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Familias y ONGs reclaman: Duarte ya se va, pero, ¿y la justicia para los 17 periodistas asesinados?

miércoles, octubre 12th, 2016

De acuerdo con datos de la organización Artículo 19, 17 periodistas fueron asesinados en el Veracruz gobernado por Javier Duarte de Ochoa, mientras que uno más, Rubén Espinosa, se exilió en la Ciudad de México por amenazas y acoso en esa entidad. Y acá lo mataron. Al menos cinco periodistas desaparecieron durante los últimos seis años y de ellos nada se sabe. Entre 2011 y 2012, los primeros dos años del mandatario que hoy pidió licencia, el estado fue la entidad que más homicidios de periodistas registró: a nivel nacional se contabilizaron 15 asesinatos en ese periodo, de los cuales 9 ocurrieron durante la gestión del priista.

Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).- La mañana de este miércoles, luego de ser demandado ante la Procuraduría General de la República (PGR) por el desfalco a Veracruz, con el abandono de su partido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y de decenas de exigencias de su renuncia por parte de familias de víctimas de desaparición en la entidad, el Gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció que pediría licencia a su cargo. Horas después, un representante formalizó la petición ante el Congreso local.

Sin embargo, a horas de su salida, la organización Artículo 19 y víctimas de la violencia en contra de los periodistas en el Veracruz de Duarte exigen que su licencia no sea una “salida política” del Tricolor, ni una oportunidad para que el mandatario huya, sino que se investigue más haya de por delitos de corrupción, por la violencia en contra del gremio durante los seis años de su administración que convirtió al estado en el más peligroso para los periodistas en el estado.

Artículo 19 ha documentado el asesinato de al menos 17 periodistas del 2011 a la fecha en Veracruz, homicidios con posible relación a su labor periodística. Y suman 17 las muertes de periodistas veracruzanos si se cuenta la de Rubén Espinosa, que aunque fue asesinado en la Ciudad de México, huyó ante las amenazas y acoso por su trabajo en esa entidad.

Tan sólo en el primer año de Gobierno de Duarte de Ochoa cuatro periodista fueron asesinados: Noé López Olguín, Miguel Ángel López Velasco, Misael López Solana y Yolanda Ordaz de la Cruz, los últimos tres trabajaban para el mismo medio, el diario Notiver.

A inicios de su segundo año como Jefe del Ejecutivo de Veracruz, el brutal asesinato de la corresponsal de Proceso en esa entidad, Regina Martínez, conmocionó al gremio. En 2012, otros cuatro periodistas perdieron la vida en el estado. Esos dos años, Veracruz fue la entidad que más homicidios de periodistas registró: a nivel nacional se contabilizaron 15 asesinatos en ese periodo, de los cuales 9 ocurrieron en el Veracruz de Duarte.

Luego, en 2014, la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo del reportero Gregorio Jiménez, de Notisur, recordó que la entidad seguía siendo la más peligrosa para el gremio a nivel nacional. En 2015, Moisés Sánchez, Armando Saldaña y Juan Mendoza Delgado fueron las víctimas mortales. Además, en julio de ese año, el fotoreportero Rubén Espinosa fue ejecutado, junto a otras cuatro mujeres, en la Ciudad de México. Sin embargo, el joven se había exiliado de Veracruz por amenazas.

En lo que va del 2016, Anabel Flores, Manuel Torres González y el más reciente, Pedro Tamayo murieron en ese estado hostil para la prensa.

Durante la administración de Javier Duarte al menos cinco periodistas desaparecieron y hasta el momento nada se sabe de ellos: Gabriel Fonseca, de El Mañanero, desaparecido en septiembre de 2011; Miguel Morales, del Diario de Poza Rica, en julio de 2012; y Sergio Landa, del Diario Cardel, en enero de 2013; y dos más este año: Nancy Nayeli Hurtado, el 14 de junio, y Rubén Rodrigo Hurtado el 16 del mismo mes.

Además, se registraron decenas de ataques y denuncias de acoso e intimidación en contra de los comunicadores. Tan sólo un ejemlo: En noviembre de 2011, un grupo de sujetos armados irrumpió en las instalaciones del diario El Buen Tono, destrozó el equipo de trabajo de los periodistas e incendió las oficinas.

Como muestra de protesta, en noviembre de 2013, el diario El Buen Tono publicó su primera plana en blanco con la leyenda: “Este espacio lo habíamos destinado para publicar el 3er Informe del Gobernador, pero como lo que informó no coincide con la realidad que vivimos los veracruzanos, decidimos no publicarle nada”.

Ana Ruelas, directora de la organización Artículo 19 para México y Centroamérica, consideró que lo que las organizaciones esperan que los procesos que se inicien en contra de Javier Duarte, luego de que pidiera licencia a su cargo, incluyan las agresiones en contra de periodistas y comunicadores en la entidad, y no sólo las cuestiones relacionadas con la corrupción.

“Creemos que es muy importante que tanto el Gobierno federal como el gobierno entrante de Veracruz inicien investigaciones puntuales y aseguren que los casos de agresiones contra periodistas no se queden en la impunidad”, dijo Ruelas en entrevista con SinEmbargo. De lo contrario, alertó, “nunca se va a restablecer la confianza a las instituciones por parte de los periodistas y no va a haber una verdadera garantía a la libertad de expresión”.

“Hoy por hoy la libertad de expresión en Veracruz está totalmente mermada en el sentido de que las y los periodistas ya no solamente viven en miedo de ser amenazados o ser asesinados, sino viven en el terror”.

Por su parte, Sayda Chiñas Córdova, periodista que en enero de 2015 fue despedida de Notisur por participar en las protestas para exigir justicia para sus compañeros asesinados Gregorio Jiménez y Moisés Sánchez, dijo en entrevista, que la licencia de Javier Duarte es “es solo una salida política que le están dando en su partido para tratar de salir bien librado de los señalamientos de corrupción”.

Por ello consideró que la salida del Gobernador no abre una oportunidad de obtener justicia para los periodistas asesinados y agredidos.

“De querer la federación resolver los expedientes ya se hubieran avanzado en las investigaciones en las que Coadyuva, pues en expedientes, como el de Gregorio Jiménez de la Cruz y Moisés Sánchez Cerezo existen claros indicios de la operación de la delincuencia organizada y no hemos visto un trabajo profesional por parte de la PGR”, dijo.

Jorge Sánchez, hijo del periodista Moisés Sánchez asesinado en Medellín del Bravo, Veracruz, en enero de 2015, consideró que el hecho de que [Duarte] haya pedido licencia, les genera una preocupación que se “vaya a escaparse del país” sin hacerse responsable por las agresiones en contra de los periodistas que se registraron en su sexenio.

Recordó que en la muerte de su padre, el Gobernador está involucrado, pues presuntamente el mandatario había presionado al Alcalde de Medellín, Omar Cruz, para “callar al periodista”. Criticó, que como el entonces Fiscal de la entidad, Luis Ángel Bravo, era “amigo” de Duarte, no lo llamó a declarar por el homicidio del editor de el diario La Unión.

“No creemos que vaya a haber justicia con la renuncia del Gobernador, en el caso de mi padre”, consideró. Y criticó que probablemente las únicas sanciones a las que va a ser acreedor Javier Duarte, serán administrativas y que en uno años el tema se olvidará y él quedará absuelto.

En ese sentido, la periodista Chiñas Córdova comentó que la licencia de Duarte “es para huir, sus familiares más cercanos en Coatzacoalcos ya dejaron sus viviendas y vendieron muchos de sus predios. Es un secreto a voces”.

La directora de Artículo 19 en México, Ana Ruelas, recordó también que en Veracruz los periodistas viven con la angustia de saber que los mayores perpetradores de agresiones contra el medio son funcionarios públicos y que hay pocas personas a las que se pueden acercar en el Gobierno.

Alertó que en Veracruz no sólo se han registrado asesinatos, además amenazas y allanamientos, los cuales, dijo, deben ser investigados puntualmente y que sean señalados no sólo los culpables materiales de estos delitos, además a los intelectuales.

“Las agresiones a la prensa no se pueden dejar a un lado de las penas a las que sería merecedero el Gobernador”, reiteró.

