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Autoridades de EU expulsan hacia México a menores migrantes de otro países, revela The New York Times

sábado, octubre 31st, 2020

Según lo pactado, solo los niños mexicanos y otros menores que cuentan con la supervisión de un adulto pueden ser devueltos a México después de intentar cruzar la frontera.

Nueva York, 30 de octubre (EFE).- Las autoridades estadounidenses han estado expulsando hacia territorio mexicano a niños migrantes de otros países, una acción que viola un acuerdo diplomático firmado entre Estados Unidos y México y que pone en peligro el bienestar de los menores, según información obtenida por el New York Times.

Así lo revela un correo electrónico interno del jefe adjunto de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Eduardo Sánchez, en el que critica duramente estas acciones y que ha sido obtenido por el diario neoyorquino.

Estas medidas se habrían puesto en marcha bajo la agresiva política de cierre de la frontera con México del presidente estadounidense, Donald Trump, pero a la vez estarían incumpliendo con los términos del acuerdo firmado por el Gobierno mexicano para colaborar en la implementación de los esfuerzos por tratar de controlar la inmigración a Estados Unidos.

Según lo pactado, solo los niños mexicanos y otros menores que cuentan con la supervisión de un adulto pueden ser devueltos a México después de intentar cruzar la frontera.

Las expulsiones de niños de otros países a México estarían poniendo en peligro a menores de naciones como Guatemala, Honduras y El Salvador, puesto que están siendo enviados a un territorio donde no tienen conexiones familiares.

Por ello, apunta el New York Times, la mayoría de los niños parecen haber quedado inicialmente al cuidado de las autoridades de protección infantil de México, que supervisan los refugios administrados por organizaciones religiosas y otros grupos privados.

El medio señala que se cree que unos 200 niños migrantes de otros países han sido expulsados a México en los últimos ocho meses, una cifra que se conoce sólo una semana después de que se revelara que un total de 545 niños que fueron separados de sus padres tras cruzar la frontera en 2017 y 2018 aun no han podido reunirse con sus progenitores.

Concreta, además, que aunque la localización de esos 200 niños es complicada dado el carácter incompleto de los informes de las autoridades mexicanas, un correo electrónico del jefe adjunto de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos confirma que estas expulsiones se han estado produciendo, y que violan la política estadounidense.

“Reiteramos que bajo ninguna circunstancia debe ser expulsado intencionadamente un SM (menor solo) de otro país que no sea México”, recuerda Sánchez en el email, en el que dice que “recientemente” se han identificado “varios casos sospechosos” de expulsión indebida.

Las autoridades estadounidenses, sin embargo, arguyen que este tipo de expulsiones rápidas de menores no mexicanos se llevan a cabo como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Si no se hiciera de esta manera “tendríamos cantidades masivas de infecciones, cantidades masivas de contacto y, repito, llenaríamos un hospital”, dijo al diario Brian Hastings, jefe de la Patrulla Fronteriza del sector del Valle del Río Grande (Texas, Estados Unidos).

Luis y Manuel, los mexicanos que desde EU usan la radio para dar voz a migrantes jornaleros

sábado, junio 1st, 2019

Luis es el principal impulsor de Radio Jornalera es una iniciativa que pretende darle espacio a la voz de miles de inmigrantes que buscan trabajos en la calle, con el soporte de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON). Manuel es el “cerebro técnico” en la producción, nuevos desarrollos y entrenamiento de nuevas voces.

Paola Morales

Ciudad de México, 1 de junio (RT).- Luis Valentan y Manuel Vicente son dos mexicanos que le quieren plantar cara al Presidente de Estados Unidos, país al que llegaron hace 29 años, en el primer caso, y cuatro, en el segundo.

Esquivan las “trompadas” de Donald Trump desde una cabina radiofónica, donde analizan bajo “su propio entendimiento” los ataques presidenciales, pero también dan asesoría legal a otros migrantes como ellos, ponen música, hablan de fútbol y se divierten.

Luis es el principal impulsor de Radio Jornalera, una iniciativa que pretende darle espacio a la voz de miles de inmigrantes que buscan trabajos en la calle, con el soporte de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), mientras que Manuel es el ‘cerebro técnico’ en la producción, nuevos desarrollos y entrenamiento de nuevas voces.

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“El proyecto de alguna manera empezó en la Red Nacional, la idea fue tener nuestro propio medio de comunicación. Yo ya había participado en una radio comunitaria en Los Ángeles, en 2017, con un programa de una hora, pero pensamos que hablar de la situación de los jornaleros requería más de una hora y más de una persona”, comenta Luis a RT.

Radio Jornalera busca combatir el estereotipo del jornalero migrante en EE.UU., que –dicen- le han impuesto muchos grupos antiinmigrantes. “Por muchas razones se nos han cerrado las puertas, se nos ha discriminado, violentado, el habernos apropiado de esta ‘esfera digital’ y expandir nuestras voces es increíble”, manifiesta con voz luminosa Luis, originario de Ciudad de México, quien actualmente se desempeña como coordinador de la región de la Costa del Pacífico de la Red Nacional de Jornaleros.

Se estima que hay 11 millones de migrantes indocumentados en EE.UU., con base en datos del Instituto de Política de Migración (MPI), de los cuales 800 mil se beneficiaban del programa DACA, creado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama, que impedía su deportación y les permitía obtener permiso de trabajo.

