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El telescopio espacial James Webb, una ventana a los primeros instantes del universo

domingo, diciembre 26th, 2021

Desde Galileo hasta el avanzado y complejo James Webb, la historia de los telescopios busca comprender el cosmos y este último brindará información clave sobre los primeros instantes del universo.

Por Oscar del Barco Novillo
Profesor asociado en el área de Óptica, Universidad de Murcia

Madrid, 26 de diciembre (The Conversation).- Tras sucesivos retrasos en la fecha de lanzamiento (prevista inicialmente para el año 2007) el lanzamiento del telescopio espacial James Webb (JWST) desde el centro espacial de Kourou (Guayana Francesa) marca un hito en la historia de la observación espacial.

Debe su nombre a James E. Webb, el segundo administrador de la NASA y responsable del proyecto Apolo que pondría al ser humano en la Luna.

Con un costo estimado de 10 mil millones de dólares, se trata de un proyecto liderado por la NASA en colaboración con las Agencias Espaciales Europea (ESA) y la Canadiense (CSA).

Orbitará la Tierra a una distancia de 1.5 millones de kilómetros (más alejado que la Luna, a unos 380 mil km) en un punto donde la interacción gravitacional entre la Tierra y el Sol está equilibrada (llamado punto de Lagrange L2).

Posición del telescopio espacial James Webb orbitando la Tierra. Foto: NASA.

Por ello, el JWST mantendrá una órbita estable alineada con nuestro planeta.

Antes de adentrarnos en los potenciales descubrimientos del nuevo telescopio espacial, es conveniente mirar atrás en el tiempo y revisar cómo ha evolucionado la observación astronómica hasta nuestros días.

DESDE EL TELESCOPIO DE GALILEO AL JAMES WEBB

Hasta la invención del telescopio, la observación del firmamento fue a simple vista. Es decir, sin la ayuda de un instrumento óptico capaz de recoger la luz emitida por los astros y generar una imagen ampliada de los mismos.

Cualquier telescopio óptico (sensible a las longitudes de onda de la luz visible) consta de dos componentes fundamentales: objetivo y ocular.

Dependiendo de cómo sea el objetivo del telescopio, estos se pueden clasificar en dos grandes grupos:

1. Refractores o anteojos: su objetivo está formado por una lente o acoplamiento de lentes. A este tipo pertenece el telescopio de Galileo con el que se detectaron cráteres lunares y los cuatro satélites galileanos del planeta Júpiter.

2. Reflectores: el objetivo lo constituye un espejo o acoplamiento de espejos. Su precursor fue Isaac Newton, quien diseñó un telescopio más compacto que el refractor, corrigiendo defectos en la imagen como la aberración cromática. La mayoría de los telescopios posteriores se han basado en este modelo newtoniano.

Telescopio reflector de Newton. Foto: The Conversation

Ya en el siglo XVIII, el astrónomo y músico William Herschel diseñó un telescopio reflector que le permitió descubrir un planeta más alejado que Saturno (hasta la fecha, el último del Sistema Solar). Bautizado posteriormente como el planeta Urano, dicho hallazgo tuvo lugar justo 173 años después de las primeras observaciones de Galileo.

El mayor telescopio del mundo (hasta el año 1917) fue el de Rosse o Leviatán de Parsonstown. Se trataba de un reflector con tamaño de espejo primario de 1.8 metros capaz de observar, entre otros objetos, galaxias espirales como la del Remolino (M51).

En el siglo XX, el telescopio de Hooker (con 2.5 metros de diámetro del objetivo) consiguió observar galaxias como la de Andrómeda (M81).

El relevo lo tomó el telescopio de Hale, que desafió el diseño del Hooker con un espejo de cinco metros de diámetro. Con estas características, el astrofísico Edwin Hubble consiguió medir la velocidad radial de las galaxias llegando a una conclusión sorprendente: las galaxias se alejan de nosotros y, cuanto más distantes, a más velocidad lo hacen. Fue la primera confirmación experimental de la expansión del universo.

