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Plazas de médico llevan años abiertas y no las quieren, dice AP con datos oficiales

miércoles, mayo 18th, 2022

Muchos profesionales de la salud de México no quieren ir a determinados lugares por miedo a la violencia o por lo alejado e inhóspito de algunas comunidades, como el propio Secretario de Salud, Jorge Alcocer, reconoció esta semana.

CIUDAD DE MÉXICO, 18 de mayo (AP). — México necesita médicos, pero no hay acuerdo sobre cómo cubrir ese faltante.

La solución ofrecida por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue firmar un convenio con Cuba para que lleguen al país en torno a medio millar de especialistas de la isla, pero los colegios de médicos mexicanos consideraron tal acuerdo un agravio hacia ellos y denunciaron que hay muchos nacionales desempleados o con empleos temporales, con salarios muy bajos o en zonas de inseguridad extrema.

La realidad es que muchos profesionales de la salud de México no quieren ir a determinados lugares por miedo a la violencia -en ocasiones han muerto en medio de balaceras o han sido extorsionados o intimidados por criminales- o por lo alejado e inhóspito de algunas comunidades, como el propio Secretario de Salud, Jorge Alcocer, reconoció esta semana.

La realidad es que muchos profesionales de la salud de México no quieren ir a determinados lugares por miedo a la violencia. Foto: Cuartoscuro.

Los médicos cubanos son parte de la política exterior del gobierno de La Habana y, por tanto, su contratación tiene fuertes connotaciones de apoyo a la isla.

En cualquiera de los casos, el resultado es que muchas plazas en México han estado descubiertas durante años, según datos oficiales.

Por eso el mandatario anunció el miércoles que se volverá abrir la convocatoria para contratar a nacionales en aquellas zonas del país donde hacen falta y “con el compromiso de contratación de inmediato”. Además aseguró que se les pagaría con ”los mejores sueldos”

Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el segundo trimestre de 2021 México tenía 2 mil 400 médicos activos por cada 100 mil habitantes, más de la media latinoamericana pero menos de los 3 mil 500 que como promedio tienen los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En cualquiera de los casos, el resultado es que muchas plazas en México han estado descubiertas durante años, según datos oficiales. Foto: Cuartoscuro.

Sus salarios mensuales, según la misma encuesta, oscilaban entre los 870 dólares como media para los médicos generales, 1.000 para los especialistas y casi mil 400 para los de especialización máxima.

Desde hace décadas y como en otros países latinoamericanos, los servicios sanitarios llegan a las comunidades más apartadas mediante solo un número determinado de días, en caravanas que hacen recorridos periódicos y suelen dejar medicamentos para la población.

El gobierno ha dicho que la principal carencia es de especialistas donde, según las cifras del secretario de Salud, ahora hay 107 por cada 100 mil personas cuando la recomendación internacional es de 230, más del doble. Antes de la pandemia México tenía 119 pero la paralización de actividades por el coronavirus redujo el número de graduados, explicó Alcocer.

En 2020, precisamente por la crisis generada por la pandemia, Cuba envió a México a 585 médicos de apoyo. Ahora el convenio sería para cubrir unas 500 plazas de especialistas.

Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el segundo trimestre de 2021 México tenía 2 mil 400 médicos activos por cada 100 mil habitantes. Foto: Elizabeth Ruiz, Cuartoscuro.

La principal crítica a este tipo de convenios es que el dinero que desembolsa México va al gobierno cubano y por tanto es el Estado el más beneficiado y no los doctores, que reciben un sueldo ínfimo.

López Obrador afirmó que divulgará los acuerdos para que haya transparencia pero, en ocasiones anteriores, promesas similares no se han cumplido.

El sector salud en México llega a 2021 exhausto por COVID-19 y con reclamos por falta de medicinas

jueves, diciembre 31st, 2020

Xavier Tello, médico cirujano y consultor en políticas públicas de salud, señaló que el próximo año el Gobierno mexicano tendrá importantes retos y el más relevante será la vacunación contra el coronavirus, que empezó a aplicarse el pasado jueves 24 de diciembre.

Por Cristina Sánchez Reyes

México, 31 dic (EFE).– El sistema de salud mexicano afronta un 2021 más presionado que nunca con una pandemia que no cesa, el personal sanitario agotado y retos pendientes como evitar la corrupción en la compra de medicamentos, así como la escasez de fármacos en grupos tan sensibles como los enfermos de cáncer.

“El panorama, en general, es bastante desolador”, lamentó en entrevista con EFE el doctor Xavier Tello, médico cirujano y consultor en políticas públicas de salud.

El especialista señaló que el próximo año el Gobierno mexicano tendrá importantes retos y el más relevante será la vacunación contra el coronavirus, que empezó a aplicarse el pasado jueves 24 de diciembre.

“La buena noticia de este año fue que el objetivo de vacunación es del 75 por ciento de la población mayor de 16 años. Sin embargo, el plan de vacunación no es el plan que estábamos esperando”, manifestó el experto.

Personal del Ejército descansa después de haber sido vacunados contra la COVID-19 en el Heroico Colegio Militar en Ciudad de México el domingo 27 de diciembre de 2020.

Personal del Ejército descansa después de haber sido vacunados contra la COVID-19 en el Heroico Colegio Militar en Ciudad de México el domingo 27 de diciembre de 2020. Foto: Ginnette Riquelme, AP

Tello aseveró que, pese a lo que han informado las autoridades federales, todavía no existe una clara organización logística que muestre cómo será la inoculación a nivel nacional para alcanzar la meta de tener vacunada a la mayoría de la población en marzo de 2022.

“No vemos los detalles”, lamentó.

México ha precomprado 34.4 millones de vacunas a la estadounidense Pfizer, así como 77.4 millones a la británica AstraZeneca y 35 millones a la china CanSino, si bien estas dos todavía no han sido autorizadas para su uso en México.

TROPIEZOS EN COMPRA DE MEDICAMENTOS

En octubre pasado, el Gobierno mexicano anunció que invertiría 100 mil millones de pesos (poco más de 5 mil millones de dólares) para la compra de medicamentos del 2021, la cual se realizaría a través de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).