EL FENÓMENO JORNALERO

En la década de los setentas y ochentas, un fenómeno comenzó a notarse en las calles de EE.UU.: jóvenesparados a las afueras de empresas constructoras o dedicadas a la venta de materiales de construcción. Eran los jornaleros. Pronto llegaron las quejas de los vecinos alegando que eran un problema de “salud pública”. Entonces, cuenta Luis, los grupos antiinmigrantes comenzaron a poner sus ojos en ellos.

“Atacaron fuertemente las esquinas y centros jornaleros establecidos, también utilizaron la imagen del jornalero como la generalizada para toda la comunidad migrante en este país, a partir de todo eso, se ha maltratado al trabajador jornalero, se le explota en su trabajo, con su vida, se le roba su salario, se les intimida. No teníamos muchas posibilidades de sobrevivir solos a esos ataques”.

Foto: Twitter

A fin de hacer frente a los embates se conforma, en 2001, la Red Nacional de Jornaleros, que actualmente opera con más de 70 centros en EE.UU. Según sus estimaciones, en ese país hay entre 2 millones y 3 millones de trabajadores agrícolas, de los cuales, 53 % son indocumentados. Del total de trabajadores agrícolas, 75 % son mexicanos.

Los estados con mayor número de jornaleros agrícolas son California, Texas, Washington, Florida, Oregon y Carolina del Norte. Su salario anual promedio es de 11.000 dólares, siendo el segundo grupo de trabajadores con el salario más bajo en EE.UU.

Hoy, casi 18 años después, Radio Jornalera busca fortalecer la NDLON a través de este nuevo medio de comunicación para “amplificar la voz de la necesidades, los retos que está viviendo la comunidad jornalera, compartir los logros y dignificarla dentro del país”, abunda Manuel, originario del estado mexicano de Jalisco. “Muchos de ellos no tienen acceso a recursos como la Red y este medio nos permite llegar a todos aquellos que aún siguen en las esquinas buscando trabajo”, agrega.

“Esta Administración es frontal para atacarnos, pero nosotros no los vamos a atacar, sino que vamos a decirles ‘conocemos nuestros derechos y los vamos a hacer valer’, ya no nos vamos a callar” Luis Valentan.

Uno de estos logros, comparte Luis, es el caso de tres jornaleros de la construcción que por años fueron víctimas de robo de salarios por parte de la empresa TDL Restoration Inc. y que el 7 de mayo pasado asistieron a una corte federal en Nueva York al inicio de un juicio para recuperar sus salarios adeudados.

“Es una historia empoderadora y manda un claro mensaje. Esta Administración es frontal para atacarnos, pero nosotros no los vamos a atacar, sino que vamos a decirles ‘conocemos nuestros derechos y los vamos a hacer valer’, ya no nos vamos a callar, no nos vamos a quedar sentados cruzados de brazos, hoy vamos a luchar hasta el final. Estas son las historias que debemos mandar, esa va a ser nuestra respuesta a la narrativa racista de la Administración que tiene Estados Unidos en estos momentos”, anota Luis en tono retador.

Desde enero de 2017, cuando el presidente Trump entró al cargo, la detención de ilegales indocumentados ha aumentado en 42 %, especialmente en Florida, el norte de Texas y Oklahoma, refieren datos de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica.

ALZAR LA VOZ CONTRA ADMINISTRACIÓN TRUMP

“El mayor reto que tenemos es aguantar los ataques de Trump, que se ha empeñado en atacarnos y discriminarnos y ha despertado ese sentimiento escondido en muchos, pero también ha despertado el espíritu de resistencia y lucha entre muchos de nosotros, y es lo que esta radio va a ser: una resistencia, una posibilidad a mayor información, organización y a la participación”, subraya Luis.

Con una transmisión de 12 horas en vivo de lunes a viernes, Radio Jornalera ofrece información sobre ética laboral, asesoría legal, de salud y seguridad, pero también clases de inglés prácticas para la vida laboral, desde el pasado 1 de mayo, cuando fue el lanzamiento de la fase beta.

“Tenemos otros proyectitos, como el de ‘Esquivando las trompadas de Trump’, donde haremos un análisis de qué significan todos estos ataques. Queremos informar a nuestra comunidad de una manera objetiva, hacer un análisis para entender esta política migratoria y cómo respondemos a ella, pero también reconocer y dignificar la cultura de nuestra comunidad”, relata Luis.

“Estamos buscando alternativas para llegar a la comunidad y expandir el proyecto a otras ciudad de Estados Unidos”.Manuel Vicente.

También están por lanzar un número telefónico para que la gente pueda conectarse a través de la transmisión en vivo, sin necesidad de usar sus datos. “Estamos buscando alternativas para llegar a la comunidad”, refiere Manuel, y añade que buscan replicar el proyecto en otras partes del país, como la Costa Este, Florida o Nueva York, para, así, fortalecer la Red Nacional de Jornaleros.

Con un equipo de entre 10 y 12 colaboradores, entre ellos seis locutores en formación, actualmente Radio Jornalera solo transmite por internet, aunque su objetivo es llegar a la Frecuencia Modulada y lograr convenios con emisoras en México.