Sayda Ciñas destacó también que “en el estado se queda toda una red criminal que opera desde corporaciones como la policía, la Fuerza civil y la fiscalía para seguir amedrentando y acallando las voces contra el sistema”.

La periodista veracruzana señaló que diversas organizaciones civiles de Veracruz señalan que Javier Duarte podría enfrentar denuncias por delitos de Lesa humanidad, lo cual, consideró “sería una medida importante que se tomarán acciones ante la corte penal Internacional, porque en Veracruz no solo se han matado a periodistas, sino a ciudadanos a los que les arrebataron sus vidas y no dejaron ninguna huella de ellos”.

“Los hallazgos de las fosas clandestinas con restos de decenas de personas requieren que se tomen acciones más contundentes contra las autoridades del estado que permitieron este genocidio”, agregó.

A continuación los periodistas asesinados durante el sexenio de Javier Duarte:

Noel López Olguín, periodistas asesinado en 2011 en Veracruz. Foto: Especial

Noel López Olguín, periodistas asesinado en 2011 en Veracruz. Foto: Especial

NOÉL LÓPEZ OLGUÍN (MARZO DE 2011)

El reportero de La Verdad de Jáltipan y Noticias de Acayucan, Noel López Olguín, desapareció el 8 de marzo de 2011 cuando se trasladaba de la localidad de Soteapán, al sur de Veracruz. El 1 de junio de ese mismo año, la familia del periodista reconoció su cuerpo. López Olguín era originario de Jáltilpan donde era conocido por su activismo. Incluso en el automóvil que utilizaba para reportera tenía rotulados los números de la Sedena y la Semar e invitaba a los ciudadanos a realizar denuncian anónimas en contra de narcos y secuestradores de la zona.

De acuerdo con Blog Expediente, en marzo de 2011, Noel López ya era un dolor de cabeza para el cártel criminal de Los Zetas en el sur de Veracruz, que presuntamente mandó a un sicario para “silenciarlo”. Alejandro Castro Chirinos, “El Dragón”, habría secuestrado al reportero y se lo llevó con rumbo a Chinameca. Lo torturó, le dio muerte y lo arrojó en una fosa clandestina. Antes le quitó su cámara y pertenencias personales.

El 29 de mayo de 2011, la Policía detuvo a “El Dragón”, quien tenía en su poder una cámara con fotografías del periodista asesinado. Antes de asesinarlo, el sicario le habría pedido que le enseñara a usarla y le disparó varios clics al reportero sometido, narra el medio digital.

Miguel Ángel López Velasco, asesinado en junio de 2011 en el Puerto de Veracruz, junto a su esposa e hijo. Foto: Especial

Miguel Ángel López Velasco, asesinado en junio de 2011 en el Puerto de Veracruz, junto a su esposa e hijo. Foto: Especial

MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ VELASCO (JUNIO DE 2011)

Miguel Ángel López Velasco, columnista e investigador sobre temas de narcotráfico para el diario Notiver, fue asesinado en su casa junto a su esposa, Agustina Solana, e hijo, Misael López Sonala, de oficio fotógrafo, en el Puerto de Veracruz el 20 de junio de 2011. “Milo Vela” como firmaba su columna “Va de Nuez”, fue ejecutado por un comando armado que derribó la puerta de su casa por la madrugada y abrieron fuego en su contra de él y su familia.

Por su asesinado, el Gobierno de la entidad responsabilizó a un es oficial de la Policía de Tránsito municipal que se había convertido al parecer en un traficante. Como en muchos de los asesinatos de periodistas en Veracruz, las autoridades no reconocieron el trabajo de Miguel como el principal móvil del crimen.

López Velasco publicó el libro Todos están adentro, donde documentó un encuentro de militares y policías en noviembre de 1991 en el municipio de Tlalixcoyan donde se ambos se acusaban de custodiar un cargamento de droga.

Misael López Solana, fotoperiodista asesinado en junio de 2011 en el Puerto de Veracruz, junto a su padre y madre. Foto: Especial

Misael López Solana, fotoperiodista asesinado en junio de 2011 en el Puerto de Veracruz, junto a su padre y madre. Foto: Especial

MISAEL LÓPEZ SOLANA (JUNIO DE 2011)

Misael López Solana, tenía 25 años cuando fue asesinado en su casa junto a su padre y madre. Era fotógrafo del periódico Notiver, cubría la fuente policíaca.

De acuerdo con reportes de prensa, Misael López, “Guizmo” como le gusta que lo llamaran, hizo una cobertura especial de la campaña de Miguel Ángel Yunes en 2010 para la gubernativa en Veracruz, y ahora Gobernador electo de esa entidad.

Blog Expediente detalla que los reporteros de la vieja guardia en Veracruz recuerdan a Misael como un chiquillo que, cargando una cámara, iba con su papá a cubrir sucesos, era Milo Vela con su hijo Misael, al que le daba una reflex y alentaba a aprender el oficio para heredarle un medio conque ganarse la vida.

Yolanda Ordaz de la Cruz, periodista asesinado en julio de 2011. Su cuerpo fue hallado en Boca del Río. Foto: Cuartoscuro

Yolanda Ordaz de la Cruz, periodista asesinado en julio de 2011. Su cuerpo fue hallado en Boca del Río. Foto: Especial

YOLANDA ORDAZ DE LA CRUZ (JULIO 2011)

Yolanda Ordaz de la Cruz, reportera también de Notiver con 20 años de trayectoria, fue vista por última vez cuando salía de su domicilio el 24 de julio de 2011. Dos días después, la madrugada del martes 26, su cuerpo sin vida, con señales de tortura y decapitado, fue hallado en un fraccionamiento de Boca del Río.

Ordaz de la Cruz cubría la fuente policíaca, sin embargo la Procuraduría del Estado relacionó, casi de inmediato, el homicidio a posibles nexos con la delincuencia organizada. “Son la principal línea de investigación”, dijo la dependencia. Al parecer, por diversos videos difundidos en la red que la ligaban con Rolando Veyta, “El Manitas”, un presunto jefe Zeta.

Yolanda era egresada de la facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana. “La Señora”, como le decían sus compañeros, los que la respetaban por su genio y reconocían por su nobleza, la que se fajaba en los tiroteos y no se preocupaba por el maquillaje corrido en medio del fragor de las balas, el aroma a pólvora quemada y el peste peculiar de la sangre fresca y la carne putrefacta entre la cual debe andar el reportero en Veracruz, detalla Blog Expediente.

La corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, Regina Martínez, fue asesinada en su casa en abril de 2012. Foto: Blog Expediente

La corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, Regina Martínez, fue asesinada en su casa en abril de 2012. Foto: Blog Expediente

REGINA MARTÍNEZ (ABRIL DE 2012)

La corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, Regina Martínez, fue hallada muerta en su casa. Su cuerpo tenía signos de asfixia y golpes en diversas partes. Su caso lleva cuatro años en la impunidad.

Las autoridades veracruzanas hablaron de una Regina Martínez fiestera, con una doble vida, en medio del desorden por la bebida y por la pasión. Versiones que no cuajaban con la viva que ella siempre llevó, lejana de los reflectores y el protagonismo innato del reportero. Una Regina Martínez que no celebraba nada, ni su cumpleaños. Que llevaba una vida religiosamente apegada al trabajo y a mantener su intimidad muy lejos.

De acuerdo con la Fiscalía, José Adrián Hernández Domínguez, “El Jarocho”, quien se encuentra prófugo, es el presunto asesino de la periodista. De acuerdo con la versión de las autoridades, este sujeto habría ahorcado con una jerga de baño a Martínez y golpeado para robarle sus pertenencias. Sin embargo, durante estos años, el gremio ha exigido una investigación en torno a la labor periodística de Regina.

Gabriel Huge, asesinado en mayo de 2012 junto a su sobrino y otro fotoreportero. Foto: Especial

Gabriel Huge, asesinado en mayo de 2012 junto a su sobrino y otro fotoreportero. Foto: Especial

GABRIEL HUGE (MAYO 2012)

En mayo de 2013, Gabriel Huge, Guillermo Luna Varela y Esteban Rodríguez fueron asesinado; en 2011 los tres se habían exiliado de Veracruz.

