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Trata de niñas no es la generalidad de lo que sucede en comunidades de Guerrero: AMLO

martes, octubre 26th, 2021

El Presidente López Obrador aseguró, una vez más, que la venta de niñas en Guerrero es una excepción y no la regla, porque, dijo, que hay muchos más valores en los pueblos que en otros sectores de la población.

Ciudad de México, 26 de octubre (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador expresó este lunes que las denuncias sobre la venta de niñas o prostitución infantil en las comunidades indígenas de México “son clasistas y racistas“.

En conferencia de prensa matutina, el Jefe del Ejecutivo federal aseguró, una vez más, que la venta de niñas en Guerrero es una excepción y no la regla, porque, dijo, que hay muchos más valores en los pueblos que en otros sectores de la población.

“Lo de la trata o la prostitución infantil no es la generalidad de lo que sucede en las comunidades como a veces se presenta (…) Puede ser la excepción, pero no la regla porque hay muchos valores en los pueblos. Yo conozco la vida de las comunidades indígenas desde hace años y hay muchísimos más valores que en otros estratos o sectores de la población”, comentó desde Palacio Nacional.

Además, el Presidente mencionó que en los pueblos indígenas hay una reserva de valores culturales, morales y espirituales, por lo que no cree que haya descomposición social.

“Yo lo que expresé es que en los pueblos indígenas hay una gran reserva de valores culturales, morales, espirituales, y que es la cultura la que nos ha salvado siempre. No creo que haya descomposición social donde hay cultura y en las comunidades indígenas hay mucha cultura. En Oaxaca, en Guerrero son de los pueblos con más cultura en el mundo”, indicó.

López Obrador justificó que en su gira en el estado de Guerrero no estaba el atender la venta de niñas, porque asistió a supervisar los programas de Bienestar para que “los jóvenes tengan opciones y los campesinos apoyos”. Sin embargo, al ser cuestionado sobre la importancia de atender estos casos de trata de menores, el mandatario señaló que esta atendiendo lo general.

“Entonces, cuando voy a Metlatónoc y me preguntan ustedes: ‘¿Viene a ver lo de las niñas que las venden?’. No, no vengo a eso. Vengo a ver cómo vamos con los programas de Bienestar y cómo se está avanzando para que los jóvenes tengan opciones de estudio, de trabajo. Que los campesinos tengan apoyos, que haya bienestar. Entonces ese fue mi comentario y eso es lo que sostengo. Es que hay una tendencia muy clasista y racista de acusar de todos los males a los pobres”.

“Es que estoy atendiendo lo general. Lo que estoy atendiendo es fortalecer lo comunitario, el que se reconozca la importancia que tienen los pueblos indígenas como en el caso de La Montaña”, concluyó el Presidente.

A pesar de que desde 2019 está prohibido el matrimonio infantil en México, esta práctica sigue ocurriendo en varias regiones del país como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde es común la venta de niñas a partir de los 11 años sin que la autoridad lo prohiba, alertaron las organizaciones Save the Children, Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe y la Red por los Derechos de la Infancia en Mexico (Redim).

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El caso más reciente que se hizo público fue el de Angélica, cuyo calvario no terminó con la violación, pues al huir fue detenida y recluida en una cárcel por 11 días, luego de que su suegro solicitó que fuera puesta en prisión en la comunidad de Dos Ríos. Para que la menor recuperara su libertad, Rutilio, su suegro, pedía la devolución de los 120 mil pesos que pagó por ella, más 90 mil pesos de “intereses”. Además, para presionar a la familia, y que ésta pagara el monto solicitado, también encarcelaron a la abuela de Angélica y a tres de sus hermanas menores de edad.

El caso se hizo mediático y finalmente la menor fue liberada y su suegro se encuentra preso. Sin embargo, más casos como el de Angélica ocurren en este momento en varias partes del país, donde tan sólo en 2020, 153 mil 485 mujeres de entre 12 y 17 años había tenido al menos un hijo vivo nacido, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) documentadas por la organización Redim.

Los municipios con más madres adolescentes fueron León (Guanajuato), Juárez (Chihuahua), Puebla (Puebla), Tijuana (Baja California) e Iztapalapa (Ciudad de México). En algunos municipios como La Pe (Oaxaca), Mitonic (Chiapas) e Ixcamilpa de Guerrero (Puebla) las madres adolescentes llegaban a representar una de cada 10 de las mujeres de 12 a 17 años.

La restricción para contraer matrimonio a partir de los 18 años formaba parte del Código Civil de algunas entidades federativas desde antes de la promulgación de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en 2015, pero se hizo a nivel nacional en 2019 cuando se incorporó en el Código Civil Federal.

-Con información de Guadalupe Fuentes López.

ONU lanza campaña contra trata de personas en comunidades indígenas en México

lunes, agosto 9th, 2021

México es el tercer país en la trata de personas para pornografía infantil y mendicidad forzada, solo detrás de Tailandia y Camboya.

Ciudad de México, 9 agosto (EFE).- La Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC en inglés) presentó este lunes la campaña Corazón Azul con el objetivo de informar, prevenir y detectar casos de trata en comunidades indígenas de México.

En el marco del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, Kristian Hölge, representante de la UNODC en México, recordó la importancia de apoyar a velar por los derechos de las comunidades indígenas, que muchas veces son las más vulnerables de ser víctimas del delito de trata.

“Esta es una ocasión para mostrar un frente común para redoblar esfuerzos, velar por los derechos de las personas y ofrecer atención a quienes más lo necesitan”, manifestó.

La trata de personas, detalló, es un delito grave de violación de derechos humanos que explota a miles de mujeres, niños, niñas y adolescentes con numerosos propósitos, incluidos el trabajo forzoso y la explotación sexual.

El último informe de 2020 de la UNODC sobre este tema, aseguró, indica que el 51 por ciento de las víctimas tiene alguna carencia económica, 20 por ciento son niñas, niños y adolescentes que viven en una familia donde sufren violencia y 38 por ciento fueron sometidas a trabajos forzosos.

Además, México es el tercer país en la trata de personas para pornografía infantil y mendicidad forzada, solo detrás de Tailandia y Camboya, de acuerdo con estimaciones de la asociación internacional A21.

La campaña, promueve a través de spots de radio y televisión y con perspectivas de contextos locales la trata de personas y sus diferentes modalidades y espera impactar a más de 10 mil personas en los estados de Baja California, Puebla y Veracruz.

MariCruz González, representante de la casa de la mujer indígena Kinchik’kan de Papantla, en el oriental estado de Veracruz, afirmó que los casos de trata “son situaciones que encontramos en nuestras regiones, que no quisiéramos que pasaran, pero pasan a diario”, indicó.

ESFUERZOS MULTILATERALES

Mario Cordero, coordinador del área contra la trata de personas de la UNODC, señaló que han trabajado de la mano del Gobierno de Canadá, de quien han recibido capacitación y apoyo económico.

En ese sentido, Shauna Hemingway, Ministra Consejera de la Embajada de Canadá en México, recordó que el Gobierno canadiense ha invertido 80 millones de pesos (3.99 millones de dólares) en el proyecto para reducir la incidencia de la trata de personas en las comunidades indígenas en México.

Entre las acciones que han implementado se encuentra la de impulsar programas para defender los derechos humanos, mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas y promover la igualdad de género.

Kamel Nacif pagó fianza y ya está libre en Líbano, dice Lydia Cacho

viernes, mayo 14th, 2021

La periodista Lydia Cacho señaló que testificará contra el empresario Kamel Nacif Borge en la próxima audiencia que se llevará a cabo el 15 de junio.

Ciudad de México, 14 de mayo (SinEmbargo).- La periodista Lydia Cacho informó que Kamel Nacif Borge fue liberado bajo fianza luego de que fuera detenido. Las autoridades libanesas le retiraron sus pasaportes libanés y mexicano para que no pueda salir del país.

“Autoridad libanesa detuvo a Kamel Nacif, le retiraron sus pasaportes libanés y mexicano para que no pueda salir del país. Está en libertad bajo fianza. Es un momento crítico para que se le juzgue por tortura, delincuencia organizada y pornografía infantil. Testifiqué”, señaló la periodista en redes sociales.

Asimismo, dijo que acudirá a testificar de nueva cuenta contra el empresario en la próxima audiencia en juzgados de Líbano, la cual se llevará a cabo el próximo 15 de junio.

Además, Lydia Cacho señaló que demostrará cómo el empresario vinculado a las más altas esferas del poder mexicano se convirtió en tratante de niñas y de adultas en la explotación laboral, involucrado en el lavado de dinero y operador del Senado de México.

Ayer por la tarde, la periodista anunció que había acudido ante las autoridades libanesas para testificar y reconocer plenamente al empresario Kamel Nacif Borge como la persona que ordenó su tortura tras exhibirlo por la compra de niñas para una red de prostitución.

Aunque medios nacionales informaron sobre la detención de Nacif Borge, el empresario fue aprehendido desde hace siete meses. El 28 de febrero pasado, SinEmbargo confirmó con la propia periodista mexicana que Kamel Nacif Borge fue detenido en Líbano desde octubre de 2020.

El empresario también tiene acusaciones por lavado de dinero y evasión fiscal en Estados Unidos. No obstante, la orden de aprehensión que se giró en su contra el 11 de enero de 2019 sólo hace referencia al delito de tortura en agravio de la periodista.

Nacif Borge, de origen libanés, llamado “El rey de la mezclilla” pero más conocido por sus presuntos nexos con redes de pedofilia, trata de personas y las agresiones a la periodista, se refugió en ese país luego de que perdió ante la justicia mexicana.

Con la detención de Kamel Nacif, sólo Adolfo Karam Beltrán, el exjefe de la Policía Judicial se encuentra prófugo por los actos de tortura contra la periodista debido a que en febrero pasado el exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, fue aprehendido.