“Escogimos este medio porque era una manera más fácil e inmediata de llegar a las personas. Lo primero que van a encontrar aquí es que les vamos a dar los buenos días de una manera bien bonita, como seres humanosque aportan, muchos de nosotros hemos venido a dejar los mejores años de nuestra vida a esta nación y aunque no se nos da el valor que merecemos, a través de esta radio vamos a reconocer eso, todos los días les vamos a dar ánimo, les vamos a poner música, los vamos a informar sobre sus derechos laborales, civiles, de inmigración, de salud”, apunta Luis.

¿LA PESADILLA AMERICANA?

Luis, tras tragarse el “cuento chino del sueño americano”, llegó a EE.UU y comenzó a trabajar como jornalero en las esquinas; en la actualidad se desempeña como coordinador de la región de la Costa del Pacífico de la Red Nacional de Jornaleros. Por su parte, a Manuel lo movió el amor, migró por su esposa y tras varios trabajos a fines a su carrera de Comunicación en México, comenzó como voluntario en la NDLON, donde hoy es coordinador del centro en Pasadena.

“Quiero desmentir que en este país existe un sueño americano, eso es totalmente falso. Nosotros también somos parte de esa mentira, porque cuando estamos acá, nos tomamos fotos en casas muy bonitas, en carros, documentamos lo bonito, pero nunca le decimos a la gente la discriminación que vivimos” Luis Valentan.

“Parte de lo que quiero hacer es desmentir que en este país existe un sueño americano, eso es totalmente falso. Nosotros también somos parte de esa mentira, porque cuando estamos acá, nos tomamos fotos en casas muy bonitas, en carros, documentamos lo bonito, pero nunca le decimos a la gente la discriminación que vivimos, los bajos salarios que recibimos, no les decimos que el idioma es un problema grave en nuestra comunidad, que las rentas son excesivamente caras, que tenemos quevivir amontonados, que las condiciones de acceso en nuestros barrios latinos son degradantes”, narra Luis.

Durante el mandato presidencial de George Bush (2001-2009) y los cuatro primeros años de Barack Obama(hasta 2014), las políticas y las acciones migratorias fueron sumamente estrictas y afectaron a millones de personas, tanto documentadas como indocumentadas. La práctica tradicional de deportarlos de manera informal después de ser aprehendidos cerca de la frontera entre México y Estados Unidos se redujo, y aumentaron de forma significativa las deportaciones después de someterlos a procesos administrativos o judiciales.

Las políticas y acciones migratorias más duras, de 2001 a 2014, han sido retomadas por Donald Trump, lo que ha provocado largos períodos de detención previa a la deportación, audiencias ante jueces de migración sin contar con un abogado y deportaciones expeditas sin derecho a audiencia, provocando la separación de familias.
El Departamento de Justicia estableció un plan piloto que creó procedimientos judiciales acelerados en 10 ciudades fronterizas, pero 87,5 % de los inmigrantes en el programa no compareció ante un juez, refleja un análisis del MPI.

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Cuando se les cuestiona si extrañan su país, ambos asienten; Manuel, en tono bromista, dice que echa de menos las tortas ahogadas –un platillo típico de Jalisco-, pero Luis se lo toma más en serio.

“El sentimiento más grande que todos tenemos es no saber cuándo vamos a regresar o cómo vamos a regresar. Como coordinador de estos centros me ha tocado tener que regresar a muchos trabajadores en cajas (féretros) y se quedan sin haberse despedido de sus familias”, dice mientras el llanto contenido le enrojece los ojos, “pero estamos atrapados en este limbo político y migratorio”.

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VIDEO: Agentes forcejean para detener a un migrante que acudió a un tribunal de EU

domingo, abril 28th, 2019

Los arrestos en los tribunales de Estados Unidos se han convertido un problema en varias entidades, particularmente en estados santuario, por lo que activistas y expertos sugieren exigir a personas migrantes una orden de aprehensión ante de detenerlas.

Multnomah, Oregon, 28 de abril (La Opinión/SinEmbargo) .– Oficiales de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) detuvieron a un migrante frente a su abogado en una corte en el condado de Multnomah, Oregon, en Estados Unidos. La escena fue captada en un video difundido en redes sociales.

Aunque el defensor exigió a los agentes que mostraran la orden judicial para lograr su cometido, éstos se negaron.

El abogado y el oficial se grabaron mutuamente, mientras el primero le exigía que mostrara la orden judicial, el segundo le pedía que lo dejara hacer su trabajo, además de acusarlo de obstruir la justicia.

Además de negar mostrar la orden de un juez –algo que activistas y expertos sugieren exigir a personas migrantes ante una detención– el oficial empujó al abogado mientras éste intentaba subir a un ascensor con su cliente en el cuarto piso de la corte, reportó el portal Willamette Week.

John Schlosser, el abogado, había estado en el tribunal representando a un hombre que estaba en un programa de sentencia diferida que permitiría que un cargo por acoso menor fuera desestimado, pero cuando él y su cliente salieron de la sala, varios hombres vestidos de civil se acercaron a ellos.

Los oficiales, que llevaban alrededor de sus cuellos distintivos de ICE, detuvieron al cliente de Schlosser, quien solicitó ver la orden judicial u otra prueba de que los agentes habían detenido a la persona correcta y dijeron que se llamaba Bernabé de Jesús. El abogado se negó a confirmar que ese era el nombre de su cliente, aunque el portal confirmó que una persona identificada con ese nombre comparecería ese día.