A Gabriel Huge, le decían “El Mariachi”, ere fotoperiodista de Veracruz News. En el medio, se ganó el respeto de sus compañeros de la fuente policíaca e incluso llegó a ostentar una especie de liderazgo, pues a él directamente delegados de corporaciones policíacas y de Ministerios Públicos le informaban de sucesos de interés.

De acuerdo con Blog Expediente, durante la guerra contra el narco, de Felipe Calderón, Gabriel Huge llegó antes que nadie a la escena en donde unos policías federales habían ejecutado a un presunto pistolero. Huge tomó las fotos del antes y después de que los oficiales sembraran un arma para justificar el uso de la fuerza letal contra un “grapero” que presuntamente intentaba escaparse de la detención. Los cuatro policías federales implicados terminaron tras las rejas y Huge tuvo que sortear una campaña de acoso la cual libró por el respaldo de Milo Vela. En 2011 se fue de Veracruz. Buscó trabajo en otros estados, pero no tuvo éxito. Finalmente, volvió a Veracruz donde su sobrino Guillermo Luna, ya había ingreso a trabajar a medios locales.

Gabriel Huge, joven fotoreportero asesinado en mayo de 2012 junto a su tío. Foto: Especial

Gabriel Huge, joven fotoreportero asesinado en mayo de 2012 junto a su tío. Foto: Especial

GUILLERMO LUNA VARELA (MAYO 2012)

Guillermo Luna creció con el ejemplo de los triunfos de su tío Gabriel Huge en Notiver. El joven tenía una carrera técnica en el Conalep y trabajaba para algunos medios de comunicación locales.

El día de su asesinato, el 3 de mayo de 2012, Guillermo Luna abandonó la cobertura de un accidente y se marchó. No dijo a donde.Por su parte, su tío, Gabriel entregó a una hermana las llaves del coche y la cámara fotográfica, también pidió que cuidaran a sus hijos. Después de eso, no respondieron llamados. Días después, sus restos fueron sacados de un canal de aguas negras en el puerto de Veracruz.

ESTEBAN RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ (MAYO 2012)

Esteban Rodríguez colaboraba con sus fotografías para medios como AZ de Veracruz, Notiver, Tv Azteca, y cubría nota roja. También era egresado del Conalep. Tenía 40 años.

A Rodríguez se lo llevaron también el 3 de mayo de 2012. Estaba en su casa, trabajaba ayudando a su hermano en un taller mecánico. Esteban tenía unos cinco meses desempleado. Se había dado la orden de que ya no le dieran trabajo en los medios que colaboraba.

El día que lo enterraron, narra BlogExpediente, unas cuantas personas lo despidieron en el panteón. Su tumba quedó a unos cuantos metros de la de Gabriel Huge y de la de Guillermo Luna.

Víctor Manuel Báez, secuestrado y asesinado en junio de 2012. Foto: Especial

Víctor Manuel Báez, secuestrado y asesinado en junio de 2012. Foto: Especial

VÍCTOR MANUEL BÁEZ CHINO (JUNIO 2012)

Víctor Manuel Báez Chino, reportero de Milenio El Portal y de Reporteros Policíacos fue secuestrado por hombres armados que entraron a su oficina, el 14 de junio de 2012. Horas después su cuerpo desmembrado fue localizado junto a un mensaje firmado presuntamente por Los Zetas.

Días antes de su asesinato, el 6 de ese mes, fue visto sonriente en el puerto de Veracruz. Se había ganado un coche en la rifa organizada por el Gobernador, Javier Duarte, para congraciarse con el gremio tan golpeado por los asesinatos.

Baéz Chino tenía más de 20 años en la fuente judicial. Y estaba al frente de un proyecto en internet sobre noticias rojas. Soñaba con aglutinar al mayor número de periodistas políciacos en Veracruz. La censura y las amenazas lo truncaron.

Gregorio Jiménez de la Cruz asesinado en febrero de 2014. Foto: Especial

Gregorio Jiménez de la Cruz asesinado en febrero de 2014. Foto: Especial

GREGORIO JIMÉNEZ (FEBRERO 2014)

El 5 de febrero de 2014, Gregorio Jiménez de la Cruz fue interceptado en su domicilio por un grupo de hombres armados cuando el comunicador regresaba de dejar a sus hijos de la escuela. Si desaparición generó una serie de movilizaciones que exigían que fuera hallado con vida. El caso llego a nivel nacional. El Gobernador Javier Duarte se reunió con la familia y les ofreció una casa. Su esposa la rechazó, ella quería que localizaran a “Goyo”.

Sin embargo, el 11 de febrero el cuerpo sin vida de Gregorio Jiménez fue localizado junto al de otras personas en Las Choapas.

Las autoridades dijeron que a “Goyo” lo mataron por “diferencias personales” con la autora intelectual del delito, Teresa de Jesús Hernández Cruz, “La Teresa”. Y de inmediato desecharon su labor periodística como móvil.

Moisés Sánchez Cerezo secuestrado y asesinado en enero de 2015 en Medellín del Bravo, Veracruz. Foto: Especial

Moisés Sánchez Cerezo secuestrado y asesinado en enero de 2015 en Medellín del Bravo, Veracruz. Foto: Especial

MOISÉS SÁNCHEZ (ENERO 2015)

El 2 de enero de 2015, Moisés Sánchez Cerezo fue sacada de su domicilio con lujo de violencia por hombres armados. Con él, se llevaron su computadora, cámara fotográfica y celular. Sánchez editaba su propio periódico La Unión, que financiaba con los recursos que obtenía como taxista.

Su familia acusó que el periodista había recibido una amenaza tres días antes de su desaparición, en la que supuestamente el Presidente Municipal Omar Cruz Reyes “pretendía callarlo dándole una lección”. Su cuerpo sin vida fue hallado el 24 de enero.

A Moisés lo mataron unos delincuentes de poca monta, según la averiguación de la Fiscalía, por “encargo” del alcalde panista Omar Cruz, hoy prófugo.

Armando Saldaña Morales, asesinado en mayo de 2015. Foto: Especial

Armando Saldaña Morales, asesinado en mayo de 2015. Foto: Especial

ARMANDO SALDAÑA MORALES (MAYO 2015)

Armando Saldaña Morales, reportero y locutor de la radiodifusora de Ke Buena fue asesinado el 4 de mayo del año pasado. El periodista había denunciado actividad criminal en Veracruz fue asesinado con cuatro impactos de bala y su cuerpo mostraba señales de tortura.

Apenas unos días antes de su muerte había dado a conocer la existencia de criminales conocidos como “chupaductos” que estaban robando combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Veracruz.

El periodista, sin embargo, no apareció muerto en Veracruz, sino en el estado vecino de Oaxaca, donde él trabajaba como reportero de la Ke Buena.

JUAN MENDOZA (JULIO 2015)

El 2 de julio del año pasado, el director general del portal de noticia Escribiendo la Verdad, Juan Mendoza Delgado fue hallado muerto. Su cuerpo tenía signos de tortura.

Mendoza trabajaba en Medellín del Bravo. Las autoridades en un inicio hablaron de que el comunicador había sido atropellado, sin embargo, diversas fotografías que comenzaron a circular donde se observaba a Juan vendado de los ojos pusieron en duda la versión.

Rubén Espinosa, exiliado de Veracruz por amenazas y acoso, encontró la muerte en la Ciudad de México en julio de 2015. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

Rubén Espinosa, exiliado de Veracruz por amenazas y acoso, encontró la muerte en la Ciudad de México en julio de 2015. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

RUBÉN ESPINOSA (JULIO 2015)

Rubén Espinosa, fotoreportero de Cuartoscuro y Proceso, dejó Veracruz el 9 de junio del año pasado para no sumarse a la lista de periodista asesinados, según dijo en una entrevista a SinEmbargo desde su exilio. Él acusó a Duarte como responsable de los acosos y amenazas que estaba recibiendo.

A Rubén la muerte le alcanzó en la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, el 31 de julio. Lo asesinaron junto a otras cuatro mujeres, entre ellas, Nadia Vera una activista que también había huido de Veracruz.