LA HISTORIA DEL CASO

El caso de la red de pornografía infantil en la que se relaciona a Mario Marín se remonta hasta el año 2003, cuando un grupo de mujeres y niñas denunciaron penalmente al empresario libanés Jean Succar Kuri en Quintana Roo por abuso sexual y pornografía infantil.

Ese mismo año, de acuerdo con un recuento de Periódico Central, un Juez dictó una orden de aprehensión en contra de Succar Kuri, quien huyó hacia Los Ángeles, California. Mientras tanto, la periodista Lydia Cacho recibió las primeras amenazas de muerte por parte del empresario hotelero y lo denunció ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR).

Lydia Cacho investigó y documentó el tema en el libro Los Demonios del Edén que fue publicado en el 2005, el primer año de Gobierno de Marín. El texto reveló información sobre una red internacional de delincuencia organizada, encabezada por el empresario Jean Succar Kuri, dedicada a la trata y explotación sexual de niñas y niños de entre 4 y 14 años de edad, la cual, de acuerdo con la periodista, actuaba con el conocimiento y la protección de políticos y empresarios de Quintana Roo y Puebla, donde hace referencia a Mario Marín y Kamel Nacif Borge, el llamado “Rey de la Mezclilla”, quien luego la demandó por difamación.

Cacho fue detenida arbitrariamente el 16 de diciembre de 2005 en Cancún, Quintana Roo, y trasladada en vehículo hasta la ciudad de Puebla. El 21 de diciembre de 2005 recibió el auto de formal prisión por los delitos de difamación y calumnia. Unos días después, ese delito quedó eliminado por falta de elementos y más tarde trasladaron el juicio a Quintana Roo.

En 2006, el empresario Kamel Nacif se presentó al Juzgado Primero Penal para ratificar su denuncia por daño moral contra la periodista Lydia Cacho. Foto: Elizabeth Ruiz, Cuartoscuro.

La periodista denunció que su detención fue ilegal y que durante el traslado que duró al menos 20 horas fue torturada por parte de elementos policiales.

El apodo de “Góber precioso” surgió luego que el diario La Jornada dio a conocer, el 14 de febrero de 2006, una serie de conversaciones telefónicas en las que Nacif le agradece a Mario Marín por haberle dado “un coscorrón” a la escritora e incluso le ofreció, como muestra de gratitud, “dos hermosas botellas de coñac”. Al revelarse la conversación, se explicó que “botellas de coñac” era una clave para referirse a niñas menores de 12 años de edad. En el audio, el “Rey de la mezclilla” se refiere a Marín como “mi Góber precioso” y “el héroe de esta película”.

Por su parte, el exgobernador afirmaba: “Pues ya ayer le acabé de darle un ‘pinche coscorrón a esta vieja cabrona’. Le dije que aquí en Puebla se respeta la ley y no hay impunidad y quien comete un delito se llama delincuente. Y que no se quiera hacer la víctima y no quiera estar aprovechando para hacerse publicidad.

El empresario Kamel Nacif presentándose en el Juzgado Primero Penal de Cancún, Quintn Rooo, el 24 de mayo de 2006 para ratificar su denuncia por daño moral contra la periodista Lydia Cacho.
Foto: Elizabeth Ruiz, Cuartoscuro.

Ya le mandé un mensaje a ver cómo nos contesta. Pero es que nos ha estado jode y jode, así que se lleve su coscorrón y que aprendan otros y otras”.

En ese periodo, también se dieron a conocer los audios de la llamada en la que Nacif opera con “Juanito” Nakad la violación y golpiza a Lydia Cacho en la cárcel.

En marzo de 2006, Lydia Cacho denunció a Mario Marín Torres, Diana Laura Villeda, los policías judiciales, la Jueza penal Rosa Celia Pérez, Kamel Nacif, “Juanito” Naked, y quien resulte responsable por los delitos de: abuso de autoridad, cohecho, ejercicio indebido del servicio público, tráfico de influencias, colusión de servidores públicos, tortura y tentativa de violación.

En ese entonces, Amnistía Internacional, el Comité para la Protección de Periodistas, la OMCT y más de 40 organizaciones no gubernamentales se sumaron a una petición que realizaron diputados y senadores a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que se investigara al entonces Gobernador de Puebla y a los responsables de Poder Judicial por las violaciones de Derechos Humanos y garantías individuales de Lydia Cacho.

Jean Succar Kuri fue detenido en Arizona, Estados Unidos, en 2006 y extraditado a México, donde fue encarcelado en Cancún hasta mayo de 2011, cuando un Juez federal ordenó su traslado al penal de máxima seguridad del Altiplano; pero en junio del año 2019 nuevamente fue trasladado a una cárcel de Quintana Roo.

El 2 de octubre de 2006, el Juez primero de lo penal en Quintana Roo envió al Distrito Federal el juicio de Lydia Cacho por carecer de sustento en Cancún. Ya en la Ciudad de México, el Juez de lo penal sobreseyó la causa penal por difamación contra Cacho. En la sentencia, ejecutoriada el 2 de enero de 2007, la periodista quedó libre de todo cargo penal.

En el año 2016, la sentencia en contra Succar Kuri fue modificada al pasar de 70 a 112 años en prisión, resolución que fue impugnada por su defensa.

El 2 de agosto de 2018, el Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas resolvió que existieron una serie de violaciones a los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho. Fue la primera vez que se resolvió el caso de una periodista con esas características en el sistema universal de derechos humanos. La ONU pidió “procesar, juzgar y castigar con penas adecuadas a las personas halladas responsables de las violaciones cometidas”.

El 10 de enero de 2019, el Estado mexicano ofreció una disculpa pública a la periodista Lydia Cacho por la tortura de la que fue objeto, la discriminación en razón de género en su contra y las acciones que le impidieron acceder a la verdad y la justicia.

–Con información de Magarely Hernández, de Periódico Central.

Norma prostituyó a su hija desde los 14 años en Michoacán; pasará más de 15 años encerrada en prisión

miércoles, diciembre 23rd, 2020

La mujer de 36 años de edad comenzó a vender sexualmente a su hija a cambio de dinero desde el 2016, cuando la menor tenía tan sólo 14 años. 

Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).- La Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán logró una sentencia de más de 15 años de prisión en contra de Norma “A”, por los delitos de trata de personas y explotación sexual en contra de su propia hija.

Por medio de un comunicado, la dependencia informó que las pruebas recabadas por la Unidad de Atención de Trata de Personas de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos y Libertad de Expresión fueron suficientes para que la imputada de 36 años de edad fuera culpada por vender sexualmente a su hija cuando ésta era menor de edad.

La Fiscalía reveló que desde marzo del 2016 en el municipio de Apatzingán, Norma “A” prostituía a la adolescente que en ese entonces tenía 14 años, por lo que fue denunciada ante el Ministerio Público, logrando que se otorgara una orden de aprehensión en su contra, cumplimentada el 28 de mayo del 2019.

Con las pruebas suficientes, el Tribunal de Enjuiciamiento encontró culpable a la madre de la menor, quien fue sentenciada “a 15 años y seis meses de prisión, así como al pago por concepto de reparación del daño, por el delito que la Ley señala como el de trata de personas, en su modalidad de explotación sexual”.

La Fiscalía michoacana aseguró que su compromiso es seguir protegiendo a las mujeres de delitos como la trata de personas.

“La FGE refrenda su compromiso de perseguir e investigar todo acto que atente contra la dignidad humana e integridad de las mujeres en los delitos en Materia de Trata de Personas en Michoacán”, concluyó.

Explotación y asesinatos… Lo que enfrentan venezolanas que son traídas a México con engaños

miércoles, junio 17th, 2020

Muchas de sus compatriotas han corrido con menos suerte. En 2019, un informe del portal de investigación venezolano Armando Info presentó una estadística alarmante. Desde 2012, el 60 por ciento de las trabajadoras sexuales víctimas de homicidio tuvieron a México como destino final. Y el derramamiento de sangre sigue en aumento, con un incremento de 200 por ciento desde 2017.

Por Lara Loaiza y Chris Dalby

Ciudad de México, 17 de junio (InSight Crime).- El rescate de tres mujeres venezolanas víctimas de explotación sexual en Ciudad de México vuelve a poner el foco sobre el trato violento y los homicidios de los que son blanco las migrantes venezolanas en el país.

En mayo, se encontró a las tres mujeres en la colonia de San Pedro de los Pinos, de la capital mexicana, luego de que un amigo denunciara el caso a la policía. Según el diario mexicano Milenio, las mujeres rescatadas llegaron al país en enero. Sus victimarias retuvieron sus pasaportes y visas hasta que hubieran pagado el costo de su viaje mediante la prestación forzada de servicios sexuales que se ofrecían por internet.

Muchas de sus compatriotas han corrido con menos suerte. En 2019, un informe del portal de investigación venezolano Armando Info presentó una estadística alarmante. Desde 2012, el 60 por ciento de las trabajadoras sexuales víctimas de homicidio tuvieron a México como destino final. Y el derramamiento de sangre sigue en aumento, con un incremento de 200 por ciento desde 2017.

Aunque la trata de personas con fines de explotación sexual se ha mantenido por largo tiempo como un problema acuciante en México, la prevalencia de venezolanas se ha disparado desde que su país entró en una devastadora crisis económica que llevó a millones de personas a huir de Venezuela.

La mayoría de estas mujeres son enganchadas en Venezuela, desde donde viajan a Colombia y posteriormente a México, por lo general en pos de falsas oportunidades laborales. La corrupción facilita su ingreso al país. Según El Universal, en 2018 los oficiales de migración del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México recibían entre 14 mil y 19 mil pesos por permitir la entrada de las mujeres al país.

Aunque no se conocen cifras confiables sobre el número de mujeres explotadas sexualmente en México, el historial del país para sus propias ciudadanas es deplorable, lo que no da mucha esperanza respecto a la protección de ciudadanas extranjeras.