El objetivo, detalló entonces el Presidente Andrés Manuel López Obrador, era que mediante el acuerdo y con el acompañamiento de esta institución de la ONU, se podrían obtener “todas las medicinas, de buena calidad a bajo precio y sin corrupción en todos los países del mundo”.

Para Tello, esta decisión no fue la adecuada dado que la UNOPS “no tenía ni la infraestructura ni la experiencia, sólo había conseguido algunos medicamentos para países pobres”.

El pasado mes de septiembre de 2019, el Gobierno federal recibió metotrexato importado de Francia.

El pasado mes de septiembre de 2019, el Gobierno federal recibió metotrexato importado de Francia. Foto: Cuartoscuro

Sin embargo, ese mecanismo ha estado lleno de tropiezos pues todavía a principios de este diciembre los distribuidores mexicanos no sabían cómo iban a poder ser parte del portafolio de la UNOPS.

Pero además, el registro sanitario de estos medicamentos representará también un desafío para las autoridades pues la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) deberán agilizar los trámites de otorgamiento de registros sanitarios de medicamentos e insumos extranjeros, luego de que estos hayan obtenido, en sus respectivos países, certificados de seguridad, calidad y eficacia.

COBERTURA UNIVERSAL, OTRO PENDIENTE

El funcionamiento del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que entró en vigor el 1 de enero de 2020 y prometió atención médica y medicamentos gratuitos a partir del pasado 1 de diciembre, sigue en el limbo.

Y es que este año diputados y senadores aprobaron modificaciones a la Ley General de Salud, lo que permite que los 33 mil millones de pesos del Fondo para el Bienestar -antes conocido como Fondo de Gastos Catastróficos- pasen al flujo de la Tesorería con la finalidad de comprar vacunas contra la COVID-19.

“No se ha incrementado el presupuesto. Es claro que al Gobierno no le importa invertir y con las necesidades de coronavirus incrementarán las necesidades económicas. El Gobierno parece no estar preparado para ello”, dijo Tello.

Aunado a ello, pacientes y activistas han asegurado que hasta la fecha no se han especificado las reglas de operación del nuevo instituto, por lo que hay enfermedades que no son contempladas como catastróficas y aún no cuentan con esa cobertura.

En esta fotografía de archivo del 30 de noviembre de 2020, el coronel Oscar Benavides Aguilar se viste con ropa protectora mientras se prepara para tratar a pacientes en un hospital militar establecido para atender a pacientes con COVID-19 en la Ciudad de México.

En esta fotografía de archivo del 30 de noviembre de 2020, el coronel Oscar Benavides Aguilar se viste con ropa protectora mientras se prepara para tratar a pacientes en un hospital militar establecido para atender a pacientes con COVID-19 en la Ciudad de México. Foto: Marco Ugarte, AP

“Los pacientes con mieloma múltiple, un tipo de cáncer en la sangre, no cuentan con medicamentos gratuitos ni atención, algunos están muriendo en todo el país”, aseguró Paulina Rosales, directora de Unidos, Asociación Pro Trasplante de Médula Ósea.

Se suma también el desabastecimiento de medicamentos en el sector salud, que se agudizó en el país debido a los recortes presupuestarios y a los cambios en la forma de comprar las medicinas impuestos por el Gobierno de López Obrador, ha afectado a los pacientes.

“Nosotros ya no vemos como un reto del Gobierno el desabasto, sino más bien vemos desesperanza para el 2021, no vemos voluntad política para atender a los niños con cáncer y garantizarles sus tratamientos”, dijo Israel Rivas, vocero de padres de niños con esta enfermedad.

Indicó que el próximo año será crucial para ellos, pues de mantenerse el desabasto los padres de familia radicalizarán su movimiento.

“Estamos hartos, parece que la enmienda del Gobierno es que muera quien tenga que morir pero nosotros ya no lo vamos a permitir”, concluyó.

A México le saldrán canas, se enfermará y el sector salud no podrá atenderlo, advierten

viernes, diciembre 11th, 2015

México se hace viejo y con ello, un sector altamente vulnerable en materia de salud va en crecimiento. Especialistas advierten que el sistema de salud pública no está preparado para atenderlo.

Foto: Cuartoscuro

Para 2035, México se convertirá en una economía envejecida, señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).– Actualmente, en México hay alrededor de 11 millones de adultos mayores de 60 años. En 2049, según datos expuestos por Carmen García Peña, directora de investigación del Instituto Nacional de Geriatría (ING) habrá más personas mayores de 60 años que menores de 15.

Para entonces “seremos un país envejecido”, y  lograr un envejecimiento saludable representa un reto para nuestro país, porque “el problema no es envejecer, sino envejecer enfermo, dependiente y con pobreza”, señaló la funcionaria en el marco de un evento realizado el mes de octubre.

Ya en 2013, Luis Durán Arenas, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advertía que era prioritario transformar el sistema de salud que garantizara una atención integral a adultos mayores para tener un envejecimiento con bienestar físico, psíquico y social. No obstante, el sector salud sigue sin estar preparado para atender a este sector.

“Seguimos teniendo un esquema en que la medicina se organiza en torno a especialidades médicas y atención hospitalaria, pero para atender a las enfermedades crónicas, que son las que más afectan a la población mayor, necesitamos un esquema diferente, anticipatorio, basado en la atención ambulatoria y atención primaria [enfocada en prevención y atención a daños más frecuentes de la población]”.

“El envejecimiento ha ocasionado que ahora tengamos como nunca antes el problema de identificar y atender enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades del corazón, cerebrovasculares, cánceres y enfermedades pulmonares”.

“El problema es que el sistema de salud está comprometiendo la mayor parte de sus recursos a tener y mantener hospitales que atienden estas enfermedades cuando ya provocaron daños de tal nivel que es imposible resolverlas, por lo que los tratamientos fracasan”, dijo a SinEmbargo, Malaquías López Cervantes, jefe del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.

El pasado marzo, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advertía que el envejecimiento en el país haría que el gasto en salud no alcanzara para el año 2030. “Si actualmente ni el presupuesto, ni la infraestructura, ni el personal designado a salud es suficiente, en unos cuantos años esta situación podría agravarse”, planteaban.