“Por nuestra seguridad, no aborde (el elevador)”, le dijo un oficial de ICE a Schlosser.

“Sí, voy”, respondió Schlosser mientras se acercó al ascensor. El agente le bloqueó el paso, según muestra el video.

“No, no hará”, mencionó. “Por nuestra seguridad no lo hará”.

“Este es un edificio público”, indicó Schlosser. “No tienes autoridad aquí… no puedes evitar que suba a este ascensor”.

“Yo la tengo”, dijo el oficial.

Fue entonces cuando, según muestran las imágenes, el agente de ICE no identificado empujó a Schlosser.

“Me empujó con fuerza en el pecho y me dejó sin aliento”, señaló Schlosser al portal.

Después del empujón, otro presunto oficial de ICE  le pidió a su compañero que se “calmara”.

El oficial que presionó a Schlosser afirmó que estaba impidiendo un arresto federal, pero finalmente le permitió subir al ascensor hasta el primer piso. El rostro del migrante fue protegido todo el tiempo.

Al bajar del elevador, el abogado pidió ayuda a los vigilantes de la corte, quienes no hicieron nada y le pidieron apagar el teléfono.

Los arrestos en los tribunales se han convertido un problema en varias entidades de EU, particularmente en estados santuario, por lo que en Nueva York, por ejemplo, recién se aprobó una norma para exigir a agentes de ICE que muestren la orden judicial si quieren detener a un inmigrante.

Aunque los agentes migratorios pueden operar en casi cualquier espacio –salvo escuelas e iglesias, según sus propias reglas– sus acciones en cortes ha desatado polémica, ya que estudios revelan que ha tenido un impacto negativo en la impartición de justicia.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE LA OPINIÓN. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción.

Juez federal da revés a Trump e impide que solicitantes de asilo sean obligados a volver a México

lunes, abril 8th, 2019

El juez Richard Seeborg concedió una solicitud de grupos defensores de los derechos civiles para suspender la práctica en lo que la demanda se abría paso en el sistema judicial. La decisión está suspendida hasta el viernes para darles tiempo a las autoridades federales de presentar una apelación.

San Francisco, EU, 8 de abril (AP) — Un juez federal de San Francisco bloqueó el lunes la política del Gobierno del Presidente Donald Trump de regresar a los solicitantes de asilo a México mientras esperan a que una corte escuche sus casos, pero la orden no entrará en vigor de forma inmediata.

El juez Richard Seeborg concedió una solicitud de grupos defensores de los derechos civiles para suspender la práctica en lo que la demanda se abría paso en el sistema judicial. La decisión está suspendida hasta el viernes para darles tiempo a las autoridades federales de presentar una apelación.

Los grupos afirman que la referida política viola las leyes federales al no evaluar adecuadamente los peligros que enfrentan los migrantes en México.

El Gobierno de Trump señala que la política responde a una crisis en la frontera sur que ha saturado la capacidad de las autoridades migratorias para detener a los migrantes.

 El inicio de esta práctica en enero pasado representó un cambio sin precedentes en el sistema de asilo de Estados Unidos.

REVISIÓN DE LA MEDIDA 

El pasado 22 de marzo se informó que un juez federal en la ciudad estadounidense de San Francisco revisaría la medida del Gobierno de Donald Trump de regresar a los solicitantes de asilo a México. Después de unaaudiencia en las próximas horas estudiará si la bloquea.

Grupos defensores de los derechos civiles han pedido al juez Richard Seeborg en San Francisco en suspenda la medida mientras se desarrolla la demanda. No se espera un fallo inmediato.

La medida, que significa un cambio sin precedentes en el sistema estadounidense de asilo, comenzó a aplicarse en el cruce San Ysidro en San Diego. Lo habitual era que las familias solicitantes de asilo quedaran en libertad dentro de Estados Unidos con órdenes de comparecer ante las cortes de inmigración.

El Gobierno la extendió luego al cruce de Calexico, unos 193 kilómetros al este de San Ysidro.

La demanda en nombre de 11 solicitantes de asilo centroamericanos sostiene que el Gobierno viola la ley al no tener debidamente en cuenta los peligros que
enfrentan los migrantes en México.

También acusa al Departamento de Seguridad Nacional y los funcionarios de inmigración de privar a los migrantes del derecho a solicitar asilo al convertirlo en un proceso difícil o imposible de realizar.

Quienes se quedan también sufren… Reyna Grande y su retrato íntimo de la migración en México

sábado, noviembre 18th, 2017

El destino de la familia de Reyna Grande cambió en 1980, cuando su madre decidió hacer lo mismo que su padre –un albañil con miras a construir una casa donde vivir– dos años atrás: salir de México en búsqueda de mejores oportunidades.

“—¿Cuánto será?

—No mucho — me contestó mami, cerrando su maleta. Se dirigía al lugar del que la mayoría de padres nunca regresa, un lugar que primero se llevó a mi padre, y que ahora estaba haciendo lo mismo con mi madre”.

Así relata la escritora mexicana en su nuevo libro –”La Distancia entre Nosotros”– una escena que posiblemente se ha repetido por millones a lo largo de las últimas décadas en las familias mexicanas.

