¿Harías algo por el mar? Foto: Cuartoscuro
Cuántas veces nos hemos imaginamos estar sentados frente al mar solo contemplando y observando su inmensidad, belleza y paz, creo que el mar es sinónimo de tranquilidad y descanso, he pensado mucho últimamente en estar ahí solamente frente a su inmensidad contemplando su superficie y eso me ha hecho preguntarme porque no nos importa lo que hay dentro de él.
Amamos y hasta veneramos el mar, aunque creo que sólo pensamos en la idea romántica de el, nunca en lo que verdaderamente es, el gigantesco universo donde habitan millones y millones de seres, tal vez porque es tan diferente a nuestro universo, tan ajeno en todas sus formas y sus maneras de habitarle, tan distante ese mundo pero tan entrelazado con el nuestro que sin el no estaríamos aquí y creo que sólo lo vemos por encima como ese ente extraño y hermoso en el que podemos posar nuestra vista.
Leí por ahí y debo confesar que no he profundizado en información sobre este tema (lo aclaro para todo aquel que lea este artículo, sobre todo mis “haters”) que para el año 2050 si seguimos explotando el mar como hasta ahora lo hemos hecho no habrá más peces en él, sí, así como lo leen, dentro de 30 años no habrá más peces, suena tanto devastador como increíble, pero lo terrible de esto es que no es una noticia nueva la he visto en redes sociales cientos de veces y si la he leído yo seguramente una cantidad muy grande de personas también lo ha hecho, ¿Por qué no estamos asustados? ¿Por qué no estamos hundiendo barcos pesqueros? ¿Por qué seguimos comprando atún? Creo que no nos importa…
La lógica me dice que es verdad, tal vez no quiero investigar más profundamente para no confirmarlo, aquella anhelada tranquilidad del mar ya no será placentera sino que será la tranquilidad que tiene un cementerio, una espacio inmenso sin vida, donde el sonido de las olas anuncia el desastre que se avecina, esa línea de no retorno a la que parece que nos empeñamos en llegar antes, ¿Y si fuese verdad? Si la extinción de la vida en el mar se aproxima. ¿Harías algo? ¿Cambiarías?
Hay muchas, muchas acciones que podemos tomar para ayudar a que esto no pase, la principal, claro, no consumir nada que provenga del mar, aún y cuando hay marcas que presumen de ser sostenibles, no te dejes engañar, no existen, el mar es depredado con redes que miden kilómetros y arrasan con todo lo que está a su paso, no sólo peces sino también arrecifes, suelo, vaya… ¡Todo!
Tal vez aquellos que estamos preocupados por buscar un mundo más sustentable, un mundo sin devastación parezcamos unos exagerados, pero créeme, cuando estés frente a un mar tranquilo, frente al silencio de un mar sin vida, puedo apostar a que me entenderás.
Hola. Yo no soy tu “hater” para aclarar. Simplemente creo que el método que has usado para comunicar puede mejorarse mucho. Tu mensaje es muy importante, por lo tanto, es importante poderlo transmitir adecuadamente. El mar parece muy grande para poder ser destruído. Ese es nuestro primer error. Porque al sumar a millones y millones de consumidores de siglos y siglos podremos constatar que nuestro daño ya no es tan insignificante como parece. El planeta por primera vez en su historia es el hogar de 7,000,000,000+ personas! con 1,000,000,000+ vacas… y mucho mas… todos comen, todos destruyen, todos desechan. La historia tiene un problema INEDITO. Hay que ser mucho mas inteligentes para comunicar el gran problema. Sí, mucho más… De hecho yo sigo pensando como rayos debemos comunicarlo. Seguiremos aquí… Saludos.
“¿Por qué no estamos asustados?” Porque todos los ambientalistas tienden a exagerar los datos para conseguir dinero y es muy sencillo desacreditarlos.
“¿Por qué no estamos hundiendo barcos pesqueros?” Porque es un delito y tendrías que estar loca para considerarlo una solución viable.
“¿Por qué seguimos comprando atún?” Porque es rico en nutrientes y una excelente fuente de proteína, además de que es un alimento que puede ser conservado para su consumo durante mucho tiempo, evitándose su desperdicio.
“La lógica me dice que es verdad…” tu lógica es deficiente Blanka, te creíste todo el “documental” de “Game Changers” cuando está completamente sesgado y ofrece opiniones de “expertos” que se dedican a la venta de productos veganos. Si fuese objetivo el programa diría que Usain Bolt, por ejemplo, consumía más de 40 nuggets de pollo un día antes de una competencia y no hay vegano que le gane. También mencionaría que un acierto o victoria de un atleta va más allá de su alimentación y que hay otros factores involucrados, por eso el mismo atleta vegano que gana una pelea contra un “carnívoro declarado” luego pierde contra otro contrincante no vegano. La alimentación afecta, pero no es la clave, tan es así que el atleta dedicado al levantamiento de pesas no pasa del octavo-noveno lugar por más plantas que trague (otro caso de “éxito” manejado en el documental).
Comer sólo plantas no te hace mejor persona, ni superior en ningún aspecto, tampoco en lo moral porque, por ejemplo, tú sugieres hundir barcos por el simple hecho de ser pesqueros y eso es objetivamente malo.
“En los bueyes de mi compadre” dice el dicho. Todos pedimos hacer imposibles para revertir el DESEQUILIBRIO que amenaza a un planeta cada vez más inestable. Las niña famosa pide dejar de usar aviones… en que cabeza cabe? Ese “detallito” tumba toda buena intención. La gente se burla de esa estúpida solución… El mariguano actorcillo del padre amaro pide imposibles a AMLO de parar narco-violencia y él es incapaz de dejar la mota. Las mujeres son incapaces de dejar comprar millones de zapatos, pants, blusas, maquillajes, uñas, bisutería, bolsos… y sus respectivos empaques, transportes, almacenamientos… Producen TONELADAS de CO2 para impresionar a hombres, como si no fuera suficiente su cuerpo desnudo. En fin, en los bueyes de mi compadre…
Erick: después de tu sesuda disquisición, ¿cuál es tu propuesta? ¿Que sigamos rumbo al desastre? En el fondo, tal vez eres de los que creen que lo fuerte de la crisis ambiental no les va a tocar mientras vivan…o a tus hijos.
Blanka, háblanos de los festejos de la navidad! Para mi la VANIDAD y la NAVIDAD contaminan muchísimo. Durante la navidad se talan y se vende millones de arbolitos para adornar todo el mundo. Se encienden millones de luces de colores que necesitan energía eléctrica extra. Se compran muchos regalos de plástico, tela, madera, metal… se envuelven en atractivos papeles pintados con colores químicos… Arbolitos, luces, regalos se tiran a la basura en horas y días… Bajarle al festejo de la navidad ayudaría a tus propuestas de cuidar nuestro planeta? Valdrá la pena reducir nuestra felicidad? Espero escribas al respecto. Saludos.