“El hecho de que el presupuesto del que disponemos sea muy bajo y además no tengamos una organización adecuada para financiar con recursos públicos la atención primaria, será una limitante para que la población que envejece en el país pueda tener atención en un futuro. Los adultos mayores no podrán cubrir los servicios de salud al menos que tengan bastante dinero, aseguramiento privado o seguridad social”, advierte López Cervantes.

De acuerdo con el Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 13.7 por ciento de mujeres y el 16.9 por ciento de hombres encuestados en proceso de envejecimiento no tiene acceso a ningún servicio de salud. Por otro lado un 31.3 por ciento de hombres y 32.5 por ciento de mujeres tienen acceso al Seguro Popular.

No obstante, en el caso de esta población “será como si no estuviese asegurada: se quedará sin atención porque el Seguro Popular no atiende por completo las enfermedades crónicas”, advierte el especialista consultado por SinEmbargo. Por otro lado, expone que quienes cuentan con seguro social tampoco tienen garantía de contar con una atención completa, pues “los mismos hospitales del IMSS (Instituto Mexicano  del Seguro Social), por ejemplo, ya están racionando los servicios porque saben que los resultados que obtendrán serán cada vez más pobres por el daño que han causado las enfermedades”.

La mayoría de las personas que viven en pobreza carecen de acceso a servicios médicos o están afiliados al Seguro Popular Foto: Cuartoscuro

La mayoría de las personas que viven en pobreza carecen de acceso a servicios médicos o están afiliados al Seguro Popular Foto: Cuartoscuro

Especialistas en la materia, en el marco del Primer Coloquio de Biología del Envejecimiento, advirtieron que es necesario entender este fenómeno como un tema estratégico, por sus implicaciones biológicas, médicas, sociales y económicas.

“A México le están saliendo canas. Estamos envejeciendo. Va a estar enfermo de padecimientos crónicos graves y altamente costosos para el sector salud y además será pobre. Estamos a tiempo de recomponer esto, de transformar el sistema de salud  y crear una base de atención primaria que pueda identificar y controlar de forma temprana las enfermedades crónicas y evitar que lleguen a ser complicadas para todos estos adultos mayores que estarán enfermos y desatendidos”, concluye López Cervantes.

En junio pasado, el diario inglés Financial Times publicó que más de la mitad de los mexicanos que ahora se encuentran en edad productiva, llegará a viejo en una condición económica precaria si no existe un cambio en el modelo económico que obligue a quienes trabajan en la informalidad a sumarse a la economía formal y adoptar planes de retiro y de servicios médicos.

De acuerdo con la publicación, del promedio de siete hijos que tenían las parejas mexicanas en los años 60, ahora sólo tienen dos, lo cual implica que contarán con un menor apoyo económico durante el retiro.

El país, aseguró, no está aprovechando el bono demográfico que tiene actualmente y que le da ventaja sobre otras naciones: “En China, por ejemplo, los salarios en el sector manufacturero, donde compite abiertamente con México, han aumentado en un 20 por ciento anual en promedio entre 2003 y 2011 en dólares estadounidenses.

“En México, por el contrario, los salarios se han mantenido más o menos iguales en el mismo periodo, gracias en gran parte a la fuente abundante del país de los jóvenes que ingresan a la fuerza laboral”, publicó.

Según el economista Luis de la Calle, citado por el rotativo, “en este momento, usted tiene que mirar a México y concluir que tiene las mejores características demográficas en el mundo”.

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Con los más pobres, la cobertura de salud se hace aún más pobre

jueves, diciembre 10th, 2015

Especialistas sostienen que los modelos de salud orientados a las personas que viven en condiciones de pobreza les ofrecen una atención a la salud restringida, con varias dificultades de acceso y, además, aumentan el empobrecimiento del sector al no mermar los gastos de bolsillo en salud.

El sector pobre tanto en poblaciones urbanas y rurales carece de acceso a un servicio integral de salud, aseguran. Foto: Cuartoscuro

El sector pobre tanto en poblaciones urbanas y rurales carece de acceso a un servicio integral de salud, aseguran. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).– “La pobreza extrema es la enfermedad mortal más cruel del mundo y la mayor causa de sufrimiento en la tierra”, se lee en el Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 1995. Un glosario editado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) cita la frase y señala que la pobreza está profundamente vinculada con la salud de las personas.

“Se observan claras diferencias entre clases sociales respecto de la calidad de la salud. Las personas y niños que pertenecen a clases sociales ‘bajas’ tienen mayor probabilidad de padecer enfermedades infecciosas y parasitarias, neumonía, intoxicación o violencia. Los adultos de estas clases sociales tienen mayores probabilidades de padecer cáncer y enfermedades cardíacas y respiratorias”.

“La pobreza sería la principal causa de una baja esperanza de vida, de discapacidad e invalidez y de inanición. Sería también el factor principal de las enfermedades mentales, el estrés, el suicidio, la desintegración familiar y el abuso de drogas”, cita el documento.

En México, 55.3 millones de personas viven en pobreza, y entre ellas, 11.4 millones subsisten en condiciones de pobreza extrema, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Además de estos 55.3 millones, 8.5 más están catalogados como “vulnerables por ingreso”, lo que da un total de 63.8 millones de mexicanos en pobreza por ingresos que sirven para satisfactores básicos.

La mitad de nuestro país, pues, es pobre. Y la desigualdad socioeconómica persistente se percibe en múltiples dimensiones, de las que la salud no es la excepción. Así como el acceso a servicios de salud y seguridad social determinan el nivel de pobreza de la población, ésta interrelación puede interpretarse a la inversa: la población con menores ingresos recibe menos recursos y peores servicios de salud que la población con mayores ingresos, señala la organización Acción Ciudadana, Frente a la Pobreza.

Del total de habitantes de nuestro país, el 21.5 por ciento de la población (en términos genéricos, uno de cada cinco mexicanos), no tiene acceso a los servicios de salud, esto tiene efectos especialmente adversos para quienes viven en condiciones de mayor pobreza, pues en este sector existe mayor carencia de cobertura en salud.