Telescopio de Hale (Observatorio Palomar, EU). Foto: The Conversation

La idea de colocar un telescopio en el espacio se gestó a finales del siglo XX y se materializó con la puesta en órbita en 1990 del telescopio espacial Hubble. De esta forma, se eliminan las turbulencias atmosféricas y la contaminación lumínica durante las observaciones astronómicas.

Se trata de un reflector con espejo primario de 2.4 metros y una masa de unas 11 toneladas. En su treinta años de servicio, ha captado imágenes sin precedentes de nebulosas, galaxias, explosiones de supernovas e imágenes de los planetas del Sistema Solar de alta resolución.

Se trata de un reflector con espejo primario de 2.4 metros y una masa de unas 11 toneladas. Foto: NASA

POTENCIALES DESCUBRIMIENTOS DEL JAMES WEBB

El telescopio James Webb será el más potente hasta la fecha. Dispondrá de un espejo primario de 6.5 metros de diámetro (formado por 18 segmentos hexagonales de berilio, revestidos en oro) y obtendrá imágenes en el rango del infrarrojo.

Comparativa de los espejos primarios del Hubble y el JWST. Foto: The Conversation

¿Qué tiene de especial esta característica?

Por un lado, captar detalles de objetos astronómicos que no se podrían registrar con un telescopio operando en el visible.

A modo de ejemplo, la imagen inferior representa el mismo objeto astronómico (la Nebulosa de la Laguna, M8) tomada en el espectro visible (izquierda, con una gran concentración de polvo cósmico) e infrarrojo (derecha). Es notorio que la concentración de polvo cósmico impide distinguir (en el rango del visible) el conjunto de estrellas presentes en M8.

Nebulosa de la Laguna (M8) registrada en el visible (izquiera) e infrarrojo (derecha). Foto: NASA

Pero su mayor fortaleza será la observación de las galaxias más lejanas y antiguas del universo. Debido al efecto conocido como desplazamiento hacia el rojo, la luz emitida por estas galaxias primitivas (y que se alejan a mayor velocidad de nosotros) será detectada por el nuevo telescopio espacial en el rango del infrarrojo, algo impensable para observatorios terrestres (incluido el telescopio espacial Hubble).

Desplazamiento hacia el rojo de la luz emitida por las galaxias más lejanas. Foto: The Conversation

Además, dado que los objetos más fríos del universo emiten también en el infrarrojo, el telescopio espacial James Webb permitirá la observación de planetas extrasolares con una resolución sin precedentes.

Si el telescopio de Galileo mostró un firmamento desconocido hasta entonces, el telescopio espacial James Webb abrirá otra ventana a los primeros instantes del universo, cuando las galaxias más lejanas empezaron a formarse. Será, sin duda, un viaje apasionante al pasado.

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¿Por qué ha sido un hito el lanzamiento de James Webb? Aquí todo lo que debes saber

sábado, diciembre 25th, 2021

¿Qué hace único al nuevo telescopio lanzado al espacio? Las características del James Webb le diferencian de su predecesor, el Hubble, por lo que podrá brindar datos completamente desconocidos de nuestro universo. Aquí todo lo que hay que saber sobre este telescopio espacial.

Redacción Ciencia, 25 dic (EFE).- El telescopio espacial James Webb, lanzado hoy desde la Guayana Francesa, es el mayor y más potente enviado hasta ahora al espacio. Un aparato único en sus características y en su próxima misión.

– ¿QUÉ ES EL JAMES WEBB?

Es el próximo y principal observatorio espacial para los astrónomos de todo el mundo, diseñado para expandir los éxitos científicos del telescopio Hubble. El James Webb es una colaboración entre las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA).

– ¿POR QUÉ HAY TANTAS EXPECTATIVAS EN ESTE PROYECTO?

Es el mayor telescopio jamás enviado al espacio y en su diseño, además de un espejo de 6.5 metros de diámetro, destacan los cuatro instrumentos científicos de última generación diseñados para captar la luz infrarroja del universo, invisible al ojo humano.

