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¿Transporte público ineficiente, feo? Pues sí: le dan 4% de fondos federales y 81% es para autos

miércoles, febrero 28th, 2018

El 81 por ciento de los fondos federales destinados al transporte se invierte en la infraestructura para el automóvil, mientras que sólo el 4 por ciento va para el transporte público a pesar de que es empleado por la mayoría de los mexicanos, señaló la organización El Poder del Consumidor.

El grupo civil urgió a los gobiernos a implementar mejoras en el transporte público y desincentivar el uso del coche, que acapara el 36 por ciento de los viajes realizados en las ciudades mexicanas.

Ciudad de México, 28 de febrero (SinEmbargo).- El desarrollo de transporte público eficiente y sustentable es el camino para enfrentar el cambio climático, aseguró la organización El Poder del Consumidor (EPC).

En conferencia de prensa, el ingeniero Víctor Alvarado, coordinador de Transporte de El Poder del Consumidor, recordó que México ocupa el lugar catorce entre los países que generan mayores volúmenes de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a causa de la quema de combustibles fósiles.

La organización civil realizó el documento “Enfrentando el cambio climático mediante una movilidad eficiente y sustentable”, que funge como guía para afrontar de mejor manera el problema en el país.

Alvarado señaló que las ciudades mexicanas “están pensadas para el automóvil”, ya que el 81 por ciento de los fondos federales destinados al transporte se invierten en la infraestructura para el automóvil, mientras sólo se dirige el 4 por ciento al transporte masivo.

“Esto demuestra que las ciudades se hacen pensadas para los autos. La política pública de movilidad y transporte en México ha sido orientada en beneficio del automóvil”, dijo.

Lo anterior a pesar de que el 36 por ciento de los viajes realizados en las ciudades mexicanas se hace en automóvil, mientras que en el 60 por ciento se utiliza algún tipo de transporte público, indicó.

Transporte público de la Ciudad de México. Foto: Armando Monroy, Cuartoscuro

El especialista en materia lamentó que a pesar de que la nación ha suscrito varios compromisos internacionales para alcanzar la meta de reducción de emisiones contaminantes y con ello combatir el cambio climático, en la práctica, no ha actuado para cumplirlos cabalmente.

“México ha suscrito diversos compromisos internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sin embargo, […] son sólo letras firmadas, letras muertas”, recriminó.

En el país, agregó, en 12 años se vieron afectadas 2.5 millones de personas por los gases de efecto invernadero, situación que generó costos de 338 mil millones de pesos.

“El principal sector culpable de la grandes concentraciones de gases de efecto invernadero es el de autotransporte, es decir el 23 por ciento de las emisiones totales son generadas por el sector”, alertó.

Entre los principales problemas que genera el excesivo uso del auto, enlistó el tránsito vehicular, el abandono del transporte público, la generación de emisiones y un elevado consumo de combustibles fósiles.

“Hemos olvidado otras opciones de movilidad más amigables y se debe a las políticas […] El transporte público ha logrado reducir en gran medida la generación de gases de efecto invernadero y trae beneficios al medio ambiente”, insistió.

Sistemas como Metrobús y Ecobici de la Ciudad de México, Tuzobús de Pachuca y Mexibús del Estado de México son opciones que pueden ayudar a mitigar el problema, afirmó.

En su oportunidad, el ingeniero Alejandro Villegas, director de Coordinación y Vinculación Institucional en la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), coincidió con Alvarado en el sentido de implementar mejoras en el transporte público para así lograr que los automovilistas decidan abandonar el coche y optar por su uso.

“Es necesario fomentar transporte público integral”, apuntaló.

Ante la situación afirmó que desde la CAMe se está promoviendo una transición hacia los vehículos eléctricos en el transporte público.

“Estamos convencidos de que es el paso que se debe seguir”, comentó.

En el tema de la contaminación, el funcionario dijo que con el cambio climático durante la temporada los días se vuelven más secos, hay menos lluvia y se dan periodos largos en los que se estancan los contaminantes.

Por ello, advirtió que en la temporada vecina podrían presentarse al menos 10 periodos que obligarían a decretar contingencia ambiental en el Valle de México.

Finalmente, a nombre de EPC, Alvarado hizo un llamado a las autoridades responsables a tomar acciones precisas para hacerle frente al cambio climático desde la movilidad y el transporte que logre:

•Reducir las emisiones de GEI y mejorar la calidad de aire mediante un transporte sustentable, integra
do y de calidad. Esto se logra, por un lado, dando continuidad con la renovación de flota de transporte público con un esquema profesionalizado y con tecnologías más amigables al medio ambiente. Y por el otro, garantizando infraestructura para la movilidad no motorizada con la ejecución de espacios para caminar y andar en bicicleta. En ambos casos se debe planear y contar con un sustento técnico para su implementación para brindar seguridad a las personas y para articular con otras opciones de movilidad.