Por otro lado, quienes cuentan con ella la reciben de forma desigual, pues “el sistema público de salud [mexicano] presenta un problema ‘crónico’ de inequidad que produce desigualdad de trato para quienes viven en condición de pobreza, especialmente para población indígena y para quienes viven en zonas rurales de alto rezago social”, destaca el Frente.

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LA POBRE COBERTURA DEL POBRE

Mientras que los sectores con mejores ingresos suelen estar afiliados a algún tipo de seguridad social (IMSS, ISSSTE, Pemex, Semar o Sedena), los que se encuentran en condición de pobreza, pobreza extrema y/o no cuenten con seguridad social, son atendidos a través de el Sistema Nacional de Protección Social en Salud (SNPSS), mejor conocido como Seguro Popular (SP), o por el Programa IMSS-Prospera.

“El problema de este modelo de atención fragmentado,es que es como si se dividiera a los ciudadanos de nuestro país en ciudadanos de primera, de segunda y de tercera. Los últimos son quienes tienen menos recursos, los pueblos indígenas y los campesinos y desempleados que no tienen derecho a seguridad social”.

“Las personas con menos recursos no tienen otra opción que acudir a estos servicios que ni siquiera ofrecen una cobertura amplia de salud, sino que en ellos sólo tienen derecho a un número restringido de intervenciones médicas (285) y en este paquete se incluyen algunas intervenciones que anteriormente se daban de manera gratuita. El punto central de esto es que la atención a la salud se reduce a este paquete que, además, no prevé la atención de todas las complicaciones de salud que puedan presentar los pacientes”, dijo a SinEmbargo Juan Manuel Castro, Coordinador de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames).

Ni el Seguro Popular ni IMSS-Prospera, por ejemplo, contemplan la atención de algunas de las enfermedades crónico degenerativas que más están causando muerte a los habitantes del país, “Un ejemplo es la insuficiencia renal como complicación de la diabetes, y esto sucede aun cuando la población más pobre es la que más sufre enfermedades crónicas, porque los riesgos de salud para el desarrollo de esos padecimientos en ese sector son muy altos y además los procesos de atención son muy malos y muy tardíos”, expone Castro.

Esta falta de cobertura, detalla el especialista, deriva en gastos de bolsillo, es decir, desembolsos personales de los usuarios para recibir algún servicio de salud, principalmente por servicios privados, aún cuando el SNPSS, a partir del 2007 adquirió el perfil de un programa para combatir la pobreza.

Cristina Laurell, en su estudio Impacto del Seguro Popular en el Sistema de Salud Mexicano, editado por CLACSO, al examinar el gasto con relación al empobrecimiento de las familias inscritas al Seguro Popular encontró que por cada peso de gasto de bolsillo, el SP gastaba 0.93 peros y que el 58 por ciento de estos gastos personales en salud corresponde a los sectores más pobres.

Los consultorios adyacentes a farmacias representan uno de los espacios en que el sector pobre gasta por las deficiencias en servicios de salud. Foto: Cuartoscuro

Los consultorios adyacentes a farmacias representan uno de los espacios en que el sector pobre gasta por las deficiencias en servicios de salud. Foto: Cuartoscuro

El mismo estudio comprobó que dicho programa en realidad deja sin cobertura al 36.7 por ciento de la población con mayores niveles de pobreza. “En las localidades rurales, donde la incidencia de la pobreza de ingresos es relativamente mayor en relación con la de las zonas urbanas, más de cinco millones y medio de personas se encuentran sin cobertura del Seguro Popular”, plantean datos del Frente contra la Pobreza.

Por otro lado, el primer nivel de atención que ofrece este servicio, platica Manuel Castro, está bastante debilitado, pues no hay un modelo de medicina familiar integral: “este nivel de atención básica que tiene énfasis en la prevención y atención a daños a la salud más frecuentes de la población está generalmente a cargo de pasantes de medicina que no tienen la debida preparación”.

En conjunto, las dificultades de accesibilidad a la salud a las que se enfrentan los sectores más pobres tanto en entornos urbanos como rurales, en palabras del coordinador de ALAMES son acceso limitado a servicios de salud, falta de continuidad en la atención de todos las enfermedades y/o intervenciones médicas que requieran, saturación de los servicios de salud, falta de infraestructura, horario de atención insuficiente y falta de recursos humanos.

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La Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS, en un informe del 2005, señala que “La justicia social es cuestión de vida y muerte […] Las desigualdades evitables de salud surgen a causa de las circunstancias en las cuales la gente crece, vive, trabaja, envejece y del sistema construido para enfrentar la enfermedad. Las condiciones en las cuales la gente vive y muere están, a su vez, creadas por las fuerzas políticas, sociales y económicas”.

“La distribución extremadamente desigual de la riqueza nacional que se podría corregir con una decisión política firme”, asegura Laurell en su estudio.  Si esto se hiciera y las prioridades de los gobiernos cambiaran existiría la posibilidad de financiar un sistema público de acceso igualitario y desmercantilizado, en el cual ni la inserción productiva ni la capacidad económica significaría la exclusión de nadie del derecho de acceder a la atención necesaria para el florecimiento humano de todos”.

“La sociedad civil debe actuar y exigir que el sistema público de salud enfrente sus padecimientos y garantice el derecho a la salud”, sostiene el Frente a la Pobreza.

Sector salud: no puede con las afecciones que cobran más vidas

martes, diciembre 8th, 2015

Enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos, y enfermedades del hígado y cerebrovasculares, son las que más vidas de mexicanos cobran año con año. A pesar de esto, falta presupuesto, prevención, atención y tratamiento para estos padecimientos, señalan ONGs.

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Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).– Los mexicanos ya no mueren de lo mismo. Hasta hace aproximadamente 15 años, enfermedades infectocontagiosas como las diarreícas o infecciones respiratorias agudas eran las que provocaban más muertes. Ahora, estilos de vida poco saludables le han abierto la puerta a padecimientos crónico degenerativos.

Enfermedades del corazón, del hígado y cerebrovasculares, así como diabetes y algunos tipos de cáncer ya se han colocado como los principales padecimientos causantes de muerte en el país, según información del último Panorama Epidemiológico y Estadístico de la Mortalidad en México, editado por la Dirección General de Epidemiología.