Lo asesinaron en las narices de las organizaciones en donde denunció las amenazas de las que era víctima y lo más grave, del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación (Segob).

MANUEL TORRES (MAYO 2016)

Manuel Torres fue asesinado de un disparo en la cabeza en Poza Rica el 14 de mayo del año pasado. El reportero, que había trabajado para Noreste, Tv Azteca y Radiover.com, tenía una trayectoria de 20 años y cubría la fuente judicial y nota policíaca.

Antes de ser asesinado, editaba su página de noticias mdna.noticiasmt.com, en la que daban cobertura a los municipios de “Poza Rica, Papantla, Tantoyuca, Tuxpan, Tamiahua, Veracruz y Gobierno del estado”.

En el primer comunicado que la Fiscalía veracruzana emitió tras su asesinato desconoció que Sánchez Mendoza fuera periodista.

Anabel Flores Salazar, de 32 años de edad y madre de dos bebés, asesinada en febrero de este año. Foto: Especial

Anabel Flores Salazar, de 32 años de edad y madre de dos bebés, asesinada en febrero de este año. Foto: Especial

ANABEL FLORES SALAZAR (FEBRERO 2016)

La periodista Anabel Flores Salazar, de 32 años de edad y madre de dos bebés, fue secuestrada por hombres armados en su casa, asesinada y su cuerpo lanzado a una cuneta de una carretera de Puebla en febrero pasado. La reportera trabaja en El Sol de Orizaba.

A horas del secuestro de la comunicadora, la Fiscalía de la entidad había señalado que en agosto de 2014 Flores Salazar había estado en compañía de un presunto miembro de un grupo del crimen organizado cuando éste fue detenido. Y que por ello investigan un posible nexo criminal.

Anabel era madre de un bebé recién nacido y de otro niño de aproximadamente cuatro años. Llevaba más de seis años ejerciendo como periodista. Formó parte del periódico El Mundo de Orizaba, después trabajó para el diario El Buen Tono y últimamente se desempeñaba en El Sol de Orizaba, donde cubría la fuente policiaca. Tenía a su cargo la cobertura en los municipios de Ciudad Mendoza, Acultzingo, Nogales, Maltrata, Ixtaczoquitlán, donde recogía informaciones tanto de accidentes automovilísticos como de homicidios y ejecuciones.

Pedro Tamayo, de 43 años de edad, asesinado en julio de 2016. Foto: Especial

Pedro Tamayo, de 43 años de edad, asesinado en julio de 2016. Foto: Especial

PEDRO TAMAYO (JULIO 2016)

Pedro Tamayo, de 43 años de edad y periodista que cubría la región de Tierra Blanca, Veracruz, fue asesinado a balazos el 21 se julio de este año, después de que denunciara amenazas del Gobernador Javier Duarte de Ochoa y de su cuerpo policiaco.

Tamayo fue acribillado afuera de su casa, en el negocio familia, en la colonia Centro de Tierra Blanca. Su familia acusó que la ayuda para el periodista que se desangraba en la calle tardó en llegar. Que los policías dejaron escapar a los agresores.

A principios de este año, el periodista Pedro Tamayo Rosas había escapado de Veracruz. Dijo que lo amenazaban policías. Sin embargo, volvió de su exilio para trabajar por su familia.

Enero 2016. Pedro Tamayo, a su esposa: “Tengo miedo. Al llegar, te aviso. Apagaré el teléfono”

jueves, julio 21st, 2016

Pedro Tamayo Rosas inició como policía municipal y esa profesión lo acercó por primera vez al periodismo. Y no lo dejó hasta el día de su muerte. Documentó la existencia del rancho El Diamante, que Los Zetas usaban como casa de seguridad y en la que tenían secuestrados a migrantes; exhibió las primeras atrocidades de ese cártel contra las personas en tránsito y fue despedido. En enero pasado dijo a su esposa: “Déjame aquí, iré a ver una nota, regresas en un rato por mí”. Huyó a Oaxaca, ante el temor de ser asesinado. Horas después fue localizado. Regresó a la entidad gobernada por Javier Duarte de Ochoa sólo para encontrar la muerte la noche de ayer, cuando trabajaba en su negocio, orillado a buscar otra fuente de ingresos ante las amenazas en su contra.

Por Ignacio Carvajal

Coatzacoalcos, Veracruz, (SinEmbargo/BlogExpediente).– 6:00 a.m. del 20 de junio de 2011: Suena el Nextel de Pedro Tamayo:

–Qué onda, ¿mataron a don Milo Vela (Miguel Ángel López Velasco) y a su familia?

–Sí, Pedro, en su casa, en la zona norte de la ciudad.
–…
–Aún están trabajando las autoridades en bajar sus cuerpos; acá estamos los compañeros en su casa.

–Qué gacho, carnal, conocí a ese señor, era a todo dar conmigo cuando colaboraba en Notiver. No puede ser, un abrazo a todos, acá estoy para lo que sea, mi solidaridad con ustedes.

4:00 a.m. del 26 de julio de 2011: Otra vez el Nextel parpadeando con el contacto de Pedro Tamayo en el display:

–¡Mataron a Yolandita, qué poca, hermano, no es posible, a dónde vamos a parar, les mando mi solidaridad, ya saben!, Yolanda era una mujer valiente, bragada, entrona para la policiaca, Dios la cuide.

Mayo del 2012: Otra vez Pedro Tamayo a la distancia desde Tierra Blanca:

–Supe lo de Mariachi (Gabriel Huge) y su sobrino (Guillermo Luna). Ese cabrón era a todísima madre, siempre estaba dispuesto a ayudar a uno aunque no te conociera. Ta’ cabrón, hay que cuidarnos, por favor, cuídense mucho y mi solidaridad con todos ustedes, el gremio de Veracruz, mucho apoyo moral desde Tierra Blanca.

Así era Pedro Tamayo Rosas, de 45 años, el último reportero asesinado en Veracruz, el número 17, esta vez en Tierra Blanca, en su domicilio de la colonia Centro, frente a su esposa e hijos. A Pedro Tamayo le llegó la muerte mientras ayudaba en su negocio de venta de comida.

El ataque se consumó a las 10:45 p.m. Afuera de la casa ubicada en avenida Cinco de Mayo.

Quienes fueron a matar a Pedro lo saludaron y pidieron comida para llevar.

“No traigan cartas; quieren cuatro hamburguesas de res”, alcanzó a gritar al de la cocina, y pocos segundos después se oyen dos disparos.

Algunos testigos hablan de once detonaciones, otros que más. En la plancha del forense de Tierra Blanca, consta en las primeras averiguaciones, sólo extrajeron dos balas calibre .9mm del cuerpo de Pedro Tamayo. Le deshicieron los pulmones.

Pedro, de policía a reportero. Foto: BlogExpediente

Pedro, de policía a reportero. Foto: BlogExpediente

***

Pedro no estudió periodismo. Joven, ingresó a la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz (SSP) como policía raso.

Sin esperarlo, el 8 de diciembre de 1994 se estrenó como periodista, contó un miembro de la familia: Acompañó a los investigadores que daban seguimiento al caso de una mujer acusada de haber robado a un bebé.

“El caso sonó mucho en Tierra Blanca y en el estado porque no la encontraban, ni al bebé, y los padres estaban haciendo todo lo posible en medio del drama para encontrarlo, hasta que lo hicieron, se lo había llevado una lesbiana”, recuerdan.

El operativo para la detención de la mujer, que tiempo después recibió sentencia por la sustracción del bebé, atrajo a curiosos y periodistas al sitio en donde se ubicó a la infractora.

“La familia de la mujer se puso mal y no dejaron pasar a nadie, corrían a los reporteros”, relató la misma fuente, pero Pedro era vecino de la lesbiana y le tenían confianza. Un periodista, que también era director del diario La Crónica, lo notó, y le propuso: ‘oye, métete a hablar con la mujer, pregúntale porqué lo hizo, qué tenía pensado, si iba a vender al bebé o qué’, con una grabadora escondida entre el uniforme, Pedro ingresó y comenzó a entrevistar a la chica durante más de 30 minutos, le hizo una entrevista chingona”, rememora.

