París huele. Huele a sudor rancio y seco. A café. Orines. Tabaco. Basura. Pan. Romero. Césped. Vino tinto. Rosado. Queso maduro. Flores. Higo. Perfume. Frambuesas. Mulato bronco. Piedra húmeda. Agua estancada. Mermelada de naranja. Tabaco. Incienso de iglesia. París huele a encerrado. A río. Al Sena que parte la ciudad en dos: Chanel y ratas. Crecí con repeticiones constantes: que México fue conquistado, que Benito Juárez fue bien verga, que Porfirio un dictador, que los canguros de Australia, que el gringo domina al mundo, que China ahí viene, que Dios castiga porque ama, que el sol sin bloqueador causa cáncer en la piel, que París es la capital del amor. Crecí perpetuando y validando ideas. Hoy recorrí las calles de París. En Montparnase encontré un montón de bistrós y brasseries: La petite chose; La petit dominique; Le petit Napoleon. Un poco de lo mismo. Gente. Uno al lado del otro, hombro a hombro, viendo pasar. Mesas pequeñitas con vista a la calle. Gente bebiendo espresso y vin rouge. Hablando un chingo. Con urgencia y de cerquita. Prendiendo un marlboro blanc. Y luego Saint Germain. Mujeres con gafas Christian Dior. Bullicio. Lenguas. Vespas. Bicicletas. Cafés sin música. Amor no sentí ni un poco, solo vi un esbozo de los escenarios perfectos para una historia, ahora sí, de amor pero sin protagonistas. París de día y de noche mostrando de cerca una Torre Eiffel en un jardín sucio y descuidado; de lejos un símbolo encendido, casi necesario. Ciudad testigo de historias de nostalgia, de los turistas, de los migrantes que mendigan una oportunidad. París a secas. Por fin leo a Süskind con los ojos bien abiertos. Él describe, en la primera hoja de El Perfume, una ciudad de hace 300 años. Y sí miro cerquita, poco ha cambiado: “Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios. El campesino apestaba como el clérigo, el oficial de artesano como la esposa de maestro; apestaba la nobleza entera. Y sí, incluso, el rey apestaba como un animal carnicero y la reina como una cabra vieja”. Le contaré a una amiga: vaya vanguardia, estilo, arquitectura, meca del arte y la literatura, ¡qué maravilla el vino, el créme brûlée, los Campos Elíseos! Reafirmaré –muy probablemente y quizá– la idea de París. Pero nunca diré que huele a amor.
Te equívocas, es verdad que la ciudad no no tiene tantos colores en sus edificios, pero es bella…
De noche, mas…
¡ oh ¡ París, no he vuelto ahí desde que nací, ,,,,,su mal olor se debe a la fábrica de niños cagones que tienen ahí,, y las grandes granjas de cigüeñas
Todos los culos huelen. Todas las ciudades tienen culos. El culo es mas importante que una mano o un ojo… Si tu culo te es ocasión no cometas el error de quitártelo, pues cagar es vital. Culo solo hay uno.
A mi me olio a que fuiste sola jajaja
Claudia, a ti te huele a fromage de chevre
Después de leerte vuelvo a experimentar el mismo sentimiento que cuando mi hermano seis ańos mayor que yo
me confesó que Santa claus no existe, ,ni modo tendré que buscar en que invertir lo que tenía ahorrado para ese viaje, …Amor, si no es París,¿ dónde?,,por favor dime que sí existe
Paris es hermoso, no dejes de visitarlo si tienes oportunidad, pero de repente si huele mal, sobre todo en el verano, la mayoria de franceses huelen a sudor…..y peor si te toca subir en un elevador en el verano? …..pero tiene un encanto unico, descubrir cada dia algo diferente y no se diga de su riquisima pasteleria ?
Amo Paris aunque se perrsivan esos olores y la primera impresion que tengas sean las ratas enormes corriendo por campos de Marzo. Aunque de pronto descubras un senderio rural o sea de tierra y pienses que estas en tu rancho.
Amo ese pueblo que sobrepone su cansancio del dia para vivir un rato intensamente en las terrazas y no me digas cuando disfrutan una tarde soleada.
Pues a mí me encantó y repetiría la experiencia, eso sí donde huele horrible es subiendo las escaleras para ir a Sacre Cour, y si la zona de la Torre Eiffel podría ser más bonita, la zona de trocadero luce vieja y descuidada; fuera de eso la ciudad es una pintura, una joya, hermosa. Me habían comentado que los franceses eran especiales, a mí me parecieron muy amables y serviciales a pesar que pues tenía que hablarles en inglés, que creo no les gusta, aún así siempre una sonrisa y un deseo por ayudar. Eso sí mucho cuidado con los timadores, abundan.
Miguel tienes toda la razón los parisinos cambiaron mucho y son de lo más a,a le y sobre todo si hablas español, parece que les gusta mucho el idioma.
En cuanto a la escalera de Sacre Coeur imagínate si te la echas a pie sudas y luego si hace calor como este verano peor, entonces entiendes porque apestaba. En Mont Matre estuve en un café sensacional el mejor en el,que he estado había un piano para el que quisiera tocar y tuve la suerte que cuando me echaba mi vinito obligatorio en Francia tocaron dos cuates muy bien.
En el trocadero enfrente de la torre Iffel hay un café con terraza en donde de noche la torre iluminada se ve muy bien
Algo que les recomiendo es el paseo en barco en la noche a través del Sienna en donde se ve París iluminado, por supuesto acompañado de un buen vinito.