•Una asignación de recursos de inversión federal por encima de los destinados a infraestructura vehicular, con prioridad a los a sistemas de transporte sustentable. Como transporte masivo y semi-masivo (metro, sistemas eléctricos, autobuses de transito rápido, autobuses de servicio rápido y transporte público concesionado con esquema empresarial).

•La promoción del uso de transporte público y los desplazamientos a pie y las infraestructuras para bicicletas.

•La creación de financiamiento a regiones con poblaciones menores a 500 mil habitantes destinado a la implementación de sistemas de transporte sustentables y movilidad no motorizada.

•Reducir el uso del automóvil mediante la eliminación del subsidio a la gasolina; regulación en la política de apertura comercial que facilita el ingreso de vehículos usados; seguro de daños a terceros obligatorio; cargos por congestión; implementación de parquímetros con un estudio técnico; impuesto por la generación de emisiones.

•Redirigir recursos obtenidos por cargos al uso del automóvil para el financiamiento de transporte público eficiente e infraestructura para movilidad no motorizada.

•Incentivar y crear programas de conversión mediante programas de chatarrización para la adquisición de vehículos alternativos como eléctricos e híbridos.

Las autoridades en México erigen ciudades para los autos y no para las personas: grupos civiles

jueves, septiembre 15th, 2016

En el Valle de México, el 26 por ciento de los fondos federales en 2014 se invirtió en infraestructura vial, mientras que sólo el 8 por ciento se destinó al transporte público, el 32 por ciento a pavimentación y el mismo porcentaje asignado para la movilidad no motorizada [banquetas, calles con prioridad peatonal, ciclovías, ciclocarriles, entre otras obras].

Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).– Especialistas en movilidad urbana y grupos civiles alertaron que las autoridades en México destinan 4 de cada 5 pesos de la inversión federal para movilidad a la infraestructura orientada a los automóviles particulares, lo que resulta en que el transporte público sea insuficiente, pese a que atiende a diario el 80 por ciento de los viajes.

Víctor Alvarado, investigador en movilidad de la organización El Poder del Consumidor (EPC), aseguró que a nivel nacional el 80 por ciento del presupuesto se destina a obras públicas que promueven el uso del automóvil; en contraste, el porcentaje designado al transporte público llega apenas al 20.

“Desde hace 30 años se han venido construyendo ciudades para automóviles y no para personas. Ahora la gente se preocupa más por tener un espacio dónde guardar su auto, que por tener una recámara para un integrante de la familia, y esto se debe a las políticas públicas que han implementado nuestros gobernantes”, expuso.

Para muestra un botón: la reciente investigación “Inversión en infraestructura destinada al uso del automóvil particular vs. Inversión en transporte público y movilidad no motorizada”, de EPC, señala que en 1950, el parque vehicular no superaba los 2 millones, en 2008 ya se encontraba por arriba de los 5 millones, razón por la que estimó que en 2020 estará en 7.5 millones, y para 2030, alrededor de 10 millones de autos circularán en la Ciudad de México.

GRAFICO-VEHICULAR

De acuerdo con EPC, el parque vehicular en 1990 no superaba los 2 millones, en 2008 ya se encontraba por arriba de los 5 millones, razón por la que estimó que en 2020 estará en 7.5 millones, y para 2030, alrededor de 10 millones de autos circularán en la CdMx. Gráfica: SinEmbargo

“En la Ciudad de México observamos una política pública que invierte en vialidades privilegiando al auto por encima del transporte público. De esta forma, por cada 2 kilómetros de autopista urbana construida podría construirse una línea de Metrobús”, menciona el análisis.

La consecuencia de no apostar por un transporte púbico suficiente, cómodo y seguro, dijo, se traduce en “caos” en las ciudades, por lo que los habitantes se ven en la necesidad de destinar hasta tres horas para trasladarse a sus empleos o escuelas. “Realmente el tiempo que uno le invierte es bastante, o sea, se desperdician horas hombre que se pueden dedicar a la convivencia familiar o actividades recreativas”, comentó.

Al respecto, Bernardo Baranda, director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), aseguró que el transporte público en el país sigue siendo insuficiente en cuanto a calidad, pese a que atiende 80 por ciento de la demanda de viajes diarios, mientras, los autos particulares, cubren apenas el 16 por ciento.