La migración es un proceso que deja múltiples secuelas en un niño y Reyna Grande ha logrado describir, a través de su propia experiencia, la historia de miles de esas familias que quedan fragmentadas por una frontera.

Además de la entrevista con la autora, y por cortesía de Vergara y Riva Editoras, añadimos para los lectores de SinEmbargo el Capítulo 1 de la Parte 1 del libro, titulada “Mi mamá me ama”.

La escritora Reyna Grande, de origen mexicano, ha sido ampliamente premiada en Estados Unidos por sus testimonios novelados sobre la migración. Foto: Especial

Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).– Han pasado 32 años desde que la escritora Reyna Grande –entonces niña– dejó Iguala, Guerrero. “La Distancia entre Nosotros” no es un libro sobre el cruce de la frontera, sino una travesía mucho más íntima que narra el abandono al que se enfrentan los hijos de los migrantes.

La economía del país encuentra su rostro en la niñez de Reyna. El peso se había devaluado en un 45 por ciento, cuando su padre decide que la mejor opción que puede dar a su familia es ganar en dólares.

Una “ironía”, reflexiona hoy la autora, que miles tengan que buscar lo mejor para los suyos y a la vez implique separarse de ellas. Es entonces que otros familiares intentan cubrir sus roles, como lo hizo su hermana mayor Mago, o su abuela Evila.

“Una mañana de sábado, mi abuela entregó de mala gana a la tía Emperatriz el dinero que mis padres habían enviado para que compráramos una torta de cumpleaños. Era mi tercer cumpleaños [con 5 años de edad] que celebraba sin papá, pero el primero sin mamá”, relata en el libro.

La niñez de Reyna transcurre en México y a partir de los nueve años en Estados Unidos, ese vecino con el que México comparte más de 3 mil kilómetros de frontera, que pasa por momentos convulsos desde que Donald Trump tomó la Presidencia el pasado 20 de enero.

La agresividad del magnate contra la comunidad latina ha despertado, a la vez, la solidaridad con los hispanos, y en especial, con los niños, sostiene Grande.

Para Reyna ha sido imprescindible tener en mente a los niños a la hora de escribir este libro. Las situaciones que atraviesan siguen vigentes. En los últimos años alrededor de 200 mil menores de edad llegaron a la frontera para pedir un permiso de quedarse.

Reyna Grande presentó “La Distancia entre Nosotros” en la Feria del Libro de Oaxaca. Foto: Especial

***

—¿Por qué este libro? —se le pregunta a la autora de otras cuatro obras.

—Para mí era importante escribir sobre esta experiencia para que ellos no se sintieran tan solos —dice la autora.

—Es una historia que abarca ambos países. Los que se van y los que se quedan…

—Es una autobiografía. Yo escribo de mi experiencia aquí viviendo en Iguala, Guerrero. Y de cuando mis padres se van a Los Angeles, y me dejan en Guerrero por muchos años. Escribo por esa desaparición familiar desde el punto de vista de los niños [ella y sus hermanos]. Y la segunda parte del libro trata de mi experiencia cruzando la frontera para reunirme en Los Angeles con mis padres

—Es entonces una mirada íntima, más allá del viaje por cruzar la frontera…

—Escribo sobre los efectos de la separación. Nunca pudimos superarla. Y la familia nunca fue igual. Yo escribo del abandono de nuestros padres, porque a mi y a mis hermanos nos dejaron en guerrero cuando se fueron a Estados Unidos y tardaron muchos años en regresar. Y ya cuando regresaron ya no eran igual. Ellos habían cambiado. La experiencia con la migración los cambió. Y allá en Estados Unidos se divorciaron. Fuimos viendo cómo la familia se empezó a desintegrar desde que estábamos nosotros, los hijos, acá en México.

—En la obra mencionas la situación económica de México como disparador para migrar. En ese sentido, ¿crees que tu historia es la de miles de hogares?

—Es una historia muy común. Creo que aquí en México hay muchas familias que tienen familiares allá en los Estados Unidos. Son familias separadas. Tienen padres que están allá. O el esposo que se va y la esposa que se queda. Creo que es una historia aquí en el país que sucede esta experiencia de la separación.

—Tu padre se fue, en primer lugar, por la familia…

—A mí se me hizo una ironía que mis padres migraron para tratar de salvar a nuestra familia, pero al hacerlo la destruyeron.

—¿Puede otro familiar suplir a los padres?

—Pues a mí quien me cuidó mucho fue mi hermana. Ella se quedó encargada de nosotros. Tuvo que dejar su niñez a un lado para convertirse en mamá. Ella siempre tuvo fe de que algún día nuestros padres iban a volver. Y hasta hoy en día veo cómo le afectó a mi hermana perder su niñez.

“La Distancia entre Nosotros” es la primera obra de Grande publicada en México. Foto: Especial

—¿Cómo es ya estar del otro lado? En el libro cuentas que no es tan fácil conseguir el sueño americano como muchas veces se cree.

—En el libro trato de mostrar cómo es la experiencia de ser migrante en los Estados Unidos. Al aprender un nuevo idioma, estilo de vida. Escribo para esas familias afectadas con tanto trauma de migrar, el libro de enfoca en esos efectos, en cómo mi papá se fue haciendo más alcohólico tratando de sobrevivir en ese país. Y mis hermanos y yo tuvimos muchos retos que enfrentar.