Nuestro país experimenta una transición epidemiológica, precisa el documento. “Pero esto no sólo sucede en el país, sino también en el mundo”, explica a SinEmbargo, Juan Núñez Guadarrama, de la Alianza Nacional para el Control del Tabaco (Aliento):

“En la actualidad, ocho de cada diez muertes en el planeta y en México son por enfermedades no transmisibles (ENT), y esto se debe a que la sociedad ha adoptado estilos de vida poco saludables por influencia de la publicidad, educación y malos hábitos de consumo: tabaquismo, consumo nocivo de alcohol, obesidad y sobrepeso, e inactividad física, son los principales factores de riesgo para padecer este tipo de enfermedades”.

“Ahora, las ENT son el mayor reto para la salud pública en el planeta”, apunta. Nelly Aguilera, titular de la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud (SSa), en el marco de una conferencia realizada el mes pasado, dijo que las necesidades de salud de la población efectivamente han cambiado, pero también reconoció que “el sistema de salud [mexicano] no está preparado para hacer frente a estas necesidades”.

Organizaciones consultadas por SinEmbargo coinciden, y aseguran que la atención a las enfermedades que más causan muerte en el país es deficiente. La falta de presupuesto, de campañas de prevención, de atención de calidad y de acceso efectivo a los servicios de salud, así como a tratamiento, son los principales retos para mermar el impacto mortal de estas ENT que, sólo en 2013, causaron más de 348 mil decesos en el país.

ENFERMEDADES DEL CORAZÓN

Son la primera causa de muerte en México. Anualmente, cobran la vida de más de un cuarto de millón de personas: entre 250 y 280 mil, según datos del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara (UdeG). “Diversos padecimientos cardiacos, entre los que se encuentran cardiopatías isquémicas, infartos agudos y arritmias son las grandes asesinas de la gente hoy en día”, señala Juan Núñez.

En México, las enfermedades isquémicas del corazón son las que presentan mayor tasa de mortalidad. Éstas se caracterizan por el estrechamiento de las arterias coronarias a causa de formación de colágeno, acumulación de grasas y células inflamatorias en su interior.

Aún cuando desde 2010 cardiólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sostenían que medidas preventivas como evitar el consumo de alcohol y tabaco, controlar la presión, evitar el estrés, llevar una alimentación adecuada y realizar ejercicios físicos podían reducir en un 90 por ciento problemas cardiovasculares en las personas, nuestro país sigue teniendo una tendencia al alza.

De acuerdo con estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el único de los 34 países miembros de la agrupación internacional que no ha logrado reducir sus tasas de muertes por enfermedades coronarias.

“Para estas enfermedades y, en general para las ENT, necesitamos que las autoridades aporten mayores recursos […] En estos casos, la cuestión preventiva es algo de lo que mucho se habla pero pocas veces podemos comprobar que alguien lo está haciendo realmente”, comenta el también miembro de la coalición México Salud-Hable.

Estilos de vida poco saludable son detonadores de las principales causas de muerte en nuestro país. Foto: Shutterstock

Estilos de vida poco saludable son detonadores de las principales causas de muerte en nuestro país. Foto: Shutterstock

DIABETES MELLITUS

Para el 2012, un 9.2 por ciento de los adultos mexicanos había sido diagnosticado con diabetes. En ese año, y según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), eran 6.4 millones quienes vivían con la enfermedad. Ahora, y de acuerdo con cifras dadas a SinEmbargo por la Federación Mexicana de Diabetes A.C., el número aumenta en 100 mil casos.

“Son 6.5 millones los que tienen diabetes, pero además se dice que por cada persona diagnosticada otra no lo sabe. En realidad la cantidad podría ascender al doble”, explica Marcela Vega García, miembro de la federación.

Opina que el hecho de que la diabetes se ubique como la segunda causa de muerte en el país, responde a que “el Gobierno no invirtió en programas preventivos: México no es muy dado a la prevención, y ahora eso le esta saliendo más caro. El sistema mexicano de salud paga un alto costo por complicaciones relacionadas a la diabetes, como hemodiálisis, amputaciones y otras”, apunta.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el gasto para diagnóstico y tratamiento de personas con diabetes asciende a tres mil 430 millones de dólares anuales, lo que por sí sólo ya representa un alto costo para el Estado. Pero además, agrega el IMCO, “un amplio porcentaje de los niños y niñas que actualmente padecen obesidad o sobrepeso, serán pacientes diabéticos que se sumarán a dichos costos en los próximos años”.

Y no hay presupuesto, advierten las fuentes consultadas: “La atención es deficiente porque ya hay muchas personas que tienen complicaciones con altos costos y hay un número tan alto de usuarios que no se dan abasto”, dice Marcela Vega. Núñez Guadarrama agrega: “Hay mucha gente que requiere medicamento y que tiene que esperar meses para que le surtan”.

“Para la diabetes no. No hay suficiente presupuesto”, concluye.

TUMORES MALIGNOS

En 2013, 80 mil 539 personas murieron por tumores malignos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El cáncer de pulmón, de próstata, estómago e hígado son los más frecuentes.

Según información de la Dirección General de Epidemiología, el cáncer afecta a todos los grupos socioeconómicos de todas las edades, y en la actualidad varios tipos de tumores malignos pueden evitarse llevando estilos de vida saludables.

No obstante, se prevé que sólo de cáncer de pulmón, tráquea y bronquios, más de ocho mil muertes suceden anualmente, de acuerdo con información del oncólogo Omar Macedo, del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

El pasado mes de noviembre, en el marco del  Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Pulmón, las asociaciones civiles Respirando con Valor y la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (AMLCC), advirtieron que “urge apoyar a los pacientes mexicanos con cáncer de pulmón en el marco del derecho a la salud”, pues aún falta” garantizar a detección temprana y el acceso oportuno a una atención multidisciplinaria y especializada, así como al mejor tratamiento en tiempo y forma”.