El director de ese diario, con la cinta en su poder, no cabía del asombro de la exclusiva en sus manos, pero más, por la forma en que ese policía raso había obtenido datos sobre las motivaciones psicológicas y esencialmente humanas de esa mujer para arriesgarse a robar un infante: quería sentir que era ser madre, y así salió la entrevista al día siguiente en el diario, firmada por Pedro Tamayo Rosas.

Motivado por esa publicación, Pedro Tamayo pidió trabajo en La Crónica, y también la oportunidad para aprender, y lo aceptaron. Hoy el director de ese diario ya es veterano y vive alejado de la prensa. Cuando comenzó la ola de asesinatos en el puerto de Veracruz, lanzó a un rincón la cámara fotográfica, la grabadora y la libreta, y después de descansar unos días, renunció a sus deberes de reportero e inició un negocio de venta de ropa de bazar en colonias populares.

En una borrachera con quien esto escribe, el viejo reportero compartió vivencias con Pedro Tamayo:

Le notó cualidades a ese oficial chaparrito, moreno, retacón, para sacar datos en el lugar de los hechos, reportarlos, y aún con la precariedad de su formación, escoger los más importantes y relegar lo menos trascendente.

Con dos semanas reporteando, el Delegado de la SSP, jefe de Pedro, lo mandó llamar y éste ya se esperaba el regaño del comandante. Pero no. Estaba feliz, con varios ejemplares de La Crónica en su escritorio. Palmeó la espalda de Pedro y le deseó suerte en su nuevo emprendimiento, su trabajo como oficial, si deseaba, lo podía conservar mientras aprendía periodismo. Hasta una motocicleta le obsequió para facilitarle su labor.

Tamayo Rosas abandonó la oficina de su jefe aún más convencido del próximo destino.

Pedro Tamayo Rosas fue lanzado a la calle con una camarita de rollo, una libretita y un lapicero para anotar datos de accidentes, homicidios, protestas y toda clase de eventos políticos en esa región de la Cuenca del Papaloapan, colindante con la frontera intangible con Oaxaca, una de las regiones más violentas del estado de Veracruz, donde el día a día se desarrolla entre cadáveres que aparecen de un lado y del otro. Si al muerto lo encuentran en el lado de Oaxaca, a unos metros de Tierra Blanca, entonces el reporte lo pasan a las autoridades de Veracruz y viceversa; pues casi siempre las víctimas son de Tierra Blanca o de Tres Valles. Los asesinos les arrancan el último privilegio de morir en su tierra.

Ese director, le enseñó a Tamayo redacción periodística, el relato, la narración, la descripción y la jerarquización de los datos, de cómo se le tenía que dar forma en la hoja en blanco frente a la máquina de escribir, abarcar todos los antecedentes, aún más si estaba implicado algún político o líder de la industria azucarera.

Los resultados de Tamayo en las calles ganando notas y fotos exclusivas, de inmediato se reflejaron en la circulación a la alza del diario, y claro, en la animadversión de algunos sectores políticos.

“Ya cuando estábamos bien chingones, que el diario La Crónica era la referencia en esa región, y en el Ayuntamiento se enojaron mucho con nosotros porque les sacábamos sus cosas chuecas. En un carnaval de Tierra Blanca, a los organizadores de la fiesta se les ocurrió darle mi nombre a un monigote de papel y cartón como representación del mal humor, y pues fui quemado en la plaza pública”, narra el veterano periodista.

Tamayo Rosas siempre contaba entre carcajadas esa anécdota, las autoridades de Tierra Blanca desquitaron todo su rencor contra el equipo de La Crónica, y a la figura incendiada la bautizaron como “El EvaCrónico.

“Siempre le dije a Pedro, que lo más importante en una nota, era la cabeza. Si no tienes la cabeza, no tienes nada. Debes saber cuál es la noticia, y eso se aprende en el lugar de los hechos, presenciando la noticia, corriendo para no perder nada y tomar las mejores fotos y oír la información directamente de los involucrados”, relató su antiguo jefe y amigo.

***

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De la voz de Pedro Tamayo:

“Mira Nachito, el periodismo es lo más bonito que me ha pasado en la vida, sumado con mis dos hijos y mi esposa. Esto me ha dejado grandes satisfacciones te voy a contar lo que una vez me pasó. Estaba yo trabajando para La Crónica de Tierra Blanca, ya tiene rato eso, y se dio un accidente allá por El Amate [Sobre la carretera federal 145 La Tinaja – Tierra Blanca], era un coche bonito, creo que un Mustang se había volteado por una llanta reventada. En el coche venían dos personas, un gringo y su novia, ella murió y él quedó malherido. Sacamos la nota a una plana completa en el diario. Pasó el tiempo y de Estados Unidos me contactaron de un despacho de abogados, querían los negativos de mis fotografías y que rindiera testimonio para una Corte gringa, pues el dueño del coche había demandado a la empresa donde se fabricaron las llantas que fallaron, pues le habían dado una garantía y alegaban que sus defectos habían causado el accidente. Les dije que sí, me vinieron a ver, se llevaron el material, y al poco tiempo declaré. Instalaron una especie de sala de juicios en un salón de un lujoso hotel en Boca del Río, colindante con el World Trade Center y Plaza Américas, también fueron otras personas, peritos y autoridades que habían dado parte del accidente. Yo di mi testimonio y el caso se ganó. El dueño del coche recibió una indemnización millonaria y a mí me regaló unos centavos, que invertí en mejoras para mi casa”.

EN EL SANTUARIO ZETA

La fama de Tierra Blanca durante mucho tiempo la ubicó como origen de buenos jugadores de béisbol y además, terruño de los más eficientes y efectivos sicarios. Para matar a líderes cañeros, políticos locales, enemigos, para ajustar cuentas, los grupos criminales de la cuenca del Papaloapan han recurrido a pistoleros de Tierra Blanca. Eso hasta el arribo de Los Zetas y su estrategia aplastante para imponer el miedo.

Paso de “La Bestia”, el ferrocarril empleado por los centroamericanos para ir del sureste del país a la frontera con Estados Unidos, Tierra Blanca se convirtió en una de las peores referencias para quienes vienen de Honduras, Guatemala y El Salvador porque allí Los Zetas implantaron el más sanguinario sistema para controlar la ruta migratoria.

Con el arranque de la guerra contra el narco lanzada por el ex Presidente Felipe Calderón, además de las balaceras y ejecuciones al por mayor en casi todo territorio mexicano, Los Zeta se fortalecieron con ingresos por el secuestro a granel de migrantes en Chiapas, Tabasco, Veracruz y Oaxaca.

Esta realidad comenzó a ser denunciada tras el encarcelamiento del padre Alejandro Solalinde, por la policía municipal de Ixtepec, Oaxaca, el 10 de enero de 2007, cuando intentaba rescatar, con otros extranjeros, a un grupo de migrantes secuestrados por Los Zetas. Los policías, infiltrados, lo evitaron para quedar bien con sus patrones, los criminales.

Es ese hecho, el que pone en la palestra nacional a ese cura rebelde con su discurso sobre los secuestros masivos de centroamericanos, las tablizas, las violaciones a mujeres y asesinatos y desapariciones a quienes no contaban con recursos para pagar, pero fue el periodista de Tierra Blanca, Pedro Tamayo, el primero en el país en tomar fotos, y documentar, una casa de seguridad de Los Zetas, el 17 de julio de 2008, en la colonia Hoja de Maíz.

El Ejército Mexicano dio con la casa de seguridad en la cual había unos 30 ciudadanos extranjeros recluidos. Se supo entones que la cuota por cabeza era de unos 500 dólares. En las fotos captadas por Pedro Tamayo de ese hecho, se retrataba el horror: vigilados por una gran imagen de la Santa Muerte, yacían amarrados con mecates, tapados los ojos, descalzos, desnudos unos, con glúteos destrozados a tablazos para obligarlos a entregar números telefónicos de quienes les esperaban en Estados Unidos para extorsionarlos, sino pagaban, les cortarían la cabeza, los harían pedazos y arrojarían sus restos a un tambo de metal para prenderles fuego o echarles ácido.

