Antonio dice:

      Fácil, el manual gringo del “wellbeing” dice:

      1. Actividad física colectiva, gym, club de corredores, mucho evento en exteriores, etc

      2. Yoga

      3. Época vegana

      4. Mucha bicicleta urbana, si te gusta comer, bicigurmet,

      Con esos pasos no hay pierde

      • Pedro López dice:

        Ahora ese modo de vida es lo correcto. Alquilar en la condesa , hacer ejercicio,, comer sano , no fumar , estar a favor de las causas justas , es decir, en contra del partido verde y a favor del peje. En fin, a mí me dan harta güeva.

  5. Cristina dice:

    Alma adorada:

    Tengo 22 y aunque debo confesar que tengo mi lado “party girl” muchas veces la sensatez se ha apoderado de las decisiones que no me atrevo a tomar yo, casi pude sentir el rayito de lucidez de tus 21 y sonreí como simpatizando.

    Pd. No nos vuelvas a abandonar así, ya no te vayas.

  6. Escribano dice:

    Querida Alma.
    Cuarenta años es menos de la mitad de tu vida. Buena reflexion para los siguientes años. Vivirlos en madurez fisica, emocional será un agazajo. Mis mejores deseos para estos dias y espero tu mejor año 2016 y seguirte leyendo, hermosa negrita.

  7. mcjaramillo dice:

    Jamás sabremos si nuestra vida hubiera sido mejor o peor si en cada momento la hubiéramos vivido de otra manera. De modo que, a seguir viviendo el presente que es lo que cuenta.
    Besos.

  8. Livia Alicia dice:

    La nostalgia por ver a tu antigua compañera ha dado pretexto a esta excelente colaboración. En mi caso he visto a mis antiguas compañeras (Party girls) y créeme que parece que les paso un tren encima. Cada quien vive la vida de la manera que mejor le viene en gana, pero a tus cuatro décadas te ves muy bien y lo mejor es que has logrado trascender literariamente y ese esfuerzo es porque aprendiste las letras por ti misma, no porque te las explicara alguien más, ese es el secreto: Tienes talento y trabajaste para desarrollarlo, cosa de la que adolecemos mucho en México, desarrollar nuestros talentos. Hoy no hay otra tónica más que vivir de prisa, correr contra el tiempo y resulta que lo importante es comerte el mundo a puños como si no hubiese un mañana, se trata de no vivir, de no pensar, del exceso en todo y de no entender (Ni sentir) lo que vivimos. Un abrazo y feliz Guadalupe reyes (Yo ya me voy a la primera posada, a saborearla despacito, sin prisa, sin pausa y a reírme un ratito de los que llevan tras si la consigna del exceso).

  9. Laura dice:

    Me encantó tu análisis y proyección hacia lo que “hubieras…”

  10. Cecilia Castillo dice:

    Querida Alma Delia, que bien viajar en el tiempo de los recuerdos, sentir esa nolstalgia, cuestionarse los “hubiera”. Eso para mí es un parteaguas que me permite valorar lo que soy, lo que tengo. Mañana cumplo años (12 sumando los que cumplo) así que me encantó tu relato. Abrazos.

  11. carloscarreola dice:

    Que soporiferas serian nuestras biografias, si siempre nos acompañara esa suegra uraña, que se llama sensatez.
    ” si puedes optar por un bien a pesar de que ello puede implicar un mal, opta por hacerlo”
    Maquiavelo

  12. Javier Ruiz Juárez dice:

    Nada se parece a nada: Yo viví mis primeros treinta sin saber si mi vida era desmadre feliz u bienportadismo acá, chichicuilote; incluso en medio de los chingadazos del 68… Nada se parece a todo: Los 30 me hicieron cambiar un leve, pero viví oootra vez sin saber si mi vida era chida o no en medio del dolor tremendo; hasta que hoy, en mis terceros treinta me doy cuenta de que aún no sé si vivo en el desmadre plenipotenciario o en el bienportadismo fértil, “fructífero”… Te extrañé el resto: Ora yo ya no escribo colores ni cursivas: Tú y yo no sabemos bien lo bien que vivimos bien. Recio abrazotote.

  13. Liliana dice:

    Amar nuestra vida, como la vivimos, como la hemos vivido es lo que nos permite decidir seguir viviendola de la mejor manera posible y, de esa forma, amarnos por ser lo que somos y cómo somos. El hubiera no existe y a fin de cuentas, estamos aquí para pasarla lo mejor posible y no creo que fueras mejor o más feliz si hubieras vivido tus 21 como lo hacía tu amiga, porque cada un@ somos únic@s y eso es parte del encanto de la existencia…

  14. el tarahumara dice:

    En mi vida e conocido muchas personas, Y por solo una razon me habria gustado tener una hija con esas cualidades que a ti te distinguen. Valor Carisma sensatez Belleza nobleza y lealtad. con cinceridad felicito a tus progenitores ya que alguien como tu es para sentirse orgulloso.Saludo cordial.