El caso más lamentable que involucró a venezolanas ilustra qué tan vulnerables son. Zona Divas fue conocido como uno de los portales más populares de acompañantes o scorts por casi 20 años, hasta su cierre en 2018. Gran parte de su éxito se basaba en la explotación sexual de venezolanas, pero el sitio no hacía nada para protegerlas. Solo entre 2017 y 2018, ocho venezolanas, cuyos servicios se ofrecían por medio de Zona Divas, fueron asesinadas en México, según lo reveló una investigación conjunta de medios mexicanos y venezolanos.

Es posible que en la explotación de migrantes venezolanas participen algunos de los principales actores criminales de México. Un reportaje de Nexos halló presuntos nexos entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con el tráfico de venezolanas específicamente. Grupos menos importantes, como el cartel Santa Rosa de Lima Cartel y La Unión Tepito también han sido asociados con la explotación sexual.

Solo en Ciudad de México, las denuncias de explotación sexual aumentaron en 87 por ciento entre 2018 y 2019, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Pero el incremento de las denuncias no se reflejó en el volumen de causas judiciales abiertas ni en el de condenas.

“El problema es que los datos de los casos denunciados no nos dicen mucho, pues este es un delito con múltiples causas. No nos dice si (Ciudad de México) es el lugar de origen, de tránsito o de destino (de las mujeres). Eso no se refleja en las estadísticas de la secretaría”, apuntó Teresa Ulloa, directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), en entrevista con el portal en línea Cuestione.

La impunidad se mantiene por las nubes. “La mayoría de las víctimas de trata no se pronuncian. Calculamos que el 90 por ciento (se mantienen en silencio) mientras que el 99 por ciento de esos delitos […] nunca son penalizados”, explicó Ulloa.

Y es menos probable que denuncien las venezolanas que ingresaron al país con documentos falsos y poca o ninguna red de apoyo.

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Gabriela obligaba a una mujer extranjera a prostituirse en Edomex; la amenazaba con la deportación

jueves, noviembre 7th, 2019

Se realizó un operativo en el Hotel Gran Vía, ubicado en el Boulevard Miguel Alemán, a la altura del Parque Industrial Lerma, en el municipio de Lerma, donde se pudo determinar que Gabriela “N” y otras personas habrían promovido y facilitado la prostitución de la víctima.

Estado de México, 7 de noviembre (AFondo).- Una mujer fue detenida por elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJ-EM) luego de una investigación que arrojó que la mujer prostituía a una extranjera a la que obligaba a tener sexo con hombres a cambio de dinero para no denunciar su estatus migratorio.

Se trata de Gabriela ‘N’, investigada desde 2015, ya que una denuncia alertó que en hoteles de Toluca, Metepec y Lerma, se cometían hechos constitutivos de delito de trata de personas, en donde supuestamente se ofrecían servicios sexuales de chicas extranjeras.

Posteriormente se realizó un operativo en el Hotel Gran Vía, ubicado en el Boulevard Miguel Alemán, a la altura del Parque Industrial Lerma, en el municipio de Lerma, donde se pudo determinar que Gabriela “N” y otras personas habrían promovido y facilitado la prostitución de la víctima; actividad de la cual obtuvo ganancias ilícitas ya que la obligaba a darle dinero por cada encuentro sexual para no denunciar y dejarla quedarse en dicho hotel.

La mujer fue trasladada ante las autoridades correspondientes para determinar su situación legal, en tanto que la víctima fue llevada ante las autoridades migratorias una vez que se revisó su estado de salud.

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Noroña se disculpa por ligar con trata a Diputada del PAN, pero no por pedir “darle una chinga”

martes, octubre 8th, 2019

El petista Fernández Noroña defendió que no considera misóginos sus dichos contra la Diputada Adriana Dávila Fernández, a quien sugirió que había que “darle una chinga”. Por otra parte, el Diputado negó tener pruebas para vincularla con la trata de personas en Tlaxcala.

Ciudad de México, 8 de octubre (SinEmbargo).– Gerardo Fernández Noroña, Diputado Federal del Partido del Trabajo (PT), reconoció que carece de pruebas para incriminar a la Diputada panista Adriana Dávila Fernández con grupos de trata de personas, pero no se disculpó  por llamarla “bocona” y sugerir que había que “darle una chinga”.

Durante una visita a Tlaxcala, Noroña expresó: “Me comentan que hay una Diputada que fue Senadora y que está vinculada a este tema [trata de personas] y es más bocona que la chingada, no sé si sea cierto o no, pro en Tlaxcala siguen los problemas, pasen elementos para ponerle una chinga la próxima vez que abra la boca”, expresó el petista.

Tras las expresiones de Noroña, Diputados y Diputadas del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, denunciaron los insultos y amenazas y le exigieron una disculpa para la panista Dávila Fernández.

Esta tarde, Noroña reconoció en una rueda de prensa que se excedió en sus declaraciones, sin embargo, negó que se tratara de un acto de misoginia.

“No tengo ningún elemento de que esté vinculada con grupos criminales de trata de personas. Merece toda mi solidaridad y respeto, y debo reconocer que cometí un error y debo medir las palabras que planteo en el debate político, porque tienen peso, y no es mi intención poner en riesgo la integridad física, la integridad de la familia de la Diputada”, expuso el legislador.

Mientras que en sus redes sociales defendió que no ofreció una disculpa a la Diputada por sus dichos.

“Quien quiera ver lo que dije en la rueda de prensa, está en mi cuenta de Facebook. Ni disculpa, ni reconvención, ni violencia de género, ni misoginia. Reconocimiento pleno de que no tengo elementos que vinculen a @AdrianaDaviaF con grupos de trata de personas”, escribió el Noroña en su cuenta de Twitter.

DIPUTADOS EXIGEN DISCULPA

El coordinador parlamentario del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, mostró su apoyo a la Diputada panista. “Nuestro acompañamiento irrestricto a lo que corresponda con acciones legales, éticas y políticas y deseo agradecer en este acompañamiento a nuestras compañeras Verónica Juárez, que coordina el Grupo Parlamentario de la Revolución Democrática, a Lucero Saldaña (…) y a Marta Tagle…”, expresó Hicks.

Además, consideró que “esto es una incitación a la violencia y pone en riesgo la integridad familiar y personal de una de las personas de esta Cámara de Diputados, nosotros creemos que no puede pasar de manera inadvertido”, insistió.

Por su parte, la Diputada Verónica Juárez del PRD expresó que “a las mujeres no has costado mucho trabajo arrebatar cada uno de nuestros derechos, y no vamos a permitir que alguien que se dice compañero nuestro violente a una compañera, que su trabajado ha dado muestras de la lucha que ha encabezado en favor de las mujeres y las niñas, de manera particular, en el estado de Tlaxcala, pero para todas las mujeres también del país”.

También envió un mensaje personal al Diputado Noroña. “Le decimos que nos tiene a todas decepcionadas, que es un compañero que no se ha conducido a la altura de lo que representa y que vanos a estar todas las mujeres juntas cuando violenten a una o cuando nos violenten a todas, porque violentar a Adriana Dávila eso significa: una violación a los derechos de todas las mujeres”, le dijo.

Por su parte, Adriana Dávila, agradeció el respaldo de sus colegas parlamentarios e insistió que interpondrá una queja contra Noroña en el Comité de Ética.

“Y bueno mi presencia aquí obedece a partir de las declaraciones del diputado Gerardo Fernández Noroña en el Congreso del estado de Tlaxcala que ponen en riesgo mi integridad, la integridad de mi familia. En las próximas horas solicitaré formalmente la protección de las autoridades locales y federales para evitar que sus expresiones y amenazas afecten nuestra seguridad.

“Es importante señalar, que el fuero de los legisladores no cubre la comisión de probables delitos, ni la apuesta en peligro de la seguridad de nadie. El ejercicio de nuestro encargo no incluye en ningún momento incitar a la violencia o intimidar a las personas con la pretensión de callarlas”, expuso previo a la conferencia de Noroña.

 

Iztapalapa: autoridades catean cinco bares, detienen seis tratantes y rescatan a 14 mujeres

martes, mayo 29th, 2018

De acuerdo con las indagatorias, los empleadores contrataban a las mujeres para laborar de las 23:00 a las 5:00 horas, de martes a domingo y les retenían la mayor parte del dinero recabado.

Foto:JGuadalupe Perez- Cuartoscuro/Archivo

Ciudad de México, 29 de mayo (SinEmbargo).- Policías de investigación realizaron cateos en cincos bares ubicados en la Avenida Tláhuac, delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México, que dejaron como resultado la detención de seis personas y el rescate de 14 víctimas, reportó este martes la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX).

Derivado de una denuncia anónima en la que se alertaba sobre el delito de trata de personas, los agentes corroboraron que los establecimientos señalados sí realizaban explotación sexual. Además de que las mujeres debían incitar a los clientes a consumir bebidas alcohólicas, eran obligadas a convivir con ellos, permitir que éstos les realizaran tocamientos y, en algunos casos, a sostener relaciones sexuales.

Dentro de los locales situados en las colonias José López Portillo, Lomas de San Lorenzo y San Lorenzo Tezonco respectivamente, los agentes detuvieron a los imputados, colocaron los sellos correspondientes en los negocios y resguardaron a las agraviadas, quienes recibieron asistencia médica y psicológica.

Cinco de los imputados, quienes eran encargados de los establecimientos, fueron ingresados al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente y una mujer a Santa Martha Acatitla. Uno de ellos, de 45 años, cuenta con antecedentes penales por narcomenudeo.

Una vez que se determine su situación legal, los probables participantes podrían recibir una sentencia de entre 15 y 40 años de prisión.