De cubrir accidentes, suicidios y ejecuciones, Pedro Tamayo tuvo que entrarle al tema de la migración, ya que Tierra Blanca, con la presencia de Los Zetas en todo el territorio, la volvieron un infierno. La documentación y emisión de estas noticias, los relatos de la crueldad expresados por sus víctimas en los pocos albergues en la ruta, motivaron visitas de delegaciones de organizaciones defensoras de los derechos humanos.

LA REGIÓN DE LA MUERTE

Alguna vez, quien esto escribe, escuchó de Pedro Tamayo relatos terribles sobre la violencia en la frontera entre Tierra Blanca y Veracruz, basta zona geográfica, de carreteras destrozadas, y amplias parcelas de cultivos de caña de azúcar.

“Desde que recuerdo, siempre se han matado entre ellos, parece que nunca se acaba el odio, matan y matan líderes cañeros y no se acaba”, contaba Pedro, quien reconoció que lo más efectivo para transitar esos caminos y brechas en la frontera Oaxaca–Veracruz, siempre sería una buena escopeta o pistola acomodada discretamente en el coche, lista para la defensa.

Nacido en Piedras Negras, municipio de Tlalixcoyan, Pedro Tamayo ingresó a la SSP de policía, sólo con la secundaria, de allí sacó la preparatoria, y con esfuerzos, había acabado hace poco la licenciatura en Derecho en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV).

“Ya hasta andaba pensando en una maestría, tenía ganas de ejercer y ayudar a la gente luego con sus casos”, cuenta otro familiar, quien recuerda las horas robadas al sueño e invertidas por el periodista asesinado para estudiar y hacer tarea.

“¿Necesidad?, no la tenía. Sus hijos ya son grandes”, señala la misma persona.

“Mi papá nos dio alimento, techo, vestido y carrera del periodismo, nos dio el mejor regalo, nos enseñó a trabajar”, relata uno de ellos.

Al demostrar su talento en La Crónica de Tierra Blanca, tras años en su redacción, Tamayo Rosas abortó ese proyecto por problemas internos y ante el fastidio con la línea editorial cercana al Gobierno priísta de Veracruz. Hoy ese diario aparece en la lista de proveedores reclamando adeudos por publicidad, como un pendiente de 976 mil pesos.

Después de La Crónica, pasó Pedro Tamayo al proyecto La Voz de Tierra Blanca, primero como reportero, después como director general. Pedro Tamayo era director, reportero, fotógrafo, voceador, repartidor, mandadero, chalán, lo que se ofreciera. Todo por un mismo sueldo. Todo por amor a la carrera y amplia fe en el proyecto.

Entre los “golpes informativos” asestados por Pedro Tamayo estando en ese diario, su cobertura de la aparición de varias fosas en el rancho El Diamante, en el municipio vecino de Tres Valles, de las cuales exhumaron a unas 35 víctimas en julio de 2014. Sólo estuvo diez minutos en ese campo de exterminio pero documentó fotográficamente los entierros clandestinos, los dormitorios empleados por los sicarios y espacios usualmente para violar a las víctimas mujeres delante de una imagen de la Santa Muerte como testigo.

Horas después de terminado el operativo, y que el Gobierno de Duarte se empeñó en ocultar, el periodista llegó a ese rancho con la ayuda de un amigo de Tres Valles, también reportero, quien a la distancia de dos kilómetros, con el terror en el rostro, señaló la entrada del rancho El Diamante, y sin despedirse, salió huyendo a toda prisa, pero Pedro tenía las fotos que comprobaban la matanza y daban cuenta de la existencia del lugar. La censura del duartismo había perdido una más.

“Al día siguiente, La Voz de Tierra Blanca se terminó y hasta hubo que mandar imprimir más ejemplares”, relató el familiar de Tamayo Rosas.

Pero extrañamente, cuando el diario iba bien, el dueño, Francisco Aguirre Vélez, lo cerró, despidió al director y a toda la plantilla laboral, pisoteando sus derechos, para montar un restaurante en el inmueble donde operaba el periódico.

“El jefe me dio las gracias, dice que le aconsejaron mejor poner un restaurante, que hizo un estudio, y a su dinero le convenía más eso”, relató Tamayo en alguna ocasión a la sazón de su despido.

Pero apenas quedó en la calle, por recomendaciones, el psicólogo Joaquín Rosas le dio una oportunidad en AlCalorPolitico como corresponsal para Tierra Blanca, y seguía como colaborador del diario El Piñero de la Cuenca.

La última noticia a la que dio cobertura en esa etapa, la desaparición de cinco jóvenes de Playa Vicente que después se supo los detuvo la SSP y entregó a una célula de la delincuencia organizada, para acabar con sus destinos en un rancho de Tlalixcoyan, El Limón, hecho que sacudió a todo Veracruz, y el mismo debió exiliarse el 25 de enero pasado ante intimidaciones en su propio domicilio, al cual arribaron supuestos trabajadores de Telmex en actitud sospechosa.ç

Tamayo

Tamayo Rosas no vio a esos sujetos. Supo de sus rondines por la mañana, mientras circulaba en la ciudad en compañía de su esposa. Olfateaba el peligro a la distancia:

–Déjame aquí, iré a ver una nota, regresas en un rato por mí –le dijo Pedro Tamayo a su mujer y le entregó las llaves del coche.

Él descendió en lugar de ir por la nota, tomó un taxi a la zona cañera, buscando la frontera con Oaxaca, se bajó, y caminó durante horas hasta dejar atrás a Tierra Blanca y a los sujetos sospechosos que hicieron preguntas extrañas y dejaron una amenaza velada.

La esposa recibió un mensaje del reportero: “Ya no regreses por mí, me fui a un lugar seguro. Tengo miedo. Al llegar, te aviso. Apagaré el teléfono”. Lo de la cobertura de la nota había sido un engaño para no exponer a su mujer si es que lo anduvieran siguiendo.

En medio de la nada, entre brechas, potreros, cruzando ríos, cerros y caminos sinuosos, siempre lejos de las carreteras, de madrugada, rumiando el miedo, llegó hasta Vicente Camalote, Oaxaca. Ante la falta de comunicación, la esposa ya había tramitado la denuncia por la desaparición y su caso era un escándalo en redes sociales. Sobre la mañana del día siguiente, se reportó. Estaba bien, y con un amigo. Elementos de la Policía resguardaron su salida de Oaxaca rumbo a la capital del estado, con su familia, al exilio.

El exilio se genera en el contexto de la detención de Francisco Navarrete Serna en Tierra Blanca, presunto jefe de plaza de la delincuencia organizada; Tamayo Rosas confirmó que antes de ser detenido, Navarrete Serna estaba en planes de relanzar La Voz de Tierra Blanca, había comprado el equipo, material y también contrató a la plantilla de trabajadores despedida originalmente, reinstalando al ahora finado en la dirección. A Navarrete lo detienen un fin de semana y el rotativo estaba programado para salir el lunes próximo, lo cual se vino abajo.

Al regresar del exilio, de unos tres meses, en familia iniciaron un negocio de venta de comida para sostenerse; económicamente quedaron golpeados por el tiempo sin trabajar.

“Tuvimos que vender lo poco que teníamos, y nos regresamos para trabajar. Pedro decía que no había hecho nada malo y no tenía porqué andar huyendo con su familia, por eso nos venimos”, relató su familiar.

EN LA LÍNEA DE FUEGO

Al llegar los atacantes a donde Tamayo, él acababa de entregar un pedido de hamburguesas. Estaba sentado en la calle, aunque se oyeron varias detonaciones, sólo dos disparos dieron en el cuerpo de Pedro. Las demás, presuntamente, efectuadas para intimidarlo, lanzadas al suelo. Agonizó unos 20 minutos, durante los cuales se despidió de sus seres queridos. Ese tiempo tardó en llegar la ambulancia aunque los hechos se dieron en el centro. La familia señala que los policías que llegaron a atender la alerta de disparos, dieron mal la dirección a la Cruz Roja.