  15. Néstor González dice:

    Alma, es bueno estar de regreso… los sensatos, ya sé, yo tampoco me atrevo, y ese saborcito que te queda cuando te queda la incertidumbre es ciertamente raro, en mi caso no es nostalgia, aún tiene toques.
    Parece ser que por cada sensato hay un amigo que es mucho más empírico (llamémoslo así)
    En mi caso es “El Zanate” cómo le digo de cariño, Y también, 3 o 4 amoríos, y el.ciclo… conversando con el la última vez que le pude ver, pues pude constatar que ambos, el y yo, somos opuestos de la misma moneda, y a nuestros 27 somos igual de parcos, con un ligero dejo de insatisfacción porque aún no podemos sentir algo realmente especial…
    “Tu por mucho y yo por nada”, hace años cuando teniamos 18 augure eso… El Zanate me pregunta si tendré razón y sólo le contestó:”No digas chingaderas, x wey!” Y sí…
    “Lo que dejamos atras no es tan importante que el cómo lo hemos.vivido”
    Live long and prosper

  16. Luna dice:

    A mi me hubiera gustado ser party girl para al menos vivir de recuerdos. Fui mesurada por una sociedad y entorno castrante y la factura es hoy no saber ni para donde jalar, tu por lo menos lo fuiste por tus sueños de escribir pero uno ni claro tenía lo que quería. Las party girl cierran sus ojos y sonríen. Las que son como tu son mujeres realizadas pero las que quedamos en medio esa si que es una chinga!

  17. juan encinas dice:

    Aprovecho que hoy sí existe para abonar,
    no sé si sea constructivo o pro positivo ++
    yo lo hubiera dicho así :
    “Me hubiera gustado acercarme, saludarte,
    preguntarte si tienes hijos…” y entonces
    no hubiera sido tu sabatina columna, sino
    lamía. Se lo (h)abría externado por esta vía.
    .
    Es tan meta eufórico como lo que opinas
    de la juventud, de tú juventud…no te creo.
    Te faltaría Piaf arte y no calificas para ello.
    .
    Lo que sí creo es que escribes muy bien y
    que te describes muy mal,
    vuelve a engañarnos
    como ANTES.
    Abrazo Alma.

  18. Luciano García dice:

    Yo tengo dos “si hubiera” amorosos relativamente recientes. Es mi pasada soltería y aún muy dolido de la separación de mi pareja de 12 años, conocí a una chica 26 años menor que yo, pero que era evidente que se sentía atraída por mi, lo cual me levantó la autoestima como no tienes idea. Pensar que a mis 45 años aún podía ser atractivo para una hermosa niña de 19, con una sonrisa radiante y una larga cabellera lacia, fue una inyección masiva de amor propio. Hablamos un par de veces y tocamos el tema de la proyección de vida en donde nos dimos cuenta de que no queríamos lo mismo y la sensatez de ambos nos obligó a ir por caminos separados. La volví a ver varios años mas tarde y lamentablemente todos sus sueños se vinieron abajo. Tal vez si le hubiera insistido un poco mas, su historia y la mía serían diferentes.
    El segundo caso fue un poco antes de conocer a mi actual pareja. Hacía años, cuando todavía estaba casado, una amiga me presentó a una chica muy guapa, a la cual ya no vi por mucho tiempo. Luego, ya divorciado, otro amigo empezó a contarme sobre su amiga que resultó ser la misma chica y el veía compatibilidad entre nosotros y prometió que saldríamos en grupo para que nos re-encontráramos y así lo hizo. Lo que yo vi no me gustó. Vi a una chica moderna, enfocada en lo típico de la sociedad, las fiestas, el café, las salidas con amigos en plan presuntuoso y, aprovechando que por casualidad en ese momento tenía mucho trabajo, dejé de asistir a sus salidas. Al parecer a ella si le interesaba porque mi amigo me decía que preguntaba por mi. Meses después conocí a mi pareja actual y me olvidé de ella, hasta que mi amigo me la recordó. Y me dijo que ella ya estaba deseando asentarse, dejar la vida frívola que llevaba (ella no lo dijo así, pero así lo entendió mi amigo), tener pareja y familia. Tal vez, si hubiera sido mas paciente o menos tajante y le hubiera dado la oportunidad de conocernos mejor, mi historia podría ser otra.
    Estoy empezando a transitar por mi segunda mitad de siglo, que honestamente no se si quiero llegar a completarlo. El caso es que he empezado a ver esas “oportunidades” que en su momento no vi y que no exploré. También las decisiones que me llevaron a este punto de mi vida, de las que no me arrepiento, pero que, a raíz de la especulación, tal vez no fueron las mejores.
    Pero solo puedo decir que la sensatez es parte de mi y rechazarla sería como rechazarme a mi mismo. Las decisiones las tomé yo y haya pasado lo que haya pasado, las consecuencias son mías y de nadie mas.
    Te mando un abrazo, Alma Delia, y no dejes que alguna parte de ti te descoloque. Somos como somos y mas nos vale aceptarlo, porque somos todo lo que tenemos.
    Hasta luego