El agente de la Fiscalía Central para la Atención del Delito de Trata de Personas entrevistó a las personas involucradas a fin de integrar la carpeta de investigación. De acuerdo con las indagatorias, los empleadores contrataban a las mujeres para laborar de las 23:00 a las 5:00 horas, de martes a domingo y les retenían la mayor parte del dinero recabado.

Diana huye de prostíbulo, junto con su hijo, tras haber sido explotada sexualmente durante meses en Puebla

viernes, mayo 25th, 2018

La joven veracruzana dejó su hogar para encontrar un trabajo estable en Puebla. Ahí, unos sujetos la engañaron y, a base de amenazas de quitarle a su hijo, la tenían como sexoservidora. Tras varios meses de maltratos, en un descuido pudo salir de uno de los antros y pidió apoyo a un miembro policíaco para escapar.

La Fiscalía Regional del Estado realiza las investigaciones correspondientes para la captura de los sujetos que la tenían cautiva. Foto: Cuartoscuro/Archivo

Tamaulipas/Ciudad de México, 25 de mayo (PlumasLibres/SinEmbargo).- Una joven madre, originaria del estado de Veracruz, huyó de sus opresores, pues la obligaban a prostituirse en la zona de tolerancia en Izúcar de Matamoros.

Diana Valeria, de aproximadamente 21 años de edad, hoy puede relatar su testimonio después de que durante varios meses soportó estar presa en un prostíbulo junto con su hijo de apenas 3 años de edad.

Ella narra que, ante la falta económica de su pueblo natal, deseaba probar suerte en otro estado, por lo que llegó a las inmediaciones de Puebla con el objetivo de encontrar un trabajo estable, pero nunca pensó que unos sujetos la convencieran de un modesto trabajo, por lo que decidió aceptar el trato.

Sin embargo, la engañaron y posteriormente la llevaron a Izúcar de Matamoros en donde, a base de amenazas de quitarle a su hijo, la maltrataban y la tenían como sexoservidora.

Después de varios meses de maltratos, golpes y ofensas, tomó fuerza y en tan solo un descuido pudo salir de uno de los antros, ubicado en las afueras del municipio, y de inmediato pidió apoyo a un miembro policíaco que se encontraba en este lugar.

“Ya mi hijo no podía estar soportando tantos maltratos, que en su presencia me hacían, por lo que observé la rutina de estos hombres, y no sé de dónde tomé fuerza y me escapé”, narra la víctima.

Integrantes de la Policía Municipal ingresaron al sitio en busca de los presuntos responsables, pero no se pudo encontrar a ninguno con las características que la fémina había argumentado.

Finalmente, se dio parte a la Fiscalía Regional del Estado para realizar las investigaciones correspondientes para la captura de los sujetos que la tenían cautiva.

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Policía española detienen tres sujetos que obligaban a cuatro colombianas a prostituirse

martes, marzo 27th, 2018

Las víctimas eran captadas con anuncios para realizar tareas domésticas o cuidar de personas mayores. Pero cuando llegaban a España descubrían que los trabajos no eran los acordados y debían pagar una “deuda” por los traslados

Los sujetos llevaban co engaños a las víctimas a España donde eran explotadas. Foto: Pixabay

Bilbao (España), 27 marzo (EFE).- La Policía detuvo en España a tres personas dedicadas a la trata de seres humanos y que explotaban sexualmente a cuatro mujeres colombianas en dos viviendas de la ciudad de Vitoria (norte), a las que amenazaban con hacer daño a sus familias en el país de origen.

Según informaron hoy las autoridades regionales del País Vasco, la investigación comenzó al sospecharse que tres mujeres colombianas eran obligadas a prostituirse en una de esas viviendas, donde estaban encerradas por la responsable de la casa y su pareja.

Las víctimas eran captadas con anuncios para realizar tareas domésticas o cuidar de personas mayores. Pero cuando llegaban a España descubrían que los trabajos no eran los acordados y debían pagar una “deuda” por los traslados.

Uno de los miembros de la organización, también de origen sudamericano, obligaba a las mujeres a consumir drogas y alcohol para incitar a los clientes a gastar más dinero.

Las tres mujeres se escaparon el 11 de marzo pasado aprovechando la ausencia de los captores, para lo que rompieron el candado de la puerta del dormitorio donde estaban encerradas.

Una de ellas, que regresó a recoger sus pertenencias, fue golpeada y retenida por los delincuentes. Entonces intervino la Policía autónoma vasca, que detuvo a la encargada de la vivienda.

Su compañero fue arrestado después en una céntrica calle de Vitoria, la capital del País Vasco, cuando se dirigía a otro domicilio, donde fueron liberadas las dos mujeres que habían huido de la otra vivienda.

La Policía logró localizar a una cuarta joven víctima de la misma organización, que había huido de Vitoria a la provincia limítrofe de Guipúzcoa.

La investigación permitió descubrir y detener a una tercera persona implicada, pues participaba en la custodia de las mujeres, que incluso las habría vejado.

Autoridades detienen a mujer que prostituía a menores de edad entre funcionarios en Coahuila

jueves, septiembre 15th, 2016

La mujer, acusada de prostituir a menores de edad entre los funcionarios en Castaños, fue identificada y aprehendida gracias a una llamada anónima.

La investigación se emprendió gracias a la llamada anónima que alertó a las autoridades sobre el hecho. Foto: Vanguardia, Especial.

La investigación se emprendió gracias a la llamada anónima que alertó a las autoridades sobre el hecho. Foto: Vanguardia, Especial.

Ciudad de México, 15 de Septiembre (SinEmbargo/Vanguardia).- Una mujer identificada como Keila Adaili Zamora López, fue aprehendida por Agentes de la Policía Investigadora del estado señalada como probable responsable de trata de personas en Castaños, Coahuila.

La investigación se emprendió gracias a la llamada anónima que alertó a las autoridades sobre el hecho, y al considerar que había elementos suficientes que la inculpaban. Ayer detectives procedieron a la detención de Zamora.

Luego de la denuncia y la aprehensión, la Policía Investigadora del Estado en conjunto con el Ministerio Público del Municipio de Castaños, abrieron una carpeta de investigación y descubrieron que en el delito están involucradas tres menores de edad que eran vendidas a empresarios y funcionarios castañenses.

Se espera que el próximo viernes, Keila Adaili tenga audiencia ante un juez en la ciudad.

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Un ex tratante de mujeres en la CdMx da su testimonio: “Basta el ser amable con ellas”, asegura

lunes, junio 27th, 2016

Mario comenzó a trabajar en la trata de personas desde adolescente, enseñado por Javier, un padrote de al menos 60 años originario de Tenancingo, el municipio de Tlaxcala considerado el epicentro de la trata de personas en México. De 2000 a 2003, explotó, en complicidad con su madre y hermanos, a decenas de mujeres en el barrio de la Merced. Hace un año cumplió su condena y hoy cuenta su versión.

"No necesitas ser guapo. Debes hablar rápido, ser cariñoso, decir cosas bonitas: 'Hola, mi vida'. Si otros padrotes exigían una cifra y las golpeaban, yo hacía lo contrario: las invitaba a comer y a bailar. De todas formas, ellas pagaban", relató Mario. Foto:

“No necesitas ser guapo. Debes hablar rápido, ser cariñoso, decir cosas bonitas: ‘Hola, mi vida’. Si otros padrotes exigían una cifra y las golpeaban, yo hacía lo contrario: las invitaba a comer y a bailar. De todas formas, ellas pagaban”, relató Mario. Foto: Noel Higareda

Por Guillermo Rivera

Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo/VICE).-En complicidad con su madre, Mario y sus tres hermanos sedujeron a decenas de mujeres y las esclavizaron sexualmente, de 2000 a 2003, en las calles del barrio de La Merced, en el Centro Histórico.

En ese periodo, el hoy ex tratante comprobó que es suficiente extender un par de billetes a los patrulleros para que permitan operar.

Sin embargo, en la cúspide de su redituable negocio, la banda fue capturada tras un error cometido por uno de los integrantes.

Mario cumplió su condena hace un año. Hoy cuenta su versión:

“No necesitas ser guapo. Debes hablar rápido, ser cariñoso, decir cosas bonitas: ‘Hola, mi vida’. Si otros padrotes exigían una cifra y las golpeaban, yo hacía lo contrario: las invitaba a comer y a bailar. De todas formas, ellas pagaban”.

El conductor del taxi sonreía satisfecho. Ruletero de toda la vida, El Relevo estaba contento por su buena obra: acababa de salvarle el pellejo a un joven de 17 años que un par de días antes, en afán de venganza, había allanado la bodega de su patrón para hurtar los relojes del negocio.

—Uy, muchacho, en qué bronca te metiste, casi te matan—, observó el taxista, que conocía de tiempo atrás a su pasajero, un adolescente menudo y de piel morena.

Mario, el joven prófugo, no habló los primeros segundos. Nada más para no dejar, lanzó un “no pasa nada”, intentando olvidar que el día anterior lo habían amenazado con una pistola calibre 45 por pasarse de listo. Luego le preguntó al taxista en qué consistía la chamba que ejercería en el hotel de La Merced.

⎯Vas a limpiar las habitaciones que ocupan las prostitutas. Ahí puedes vivir en lo que pasa el lío—, lo reconfortó el hombre mayor.

El Relevo se estacionó en la calle Limón, en el corredor sexual de San Simón y, al tiempo que extendía la mano a Mario en señal de despedida, lo instruyó:

—Entras al número 7 y preguntas por Javier, él te va a explicar el trabajo.

—Sí, señor.

Al descender del taxi, lo primero que Mario vio fue una hilera de sexoservidoras, algunas con los brazos cruzados, observando algún punto imaginario en la banqueta. No perdió el tiempo. Apresurado, caminó hacia el hotel sin mostrar interés en las jóvenes prostitutas. Al asomarse por la diminuta entrada con puerta color verde, encontró a una muchachita guapa, delgada, de 16 años.