La muerte del reportero número 17 caído durante el duartismo, a diferencia de otros, no estuvo acompañada por horas de angustia después de un “levantón”; tampoco hubo tortura, no lo hicieron pedazos, como a los cuatro fotoreporteros masacrados en Veracruz; no le decapitaron como a Yolanda Ordaz; no afectaron a su familia, como en el caso de Miguel Ángel López, masacrado con esposa e hijo; Pedro Tamayo murió como siempre vivió, en la Línea de Fuego.

Veracruz es un estado fallido: Artículo 19; Pedro Tamayo estaba bajo protección del Gobierno

jueves, julio 21st, 2016

Luego del asesinato del periodista Pedro Tamayo Rosas, quien fue acribillado la noche de ayer en su domicilio en Tierra Blanca, el gremio periodístico local acusó al Gobernador Javier Duarte de Ochoa de ser cómplice de la ola de agresiones en contra de los comunicadores de la entidad. La organización Artículo 19 condenó el asesinato y calificó a Veracruz como un Estado fallido y peligroso donde no sólo se restringe la libertad de expresión, también existe una política estatal para limitarla. A principios de este año, Tamayo había escapado de la entidad. Dijo que lo amenazaban policías. Ahora está muerto. 

Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo).– La organización Artículo 19 condenó el asesinato del periodista Pedro Tamayo Rosas, quien fue acribillado la noche de ayer en su domicilio en Tierra Blanca, mientras estaba bajó la protección del Gobierno estatal. Calificó a Veracruz como un Estado fallido y peligroso donde no sólo se restringe la libertad de expresión, también existe una política estatal para limitarla. El gremio periodístico local, por su parte, acusó al Gobernador Javier Duarte de Ochoa de ser cómplice de la ola de agresiones en contra de los comunicadores de la entidad.

En entrevista para SinEmbargo, Ana Ruelas, directora de Artículo 19 para México y América Latina dijo que la realidad que se vive en Veracruz muestra a una entidad donde no hay Estado de derecho y existe la impunidad.

“Hemos visto [Artículo 19] una impunidad, hay 17 asesinatos de periodistas en la gestión de Duarte y hay casos donde todavía no se consignan a los culpables. Hay mucho que desear sobre las investigaciones”, destacó Ruelas.

Ayer, Pedro Tamayo, de 43 años de edad, fue asesinado a balazos, después de que denunciara amenazas del Gobernador Javier Duarte de Ochoa y de su cuerpo policiaco.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE), el periodista fue acribillado afuera de su domicilio ubicado en la calle 5 de Mayo, entre Morelos y Matamoros, en la colonia Centro de Tierra Blanca.

Artículo 19 mostró su preocupación porque no existen líneas de colaboración con el Gobierno de Duarte para dar seguridad a los periodistas.

“Hay una falta de Estado de derecho, es una política dirigida a restringir los flujos de información, esperamos que en el próximo Gobierno haya una política que garantice que estos casos no vuelvan a pasar”, expuso.

La directora de Artículo 19 detalló que uno de los grandes problemas en Veracruz es la impunidad con la que las autoridades manejan los casos de los asesinados, desestimando la labor periodística de las víctimas.

“La impunidad que impera desestima la labor periodística de las personas, al final el discurso del Gobierno es tratar de justificar las muertes o la violencia”, mencionó.

Artículo 19 solicitó a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión (FEADLE) atraer el caso de Pedro Tamayo.

“Que atraiga el caso [FEADLE]. Se deben agotar todas las líneas de investigación”, exigió.

El diario El Piñero de la Cuenca, uno de los periódicos donde colaboraba el periodista, exigió hoy al Gobierno de Veracruz justicia para Tamayo.

“El equipo que integra a El Piñero de la Cuenca -que dignamente dirige su director general Roberto Hernández Torres- se manifiesta en firme protesta ante el asesinato del compañero reportero Pedro Tamayo Rosas”, expuso el diario en su editorial de este jueves.

Los compañeros de Pedro Tamayo señalaron que su asesinato representa un condenable ataque al periodismo y a quienes hacen su labor desde una geografía asolada por el crimen organizado y olvidada por las autoridades como los es la región de la Cuenca del Papaloapan.

Pedro Tamayo documentaba sucesos de violencia y protestas sociales en su natal Tierra Blanca; pero también lo hacía en donde su inquietud periodística le permitía como en la Cuenca del Papaloapan.

El quehacer reporteril de Pedro en Tierra Blanca era complicado, pues en muchas ocasiones había sido intimidado por las fuerzas del poder oficial porque sus publicaciones -la mayoría de violencia- “incomodaban”.

“Era un reportero incómodo. Era un reportero que tenía la premisa de informar las situaciones de riesgo, las complicaciones de una región históricamente violenta. Era un reportero que marcó una vida al lado de una cámara y al son del teclado. Era un reportero. Y fue un reportero que murió teniendo el blindaje del estado”, mencionó El Piñero de la Cuenca.

El diario se solidarizó con la familia del periodista y se unió al respaldo de los medios para donde Pedro Tamayo también colaboraba: Al Calor Político, Mi Revista Veracruz, El Cañero de la Cuenca. Y con los medios donde participó activamente: Crónica de Tierra Blanca, Noticieros Radio Max y La Voz de Tierra Blanca.

El gremio periodístico exigió al Gobernador Javier Duarte de Ochoa justicia para detener a los asesinos de Pedro.

“Señor Gobernador, Javier Duarte de Ochoa, le exigimos justicia. Ya son 19 compañeros asesinados y su administración sigue siendo cómplice de la barbarie”, reclamaron los periodistas.

“Alzar la voz ya no basta para exigir justicia. Pero quedarnos callados no es permisible en un escenario donde reina la impunidad, como lo es Veracruz”, destacaron.

La Fiscalía de Veracruz informó que ya investiga los hechos en los que perdió la vida el reportero Pedro Tamayo y activó un operativo especial con las fuerzas integrantes de la Operación Coordinada Veracruz Seguro, para poder ubicar a los probables responsables.

En un comunicado detalló que fue abierta la Carpeta de Investigación 217/2016, en la Subunidad Integral de Procuración de Justicia de Tierra Blanca.

El Fiscal Especializado en Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas se trasladó anoche a esa ciudad para dar seguimiento al protocolo correspondiente, que fue activado de inmediato, y no descartar ninguna línea de investigación, incluido el trabajo periodístico.

De acuerdo con la dependencia, Pedro Tamayo murió luego de haber sido agredido con disparos de arma de fuego.

Las primeras investigaciones establecen que habrían sido dos los agresores, quienes se acercaron a saludar a Tamayo Rosas en una negociación de su propiedad, agrediéndolo con disparos de arma corta, por lo que fue trasladado al Centro Médico Regional, donde perdió la vida mientras recibía atención.

Entre los indicios recabados por los peritos especializados, se encuentran varios casquillos percutidos calibre 9 milímetros, y se pudieron conocer las características del automóvil que habrían usado los agresores en su huida.

La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) condenó el homicidio de Tamayo.

En un comunicado mencionó que desde el momento que tuvo conocimiento de los hechos, el organismo autónomo mantuvo comunicación constante con la familia del periodista brindándoles asesoría y apoyo.

“Lamentamos profundamente el sensible fallecimiento del comunicador y reafirmamos nuestro compromiso y respaldo incondicional para con sus familiares”, expuso.

La CEAPP exhortó a las autoridades de Veracruz para que esclarezcan los hechos que rodean el asesinato del periodista, así como la identificación de los autores del crimen para que sean procesados y castigados conforme a derechos.

“La Comisión dará seguimiento puntual al desarrollo de la carpeta de investigación abierta por la Subunidad Integral de Procuración de Justicia en Tierra Blanca, Veracruz, para identificar la aplicación del Protocolo de Investigación para Delitos cometidos en Agravio de Periodistas y/o comunicadores que señala, entre otras cosas, que deben agotarse todas las líneas de investigación, incluyendo la actividad periodística”, detalló.

TAMAYO HABÍA RECIBIDO AMENAZAS

El 25 de mayo, Tamayo Rosas había huido del estado después de que recibiera amenazas de “policías disfrazados de trabajadores de Telmex”.