“Las autoridades deberían destinar mayores recursos [al transporte público] porque no tiene ni de chiste la calidad que queremos, se debe aspirar a darle un mejor servicio a quienes lo usan, pero, sobre todo, evitar que la gente, apenas pueda, compre un coche para dejar de usar el transporte público”, acusó.

Baranda citó a Enrique Peñalosa, Alcalde Mayor de Bogotá, Colombia, y dijo que una ciudad modelo “no es aquella en donde el pobre aspira a tener un auto, sino, el que puede tener un auto y prefiere usar el transporte público [por su calidad]”.

Aunque reconoció que en la capital del país, la “amplia” red del Metro y el crecimiento del sistema Metrobús atienden parte de la demanda para dicho sector, lo hace tan sólo en algunos tramos, cuando debería garantizarse para todo el trayecto. “Para ello se necesita mayor inversión [en transporte público], en lugar de estar construyendo segundos pisos como está haciendo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT)”, consideró.

El especialista criticó que en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), especialmente en el Estado de México, gobernado por Eruviel Ávila Villegas, el transporte público “es inaceptable”. “Un error [del Gobierno] es no darle mayor prioridad a la integración y una visión mayormente metropolitana a largo plazo”, urgió.

En el Valle de México, el 26 por ciento de los fondos federales en 2014 se invirtió en infraestructura vial. Foto: Cuartoscuro

En el Valle de México, el 26 por ciento de los fondos federales en 2014 se invirtió en infraestructura vial. Foto: Cuartoscuro

La solución, de acuerdo con Baranda, radica en implementar una agencia metropolitana de movilidad; contar con el seguimiento de un plan maestro; participación más activa del Gobierno federal en la materia; y hacer efectivas las promesas de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) sobre la inversión de 11 millones de pesos en la mejora del sector.

“Que todo eso se vuelva una realidad y no se quede únicamente en el discurso”, exigió.

El estudio de EPC, mencionado anteriormente, señala que el Programa Federal de Impulso a la Movilidad Urbana (PIMU), ha destinado gran parte de los recursos federales en proyectos de movilidad, entre ellos, a obras de ampliación y mantenimiento de infraestructura vial en las zonas metropolitanas del Valle de México, Puebla, Guadalajara y Monterrey en los años 2011, 2012, 2013 y 2014.

En contraste, acusa, “las inversiones con alto valor social, como sistemas de transporte masivo o proyectos de movilidad no-motorizada, observan una disminución gradual con respecto a los montos asignados desde el Presupuesto de Egresos de la Federación”.

Según estimaciones del ITDP, de no modificar dicha tendencia en el gasto, cerca de 90 por ciento de los recursos para transporte y movilidad terminarán en obras de ampliación y mantenimiento de la infraestructura vial, lo que se traduce en alrededor de 48 mil 123 millones de pesos, y sólo 6 por ciento a proyectos de transporte público, o sea, sólo 3 mil 396 millones de pesos; 5 por ciento a obras de infraestructura peatonal (2 mil 545 millones) y menos de 1 por ciento en obras para ciclistas (189 millones).

“Estamos hablando de una distribución de recursos en donde de cada 5 pesos de inversión federal en movilidad, 4 pesos se destinan a infraestructura orientada al automóvil particular, a pesar de que sólo uno de cada cuatro viajes urbanos se hace en automóvil privado”, explican en el análisis.

Asimismo, el instituto reveló que en el Valle de México, el 26 por ciento de los fondos federales en 2014 se invirtió en infraestructura vial, mientras sólo el 8 por ciento se destinó al transporte público, el 32 por ciento a pavimentación, mismo porcentaje asignado para la movilidad no motorizada (banquetas, calles con prioridad peatonal, ciclovías, ciclocarriles, entre otras obras).

En el mismo año, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, el 64 por ciento del presupuesto cayó en manos de la infraestructura vial, nada fue destinado al transporte público, el 19 por ciento a pavimentación y el 15 por ciento a la movilidad no motorizada. En la ciudad de Monterrey, el panorama para el sector es más alentador: el 49 por ciento se destinó al transporte público, el 26 por ciento a infraestructura vial, el 19 por ciento a pavimentación y el 5 por ciento a movilidad no motorizada.

Finalmente, el análisis da cuenta de que en la Zona Metropolitana de Puebla y Tlaxcala, el 77 por ciento de los recursos se designaron a la infraestructura vial, únicamente el 3 por ciento al transporte público, 16 por ciento a pavimentación y 1 por ciento a movilidad no motorizada.