—Disculpa, ¿está Javier? Me dijeron que preguntara por él. Voy a trabajar aquí.

La prostituta adolescente sonrió y casi susurrando le dijo:

—Uy, manito, si entras a este lugar, jamás vas a poder salir.

El hotel sin nombre en realidad era un establecimiento clandestino de una planta, cuya fachada de color rosa gastado no revelaba su verdadera dimensión. Abarcaba prácticamente una manzana completa: las calles Limón, San Simón, Soledad y la avenida Circunvalación. Se dividía en unas 13 cuarterías, ocupadas por los clientes y las prostitutas que hacían fila afuera.

“Bueno, ¿y Javier?”, preguntó Mario de nuevo. “Vamos, te llevo con él”. Javier era un padrote de al menos 60 años originario de Tenancingo, el municipio de Tlaxcala considerado el epicentro de la trata de personas en México. Cuando Mario y la adolescente se le acercaron, barría una cuartería. No hizo falta que hablaran. El Relevo le había informado que un muchacho llegaría a preguntar por el trabajo.

—¿Cómo te llamas? ¿Edad?

—Mario, señor. 17 años.

—No puedes decir que eres menor de edad. Tienes 18.

Javier recargó la escoba sobre la pared y tomó aire, como si fuera a pronunciar un largo discurso:

—A ver, Mario. Vas a ganar 50 pesos al día. Aquí duermes y comes. Te mostraré lo que harás. Es fácil. Si no aprendes a la primera, no hay segunda.

Mario asintió. Prestaba atención a todo lo que acontecía el primer día de su nueva vida en La Merced.

QUÉ FÁCIL ES GANAR DINERO

Con la rapidez de alguien experimentado en su oficio, Javier cubrió los carcomidos colchones con las sabanas que, de tan viejas, parecían hojas de papel. Enumeró las actividades: “Cada que salga un cliente, arreglas de inmediato. Vacías los papales y condones en una bolsa”. Roció aerosol. “Aromatizas, esto es muy importante”. Mario observó sus movimientos. “Irás por lo que haga falta: papel de baño, paquetes de condones”, agregó Javier.

A la siguiente jornada, Mario se enteró de que las cabezas del lugar eran Socorro Mejía, Doña Coco, y su esposo Lázaro, “El Zacatero”, uno de los padrotes más prominentes en La Merced, famoso por fugársele a las autoridades en distintas ocasiones.

Mario se despertaba a las ocho de la mañana, abría las cortinas de las 13 cuarterías y se cercioraba de que debajo de los colchones no hubiera condones ni papel. Limpiaba el piso con una jerga percudida y lavaba los trastes. Las mujeres llegaban a maquillarse después de las nueve y, media hora más tarde, comenzaba la jornada laboral.

En su segundo día, Mario observó al encargado orinar dentro de una cubeta con agua. Javier molió azúcar, canela y perejil, y depositó la mezcla verde en la bandeja. Agregó amoniaco y éter.

—¿Qué está haciendo?—, preguntó Mario, inquieto ante el menjurje que Javier preparaba ante sus ojos.

—Sirve para atraer a los clientes. Ve y riégalo alrededor de la manzana. En todos los rincones.

Aquel procedimiento formaría parte de su rutina a partir de entonces.

Al poco tiempo presenció otras situaciones extrañas. Esa noche vio a una prostituta veinteañera entregar un fajo de billetes a Javier. “A ver, ¿cómo nos fue?”, dijo él, “¿es todo?”. “Es lo que saqué”, respondió ella. Días después, llegaron en busca de servicio sexual menos hombres que lo habitual. Era mediodía. “Mario, ve a comprar almizcle y estoraque”, ordenó Javier. A su regreso, el padrote colocó ambas plantas en el anafre. La humareda se extendió por el lugar. Las sexoservidoras se colocaron al lado del hornillo y sacudieron sus cuerpos como si alguien les hubiera arrojado tierra con lumbre. “Salgan, van a comenzar a llegar más hombres”, afirmó el veterano.

Durante los siguientes días Mario comenzó a charlar con algunas mujeres. Aprendió nuevas cosas: una relación no debía durar más de 15 minutos, al menos la mitad eran menores de edad, aunque cualquiera de éstas lograba aparentar más años con maquillaje. Sus padrotes conseguían las credenciales de elector apócrifas. Mario se percató de que era fácil aprovecharse de ellas. Bastaba lanzarles alguna sonrisa. Si Javier, un viejo, podía, él también. Un día le dijo a una: “¿Qué crees? Mi mamá está enferma”. Agachó la mirada y fingió angustia. “Ten, llévale algo”. La mujer le extendió un billete de 200 pesos. A la siguiente noche, comentó a otra: “No tengo para las medicinas”. “Toma”. Qué fácil es ganar dinero aquí, pensó Mario.

Javier se encargaba del funcionamiento del lugar. Enviaba a Mario y otro ayudante por grandes cantidades de alimentos. Él mismo preparaba los guisados que vendía a 40 pesos a las sexoservidoras. Cada una de ellas entregaba 15 pesos a su llegada y 25 al retirarse. Por relación sexual cobraban entonces 120 y 40 correspondían al cobrador. Hoy, la tarifa apenas se ha elevado a 150 o 200 pesos. Cuando una nueva mujer llegaba, casi todos los días, preguntaba a Javier: “¿Me dejas trabajar?”. “Claro que sí”, respondía, “el horario es de nueve a ocho”.

A Mario le fascinaba el lugar. Con un poco de astucia se conseguía dinero de inmediato. Otro día, llegó una mujer.

—¿Puedo trabajar?—, preguntó a Javier.

—¿Quién es tu padrote?

—No tengo.

—¿Cómo no? Dime la verdad.

—Es de Tenancingo.

“Qué maravilla”, pensó Mario aquella vez. “Qué tipos más afortunados, quiero ser uno de ellos: quiero ser padrote”.

"Qué maravilla", pensó Mario aquella vez. "Qué tipos más afortunados, quiero ser uno de ellos: quiero ser padrote. Foto: Higareda

“Qué maravilla”, pensó Mario aquella vez. “Qué tipos más afortunados, quiero ser uno de ellos: quiero ser padrote. Foto: Noel Higareda

EL LUGAR EXACTO

El hombre corpulento y de gafas tipo policía alza el brazo derecho en señal de “aquí estoy”. Es viernes. Aún restan poco más de dos hora de luz solar cuando Mario dice “hola” con voz relajada. Parece listo para responder las preguntas sobre su exvida criminal, finalizada el 6 de julio de 2003, cuando fue capturado en un operativo tras una denuncia en su contra.

Nos sentamos en una de las bancas del Jardín San Pablo, en el Centro Histórico. Mario usa casquete corto, lleva puesto un pantalón de mezclilla y una playera ceñida que muestra un cuerpo con apariencia de haber sido ejercitado. Destacan sus tatuajes: el escorpión en el cuello, el eslabón con espinas y el cráneo en el brazo derecho. Uno se impone al resto: en algún momento de su vida decidió tatuarse en el antebrazo izquierdo una mujer arrodillada y amordazada.

Salió de prisión en 2015, tras cumplir una condena de más de una década. Acaba de cumplir 38 años y es el mayor de seis hermanos: Enrique, Fredy, Raúl y dos mujeres cuyos nombres prefiere omitir. Nació en la colonia Obrera, en la Ciudad de México: “Recuerdo”, comienza, “los golpes de mi mamá, Esperanza. Nos daba con palos, plancha, cucharas, cuchillos”. Cuando la familia se mudó a San Antonio Abad y Tlalpan, Mario y Enrique se dedicaban a limosnear.

En aquel tiempo, Esperanza entró a trabajar de fichera en un cabaret. Al poco tiempo, comenzó a prostituirse en la zona roja de la Obrera. Semanas después los echaron del cuarto de hotel que alquilaban porque a ella se le olvidó pagar la cuota diaria. Por enésima vez, se mudaron a otro lugar, ahora a Las Virgencitas, en Chimalhuacán, Nezahualcóyotl.

La indiferencia maternal de Esperanza fue en aumento. Se escapaba con algún hombre y regresaba días después. Cuando ella y sus hijos se cambiaron a un departamento más grande en la misma zona, comenzó a invitar a clientes y amigas del trabajo. Las reuniones se extendían hasta el amanecer.

“Aprendimos a robar”, explica Mario. “Mi mamá nos decía: ‘los cambios no se regresan’. Cuando alguno de sus amigos nos enviaba por una botella, nos quedábamos con el sobrante. Si se quedaban dormidos, los basculeábamos. Sacábamos lo que traían en sus carros”, cuenta, con voz pausada, como si no quisiera errar sobre los detalles de aquel momento de su vida. “Éramos muy traviesos: asaltos, golpeábamos a los vecinos. Una bandita tremenda”, recuerda.

Mario ya había cumplido 17 años. Y a esa edad, dice, “además de ratero, era drogadicto”. Uno de esos días de juergas prolongadas, Esperanza invitó a una joven vecina. Esa noche, Mario y la invitada sostuvieron relaciones. Como a ella no la recibieron en su casa, se quedó a vivir con la numerosa familia. Al poco tiempo quedó embarazada. “¡Yo no los voy a mantener, vas a tener que trabajar!”, ordenó Esperanza. A Mario no le quedó de otra que buscar empleo.

Lo contrató de ayudante un comerciante que vendía relojes cerca de metro Taxqueña. Cierto día, el patrón llegó y le exigió una cantidad de dinero que el chalán no había reunido. “Entonces, estás empeñado conmigo”, dijo. “Me pagas con trabajo o te meto a la cárcel”. A la siguiente jornada, Mario duplicó las llaves de la bodega. En la noche regresó al local y robó decenas de relojes.