De acuerdo con su propia denuncia, su esposa Alicia Blanco fue visitada por policías en su domicilio.

“Le intervinieron el teléfono y posteriormente le dijeron textualmente que le dijera a su marido que ‘le bajara de huevos y que dejara de estar chingando al Fiscal y al Gobernador’”, esta cita fue publicada por El Piñero de la Cuenca, donde Tamayo trabajaba.

Horas después fue localizado en el municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca. a donde se escondió ante el temor de ser asesinado. En aquella ocasión, Duarte de Ochoa informó personalmente el hallazgo del comunicador:

promo ex corresponsal

A su vez el Fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras señaló: “salió de Veracruz por su propio pie; la Fuerza Civil lo encontró en Oaxaca, ya lo traen a Xalapa y aquí lo tendremos bien cuidado, porque habla de temores por una amistad que tiene con algunos actores de lo que ha venido pasando en Tierra Blanca”.

“La indignación es nada para las exigencias de justicia que los comunicadores deseamos para este cúmulo de agresiones en territorio veracruzano”, reclamó El Piñero de la Cuenca en la nota sobre el asesinato de su trabajador.

Tamayo cubrió la desaparición de los cinco jóvenes procedentes del municipio de Playa Vicente y que policías estatales entregaron a miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

La nota policíaca era su especialidad, en la que escribía notas de secuestros, hallazgo de cadáveres y ejecuciones.

En 2015 y el primer trimestre de 2016 la entidad del país con mayor número de agresiones contra la prensa, de acuerdo con la organización Artículo 19, fue Veracruz, gobernado por Javier Duarte de Ochoa, quien en abril de 2013 recibió un reconocimiento de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos por “los esfuerzos que ha hecho Veracruz para garantizar el pleno ejercicio de la libertad de expresión”.

En junio del año pasado, en un encuentro con el medio de Comunicación de Poza Rica, el priista soltó la frase “pórtense bien […] Todos sabemos quiénes de alguna u otra manera tienen vinculación con estos grupos [criminales]”.

Moisés Sánchez, de La Unión; Armando Saldaña, de Exa FM; Juan Mendoza, de Escribiendo la Verdad; y Rubén Espinosa, de Cuartoscuro, eran periodistas de Veracruz, pero fueron asesinados en otras entidades como Oaxaca y la Ciudad de México.

En lo que va del año, Anabel Flores Salazar, de El Sol de Orizaba, y Manuel Torres González, de Poza Rica, fueron asesinados.

El caso mas reciente había sido el de Manuel Torres, asesinado el 14 de mayo pasado, de un disparo en la cabeza, en Poza Rica. Su cadáver quedó tirado frente a las instalaciones de Tránsito del Estado, en la avenida Dos de Enero.

El estado de Duarte de Ochoa es el espacio geográfico del continente y del país más peligroso para ejercer el periodismo, ha dicho Artículo 19. Durante su administración 16 periodistas han sido asesinados y de 2009 a 2015 se tienen registros de 240 tipos de agresiones en Veracruz.

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Pedro Tamayo, el periodista que huyó de Veracruz por amenazas de policías, es asesinado a tiros

jueves, julio 21st, 2016

A principios de este año, el periodista Pedro Tamayo Rosas había escapado de Veracruz. Dijo que lo amenazaban policías. Ahora está muerto. Este miércoles, el subsecretario de Derechos Humanos de la Segob, Roberto Campa Cifrián, acudió al estado a una reunión con autoridades locales y resaltó que Veracruz es el es la entidad que más periodistas y defensores de derechos humanos tiene inscritos en el Mecanismo de Protección federal, al atender a 56 personas.

Ciudad de México, 21 de julio (SinEmbargo) .– Pedro Tamayo, de 43 años de edad y periodista que cubría la región de Tierra Blanca, Veracruz, fue asesinado a balazos, después de que denunciara amenazas del Gobernador Javier Duarte de Ochoa y de su cuerpo policiaco.

De acuerdo con la Fiscalía General del Estado de Veracruz (FGE), el periodista fue acribillado afuera de su domicilio ubicado en la calle 5 de Mayo, entre Morelos y Matamoros, en la colonia Centro de Tierra Blanca.

Las primeras entrevistas establecen que habrían sido dos los agresores, quienes se acercaron a saludar a Tamayo Rosas en una negociación de su propiedad, agrediéndolo con disparos de arma corta, por lo que fue trasladado al Centro Médico Regional, donde perdió la vida mientras recibía atención, detalló la dependencia en un comunicado.

La FGE informó que sus peritos especializados recolectaron varios casquillos percutidos calibre 9 milímetros, y que los agresores huyeron en un auto, del que “se pudieron conocer las características”.

La dependencia veracruzana señaló que se estableció un operativo para dar con los responsables. Además de que se abrió de investigación 217/2016, en la que no se descartará “ninguna línea de investigación, incluido el trabajo periodístico”.

El 25 de mayo, Tamayo Rosas había huido del estado después de que recibiera amenazas de “policías disfrazados de trabajadores de Telmex”.

De acuerdo con su propia denuncia, su esposa Alicia Blanco fue visitada por policías en su domicilio.

“Le intervinieron el teléfono y posteriormente le dijeron textualmente que le dijera a su marido que ‘le bajara de huevos y que dejara de estar chingando al Fiscal y al Gobernador’”, esta cita fue publicada por El Piñero de la Cuenca, uno de los diarios en los que trabajaba.

Horas después fue localizado en el municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca. a donde se escondió ante el temor de ser asesinado. En aquella ocasión, Duarte de Ochoa informó personalmente el hallazgo del comunicador:

promo ex corresponsal

A su vez el Fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo Contreras señaló: “salió de Veracruz por su propio pie; la Fuerza Civil lo encontró en Oaxaca, ya lo traen a Xalapa y aquí lo tendremos bien cuidado, porque habla de temores por una amistad que tiene con algunos actores de lo que ha venido pasando en Tierra Blanca”.

“La indignación es nada para las exigencias de justicia que los comunicadores deseamos para este cúmulo de agresiones en territorio veracruzano”, reclamó El Piñero de la Cuenca en la nota sobre el asesinato de su trabajador.

Además de El Piñero de la Cuenca, colaboraba para el periódico Al Calor Político y escribía en su blog En la línea de Fuego, aunque ya sin su firma.

Tamayo cubrió la desaparición de los cinco jóvenes procedentes del municipio de Playa Vicente y que policías estatales entregaron a miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

La nota policíaca era su especialidad, en la que escribía notas de secuestros, hallazgo de cadáveres y ejecuciones.

En 2015 y el primer trimestre de 2016 la entidad del país con mayor número de agresiones contra la prensa, de acuerdo con la organización Artículo 19, fue Veracruz, gobernado por Javier Duarte de Ochoa, quien en abril de 2013 recibió un reconocimiento de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos por “los esfuerzos que ha hecho Veracruz para garantizar el pleno ejercicio de la libertad de expresión”.

En junio del año pasado, en un encuentro con el medio de Comunicación de Poza Rica, el priista soltó la frase “pórtense bien […] Todos sabemos quiénes de alguna u otra manera tienen vinculación con estos grupos [criminales]”.

Moisés Sánchez, de La Unión; Armando Saldaña, de Exa FM; Juan Mendoza, de Escribiendo la Verdad; y Rubén Espinosa, de Cuartoscuro, eran periodistas de Veracruz, pero fueron asesinados en otras entidades como Oaxaca y la Ciudad de México.

En lo que va del año, Anabel Flores Salazar, de El Sol de Orizaba, y Manuel Torres González, de Poza Rica, fueron asesinados.

El caso mas reciente había sido el de Manuel Torres, asesinado el 14 de mayo pasado, de un disparo en la cabeza, en Poza Rica. Su cadáver quedó tirado frente a las instalaciones de Tránsito del Estado, en la avenida Dos de Enero.

El estado de Duarte de Ochoa es el espacio geográfico del continente y del país más peligroso para ejercer el periodismo, ha dicho Artículo 19. Durante su administración 16 periodistas han sido asesinados y de 2009 a 2015 se tienen registros de 240 tipos de agresiones en Veracruz.

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