Gracias a esta sensibilidad sin precedentes podrá mirar hacia atrás en el tiempo más de 13 mil 500 millones de años para ver las primeras galaxias que nacieron después del Bing Bang -explosión que se cree dio origen al universo- y su evolución.

Además, podrá observar planetas de nuestro sistema solar y los que orbitan otras estrellas (estudiará la composición química de los exoplanetas).

Ofrecerá una vista inédita del universo con unos ojos desconocidos hasta ahora, lo que podría reescribir la astronomía o parte de ella.

– ¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DEL HUBBLE?

Entre ambos hay diferencias tecnológicas fundamentales.

Las más importantes son su capacidad de observar el universo en el espectro infrarrojo, mientras que el Hubble está centrado en la luz visible, y el gran tamaño de su espejo primario (6.5 metros frente a 2.4), que le permite observar más lejos en distancia, lo que supone más atrás en el tiempo.

Otra gran diferencia es su escudo solar, formado por cinco capas de kapton y del tamaño de una pista de tenis, para evitar que el sol incida en él y poder así operar a -230 grados.

Hubble lleva 31 años operando, pero James Webb tendrá una vida aproximada de una década, marcada por el uso del combustible para corregir y mantener su órbita. Además al estar a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, no son posibles misiones tripuladas para repararlo o actualizarlo.

Esta combinación de imágenes facilitada por la NASA muestra el telescopio espacial Hubble orbitando la Tierra (a la izquierda) y una ilustración del telescopio espacial James Webb. Foto: NASA vía AP

– ¿HASTA DÓNDE VIAJARÁ Y CUÁNTO TARDARÁ EN LLEGAR A ESE PUNTO?

Se situará en un punto llamado Lagrange 2, a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, y orbitará el Sol. A su destino llegará después de un mes del despegue.

Los puntos Lagrange son cinco posiciones del espacio donde la atracción gravitatoria del Sol y la Tierra se equilibran, lo que proporciona ubicaciones estables para las astronaves.

En total, los ingenieros pasarán un mínimo de seis meses calibrando y probando los instrumentos para que el telescopio quede listo para hacer ciencia.

– TRAS EL LANZAMIENTO COMIENZA UNA FASE, QUE ALGUNOS EXPERTOS HAN CALIFICADO COMO “LA PARTE MÁS CRÍTICA”, ¿POR QUÉ?

Es tan grande que no cabe en ningún cohete, por eso se ha tenido que lanzar doblado como si fuera una figurita de papiroflexia y deberá desplegarse mientras viaja a su destino.

La recomposición y tensado del enorme escudo solar comenzará a los tres días y a los 12 empezará el despliegue y recolocación del espejo primario formado por 18 hexágonos. Estas son sólo algunas de las delicadas fases por las que deberá pasar y que ningún aparato ha realizado nunca antes.

James Webb es tan grande que no cabe en ningún cohete, por eso se ha tenido que lanzar doblado como si fuera una figurita de papiroflexia y deberá desplegarse mientras viaja a su destino. Foto: EFE/EPA/JM Guillon/ESA

– ¿ALGUNAS PECULIARIDADES DE ESTE TELESCOPIO?

James Webb es el telescopio más potente puesto en el espacio y también el más grande. Tiene ocho metros de altura y el escudo solar mide 21.2 por 14.2 metros.

El espejo principal, hecho de berilio, está formado por 18 hexágonos de color amarillo y eso es porque están recubiertos de una finísima capa de oro, el material que mejor refleja al luz infrarroja, que es la que observará el telescopio.

El escudo térmico que protege a James Webb del calor, así como de la radiación infrarroja del Sol, la Tierra y la Luna, es como tener una protección solar de SPF 1 millón.

Telescopio James Webb es lanzado al espacio para ofrecer vista inédita del universo

sábado, diciembre 25th, 2021

Gracias a su tecnología de punta, el telescopio espacial James Webb mirará atrás en el tiempo para observar las primeras galaxias que nacieron tras el Big Bang.