Como el comerciante sabía quién era el ratero, se dirigió a su casa con una pistola guardada en la chamarra. Tocó la puerta y Mario abrió. “¡Dame mis relojes o te mueres, cabrón!”, gritó, furioso, apuntándolo con el arma. Esperanza lo confrontó: “¡No te tengo miedo, lárgate de aquí!”. “Si no me regresan la mercancía, lo mato”. La mujer sabía que no bromeaba. “Sí te la entrego, pero déjame hablar con él primero”, concilió.

El sujeto esperó a Mario en la calle las siguientes horas. A veces desaparecía y regresaba con acompañantes. Esperanza lo observaba por la ventana. Esa noche, se fue al cabaret y contactó a un viejo amigo taxista, El Relevo. “Necesitamos encontrar un lugar para Mario, en lo que me mudo”, le comentó. “Conozco dónde”, dijo él . Por la mañana, la mujer llegó con la buena noticia: “Encontré el lugar exacto”. Mario escapó por la vecindad de al lado y el taxista lo recogió en una calle cercana.

“YO ERA MÁS ASTUTO”

Ocho meses después de haber llegado a La Merced, Mario abandonó su empleo de limpiacuartos. Él y su hermano Raúl consiguieron trabajo en una fábrica de alimentos. Su sueldo era de 600 pesos semanales y dormían en una camioneta de la empresa. A los pocos meses, recibió la visita de Enrique y su esposa.

—Fuimos de compras a La Merced y nos encontramos al Virgilio—, informó Enrique. Se refería a un sujeto que fue conserje en las cuarterías durante la primera temporada de Mario en aquel barrio. —Dice que si quieres, mañana mismo regresas—.

—¿En serio?—, preguntó Mario, incrédulo.

El mensaje de su hermano sacudió viejos instintos.

“Ya era mayor de edad y me sentía miserable. Me apenaba no tener ropa, zapatos, quería un celular”, recuerda Mario, sentado en la banca del Jardín San Pablo.

Al otro día, al llegar a Limón 7, se percató de que el negocio funcionaba igual.

—Qué onda, mi Mario, ¿quieres trabajar?—, saludó Virgilio, el nuevo encargado. —Son 50 diarios y puedes vivir aquí. ¿Aceptas?

No lo pensó dos veces. “La paga era menor que en la fábrica, sí, pero una vida buena no era suficiente. Además, me gustaba la droga, el activo, y en La Merced vendían en cualquier vecindad. Yo era feliz”, rememora el extratante.

Las buenas noticias continuaron. Al día siguiente de su reincorporación, Doña Coco apareció en las cuarterías.

—¿Quién es este güey?—, preguntó.

—Soy el nuevo empleado.

—¿Qué signo eres?—, preguntó de nuevo la mujer, aficionada a la santería.

—Tauro.

—¿De verdad? Pues de ahora en adelante estarás al frente porque la luna está en Tauro—, ordenó.

En menos de 24 horas, Mario pasó de ser limpiacuartos al encargado de cobrar las entradas de las prostitutas. Ahora ganaba 200 pesos diarios y podía comprar lo que ambicionaba: ropa, zapatos, celulares. “Pero yo era más astuto”, presume en la entrevista. Comenzó a hacer negocios con las sexoservidoras después de que una preguntó si podían trabajar antes de las seis de la mañana. “Sí, pero cuando llegue el Virgilio decimos que acabamos de entrar”, le respondió. Desde ese día, preguntaba a otras mujeres: “¿Quién va a llegar a las seis?”. Quince o más alzaban la mano. Compraba condones a un peso cada uno y se los vendía en 20.

“Ya me llevaba mil diarios”, evoca Mario. Al día, en Limón 7 trabajaban al menos 60 mujeres, y algunas sostenían relaciones hasta 50 veces por jornada. Se le acercaban: “manito, estoy rosada, no aguanto”. Al cobrador le daba igual. Mientras dejaran dinero… Lo único que sabía de ellas es que eran originarias de Guerrero, Veracruz, Chiapas, Puebla, Oaxaca.

Mario afirma durante nuestra charla que las cuarterías operaban con el consentimiento de las autoridades locales. Doña Coco “entregaba varios miles de pesos al comandante en turno en el Ministerio Público”, ubicado en San Ciprián 59, en la Venustiano Carranza. Como La Merced abarca un tramo de la Cuauhtémoc, “funcionarios de ahí también recibían una tajada”, dice, “y los mismos policías nos avisaban si había operativo. Cuando los patrulleros molestaban a los clientes, decíamos que el comandante estaba con nosotros. Cuando clausuraban, podíamos quitar los sellos”.

Al poco tiempo, Mario cortejó a una oaxaqueña de 26 años que le contó cómo había escapado de su padrote. La chica tenía una hija a su cargo. Un par de sonrisas y algún elogio fueron suficientes para que la joven se enamorara de él. Con el fin de mantener contento a su nuevo novio, le entregaba las ganancias del día. “¿A ver, cómo nos fue?”, le preguntaba Mario, con el mismo tono que le aprendió a Javier. Pronto, su sueldo aumentó a 2 mil pesos diarios. Lo invirtió en ropa y drogas.

La oaxaqueña se convirtió en la víctima uno, la primera de decenas.

LAS “NOVIAS”

Mario le regresaba un par de billetes a la oaxaqueña para que cumpliera con sus deberes. Cuando quedó embarazada, el proxeneta cortejó a otra sexoservidora, la misma adolescente que lo recibió el día que llegó a La Merced. Con lo que su novia número dos recaudaba, compraba droga. Después, cuando se volvió una carga, Mario despachó a la primera.

Los problemas en la cuartería comenzaron cuando Virgilio se percató de los negocios secretos de Mario y le exigió una tajada. Las sexoservidoras también le dieron la espalda. Estaban furiosas porque había hecho a un lado a su novia embarazada. Ese mismo día lo acusaron con Doña Coco, quien terminó por echarlo.

Acostumbrado a recibir dinero de varias manos, comenzó a salir con otra joven sexoservidora: Brenda, de 17. Rentaron un departamento y una semana más tarde comenzó a prostituirla. Mario se había vuelto adicto a la cocaína. La situación se volvió insostenible. Ya ni siquiera se molestaba en tirarle una o dos frases bonitas de vez en cuando: se limitaba a abusar de ella, a golpearla. Meses después, la mujer escapó. Mario buscó un reemplazo pero su mala reputación lo precedía. Ninguna trabajadora quería tenerlo cerca. La solución, concluyó entonces, era secuestrar a alguna y padrotearla, aunque fuera a la fuerza.

Luego de algunos días, encontró a su nueva víctima. Aprendió sus horarios y costumbres. Seria y trabajadora, era ideal para convertirse en su nueva novia. Tenía 22 años. Ante la urgencia de una nueva fuente de ingresos, Mario tomó valor y se paró frente a la mujer, a unos pasos de la entrada de las cuarterías. La tomó de la cintura, la levantó sobre su hombro y se echó a correr. La sexoservidora gritó, pataleó, pidió auxilio, pero nadie quería problemas con Mario. Ingresaron a la iglesia Santa Cruz y Soledad, a un par de calles de Limón.

—Ahí la convencí de que trabajara para mí—, cuenta Mario.

—¿Qué le dijiste?

—¿Podríamos omitir eso?

—¿Por qué?

Mario respira hondo. Pasan 10 segundos. Toma aire.

—Con amenazas, le dije que nadie la iba a tratar bien. Estuvimos ahí unas tres horas, hasta que accedió.

Era el año 2000. Una mujer no bastaba y Mario conquistó a otras sexoservidoras. Les regaló flores, las invitó a cenar. Las aduló hasta ganárselas y las convenció de trabajar para él.

El negocio familiar nació poco tiempo después, cuando una jovencita llamada Lourdes se enamoró de Fredy, el hermano menor de Mario. Eran vecinos del mismo barrio y Mario, atento, le propuso trabajar en La Merced.

—Así convences a Fredy de andar contigo. Se pondrá feliz cuando vea que ganas mucho dinero.

Lourdes se negó pero el mismo Mario no esperaba una respuesta positiva. Tenía un plan b. Como a Fredy no le gustaba Lourdes, le dijo: “tú júntate con ella, yo hago el resto”. Ella aceptó de inmediato la propuesta de vivir con Fredy y se mudaron a casa de Mario. Días después, el padrote insistió de nuevo pero la joven volvió a rehusarse. Mario ordenó a su hermano marcharse a casa de su mamá. Luego le contó a Lourdes que la policía se había llevado a Fredy al reclusorio. “Pero es menor de edad”, respondió ella. “Sí, pero el delito es grave”. Era una joven ingenua, dice Mario. “¿Qué hacemos?”, preguntó la muchacha, preocupada. “Piden 20 mil pesos para sacarlo”. Y entonces le recordó su propuesta de trabajo. Aunque se resistió al principio, un par de horas después aceptó.

Los primeros días, entregaba 200 pesos. Quería ver a Fredy. “No hemos juntado el dinero”, le decía Mario. Convencida de que su novio estaba en prisión, la joven se esmeró. Dos meses después reunía mil 500 pesos diarios. Mario sobornó a personas del reclusorio Oriente para fingir una visita. “En aquel entonces no era difícil hacer eso. Todo se trataba de dinero”. Fredy fue citado en el lugar. Abrazó fuerte a Lourdes. “Sé que estás trabajando por mí, te amo”. Ella sonrió, feliz. “Pero falta más dinero”. Mario agregó: “tienes que trabajar con más ganas para regresarlo a vivir con nosotros”.

Fredy volvió a la casa días después y pidió a Lourdes continuar con su trabajo en La Merced. En ocasiones, la joven juntaba hasta 5 mil pesos en un día. Fastidiada, anunció a Mario: “Ya no quiero trabajar”. “¿¡Cómo que no quieres!?”, respondió él, burlón, “ahora es a fuerza”.