—Sin embargo, tú historia es de triunfo…

—A pesar de todos los retos que enfrenté siendo una migrante indocumentado logré superar estas circunstancias y logré ir a la universidad y perseguir una carrera como escritora. Logré encontrar ese sueño americano, que uno anhela. Pero hay historias trágicas también.

—¿Logran los mexicanos integrarse a los Estados Unidos? ¿Qué rol juega la identidad?

—Depende de la persona. Hay muchas que nunca logran identificarse. Sobre todo, los adultos. Ellos ya han formado su identidad cuando llegan y por lo tanto se les hace más fácil identificarse como mexicanos. Es un proceso mucho más fácil para los niños.

— Ahora que mencionas los retos de la comunidad latina en los Estados Unidos no podría dejar pasar el tema de Donald Trump. ¿Está su discurso agresivo calando hasta a los niños migrantes?

—Especialmente a los niños migrantes porque se les está negando la oportunidad de progresar. Por ejemplo, Trump quiere eliminar el programa DACA. No es un programa perfecto, pero les había dado un poco de oportunidad de trabajar legalmente, ir a la escuela y no tener miedo a ser deportado.

—Es entonces un buen momento para escribir sobre esto…

—Desde que Trump se hizo Presidente, más y más personas están leyendo mi libro para entender más sobre la migración y cómo impacta a las familias migrantes. Eso me da mucho gusto, porque aunque hay mucho racismo en los Estados Unidos, también hay mucha gente con mucha compasión por los migrantes, que quieren saber cómo ayudarlos.

—¿Cómo se diferencia este libro de otros sobre migración?

—Creo que una cosa es que el libro está escrito por una migrante. Muchos de los libros sobre migración son escritos por personas que no son migrantes. Ellos estudian esta situación, investigan y escriben, pero desde afuera. Mi libro es uno de los pocos libros que existen que son escritos por un una migrante, y desde una manera muy personal. También quiero mencionar que para mí este es un sueño que se me ha hecho realidad de ser publicada en México por primera vez, tras 11 años de ser publicada en los Estados Unidos.

El drama de la migración en carne propia. Foto: Especial

***

Parte 1

Mi mamá me ama

Capítulo 1

–No me iré por mucho tiempo.

–¿Cuánto será? –quería saber. Necesitaba saber.

–No mucho –me contestó mami, cerrando su maleta. Se dirigía a un lugar del que la mayoría de los padres nunca regresa, un lugar que primero se llevó a mi padre, y que ahora estaba haciendo lo mismo con mi madre. Estados Unidos.

Mi hermana Mago, mi hermano Carlos y yo tomamos nuestros bolsos con ropa y acompañamos a mami hacia la puerta de la pequeña casa que estábamos rentando. Los hermanos de mami se encontraban empacando nuestras pertenencias para guardarlas. Apenas salimos a la luz del sol, pude ver a papi por un segundo. Mi tío estaba guardando un retrato de mi padre en una caja, por lo que, en seguida, corrí a toda prisa para quitarle la fotografía.

–¿Por qué te llevas eso? –me preguntó mami mientras caminábamos por el camino de tierra hacia la casa de la mamá de papi, en donde nos quedaríamos mientras mami no estuviera aquí.

–Él es mi papi –le dije, y sujeté el retrato con fuerza contra mi pecho.

–Tu abuela tiene más fotos de él en su casa –me explicó mami–. No tienes que llevarte esta.

–¡Pero este es mi papi! –le señalé. Ella no entendía que esa cara de papel detrás de una pared de cristal era el único padre que conocía.

Papi se había marchado a los Estados Unidos hacía dos años. Quería construir para nosotros una casa, una casa de verdad hecha de ladrillos y concreto. Si bien era albañil y podía construir una casa con sus propias manos, no podía encontrar trabajo en México a causa de una economía muy débil, por lo que se vio obligado a marcharse hacia el lugar al que todos en mi pueblo llamaban el otro lado. Tres semanas atrás, él había llamado a mami para decirle que necesitaba su ayuda. “Si los dos estamos aquí juntando dólares, será mucho más fácil conseguir los materiales para la casa”, le había dicho.

Pero al mismo tiempo, también nos estaba dejando sin una madre.

Mago (un apodo para Magloria) tomó mis bolsos de ropa para que pudiera sostener la foto de papi en mis manos. El camino de tierra estaba lleno de rocas que esperaban hacerme tropezar, pero ese día, me movía con mucho más cuidado que nunca, debido a que llevaba a mi papi en mis brazos y podría romperse con facilidad.

Mi pueblo, Iguala de la Independencia en el estado sureño de Guerrero, está rodeado de montañas. Mi abuela vivía en las afueras de la ciudad y, mientras caminábamos hacia su casa, mantenía mis ojos fijos sobre la montaña más cercana. Era muy grande y suave, como si estuviera recubierta de un terciopelo verde. Durante la temporada de lluvia, un círculo de niebla envolvía su cima, como el pañuelo blanco que la gente se ata sobre la frente cuando sufre dolores de cabeza. Por esto los lugareños la llamaron la montaña que tiene dolor de cabeza. En ese entonces, no sabía cómo era el otro lado ni tampoco mi mami. Ella nunca había salido de Iguala. Hasta ese día.