    • Otero dice:

      Tuve un romance con un de 18. Tengo 35 y estoy emparejado y medio aburrido de mi relación . La rutina desgasta y las canas al aire reviven, más con una chavista que no tiene una sola estría.

  19. Pepe dice:

    Formalmente es un texto caótico. Muy adjetivado.

  20. val dice:

    ES TAN HERMOSO PODER RECORDAR CON ESA NOSTALGIA TAN DOLOROSA NO SE PORQUE , QUE UNO AGRADECE HABERLO VIVIDO Y TAMBIEN TE ENSEÑA A AMAR TU PRESENTE

  21. Gabriela dice:

    Qué rico fluye tu narración y qué bueno es recordar la belleza de lo pequeño, sin pretensiones de grandilocuencia. Te quiero 🙂

  22. Niña dice:

    Usted tan bonita se le hubiera acercado! mientras hay vida hay esperanza… las cosas si convienen se dan… sino fluye, para que ir en contra de la corriente?… asi es la vida y el tiempo vuela, lo que es diuno es diuno aunque uno mismo se auto-sabotee por el terror de perder.,

  23. Nirka dice:

    Tan identificada que solté una carcajada en plena oficina
    ¡Pero que falta de sensatez! ¡que desliz!
    En realidad también soy del “club de las sensatas”. La que con 16-casi-17 años entró a la facultad que había planeado desde la secundaria. La que en lugar de salir a antros (o donde sea) se la pasaba leyendo, apoyando en proyectos de investigación, aplicando pruebas, revisando datos (desde el primer semestre de la carrera). La que los fines de semana iba a la facultad y realmente iba a la biblioteca a hacer trabajos o buscar un texto. También esa que mi mamá llamaba los viernes en la tarde y me decía “¿Y ahora si vas a ir a una fiesta o no?”. La que se enamoraba de personas extrañas que podían ocultar una gran aventura pero solo los veía como una historia, una posibilidad ajena. Soy la de los primeros lugares y a la que las/os compañeras/os preguntaban ¿qué hay de tarea? O ¿qué estudiaste?
    Soy la que tenía planeada una vida y los pasos a dar hasta los 30 años (desde la secundaria).
    Soy la que conoció a un extranjero, por demás extrovertido, jugado, franco, chamullero, cantarín y maravilloso que con 18 años fue mi primer flechazo en serio (sí, cursi), que me llevo a aventuras que planeaba hacer pero no hacía, que me tomo la mano y el cuerpo y con ello me dio un soplo al alma, que antes no tenía y sola no sé si habría encontrado.
    Soy la que viajo a otro país que jamás había pensado conocer (pero que ahora es mi segunda patria) y viví por un año ahí con la intención de no dejar pasar la aventura que significaba estar a su lado y todo lo nuevo que no esperaba vivir.
    Soy la que con 21 años y antes de graduarme (contra mis propios planes) se casó con ese extranjero. La que, aún con esas desviaciones del plan original, se graduó en tiempo y forma e ingresó a maestría, y en ese lapso consiguió un trabajo que ama.
    Soy la que con 23 años terminó el cursado de maestría, ingreso a una especialidad y trabaja.
    La que ahora tiene 24 y espera que en cuatro meses más seamos tres en la familia (cuatro contando a nuestra perrita).
    La que con toda sensatez cometió un montón de locuras que no pensó (¡y menos por amor! ¡que cursilería es esa!). Y a la vez, con todo, me jacto de mi propia locura, muy particular (tanto que en mi familia tengo el apodo de Bibi, por el personaje de la familia P. Luche, por diferente…) y sé que no puedo desprenderme de mi propia estructura y sensatez, eso va conmigo y ya aprendí a abrazar y querer eso de mí, de dejar de desear ser de otra forma, porque con todo y eso hasta ahora mi vida (con todos los baches que pude haber pasado) con las cosas que pude haber dejado de lado “por sensata” no me han desprendido de vivir cosas maravillosas.
    Quizá sí es como dicen… de poetas y locos, todos tenemos un poco.

Leave a Reply