Tiempo después, Lourdes informó a Mario que una muchacha quería trabajar en La Merced. Se llamaba Teresa, tenía problemas en su casa. “Ya eran dos empleadas y un empleado, mi hermano. Después contraté a un chofer para que las llevara al trabajo y las trajera de regreso a mi casa. Vivíamos en Neza”, cuenta Mario. Un par de semanas después, Lourdes lo contactó con otra adolescente. El padrote propuso a Raúl, su otro hermano, convertirse en novio de la nueva. Al poco tiempo, una más se unió al grupo y Mario se ocupó de ella. “Todos me rendían cuentas a mí”, dice. “Y yo repartía sueldos. Al día recibía unos 10 mil pesos”.

Nada era suficiente. Mario enamoraba y padroteaba a otras muchachas cuando tenía oportunidad. “No es necesario ser guapo”, indica, al exponer la forma en que operaba, “sólo debes hablar rápido, ser cariñoso, amable, darles una rosa, decir cosas bonitas: ‘hola, mi vida’. Si otros padrotes les exigían una tarifa y las golpeaban, yo hacía lo contario: las invitaba a comer y a bailar. De todas formas, ellas pagaban”. Instruía a sus hermanos: debían permanecer alegres, sonreír a las jóvenes. “Preferían estar con nosotros, era mejor que ir con algún golpeador”, afirma.

Enrique también se incorporó a la banda. Pasaba por las mujeres en la mañana y las llevaba a La Merced. En la tarde paseaba con su esposa y en la noche las recogía. Otro empleado se encargaba de vigilarlas durante el día. La farsa entre Lourdes y Fredy continuaba. Ella, dice Mario, aprendió, como él, a ser astuta, con tal de complacer a su hermano. Cuando pasaban los clientes, les arrebataba alguna pertenencia: “Te la regreso hasta que pases”, condicionaba. Teresa también contribuyó al negocio. Anunció que dos jóvenes de su pueblo —en Actopan, Hidalgo— querían trabajar en La Merced, hartas de la pobreza y los problemas familiares.

Mario, feliz, se compró un automóvil y comenzó a salir con Laura, una funcionaria del Seguro Social que estaba al tanto de sus negocios y vivía en la colonia Morelos. Después de las nueve de la noche, empleados y sexoservidoras pasaban a recogerlo a casa de su nueva mujer y frente a ella le entregaban los fajos de billetes. Cuando Mario se despedía, Laura reclamaba:

—¿Ya te vas a coger con ellas?

—De ahí tragas, ¿no? No te quejes.

¿10 SON SUFICIENTES?

Cuando estaban por dar vuelta en la calle Manzanares, notaron que una camioneta obstruía el camino. Había una buena cantidad de policías en la calle. “No pasa nada”, dijo en voz baja Mario, confiado. No sería la primera vez que la librara. Raúl hizo un gesto extraño, Mario volteó a verlo y, un segundo después, una voz potente ordenó: “apaga el carro, policía judicial”. Estaban rodeados. Era el 6 de julio de 2003.

Meses antes, Mario había llevado su negocio a la cima. La banda de hermanos disponía en todo momento de al menos cinco o seis mujeres. Se encargaba de conseguir identificaciones falsas para las menores de edad y su territorio se había expandido a las calles Manzanares, Limón, San Pablo, el callejón de Zavala y la avenida Circunvalación. Cada víctima era explotada un año o más, “en lo que abrían los ojos”, dice el extratante. “Si se iba Fulanita, llegaba Zutanita”. No había inconvenientes. Si algún policía cuestionaba, bastaba entregarle un par de billetes para que no molestara.

Un martes, cuatro días antes de su captura, Mario recibió una llamada de Raúl: “oye, carnal, me gusta una chava y quiero llevarla a la casa, después la podemos prostituir”. Mario aceptó de inmediato.

Esa misma noche, Raúl y Brenda, de 16 años, durmieron juntos. La familia vivía ahora en la Morelos, en una casa de un piso. El jueves por la mañana, Brenda, curiosa, preguntó: “¿Quién metió a trabajar a las chavas”. Mario, molesto, la reprendió: “Niña, no preguntes, no te interesa”. Volteó a ver su hermano y le dijo: “No la quiero ver aquí, llévatela”.

En la noche, Raúl informó que Brenda había regresado a su casa. “Está bien, vayan por las chicas”, ordenó Mario. Un par de horas después, sus hermanos regresaron con malas noticias: “carnal, va a haber bronca, la mamá de Brenda pasó a nuestro lado y nos escupió”. La mujer limpiaba cuarterías en La Merced y su compadre era comandante en el MP de San Ciprián, ahí en La Merced. Para justificar sus días de ausencia en casa, Brenda afirmó que Mario la secuestró y violó. También lo acusó de prostituir a mujeres.

Luego de su detención, los judiciales llevaron a Mario a San Ciprián y lo torturaron para que confesara a cuántas jóvenes padroteaba. “¡Soy comerciante!”, afirmó él una y otra vez. “¿Quieres hablar o le pregunto a tu mamá?”. Cuando el policía realizó la pregunta, Mario vio llegar a Esperanza y a sus hermanos, esposados. Al llegar a buscarlo a la delegación, Brenda los acusó de ser cómplices.

Esperanza se percató de las actividades de sus hijos tiempo atrás. Ya retirada de la prostitución, se había mudado también a la Morelos, a un departamento cercano. Después de entregar a Mario las ganancias del día, las sexoservidoras cenaban los alimentos que Esperanza preparaba. “¿Cómo está, suegra?”, la saludaban. “Échenle muchas ganas, hijas”, les aconsejaba.

“Yo ya era un cocainómano, quería más y más dinero. Si mis hermanas hubieran crecido a mi lado, imagino que las habría prostituido”, indica Mario. Cuando se efectuó el operativo, ellas tenían 12 y 14 años y fueron albergadas en un DIF.

Los hermanos fueron trasladados al reclusorio Oriente. A Mario lo acusaron de seis delitos: violación, secuestro, intento de corrupción de menores, corrupción de menores, asociación delictuosa y lenocinio. Una prueba de polígrafo determinó que Brenda no decía la verdad por completo. A Mario le restaron los primeros tres delitos.

Las autoridades encontraron sólo a dos de las chicas padroteadas, ambas menores de edad. Mario había utilizado la misma fórmula con ellas: primero las sedujo y después las convenció. En el interrogatorio, una declaró: “nadie me padrotea, Mario es mi esposo”. Al confrontarlas, descubrieron que prostituía a ambas y denunciaron.

La sentencia por lenocinio fue de año y medio. A esa cifra se agregaron las condenas por los dos delitos restantes. El 31 de diciembre de 2003 el fallo para los tres hermanos y su mamá fue de 18 años 10 meses y 15 días. El delito de corrupción de menores procedió porque Mario convenció a Fredy, adolescente entonces, de prostituir a la joven con la que vivía, menor también. La muchacha confesó: “mi esposo es mi padrote, pero Mario me metió en esto”. Fredy admitió que su hermano mayor lo introdujo al negocio y recibió una condena de tres años y medios en un tutelar de menores. Al salir, se alejó de su familia.

En la banca del Jardín San Pablo, el exdelincuente guarda silencio durante varios segundos.

—¿Cuántas chicas fueron en total?

—Si te dijeron que fueron arriba de diez, ¿sería suficiente?

—¿Diez?

—Fueron muchas, no sé el número. No a todas enamoraba—, dice Mario y cambia el tema—, a veces las amenazaba, otras las convencía.

—¿La mayoría eran menores de edad?

—Menores y mayores. Las menores son más vulnerables. No escogíamos, aprovechábamos cualquier oportunidad. Si le gustábamos a una, bastaba. Mi negocio comenzó más o menos en el 2000. Fueron casi cuatro años.

—Sí fueron decenas de mujeres, ¿no?

Mario asienta y baja la cabeza.

A Mario lo acusaron de seis delitos: violación, secuestro, intento de corrupción de menores, corrupción de menores, asociación delictuosa y lenocinio. Foto: Higareda

A Mario lo acusaron de seis delitos: violación, secuestro, intento de corrupción de menores, corrupción de menores, asociación delictuosa y lenocinio. Foto: Higareda

MEJOR ME QUEDO CALLADO

Alguien le dijo una vez: “nunca te enamores de una prostituta”. Y él siguió el consejo. “Procuré nunca encariñarme. Si una se iba, me sentía un poco triste y se me pasaba cuando llegaba otra. Pero el malestar era por el dinero que representaba, más bien”.

Los remordimientos por sus actividades de entonces, jura, eran una constante, pues, además de explotarlas sexualmente, Mario violaba y golpeaba a sus víctimas cuando se rehusaban a tener relaciones sexuales con él. Pero al recibir los miles de pesos en las noches, se olvidaba de todo. “El perdón no soluciona nada. El perdón es para mí. Pude saldar cuentas conmigo. Ante la sociedad pagué, no le debo a nadie”, indica, con la misma voz relajada del principio. Sabe que si otras mujeres lo hubieran denunciado, la condena habría sido mucho mayor. “La trata de personas no se consideraba. Hoy, las sentencias son enormes”, explica, con cierto tono de alivio.

Mario alegó tortura y apeló el veredicto. Las modificaciones a la ley de corrupción de menores disminuyeron el fallo. El delito de trata de blancas se derogó y cambió a trata de personas. Como fueron sentenciados por el primero, la condena final fue de 11 años 11 meses. Los cuatro salieron del reclusorio casi al mismo tiempo, hace un año.

Casi tres horas después de nuestro encuentro, los faroles del Jardín San Pablo se encienden. Algunas personas charlan a nuestro alrededor. “El 80 por ciento de las mujeres de La Merced son víctimas de trata”, afirma Mario, quien hoy imparte conferencias en las que explica en qué consiste el delito.