La legislación en contra del tabaco ha sido débil, de acuerdo con especialistas Foto: Cuartoscuro

De acuerdo con datos de la OMS, el tabaquismo es causante del 70 por ciento de los casos de cáncer de pulmón en el mundo. Foto: Cuartoscuro

ENFERMEDADES DEL HÍGADO

De acuerdo con datos de la Dirección General de Epidemiología, las muertes por enfermedades del hígado se atribuyen principalmente al consumo de alcohol, infecciones virales y a la obesidad. Tan sólo por cirrosis hepática derivada del consumo nocivo de alcohol, y de acuerdo con cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), seis de cada 100 personas mueren anualmente por esta causa en el país.

“Treinta y tres mil personas mueren al año por cirrosis”, especifica, por su parte José Antonio Oñate Moreno, director de fundación Hepatos Aión A.C. “Las principales enfermedades del hígado que te llevan a cirrosis y causan muerte en México son las causadas por alcohol y por virus de  hepatitis C y B”, detalla.

De acuerdo con Oñate, a pesar de que la mortalidad de estas enfermedades puede ser combatida con prevención y detección oportuna, “el gobierno no ha hecho campañas permanentes para que las personas tengan conciencia de la prevención de las enfermedades del hígado”.

“En el caso de cirrosis por alcohol, se trata de una corresponsabilidad Estado-Sociedad;  pero en el de las cirrosis provocadas por virus de hepatitis B y C, el gobierno tiene una enorme responsabilidad, porque no hay campañas de prevención y detección oportuna”, apunta.

El tratamiento de estas enfermedades y sus complicaciones, como sucede con el resto de las ENT que causan mayor número de muertes en el país, es de un alto costo para el sector salud: El precio de una inyección necesaria para tratar a un paciente con hepatitis C asciende a 4 mil 500 pesos; y el usuario requiere de inyecciones por 45 semanas.

Por otro lado, señala el fundador de Hepatos Aión: “Aún cuando el seguro popular tiene destinados 943 millones de pesos para la hepatitis C, en tres años no ha ejercido ese presupuesto porque no es un sistema de hospitales. Hasta el día de hoy, sólo dos hospitales en el país han dado tratamiento a pacientes con esta enfermedad”.

“El gobierno tampoco ha dado un seguimiento de capacitación a su personal médico de primer y segundo nivel para que conozcan la sintomatología de las hepatitis virales, lo que hace que no den un diagnóstico apropiado al paciente”, dice.

“El principal problema del sistema de salud es que no es eficiente. Se necesita un plan de estado en el que se incluyan campañas formativas para prevención de estos padecimientos y trabajo conjunto con la sociedad civil para detección y tratamiento oportuno”, concluye.

"Ahora, las enfermedades no transmisibles son el mayor reto para la salud pública en el planeta" Foto: Cuartoscuro

“Ahora, las enfermedades no transmisibles son el mayor reto para la salud pública en el planeta” Foto: Cuartoscuro

ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES

Como sucede con los ataques al corazón, los accidentes vasculares cerebrales (AVC) se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya, en este caso, hacia el cerebro. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos y sus causas más importantes son una mala dieta e inactividad física, así como consumo de tabaco y alcohol.

Según información del Inegi, el número de casos estimados anualmente asciende a 132 mil 782. “En otras palabras”, advierte la Asociación Mexicana de Enfermedad Cerebral Vascular (Amevasc), “con los nuevos casos de enfermedades vasculares cerebrales se llenaría un poco más del estadio azteca”.

La misma organización advierte que quienes sobreviven a estas enfermedades sufren secuelas muy importantes, cuya atención integral implica un gasto de alrededor de 36 mil dólares anuales por paciente.

En este sentido, señalan, el sistema de salud mexicano enfrenta importantes retos para reducir la mortalidad de estos padecimientos. Hay “un sistema de salud fragmentado, falta de un sistema de emergencias médicas coordinado y pobre respuesta dentro de los hospitales”, para atender de forma oportuna a un paciente con un accidente cerebrovascular, señalan.

Además, “la no disponibilidad de trombolíticos en algunos hospitales, el acceso limitado a la toma de imágenes, el escaso conocimiento de los signos y síntomas del accidente cerebrovascular en la población general, y el temor de los médicos acerca de los riesgos de los tratamientos con accidente cerebrovascular agudo”, contribuyen a la escasa utilización de un tratamiento ideal, apuntan.

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“Para mermar estas ENT, que son el reto del sector salud, lo que necesitamos es que las autoridades aporten mayores recursos al Sistema Nacional de Salud (SNS) y que cuente con personal, instalaciones, equipamiento, medicinas y recursos suficientes para prevenir y atender a las personas”.

“Afrontar de forma efectiva esta transición epidemológica no sólo corresponde a este sector: además de que estas enfermedades deban ser atendidas con suficiencia, se deben prevenir con la participación de otras secretarías, como las de Educación Pública (SEP), de Seguridad Pública (SSP) y de Desarrollo Social (Sedesol).

“Además, también debe haber participación social e individual para impulsar estilos de vida saludables. En este sentido, debemos de tener un papel activo: la SSa no va a venir a hacer ejercicio por nosotros. También nosotros debemos informarnos y tomar mejores decisiones para comer, hacer ejercicio y convivir de forma saludable con los demás”, concluye Juan Núñez Guadarrama, de Aliento.

 

Radiografía de la salud pública en México: 26 meses… y nada

lunes, diciembre 7th, 2015

La menor esperanza de vida, el mayor nivel de mortandad infantil, el menor gasto total en salud… Las estadísticas de la OCDE sobre el sector salud mexicano indican que tenemos un estado de salud deficiente, una mala calidad de atención e infraestructura insuficiente. Especialistas consultados por SinEmbargo, aseguran que en este sexenio nada se ha hecho por mejorar ni mucho menos por convertir al país en un referente a nivel internacional en la materia.

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México es uno de los países con mayor número de hospitalizaciones por enfermedades crónicas. Esto refleja una deficiencia en el primer nivel de atención, indica la OCDE  Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 7 de diciembre (SinEmbargo).– La salud es para los mexicanos el segundo indicador de bienestar más importante para aspirar a una buena calidad de vida sólo después de la educación, según el informe “¿Cómo va la vida en México? 2015”, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). No obstante, el documento ubica a esta rubro en la categoría de “peor resultado”.