París no es la ciudad del amor, es la ciudad luz y vale la pena visitarla no una sino varias veces
En el trocadero hay un café enfrente de la torre Iffel que
Les digo que ya cualquiera escribe en Sin Embargo.
Eso mismo te digo, Arpía
Por algo Antonieta Rivas Mercado eligió Paríííí para darse un tiro… claro, antes de tomarse un espresso con su croissant.
Yo amo a París, con su Sacre Cour, su Notre Dame,SU Arc du TThriump, su Champs Elysee, su Rio Sena, sus cafés, su Quarter Latín y su fuente. A San Michael, hay olores que distinguen a los pueblos y hay pueblos que ni eso tienen. Amo a París, con su metro y líneas de autobuses, con sus diferentes barrios que son parte de su atractivo, con sus buenos vinos y comidas. Es cierto Paris huele a viejo, pero Amo a París, por su tradición y cultura, y porque muchas parejas han encontrado en París el Amor.
Bien sure Pepelepú… Ooohhh lalá… l’amour fou… ven a mis brazos florecilla silvestre
Esto que has dicho y tal cual lo has dicho es claramente mi más puro sentir de esta ciudad desde que la conozco. Es de una belleza únicamente extraña, yo he enumerado y comentado mi sentir a su respecto de esta misma manera. Ha sido maravilloso leerte y volverlo a sentir.
París huele a su gente, los franceses son sucios, huyen del agua y jabón. Su queso apestoso y su carácter rancia. Bello lugar pero antigiénico a más no poder.
Are, te advertí que no pernoctaras con los clochards
El sena huele muy mal. Un problema penoso,lo mismo pasa desde hace más de una década en Venecia, – me acordé de esa rola de hombres G-.
El mito del bloqueador ya pasó, según las últimas pruebas en gringolandia, el uso de bloqueador no aumenta significativamente la protección de la piel contra la radiación ultravioleta.
París, ciudad de pasiones viejas, ciudad de historia. El olor que describes me recuerda el comercio que se llegó a estabecer con heces y la profesión
-afortunadamente ya extinta – de mercader de heces-.
París es una parcela de la humanidad imperdible, por lo que mencionas: música, artes, literatura, pensamiento , etc. Buen fin de semana Bibiana.
Amo Paris.
Paris siempre ¨París
No sé pa’ que vás tan lejos, vente aqui a la Coahuila en Tijuana…..
Paris es todo lo que dices y más, todo lo que te hace sentir, valorar, extrañar, a París lo amas y lo odias, nunca te será indiferente, volvería siempre!!!!
Me gusta el tono. Nada de aterrizar los lugares comunes y darle al aprendiz de la nariz arrugada: con razón los pedantes (como Nicolás y sus amigos) tienen la nariz así (como si algo fétido se les colara en el olfato): ¡vienen de París! Y sí, Süskind es una delicia (intelectual, por supuesto) en El Perfume. ¿Y si las fotos a modo son una forma de enmascarar? ¿Lo mismo que los lugares históricos, las estatuas, los cafés al aire libre y, claro, los perfumes? ¿Cuántos amores no serán otra cosa, más que un perfume engaña bobos?
Hombre Lobo en Paris.
La Luna llena sobre Paris…
El hombre Lobo esta en Paris…
Paula, la pequeña de 10 años que, por hambre (pesaba sólo 10 kilos), murió en un hospital de Mazatlán
Aqui huele a pobreza y muerte. Los olores de Paris son nada con los olores (dolres) de México
Cuando estés ahí Juar Juar, si no eres no eres la mismísima Bibiana no dejes de pedir el,plato de queso naturalmente con un buen vinito sensacional. Bon Appetit
Ah Samuel, un plato de ostras frescas regadas con un chablis frío, y después un reblochon con un pinot noir… y una ensalada de lechuga francesa… C’est magnifique… A tu salud… Y no, no soy Bibiana, soy juar juar juar !!
Entonces Salud y disfrútalo
Si lo comparas el ver Paris con música y estilo cinematográfico contra el de ir uno caminando solo o acompañado que es mejor , notarás la diferencia , lo único que tienes que hacer es ponerle la música interna y la ilusión abstracta y ocular real , y veras que hermoso lugar , todos los lugares son bellos .
me recuerda mucho al libro El perfume se los recomiendo.
Ok, sabemos que Paris ya no te entusiasma, pero ¿por qué ponerlo aquí? lo podrías haber publicado en una de tus páginas de redes sociales personales
¿Te están pagando por esta “opinión”?
¿Pagan bien?
Yo podría hacer una artículo de opinión respecto a que los tacos del Metro Portales yo no son lo mismo que hace 10 años…
Hola Gus:
Me gusta mucho tu estilo; ¡eres muy rifado!
Antes que nada, estás en la sección de opinión…
Desafortunadamente, no te podemos contratar como escritor. Te recomiendo estudiar lo que es la cacofonía y aumentar tu banco de palabras; ya de ahí si todo te parece muy fácil, entonces puedes abrir tu propio periódico o sitio web. Suerte y a estudiarle, para que no sea burro como su presidente.
Pues quienes visitan CDMX también dicen que huele a orines, agua estancada, sudor, hasta dicen que los mexicanos olemos como a frijolitos, cebollita y cilantro.
Buen Texto, que bueno que tuviste la oportunidad de visitar varios países , Felicidades. Gracias por compartir otra de tus experiencias. Tu Fan número Uno. Te Amo