No vivíamos lejos de la mamá de papi y, al doblar la esquina, su vivienda ya estaba a la vista. La casa de la abuela Evila se encontraba sobre la base de la montaña. Era una pequeña casa de adobe pintada de blanco con algunas tejas terracota sobre el techo. Algunas buganvillas subían por una de las paredes. Los viñedos, densos con flores rojas, daban la ilusión de que la casa estuviera sangrando.

–Háganle caso a la abuela –dijo mami, mirándome fijo. Los cuatro nos habíamos quedado callados mientras caminábamos. Se detuvo y se paró frente a nosotros–. Pórtense bien. No le den ningún motivo para enfadarse.

–Ella nació enfadada –dijo Mago por lo bajo.

Carlos y yo reímos. Mami también lo hizo, pero se detuvo de inmediato.

–Silencio, Mago. No digas esas cosas. Tu abuela nos está haciendo un gran favor al cuidarlos. Escúchenla y háganle caso en todo lo que les diga.

–Pero ¿por qué tenemos que quedarnos con ella? –preguntó Carlos, quien cumpliría siete años el mes siguiente. Mago tenía ocho y medio, cuatro años más grande que yo.

–¿Por qué no nos podemos quedar con la abuelita Chinta? –preguntó Mago. Yo también había pensado en la mamá de mami. Su voz era suave como el arrullo de las palomas enjauladas alrededor de su humilde casa y también olía a aceite de almendras y a hierbas. Pero por más que amara a mi abuela, siempre querría estar con mi mamá.

–Su padre quiere que se queden con su madre. Piensa que estarán mejor allí… –dijo mamá, suspirando.

–Pero…

–Basta. Ha tomado una decisión y debemos cumplirla –contestó mami.

Seguimos caminando. Mago, Carlos y yo aminoramos la marcha y pronto, mami se quedó caminando sola por delante. Miré la foto que tenía en mis brazos, el cabello oscuro ondulado de papi, sus labios bien marcados, su nariz ancha y sus ojos color café apuntando hacia un lado. Deseaba que me hubiera estado mirando a mí, y no hacia detrás de mí. Deseaba que pudiera verme.

–¿Por qué te la llevas? –le pregunté al Hombre Detrás del Vidrio. Como siempre, no me respondió.

–¡Señora, ya llegamos! –gritó mami desde la entrada de la casa de mi abuela. En la acera de en frente, el perro del vecino nos ladraba. –¡Señora, soy yo, Juana! –agregó mami, solo que más fuerte esta vez. No abrió la puerta para entrar porque a mi abuela no le gustaba mami. Y la verdad era que a mi abuela tampoco le gustábamos nosotros, por lo que no entendía por qué papi quería que nos quedáramos allí.

Finalmente, la abuela Evila salió de la casa. Su cabello plateado se encontraba atado en un rodete tan tenso que estiraba todo su cuero cabelludo. Caminaba inclinada hacia adelante, como si estuviera llevando una bolsa de maíz invisible. A medida que se acercaba hacia la cerca, se secó las manos en su delantal, manchado con una salsa roja fresca.

–Llegamos –dijo mami.

–Ya lo veo –le contestó mi abuela. No abrió la puerta ni tampoco nos invitó a pasar para resguardarnos bajo la sombra del limonero que tenía en el patio. El radiante sol del mediodía quemaba mi cabeza, por lo que me acerqué a mami, para resguardarme bajo su sombra.

–Gracias por cuidar a los niños, señora –le dijo mami–. Todas las semanas le enviaremos dinero para su cuidado.

La abuela nos miraba a los tres y yo no podía distinguir si estaba enojada o no. Siempre tenía el ceño fruncido, no importaba con qué humor se encontrara.

–¿Y por cuánto tiempo se quedarán?

–El que sea necesario –le contestó mami–. Solo Dios sabe cuánto tiempo nos llevará construir la casa que Natalio quiere.

–¿Que Natalio quiere? –le preguntó la abuela Evila, inclinándose sobre la cerca–. ¿Acaso tú no la quieres?

Mami nos miró y colocó sus brazos sobre los tres. Nos recostamos sobre ella. De pronto, las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos y sentía como si me hubiera tragado una de las canicas de Carlos.

–Claro que sí, señora. ¿Qué mujer no querría una linda casa de ladrillos? Pero no al precio que tenemos que pagar para tenerla –le contestó mami.

–Los dólares estadounidenses sirven mucho aquí –dijo la abuela Evila, señalando una casa de ladrillos a lo lejos en su terreno–. Mi hija se construyó una muy linda casa ella misma con el dinero que ganó en el otro lado.

Volteamos para admirar la casa. Era la más grande de la manzana, pero mi tía no vivía allí. Nunca había regresado de los Estados Unidos, a pesar de haberse marchado mucho antes que mi papi. Atrás dejó a mi prima Élida, de quien mi abuela se ha hecho cargo desde entonces.

–No hablo de dinero –le indicó mami a la abuela y luego volteó hacia nosotros y se agachó para estar a nuestra altura. Respiró hondo y agregó–: Trabajaré tan duro como pueda. Cada dólar que gane será para ustedes y la casa. Volveremos antes de que puedan notarlo.

–¿Por qué papi solo quiere que vayas tú y no yo? –preguntó Mago–. Yo también quiero verlo.