Cuando se echa un vistazo a las comparaciones estadísticas en salud de los 34 países miembros de la (OCDE), que reúne a las economías más fuertes del mundo, los números que hablan del sector salud del país rara vez superan o si quiera alcanzan los estándares impuestos por el llamado “club de los países ricos”.

Los números reflejan que México tiene un sistema de salud deficiente, infraestructura insuficiente, factores de riesgo en aumento, bajo gasto en su cuidado y una mala calidad en la atención.

“Tenemos un sistema de salud fragmentado, poco o no muy bien financiado, con problemas de rectoría, de calidad desigual y de eficiencia […] Si comparamos el desempeño de nuestro sistema con los otros países de la OCDE, indica que tenemos muchas cosas que mejorar”, señaló Mauricio Hernández Ávila, director general del Instituto de Salud Pública (INSP), durante una conferencia a finales del mes pasado. “El desempeño no es bueno comparado con el de otros países”, reconoció.

México tiene la menor esperanza de vida de todas las naciones de la OCDE: 74.6 años en promedio, 5.8 años menos que el nivel promedio establecido por la organización (80.4 años). Además, la expectativa de vida en nuestro país es la que aumenta con mayor lentitud en comparación con todos los demás.

De acuerdo con la organización, esto se debe a que en México hay elevados niveles de factores de riesgo para la salud, así como barreras persistentes para el acceso a servicios sanitarios de alta calidad.

“Estamos viendo que probablemente disminuya la esperanza de vida. Traemos una epidemia de enfermedades crónicas muy muy considerable […] y además tenemos una epidemia de violencia […] que le pega a los adultos jóvenes y a los adultos […]; entonces ese año o dos [de esperanza de vida] que vamos a perder es por violencia y por enfermedades crónicas”, destacó Hernández Ávila dureante la conferencia citada.

Hay otras causas de mortalidad al alza. Según las estadísticas, las muertes por enfermedades coronarias van en aumento, contrario a los demás países de la agrupación internacional, que merman esta tendencia. Además, “dietas poco saludables y vidas sedentarias han causado un aumento drástico en los niveles de obesidad, un importante factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y cánceres”, advierten.

Los niños mexicanos, por su parte, son los que más mueren de entre todos los países miembros de la OCDE, a pesar de que México alcanzó la meta de reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años entre 1990 y 2015, acorde a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En entrevista para SinEmbargo, Daniela Díaz Echeverría, miembro de Fundar, Centro de Análisis e Investigación AC, explica que las principales barreras que los mexicanos tienen para acceder a servicios sanitarios de alta calidad y con ello tener un mejor estado de salud incluyen “condicionantes sociales como baja escolaridad, violencia, pobreza, discriminación y desigualdad”, así como “falta de disponibilidad del servicio y de atención de calidad conforme a derechos humanos”.

En este sentido, asegura, es necesario que México cumpla con su obligación de garantizar a los ciudadanos su derecho al “nivel más alto posible de salud física y mental”, tal y como lo establece el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU, a través de “mejorar la disponibilidad de recursos para la salud, así como la calidad, accesibilidad y la aceptabilidad de la misma”.

Sobre el estado de salud y sus riesgos, sólo algunos indicadores mexicanos son positivos: la mortalidad por cáncer es la menor de entre todos los países, las tasas de suicidio, de consumo de alcohol y de tabaco están por debajo del promedio.

No obstante, los últimos estudios económicos de la OCDE en México indican que el país necesita mejorar los resultados en salud y, para hacerlo, requiere que el gasto en el sector sea más eficaz.

GASTO EN SALUD E INFRAESTRUCTURA

“Si se le preguntara al Director del Sistema de Salud de Inglaterra si tiene suficiente presupuesto te va a decir que no. En países en donde gastan mucho más en salud que nosotros siguen diciendo que es insuficiente, porque siempre hay algo en lo que necesitas una demanda de salud adicional […] Nuestro deber es hacer que cada peso rinda al máximo. Esa es nuestra meta”, aseguró José Antonio González Anaya a SinEmbargo, tras ser consultado en un acto público.

La OCDE, por su parte informa que el gasto en salud en México debe ser más eficaz, pues a pesar de que nuestro país es el que más ha aumentado su gasto público en el rubro, el gasto total sigue siendo inferior al de todos los países de la agrupación, sólo con excepción de Turquía: cuando la media del gasto total per cápita de todos los países asciende a un 8.9 por ciento del PIB, en México tan sólo alcanza el 6.2 por ciento.

Aún así, el Gobierno federal, en la reciente aprobación al Presupuesto de Egresos 2016, realizó un recorte de dos mil millones de pesos para el total de gasto para salud con respecto al año que está por concluir. Ahora, el presupuesto para esta sector asciende a 132 mil 216 millones de pesos, mientras que para el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE)  y para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se aprobó un gasto de 229 mil 916 y 544 mil 321 millones de pesos, respectivamente.

“El gasto público en salud en el país es muy bajo […] Que México esté por debajo de países como Chile, Brasil y otros, indica que falta gasto público”, aseguró Nelly Aguilera, titular de la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud, también en el acto público.

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Para el año 2016, el gasto en salud sufrió un recorte de 2 mil millones de pesos. Foto: Cuartoscuro

Por su parte, la especialista consultada por este diario digital explica que el presupuesto a la salud es insuficiente debido a que “no hay interés de incluir a la salud como un proyecto de nación; sino una inercia en la asignación presupuestal, respondiendo a un fenómeno muy común a nivel mundial”.

Pero el bajo nivel de gasto total no es el único indicador negativo para México con respecto al gasto en salud: la tasa de gasto en salud directamente del bolsillo de los hogares es la más alta de los países de la OCDE, con un 44.7 por ciento.

“Este indicador es clarísimo”, explica Gustavo Leal Fernández, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco, a SinEmbargo: “Lo que indica es que la gente, como no encuentra satisfacción en la medicina pública, acude a medidas paliativas como los consultorios asociados a las farmacias o automedicación, y ahí se gastan ese -casi- 45 por ciento… Esta cifra describe completamente la incompetencia gubernamental para darle satisfacción o darle salida a la demanda de la población”, comenta.