Redacción Ciencia, 25 dic (EFE).- El cohete Ariane 5 que transporta al James Webb, el mayor telescopio jamás enviado al espacio, despegó este sábado a las 12:20 horas GMT, desde el puerto espacial europeo de Kurú, en Guayana Francesa.

El James Webb partió hacia el espacio sin ningún contratiempo, pero un cielo parcialmente nublado en Kurú no permitió ver de manera continua el ascenso del cohete y las dos largas lenguas de fuego que provocaban sus motores a plena potencia.

Tras el despegue, la NASA destacó en un tuit que a las 12:20 GMT había empezado “una nueva y emocionante década de ciencia” y que el James Webb “cambiará nuestra comprensión del espacio tal y como lo conocemos”.

El James Webb partió hacia el espacio sin ningún contratiempo. Foto: EFE/EPA/JM Guillon/ESA

La Agencia Espacial Europea (ESA) en la misma red social señaló que este despegue “es un impresionante regalo de Navidad”, entre otras cosas para la ciencia espacial.

El Webb ha empezado hoy su viaje después de casi tres décadas de trabajos de desarrollo y construcción, y años de retrasos. La importancia y revolución de esta misión, tanto desde el punto de vista astronómico como tecnológico, ha hecho que las agencias espaciales realicen retransmisiones en varios idiomas.

La NASA lo está retransmitiendo en inglés, en un programa liderado por la astrónoma Michelle Thaller, y en español, conducido por la científica española Begoña Vila, ingeniera jefa de sistemas del James Webb en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la agencia espacial estadounidense, quien resumió: “es un día histórico”.

Thaller destacó del telescopio que, no se trata solo de avanzar en el conocimiento de las primeras galaxias que nacieron después del Big Bang -la gran explosión que se considera que originó el universo-, y saber más de “mi historia, la tuya, nuestra historia”.

El Webb ha empezado hoy su viaje después de casi tres décadas de trabajos de desarrollo y construcción, y años de retrasos. Foto: EFE/EPA/JM Guillon/ESA

El James Webb pondrá a nuestro alcance datos e imágenes nunca vistos. “Colores que no hemos podido ver” hasta ahora en el espacio, detectar cosas “que no teníamos en mente en la astrofísica actual”, aseguró el chileno Nestor Espinoza, uno de los implicados en esta misión.

En su cuenta de Twitter, el director general de la ESA, Josef Aschbacher, dijo: “ver un lanzamiento de esta magnitud y en este nivel de cooperación internacional es ver una maquinaria increíble en acción (…), estoy orgulloso del trabajo”.

El James Webb, una colaboración entre las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA), viajará hasta situarse a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, unas cuatro veces más lejos que la Luna.

Desde allí, ofrecerá una vista inédita del universo a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio, y permitirá a los científicos estudiar una gran variedad de objetos celestes, siendo capaz de mirar hacia atrás en el tiempo más de 13 mil 500 millones de años para ver las primeras galaxias que nacieron tras el Big Bang.

El James Webb pondrá a nuestro alcance datos e imágenes nunca vistos. Foto: EFE/EPA/JM Guillon/ESA

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Pero para ello, además de separarse del cohete a los 27 minutos y 11 segundos, deberá seguir un largo viaje y superar una serie de etapas críticas en el próximo mes. El James Webb es tan grande que se ha doblado al estilo origami para caber en el cohete de Arianespace y una vez en el espacio se desplegará como un juguete transformer.

Entre otros, deberá abrir su parasol, del tamaño de una cancha de tenis, y luego el espejo primario, de 6.5 metros.

La recomposición y tensado del enorme escudo solar comenzará a los tres días y a los doce empezará el despliegue y recolocación del espejo primario formado por 18 hexágonos. Estas son sólo algunas de las delicadas fases por las que deberá pasar y que ningún aparato ha realizado nunca antes.