—¿Conociste a muchos tratantes en ese momento?

—Muchos. Podías hacer negocio si tenías los contactos, las agallas y el dinero para sobornar.

—¿Cuál era la edad de las mujeres más jóvenes que prostituiste?

—16 años.

—En La Merced, ¿hay niñas de 12, 13 años?

—No, ese es otro tipo de mercado y se consigue en otro lado.

—¿En dónde?

—En esta época, en las redes sociales, niños desde dos hasta 12, 13 años. En aquel entonces, necesitabas conocer al amigo del amigo del amigo. Si alguien preguntaba: “¿dónde consigo a una niñita?”, era enviado a lugares específicos. Uno era Garibaldi. Era preciso preguntar, ser muy astuto.

—¿Cómo funciona en las redes sociales?

—Mejor me quedo callado, eso no lo puedo decir.

—¿Por qué?

—Porque no me involucré y ya no me dedico a la trata. Lo sé porque en la cárcel aprendes mil cosas. Mira, ahora me siento en paz, leo la Biblia. Lo que debo hacer es no regresar.

—¿En algún momento pensaste en volver a lo mismo?

Mario calla. Segundos después cuenta que, al salir de la cárcel, se encontró con un viejo conocido, un extratante, quien le ofreció reanudar el negocio en Veracruz. Él se negó. “¿Qué, ya no te dedicas a esto?”, preguntó el sujeto, asombrado. Para no abundar en el tema, Mario respondió: “ahorita estoy descansando”.

—¿No hay ninguna tentación?—, insisto.

—Cuando salí de la cárcel no tenía trabajo ni dinero para comer. Y no lo hice. Está sepultado.

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PGJE de Coahuila investiga anuncio en Facebook que ofrecía servicios sexuales de una niña

lunes, abril 25th, 2016

En el anuncio aparece el ofertante de nombre José Hernández y un número de contacto con la lada de Coahuila, además de un mensaje en el que se pide 10 mil pesos por los servicios sexuales de la niña.

En el anuncio aparece el ofertante de nombre José Hernández y un número de contacto con la lada de Coahuila. Foto: Vanguardia

En el anuncio aparece el ofertante de nombre José Hernández y un número de contacto con la lada de Coahuila. Foto: Vanguardia

Ciudad de México, 25 abril (SinEmbargo/Vanguardia).- Un anuncio en Anumex Saltillo fue denunciado en redes sociales ya ofrece a una niña para “una noche de placer”.

En el anuncio aparece el ofertante de nombre José Hernández y un número de contacto con la lada de Coahuila, además de un mensaje en el que se pide 10 mil pesos por los servicios sexuales de la niña.

“Vendo esta muñequita para una noche de plaser servisio conpleto (sic)  $$10 000 dies mil pesos para mayores informes llamenmen al número 8443483520 (sic)”, se lee en la publicación.

Mediante un comunicado, la Procuraduría General de Justicia de Coahuila informó que abrió una carpeta de investigación, derivada de un anuncio publicado en redes sociales.

Detalló que personal de la Subprocuraduría de Desaparecidos y de la Procuraduría de los Niños, Niñas y Familia realizan las indagatorias correspondientes para dar con él o los responsables de la publicación.

Mientras que elementos adscritos a la PRONNIF trabajan para ubicar a la menor de la imagen, “efecto de garantizar su integridad”,.

Finalmente invitó a la población a denunciar  a los teléfonos 066 y 089.

Monjas se infiltran como prostitutas para salvar víctimas de trata

domingo, diciembre 6th, 2015

Una red de monjas abandono sus hábitos par salir a las calles e infiltrarse en burdeles como prostitutas para liberar a mujeres que son víctimas de trata de blancas y esclavitud, así informó Fox News.

Un grupo de monjas se hace pasar por prostitutas. Foto: EFE

Un grupo de monjas se hace pasar por prostitutas. Foto: EFE

Ciudad de México, 6 de diciembre (SinEmbargo).- Una red de monjas abandono sus hábitos par salir a las calles e infiltrarse en burdeles como prostitutas para liberar a mujeres que son víctimas de trata de blancas y esclavitud, así informó Fox News.

El grupo conocido como Talitha Kum se encuentra conformado por mil 100 religiosas, distribuidas en al menos 80 países, con el fin de extender su ayuda a la mayor cantidad de mujeres posible. El fundador del grupo es John Studzinski, un banquero, inversionista y filántropo.

Según informa la cadena de noticias, Studzinski busca ampliar el alcance de la agrupación a 140 países, pues en los lugares que ya se encuentran han logrado grandes casos de éxito rescatando a mujeres.

“Estas hermanas no confían en nadie”, afirmó el banquero para Fox News. “No confían en los gobiernos, no confían en las empresas, y no confían en la policía local. En algunos casos no pueden confiar ni en el clero masculino”, dijo en un discurso el 18 de noviembre.

Debido a la perdida de fe en los gobiernos, las monjas han decidido formar ese grupo sin que nadie sepa su verdadera identidad. En el entorno en el que se mueven estas mujeres, pueden acoger a las mujeres que sufren casos graves de esclavitud y misoginia, insistió el fundador.

Según la Organización Internacional del Trabajo, casi 21 millones de personas son víctimas de trabajos forzados o esclavitud. De esa cifra, 11.4 millones son mujeres y niñas. Casi 19 millones de víctimas son explotadas por particulares o empresas privadas; de aquellos explotados por particulares o empresas, 4.5 millones son víctimas de la explotación sexual forzada, según la OIT.

Un grupo de monjas se hace pasar por prostitutas. Foto: EFE

Un grupo de monjas se hace pasar por prostitutas. Foto: EFE

“La trata de personas es la esclavitud moderna y es un fenómeno mundial,” dijo a Fox News Robyn Pastor, portavoz de Amnistía Internacional. En ese sentido, Studzinski citó varios casos graves de explotación sexual, entre los que destaca el caso de una mujer que fue obligada a sostener relaciones sexuales con diez hombres al mismo tiempo.

“Las víctimas son objeto de trata en una serie de trabajos peligrosos incluyendo el trabajo agrícola, talleres clandestinos, el servicio doméstico y la prostitución forzada. Además están sometidos a abusos sexuales y otras formas de violencia”, dijo Robyn Pastor. “La trata es un abuso fundamental de los derechos humanos e incluye el abuso de los derechos a la integridad física, la vida, la libertad, la seguridad personal y la dignidad”.

Se puede o no estar de acuerdo con las medidas tomadas por parte de este grupo, pero lo que no deja de ser una realidad es que la trata de blancas y la esclavitud son una realidad lacerante que se vive en todos los rincones del mundo hoy en día.

Pocas son las mujeres que logran escapar de las mafias que las explotan, muchas menos son las que se atreven a alzar la voz. Millones de personas mueren privadas de su libertad. La misma cantidad de familias padecen año tras año sin saber la procedencia de su familiar. Cuando ninguna ley o medida de seguridad es suficiente para garantizar la erradicación del horror, lo que se gesta en la comunidad es el enojo.

En algunos casos dicha efervescencia resulta en violencia; en el caso de este grupo de monjas, hizo que se volvieran prostitutas.

 

Mexicano se declara culpable de encabezar red de trata de blancas en corte de EU

martes, octubre 13th, 2015

La jueza federal Vanessa Gilmore aceptó la declaración de culpabilidad y señaló que se dictará sentencia el 16 de enero de 2016. Salazar podría enfrentar una condena de hasta 10 años de cárcel por cada cargo.

Mexicano se declara culpable de trata de blancas. Foto: Cuartoscuro

Mexicano se declara culpable de trata de blancas. Foto: Cuartoscuro

Dallas, 13 Oct (Notimex).- Un mexicano que fue extraditado a Estados Unidos acusado de encabezar una red de trata de blancas se declaró hoy culpable en una corte federal de Houston de trasladar a jóvenes desde México para obligarlas a prostituirse en este país.

La Oficina del Procurador Federal para el Sureste de Texas informó en un comunicado que Gerardo Salazar, alias “El Gallo”, se declaró culpable este martes de cuatro cargos de albergar a extranjeras indocumentadas para efectos de prostitución.

La dependencia precisó que Salazar, de 51 años y originario de la Ciudad de México, admitió haber traído a Estados Unidos a menores de edad y mujeres jóvenes mediante engaños, amenazas, fuerza física y coacción psicológica, para obligarlas a prostituirse en bares de la zona metropolitana de Houston.

La jueza federal Vanessa Gilmore aceptó la declaración de culpabilidad y señaló que se dictará sentencia el 16 de enero de 2016. Salazar podría enfrentar una condena de hasta 10 años de cárcel por cada cargo, así como una posible multa de 250 mil dólares.

En septiembre de 2005, autoridades federales acusaron a Salazar y a los también mexicanos Salvador Fernando Molina García, Ángel Moreno Salazar, José Luis Moreno Salazar, Juan Carlos e Iván Salazar, de “conspirar juntos para reclutar, atraer, albergar, transportar, proveer y obtener jovencitas mexicanas”.

Gerardo Salazar, identificado como el líder de la banda, fue arrestado en México en 2010 y extraditado a Estados Unidos en junio de 2014.

Sus cómplices fueron detenidos en Houston y en sus respectivas declaraciones de culpabilidad, en 2006, admitieron ser parte de una organización que operó de principios de 2004 hasta el verano de 2005.

Señalaron que el objetivo de la banda era reclutar, convencer, albergar, transportar, proveer y obtener a jóvenes mexicanas con fines de prostitución.

Los acusados admitieron que se beneficiaron económicamente de su participación en la empresa sabiendo que la fuerza, el fraude y la coacción se utilizarían para hacer que las mujeres se prostituyeran.

Los inculpados también reconocieron que algunas de las mujeres eran menores de 18 años.