La OCDE, por su parte, advierte que esta “alta carga” de pago del bolsillo “puede crear barreras financieras en el acceso a servicios sanitarios, particularmente para grupos poblacionales de bajos ingresos”.

“Los elevados desembolsos personales son un factor importante que conduce a las familias a la pobreza”, advierte su estudio económico.

“En suma, lo que tienen los sistemas de salud es muchísimo dinero, pero lo que hay en términos de la atención para la mayoría de la población es un resultado deficiente. Con todo ese dinero”, asegura, “seguramente alguien, menos ellos, lo podría hacer mejor”, expresó Gustavo Leal.

Los indicadores de equipos de salud, por otro lado, también son bajos: México es el país con menos número de camas por habitante (sólo hay 1.6 camas por cada mil), con menos máquinas de tomografía computarizada (5.3 por cada millón de habitantes), con menos aparatos para tomar imagen de resonancia magnética (2.1 máquinas por cada millón habitantes), de acuerdo con los datos de la OCDE. El número de máquinas de mamografía  (9.2 por cada millón de habitantes) y equipos de radioterapia (1.7 por cada millón de habitantes) también son bajos.

Sobre el rezago en términos de infraestructura, Daniela Díaz, de Fundar, aseguró que no se trata sólo de rezago en indicadores de equipos de salud, sino que “México viene de una condición de rezago de infraestructura desde antes”, y que la forma de mejorarla se complejiza porque implica una planeación en cuanto a fortalecer las redes de atención, principalmente la atención de primer nivel.

“Y esa planeación no existe. Lo que ha habido por parte del gobierno es pensar que se fortalecen las redes de atención construyendo más hospitales de especialidad y construyendo o ampliando hospitales de segundo nivel, llamados hospitales generales. Eso es bueno en sí mismo, pero no significa ni que se cuente con la infraestructura suficiente para atender al 100 por ciento de la población del país, o que sea una estrategia asertiva en cuanto a fortalecer las redes de atención”, expresa.

“La construcción de un hospital en sí mismo no genera mayor atención en la población; se necesita una visión más integral”, señala.

En cuanto a la calidad de la asistencia sanitaria de nuestro país, la OCDE indica que, por lo general, es más baja que en la mayoría de los otros países miembros. “Este es el caso en la asistencia hospitalaria a pacientes admitidos por condiciones agudas como ataques cardiacos (IAM) o ataques cerebrovascular (ACV) isquémico (estos últimos acontecen cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro es bloqueado por un coágulo se sangre). El porcentaje de pacientes que sobreviven estas condiciones es mucho más bajo en México que en otros países de la OCDE”.

La organización agrega que el número alto de hospitalizaciones que podrían evitarse por condiciones crónicas como asma y diabetes, refleja que el país no tiene un nivel de atención primaria de alta calidad. Además, es necesario fortalecer el acceso a este nivel de atención, apunta.

México sólo cuenta con 2.2 doctores y 2.6 enfermeras por cada mil habitantes. Es el segundo país con menor número de estos recursos humanos por habitante de la OCDE. Foto: Cuartoscuro

México sólo cuenta con 2.2 doctores y 2.6 enfermeras por cada mil habitantes. Es el segundo país con menor número de estos recursos humanos por habitante de la OCDE. Foto: Cuartoscuro

¿Y QUÉ ESTÁ HACIENDO MÉXICO?

“Nada. Vamos en sentido contrario”, asegura Gustavo Leal: “México, lamentablemente, no es ningún modelo a nivel internacional en el sector salud, debido a que lo que ahora  tenemos de por medio es una serie de proyectos de reforma que están trabados, pero que ni siquiera representarían en lo más mínimo una proyección del país hacia el exterior”.

“Dentro del amplio proyecto reformista de Peña Nieto lo que corresponde en el estricto sentido a la reforma de salud y seguridad social es algo que no ha acontecido. Llevamos el sexenio entero de alguna manera tratando de establecer hacia dónde querían ellos llevar la cosa. Peña ha esquivado en estos tres años la principal demanda ciudadana que es justamente la de mejorar los servicios de salud”.

Y para eso, explica, se requería actuar en estrategias de política pública que garantizaran el andamiaje administrativo, de infraestructura y recursos humanos para una buena prestación de servicios. No obstante “se estableció una agenda que no tenía absolutamente nada que ver con esta demanda ciudadana: lo que hubo fue una oferta de reforma macro absolutamente inviable”, asegura.

“La decisión política de lo que debe ser la salud en México está focalizada en un modelo de financiamiento, que deja de lado todo el cuerpo de derechos humanos que entiende que el presupuesto sólo como una herramienta importante para abordar la salud. El modelo actual quiere sostener al ras un financieramente al sistema de salud y eso conlleva a a afectar el acceso a la salud de la población”, dice, por su parte, Daniela Díaz.

“Esto define el por qué el sistema de salud funciona como funciona, y se reforman leyes [como la General de Salud, la del IMSS y la del ISSSTE] para que entre la iniciativa privada […] Lo que se necesita es una política nacional fuerte, con recursos, con participación, que garantice el derecho a la salud de las personas”, complementa.

A través de su texto “Peña Nieto y Mercedes Juan, degradando el derecho a la salud. ¡El final estaba al principio!”, Gustavo Leal sostiene que el Poder Ejecutivo ha perdido 26 meses tratando de establecer una política pública en salud que pretendía “sustituir la seguridad social integral por la protección social mínima”.

Hoy día, dice, el Gobierno federal “apenas aspira a establecer parámetros de suficiencia de personal sanitario capacitado y motivado, dotado de los medios disponibles para brindar la debida atención”.

“Y por ahí debieron de haber comenzado”, apunta en entrevista. “Resulta que hay una enorme distancia entre la petición ciudadana principal, que es la de mejorar los servicios, con esta oferta de reforma macro de Peña Nieto […] Esto es un centro de cualquier tipo de reflexión respecto a porqué la ubicación de México en indicadores internacionales está como está”, concluye.