Al ser la mayor, ella podía recordar mucho mejor a papi que yo. Esperó por él mucho más tiempo que yo.

–Ya te dije por qué. Tu padre solo tiene suficiente dinero como para mí. Además, voy allí para trabajar. Para ayudarlo con la casa.

–No necesitamos una casa. Necesitamos a papi –le contestó Mago. –Te necesitamos a ti –agregó Carlos.

Mami recorrió el cabello de Mago con sus dedos.

–Me marcharé por un año. Prometo que, para ese entonces, volveré y traeré a su padre conmigo. ¿Prometes cuidar a Carlos y a Reyna por mí, ser su pequeña madre?

Mago lo miró a Carlos y luego a mí. Yo no sabía qué vio mi hermana en mis ojos que provocó que su expresión se hiciera más suave. ¿Podía ver cuánto miedo tenía yo? ¿Podía sentir que mi corazón se estaba rompiendo al perder a mi madre?

–Sí, mami. Lo prometo. Pero tú también debes mantener tu promesa, ¿está bien? ¿Volverás?

–Claro que sí –le contestó mami. Abrió los brazos y nos envolvimos en ellos.

–No te vayas, mami. Quédate con nosotros. Quédate conmigo. Por favor –le rogué, aferrándome con fuerza a ella.

Me dio un beso arriba de la cabeza y me empujó suavemente hacia la puerta cerrada.

–Tienes que resguardarte del sol antes de que te agarre dolor de cabeza.

La abuela Evila finalmente abrió la puerta para que pudiéramos entrar, pero nos quedamos quietos. Nos quedamos allí con nuestros bolsos, y la idea de arrojar la foto de papi al suelo para que estallase en pedazos se cruzó por mi mente. Odiaba que se llevara a mi madre solo porque él quería una casa y un terreno propio.

–No te vayas, mami. ¡Por favor! –le rogué.

Mami nos dio un fuerte abrazo a cada uno y nos besó para despedirse. Presioné mi mejilla contra sus labios pintados con un lápiz labial rojo de Avon.

Mago me sostuvo con todas sus fuerzas mientras mirábamos cómo mami se marchaba. Cuando desapareció por la lomada en el camino, solté con fuerza la mano de mi hermana y comencé a correr, pidiendo a gritos por mi madre. Entre lágrimas, observé cómo un taxi se la llevaba lejos. De inmediato, sentí una mano sobre mi hombro y volteé solo para ver a Mago parada detrás de mí.

–Vamos, nena –me dijo. No había lágrimas en sus ojos y, mientras caminábamos de regreso a la casa de mi abuela, me preguntaba si cuando mami le pidió a Mago que fuera nuestra pequeña mamá, también quiso decir que no tenía permitido llorar.

Estados Unidos elimina el registro nacional de inmigrantes de países musulmanes

jueves, diciembre 22nd, 2016

La eliminación del sistema de registros, ocurre en momentos en que aumentan los temores de ataques terroristas internacionales y la amenaza de Donald Trump de prohibirle la entrada a los musulmanes al país. Quitar este programa podría complicar aún más al gobierno de Trump lanzar su propio sistema de registro de musulmanes.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Foto: EFE, Archivo

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Foto: EFE, Archivo

Estados Unidos, 22 de diciembre (SinEmbargo/AP).- El gobierno estadounidense anunció el jueves que anuló oficialmente una política iniciada tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 de obligar a inmigrantes varones de países mayormente musulmanes a registrarse con el gobierno federal.

El gobierno no ha usado el programa desde 2011, pero un consejero de inmigración del presidente electo Donald Trump ha hablado de renovarlo.

La decisión de eliminar el Sistema Nacional de Registros de Entradas y Salidas (National Security Entry-Exit Registration System, NSEERS) ocurre en momentos en que aumentan los temores de ataques terroristas internacionales y la amenaza de Trump de prohibirle la entrada a los musulmanes al país.

Después de un ataque con un camión que mató a 12 personas en un mercado navideño en Berlín esta semana, Trump dijo a los periodistas el miércoles: “Ustedes conocen mis planes”.

La eliminación del programa podría complicar aún más al gobierno de Trump lanzar su propio sistema de registro de musulmanes.

Trump nunca habló públicamente de la introducción de dicho programa, pero un asesor cercano, el secretario de gobierno del estado de Kansas, Kris Kobach, dijo el mes pasado que estaba a favor del lanzamiento de un sistema actualizado para todos los extranjeros procedentes de zonas de “alto riesgo”.

Durante una reunión con Trump en Nueva York, Kobach portaba un documento titulado “Plan Estratégico de Kobach para los primeros 365 días. Departamento de Seguridad Nacional”.

El texto mencionó una reanudación del NSEERS como alta prioridad. Kobach ayudó a redactar el programa mientras trabajaba en el Departamento de Justicia bajo el presidente George W. Bush.

El sistema de registro comenzó aproximadamente un año después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Se obligó a hombres y niños de una variedad de países —en su mayoría del Medio Oriente— a registrarse con el gobierno federal a su llegada a Estados Unidos. Los varones de esas naciones que ya estaban en el país tenían que registrarse con las autoridades de inmigración.

El sistema de registro había sido criticado como un intento de vigilar a la gente solo por tener cierta raza o religión.